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Sábado 7.01.12 EL CORREO
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Mecenas por un día Cada vez más artistas recurren al ‘crowdfunding’ en busca de dinero para sacar adelante sus proyectos creativos
REDES SOCIALES
ENRIQUE VIÑUELA
o corren buenos tiempos para acudir a la ventanilla del banco con la intención de pedir dinero. La crisis ha provocado lo que los expertos definen como una «drástica reducción del flujo de crédito». En otras palabras: las entidades financieras no sueltan un duro. Ni para comprar una casa, ni para abrir un negocio. Y mucho menos para desarrollar proyectos artísticos, a priori tan creativos poco rentables. La solución está en Internet. Y se llama ‘crowdfunding’; en español, ‘financiación en masa’ o ‘micromecenazgo’. El periódico ‘The New York Times’ lo ha definido como «la revolución de dar». Este método alternativo de financiación nació en Estados Unidos a finales de los años noventa y su funcionamiento es el siguiente: un artista publicita su proyecto en una plataforma online especializada, lo presupuesta y se establece un plazo de tiempo para recaudar la cantidad de dinero necesaria. Los internautas interesados en el proyecto se involucran realizando aportaciones individuales. A cambio, estos ‘minimecenas’ reciben recompensas exclusivas, diferentes según sea la naturaleza del proyecto financiado: un disco, una película, un libro, una obra de teatro, una exposición fotográfica, etc. En España, la principales plataformas de ‘crowdfunding’ son Verkami (verkami.com) y Lánzanos (lanzanos.com). Verkami echó a andar en diciembre del año pa-
N
Portal de la plataforma Verkami. Arriba, los cantantes Sara Iñiguez y Jero Romero.
sado, por iniciativa del catalán Joan Sala, biólogo de 52 años, y sus dos hijos, Adrià y Jonàs. Les une la pasión por la creatividad, el arte y la investigación. «Ahora podemos ayudar a hacer realidad los sueños de creadores independientes», afirma Joan Sala. Hasta el momento, han promovido 180 proyectos culturales, de las cuales el 65% ha obtenido la financiación deseada. Verkami se queda con un 5% del dinero recaudado de los proyectos con éxito. Si no se consigue la cifra necesaria, nadie paga nada. Desde Verkami, se ofrece asesoramiento a los artistas con el objetivo de ayudarles a presentar el proyecto de una manera atractiva, y de esta forma facilitar su éxito en el plazo de 40 días, el tiempo fijado por los responsables de la plataforma para conseguir la financiación necesaria. «Al igual que en la vida, tener un objetivo y un límite de tiempo supone un estímulo para conseguir que el proyecto llegue a buen término». Aunque algunos, como Jero Romero, cantante de The Sunday Drivers, no necesitan tanto tiempo: en apenas 12 horas recaudó los 10.000 € que necesitaba para la grabación de su disco en
solitario. En Lánzanos, por el contrario, el plazo para conseguir la financiación lo establece el propio creador. Actualmente, Verkami tiene 46 proyectos abiertos. Entre ellos, ‘La ciudad jubilada’, un libro de fotografías y ensayo sobre los huertos informales de la periferia de Barcelona; ‘Microculturas’, un espacio de experimentación culinaria enfocado en la fermentación; y la revista ‘Cmd + Z’, que pretende convertirse en una plataforma desde donde dar a conocer a jóvenes diseñadores gráficos. Tampoco escasean las bandas de música independientes que han encontrado en este tipo de plataformas una alternativa para sortear la actual crisis del negocio discográfico.
Sin intermediarios Rubia es el nombre del grupo de pop-rock liderado por Sara Iñiguez, cantante y compositora bilbaína afincada en Madrid. Hace seis años publicó su disco de debut, que tuvo un notable recorrido comercial. Cuando comenzó a componer las canciones de su segundo álbum, que recuerdan a los mágicos sesenta, con letras en castellano, llegó la fiebre de las descar-
«Es más que un método de financiación: es una forma de poner en contacto directo al artista con el público»
gas ilegales y el ‘crack’ de las discográficas. Movió la maqueta por infinidad de sellos, con la negativa por respuesta. «No arriesgaban, solo apostaban por lo conocido, o por lo que sonase a conocido», comenta. Sara pagó de su bolsillo la grabación del álbum: las horas de estudio, los honorarios de los músicos, la masterización… La factura ascendió a 10.000 €. Tenía un disco nuevo, pero nadie quien lo publicara. Fue entonces cuando, gracias a una amiga que
residía en Londres, oyó hablar por primera vez del ‘crowdfunding’. Se puso en contacto con los responsables de Verkami . Necesitaba recaudar 4.000 € para la edición del disco (en CD y vinilo de color rosa) y la creación de una página web (rubiamusic.com) desde donde vender su música a los fans, de forma directa y sin intermediarios. «Estamos a un paso de la desaparición del negocio de la música, tal y como lo conocíamos. También me he dado cuenta de otra cosa: hay gente que quiere seguir comprando discos», confiesa Sara, quien se muestra encantada de la experiencia. Repetirá jugada. Ya está componiendo las canciones para su tercer trabajo. Por el momento, cuenta con el apoyo de más de un centenar de pequeños mecenas. «Es importante que los artistas tengamos una relación más estrecha con nuestros fans, y hacer cosas juntos, sin tener que pasar necesariamente por la industria. Creo que el ‘crowdfunding’ abre una etapa de libertad no sólo para los artistas, también para el público, que podrá financiar el arte que quiera, sin esperar a que se lo den con cuchara a la boca». «Las aportaciones no son donativos», aclara Joan Sala, para quien el ‘crowdfunding’ «es más que un método de financiación: es una forma de poner en contacto directo al artista con su público». Esta manera de trabajar «influye en la manera de producir y también de consumir. Se produce un intercambio de ideas entre artista y público durante el proceso, y en algunos casos la idea inicial del proyecto va modificándose en función de las sugerencias creativas de los patrones». El ‘crowdfunding’ «no es una moda, es una tendencia que llega para quedarse. No va a sustituir a la financiación tradicional, sino que va a convivir con ella», avisa.