Guerra Mundial Z

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La parte más complicada era hacer que Maze se limitara a cumplir con la misión. Ella siempre quería unirse a las peleas. [Sonríe mientras mira a la dachshund dormida.] Eran un buen par de escoltas, siempre se aseguraban de que llegara hasta su objetivo, la esperaban afuera, y siempre la traían de vuelta sana y salva. Incluso se encargaban de uno que otro G en el camino. ¿Pero la carne de los zombies no es tóxica? Sí, claro… no, no, no, ellos nunca los mordían. Eso habría sido fatal. Uno veía un montón de perros muertos al principio de la guerra, simplemente tirados, sin heridas, y era porque habían mordido a alguien infectado. Esa es otra de las razones por las que el entrenamiento era tan importante. Tenían que aprender cómo defenderse. Físicamente, Zack tiene un montón de ventajas, pero el equilibrio no es una de ellas. Los Ks siempre podían embestirlos por la espalda, o en la nuca, y los derribaban boca abajo. Los minis también tenían algunas opciones para hacerlos caer, metiéndoseles entre las piernas, o embistiendo la parte de atrás de las rodillas. Maze era una especialista en eso, ¡los hacía caer de espaldas todo el tiempo! [El perro se mueve.] [Hablándole a Maze.] Ah, lo siento niña. [La acaricia en la parte de atrás del cuello.] [Nuevamente hacia mí.] Para cuando Zack se volvía a levantar, ella le llevaba cinco, diez, o hasta quince segundos de ventaja. Claro que también sufríamos muchas bajas. Algunos Ks se caían, se quebraban algún hueso… Si estaban cerca del lugar, el entrenador podía ir a recogerlos y sacarlos de allí vivos. Muchas veces se recuperaban y regresaban al servicio. ¿Y las otras veces? Si estaban lejos, un Cebo o en PLA… muy lejos para un rescate y demasiado cerca de Zack… nosotros pedimos que les instalaran cargas de misericordia, una pequeña carga explosiva asegurada al arnés para poder sacrificarlos si no veíamos posibilidad de rescate. Pero nunca las aprobaron. “Un desperdicio de valiosos recursos.” Hijos de puta. Mostrar algo de misericordia por un soldado herido era un desperdicio de recursos, ¡pero convertirlos en K-bombas, eso sí les parecía razonable! ¿Perdón? “K-bombas.” Era el nombre extraoficial de un programa que estuvieron a punto, a punto de aprobar. Algún imbécil leyó que los rusos habían usado “perros bomba” durante la Segunda Guerra Mundial, amarrándoles explosivos en el lomo y entrenándolos para meterse bajo los tanques Nazis. La razón por la que Iván canceló ese proyecto fue la misma por la que nosotros no aprobamos el nuestro: la situación todavía no era tan desesperada. ¿Qué tan desesperado hay que estar para pensar en una mierda como esa? Traducción: m_earendil

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