"El Apego"

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Universidad Católica de la Santísima Concepción. Facultad de Educación. Carrera: Educación de Párvulos. Asignatura: Formación Personal y social del Párvulo. Tercer Semestre 2011. Docente: Sra; Verónica Riquelme.

FORMACION PERSONAL Y SOCIAL DEL PARVULO “EL APEGO”

Alumnas:

Cristina Arévalo A. Soledad Campos M. Ivonne Campos P. Tamara Melo B. Belén Monsalves.

Concepción 12 de Mayo 2011.

Docente:

Sra; Verónica Riquelme.

Carrera:

Educación de Párvulos.

Asignatura:

Formación Personal y Social del Párvulo.


INTRODUCCION. A la luz de la de la investigación acumulada sobre desarrollo infantil se ha sostenido que la capacidad humana flexible para compartir estados mentales con otros, formula y revoluciona la interfaz que propicia el apego, tanto entre la relación cuidador – infante dando una actitud que funcione para mantener un compromiso positivo para regular y formar relaciones futuras en sociedad. En esta recopilación de datos sobre las teorías del apego presentan una forma de comprobar que las relaciones humanas toman muchas formas, pero la mas intensas las que producen mayor placer y a veces dolor, son aquellas con la familia, amistades, etc, pero quienes representan mayor el vinculó de apego dentro de estas relaciones son madres, padres y cuidadores, estos agentes causan un vinculó especifico y especial sobre todo el de la madre con su hijo. En estos apuntes se quiere destacar y dar a conocer sobre el apego como un tema relevante dedicado especialmente a madres e hijos saber reconocer la afectividad presente y demostrar que tanto la capacidad como el deseo de formar relaciones emocionales están asociadas a la organización y funcionamiento de partes especificas del cerebro humano, así como el equilibro de neurotransmisores sustancias químicas que permiten la transmisión de impulsos nerviosos y sus conexiones. En realidad esto del apego es mas complejo de lo esperado, si pensamos que el cerebro no solo nos permite ver, oler, gustar, pensar, movernos, etc, también es el órgano que nos permite amar permitiendo formar y mantener relaciones dejando claro que todo se desarrolla en la infancia que representa experiencias durante los primeros y vulnerables años de vida, influyen significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones intimas emocionalmente saludables, considerando la empatía , el afecto, el deseo de compartir , la capacidad de amar, todo esto genera en el futuro de la persona características de una persona adulta asertiva, operativa y feliz., por ello es indispensable hacer un recorrido mostrando las teorías, personajes importantes que han plasmado aciertos y desaciertos sobre el tema referente al apego, el querer mostrar que sucede en la infancia nos lleva a recorrer el largo camino de niñez temprana tema medular que se desea mostrar.


RESEÑA HISTORICA “EL APEGO” Sin duda alguna, el infante humano no está equipado para sobre vivir por sí mismo sin la ayuda de figuras protectoras que lo alimenten, brinden calor cuando lo necesite y lo auxilien en circunstancias en las que se enferma o se lastima. La teoría sobre el APEGO, formulada inicialmente por el psiquiatra británico John Bowlby y la investigadora canadiense Mary Ainsworth, intenta explicar los efectos de los vínculos tempranos de protección en el desarrollo psicológico del neonato y el infante, así como los efectos que produce el no contar con tales vínculos. Bowlby (1982) planteó su teoría sobre el apego a partir de su trabajo clínico como psiquiatra; antes de graduarse había trabajado en calidad de voluntario en una escuela a la que asistían niños con desajustes emocionales agudos. Las observaciones que pudo realizar allí lo convencieron acerca de la importancia de los vínculos familiares y de la necesidad de involucrar a los miembros de la familia en el abordaje terapéutico de esos niños. Sus ideas no fueron bien acogidas, especialmente por sus supervisores psicoanalíticos- Melanie Klein y Joan Riviere -. Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1945), Bowlby pasó a desempeñarse como Jefe del Departamento de Niños de la Clínica Tavistock, en Londres. Pudo crear su propia unidad de investigación, centrada en el estudio de las relaciones familiares y las consecuencias de las disrupciones en los vínculos madre-hijo. Colaboró con su colega John Robertson en la recolección de datos sobre los efectos de la hospitalización en el desarrollo psíquico de los niños. Dado que desde la mirada única del psicoanálisis le resultaba imposible realizar las investigaciones que tenía en mente, decidió acercarse a colegas que realizaban investigaciones en etología, (observaciones de la conducta animal), psicología cognitiva, neurobiología y teoría sistémica. Bowlby señala que los lazos afectivos entre los niños y quienes les brindan protección y cuidado tienen una base biológica que debe ser analizada en el marco de un contexto evolucionista. Los neonatos se comportan de maneras que aseguran el acercamiento a adultos protectores. Las condiciones que amenazan las posibilidades de salud y sobrevivencia ponen en juego los comportamientos de apego. La teoría sobre el APEGO se focaliza en el estudio de proceso en los niños e infantes los que desarrollan sentimientos de confianza en la protección paterna y/o adulta.


LA TEORIA DEL APEGO. Esta es una teoría iniciada en los años cincuenta que parte de una perspectiva etológica. Sus principales exponentes, J. Bolwby y M. Ainsworth plantean que la separación producida entre un niño pequeño y una figura de apego es de por sí perturbadora y suministra las condiciones necesarias para que se experimente con facilidad un miedo muy intenso. Como resultado, cuando el niño visualiza ulteriores perspectivas de separación, surge en él cierto grado de ansiedad. El propio Bolwby cree que su planteo es una combinación de la teoría de las señales y de la teoría del apego frustrado (Bolwby, 1985). Como resultado de este experimento Ainsworth y bell postularon lo que se conoce como los diferentes tipos de apego.

Algunas Teorías sobre el apego. John Bowlby (1907-1990), fue un psicoanalista inglés, notable por su interés en el desarrollo infantil y sus trabajos pioneros en la teoría del apego. Perteneció a una familia de clase media alta, donde ocupó el cuarto puesto de seis hijos, siendo criado por una niñera. Su padre fue Sir Anthony Bowlby, un cirujano de la Casa Real que sufrió una trágica historia personal; perdió a su padre de forma prematura, mientras servía como "corresponsal" en la guerra anglochina del opio. John fue un niño bastante desatendido durante la infancia, pues tan sólo veía a su madre una hora al día después de la "hora del té". Ello se debía a que la aristocracia británica, consideraba que la atención parental excesiva resultaba contraproducente para los niños. La situación se agravaría para Bowlby a los cuatro años, cuando su niñera (su principal cuidadora), se fue de la familia. Aquella separación le marcó profundamente, representando para él " algo tan trágico como la pérdida de la propia madre". Al cumplir los siete años, John fue internado en un colegio mayor. Bajo éstas circunstancias y en relación al acúmulo de vivencias de separación traumática precoces que vivenció, es lógico comprender el porqué de sus posteriores estudios, centrados en la ansiedad y angustia inherentes a cualquier separación, en concordancia con los recuerdos desagradables de aquel tiempo. Paradójicamente, lejos de destruirle, aquellas experiencias le dotaron de una inusual sensibilidad al sufrimiento infantil, que le acompañó durante el resto de su vida. El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).


El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente. Éste planteamiento también puede observarse en distintas especies animales y que tiene las mismas consecuencias: la proximidad deseada de la madre como base para la protección y la continuidad de la especie. El trabajo de Bowlby estuvo influenciado por Konrad Lorenz (1903-1989) quien en sus estudios con gansos y patos en los años 50, reveló que las aves podían desarrollar un fuerte vínculo con la madre (teoría instintiva) sin que el alimento estuviera por medio. Pero fue Harry Harlow (1905-1981) con sus experimentos con monos y su descubrimiento de la necesidad universal de contacto quien le encaminó de manera decisiva en la construcción de la Teoría del Apego. El bebé –según está teoría- nace con un repertorio de conductas las cuales tienen como finalidad producir respuestas en los padres: la succión, las sonrisas reflejas, el balbuceo, la necesidad de ser acunado y el llanto, no son más que estrategias por decirlo de alguna manera del bebé para vincularse con sus papás. Con este repertorio los bebés buscan mantener la proximidad con la figura de apego, resistirse a la separación, protestar si se lleva a cabo (ansiedad de separación), y utilizar la figura de apego como base de seguridad desde la que explora el mundo. Más tarde Mary Ainsworth (1913-1999) en su trabajo con niños en Uganda, encontró una información muy valiosa para el estudio de las diferencias en la calidad de la interacción madre-hijo y su influencia sobre la formación del apego. Ainsworth encontró tres patrones principales de apego: niños de apego seguro que lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre; niños de apego inseguro, que lloraban frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres; y niños que parecían no mostrar apego ni conductas diferenciales hacia sus madres. Estos comportamientos dependían de la sensibilidad de la madre a las peticiones del niño. La teoría del apego tiene una relevancia universal, la importancia del contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas están presentes en todos los modelos de crianzas derivados de los diferentes medios culturales. La teoría formulada por John Bowlby y Mary Ainsworth sobre el vínculo afectivo que se establece entre madre e hijo es un planteo teórico de mucha fuerza en el área del desarrollo socio-emocional. Con el paso del tiempo esta teoría se ha fortalecido y enriquecido gracias a una gran cantidad de investigaciones realizadas en los últimos años que la han convertido en una de las principales áreas de investigación evolutiva (Oliva, s/a).


Teoría basada en observaciones naturalistas y en una extensa investigación empírica. En la década del 40, Anna Freud y Burlingham describieron la experiencia de cuidado de niños en una guardería separados de sus madres. Ellos observaron que los niños poco tiempo después de estar en las guarderías, desarrollaban un sentimiento intenso de posesión hacia las niñeras y daban señales de inquietud cuando esta no estaba disponible. Durante los años sesenta, Schaffer y Emerson (1964) realizaron en Escocia una serie de observaciones sobre sesenta bebés y sus familias durante los dos primeros años de vida. Este estudio puso de manifiesto que el tipo de vínculo que los niños establecían con sus padres dependía fundamentalmente de la sensibilidad y capacidad de respuesta del adulto con respecto a las necesidades del bebé (en Bolwby, 1985). En 1970 Ainsworth y Bell diseñaron la Situación del Extraño (en Bolwby, 1985) para examinar el equilibrio entre las conductas de apego y de exploración, bajo condiciones de alto estrés. Desde este momento la Situación del Extraño se convirtió en el paradigma experimental por excelencia de la Teoría del Apego. La Situación del Extraño es una situación de laboratorio de unos veinte minutos de duración con ocho episodios. La madre y el niño son introducidos en una sala de juego en la que se incorpora una desconocida. Mientras esta persona juega con el niño, la madre sale de la habitación dejando al niño con la persona extraña. La madre regresa y vuelve a salir, esta vez con la desconocida, dejando al niño completamente solo. Finalmente regresan la madre y la extraña. Tal y como esperaba, Ainsworth encontró que los niños exploraban y jugaban más en presencia de su madre, y que esta conducta disminuía cuando entraba la desconocida y, sobre todo, cuando salía la madre. A partir, de estos datos, quedaba claro que el niño utilizaba a la madre como una base segura para la exploración, y que la percepción de cualquier amenaza activaba las conductas de apego y hacía desaparecer las conductas exploratorias. Los estilos de apego se desarrollan tempranamente y se mantienen generalmente durante toda la vida, permitiendo la formación de un modelo interno que integra por un lado creencias acerca de sí mismo y de los demás, y por el otro una serie de juicios que influyen en la formación y mantenimiento de las dinámicas relacionales durante toda la vida de individuo. Por esto resulta importante la figura del primer cuidador, generalmente la madre, ya que el tipo de relación que se establezca entre ésta y el niño será determinante en el estilo de apego que se desarrollará. No obstante, otras figuras significativas como el padre y los hermanos pasan a ocupar un lugar secundario y complementario, lo que permite establecer una jerarquía en las figuras de apego.


APEGO SEGURO son los niños que cerca del año se muestran autónomos, sociables, dóciles, capaces de explorar el ambiente y perciben a sus padres como base segura, es decir, como personas sensibles a sus necesidades y que favorecen el contacto y la cercanía.Es un tipo de relación que se caracteriza porque en la situación experimental los niños lloraban poco y se mostraban contentos cuando exploraban en presencia de la madre. Inmediatamente después de entrar en la sala de juego, estos niños usaban a su madre como una base a partir de la que comenzaban a explorar. Cuando la madre salía de la habitación, su conducta exploratoria disminuía y se mostraban claramente afectados. Su regreso les alegraba claramente y se acercaban a ella buscando el contacto físico durante unos instantes para luego continuar su conducta exploratoria. Este es el ttipo de relación, donde la persona apegada siente una sensación de seguridad y confianza en la figura de apego, por lo tanto, le permite establecer vínculos con una persona a la cual él se acerca. Además así, se señala que el tipo de apego seguro es un lazo afectivo recíproco y privilegiado que refleja la confianza del menor en la disponibilidad de una persona específica (madre) que entiende las señales de comunicación, y que contiene, regula y protege en situaciones de estrés. ¿Entonces porque están importante el apego seguro? los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo. Todo niño, independiente de su raza, sexo o religión, necesita tener satisfechas ciertas necesidades indispensables para su desarrollo y maduración. Necesita que sus padres atiendan sus necesidades básicas (alimentación, sueño, higiene, salud) y afectivas (cariño, aceptación, seguridad, estabilidad). Proporcionarle un ambiente cálido, seguro y estable que le transmita confianza y seguridad es tan importante como el alimento, la higiene y las vacunas. ¿Cuándo se desarrolla este apego? Se desarrolla apego seguro cuando la relación que se establece entre el niño y sus padres, se caracteriza por ser una relación afectiva, cálida, segura y estable, en la cual tanto las necesidades básicas como afectivas están satisfechas adecuadamente. Los padres demuestran una respuesta “sensible” frente a las necesidades de sus hijos y responden empáticamente a éstas. Dicha relación produce seguridad, tranquilidad, consuelo y agrado en el niño. La cercanía física y las demostraciones de cariño son permanentes. de esta manera el niño que vive una relación de apego seguro, se siente “seguro”, “aceptado” y “en confianza”, lo que le permite explorar el mundo tranquilamente, porque tiene la certeza de la disponibilidad afectiva; en cualquier caso de peligro podrá recurrir a sus padres y estos estarán presentes para contenerlo y ayudarlo. Este, en particular, es uno de los aspectos iniciales más importantes del desarrollo infantil; los niños necesitan desarrollar un sentido de confianza en las personas (en una primera instancia, los padres). El sentimiento de que existe


una “disponibilidad afectiva”, permite el desarrollo de la “confianza básica inicial” que más tarde se transformará en “la confianza en sí mismo”, que le permitirá al niño establecer relaciones sociales satisfactorias, basadas en la confianza y la empatía. Cuando un pequeño ha experimentado buenos niveles de apego con su figura (Madre o Padre) podremos observar en el tiempo futuro, un individuo

autónomo, capaz de explorar el ambiente. Ello implica que cuando se

enfrente a una situación amenazante, de preocupación o angustia, será capaz de buscar el apoyo y contención de esta persona, y se adaptara mejor a la sociedad. Por ende sus relaciones interpersonales serán confiadas, cercanas, estables y satisfactorias, gracias a que sus padres le han otorgado la cercanía y el contacto necesarios, y la confianza.

¿Se puede fortalecer el apego desde temprana edad en los niños? Si bien el bebé no entiende el contenido exacto del lenguaje, sí comprende los contextos comunicativos. Por esto es tan importante hablarle siempre al niño y explicarle el mundo que lo rodea. Los bebés también tienen la capacidad de distinguir muy tempranamente quiénes son sus figuras de apego. De esta manera es muy importante que cada vez que los padres salgan de la casa, se despidan de su hijo(a), explicándole que volverán luego. De esa forma, él o ella aprende tempranamente que las separaciones y reencuentros son cotidianos, lo que en el futuro le permitirá tolerar los episodios de separación, como el ingreso a la sala cuna o jardín infantil.

Apego de los 0 a 3 meses del bebé En este periodo es importante que los padres o adultos significativos: •

Desarrollen la confianza básica en el bebé, en un espacio de miradas y sonrisas. La madre puede lograr esto a través de la lactancia.

Tomen consciencia de las señales del niño(a), para lo cual es importante observar los signos que nos comunican. Interpreten adecuadamente estos signos, es decir, traten de entender qué nos quiere comunicar.

Apego de los 3 a 6 meses del bebé Es importante que en este periodo los padres o adultos significativos: •

Interactúe con el bebé a través de distintos canales (visual, vocal, táctil y afectivo).

Imite los sonidos que hace el bebé, estableciendo verdaderos diálogos, en los cuales haya turnos para el bebé y el adulto.


Sea sensible a sus necesidades y desarrollo.

Sea capaz de “explicarle” al niño(a) las emociones o actitudes que éste manifiesta.

Comparta un tiempo de calidad de interacciones en un contexto de alegría y juego. Apego de los 6 a 12 meses del bebé Es importante que en este periodo el padreo adulto significativo:

Además de seguir siendo sensible a las necesidades del niño(a), vaya gradualmente permitiendo que el niño(a) aprenda a regularse: observar si el niño(a) logra resolver algún obstáculo por sí mismo y sólo intervenir si necesita ayuda.

Equilibre la cercanía física con el niño(a) a través de la estimulación de su exploración y autonomía. La meta es fomentar la autonomía en un contexto de seguridad, para que el niño(a) pueda pedir ayuda si lo necesita.

Sea capaz de “explicarle” al niño(a) cómo funciona el mundo que le rodea, así como explicarle las emociones o pensamientos que todas las personas tienen

Apego de los 12 a 24 meses del bebé Adulto significativo: •

Estimule la autorregulación del niño(a), dándole espacio de conciliar el sueño solo, que comience a comer de manera independiente y hacer pequeñas tareas autónomamente.

Refuerce en el niño(a) sus capacidades y habilidades.

Transmita al niño(a) su disponibilidad incondicional en caso de necesidad.

Sea sensible a sus necesidades acorde a su etapa de desarrollo. Establezca ciertas normas y límites para darles seguridad y fomento del autocontrol.

Tenga en cuenta que los padres son el principal modelo para los hijos. Por lo tanto, para lograr una conducta es fundamental practicarla con ellos.


Permita que su hijo se equivoque, promoviendo la autoestima, sin pretender que tenga un comportamiento perfecto. No olvide despedirse y luego saludar al bebé en los momentos de separación. Así, los niños aprenden a separarse de manera más natural, sabiendo que habrá un reencuentro cercano.

"sentirse querido significa, para cualquier niño, sentirse aceptado y valorado. Puede intentar resolver o superar situaciones difíciles apoyándose en la seguridad afectiva de ser aceptado. El niño necesita de afecto incondicional. Aquel que perdura sin exigencias, que no depende de su comportamiento. Podrá equivocarse, cometer errores y desobedecer, pero sin perder por ello el afecto. Esto le muestra al niño que él vale por sí mismo, con sus posibilidades y limitaciones. Es una fuente de tranquilidad, de seguridad y de autoestima. Ese afecto incondicional es, posiblemente, el pilar fundamental del apego seguro”

Munist et. al., (1998)

Fotografias de Apego Seguro


APEGO SEGURO CON EVITACION Hablamos de un apego inseguro evitativo, cuando la madre y/o el padre no responde de manera adecuada a las necesidades básicas y afectivas de su hijo y lo evita, tomando distancia emocional del niño. Los padres por problemas emocionales probablemente surgidos en su infancia con sus propias figuras de apego, sienten sentimientos como angustia, rechazo, y hostilidad frente a su hijo. Todo esto se expresa en actitudes o conductas evitativas; un niño que llora, incómodo por una necesidad insatisfecha, genera una incomodidad o tensión que le resulta difícil de manejar. Por lo tanto los padres intentarán manejar la situación negando las necesidades de su hijo y decir, por ejemplo, que no tiene hambre, cansancio o dolor. la evitación por parte de la madre y/o el padre provoca un gran riesgo para el desarrollo y futuro emocional del niño, puesto que las diversas experiencias de rechazo, de cuidados de poca calidad, falta de cariño y estabilidad, le impiden al niño desarrollar relaciones sociales cercanas, cálidas, empáticas y confiables. Cuando el niño se enfrente a situaciones problema le será muy difícil manejarlas y resolverlas de manera adecuada, puesto que evidentemente, no se ha desarrollado la confianza básica inicial y por lo tanto, tampoco la confianza en sí mismo. Este tipo de relaciones se caracteriza porque los niños se muestran bastante independientes en la situación del extraño. Ej: Desde el primer momento comienzan a explorar e inspeccionar los juguetes, aunque sin utilizar a su madre como base segura, ya que no tienden a comprobar su presencia, por el contrario la ignoran. Y si en este caso de ejemplo la madre el espacio donde el niño se encuentra, estos niños no se afectan y tampoco buscan acercarse y contactar físicamente con la figura de apego al reencontrarla, Incluso esta buscaba el contacto, ellos rechazaban el acercamiento. Su desapego era semejante al mostrado por los niños que habían experimentado separaciones dolorosas. El estilo de apego evitativo se caracteriza por ser un mecanismo de autoprotección que consiste en evitar o inhibir la conducta que busca proximidad con su figura de apego. Cuando las respuestas obtenidas por parte de ésta no sólo no satisfacen las necesidades afectivas del niño, sino también son generadoras de estrés, angustia y dolor, la inhibición de sus conductas de apego, como todo lo relacionado con su mundo emocional, le proporcionarán una vivencia de pseudoseguridad. Dantagnan (2005) Las investigaciones muestran que los niños que han desarrollado un estilo de apego evitativo han sido cuidados en su primera infancia por padres o cuidadores cuyas relaciones con el niño son una combinación de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Todo esto se expresa en actitudes o conductas controladoras, intrusivas y sobre estimulantes. Un bebé que llora, incómodo por una necesidad insatisfecha, cansado o temeroso, genera en su cuidador una incomodidad o tensión que le resulta difícil de manejar. Por lo tanto intentará manejar la situación negando las necesidades de su hijo y decir, por ejemplo, que no está cansado, con hambre o con dolor. La respuesta es tomar distancia emocional del niño, forzándolo a modificar su estado emocional. Con esta forma intrusiva de responder a las necesidades del niño, el cuidador intentará controlar las emociones que le generan malestar. Lo más característico en los niños con este tipo de apego es que no confían en que cuando busquen cuidados recibirán una respuesta servicial, por el contrario, esperan ser desairados e intentan volverse autosuficientes. ¿Cómo se desarrollan sus relaciones interpersonales? En su


relación con otros niños en la edad escolar parecen tener menor probabilidad de mostrar aflicción y dependencia cuando se lastiman o desilusionan, tienden a victimizar a los otros y pueden dar la falsa impresión de ser emocionalmente maduros, sin embargo son menos capaces de disfrutar la proximidad y la intimidad. Este patrón de apego suele ser el resultado de una actitud rechazante de la figura de apego cuando el niño se acerca a ella en busca de protección y consuelo (relacionada probablemente, a su vez, con sus propias dificultades de apego), aquí el conflicto suele estar más oculto y es una forma relacional de adaptación a experiencias dolorosas y desbordantes para las capacidades psicológicas y emocionales del niño en la edad temprana. ¿Cómo poder identificar a los niños con apego evitativo? Se les puede identificar ya que muestran menos sociabilidad y mayores manifestaciones de rabia, además las relaciones con sus pares son pobres. Sus maestros los definen como emocionalmente aislados, hostiles. Buscan excesivamente la atención de los demás. Al llegar a la edad escolar tienden a victimizar a los otros. No muestran aflicción y dependencia cuando se lastiman o se desilusionan. Son menos incapaces de disfrutar la proximidad y la intimidad que los niños con apego seguro. Con frecuencia tienen apariencia de arrogantes, con aires de superioridad moral a causa de la naturaleza estable y rígida de sus defensas que dan la impresión falsa de ser emocionalmente estables y maduros. Marrone (2001) explica esta conducta como la imposibilidad de estos niños a reconocer su propia vulnerabilidad, y por ello, proyectan sobre los demás para luego ridiculizar la respuesta sensible. Otra posibilidad que este autor señala es que algunos de estos niños hayan sido frecuentemente objeto de la hostilidad de uno o ambos padres y luego se identifiquen con el agresor, tratando a los demás como ellos fueron tratados. Soufre (1985) identificó tres tipos de evitativos en edad preescolar: • •

el bravucón mentiroso que le echa la culpa a los demás. el tímido solitario que parece emocionalmente plano y el niño perturbado que no muestra interés por el entorno.

¿Cómo identificar a las figuras de este apego? Se ha observado que los padres de niños con apego inseguro, no toleran la autonomía de sus hijos inhibiendo la conducta exploratoria mediante las represiones continuas. Asimismo no mantienen la disponibilidad emocional para hacer frente a las demandas de éste. Esta clase de padres suelen ser: distantes e ineficaces en ofrecer apoyo y cuidados. Estos niños a menudo son rechazados por sus progenitores; los cuales se caracterizan por ser coléricos y resentidos y se oponen a los deseos de hijo con regaños, tienen un estado de ánimo irritable y utilizan la fuerza física para obedecer. Se observan que mantienen poco contacto físico con los hijos cualitativa y cuantitativamente, no obstante cuando se relacionan las interacciones suelen ser intensas e intrusivas.


Para estos niños las repetidas experiencias de rechazo por parte de sus padres les lleva a desarrollar la expectativa de que las interacciones con ellos resulten adversivas y/o decepcionantes. En el aspecto de la comunicación la conversación entre padres e hijos es fragmentada, limitada, los temas son impersonales sin referencias a sentimientos y tienden a cambiar abruptamente. Alrededor del 20 por 100 de los niños y niñas no suele manifestar conductas desajustadas al separarse de la figura de apego, ni tampoco hay aumento de conductas de apego en el reencuentro. El sistema de apego, en estos casos, no parece funcionar como tal. La relación de estos niños con compañeros y educadores es más distante y desconfiada, y la adaptación al centro infantil, a largo plazo es peor que en el caso del apego seguro.

Fotografias de Apego Inseguro- evitativo


APEGO INSEGURO CON AMBIVALENCIA Estos niños están inseguros de si su progenitor será accesible o sensible o si lo ayudará cuando lo necesite, pero a la vez hay una abundante expresión de las emociones entre el niño y la figura de apego, aunque poco adecuadas a la experiencia que comparten en la realidad. A causa de esta incertidumbre, el niño siempre tiene la tendencia a la separación ansiosa y al aferramiento y se muestra ansioso frente a la exploración del mundo. El niño en este caso se comporta de modo tal que responde a una figura de apego que esta mínima o inestablemente disponible; el niño puede desarrollar una estrategia para conseguir su atención: exhibir mucha dependencia. Entonces acentúa su inmadurez y la dependencia puede resultar adaptativa a nivel biológico, ya que sirve para mantener la proximidad de la figura de apego. Sin embargo, a nivel psicológico no es tan adaptativa, ya que impide al niño desarrollar sus tareas evolutivas. Muy importante es entonces, señalar que en esta clase de apego, la madre no es considerada como base de seguridad para explorar el ambiente. Su relación con los compañeros es conflictiva, tiende a estar muy apegado a los educadores, y se adapta con dificultad al centro infantil. Estos niños vacilaban entre la irritación, la resistencia al contacto, el acercamiento y las conductas de mantenimiento de contacto. En el hogar, las madres de estos niños habían procedido de forma inconsistente, se habían mostrado sensibles y cálidas en algunas ocasiones y frías e insensibles en otras, Además de los datos de Ainsworth, diversos estudios realizados en distintas culturas han encontrado relación entre el apego inseguro-ambivalente y la escasa disponibilidad de la madre. Frente a las madres de los niños de apego seguro que se muestran disponibles y responsivas, y las de apego inseguro-evitativo que se muestran rechazantes, el rasgo que mejor define a estas madres es el no estar siempre disponibles para atender las llamadas del niño. Son poco sensibles y atienden menos al niño, iniciando menos interacciones. . Estas pautas de comportamiento habían llevado al niño a la inseguridad sobre la disponibilidad de su madre cuando la necesitasen, en otros casos se encontraron que en ciertas circunstancias estas madres se mostraban responsivas y sensibles, lo que habla de una capacidad de actuar adecuadamente a las necesidades de sus hijos. Sin embargo, el no hacerlo siempre hace pensar a los investigadores que el comportamiento de las madres está afectado por su humor y su grado de tolerancia al estrés.En la edad escolar estos niños suelen tener más posibilidades de ser victimizados. Tienen una tendencia a mostrar falta de estabilidad, ser irritables y perder el control con facilidad. esta pauta de apego, en la que el conflicto es evidente, se ve favorecida por el progenitor que se muestra accesible y colaborador en algunas ocasiones, pero no en otras, y por las separaciones y amenazas de abandono utilizadas como medio de control. En conclusión podemos afirmar que la figura de apego al no mantener un ritmo es su trato y su relación con el niño, provoca en este angustia, enojo, ambivalencia y rechazo, por la vivencia de una ansiedad profunda de ser amado y de ser lo suficientemente valioso, así como una preocupación en el interés o desinterés y en la disponibilidad emocional que muestran los otros hacia él.


Fotografias de Apego Inseguro- con Ambivalencia

APEGO INSEGURO DESORGANIZADO esta categoría se estableció posteriormente (main & solomon, 1990), al observar que algunos niños no eran clasificables en ninguna de las categorías anteriores pero presentaban características en común. Estos niños muestran comportamientos desorganizados e incoherentes. Los movimientos parecen congelarse y muchas veces presentan conductas estereotipadas. Este patrón de apego se ha encontrado con mayor frecuencia en poblaciones de niños de alto riesgo (tales como niños deprivados o sometidos a maltrato o abusos) y resulta predictivo de problemas de comportamiento en la infancia (solomon, George & dejong, 1995). El porcentaje de niños que presentan conductas desorganizadas es más alto en muestras clínicas. Mientras más altos sean los niveles de riesgo del niño (incluyendo riesgo biológico) y los de los padres (por ejemplo psicopatología parental), con mayor frecuencia y claridad nos encontraremos con desorganización en el niño. ¿Cómo reconoceremos a los niños que estén en este riesgo? Podremos reconocer a los niños que vivencien este apego porque ellos suelen Mostrar falta de estabilidad emocional. Son irritables y pierden el control con facilidad. Suelen tener más posibilidades de ser victimizados; en definición de marrone (2001) son “hemofílicos psíquicos”; cuando son heridos emocionalmente no pueden dejar de sangrar, por ello resultan blancos de los acosadores. Son tensos, impulsivos, fácilmente frustrados, incapaces o pasivos. Los padres que establecen una relación vincular de apego desorganizado con sus hijos, no sólo no poseen las capacidades parentales para responder de manera adecuada a las necesidades básicas y afectivas de sus hijos, sino que la mayoría de las veces, los maltratan física y psicológicamente. Las estadísticas demuestran que, el 80% de los niños que manifiestan este estilo de apego sufre maltrato infantil severo en su hogar. Lyon-Ruth & Block, (1996) citado en Dantagnan (2005) afirman que: “Mientras más severa es la historia de violencia y abuso de los padres, más hostil es la relación con sus hijos. (…) las experiencias


traumáticas no elaboradas, impregnan sus prácticas parentales de miedos intensos y angustias, que se transforman en rechazo, violencia física o abuso sexual”. Fotografias de Apego Inseguro-Desorganizado

Los últimos 3 estilos de apego inseguro mencionados anteriormente, representan un riesgo importante para el desarrollo infantil, el estilo de apego desorganizado es considerado el de más alto riesgo, puesto que los padres presentan incompetencias parentales severas y problemas emocionales graves, producto de experiencias traumáticas en su infancia, tales como haber sido víctima de maltrato infantil, negligencias, abandono, abusos sexuales y un sinfín de experiencias traumáticas no elaboradas. Este estilo de apego en particular se vincula de manera directa con el maltrato infantil.


COMO Y CUANDO SE PRODUCE EL APEGO. A lo largo de esta investigación hemos podido profundizar y darnos cuenta que si bien el apego solido se da a la segunda mitad del primer año de un niño (a). No hay nada más genuino y conmovedor que el primer contacto de una madre con su hijo. Hoy está comprobado que respetar esa intimidad reporta enormes beneficios a futuro. Bien, para definir el concepto de apego una vez más y de forma más sencilla, diremos que es una relación especial que el niño establece con un número reducido de personas. Es un lazo afectivo que se forma entre él mismo y cada una de estas personas, un lazo que le impulsa a buscar la proximidad y el contacto con ellas a lo largo del tiempo. Es, sin duda, un mecanismo innato por el que el niño busca seguridad. En los planos mas generalizados el apego se produce como respuesta a la ausencia de la figura de apego que el niño tiene, cuando este se da cuenta que esta figura puede alejarse se produce esta sensación de apego de forma instintiva, ¿Cuándo son más relevantes? las conductas de apego se hacen más relevantes en aquellas situaciones que el niño percibe como más amenazantes (enfermedades, caídas, separaciones, peleas con otros niños....). El llorar es uno de los principales mecanismos por el que se produce la llamada o reclamo de la figura de apego. Más adelante, cuando el niño adquiere nuevas capacidades verbales y motoras, no necesita recurrir con tanta frecuencia al lloro. Una adecuada relación con las figuras de apego conlleva sentimientos de seguridad asociados a su proximidad o contacto y su pérdida, real o imaginaria genera angustia. Los vínculos de apego no sólo van establecerse con los padres o familiares directos sino que pueden producirse con otras personas próximas al niño (educadores, maestros, etc...).El vínculo del apego no se produce de golpe, ni en un solo día, sino que se elabora y fortalece a lo largo de mucho tiempo. Requiere ciertas condiciones por parte del adulto, entre ellas, el admitir la existencia de ese instinto y el deseo de querer a alguien. En la segunda mitad del primer año, se forma el sistema de relaciones (el apego, miedo a extraños…). Durante este período quiere a sus figuras de apego y rechaza a los desconocidos. Para poder ofrecer un marco teórico al cómo y cuándo se produce el apego, señalaremos las fases de j. Bolwby:

Pre- apego 0 -6 semanas: •

Él bebe prefiere los estímulos humanos (rostro)

No reconoce la figura de quien lo cuida

Solo reconoce la voz y el olor de su madre

No hay aún un apego definido


Formación del apego 6 semanas 6/8 meses: •

Prefiere a las personas que le son familiares

Aun no rechaza a los desconocidos

Interacción privilegiada con la mama; sonrisa, llanto y vocalizaciones diferenciales.

Apego bien definido 6/8 meses – 18 meses: •

Cuando la figura de apego se aleja se produce la ansiedad de la separación

Miedo a los extraños buscando refugio en las figuras de apego

El niño ya sabe que la madre sigue existiendo aunque no esté con el

Formación de la relación reciproca 18 – 24 meses: •

La interacción con las figuras de apego evoluciona gracias a las nuevas capacidades mentales, lingüísticas adquiridas por el niño (a)

Apego, Autorregulación y Organización Cerebral. Las Reflexiones Integradoras de Allan Schore (Psicoanalista, neurobiólogo, psicologo del desarrollo y teórico de los sistemas complejos) Felipe Lecannelier pretende de este autor mostrar la propuesta y aporte sobre el apego, dando a conocer diferentes áreas y enfoques del conocimiento más amplios y destacados. Allan schore investiga sobre las neurociencias con respecto al apego destacando que las interacciones afectivas entre madre y bebé afectan el desarrollo de sistemas de regulación cerebral responsables a su vez de la regulación de la conducta, los afectos, las cogniciones y la fisiología del bebé por ello el autor quiere otorgar un modelo teórico del desarrollo de los sistemas de regulación cerebral. El desarrollo temprano es una conjugación de mecanismos biológicos y experiencias dado que el periodo temprano de desarrollo desde el embarazo hasta el segundo año es lo que se conoce como un “Periodo Sensible” o “Periodo Critico”


esto significa que existe un momento en donde es critica y vital la presencia de ciertos elementos y estímulos para un adecuado desarrollo del organismo sin dejar de lado al cerebro porque experimenta un acelerado y estructurado crecimiento durante este periodo llamado” sensible” participando factores biológicos esto es una programación del organismo para un futuro desarrollo. La organización cerebral humana no solo necesita del ambiente para su desarrollo y organización, si no que esta diseñada para adaptarse al ambiente, por lo tanto el cerebro mas que ser un organismo solo biológico ,seria mas prudente reconocerlo como un órgano Bio- psico- social, su adaptación en periodo sensible tiene que ver con un contexto de relaciones afectivas continuadas y coherentes por un numero limitado de cuidadores, también lo podemos llamar como “ contexto de apego” ,donde cerebro y apego son procesos co- dependientes. En el apego se debe considerar la “Teoría de la Regulación” esto significa que durante el encuentro afectivo entre la madre y su bebé, ella regula de un modo inconsciente e intuitivo una serie de activaciones fisiológicas y emocionales del segundo, estos reguladores causan en el bebé un conjunto de habilidades y mecanismos para enfrentar regular el estrés, las emociones, las situaciones impredecibles así se dice que la madre modela y modula con sus actos de cuidadora el cerebro del bebé. Para ejercer funciones reguladoras participan sistemas y ejes cerebrales por ejemplo el eje simpático; el eje simpáticoadenomodular; el eje hipotalamico- pituitario- adrenergico regulando este ultimo la respuesta del estrés por la secreción de cortisol (hormona del estrés). Todo estos sistemas si se desarrollan y funciona en forma adecuada vinculan y facilitan el enfrentar y regular de un modo flexible y adaptativo las demandas de la vida de periodos tempranos y posteriores, dando lugar a que el apego fomente las nacientes capacidades del bebé para regular el estrés con la ayuda de los sistemas cerebrales pertinentes porque así desde la neurociencias es bien dicho que las relaciones tempranas para el desarrollo de las habilidades de regulación psico- fisiológicas cobrar mayor importancia.

Sincronía Afectiva y Desarrollo cerebral temprano Existen teorías que dicen que entre la madre y el bebé se producen una serie de encuentros sensoriales y afectivos que van moldeando la organización mental del bebé ,por ejemplo mirarse mutuamente, jugar, tocarse, emitir diversas expresiones faciales, cambiar de postura corporal al interactuar y coordinarse mutuamente, estos son todos procesos que generan patrones mutuos de comunicación y regulación eso se conoce como “Sincronía afectiva” que implica compartir y anticipar estados afectivos entre madre e hijo generando un tipo de lenguaje sin palabras donde la díada se va comunicando y adaptando a sus propios cambios de estado que son afectivos, fisiológicos, cognitivos. Todos estos eventos de sincronía, coordinación afectiva promueve procesos vitales para un futuro desarrollo del infante ,por ello la sincronía de ritmos biológicos, el desarrollo de habilidades de regulación afectiva y fisiológica, las habilidades


comunicativas, la capacidad cognitiva, es mas lo que se conoce como sentido de la responsabilidad personal todos estos micro-procesos sensoriales mutuos es lo que Schore denominó como “Apego” reconociendo que los encuentros afectivos y sensoriales entre el bebé y la madre afectan el cerebro del bebé y específicamente el hemisferio derecho predominante en los tres primeros años de vida; también la comunicación emocional espontánea entre madre e hijo, en este hemisferio se procesa información concerniente al sentido subjetivo del si- mismo; además procesa información afectiva facial y auditiva ; esta también implicado en conductas de apego de parte del bebé y conductas de contención y protección de parte de la madre; no se bebe dejar de lado que el hemisferio derecho además participa activamente en el control de las funciones vitales del organismo para la supervivencia así se puede enfrentar el estrés. El estimulo visual y auditivo proviene de la madre ,expresado en risas, sonrisas, juegos y miradas hacia el bebé permitiendo mayor integración del hemisferio derecho del bebé

activando neuronas, promoviendo estados

motivacionales, conducta de orientación y exploratorias; una interacción cara a cara entre madre e hijo produciendo nutrientes al cerebro, provoca sinapsis, plasticidad sináptica, y desarrollo de la corteza y por ultimo el contacto intimo de madre y bebé se activa el sistema de las endorfinas estimulando la conducta lúdica en ambas parte de la díada. Salud mental, apego y regulación cerebral En este libro se plantea que las relaciones de apego tempranas sientan las bases para un desarrollo adecuado de estructuras cerebrales que regulan el estrés y los eventos impredecibles de la vida, la relaciones de apego tempranas moldean tanto directamente las capacidades de enfrentamiento de ya denominado estrés durante las etapas iniciales y posteriores por ello la relación apego- desarrollo cerebral- salud mental es relevante ósea que las relaciones de abuso y negligencia por parte de los cuidadores , poseen efectos devastadores en las edades posteriores, no solo en el ámbito afectivo sino que también en el ámbito cognitivo, social y neurológico. El trauma que proviene de los cuidadores o personas significativas para el bebé es mas dañino que el que proviene del ambiente físico este recibe el nombre de “Trauma Relacional” proviene de personas muy importantes para el niño siendo muy perjudicial puede ser un daño acumulativo y pesa mucho mas que un niño o bebé se encuentre en una catástrofe ambiental o un evento aislado de violencia todo este daño puede comenzar desde el periodo de embarazo como por ejemplo fumar, beber alcohol, drogas y reacciones como estrés prolongado, la ansiedad, depresión perjudicando el apropiado desarrollo cerebral del feto y las posteriores capacidades de regulación del bebé. Cabe destacar que las experiencias traumáticas tempranas afectan el desarrollo integral de los bebés y perjudican las habilidades biopsicosociales de las personas en periodos posteriores. La capacidad de regulación emocional emerge de las interacciones afectivas con los cuidadores, quienes tienden a sintonizarse o de. Sintonizarse de los estados del bebe esto significa que él en los episodios interacciónales con su madre experimentan aceleraciones de los estados internos y desaceleraciones esto es provocado por el sistema nervioso autónomo y específicamente por el simpático ( aceleración) y parasimpático ( desaceleración) esto es


complejo de manejar para el bebé por ello son los cuidadores los que deben regular estos estados de activación y desactivación siendo reguladores externos para así llegar a una sintonía afectiva cambiando el patrón de distintivo de regulación eso no significa que siempre se produzca estados permanentes de coordinación y sintonía entre la díada. Que da claro ahora si el apego es la regulación de una sincronía interactiva entre madre y bebé, el estrés se produce cuando aparece la de-sincronía o descoordinación la que puede ser o no reparada por la madre, la sincronía genera emociones positivas y la ultima emociones negativas ambas influyen en la maduración del sistema nervioso central. Los bebes que viven en lugares con carencias y a demás los padres juegan menos con ellos, inducen estados negativos provoca que el bebe sufra un desgaste físico y psicológico por tratar de sentirse bien para controlar los estados de animo dejándolo con pocos recursos neuronales afectando su desarrollo afectivo, cognitivo y social. Todo esto provoca un patrón de apego llamado desorganizado/ desorientado porque los cuidadores muestran conductas que atemorizan al bebé y no permiten que este desarrolle estrategias coherentes de apego y regulación de sus estados internos por eso que los niños desorganizados muestran conductas extrañas, ilógicas y contradictorias acá por ejemplo existen posturas rígidas de congelamiento cuando ven a sus cuidadores o miradas perdidas por temor o ansiedad esto situación puede ser por cosas negativas de los cuidadores(enfermedades psiquiatritas, alcoholismo, negligencia, etc)


CONCLUSION Para concluir de manera asertiva el tema, consideramos en estas líneas que el apego es un estado emocional que tiene dos vértices uno positivo siendo un estado de placer y emoción que se siente cundo se logra el enlace de lo que a uno le favorece el estar apegado a alguien y otro negativo es la sensación de amenaza constante de tener un agente de destrucción emocional, pero mirado desde el punto de vista que está plasmado en estas líneas sobre el apego se han recogido varios temas dejando en claro una reseña histórica que define el apego a edad temprana más una visión crítica de acuerdo a los primeros años de vida del ser humano por ejemplo las influencias interactivas tanto de genes como se experiencias que afectan de manera positiva o negativa la arquitectura del cerebro y la aparición de capacidades a medida que madura todo el sistema nervioso, esto deja por establecido los periodos sensibles de un desarrollo secuencial ordenado que da origen a estos periodos que establecen condiciones para lograr un funcionamiento en forma óptima También a través de las neurociencias, psicología, biopsicologia, etc temas de contingencia podemos establecer dogmas actuales sobre el apego en tiempos de estimulación temprana clave para un desarrollo estableciendo etapas de vínculo como por ejemplo el control emocional y el apego social de 0 a 2 años. Se quiere dejar en claro que el apego nace cuando el bebé desarrolla un lazo emocional con alguno de sus cuidadores creando un vínculo que necesariamente tiene que ser positivo reciproco y duradero, esto provocara una fase social que permitirá al bebé reaccionar a diferentes estímulos buscando el contacto físico en una diada, pero se entregan herramientas para llevar acabo otras fases más complejas como la de indriscriminacion que sería por ejemplo un bebé solito en su cuna sin el cuidador a la vista provocando el llanto , otra sería un apego especifico que está relacionado con los lazos de madre e hijo provocando en este último ansiedad e inseguridad cuando la madre se aleja, no podemos dejar de mencionar un apego múltiple que se relaciona con vínculos familiares eso quiere decir que un bebé ya logra una socialización en base de una representación mental por ejemplo de la madre utilizando además un lenguaje todo esto conlleva a no experimentar ansiedades o a no sentir sensación de abandono. Con respecto al propósito de esta investigación será de buena utilidad no solo para una madre o cuidador de un infante sino que también para aquellas personas que tengan por propósito trabajar con niños estos conocimientos harán que una educadora se preocupe del bienestar y el apego dos conceptos íntimamente relacionados claves para el desarrollo integral, por ello en el jardín infantil es de suma importancia entender lo que es s el apego seguro como símbolo de seguridad, confianza y empatía que se debe dar entre educadora y niños.


BIBLIOGRAFIA www.crececontigo.com www,junji.cl Bowlby.J.(1985) La Separación Afectiva. Brazelton, T y Cramer la Relación más Temprana Padres Bebés y el Drama del Apego Inicial. Felipe Lacannelier. El Apego e Intersubjetividad El Legado de los Vínculos Tempranos en el Desarrollo Humano y en la Salud Mental. Autor: Maria Eugenia Moneta. El apego.


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