BENEMÉRITA Y CENTENARIA ESCUELA NORMAL DEL ESTADO “PROFR. LUIS URIAS BELDERRÁIN”
LEP’97
Reporte de lectura
Educación moral y diálogo Capitulo 1
Toma de conciencia y diálogo Capitulo 2 Autor: Puick Rovira
Maestra asesora: Profra. Graciela González Maestra en formación: Walkiria Eloisa Tapia Figueroa Grado y grupo: 3º F
Chihuahua, Chih., Lunes 7 de Junio de 2010.
Educación moral y diálogo Esta lectura tiene como propósito lograr una “toma de conciencia de las habilidades para el diálogo”. Trabajar el diálogo entendido como principio ético y democrático, es decir, como un conjunto de habilidades de interrelación. Para propiciar experiencias de diálogo y modalidades de aprendizaje orientadas a la conceptualización y control de los mecanismos dialógicos. Existen tres aspectos importantes del programa que plantea Puick Rovira: a) la fundamentación y teoría del programa donde se presentan algunas ideas sobre el valor del diálogo en la educación, sobre los mecanismos psicológicos que se ponene en juego en el aprendizaje de las habilidades para el dialogo y sobre los modos de enseñar a dialogar y a tomar conciencia de las habilidades para el dialogo, b) esta parte es de carácter práctico, se presentan las propuestas de las actividades que componen el programa, es decir, que los maestros deben aplicar la actividad, su utilidad y las indicaciones que deben darse a los alumnos para ser efectivo estas actividades, c) esta destinado a los alumnos donde se espera que se facilite su reproducción (del diálogo) y su uso. Educación moral y diálogo Concepto y modelos de educación moral La educación moral pretende enseñar a vivir colectivamente de modo justo y solidario, respetando a la vez la conciencia personal de cada sujeto y los normales compromisos de convivencia que sustenta la sociedad. Este objetivo no se alcanza inmediatamente, la vida de la colectividad esta constantemente atravesada por conflictos, que pueden llegar a entorpecer o favorecer su ejecución. Plantearse tales conflictos con justicia y un bien común es la finalidad que la educación moral pretende alcanzar.
Para alcanzar este objetivo la educación moral actúa en dos direcciones: facilitando la adaptación de los individuos a las formas sociales de convivencia, y sobre todo cuestionando tales formas cuando son injustas. Las formas de vida que inculcan los procesos de socialización sirven para solventar sin mayores inconvenientes conflictos de valor o conflictos de intereses que de modo recurrente suele presentar la convivencia. Pero a veces esas formas de solución que se han aprendido por socialización resultan poco útiles para enfrentarse a nuevos problemas de valor, o descubrimos que son inaceptables para resolver de modo justo para con todos los implicados. Referente a esto, la educación moral no puede reducirse a lo que aporta la socialización, si no que debe capacitar a los jóvenes para que sean capaces de criticar las formas sociales injustas e idear criterios y normas de convivencia que busquen un tratamiento justo de los conflictos de valor. Cuando nos enfrentamos a situaciones controvertidas en las que no podemos dar una solución con lo ya aprendido debemos apelar a alguna formulación de valor que permita obtener con toda seguridad soluciones a los temas controvertidos. Para orientar la propia conducta ante los conflictos éticos interpersonales se apela a la conciencia de cada sujeto. Que aunque tal criterio resalta la autonomía y la responsabilidad individual de un modo positivo siempre buscan su propio beneficio. Los individuos toman decisiones con autonomía y cierta responsabilidad, pero a menudo desoyendo el carácter colectivo de los problemas. La autonomía y el diálogo como criterio para la educación moral. Es necesario hallar criterios universales que permitan pensar en lo moral de manera contextual, pero que lo hagan con mecanismos que pudieran ser aceptados por todos. Se pretende construir un procedimiento que respete la autonomía y la responsabilidad de cada sujeto, atendiendo las opiniones de todos los implicados en el conflicto que se están presentando. Es necesario apelar a la reflexión y discusión colectiva reconociendo que los
temas morales nos son campo exclusivo de las intuiciones debidas al interés, a las emociones. El diálogo es un método que respeta la conciencia personal de los implicados y cumple con las condiciones de aceptabilidad universal, pero no asegura las correspondencia entre las soluciones adoptadas y su aplicación. Modelos normativos de capacidades lógicas En este apartado se precisa en que consiste el diálogo, que debemos enseñar cuando enseñamos a dialogar, a continuación se presenta un modelo analítico por diferentes autores que recogen los aspectos mas importantes tener en cuenta en un proceso de dialogo correcto. 1) Habilidades para percibir problemas morales: es necesario tener la sensibilidad para percibir y reconocer aspectos de la realidad que encierran problemas morales o de aceptar los conflictos conocidos por todos pero no siempre aceptados como tema de reflexión y diálogo. 2) Habilidad para el autoconocimiento: es reconocer los propios intereses y necesidades, saber los sentimientos que se desencadenan, conocer y elaborar las condiciones propias y razones sobre las que se discute y sobre las alternativas que se pueden llegar a considerar en el diálogo. 3) Habilidades para el conocimientote los demás: es tener la habilidad de conocer e punto de vista de todos los demás implicados en la situación problemática. 4) Habilidades y condiciones del discurso dialógico, principio de cooperación: son las habilidades para intercambiar constructivamente razones y puntos de vista: habla con ánimo sincero, habla correctamente y de modo que se respete y reconozca lo expresado. 5) Habilidades y condiciones del discurso dialógico, actitudes dialógicas: cumplir las siguientes normas: no mentir, no te enrolles, no te andes por las ramas, no improvises tus intervenciones, expresa coherentemente tus puntos de vista, descubre el nivel de comprensión que los demás tienen de lo que dices.
6) Habilidades y condiciones del discurso dialógico: estrategias para la comprensión y el razonamiento. Respetarse, no ser dogmático ni agresivo y comprometerse constructivamente en el dialogo haciendo lo siguiente: es prestar atención a los interlocutores, escuchar los puntos de vista hasta entenderlos, pensar en lo que se dice no en el cómo, escuchar sin pensar en respuestas inmediatas, pensar sobre las razones que se han dado y valorarlas, controlar emociones, aceptar las demás ideas, evitar llamar la atención de manera tajante, eliminar expresiones agresivas y dialogar confiadamente. 7) Habilidad para imaginar y adoptar soluciones alternativas basadas en el acuerdo, y para anticipar y evaluar sus consecuencias. Llegar a una solución que integre lo mejor de las posturas en controversia y que prevea las posibles consecuencias. 8) Habilidad para dar sentido moral a ala adopción de los anteriores criterios para la resolución de problemas de valor. Compromete a los implicados en un intercambio de razones que les acerque a soluciones justas y solidarias.
Toma de conciencia y diálogo ¿Es posible enseñar a dialogar? Se afirma que la habilidad para dialogar de modo correcto no puede enseñarse, porque es una especial sensibilidad para el contacto humano que posee con anterioridad a cualquier esfuerzo educativo. Existen dos realidades que provocan las sensación de que no se puede enseñar a dialogar y de que la capacidad par el diálogo esta predispuesta. Primero esta la predisposición innata para el diálogo proviene de la dificultad para describir las experiencias que desde la infancia van construyendo las habilidades que forman la personal capacidad para dialogar de cada cual. De otro modo, la sensación también existe porque se tiene el desconocimiento de los elementos constitutivos del diálogo y del modo como actúan. Actualmente se cuenta con modelos normativos dialógicos muy útiles para la educación. Es preciso constatar que sin las aportaciones y el compromiso, consciente o no, del educando en su proceso de aprendizaje nada es posible. El educando siempre aporta a su educación algo con lo que el educador deberá contar como un dato previo. Enseñar a dialogar es una tarea educativa que no puede realizarse de modo consciente y sistemático siempre las siguientes razones: 1) Los alumnos aprenden a dialogar gracias a ciertas experiencias ocasionales e informales que les proporciona la escuela. 2) El diálogo se practica y aprende en casi todas las materias escolares. Cuando el dialogo se trabaja de forma especifica, cosciente y sistematica es preciso destinar tiempo y actividades a trabarlo directamente en cuanot a contenido educativo se refiere.
¿Qué contenidos comprende la enseñanza del diálogo? Para lograr una mayor prercision en la tarea educativa y huir de formulaciones vagas y proyectos de intervención excesivamente inconcretos, no se debe romper el sentido global del dialogo y su finalidad como parctica interpersonal. Los contenidos son: 1. El que se refiere a representaciones mentales sobre el diálogo, incluyte tres aspectos: el significado conceptual que se le da al dialogo, resulta de la elaboración de todas las experiencias del sujeto que han tenido alguna relacion con los presupuestos dialogicos; la utilidad del diálogo, los momentos en los que el diálogo se vuelve una actividad humana insustituible; y el sentido moral del diálogo, comprender que ante cualquier tipo de dificultad es preciso dialogar con voluntad de entendimiento. 2. El que se refiere a los subprocedimientos que permiten un uso correcto del diálogo, permite a sus poseedores a dialogar con las mayores posibilidades de corrección y de sentido personal y moral. 3. El tercer tipo se refiere a los valores, actitudes y hábitos que supone el diálogo, pretende los valores y actitudes que supone el diálogo y su forma de implantarlo es en forma de hábitos en los alumnos y alumnas. Hay dos valores que son las guías de todo diálogo: la justicia y la solidaridad. Y así supone a este proceso como una búsqueda fraternal de modos de convivencia equitativos. ¿Cómo se aprende a dialogar? Solo es posible aprender a dialogar comprometiéndose realmente en procesos de diálogo. Para aprender a dialogar es imprescindible la experiencia y la practica, pero para aprender también se requiere tomar conciencia de todo lo que implica dicha experiencia. La toma de conciencia se lleva a cabo a partir de un “saber o saber hacer” previos que se doblan
para producir un conocimiento y facilitar el control de lo que se sabe y de lo que se sabe hacer. Hay dos niveles de aprendizaje para el diálogo. Primero es necesario conseguir cierto grado de experiencia y domino de los contenidos constitutivos del diálogo y en segundo, es obtener la vinculación entre el dominio de los conceptos, las capacidades y los valores al conocimiento y control de los procesos mentales que se utilizan durante el diálogo. ¿Cómo se enseña a dialogar? El motor del aprendizaje esta en la experiencia y la reflexión personal, ahí los profesores insertan sus aportaciones para enriquecer la construcción mental y la capacidad comportamental de los alumnos. El educador puede propiciar las experiencias variadas del diálogo y esperar a que espontáneamente los participantes las conceptualicen, las regulen y en definitiva optimicen. La toma de conciencia espontánea es un modo natural de resolver problemas con el que los educadores no solo debemos contar sino potenciar, aunque sea insuficiente para nuestros propósitos.