25 POEMAS CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

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Rosario Castellanos. Poeta, novelista, diplomática ( México DF 1925- Tel Aviv 1974) .

Meditación en el umbral " No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoy ni apurar el arsénico de Madame Bovary ni aguardar en los páramos de Ávila la visita del ángel con venablo antes de liarse el manto a la cabeza y comenzar a actuar. Ni concluir las leyes geométricas, contando las vigas de la celda de castigo como lo hizo Sor Juana. No es la solución escribir, mientras llegan las visitas, en la sala de estar de la familia Austen ni encerrarse en el ático de alguna residencia de la Nueva Inglaterra y soñar, con la Biblia de los Dickinson, debajo de una almohada de soltera. Debe haber otro modo que no se llame Safo ni Mesalina ni María Egipciaca ni Magdalena ni Clemencia Isaura. Otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser. "


Nazik Almalaika. Poeta árabe, pionera del verso libre (1923 Bagdad – El Cairo 2007)

Lavar la deshonra ¡Mamá! Un estertor, lágrimas, negrura. La sangre fluye, el cuerpo apuñalado tiembla, El pelo ondulado se ensucia de barro. ¡Mamá! Sólo se oye al verdugo. Mañana vendrá la aurora, Las rosas se despertarán A la llamada de los veinte años Y la esperanza fascinada. Las flores de los prados responden: Se ha marchado… a lavar la deshonra. El brutal verdugo regresa y dice a la gente: ¿La deshonra? –limpia su puñalHemos despedazado la deshonra. De nuevo somos virtuosos, de buena fama, dignos. ¡Tabernero! ¿Dónde están el vino y los vasos? Llama a esa indolente belleza de aliento perfumado Por cuyos ojos daría Corán y destino. Llena tu vaso, carnicero, La muerte ha lavado la deshonra. Al alba, las chicas preguntarán por ella: ¿Dónde está? La bestia responderá: la hemos matado. Llevaba en la frente el estigma de la deshonra y lo hemos lavado.

Los vecinos contarán su funesta historia Y hasta las palmeras la difundirán por el barrio, Y las puertas de madera, que no la olvidarán. Las piedras susurrarán: “Lavar la deshonra” “Lavar la deshonra” Vecinas del barrio, chicas del pueblo, Amasaremos el pan con nuestras lágrimas, Nos cortaremos las trenzas, Nos decoloraremos las manos Para que sus ropas permanezcan blancas y puras. No sonreiremos ni nos alegraremos ni nos giraremos Porque el puñal, en la mano de nuestro padre O de nuestro hermano, nos vigila Y mañana, ¿quién sabe en qué desierto Nos enterrará para lavar la deshonra?

Del poemario El hueco de la ola (1957)


Francisca Aguirre. Premio Nacional de Poesía 2011 (Alicante 1930)

Testigo de excepción Un mar, un mar es lo que necesito. Un mar y no otra cosa, no otra cosa. Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre. Un mar, un mar es lo que necesito. No una montaña, un río, un cielo. No. Nada, nada, únicamente un mar. Tampoco quiero flores, manos, ni un corazón que me consuele. No quiero un corazón a cambio de otro corazón. No quiero que me hablen de amor a cambio del amor. Yo sólo quiero un mar: yo sólo necesito un mar. Un agua de distancia, un agua que no escape, un agua misericordiosa en que lavar mi corazón y dejarlo a su orilla para que sea empujado por sus olas, lamido por su lengua de sal que cicatriza heridas. Un mar, un mar del que ser cómplice. Un mar al que contarle todo. Un mar, creedme, necesito un mar, un mar donde llorar a mares y que nadie lo note.


Luz Jiménez Faro. Creadora de la Editorial Torremozas, especializada en literatura escrita por mujeres. Presidenta de la Fundación Gloria Fuertes

Los ángeles pequeños de las cosas

Y se abrió esa puerta del cielo, para llenar tu hogar de acompañadas horas. Crecieron tras de ti predestinados frutos. Han llovido los mayos y dorado los junios, y por tu casa habitan los ángeles pequeños de las cosas.


Gloria Fuertes. Poeta española (Madrid 1917-Madrid 1998)

-El que tiene amor da amor. El que tiene miedo da miedo. -Mira Irene, se da lo que se tiene. Hacer daño agota. Perdonarles agota más. Busqué en tu pensamiento Y di con tu serrín


Ángela Figuera. Perteneciente al movimiento de poesía social. Profesora republicana represaliada. (Bilbao 1902-Madrid 1984)

«Difícil es salir del agujero, de un túnel sin estrellas ni bombillas Difícil es llegar a las orillas de tanta sangre y tanto estercolero. Difícil es andar, subir la vida con un muerto cogido de la mano que tiene nuestro rostro y nuestra herida Difícil es hallar norte y sendero por tierras calcinadas y amarillas difícil es, sin agua y sin semillas de amor o pan, hacerse cosechero Difícil es cantar, luchar es vano sabiendo que la voz y la partida se han de perder más tarde o más temprano Difícil es cantar».


Gisela López. Poeta guatemalteca

II He cambiado la espera… Una vez roto

por búsqueda de mar.

el mito de Penélope,

Es necesario

desataré la luna

revertir el hechizo.

y zarparé,

Ese,

el alba entre los dedos,

que borra a las mujeres

a construir un nuevo país,

de los libros de historia,

sin matrimonios,

de las esferas de poder,

sin esperas,

de las antologías.

donde la soledad

Ese,

no duela.

que las encierra entre cuatro paredes, con solo colocarles un anillo.


Cres Sanz Ruipérez. (Baltanás 1908-Palencia 2008)

Fémina Soy yo La mujer Nadie Todo me lo dieron hecho Normas Ideas Formas Vi por otros ojos Pensé con la cabeza del hombre No fui a la guerra Pero hirieron mi alma mortalmente Solo el sentido es mío


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