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temporada 14/15

EJEMPLAR GRATUITO. PROHIBIDA SU VENTA

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Parque Rafael de la Ce rda. Ctra. de Tentegorra

Editorial

El fútbol cartagenero visto desde otro prisma.

El reportaje, la entrevista, lo curioso, aspectos de salud… Y desde todas las vertientes posibles. Eso trata de recoger en sus páginas La Combina, un magazine anual gratuito que ponemos en sus manos y que nace con la idea de perdurar en el tiempo. Lo último que tratamos con esta publicación es dar información del día a día, que de eso ya se encargan periódicos y diarios digitales, que en esta ciudad los hay y muy buenos. Queremos que resulte de interés a cualquiera, con independencia de que sea o no aficionado al balompié. Un magazine que entretenga y aporte conocimiento.

Sepa que La Combina es sucesora de ‘Zona Efesé’, una revista, también anual, que se estuvo pu-

blicando hasta 2008 con muy buena acogida. La filosofía es parecida sólo que ahora queremos abrir aún más el abanico futbolístico para ocuparnos de muchas más cosas. Basta echar un vistazo a la portada con la que hemos querido reconocer el fútbol femenino, que irrumpe con fuerza con un equipo en Segunda División y muchos clubes que ya van incorporando a las mujeres en el llamado deporte rey.

Y se preguntará, ¿Por qué La Combina? Es, sencillamente, una expresión de lo más cartagenera.

Cuántas veces, de críos, no nos hemos echado una combinica. Pues ahora se trata de combinar, como en una coctelera, todo lo mucho y bueno que tiene el fútbol de Cartagena.

Esperamos que le guste.

El equipo de La Combina

JOSÉ MARÍA OLMO

JUAN PEDRO HURTADO

DIEGO DE HARO

ABEL F. ROS PEDRO ROBERTO JIMÉNEZ RUBÉN SERRANO revistalacombina@gmail.com info@creactivapublicidad.com

Edita / Diseño gráfico y maquetación: Creactiva Comunicación Imprime: QDH - Depósito Legal: MU-241-2015 La Combina no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores en sus artículos.

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Portada: Mireya - Fotografía: Abel F. Ros

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Se fue el ‘paloma’ y volvieron las ‘vacas flacas’ Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

La situación del fútbol en Cartagena ha vuelto a dar un giro. De tocar el cielo con las manos, en unos años, pocos, se ha pasado casi al infierno. Aún está reciente en la memoria de todos la época de las vacas gordas con Paco Gómez, el empresario alicantino con el que el ‘Efesé’ voló más alto de lo que lo había hecho nunca en su historia. Fue una década en la que el de Jacarilla manejó el club a su antojo, como dueño que era, pero en la que si de algo no faltaba era dinero.

Con el ‘paloma’ el Cartagena se ganó un nombre. Los futbolistas querían jugar aquí. Sabían que, aun con las salidas de tono del amo, con sus arrancadas de caballo y paradas de burro, los buenos duros estaban más que asegurados. A Gómez le bastaba con abrir la caja fuerte de Torre de Godoy y tirar de fajo, al menos hasta que llegó la crisis de la construcción y el dinero empezó a ser cada vez más escaso.

Nadie podrá negarle al de Jacarilla, que llegó a Cartagena engañado, que le dio a los cartageneros años impensables de gloria. Con Juan Ignacio en el banquillo y una legión de gladiadores; Cygán, Víctor, Longás, Toché, Mariano, De Lucas… El equipo estuvo a punto de subir a Primera. Nació la ‘efesemanía’. Miles de aficionados llenaban el Cartagonova y viajaban con

su ‘Efesé’. Para la historia quedará, verbigracia, aquel 1-4 de La Condomina nueva. Parecía que el sino de los cartageneros había cambiado por fin. Pero Gómez dilapidó la ‘fortuna’ y, siempre temeroso de los de su alrededor, cambió las fichas. Su sinrazón, los despidos sin fuste, las decisiones equivocadas, hicieron que poco a poco el Cartagena iniciara su camino hacia el agujero del que había salido. Y Gómez, culpable de lo mejor, también lo ha sido de lo peor.

Tras un año de recuperación de imagen, con Fran de Paula en la presidencia, el Cartagena se debatía entre la vida y la muerte. Abandonado a su suerte por el dueño, que huyó por la puerta de atrás abucheado aquella tarde del Caudal, llegaron los supuestos salvadores ‘Sporto Gol Man’. Una extraña operación, con una o dos empresas extranjeras, unos abogados valencianos, y la dirección deportiva de Florentino Manzano, el fundador del Cartagonova y que se resistía a verle morir. Pero el experimento ‘uruguayo’ no ha funcionado. Ha sido un año infame. Ni económica ni deportivamente ha funcionado. Algunos ya han abandonado un barco que lleva tiempo haciendo aguas. E incluso el club se ha puesto en venta. Y es que las vacas flacas han vuelto.

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Este es el formato Cartagena

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Juan Pedro Hurtado

Me lo dijo hace unos días, o unas semanas, mi gran amigo Salvador, excelente profesional de RTVE. Es el formato Cartagena, me decía al analizar la situación que estamos padeciendo. Y no puedo hacer otra cosa que darle la razón. ¿A quién le puede extrañar todo lo que está ocurriendo en los últimos años en torno al pobretico ‘Efesé’, sea o no el de toda la vida? ¿De veras alguien se puede extrañar? Haber pasado por el fútbol profesional, aunque fugazmente, en la etapa más brillante, sin duda, de la historia balompédica de la trimilenaria, parece habernos reseteado el cerebro. Ya no nos acordamos que el primer equipo de Cartagena siempre ha vivido en una continua travesía por el desierto de las penurias, las desgracias y los sinsabores de todo tipo. En mis treinta y pico de años de profesión recuerdo más de un encierro, una manifestación de jugadores, colectas, meses de impagos, embargos, teléfonos cortados, … Y hasta un presidente en prisión.

Es verdad Salva. Es el formato Cartagena. Es el que hemos elegido con nuestra apatía, con dirigentes

que nos han engañado, también, con nuestra idiosincrasia y esa filosofía que nos lleva a apuntarnos al carro cuando baja, que para subir no estamos para empujar.

Ese formato casi de la indolencia, hasta de la ironía y la burla, en tantas ocasiones. Me preguntaba el compañero, ¿Por qué no podemos cambiar el formato? ¿Por qué no podemos utilizar el de Elche o el de Cádiz, por ejemplo, donde un aficionado es capaz de ‘matar’ por su equipo? El problema, querido amigo, es que tal vez sea ya demasiado tarde. Ya el formato es casi es una cuestión genética. Casi va en la sangre.

Lo lamentable es que la estela que dejó la Segunda, algo que habrá siempre que agradecerle al ‘Paloma’, por mucho que su gestión fuera desastrosa, que en parte de aquellos barros estos lodos, aquella estela, digo, ya comienza a difuminarse. O la situación da un giro, que parece harto complicado, o, francamente, creo que habremos llegado a donde, por desgracia, teníamos que llegar. Porque, amigo Salvador, lo de cambiar el formato Cartagena...

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Buen plantel, pobre cosecha Juan Pedro Hurtado

Luque, Arcas, Pallarés, Prosi, Ceballos, Robusté, Tarantino o Limones son futbolistas que cualquier equipo de Segunda B querría tener en sus filas.

Quiere decir que el plantel que confeccionó el Cartagena el pasado verano, en el que se incluía a otros como Gato, Carlos Martínez, Ribas, Chus Hevia o el canterano Sergio, no es, ni por asomo, de los peores del grupo IV. Pero parece obvio que el rendimiento ha venido muy condicionado por la inestabilidad del club.

En primer lugar el hecho de que los jóvenes uruguayos que iban a ocupar las plazas sub-23 tuvieran que marcharse por imperativo legal. Luego, la rocambolesca historia del entrenador Julio Ribas, que durante un tiempo tuvo que estar en la grada y que, incluso, abandonó el equipo durante semanas en un intento de solucionar los trámites burocráticos en su país. El equipo jugaba desnortado, si un plan. Se trató de poner remedio con la incorporación del algareño Manolo Palomeque, que llegó en el peor momento. Los problemas económicos comenzaron a aflorar y con ellos las escasas garantías de cobro. Se marchó el artífice de la plantilla, Manzano, y con él sus dos hijos, a los que habitualmente se les veía en los desplazamientos. Empezaron a abandonar el barco algunos futbolistas. Nacho Neira fue el primero en coger las maletas y luego le siguieron Pallarés, que se marchó con Tevenet al Huesca, y Abenza.

Lo curioso es que con Palomeque el equipo empezó a saber cómo jugar y, de hecho, mostró muy buenas maneras en determinados momentos, pero los resultados empeoraron. La plantilla albinegra, mermada en cuanto a efectivos, tocada en su moral, y asfixiada por la falta de dinero, lucha por mantener en el campo la categoría, un objetivo que no era el de partida. El plantel no era malo, pero es difícil rendir cuando hay tantos despropósitos como ha habido este año en el Cartagena.

José María Olmo

Como el frío de Alaska

Cartagena vive atada al fatalismo como Alaska al frío. La historia negra que la ciudad, y por extensión el fútbol, escriben diariamente está predeterminada por la certeza de un futuro aciago. Y el bucle se retroalimenta con la búsqueda de enemigos externos a los que se culpa de todo aquello que no somos capaces de solucionar por nosotros mismos.

Murcia ha sido la coartada para acostumbrarse a una gestión nefasta, en lo político y lo deportivo. Cartagena profesa, aunque nadie parezca darse cuenta, una religión animista que permite a los dirigentes convertir la inutilidad en un destino irreversible y, la mediocridad, en el menos malo de los males a nuestro alcance.

Hay salvación y, como siempre, pasa por asumir el control del propio destino. Si el ZAL del Puerto de Cartagena se construye en Murcia será porque los políticos de la ciudad han aceptado ese expolio y los ciudadanos no hemos estado a la altura del reto. Las decisiones tienen consecuencias, y conviene recordarlo para terminar con debates estériles.

Si el Efesé se asoma al precipicio del descenso y, peor aún, al del ridículo, sólo es porque la afición toleró una década a Paco Gómez, que ganó tiempo comprando el silencio con fichajes y disimulando su inoperancia con golpes de suerte.

La etapa que ha venido luego cotiza a la altura del peor Gómez. El Efesé actual está dirigido por sociedades instrumentales y dinero opaco. Los nuevos dueños pensaron que la afición no necesitaba saber quiénes eran ni cuál era su proyecto, que no importaba fichar a un entrenador sin permiso de trabajo, y que los socios aplaudirían sus maniobras como ríen los norcoreanos las gracietas de Kim Jong-Un, su líder supremo. Cada día que pasan en el club es un día de honor que no merecen.

El público ya debería haberlos echado pero optó por descolgarse cuando los jugadores comenzaron a plasmar en el césped la concatenación de despropósitos.

Después de todo, las derrotas sólo son la consecuencia.

Pero a la afición le toca plantear soluciones si aspira a cotas más altas. Incluso sin afición es posible el milagro. Cartagena tiene más potencial que Villarreal y Soria pero vive peldaños más abajo. El Efesé podría crecer si un hombre virtuoso tomara las riendas de la entidad dispuesto a reescribir su futuro. La entidad necesita urgentemente un proyecto a cinco años vista; no ganar tres partidos seguidos. Con una afición movilizada, ese proyecto sería imparable. Y el fatalismo se esfumaría. Tan rápido como desaparece el frío de Alaska cuando llega el verano.

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Rubén Serrano Cabezos

La incógnita, una constante en Sporto Rubén Serrano

Fútbol, barro y pelos en las piernas

Mi paso por La Combina me ha permitido conocer a personas que aun no siendo futbolistas guardan vínculos con el fútbol, como los empleados de la cantina del Cartagonova, la historia de Papu y las charlas con la directiva del equipo femenino.

Son trabajadores, anónimos, desconocidos para el público; siempre en segundo plano. Pero el fútbol es más que los 90 minutos en el terreno de juego, también son los largos viajes detrás del autobús del equipo, las paradas a medio camino para tomar algo, las horas previas al partido, la sal de las pipas, las butacas sucias, la luz tenue de los focos. Un estilo de vida.

No les hablo de jugadores millonarios, tampoco de clubes repletos de trofeos. Me refiero a la directiva que mueve cielo y tierra para pagar las mensualidades, a las duchas de agua fría, a los campos con baches, a ese jugador despreocupado por ir a la moda que termina lleno de barro y cuyo olor, al terminar el encuentro, es una mezcla entre sudor y césped. El fútbol es Cristiano y Messi, pero también ese futbolista pluriempleado que entrena por las mañanas y te sirve el café de la tarde detrás de la barra del bar. Efectivamente, no tiene un ferrari y sí el vehículo de su suegro, o de segunda mano, o uno prestado.

Son clubes que no se desplazan en vuelos privados y recorren España en largos y pesados viajes de autobús. De hecho, los hinchas más fieles no esperan que el jugador de turno entregue la camiseta con la que ha marcado tres goles porque no tiene ropa de cambio. Ni siquiera se pueden permitir un repertorio de botas personalizadas porque en general solo tienen un par. Yo soy mucho de este fútbol, el de verdad, el de toda la vida, el que se juega en descampados al caer el sol. Y si encima llueve y está todo embarrado, mejor. Escribir en La Combina me ha permitido ser testigo de las miles de historias y detalles que hay detrás de un club. Al fin y al cabo, para mí este deporte es el Real Madrid, el Barcelona, el Bernabéu repleto, o el Allianz Arena, o los cánticos de los hinchas argentino. Y, por supuesto, el fútbol es un partido entre colegas, el portero que encaja la goleada del fin de semana, la grada de cemento, el barro y los pelos en las piernas.

Cuando se hizo oficial la venta del FC Cartagena a Sporto Gol Man, uno mismo en su interior cuestiona la validez de los nuevos propietarios del club. Así, de repente, nace en Valencia la mercantil dedicada a la adquisición de acciones deportivas y creación o explotación de recintos en enero de 2014. Extraño, cuanto menos, para la afición albinegra.

Después de poner caras a Sporto Gol Man, resultó que además de Javier Martínez y Javier Marco también estaba Florentino Manzano, el fundador de la entidad, que tras varias semanas de especulaciones tuvo que comunicar ser el responsable de la confección de la plantilla. Pero pese a ello, el cartagenero insistía una y otra vez en que no era nada dentro del club. Tampoco sus hijos, siempre presentes en las sesiones de entrenamiento.

Los medios de comunicación se encargaron de poner al corriente a la afición de que Sporto Gol Man carecía de recursos económicos. Más tarde, cuando se cifró la deuda del club con Hacienda en más de tres millones de euros, gracias a fondos de inversión como Sofinvest se pudo evitar el descenso administrativo a Tercera. Comprar un equipo de fútbol y depender de personas externas para mantenerlo a flote no llama a la credibilidad.

Primero era Manzano quien se adjudicaba la búsqueda de Sonfinvest; luego, Julio Ribas corregía y apuntaba ser el salvador del equipo. En un entramado de personas y empresas en torno al FC Cartagena, nunca quedó claro qué papel asumían directivos, colaboradors y técnicos: Marco era el presidente en funciones, Ribas el entrenador y luego el manager general -concepto difícil de explicar-, Daniel Golpe se dejaba ver en la pretemporada y Manzano e hijos, aun insistiendo en no ser nada, eran asesores. Y luego Simón Ruiz, en el ojo del huracán siendo delegado. Tan altruista era el club que salvo el cuerpo técnico y no sé qué de ‘scouting’ -Domingo Cáceres- nadie más veía un duro. Totalmente gratuito. O al menos eso repetían una y otra vez.

En varios intentos de negar lo evidente, Sporto Gol Man actúa desde entonces con la fórmula del silencio y el ocultismo, envuelto en rareza y duda desde el primer día, aportando soluciones tarde y mal, como la reglamentación de Julio Ribas y su sustitución por Manolo Palomeque.

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El Icue y… la metáfora de La Combina

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Pedro Roberto Jiménez

Pues ya está aquí el Icue en su Combina, hermosa palabra cartagenera que nos va a servir tanto para combinar emociones y alegrías como sentimientos y desesperanzas, premios y castigos de esa cobertera que son los colores deportivos blanquinegros. No es ésta una palabra y por lo tanto el nombre de una revista “enrobiná” ni tampoco “carlantúa”, sino todo lo contrario: es una revista, y lo comprobarán, que “echa gusto” y hasta se presenta como “jaquetona” y hasta un tanto “rabisca”. Y aquí estamos y aquí aparecemos en el curso de esta temporada 2014 – 2015 en la que ya no habrá siega, ni vendimia, ni otra cosecha que no sea la resignación futbolística para nuestro Efesé. De ahí la metáfora de La Combina:

A media temporada el nublado futbolístico ya ha descargado en la Ciudad Portuaria un furioso pedrisco sobre los trigales, los viñedos y todos los frutales futboleros de la efesemanía, pero no preocuparse, después de esta maldad saldrá el sol y los pájaros, no los del diablo, se pondrán a cantar la gloria de nuestro club.

Este año, y bien que el Icue lo siente, ya no habrá siega ni vendimia ni otra cosecha que no sea la resignación.

Palomeque el entrenador, ahora sí, no hace otra cosa que pasearse entre los surcos de su huerto y de sus huestes, desolado y elevando la mirada al infinito. El

Paloma, los Javieres y el Manzano lo quisieron, ¡maldito sea! No pasa nada, sólo queda cambiar jaculatorias por blasfemias. Da igual. Son la cara y cruz de esa continuada y vieja plegaria que nuestro Cartagena arrastra. El efesemaníaco se entretuvo en recordar, soñar y esperar lloviera en agosto para que hubiera una buena sementera. No ha habido forma, el campo está yermo, nada pudo cuajar en el Cartagonova, ya que el cielo mandó piedras del calibre de huevos de pato y en unos meses lo segaron todo, no siendo posible que aquellos sarmientos que se podaron con esmero dieran un vino excelente para alegrar ascensos y fiestas. No, esta temporada han sido otros los que han tenido el capricho de beberse todo el vino sólo de un trago, al mismo tiempo que gastaban todos los ahorros.

Como ven, este nuestro, FC Cartagena está rulando en ese tiovivo de las plagas, heladas, sequías, pedriscos, incendios, inundaciones y castigos que duran tres mil años, desde que los cartageneros, amantes de su Cartagena, decidieron hacerse agricultores-futboleros. ¿Crisis? Al oír que en la ciudad se quejan de la crisis del Cartagena los agricultores-futboleros junto al entrenador-campesino sonríen y callan. Son tres mil años de resignación y castigo. ¡¡¡Ay, ay, ay!!! Vale.

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“Mi gol al Barça fue un momento único” FERNANDO RODRÍGUEZ ‘FERNANDO’

Rubén Serrano Abel F. Ros

Nunca fue un delantero elegante, pero es imposible olvidar sus celebraciones, alzando al cielo el corazón formado por sus manos, y el gol al Barcelona en Copa: Fernando Rodríguez (Pilas, 1987) llegó al Cartagena en verano de 2013 acompañado por un compañero y amigo inseparable, Jesús Limones, después de jugar la fase de ascenso con el Lucena.

Con la familia lejos de tierras cartageneras, muchos dicen que ‘Fer’ y ‘Limo’ pasaban el tiempo libre jugando unas partidas al FIFA. La Play Station era la mejor compañía de estos dos amigos. “¡Eres muy grande, hermano!”, decía Limones cada vez que Fernando marcaba. En la posteridad siempre quedará el abrazo del portero y el delantero tras el empate (0-0) en el Ramón de Carranza.

El caso es que el sevillano, natural de Pilas, levantó del asiento a la afición en 18 ocasiones, la

mayoría de veces en jugadas idénticas: balón largo, cabalgada de Fernando, siempre en línea con la defensa, que ganaba la espalda a los centrales y definía ante el arquero, bien de vaselina, disparo potente o balón cruzado. En Copa, contra el Barcelona, repitió la estrategia. “Veía que Puyol estaba cerca. Aun siendo diestro, me salió pegarle con la izquierda e intenté cruzar el balón lo mejor que pude”, recuerda el ariete, actualmente en el Hércules. Dice que cada vez que ve el gol en internet se le pone el vello de punta. “Fue una satisfacción increíble: me acordaba de mi familia y mi novia, que ese día estaban en la grada. Es un momento único”.

La alegría del 1-0 bien pronto dejó paso al festival de goles azulgrana, con Pedro, Fàbregas y Dongou de protagonistas. El equipo de Gerardo Martino, después de perder dos partidos seguidos ante el Ajax en Champions y frente al Athletic Club en Liga, necesitaba volver a ganar. La valentía inicial del cuadro entrenado por Luis Tevenet dio síntomas positivos en el primer cuarto de hora: intenso y concentrado en el repliegue y veloz al contragolpe. Todo ello con el premio del 1-0 y el júbilo de un municipal Cartagonova repleto, que días antes del partido había envuelto a la ciudad en un ambiente de fútbol; similar a los años del club albinegro en Segunda. La ocasión lo merecía: la eliminatoria con el Barça tal vez haya sido, en la última veintena de años en Segunda B, la segunda mayor alegría del Cartagena, con el permiso del ascenso en Alcoy en 2009.

Por desgracia, explica Fernando, “no he tenido la suerte de meter ningún gol de ascenso. A pesar de que fue una derrota (1-4), para mí es el más importante por haber sido al Barcelona, un equipo descomunal con grandes jugadores. Es algo inolvidable y que voy a recordar toda la vida”. Esa noche Martino no quería sustos y alineó de principio a Pinto, Adriano, Puyol, Bartra, Jordi Alba, Sergio Busquets, Song, Sergi Roberto, Alexis Sánchez, Cesc Fàbregas y Pedro. Más tarde entraron Montoya y el debutante Dongou.

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Antes del partido, un buen asiático

Está claro que es una de las buenas costumbres que mantiene cualquier aficionado al fútbol. Antes de un partido, un buen asiático. Esta bebida tan cartagenera, que poco a poco se ha ido extendiendo a otros lugares de España y que ha contribuido a situar Cartagena en el mapa, no puede faltar en el menú y es siempre la excusa perfecta para quedar de camino al campo o en la propia cafetería del recinto deportivo.

El café asiático se remonta a los años 40. Dicen que eran los pescadores los que preparaban al principio una mezcla de café, coñac y leche, que llamaban ‘un ruso’.

Pero el asiático, como hoy en día conocemos, lo comenzó a servir Pedro Conesa en el conocidísimo Bar Pedrín de El Albujón. A la mezcla se le incorporó la leche condensada, el Licor 43, otra bebida muy cartagenera y mundialmente conocida, corteza de limón y canela. En algunos casos, también unos granos de café.

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El asiático se sirve en una copa especial cuyo diseño está inspirado en el de la antigua fábrica de cristal de Santa Lucía.

Desde 1.045 la empresa cartagenera José Díaz se encarga de su fabricación y comercialización. La labor de difusión que se lleva a cabo, unido a que, claro, el asiático está delicioso, ha hecho que se vaya conociendo en otras ciudades y que los turistas y visitantes lo pidan cuando vienen a Cartagena.

Pocas cosas son tan cartageneras como el asiático y pocas producen tanta satisfacción al tomarlas antes de un buen partido. Bueno, a decir verdad, en cualquier momento del día.

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UN “YANQUI” CON PASADO ALBINEGRO

Rubén Serrano Corky Trewin / Abel F. Ros

ENTREVISTA A ARMANDO LOZANO

Armando Lozano (Motril, 1984) es uno de los héroes de Alcoy. Tiene el rostro serio, la barba arreglada, recortada con la precisión de una escuadra y cartabón, y luce un peinado a la última. Armando es un defensa potente, rotundo, de los que lo dejan todo en el campo.

Pero mantiene intacta la elegancia que le llevó al Barcelona B, primero, y a realizar la pretemporada con el primer equipo, a las órdenes de Guardiola, en 2011.

También es algo más que un central; será para siempre miembro de la plantilla del Cartagena que ascendió a Segunda 22 años después. De Motril a Nueva York, Armando saltó el charco en 2014 y, desde entonces, defiende la camiseta del New York Red Bulls.

“Me siento un privilegiado por haber compartido el último año de carrera con Thierry Henry”, presume. Un día, el representante de Armando le comunica que hay una opción de ir a Estados Unidos, así que el futbolista llega a un acuerdo con el Córdoba,

club con el que tenía contrato, y firma en el New York Red Bulls. “En esos momentos contacto con unas personas que conocen ese fútbol y me dicen que jugar en la Major League Soccer es una experiencia cojonuda”, recuerda.

Viene siendo habitual en los últimos años la llegada de grandes estrellas del fútbol mundial a la MLS, como el citado Henry, Gerrard o Beckham.

La competición se divide en dos conferencias –Este y Oeste-, compuesta por 19 equipos, y se disputa entre marzo y diciembre. Al final de la temporada regular, los seis mejores de cada conferencia juegan un playoff para obtener el ganador. “Un viaje a la otra conferencia puede ser de seis horas. Continuamente cambian el sistema del torneo para aumentar la competitividad”, explica Armando, que afronta su segunda temporada en Estados Unidos.

Las siglas MLS responden al nombre de Major League Soccer, liga creada por la Federación de Fútbol de Estados Unidos tras otorgarse la organización del Mundial de 1994. No obstante, no fue hasta dos años después cuando dio comienzo. “Está claro que aquí no es el primer deporte, tal vez el cuarto o el quinto: baloncesto, béisbol, fútbol americano e incluso hasta el hockey sobre hielo están por encima”. Esto del soccer no termina de calar en los yanquis, aunque parece ser que el campeonato cuenta poco a poco con más fieles; en parte, “el buen papel de la selección en la Copa del Mundo de Brasil” tiene algo de culpa.

“En Nueva York, en el Red Bull Arena –estadio del equipo-, la media es de 13.000 espectadores. Luego, en el play-off, el campo se llena. La MLS controla muy bien ese aspecto, el marketing y el patriotismo: el himno nacional suena antes de los partidos”, comenta Armando Lozano, que no es propiedad del club sino de la propia asociación deportiva. “Pertenecer a la MLS te da una seguridad que en España no hay. Aquí te paga la liga cada dos semanas”, añade.

Canterano del Málaga, Armando llegó a debutar en Primera con el Levante –curso 2007/08antes de llegar al Cartagena. “Recuerdo que ya se habían jugado cinco partidos. También tuve la mala suerte de que en mi segundo entrenamiento noté un pinchazo en el cuádriceps. Por suerte me recuperé bien y pude jugar todo el año”, dice. Aquella temporada el equipo albinegro peleó el primer puesto con el Lorca,

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el Alcorcón y el Leganés.

El Cartagena, finalmente, sumaba 73 puntos, quedaba campeón con solo 5 derrotas y se ganó a pulso, primero a las órdenes de Fabri y luego a las de Paco Jémez, jugar la fase de ascenso ante el Alcoyano. “Íbamos todos unidos”. Ese vínculo afectivo se pudo ver en Valdebebas, donde los albinegros garantizaron el primer puesto. “Celebramos la victoria con la afición, que ese día viajó con el equipo”, rememora el de Motril.

A la vuelta de la eliminatoria llegaba el Cartagena con el resultado a favor (2-1). Días antes del encuentro, Jémez concentró a sus jugadores en La Manga y proyectó un vídeo. “Aparecía en una imagen con sus hijas y nos dijo que estábamos aquí por la familia. Y es la verdad, tus padres y tu pareja lo dejan todo para seguirte a todos lados, sufren contigo. El míster dio en el clavo con eso”.

Imaginen lo que significa satisfacer el deseo de miles de personas tras 22 años de espera. Imaginen que todo está de cara y, de repente, el partido se tuerce de tal manera que suplicas, al menos, llegar vivo a la prórroga.

Pero Carmona -“su apodo es ‘Sincu’, de sin cuello”, aclara Armando- estaba predestinado para fabricar el gol del ascenso. En una imagen para la posteridad, ‘Sincu’ robaba el esférico a Fernando Martín, iniciaba la cabalgada y confundía a Maestro para servir en bandeja a Juan Pablo. Era el último segundo de partido.

“En el momento del robo a Martín piensas que el árbitro va a pitar falta porque es el último defensa”.

El destino le debía una al Cartagena, la gente merecía volverse loca y aquella plantilla debía quedar bautizada con el nombre de los ‘Héroes de Alcoy’. “Tenía que ser el ‘Sincu’ el autor de la jugada. Todo el mundo se tiró al césped, incluidos familiares y mujeres. ¡Se me pone el vello de punta solo de pensarlo!”, cuenta Armando emocionado.

Dos mensualidades atrasadas y la paga extra por el ascenso obligaron denunciar al club. “Mi intención era renovar, pero antes comuniqué a los dirigentes mi denuncia porque venía de una mala experiencia económica en el Levante. Al parecer aquello afectó más de la cuenta a la hora de continuar”, explica

Armando Lozano, que después fichó por el Barcelona B –compartió una nueva etapa con Carmona-, fue a parar a Córdoba y tuvo tiempo de probarse en el Tiburones Rojos de México antes de cambiar su Motril natal por Nueva York.

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KIKO CASILLA DEL CARTAGONOVA A LA ‘ROJA’

Juan Pedro Hurtado RFEF / Abel F. Ros / RCD Espanyol

El 2 de septiembre de 2010 Kiko Casilla era presentado como nuevo jugador del Cartagena. Quién podía pensar hace algo más de cuatro años que el tarraconense sería el guardameta titular del Español en Primera y recogería el testigo de Iker Casillas para debutar con España, a las órdenes de Vicente Del Bosque.

Así ha sido la historia de un futbolista formado en la fábrica ‘merengue’, que llegó a Cartagena cedido para jugar en Segunda y que ya hay quien asegura, incluso, que está llamado a defender la puerta de alguno de los grandes del fútbol nacional.

Casilla no ha olvidado que hace muy poco vestía la albinegra y que compartió vestuario con los Cygán, Bothello, Cala, Longás, Mariano, Toché o Víctor, en lo que, sin duda, era un equipazo, muy bien dirigido por el alicantino Juan Ignacio Martínez. El hoy ‘periquito’ debutó un 25 de septiembre en el Cartagonova en un choque ante el Córdoba que no debió dejarle buen sabor de boca porque la victoria (1-2) fue para los de la Mezquita. Pero luego siguieron otros 34 partidos en los que el catalán ya dio muestras de su enorme potencial y en los que comenzó a forjarse un brillante futuro, su presente.

Kiko Casilla había jugado la temporada anterior en el Cádiz, que descendió a Segunda B. No tuvo un buen año, pero logró resarcirse en aquel Cartagena triunfal, que estuvo a punto de lograr la gesta del ascenso a Primera. “El Cartagena ha sido muy importante en mi carrera. Venía de un año complicado en Cádiz y tuve la oportunidad de jugar muchos partidos. Juan Ignacio me dio la confianza que necesitaba y fue un año muy bueno”.

“Recuerdo que había un equipazo. Se hizo una gran temporada, aunque al final no pudimos alcanzar nuestro objetivo y nos quedamos fuera de play off”, comenta el guardameta.

En su mente guarda momentos y situaciones felices. “Ya lo creo. Hay muchos y muy bonitos. La gente me trató muy bien en Cartagena y siempre guardaré ese año con mucho cariño. Si me tuviera que quedar

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con un partido lo haría con el del Betis en casa. Perdíamos uno a cero y logramos remontar y ganar dos a uno. Era un rival prácticamente de Primera. ¿De la ciudad? Lo que más me gustaba era pasear por el centro y el puerto. Por supuesto, me encantaba ir a la zona de playa, a La Manga”.

Casilla es un futbolista extrovertido y dejó muchos amigos.

“No olvidaré la gente que estaba en el club. Era un equipo, pero sobre todo era una familia, muy humilde, pero a la vez profesional.

Pasé mucho tiempo con Juanmi, que fue muy importante para mí.

Mentalmente estaba mal después de Cádiz y me ayudó muchísimo a recuperarme. También recuerdo el apoyo de Rebollo, el otro portero de

Kiko Casilla ha vivido grandes momentos en los últimos años. El primero fue su debut en la máxima categoría con el Español. Pero, sin duda, la mejor experiencia ha sido vestir la ‘roja’.

“Había muchos rumores sobre mi convocatoria, pero no me lo acababa de creer. Me cogió un poco por sorpresa. Me di cuenta de que era algo que te puede pasar sólo una vez en la vida y por eso lo estoy disfrutando al máximo. Había estado en las categorías inferiores, pero verme con la ‘grande’ en Saint Denis, en París, fue algo muy fuerte. Ya no digo cuando llegó el momento de debutar. Creo que es algo que valoraré mucho más cuando pasen los años”

Hay quienes aseveran que

la plantilla”.

El ex albinegro sigue desde la distancia los avatares del Cartagena. “Me sabe mal ver ahí al equipo. Hizo muchas cosas para estar en Segunda y es una pena.

La ciudad merece otra cosa, pero ya se sabe que volver a subir es complicado”.

Casilla puede ser el repuesto de Casillas en el Madrid o, incluso, defender la puerta de algún otro grande. “No sé, eso es muy complicado. Los grandes tienen mucho mercado. De todos modos, en el Español estoy muy bien. Es el quipo que siempre ha confiado en mí y acabo de renovar hasta 2018”.

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LA BALA EN LA RECÁMARA DE LA UNIÓN JUAN MORENO BOLUDA, ENTRENADOR DE FÚTBOL

Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

Juan Moreno Boluda (1.969) vuelve a la acción.

Este muleño, de la pedanía de El Niño, ya cartagenerizado por sus muchos años en la ciudad, ha cogido las riendas de La Unión con el claro objetivo de enderezar la trayectoria del equipo y volver a entrar en la pelea por la promoción de ascenso.

Moreno Boluda, en su día guardameta de aquel Cartagena de José Luis Belda y Florentino Manzano, y que ya cuenta con experiencia en los banquillos, tras la consecución del carné de entrenador nacional, conoce a la perfección el club de José Francisco Beltrán. Hay que recordar que la pasada temporada ya estuvo trabajando como director deportivo, otra faceta que domina el nuevo técnico unionense.

El negocio que regenta, la conocida empresa ‘Distribat’ en el Polígono Cabezo Beaza, le había frenado hasta ahora en la toma de cualquier decisión relacionada con el regreso a los banquillos “Aunque tenía mucha ilusión por volver a entrenar, las ofertas que había recibido eran de hacer muchos kilómetros y tenía que dejar un poco de lado la empresa y la familia, algo que no estaba dispuesto a hacer. Ahora el proyecto de la Unión es muy interesante. Está cerca de casa, el pasado año ya estuve allí como director deportivo y conozco a José Francisco con el que tengo una excelente relación”.

La tarea no va a ser sencilla. “Es un buen equipo, pero por circunstancias del fútbol ha tenido una dinámica negativa. ¿La promoción? Todo es díficil, pero hay posibilidades. La clave es mantener una regularidad y sumar todos los puntos posibles porque habrá enfrentamientos directos. Vamos a intentar ayudar a los futbolistas, a los que sólo les pido compromiso, honradez y trabajo”.

Durante la conversación es inevitable recordar

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tiempos pasados, la etapa albinegra del muleño, que vino a Cartagena a hacer la mili, se enroló en el ‘Efesé’ y se casó con una cartagenera, María José.

“Fueron tiempos muy bonitos. Llegué después de un play off muy bueno en el que el equipo se metió a última hora tras un memorable 0-3 en el Rico Pérez de Alicante. Había mucha euforia en la ciudad y se hizo un equipazo con gente como Husillos, Cordero, Sixto, Sigüenza, Raudona, Miguelo, Brau o Requena”.

Moreno Boluda se encontró en su camino a Luis Raudona, que se convirtió en su ‘bestia negra’. “Luis hizo unas temporadas fantásticas y yo apenas jugué.

Cerró las puertas a la posible progresión de un joven de 21 años. La pena es que tuve oportunidades para ir cedido, pero lo dirigentes nunca quisieron que saliera.

Me quedé como una gran promesa en el Cartagena”.

Moreno vivió en el banquillo aquel recordado 5-1 en Badajoz. “Fue impresionante. 40 grados y 20 mil personas, tres o cuatro horas antes. Doce autobuses.

A un aficionado le dieron varios navajazos y dos seguidores murieron en el viaje de regreso. Aquello fue lamentable. Lo teníamos todo a favor porque valía el empate y al descanso íbamos 1-1. Pasó lo que muchas veces pasa en el fútbol, pero nunca he creído eso que se ha dicho por ahí de que hubo quien se vendió. De verdad que no lo creo”.

Lo del Vivero no fue el único mal recuerdo. Y es que los problemas económicos en el Cartagena siempre han existido. “Viví un encierro porque no nos pagaban y fue muy desagradable. La verdad es que he tenido dos porque también nos pasó en Murcia”.

Juan Moreno es un firme defensor de la cantera.

Coincidó en el Efesé con una gran hornada; Bartolo, Alfonso, Paco Sánchez, Ángel, Guillén, Ruiz López, Pedro Cordero, Requena, Pablo... “Esto demuestra que sí hay cantera, pero hay que trabajarla y apostar por ella. El futuro está en la gente joven, pero en Cartagena hay una urgencia por intentar ascender y eso no es bueno para los jóvenes”.

Desde La Combina deseamos a Moreno Boluda toda la suerte que merece en su nueva aventura como entrenador unionense.

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CON EL FÚTBOL EN LA SANGRE LOS HERMANOS CORDERO Juan Pedro Hurtado

Lo del fútbol es algo que llevan en la sangre.

Llamas, aquel que fuera entrenador del Cartagena, en tiempos ya casi inmemoriales, fue quien inició la saga más futbolera de la ciudad y quién sabe si de la Región. Su hijo, José Ángel Llamas, llegó a jugar en el filial del Barcelona y fue capitán del Barça juvenil, algo que en aquella época estaba, desde luego, al alcance de muy pocos. Aquel Llamas culé era tío de los Cordero y, obviamente, su padre el abuelo.

Es verdad que Pedro Cordero padre no pasó del fútbol regional. Pero sus cuatro hijos sí, que han vivido, y siguen viviendo, del mundo del balón. Curiosamente, dos de ellos son actualmente los directores deportivos de Granada y Córdoba, en Primera, y otro del Cádiz en Segunda B, aunque con muchas papeletas de lograr el ascenso a Segunda.

El mayor es Pedro, que jugó en Primera, en el Murcia y el Albacete, y que, sin duda, fue el que logró ser profeta en su tierra. Ahora, en el Córdoba trata de forjarse un futuro en los despachos, después de demostrar su capacidad en el Tenerife, donde realizó una gran labor. El segundo en la lista es Jose. Como

jugador sólo llegó a Tercera, pero jugó en numerosos equipos; Murcia juvenil, Águilas, Burgos o Macael.

Actualmente trabaja como delegado y en el fútbol base para el Granada. Juan Carlos es el tercero por edad.

Junto a Quique Pina ha logrado grandes gestas. Estuvo a punto de meter al Ciudad de Murcia en Primera y ahora mantiene desde hace años al Granada en la máxima categoría. Por último está Jorge, que también jugó en Primera, en el Mallorca, con el que, incluso, llegó a jugar en el Bernabéu. Ha logrado reunir una muy buena plantilla en el Carranza y se dispone para dar el salto al fútbol profesional.

Una casa llena de futbolistas, donde siempre, las 24 horas del día, se ha respirado fútbol. “Es normal”, afirma Pedro, el hoy director deportivo del Córdoba. “Era el ambiente diario y mi madre lo tenía asumido. Hay que tener en cuenta que su padre había sido entrenador y su hermano jugador. No le resultaba extraño tener cuatro hijos futbolistas”.

Además, y por si era poco, otro tío, Jesús Albaladejo, fue delegado de los árbitros de Cartagena.

Si el abuelo levantara la cabeza….

OJAOS VALERA ÁRBITRO DE TERCERA DIVISIÓN Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

“La gente no sabe lo que hay que sacrificarse para ser árbitro”

Con apenas 22 años, nació en el 92, Alejandro Ojaos Valera es uno de los árbitros cartageneros con más proyección. Ya en Tercera División, sueña con el siguiente peldaño, la Segunda B, categoría en la que ya ha debutado como asistente. Su gran dedicación al arbitraje no ha hecho mella en los estudios y ya está a punto de graduarse en publicidad y relaciones públicas por la Universidad de Murcia. Es un alumno brillante, aunque reconoce que no es fácil compaginar ambas cosas. “El arbitraje es como un vicio y al final acabas por dedicarle a los estudios menos tiempo del que querrías. Es verdad que mi punto fuerte son los estudios y lo estoy llevando bastante bien, aunque con mucho sacrificio”.

Ojaos se colocó por primera vez un silbato en la boca con 17 años. Su llegada a este mundillo fue casual. Había jugado como portero hasta infantil y un amigo despertó su curiosidad. Empezó como todos, en la Liga Local. Tras ascender a Territorial, ha ido a categoría por año.

No a todos los padres les gusta tener un árbitro en casa. Es obvio que se trata de una ‘profesión’ de riesgo. “A mi familia les parece perfecto. Les gusta y siempre están pendientes. Me dicen lo típico, que a ver si me ven en la tele y esas cosas”.

A veces es inevitable soñar, pero el joven colegiado cartagenero prefiere ser realista. “Tengo los pies en la tierra. Lógico que mire hacia Segunda B, pero como objetivo máximo. Siempre pienso en la

categoría superior y no miro más allá. ¿Primera? Creo que todos soñamos eso, pero está lejísimos.

También es cierto que cuando empecé veía inalcanzable llegar a Tercera y ahí estoy”

Ojaos Valera se plantea de momento el arbitraje casi como un hobby. “He pensado muchas veces que puede llegar a ser una profesión, pero es prácticamente imposible porque son pocos los privilegiados que alcanzan el fútbol profesional”.

Su sacrificio es constante, día a día, como la mayoría de sus compañeros. Y de eso no todo el mundo es consciente. “La gente que va a ver un partido no sabe el trabajo que lleva detrás un árbitro. En mi caso, como me cuesta bastante físicamente, entreno cinco días a la semana con un entrenador personal. Además hay que estudiar mucho porque cada mes hay un examen. Nos exigen y si quieres ascender te lo tienes que tomar en serio”.

Es un árbitro autoritario, pero dialogante. “Quizá hable de más. Me gusta hablar con los jugadores, pero si el partido se pone tenso entonces soy poco permisivo.

Lo que no me considero es tarjetero.

No creo que la autoridad se consiga a base de tarjetas. No soy de soltar la mano rápido”

Actualmente hay cinco árbitros de Cartagena en Tercera División. “Hay un nivel altísimo.

Lo que ocurre es que es muy difícil ser completo y no tener alguna carencia. Por eso es tan complicado promocionar”.

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El número de chavales que llega cada año al Colegio va en aumento. “Hay quienes entran por dinero, que duran muy poco cuando ven lo que tienen que sacrificarse, y otros a los que realmente les gusta y tienen interés. Ahora mismo hay promesas que se ve que llegarán lejos”.

Ojaos no tiene un prototipo de árbitro.

“Realmente cualquier colegiado de Primera me puede gustar. Me identifico más con compañeros de la categoría e incluso de Segunda B. Esos son mis referentes. Me puede gustar mucho Gil Manzano o Del Cerro, por ejemplo, pero, como referencia, mis propios compañeros.

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Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

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“EL ARBITRAJE ES TAMBIÉN UN TRABAJO...

Y MUY DURO” ENTREVISTA A JUAN ALONSO MARCHENA. DELEGADO DEL COLEGIO DE ÁRBITROS

Juan Alonso Marchena (León, 1980) es quien dirige a los árbitros cartageneros desde hace tres años.

Ya había sido coordinador en su tierra, pero el camino le trajo a Cartagena, donde ya trabajaba su mujer, en un momento en el que las aguas andaban revueltas en el colectivo arbitral, con grandes desavenencias entre los anteriores directivos y el jefe regional de los colegiados, el cartagenero Javier Lozano Segado. Fue algo casual, un capricho del destino, recuerda. “Mi empresa cerró de la noche a la mañana y me vine. Quería seguir vinculado a este mundillo y conocí a Lozano, que me propuso hacerme cargo de la delegación. Está siendo una experiencia muy satisfactoria porque vas viendo a la gente crecer como árbitros”.

Como sucede en muchos casos, una lesión truncó la carrera de Juan cuando aspiraba a ascender a Tercera y había incluso debutado en Segunda B como asistente. “En unas pruebas físicas me fastidié el gemelo.

Aunque lo superé, ya no pude alcanzar un buen nivel físico y cada vez las pruebas eran más exigentes”. Lo que hace ahora es muy diferente. “Como árbitro eres el que tomas las decisiones en el campo y como delegado eres el responsable de todos los arbitrajes de la zona.

Es una labor muy criticada. Me han llegado a llamar durante un partido para decirme que por qué les mando un colegiado tan malo y a lo mejor van perdiendo 8-0.

Me duele mucho porque a los jóvenes no les dan una oportunidad”.

Estos tres años le han servido para ir rodándose en un puesto que no es fácil. “Está claro que lo primero que hay que tener es mucha paciencia. Se lo digo también a los clubes. Esto es como un equipo de fútbol. Me llegan chavales de todo tipo y tengo que saber quién puede valer para ser árbitro y a quién hay que ayudar más. También hay que ser un poco psicólogo. No es lo mismo tratar a uno de 15 años que a otro de 30. Además se necesita mano izquierda y llevarles por el camino recto, dejarles claro que hay que ser serios y estrictos.

En clase les exigimos mucho porque en el campo no les va a perdonar nadie. Si cometen un fallo, se los van a comer vivos”.

El colectivo arbitral en Cartagena está formado por 100 personas. Aunque el grueso de ellas, un 60 por ciento, tienen entre 18 y 25 años, una de cada cuatro, que no es poco, no han alcanzado aún la mayoría de edad. “A los veteranos siempre les digo que como no se espabilen les comen la merienda”. Este año ha habido una ligera reducción en el número de árbitros. “Es una edad muy joven y hay gente estudiando que a veces se tienen que ir fuera. Otros tienen que empezar a trabajar y lo dejan. El arbitraje también es un trabajo. Tienes que

llevar una preparación toda la semana para luego obtener el fruto en los exámenes. El aficionado sólo nos ven en el campo una hora y media y, como a veces nuestras decisiones van en contra de su equipo, somos los malos y los que cobramos y ya está. Pero es una vida sacrificada, con una formación continua. Los lunes y viernes tenemos las clases teóricas y los martes y los jueves la preparación física, que es muy dura. Aunque la gente no lo vea así, los árbitros somos también deportistas”.

Juan cuenta con el importante apoyo de José Antonio Torres, un ex árbitro de Tercera que imparte las clases en la delegación. “Torres hace un trabajo muy importante. Lo mejor es que el ambiente y el compañerismo es fantástico. El plan de formación es muy amplio y nos apoyamos mucho en vídeos de partidos nacionales e internacionales”. Respecto al nivel de los árbitros cartageneros afirma que es “medio-alto. Hay gente con mucha personalidad y con muy buena planta. Sé que habrá quienes lleguen lejos”.

Ilusión y ganas, además de grandes condiciones, es la fórmula para triunfar en el arbitraje. Un mundillo que se ha vuelto cada vez más selecto. Atrás quedó la imagen del árbitro con barriga. Ahora poco más o menos que hay que ser un portento físico. “Creo que es bueno que se les exija. Este año en el programa de talentos han bajado un poco lo que vale el examen y han subido las pruebas físicas. Lo exige la competición.

Estamos viendo jugadores como Ronaldo que ya corren tanto o más que un atleta y el árbitro tiene que estar capacitado para seguir la jugada. A un colegiado ya no le basta con saber aplicar el reglamento”.

La violencia es, sin duda, uno de los grandes problemas que sufren a diario los árbitros. Insultos, menosprecios y otras situaciones que deberían desaparecer del fútbol. “Lo primero es que muchos jugadores no saben las reglas de juego y eso pasa también con delegados y entrenadores. Si lo trasladamos a la grada ya ni te cuento. Luego están los periodistas. Para quienes ven los partidos por la tele o escuchan la radio, lo que dicen los comentaristas es sagrado, pero quien sepa un poco el reglamento se da cuenta de los gazapos que cometen.

Afortunadamente, en estos tres años las agresiones han sido contadas, aunque sí ha habido intentos. Parece que cuando vamos a ver a nuestros hijos realmente vamos a desahogarnos con los árbitros. Está claro que se podrían evitar muchos comportamientos de los padres. Me entristece que en niños de 6, 7 u 8 años los padres se dediquen a insultar. Cuanto más baja es una categoría es peor. A partir de cadetes o infantiles los problemas surgen, sobre todo, entre los propios jugadores”.

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LA AVENTURA ESTÁ EN TENTEGORRA EL PARQUE, ÚNICO EN TODA LA REGIÓN, CUENTA CON EL MAYOR LABERINTO VEGETAL DE ESPAÑA Más de medio millón de personas han pasado ya por el Parque de Ocio de Tentegorra, una zona de esparcimiento en uno de los mejores espacios naturales de Cartagena, que cuenta con un parque multiaventura único, Paintball con armas de infrarrojos, un complejo de agua con piscinas y toboganes, uno de ellos el más alto de Europa, zonas de juegos, picnic, barbacoas… Y su última incorporación, un gran laberinto vegetal, el más largo de España y de los mayores del mundo, con casi cinco kilómetros de recorrido. Es, sin duda, el mejor lugar para disfrutar de la aventura, tanto para los más mayores como para los pequeños.

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COMPLEJO DE AGUA Además de las dos piscinas que ya existían en el Parque de Tentegorra, las instalaciones cuentan desde hace dos veranos con un complejo de agua con tres grandes piscinas con toboganes de hasta catorce metros de altura y un barco pirata de doce metros de eslora. Dispone de una gran piscina para el baño de 400 metros cuadrados y otras dos de 220 metros cuadrados cada uno. En total, el parque dispone ahora de 1.300 metros cuadrados en piscinas, más del doble de lo que había anteriormente.

CIRCUITOS MULTIAVENTURA Tentegorra Aventura, con una extensión de 2 kilómetros, permite disfrutar de recorridos con dificultad variables. Los visitantes han de superar retos suspendidos en altura de hasta 11 metros; puentes tibetanos, de red, tirolinas, lianas, troncos oscilantes, y un sinfín más de pruebas y de atractivos para los aventureros.

Todo, claro, con las mayores medidas de seguridad y la supervisión de expertos.

PAINTBALL LÁSER Una nueva forma de diversión para pequeños y mayores. Los aventureros pueden participar en un juego auténtico y real de combate simulado. A diferencia del tradicional Paintball o Airsoft, no se utilizan bolas ni incómodas máscaras en la cara. Es un juego lúdico-deportivo que tiene como novedad las armas con aspecto real que utilizan rayos infrarrojos de largo alcance y muy precisos.

EL LABERINTO El laberinto pone a prueba la orientación de los más aventureros. Cuenta con dos itinerarios, uno fácil y otro más complicado para los amantes del reto. El objetivo, además de conseguir salir, es llegar al mirador central, una torre desde la que se pueden divisar las distintas espirales. Aunque las instalaciones cuentan con monitores, disponen de varias puertas de emergencia. Es un laberinto único en España y de los mejores del mundo, que ya ha recibido más de 25.000 visitas en poco más de un año y medio.

CUMPLEAÑOS, EXCURSIONES O REUNIONES DE EMPRESAS El Parque te ofrece la mayor oferta para vivir la aventura que jamás hayas visto. Tenemos todos lo fundamental para que puedas organizar cualquier tipo de celebración. Los niños disfrutarán de nuestras atracciones, en un entorno natural y saludable. Ideal, por ejemplo, para celebrar tu cumpleaños. Los colegios e institutos de toda la Región ya disfrutan de sus excursiones al Parque Aventura. Los escolares disfrutan de una actividad que además de que es único y divertida, potencia elementos claves de su formación personal, como la autoconfianza, la fijación de sus propios límites o el desarrollo de sus capacidades motrices. También es recomendable para empresas que organizan un día diferente para sus empleados. Ofrecemos programas de ‘team building’, que ayudan a mejorar el rendimiento de cualquier negocio.

Leonardo Pérez Hernández, responsable del Parque Rafael de La Cerda

El proyecto de Parque Aventura en Tentegorra ha sido un gran éxito y ha obtenido la respuesta esperada. Su responsable, Leonardo Pérez Hernández, afirma que “se ha convertido en el lugar de ocio más popular de la comarca y recibimos miles de personas todos los fines de semana y numerosas excursiones escolares durante todo el año. La atracción más popular es el laberinto, aunque en verano lo más demandado es el complejo de agua, que recibe una media de 2.000 visitantes diarios”. El Parque cuenta con 25.000 familias abonadas, aunque también se puede acceder con la compra de entrada y disfrutar de todas las maravillas que ofrece. En apenas tres años se ha convertido en un lugar único, pero aún seguirá mejorando.

“La idea es seguir introduciendo mejoras. Estamos trabajando ya en el jardín botánico”, indica Pérez, que añade que “se trata de un espacio donde estarán representados todos los climas de España. Va a servir para llenar de vegetación el complejo y podrá utilizarse como zona divulgativa y didáctica para los miles de escolares que vienen cada año”.

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Donde la calidad es lo PRIMERO, lo SEGUNDO y lo TERCERO

ISIDORO GARCÍA EX FUTBOLISTA DEL CARTAGENA Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

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“Cuando recaí supe que mi carrera había terminado”

Isidoro García (Torre Pacheco. 1964) forma parte de un una hornada de la cantera cartagenera casi irrepetible. Como tantos otros que salieron de la ‘fábrica’ del Padre Turpín en los Franciscanos, este lateral derecho, hoy convertido en un próspero empresario, dejó huella como futbolista. Con apenas 17 años llegó a debutar en Segunda División con el Efesé y, además, formó parte de aquel gran Naval de Donayo que se proclamó campeón de España.

Pero como sucede muchas veces en el fútbol, una grave lesión truncó lo que, desde luego, era ya una prometedora carrera.

Han pasado ya muchos años, pero las palabras de Isidoro siguen conteniendo emoción y, sobre todo, nostalgia al echar la mirada hacia atrás. Como dio sus primeros pasos futbolísticos en Franciscanos, llegó a ser capitán de la selección murciana infantil, defendió la camiseta del Efesé juvenil, como le temblaban las canillas cuando Gustavo Silva le ordenó salir al campo por primera vez en Segunda, donde luego fue titular muchas veces, como celebró aquel campeonato de España con Paco Sánchez, Requena, Alfaro o David, y, sobre todo, cuando recuerda aquella desgraciada lesión que le obligó a echar la llave a ese baúl repleto de ilusión que había cargado hasta entonces.

Recuerda Isidoro sus ya prometedores inicios en Franciscanos. “En infantiles era el equipo de Cartagena. Es más, algunos como Bartolo, Raimundo, José Luis o Miguel Requena ni siquiera estudiaban allí. Empecé con el padre Turpín y no olvidaré que fuimos a aquel famoso programa que se llamaba Torneo.

Ganamos en Cartagena y Murcia y allí nos eliminó el Betis Florida, que luego fue el campeón. ¿Turpín? Aún mantengo una gran amistad con él. Era su ojico derecho, entonces, y lo sigo siendo. Recuerdo que mis compañeros le tenían pánico, pero a mí, incluso, me quitaba los castigos de otros profesores. A nivel deportivo siempre me trató fenomenal porque yo destacaba”.

No todo el mundo, y menos en Cartagena, puede presumir de haber jugado en Segunda División, en la Segunda de entonces.

“Cuando me sube Gustavo Silva ya había debutado David. Yo lo hice contra el Sabadell en el Almarjal.

El primer partido como titular fue contra el Mallorca y luego jugué nueve o diez partidos. De mi debú lo que más recuerdo es una tijereta que hice de espaldas a la portería en la frontal del área a falta de cinco minutos y que pudo ser el gol de la victoria, pero el portero del Sabadell la sacó con la punta de los dedos.

Un contrario me tocó la cabeza y me dijo: ‘‘Nene menos mal que no la has metido”. El Cartagena tenía un equipazo. Uno de mis mejores partidos fue contra el Elche. Tuve que vérmelas con Neri, una bestia, y me lo comí en el campo”.

Isidoro aún agradece a Gustavo Silva la oportunidad que le dio. “Me sorprendió su valentía.

Ha sido el más valiente que he visto.

Sacar dos críos contra el Mallorca como David y yo me dejó marcado.

Teníamos 17 años y fuimos titulares”

La lesión en la rodilla le dejó fuera de combate y a su regreso bajó al Naval para coger la forma.

Coincidió con una gran generación de futbolistas; Paco Sánchez, Cayuela, Requena, Alfaro… y ganó el campeonato de España de aficionados. “Aquello fue una gesta”, recuerda Isidoro. “Jugamos en Mahón, Sestao, Las Palmas y luego el Oviedo. Costó muchísimo.

En la final remontamos un 3-1 del Tartiere. Ganamos 4-1. No olvidaré el cuarto gol, de Ángel Requena, que fue el de su vida”.

“Aquello era una familia.

Fue la gran virtud de Donayo, que marcó su línea, pero nos dejó hacer a nosotros. Recuerdo que incluso le gastábamos bromas y lejos de ser estricto, como otros entrenadores, se lo tomaba muy bien. Lo recuerdo con mucho cariño. Supo aceptar esa

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familiaridad y, ya digo, fue su gran virtud”, añade Isidoro.

Su momento más doloroso fue cuando recayó de la lesión. “La lesión la recuerdo perfectamente.

Fue un choque con Rosagro en un partido contra el Albacete. Estuve dos meses escayolado y se me quedó la pierna echa un palillo. Tuve que trabajar mucho para recuperarme.

Pero todo eso no fue lo peor. Lo más amargo fue cuando recaí. Ahí me di cuenta que mi carrera había acabado. Fue durísimo”.

Antes de colgar las botas, Isidoro jugó no pocas temporadas en equipos de Tercera como el Pilar de la Horadada, el Mar Menor o el Pinatar, donde se retiró. Luego se convirtió en entrenador nacional.

“Conmigo sacaron el carné Juan Ignacio, Bordalás, Muñiz o Joaquín Muñoz”. Incluso llegó a entrenar, pero… “Empecé con el juvenil del Cartagena y estaba dispuesto a levantar mi casa para ir donde fuera. Pero la vida da giros inesperados. Por las circunstancias me hice cargo de la empresa de mi suegro, Cabisuar, y prácticamente se acabó el fútbol”.

Ahora Isidoro mata el gusanillo como directivo de la Escuela de Fútbol de Santa Ana. “Estoy muy bien. El negocio me permitía muy poco tiempo libre pero Paco Sánchez, con el que me he criado y hemos tenido vida muy paralela, me pedía que me fuera con él. Al final, como vivo muy cerca, decidí entrar. Ahí están también Requena o Cordero, que somos amigos de toda la vida y nos

llevamos fenomenal”.

La pena es que la cantera ya no funcione como en su época.

“Es que no hay cantera. Ese es el problema. Cuando un chaval termina juveniles no tiene donde jugar. En las fases inferiores se trabaja muy bien en todos los clubes, pero esto es una escalera y llega un momento que ya no existe el peldaño. Acaban de juveniles y no hay escalón. Se van a estudiar o a trabajar y adiós al fútbol. Algunos se van fuera pero son muy pocos. Ahora mismo hay por lo menos trescientos juveniles en Cartagena y ya que se vayan a jugar fuera tres, cuatro o cinco. No hay infraestructura, nunca la ha habido, y es una lástima”.

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“Tu equipo es como un hijo está muy bien animarlo cuando aprueba, pero necesita más apoyo cuando suspende” ENTREVISTA A ISIDORO Y GLORIA. EMPLEADOS DE LA TERRAZA DEL ESTADIO CARTAGONOVA

Rubén Serrano Abel F. Ros

El día acaba de comenzar.

Son las siete de la mañana e Isidoro (Cartagena, 1968) y Gloria (Colombia, 1974), como cada mañana desde hace dos años, emprenden el camino que separa su hogar, San Antón, del Cartagonova. Antes de comenzar el partido, en pleno tránsito de aficionados, la gente se agolpa en la cantina del estadio. “Por favor, desde aquí pedimos que no esperen a los últimos 20 minutos”, bromean Isidoro y Gloria, trabajadores de este espacio. “Tu equipo de fútbol es como un hijo: a todo el mundo le gusta salir en la foto de la graduación –ascenso- y dar ánimos cuando aprueba, pero también cuando suspende sigue siendo tu hijo. Precisamente ahí es cuando necesita más apoyo”.

La labor de esta pareja, “más allá de preparar comidas adecuadas para los jugadores”, es la de ser constantes en el negocio -abrir todos los días- y mantener la cantina limpia. “La gente no sabe que abrimos todos los días; piensan que este servicio solo está disponible durante los partidos. Nosotros la hemos ido mejorando: arreglamos las paredes, renovamos los electrodomésticos y también las cantinas de dentro. Vamos poco a poco porque no tenemos una gran cantidad de dinero para hacerlo todo de golpe”, explica Isidoro, siempre vinculado al mundo de la construcción aunque “con la hostelería presente” en su vida.

Gloria, por su parte, abandonó su país hace 16 años en busca del sueño español: ganar mayor cantidad de dinero y, después, cru-

zar de nuevo el charco y vivir en Colombia en mejores condiciones de vida. “Al final las cosas no son como piensas”. Hay que decir que Gloria, seguidora incondicional del combinado cafetero entrenado por Maturana, dejó a un lado el fútbol. “Me cansé de verlo”. No obstante, desde que ella e Isidoro cogieron la terraza Cartagonova en enero de 2013, “el ambiente y el trato tan cercano con los jugadores te hace ser hincha del equipo. Yo más que el fútbol en sí lo que me gusta es el trato humano; soy más de los chicos que del equipo, además de que hay cosas de este deporte que no entiendo, aspectos que aún se me escapan”, confiesa.

Esta pareja, con cuatro hijos, trabaja honradamente durante la semana,alejados del foco mediático. Son desconocidos y son fieles al FC Cartagena. De hecho, los días de descanso –cuando el equipo juega fuera- llenan el depósito del coche y recorren España detrás del club albinegro. Comentan que el coste de esta afición sale por 100 euros, y es asumible porque “no fumamos y no tenemos ningún otro escape de dinero al margen del alquiler y los niños”. A veces incluso se desvían y van por la costa. “No hacemos el camino, dejamos que el camino nos haga a nosotros. Luego paramos, hacemos fotos junto al mar y si vamos justos de dinero nos llevamos los bocadillos de casa”, cuenta Isidoro. Gloria, además, dice que “es el único capricho que nos permitimos: disfrutamos, salimos y encima vemos al equipo”.

Únicamente ha sido Extremadura lo que se ha resistido.

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Cáceres, Arroyo y Villanueva de la Serena “son desplazamientos demasiado largos”, así que sin un día no pueden ir al fútbol les da “mucha rabia”. Dicen que es como una bola que te envuelve, te engancha y pasa a ser un estilo de vida. También que el fútbol no es once contra once, sino “el ambiente antes de empezar el partido, los viajes, los aficionados, el dolor de una lesión. La parte humana”. Existen miles de pequeñas historias en cada asiento, miles de detalles que se nos escapan. Y ahí precisamente es donde Isidoro y Gloria comprenden al jugador, comprenden su alegría o su tristeza, comprenden que si uno de los chicos no sonríe como siempre y, encima, no pide a Gloria el desayuno de todos los días es porque de alguna manera el futbolista continúa molesto con el penalti, o la falta, o la parada que falló ayer.

“Pasan mucho tiempo aquí, ya que antes del entrenamiento desayunan, comen e incluso algunos se llevan la cena a casa. Al final creas un vínculo de amistad con ellos”, explica la pareja.

“¡Menudo veranito más malo, menuda panzada a llorar!”, recuerda Gloria cuando le pregunto por la destitución de Pacheta, “un hombre muy cercano que tienes aquí todos los días y de repente se va. Y cómo se marchó, de qué manera, duele aún más. Tevenet, en cambio, estuvo aquí una temporada, terminó y se marchó”, añade. Ella, de 41 años “recién cumplidos”, trabajaba en una fábrica de fumistería antes de conocer a Isidoro. Ambos abrieron un local en Murcia sin mucha suerte; el negocio no iba bien y tuvieron que cerrar en noviembre de 2012. En plena urgencia por encontrar trabajo, el Cartagonova les brindó una nueva oportunidad en la hostelería.

“De pequeño jugaba en las categorías inferiores del Cartagena y a mediados de 2013, con la cantina, por las casualidades de la vida he vuelto a conectar con el equipo”, recuerda Isidoro, cuyo hermano trabaja en el bar Saray –quien tenía este espacio del Cartagonova-.

Este local “pensó en nosotros para continuar en el estadio”.

Si bien es cierto que la terraza Cartagonova es un lugar diferente al resto de bares de la ciudad, la clien-

tela, no obstante, no se reduce a la del club. “También hay gente del gimnasio, de la limpieza de calles, vecinos e incluso un poblado de feriantes de aquí al lado. Varios hasta vienen de Santa Ana y La Palma a desayunar. ¿Qué tiene de diferente esto? Lo único es que preguntamos al club qué tipo de comida tenemos que preparar para los futbolistas: pasta, carne, pescado o ensalada”, manifiesta Isidoro antes de ser interrumpido. “Tevenet era muy exigente con la dieta, pero recuerdo que, rápidamente, metíamos a Mariano Sánchez en la cocina y le daba un bocado a un donut”, apunta Gloria, con un gesto de evidente añoranza.

Sin duda ellos, que también suministran a las cantinas de dentro del estadio, llegan a conectar con la persona. “Para nosotros es José Rojo, no Pacheta”, dicen.

La historia de Isidoro y Gloria es de esas que hacen grande a un club, de las que te cuentan y cae la lagrimilla, de las que descubres que, efectivamente, son personas anónimas, desconocidas por el aficionado común. Pero tienen nombre y apellidos, y vivencias, y recuerdos, y una historia detrás. La generosidad es una de las virtudes de Isidoro y Gloria.

El 11 de mayo de 2014, el Cartagena vencía por 6-1 al Écija, que llegaba al Cartagonova colista y con la categoría ya perdida. No se jugaba nada el cuadro astigitano y para ese partido fueron convocados jugadores del filial e incluso juveniles. En el descanso, con 6-1 a favor del cuadro albinegro, Isidoro y Gloria se enteran que los chicos del Écija salieron de allí con dos bocadillos, uno para la ida y otro para la vuelta. “En el descanso le envié un mensaje a Tevenet y le dije que pararan de marcar goles porque los futbolistas del equipo contrario estaban muertos de hambre. Él me respondió riendo: pensó que era broma”, explica Gloria. Asimismo, ambos recuerdan que “rápidamente mandamos comprar pan y otros alimentos. Al final del partido, antes de que emprendieran el viaje de vuelta, les dimos bocadillos, empanadillas y dos piezas de fruta a cada uno”. Al día siguiente, el Écija Balompié agradeció el gesto. “Nos tratan mejor en Cartagena que en Écija”, confesaba el capitán del equipo.

BARTOLOMÉ MOLINO PRESIDENTE DEL COMITÉ ANTIVIOLENCIA DE LA FFRM

Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

“A los radicales hay que quitárselos de en medio”

Desgraciadamente, la violencia sigue estando muy presente en el fútbol. Y especialmente en las categorías inferiores. Cuanto más abajo es peor. Es verdad que la situación ha mejorado muchísimo en la Región en los últimos años y en parte se debe a la labor preventiva, también represiva, que lleva a cabo el Comité Antiviolencia de la Federación Murciana, desde su creación, hace ahora ocho años. Al frente de este órgano se encuentra desde entonces el empresario totanero Bartolomé Molino, un hombre afable y entregado a la causa, que ha pasado por todos los niveles del fútbol, y que sigue persiguiendo algo que aún se antoja una utopía, que no haya ni un solo violento en este deporte.

El comité está compuesto por seis miembros que representan a todos los estamentos de la RFMF. Trabajan de un modo altruista, desinteresado. Se reúnen prácticamente cada semana, bien para abordar algún asunto puntual o para estudiar posibles campañas de concienciación. Porque lo más importante para su presidente es trabajar en la formación. “Es la baza fundamental. Hay que incidir en la formación, que es la única manera de erradicar la violencia en el fútbol.

Lo estamos haciendo desde que echamos a andar, que fuimos los primeros de España, y hemos reducido los

casos que se veían en un principio en un 80 por ciento, que eso es mucho”.

Molino realiza un trabajo vocacional. “Fui jugador, entrenador, directivo, presidente… Vi que lo que debía ser una tarde de ocio y deporte se convertía habitualmente en una batalla campal y eso me producía mucha tristeza. Creo en la labor que realiza este comité.

Tratamos de prevenir y cuando hay que actuar se actúa.

Tenemos informadores que acuden a los campos de la Región y a los que sólo conocemos nosotros. Si van a un campo pagan su entrada para pasar desapercibidos.

Cuando hay una denuncia se hace un seguimiento y buscamos la solución. Ahora mismo estamos mejor que en otras Comunidades Autónomas. No sabemos si por la influencia que hemos ejercido. Es posible que también a veces por miedo a la sanción”.

Bartolomé Molino entiende que casi todos los casos de violencia en los campos de fútbol se originan en la grada. “Es el principal problema. Viene siempre del mismo sitio. El 80 por ciento de los incidentes es por causa de los padres. Y en las categorías inferiores, cuanto más bajas, es peor. La incorporación de las madres al fútbol ha agravado incluso esta situación. No quiero que se me malinterprete, pero es cierto que las madres no entienden que es un deporte de contacto y como tal

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Los clubes tienen mucho que decir en este asunto

está el árbitro para juzgarlo. Que le pueden dar una patada a su hijo y eso forma parte del juego. Se producen muchas fricciones entre las madres porque no entienden que si no quieren que sus hijos reciban un empujón o un golpe deberían dedicarse al ajedrez o a otro deporte que no sea de contacto. El rugby es el deporte de más contacto y es el menos violento de todos porque hay otra educación, otra formación”.

Los clubes tienen mucho que decir en este asunto. “Nosotros hablamos muchas veces de la responsabilidad que tienen los presidentes. Si saben que hay un grupo violento deben tomar medidas. Otro problema es que hacemos charlas en los propios clubes y los padres no van. Sólo acuden los cuatro que están preocupados. La mayoría cree que ya lo saben todo. Acuden a ver el partido y van con la predisposición de desahogarse”.

A lo largo de los últimos años ha habido casos curiosos de violencia en el fútbol. “Recuerdo un chico en la región que entró con un hacha a un campo”.

La violencia se ha reducido y apenas hay casos de racismo. “En esta región se han dado sólo dos casos en los últimos ocho años y ha mediado una provocación. En todas las categorías hay chicos de otros países y otras razas, algunos son árbitros, incluso”.

Molino lamenta que nos acordemos de Santa Bárbara cuando llueve y que se tengan que producir desgracias para que se tomen medidas. “El país del mundo donde menos violencia existe es Inglaterra.

Cualquier delito o cántico racista supone una sanción grave. Lo triste es que tuviera que pasar lo del 85 en Bruselas, con aquella sanción de cinco años sin competir en Europa para los equipos ingleses, y diez años para el Liverpool, y la tragedia de Innsbruck. Yo creo que lo que ha pasado este año en Madrid marca un antes y un después en España.

Ha servido para que se tomen medidas, pero es lamentable que primero haya tenido que morir una persona”.

Los árbitros suelen ser víctimas de esa violencia que se produce en el fútbol. “Está claro que siempre corren riesgo porque están solos ante el peligro, sobre todo en categorías inferiores. A

veces llegan a un campo en el que los dos equipos quieren ganar y todos van contra el árbitro. Hay que entender que ellos también se tienen que rodar equivocándose.

Hasta que no aprendamos que un árbitro es una parte más del juego y puede tener errores como cualquier jugador no habremos hecho nada.

No hay necesidad de insultar ni de que sufran vejaciones. Está claro que para ser árbitro hay que tener una casta especial”.

El presidente del Comité Antiviolencia de la Federación Murciana de Fútbol reconoce que ‘violencia cero’ es una utopía aunque cree que aún se puede mejorar y mucho para lograr que este deporte, tal vez el menos discriminatorio y donde todo el mundo tiene cabida, sea cual sea su raza, religión o condición social, acabe siendo el mejor complemento para la formación de los niños. Y para lograrlo, además de la formación hay que actuar con contundencia y alejar a los violentos. “Los radicales no tienen cabida en el fútbol. Que alguien que va a ver un espectáculo bonito con la familia tenga miedo porque se pueda ver envuelto en una pelea o lo que sea, es algo muy triste. A los radicales hay que quitárselos de en medio”.

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Salto de categoría JOSÉ HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, ‘PANI’

Como si de una escalera se tratara, José Hernández Martínez (Cartagena, 1995), conocido en el mundo del fútbol como Pani, llevaba toda su carrera deportiva preparando un salto desde el último escalón. El pasado verano lo hacía de golpe al firmar un contrato por tres temporadas con el FC Cartagena, club con el que realizó la pretemporada. Esta ansiada progresión tenía un matiz muy particular: el lateral cartagenero abandonaba el juvenil del Mediterráneo a cambio de entrenar durante la semana con el equipo albinegro y jugar los días de partido con El Algar, el filial que compite en Preferente. Pani, con otros jóvenes compañeros, aceptó continuar en el escalón más alto mientras continuaba sus estudios de ingeniería en la UPCT.

Pero en su caso, el manager general, Julio César Ribas, vio buenas maneras en Pani y tomó la decisión de incorporarlo al primer equipo. “De pequeño seguía al Cartagena y ahora formar parte de este club es un sueño hecho realidad. Es una ilusión muy grande y agradezco a Florentino Manzano y Ribas por la oportunidad”, explica el joven futbolista. Ocurrió que él, como muchos otros jóvenes cartageneros, fue seleccionado para hacer las pruebas con El Algar y, más tarde, debutaba con el cuadro albinegro en la pretemporada. Una vez finalizada, el uruguayo Julio Ribas anunció que Titi, Comino, Escobar, Samuel, Golpe y el propio Pani ocuparían las plazas sub-23.

Pani, acostumbrado a los juveniles del CD Mediterráneo, comprobó muy pronto la profesionalidad de la Segunda B. “Antes estabas entre amigos y era un ambiente de risas. El cambio que he notado es muy grande, sobre todo en intensidad. Recuerdo que en verano, en la concentración con el Cartagena en La Manga, los entrenamientos eran tan duros que luego no podía ni subir las escaleras del hotel”, cuenta el hijo Francisco Hernández Solano, también conocido como Pani, ex futbolista albinegro entre finales de los 70 y principios de los 80.

Pese a que este chico de 19 años “no tenía pensado salir” del Cartagena, la falta de competición obligó a Pani a buscar minutos en el Pinatar, de Tercera, en el mercado invernal. “Lo que necesito para seguir creciendo es acumular minutos y jugar. Fran de Paula, Mariano Sánchez y Trasante me han acogido fenomenal, me siento muy arropado. San Pedro del Pinatar es un buen sitio, y encima coincido con Pablo Villasur –otro de los elegidos por Ribas-, que es un gran amigo. Estoy disfrutando muchísimo y me siento feliz de haber debutado ya incluso”, comenta Pani, afianzado en lo alto de la escalera.

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Rubén Serrano F.C. Cartagena

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CUANDO EL FÚTBOL ES MÁS QUE FÚTBOL CIUDAD JARDÍN ESCUELA DE FÚTBOL

Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

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Respeto, compañerismo y esfuerzo. Esas tres palabras forman el lema de la escuela de fútbol de Ciudad Jardín, que se ha convertido en uno de los mayores viveros de futbolistas de la ciudad.

A los 400 niños que acuden regularmente al campo municipal de la calle Carmen Conde, sin duda uno de los mejores de Cartagena, hay que sumar una larga lista de espera de 60 chavales que por falta de capacidad no han podido ser inscritos esta temporada.

La escuela fue creada en 1982, pero ha sido en los últimos años cuando ha tomado mayor impulso si cabe. Contar como director deportivo con el ex guardameta internacional Juanmi ya es todo un lujo y una gran apuesta por la formación. Su incorporación ha dado un toque de profesionalidad al club ya que ha implantado una metodología de trabajo para todos los equipos. Junto al que fuera jugador del Real Madrid hay un buen equipo humano a las órdenes de su hermano, Dionisio García Inglés, que es quien se encarga de hacer que el engranaje funcione a la perfección.

Quienes conocen Ciudad Jardín saben que es mucho más que un lugar donde jugar al fútbol. Es casi una filosofía que basa sus pilares en la formación personal, por encima incluso de la deportiva. Formar personas antes que futbolistas es el primero de sus objetivos. Sus entrenadores y monitores tienen una consigna clara, la de fomentar la cultura del deporte sin que la competitividad sea lo más importante. Por eso, sus dirigentes tratan de cuidar hasta el más mínimo detalle, que el club, que cuenta con una estructura fabulosa, sea un ejemplo a seguir. Los mensajes para favorecer el fair play, la amistad, el trabajo y el deporte, como una práctica de crecimiento personal, están más que integrados en la idiosincrasia de la entidad.

El club ha implantado una serie de normas que cumple a rajatabla y que van dirigidas a entrenadores, padres y niños.

A los técnicos se les exige ser un ejemplo en todos los sentidos y cuidar la imagen del club. A los progenitores se les advierte que por encima de todo deben ser respetuosos, no sólo con su equipo sino con los contrarios o árbitros.

La escuela de fútbol de Ciudad Jardín cuenta con 26 equipos, que van desde biberones hasta el juvenil de categoría nacional, que dirige Juan Lillo. Entre sus técnicos hay algunos ex futbolistas de cierto renombre en la ciudad como Bartolo, Alfonso Godinez o Paco Pedreño, entre otros. En total son unos 40 entrenadores, que trabajan con un contrato de voluntariado.

Uno de los mayores logros del equipo directivo de Dionisio García ha sido el acuerdo con el Valencia C.F, que tiene una duración inicial de dos años, prorrogable uno más. Un convenio que ofrece grandes ventajas al club y por supuesto a sus jugadores que ahora ven en Mestalla un claro objetivo de futuro. Desde el club valenciano se realiza un seguimiento exhaustivo de aquellos niños que destacan o tienen una mayor proyección.

Para desarrollar toda esta labor, Ciudad Jardín se ha sabido rodear de importantes patrocinadores, entre ellos la Universidad Politécnica de Cartagena, que ha tomado el relevo de la Católica, que fue anteriormente el sponsor principal, o el Banco de Santander.

Apenas un año y medio en esta nueva andadura para tantos logros. Es el resultado del trabajo bien hecho.

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Los hermanos Dioni y Juanmi trabajan codo a codo para sacar adelante el club, con la ayuda de Javier Cabezos, Fernando Parrón, Carlos Muelas, Fulgencio Bermúdez y Mariola García, el resto de directivos, además del personal; técnicos, utilleros o sanitarios que forman parte de su estructura. Cuidan hasta el más mínimo detalle. Hace unos meses, incluso, incorporaron un desfibrilador y varias personas del club ya han sido formadas en su manejo.

Dioni fue convencido por su hermano para coger este ‘toro’. Y reconoce que no ha sido nada sencillo. “Al contrario. Ha sido complicado. No había gestionado nada igual. Es verdad que Juanmi lleva el peso de lo deportivo, pero luego quedan otras cosas como la gestión de fichas, proveedores, padres, el tema económico… Bueno, en lo económico la verdad es que se pasa muy mal. Los niños pagan las cuotas, pero no es suficiente. Si no fuera por la ayuda de las empresas colaboradoras no podríamos”.

Es mucho el trabajo y los quebraderos de cabeza, pero mayores son las satisfacciones. “Algunas veces dan ganas de salir corriendo”, dice en broma Dioni, que añade que “tiene sus pegas, pero esta labor da grandes alegrías. Da mucho gusto cuando ves un niño disfrutar en el campo o está feliz porque su equipo ha ganado”.

Juanmi es la cabeza visible en lo deportivo.

Su sola presencia y gracias a sus excelentes relaciones ya ha servido para abrir puertas importantes.

“La espina que tengo clavada es que hay 60 niños en lista de espera. Es una pena que no podamos inscribirlos por falta de espacio. Podríamos crecer, pero necesitaríamos un campo más. Por aquí cerca hay

terrenos que se podrían aprovechar”.

Respecto al acuerdo con el Valencia, el director deportivo afirma que “estamos trabajando muy bien con ellos. Nuestro modelo se asemeja mucho a lo que quieren. No nos hemos copiado. Vinieron, vieron cómo trabajamos y les gustó”.

Los técnicos del Valencia siguen muy de cerca a muchos niños. “Tenemos chavales con mucho futuro.

Les hemos pasado informes de casi veinte. Ya se llevaron a Jairo, que está en el primer equipo infantil del Valencia y está jugando ya incluso en el cadete.

Ahora han ido cinco alevines a jugar allí y están encantados con ellos”.

El juego limpio, el respeto a los demás, es, sin duda, la bandera que ondea en el mástil más alto del Municipal de Ciudad Jardín. “Nuestro primer objetivo es que padres, técnicos y jugadores se respeten”, afirma Dionisio, que añade que “lo que queremos es que todos vengan a divertirse y a aprender”.

Juanmi puntualiza que “hemos incluso prescindido de algún entrenador porque no estaba a la altura de las circunstancias. Con los padres hablamos muchísimo, constantemente, del respeto que tienen que inculcar a sus hijos. Los adultos tenemos que dar el primer paso. Hay padres apercibidos por este motivo y a los que les hemos dicho que la próxima vez serán expulsados del club. Y nos da igual si sus hijos son muy buenos o no. Tenemos que entender la escuela como una forma de educar”.

Tal es el nivel de concienciación que existe en este sentido que el presidente suele ver los partidos entre el público, en la grada. “A veces he tenido que llamarle la atención a más de uno”, concluye.

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“Entrenar más de la cuenta puede ser muy perjudicial para un niño” DAVID ZAPATA. ESPECIALISTA EN MEDICINA DEL DEPORTE

Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

‘Osgood Schlatter’ es el nombre de una lesión que por desgracia parece cada vez más común en los niños que juegan al fútbol. Se trata de una ostecondrosis que afecta al cartílago del crecimiento de la rodilla, justo en la parte superior de la tibia, y que se produce fundamentalmente por exceso de entrenamiento. Lo peor es que se trata de una lesión claudicante, que deja fuera de combate al afectado, a veces durante un largo periodo. Está claro que eso de que un niño pueda jugar a todas horas, como muchas veces sucede, no es, en absoluto, lo más conveniente.

David Zapata, hijo del mítico Genaro Zapata ‘el brujo’, sabe mucho acerca de esta lesión, que ha tratado en más de una ocasión. Son ya casi doce años dedicándose a la medicina deportiva y por sus manos han pasado niños en edad de crecimiento a los que el dolor ya casi ni les permitía dar un paso.

“El problema de esta lesión es que pasa desapercibida hasta que aparece el síntoma. Se produce una inflamación en la rodilla y un dolor claudicante, que obliga al niño a parar, a veces hasta más de un año. La imagen radiológica es muy curiosa porque se ve el cartílago como si un ratoncillo lo hubiera ido mordisqueando. En casos muy graves, que no es lo más frecuente, pero los hay, es necesario, incluso, escayolar la pierna durante un tiempo. Solamente se cura con reposo. Es la manera de regenerarlo”.

“Es una lesión perfectamente evitable”, añade este experto, que afirma que “el origen está claramente en el sobreentrenamiento. Es la lesión por excelencia de los niños, a partir de los 6 ó 7 años. Se produce por microlesiones en el cartílago de crecimiento, que se desgasta de modo prematuro y que si no se cura puede interferir en el desarrollo del hueso y, por tanto, en el crecimiento del niño”. Está claro, explica, que “si un niño entrena tres o cuatro

veces a la semana y luego juega tres partidos, al final va a aparecer la lesión. El fútbol es muy traumático y para estos casos lo peor son los saltos. Ocurre mucho también en baloncesto, rugby y tenis. Es algo que habría que advertírselo a los monitores y a los padres. Pero en el caso de los padres, sobre todo, es complicado. Es difícil, cuando un niño tiene mucha proyección, decirle que no vaya a jugar torneos o que juegue menos partidos. Luego a veces también el problema es que al parar uno o dos meses desaparece el dolor, pero no quiere decir que esté curado”.

David Zapata recuerda un caso que ha tratado recientemente. “Hace poco traté a un chaval de El Algar que se fue al Villarreal con 9 ó 10 años porque es buenísimo. Creo que ya se fue tocado y allí le dio la cara. Le dije a su padre que tenía que parar y Ripoll se lo confirmó. Afortunadamente ya se ha recuperado y ahora está jugando en el Cartagena del Polígono”.

También se le viene a la mente un caso mucho más lejano en el tiempo, pero que le afectó de manera directa. “Mi primo José Genaro Zapata.

Con 12 ó 13 años era uno de los mejores tenistas de España. Entrenaba muchísimo, se machacaba por la presión de estar arriba. Mi padre se lo detectó y su estado era tal que tuvo que parar dos años. Sufría un dolor terrible hasta el extremo de que no podía ir sentado en el coche más de cinco minutos con la pierna flexionada. Acabó dejando la competición y actualmente se dedica a dar clases en La Manga”.

Los estudios dicen que entre un 15 y un 20 por ciento de los niños que practican el fútbol llegan a sufrir ‘Osgood Schlatter’. Afortundamente en los cursos de monitores y entrenadores se habla cada vez más de esta lesión y los entrenamientos son mucho más adecuados en la mayoría de los casos.

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David Zapata ha tenido el mejor maestro que cualquier profesional de la medicina deportiva podía tener. Ha seguido la estela de Genaro Zapata, que, sin miedo a equivocarnos, podemos asegurar que es la persona con mayores conocimientos en lesiones de todo tipo, no sólo en Cartagena sino en la Región de Murcia. El vástago del ‘brujo’, como fue apodado Genaro, ya lleva más de una década dedicado a aliviar las dolencias de los futbolistas.

Desde que comenzó con Aranguren ha ido acumulando experiencia en el Cartagena, Las Palas, Horadada o Dolorense. Es profesional sanitario del Servicio Murciano de Salud y está especializado en enfermería y lesiones deportivas, además de experto

en osteopatía y quiromasajes.

De su padre ha aprendido a utilizar las manos como herramienta de diagnóstico. “Está claro que ahora existen métodos que son importantísimos y que ayudan mucho en el diagnóstico. Ayudarse de una resonancia, una ecografía o una radiografía de última generación es fantástico. También es verdad que muchas veces la imagen radiológica no concuerda con la exploración funcional. Se hace una resonancia y no se ve rotura, pero la exploración manual dice lo contrario. En algunos casos, todavía a veces es más fiable la mano del profesional. Hay cosas que no engañan como el dolor o la inflamación”.

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FRAN ALCOY Y EL SUEÑO DE LOS TALAVERANOS EL EX TÉCNICO ALBINEGRO ESTÁ FIRMANDO UNA GRAN CAMPAÑA EN TALAVERA DE LA REINA Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

Al valenciano Fran Alcoy (1968), otrora entrenador del Cartagena, no le va nada mal en Talavera de la Reina, en el grupo XVIII de Tercera División. El técnico, que cuenta en su plantilla con el veterano Pepe Mena, uno de los ‘héroes del Collao’, ha consolidado a su equipo en la zona alta de la tabla y está haciendo que los talaveranos sueñen con el retorno a la Segunda División B.

Alcoy estuvo cinco años en la casa albinegra. Fue el hombre de confianza del empresario Paco Gómez. Llegó al Cartagonova cuando el club era un ‘solar’, tras el paso de Luis Oliver. Le tocó organizar todo partiendo de cero y ya en su primer año llegó a asumir la parcela deportiva, una vez que Machuca fue destituido. En realidad, el valenciano, del que todo el que lo trató en Cartagena guarda un excelente recuerdo, llegó a sentarse en el banquillo hasta en cuatro ocasiones. Y es que, aunque su labor inicial fue más burocrática que otra cosa, el bueno de Fran Alcoy soñaba, sobre todo,

con se entrenador.

Amorrortu, hoy ‘jefe’ de la parcela deportiva en San Mamés, le reclutó para el Atlético de Madrid. Su trabajo en las bases de los colchoneros fue intachable. Hasta que Amorrortu se marchó a Bilbao y el Atleti reorganizó su estructura con gente de la ‘casa’. Pero su labor no pasó desapercibida y recibió una llamada de Villarreal. Se hizo cargo del juvenil A. Los doce partidos que estuvo los contó por victorias. Fue ascendido al Villarreal C, el de Tercera, pero, cosa que no se comprende, le relevaron poco antes de un partido en el que se jugaba el liderato.

Tras un periodo en el paro ene Madrid, donde ahora tiene su residencia, Alcoy ‘aterrizó’ en el Talavera. Las cosas no le pueden ir mejor. Es una plaza importante y con aspiraciones de ascenso.

Sin duda será un excelente escaparate para alguien que merece la suerte que, de momento, le ha sido esquiva.

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“La muerte súbita se podría reducir mejorando el diagnóstico de enfermedades del corazón” JUAN ANTONIO CASTILLO. JEFE DE CARDIOLOGÍA DEL HOSPITAL SANTA LUCÍA

Practicar deporte extremo sin la adecuada preparación y sin un exhaustivo reconocimiento médico previo puede llegar a ser fatal. Con más frecuencia de la deseada los medios de comunicación informan de casos en los que un deportista ha sufrido lo que se conoce como muerte súbita. A veces, incluso en verdaderos atletas, el desvanecimiento llega a consecuencia de una enfermedad del corazón que no había sido diagnosticada previamente.

En la mente de los futboleros están los casos trágicos del sevillista Antonio Puerta o el españolista Jarque. Algunos, como el madridista Rubén De La Red, tuvieron más suerte y, aunque se vieron obligados a dejar el deporte de competición, la detección de la dolencia les ha permitido hacer una vida normal. Es fundamental detectar lo antes posible cualquier patología cardiaca y, en su caso, actuar de un modo rápido y adecuado cuando un deportista comienza a sentir alguno de los síntomas.

Lo que está claro es que la muerte súbita se puede evitar en la mayoría de los casos. Así lo afirma el jefe de cardiología del Hospital de Santa Lucía de Cartagena, el doctor Juan Antonio Castillo. “En un porcentaje alto se produce por alguna enfermedad del corazón. Lo importante es diagnosticarla y tratarla. Eso implicaría, claro, que el afectado tuviera que abandonar la práctica deportiva”.

Este especialista cartagenero, que es presidente electo de la Sociedad Murciana de Cardiología, advierte sobre los síntomas. “A veces la muerte súbita es la primera manifestación de la enfermedad cardiaca que la causa. Pero en ocasiones el paciente puede percibir un ritmo cardiaco anormalmente rápido, intenso o regular, sensación de mareo o desvanecimiento inminente o dolor u opresión en el pecho. Otras veces los síntomas de alarma son la sensación de asfixia o ahogo después de haber pasado una gripe”.

“La muerte súbita es más frecuente a partir de los 30, y sobre todo de los 35, por la mayor incidencia de enfermedades adquiridas de las arterias coronarias. También se da más en hombres por la mayor prevalencia de determinadas enfermedades

del corazón que la provocan y porque el porcentaje de varones que practican deporte extremo o de riesgo es mayor que el de las mujeres”, añade el galeno.

No existen datos fiables sobre el número de casos que se producen cada año, según Castillo, aunque si se tomara como referencia a países como Estados Unidos o Italia, en España se estarían muriendo por muerte súbita unos 120 deportistas menores de 30 años. Una cifra elevada que ha despertado una especial sensibilidad entre la población y, sobre todo, entre los profesionales de la medicina.

Cada vez son más frecuentes los controles que, en cualquier caso, no han de ser demasiado exhaustivos. “Inicialmente es suficiente con una cuidadosa historia clínica y exploración física, además de un electro en reposo, siempre, claro, por parte de especialistas. En el caso de que se identifique algún problema sí se debe recurrir a pruebas más complejas.

Lo que sí está demostrado es que en zonas donde se han incrementado los reconocimientos se ha logrado reducir la incidencia”.

¿Y los niños, deberían ser sometidos a exámenes más exhaustivos? Actualmente los reconocimientos que realizan las federaciones deportivas son demasiado elementales como para detectar anomalías o enfermedades del corazón. Así lo entiende también este experto. “Creo que se podría mejorar mucho en ese sentido. Al menos a los que inicien una actividad de competición se les debería hacer un buen reconocimiento en centros con personal médico experimentado y con el correspondiente electrocardiograma en reposo”.

Juan Antonio Castillo incluso aporta sugerencias para intentar reducir los casos de muerte súbita en los campos de fútbol o en cualquier instalación deportiva. “Al menos se me ocurren dos; que los recintos deportivos haya desfibriladores semiautomáticos y que las federaciones exijan certificados médicos de aptitud expedidos por profesionales debidamente acreditados, como medio de generalizar los reconocimentos médicos de calidad previos a la participación deportiva”.

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EL FÚTBOL TAMBIÉN APASIONA A LAS MUJERES CARTAGENA FÉMINAS, EQUIPO DE SEGUNDA DIVISIÓN NACIONAL

Trinidad Martínez y Domingo López sabían que crear de la nada un equipo de fútbol femenino no iba a ser sencillo, más aún con las pretensiones de crecimiento y estabilidad, más aún con las dificultades de encontrar financiación. Alejado del foco mediático, la situación del fútbol femenino cartagenero en 2007 era muy precaria: las chicas que llegaban a infantil ya no tenían dónde seguir y la solución era competir en la liga de chicos, con los que podían jugar hasta categoría cadete. Luego la opción era salir de la ciudad. Ante tal necesidad, Trinidad y Domingo proponen a la Federación Murciana de Fútbol crear una liga de chicas que, esa misma temporada 2008/09, empezó en Autonómica con un total de seis equipos. Ahí surge el Cartagena Féminas. “Nuestra intención siempre ha sido integrar a la mujer en el mundo del fútbol, dar una opción y abrir un abanico de posibilidades a

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las chicas”, cuenta la presidente del club, Trinidad, aunque todo el mundo la conoce como Trini.

En la temporada siguiente, el Cartagena Féminas aún era el único equipo femenino de la ciudad y volvió a competir con otros equipos de la Región. Pero en el curso 2010/11, La Soledad, Santa Ana, Ciudad Jardín, Mediterráneo, La Puerta y Los Mateos también sacaron equipos y se formó una liga local de fútbol base, vigente aún en la actualidad. Aunque el Cartagena Féminas y La Soledad son los únicos clubes compuestos por chicas.

“Empezamos de aquella manera, con un sistema de competición de tres vueltas para no terminar en febrero”, explica Domingo, vicepresidente del club, antes de añadir que “hay 5 o 6 chicas sin poder jugar porque no son suficientes para formar un equipo, no hay liga para ellas”, de ahí que se organicen “amistosos en Navidad y Semana Santa”. Trini, no

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obstante, confía sacar el año que viene esa categoría o “integrarlas en la liga de chicos”.

El pasado verano, el primer equipo que competía en Autonómica lograba el ascenso a Segunda de la mano de Pitu Rodrigo. Días antes del encuentro trascendental, la Federación de peñas del FC Cartagena había prometido animar a las chicas, siendo de este modo el colectivo con mayor representación en la grada. Aquella plantilla había pasado de ser desconocida a plantarse en la segunda categoría más importante del fútbol español femenino. “Siempre fuimos un conjunto puntero que rondaba las puestos de arriba. Ahora que estamos en Segunda el objetivo es mantenernos y crecer.

Crecer sin volvernos locos, empezando por las bases”, comenta Domingo, que admite el progreso del balompié femenino cartagenero tras la creación del Cartagena Féminas. “La gente del Polígono Industrial, por ejemplo, también ha sacado equipo”.

Al ser el primer club femenino, el Cartagena Féminas es un modelo a seguir para el resto: organizar procesos de captación con chicas de la tierra es un modelo económico y sostenible que, trabajado adecuadamente, puede dar sus frutos. Y justo ese proceso es el que se está desarrollando en la ciudad. Pero siempre sin olvidar que sin vías de financiación sería impensable cargar con todos los gastos. “Hemos contado con muchísimos apoyos que se han volcado con nosotros desde que surgió esa inquietud de querer formar el club. De hecho jugamos en el campo del Dolorense. Ese apoyo ha sido muy importante porque la Federación exige contar con una superficie de césped artificial en Segunda. Gracias a José Rico aquí en el Dolorense sentimos que somos parte de la familia y no unos acoplados”, asegura Trini.

El equipo presidido por Trini es independiente y, de momento, pretende seguir así por muchos años. Aún no se plantea juntarse con otros

C/ Cuatro Santos, 44 Tel. 968 50 32 92

clubes, ni siquiera recurrir a las Interescuelas. “Sin el apoyo del Ayuntamiento, la Concejalía de la Mujer y otros pequeños colaboradores sería impensable sobrevivir porque tenemos que adelantar mucho dinero antes de empezar la temporada”, dice la mandataria. Domingo, por su parte, defiende que “es muy difícil ser independiente porque partes de cero, sin personal, sin equipaje, sin instalaciones…

Sin nada. En otra categoría inferior se podría sobrevivir, pero en malas condiciones”.

Lamentablemente, el filial del equipo, en Autonómica, tiene una media de edad de 17 años; de ahí que el salto sea brutal. “Puedes tener a chicas de 17 y a otras de 10 años. Dar el salto a Segunda, que se puede dar a partir de los 15 años, es muy grande. Ten en cuenta que en la categoría hay equipos punteros como el Villarreal y el Valencia, con futbolistas que de aquí a dos años estarán en la élite del fútbol español femenino. Ver al Villarreal, al Valencia o al Levante es un auténtico lujo para nosotros”, afirma el vicepresidente.

Actualmente, el fútbol regional femenino tiene 18 equipos que compiten en Autonómica -hace siete años eran 6- y que dependen de las subvenciones y las cuotas mensuales de las chicas.

El Cartagena Féminas, en su caso, tiene equipo en esta categoría y otro en Local, además de en Segunda. Trini y Domingo piensan que “posiblemente todavía exista el machismo” en un deporte principalmente masculino. “La mentalidad de la gente, afortunadamente, va cambiando y podemos llenar la grada todos los domingos”. Ambos admiten que son un club humilde, que hasta un 70% de las chicas están desde el inicio -2008- y aseguran que “antes de cracks lo primero es aprender y formar personas”. No obstante, hasta cuatro son las jugadoras que van convocadas con la selección murciana. Y luego está el caso de Miriam, en el combinado español sub-16.

MIRIAM, EN LA SELECCIÓN ESPAÑOLA SUB 16

Miriam (Cartagena, 1999) juega de centrocampista en el Cartagena Féminas, en Segunda, y desde noviembre de 2014 es un tanto especial a las demás chicas porque fue seleccionada con el combinado español femenino sub-16. Después de tres convocatorias, no obstante, el pasado mes de febrero fue una de las chicas elegidas para jugar el Campeonato de desarrollo UEFA en Portugal.

Sin duda, según indican personas cercanas a la jugadora, la trayectoria deportiva de Miriam, a sus 16 años, es muy prometedora. La temporada 2014/15 es el tercer curso de Miriam en las filas del Cartagena Féminas, donde debutó en Autonómica con tan solo 13 años. A Miriam la siguen de cerca en el Atlético de Madrid, uno de los equipos en la elite del fútbol femenino español, desde el pasado verano de 2014, cuando la joven cartagenera realizó las pruebas de captación con el club rojiblanco.

Pese a contar con el visto bueno del Atleti, Miriam, por problemas familiares, no pudo continuar su carrera deportiva en Madrid, así que el acuerdo era el siguiente: Miriam seguiría en Cartagena pero controlarían su formación muy de cerca. La centrocampista, que juega en la selección en el lateral derecho, anda metida de lleno en el fútbol y, por supuesto, en su formación académica. La cartagenera cursa tercero de la ESO y aún no tiene muy claro a qué se quiere dedicar en el futuro, aunque por el momento sueña con seguir ligada al mundo del deporte estudiando la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD).

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“Parezco alegre y simpático por fuera, pero por dentro estoy mal” Rubén Serrano

ENTREVISTA A JUAN MANUEL ORTUÑO “PAPU”

Abel F. Ros

Lleva toda la vida en la calle y su mayor sueño es tener electricidad en casa. Juan Manuel Ortuño González (Cartagena, 1963) esboza siempre una sonrisa y asegura que desde bien pequeño aprendió a leer y a escribir gracias al periódico que compraba su padre cada día.

Pese a su simpatía, el Papu –apodo que le puso un pibe argentino- está destrozado por dentro, vive solo en una casa abandonada y según él hay dos cosas que le mantienen con vida: su propio orgullo y el FC Cartagena.

P. Puede que algunas personas no le conozcan. Le importa presentarse?

Me llamo Juan Manuel Ortuño, soy cartagenero y vivo en una casa abandonada de la Villalba.

A los 6 años me escapaba de la escuela para ayudar a mis padres y desde los 15 he trabajado vendiendo lotería y en una zapatería. Marcelo, un pibe argentino, me empezó a llamar Papu, de Papuchi, y con ese nombre me he quedado toda la vida.

P. ¿Y qué relación tiene usted con el FC Cartagena?

He sido empleado de este club desde que lo fundó Florentino Manzano -1995- hasta que llegó el nuevo dueño, Luis Oliver -2002-. El Cartagonova es mi casa, pero por circunstancias de la vida me dejaron tirado. A Manzano lo único que le agradezco es que me haya dado a conocer en el mundo del fútbol.

P. ¿Cuál era su trabajo en el club?

Hacía de todo, me tiraba las 24 horas en el estadio. Estaba de utillero, me encargaba de la la-

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vandería, montaba, desmontaba. Ahora, cuando veo que mi trabajo lo hacen dos personas, me quedo flipado. Luego Florentino me dejó tirado y no me pagó todo ese tiempo que estuve aquí. En el fútbol he visto mucha gente falsa. Yo soy muy listo y me quedo con todo.

P. ¿Qué hizo después de dejar el Cartagena?

Me tiré tres meses muy malo. Pero Dios, que siempre ve las cosas, me echó un cable. El Cartagonova es mi casa y aquí estaré hasta que me muera, haya o no haya fútbol. Esta es mi vida y no quiero complicarme.

cia adelante: ahora en mi casa, en invierno, hace muchísimo frío y yo padezco de los huesos desde pequeño. Pienso en positivo porque de la contrario ya estaría más que amargado. Parezco alegre y simpático por fuera, pero por dentro estoy mal.

P. ¿Pero ahora está de aparcacoches por la zona del estadio, no?

Sí. Desde que me fui del club nadie ha tenido lo que hay que tener para darme la oportunidad de seguir.

A mí no me pueden ver porque soy una persona que dice las cosas a la cara, que critica lo que no se hace bien. Al final se aprovechan de la gente pobre, humilde y trabajadora. A mí no me despidieron: me fui yo porque no me pagaban, así que me busqué la vida en la calle.

P. ¿Cómo se gana la vida?

Aparcando coches. Luego, como la gente me conoce y saben que soy buena persona me valoran. Por eso tiro hacia adelante, porque veo que la gente me ayuda. Yo de malo no tengo nada, lo que pasa es que me han hecho tanto daño que hay momentos en los que me pongo muy nervioso y se me va la olla. Vivo solo, no tengo a nadie, no tengo luz, no tengo agua. No tengo nada y nadie me echa un cable. Al Papu lo que quiere la gente cuando interesa, pero bueno.

P. ¿Qué hace para levantarse de estos golpes que le da la vida?

La amistad. La gente me conoce de tantas vueltas que doy por la ciudad. Me aprecian y me ayudan.

Paso muchas calamidades, mucho hambre. Pero por mi orgullo no lo digo. La gente, en el fondo, conoce mis circunstancias y en vez de ayudar van a hundirte. Te dan un par de euros y se creen que te están salvando la vida.

P. ¿Su propio orgullo le hace seguir adelante?

Sí. Y el fútbol, que es mi vida. Si me lo quitas lo paso mal. No es normal que en mi situación tire ha-

P. Dicen que usted recuerda las matrículas de todos los jugadores y directivos que han pasado por el FC Cartagena.

Así es. La cabeza es lo único que me funciona. Te hablo incluso de futbolistas que estuvieron aquí hace 15 años y ahora vienen de ojeadores, entrenadores, secretarios y cosas así. Ni yo mismo sabría decirte todas las que tengo memorizadas, te quedarías pasmado.

P. ¿Qué podría destacar de su infancia?

Con 6 años ya estaba en la calle, me escapaba del colegio y ayudaba a mis padres a limpiar. Aprendí a leer y a escribir en la calle, con el ‘Marca’ que compraba mi padre. En la calle te quedas con todo.

Los perros callejeros somos los más listos porque nos quedamos con todo. Yo lo único que quiero es tener luz, enchufar una bombilla y poder ver la tele. Es muy duro el invierno con velas. Es mi ilusión, aunque estoy así casi 20 años.

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PINATAR ARENA, EL PARAÍSO DEL FÚTBOL Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

En sólo dos años, Pinatar Arena se ha convertido en uno de los complejos de fútbol más importantes no ya de España sino de Europa. Sus impresionantes instalaciones han logrado atraer a más de 150 equipos distintos de 25 países. Por allí han pasado más de 5.000 futbolistas de casi 50 nacionalidades. Shakhtar, Borussia, CSKA de Moscú, Malinas, Standard de Lieja, Heerenveen, Dinamo de Zagreb o Copenhague son sólo algunos de los prestigiosos clubes que han elegido Pinatar Arena para prepararse. Eso sin contar con algunos españoles como Elche, Almería, Valladolid, Rayo o Betis, o selecciones nacionales como la Sub-21 o las femeninas de España o Rusia.

El 7 de enero de 2013 se disputó el primer partido en el campo principal. Jugaron Malinas de Bélgica y MC Argel. Desde entonces, en 26 meses, ya se han jugado más de 200 partidos con la friolera de 160.000 espectadores. Pinatar Arena se ha convertido en el paraíso del fútbol y no hace mucho un telediario de una de las grandes cadenas televisivas nacionales hablaban del complejo como uno de los tres más importantes de España.

El que fuera capitán del F.C. Cartagena, Mariano Sánchez, es el presidente de Pinatar Arena. Como buen arquitecto fue quien diseñó todo el complejo. Cuenta a su lado con un gran equipo de profesionales encabezado por Fran de Paula, que fue presidente del ‘Efesé’ y que dirigió durante más de una década el fútbol en La Manga Club.

Pinatar Arena cuenta con 7 campos de fútbol, todos de césped natural. El principal, con

medidas FIFA, dispone de iluminación artificial con los mínimos requeridos, capacidad para 3.500 espectadores en las gradas y todo tipo de comodidades para prensa y futbolistas. Pero además, el complejo dispone de áreas para entrenamientos específicos y tres campos en los que los equipos pueden trabajar con total privacidad. Llaman la atención los modernos y vistosos vestuarios así como las zonas para masaje y recuperación.

Pinatar Arena dispone de una escuela de tecnificación y un restaurante propio ‘Archibb’, con capacidad para más de 250 comensales y desde cuya terraza se pueden presenciar los partidos del campo principal. Pero todo no es exclusivamente fútbol. También cuenta con un gimnasio de última generación con sala fitness, piscina cubierta, amplias zonas de SPA, clínica de fisioterapia y estética, y hasta una tienda de deportes. Todo eso sin contar con las pistas de pádel, cuatro de ellas cubiertas, y dos de pádel-fútbol.

Sus promotores pusieron en marcha este proyecto con la idea de convertirlo en referencia mundial en las concentraciones deportivas. Y ya lo han logrado a tenor del número y calidad de los clubes que ‘aterrizan’ en sus instalaciones. Pinatar Arena ya es otro motivo por el que los murcianos podemos sentirnos orgullosos.

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LA BOCA, EL ORIGEN DE MUCHAS LESIONES MUSCULARES Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

No todo el mundo sabe que una simple caries puede ser origen de determinadas lesiones de tipo muscular. Es más, hay expertos que aseguran que el cuidado dental reduce en un 70 por ciento las lesiones musculares en futbolistas u otros deportistas. Eso sin contar con los problemas que puede generar en cuello o espalda una mala oclusión dental. Incluso fuerte dolores de cabeza. La mayoría no es consciente de que padecer algún tipo de enfermedad en la boca puede desembocar en problemas de mayor índole en el resto del organismo, en otros órganos como el corazón, el estómago, el hígado y todo el sistema músculo esquelético. En la boca se acumulan millones de bacterias y una mala higiene da lugar a caries y enfermedades de las encías.

Por esta razón, la odontología deportiva cobra cada vez mayor importancia. Hace ya algo más de una década se creo en Madrid la Sociedad Española de Odontología del Deporte.

El especialista cartagenero José Ángel Nieto explica que “está claro que la placa bacteriana es un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las bacterias entran en el flujo sanguíneo, algo que puede

ser el origen de patologías a distancia”.

La Universidad de Barcelona ha llevado a cabo un estudio en el que se han tomado como muestra a 30 jugadores del F.C. Barcelona y en el que ha quedado demostrado que una buena salud bucodental reduce el riesgo de lesiones musculares.

“Es fundamental cuidarse la boca”, indica el doctor Nieto Olivo, que añade que “es imprescindible cepillarse los dientes, las encías y la lengua, después de cada comida y acudir regularmente al dentista para someterse a revisiones. Sería conveniente una revisión al año. No hay que olvidar que en muchas ocasiones tras una lesión muscular hay algún tipo de problema en cualquier pieza dental o las encías”. A veces, lo que se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para un futbolista se puede solucionar simplemente con una visita a un dentista. Es así de sencillo.

En el caso de los niños, los padres deberían estar muy pendientes de la boca de sus hijos y realizar las revisiones pertinentes. La prevención es siempre el mejor aliado contra cualquier patología o enfermedad.

Y por la boca ‘entran’ muchas de ellas.

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El césped artificial cubre nuestros campos CADA VEZ SON MÁS LOS TERRENOS DE JUEGO QUE CUENTAN CON ESTE TIPO DE SUPERFICIE SINTÉTICA

La Combina José Albaladejo. Ayto. Cartagena

El césped artificial se impone y poco a poco todos los campos de fútbol del municipio van disponiendo de este tipo de superficie. Hace unos años, la gran mayoría de terrenos de juego eran de tierra, pero, afortunadamente, ya son más los sintéticos.

Con la ayuda de muchos de los clubes, el ayuntamiento, que se ocupa del mantenimiento y gastos como la luz o el agua de la compleja red de campos de fútbol de Cartagena, en la que juegan casi 250 equipos y más de 4.000 niños y niñas, ha ido llevando el césped artificial hasta casi todos los rincones del término municipal. Ya son quince los que lo tienen y están situados en El Algar, Alumbres, Los Belones, Los Dolores, Ciudad Jardín, Santa Ana, Playa Paraíso, Urbanización Mediterráneo, Llano del Beal, Nueva Cartagena y la Ciudad Deportiva Gómez Meseguer. Además, hay otras tres instalaciones que poseen hierba natural; Gómez Meseguer, Pozo Estrecho y el Estadio Municipal Cartagonova.

En algunas diputaciones y barriadas aún siguen esperando el césped; El Albujón, La Aljorra, José María Lapuerta, Las 600, La Palma, El Bohío, San Ginés, Barriada Santiago, Molinos Marfagones, La Vaguada o Bastarreche, mantienen sus campos de tierra. La intención del consistorio, según fuentes del propio ayuntamiento, es que en unos años todos estos campos sean de césped artificial. Las ventajas, obviamente, son innumerables.

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Dolorense, el más reciente

El campo de fútbol de San Juan Bosco de Salesianos en Los Dolores ha sido el último en estrenar el césped artificial. Sus dirigentes llevaban tiempo trabajando para modernizar sus instalaciones y finalmente lo han logrado. Ahora, sin duda, cuentan con uno de los mejores campos de fútbol del término municipal. A la inauguración de las remozadas instalaciones del popular barrio dolorense acudió la alcaldesa, Pilar Barreiro, junto con el concejal de Deportes, Diego Ortega.

También la diputación de Los Belones dispone desde hace muy poco tiempo de un campo de fútbol 8 de césped artificial. Algunas instalaciones

tienen campos de ambas superficies. Es el caso, por ejemplo, de La Vaguada, que aunque para fútbol 11 mantiene la tierra, sí que dispone de césped sintético en fútbol 5.

Cada vez son más las instalaciones deportivas que instalan superficies de este material, cuyas características permiten la práctica intensiva del fútbol con un nivel de mantenimiento muy bajo, ya que el ahorro de agua es una de las grandes ventajas que ofrece. Sin olvidar que en días de lluvia y gracias a su drenaje en la mayoría de ocasiones no es necesario suspender el evento deportivo, cosa que si sucede con demasiada frecuencia en los campos de tierra.

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Lo que pudo haber sido y no fue Diego de Haro Abel F. Ros

La historia del Fútbol Sala en Cartagena se puede resumir con una frase castiza: “Días de mucho, vísperas de poco”.

Unos días ilusión, otros desilusión y otros indiferencia para la inmensa mayoría de aficionados a este deporte tan querido por muchos como ignorado por otros.

Durante muchísimos años ha sido un referente nacional, dado que ha permanecido durante trece temporadas en la máxima categoría del Fútbol Sala, dando muchas jornadas de satisfacción a los aficionados y

dirigentes.

Pero en la actualidad está pasando por una travesía en el desierto, pese al esfuerzo de algunos pocos.

El equipo de las penas y casi glorias, y digo “penas” porque aunque es bastante meritorio el mantenerse durante tantos años en la élite del deporte nacional con el sacrificio tanto personal como económico de algunos, rara vez se cumplieron los objetivos marcados, casi siempre motivados por el factor monetario.

Las “casi glorias” fueron efímeras, dado que la aparición

de una empresa constructora en la que tenían el dinero por castigo y con la cual nunca se llegó a tocar el cielo, solo rozarlo, acabó como el rosario de la aurora.

Qué mal se hicieron las cosas y qué manera de malgastar aquellos días. Todo hacía pensar que el dinero lo podía todo y no fue así. Se ficharon los jugadores más caros del mundo y se invirtió en una estructura faraónica cuyo único resultado fue ser finalista de liga.

Pero como casi todo en la vida las cosas que no tienen cimientos se caen al primer envite. Así fue: después del fracaso deportivo hubo “espantá” y todo volvió a ser lo que era o mucho peor.

De nuevo, los que siempre estaban ahí y habían luchado con más o menos medios retomaron las riendas del club, intentando mantenerlo donde verdaderamente se merecía.

Ahora, en la actualidad, quedan los de siempre, los que nunca abandonan, los que llueva o truene permanecen.

Ojalá que el trabajo que se está haciendo con medios económicos limitados tenga recompensa y se vuelva a la categoría que nunca se tenía que haber perdido.

UNA ‘MÁQUINA’ DE LAS DE ANTES ENTREVISTA A BLAS MORENO LORENTE, ‘BLAS’ EXJUGADOR DE FÚTBOL SALA

Juan Pedro Hurtado Abel F. Ros

No todos los aficionados al fútbol sala en Cartagena saben que uno de sus paisanos ha llegado a enfundarse la camiseta nacional, la ‘roja’. Eran otros tiempos y, tal vez, este deporte no tenía la difusión actual. Pero sí, un cartagenero; Blas Moreno Lorente ‘Blas’ (1966) llegó a ser uno de los más grandes en el fútbol de cinco. Jugó en algunos de los mejores equipos de España, entre ellos ElPozo o Caja Segovia, y llegó a disputar un europeo con la española. Pero todo eso muchos ni siquiera lo saben.

Blas ya apuntaba alto cuando jugaba en el Copisa de Torre Pacheco, entonces en Plata, pero explotó en Dévora de Elche, ya en Honor. Para entonces había dejado su trabajo como jefe de alimentación en una gran superficie y se disponía a recorrer buena parte del país; El Pozo, Segovia, Astorga… El fútbol sala de entonces era diferente. Había dos federaciones, la de fútbol sala y la de fútbol 5. “En la selección coincidí con gente como Lorente o Ricardo y quedamos terceros en Portugal en el Campeonato de Europa. Mi error fue que me fui a la de fútbol sala y cuando me llamaron para la otra dije que no. Cuando la unificación esa se convirtió en la de la Liga Nacional. A mí ya no me volvieron a llamar”.

Blas, que ahora roza los 50, era un jugador con mucho talento.

Seguramente ahora habría llegado mucho más lejos. Al principio era pivot. En Elche, en su primer año, marcó 70 goles. “Chico Lins decía que las dos mejores bicis del mercado eran la suya y la mía, pero que la mía era aún mejor que la suya”. Driblaba muy bien, defendía, pasaba, era ordenado. Un jugador muy completo y desequilibrante.

Su paso por Murcia fue fugaz. “Estuve un año con Ricardo, Vicentín, Andrés… Era un equipo muy completo y luchamos por los títulos pero fallamos en Liga y en Copa. Fue un fracaso”.

Blas no pudo ser profeta en su tierra. “Es que en Cartagena, cuando era joven, no había nada. Por eso es posible que la gente no me conozca demasiado.

Me fui muy joven. Es cierto que a mi vuelta sí que tuve mucho que ver en el ascenso. Antonio Mínguez y los que estaban desconocían el fútbol sala. Lo coordiné todo, incluso los fichajes. Hacía también de director deportivo”.

En los banquillos ha hecho sus pinitos, pero nada serio. “No tengo nivel 3 y no puedo entrenar al primer equipo. De todos modos, a esto no se puede dedicar uno porque no es un deporte serio. Es para tenerlo como segunda actividad.

No me desagradaría estar en un cuerpo técnico, pero lo principal es el

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trabajo”.

Blas se muestra un tanto desencantado con el fútbol sala actual. “Es que el de ahora es muy feo. Todas las estrategias de presión arriba se eliminan porque el portero con la mano puede hacerlo todo.

A excepción de tres partidos de ElPozo o Interviú, el resto el nivel de jugadores es bastante bajo en comparación con mi época. Comparo a Interviu de ahora con el de antes y no tiene nada que ver. Es un fútbol sala más físico. Los jugadores no se rigen por un sistema determinado de movimientos en ataque. Antes un córner con la mano era medio gol y con el pie ya no es lo mismo. Creo que las nuevas reglas han matado al fútbol sala. Además, no se puede entender que este deporte, con la cantidad de licencias que hay, siga sin ser olímpico”.

En la conversación con este ex jugador cartagenero es inevitable hablar sobre el futuro del fútbol sala en la ciudad. “La situación es muy mala porque las bases no están trabajadas. Habría que fijarse en ElPozo. Y no es sólo cuestión de dinero. Hay que tener claro que los mejores entrenadores tienen que estar en las bases.

Plásticos Romero es un referente en cuanto a las bases en la Región y, sin embargo, los entrenadores que tiene no son buenos”.

Ve difícil Blas que Cartagena vuelva a lo más alto. “La etapa de Polaris fue engañosa. Había dinero, pero la gestión fue nefasta.

Conozco jugadores que ganaban seis millones de pesetas y les ofrecían de entrada más de veinte. Tiraron el dinero. Una pena porque se podía haber hecho un proyecto impresionante a largo plazo. Ahora, o cambia la situación o es futuro cero porque no hay bases. En el momento que Plásticos Romero se canse y se marche aquí no habrá nada”.

Blas ya apenas practica el deporte que tanto amó. “Tengo la rodilla fastidiada y prácticamente ya no juego. Ahora salgo en bicicleta de montaña que me va de maravilla. Eso sí, hemos hecho un grupo los futbolistas de antes y de vez en cuando nos estamos juntando”.

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La gestión de los residuos es cosa de RETRAMUR LA EMPRESA, LÍDER EN LA REGIÓN, OFRECE SOLUCIONES INTEGRALES Y LA MAYOR EFICACIA

La gestión integral de residuos tiene como referencia en la Región a la empresa Retramur GR. Gestiona más de 10.000 toneladas al año de residuos, generados principalmente por la industria murciana. Desechos que tienen como destino final gestores autorizados para cada tipo de residuo.

Esta compañía líder en el sector comenzó a ejercer su actividad bajo la denominación de José Bautista Moreno en 1990. Desde entonces ha crecido rápidamente, ampliando su flota de vehículos y su ámbito de recogida, y con ella su cartera de clientes.

Retramur GR está especializada en la recogida de aceite usado, residuos de la automoción, gestión de residuos industriales como lodos, aguas residuales, tierras contaminadas o disolventes. Actualmente dispone de una flota de 22 vehículos, certificados y autorizados. Gracias a ellos ofrece un servicio ágil y eficaz a sus clientes.

Hace más de cuatro años, la empresa puso en marcha el Centro de Transferencia de residuos peligrosos y aceites usados, situado en el Polígono Lo Bolarín de La Unión. A partir de ahí comienza a desarrollar servicios de limpiezas industriales. El centro cuenta con espacios habilitados para el almacenamiento de los residuos, clasificados, identificados y dispuestos según criterios de incompatibilidad para evitar la interacción entre los mismos. Además, dispone de un depósito de seguridad para los residuos más inestables y que requieren de un acondicionamiento especial, y de un tanque de 37 metros cúbicos de capa-

cidad para almacenar aceite usado.

Su gerente, José Bautista, ha explicado que “cuidamos especialmente el mantenimiento de las instalaciones, la limpieza y el orden de los residuos almacenados y cumplimos con todas las normativas en materia de seguridad industrial”.

Retramur acaba de incorporar un nuevo Centro de Transferencia para residuos peligrosos y no peligrosos, que se ha instalado en dos parcelas contiguas en el propio polígono unionense, con una superficie de casi dos mil metros cuadrados y que dispone de dos tanques de almacenamiento, una lavadora industrial para lavado y recuperación de envases, una compactadora para plásticos, papel y cartón, junto con distintos sistemas para almacenamiento y control de residuos.

SERVICIO INTEGRAL

Entre los clientes de Retramur hay empresas de muy diversos sectores: canteras, alquiler y fabricación de maquinaria, energía, industria, automoción, transporte, turismo u hostelería, algunas de ellas de reconocido prestigio y presencia internacional. A las empresas hosteleras les ofrece la recogida de aceite vegetal usado, cartón, envases plásticos, metálicos y de vidrio, tóner y tubos fluorescentes, además de la limpieza de la fosa séptica y del decantador. Retramur cuenta con maquinaria específica para la limpieza de extractores de humos. Para las

empresas del sector automoción, ofrece una gestión integral de todos los residuos, igual que en el sector industrial, donde gestiona desde el más pequeño de los residuos, como las pilas botón, por ejemplo, hasta la colocación de contenedores para maderas o plásticos, y, por supuesto, el lavado y aspiración de tanques y lodos. También las oficinas se pueden beneficiar de los servicios de esta gran empresa que incluyen la recogida de papel, destrucción de documentos, equipo electrónico, pilas tóner o colocación de prensas para reducir los voluminosos de papel y cartón.

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