DOSSIER DE GÉNERO-UTPBA

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S U M A R I O Despenalización del aborto

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Entrevista a Ana María Ramb

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Maternidad

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Entrevista a Cristina Caiati

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Mujer objeto

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Entrevista a Luisa Valenzuela

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Salarios

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Violencia de género

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Entrevista Luisa Valmaggia

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Encuesta de género: Análisis de los resultados

Mayo de 2013

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E Q U I P O Secretaria General: Lidia Fagale Producción: Leticia Amato Sebastian Bramante Beatriz Chisleanschi Patricia D´auria Emiliano Etrea Mariela Lobo Anahí Más Sergio Torres Diseño: Julio Albornoz Agradecemos a Gus, Maicas, Pati y Pipi Spósito por su colaboración.


Introducción La perspectiva de género para mirar, reflexionar y comprender nuestras realidades ha sido sustancial en el último período tanto en nuestro país, Argentina, como en el resto de América Latina y el Caribe. Este modo de pensarnos no ha dejado de aportar nuevas categorías de análisis, logrando visibilizar relaciones de poder, estereotipos varios, el entramado, en definitiva, de una cultura que se presenta como “natural”. Mucho hemos aportado en el plano jurídico, pero desplazar el entramado cultural sigue siendo una batalla diaria. En este dossier, se compilan las preguntas que aún están pendientes de ser respondidas en la práctica concreta de la vida; se reflejan, también, experiencias de quiénes en la órbita laboral han atravesado por obstáculos aún vigentes. Avances y retrocesos, ambivalencias y confirmaciones. En definitiva relaciones de poder que generan un entramado que no escapará ya a la visión crítica de esta perspectiva, la de género y que hoy nos reúne en este material a manera de dialogo y en la búsqueda irrenunciable de consolidar y buscar nuevas y renovadas alternativas. Lidia Fagale Secretaria General de la Utpba

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Aborto Legal 4

Por Analía Daniela López (*)

Si la interrupción voluntaria del embarazo fuera legal... Mientras niñas, adolescentes y mujeres mueren o quedan con secuelas psicológicas y/o físicas producto de abortos hechos a la sombra de un sistema de salud que prevenga que éste no pase y de un Estado que se responsabilice de ser el eslabón fundamental para evitar que esto continúe sucediendo, hay leyes que se siguen ignorando. No hay educación sexual en las aulas ni se hace extensivo el uso de la ley de ligadura de trompas y vasectomía; tampoco se cumple con la ley de protección integral de las mujeres, donde uno de sus artículos clama: “El derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia”. Vivir sin violencia debería ser: educación para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. Como bien lo definió la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. La misma Ley, en otro de sus artículos, clama que se garanticen los derechos de las mujeres a la salud, la educación, la integridad física, psicológica, sexual, decidir sobre la vida reproductiva, número de embarazos y cuándo tenerlos; todos derechos que se ven vulnerados y negados, y su incumplimiento recae en los sectores más desprotegidos de la sociedad. Los mismos sectores que son estigmatizados por tener muchxs hijxs o, en su defecto, por decidir no tenerlos. Aunque el hecho punitivo que implica un aborto no sirve para evitar su ejecución y en los hechos hay muy pocos casos judicializados, esto no excluye que se encuentre penalizado y que se realice en la clandestinidad. El proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, supone no sólo la legalización -que el aborto voluntario sea atendido en hospitales públicos y obras socialessino también su despenalización, que implica la eliminación de los artículos que penalizan el aborto. Es fundamental entender el rol que juegan los centros de salud, hospitales, ginecólogxs y demás encargadxs de la salud en hacer llegar los métodos anticonceptivos a toda la población. Nunca hay


5 Adriana Vega Estoy totalmente de acuerdo, por varias razones, una por la libertad original de la mujer o por no estar preparada para ser madre y dos, abandono del varón que es ineludible para la crianza y porque la prohibición afecta la vida de la madre humilde sin médico confiable.

Bettina Castro Es imperiosa la legalización del aborto, una razón macro es porque cualquier sociedad que se considere moderna, inclusiva y de vanguardia en un nuevo siglo donde se van consolidando derechos inimaginables debe respetar los derechos de todos y todas. Es triste que se mantengan en este tema discusiones decimonónicas, hipócritas, machistas y opresivas. Usar el cuerpo de la mujer como campo de batalla donde librar cruzadas religiosas o pujas de intereses ajenos que no contemplen el derecho de ser mujeres libres para tomar las decisiones que creamos que podamos sostener ante nosotras, es realmente incomprensible.


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que perder de vista la pata económica que significa la realización de un aborto; hay que preguntarse por qué estos sectores implicados son los que fervientemente en lo público rechazan el aborto a través de la objeción de conciencia y en lo privado lo realizan. Además, de repensar que estas áreas son las encargadas de la distribución de los insumos como el DIU, pastillas anticonceptivas o preservativos, recursos fundamentales para prevenir un embarazo. En una entrevista brindada a Página 12 el ex ministro de Salud Ginés González García decía sobre el aborto: “representa la principal causa de mortalidad materna. Existiendo una cantidad tremenda de abortos, de los cuales cerca de 85 mil por año terminan internándose en hospitales públicos”. Las mujeres siguen padeciendo el maltrato público y privado, hecho que se refleja cuando se acude a un hospital público con signos de haberse realizado un aborto. El trato que se les dispensa y la humillación son parte del engranaje del sistema que las culpabiliza por haber llegado a ese estado y no haberse “hecho cargo” de esa maternidad: son atendidas por residentes de primer año, los anestesistas se demoran en llegar, se les realiza legrados sin anestesia... El sistema de salud como juez y parte del castigo. Hasta el presente ni la condena moral, religiosa o punitiva han evitado que una mujer que este decidida a realizar una interrupción voluntaria de su embarazo, no se la realice. A pesar de esto, existe un pensamiento muy anclado en el sistema patriarcal que asume que a una mujer se le despiertan los mal llamados “instintos maternales” una vez que queda embarazada, vinculación que se hace de lo femenino con lo animal-natural. Entender que esto no es así, implica una deconstrucción del sistema androcéntrico, patriarcal, económico, cultural y religioso que nos subyuga. Porque si la interrupción voluntaria del embarazo fuera legal se terminaría con un negocio impune que beneficia a unxs y que mata a niñas, adolescentes y mujeres, y a su vez se respetaría el libre derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Por eso, que el aborto sea legal sigue siendo una deuda pendiente que nos debemos como sociedad. Hay tres casos donde el aborto se encuentra contemplado en nuestra legislación, Art. 86 del Código Penal: Si existe peligro para la vida, la salud y en casos de violación. La corte Suprema de Justicia se vió obligada a dictaminar sobre este artículo para poner fin a una seguidilla de judicializaciones que obstaculizaban la concreción de los Abortos No Punibles (ANP) y dejaban un amplio margen de acción a grupos que se autodenominan “pro vida”. Sin embargo, ni el Código Penal ni lo resuelto por la Corte Suprema parecen ser suficientes para hacer cumplir la Ley. (*) Coordinadora de Revista Furias.


Emilia Mariam En la Argentina mueren por año 400 mujeres por aborto clandestino. Esto es un problema de salud pública, que además atenta contra el derecho de todas las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos. Por eso es necesario que mantengamos en agenda la urgencia de que el Congreso trate el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal seguro y gratuito, que permanece cajoneado. En nuestras coberturas recuperaremos la idea que se haga afectivo el lema educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

Gabriela Carlson El aborto inseguro y clandestino se lleva la vida de más de cien mujeres al año en nuestro país. Guiadas por la desesperación soportan prácticas terribles y muchas mueren por infecciones avanzadas. La mayoría son maltratadas, desvalorizadas, violentadas y juzgadas. Y como en tantos otros temas, el rol histórico de los medios ha sido fundamental en la producción -y desplazamiento- de sentidos y en la construcción de un imaginario social que aún hoy sigue sosteniendo el orden patriarcal. Es necesario entonces, informar seriamente, dejando el miedo y la hipocresía de lado, y aportar verdaderos datos científicos que pongan luz a este tema para que por fin se promulgue una ley que contemple la realidad vigente y así se salde una de las grandes deudas pendientes de nuestra democracia en materia de Derechos Humanos, salud y autodeterminación. En este contexto, el debate sobre la despenalización ¿es moral o debiera pensarse en políticas de salud pública serias y honestas con lo que acontece?

Graciela Greco Cuando una música clerical da asueto en las Escuelas Públicas laicas en mi Buenos Aires, voy a hablar sobre el aborto,teniendo en cuenta mis pasos primarios y secundarios por la educación católica. La adolescencia, el trabajo en las villas, los fogones, guitarreada, novio y relación sexual oculta desembocó en un embarazo no deseado y no sabiendo qué hacer, ni a quién recurrir. Hablo del miedo a morir al realizarme un aborto a los 16 años cuando asistí con mi novio a un sucucho sin ningún tipo de seguridad sanitaria, ni profesional. Estoy a favor del aborto legal, seguro y gratuito en todas las instituciones hospitalarias públicas del país. Pues desde mi aborto en 1966 hasta la fecha miles de mujeres murieron. Solo en el año 2012 más 500.000 mujeres se realizaron abortos clandestinos mientras que diputados y senadores dilatan desde el año 2010 el tratamiento y la aprobación de una ley. Canjean muerte por costo político, vaya saber ante quien. Ante las mujeres y sobre todo más pobres, seguro que no.

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Nadia Mansilla Inequidad salarial y laboral; mandatos morales; sobrecarga de responsabilidades en el cuidado de niños, ancianos y enfermos; cultura machocrática; proxenetismo. De todas las deudas que restan hacia una real igualdad de género, la más fácil de saldar es la de la salud. La mayor, en un contexto que así lo permite, sería, sin lugar a dudas, la despenalización del aborto. Urgente y necesaria, marcaría el fin de una era hipócrita y desigual, no sólo en cuanto al género sino también en términos sociales.

María José Colombo

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Antes no se podía hablar del aborto, era mala palabra. Hoy es un debate necesario en nuestra sociedad y cuanto más esté en boca de las mujeres, más personas van a conocer y poder formar una opinión. Si se calla la sociedad miles de mujeres pobres morirán a causa de abortos mal practicados. Cuidemos nuestra salud hablando y discutiendo para así poder salvar vidas.

Nora Trumper (*) En principio adhiero plenamente a la consigna de los organismos y las personas que estamos a favor de la legalización del aborto: "Educación sexual para decidir. Anticonceptivos para no abortar. Aborto legal para no morir." Condenar y penalizar el aborto es violar un derecho humano y ético de las mujeres. Hoy el tema está instalado en la sociedad y movilizado en forma "clandestina", porque los legisladores no asumen la responsabilidad política y social que significa debatir el tema en el Congreso de la Nación y sancionar la ley. Hay que bregar por un Estado laico, por el desapego de los prejuicios y el no ejercicio de una falsa moral de los dirigentes. Su responsabilidad política es no darle la espalda a las miles de mujeres que mueren anualmente por abortos clandestinos. (*) Productora Periodística (Programas de A24, Canal Telemax y radio Argentina)


Las mujeres no estamos detrás de un gran hombre, caminamos a la par El rol de las religiones y los derechos de la mujer, una pugna que lleva más de dos mil años.

Por Mónica Papaianni (*) Ya los sacerdotes hebreos en El Antiguo Testamento plasmaron leyes para obtener el dominio sobre el género femenino a través de “un dios invisible” que hasta podía quitar la vida de no ser acatadas las reglas allí enumeradas. Pasaron dos milenios y un poco más y aún seguimos luchando por ejercer nuestros derechos naturales. En este contexto, podemos disparar un tema controvertido y ríspido a la vez, como lo es, sin lugar a dudas, el aborto. De este surgen dos posiciones antagónicas para el debate: No punible o clandestino, olvidando la principal posición y de la que nadie habla: el rol de los varones en esta cuestión que es el derecho a la vida y que no puede ser gestada de otra manera que en comunión. Por lo tanto, deslindar la responsabilidad solamente al género femenino en cuanto a tomar decisiones nos vuelve a las reglas del Antiguo Testamento. Una posición protagonista amerita a que se elaboren campañas dirigidas a los hombres, de nivel anticonceptivo y que acompañen al cuidado de la mujer y a su salud física, porque convengamos que, no punible o clandestino, legal o ilegal, el cuerpo lo pone la mujer para una acción quirúrgica que pude dejar huellas psicofísicas. Estas campañas deben contemplar también educar para un cambio real de cultura, que eche por tierra el ancestral predominio machista y de carácter de igualdad en todos los órdenes a la mujer con respecto al hombre. (*) Periodista

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Graciela Ríos La legalización del aborto es un tema pendiente y sumamente necesario en nuestro país. Los sectores que históricamente se han opuesto a que haya una ley donde el aborto sea legal son quienes, con hipocresía, plantean un falso debate sobre la concepción de la vida. Ellos siempre cuentan con los recursos económicos para abortar en clínicas con alta tecnología y atención profesional que, aun en un marco de total ilegalidad, confirman que tal práctica médica es segura. Resulta necesario que las compañeras, en especial las mujeres pobres, cuenten con todas las garantías legales y la seguridad en la atención médica, en los casos de embarazos no deseados. La situación actual que penaliza el aborto no terapéutico lo clandestiniza y explica en gran medida las cifras de muertes maternas evitables, que se cuentan por miles como consecuencia directa de las complicaciones del aborto realizado en condiciones de riesgo e inseguridad. Como también el caso de las niñas madres muchas de ellas abusadas, a veces, en su mismo entorno familiar.

Patricia Cirigliano Por confesión respeto la vida humana desde la concepción. Siempre trabajé con Matronatación (el método que he creado) con futuras madres y niños muy pequeños, es un tema muy sensible para mí. Comprendo la problemática adulta, tantas veces dolorosa pero abogo por el pequeño inocente que duerme confiado en el nido uterino de la madre.

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Adela Pereyra De poder elegir nadie lo elegiría. Nadie decide porque sí pasar por una operación de riñón o de páncreas, nadie. Pero si una mujer decide terminar con un embarazo es porque, de seguro con mucha angustia, no ve otra opción: porque es muy joven o porque no es el momento indicado… Hoy sucede que miles de mujeres abortan por determinación propia, el problema no está en el aborto en sí, sino en que quienes tienen plata lo hacen sin poner en riesgo su vida y quienes carecen de recursos sí. Por eso es imprescindible “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.

Cecilia Serna A pesar de lo controvertido del tema he decidido dar mi humilde opinión al respecto, si bien considero sagrada la vida, hay que pensar que también es sagrada la vida de la mujer, psíquica y físicamente. Quien no haya pasado por la experiencia de una violación no entenderá lo que significa obligar a una mujer a llevar en el vientre durante nueve meses el recuerdo de tan dolorosa experiencia con la premisa de que pueda darlo en adopción. Es complejo que otra persona decida por nosotras, llámese juez, médico o clero cuales serían las justificaciones para eliminar una vida. Creo que la tarea es sembrar conciencia, educación, información y métodos anticonceptivos al alcance de todos, por el embarazo no deseado y las enfermedades que nos acosan hoy. El resto debe quedar en la decisión sagrada de cada mujer.


PATI

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Entrevista a Ana María Ramb

“Supe de las enormes capacidades que tiene el ser humano aún en los peores momentos de su vida” Desmitificando esa frase histórica “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”, en estos días da vuelta otra “detrás de cada revolucionario no hay nadie, pues su compañera camina a su lado, nunca atrás”. Esa es Ana María Ramb, militante, revolucionaria, luchadora, una gran mujer de esas que siempre están –y estuvieron- al lado en la pelea por la dignidad de la vida. Ana María, escritora, periodista, editora, docente, traductora, ganadora de importantes distinciones por su carrera literaria, despertó a edad muy temprana al mundo de las reivindicaciones y de la solidaridad de clase. Hoy participa en el “Comité Argentino por la Libertad de los Cinco” y sigue tan activa como ayer, como siempre.

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utpba A.M.R.

¿Cuándo y cómo empezaste a sentir que eras una militante? La militancia tanto como trabajadora como por la equidad de género la comencé cuando era una adolescente. A los 17 años por razones familiares tuve que dejar la escuela normal y empezar a trabajar, perdí la calificación de 10 absoluto que tenía, pero para mi fue la apertura más soñada de otro mundo, del mundo del trabajo, de las reivindicaciones, de la solidaridad y ahí forjé mi identidad como trabajadora y por consiguiente, mi elección de clase. Si bien algunas pautas heredadas familiar-


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Eran tiempos de la Triple A. En el año 1975 entraron a mi departamento en el que no había nadie. Se llevaron todo lo poco valioso que tenía, evidentemente buscaban algún papel pero yo no tenía nada de nada, ni del sindicato, ni nada. mente no me servían en esa nueva etapa, en cuestión de género mi madre fue una adelantada y una maestra porque me inculcó la necesidad de que la mujer fuera autónoma económicamente y que no renunciara a su trabajo ni a su carrera. También me enseñó a respetar todas las ideologías y religiones, pero no me inculcó ninguna, y me transfirió un modelo de mujer que no está basado en la maternidad sino un modelo integral de persona, de ser humano. utpba A.M.R.

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Ingresar al mundo del trabajo no te impidió continuar con tus estudios. Si, y una vez que me recibí empecé a trabajar como maestra y en esas escalas de interinatos y suplencias, recalé en la Secretaría del Menor. Fui maestra durante 10 años en una Escuela Hogar donde asistían chicos que, o no tenían familia, o la sociedad los había puesto en la calle. Allí aprendí de mis alumnos unas pautas de vida y de lealtad muy valiosas y supe de las enormes capacidades que tiene el ser humano aún en los peores momentos de su vida. Como docente, a los 26 años era secretaria de Relaciones Laborales de ADOMI (Asociación Docentes de la Minoridad) conducida generalmente por gente de origen socialista. Ahí conocí a Edmundo Guibourg, pero también a docentes comunistas como Tito Armas o Adriana Viola y trabajé con ellos mucho tiempo. A fines de los años 60, principios de los 70 empecé a desempeñarme en el turno opuesto, como traductora de editorial Temporada. Ahí me di cuenta que había una contradicción, todos los empleados estaban bajo el régimen de empleados de comercio. Era una patronal pionera en la instalación del trabajo por contrato o basura. Algunas compañeras me informaron que existía la APBA (Asociación de Prensa de Buenos Aires) que en ese momento estaba dirigida por Enrique Tortosa, Sergio Peralta y Antonio Tarsitani, y bajo su consejo hice una labor muy minuciosa y semi-secreta en el seno de la empresa. Fui afiliando a todos los compañeros a la APBA, nos presentamos


ante el Ministerio de Trabajo y tuvieron que reconocer el encuadre, pasamos entonces de ser empleados de comercio a la APBA. utpba

Comenzaban tiempos difíciles para la militancia

A.M.R.

Eran tiempos de la Triple A. En el año 1975 entraron a mi departamento en el que no había nadie. Se llevaron todo lo poco valioso que tenía, evidentemente buscaban algún papel pero yo no tenía nada de nada, ni del sindicato, ni nada. Esa misma tarde y en el mismo piso entraron en la casa de una amiga mía cuyo hijo militaba en la JUP (Juventud Universitaria Peronista). Mi amiga no quiso hacer la denuncia, yo fui a hacerla –cuenta con cara de ilusa- El comisario me dijo “por su bien no le voy a tomar la denuncia y le voy a dar un consejo, no vaya a su casa por mucho tiempo”. Les pedí a mi madre y mi hijo que no volvieran y yo estuve durmiendo en muchas casas durante ese verano. El 25 de marzo de 1976 me llama quien yo había dejado a cargo para que reciba mi correspondencia y me dice que llegó un telegrama cuyo texto era “queda exonerada por realizar actividades subversivas y pro-cubanas en la empresa (Temporada)”. No volví al trabajo nunca más pero con las indicaciones de los compañeros respondo el telegrama y les inicio juicio por despido. A la par intento ir a ver a los compañeros delegados de otros medios, el primero fue el Negro (Héctor) Demarchi de El Cronista, cuando pregunto por él un compañero en voz baja me dice, “se lo chuparon”, era la primera vez que yo oía ese término. Pero en ese momento pensé que lo habían detenido, todos pensamos eso inicialmente. Voy a La Razón y el delegado se había tomado un avión a España y así todos. En marzo de ese año la Liga de los Derechos del Hombre asume mi defensa. En mayo abro el diario y me encuentro que habían allanado el estudio del abogado que llevaba mi causa acusado de preparar documentación falsa para sacar subversivos al exterior. Pero quien en ese momento era delegado de La Prensa había conseguido dos testigos a mi favor

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La época de Alfonsín (Raúl), fue un reverdecer del feminismo pero acotado a un grupo restringido, era la lucha por la patria potestad que fue durísima.

(ninguno de mis compañeros podía serlo porque los comprometía) y pude llegar a un arreglo que me permitió poder vivir. Se me acusaba de agente cubana. utpba A.M.R.

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utpba A.M.R.

Y mientras tanto continuabas en tu tarea docente... Efectivamente, continúo con el trabajo en el Hogar y organizo la Cooperadora con los comerciantes de la localidad de Lomas de Mirador (*”). Quien me ayudó fue mi compañero, la pareja real, auténtica de mi vida. Él militaba en el Partido Comunista y fue quien me enseñó formas de seguridad y cómo moverme. Yo abría y cerraba la escuelita, cerré un día a las 21 hs. La avenida Provincias Unidas (Ruta 3) estaba totalmente sin luz, esperé durante una hora el colectivo 55 que no venía y de pronto aparece un jeep y se sube a la vereda para atropellarme. Yo no fui siempre gorda, en es época era flaca y veloz, hago una especie de vertiginoso zigzag y me tiro en un ligustro, arrastrándome llego hasta la escuelita y entro sin encender la luz. Allí no había teléfono y no tenía como avisarle a mi marido. Me tiré sobre una colchoneta de gimnasia, me relajé, pero no dormí. A la mañana siguiente mi marido haciéndose pasar por un vendedor de libros me viene a buscar y con la excusa del almuerzo salí de la escuela y nunca más volví, ni siquiera a buscar mi guardapolvo. Mandé renuncia por telegrama colacionado. En el momento en que me tiré por el ligustro se me produce un esguince, fue un dolor muy fuerte, cuando llegué a casa no quise recibir ayuda ni ver a un médico porque estaba aterrada, con el tiempo se me jodió el tobillo este (hoy Ana requiere de un bastón para caminar). Habías perdido los dos trabajos Estaba sin trabajo y con la necesidad de pasarle dinero a mi mamá y mi marido, que había tenido otro matrimonio, a sus hijos. La hija de mi marido que trabajaba en Editorial Abril, me presenta allí diciendo que no tenía experiencia laboral. Hice


una prueba e ingresé directamente. Después de un tiempo pasé a Revista Claudia cuyo director era de la Fede (Federación Juvenil Comunista) y el clima era más tranquilo. Claudia siempre fue diferente de las demás revistas femeninas y tuve que hacer notas por ejemplo sobre violencia familiar y demostrar que no estaba restringida a las clases menos pudientes sino que se daba en todas las clases o sobre la patria potestad, ahí tuvimos problemas con la iglesia que mandaban cartas. También con los compañeros tomamos tres días Editorial Abril en Paseo Colón. Como castigo me pasaron a la revista de noticias 7 Días y ahí hice la primera nota sobre Palestina y nos echaron al jefe y a mi. utpba A.M.R.

¿De qué año estamos hablando? Era el año 1987, año en que también fallece mi marido. Había tenido problemas en el trabajo y cuando llega a casa se me cae en los brazos con un ACV y muere –relata con los ojos llenos de lágrimas. Era muy duro volver a casa y no tener a mi compañero. Fue una época muy difícil. Trabajé tres días en Editorial Perfil pero era una máquina de picar carne. Hacía colaboraciones y notas para mis compañeras cuando se iban de vacaciones. Paralelamente también participaba y llegué a dirigir Aquí Nosotras, la revista de la UMA (Unión de Mujeres de la Argentina), colaboré en el Periódico Barrial Afiche, di talleres que me salvaron bastante económicamente hasta que salió la pensión de mi marido y me pude jubilar en la Caja de Periodistas a los 55 años. La facultad me ayudó mucho, yo estudié para editora pero también hice las tres cuarta partes de la Carrera de Letras.

utpba

¿Cómo eran las luchas por la equidad de género cuando vos empezaste y ahora? ¿Notás cambios?

A.M.R.

La época de Alfonsín (Raúl), fue un reverdecer del feminismo pero acotado a un grupo restringido, era la lucha por la patria

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Por mi condición de mujer tuve un jefe en Claudia que siempre tropezaba con mis partes curvilíneas. Yo en esa época usaba tacos finos y cuando él cometía esos acosos casualmente le daba un pisotón, pero no había posibilidad de hacer una denuncia potestad que fue durísima. En cambio ahora la conciencia de género ha entrado en la subjetividad de la mujer y sabe de las conquistas logradas y de las que aún faltan por conquistar. Por ejemplo tengo entendido que la figura de femicidio no se instaló en la letra de la ley, la Trata también es otro de los temas candentes si bien hay avances en la legislación. Y en la situación laboral lo que preocupa muchísimo es el empleo joven. Creo que los jóvenes son más explotados que cuando yo inicié mi carrera laboral. En la época de la dictadura hubo una pérdida de derechos para todos los trabajadores pero aún más para la mujer.

utpba

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A.M.R.

¿Pasaste situaciones de acoso? Por mi condición de mujer tuve un jefe en Claudia que siempre tropezaba con mis partes curvilíneas. Yo en esa época usaba tacos finos y cuando él cometía esos acosos casualmente le daba un pisotón, pero no había posibilidad de hacer una denuncia en ese momento porque la desestimaban los jefes, no había amparo legal y siempre estaba la velada sospecha de que una lo hubiese promovido. ¿Sufriste la presencia machista en el gremio?

En el gremio fui una de las primeras delegadas mujeres y me tocó cuando estaba en Temporada participar como invitada en una de las reuniones de paritarias, no como Nora Lafon, por A.M.R. quien me saco el sombrero, que tuvo que prepararse mucho para discutir con la inescrupulosidad de los empresarios. La mayoría éramos mujeres y a la lucha que le siguió al tema del encuadre fue por la guardería o ley de jardines maternales -mal llamados maternales porque los hijos también lo son de un padre- que aún está sin reglamentar. Respecto a tu pregunta te diría que no, siempre que había algún despido yo estaba ahí, por eso no llegué a ser promovida utpba


como Secretaria de Redacción. Inclusive algunos compañeros de Editorial Abril me habían invitado a estar en la nueva comisión interna pero mi marido me dijo saliste de dos, y no me metí.

utpba

¿Te arrepentís de algo en tu historia de militancia?

A.M.R.

No, las elecciones que hice fueron a conciencia y con pleno conocimiento. (**) Partido de la Matanza. Zona Oeste del Gran Buenos Aires (*) Periodista

19 GUS


Ser madre

Por Sonia Santoro*

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“Mujer y maternidad” El pedido es que escriba sobre “mujer y maternidad”. Llevo un libro escrito sobre el tema y cada día se van escribiendo nuevas páginas invisibles en el cotidiano con mis dos hijos, con mi pareja, con los mandatos de los que todavía, -y a pesar que para muchas mujeres soy casi revolucionaria por trabajar, viajar, tener un compañero que está muy presente en la crianza- están vigentes. Demasiado para mi gusto. El “mes de la mujer” es también el de comienzo de clases, vuelta de las vacaciones, comienzo de año. ¿Cómo hacer para no olvidarte de comprar el libro de matemáticas o las hojas cuadriculadas tamaño A4? El día previo a comenzar las clases, siempre es un estrés. A la noche, me di cuenta que me había olvidado de comprar un cuaderno. Mi hijo mayor se puso a llorar porque lo iban a retar por no llevar cosas. Yo, a pesar de que ya está en sexto grado, y de que me desgañité tratando de llegar con todo lo necesario, mientras trabajaba, organizaba actividades en torno al 8 de marzo, mientras soy feminista, me cuestioné el no haber podido, el haberme olvidado, el haberme dejado estar para a último momento repasar si estaba todo en orden. Por eso es que digo que los mandatos de la maternidad natural y divina -estado que supuestamente todas las mujeres deseamos naturalmente-, siguen teniendo sus músculos tensos, listos para reaccionar cuando menos lo imaginamos; sobre todo ahí, en el mundo privado, íntimo, pero tan político, cuando todavía nos preguntamos en silencio (si es que tenemos la suerte de no tener a alguien que nos lo recuerde) si estamos haciendo las cosas bien. Mis hijos saben que su mamá es una defensora de los derechos de las mujeres y este tópico es casi un punto de chiste en la familia. -Ya está la feminista- me dicen cuando empiezo hablar sobre el tema. Y entonces me pregunto, esta vez en el sentido que sí me importa, si estaré haciendo las cosas bien. También cuando es-


cucho que el mayor le dice al más chico: -Marica, dejá de llorar. Dudas. La maternidad es una serie de incógnitas todavía. ¿Cómo serán esos hijos varones que estoy criando cuando sean adultos? ¿Querrán una mujer abnegada esperándolos con la comidita en casa? O habré logrado (con la ayuda de los avances del colectivo de mujeres y feminista, cómo obviarlo) que consideren a sus parejas como pares. Hay algo que me ilumina. Mientas escribo, mi hijo está comiendo brownies. Es un fanático de los cuadraditos de chocolate. Pero no solo le gusta comerlos. Le encanta prepararlos él solo. Los últimos días, tarde por medio, agarra la caja que ya me hizo comprar en el supermercado y sigue las instrucciones hasta lograr los tan deseados brownies. Ese gesto me enorgullece. Es un nene, será un varón adulto dentro de poco, y es muy natural para él ponerse a cocinar cuando tiene ganas de comer algo. Lo personal es político ¿se acuerdan? (*) Periodista, escritora. Autora del libro “Y un día me convertí en esa madre que aborrecía” (Capital Intelectual). Actualmente es directora de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud de la Legislatura porteña.

María Marta Susperregui (*) ¿Cuál es la edad para hacer lo que nos gusta? ¿Por qué nos postergamos? ¿Adónde esta el secreto? Lo importante es darnos la oportunidad para trascender, Sí. Mi vida encontró motivo fue cantar, el cantar me armonizó. Espero que cada uno de ustedes encuentren algo para ¡vivir felices! (*) Productora Periodística (Programas de A24, Canal Telemax y radio Argentina)

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¿QUÉ SIGNIFICA PARTO HUMANIZADO? • Reconocer en padres e hijos a los verdaderos protagonistas. • No intervenir o interferir rutinariamente en este proceso natural, no habiendo una situación de riesgo evidente. • Reconocer y respetar las necesidades individuales de cada mujer/pareja y el modo en que desean transcurrir esta experiencia (en una institución o en su domicilio). • Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento. • Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto (parto en cuclillas, en el agua, semisentada, o como desee). • Promover el vínculo personalizado entre la pareja y el equipo de asistencia profesional. • Respetar la necesidad de elección de la mujer de las personas que la acompañarán en el parto (familia, pareja, amigos, etc.) • Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido, evitando someter al niño a cualquier maniobra de resucitación o exámenes innecesarios.

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Ley de Parto Humanizado. Nro 25.929 “Derechos de Padres e Hijos durante el Proceso de Nacimiento” ARTICULO 1 Garantiza • Su vigencia en el ámbito público como privado de la atención de la salud en el país. • Las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas en esta ley, las que quedan incorporadas al Programa Médico Obligatorio.

ARTICULO 2 Toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene derecho: • A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas, de manera que pueda optar libremente. • A ser tratada con respeto, de modo personalizado y que se garantice su intimidad. • A ser considerada, como una persona sana, de modo que sea protagonista de su propio parto. • Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas. • A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija. • A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento por escrito. • A estar acompañada por una persona de su confianza y elección. • A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario. •A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.

ARTICULO 3 Toda persona recién nacida tiene derecho:


O?

• A ser tratada en forma respetuosa y digna. • A su inequívoca identificación. • A no ser objeto de investigación o docencia, salvo consentimiento escrito de sus representantes legales. • A la internación conjunta con su madre en sala. • A que sus padres reciban asesoramiento e sobre los cuidados para su desarrollo y su plan de vacunación.

ARTÍCULO 4

.

o

-

n,

El padre y la madre de la persona recién nacida en situación de riesgo tienen derecho: • A recibir información comprensible y suficiente sobre la evolución de la salud de su hijo o hija. • A tener acceso continuado a su hijo o hija mientras la situación clínica lo permita. • A prestar su consentimiento por escrito para cuantos exámenes o intervenciones se quiera someter al niño o niña con fines de investigación, bajo protocolo del Comité de Bioética. • A que se facilite la lactancia materna de la persona recién nacida. • A recibir asesoramiento sobre los cuidados especiales del niño o niña.

ARTICULO 5 • El incumplimiento de las obligaciones emergentes de la presente ley por parte de las obras sociales y entidades de medicina prepaga, como así también el incumplimiento por parte de los profesionales de la salud y sus colaboradores, y de las instituciones en que estos presten servicios, será considerado falta grave a los fines sancionatorios, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponder.

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Entrevista a Cristina Caiati

“El hecho de que tengamos una secretaria General en prensa habla de un gran avance” Sencilla, simple, consecuente y fiel a sus ideas e ideales. Así es Cristina Caiati. Trabajó en el Informativo de Radio Belgrano desde que comenzó en los años ochenta hasta el año pasado que se tomó como ella dice “su primer año sabático”, antesala de la jubilación que la encontró desprevenida el año pasado. También el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) la retuvo en su staff durante muchos años. En un bar de Avenida de Mayo, Cristina nos cuenta sus comienzos en el periodismo y opina acerca de cómo las mujeres fuimos ganando terreno en un lugar esencialmente cooptado por los varones.

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utpba M.C.C.

¿Cuándo empezaste a trabajar en prensa? Soy egresada de la Escuela Superior de Periodismo de la Universidad Nacional de la Plata (después fue universidad) y me recibí el 30 de marzo de 1976, seis días después del Golpe de Estado, pero con anterioridad había hecho algunas cosas sueltas en la ciudad de Miramar. Apenas finalicé los estudios, hice los trámites para obtener el título y me corrí de ese ámbito. A esa altura algunos profesores y compañeros míos ya estaban desaparecidos y me quedé en el molde hasta el ´77 que me fui a Bolivia con mi compañero de ese momento que estudiaba arquitectura. Mi primer trabajo allí fue en “Radio Continental” de la ciudad de La Paz cuyo slogan era: “La voz de los trabajado-


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La mujer tiene bastante para dar y además hemos sido más persistentes y más consecuentes. Nos plantamos en un lugar, decimos no nos sacan y no nos sacan.

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res fabriles en Bolivia”, la segunda radio de los trabajadores en ese momento, la primera era la de los mineros. Comencé trabajando gratis el primer mes donde mis compañeros juntaron plata y me la dieron para que yo pueda sobrevivir y estuve en el informativo hasta que ingresé a trabajar en el Congreso de la Nación de Bolivia. Era un desafío muy grande para mí porque me tenía que poner a estudiar toda la historia de Bolivia que era bastante dinámica. Me quedé allí con ellos y a la par trabajé también en “Radio Chiclana” y como correctora en el diario “Hoy” de la Paz hasta que se produjo el golpe de estado de García Meza (Luis) y comenzó una persecución. Éramos muchos los argentinos que estábamos allí y se estaba organizando el Comité de Apoyo Solidario a los Argentinos, el cual integré. Viví algunas cosas duras como la caída de Lidia Gueiler Tejada (presidenta constitucional interina, prima de Luis García Meza) hasta el golpe de estado de García Meza en el que decidí volver, ya separada de mi compañero. Cuando llegué a Buenos Aires, me presenté a Familiares (de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas) recomendada por un periodista muy amigo de los hijos de Cata Guagnini. Me refiero a Andrés Solís Rada, que fue el primer Ministro de Hidrocarburo en la presidencia de Evo Morales. Fui a verla a Cata para ver si podía trabajar en alguna parte y ella me respondió: “si querés hacer prensa, nena, yo te recomiendo que hagas espectáculo o moda porque si hacés lo que hacías con él, seguramente no vas a poder.” Si bien me fui medio molesta, no con ella sino con la realidad, volví a verla y en un momento que estábamos charlando sonó el teléfono y era Emilio Mignone (fundador del CELS) quien le pedía si sabía de alguien que escribiera rápido en la máquina de escribir, pues había que redactar informes de Derechos Humanos. Cata me miró, tapó el teléfono y me preguntó “¿sabés escribir a máquina?”. Yo era egresada de (Academias) Pitman por lo que me presenté y allí empecé haciendo un hábeas corpus por detenidos presos políticos. Mignone me preguntó si me interesaba trabajar en el CELS y quedé, siendo la primer persona rentada que desem-


peñó tareas allí. Esto fue en diciembre de 1980, cuatro años más tarde tuve la posibilidad de ingresar en Radio Belgrano donde trabajé hasta que me jubilé. utpba

M.C.C.

¿Observás que se produjeron cambios respecto a las condiciones laborales de la mujer en prensa, desde tus inicios a la actualidad? A mí me parece que se ha avanzado muchísimo en ese sentido. El hecho de que tengamos una secretaria General en prensa habla de ese gran avance. Yo viví la época en que la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) era la Asociación de Prensa de Buenos Aires (APBA), cuando se formó UTPBA, después de una lucha muy interesante, se fueron marcando pautas también en torno a las condiciones laborales de las mujeres. También por fuera del gremio, las mujeres hemos hecho avances significativos en todas las áreas laborales y prensa no podía quedar atrás, por el nivel de compromiso social y político que tiene la profesión, por lo menos la que yo conocía.

utpba

¿Y en el ámbito laboral puntual?

M.C.C.

Tal vez alguna resistencia de los compañeros de radio, pero no tanto tampoco. La mujer tiene bastante para dar y además hemos sido más persistentes y más consecuentes. Nos plantamos en un lugar, decimos no nos sacan y no nos sacan.

utpba M.C.C.

¿Respecto a Bolivia, notaste diferencias con Buenos Aires? En el informativo de Radio Continental de La Paz éramos bastante mujeres, si no recuerdo mal éramos mayoría. Y las mujeres salíamos a la calle. Yo no he vivido esa diferencia, tal vez porque me he movido en un ámbito de clase media pues si bien a la radio la mantenían los trabajadores fabriles, el informativo era muy intelectual y muy preparado, tenías que saber mucho para estar allí.

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Me eligieron mis compañeros y en nuestro gremio se respeta la elección. Durante un tiempo dejé de ser delegada por elección mía, pero cuando decidí retomar esa función, me volvieron a elegir.

utpba

¿Fuiste delegada en Radio Belgrano durante muchos años, para un gremio machista ¿cómo resultó esa tarea siendo mujer?

M.C.C.

Me eligieron mis compañeros y en nuestro gremio se respeta la elección. Durante un tiempo dejé de ser delegada por elección mía, pero cuando decidí retomar esa función, me volvieron a elegir. Creo que mis compañeros vieron en mi una actitud consecuente, nunca negocié con ninguna patronal que pasó por Belgrano por detrás de ellos.

utpba

¿Cómo es para una mujer tan activa como vos, estar jubilada?

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M.C.C.

Yo trato de convencerme que no estoy jubilada, sino que estoy en un año sabático. Para mi es muy dura la jubilación porque pasé de una actividad intensiva a no hacer nada. Pero no es una cuestión de planes, es otra etapa. Hay tiempos que antes no había, tiempo para salir, tomar un helado, para leer, para escribir y hay que encaminarse. La clave está en saber como admnistrarlo, y en eso estoy. (*) Periodista


MAICAS + SPÓSITO

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Objetadas

Por Cristina Rodríguez (*)

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La mujer como objeto en los medios masivos de comunicación En la publicidad mediática, la imagen de la mujer expresa claramente dos vertientes que la muestran, por un lado, en la función exclusiva de amas de casa-madres y por el otro, se vende un feminismo que la convierte en objeto sexual, reproduciendo estereotipos de género que logran despersonalizarla. En ambos roles se valora como principal característica su cuerpo, se crea una imagen de mujer que no es real, estereotipada en el solo objetivo de vender. Las consecuencias de esta falacia publicitaria son muchas, donde prevalece el deseo subliminal de la eterna juventud y belleza, que lleva a la mujer a infravalorarse en la lucha con su propio cuerpo, al no verse identificada con la imagen que la publicidad le vende. Hay una violencia comunicacional vinculante con la mujer perfecta que todo lo puede y que a la vez debe ser símbolo sexual, que termina siendo una agresividad a la dignidad femenina. La creatividad publicitaria de los medios se basa en técnicas psicológicas que generan una dependencia con lo que ofrecen y en este contexto la mujer es vulnerable porque con esa imagen de


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Yolanda Gómez La mujer ha sido desvalorizada durante siglos. Los medios de comunicación, quienes en general son machistas, contribuyen a forjar ciertos estereotipos que no coinciden plenamente con la realidad. Así como también históricamente se han atribuido características al género masculino consideradas como superiores o sobrevaloradas en comparación a las asignadas al género femenino.


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salud-belleza-éxito, consume y financia su propia discriminación. Dentro de la discriminación de género que transmiten los medios, también está presente la de raza y condición social ya que la mujer perfecta que se muestra corresponde al tipo de físico exuberante, alta, delgada, blanca, rubia, con aptitud de seguridad y éxito, siempre vinculada a los espacios socioeconómicos altos, situando la imagen de la mujer de estratos socioeconómicos bajos, generalmente vinculada al rol del hogar y de menos valor. Esa imagen de perfección que nos muestra la publicidad mediática crea necesidades a veces inalcanzables, para las que el mercado siempre tiene la solución, sin mediar el interés por evitar los desordenes en la salud, como es el caso de la bulimia y la anorexia, resultantes de una pérdida de identidad. Las mujeres no queremos estar en el imaginario social como objeto y mercancía, nuestro cuerpo no es un producto o una propiedad con la consecuencia de los atributos de uso, goce y usufructo. Pedimos no ser incluidas en la transculturización, arma ideológica utilizada para imponer un modelo de vida. No somos un envase de productos rentables que sojuzgan nuestra condición de género que además, conllevan al impacto reproductor de la violencia. La revolución política se nutre de la revolución cultural. (*) Escritora-Periodista-Directora de Memoriafertil Periódico Digital.


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Francia Fernández A pesar de que en las últimas décadas las mujeres han conquistado espacios como nunca antes, sus cuerpos son blancos de la mirada frívola que la sociedad les impone. En los medios se las exhibe de forma grotesca, casi como parte del decorado, mientras que en la publicidad suelen figuran por "partes”. El mercado plantea el cuerpo como un producto de consumo, y en este marco siniestro, la mujer se desvive por estar delgada, eternamente joven y adscrita a modelos estereotipados de belleza. El cuerpo femenino está diseñado para muchas cosas bonitas, como albergar y dar una nueva vida. Equiparar el valor de una mujer a su imagen es privarla de las cualidades que la hacen completa como ser humano. Y, probablemente, también de su alegría.


Marcela Cardozo Increíblemente estamos en el Siglo XXI y algunas mujeres seguimos luchando por la reivindicación de nuestros derechos. En éste caso me refiero específicamente al punto de vista mediático, solemos observar cotidianamente en publicidades donde se la humilla con una liviandad como si estaría naturalizado que no "es inteligente", por ejemplo publicidades como de agua mineral donde ella suele gritar un texto determinado sobre el tema pero sin sentido, o se las relaciona como un objeto de decoración livianas de ropa en avisos de autos. Lo grave del bombardeo con estos avisos que llegan a los hogares a través de la televisión o por internet, es que son las mismas mujeres que asimilan con naturalidad y fomentan esta imagen lamentable de ellas mismas, en este mundo machista, en lugar de reflexionar y cortar con esta injusticia permitida todavía hoy en día.

Mariana San Román

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En los últimos tiempos la imagen de la mujer se ha desvalorizado, debido al uso indebido del cuerpo femenino, como objeto sexual u objeto llamador de las miradas para canalizar la venta de productos diversos. Muchas veces este uso lo hace la misma mujer y otras por los medios de prensa o publicidad. Esto es, sin dudas, un paradigma generador de una inusitada violencia hacia la mujer y su imagen que debemos revertir en favor de nuestro género. Somos nosotras las que debemos dejar de exponernos de manera indiscriminada, las que debemos cuidar nuestra imagen, nuestra esencia y de esa manera resaltar nuestros valores.

Soraya Mangia La cosificación de la mujer está marcada a fuego por la mirada patriarcal hegemónica que difunden los medios masivos de comunicación. Generar conciencia a través del debate, visibilizar, en la diversidad, nuestras necesidades y derechos promoviendo la igualdad de género, es la gran tarea a llevar a cabo como trabajadoras de prensa para derribar los estereotipos femeninos impuestos y legitimar los lugares conquistados.

Mabel Traberg Estamos incluidas en el contexto socio-económico, político y cultural creando imágenes preeminentes y afectando los procesos de cambio. Los mensajes publicitarios en su mecanismo de persuasión, utilizan a las mujeres como objetos sexuales y decorativos. Las argentinas, frente al prejuicio y una tradición heredada continuamos luchando para ser reconocidas y obtener dignidad. Se lograron avances en lo profesional y público pero nos preguntamos: ¿la sociedad tiene verdadera conciencia del cambio de rol de la mujer?


BRINDO POR LAS ELLAS… Por Karina Solano (*) Comencé a trabajar en radio a fines de los ’80, con 18 años. La frase de bienvenida de mis compañeros fue: las buenas productoras, tienen buen culo y saben cebar mate. ¡Ok! Yo regresaba de un curso de producción radial en Ecuador orientado a la perspectiva de género, pero en los medios locales, nadie decía argentinas y argentinos y mis jefes creían que el feminismo espantaba audiencias. Años más tarde entré a la televisión, con jefas sin pareja adictas al trabajo. Señoras con poder que lo que menos defendían eran los derechos de la mujer y gastaban gran parte de la energía en sostenerse en sus cargos. Contra el modelo visible, fui madre durante mi carrera de productora. Con la panza ya deshinchada y las tetas llenas de leche, comprobé que compañeros varones, luego de operarse los meniscos por ejemplo, recuperaban su puesto sin chistar. Yo volví de parir y -como en el juego de la oca- las dos veces perdí mi función y regresé al punto de partida. Con niños en edad escolar volví a la radio. Entraba a las 7 de la mañana y en partes iguales compartía el sueldo con Mirta, la niñera. Las reuniones de producción empezaban temprano, menos martes y jueves. Esos días, mi jefe –separado- llevaba a la nena a la escuela. La producción: un caos. La frase: “qué buen padre este tipo”. Cuando este tipo cambió de trabajo, me propusieron reemplazarlo por un poquito más de sueldo. “¿Cómo un poquito más? Lo mismo que él o nada”. No les quedó otra. Yo compartía mis broncas de género con una colega que ejercía una gerencia de facto en otra radio. Como era mina, le bajaron el cargo (y el sueldo, claro). Sin gerente formal, ella tenía el puesto más alto como coordinadora de noticias. La vida creyó compensarme años atrás como productora general de otra emisora. En los medios ya se hablaba de la perspectiva de género y propuse una hora diaria con ese enfoque. Un compañero se rió: ¿una hora por día? No la llenás. Yo me preguntaba en qué tupper vivía el flaco, si sabía de la Dillon, de las 12 o de la Carbajal. Pero mi jefe –víctima de muchas hermanas mujeres, o permeable a las necesidades sociales, o cabeza abierta, no sé- entendió de qué iba la idea. El programa lleva un año en el aire, premiado junto a otros tantos y buenos que se ocupan del tema; y conducido por esa clase de minas tan claras y responsables en la misión de desarmar este juego de poder que envuelve a hombres y mujeres, que nadie se hubiera animado a decirles lo del mate y el culo, 25 años atrás. ¡Salud! (*) Productora de radio y televisión, investigadora periodística, guionista y docente de televisión y comunicación audiovisual.

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Entrevista a Luisa Valenzuela (*)

“Todo, por desgracia, tiene que ver con las relaciones de poder” “Las mujeres quedamos entonces relegadas a la cara desconocida del hito, la aún sin nombre, como la cara que nunca vemos de la luna. El hombre se atribuyó el lado seguro, la cara ‘civilizada’, donde cada cosa y cada sentimiento y cada comportamiento tiene su propio y preciso vocablo que lo define”.

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SOCIOS | 15 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Este párrafo, tomado del libro Peligrosas Palabras, presenta a la escritora argentina Luisa Valenzuela, que también ejerció el periodismo en el diario La Nación y en la revista Crisis. Con una vasta producción literaria, el Observatorio de MediosUTPBA intentó ingresar a su pequeño-gran mundo a través de esta entrevista. utpba

- Si partimos de la idea de que el sistema se ha encargado de robarnos las palabras, las cuales debemos resignificar y reinventar permanentemente, ¿cómo considera que participa esta situación en la apropiación femenina del propio lenguaje? ¿Podemos hablar de una doble apropiación, como explotadas y como mujeres?

M.C.C.

Podemos, perfectamente, por eso es tan fascinante la aventura de partir de semejante convicción para escribir nuestros textos. Creo que más que inventar las palabras, o hasta resignificarlas -dos propuestas valiosas, sin duda- lo que personalmente


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Todo, por desgracia, tiene que ver con las relaciones de poder. Pero se trata sobre todo del uso que se le da, tanto a las diferencias de género como al lenguaje. No son intrínsecas al hecho en sí, son construcciones que desde la cultura dominante -masculina, de raza blanca, de buen poder adquisitivo- fueron impuestas a lo largo de los siglos para conservar la manija. busco es, de alguna manera, tomar las palabras por el rabo, ponerlas a trabajar desde sus connotaciones menos obvias, exprimirlas hasta arrancarles el jugo más oculto. Pero claro, éstas son ideas teóricas. Después, al escribir, dicho mecanismo se va afilando de a poco y se hace lo que se puede, dejando, eso sí, que las palabras se expresen a través del filtro de nuestra propia ubicación dentro de ese territorio común que es el lenguaje.

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utpba

- Si según su definición y experiencia, el lenguaje es sexo y la palabra cuerpo, ¿nos encontramos frente a la presencia de palabras gordas, flacas, anoréxicas o bulímicas?

M.C.C.

Me gusta como lo planteás. Son entes vivos, las palabras, ¿no es cierto? Por eso, muchas veces se nos escurren entre los dedos y acaban significando algo distinto de lo que esperamos de ellas. Cosa que yo, en general, agradezco, porque el texto entonces cobra dimensiones que me sorprenden y me llevan a zonas desconocidas por mí. Y muchas veces las palabras gordas muestran su perfil más delgado y nada podemos hacer para volver a engrosarlas, so pena de falsear el texto.

utpba

- ¿El pasaje del lenguaje falócrata a un lenguaje según nuestras propias necesidades, tiene que ver con una ruptura de una lógica y un orden impuesto? ¿Es un proceso consciente y masivo o inconsciente e individual?

M.C.C.

Es un proceso, sin duda. A la vez, según creo, individual y masivo, consciente e inconsciente. La crítica feminista, por supuesto, lo ha encarado en forma bien específica desde distintos ángulos. En lo que a autoras se refiere muchas como yo lo hacemos de manera espontánea y después nos ponemos a reflexionar al respecto. Otras se niegan a reconocer eso que yo no llamaría una diferen-


cia de lenguaje sino una distinta aproximación a la lengua, aunque muchas de mis colegas responden a la diferencia aun sin reconocerlo. Pienso en Carmen Boullosa, la autora mexicana, por ejemplo. utpba

- ¿La censura está presente en la producción literaria, siempre es consciente o por represiones internas o existe una censura de otro orden?

M.C.C.

Creo sí en una forma del decir que no sea directa, burdamente explícita. No hay nada peor en literatura que la intencionalidad a ultranza. Ahora bien, existe la censura externa que condena los textos o se niega a publicarlos, y esa otra cara de la misma moneda que sería la autocensura; en ambos casos creo que se trata de situaciones nefastas que hay que evitar.

utpba

M.C.C.

- ¿Las diferencias de género tienen que ver con las relaciones de poder? ¿Y el lenguaje? Todo, por desgracia, tiene que ver con las relaciones de poder. Pero se trata sobre todo del uso que se le da, tanto a las diferencias de género como al lenguaje. No son intrínsecas al hecho en sí, son construcciones que desde la cultura dominante -masculina, de raza blanca, de buen poder adquisitivofueron impuestas a lo largo de los siglos para conservar la manija.

utpba

- Desde el campo comunicacional hablamos de comunicación alternativa o contrahegemónica, en tanto construcción de una comunicación que responda a los intereses del campo social y rompa con el discurso único, ¿existe una literatura de estas características?

M.C.C.

Por supuesto. De una forma u otra, escrita por hombres o mujeres, la buena literatura siempre se ha enfrentado con los poderes dominantes y hegemónicos, aun en autores como Ezra Pound o Louis Ferdinand Celine que acataron la ideología fascista, dominante y hegemónica a ultranza. (*) Entrevista realizada por el Observatorio de Medios Político, Social y Cultural-UTPBA en el marco del Seminario “Objetadas”.

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Salarios

Por Lidia Fagale Secretaria General de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires.

Para viejas injusticias, nuevas alternativas

Por una discusión con perspectiva de género en cada paritaria 40

Pese a los avances indiscutibles en nuestro país de reformas legales que intentan reparar la discriminación cultural y económica –laboral de las mujeres, persisten claras desventajas cuando revisamos algunas prácticas de las empresas periodísticas que – a veces más visibles, otras no tanto- limitan el desarrollo profesional de muchas compañeras o el acceso a determinadas calificaciones laborales, a pesar de constatarse en los últimos años el creciente número de mujeres ejerciendo el periodismo con niveles de formación por encima de la media de los varones que desarrollan idénticas tareas. Así como es verificable cotidianamente, conductas discriminatorias de lxs colegas quiénes reproducen lógicas de exclusión en su ámbito laboral. Estas viejas injusticias- que se reproducen en el conjunto de la sociedad - alcanzan niveles importantes de exclusión cuando hacemos referencia a realidades no heterosexuales, sujeta al límite que intenta imponer la lógica de la heteronorma, es decir, como si lo “heterosexual” fuera una obligación natural y esta suerte de imperativo cultural deviene en la creación de persistentes zonas de exclusión y discriminación dentro del mercado laboral en general y, en particular en el interior de las empresas periodísticas como dentro de los grupos de trabajo. Incluso, la propia Organización Internacional del Trabajo, la OIT, se refiere a nuevas formas de discriminación basadas en la identidad sexual y ratifica la discriminación por orientación se-


xual e identidad de género, verificando que la igualdad en el trabajo es un objetivo pendiente que aún debe cumplirse. En su artículo 157, la OIT expresa que los empleados y las empleadas pueden sufrir discriminación en el lugar de trabajo si consta o se sospecha que son parte de la comunidad LGTTBIQ (Lesbianas, Gay, Travestis, Transexuales, Bisexuales, Intersex y Queer) En el gremio de prensa, las periodistas no escapan a estas formas de exclusión. En ese sentido, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, más allá de las prácticas no discriminatorias y de la inclusión que ha fomentado a lo largo Nuestro gremio de prensa refleja los de los años, protegiendo los avances y retrocesos del conjunto derechos de las trabajadoras mujeres y de aquellas que lo social y es tarea nuestra reforzar las hacen desde distintas identipolíticas laborales y culturales que dades sexuales, ha considerado pertinente incluir la pulvericen de una vez por todas estas perspectiva de género en la discusión paritaria actual porformas de discriminación que limitan que si bien se trata de conel acceso pleno a derechos laborales templar los derechos salariales y condiciones de y, por ende, a la calidad de vida de detrabajo del conjunto de los cenas de compañeras y compañeros. trabajadores y trabajadoras de prensa, estas nuevas y renovadas formas de exclusión persisten a veces en formas más visibles y otras no tanto. Nuestro gremio de prensa refleja los avances y retrocesos del conjunto social y es tarea nuestra reforzar las políticas laborales y culturales que pulvericen de una vez por todas estas formas de discriminación que limitan el acceso pleno a derechos laborales y, por ende, a la calidad de vida de decenas de compañeras y compañeros. Hay mucho por recorrer y no debe quedar apenas esta iniciativa como una propuesta “de moda”. Nuestras afiliadas y afiliados merecen ser nombrados en cada discusión donde se juega la vida misma.

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Diana Malizia Desigualdades Sería necio de mi parte desconocer que tenemos como presidenta a una mujer y que lentamente se abren más espacios para nosotras. Igual hablo desde mi experiencia personal. Empecé a trabajar en redacciones a la edad de 19 años y pasé por diferentes revistas femeninas. Lo curioso es que en todas siempre el director era un hombre. Luego estuve en diarios y editoriales donde en el mismo puesto, el salario de la mujer siempre era menor que el del hombre. Creo que hoy, en el siglo XXI las diferencias salariales entre sexos continúan y que es necesario tener en cuenta cuestiones ligadas al género a la hora de negociar los convenios colectivos de trabajo. Diana Malizia, Editora en Sol90 y autora de libros infantiles en Cuentos de Seis Patas.

María del Carmen Menéndez 42

Ante los efectos de la globalización, la reestructuración en la economía y el empleo femenino, es preciso reconocer que las políticas globales marcan aún más las diferencias entre hombres y mujeres. Esta "flexibilidad" en la ley de contratos desfavorece mucho a las mujeres, ya que cuando consiguen una tarea remunerativa, generalmente es a través de consultoras eventuales, y entonces, a la incertidumbre laboral se le suma el hecho que debe ocuparse también del rol de madre. La falta de apoyo moral del sistema laboral genera una pérdida de confianza en sí misma, que se manifiesta en una "bajo autoestima" la cual repercute en la salud.

Patricia Cirigliano Discriminación Desde 1959 trabajé en periodismo y aún ahora lo hago. Colaboré con medios gráficos y televisivos y luego por Internet. Escribí sobre educación en distintos niveles, familia, salud, psicología, comunicación y vida cotidiana. Siempre fui bien considerada. Me he sentido absolutamente respetada en la libertad de mis ideas y en mi condición de mujer aunque compartí con mayoría de colegas varones, grandes maestros del periodismo que me enseñaron delicada y amablemente. Desde los editores a los compañeros, el camino fue exigente pero igual para todos. Se discutía sin censura. Las opiniones opuestas se consideraban. Hice amigas y amigos duraderos. Tiempos diferentes


La periodista Nora Lafon fue la primera mujer en integrar una Comisión Paritaria. En la foto sacada el Día del Periodista del 2012, se la observa saludando a Lidia Fagale, secretaria General de UTPBA quien le entregó una distinción en nombre de la organización.

GUS

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Violencia deGénero

Por Beatriz Chisleanschi

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Tres mujeres. Dos fallos. La semana pasada dos fallos han puesto en escena, una vez más, situaciones de violencia de la que somos víctimas las mujeres, física en un caso, laboral en el otro.

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La primera de ellas refiere a las “hermanas Jara”, donde después de dos años de prisión, el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes condenó a Ailén y Marina Jara por homicidio simple en grado de tentativa y solicitó un pena de 5 años y 6 meses de prisión. Si bien Ailén y Marina Jara fueron liberadas por haber cumplido la pena en la cárcel de Los Hornos, donde estuvieron detenidas desde febrero de 2011 cuando hirieron en la localidad bonaerense de Paso del Rey a un hombre que quiso abusar de una de ellas, estamos en presencia de un fallo inaudito y de neto corte sexista que culpabiliza a la víctima y deja libre a quien fue acusado por abuso y acoso sexual. La otra sentencia, promovida por la Sala I de la Cámara Laboral y amparada en la Ley nacional 26.485 y en las convenciones y pactos internacionales con rango constitucional, condena al diario La Nación a indemnizar con $ 583.821,18 a una empleada del área contable por haber sido sometida a “violencia de género y acoso moral padecido en el trabajo” según consta en el fallo de primera instancia. La damnificada ingresó en el año 1995 a la empresa y desde el 2005 hasta el año 2009, en que fue despedida, se desempeñó como ejecutiva de cuentas en el Sector Comercial del Suplemento Campo. Cuando en el año 2008, los directivos del diario


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propusieron un sistema de retiro voluntario, la mujer no aceptó y fue éste el desencadenante para que sus superiores adoptaran una actitud de acoso laboral, presiones para que renunciara, trabas para ascender y hasta descalificaciones a través de diferentes apodos. En el año 2009, producto de estas presiones la demandante sufrió un ataque de pánico seguido de un cuadro de estrés que la obligó a una licencia psiquiátrica. A su regreso la empresa le comunicó la decisión del despido sin causa.


Mabel Bianco presidenta de FEIM (Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer) señaló apenas conocido el fallo sobre las hermanas Jara que: “a quienes trabajamos en temas de violencia nos cuesta entender que la justicia siga actuando bajo el prejuicio de que las mujeres somos las responsables de las violaciones o abusos. Para esta justicia los hombres son víctimas inocentes, como si fueran animales que no pueden reprimirse ante una mujer bonita”.

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En tanto, la jueza Gabriela Alejandra Vázquez que intervino en el caso de la ex empleada del diario La Nación, declaró al periódico Tiempo Argentino: “Uno habla de violencia de género y tiende a pensar en su expresión física, pero nuestro derecho tiene una concepción amplia del fenómeno. En estos casos además rige el principio de la prueba dinámica: basta que la actora proporcione indicios serios de haber sufrido discriminación, para que el empleador deba demostrar que actuó con legitimidad”. Ambos casos, si bien de distinta raigambre y con diferente resultado, remite a otros muchos donde no sólo se juega la condición de mujer, sino también la clase social a la que esa mujer pertenece. Lo que evidencia, una vez más, que la desigualdad de género que aún persiste a pesar de la profunda lucha que llevan adelante las mujeres en el mundo, se imbrica en los problemas de injusticia e inequidad que atraviesa la humanidad en su conjunto. Observar la realidad desde una perspectiva de género no es algo que debe quedar librada a la suerte del o la camarista o del juez o jueza de turno, sino que deberían implementarse políticas para que esta perspectiva se universalice a la hora de dictaminar justicia. *Secretaria de Asuntos Profesionales-UTPBA. Periodista


Por Sandra Chaher

Las cifras de la violencia machista 255 mujeres fueron asesinadas en Argentina por la violencia o la justicia hab铆a dictaminado la exclusi贸n del hogar. Los datos corresponden al relevamiento de los feminicidios

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feminicidos en argentina en 2012

aparecidos en los medios de comunicación durante el año 2012, que realiza cada año el Observatorio Marisel Zambrano de la Asociación Civil la Casa del Encuentro, y que acaban de ser difundidos. COMUNICAR IGUALDAD- Desde hace cuatro años, las únicas estadísticas de feminicidios que poseemos en Argentina –basadas en medios de comunicación y provenientes de una organización de la sociedad civil- hablan de aproximadamente 260 mujeres y niñas asesinadas en el marco de la violencia machista, directamente a manos de varones o por cruzarse en la línea de fuego. Se trata, como la mortalidad de mujeres gestantes (mortalidad materna), de muertes evitables, que podrían no suceder si no hubiera una cultura que apaña el derecho de propiedad del varón sobre la mujer a tal punto de sentirse dueño de su vida. Estas muertes no suceden porque a un hombre se le fue la mano en una escena de celos, estaba exageradamente alcoholizado o había tenido en su trabajo los disgustos suficientes como para explotar en un ataque de cólera. Suceden porque en esas situaciones límites, que todas las personas atravesamos, esos varones sintieron que tenían derecho a descargar su furia con esas mujeres. Que la vida de ellas les pertenecía, y que la sociedad en cierta forma sería condescendiente con esa conducta. Que hay canciones que hablan del deseo de asesinar a una mujer cuando dejar de ser dócil; películas que relatan en tono de comedia estos asesinatos; artículos periodísticos que parecen instructivos sobre cómo cometer los crímenes; una justicia que puede llegar a ser particularmente ciega frente a estos casos; un vecindario y una familia que justificarán la barbarie. Esta indolencia frente a la violencia de género se llevó en Argentina 231 mujeres y niñas en el 2009; 260, en el 2010; 282 en el 2011; y acaba de llevarse 255 el año pasado. Y sólo hablamos de quienes aparecen en los medios de comunicación. Es probable que haya muchos más casos que no llegan a los medios y muchas muertes cuyo origen es la violencia de género pero por la forma en que se produce la muerte no hay forma


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En 2010 nuestro país ocupaba el puesto 17 entre 45 países relevados: por debajo de todos los de nuestro continente.

de vincular el caso a menos que se haga una investigación sobre el mismo. Las mujeres que integran el Observatorio Marisel Zambrano detallan cuántas de estas muertes aún no son relevadas como violencia de género: las que ingresaron a los hospitales con evidencias de violencia sexista pero en el parte de defunción figura, entre otras causales posibles, “paro cardiorrespiratorio”; las que se suicidan luego de padecer durante años situaciones de violencia; las que están desaparecidas por razones posiblemente vinculadas a la violencia, entre otras. En el informe Femicide: a global problem -publicado en el 2011- que relevó todas las muertes de mujeres ocurridas en un país como feminicidios –una estadística incorrecta pero la más aproximada que poseemos para unificar los datos mundiales sobre el tema-, Argentina no aparece mencionada entre 25 países considerados. Sin embargo, en el informe realizado en el 2010 por el Centro Reina Sofía de España, antecesor de Femicide: a global problem en la tarea de recopilación de estas estadísticas, nuestro país ocupaba el puesto 17 entre 45 países relevados: por debajo de todos los de nuestro continente. Lo cual significa que si bien el problema del feminicidio en Argentina no es tan acuciante como en El Salvador, Colombia, Honduras o Guatemala –los países de la región que en ambos informes ocupan los primeros puestos-, debería ser tomado en cuenta sobre todo porque se trata de muertes evitables si se trabaja en el contexto social y cultural de prevención.

¿Cómo somos asesinadas las mujeres? El relevamiento del Observatorio Marisel Zambrano evidencia en Argentina los patrones que se repiten en el resto del mundo: las mujeres somos asesinadas mayormente a manos de nuestras parejas o ex parejas en el marco de viviendas. Es decir, la seguridad de las mujeres no está puesta en juego sobre todo en la calle –donde si bien somos víctimas de violaciones, la mayor parte de los incidentes delictivos tienen que ver con ataques a la propiedad privada y pueden, en principio, ser perpe-

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63% 50

de los varones feminicidas durante el año 2012 fueron esposos, parejas, novios o amantes o ex-esposos, ex-parejas, ex-novios o ex-amantes.

trados tanto sobre mujeres como sobre varones- sino dentro de los hogares y, al revés que los robos donde solemos no conocer a quienes nos atacan, a nosotras nos matan las personas más cercanas. Según el Observatorio, el 63% de los varones feminicidas durante el año 2012 fueron esposos, parejas, novios o amantes o ex-esposos, ex-parejas, ex-novios o ex-amantes. Y un 58% de los feminicidios se produjo dentro de la casa de la víctima o de la que compartía con el feminicida. Esto amerita repensar las políticas públicas de seguridad con enfoque de género. Si bien el Estado avanza en algunos aspectos en este tema, aún los medios siguen pensando la inseguridad de la población como un tema vinculado principalmente a los ataques a la propiedad privada, y mucho menos al riesgo en el que estamos por compartir la vida con varones quizá violentos. La forma del feminicidio también se mantiene constante en los últimos años. Si bien las armas de fuego son la principal herramienta que se usa, siguen las armas blancas y las propias manos, que son los recursos con los que un posible femincida suele contar dentro del hogar. La incineración, que se había disparado como método durante el 2011 -luego del feminicidio de Wanda Taddei, Fátima Catán y otros similares en el 2010-, ascendiendo casi un 6% durante ese año, volvió a descender en el 2012, aunque no a los valores que tenía antes del caso Taddei.

Políticas públicas Otro dato relevante es que en el 13% de los casos, las mujeres asesinadas habían realizado denuncias previas por maltrato y en otro 6% la justicia había dictaminado la exclusión del hogar. O sea, que casi en el 20% de los feminicidios, el Estado había sido alertado de la existencia de una situación de riesgo para las mujeres. Sin embargo, los feminicidios ocurrieron. Entre los reclamos del informe, el diseño de políticas públicas y la necesidad de un rol más destacado del Estado tienen un papel fundamental. Si bien Argentina tiene una nueva Ley de Violencia de Género desde el año 2009 –La Ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ambitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales- , aún no fue aprobado por el Consejo Nacional de las Mujeres el Plan correspondiente de implementación de la misma y los recursos con


13%

de los casos, las mujeres asesinadas habían realizado denuncias previas por maltrato y en otro 6% la justicia había dictaminado la exclusión del hogar.

que cuenta ese organismo son muy limitados. Durante el año 2012, organizaciones de mujeres de todo el país se declararon en alerta frente a la violencia de género frente a la inacción del Estado –tanto del Poder Ejecutivo como el Judicial-. La respuesta del Poder Ejecutivo fue anunciar hacia fines de año algunas medidas como un registro nacional de denuncias, la creación de una línea telefónica de tres dígitos para atención de casos y la apertura de una oficina pública de patrocinio gratuito en la Ciudad de Buenos Aires. La oficina ya está en funcionamiento y las otras dos disposiciones están aún en proceso. A su vez, el Ministerio Público Fiscal – a partir de una iniciativa de la nueva procuradora Alejandra Gils Carbó- creó el Programa de Políticas de Género. Si bien son avances, aún queda mucho por hacer.

Niñas y niños víctimas de la violencia machista Un aspecto de la violencia de género sobre el que las organizaciones de mujeres vienen alertando en los últimos años es qué sucede con las niñas y niños que presencian estas situaciones y que, por tanto, también son víctimas de esta problemática. En el caso de los feminicidios está situación empeora porque pasan a ser huérfanos/as. De acuerdo al relevamiento 2012, 248 niñas y niños perdieron a sus madres. Y lo mismo sucedió con 64 mujeres y varones ya adultos. A la vez, otras 45 personas –de las cuales por el reporte periodístico no podía identificarse ni el sexo ni la edad- también quedaron huérfanas. En total, suman 357 personas que perdieron a sus madres, lo que da un promedio de 1,4 personas huérfanas por cada feminicidio. -Fuente: http://www.comunicarigualdad.com.ar

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Por Elisa Mata (*)

La violencia ejercida por un estado opresor Cuando se aborda el tema de la violencia de género la mayoría lo circunscribe al ámbito familiar o social más cercano, sin embargo es indudable que las violaciones al respecto también se ejercen desde el poder o el Estado.

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Por esa razón quiero mencionar particularmente las vejaciones sufridas por las mujeres palestinas, discriminadas religiosas, políticas y culturalmente por el Estado de Israel, ocupante de los territorios palestinos. Las mujeres enfrentan allí una situación singular con respecto a la violencia a que son sometidas, tanto en la vida cotidiana como las que, por razones políticas, están recluidas en cárceles israelíes. Según los especialistas "La situación, condición y violaciones que enfrentan las mujeres en las cárceles de Israel debe ser abordado desde una perspectiva de género" considerando los problemas físicos y psicológicos que enfrentan, la negligencia en la asistencia médica y la falta de servicios médicos especializados en prevención y tratamiento de enfermedades propias del género. Las presas se encuentran encarceladas en presidios situados fuera de los territorios ocupados (Cisjordania y Franja de Gaza), en celdas infestadas de insectos, roedores, y olores nauseabundos por el desborde de aguas residuales. Son decenas las mujeres sin juicio, con el único pretexto de proteger la seguridad del estado de Israel.


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Las prisioneras políticas palestinas recluidas en Neve Terza a la espera de juicio comparten la sección de mujeres asignada a personas que cometieron delitos penales, en clara violación de la Regla 85 del estándar mínimo de Naciones Unidas para el tratamiento de prisioneros, que dice: "Los acusados serán mantenidos separados de los reclusos condenados". Esta situación permite agresiones físicas y verbales de parte de los presos israelíes. (*) Periodista y escritora


Entrevista a Luisa Valmaggia

“La opinión de la mujer sigue estando devaluada” Llegó al encuentro atareada. La entrevista que pretendía ser distendida, y lo fue gracias a la enorme generosidad de Luisa Valmaggia que dejó su propia tensión de lado por unos minutos, se encontró atravesada por la situación de violencia laboral que atravesaba en esos momentos. El programa radial “¿Qué pretende usted de mí?” que conducía todas las mañanas por Radio América junto a Jorge Halperín y que había sido premiado meses antes por ASFCA se quedaba sin espacio y ella se encontraba a la espera de una respuesta por parte de la radio, respuesta que, quince días después sabemos que no llegó y el programa fue levantado. Con una carrera de 36 años donde suma experiencia en radio y televisión, Valmaggia se destaca por su enorme calidez y por su compromiso con la profesión y sus ideas. Los miércoles conduce por CN23 “Juego de Damas" un programa con perspectiva de género para analizar la actualidad nacional con y desde la voz y la mirada de las mujeres. Y mientras tanto, ella y sus fieles oyentes esperan volver a escucharla por algún dial.

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utpba

M.C.C.

¿Cómo se te ocurrió ser periodista, cuántos años llevas de profesión? Estoy convencida de que las casualidades no existen, existen las causalidades. Tengo un antepasado que fue jefe de editores y de redacción y presidente de ADEPA, Juan Valmaggia que si bien era un pariente lejano, evidentemente algo andaba dando vueltas por ahí. Mi padre también ejerció el periodismo y yo


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Rivadavia era una radio muy machista, con mucho deporte, era la época de José María Muñoz . Había mujeres trabajando como secretarias pero no haciendo periodismo. Yo tuve suerte porque venía con un apellido de trayectoria, pero no resultó nada sencillo.

que tenía vocación para ser bióloga, pero serias dificultades con las matemáticas, reprobé Análisis I y Análisis II y entonces para no perder el año decidí hacer una carrera corta y me enganché en el Círculo de la Prensa. Yo siempre escribí, cosa que ahora he perdido, pues una vez que egresé del Círculo todo mi trabajo lo desarrollé en radio y televisión. En mis genes había mucho de escritura, de lectura, mi madre nos leía a mi hermana y a mi muchísimo. Todo me fue llevando, y una vez que arranqué nunca paré. Tuve la suerte de comenzar a trabajar en Radio Rivadavia cursando el segundo año de la carrera. Radio Rivadavia en esa época, estoy hablando del año 1978, era “la” radio y para mí fue como la universidad de la calle del periodismo. Una vez que ingresé mi apasionamiento por ese mundo fue creciendo, porque todos los lugares donde estuve acreditada eran lugares de centralidad: la Casa de Gobierno, la Cancillería. Fue un camino de ida. Cuando me preguntan, siempre digo que no podría haber hecho otra cosa que no sea esta. Para mí el periodismo es vital, es como el oxígeno, tiene que ver con quién soy. Tengo muy mezclado quién soy y la profesión.

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utpba M.C.C.

¿Cómo fue para una mujer trabajar en prensa durante esos años? Rivadavia era una radio muy machista, con mucho deporte, era la época de José María Muñoz 1. Había mujeres trabajando como secretarias pero no haciendo periodismo. Yo tuve suerte porque venía con un apellido de trayectoria, pero no resultó nada sencillo. Por un lado había que protegerme porque era mujer y además joven, pero al mismo tiempo había que sacarme de la redacción y mandarme a un ministerio. Al primero que me mandaron fue al Ministerio de Educación que era “un lugar para la mujer”. Después como vieron que era muy responsable me mandaron a Casa de Gobierno. En ese momento, la verdad, yo no tenía dimensión de lo que pasaba. Vivía bastante en una burbuja. A medida que se acercaba la democracia ahí tomé verdadera cuenta de lo que realmente sucedía. Es-

1. José María Muñoz: relator de fútbol, conductor durante cuarenta años del clásico programa “La Oral Deportiva”.


taba claro que eran peligrosos, que habían destituido un gobierno elegido democráticamente, eso sí, pero no era conciente de las atrocidades que estaban cometiendo. Fue la profesión que me fui abriendo la cabeza. utpba

¿Sufriste algún tipo de acoso por tu condición de mujer?

M.C.C.

En ese momento yo cubría la información, la conferencia de prensa. Eso sí, la radio me cubrió mucho. Siempre cuento como salí espantada el día que fui a entrevistar al General Llamas. En la radio me pidieron que le haga una entrevista para hacer un cuadro de situación, y la verdad que cuando salí de ahí lejos de llevarme un cuadro de situación, me llevé a un tipo que quería tocarme las piernas. Cuando llegué a la radio y conté lo sucedido, los directivos me dijeron “no vuelvas nunca más a ese despacho”, tuvieron una actitud de cuidado y protección. Pero a la par por ahí te decían: no te damos viáticos total te van a invitar a comer, cosas de ese estilo. A un hombre jamás le dirían una cosa así. Son cosas muy terribles que me quedaron grabadas.

utpba

¿Notás que en ese sentido la situación se ha ido modificando?

M.C.C.

No sé porque yo hace mucho que me independicé en el trabajo. Pero sí te puedo comentar lo que me pasa cuando voy a negociar algún espacio. En general la tendencia es que me ofrecen o menor caché o precios más altos para comprar un espacio. En eso sí tengo claridad porque veo después lo que pasa con mis colegas hombres. Es por esto que a las negociaciones voy con mi marido, entonces ahí evitan hacerme un ofrecimiento menor e impide que se me diga cualquier ganzada. De todas maneras como hay un largo camino y trayectoria encontré espacios para conducir yo misma, pero creo que siempre hay un poquito menos que si fuese un varón. Y en cuanto a la incursión de la mujer en prensa ¿percibís dife-

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Las mujeres somos muy buenas trabajadoras y responsables pero difícilmente vamos a llegar a cargos de dirección, creo que ese es un camino que nos resta recorrer.

rencias respecto a tus comienzos? utpba

Si porque hay muchas más mujeres, no sé si hay más proporción de mujeres trabajando pero ves más firmas de mujeres, hay más M.C.C. movileras, más redactoras. Sí creo que hay una diferencia. Estoy pensando en un diario como La Nación, que le dan mucha importancia a las columnistas femeninas, se observa una valoración mayor y tienen un lugar más destacado. Las mujeres somos muy buenas trabajadoras y responsables pero difícilmente vamos a llegar a cargos de dirección, creo que ese es un camino que nos resta recorrer.

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Algo de esto se observa en la conducción de programas en los horarios centrales utpba

M.C.C.

En mi caso, conduzco mi programa que es un proyecto que banco yo, pero en mi equipo todos son hombres, la única mujer soy yo y no está hecho adrede porque he trabajado con mujeres y nos llevamos muy bien. Pero cuesta, la verdad es que somos pocas mujeres en esos lugares de conducción, yo pienso que la opinión de la mujer, a juicio de algunos sigue estando devaluada. Siempre que hay que buscar una opinión de economía, política, ciencia, etc., se buscan tipos, hay algunas mujeres, pero la mayoría son ellos, su palabra tienen mayor fuerza. Si uno piensa en la vida universitaria, hay más mujeres que se reciben que varones, sin embargo en las especificidades hay mayoría de hombres opinando. Un fenómeno actual es la incursión de la mujer periodista en el ámbito deportivo.

utpba

M.C.C.

Hay más sí, pero cuesta mucho. Me parece que a la mujer todavía se la sigue poniendo como soporte del hombre y a los hombres les cuesta bastante complementar el trabajo con una mujer, no así al revés. La tradición machista del gremio sigue pesando


utpba M.C.C.

Sí, sigue pesando mucho, inclusive cuando les marcás límites no les gusta, pero es un trabajo que hay que hacer y no hay que abandonar. Hay una estructura que ya está armada y que cuesta mucho desarmar. ¿Con lo cual, pareciera que estamos a años luz de lograr instalar una comunicación no sexista?

utpba

No, desde que arranqué hace 35 años la verdad es que se ha avanzado muchísimo, era impensado hablar de “las” y “los” o M.C.C. intentar transmitir una imagen de mujer no estereotipada. Por lo menos ahora sabemos que se puede hacer de otra manera, que hay que hacerlo de otra manera. Antes ni nos planteábamos eso. Igual falta, falta que pongan mujeres que no se fijen tanto en lo estético, porque la verdad es que los varones no se fijan en lo estético, eso hay que erradicarlo. Lo importante es el contenido, la sustancia. ¿Sufriste actos de violencia a lo largo de tu carrera profesional? utpba M.C.C.

Siento violencia cuando voy a negociar un espacio, por eso voy con mi marido. Cuando te desplazan de un programa exitoso y sentís que no importa si lo haces bien o mal, es violencia. Si te sacan del aire sin explicaciones, es violencia. Si llamas a la gerencia del medio en la que trabajas y no te atienden, eso es violencia. A la hora de conseguir auspicios para sostener los programas también ahí hay una clara discriminación. La palabra de los conductores varones tiene mayor peso, por tanto tienen mayor acompañamiento y pueden sostener mejor sus espacios. Eso también es discriminación y violencia. Sí creo que sigue existiendo todavía mucha violencia. Incrementada cuando se trata de una mujer

utpba

Sí, si. Claramente Te dicen que la mujer reclama pelear de igual a igual y lo hace-

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UTPBA tiene un slogan, que es mucho más que eso, que dice “En la lucha de ideas, las ideas que no se conocen no luchan”, por eso me parece muy importante incluir la perspectiva de género a la hora de discutir paritarias.

M.C.C.

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mos, pero la reacciones de quienes están encima no son de igual a igual cuando se trata de una mujer. Es una lucha desigual. ¿Te parece que incluir la perspectiva de género en la discusión paritaria colaboraría?

utpba

Me parece que sería sumamente interesante porque seguro que ayuda a visibilizar mucho más. UTPBA tiene un slogan, que es M.C.C. mucho más que eso, que dice “En la lucha de ideas, las ideas que no se conocen no luchan”, por eso me parece muy importante incluir la perspectiva de género a la hora de discutir paritarias. Porque una cosa es hablarlo y hacerlo visible y otra es llevarlo a la práctica y eso es lo que más cuesta.


Encuesta sobre violencia de género y comunicación sexista La Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) realizó una encuesta que permitió indagar en torno a las condiciones laborales de las mujeres, si han sufrido algún tipo de violencia y si consideran que los medios de comunicación están atravesados por una concepción machista. Quinientas mujeres, periodistas, comunicadoras sociales y trabajadoras de prensa, respondieron a esta encuesta que arroja resultados altamente preocupantes. Un 51% de las encuestadas afirmó haber tenido experiencias violentas en su vida, siendo la psicológica -con un 53%- la más sufrida, seguida por la sexual con un 19%, la simbólica con un 16% y la económica con un 12%. La discriminación en el ámbito laboral parece que no es algo que la mayoría de las mujeres vivan, pero eso no quita que actualmente continúe siendo una problemática presente ya que un 42% se ha sentido excluida por ser mujer (*) y un 45% han manifestado cobrar menor salario por igual trabajo que sus compañeros varones. Con un sí rotundo el 79% contestó que los medios masivos de comunicación son machistas, tanto por su vocabulario sexista y misóginos, como por la exposición que hacen de los cuerpos de las mujeres y la subestimación permanente a sus capacidades intelectuales y laborales. Una encuesta que arroja datos y números, pero que son mucho más que eso, son mujeres de carne y hueso víctimas de una disputa de poder que aún hoy, y a pesar de los avances en esta materia, se juega en el seno de la sociedad. (*) Recomendamos sobre este punto leer en este mismo dossier la nota “Tres mujeres. Dos fallos”

VIOLENCIA 1

¿Has sufrido algún tipo de violencia?

NO 49%

SI

51%

61


VIOLENCIA22 VIOLENCIA

Tipos de violencia Psicológica

Sexual

19%

Simbólica

19%

53% Económica

16%

física 0%

62 DISCRIMINACION LABORAL

¿Te has sentido discriminada en el ámbito laboral?

NO 58%

SI

42%


DISCRIMINACION SALARIAL

¿Has sufrido menor salario por igual trabajo?

NO 55%

SI 45%

63 MEDIOSSALARIAL DISCRIMINACION

¿Los medios de comunicación son machistas? NO 21%

SI

79%


Adriana Lestido

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Una de las más reconocidas fotógrafas de Argentina. Desde comienzos de los ’90 sus trabajos, producto de su atenta y sigilosa mirada, no pierden de vista la perspectiva de género. Entre 1982 y 1995 se desempeñó como reportera gráfica para el diario La Voz, la agencia DyN y el diario Página 12. Realizó trabajos fotográficos como El amor (1992-2005), Madres e hijas (1995/98), Mujeres presas (1991/93), Madres adolescentes (1988-90), Hospital Infanto-Juvenil (1986-88). Desde 1995 complementa su producción artística con la docencia, coordinando talleres y clínicas fotográficas. A partir de 2005 colabora en la edición de la revista Dulce Equis Negra y de los libros de la Colección Fotógrafos Argentinos. Ha expuesto su trabajo en forma individual y colectiva en el país y en exterior. Entre otros premios y distinciones obtuvo la beca Hasselblad (Goteborg, Suecia) en 1991, el Premio Mother Jones Internacional Fund (San Francisco, USA) en 1997, el premio Leonardo (Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires) en 1998, el premio Konex en 2002, la beca Gugegenheim (USA) en 1995, otorgada por primera vez en Argentina en fotografía. Sus obras forman parte de las siguientes colecciones: Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina; Museo de Arte Moderno, Buenos Aires, Argentina; Museo de Arte Contemporáneo Castagnino Macro, Rosario, Argentina; Museum of Fine Arts, Houston, USA; Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela; Bibliothèque Nationale, París, Francia; Chateau d’eau, Toulouse, Francia; Hasselblad Center, Göteborg, Suecia; Centre Régional de la Photographie Nord Pasde-Calais, Francia; Colecciones privadas de Argentina, Estados Unidos y Francia. Es representada por la agencia Vu (París, Francia). Vive y trabaja en Buenos Aires.



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