Dossier sobre Pocho Lepratti

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SEIS AÑOS Reseña periodística de Claudio Pocho Lepratti en las páginas del semanario El Miércoles , de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) desde el 26 de diciembre de 2001 hasta comienzos del 2007.


Un mártir uruguayense

Un policía fue quien mató a Pocho Lepratti Al contrario de la primera versión que se publicó en Concepción del Uruguay, Claudio Lepratti no fue muerto por saqueadores o vecinos del barrio en el que desarrollaba su militancia social. El uruguayense fue ultimado cuando exigía a la policía que detuviera la represión. La justicia de la ciudad de Rosario individualizó al autor del crimen. (Por A.S.) El viernes pasado, el diario La Calle publicó un suelto en el que bajo el título «Pocho Lepratti murió en defensa de los humildes», daba cuenta del violento deceso de este ex seminarista oriundo de nuestra ciudad. En el confuso párrafo final, daba a entender que Lepratti había sido asesinado por vecinos de su barrio al resistirse a participar de los saqueos: «últimamente lo habían presionado para movilizar al barrio donde era líder, pero no quiso plegarse a la destrucción y al robo. Fue en esas circunstancias cuando lo fueron a buscar y lo ultimaron». La historia, en realidad, fue bien distinta. Lepratti trabajaba en la escuela 756 «Mariano Serrano» del barrio rosarino de Ludueña. En su última tarde de vida, desde la terraza del comedor de la escuela quiso frenar a la policía, insultándolos, para que no disparasen sobre las mujeres y niños que merodeaban la zona. La bala le dio en la tráquea y se lo llevó. El oficial se subió al Chevrolet Corsa Nº 2270 y se fue. Cientos de personas del barrio aguardaban entrar a los supermercados en busca de comida, un objetivo que consiguieron en algunos casos, y en otros no, y durante los cuales la represión policial fue muy

fuerte. Ante el feroz espectáculo de la represión policial, desde la terraza de la escuela, Lepratti se asomó para gritarle a los policías que no reprimieran, ya que entre la multitud había mujeres y niños. Los testigos del asesinato, un docente y dos no docentes que estaban con él, explicaron ante el juez que uno de los policías que estaba sentado en la parte trasera del móvil 2270 se bajó y le disparó. El juez Barbero dijo al diario Rosario/12 que se trata del caso más claro de las cinco muertes ocurridas el mismo día en aquella ciudad y que se encuadra como «homicidio simple». La autopsia dio como resultado que la bala ingresó a la altura de la garganta y era de plomo. La investigación quedó radicada en la instancia judicial y sin la intervención policial, tal como había solicitado la Asociación de Trabajadores del Estado. También es el caso donde con más claridad aparece la individualización del responsable de los disparos.

QUIÉN ERA POCHO En la villa pocos conocían a Claudio Lepratti por su nombre. El era, y sigue siendo, Pocho, aunque en Concepción del Uruguay lo llamaban «Chicho». Tenía 38 años y fue a vi-

vir a la villa para ayudar a los más necesitados. Coordinaba talleres para niños y adolescentes, daba clases de filosofía y teología en la escuela de la parroquia del padre Edgardo Montaldo y colaboraba en el comedor de la escuela 756. «Lo quisieron hacer desaparecer, pero ahora van a nacer muchos Pochos», dijo el sacerdote Marcelo Valsecchi en el multitudinario velatorio realizado en el corazón del barrio. El complejo educativo de Humberto Primo y Camilo Aldao era todo desconsuelo. Desde las 10 una multitud se congregó para despedirlo. Los chicos se abrazaban en un solo llanto. Algunos elegían recluirse en un rincón con la mirada perdida, otros gritaban pidiendo justicia. Recién a las dos y cuarto de la tarde trajeron al cadáver. Lo recibió un aplauso inmediato. «Se siente, se siente, el Pocho está presente», corearon. La frase se habrá escuchado en el barrio en otros momentos. Quizá de boca de algunos de los cincuenta pibes que integraban los grupos que él mismo había creado para contenerlos y que «no se metan en cosas raras». Los nombres de esos grupos reflejaban el afecto que corría por allí: La Vagancia, Los Gatos, Los Piqueteros, Los Rope, Las Terribles, La

Murga de los Trapos, Los Peloduro. Incluso hasta había creado la revista «El angel de lata», una publicación hecha por y para los pibes. Nadie mejor que ellos puede describir quién era Lepratti. «Siempre decía que lo que lo hacía feliz era vernos felices a nosotros» (Darío); «Va a ser irremplazable, era como un papá para mí» (Carlos); «Me dijo algo que me quedó grabado: «Nunca dejés la escuela, y seguí creciendo fuerte y sana»» (Vanina); «Encima no va a poder ver campeón a Racing, que era su club preferido» (Marcelo); «¿Y ahora qué hacemos nosotros?» (Milton). Es verdad que Pocho estaba en contra de los saqueos. Cuando se desató lo inmanejable, dijo a «sus» chicos que se quedaran adentro porque era peligroso. Estaba contra la violencia, era delegado gremial de los estatales, fue seminarista y sufría por el hambre de la gente. Tanto que siempre ponía la mano en su bolsillo para ayudar. «No se compraba un pantalón pero hacía que a los chicos no les faltara nada», dijo el párroco Edgardo Montaldo. En Rosario ya se habla de Claudio Lepratti como «el mártir de Ludueña». En su velatorio, la multitud juraba que nadie lo olvidará. l

ROSARIO/12

Una multitud de jóvenes, mujeres y niños desconsolados se convocó en el barrio para despedir sus restos el miércoles número 91 / 26 de diciembre de 2001 /

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UN Aテ前


EL MIÉRCOLES

Orlando, el padre de Claudio Lepratti:

«Lástima que se tuvo que morir para que se conozca lo que hacía» El padre del «Mártir de Ludueña», el uruguayense asesinado por la policía santafesina el 19 de diciembre de 2001, habló con El Miércoles sobre Pocho, su hijo, que ya es un mito en Rosario. ARCHIVO

(Por A.S.) El viernes 6 de septiembre Orlando Lepratti viajó a Rosario «por unos trámites que tenía que hacer» pero también por invitación del intendente Hermes Binner, que quería conocer al padre de Pocho. Lo acompañaron dos muchachos del barrio Ludueña que se formaron en los grupos de Pocho, además de Gustavo Martínez, un dirigente de ATE de Rosario que es autor de uno de los homenajes más sentidos a Claudio, que tituló «Pochormiga», y donde lo define como una hormiguita que día a día hace su trabajo con la convicción de que las cosas pueden y deben cambiar.

«ME ENTERÉ DE SU LABOR DESPUÉS DE SU MUERTE» «Yo no imaginaba todo lo que él hacía por los chicos, por la gente del barrio donde vivía», dice Orlando. «Ese trabajo de sacar a los chicos de la calle, de la droga. Tenía siete grupos y logró que la mayoría comenzara a estudiar, aprendiera

algún oficio... Lástima que después que murió me enteré de todo eso. Yo sabía de su solidaridad, de su humildad... pero él no hablaba de su trabajo social. Recién después, cuando fui a Rosario, centenares, miles de personas me fueron contando... Así me enteré de todo lo que ayudaba, hasta el sueldo lo destinaba a comprar cosas para sus grupos, para organizarlos o ayudarlos en el estudio». Desde pequeño Claudio expresaba esa preocupación por los demás. Pero aún así, su papá cuenta que «yo me sorprendo cada vez que voy a Rosario, porque además mucha gente ya me conoce, así que me paran ‘Usted es el padre de Pocho, ¿no?’ Y me empiezan a hablar de él, lo ponderan... También el intendente Binner destacó el trabajo que hacía Pocho, lo puso como ejemplo. Pero es difícil transmitir todo lo que te dicen, yo he estado con gente que se le caen las lágrimas de los ojos al hablar de él y del trabajo que hacía».

ANGEL DE LATA

¿Qué siente cuando en Rosario lo reconocen en la calle por ser el padre de Pocho? Me sorprendo, me sorprendo de que mi hijo sea tan importante para tanta gente. ¡Importante! Siendo que sólo fue solidario, honesto, preocupado por lo social... Nos veíamos poco, desgraciadamente. El venía una o dos veces al año, por pocos días, y yo le decía por qué no se quedaba más tiempo. Y fijate vos, yo casi no iba a verlo, he ido dos veces ¡y ahora me lamento tanto! Por eso les digo a los que tienen hijos lejos, que se gasten los pocos pesos, pero vayan a verlos. Yo ahora siento que tendría que haber ido antes, a acompañarlo en ese trabajo tan importante que hacía.

EL RECLAMO DE JUSTICIA Orlando sigue reclamando justicia y apunta contra el juez que liberó al jefe del patrullero, «que también tiró y que dio la orden, así que también tendría que estar preso. A ese juez y al que estaba a cargo del operativo, los considero tan asesinos como al que disparó la bala que mató a Claudio». Cinco testigos, el hallazgo de los cartuchos vaciados de plomo, la identificación de los policías que iban dentro del patrullero, no alcanzaron para determinar con claridad las res-

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Lepratti cuenta que entre las distintas iniciativas que homenajean a su hijo, se cuentan la reedición de la revista que hacía con los grupos del barrio, «El Ángel de Lata», y la intención de que la casa de Claudio se transforme en un centro de reunión de los chicos de los grupos.

ponsabilidades en el asesinato de Claudio: hubo que instrumentar pericias por fuera de la fuerza policial, porque la propia policía santafesina «embarraba el terreno». Los policías se contradicen en sus testimonios: uno dice que fueron agredidos «verbalmente», el otro dice que les arrojaron piedras. En su defensa corporativa de los criminales de uniforme, hasta le «colocaron» balazos al patrullero, para después afirmar que también los agredieron con armas de fuego. Las pericias de Gendarmería demostraron que eran «truchas». Orlando cuenta que «Las tiraron de abajo hacia arriba, ni en eso se cuidaron. Si Claudio y la gente estaban arriba del techo, nunca las podrían haber disparado ellos». Aún así, se detuvo a dos uniformados. Pero el juez liberó a quien estaba a cargo del operativo, motivo por el cual Orlando sigue reclamando justicia. Tan grave como el hecho en sí, es que la Policía de Santa Fe, en lugar de contribuir a esclarecer el crimen, proteja a los asesinos. Claro. Ellos trataron por todos los medios de defender a los asesinos.


ARCHIVO

San Pocho de Ludueña «POR ÉL, SIENTO QUE DEBO ESTAR» La muerte del Pocho hizo que Orlando (de 59 años) redescubriera a su hijo mayor. Como él mismo lo narra, tras el asesinato se enteró de la impresionante actividad social que desplegaba Claudio. Este hombre sencillo, de campo, alto y delgado, con esa manera de hablar reposada y profunda que caracteriza a nuestra gente de «tierra adentro», comenzó a participar de las distintas marchas y movilizaciones que se realizan en Concepción del Uruguay. Además de redescubrir a su hijo, Lepratti revitalizó su compromiso para «ayudar a que las cosas cambien». «Yo pienso en lo que hacía él y entonces digo, yo debo estar ahí, tenga ganas o no ese día, pero tengo que hacer algo», reflexiona Orlando. Y no se priva de dar su opinión: «Lamentablemente estas marchas no tienen apoyo de la gente. La gente que necesita del Hospital, parece mentira, he visto a veces 50 o 60 personas haciendo cola en el Hospital. Rezongan ahí, pero no acompañan el reclamo para que haya medicamentos, para que haya una buena atención, para que se abra el Hospital nuevo... ¡Y sin embargo la gente no va! Y lo mismo con las marchas de los docentes...»

NADA MÁS QUE UN BUEN TIPO Orlando define a su hijo con la misma sencillez con la que contesta cada pregunta: «Claudio era un buen tipo. Era capaz de hacer sacrificios por los otros. Nada más que eso.» Y expresa esa sencillez frente a la cámara: «No me saquen fotos a mí, publiquen las de Claudio. Él es el que vale la pena», dice en medio de la grabación. l

El «ángel de la bicicleta», como le decían a Claudio Hugo Lepratti, estaba subido al techo de la escuela 756 del barrio Las Flores, en Rosario, donde trabajaba de portero. Desde allí les pedía a los policías que dejaran de disparar. A tres cuadras, un grupo de vecinos cortaba la Avenida Circunvalación, pero frente a la escuela no había disturbios. Eran las seis de la tarde del 19. Él y sus compañeros tenían miedo por los chicos que entraban al comedor. Tres policías bajaron de otros dos autos. Uno disparó su Itaka y una bala le atravesó la garganta. De esa forma fue asesinado, a los 35 años, un militante social que organizaba a los pibes del barrio en grupos para alejarlos de la droga. Había nacido en Concepción del Uruguay y fue seminarista. Repartía su sueldo entre los habitantes de la villa del Sagrado Corazón. En su momento, este semanario publicó –con bastante bronca– la desmentida a la increíble versión que publicó el diario local La Calle, que aseguraba que lo habían matado «los saqueadores» porque «se resistió a acompañarlos en sus desmanes». Por el crimen fueron procesados dos policías: el agente Esteban Velázquez, como autor y el sargento Rubén Pérez, como partícipe. La causa, a cargo del juez Osvaldo Barbero, fue reflejada por Puntodoc, el ciclo que conducen Daniel Tognetti y Rolando Graña. Pocho era licenciado en Ciencias de la Educación, había estudiado Filosofía y durante cuatro años fue seminarista. Llegó a Rosario en 1989. El magro sueldo que recibía lo utilizaba para ayudar a los más pobres, que siempre lo visitaban en la humilde casilla que se había armado en la villa de Ludueña. El 19 de diciembre, Pocho había salido al techo de la escuela donde cocinaba para decenas de chicos desamparados que vivían en la villa. Quería evitar que los perdigones de la policía impactaran en alguno de los chicos a su cargo. No sólo no lo escucharon, sino que lo asesinaron a sangre fría. Fue el nacimiento del mito, que con los días se convertiría en un nuevo santo: San Pocho de Ludueña, venerado por miles de seguidores que llevan al frente la imagen de Pocho con alas y en la bici-

cleta que usaba para movilizarse. Los grupos que había creado y que coordinaba se llaman los Ángeles de Lata, Las Luciérnagas, Las Lucecitas, Los Juanes, las Yaninas, los Cañetes, Los Perros, Los Huesos, los Ninguneados, los Chuecos, Los Lápices, las Hormiguitas. Ellos y Los murguistas de Pocho aseguran que seguirán de pie y luchando. Gustavo Martínez, un militante de ATE Santa Fe, escribió en homenaje a Claudio, que «Pocho era el mate cocido calentito para el alma, el espejo para ver todo lo que nos falta comprometernos... un quijote en bicicleta que no perdía el tiempo con los molinos de viento, era el chef guisero de la solidaridad y la cebolla, era la chata que te levanta en la ruta después de hacer diez horas dedo... Y no se fue: lo fueron, lo crucificaron como al otro flaco que nunca anduvo en bicicleta, los mismos de siempre, los mismos que asesinaron, torturaron y desaparecieron a toda una generación de hormigas». l

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DOS AÑOS Un muerto que no para de nacer EL MIÉROCLES

Claudio Pocho Lepratti tenia 35 años, había nacido en Concepción del Uruguay, pero decidió vivir en el barrio Ludueña de la ciudad de Rosario, para trabajar con los más humildes. Coordinaba los talleres para niños, y daba clases de teología en la escuelita del padre Edgardo Montaldo. También trabajaba con el grupo de jóvenes «La Vagancia», entre muchos otros grupos organizados por Claudio, con los que intentaba sacar «a los más débiles de la sociedad» de la vida en la calle, de los flagelos de la droga, la marginalidady la ignorancia, capacitándolos, preparándolos en un oficio y ayudándolos a desarrollar su creatividad. El miércoles 19 de diciembre de 2001, en medio de los sucesos que conmovían al país, y harto de que la policía disparara contra pibes y mujeres, se subió a la terraza de la escuela Nro. 756 del Barrio Las Flores, donde colaboraba con la preparación de la comida. «Hijos de puta, paren de tirar, que hay chicos comiendo», fue el grito indignado de Pocho. Con el grito intentó parar la represión, pero un policía del móvil Nº 2270 del comando radioeléctrico de Rosario disparó directamente contra su cuerpo. La bala de plomo se alojó en la tráquea y lo mató, llevándose a un militante de la vida y a una persona que luchaba día a día por cambiar las injusticias de este mundo. Como en

la canción popularizada por la Bersuit, no lograron matarlo. «Con el tiempo se nos fue para la cresta de una ola que no para de crecer... Hoy su cara está en todas las remeras, es un muerto que no para de nacer»... El sábado pasado, cuando se cumplieron dos años del asesinato, la Agrupación de Educación Popular que lleva su nombre, organizó una actividad para recordarlo, en la Plaza San Martín de nuestra ciudad. Allí se desarrollaron actividades formativas con una buena afluencia de vecinos que se acercaron a conocer más sobre la vida de Claudio. Los organizadores –entre ellos Celeste, hermana menor de Pocho– contaron con la visita de un grupo de compañeros de Claudio, del grupo La Vagancia, y además se expuso una muestra fotográfica con el título «Testimonios de la Crisis». Se realizaron talleres con chicos y se proyectó el video sobre Claudio realizado por la Agrupación con colaboradores locales. Se cerró con la participación de grupos musicales de la ciudad que también se sumaron al homenaje. A dos años de su asesinato, El Miércoles también se suma al recuerdo de este uruguayense que no para de nacer. 3

(Quienes deseen conocer más sobre la vida y la obra de Pocho Lepratti pueden acceder a la página www.pochormiga.com.ar)

Celeste Lepratti: «Pensaron que lo mataban, pero lo multiplicaron» EL MIÉRCOLES

La hermana de Claudio, Celeste, es una de las integrantes de la Agrupación de Educación Popular que lleva su nombre, y una de las organizadoras de la jornada realizada en la Plaza San Martín. Allí dialogó con El Miércoles. «A dos años del asesinato de Pocho, el hecho de poder juntarnos en Concepción para recordarlo con esta jornada de Educación Popular, es como Claudio hubiera querido que se lo recuerde: buscando alternativas para cambiar esta realidad. Cuando le dispararon a Claudio, el policía y mucha gente pensó que lo mataban, pero en realidad lo multiplicó. De eso se trata cuando decimos Pocho vive. Vive en cada uno de nosotros, en cada persona que está tratando de cambiar esta realidad».

CALLE CLAUDIO LEPRATTI «Desde hace un año más o menos se están juntando firmas para ponerle nombre a la calle que quedó conformada por el entubamiento del arroyo de las Ánimas, y que todavía no tiene nombre. Se trata de una calle muy particular, ya que es la única diagonal de la ciudad. Como agrupación, estamos juntando firmas para que esa calle se llame Claudio Pocho Lepratti, pero previamente queremos que la gente del barrio lo conozca, sepa quién es y esté de acuerdo con la iniciativa».

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HOMENAJE DE

A CLAUDIO POCHO LEPRATTI A DOS AÑOS DE SU ASESINATO

HOMENAJE AL POCHO. Dibujo de El Tomi para la publicación «El Angel de Lata», número 4, septiembre de 2002. el miércoles número 126 / 24 de diciembre de 2003 /

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febrero04 León Gieco, con El Miércoles

El ídolo de los quemados El Gringo se fue a ver a León, acompañado de la audacia periodística de Valentín Bisogni. Aquí, las consecuencias de mandar enviados especiales a ver a un grande. (Por Jorge Villanova, enviado especial, sin viáticos).Qué manera de iniciar la fiesta. Asta los huesos 19 (o Hasta los güesos). En lo previo, se esperaban pocas sorpresas. Error, craso error. Porque el viejo trovador viene sorprendiendo desde hace 30 años. Y en todo este tiempo no ha perdido un solo admirador. Entre los miles (¿cuántos?) de asistentes al Parque Quirós, se podía observar gente de todas las edades: niños, adolescentes, adultos, y muchísimos que superaban los 70. Descubridores de León en diferentes épocas de su vida. Y entonces, ¿Qué tiene León que agrada a gente tan diferente?, ya no sólo en lo etario, sino también en lo social. ¿Qué razón lleva a versionarlo un grupo de cumbia o un grupo pop-punk como A77aque? Arrancó medio folclórica la cosa. Con La guitarra y Cachito, campeón de Corrientes Pero con

León ¿dónde está el límite entre el rock y el folclore? Si Kilómetro 11 suena más pesado que Metallica. En el país de la Libertad y La Navidad de Luis, «para los nostálgicos» y para afirmarse en su último disco: De igual a igual y Madres del amor, no sólo para las Madres de Plaza de Mayo, también para Rosa Brú, y a las más de 2000 que en democracia perdieron a sus hijos, incluidas las de Santiago del Estero. Se asume, es definitivamente el Idolo de los quemados, o lo que es casi lo mismo encarnar a los Bandidos Rurales , justicieros anarquistas de otros tiempos, y el chambergo, el saco raído y la escopeta que luce desaparecen con él al cerrar la primera parte. Y surgen las primeras conclusiones: el tipo no es mediático, es decir, no trabaja para serlo, con cámaras o sin ellas se brinda al público. La noche siguiente esta-

Definiciones ¿Qué viene después de Bandidos Rurales y El Vivo de León? Estamos haciendo la música de una película de Tristán Bauer que se llama «Iluminados por el fuego» acerca de un libro de un ex combatiente de Malvinas que es Eduardo Esteban. También voy a hacer un homenaje a Alfredo Zitarrosa y estamos componiendo un disco nuevo que supongo que empezaremos a grabar a fin de año. ¿Cómo sigue la lucha, con un gobierno con el que estás más de acuerdo? La lucha sigue en todo, hay un montón de cosas que solucionar. Éste es un gobierno con el que podemos pegar un primer escalón para salir adelante, pero en realidad por más que hablemos de derechos humanos, por más que hablemos de H.I.J.O.S., de Madres, de Abuelas, si la gente no tiene plata en el bolsillo, no funciona todo esto. Entonces, hay que renovar la educación, la economía, todo. Pero se puede hacer a través de este gobierno... Sería muy triste si en este momento estuviera Menem, yo creo que todos piensan lo mismo, sería un gobierno muy triste, además de un gobierno represor, porque no dudo de que el tipo mandaría realmente a reprimir. A los piqueteros y a todos.

14 / el miércoles número 129 / 11 de febrero de 2004

León Gieco – Fiesta Nacional de la Artesanía Colón – Sabado 7 de febrero

Valentín lo hidezo nLeón, y la conferencia de pre

No era fácil llegar al lado ca de pospuso, así que recién cer sa prevista para el inicio se posibilidad de mantener un «mano la las 4 de la mañana existió compabargo, a esa hora nuestro a mano» con Gieco. Sin em ti aún tenía energía para asediar inut uante ñero Valentín Bisogni Dom posar con la remera de Ag al músico. No sólo lo hizo esta misma edición), sino que adeLos Lazos (ver página 7 de ratti, hermana de Pocho LepratLep hos de más le presentó a Celeste de Rosario durante los hec ti, asesinado en la ciudad se produjo este diálogo: es diciembre de 2001. Entonc alar esta remera... reg Es más, Celeste: –León, te quería cias, aunque ya tengo una. León: –Ah, sí... Muchas gra .. ho. canción para Poc estoy queriendo hacer una ndo era Celeste: –La estamos esp conmovió mucho y siempre que me León: –Es una cosa que s justicia por Pocho... estamos en Rosario pedimo

rá en Cosquín Rock, con todo el esfuerzo que significará el traslado, pero a Entre Ríos no le roba nada acompañado por una banda, envidia para cualquier grupo de rock metalero argentino, que suena compacta, contundente, con oficio pero con pasión, y logra lo que pocas: suena como en el disco, o mejor. (Si ya sé, Los Nocheros también, pero es otra cosa) Sabe que La cultura es la sonrisa, y la brinda, pero también que el gamín sufre Bajo el sol de Bogotá, tanto como cualquier gurí cuando en Argentina, en Concepción sin ir muy lejos, algún Imbécil le cierra la ventanilla de su auto falo. «Lindos padres,eh! –dice– Con padres así, gobiernos menemistas». Y después una andanada de clásicos, si es que algún tema de León no es clásico a esta altura: Cola de amor, Sr. Durito, Halleluja, una versión muy rockera de Guantanamera y Pensar en nada (para destacar el riff inicial).

León baja línea entre canción y canción o en ellas mismas, trae al Che o al Sub como en La rata Laly, en Los salieris de Charly pide por un presidente joven y también exige cárcel a Pinochet, y tantas veces lo ha hecho que su postura política y social a lo último que puede sonar es a demagogia. Es simplemente la coherencia de un tipo que ya en 1977 cantaba «que hasta el cóndor lloró allí donde mil poesías gritaron cuando le cortaron al poeta las manos». Pero aunque piensa en Chile no pierde el humor: «Yo Rodolfo Orozco, con Bolocco no toco... con el marido menos...» Se va y regresa. Falta Cinco siglos igual con aquello tan actual de: «En esta parte de la tierra, la historia se cayó...», El fantasma de Canterville y el cierre de siempre con Sólo le pido a Dios, con las dedicatorias y pedidos habituales a las Madres, Abuelas, Hijos, sin indulto, obediencia debida ni punto final. 3 FOTOS Y ENTREVISTA: VALENTÍN BISOGNI DOMINUTTI


TRES Aテ前S


La memoria, el mejor remedio contra la impunidad

Una canción para Pocho Lepratti León Gieco grabó una canción dedicada a Pocho. «Esta canción se del pueblo», dijo León, que autorizó su difusión gratuita. La canción se puede bajar en formato MP3 de la página web de El Miércoles. (Por V. B.) Era febrero, en Colón, y la conferencia de prensa recién se concretó cerca de las 4 de la mañana, después de la actuación de Gieco. A esa hora este cronista de El Miércoles seguía con energía para asediar al artista popular más coherente de la Argentina. Después de un par de preguntas, le presenté a Celeste Lepratti, hermana de Pocho, asesinado en la ciudad de Rosario durante los hechos de diciembre de 2001. Entonces se produjo este diálogo: Celeste: –León, te quería regalar esta remera... León: –Ah, sí... Muchas gracias, aunque ya tengo una. Es más, estoy queriendo hacer una canción para Pocho... Celeste: –La estamos esperando León: –Es una cosa que me conmovió mucho y siempre que estamos en Rosario pedimos justicia por Pocho... Tres meses después, León volvió a cumplir con su palabra. Ya han pasado más de dos años del asesinato de Claudio Lepratti y la justicia tarda en llegar. Sin embargo, de una u otra manera la memoria le está ganando a la impunidad. El homenaje de León y la plaza en Rosario son muestras de que Pocho, como dice Bersuit, «es un muerto que no para de nacer».

LA CANCIÓN DEL PUEBLO Fiel a su trayectoria de compromiso social, León Gieco compuso –junto a Luis Gurevich– y grabó la canción «El Angel de la Bicicleta» en homenaje a Pocho, tal como lo había prometido a los familiares de Claudio Lepratti en la Fiesta de la Artesanía, en Colón. «Esta canción es del pueblo, de la gente» dijo León, que además agregó que le parecía importante que este ho-

menaje llegase a todos aquellos que tuvieron un vínculo con Claudio, como también «a quienes sin conocerlo han trabajado y luchado para que su causa y su sangre derramada no sea en vano. Para amigos, compañeros, docentes, trabajadores y toda la gente que lucha desde su lugar para la construcción de ese hormiguero grande, con el que Claudio soñaba», «ese mundo donde quepan todos los mundos», sintetizó Celeste Lepratti, la hermana de Claudio, en diálogo con El Miércoles.

ESTRENO EN LO DE POCHO El 1º de mayo se reinauguró la casa en la que vivía Pocho. Cientos de personas se acercaron a Gorriti 5575 para ver las remodelaciones hechas por los mismos chicos que trabajaron junto a él. Las paredes fueron levantadas y apuntaladas con columnas, se cambiaron las chapas del techo, se pusieron puertas nuevas, ventanas, se revocó, pintó, organizó y limpió. Además se compraron muebles, artefactos eléctricos y material didáctico para optimizar el trabajo barrial allí realizado. Integrantes del grupo La Vagancia, sentados frente al público, contaron lo que sintieron al momento de enterarse de la muerte de Claudio. La atención era absoluta. Para cerrar la jornada, se estrenó «El ángel de la bicicleta», el tema que compuso León Gieco. De la jornada participaron los familiares de Claudio y el escritor y periodista Hernán López Echagüe, que durante la tarde realizó un taller de comunicación popular en el barrio. l

8 / el miércoles número 135 / 12 de mayo de 2004

La casa de Pocho en Rosario, reinaugurada. Allí siguen trabajando los grupos que fundara.

La Plaza de Pocho El 11 de marzo de este año, los 31 concejales de la ciudad de Rosario votaron a favor de un proyecto de ordenanza, presentado por el edil socialista Omar Saab, para que la plaza del barrio Ludueña pase a llamarse Claudio Pocho Lepratti. La idea de los familiares, amigos y vecinos es que la plaza no sea un homenaje estático y por eso han propuesto desarrollar actividades sociales y culturales, e impulsar la creación de un anfiteatro o escenario popular. Algo similar ocurre con el cumpleaños de Pocho, fecha en que la comunidad organiza una jornada festiva, con murgas y grupos musicales, que convierten la fecha en un motivo para seguir luchando.


opinión La Tortura como subproducto de la ignorancia por DANIEL DE MICHELE

¿Qué cangrejo monstruoso atenazó tu infancia? ¿qué paliza paterna te generó cobarde? ¿qué tristes sumisiones te hicieron despiadado? no escapes a tus ojos, mírate así... (Torturador y Espejo de Mario Benedetti)

El ángel de la bicicleta (Letra: León Gieco. Música: Luis Gurevich)

Cambiamos ojos por cielo sus palabras tan dulces, tan claras cambiamos por truenos Sacamos cuerpo, pusimos alas Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja por las esquinas del barrio, por calles por las paredes de baños y cárceles Bajen las armas que aquí sólo hay pibes comiendo Cambiamos fe por lágrimas Con qué libros se educó esta bestia con saña y sin alma Dejamos ir a un ángel y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle de dónde venimos, qué hacemos, qué pensamos si somos obreros, curas o médicos Bajen las armas que aquí sólo hay pibes comiendo Cambiamos buenas, por malas y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata felicidad por llantos ni la vida ni la muerte se rinden con sus curas y sus cruces Voy a cubrir tu lucha más que con flores Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias Bajen las armas que aquí sólo hay pibes comiendo

Sócrates gustaba repetir que la «única razón para ejercer la maldad, es la ignorancia». Paralelamente, y como ha sido dicho en otro lado, la maldad, la crueldad extrema en el reino animal, es patrimonio exclusivísimo del hombre. Ninguna otra criatura viviente ha mostrado el mínimo interés en atormentar, torturar o violar a sus víctimas, antes de matarlas, lo que solo hacen frente al hambre, para proveer el sustento propio y el de sus crías. La forma de matar de los humanos, es única en la naturaleza. En estos días, el mundo ha sabido de los tormentos a hombres y mujeres detenidos en la prisión Abu Ghraib de Irak, en mano de la coalición que invadió el país. Las fotografías e historias fueron publicadas por la prensa internacional y conmovieron a todos. En situaciones similares en nuestro país se ensayaron explicaciones, y se acuñaron eufemismos tales como «excesos habitualmente esperados en una guerra». Los norteamericanos que saben de este asunto más que todos nosotros, ni siquiera hablaron de la guerra (que ciertamente existe), ni de excesos, ni ninguna otra cosa. La defensa mas osada que ensayaron los jefes militares, fue; «No mas de veinte soldados, se involucraron en torturar y humillar a los prisioneros. La mayoría no lo hizo». Conocedores del resultado letal de la mentira institucional, y del efecto devastador que la patraña tiene en la política norteamericana, rápidos de reflejos aceptaron lo innegable; están torturando a sus prisioneros. Y como no se puede invadir un país en nombre de la defensa de los derechos humanos, para luego violar y torturar a los prisioneros, los caminos a seguir parecían acotados: hacerse cargo del desastre, la responsabilidad política, pagar el costo, formarles una corte marcial a los culpables, aceptar de antemano que debe haber mas videos y sacar de circulación al fotógrafo, que debe haber vendido su material a un precio obsceno. Así, el presidente Bush y el Secretario de Defensa no tuvieron mas opción que pedir disculpas a los iraquíes, lo cual vuelve

a todo el episodio una verdadera charada política; en Bagdad los prisioneros desnudos son humillados, violados y torturados impunemente por soldados, cuyos jefes, públicamente y con el aire acondicionado a 18º C, se deshacen en disculpas desde Washington ante la prensa internacional. Los torturadores, aquí y en todos lados, como dice Benedetti, integran una casta de pobres hombres. Las mas de las veces, si bien no deben ser desresponsabilizados, podrían ser desinculpados. Han sido víctimas de violencia familiar, generalmente paterna. Han sido golpeados, lisiados e invalidados para siempre en la infancia, han sido, finalmente, enviados a subirse al tren de la violencia por el último vagón: el de la basura. Lo que los bisoños marines torturadores no podían siquiera imaginar, fue que al ejercer su humillación sobre el enemigo, desplegaban también una oculta venganza sobre Bush: posar para una fotografía, orinando a los prisioneros iraquíes, ardió como «vinagre en las heridas» en la blanca y sajona piel de los funcionarios de su gobierno. Tras la publicación de las imágenes, en la guardia nocturna de la prisión de Abu Ghraib alguien escuchó este diálogo entre los soldados que solían golpear a los prisioneros: –Sobreviví a un padre que me molía a palos ¿debo ahora soportar un gobierno golpeador..? –¡Que se disculpen por nosotros! ¡Vaya por habernos enviado a morir a este infierno de roca y hombres-bomba! 3 EL AUTOR ES MÉDICO Y DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD DE LA UNER

el miércoles número 135 / 12 de mayo de 2004 /

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14 años de cárcel para el asesino de Pocho Lepratti Aunque los familiares de Pocho y los miembros de las comisiones investigadoras advierten que «no están todos los culpables», la justicia emitió la primera condena para el policía que asesinó al mártir uruguayense. Se trata de Esteban Velázquez, el policía a quien el juez le atribuyó «la intención de matar». El juez rosarino Ernesto Genesio condenó a 14 años de prisión al policía Esteban Velázquez, que asesinó a Claudio Pocho Lepratti en Rosario, durante los incidentes del 19 y 20 de diciembre. «El policía tuvo intención de matar y hubo dolo directo. Su peligrosidad y su falta de controles inhibitorios lo llevaron a responder con disparos un mero insulto”, dice el dictamen del juez. Este agente de la policía santafesina es el primer condenado por los hechos de violencia que se vivieron en 2001 en Rosario, donde fallecieron 19 personas en aquellos fatídicos días que terminaron con el gobierno de Fernando de la Rúa. La sentencia del juez condenó a Velázquez a 14 años de prisión por el crimen de Pocho, y además estableció una indemnización de 170 mil pesos a los familiares de la víctima, que deberán afrontar tanto el condenado como el Estado santafesino.

LA TARDE FATÍDICA. El agente Velázquez patrullaba el barrio rosarino de Las Flores durante la tarde caliente del 19 diciembre de 2001. Cuando el móvil 2270 del Comando Radioeléctrico en el que se desplazaba junto a otros dos policías pasó frente a la escuela Mariano Serrano, desde la terraza del edificio les gritaron que no tiraran porque había muchos chicos allí. Se escucharon también algunos insultos. En ese momento –según señaló en su fallo el juez Genesio– «el patrullero se detuvo y descendió Velázquez, quien efectuó un disparo hacia las personas que estaban en el techo». La bala que

agru pados

ENTREGAS A DOMICILIO

6 / el miércoles número 141 / 11 de agosto de 2004

salió de la Itaka calibre 12/70 del policía impactó directamente en la traquea de Claudio Lepratti, que intentaba frenar el ataque, y lo mató. El caso de Pocho Lepratti se inscribe en los trágicos sucesos del 19, 20 y 21 de diciembre de 2001 en Rosario, que dejaron siete personas muertas luego de la represión policial, y es además el único expediente que tiene una condena. La familia de Velázquez ya anticipó que va a apelar el fallo de la justicia.

«NO ESTÁN TODOS». Pese a la satisfacción parcial por la condena del policía Velázquez, los familiares y la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara de Diputados de la Nación aseguran que «todavia no están todos los culpables». El reclamo apunta directamente al comisario responsable del operativo de aquel día, que fue desprocesado por la justicia. La comisión legislativa y los Familiares de las Víctimas de la masacre de diciembre de 2001 siguen en la búsqueda de nuevos testimonios que permitan determinar además a los responsables de las siete muertes restantes que, como Pocho, cayeron a manos de la policía. Para el juez Genesio «la intención de Velázquez fue la de matar, ya que al disparar con una escopeta a corta distancia, necesariamente debería tener conocimiento de lo letal de dicho disparo; es decir que cuando efectuó el mismo su intención fue quitarle la vida». El juez descartó que Velázquez ignorara la clase de cartuchos con los que estaba cargada su arma. l


NÚMERO

148

DIRECTOR Y EDITOR RESPONSA-

BLE: AMÉRICO SCHVARTZMAN JEFE DE REDACCIÓN: ADRIÁN PINO. COLABORAN EN ESTE NÚMERO: MARTÍN BIANCHI, VALENTÍN BISOGNI, MIGUEL DEMARLENGE, JAVIER KOLKER, JAVIER GRATTAROLA, GUILLERMO MONDEJAR. SECCIONES: PABLO SCHVARTZMAN, EDUARDO GALEANO, ISAÍAS GOTTLIEB. HUMOR: ACO Y MARTÍN. ASESORES LEGALES: DRES. JOSÉ A. BELLINGERI Y CLAUDIO BESTARD. REG.ISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN TRÁMITE. REDACCIÓN, DISEÑO Y COMPOSICIÓN: AMEGHINO 68 - PLANTA ALTA - TELEFAX 03442-432184 - 3260 CONCEPCIÓN DEL URUGUAY

E-MAIL: INFO@MIERCOLESDIGITAL.COM.AR / WEB: WWW.MIERCOLESDIGITAL.COM.AR

¡Teléfono!

la segunda

¡Otra vez con el Pelay en la tapa! ¿No tienen otro tema? Sí, claro que tenemos otros. ¿Quiere que se los enumere? ¿A ver? La inexistencia de oposición en el gobierno municipal... No, no espere... ¿cómo «inexistencia»? ¿No hay cinco concejales de los bloques opositores? Sí, de eso se trata la nota. ¿Puedo seguir? La pelea entre el diputado nacional Juan Carlos Godoy y Luis Juan Puchulu. ¿Qué pasó, se agarraron a trompadas? No. Lea la nota. Sigo: la eliminación del INCINIPA en Paraná... ¿Lo qué? ¿En Paraná? ¿De qué me habla? Del único sistema de ingreso ciudadano que estaba en marcha en el país. Lo eliminaron para poder repartir a gusto, como antes. Como acá. Como en todo el resto del país. Pero ¿puedo seguir? Déle. Bueno: cómo sigue la pelea en La Calle. El ministro de Gobierno que confunde el caso Aguirre con el caso Schiavo. Los planteos del economista Roberto Schunk, que dice que en Entre Ríos los chicos pagan más que los grandes... ¿Y eso qué tiene de novedoso? ¿Conoce muchos economistas que planteen eso? Yo no. Bueno, sigo: básquetbol, rocanrol, humor, insólito... Bueno, pare... ¿Qué es esto, un aviso? No, pero usted me quiso correr con que «otra vez Pelay». Como si fuera un capricho nuestro. Es un papelón, muy grave: anularon la licitación favoreciendo a un amigo, pero al final le dio vergüenza, y en lugar de presentarse, lo hizo su novia. Y ofreciendo nueve mil pesos menos... ¿Le parece poco? No, pero... Es como que no quiero más ese tipo de noticias... ¡Prefiero no enterarme! Como los concejales... Pero eso es otro tema... Y ya no tenemos más lugar. Bueno ¿seguimos en quince días? l

2 / el miércoles número 148 / 24 de noviembre de 2004

Una actividad reflexiva y creativa para recordar el 19 y 20 de diciembre

La agrupación Pocho Lepratti, Agmer y El Miércoles quieren «gurises construyendo memoria» La Agrupación de Educación Popular “Claudio Pocho Lepratti”, AGMER Seccional Uruguay y “El Miércoles”, invitan a docentes y alumnos de Concepción del Uruguay, a participar de una actividad reflexiva y creativa de construcción y recuperación de nuestra memoria colectiva. La propuesta, consiste en que a partir de lo sucedido en nuestro país en diciembre de 2001 (que reúne como imágenes al pueblo en la calle, y como respuesta oficial, la represión y el asesinato), se expresen los debates, sentimientos, ideas, por medio de la literatura, la plástica o la música. Los participantes pueden ser de cualquier nivel y modalidad del sistema, y definirán libremente la forma de trabajo y presentación, según sus necesidades, posibilidades e intereses. Como facilitador y disparador de esta tarea les proponemos trabajar con los textos: “Nosotros tampoco nos acordamos del olvido” y “Pochormiga”, que estarán disponibles en la web de El Miércoles (www.elmiercoles.com.ar) Las producciones grupales se compartirán en talleres que se realizarán el domingo 19 de diciembre del corriente año, cuando se cumplen tres años de aquellas jornadas. Por más información puede consultarse en www.pochormiga.com.ar Ese día también se proyectará el video “Pochormiga: un mundo donde quepan todos los mundos”, que recupera su vida y militancia social. La recepción de los trabajos se realiza hasta el 15 de diciembre en AGMER. La jornada de actividades: será el domingo 19 de diciembre de 2004 en la Plaza San Martín. Los talleres funcionarán desde las 18 y a las 20 se proyectará el video. Por más información consultar en la sede de AGMER o por correo electrónico a: pochoviveconcepcion@yahoo.com.ar

Gente que busca gente Esto es en serio. Es un pedido que hizo llegar a nuestra redacción Silvia Elena Sánchez (DNI 6.428.934) que busca a su madre, quien de acuerdo a los datos que posee, estaría por la zona. Su nombre es Hilda Ester Ávalos, tiene 72 años, piel blanca, pelo castaño y mide aproximadamente 1,60 metros. Cualquier dato al respecto, agradecerá que se comuniquen al teléfono 011-4743-2793 después de las 19 (preguntar por Mariana).



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NÚMERO DIRECTOR Y EDITOR RESPONSABLE: AMÉRICO SCHVARTZMAN JEFE DE REDACCIÓN: ADRIÁN PINO. COLABORAN EN ESTE NÚMERO: MARTÍN BIANCHI, TUBÉN BITZ, TIRSO FIOROTTO, ALEJO MIQUEO, PEPE DEL ORÁ-

Falleció el papá de Pocho Lepratti

CULO, JORGE G. VILLANOVA. SECCIONES: PABLO SCHVARTZMAN, EDUARDO GALEANO, ISAÍAS GOTTLIEB. HUMOR: ACO Y MARTÍN. ASESORES LEGALES: DRES. JOSÉ A. BELLINGERI Y CLAUDIO BESTARD. REG.ISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN TRÁMITE. REDACCIÓN, DISEÑO Y COMPOSICIÓN: AMEGHINO 68 - PLANTA ALTA - TELEFAX 03442432184 - 3260 CONCEPCIÓN DEL URUGUAY

Hasta siempre, Orlando

E-MAIL: INFO@MIERCOLESDIGITAL.COM.AR / WEB: WWW.MIERCOLESDIGITAL.COM.AR

¡Teléfono!

la segunda

Bueno... 150 números de El Miércoles. Yo entiendo que es importante para ustedes, pero... ¿era para festejar? No sé si para una fiesta, pero vale la pena destacarlo, sobre todo porque allá por el año 2000, cuando arrancamos, había muchos que pensaban «esto no llegan al número tres»... Ahhhh... ¿Por eso es lo de «150»? ¡Yo creía que el festejo era porque ya estaban vendiendo 150 números! Pero mire qué gracioso que está hoy... No se me hubiera ocurrido un chiste tan inteligente, viniendo de usted. ¡Se enojó! No, hombre, para nada. Pero pensé que estábamos hablando en serio. Bueno, si quiere, le pregunto por otras cosas. Me imagino que habrá un análisis del primer año de gobierno, tanto a nivel local como en el ámbito provincial... Se imagina bien. Si, pero yo lo que quería era que me comentara un poco sobre lo que empezamos a hablar en el último número, el asunto de la publicidad oficial y los medios. Ufff. Qué tema. Habrá visto la andanada de publicidad en la tele... Por eso me acordé. Fue impresionante, un aviso tras otro de la provincia, del Partido de gobierno... Esos que firma «Jorge Busti gobernador»... ¿Cuánto sale todo eso? No se sabe, pero además no van a ser precisamente los medios los que averigüen ¿no? Nadie quiere quedarse sin su porción de la torta. ¿Habla de la ciudad o de la provincia? De ambos. Y los cuestionamientos quedan en manos de algún opositor... que tampoco quiere que los medios se enojen con él por cuestionar lo que el gobierno les tira alegremente... Y dicho de paso, son opositores muy especiales: critican pero votan a favor. Ni hablar de los oficialistas: los que no son francamente mediocres, y son conscientes de las cosas que suceden, se hacen los distraídos para no perder su lugarcito... Escuchándolo a usté no parecen buenos tiempos, estos. No lo son. Ahora hay recursos, y en abundancia. Pero no tienen ningún interés, por ejemplo, en discutir la distribución de la riqueza, o del poder. Al contrario. Algunos de los funcionarios actuales hablaban de presupuesto participativo, en campaña. Hoy no se sabe ni siquiera cuánto entra y cuánto sale y en qué. Algunos de los concejales deben preguntarse qué es eso, porque están ahí para levantar la mano cuando se lo ordenan, a cambio de cuatro añitos de bienestar personal. Bueno, basta porque me va arruinar las Fiestas. ¿La seguimos en quince días? No, un poquito más. El 12 de enero vuelve a salir El Miércoles les, anótelo así después no se preocupa. Y, pese a todo ¡que pase felices fiestas y empiece bien el 2005! l

2 / el miércoles número 150 / 22 de diciembre de 2004

(Por A.S) Al cierre de esta edición se conoció la triste noticia: en la madrugada de este martes falleció Orlando Lepratti, padre del militante social Claudio Hugo Lepratti (Pocho), asesinado en Rosario en la violenta represión del 20 de diciembre de 2001. Orlando, de 61 años, murió en el hospital de Concepción del Uruguay tras sufrir un paro cardíaco, a su regreso después de participar en Rosario de los actos pidiendo juicio y castigo a los culpables por los hechos del Diciembre Trágico. El padre de Claudio Lepratti sufría problemas cardíacos y en el regreso a su hogar comenzó a sentirse descompuesto. Los Lepratti viven sobre la ruta 14, en la Colonia Los Ceibos, a pocos kilómetros de Concepción del Uruguay, por lo que Orlando, como solía hacer, se apeó en un frigorífico, a la espera de algún conocido que lo acercara a su casa. Fue entonces que comenzó a sentirse mal, y aunque fue trasladado al Hospital, no se pudo evitar su deceso. Lepratti estaba desde el pasado domingo en Rosario, donde participó activamente de los actos y movilizaciones a tres años de las muertes por la violenta represión policial de diciembre de 2001, cuando cayó el gobierno de Fernando de la Rúa. Orlando era un luchador. Un hombre de trabajo, sencillo y afable, que desde el asesinato de su hijo, había dedicado su vida a acompañar el reclamo de justicia, viajando permanentemente a Rosario para participar de diferentes actividades en ese sentido, pero también acompañando en su ciudad, todas las iniciativas “que Claudio hubiera respaldado”. Al cumplirse un año del asesinato de Pocho, había dicho, en estas mismas páginas: «Lástima que se tuvo que morir para que se conozca lo que hacía Claudio. Yo pienso en lo que él hacía y entonces digo, yo debo estar ahí, con o sin ganas, tengo que estar y hacer algo». Orlando estuvo, hasta el límite de sus propias fuerzas. Desde acá acompañamos el dolor de su familia y le decimos hasta siempre l


Por ley de ausencia. Y Montiel fue electo en 1999, más que por sus méritos por el desprestigio en que había caído el PJ, y por el cansancio de la gente ante tanto menemismo. La Santa Alianza entre la UCR, el Frepaso, el Mid y el Partido Solidaridad se dictaminó así: Uno para mí, otro para mí; uno para mí, otro para mí; uno para mí, otro para vos... Gracias a De la Rúa, a los federales, a Cavallo, a Del Real y a su propio esfuerzo, Montiel hará olvidar el anterior mandato peronista de Busti, tanto pero tanto tanto se olvidó el pueblo de los Pacayut, los ATN, de Jorge Pedro y de su gobierno, que la gente volvió a reelegirlo. El hombre –el ciudadano- vuelve a tropezar con la piedra, y otra vez festeja que le regalen un Cavallo de Troya, que construye un corralito, pero que curiosamente no es para él ni para sus potros amigos. Las elecciones de octubre de 2001 fueron una advertencia. La oposición se dividió entre votar a Clemente, a Bin Laden y la feta de salame, que si no... Cuando se avivan que el cimarrón y el dormilón no lo son tanto, los ahorristas salen a la calle y piden “que se vayan todos”. Desde mayo de 1810, haciendo escala en la Libertadora que no se veía tanta Señora Gorda en las calles. Los pobres, bien gracias, saqueando supermercados. Su pequeña revancha a tantos planes de saqueos de sueldos y puestos de trabajo. He aquí los delincuentes, los que roban yerba y fideos. Si llevaran dólares al exterior como Carlos Menem, Néstor Kirchner, Eduardo Macri o Domingo Rossi vaya y pase, pero llevarse gaseosas y papel higiénico a sus casas no es aceptable bajo ninguna circunstancia. Concordia, Concepción del Uruguay y Paraná estallan. Turbias turbas hambrientas rodean y en algunos casos vacían supermercados. De la Rúa reacciona y declara Estado de Sitio. La policía no detiene, mata. Entre el 19 y el 20 de diciembre habrá 34 muertos y ningún responsable político. En Entre Ríos sostuvo el ministro Enrique Carbó que “la policía en términos generales ha cumplido una excelente tarea”. Es que sólo tres fueron los muertos. Un número aceptable para el ministro político de la provincia. Romina Iturain tenía 15 años y ocho hermanos. Ese diciembre su preocupación, como corresponde a una niña de 15 años, era estudiar para rendir matemática e inglés. El premio de sus papás fue dejarla ir a bailar. Tal vez ese día 20 aún le relataba esa experiencia a su prima, mientras tomaban unos mates en el patio de la casa. Demasiado cerca del Wal-Mart de Paraná. La policía dispersó a la gente a balazos. Una bala perdida encontró el pulmón de Romina y no pudo llegar con vida al Hospital San Martín. Dice Mario: “Dentro de lo poco que pude, ayudé a contener a toda esa gente, y mi hija murió por los que defendían a un símbolo del imperialismo, que recién después de que se produjeron las muertes entregaron unos bolsones”. Eloísa Paniagua sólo vivió 13 años; tenía cuatro hermanos y un papá, y su delito fue acercarse en demasía, desde el barrio Maccarone, a un supermercado en el que, decía la radio, ese día se iba a repartir comida. Comida. Porque la gente en diciembre de 2001 pedía comida. Sólo encontraron a los esbirros de los empresarios que los corrieron a balazos. Mujeres y chicos marcharon hacia el parque Berduc, perseguidos por un patrullero. El cabo Silvio Martínez bajó del auto, apuntó con su 9 milímetros y disparó. Otra excelente actuación policial y el fin para los sueños de Eloísa, si es que los tenía, por otra bala policial. “Eloísa Paniagua tenía once años cuando llegó diciembre y murió abrazada a un paquete de fideos. Eloísa no entendió, ni nadie debe hacerlo, que en su apellido había una sentencia escrita muy arriba, en los lujosos despachos oficiales, y en ella estaba escrito que tenía prohibido los fideos. TTenía enía once años y murió abrazada a un paquete de fideos. Paniagua era su apellido” apellido”. (Hernán López Echagüe, Tierramemoria) José Daniel Rodríguez tenía 25 años y militaba en la Corriente Clasista y Combativa. El 19 de diciembre lo vieron frente al Wal-Mart reclamando comida, como tantos. El 31 fue encontrado a 200 metros del supermercado bajo tres cubiertas y con dos balazos en el pecho. “Las tres muertes que sucedieron acá en la provincia no fueron accidentales, sino que fueron causadas por la represión policial. TTal al vez porque Romina era la hija de un trabajador municipal, Eloísa Paniagua era hija de un papá desocupado y José Daniel era un militante político desocupado que andaba luchando también, los crímenes no se esclarecieron” dijo Iturain. Un año después la comuna paranaense donó un terreno, ubicado atrás del hipermercado, que lleva el nombre de “20 de diciembre” diciembre”, en la que se plantaron tres árboles y se descubrieron monolitos con los nombres de los tres entrerrianos asesinados.

¡Pocho vive! “Pocho era el mate cocido calentito para el alma, el espejo para ver todo lo que nos falta para comprometernos, un quijote en bicicleta que no perdía el tiempo con los molinos de viento, era el chef guisero de la solidaridad y la cebolla, era la chata que te levanta en la ruta después de hacer diez horas dedo... Y no se fue: lo fueron, lo crucificaron como al otro flaco que nunca anduvo en bicicleta, los mismos de siempre, los mismos que asesinaron, torturaron y desaparecieron a toda una generación de hormigas” (Gustavo Martínez, ATE-Sante Fe y amigo de Pocho)

10 / el miércoles número 150 / 22 de diciembre de 2004

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No fue hace cien años; ocurrió hace a

yecto más ambicioso y en curso, el G

archivos y recortes y reconstruyó la m

bre de 2001. En este fragmento, selecc

ción, narra las historias de Romina, C

trerrianos que dejaron sus vidas enton

Aquellos día de diciem

POR JORG

ESPECIAL P

Romina Iturain

Claudio Lepratti

El antes.

Dicen que en Rosario las calles del sigue vivo. Que una bala policial no lo mató aquel 19 d San Pocho de Ludueña y que ahora se ve un ángel de siempre. El padre Edgardo Montaldo expone, ya no la obra de vida: “Pocho se entregó a los adolescentes de Ludu guitarra, los instó a estudiar estudiar,, a ser solidarios, a vivir brazos. Lo mató un cana en su lugar de trabajo y su cantidad de adolescentes y jóvenes que no conocier

El durante. Fueron esos días en los que los

supermercados. Los comerciantes -al menos los uruguaye se calmara. Las fuerzas de seguridad, estatales y privadas Lepratti estaba en Ludueña, en su escuela. Parado policías y les gritó: “Dejen de tirar hijos de puta, que demasiada tentación. El policía santafesino Esteban Velá apretó. La bala entró por la tráquea. Eran casi las 6 de la La primera versión llegada a esta provincia la dio matado “los saqueadores” porque “se resistió a aco


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a

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apenas tres. Como parte de un pro-

Gringo Villanova juntó sus apuntes,

memoria de los duros días de diciem-

ccionado especialmente para esta edi-

Claudio, Eloísa y José Daniel, los en-

nces.

ías aciagos mbre 2001

RGE G. VILLANOVA

L PARA EL MIÉRCOLES

Eloísa Paniagua

José Daniel Rodríguez

el barrio Ludueña le gritan al país que Claudio Lepratti 9 de diciembre de 2001. Que a lo sumo lo convirtió en de lata en una bicicleta alada, por las mismas calles de

de Lepratti, sino el objetivo al que habría de dedicar su dueña y les dictó catequesis, les enseñó a tocar la vir con dignidad a pesar de la pobreza, a no bajar los sus compañeros de la comisaría le podrán contar la eron la seccional gracias a su prédica”.

os ninguneados salieron a las calles y arrasaron con los ayenses– exigían ‘bajar uno o dos negros’ para que todo s respondían a tiros, a veces acertaban y a veces no. o sobre el techo para que lo vean, trató detener a los ue están los pibes comiendo” comiendo”. Era demasiado blanco, elásquez se bajó del móvil, apuntó con su itaka 12/70, y la tarde del día 19. o el calificado diario La Calle. Sostenía que lo habían compañarlos en sus desmanes” desmanes”. O estamos ante una

tremenda pereza periodística y sólo se limitaron a reproducir el cable que informaba que un uruguayense había muerto en Rosario... O hubo mala intención y fue un primerizo intento de desvirtuar la verdad. Lo que sería poco honorable para el señero matutino provincial y demasiado cercano a la deleznable actitud de la policía santafesina que desde un primer momento intentó ocultar la verdad. Asuntos Internos es determinante en su pericia: “El asesinato del militante social Lepratti ocurrió fuera de la zona de saqueos y en los fondos de una escuela”. Su padre Orlando arriesga una teoría “Quizá lo mandaron a matar porque molestaba el trabajo que hacía, sacaba a los chicos de la droga y de la calle, los hizo estudiar o hacer deportes. No sé, eso se comenta”. Celeste, su hermana afirma: “El policía y mucha gente pensó que lo mataban, pero en realidad lo multiplicó. De eso se trata cuando decimos que Pocho Vive en cada uno de nosotros, en cada persona que está tratando de cambiar esta realidad”.

El después.

En esos días, Orlando Lepratti estuvo por Rosario. Recorrió el o no me imagibarrio de su hijo y entre sorprendido, acongojado y orgulloso comentó: “Y “Yo naba todo lo que él hacía por los chicos... Lástima que después que murió me enteré de todo eso... Me sorprendo de que mi hijo sea tan importante para tanta gente. ¡Importante!, siendo que sólo fue solidario, honesto, preocupado por lo social... Claudio era un buen tipo, capaz de hacer sacrificios por los otros. Nada más que eso”. De la reunión con el gobernador Reutemann relató: “no me contestó nada, sólo dijo que desconocía algunos detalles, me aseguró que no hubo orden de matar y recordó que habían echado al secretario de Seguridad”. Hubo un juicio y hubo una condena: a Esteban Velásquez, el policía asesino, le dieron 14 años de condena, y una indemnización de 170.000 pesos para los familiares de Claudio, que deberá responder conjuntamente con el estado provincial. El juez de Sentencia Ernesto Genesio consideró que “El policía tuvo intención de matar y hubo dolo directo. Su peligrosidad y su falta de controles inhibitorios lo llevaron a responder con disparos un mero insulto”. Cuenta Dalis, su madre, que “muchos chicos le agradecen estar terminando los estudios” y que al aula en la que Pocho cursó 5º año le pusieron su nombre. “Y o, como “Yo, mamá, estoy muy orgullosa de él”. Los homenajes a Lepratti se han reproducido de todas las maneras imaginables, y en ningún caso se puede decir que carecen de sinceridad o que apuntan a usufructuar su memoria. Nadie garabatea las paredes con carbón, o se calza una remera con frases como ‘Pocho Vive’, si no es para rendirle homenaje o para potenciar su recuerdo e inmortalizarlo en la memoria. Y entre todos los homenajes, se puede contar el que realizó el Concejo Deliberante de Concepción del Uruguay,, o la inclusión entre los personajes del año del diario Uno en diciembre de 2002. El arte también se hace presente. El historietista El Tomi, fue quién lo pintó con alas, de allí eso de El Ángel de la Bicicleta. Además, en una secuencia de retratos va encaminando el rostro de Pocho hasta descubrirlo como un Cristo barrial. Y no está mal para un gurí que hacía de su fe, un estandarte de lucha. León Gieco le ha compuesto un tema. En un reportaje en Página/12, el trovador cuenta por qué lo hizo: “...Y o no conocía su historia, pero cuando voy a tocar a Rosario veo en las paredes “...Yo unas bicicletas con alas, y me dicen que esos dibujos son por Pocho Lepratti. Me encontré con su hermana en Gualeguaychú (en realidad fue en Colón, pero no importa...),, le conté que tenía pensado hacer un tema y ella me dijo unas palabras muy sinceras, ‘es lo que nos falta’. Cuando compuse la canción, El ángel de la bicicleta, se la mandé a la hermana para que la conociera. Es una especie de cumbia, pero trabajada un poco a lo Kusturica. Por supuesto, inmediatamente apareció en Internet y ya la conocen todos todos”. También el periodista Hernán López Echagüe, en su libro Tierramemoria rescata, entre otras, la historia de Pocho. La cubierta del libro es una foto del cantero que en casa de los Lepratti hizo su mamá para Pocho, y en él las flores forman una palabra, un deseo o una verdad. “Le preguntaron si no le faltaba algo, el nombre, porque los canteros eran sólo cuatro letras: vive. ‘No hace falta’, dijo”. Y por supuesto su recuerdo vivo gritado desde los paredones, los “Pocho vive, carajo” carajo”, “Pocho tu lucha seguirá” seguirá”, mantienen su recuerdo y a la vez potencian el mito. Siempre alguien pregunta ¿Quién es Pocho?, y cada vez son más los que saben la respuesta. ¿Con cuál de los homenajes se quedaría él?. No es difícil adivinarlo. Este muchacho entrerriano, que dejó todo –salvo la bicicleta-, e hizo votos de pobreza para sus chicos de Ludueña, se conformaría con las palabras de Milton, uno de sus muchachos de La Vagancia: “Siempre nos decía que pase lo que pase, sigamos adelante, que si terminamos la primaria empecemos la secundaria, que nada nos pare. Y nosotros vamos a seguir”. l el miércoles número 150 / 22 de diciembre de 2004 /

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El papá de Pocho acompañó los reclamos de justicia hasta que su corazón dijo basta, a tres años exactos de los hechos que enlutaron el país en 2001. Era un hombre de una rectitud y un coraje a prueba de balas,

Orlando Lepratti, otra víctima del Diciembre Trágico

solidario y afable. Una multitud lo despidió en su última caminata, ante la indiferencia de autoridades y medios gráficos locales. Po r A M É R I C O S C H VA RT Z M A N

Fue una ceremonia sencilla. Una multitud despidió a Orlando, un hombre de 61 años que aparentaba algunos más, que sufría de problemas cardíacos y que tomó como propia la lucha de su hijo... Hasta que su corazón se negó a seguir acompañándolo en esas caminatas interminables, en las que atravesaba Entre Ríos, agrandando ese tejido invisible iniciado por su hijo y al que transformaron en cables de acero los amigos de Pocho: Gustavo, Varón, Lucas, La Flaca, sus hermanos y su mamá Dalis, y una miríada de compañeros y amigos nuevos que todos los Lepratti fueron descubriendo con ojos de asombro. La caravana que acompañó a Orlando fue tan extensa que no se pudo evitar algunos trastornos en la ruta 14. Allí estaban militantes gremiales, sociales y políticos que compartieron estos tres años con Orlando y su familia. Desde los gurises de La Vagancia de Rosario que vinieron a despedir a “su” Orlando, hasta el ex intendente de aquella ciudad, Hermes Binner, que no quiso estar ausente. Todos los vecinos de la colonia, los que desde hacía décadas conocían la bonhomía de Orlando, su solidaridad, su capacidad para aportar optimismo en cualquier desafío. También amigos de la infancia de Claudio, compañeros de estudio, presentes en las emocionadas palabras de Miguel Demarlenge, que recordó entre sollozos a aquel Orlando “del cigarrillo siempre encendido, capaz de caminar kilómetros en busca de un atado, porque se había quedado ‘corto’, o porque tal vez se los había regalado a ‘un gaucho que se me cruzó”.

ÚLTIMO VIAJE Una de las últimas fotografías que le tomaron diarios de Rosario, permiten verlo como siempre: mate en mano, la vista al frente y con el cartel que pide “castigo”. La imagen es de la mañana del lunes 20 de diciembre, en la concentración en Tribunales reclamando justicia para los asesinados en diciembre de 2001 en Rosario, durante la revuelta popular que puso fin al gobierno de la Alianza. Allí Orlando volvió a reclamar por los siete asesinados. En primera fila, por justicia para todos los casos, allí estaba él, en el nombre de su hijo... Según contaron allegados, en esos días Orlando recorrió los lugares en donde fructificó la labor de Claudio, “casi como si lo estuviera recuperando de otra manera”. Homenajes, recordatorios y nuevas manifestaciones de lucha que lo tuvieron presente, como cada día de estos tres años. Casi al mismo tiempo, en Concepción del Uruguay, una multitud había llenado el patio del gremio docente para compartir el premiado do-

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La portada de El Ciudadano, uno de los diarios de Rosario. cumental “Pochormiga, un mundo en el que quepan todos los mundos” y una jornada de reflexión que no se pudo hacer en la plaza pública. Gustavo Martínez, amigo íntimo de Pocho, contó a este cronista que Orlando –que sufría de problemas cardíacos– aparentaba estar cansado aunque con la energía de siempre. Pero había perdido el bolso donde tenía sus medicamentos. Después de tres días de intensa actividad, regresó a Concepción del Uruguay y fue entonces cuando, al apearse del colectivo que lo traía para buscar alguien que lo acercara a su chacra, el corazón le avisó que ya no lo podía acompañar.

último libro) a modo de homenaje a Orlando al enterarse de la noticia. En el velatorio y en el sepelio estuvieron presentes el municipio de Rosario, ATE Santa Fe y Entre Ríos, AGMER, y otras organizaciones sociales y religiosas. Sin embargo, en una nueva muestra de miseria moral, los medios gráficos uruguayenses –La Calle y UNO– publicaron el aviso fúnebre pero no dedicaron una sola línea al perfil del vecino fallecido. Tampoco autoridades municipales estuvieron en la despedida a uno de sus vecinos más nobles. Lo cual no extrañó pero sí indignó a los familiares. No extrañó, porque apenas unos días antes, desde el municipio se interpusieron trabas para las actividades que se iban a desarrollar en la Plaza San Martín en recuerdo de las víctimas de diciembre 2001, entre ellas la proyección de “Pochormiga”, porque para la comuna se trataba de un espectáculo público como cualquier otro. En el sepelio no hubo ceremonia religiosa, pero una docente, militante y cristiana, pidió –acorde con ese maravilloso espíritu de tolerancia que caracteriza a los Lepratti– que los presentes que creyeran en ese Jesús que Claudio veía en cada semejante, elevaran juntos una plegaria por Orlando; una merecida, sentida y profunda plegaria por ese trabajador rural, por ese padre ejemplar, que renació a su hijo en sus interminables caminatas de lucha.

“¿DE DÓNDE, SI NO, IBA A SALIR EL POCHO?”

Parco, campechano, sencillo. Con esa dureza exterior de nuestros hombres de campo que apenas logra esconder la ternura profunda. Un tipo solidario, activo en la construcción de lazos colectivos. Así era Orlando Lepratti. Sus manos grandes y curtidas apretaban fuerte al estrechar las del interlocutor. La voz pausada y de tono grave tenía un timbre de cercanía que lo hacían sentir como conocido de toda la vida. Siempre apaEL HOMBRE Y EL SILENCIO La tragedia y la represión llevaron a Orlando rentó más edad de la que tenía, y por eso para mua ocupar una trascendencia pública que no bus- chos era conocido como “El jovato” o “El abuelo”. Fue una víctima más del Diciembre Trágico, tres có y que no hubiera elegido jamás. Su vida era la de un granjero, un trabajador del campo, que años después. Quizás no sea necesario argumentar ya había visto crecer a sus seis hijos, que se en- la obviedad, pero este padre afable, lleno de vida, catusiasmaba con la cooperativa a la que se sumó paz de interrumpir un partido de fútbol donde era y no dejaba de lado sus pasiones de siempre: el técnico de un grupo de gurises para entrar a jugar él, fútbol, las charlas con amigos y vecinos, los te- como uno más; no hubiera fatigado así su corazón sin ese Diciembre 2001 que le llevó un hijo. mas sociales... Orlando nunca dejó de luchar; decía que lo hacía Pero entonces llegó diciembre de 2001. Después de la tragedia, en Rosario conoció el por su hijo y por las causas que lo merecían. “Soñador, idealista, luchador, cooamor que había generado “su” perativista, mutualista, creía FOTOGRAFÍA DIARIO «ROSARIO/12» Pocho, construyendo acá –y no que todo era posible, y no en “el otro mundo”– un mundo dejaría jamás de tender una en el que pudieran caber todos. mano para que lo tuyo lo Ese amor se transfirió de fuera… y era normal que se manera irrefrenable hacia Orlanla pidiéramos sin temor, do y su familia. Por eso la inesporque sabíamos que enperada muerte sacudió a Rosacontraríamos ayuda, la que rio y fue nota de tapa de los diafuera y a cualquier hora del rios de aquella ciudad. También día”, lo recuerda Miguel en medios nacionales se hicieron el sepelio. eco de la noticia. “De dónde, si no, iba a El escritor Hernán López salir un tipo como Claudio”, Echagüe, embargado por el doagrega uno de los rosarinos lor, remitió por vía electrónica su presentes. l texto “Pocho” (que integra su

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Papelera: Gualeguaychú sí está sobre el río Uruguay (Por M.B.) Nuestros colegas de la Capital Nacional del Carnaval nos han hecho llegar un comunicado plegándose al reclamo que la comunidad toda de Gualeguaychú hace. En la nota exigen que deje de jugarse con el medio ambiente y expresan: “Más allá de nuestra función informativa, en la que hemos tratado este tema profesionalmente, dando espacio a las todas posiciones existentes ante la radicación de papeleras en la cercana Fray Bentos (hemos dado espacio a Metsa-Botnia, ENCE, Vecinos Autoconvocados de Gualeguaychú, funcionarios, ambientalistas, independientes), no estamos eximidos de posicionarnos como vecinos de esta región. No podemos mirar sólo como testigos, como puentes entre lo que pasa y la sociedad. No: como ciudadanos, somos también protagonistas de nuestro futuro, porque está en juego el Bien Común. La radicación de dos plantas papeleras junto al Río Uruguay, en las condiciones planteadas, tendrá serias consecuencias sobre el medio ambiente en el futuro cercano y lejano, para nuestra ciudad, nuestra región y para nuestra calidad de vida”. Como corolario del comunicado adjuntan información que demuestra la falsedad de que estas empresas impliquen importantes fuentes de trabajo ya que, luego de un tiempo, mientras la ocupación cae, el deterioro ecológico crece. Tampoco controlar los niveles de contaminación es suficiente, ya que esto demuestra que HAY contaminación. Afirman también que “existen en esta industria tecnologías que producen contaminación cero. Para dos inversiones que suponen, una, 600 millones de dólares, y la otra entre mil y 1500 millones de euros -la de Botnia sería la planta productora de pasta celulósica más grande del mundo-, sería perfectamente factible aplicar esas tecnologías” y que como compromiso con la sociedad gualeguaychuense se unen “al admirable trabajo de esclarecimiento con que los Vecinos Autoconvocados y los grupos ambientalistas de ambas orillas intentan frenar estas radicaciones, nuevos espejitos de colores teñidos de euros”, y para finalizar aseguran: “Como periodistas, seguiremos atentos siempre al compromiso de hacer oír las dos campanas. Como ciudadanos queremos hacer oír nuestra propia voz”. Adjuntan una nota periodística en la que se enuncian las consecuencias que sufre el medio ambiente por la instalación de estas industrias. Firman TODOS los periodistas y propietarios de medios de Gualeguaychú. A todo esto, ¿nosotros no vivimos sobre el mismo río? Digo, porque como en nuestra ciudad ni el intendente, ni el Concejo, ningún partido político, ente, entidad intermedia, ni medio alguno que se haya plegado al reclamo de nuestros vecinos o que simplemente se haya preocupado por difundir un poco el tema...

El libro de Pocho Celeste Lepratti acercó a esta redacción de este semanario un ejemplar de «Pocho Vive!», una publicación de 225 páginas editada por la Editorial de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti, de Rosario, con el apoyo de la Municipalidad de aquella ciudad, y la Asociación Gremial del Magisterio santafesina. El libro reúne distintas expresiones surgidas de una convocatoria abierta al cumplirse el primer año del asesinato de Claudio Lepratti. «Poesías, relatos, informes, cuentos cortos, llegaron desde distintos puntos de la ciudad de Rosario y por supuesto, desde Concepción del Uruguay», cuentan los miembros de la Biblioteca. El objetivo era colaborar con la memoria histórica «a través de la palabra del pueblo, de quienes lo conocieron, de sus amigos y de tantos otros que sin conocerlo se conmovieron profundamente» con su figura. Agradecemos el envío de este libro.

Se conformó la APDH local El 6 de abril pasado se conformó nuevamente la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Seccional Departamento Uruguay. En el acto se reivindicó la nomenclatura “Nunca Más” para la ex 10 del Oeste Sur y se creó una Comisión Promotora Provisoria, conformada por Ana María Hernández, Silvia Garnier de Bochatay, Diana Beatriz Almada, Ricardo Matzkin, Beatriz Harispe de Cané, María Luisa Grianta Crepy, Daniel Faustino Ballester, Héctor Oscar Bogado, Alejandro Bernasconi, Orlando Sosa, Dora Inés García, María Cristina Laurencena, Daniel Adolfo Crespo, Mónica Amoz, Marìa Luisa Acevedo, Eduardo Horacio Groba, Aurora Beatriz García, Rubén Alberto Moscatelli, María Cristina Tejedor. En la próxima reunión se considerarán los estatutos, distribución de cargos y nuevas publicaciones de APDH.

Charla acerca del Acuífero El bloque de concejales Nuevo Espacio, el ARI y la Cátedra de Pensamiento Nacional de la Universidad de Concepción del Uruguay invitan a la disertación sobre “Aguas subterráneas y Acuífero Guaraní”, a cargo del geólogo José Serra y el doctor Jorge Daneri. Esta charla se realizará en el salón auditorio de la UCU el próximo viernes 15 de abril.

De Boca, pero no de Macri El titular de la Peña Boquense «Angel Clemente Rojas», Angel Salamonini, que había sido mencionado como parte de la Mesa local de Compromiso para el Cambio –el partido de Mauricio Macri– aclaró públicamente que no integra dicha fuerza política, por más hincha xeneize que fuera. Cumplimos.

el miércoles número 158 / 13 de abril de 2005 /

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Encuentro por la Soberanía Popular: reunión provincial El sábado 7 de mayo se realizará en Paraná el primer plenario provincial del "Encuentro Nacional por la Soberanía Popular", constituido en noviembre de 2004 en la ciudad de Rosario, y del que forman parte Víctor De Gennaro, Claudio Lozano, Hermes Binner, Carlos Heller, Mario Cafiero, Patricio Echegaray, la hermana Marta Pelloni, Eduardo Buzzi y al que adhieren Atilio Borón, Susana Rinaldi, María América González, Eduardo Aliverti, Carlos Gabetta, Tito Cossa y Teresa Parodi, entre otros. En su documento fundacional la tarea que se imponen es convocar a la construcción de una coalición política para gobernar la Argentina. "Con ese objetivo, iniciamos la tarea de discutir en cada región de nuestro país, con los que quieran participar y hacerse cargo de este desafío, qué Argentina queremos y cuál debe ser la política para convertirla en realidad", dice el comunicado de prensa. En Entre Ríos convocan numerosos dirigentes sociales de diversas organizaciones, y partidos políticos, como el Partido Comunista, el Movimiento 26 de julio, La Red de Participación Popular, el Nuevo Espacio y el Partido Socialista. Esta primera Asamblea es preparatoria para el encuentro nacional, que se realizará el sábado 14 de mayo en el Club Ferrocarril Oeste, de la ciudad de Buenos Aires. Para acceder el texto completo de la declaración de Rosario, las organizaciones, dirigentes que lo integran y el programa de asambleas, .encuentro-nacional.com.ar entrar a www www.encuentro-nacional.com.ar .encuentro-nacional.com.ar.

Presentaron el Libro "Pocho Vive"

El sábado 30 de abril se realizó la presentación del libro "Pocho Vive", en el salón de la Asociación de Obreros y Empleados Municipales colmado de uruguayenses, muchos de ellos, recién llegados de la marcha contra la celulosa en Gualeguaychú. Durante la jornada se proyectó el documental "Pochohormiga", realizado por un grupo de estudiantes de Cine y TV de Rosario, que fue premiada por el Festival Latinoamericano de Video de Rosario como mejor documental. La actividad, muy emotiva, fue realizada por la Asociación de Educación Popular Claudio "Pocho" Lepratti de Concepción del Uruguay, finalizando con una peña.

Talleres Culturales

Patrimonio termal del Mercosur Como una forma de lanzar la nueva carrera de postgrado en Termalismo que impulsa la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNER, se realizará un Seminario los días 27 y 28 de mayo en la ciudad de Buenos Aires sobre "El patrimonio termal del Mercosur". Es la primera carrera de este tipo en la Argentina y América Latina, y de acuerdo a lo informado por la Facultad, su proyecto atiende a las características del Termalismo en nuestro país, y muy especialmente en nuestra región, donde el agua se obtiene de perforaciones muy profundas (más de 1.000 metros) y su salinidad y vuelta al ambiente representa un problema aun no resuelto. La carrera se apoya en dos disciplinas centrales, como la Hidrogeología y la Balneología, con la mayor carga horaria de todo el programa, apoyadas por otras como Desarrollo local y regional, Arquitectura Balnearia, Aspectos legales, Gestión & Administración de Establecimientos Termales, Turismo Salud, Higiene y Seguridad, Impacto Ambiental, e Investigación Aplicada. El programa prevé dos años de actividades y el título otorgado es Especialista en Termalismo. Para más información, ver la página www.fcs.uner.edu.ar y enviar ficha de preinscripción sin compromiso. Contactos: demichele@fcs.uner.edu.ar y termalismo@fcs.uner.edu.ar.

agrupa dos

8 / el miércoles número 161 / 4 de mayo de 2005

El Proyecto Tendiendo Lazos, organizado en conjunto con el Grupo RIO (Red Integración y Orientación) y la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNER, continúa desarrollando, en el Centro Comunitario Miguel Bulo, del barrio Zapata (Díaz Vélez y Magaldi), los Talleres Culturales, que tienen como finalidad crear un espacio de recreación, vinculación y acceso a la cultura para toda la familia. Todo el que quiera acercarse tiene las puertas abiertas, ya que la participación es libre y gratuita. Los Talleres Culturales comenzaron a principios de 2005, y debido a la buena repercusión y participación, se realizan ahora todos los sábados de 15.30 a 17.30.

Cadena de oración por Alan Alan Ferrari de 8 años, alumno de 3er grado de la Escuela 4 "Benigno Teijeiro Martínez" recibió un transplante de corazón el sábado a la madrugada. Alan evoluciona favorablemente, aunque de manera muy lenta y se encuentra todavía en estado crítico. Ana y Beto, sus papás, quieren agradecer a todos los que aportan su granito de arena e invitan a sumarse a una cadena de oraciones.


Pan y Circo

junio 05

El Presidente León Gieco promete y cumple El músico popular ya tiene listo el nuevo disco, que incluye su tema en homenaje a Pocho Lepratti. Ya filmó el primer clip, trajeado con banda presidencial, donde León en persona pinta un graffitti de la bicicleta del militante social oriundo de Concepción del Uruguay. Los lectores de

El Miércoles recordarán que en febrero de 2004, en estas páginas se publicaba la promesa de León a Celeste Lepratti de escribir una canción para contar la historia de Pocho. No sólo cumplió, sino que cedió la canción a la familia, y así fue que "El Angel de la Bicicleta" estuvo durante más de un año disponible en versión MP3 en la web de El Miércoles. Ahora, además, será el corte de difusión del nuevo disco y un video, que complementará la constante lucha de los militantes sociales de todo el país. Lo del título: León promete y cumple.

16 / el miércoles número 167 /

15 de junio de 2005

El jueves pasado, León Gieco apareció sorpresivamente en La Plata vestido de presidente de la Nación. Irrumpió de mañana por las calles dibujando grafitis donde se veía una bicicleta con alas. Luego entró al Palacio Municipal, donde el cantautor santafesino encarnó a un excepcional presidente que dice las cosas de frente, tal cual son. Pero que al momento de su discurso, se encuentra frente a un auditorio totalmente vacío. Las cámaras que seguían a León por todas partes delataban que se trataba de una filmación de video con Santiago Pueyrredón como director, precisamente de El ángel de la bicicleta, primer corte de su próximo álbum. El disco, que se llama Por Favor, Perdón y Gracias, saldrá a la venta a principios del mes de Julio. "El ángel de la bicicleta" cuenta la historia de Claudio Lepratti, alias "Pocho". Pocho era un muchacho de 35 años que trabajaba en una escuela de bajos recursos de Rosario, colaborando con un comedor infantil. Su característi ca era que se movilizaba en su bicicleta. En diciembre del 2001, en medio de la situación sociopolítica que vivía la Argentina, fue asesinado de un balazo en la garganta, mientras le pedía a la policía que no disparase contra el comedor donde él colaboraba, ya que adentro había chicos comiendo. Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario se ven las pintadas con una bicicleta alada, recordando a "Pocho".

"EL ANGEL DE LA BICICLETA" (FRAGMENTO) Cambiamos buenas por malas y al ángel de la bicicleta lo hicimos de lata. Felicidad por llanto. Ni la vida ni la muerte se rinden con cunas y cruces. Voy a cubrir tu lucha más que con flores. Voy a cuidar tu bondad más que con plegarias. BAJEN LAS ARMAS!!


18 / el miĂŠrcoles nĂşmero 175 /

10 de agosto de 2005


CUATRO Aテ前S


Pan y Circo

febrero 06

LUEGO LUEGO DE DE ACTUAR ACTUAR EN EN COLÓN COLÓN

León Gieco visitó la casa natal de Pocho Lepratti

16 / el miércoles número 203 /

22 de febrero de 2006


Al día siguiente de su memorable actuación en la Fiesta de la Artesanía, León Gieco visitó la casa natal de Pocho Lepratti, en Concepción del Uruguay. Allí compartió unos mates con su mamá Dalis, sus hermanos y algunos amigos del militante social asesinado en diciembre de 2001. Este fin de semana, en Rosario, habrá actividades para recordarlo, culminando el lunes 27 –cumpleaños de Lepratti– con las actuaciones de Gieco, Teresa Parodi, Visión y Lengua Verde, entre otros. Al día siguiente de presentarse en Colón, León Gieco visitó la casa natal de Claudio Pocho Lepratti, en Colonia Los Ceibos, a pocos kilómetros de Concepción del Uruguay. Allí compartió unos mates con Dalis, la mamá de Pocho, sus hermanos Celeste, Laura y Camilo, y algunos amigos, entre los que se encontraba Varón, uno de los chicos de la calle que se formaron junto al militante social asesinado en diciembre de 2001. Dalis, la mamá de Pocho, contó a El Miércoles la reconfortante visita: «León estuvo acá, en casa, el día después de la actuación. Celeste estaba en la conferencia de prensa y lo invitó, como una forma de agradecerle lo que él hizo por Claudio, con su canción... (‘El Angel de la Bicicleta’). Así que el sábado, al mediodía, pasó por casa. Vino con su equipo y estuvo un buen rato con nosotros, charlando, como uno más, sencillito, así como uno lo ve que es cuando canta...», cuenta Dalis, sin ocultar su satisfacción por la visita. «León tomó mate, comió queso y chorizo caseros, que mandamos a buscar, porque justo no teníamos... Estaban Celeste, Laura y Camilo (hermanos de Claudio) y también algunos de los chicos de Rosario que hicieron el video Pochormiga, que quieren hacer una segunda parte... Y también estaba Varón con su familia. Así que fue una visita hermosa. León cantó Carito, pasamos un momento bárbaro ¡y gratis!», se ríe Dalis, y al momento también se emociona y calla... Luego retoma, para contar que se viene...

...EL CUMPLEAÑOS-CARNAVAL DE POCHO Este fin de semana, en Rosario, los días 25,26 y 27 de febrero de 2006, el Bodegón Cultural «Casa de Pocho», los amigos de Claudio de Barrio Ludueña y distintas organizaciones sociales, realizarán en la Plaza que lleva su nombre (ubicada en Larrea y Vélez Sársfield) numerosas

actividades enmarcadas en lo que dieron en llamar el «Cumpleaños-Carnaval de Pocho». El sábado 25, por la tarde, habrá diferentes talleres: de producción de letras de murga; de candombe y de producción de textos «Contándonos Historias: Pocho y la Memoria de Ludueña». Desde el sábado hasta el lunes se realizarán murales colectivos en la plaza. Para quienes quieran colaborar con los gastos pueden hacerlo depositando la suma que deseen en la Caja de Ahorros Nº 60-6446/92 del Banco Municipal de Rosario. El domingo 26, desde las 16 hasta la medianoche, se sucederán varios espectáculos, arrancando con la presentación del CD «Con Otra Se Puede» (10 canciones para Pocho Lepratti). Luego se dará paso a una amplia programación, que incluye la presencia del grupo uruguayense Visión, y grupos de teatro, de rock, folklore, Hip Hop, música rosarina, blues, reggae y cumbia. El lunes 27, a partir de las 16 y hasta la medianoche, habrá más actividades, como la 1ª Feria de Organizaciones Sociales, Culturales y de Productores. La programación artística incluye varias murgas, el grupo uruguayense Lengua Verde y el cierre con Teresa Parodi y León Gieco. Ese día, a las 12, estará saliendo desde la Terminal de Omnibus de Concepción del Uruguay un colectivo con capacidad para 47 personas, a sólo 27 pesos ida y vuelta. Quienes estén interesados pueden dirigirse a Agmer (teléfono 428536). La mamá de Pocho confirmó que el 27 estará presente en las actividades que organizan en Rosario, en el cumpleaños de Lepratti. «Sí, voy a ir. Es una buena forma de pasar ese día», dijo. 3 FOTOS: GENTILEZA FAMILIA LEPRATTI

En la página anterior, León cantando junto a Dalis, la mamá de Pocho. Arriba, el músico junto a familiares y amigos, en el cantero que creó Dalis en recuerdo de su hijo asesinado en diciembre de 2001 en Rosario.

el miércoles número 203 / 22 de febrero de 2006 /

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HOMENAJES EN LA

El Carnaval de Pocho se sigue haciendo oir Sin duda, es la muestra definitiva de la derrota de quienes creyeron que lo mataban. El fin de semana pasado, el barrio de Ludueña de la ciudad de Rosario festejó nuevamente el Carnaval-Cumpleaños de Pocho Lepratti, como viene haciendo cada año desde aquel primer 27 de febrero sin Claudio, asesinado por una bala represora en el trágico diciembre de 2001. Esta vez fueron tres días, a lo largo de los cuales se sucedieron talleres de murga, de creación literaria, de percusión, murales, teatro, actuación de grupos musicales... Y la presencia en el cierre de dos grandes de la música popular: Teresa Parodi y León Gieco.

12 / el miércoles número 204 /

1º de marzo de 2006

Este lunes marchó hacia Rosario un colectivo repleto de uruguayenses, que se sumaron a los integrantes de Lengua Verde y Visión, participantes del encuentro, llevando además la noticia de que su ciudad natal resolvió homenajearlo dándole su nombre a una calle. En este informe, el diálogo con su hermana Celeste, la crónica de viaje a cargo de Miguel Demarlenge, amigo de Pocho de cuando aún era Chicho. Algunas imágenes que testimonian lo que se vivió en este homenaje, y también, el recuerdo de otro amigo de estas páginas, Miguel Rep, quien le dedicó este martes su tira diaria en Página/12.


CIUDAD DE ROSARIO «Si bien esto se viene haciendo desde algún tiempo, este año se agrandó –contó Celeste Lepratti a los enviados de este semanario, mientras los guiaba hacia la humilde casa donde vivió su hermano, durante diez años, en el barrio de Ludueña, ubicado al noroeste de la ciudad de Rosario–. La idea es de los chicos que trabajaban con él en el barrio y que después de su asesinato quisieron hacer algo para recordarlo y honrar su memoria, seguir denunciando, seguir reclamando justicia». Lo raro es que no hay lágrimas, aunque sí emoción. Y la presencia de Lepratti se puede percibir en todos los rincones de la barriada: en los murales, en las pintadas, pero también en los chicos que pasan en bicicleta silbando «la canción de Pocho», la que le dedicó León Gieco. Celeste, radicada en Rosario desde hace algún tiempo y decidida a continuar de alguna manera la labora de su hermano, sigue hablando: «Lo particular de todo esto es que se lo recuerda de esta forma, teniendo como eje la alegría y realizando un carnaval el día de su cumpleaños.

Esto arrancó el 27 de febrero de 2002, el primer cumpleaños en que Pocho ya no estuvo, y año a año se fue sumando cada vez más gente». El sábado hubo un Taller de Candombe para el cual estuvo presente el grupo Lengua Verde de Concepción del Uruguay; y un Taller de Producción de Letras de Murga, coordinado por «La Murga de los Trapos» que es la murga del barrio; el domingo, un Taller de Producción de Textos con la coordinación de Hernán López Echagüe y Laura Giussani. Todo esto se llevó a cabo en la plaza del barrio, que desde el año pasado lleva el nombre de Pocho Lepratti. La casa de Pocho aquí en el barrio de Ludueña sigue en plena actividad... Sí. Cuando él vivía la casa ya era un centro de reunión, se acercaban muchos chicos y adolescentes a participar de las actividades que Pocho propuso durante los diez años que vivió acá. A partir de su muerte los chicos se sintieron muy paralizados... La casa estuvo cerrada durante algún tiempo. A mediados de 2002 se juntaron nuevamente y tomaron la iniciativa de volver a organizar algo, no sólo entre ellos sino ampliando la convocatoria a todos los chiEn las imágenes, la casa de cos del barrio. Eso es lo que se está haciendo: en la Pocho y la placa que lo recuerda actualidad funcionan varios talleres propuestos no en la plaza que lleva su nombre. sólo por gente cercana a Pocho, sino que muchos También, uno de los talleres otros se han acercado desde lugares más lejanos a realizados. presentar sus propuestas. Hoy en día funciona una biblioteca, un taller de promoción de lectura para niños, un taller de alfabetización para adultos, un taller de inventos destinado a los más chiquitos, un taller de fotografía, otro de cine, uno de artesanías, etc. Y generalmente los participantes son adolescentes. A la casa siguen llegando las activas hormigas que vienen de todos lados a participar del homenaje. Se sacan fotos con Celeste, curiosean un poco las sencillas habitaciones de la casa, les muestran las fotos que reunieron los chicos de los grupos de Pocho. Luego, Celeste se despide con la frase que se puede ver en las calles de Rosario –y también de Concepción del Uruguay– y que marca la presencia de su hermano: «Pocho vive porque la lucha sigue». l

el miércoles número 204 / 1 º de marzo de 2006 /

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El homenaje a Pocho en Rosario GENTILEZA MARCELO SGALIA (DIARIO UNO)

Que los cumpla P o r

Arriba: León, siempre presente, siempre cumpliendo. Abajo: Teresa Parodi y un grito solidario para decir presente. GENTILEZA MARCELO SGALIA (DIARIO UNO)

14 / el miércoles número 204 /

1º de marzo de 2006

M I G U E L

D E M A R L E N G E

¿Quién dijo que todos los cumpleaños son iguales, que lo único que varía es la cifra que inexorablemente cambia? Este 27 los festejos fueron en su Ludueña, que se nos adueñó de nuestro Chicho que cada vez es más Pocho.... pero nosotros no nos sentimos despojados. Al contrario. Varios viajábamos por primera vez. Una mezcla de emociones contenidas, expectativas, etc., pero desde que subimos al cole nos vimos rodeados por sus familiares, vecinos, amigos, y algún desconocido, todos felices... ninguno obligado. La Plaza con su nombre, su casa (todos detrás de una Dalis, que multiplicaba sus fuerzas y si bien seguía caminando como dice Nadia, como sin pisar el suelo, lo hacía con paso decidido y feliz) sus amigos, murgas, grupos, sorteos, sorpresas, todo como en una fiesta. Fuimos transitando las horas entre desconocidos y no tanto... (El cura Montaldo; el Duende Guernica; López Echagüe; Teresa Parodi y León Gieco). Todos como simples asistentes, a un encuentro donde el de los festejos no estaba ausente, por el contrario... presente en los stand, simples, sencillos; en los CD que se presentaban con canciones en su homenaje; en el mate cocido caliente que se servía al que lo quería; en cada grupo que se formaba para charlar de cualquier tema... La libertad era una cualidad del encuentro. Por supuesto, algunos que lo mejor que saben hacer es cantar, hicieron eso. Teresa llegó a la tardecita con su guitarra y nos deslumbró, una voz bellísima y canciones como: Kilómetro 11 (en guaraní y castellano); Resistiendo (que escuchada en vivo por esta mujer a la que la vida ha golpeado varias veces, es más que una canción) y nosotros maravillados y aportando unos sapucais desafinados... Y que a ella le arrancaban unas sonrisa que en esa boca grande, parecía más amplia..... ¡Y se la veía feliz!) León cumplió (como diría el Gringo, «como siempre») con casi dos horas de un recital que era parecido pero no tanto a sus anteriores presentaciones (estaba tocando porque sí y gratis-gratis, es decir: no «sin cargo para algunos» y «con cargo para todos»...) las 10.000 personas que colmaban la Plaza de Pocho no le quitaron intimidad y junto a él en el escenario, no sólo había lugar para la familia Lepratti y sus amigos de Ludueña. También estaban los chicos con capacidades diferentes: un gurí Down acompañó a León con su baile de los Orozco, otros colaboraron en los coros de Sólo le pido a Dios; Chávez, ese músico sin manos y sin piernas que un ratito antes nos había impactado con su sólida banda, lo acompañó en armónica; y una Abuela de Plaza de Mayo, como una estatua viviente lo escuchó de cerca, y los desaparecidos, y los ex combatientes, y.... siempre hay lugar para todos junto a Gieco. Cumplimos con la familia al entregar la copia de la ordenanza que dispone imponer su nombre a una calle de Concepción del Uruguay (el hecho de que estuviera aprobada desde diciembre y que no lo supiéramos es una anécdota... o una muestra de lo mal que se comunican las acciones de gobierno.) La fiesta siguió después de León con más bandas, más murgas, poesías, y el amanecer nos devolvió a todos a nuestras casas, como todo el que vuelve de una fiesta: cansados pero contentos. Pocho... ¡que los cumplas feliz! 3


CINCO Aテ前S

el miテゥrcoles nテコmero 244 / 6 de diciembre de 2006 /

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Pan y Circo

POR VALENTÍN BISOGNI FOTOS; V.B.

marzo

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EL ÍDOLO DE LOS QUEMADOS, EN COLÓN

León Gieco:

«Hago canciones por mi necesidad de luchar» de que la lluvia malograra la primera fecha incorporado a su repertorio. Este semanario fue el paraLuego Con su habitual sencillez, León dejó bien en claro su recital, León Gieco se presentó el martes 20 único medio de Con- de febrero, en lo que fue la última noche de la Fiesta que Pocho Lepratti «se hizo muy conocido en el país, Nacional de la Artesanía en la vecina ciudad de Colón. primero por su lucha, segundo porque también hubo cepción del Uruguay El artista estuvo casi dos horas y media sobre el esce- gente a su alrededor que se preocupó por hacer un presente en la confe- nario presentando su show 15 años de mí, donde com- video, por salvar todas las imágenes que había de el, bina música y videos (no sólo musicales sino también la gente que lo rodeaba, que lo quería mucho». Agrerencia de prensa que sobre hechos históricos del país como las dictaduras gó: «Tarde o temprano son personajes que se hacen conocidos como el doctor Mamilitares o la guerra de Malvinas). También vabrindó Gieco antes radona, por ejemplo, un tipo que rias canciones de su disco Por favor, perdón y nunca nadie le hizo una nota y de cantar. Aquí com- gracias. ahora está totalmente reivindicapartimos las palabras do. Porque tiene mucha más EL ÁNGEL DE LA BICICLETA fuerza eso que todo lo demás». de uno de los músiEn febrero de 2004 León Gieco conoció perExpresó, con la misma humilcos más coherentes sonalmente a Celeste, la hermana de Claudio Podad: «Yo colaboré en una mínicho Lepratti, en esta misma ciudad de Colón, ma medida, componiendo una de la Argentina, que luego de su recital. El Miércoles fue testigo de canción para este personaje, y lo ese encuentro, donde León anunció que estaba llevo conmigo todo el tiempo. no sólo se compropreparando una canción para Pocho. A tres Porque no tenemos demasiados mete con sus cancio- años, este cronista consultó a León sobre la repersonajes de lucha como él, percusión que generó el tema, tan amplia que como el padre Mujica». Entre nes, sino también parte de sus versos aparecen en pintadas y muesos nombres que León afirmó rales, y se siguen sumando versiones: desde la La bicicleta de Pocho que lo acompañan en las giras, cuando responde que realiza Teresa Parodi hasta versiones de en las remeras del staff además de Lepratti y Mujica, de Gieco. preguntas. grupos chamameceros y de cumbia que la han SIGUE EN PÁGINA 18

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RECIBIDOS

«No vamos a creer que Macri, López Murphy, Sobisch o Menem van a cambiar algo. Al contrario, van a actuar como actúa la derecha del país».

Once y medio, de Gabriel Buffa

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nombró a Sixto Palavecino y a Atahualpa Yupanqui. «Son personajes necesarios para la continuidad y para la lucha de este país». Por último añadió: «Lo más fuerte de todo es el trabajo que Pocho hizo. A la larga se conocería igual».

EL PAÍS K León habló sobre su visión del país, respaldó al Gobierno nacional pero señaló: «Hay una parte en la que hay que poner todas las fichas, que todavía el gobierno no las puso, porque no sabe cómo hacerlo. Yo creo que hay que encontrarle la vuelta, pero esperemos le encuentre la vuelta. Porque si no le encuentra la vuelta este gobierno no se la encuentra nadie, porque no vamos a creer que Macri, López Murphy, Sobisch, Menem y todos esos tipos van a cambiar algo la situación. Van a hacer todo lo contrario, van a actuar como actúa la derecha del país que es pedir préstamos, taparle la boca a la gente con plata y después hay que pagarla con el tiempo». El músico resaltó: «Este gobierno tiene actitudes diferentes, tiene una política económica de exportación y no de importación como teníamos con Menem. No hay demasiada corrupción, como la corrupción cotidiana y asquerosa que teníamos en la época de Menem. Es un gobierno sensible a las fábricas recuperadas, ahora les va a dar préstamos. Es un gobierno que se ha preocupado en incentivar la justicia con respecto a la lucha por los derechos humanos. Es un gobierno que ha logrado que la gente pueda pagar dignamente los impuestos, cosas que nadie lo hacía». Además expresó: «yo rescato de todo lo que he vivido de mi vida conciente respecto de la política, los tres meses de Cámpora, que fue como un respiro, como decir acá viene una cosa

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León en la conferencia de prensa.

diferente, nos equivocamos porque vino Perón y se quedó con la derecha del peronismo, con López Rega y empezaron a matar gente con la Triple A, que fue el primer escalón de la dictadura militar. También rescato el primer o segundo año de Alfonsín, que parecía que esto iba a cambiar porque estaban los militares en juicio, después cuando dijo ‘la casa está en orden’ fue porque se desordenó todo. Y este gobierno. Son los tres momentos más interesantes que yo rescato desde el 70 hasta ahora».

LUCHAR DESDE LA MÚSICA Durante la conferencia León dijo: «Yo hago canciones por una necesidad personal de lucha. Si no fuera compositor sería escritor, haría novelas o sería periodista. O quizás hubiese militado en el ERP o en Montoneros y ya me hubiesen matado». El santafesino destacó que la canción «fue una salvación para mí, porque en ella puedo volcar todas mis angustias, mis energías y mi carácter de lucha. Trato de que la canción me guste a mí, después si la canción produce efectos secundarios, bueno lo enfrentamos». Aseguró que sus canciones siempre están al filo. «Por eso estuve exiliado en la época de los militares, y por eso no me pasaban en las radios en la época de Menem», recordó el cantautor. 3

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El docente, investigador y poeta uruguayense nos hizo llegar este folleto que reúne algunos textos de los muchos trabajos publicados a lo largo de casi dos décadas, a manera de selección quizás azarosa, tal vez no. Algunos de ellos, incluso, que han sido parte de estas páginas años atrás. «Que la casualidad sea de todos y el gusto de cada uno», dice Gabriel. Y agregamos, robando de su propio ramillete escogido, que es un nuevo aporte a esta «ciudad de agua y monte que vive del arduo cemento». Gracias.

Talleres de Teatro en la Casa de la Cultura Casa de la Cultura informa que se encuentra abierta la inscripción para los Talleres de Teatro que tradicionalmente se vienen ofreciendo en sus instalaciones: para niños y para adolescentes, coordinados por Marifé Franco; y formación actoral para adultos, coordinado por Miguel López. Por informes e inscripciones dirigirse a la sede de Casa de la Cultura (9 de Julio 844) en horarios de 19.30 a 21.


SEIS AÑOS Síntesis periodística de la presencia de Claudio Pocho Lepratti en las páginas del semanario El Miércoles, de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) desde el 26 de diciembre de 2001 hasta comienzos del 2007. Son incontables los recortes más breves, pero esta reseña permite un recorrido sobre el atento seguimiento de la figura de quien ya en la tapa del número 91, a pocos días de su asesinato en Rosario, fue definido por el desaparecido periódico, como «un mártir uruguayense».

2000-2008 www.elmiercoles.com.ar


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