diseño de información que ha pasado de ser una áspera disciplina relegada a discretos especialistas a competir en diversidad e innovación con el resto de parcelas del diseño gráfico. La implementación de herramientas de trabajo más intuitivas y con un amplio espectro de posibilidades, unido a la incorporación a las redacciones de nuevos perfiles, más específicos y, a la vez, con amplia formación en distintas parcelas, han consegui-
do que los periódicos y revistas actuales sepan conjugar diversidad y rigor de una forma espectacular. Es curioso comprobar cómo un país como el nuestro, que ocupa tradicionalmente un puesto muy bajo en las estadísticas europeas que reflejan el consumo de prensa, cuenta, desde hace unos años, con una selección de especialistas en diseño para este medio de lo más notable. Existe una legión de profesionales siguiendo la senda
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trazada por reconocidas estrellas como Antoni Cases o Javier Errea, para los que el filete forma parte de la dieta diaria, que son capaces de discutir apasionadamente por el nombre de espacio vacío entre columnas y a los que la palabra navegación no sólo les sugiere internet. En primavera del pasado año, tres de ellos, Olga Lamas, Teresa Domingo y Víctor Gil, guiados por la ilusión y por un conjunto de intereses comunes relacionados con el