Los escribas 12

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Los escribas Divulgación Literaria Año II Nº 12 Abril - Junio 2017


Estimados amigos lectores de la revista de divulgación literaria Los escribas, es para nosotros un gusto presentar ante ustedes el número 12 de este espacio dedicado a las letras, en donde se hacen presentes escritores del estado de Veracruz, de la República Mexicana, de varios países de nuestra América y Europa. En este número le damos relevancia al tema del aire y con esto cumplimos con el tercer elemento de los cuatro que conforman nuestra temática de los últimos números, para concluir con el elemento tierra, propuesta final del ciclo para celebrar el número de aniversario, en donde nuevamente como el año anterior invitamos a los interesados a participar para la publicación impresa de la segunda antología de Los escribas. Agradecemos a nuestros amigos Kostia, Aérea y Andrés por su aportación para ilustrar la revista al igual que a los entusiastas colaboradores, sin los cuales no sería posible que este proyecto continuara como lo ha hacho hasta el momento. En este número encontrarán la primera parte de la historia gráfica de un artista de Buga, Colombia, que conocimos recientemente en una aventura literaria por aquellas tierras, algunos de los participantes al encuentro también los leerán en este número.

Directorio Revista Los escribas Director
 Alberto Calderón P. Subdirector Maricarmen Delfín D. Consejo editorial Lilia C. Ramírez
 Gabriela Jiménez Vázquez
 Gloria Domínguez
 Jorge Enrique Escalona Del Moral Juan Pérez Salazar Publicación trimestral
 Registro en trámite.
 contacto: rev.elescriba@gmail.com twitter: @RevLos_escribas youtube: canal Los escribas Facebook: Grupo Los escribas Pinterest: Revista Los escribas issuu.com: Los escribas
 web: wwwrevistalosescribas.com Revista Los escribas es una publicación sin fines de lucro. Los textos e imágenes son propiedad de sus autores y se presentan como divulgación y expresión artística.

Como siempre les ofrecemos un afectuoso saludo. 2


Índice

Jorge Enrique Escalona del Moral

El asombroso Hugo

4

Luis G. Mendoza

En la noche

7

Maricarmen Delfín D.

Pasajeros involuntarios

9

Gabriela Jiménez Vázquez

Mi paz

11

Aérea Indra

Descenso aire

12

Lilitt Tagle

Después del aguacero se moja todo

13

Alberto Calderón P.

A eso vine

14

Evelia Flores Ríos

Llámame aire

16

Laura Pini

Mariposas de plata

17

América Guerrero González

Vientos de amor

18

Anne Hanna Banasiak

Oda a comunismo amargo

20

Marco James Rojas Bazán

Póliza de seguro

21

Eduardo Cerecedo

Buscar la raíz y Cielo bajo un árbol

22

Martha Cupa León

Volando hacia lo mismo

23

Isidoro A. Gómez Montenegro

Despertar

25

Carolina Valerio Mateos

Ahogos

27

Raúl Silva

Letras quietas

28

Filemón Zacarías García

Policromía

29

Sandra Luna Arand

Tu aire

30

José Miguel Naranjo Ramírez

Teatro

31

José Andrés Castillo Hernández

El olvido

33

Dr. Bricio Rincón Aguilar

Luz del ocaso

34

Andrés Dominguez

Novela gráfica Arkanyell 1ª parte

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El asombroso Hugo Al maestro Hugo Gutiérrez Vega. In memoriam Por Jorge Enrique Escalona del Moral Hace más de un año, el 25 de septiembre de 2015, falleció Hugo Gutiérrez Vega, un protagonista de la literatura y el periodismo mexicano. Hace más de 13 años tuve la fortuna de escucharlo gracias a una conferencia que nos brindó en la Universidad del Claustro de Sor Juana, como parte de un taller de periodismo literario que impartió Claudia Posadas. Este es el relato que escribí con motivo de aquella memorable ocasión Eran las once de la mañana, el aula uno de la Universidad del Claustro de Sor Juana se iluminó con el cabello y la barba blanca del poeta Hugo Gutiérrez Vega (1934). Llegó puntual a la cita, con la precisión que caracteriza a un hombre dedicado a publicar semanalmente un suplemento cultural y con la caballerosidad forjada en la vida diplomática. A las once y veinte se abrió el asombroso bazar de Gutiérrez Vega, y comenzó el desfile de conocimiento periodístico, de experiencias diplomáticas, de vivencias editoriales y de aromas literarios. Fue un principio que pocos pudieron disfrutar: sólo ocho alumnos, de los doce que asistieron, gozaron de esos primeros minutos de introducción al periodismo cultural. Las palabras hipnotizaron a los oyentes: escuchaban las opiniones acerca de la crisis del periodismo literario; de la necrología como ingrediente de los suplementos culturales; de la necesaria práctica de la escritura; de la “todología” de los periodistas culturales y de la especialización de los colaboradores de suplementos; del periodismo en los estados (donde se paga por salir en la página de sociales y por no aparecer en la nota roja). En ese momento entré y rompí el hechizo, su plática me había cautivado. Hugo me miró y, amablemente me invitó a pasar, apenado me retiré, pues me acompañaban dos amigos, que estaban en el pasillo. Él continuó con su charla y trajo a la memoria a la Familia Burrón: en un duelo nemotécnico Hugo y una alumna incorporaron a la clase a Regino, Borola, Macuca, Fóforo y demás personajes de esa historieta, lo cual sirvió de preámbulo para que Gutérrez Vega hablará de las características de la columna e hiciera énfasis en la atmósfera y la originalidad que deben caracterizar a este género


Para muestra, se cambió los anteojos y leyó algunos textos de su columna Bazar de Asombros; uno de mis amigos, emocionado por lo que oía, penetró al salón e interrumpió la lectura, él también fue invitado a quedarse, le maullamos que regresara. Lo convencimos que era mejor escuchar desde el pasi l l o, pues así podíamos movernos libremente sin afectar la conferencia. Ya habían pasado casi dos horas, estaba cerca el final de la sesión, entonces los alumnos le preguntaron sobre su experiencia en el servicio exterior (él recordó gratamente su estancia en Grecia); lo cuestionaron sobre la situación política y cultural actual (él expresó su preocupación sobre la decadencia del estado laico); le pidieron que nombrara sus libros favoritos (él mencionó La guerra y la paz de Tolstoi, Pedro Páramo de Juan Rulfo y El águila y la serpiente de Martín Luis Guzmán) y como colofón leyó algunos poemas suyos (De nuevo llegas a mi casa/Conoces el camino / y sabes que mis cosas /se han amoldado a ti). Los aplausos fueron la señal de reconocimiento y gratitud para el poeta ganador del premio “Xavier Villaurrutia, 2003”. Se despidió de mano de cada uno de los asistentes. Al salir del salón nos vio y nos dijo adiós gatitos. Nosotros, satisfechos, ronroneamos de gusto y lo vimos partir, vestido con su bazar de letras, dispuesto a compartir su mundo para seguirnos asombrando.

Julio, 2003

Autor Jorge Enrique Escalona del Moral Ciudad de México

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EN LA NOCHE

En la noche los grillos grillan con ansia nocturna en busca de una amante y los murciélagos silentes reposan sobre capulines. Tecolotes susurran clarividencias que auguran cruel destino y la luna posa orgullosa sobre vacas y gallinas. En la noche el perro ladra y se da la gran vida estirado en el patio, soñando con el desayuno y en la constelación diáfana una lluvia de luciérnagas se presenta a la distancia.

Luis G. Mendoza Mazatan, Chiapas - Xalapa, Veracruz

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Maricarmen Delfín Delgado Xalapa, Veracruz México

PASAJEROS INVOLUNTARIOS Viajar es como un sueño, es transportarse a otros mundos, es adentrarse en el espacio privado de culturas, territorios y pensamientos, absorber el entendimiento ajeno que al mismo tiempo es el nuestro, ya que más allá de nacionalidad, raza y religión, la esencia humana es la misma pues todos luchamos por la supervivencia diaria, todos sufrimos, todos buscamos la felicidad y todos amamos. Tal vez la forma de hacerlo sea diferente pero el fin es el mismo. El viajero sacrifica la comodidad de estar en casa por la aventura que el destino planea para él, pues lo que se traza como objetivo se va modificando con situaciones fortuitas que el azar maneja como una botella lanzada al mar sin saber dónde encallará. Así, la travesía se convierte en una colección de días alegres, tristes, absurdos, mágicos, oníricos, sorprendentes, lentos y acelerados, que como cuentas de un rosario bendito pasan uno a uno por las manos del viajante para dejar una huella indeleble en su espíritu. Al reflexionar sobre las situaciones que aparecen en el recorrido hay la sensación de que le pudieron suceder a otras personas en este y en otro tiempo, como en un sueño en el que la historia toma un camino impredecible donde el final es incierto y los sentidos se dejan llevar sin rumbo fijo;

el viajar sin aferrarse a un plan estrictamente marcado da la oportunidad de disfrutar con holgura los momentos emocionantes no planeados. Muchas veces se viaja por necesidad, por opción o por deseo, pero viajar no es solamente hacer turismo, es romper la rutina de lo cotidiano, conocer y experimentar en mano propia las historias aprendidas tiempo atrás y tomarle sabor con la experiencia vivida. Es medir nuestra capacidad y nuestros límites, se convierte en un ejercicio de paciencia, audacia, habilidad y tolerancia al convivir con extraños que coinciden en la misma situación y en un mismo espacio, para convertirlos en amigos, hermanos y hasta confidentes en un territorio donde ellos son lo único que nos recuerda nuestro terruño y nuestra cultura. Viajar es un aprendizaje constante con equivocaciones y aciertos, ayuda a recuperar la mirada curiosa de la infancia en las alas de otra perspectiva, abre nuevas puertas a la imaginación. Es amanecer cada día de manera diferente y en distintos lugares mostrando tu lado amable a personas con las que nunca has convivido, compartir la mesa y espacios con otros viajeros de gustos e inquietudes similares o distintos a ti, hacer concesiones y amistades. Después de cada viaje la vida cambia, nunca será igual, regresamos con un cúmulo de experiencias que dan lugar a una nueva historia personal, con la mente abierta al descubrirnos a nosotros mismos, valorando y agradeciendo a la vida todo lo experimentado con los cinco sentidos, con la melancolía que queda al regresar después de la inquietud que sentimos al inicio de la aventura, donde hacemos un recuento de los momentos más que de los días, recordando el instante en que soltamos las amarras y las velas 9


para que el viento favorable que sopla el destino nos llevara a nuevos puertos. El avance en la historia de la humanidad se debe en parte a los viajes y a sus viajeros, hombres que no sintieron miedo a enfrentar lo incierto con el afán de encontrar algo diferente en sus caminos y saciar el instinto de conocimiento propio del ser humano, dando como resultado el acervo cultural y científico origen de lo que hoy somos y tenemos. Durante siglos la humanidad ha viajado, lo ha hecho en el sentido amplio de esta palabra, con dos puntos esenciales de todo recorrido: un inicio y un fin. Se hace directo sin detenerse y no retornar, podemos incluir alguna parada, hacerlo redondo para volver donde empezamos, iniciar en un punto y regresar a otro diferente al de inicio, o quedarse a mitad del camino. La vida misma es un gran recorrido con un destino final inevitable, seguimos un itinerario sujeto a cambios haciendo escala muchas veces sin planearlo para finalmente concluir este gran viaje en territorio incierto. Al no poder viajar físicamente, se hace con la mente imaginando, conversando, escribiendo historias y leyendo, así se ha manejado desde siglos atrás pues la literatura es un gran viaje donde se mezclan el pensamiento propio con el del autor, travesía compartida que nos vuelve uno solo, simbiosis espiritual, amalgama de emociones, metáfora imprescindible como justificación para darle sentido a la existencia. El viaje se vincula con temas diversos para darles mayor sentido y encontrar la paz, la felicidad, la riqueza, el amor, el terruño añorado o prometido.

En muchas obras encontramos viajes físicos mezclados con la trama finalizando al momento de terminar la historia: viaje interno, para llegar a la reflexión por medio de la meditación y encontrar la respuesta; viaje espacial, donde se rompen los límites terrestres por medio de la ficción; viaje al infierno o inframundo, tocando la delgado línea entre la vida y la muerte, la inmortalidad del alma y a veces de la carne; viaje mítico, con dioses y seres mitológicos sorteando todo tipo de adversidades. Viajar por el tiempo es otro tema socorrido por la literatura donde se refleja el deseo del ser humano por retroceder y al mismo tiempo ir más allá de su realidad con el fin de enmendar lo que hoy es irremediable. Otro viaje que para unos es placentero, para otros incorrecto y algunos más mortal, es el que producen los estimulantes, donde el equipaje que se carga es emocional. Mejor hagamos un viaje astral y conectémonos con nuestro yo superior. Así vamos y venimos, con maletas, con mochilas, con sueños, con esperanzas, con tristezas, para escapar de la existencia real, o simplemente sin llevar nada; sin percatarnos que somos pasajeros involuntarios de la casualidad.

Fabio Hurtado 10


MI PAZ

Gabriela Jiménez Vázquez

Suave viento me acaricia con sus pétalos, me dejo llevar al infinito.

Diáfana mirada inunda mi universo y florecen primaveras en mi árida estela.

El blanco y negro de la existencia se tiñe de violáceos matices en la paz de tu regazo.

Ciudad de México


Descenso aire

Aérea Indra Ciudad de México

Y momentos como este la respiración agita, suave dulce respiro atrapa la existencia, aire fluido penetrando vida, el cabello vuela cual potro azabache, libres entre el viento tus dedos recuerdo navegan, un disparo a la insistencia, un zumbido en los adentros, recoger esa última mirada que derritió en la acera, para saberme viva, para decir que en la piel habitan trocitos de esperanza, pequeños fragmentos llamados segundos, porque en suspiro la vida regresa convertida en aire, rescatándonos de las mismas puertas del infierno para acabar con la derrota, para terminar con lo escueto de los días, para reafirmarme alada, con sonrisas fracturadas, tal vez con mutilaciones escondidas que llevamos como dibujo en el mapa corpóreo, será que la vida es espejismo ilusorio tanto pies vuelan y la mente va de cavilaciones, que va de humo embarrado en el rostro del otro, ignorando la concupiscencia que nos devora, imitando baúles, creyéndonos etéreos, bamboleando las pupilas a fuerza de encontrarte; ¿porque conviertes en féretro por mis noches y revives en el primer suspiro de mañana?, ¿porque la vida revierte en jueguito para principiantes?, y los sentidos encienden con el recuerdo atravesando piel, carne y huesos, pero todo pasa en un instante , una pequeña respiración, un diminuto laberinto, un beso en tic tac, una caricia a la nada, un aire anzuelo, otro violeta aire, aire que enreda en la lengua para nombrar palabras, aire que cuenta nuestra historia, aire que huele a ti, a mi, a la repetitiva ausencia, aire descenso aire, verde, azul, nublado, psiquiátrico, blanco aire, locura aire, aire libre, turquesa, playa y arena aire, aire 26 o 23 aire, 5 aire o huida aire, aire felino, aire pacífico y te pienso aire.

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Después del aguacero se moja todo:

Lilitt Tagle Orizaba, Veracruz. México

Las hojas, los suspiros, los sueños, los latidos, las campanas y los parques, las piedras y los sapos, los tendederos en las azoteas. Huele a ozono y a hierba, a sudor a gritos, a prisas...a viento! Los pordioseros pierden su territorio en las banquetas ni un quicio ni una puerta. Se acomodan de cualquier modo en la iglesia, en la terminal de autobuses o en el aire. Se suspenden en él como esas parásitas orquídeas que las personas amorosamente enredan en alambres y las cuelgan de los árboles.

Retratos de Aromas, 2000 Letras de Pasto Verde

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A eso vine

A recorrer las calles seguiré tus pisadas, Alberto Calderón P. caminaré por los parques. Buscare tus ojos en los atardeceres,

Xalapa, Ver. México

tu boca en los laberintos.

Leeré todas las historias Que hablan sobre tus manos. Pisaré los charcos, salpicare mi alma con fuerza, miraré la luna igual que tu.

A eso vine a buscarte tras las puertas, asomada a la ventana.

Voy a desenterrar todo volverlo a vivir que se quede… Para siempre.

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Llámame aire I Legaré a ti en la cálida brisa de tu aliento, llevo polen en mis labios para surcar tu piel. II Danzaré contigo el universo… De tu cabello a tus pies tejeré un ritmo de amor. III Estoy aquí… ¿No me ves? Siente mi galopar sobre tu fronda. IV Llevo tu aroma entre mis alas y el eco de susurros va conmigo. ¿No sabes quién soy? Llámame aire.

Evelia Flores Ríos Michoacán. México


Escribe para introducir texto Mariposas de plata

Laura Pini Guadalajara, Jal.. México

If you are going to San Francisco, Be sure to wear some flowers in your hair, If you're going to San Francisco, You're gonna meet some gentle people there… Volaste fuera de tu hogar en las evanescentes alas de piedritas blanco plata para alcanzar cielos centelleantes. Primera ausencia: elegante luz, hierba de arco iris, nubes de amapolas. Pensaban que lo tuyo eran tonterías; lo de los otros, asuntos importantes. Es el inicio de un gran revoloteo. Libertad. For those who come to San Francisco, Summertime will be a love-in there, In the streets of San Francisco, Gentle people with flowers in their hair… Un año, incontrolables aleteos; pretendes evadir la realidad, el delirio llega. Gente apacible concede descensos tortuosos mientras los adversarios quieren silenciar tu vuelo. Opacidad del jade: llama carmesí, cristales de hielo, estrellas cautivantes. Amores ingenuos. El vacío sin tus alas duele. Dependencia. All across the nation such a strange vibration, People in motion, There's a whole generation with a new explanation, People in motion, people in motion… Alucinaciones, amenazas, maldad tras las dobles rejas. Necesitabas tus alas para volar. Personas iridiscentes, personas obscuras. Amor ineludible: entrega, escarceos, robo de alas. Flores de cerezo y naufragios. Escapas de una prisión, de la otra no. Esclavitud. For those who come to San Francisco, Be sure to wear some flowers in your hair, If you come to San Francisco, Summertime will be a love-in there… Euforia, esquizofrenia, desesperanza, insomnio. Entraron por cualquier puerta, ventana, resquicio. Arrepentimiento. If you come to San Francisco, Summertime will be a love-in there.

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Vientos de amor Entre aires del tiempo
 se escabulle en la memoria… 
 luciérnaga de plata en vigilia, 
 sin meridiano. Vuela distante, difusa 
 en vientos de luna; 
 aguerrido amanecer 
 presagia vendaval.

América Guerrero González Minatitlán, Ver. México

Aires y declives matizados con fragancias de benjuí y rosas resplandor y encanto. 
 En lejano planeta reposan mis pasos 
 sobre piedra ausente; 
 arrecia el norte. Mi cabellera vuela se 
 enreda en tus dedos 
 en nudo insoluble. 
 Atrapas mi tórax 
 lo aprietas sin asfixiar 
 mis muslos tiemblan, 
 responde al abrazo 
 mi cadera cándida. Viento tibio nos entreteje, me siento enamorada 
 suelto mis amarras, horadas mi roca. 
 
 Sigue el viento… sopla, sopla, sopla, 
 entre tus espumas.

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Oda al comunismo amargo Todos mis antepasados que murieron en las celdas no habrían podido soportar las canciones de las ovejas como si hubiesen olvidado soñar despiertos.

Las ovejas, eran los únicos animales que sabían contar las odas del comunismo amargo. Las solían cantar con voz alta como si hubieran perdido el sentido de la realidad. Padecían de la enfermedad heredada por sus antepasados, los que tampoco podían percibir el mundo. Mis abuelos los observaban desde sus celdas no pudiendo entender las causas de esta enfermedad. Escuchaban las voces del futuro, sentían los olores de la noche oscura, los días innumerables que estaban para ocurrir.

Cuando les invadían las dudas todo parecía ser una máscara que cubría el mundo real, tan material como irreal. Nadie de ellos quería creer que las rejas podrían dejar de existir en el futuro no demasiado distante. Mientras tanto, las ovejas estaban muriendo de una enfermedad incurable de no poder liberarse de la sangre de los esclavos mentales que no eran capaces mirar atrás.

Los cuerpos de mis antepasados se evaporaron tras las rejas, muertos por esperar la libertad que ya habían conseguido sin saberlo.

Anne Hannah Banasiak Polonia


POLIZA DE SEGURO Estando muy preocupado Por el incierto futuro, Esperando morir feliz Tomó una póliza de seguro Cada mes muy puntualito, Vas pagando cuota a cuota Y si no eres muy puntual Te llevas una multota. Los años ya van pasando Y tu plata se acumula para engordar al seguro Hay que trabajar como una mula.

Marco James Rojas Basan Perú

Con tanta preocupación, Que se vive el día a día, Se va consumiendo la vida Y desapareciendo la alegría. Con el estrés, y el trabajo, La vida y la salud, Cada día y sin pensarlo Van camino cuesta abajo. Y tu principal preocupación Es la póliza de seguro, Para tu mujer y los hijos Dejar asegurado su futuro. No sabiendo que todo eso Al final de nada te sirve, Te iras a la tumba fría En tu cajón y bien tieso. Después del tiempo pagado Estés gordo o flaquito Al final todo es lo mismo Te iras derecho al huequito. No te imaginas que a la viuda, El shego ya le hecho el ojo, Con tu plata y por cojudo Se divertirán a su antojo. 21


BUSCAR LA RAÍZ Eduardo Cerecedo Tecolutla, Veracruz

EL aire tuerce lo oscuro de las ramas.

En vaivén verás la fractura de la noche que hace la sombra al buscar en viento la raíz el agua. CIELO ABAJO UN ÁRBOL

Desde la humedad el tronco se dispersa.

Simula al cóndor por el cielo.

Las ramas del árbol: Aire. Agua la raíz.


VOLANDO HACIA LO MISMO

Marta Cupa León Ciudad de México

Doña Lupe fue quien me lo notificó: “Encontraron muerto a tu papá, hija”. La noticia me dejó pasmada. No lo podía creer, si apenas quince días antes hablamos él y yo por teléfono: acababa de ir al médico y éste le dijo que, dentro de los límites que le imponía la diabetes, estaba bien. – La perrita fue la que avisó: Toda la noche ladró y aulló de un modo raro, casi sobrenatural. – ¿Saben cuándo falleció? –pregunté tratando de sobreponerme. – Ayer lo encontraron, dijo el médico que ya tenía tres días de muerto. Ya empezaba a oler mal. – ¿Dijeron cuál fue la causa de su muerte? –quise saber. Mientras hablaba con la mujer alistaba la maleta para ir a Veracruz a ver a mi padre. – Dijeron que fue un derrame cerebral. Ahora está en el Ministerio Público… Te están esperando para que identifiques el cadáver… Lo siento mucho, Ángela, sabes cuánto estimaba a tu padre…, y a ti –la voz se escuchaba sinceramente consternada. – Lo sé, doña Lupe –y en ese momento me eché a llorar –voy para allá. Llegué al aeropuerto de Miami a las nueve de la mañana. Estaba desconcertada. Nunca me separaba de mi padre, y ahora que me había ido al país vecino a realizar una campaña de la marca de refrescos en la que trabajaba, recibía esa noticia. A las tres ya estaba en el MP. Me hubiera gustado no ver a mi padre, quería recordarlo como era: casi siempre sonriente, le gustaba mucho hacer bromas graciosas. Sin embargo, debía cumplir con los trámites legales. Antes de entrar al lugar donde estaba el cuerpo, el facultativo me dio un cubrebocas, porque –dijo– el cadáver ya despedía mal olor Entre los cadáveres cubiertos con sábanas me indicó cuál era el de él. Flaqueé en el momento en que me pidió que me acercara a mi padre, casi desfallecí. Me acercó una silla y me senté. Me ofreció un vaso de agua y le di unos tragos. Esperamos un momento. – ¿Ya se siente mejor? – Sí, un poco.


Me puse de pie y caminé… Me sentía mareada, mi corazón latía de prisa y con fuerza…, parecía que se me quería salir del pecho. Mi mente me gritaba que ese momento no era real, que mi padre estaba en casa y que me abrazaría cuando me viera llegar. Me apoyé en el facultativo para no caer. Me mostró el cadáver. Sí, era él…, me desvanecí. Cuando desperté era de noche. Estaba recostada en la sala de mi casa morelense. Lucía oscura. Al fondo, en la habitación que solía ser de mi padre se vislumbraban tenues y danzantes luces. Me paré con dificultad y comencé a caminar. La vivienda se veía solitaria. En el cuarto paternal había dos féretros, uno era un poco más pequeño que el otro. Estaban juntos, rodeados por cuatro cirios encendidos. El más grande, lo sabía, era el de papá, ¿pero el otro? Decidí ver el interior del ataúd, pero aún no llegaba a él cuando la caja se abrió repentinamente y de ella salió… ¡Salí yo! Reía estrepitosamente, se burlaba de mí. Me miré: yo estaba viva. La observé: Yo estaba muerta. – Ja, ja, ja, tu vida giraba en torno a él. Vivías para él. No tenías vida propia. No tenías amigos. Ibas de la casa al trabajo y del trabajo a tu casa; cuando te tardabas un poco en llegar a tu vivienda, tu padre se preocupaba, así que procurabas evitarle cualquier malestar. El único novio que tuviste te dejó porque sabía que tu padre estaba antes que él. Ahora, a los 45 años no tendrá sentido tu vida. Murió él y mueres tú. Estaba aturdida. No sabía qué hacer. Instintivamente corrí hacia la salida de la casa. Afuera seguí corriendo sin importar la dirección. Corría cada vez más veloz hasta que mi cuerpo se empezó a elevar. En ese momento de terror sentí placer al descubrir que ¡podía flotar en el aire!, sólo era cuestión de mantener los pies en movimiento, avanzaba con ellos. La gente me veía con incredulidad. Yo no podía creer que los demás fueran incapaces de hacer lo mismo que yo, si era tan fácil. Extendí y elevé lo más que pude los brazos en el aire, levanté el rostro para disfrutar esa sensación, aceleré el movimiento de mis pies. En verdad estaba feliz… Me sentía libre, totalmente libre. De repente mis pies ralentizaron… Yo no quería detenerme, pero ellos no me obedecían y comencé a bajar… ¿A dónde voy? Desperté en una silla de ruedas, frente al hueco que unos albañiles terminaban de habilitar para meter allí el féretro de mi padre. Había gente alrededor mirándome con curiosidad y lástima. Junto a mí estaba la eternamente fiel doña Lupe, sentada en una tumba. El embarullo no me permitía saber con exactitud qué había ocurrido después de que estuve en el Ministerio Público. – Has estado muy débil, delirando todo el tiempo. Te afectó mucho la muerte de don Julio. ¡Cómo no!, si solo se tenían el uno al otro. Pero la vida continúa, y yo te ayudaré a que te recuperes. Ahora me tendrás a mí, te lo prometo. Seremos una para la otra –me dijo doña Lupe mientras me abrazaba y recargaba la cabeza en mi hombro.



Despertar Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

Isidoro A. Gómez Montenegro Tampico, Tamaulipas. México

Ciego torrente de larga noche hermana de las hojas. Astros silenciosos y flores renacen. Estampida de voces en sueño cual suspiro de primera intimidad. La vida se abre igual que flor nocturna porque tú eres vida y el eco del amor repercute. Flama multiplicada, henchida de lindes secretos tus grietas revelan. Líquido seminal bebe la roca y la arcilla forja en tu cuerpo rumores dispersos. Una luz renace en el viento sabor nocturno, fangoso, delicuescente. Templan mi carne tus leves sedosos ojos. Revienta la luz en cuenco de corteza natural apegada al fuego. En remansos en que abrevas; todo nos conjuga… te recorro y paladeo tus contornos. Eres topacio rezumante, licor difuminado, me haces cruzar el umbral de cristal en breves escarceos.

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Crepuscular viento te ciñe en tapices de la noche. Ebrias galerías que expanden nuestros pasajes colmados por espejos metálicos que modulan tu silueta. Entornadas voces anuncian en quicios inciertos. Olvidamos la hiel de otros días. ¡Renazco al despertar del áureo sol!

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Ahogos

Y las palabras en el aire Se fueron cayendo una a una Carolina Valerio Mateos

Tu par4da inundo el espacio de nada

Orizaba, Veracruz. MĂŠxico

Los encuentros

Y el aire borro los besos

Las miradas Cada olor se fue muriendo Y cada ceniza se fue apagando El aire golpeo mi memoria Olvido mi esquizofrenia EsparciĂł tus datos Las notas de tu historia Borro la semblanza de tu rostro Desdibujo esa sonrisa Ese encuentro Que taladraba mi mente El aire, ese esbozo De magia y maldad Te lleva y te trae Te construye y te destruye Todo a su antojo Todo a su ritmo y 4empo Borra y pinta una nueva vida.

Autor: Carolina Valerio Mateos


LETRAS QUIETAS.

Raúl Silva Ciudad de México

El aire frío

surca el firmamento

se van en oleadas

estos cansados versos.

Desordenadas notas

parecen laberinto

el viento serpentea

como tornado violento.

Las aves

en su pesado vuelo

se quedan quietas

como las letras.

La borrasca que acometía

esta página,

de pronto es un céfiro

que equilibra el sentimiento,

la espiral de letras

se vuelve poema.

En atmósfera de júbilo

ahora canta,

las flores del campo

sonríen,

la lluvia de abril

pone en entredicho

su agonía.

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POLICROMÍA

El cielo de tu voz acaricia la tarde

Filemón Zacarías García Tlapacoyan, Ver. México

y tus ojos llueven sobre mi verso. A cántaros escribo sobre tu piel las historias del día. Y ya no duele el dolor Y ya no cantan mis miedos la vida no es más que un lunar en tu espalda. El azul incendia tus cabellos y dice adiós el rubor. Ríen tus caderas al vaivén piroplástico de mis amnesias. Copula el ocaso en tu mirada plena. Océano de luz donde vacío la nostalgia. FILMÓN ZACARÍAS GARCÍA

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TU AIRE. Sandra Luna Arand Lima Perú

Respiro te siento y me abrazas. cada día me envuelves como una sábana transparente, percibiendo tu suave roce en todo mi cuerpo. Abrazándome con tenues caricias imposibles de evitar tu cercanía. Cada noche te necesito con cada aliento de mi ser. Y así me tienes suspirándote ansiando inevitablemente sentirme rodeada de tu aura siempre.

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Teatro En el mes de Marzo festejamos el día internacional del Teatro, el Teatro sin duda alguna es de las artes más antiguas y representativas de la humanidad, a través de una obra se ha podido Juzgar, criticar, ensalzar, engrandecer, describir, encuentras en ellas diversos sentimientos y son tan fuertes sus repercusiones que logran cambiar conceptos y hasta la forma de ver la vida, mi apreciado lector, como no me considero un gran especialista, más sí un apasionado de la materia, en esta ocasión recomendaré al lector una obra que ya es un clásico de William Shakespeare, me refiero a: El Mercader de Venecia. El Teatro visto desde un género literario comprende las obras concebidas para un escenario ante un público y en este género Shakespeare es de los escritores más grandes que ha tenido la humanidad, en El Mercader de Venecia puede usted conocer el histórico conflicto de los Cristianos con los Judíos, las leyes de la época, los conceptos del amor, el conflicto de razas, valores y principios, entre muchos temas más, por eso mi estimado lector de manera sencilla y resumida El Mercader de Venecia nos narra lo siguiente:

José Miguel Naranjo Ramírez Saltabarranca, Ver. México

Bassanio, un veneciano que pertenece a la nobleza, pero vive con pobreza acude a su amigo Antonio un rico mercader para que le preste 3,000 Ducados que utilizará para enamorar a la rica heredera Porcia, Antonio en ese momento no contaba con ese dinero y decide hacerle el gran favor a su amigo Bassanio pidiéndole prestado a Shylock un judío usurero. Shylock decide prestarle el dinero a Antonio, con el acuerdo firmado ante notario que si no se lo pagaba en el tiempo acordado Antonio tendría que darle una libra de su propia carne de la parte del cuerpo que Shylock dispusiera. El contrato se firmó y Bassanio fue y enamoró a Porcia, se casó con ella, le prometió amor eterno y cuando Porcia le puso el anillo le hizo jurar a Bassanio que no tenía que quitárselo nunca, ni venderlo, regalarlo o cualquier situación parecida, si eso sucedía Porcia le aseguró que nunca se lo perdonaría y la perdería para siempre, Bassanio sin ningún problema le prometió que el anillo lo poseería hasta los últimos días de su vida, porque señala el autor que la amaba profundamente. Los negocios de Antonio salieron mal y no pudo saldar su deuda como estaba acordado en el contrato, el judío prestamista y usurero exigió mediante juicio se cumpliera la ley, obviamente detrás de esta exigencia legal existía un enorme odio y resentimiento contra Antonio un cristiano de la época con el cual había tenido muchos conflictos, lo que solicitaba Shylock es que la libra de carne que le debía Antonio de su cuerpo fuera quitada de la parte más cercana al Corazón, conforme a las leyes de la época la sentencia tendría que ser favorable al judío Shylock e incluso el argumento del judío era que si no se dictaba sentencia a favor de él, no respetaría la ley de Venecia.

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En pleno juicio llegó el gran amigo de Antonio, me refiero al enamorado y felizmente casado Bassanio, acudió a pagar la deuda y ofrecía cubrir el doble de ésta, pero el enfurecido judío no aceptó, exigía se cumpliera el contrato, los jueces dictaron que se cumpliera la sentencia, casi al momento de enterrar el cuchillo cerca del corazón, el juez le dice al judío que según la ley y el contrato sólo podía cortar carne, que si derramaba sangre estaría cometiendo un grave delito, por lo tanto, no se pudo ejecutar la sentencia tal cual se había dictado, Bassanio muy agradecido le dice al Juez que le debe la vida de su amigo, que le pida lo que él quiera, el Juez le dice que lo único que le interesa es su anillo, Bassanio se niega y el Juez insiste en su petición, entonces Antonio le dice: “Bassanio, yo arriesgué mi vida para que tú fueras feliz y tú no puedes dar ese anillo por mí”, Bassanio accede ante el Juez y regresa a ver a su amada esposa sin anillo, mi estimado lector el juez había sido su esposa Porcia disfrazada, ¿Usted perdonaría a Bassanio?, ¿Usted habría dado el anillo? Por eso son grandes e inmortales estos escritores, el teatro es mucho más que un arte, es un estilo de vida, les recomiendo el final de la obra, terminará emocionado.


El olvido Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita, nos da una sed más honda que la sed que nos quita José Ángel Buesa José Andrés Castillo Hernández Veracruz

El olvido no es causante, es causa, así como el tiempo aplaza las derrotas o bien cura las heridas, el olvido es el arma que ocupa la muerte para derrotarnos en vida, es la primera negativa hacia la inmortalidad, pero el olvido no duele si es solo de los actos, el dolor es cuando te hace a un lado la mujer que amas y supones que ella te amo. Aunque no existan las almas gemelas, o los complementos, el dolor al saberse solo y olvidado deja al corazón descubierto y a el cuerpo a merced de la muerte ¿Qué hacer para que me recuerdes? Para salir del fondo de tus recuerdos y ver la luz ¿Cómo lograr detener el vacío y dolor en mí? ¿de qué manera poder ver la luz de nuevo? Si alguna vez dije, no hay dolor que no cauce la sensación de estar vivo, hoy corrijo: no hay dolor que cauce el olvido y no de la sensación de estar muerto, así que la mayor desgracia de u hombre es el olvido, de la sociedad, de la familia, pero peor aún del ser amado. No puedo decir que el olvido ayuda a crecer, pues no he encontrado como hacer de esto un camino de aprendizaje, uno de conocimiento o de sabiduría, en el olvido solo puedo observar ausencia de luz, calor y vida. El olvido se da algunas veces en una sola dirección, pues sigo recordando todo aquello que te hizo olvidarme y que como todas las cosas tiene dos partes, la de luz y la de sombra, cada uno de nosotros decidió con cual quedarse, yo me quede con la eternidad. Quiero que cada palabra escrita, martille y grabe en tu corazón la dulzura que me hace recordarte y en el mío la amargura que te hizo olvidarme y así conocer las dos partes de la situación para poder elegir lo eterno o efímero y dar fin al vacío y al dolor. “Que mi dolor por la ausencia de mi ser en tu corazón sea la tormenta que me alimente y haga resurgir mi vida con otra visión del mundo, pero con tu aroma y los ecos de tu sonrisa” José Andrés Castillo Hernández


LUZ DEL OCASO

Bricio Rincón Aguilar Martínez de la Torre, Veracruz. México

Ahora que el radiante sol percibo con tibieza Su luz que alimenta mi alma, aún representa una proeza, resplandor de mis pupilas, que iluminan el desnudo perfil de tu silueta, manos sublimes que electrizan el rubor de tu sentir, caricia frágil que a tu piel aún hace feliz, que recuerdas sensaciones amorosas, otrora tormentosas, cuando ya no tengo aquel candor, que extasiaba tu vivir, pobre de mí, que los años han cambiado lo que fui. Gracias mi amor, me comprendes y hoy te llena mi presencia y mi latir, ya no exiges nada, porque el fuego de mi alma que se apaga, lo viviste en su momento trastornada, y la gloria conociste, cuando pude y te la di. Ahora cuando solo acariciarte puedo, y tus labios no reclaman con vehemencia lo que tuve para ti. Me duermo en tu regazo, y mi sueño es todo placentero. Gracias vida mía, que demuestras que tu amor fue muy sincero y, hoy, sigue siendo verdadero. Entiendes que las rosas en otoño ya se fueron, morir en tus brazos es mi sueño y eso quiero, cuando el sol recoja para sí, la luz de mi ocaso irremediable, como tarde que espera la penumbra y, después, la obscuridad inevitable, que mis ojos no podrán en primavera, remover en verano, otoño ni en invierno lo que fui.

Dr. Bricio Rincón Aguilar 18 de diciembre de 2016




Desde Colombia Ataques Fraternos 1ª parte Autor Andrés Domínguez








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