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CAMBIA TU MUNDO CAMBIANDO TU VIDA

MENTALIDAD ECOLร GICA Tres pilares del pensamiento verde

Reducir, reutilizar, reciclar Medidas prรกcticas para proteger el medio ambiente

La diferencia que puede hacer una persona De yermo a floresta


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Año 13, número 4

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A N U E S T RO S A M IG O S La Biblia nos enseña que, habiendo creado los cielos y la tierra, «Dios miró todo lo que había hecho y consideró que era muy bueno»1. Seguidamente encomendó a los seres humanos la tarea de velar por Su creación y administrar sus recursos, no en calidad de dueños, sino de encargados. «Tomó, pues, Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase»2. Ahora bien, estoy seguro de que cuando Dios mira hoy Su creación se siente mucho menos complacido que en el principio de los tiempos. Muchas partes del planeta conservan su belleza prístina y funcionan tal como Él dispuso. No obstante, contrastan con otras que sufren un espantoso deterioro. Las fuerzas naturales han hecho estragos —nadie lo niega—; pero los seres humanos también somos responsables de grandes daños al entorno. Muchos de los ecosistemas del mundo están fallando, especies animales y vegetales se extinguen, y los recursos se agotan rápidamente. En buena medida los seres humanos somos culpables de ello por no haber llevado bien a cabo nuestra misión de cuidar y guardar lo que se nos encomendó. Compartimos la responsabilidad y asimismo sufrimos las consecuencias. La contaminación del aire y del agua ha mermado la calidad de vida de millones de personas; el calentamiento global plantea un grave riesgo para las poblaciones asentadas en zonas costeras de poca elevación; la deforestación va de la mano de la desertificación; el mal uso de los recursos hídricos y de la tierra redunda en crónicas escaseces de alimentos, el desplazamiento de millones de personas y el estallido de guerras en ciertas regiones; zonas de nuestros océanos, lagos y ríos están quedando sin vida… y todos estos males probablemente se agudizarán con el crecimiento de la población. Hay que reconocer que no todo el impacto del hombre sobre el ambiente es perjudicial. Hay además muchas discrepancias en cuanto el alcance real de los trastornos ambientales y los medios más eficaces para resolverlos. Así y todo, el planeta, que es la casa de todos, corre peligro, y es tarea de cada uno de nosotros hacer lo posible por salvarlo. Trabajando juntos, y con la ayuda de Dios, podemos mejorar las cosas y lograr importantes avances. Gabriel En nombre de Conéctate

México, Centroamérica: Conéctate A.C. México E-mail: conectate@conectateac.com Tel: (01-800) 714 4790 (nº gratuito) +52 (81) 8123 0605 Chile: Casilla de Correos 14.702 Correo 21, Sucursal La Moneda Santiago Tel: (09) 469 7045 E-mail: conectateconosur@conectate.org Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia: E-mail: conectateconosur@conectate.org Colombia, Venezuela, Ecuador, Antillas: Conéctate Colombia Apartado Aéreo # 85178 Bogotá Colombia Tel: (1) 7586200 E-mail: conectatecoven@conectate.org España: Conéctate Apdo.626 28080 Madrid (34) 658 64 09 48 Resto de Europa: Activated Bramingham Pk. Bus. Ctr. Enterprise Way Luton, Beds. LU3 4BU Inglaterra E-mail: activatedeurope@activated.org Tel: +44 (0) 845 838 1384 Estados Unidos: Activated Ministries PO Box 462805 Escondido, CA 92046–2805 E-mail: info@actmin.org Tel: 1-877-862-3228 (nº gratuito)

Director Gabriel Sarmiento Diseño Gentian Suçi Producción Samuel Keating © Aurora Production AG, 2012 www.auroraproduction.com Es propiedad. Impreso en Taiwán por Ji Yi Co., Ltd. A menos que se indique otra cosa, los versículos citados

1. Génesis 1:31 (NVI) 2. Génesis 2:15 2

provienen de la versión Reina-Valera, revisión de 1960, © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizados con permiso.


La diferencia que puede hacer una persona Chris Hunt

La sustentabilidad y la protección del medio ambiente se han convertido en una seria preocupación para casi todos los países. Los de-

bates sobre la mejor estrategia que se puede adoptar son continuos y a menudo polémicos. Abrumados por la complejidad del tema, la mayoría dejamos la búsqueda de soluciones en manos de los científicos y otras personas con más conocimientos y recursos. Abdul Kareem es un hombre que no esperó a que otros hicieran la tarea. Si lo visitaras en su casa del sur de la India verías hectáreas de bosque con abundante vida silvestre. En una región del planeta en la que suele escasear el agua, las tierras de Abdul y las aldeas aledañas no sufren esa carencia. Pero no siempre ha sido así. Hace veinticinco años la zona era una sucesión de colinas rocosas, áridas y sin vida. Abdul se sintió extrañamente atraído a esa región cuando visitaba a la familia de su esposa, que vivía allí. «Caminaba por la zona y veía laderas áridas —recuerda—. Aunque la vista daba pena, la atracción que sentí fue muy fuerte. De repente me di cuenta de que en muchas ocasiones —aunque apenas por breves momentos— había soñado con los kaavu de la memoria colectiva de la India, los bosques sagrados que cada pueblo tenía en otros tiempos. Me habían hablado de ellos cuando era niño. Creo que inconscientemente siempre había deseado uno». Llevado por un impulso, compró dos hectáreas. En los espacios entre las rocas plantó árbo-

les de especies nativas de la región. El pozo que había en la propiedad apenas proporcionaba un cubo de agua a la vez, por lo que durante tres veranos Abdul utilizó una motocicleta para llevar agua de una fuente situada a un kilómetro de distancia. Durante ese tiempo compró también terrenos colindantes; los vecinos estaban encantados de deshacerse de sus propiedades desoladas a cambio de dinero. El cuarto año, los esfuerzos de Abdul comenzaron a dar fruto. La nueva vegetación, aunque escasa, contribuyó a que la tierra retuviera más agua de lluvia. El nivel del agua del pozo aumentó, haciendo posible que poco a poco pudiera sembrar y regar el resto de su propiedad, que para entonces había alcanzado una extensión de cerca de 13 hectáreas. La transformación fue lenta pero constante. A medida que crecían aquellos arbolitos, los pájaros acudieron a la zona y sembraron semillas de diversas otras plantas. Se había puesto en marcha un renacimiento natural. Año tras año la vegetación fue creciendo, llegó más fauna, y las napas de agua siguieron subiendo. En consecuencia, otros pozos distantes hasta 10 kilómetros del de Abdul hoy también tienen más agua. Con pocos recursos a su disposición ha cambiado pacientemente su parte del mundo, día a día, paso a paso. Christ Hunt vive en el Reino Unido y es lectora de Conéctate desde que comenzó a publicarse en 1999. ■

Fuente: www.goodnewsindia.com/Pages/content/inspirational/abdulKareem.html 3


MENTALIDAD ECOLOGICA Olivia Bauer

Cuando era niña mis padres me enseñaron buenos hábitos, tales como ahorrar electricidad y agua, no

desperdiciar comida y buscar nuevos usos para objetos que habían dejado de cumplir la finalidad para la que habían sido concebidos. Mi familia era de parcos recursos; de modo que cuidar bien lo que teníamos era la opción lógica y sensata. Nunca se me ocurrió equiparar esas prácticas con el ambientalismo. En la adolescencia —más que nada por mi afición a leer el periódico— me enteraba esporádicamente de sucesos relacionados con la ecología, pero por lo general solo cuando los activistas recurrían a actos extremos para llamar la atención a su causa o remediar algún mal: robos, incendios, manifestaciones violentas, etc. En mi mente juvenil, esos temas parecían mucho menos importantes que las guerras, la delincuencia y otros actos de violencia de los que daban cuenta esas mismas páginas. A causa de ello, acabé por asociar el ambientalismo con los elementos más radicales, y el término ecologista con quienes participaban en extrañas y a veces estrafalarias campañas

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de activismo. Seguí practicando las sanas y pragmáticas costumbres que había aprendido de chiquilla, pero aún no asociaba eso con la responsabilidad que tenemos todos para con la protección de nuestro entorno. Ahora que he leído más y estudiado el asunto, me doy cuenta de que las generalizaciones que hacía en mi juventud no eran atinadas. Si bien estoy lejos de ser una experta en la materia, tengo una concepción más clara de lo importante que es tener mayor conciencia ecológica a la hora de tomar decisiones y en la vida en general. Para mí, una mentalidad amigable con el medio ambiente se fundamenta en los siguientes pilares:  Conciencia. Leer y estudiar para mantenerme informada sobre los problemas ambientales y sus soluciones, tanto en mi vecindario como a escala nacional y mundial, y para comprender mejor los sistemas ecológicos de la zona en que vivo. Me alegra que hoy en día sea más fácil que hace unos años encontrar información sobre los productos que compro y los procesos relacionados con su fabricación y

reciclaje. Me resulta fácil escoger productos orgánicos y biodegradables. Puedo optar por no apoyar a las empresas que en la práctica no son respetuosas del medio ambiente.  Gratitud. Tomarme el tiempo necesario para valorar el espléndido mundo en el que tengo la fortuna de vivir, para maravillarme de todo lo que Dios hizo y coordina todos los días y crear espacios en mi corazón y en mis pensamientos para el asombro y la gratitud. Gratitud y conciencia van de la mano.  Respeto. Creo que respetar a Dios implica respetar toda Su creación. Siento una responsabilidad para con los 6.900 millones de personas que hoy viven en el mundo y también las generaciones por venir. Considero que no debo usar lo que no se pueda reponer, ni tomar más de lo que necesito. Me esforzaré por ser más considerada y menos egoísta. Quiero seguir informándome sobre el medio ambiente y su problemática. Quiero que mi modo de proceder sea más consecuente con la defensa de la naturaleza, que


O R ACIÓ N PO R E L BIE N COMÚN AM BIE NTAL Jane Deren

Al respirar el aire que nos sustenta recordamos Tu amor, Dios, que nos da vida.

trascienda el mero hecho de ahorrar electricidad, agua y otros recursos y procurar no contaminar. Quiero encontrar formas de simplificar mi vida, pues a mi juicio eso me ayudará a derrochar menos recursos. La información existente sobre los diversos temas medioambientales llega a ser abrumadora, y a veces hay puntos de vista contradictorios, lo cual puede resultar exasperante. Lleva tiempo distinguir los hechos de las conjeturas y opiniones sin fundamento. Hay que hacer gala de cierta ecuanimidad para no dejarse llevar por el entusiasmo que se genera en torno a un tema en desmedro de otros. Ser consecuente y consciente requiere disciplina y paciencia. Aunque no pueda cumplir todas las recomendaciones de respeto por el medio ambiente, hay bastantes cosas que sí puedo hacer. Olivia Bauer es consultora de comunicaciones. Vive en Winnipeg (Canadá) y está afiliada a La Familia Internacional. ■

Llénanos de Tu compasión por la creación. Vacíanos de apatía, egoísmo y temor, de todo pesimismo y titubeo. Infúndenos solidaridad con todos los que sufren ahora y con las generaciones futuras que sufrirán por nuestra irresponsabilidad ambiental. Muévenos a actuar para salvar nuestra Tierra y construir Tu reino sustentable. Amén. ■ El cuidado del medio ambiente es un mandato bíblico, algo que Dios nos ha encargado. Toda Su creación es importante para Él, hasta el último gorrión y la última brizna de hierba. Hemos supuesto, erróneamente, que la creación existe para nuestro consumo. Es preciso que volvamos al corazón de Dios. Es responsabilidad de todo verdadero cristiano tomarse en serio su labor de mayordomo o administrador del medio ambiente. Debemos asumir la tarea de «cuidar el huerto»1. Tri Robinson, pastor de la Boise Vineyard Christian Fellowship Church Cuando me preguntan si soy pesimista u optimista con respecto al futuro, mi respuesta es siempre la misma: Si prestamos atención a los datos científicos sobre lo que está sucediendo en la Tierra y no somos pesimistas, es que no los entendemos. Por otro lado, si conocemos a personas que están trabajando para restaurar nuestro planeta y la vida de los pobres y no somos optimistas, es que no tenemos pulso. Paul Hawken 2 ■

1. Génesis 2:15 2. Autor de Blessed Unrest: How the Largest Movement in the World Came into Being and Why No One Saw It Coming, Viking Press, 2007. 5


Averiguar cómo podemos reducir nuestro consumo,

REDUCIR REUTILIZAR RECICLAR Abi May

reutilizar objetos y reciclar son formas prácticas en que cada uno de nosotros puede contribuir al cuidado del medio ambiente. Y esas simples medidas tienen un atractivo adicional: en muchos casos nos ayudan a economizar. Reduzcamos la cantidad de residuos que generamos La reducción de residuos comienza cuando hacemos la compra. Si tiramos frecuentemente alimentos estropeados o caducados, quiere decir que compramos en exceso. Lo mismo se aplica a las comidas que preparamos: si a menudo tiramos sobras, debemos cocinar menos. Conviene no comprar artículos que vayamos a utilizar apenas unas pocas veces. Es preferible arrendarlos o pedirlos prestados cuando sea posible. Los artículos que pueden usarse repetidamente, como las pilas recargables, por lo general son más caros que sus equivalentes desechables, pero reducen la cantidad de residuos y a la larga resultan más económicos. Reutilicemos objetos de uso diario Con un poco de imaginación muchos artículos comunes pueden tener aplicaciones secundarias. Los sobres se pueden utilizar para guardar recibos o como papel borrador. Latas, frascos, cajas y envases sirven también de recipientes. Cortando la ropa y las sábanas viejas se sacan buenos trapos de limpieza. Todo tipo de artículos estropeados o desgastados pueden reutilizarse para hacer manualidades. El pan duro es ideal para hacer torrijas1 o budín de pan. Con la fruta magullada se pueden hacer salsas o mermeladas. 1. Rebanadas de pan empapadas en vino o leche, rebozadas en huevo, fritas y endulzadas.

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Reciclemos Cada vez son más los gobiernos nacionales y las autoridades municipales que promueven o exigen que se haga reciclaje, y por buenos motivos. El reciclaje ahorra recursos y energía y reduce los rellenos sanitarios. Conviene averiguar dónde se encuentran los puntos o centros de reciclaje del barrio y estar enterados de las pautas para su uso. En lo posible, hay que comprar productos que se envasen o fabriquen con material reciclado. Evitemos adquirir artículos que no se puedan desechar sin dañar el medio ambiente, tales como ciertos productos de limpieza que contienen ingredientes peligrosos. Elaboremos abono a partir de los desechos orgánicos. Iniciemos o apoyemos programas comunitarios de reciclaje. Aprendamos de otras personas y difundamos lo que hemos aprendido. Quizás hay cosas que ya no necesitamos y que pueden servir a otras personas. Podemos ofrecer a familiares y amigos los artículos que ya no queremos, o donarlos. Es posible también vender algunos artículos por Internet o en un mercado de pulgas. Otra opción es inscribirse en una red de reciclaje, como la Red Freecycle (www.freecycle.org). Se trata de una comunidad cibernética sin fines de lucro con unos 8 millones de afiliados en más de 85 países. Sus miembros ofrecen gratuitamente artículos que ya no necesitan, o los intercambian por otros. Se estima que, gracias a los intercambios que tienen lugar en esa red, se reduce cada día en más de 500 toneladas la basura que va a parar a los vertederos. ■


reflexiones

Nuestro mundo Un ser humano es parte del todo que llamamos universo, una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Se percibe a sí mismo, con sus pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto, lo cual viene a ser una ilusión óptica de su conciencia. Esa ilusión es para nosotros como una cárcel, nos restringe a nuestros deseos personales y a sentir afecto por los pocos que tenemos más cerca. Nuestra misión debe ser liberarnos de esa cárcel ampliando nuestro círculo de compasión para que abarque a todos los seres vivos y la naturaleza entera con toda su hermosura. Albert Einstein

El activista no es quien dice que el río está sucio; es quien lo limpia. Ross Perot Nosotros no heredamos la tierra de nuestros antepasados; es de nuestros hijos y la tenemos prestada. Proverbio de los indios de Norteamérica Los residuos son un impuesto con que se grava a toda la población. Albert Atwood Todavía queda esperanza si las personas comienzan a despertar su lado espiritual, su certeza intuitiva de que somos los cuidadores de este planeta. Brooke «Medicine Eagle» Edwards Cuando sanamos la tierra, nos sanamos a nosotros mismos. David Orr

La sostenibilidad ambiental no es una opción, sino una necesidad. Para que prosperen las economías, para que desaparezca la pobreza en el orbe, para impulsar el bienestar de los pueblos —no solo en esta generación, sino en las generaciones venideras— tenemos el deber apremiante y cada vez más urgente de cuidar el medio ambiente y administrar bien los recursos naturales, de los cuales dependen nuestra actividad económica y nuestro entramado social. Gordon Brown Estando en paz con Dios podemos dedicarnos mejor a construir la paz con toda la creación, la cual es inseparable de la paz entre los pueblos. Papa Juan Pablo ii ■

En el mundo hay suficiente para las necesidades de los hombres, pero no para su codicia. Mahatma Gandhi Abusamos de la tierra porque la consideramos un producto de consumo que nos pertenece. Cuando la veamos como una comunidad a la que pertenecemos, podremos empezar a utilizarla con amor y respeto. Aldo Leopold La prueba máxima de la conciencia del hombre debe ser su deseo de sacrificar algo hoy por las generaciones futuras cuyas palabras de agradecimiento no llegará a oír. Gaylord Nelson 7


lecturas enriquecedoras

Lo que dice la Biblia sobre Dios, el mundo natural El mundo natural fue creado por Dios Interroga a los animales, y ellos te darán una lección; pregunta a las aves del cielo, y ellas te lo contarán; habla con la tierra, y ella te enseñará; con los peces del mar, y te lo harán saber. ¿Quién de todos ellos no sabe que la mano del Señor ha hecho todo esto? En Sus manos está la vida de todo ser vivo, y el hálito que anima a todo ser humano. Job 12:7–10 (NVI) En Su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son Suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y Sus manos formaron la tierra seca. Salmo 95:4,5 Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Juan 1:3

El poder y la sabiduría de Dios se ven reflejados en la naturaleza Espera un poco, Job, y escucha; ponte a pensar en las maravillas de Dios. ¿Sabes cómo controla Dios las

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nubes, y cómo hace que Su relámpago deslumbre? ¿Sabes cómo las nubes, maravillas del conocimiento perfecto, se mantienen suspendidas? Job 37:14–16 (NVI) Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de Sus manos. Salmo 19:1 (NVI) Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande Su poder, y tan poderosa Su fuerza, que no falta ninguna de ellas! Isaías 40:26 (NVI) Desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, Su eterno poder y Su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que Él creó. Romanos 1:20 (NVI) ¡Cuán innumerables son Tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la Tierra está llena de Tus beneficios. He allí el grande y anchuroso mar, en donde se mueven seres innumerables, seres pequeños y grandes. Salmo 104:24,25

Existe una relación viva entre Dios y la naturaleza La Tierra está llena del fiel amor del Señor. Salmo 33:5 (PDT) Con Tus cuidados fecundas la tierra, y la colmas de abundancia. Empapas los surcos, nivelas sus terrones, reblandeces la tierra con las lluvias y bendices sus renuevos. Rebosan los prados del desierto; las colinas se visten de alegría. Pobladas de rebaños las praderas, y cubiertos los valles de trigales, cantan y lanzan voces de alegría. Salmo 65:9,10,12,13 (NVI) El Señor es bueno con todos; Él se compadece de toda Su creación. Salmo 145:9 (NVI) Las fieras del campo me honrarán, los chacales y los pollos del avestruz; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad. Isaías 43:20 Tú hiciste los cielos, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y Tú vivificas todas estas cosas. Nehemías 9:6 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en


y nuestro papel en él graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. Mateo 6:26

Dios espera que cuidemos del mundo natural Dijo Dios: «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra». Génesis 1:26 (NBLH) La tierra es Mía, y ustedes solo están de paso por ella como huéspedes Míos. Levítico 25:23 (DHH) El justo cuida de la vida de su bestia. Proverbios 12:10

A Dios le desagrada que no cuidemos Su creación Lo dejaron desierto y desolado, y Yo lo veo lamentarse. Todo el país está desierto, pero a nadie le preocupa. Jeremías 12:11 (DHH) ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan solo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar

al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. Ezequiel 34:2,3 (NVI) ¿No les basta con comerse los mejores pastos, sino que tienen también que pisotear lo que queda? ¿No les basta con beber agua limpia, sino que tienen que enturbiar el resto con las patas? Ezequiel 34:18 (NVI)

Si no cuidamos de nuestro planeta sufriremos las consecuencias Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra. Isaías 24:4–6 Ha llegado el momento de recompensar a Tus siervos los profetas, a Tus santos, y de destruir a los que destruyen la tierra. Apocalipsis 11:18 (NVI) ■

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UNA FE NATURAL Dios hizo los bosques, las

diminutas estrellas y los vientos desenfrenados. Creo que en parte los hizo para equilibrar esa forma de civilización que iba a ahogar en nuestro corazón el espíritu de alegría. Hizo los grandes espacios abiertos para la gente que quiere estar a solas con Él y hablar con Él, lejos de las multitudes que acaban con toda reverencia. Y creo que a veces se alegra de que nos olvidemos de nuestras preocupaciones y deberes para que intimemos más con Él, como hacía Jesús cuando se iba sigilosamente al desierto para rezar. Margaret Elizabeth Sangster El mundo es la primera Biblia que Dios escribió para instruir al hombre. Clemente de Alejandría Así nuestra vida, retirada del bullicio público, halla lenguas en árboles, libros en los arroyuelos cantarines, sermones en piedras y el bien en todo. William Shakespeare

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Tenemos necesidad de encontrar a Dios, y a Él no se le encuentra en medio del ruido y de la agitación. Dios es amigo del silencio. Mira cómo la naturaleza —los árboles, las flores, la hierba— crece en silencio. Mira las estrellas, la luna y el sol, cómo se desplazan en silencio. Madre Teresa Dios escribe el Evangelio no solo en la Biblia, sino también en los árboles, las flores, las nubes y las estrellas. Martín Lutero Me gusta concebir la naturaleza como una emisora sin límite a través de la cual Dios nos habla a toda hora, a condición de que sintonicemos con Él. George Washington Carver Aunque el hombre es sabio y siempre busca mayor sabiduría, la sabiduría suprema, que tiene que ver con los orígenes, permanece encerrada en una semilla. Ese es el hecho más simple del universo y al mismo tiempo uno que exige más fe que razón. Hal Borland

La Biblia se lee y entiende mejor al aire libre, y cuanto más al aire libre, mejor. Esa ha sido mi experiencia. Pasajes que entre cuatro paredes parecen improbables o increíbles, al aire libre se ven naturales. Eso se debe a que al aire libre nos encontramos por doquier con maravillas, vemos que los milagros no son extraordinarios, sino parte de la existencia común. Son el pan de cada día. Quien realmente se haya fijado en los lirios del campo o las aves de los cielos, y haya reflexionado sobre la improbabilidad de su existencia en este mundo cálido rodeado de frías y vacuas distancias estelares, no se cuestionará la conversión de agua en vino, que fue —al fin y al cabo— un milagro muy pequeño. Nos olvidamos del milagro más grande y continuo por el que el agua —en conjunción con la tierra y la luz del sol— se transforma en uvas. Wendell Berry La naturaleza es una pantalla muy fina: la gloria del Dios omnipresente brota y se sale por todas partes. Ralph Waldo Emerson


El mundo es la epístola que Dios dirige a la humanidad. Sus pensamientos destellan sobre nosotros desde todas partes. Platón El universo no es sino un vasto símbolo de Dios. Thomas Carlyle Huraño y silencioso, a su lado aprendí a empezar a amar todas las cosas porque sí, porque todas son buenas como el Dios que las hizo y hay que estudiar sus gestos y sorprender su hechizo. Gerardo Diego Siempre he considerado que la naturaleza es el atuendo de Dios. Alan Hovhaness Cada flor del campo, cada fibra vegetal, cada partícula de un insecto lleva en sí la impronta del Creador y puede, si la examinamos debidamente, darnos sermones de ética o teología. Thomas Pope Blount

Amen toda la creación divina, toda ella, y amen cada grano de arena. ¡Amen cada hojita, cada rayo de luz divina! Amen a los animales, a las plantas, amen todas las cosas. Si uno ama todas las cosas, en ellas percibe el misterio divino. Y una vez que uno lo percibe, es capaz de comprenderlo incesantemente, más y más cada día. Fiódor Dostoyevski La naturaleza es la producción artística de Dios. Dante Alighieri Cuanto más estudio la naturaleza, más me maravilla su Creador. Louis Pasteur Yo pregunté a la tierra y respondió: «No soy yo eso»; y cuantas cosas se contienen en la tierra me respondieron lo mismo. Le pregunté al mar y a los abismos, y a todos los animales que viven en las aguas y respondieron: «No somos tu Dios; búscale más arriba de nosotros». Pregunté al cielo, Sol, Luna y estrellas, y me dijeron: «Tampoco

somos nosotros ese Dios que buscas». Entonces dije a todas las cosas que por todas partes rodean mis sentidos: «Decidme por lo menos algo de Él». Y con una gran voz clamaron todas: «Él es el que nos ha hecho». Estas preguntas que digo yo que hacía a todas las criaturas era solo mirarlas yo atentamente y contemplarlas, y las respuestas que digo me daban ellas es solo presentárseme todas con la hermosura y orden que tienen en sí mismas. Pregunté por mi Dios a toda esta grande máquina del mundo y me respondió: «Yo no soy Dios, pero soy hechura Suya». San Agustín de Hipona Dios, nuestro Padre celestial, Tú creaste el mundo para atender a las necesidades de la humanidad y encaminarla hacia Ti. Por nuestra propia culpa hemos perdido la hermosa relación que alguna vez tuvimos con toda Tu creación. Haznos comprender que restableciendo nuestra relación contigo, la restableceremos con toda Tu creación. Amén. San Francisco de Asís ■ 11


ÁRBOLES David Brandt Berg

Estaba mirando un árbol

por la ventana y me detuve a pensar en lo hermoso y perfecto que es. Produce exactamente lo que Dios ha dispuesto. Florece y da fruto. Es fuerte, espléndido y cumple su misión en la vida. Un árbol refleja la perfección de la creación de Dios. Por más que le caiga un rayo, que sea abatido por una tormenta o talado, sus raíces echan nuevos retoños, producen nueva vida. Es fascinante, ¿no te parece? ¿Has observado alguna vez que un árbol es todo sonrisas? Cada punto en que una rama se divide en dos es como una sonrisa, una boca con las comisuras hacia arriba. Uno podría pensar que un árbol no es más que un amasijo de ramas, pero no es así. Cada rama responde a un designio perfecto, crece en el sitio y en el sentido debidos, y tiene el peso y la longitud adecuados para que el árbol no se ladee y se caiga. El árbol pesa toneladas y, sin embargo, se mantiene impecablemente equilibrado

Dios es como la tierra en la que estamos plantados y de la cual dependemos. ¡Ojalá seamos como árboles firmemente enraizados en Él, que se nutren con Su Palabra, crecen con pujanza, dan fruto y son una bendición para quienes los rodean! 2 sobre su tronco, como una bailarina de ballet en puntas. Por la protección y los alimentos que proporcionan, los árboles son vitales para el planeta. De no ser por los árboles, no crecerían muchos matorrales y arbustos a su sombra, los animales carecerían de un hábitat adecuado y la tierra se erosionaría, quedando reducida a un desierto estéril, tal como ha sucedido en muchos lugares a consecuencia de la tala excesiva. Los árboles son imprescindibles para la vida del hombre y de los animales.

Sé que jamás oiré un canto tan primoroso como un árbol, que aprieta su boca sedienta contra la tierra y se alimenta, que mira todo el día a Dios y alza sus brazos en oración, que quizá luzca en su melena un nido o una colmena, en cuyo seno cae la nieve, que se estremece cuando llueve. Un poema lo hace cualquiera, un árbol solo Dios lo crea.

En este sitio web encontrarás fotos de árboles asombrosos: http://listverse.com/2011/07/30/10-magnificent-living-trees/ 12

Joyce Kilmer (1886–1918) ■


Ariana Andreassen

DESDE PEQUEÑINES Mi hijo Anthony es un chiquillo muy despierto,

muy activo, de apenas tres añitos. Le encanta aprender cosas. Hace un tiempo, su tema preferido de conversación eran los rayos. No se cansaba de hablar de las tormentas, de que algunos edificios se incendian cuando les cae un rayo… Cuando le dio por escenificar todo eso con sus figuritas de Playmobile y de Lego, procuré canalizar positivamente sus pensamientos y sus energías enseñándole, por ejemplo, que Benjamin Franklin inventó el pararrayos para evitar esos desastres. Un día, al cabo de unos meses, Anthony hizo una pausa en medio de la cena, me miró pensativo y comentó a su manera que algunos animales están en peligro de extinción porque carecen de comida o de lugares aptos para vivir. Curiosa por saber si él realmente entendía de qué hablaba, le pregunté por qué los animales no tenían dónde vivir.

Me explicó que para construir casas y carreteras la gente corta árboles, y por eso animales como el koala no tienen dónde refugiarse. Claro que su pequeña exposición le salió un poco enredada; pero me di cuenta de que en general había captado bien la idea y de que estaba sinceramente preocupado de que los animales fueran a perder su hábitat natural. El tema fue el centro de su interés por varias semanas, hasta que hizo el siguiente gran descubrimiento, que si mal no recuerdo fueron los cinco sentidos. Hablando con mi hijo sobre Benjamin Franklin, las especies en peligro de extinción y los cinco sentidos, me hice cargo de lo fácil que es influir en los niños a temprana edad; de ahí la importancia de enseñarles a tomar decisiones responsables y acertadas. A los niños les fascina contribuir de alguna manera a mejorar el mundo. Así que desde temprana edad podemos inculcarles

amor y respeto por el medio ambiente. Ahora a Anthony le apasiona echar cada tipo de basura reciclable en el recipiente que le corresponde, regar las plantas y colaborar en las tareas del jardín. Es consciente de que caminar en vez de desplazarse en auto —siempre que sea práctico— ahorra dinero y no contamina. Hasta se acuerda más que yo de apagar las luces cuando sale de un cuarto. Si bien al principio toma tiempo explicarles a los niños ciertos conceptos de forma que los capten bien, con cuidado para no causarles ansiedad ni preocupaciones, el esfuerzo vale la pena. Es una dicha ver a mi pequeño esmerándose por cuidar su entorno en lugar de atropellarlo o no prestarle ninguna importancia. Ariana Andreassen tiene dos hijos. Vive en Tailandia y está afiliada a La Familia Internacional. ■ 13


¿BIODEGRADACIÓN O GERMINACIÓN? ¿Será la muerte tu fin? Keith Phillips

La muerte forma parte del ciclo de la vida; no es el fin. Esto se evidencia en todas las es-

feras de la naturaleza, y quizá no haya ejemplo más claro que el que presentó Jesús a Sus discípulos cuando los preparaba para la muerte que Él iba a padecer: «Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto»1. El apóstol Pablo se explayó en esa analogía al referirse a nuestro fin, que en realidad será nuestro principio. «Cuando se siembra, la semilla tiene que morir para que tome vida la planta. Lo que se siembra no es la planta que ha de brotar, sino el simple grano, sea de trigo o de otra cosa. Después Dios le da la forma

que Él quiere, y a cada semilla le da el cuerpo que le corresponde. […] Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos. Lo que se entierra es corruptible; lo que resucita es incorruptible. Lo que se entierra es despreciable; lo que resucita es glorioso. Lo que se entierra es débil; lo que resucita es fuerte. Lo que se entierra es un cuerpo material; lo que resucita es un cuerpo espiritual»2. Cuesta imaginarse qué aspecto tendrán esos cuerpos espirituales; no obstante, la Biblia nos da algunos indicios en las descripciones que contiene de Jesús después de Su resurrección, además de la clásica afirmación de Pablo: «Transformará el cuerpo de la humillación nuestra,

para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya»3. Jesús se apareció con aspecto de hombre; no obstante, las más de las veces ni siquiera Sus más íntimos amigos lo reconocieron enseguida4. Tenía substancia, «carne y huesos»5, caminaba, hablaba y podía comer6; sin embargo, también podía materializarse y desaparecer a voluntad7. Jesús esencialmente era el mismo, solo que Sus facultades se incrementaron exorbitantemente. Lo mismo nos ocurrirá a nosotros. «En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, […] seremos transformados. Entonces se cumplirá la palabra que está escrita: “Sorbida es la muerte en victoria”»8. ■

1. Juan 12:24

5. Mateo 28:9; Lucas 24:38–43; Juan 20:16,17,27; Hechos 1:3

2. 1 Corintios 15:36–38,42–44 (DHH)

6. Lucas 24:15–17; Juan 20:16,17; Hechos 1:3

3. Filipenses 3:21

7. Marcos 16:19; Lucas 24:31,36,50; Juan 20:19,26; Hechos 1:9

4. Marcos 16:12; Lucas 24:13–16,36; Juan 20:14

8. 1 Corintios 15:52.54

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ALABANZAS DE LA CREACIÓN Salmo 148:1–13

Alabad al Señor desde los cielos; alabadle en las alturas. 2 Alabadle, vosotros todos Sus ángeles; alabadle, vosotros todos Sus ejércitos. 3 Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. 4 Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. 5 Alaben el nombre del Señor; porque Él mandó, y fueron creados. 6 Los hizo ser eternamente y para siempre; les puso ley que no será quebrantada. 7 Alabad al Señor desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos; 8 el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta Su palabra; 9 los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros; 10 la bestia y todo animal, reptiles y volátiles; 11 los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra; 12 los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. 13 Alaben el nombre del Señor, porque solo Su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. ■ 1

Dar gracias a Dios por cada estación Ejercicio espiritual

¿Disfrutas de los paseos primaverales por campos de flores silvestres, de los días estivales de ocio en la playa o junto a

una piscina, de los colores intensos y los aromas profundos del otoño, de los vastos paraísos invernales y los deportes que en ellos se practican? Paisajes de montaña, pampas y grandes espacios abiertos, espesos bosques, misteriosos mundos submarinos… Dios es quien lo hizo todo posible, desde lo infinitesimal hasta lo infinito. Con todo y con eso, la belleza y majestuosidad de la creación de Dios es frágil. Todos debemos aportar nuestro grano de arena para protegerla en consideración a las futuras generaciones. Dios es nuestro amoroso Padre, y cuando confió a la humanidad el cuidado de Su creación, nos hizo un inmenso regalo. El mundo que nos dio para vivir y disfrutar es extraordinariamente bello, magníficamente equilibrado e increíblemente diverso. Por eso, le debemos nuestro agradecimiento. Tanto es así que la Biblia dice que nosotros y toda la creación debemos alabarlo. Para este ejercicio, divide una página en cuatro partes, una para cada estación del año. Piensa en las características que más agradeces de cada temporada y apúntalas. La lista que elabores probablemente diferirá de las de otras personas y reflejará tu modo de ser y tus preferencias singulares. Eso de por sí evidencia la variedad que introdujo Dios en Su diseño del mundo. Coloca la lista en un lugar donde la vayas a ver los próximos meses y dedica de cuando en cuando unos momentos a repasar todo lo que disfrutas y dar gracias a Dios por ello. ■

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De Jesús, con cariño

Vuelve a comenzar, hoy La vida es un cúmulo de pequeñas decisiones que tomas de día en día. Si bien las que tomaste en otro tiempo tuvieron su efecto, cada día puede ser un nuevo comenzar. Sea lo que sea que haya sucedido hasta ahora, hoy tienes la oportunidad de tomar buenas decisiones. No pierdas el tiempo reviviendo el dolor causado por los errores y las decisiones desatinadas del pasado. Eso no hace más que restarte energías para lo que podrías hacer hoy. Aunque no puedes alterar el pasado, sí puedes forjar tu futuro, empezando ahora mismo. Aprovecha, pues, al máximo el presente. Aprende de los errores cometidos y déjalos atrás. Perdona a quienes te hayan ofendido y pide perdón a quienes tú hayas ofendido. Si bien no será fácil, no lo postergues: hazlo hoy mismo. Acude hoy a Mí y a Mi Palabra en busca de renovado valor y esperanza. Hoy mismo puedes concebir nuevos sueños y fijarte nuevas metas. Emplea el tiempo de que dispones hoy en lo que es verdaderamente importante: ama a tu familia, cultiva la amistad. Comienza hoy mismo a hacer mejor las cosas. Con Mi ayuda, tu futuro puede llenarse de estupendos éxitos y satisfacciones que compensen con creces las desilusiones del ayer. Y todo eso empieza hoy.


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