Observatorio Universitario Nº 1

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BOLETIN 1 INDICE

Universidad Coherente

PRESENTACIÓN ¿QUÉ ES UNIVERSIDAD COHERENTE?

VIVENCIAS ¿POR QUÉ SER PARTE DE UNIVERSIDAD COHERENTE? ¿POR QUÉ PARTICIPO EN EL OBSERVATORIO UNIVERSITARIO? LA CHANCE DEL PERÚ

ENTREVISTA ESTAMOS A PUNTO DE PERDER OTRA OPORTUNIDAD

IDENTIDADES SEBASTIÁN Y SU LUCHA PARA QUE LOS INVIDENTES ACCEDAN A UNIVERSIDAD PÚBLICA EN EL PERÚ

OPINA LATINOAMÉRICA ¿QUÉ SIGNIFICA PARA TÍ UNA UNIVERSIDAD COHERENTE?


PRESENTACIÓN

¿QUÉ ES UNIVERSIDAD COHERENTE? http://universidadcoherente.wordpress.com/

A finales del 2007, un grupo de jóvenes estudiantes y profesionales decidieron constituir una organización que contribuya a mejorar la calidad de las universidades públicas en el Perú. Todos estábamos muy conscientes de la complejidad del problema que enfrentábamos. Sabíamos que la universidad pública estaba sufriendo una de sus peores crisis en la historia: deterioro de la calidad profesional de sus docentes, procesos internos informales y hostiles a la excelencia académica, potenciales escenarios de corrupción en la administración, desprestigio social, apatía y desconfianza de los estudiantes, una agresiva creación de universidades privadas que compiten en desiguales condiciones, importantes sectores de la sociedad habían dejado de ver a la universidad pública como una opción de formación, etc. Paradójicamente, toda esta situación convive con un significativo y permanente aumento de los presupuestos económicos con que cuentan las universidades públicas. Solo del 2005 al 2007, el presupuesto total de las 35 universidades públicas aumento en 30%. Esto último puso en evidencia que las universidades no sólo afrontan un problema de escasez de recursos, sino también, una agobiante incapacidad de gestionar adecuadamente los recursos con que cuentan (el año 2007, las universidades dejaron de ejecutar un total de S/. 437,000,000.00 del presupuesto total disponible). ¿Y cuál es la composición social de su población estudiantil? En el caso de los estudiantes de Lima, en su gran mayoría son hijos de provincianos que llegaron a la capital en la década de los 70´ y 80´. A nivel nacional, generalmente los jóvenes constituyen la primera o segunda generación de profesionales universitarios en nuestras familias. Esta realidad configura los desafíos de UNIVERSIDAD COHERENTE. ¿Cómo lo pensamos hacer? Reconociendo el potencial y la responsabilidad que tiene un estudiante universitario como agente de cambio. Creemos y apostamos en él como parte de un grupo social que debe involucrarse de manera urgente con las necesidades del desarrollo del país . UNIVERSIDAD COHERENTE brinda un espacio de convivencia amigable, abierto, propositivo y de reconocimiento, dándoles a los jóvenes estudiantes la oportunidad de desarrollarse integralmente en sus habilidades sociales (trabajo en equipo, liderazgo, responsabilidad), basados en un aprendizaje constante a partir de la práctica y promoviendo de manera permanente una contextualización (y por lo tanto, una conexión y actualización) de la realidad que les ha tocado vivir y las tendencias que en el mundo hoy definen la formación universitaria. En este esfuerzo es que se lanza el presente boletín, fruto del trabajo comprometido de estudiantes, profesionales y colaboradores aliados de diferentes áreas y países que apuestan por lo que nosotros apostamos.


Este boletín busca construir un canal de comunicación hecho por y para los jóvenes. Por ello, lo hemos convertido en un Blogletín, a partir del cual los estudiantes podrán dialogar con cada uno de los contenidos, y aportar desde ya con sus vivencias y perspectivas sobre la problemática abordada por UNIVERSIDAD COHERENTE. Sabemos que el reto que nos hemos planteado supera nuestras fuerzas, por eso es que necesitamos más aliados, más conexión, más esfuerzo, más manos, más energías, que nos permitan afrontar con éxito nuestros desafíos. Contamos contigo.

jmori@universidadcoherente.org

Autor: Jorge Mori (27) Referencias: Fellow de la Red Mundial de Emprendedores Sociales ASHOKA. Miembro de Universidad Coherente.

VIVENCIAS ¿POR QUÉ SER PARTE DE UNIVERSIDAD COHERENTE? Cuando me pidieron que redacte este artículo, acepté sin pensarlo dos veces, pero confieso que en ese momento pasó por mi mente: “uy ahora, wow, un artículo, qué difícil, cómo lo haré”, y más para alguien como yo que todo el tiempo vivió entre números. Ellos sabían eso, pero a pesar de todo me dieron la oportunidad porque confiaban en mí y porque creían que sí podía hacerlo; ése es el ambiente que se vive en UNIVERSIDAD COHERENTE, rodeado de personas sinceras que creen en ti, que se ayudan mutuamente y ponen ante todo el valor de la amistad. Es un espacio de convivencia y participación donde aprendemos en todo momento, donde podemos “abrirnos” completamente sin miedo a equivocarnos, brindándonos a nosotros, estudiantes de universidades públicas, la oportunidad de generar proyectos y llevarlos a cabo. Es un lugar donde podemos aprender de la vida y conocer la realidad que nos envuelve; y, sobre todo, donde podemos abordar la problemática de la universidad pública desde otra perspectiva, ya no resignándonos a aceptar nuestra actual situación, como normalmente lo hacíamos en nuestra posición de estudiantes, sino descubriendo que somos “agentes de cambio” y que sí podemos mejorar esta situación, comprendiendo que principalmente necesitamos tres cosas: Responsabilidad, Compromiso y Creer que sí podemos hacerlo. En UNIVERSIDAD COHERENTE entendemos la complejidad del problema que enfrentamos y somos conscientes que solos no lograremos solucionarlo. Por eso necesitamos de la participación de todos, personas como Tú, como yo, y todos aquellos que tengan la voluntad y las ganas de participar. No hace mucho tiempo que soy parte de UNIVERSIDAD COHERENTE y no me arrepiento. Somos un buen grupo y sé que lograremos juntos grandes cosas.

aeca@universidadcoherente.org

Autor: Angelo Eca (22) Estudiante de Investigación Operativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro de Universidad Coherente.


¿POR QUÉ PARTICIPO OBSERVATORIO UNIVERSITARIO? ¿POR QUÉ PARTICIPO ENEN EL EL OBSERVATORIO UNIVERSITARIO? La primera motivación que tomé en cuenta para unirme a esta iniciativa estuvo lejos de ser una necesidad de involucrarme en un espacio de participación ciudadana, fue más bien una motivación individual, muy personal. ¿Reprobable? No lo creo, considerando que todas las empresas humanas son movidas por motivaciones personales. Debo confesar que las mías no se limitaron sólo al aprecio que tenía por las personas que crearon el Observatorio Universitario, sino que también incluía mi búsqueda por conseguir cambios urgentes en mi manera de relacionarme con los demás. Antes yo era un afilado sarcástico que hería con el verbo, era el burlón que ametrallaba con apodos a quienes le rodeaban, a fin de hacerles sentir que si bien podía ser un amigo sincero, siempre tenía la egoísta necesidad de ser protagonista a partir de la burla hacia los demás. Eran los típicos “mecanismos de defensa” que uno desarrolla cuando se acostumbra a convivir en un ambiente hostil como lo es la universidad pública peruana, donde los jóvenes no encuentran espacios de valoración y de reconocimiento, y deben recurrir a los prejuicios y a las actitudes irrespetuosas para esconder su inseguridad. Cuando empecé a participar en el proyecto me di de bruces ya que me encontraba con algo nuevo. Comprendí que puedo trabajar en equipo e incluso desarrollar mi empatía con los demás, a pesar de que sean personas que piensan y ven las cosas de manera distinta a uno. Al inicio, me fue difícil dejar esa actitud destructiva, ya que uno reacciona naturalmente “a la defensiva” con los demás porque en el fondo temes no ser aceptado por cómo eres y creas una coraza que crees ingenuamente que te protege del resto. Este aprendizaje, así como el de cualquiera, siempre tiene algo que echar a perder. Por mi intento de domar mi sarcasmo se cuentan muertos y heridos. Fue entonces que empecé a construir mi relación honesta con el proyecto a partir de mi necesidad de convertirme en una persona transparente, sin miedos y sin complejos (porque siéndolo es la única forma de convertirte en un verdadero promotor de la cultura de la transparencia y el acceso a la información en las universidades públicas). Así, ese respeto que uno opta antes de la sorna, te permite observar con detenimiento cómo es la gente a fin de valorarla con mayor cuidado, con mayor respeto. ¿Por qué seguir en esto? Primero porque he descubierto que siento satisfacción cuando me relaciono con los demás de manera afectiva y transparente; no hay nada racional en ello, es puro placer personal (que por cierto me ha costado admitir). Ser transparente es la única manera de saber lo que realmente tiene uno para dar a los demás, y desarrollar así su propia vocación de servicio. Segundo, porque en Universidad Coherente tengo las condiciones para hacerlo en el ámbito donde me formo profesionalmente, la universidad pública, para replicar mi experiencia vital y convertirla en una práctica ciudadana.

dpolo@universidadcoherente.org Autor: David Polo y La Borda Reátegui Edad: 24 . País: Perú Estudiante de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro de UNIVERSIDAD COHERENTE.


LA CHANCE DEL PERÚ En América Latina, el reciente y rápido aumento de la demanda por la educación superior pública ha traído nuevas oportunidades y desafíos. Gracias a una bonanza económica, el presupuesto de las universidades públicas del Perú se ha incrementado enormemente; sin embargo, esto no ha significado el financiamiento adecuado en este sector ni el mejoramiento de los niveles académicos. En sólo medio siglo, el número de universidades en el Perú aumentó de 6 a 92. Desde 2007, el país cuenta con 35 universidades públicas y 57 privadas. Según el Resumen Estadístico Universitario 2006 de la Asamblea Nacional de Rectores del Perú, en dicho año el número de estudiantes matriculados casi se triplicó con respecto a 1985. Esta tendencia se refleja también en Latinoamérica: en el 2001, un estudio del Banco Mundial indicó que la tasa de matrículas de la educación superior de los latinoamericanos entre 18-24 años de edad era de 23%, representando un crecimiento anual de 2,3% desde 1985[1]. Sin embargo, en comparación a los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)[2], cuya tasa de matrículas es del 56%, el continente está rezagado. Uno de los factores principales que explica estas diferencias entre la demanda de matrícula de la OCDE y Latinoamérica es el fracaso de los gobiernos en el suministro de recursos necesarios para la educación universitaria. La falta de recursos constituye otro factor crucial para explicar la poca calidad en la enseñanza, que se manifiesta en la baja posición que ocupa la mayoría de países latinoamericanos en clasificaciones internacionales sobre competitividad de la educación superior pública. Sin embargo, en este contexto latinoamericano, el Perú tiene una ventaja enorme. En los últimos ochenta meses, el Perú ha sido bendecido por un crecimiento constante de su economía, que ha situado el país a la vanguardia en América Latina. Este boom económico, sumado hasta hoy a una baja inflación, es resultado, en parte, del aumento de los precios de los minerales explotados (cobre, oro, zinc, plata y plomo), que creció 265% entre los años 2001 y 2007. El Perú distribuye un buen porcentaje del canon pagado por dichas industrias extractivas entre 33 de las 35 universidades públicas existentes, cuyos presupuestos dependen casi en exclusiva del financiamiento estatal. En suma, la universidad pública se ha beneficiado de este auge. No obstante, a pesar de que entre 1995 y 2007 el presupuesto total de las universidades públicas se incrementó en 204%[3], el nivel de la educación superior sigue siendo de baja calidad.

[1] Task Force on Higher Education and Society (2000): Banco Mundial (2002d), citado en “Regional and International challenges to Higher education in Latin America” (Desafíos regionales e internacionales para la educación superior pública en América Latina), Lauritz B. Holm-Nielsen, Kristian Thorn, José Joaquin Brunner and Jorge Balán. [2] El 31 de julio 2008, el Perú fue admitido en la OECD. [3] Resumen Estadístico Universitario 2006. Asamblea Nacional de Rectores. Lima, 2008 p. 83


Según el Reporte de Competitividad del Global World Forum Bank (2007-2008), el Perú descendió al puesto 84º entre 131 países en lo que respecta a “enseñanza superior y entrenamiento educativo” (en el 2001 ocupaba el 66º lugar en la categoría “educación pública”)[4]. En el mismo informe Chile se sitúa en el puesto 42º; Argentina en el 51º y Brasil en el 64º.[5] El bajo nivel de calidad de la educación superior pública en el Perú también se refleja en una encuesta realizada por la Universidad de Lima en el 2008: el 64% de los entrevistados consideró el nivel educativo en las universidades públicas peruanas como regular, malo o muy malo.[6] Hay varias razones que podemos identificar para explicar este fenómeno que va más allá de una simple falta de recursos. La primera puede deducirse de los resultados de un estudio del Grupo Propuesta Ciudadana, el cual determinó que en el último año seis de ocho universidades habían disminuido sus inversiones, a pesar de que sus presupuestos habían aumentado considerablemente en años recientes. Ello se debe en parte a que no reciben un buen porcentaje de los fondos que les corresponde gracias al canon, porque las autoridades de los gobiernos regionales, responsables de transferir a las universidades lo que les toca por canon, no cumplen a menudo con agilizar ese proceso. Es decir, hay una incongruencia significativa entre el monto que las universidades deberían recibir por canon y el que realmente reciben. Por ejemplo, entre ocho universidades nacionales[7] analizadas por el Grupo Propuesta Ciudadana, existe una diferencia de S/.48 millones (US$ 16 millones)[8] entre el dinero que debería ser transferido y lo que verdaderamente se le entregó. Este hecho es parte de un agudo problema burocrático en el país; uno de los factores que impide la mejora de la educación superior pública. A esto hay que sumarle la falta de una estrategia de desarrollo coherente y sostenible para gastar el presupuesto entregado. Muchas autoridades universitarias no están pensando a largo plazo y no invierten en formación de capacidades para la investigación, que es clave para aumentar la calidad universitaria. Un segundo factor que nos ayuda a entender mejor por qué el auge económico no ha dado sus frutos hasta hoy está relacionado con la aprobación de la Ley 28562. En esta norma del año 2003, que regula las funciones del Sistema Nacional Inversión Pública (SNIP) y que ha sido modificada por el Ley de la Presupuesto del Sector Publico para el año fiscal de 2008, el gobierno limita el gasto de lo que recibe por canon para cada universidad para que sea invertido sólo “en investigaciones de ciencia aplicada, relacionadas con la salud pública o con la preservación del ecosistema”[9]. Esto se refiere únicamente a la infraestructura para dichas investigaciones. Aunque es necesaria la inversión en infraestructura y contar con un mecanismo para controlar y evaluar el gasto de fondos públicos (el SNIP), estas condiciones limitan las opciones y retrasan significativamente el proceso de inversión para mejorar la educación universitaria. Por ejemplo, el SNIP en la ley Nº 29142, establece que los recursos recibidos por canon “no podrán utilizarse, en ningún caso, para el pago de remuneraciones o retribuciones de cualquier índole.” A pesar de un reciente decreto del gobierno para homologar los salarios de los catedráticos de las universidades públicas con los de los jueces, sus sueldos siguen siendo insuficientes y, obviamente, inferiores a los de sus colegas de las universidades privadas. Estos magros salarios guardan relación con la falta de autonomía de las universidades en la administración de su presupuesto. El sistema de remuneraciones de las universidades públicas no permite que éstas decidan sobre el destino de sus ingresos: por ello, no se pueden crear incentivos económicos para que los profesores vayan más allá de cumplir con sus deberes y horas de clase[10]. Esto ha provocado la falta

[4] Cabe indicar que aunque estas categorías se refieren a la calidad de la educación superior pública, no son similares. [5] Información disponible en www.gcr.weforum.org [6] Resultados obtenidos en la tercera encuesta anual sobre la educación superior en el Perú, realizada en Lima Metropolitana y el Callao por el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima, Marzo de 2008 [7] Universidades: San Agustín, Trujillo, San Luis Gonzaga, Piura, San Antonia Abad del Cusco, Santa, Santiago Antúnez de Mayolo, Cajamarca y Moquegua [8] Reporte Nº 7 de Vigilancia de las Industrias Extractivas. Grupo Propuesta Ciudadana. Lima, 2008. p. 64 [9] La norma dice que: “Los recursos que las universidades reciban por concepto de los Canon, Canon y Sobrecanon y regalía Minera serán utilizados, preferentemente, en el financiamiento y cofinanciamiento de investigaciones de ciencia aplicad, relacionadas con la salud pública y prevención de enfermedades endémicas; sanidad agropecuaria; preservación de la biodiversidad y el ecosistema de la zona geográfica de influencia donde se desarrollan las actividades económicas extractivas y utilización eficiente de energías renovables y procesos productivos. Asimismo, dichos recursos podrán destinarse al financiamiento de proyectos de inversión pública para fortalecer las capacidades de la universidad relacionadas al ámbito de las investigaciones antes mencionadas” (Ley Nº 29142: Ley de Presupuesto del Sector Público para el año fiscal de 2008) [10] El Financiamiento de la educación superior en el Perú, José Raúl González de la Cuba. Lima, 2004


de profesores calificados, que conlleva a un bajo rendimiento académico del estudiante. Esta limitación se refleja también en que mientras en los países desarrollados un doctorado es necesario, pero no suficiente para contratar a un catedrático, en las universidades públicas del Perú los profesores con dicha especialización son la minoría. Un estudio de la UNESCO IESALC revela que en la Universidad Mayor de San Marcos (la universidad pública más antigua y prestigiosa del Perú) sólo el 8.3% de todos sus profesores tiene un doctorado. [11] Esta situación configura otra causa del problema: la falta de investigaciones académicas producidas en las universidades públicas. Después de investigar la calidad y cantidad de publicaciones anuales de éstas, el estudio de la UNESCO-IESALC concluyó que ninguna de las universidades públicas del Perú podía ser considerada como una universidad de investigación. Además, el país enfrenta otras dificultades como planes de estudios inactuales, la falta de materiales de enseñanza actualizados y equipos nuevos como laboratorios científicos, y desequilibrios en el mercado laboral (hay una gran cantidad de egresados sin empleo). Ninguno de estos obstáculos ha sido superado con el incremento del presupuesto universitario. Otra factor que nos ayuda comprender el problema es el clima poca transparente con el que operan las universidades. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, a pesar de la aprobación de Ley de Transparencia y Acceso a la Información en el 2003, la “cultura del secreto” subsiste entre los funcionarios públicos en el Perú[12]. Aquel síndrome no sólo está presente entre los empleados estatales, sino también en el funcionamiento de las universidades. En marzo de 2008, la Tercera Encuesta Anual sobre la Educación Superior en el Perú, de la Universidad de Lima, indicó que el 60% de la población de Lima y Callao opina que está poco o nada informado con respecto a la universidad en el Perú. Por su parte, un informe del Observatorio Universitario de 2007 reveló serias deficiencias en la implementación de políticas de transparencia en la Universidad Mayor de San Marcos[13]. Aunque es difícil obtener datos sobre las demás universidades públicas, los datos poco optimistas con respecto a la transparencia en la Universidad de San Marcos, la que más alumnos posee a nivel nacional, nos hace suponer que la situación puede ser aún peor en las universidades del interior del país. ¿Cómo revertir esto? Con el canon hay suficientes recursos para emprender una estrategia de largo plazo que debería concentrarse en promover el aumento de las investigaciones y optimizar el nivel académico de los docentes, siguiendo las conclusiones del informe “Cómo los Sistemas Escolares más buenos del Mundo alcanzan la Cumbre”[14], de la consultora McKinsey & Company. Este informe señala que “la calidad de un sistema de educación nunca puede exceder la calidad de sus profesores”. Una manera de lograrlo podría ser reestructurando los criterios de evaluación de los profesores universitarios. Otra forma sería dando más incentivos económicos a los catedráticos. Además, es necesario reformular los requisitos que establece el SNIP para la presentación de proyectos de inversión; por ejemplo, los referidos a la inversión con fines académicos y no solamente de infraestructura. De más está decir que urge resolver los ineficiencias burocráticas en las transferencias de los fondos. Otra posibilidad para avanzar hacia una universidad de calidad sería crear programas que, a diferencia del trabajo del Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de las Universidades (CONAFU), otorguen incentivos a las universidades que autoevalúen sus estándares académicos y que regulen la creación de nuevos siguiendo normas que exijan la excelencia. Si en el Perú los medios para directamente mejorar la calidad de la educación superior pública son limitados, hay medidas

1. En el 2007, el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú aumentó 9% con respeto al año 2006. A pesar de que la inflación alcanzó 5,5%, para el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) este crecimiento parece ser sólido. El MEF estima que este año el PBI subirá 6%, y continuará en ascenso en los próximos años.


indirectas para lograr esta objetivo. Por ejemplo, el Banco Mundial ha propuesto que las universidades públicas y privadas ayuden con subsidios a cada estudiante con niveles de excelencia[15]. Es evidente que, a diferencia de otros países latinoamericanos, los problemas que enfrenta la educación pública superior del Perú han dejado de ser únicamente económicos. Al contrario, los obstáculos más grandes son estructurales e integrados en la idiosincrasia del país, que deberá cambiar con el tiempo y el esfuerzo de los actores sociales. Sin embargo, con el crecimiento macroeconómico y su impacto sin precedentes en los recursos para la educación superior, el Perú se halla en una situación óptima para establecer las bases de un desarrollo educativo. Fue gracias a la educación que los “Tigres del Asia” progresaron; sería una tragedia si el Perú no sigue ese camino.

[11] Ranking Universitario en el Perú. UNESCO IESALC, Asamblea Nacional de Rectores. Luis Piscoya Hermosa, estudio piloto, Surco, Perú 2007. p.52 [12] Informe Nº 96 Balance a dos anos de vigencia de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información publica 2003/2004, Defensoría del Pueblo, Lima [13] Informe sobre Transparencia y Acceso a la Información en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Información disponible en: www.ipys.org/ transparencia-universidad.pdf [14] Título original: How the World’s best Performing School Systems come out on Top, McKinsey & Company, 2007. http://www.mckinsey.com/locations/ ukireland/publications/pdf/Education_report.pdf [15] Regional and International challenges to Higher education in Latin America, Lauritz B. Holm-Nielsen, Kristian Thorn, José Joaquín Brunner, and Jorge Balán

colette_ven@hotmail.com

ENTREVISTA

Autor: Colette Van Der Ven Entrevistado: Javier Abugattás Fatule Edad: 23 . País: Holanda. Referencias: Estudiante de Middlebury College, Vermont. USA. Colaboradora de Universidad Coherente. Corrector de Estilo: Carlos Bracamonte Ruíz Comunicador y Periodista del Instituto Prensa y Sociedad-IPYS. Corrector y editor de los textos.

Universidad Coherente

ESTAMOS A PUNTO DE PERDER OTRA OPORTUNIDAD El ex viceministro de Economía, Javier Abugattás Fatule*, considera que no hay una administración eficiente de los recursos que reciben las universidades públicas; por ejemplo, los distribuidos gracias al canon minero. ¿Cómo solucionar el problema? Para Abugattás, ex-presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, el primer paso será implementar un plan a largo plazo de políticas públicas que tiene como aspecto central la formación ciudadana, y donde los estudiantes universitarios tendrán el papel más importante. El presupuesto de las universidades estatales en el año 2005 fue de S/.1,730,000,000.00 mientras que en el 2007 fue de S/. 2,249,000,000.00, registrándose un aumento del 30%. ¿Considera que el problema en las universidades estatales ya no sería la falta de recursos, sino la gestión adecuada de éstos? Creo que sí hay un problema en la gestión de los recursos, y éste es parte de un problema general en el Estado acerca de la forma en que evolucionamos como país. Hay inercias muy arraigadas para “mantener las cosas como están”, sin pensar mucho en la distribución de los presupuestos. El problema también tiene que ver en cómo administramos los recursos y hemos definido con claridad qué queremos. Cualquier universidad que se respete debería tener un área interna que tenga planes a largo plazo. Por ejemplo, se podría invertir el canon minero -que recibe muchas de estas universidades-, para generar la capacidad de investigación en las mismas.


En el año 2001 cambiaron las normas del Sistema Nacional de Inversión Público (SNIP) para que, precisamente, se permita la formación de recursos intangibles, es decir, la creación de capacidades de investigación por parte de las universidades. La penúltima vez que trabajé en el Ministerio de Economía y Finanzas llamé por teléfono a los rectores de las universidades públicas para decirles: “Quiero ver qué proyectos de inversión tienen para formar capacidades de investigación”. Y no había ninguno. Hay algunas universidades que han invertido su presupuesto en edificios administrativos increíbles; se han construido el edificio más cómodo, con aire acondicionado, con alfombras, con todo, y no han podido formar la capacidad de investigación. El problema no es que no haya rectores que entiendan lo que se debe hacer, sino que ellos no ejecutan sus propios planes. ¿Cuál cree usted que es la principal causa de ese problema? Son múltiples. Pero el motivo principal es que nosotros no tenemos claro a dónde vamos como sociedad. Ese problema es muy antiguo y tiene además componentes muy difíciles, como la estructura social fraccionada y la tendencia natural del Perú a ser centralista, reflejada en toda la sociedad. Parte de este problema es que nos cuesta priorizar. Nadie quiere ceder. Por ejemplo, a alguien se le ocurre innovar en determinado tema, y ponemos esa idea en la lista de temas pendientes. Y al final tenemos listas de 200, 300 ó 400 cosas que nadie hace. Tenemos un crecimiento económico, pero nos falta las estructuras económicas apropiadas. ¿Qué papel juegan los estudiantes para establecer una visión de largo plazo? El papel de los estudiantes en este proceso es muy importante porque ellos son los únicos que están en la posición de realizarlo. Ellos tienen el espacio y el tiempo para reflexionar. Cada tesis que se haga, cada trabajo publicado o cada “lo que sea” que se realice en la universidad, si estuviese enfocada a este conjunto, contribuiría enormemente a la construcción de la visión de un plan a largo plazo en el Perú. Además, si los estudiantes discutieran las políticas y utilizaran las herramientas disponibles, como los medios de información, se crearía una verdadera vigilancia ciudadana. Así tenemos dos opciones: hacemos algo o seguimos con la inercia de no hacer nada, de no escuchar nada, de saber nada, de no querer pensar. ¿Y qué debemos hacer para empezar? Escoger una variable de una lista de diez referida a temas sociales, económicos y medioambientales (que es producto de una discusión de tres años donde se establecen las acciones gubernamentales prioritarias), y seguir dicha variable mensualmente. Si la sigues, te aseguro que forzarás un cambio brutal de mentalidad. ¿Tú crees que podrá haber un funcionario público ineficiente cuando haya un montón de personas e instituciones diciéndole cada mes: “Acá hay un déficit enorme que podrías superar y no lo haces”. Y yo sé que el déficit no se debe a la falta de recursos. Si no resuelve el problema en un mes o dos meses, pues al tercero deberíamos protestar.

Ahí es clave la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública… Esta norma me permitirá como ciudadano verificar una variable que sea de mi interés. Como somos varios millones de ciudadanos podríamos encontrarnos con millones de intereses. Imagínate unos grupos de 20 ó 30 ciudadanos, cada uno haciendo mensualmente un seguimiento riguroso de determinado tema. Luego, todos estos seguimientos los juntamos. Tendríamos continuamente un contraste entre lo que declara el gobierno y lo que debería de declarar según la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (LOPE). Si no hay definiciones claras de políticas, entonces, como ciudadanos, no podremos solucionar esto. Sin embargo, creo que no necesitamos ningún sistema de transparencia y acceso a la información adicional al que ya poseemos. Tenemos que utilizar este sistema, seguirlo y concentrarnos en alguna de las variables socioeconómicas. Y así, encontrar el déficit. Considero que los mayores ingresos del tesoro público deberían solucionar, primero, el déficit de las diez variables principales referidas a temas sociales, económicos y medioambientales; variables que se refieran a problemas elementales que ya están superados en otros países desde hace doscientos años.


Sólo en el año 2007, las universidades públicas recibieron S/. 374,000,000.00 por concepto de canon; sin embargo, los gobiernos regionales no terminan de transferir un buen porcentaje de ese presupuesto a las universidades públicas porque muchas veces sus propios funcionarios están renuentes a recibir el dinero. Eso pasa todo el tiempo, ya que cuando reciben el dinero reciben también la responsabilidad. Por ejemplo, en el caso del SNIP, todos le terminan echando la culpa porque nadie quiere evaluar lo que le pide: revisar la situación actual de tu institución y optimizar dicho entorno antes de solicitar dinero para los proyectos de la inversión. Sin embargo, el SNIP está obligado a hacer revisiones y a imponer condiciones para la inversión. Por otro lado, creo que tenemos que cambiar todo. ¿Te has dado cuenta lo que significa esto? Pues, para empezar, un enorme esfuerzo personal para mirar la realidad y comprender que ya es bastante complicada, ya que es más fácil decir: no, yo ya me gradué. Ya estoy tranquilo. Quiero mi salario y mi pensión. Eso es inercia pura. En el caso de las universidades estatales, al hacer cálculos notamos que el Estado invierte dinero por cada alumno. Por ejemplo, en la universidad de Huancavelica se invirtió S/. 5,052.00 por cada estudiante al año, y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos S/. 9,228.00. ¿Cuál cree que es el impacto de esta desigualdad en el proceso de descentralización? Primero podríamos discutir si esas cifras son suficientes. Esos montos están por debajo de un estándar de calidad verdadero. Creo que la primera señal de política clara debería ser superar todos los déficits que hay en el país y eliminar las desigualdades para dar las mismas oportunidades a los 28 millones de habitantes. ¿Cómo influye la legislación sobre el canon minero en la desigualdad económica, si los recursos recibidos son distribuidos de manera distinta entre las regiones? Creo que la legislación del canon está mal hecha, pero no es la razón principal para explicar los déficits. Los problemas reales son las miles de normas de la legislación peruana que nadie entiende ni lee ni cumple. ¿Cuál es el mínimo número de leyes que necesitamos? De de las miles que tenemos, creo que veinte; y que traten de temas que toda la gente entienda como mandatos claros, cumplibles y vigentes. Necesitamos preguntarnos ¿dónde está mi estrategia de desarrollo y qué necesito para esa estrategia? Con canon o sin éste, los niveles de educación, salud, mantenimiento de infraestructura y demás deben mejorarse. Así, toda mi estructura fiscal tiene que estar armada sin canon para operar el conjunto de servicios, la prevención de desastres, el cambio climático, entre otros. Y eso se arregla con un equilibrio fiscal de largo plazo. A pesar de la actual crisis internacional, el Perú mantiene tasas de crecimiento y con el incremento de la oferta y la demanda para realizar estudios universitarios, el Perú se halla en una posición óptima para mejorar la calidad de su educación superior pública. ¿Usted cree que el Perú aprovechará esto? Creo que, una vez más, estamos a punto de perder otra oportunidad. El Perú es experto en perder oportunidades. Las perdemos cada cinco años. Creo que debemos de iniciar el cambio con un proceso a largo plazo que sustituya la actual manera de pensar de la población. No estamos haciendo los cambios ni con la velocidad ni con la profundidad debida. Una vez que dejemos pasar la oportunidad estaremos perdidos, porque no vamos a tener esta cantidad de recursos por mucho más tiempo. (*) Javier Abugattás también ha sido asesor de la Presidencia del Consejo de Ministros y es catedrático en la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú-PUCP.

colette_ven@hotmail.com

Entrevistado: Javier Abugattas Fatule Referencias: Ex Viceministro de Economía. Presidente de la Mesa de Concertación de Lucha contra la Pobreza. Catedrático universitario

Corrector de Estilo: Carlos Bracamonte Ruíz Comunicador y Periodista del Instituto Prensa y Sociedad-IPYS. Corrector y editor de los textos.

Autor: Colette Van Der Ven Entrevistado: Javier Abugattás Fatule Edad: 23 . País: Holanda. Referencias: Estudiante de Middlebury College, Vermont. USA. Colaboradora de Universidad Coherente.


IDENTIDADES

Universidad Coherente

SEBASTIÁN Y SU LUCHA PARA QUE LOS INVIDENTES ACCEDAN A UNIVERSIDAD PÚBLICA EN EL PERÚ La profesora les dijo: “Alumnos, las lecturas para el curso están en la fotocopiadora”. Sebastián se preguntó: “¿ahora qué hago, si no tengo quién me las lea?”. Hace veinte años, Sebastián perdió la vista debido a una meningitis. Llegó a Lima desde la provincia de Cajamarca, al norte del país. Allá sus padres y catorce hermanos vendían azúcar a pequeña escala, negocio que Sebastián cambió por los estudios en la amarga capital. Trabajar y estudiar al mismo tiempo con pocos recursos. Y restarle a esto el ser invidente en una sociedad donde la escasez y las oportunidades van de la mano. Sebastián ingresó a la facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en la década de los 80´, pero la crisis política y social que padeció la universidad -como reflejo del país-, y los problemas económicos que él tenía, provocaron que reservara su matrícula hasta volver en el 2000. Desde que ingresó a la universidad, Sebastián ha buscado sin éxito que las autoridades incluyan en sus programas de atención a los discapacitados. Hace poco superó las trabas burocráticas para que la facultad aprobara la adquisición de un software que le permitiría buscar datos en una computadora. Pero las autoridades le dijeron que no había dinero, así que tuvo que pagar él mismo por el programa. Sin embargo, al poco tiempo, la computadora donde instalaron el software se contaminó con virus debido a que cualquier estudiante podía utilizarla y no contaba con la adecuada protección. Tuvieron que formatear la maquina y adiós programa. “Un día formé un grupo de estudios con compañeros invidentes. Pedí permiso a las autoridades para que me cedieran un salón por tres horas, y me lo dieron por una hora con cuarenta y cinco minutos. Así de exactos. Pero ese tiempo se me fue buscando al conserje para que me abriera la puerta del aula” (Sebastián Chávez) En el 2006, Sebastián pidió a las autoridades que los profesores entregaran una versión de las lecturas de los cursos en el programa Word de Microsoft Office, porque este programa es compatible con un software que convierte textos en códigos de lectura para invidentes. Nunca recibió respuesta a su pedido. A pesar de que es un derecho, él sostiene que implementar un sistema de lectura braille será difícil por su alto costo (el precio fluctúa entre US$ 3,500 y US$ 15,000[1]). Pero cree que hay alternativas para atenuar la dificultad de acceder a la información. “Todo es cuestión de voluntad política”. Una voluntad que no existe o tarda en llegar. En el área del Servicio Social de Bienestar Universitario de la universidad recién este año estaban solicitando a todas las facultades la lista de alumnos matriculados con alguna discapacidad para realizar una base de datos y elaborar así un proyecto social. No tienen información de años anteriores. En el caso de las vacantes de estudio, sólo desde el 2005 se destinó en el examen de ingreso a San Marcos el 5% del total de vacantes (2 240) para personas con discapacidad. Pero no por iniciativa propia, sino por mandato de la ley[2]. Según el Informe La Universidad en el Perú (2005), del Ministerio de Educación. “La universidad aún no ha contemplado seriamente la problemática de la discapacidad, las leyes para los discapacitados no tienen peso porque no hay mecanismos para asegurar su cumplimiento. El Consejo Nacional de Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS) no es un ente que sanciona, sólo promueve que las medidas se adopten. En la universidad sólo conozco a siete estudiantes con discapacidad visual. Sin contar a los que tienen discapacidad física. Ellos tienen otras limitaciones: las barreras arquitectónicas”.


Sebastián labora como masajista en una sauna por un salario que le alcanza apenas para sobrevivir. Vive solo en el distrito populoso de Los Olivos, en una habitación que le renta su jefe. Desde ahí sube al ómnibus que tarda sesenta minutos en llevarlo a San Marcos, donde estudia cuatro horas diarias. “Antes, el bus me dejaba en la puerta de la universidad. Ahora camino veinte minutos para llegar, ya que la construcción del intercambio vial entre las dos avenidas afuera de la ciudad universitaria impide que los vehículos me dejen más cerca”. Debido a esta obra[3], en su trayecto solitario, Sebastián debe sortear desmontes, veredas destruidas, calles clausuradas y muchas piedras, porque nunca basta con las que nos ponen los políticos en el camino. “A pesar de todo, soy optimista. Gracias al desarrollo de las tecnologías, la computadora, aunque no tenga una propia, se ha convertido en mi tercer ojo”. El avance tecnológico no puede aprovecharse sin una adecuada política educativa para los discapacitados. “Cuando quiero conversar sobre esta problemática con una autoridad, hay demasiadas trabas burocráticas y, finalmente, nunca me dan una cita. Sólo llego hasta la puerta. En los reglamentos no hay excepción para los discapacitados”. Al volver a la universidad no tenía dónde vivir, y solicitó albergue en la vivienda universitaria, pero en la norma esto sólo es permitido para estudiantes no mayores de 29 años, y él tiene 46. Uno de los asesores del ex rector le dijo: “es tu problema, la universidad nunca te ofreció vivienda”. “Si fuera el rector, me acercaría a los estudiantes con discapacidad para conocer realmente sus problemas. Si desconozco su realidad, no podría iniciar ninguna política eficaz. Recuerdo que una profesora le pidió a un compañero invidente que redactara sus trabajos a mano, algo que él no podía hacer. El centro de estudiantes tuvo que intervenir para que le dieran facilidades. A eso me refiero con conocer nuestra realidad”. Pese a las restricciones, está orgulloso de estudiar en San Marcos, por su prestigio en el país. Una amiga le ofreció el dinero para que postulara a otra universidad pública, pero él no quiso. Hubiera dado lo mismo.

NOTA DEL EDITOR: El presente texto se elaboró en julio del 2008. Este trabajo nos motivó a elaborar un reportaje sobre la situación de exclusión que viven los jóvenes con habilidades diferentes en las universidades públicas. Puedes descargar el reportaje en el Observatorio TV: http://www.youtube.com/watch?v=amGY1g4MPVA

[1] Paradójicamente, el año 2007 la Universidad Nacional Mayor de San Marcos dejó de ejecutar S/.18,600,000.00 (dieciocho millones seiscientos mil nuevos soles) de su presupuesto total. Para mayor información sobre este tema, visite www.observatoriouniversitario.org [2] Ley 28164 (enero de 2004) que modifica diversos artículos de la Ley N° 27050, Ley General de la Persona con Discapacidad. [3] UNIVERSIDAD COHERENTE elaboró un reportaje sobre la problemática que originó la construcción de esta obra.

colette_ven@hotmail.com

Autor: Colette Van Der Ven Entrevistado: Javier Abugattás Fatule Edad: 23 . País: Holanda. Referencias: Estudiante de Middlebury College, Vermont. USA. Colaboradora de Universidad Coherente. Corrector de Estilo: Carlos Bracamonte Ruíz Comunicador y Periodista del Instituto Prensa y Sociedad-IPYS. Corrector y editor de los textos.


OPINA LATINOAMERICA

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¿COMO TE IMAGINAS UNA UNIVERSIDAD COHERENTE?

BRASIL “Yo pienso que la universidad debe permitir el acceso a los diversos segmentos sociales, y muy importante, debe trabajar en la búsqueda de una mayor igualdad social y el bien público, i ndependiente de si la universidad es pública o privada, tiene que trabajar por el bien común. Tiene que estar involucrada con otros segmentos de la sociedad, auxiliando cuando es posible/necesario, por ejemplo, creo en la investigación básica, para que los ciudadanos de una determinada localidad (digamos, una municipalidad), puedan obtener cooperación de las universidades”. .

Pedro Eré Brum (24) Biólogo y educador de la Universidad Federal Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Brasil.

BRASIL “COHERENTE: Lo que cohesiona, lo que une, que se adhiere recíprocamente, una universidad integrada, en que las personas aprendan desde cero a trabajar con equipos multidisciplinarios, involucrado en los mas variados conocimientos como en sus diversas áreas. Creo que con este involucramiento (basado en el supuesto que en esta institución hay cursos destinados específicamente para la preocupación con el sector social) habría la producción de un conocimiento enfocado en la sociedad, concretizándose así uno de los papeles fundamentales de la universidad: producir conocimiento para la población que la financia, yo creo que parte del conocimiento producido también puede ser para el avance de la ciencia, un conocimiento no tan general, pero que sea importante también.”

Rodolfo Solsa Da Silva (22) Estudiante de Medicina de la Universidad Federal Rio Grande Do Sul en Porto Alegre, Brasil.

PARAGUAY “Una UNIVERSIDAD COHERENTE debería ser aquella que 1- Posibilite que jóvenes de diferentes recursos puedan acceder a la enseñanza 2- Brinde herramientas para que el estudiante pueda desarrollar sus capacidades 3- Permita formar jóvenes que posteriormente puedan brindad sus conocimientos en beneficio de la sociedad Que verdaderamente las universidades de hoy en día puedan ser coherentes en relación al motivo por el cual fueron creadas. Ser espacios de formación y que todo eso posibilite brindar mejores niveles de vida a nuestra familia, a nuestra comunidad, a nuestra sociedad, a nuestro mundo.”

Andrea Maria Wehrle Martínez (23) Ingeniera Social de la Universidad de Columbia del Paraguay, en Asunción Paraguay.


BOLIVIA “Una UNIVERSIDAD COHERENTE, es principalmente un triple reto: en el ámbito administrativo requiere demostrar transparencia, menor burocracia, buena administración de los recursos, mayor equidad en la división de los ingresos, buena ejecución de los planes de mejoramiento de infraestructura. Por otra parte, los docentes, en nuestra universidad son buenos y calificados, sin embargo no sólo son docentes, también se dedican a ejercer sus profesión, lo cual es bueno porque nos comparten su experiencia, pero lastimosamente al no dedicarse exclusivamente a la carrera docente, la calidad de las clases es mínima, la información es escasa y como lo dije anteriormente muchos no están a la altura del proceso de cambio. Y los estudiantes, para lograr que nuestra universidad sea coherente, deberíamos lograr un posicionamiento claro ante el contexto nacional e internacional. Pero además al concluir las carreras todos y cada uno de los egresados deberíamos realizar un trabajo voluntario por un tiempo determinado donde le devolvamos a la comunidad o sociedad lo que gracias al aporte de todos (es decir los impuestos) hemos logrado. Si esta triple conciencia se lograra, adicionándole un compromiso social y una ideología clara se pudiera conseguir, por fin diríamos, tenemos una UNIVERSIDAD COHERENTE.”

Universidad Coherente

Paola Alejandra Rospigliosi Mita (20) Estudiante de Derecho y Ciencias Jurídicas de la Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, Bolivia.

VENEZUELA “Para que exista una verdadera conexión entre universidad, estudiante y entorno es necesario que la educación se fundamente el valores éticos que promuevan una educación integral, donde exista igualdad de criterios sin ningún tipo de discriminación, donde los estudiantes puedan opinar, ser escuchados, y desenvolverse en el contexto social, económico, político y cultural de su realidad y de la comunidad que los rodea. Es así como el sistema educativo debe aportar las herramientas y los conocimientos necesarios para la práctica. La universidad no debería imponer patrones de conducta sino más bien formar a partir criterios adaptados a la sociedad, que permitan establecer contacto con distintas situaciones y vivenciar los conocimientos, ya que es allí donde el estudiante puede analizar, tomar decisiones, errar y corregir, y de esta manera adquirir experiencias.”

Wilmary Galicia (24) Estudiante de Derecho de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en Punto Fijo, Venezuela.

COLOMBIA

“Miramos la coherencia de la educación en la Universidad cuando esta sea Incluyente, en todos los sentidos, tales como: Generar oportunidades para que podamos estudiar aquellos jóvenes sin recursos económicos. En este momento no lo podemos hacer por los costos que la Universidad así sea pública, representa, y que no podemos asumir porque no tenemos.”

Oscar Castaño (18) Es un jóven con aspiraciones a acceder a una educación universitaria, vive en Popayán, Colombia.


COLOMBIA “Reconocer los saberes que están presentes en las comunidades para establecer diálogos entre lo popular y lo académico, ya que nuestros saberes populares son discriminados e invisibilizados por la academia. Esta reconoce más las culturas occidentales que las originarias de nuestra ABYA YALA.”

Claudia Rivera (21) Es una jóven con aspiraciones a acceder a a una educación universitaria, ella vive en Pompayán, Colombia.

PERU “Básicamente la universidad es la oportunidad de tener una herramienta para lo que tu quieras hacer en un futuro pero además, es la oportunidad de conocer otras cosas: puntos de vista, experiencias que uno tal vez en la vida misma no tendría la oportunidad de conocer. Entonces, una UNIVERSIDAD COHERENTE, debería englobar todo ello, a partir de no sólo desde el lado académico, sino desde los movimientos que te permitan conocer realidades de tu país. Que no se convierta en una burbuja, sino que te enseñe un horizonte mas amplio.”

Ana Sofía Soberón (20) Estudiante de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.

URUGUAY “A ver, Universidad y Coherencia. Es interesante abrir espacios de intercambio y participación dentro de estructuras tan rígidas como las universidades, y estos espacios no deben estar limitados como hasta ahora a la cátedra, sino que deben servir para que la enseñanza, investigacion y generacion de políticas públicas a partir de los estudiantes y profesionales, sea transparente, de interés y real acción y transformación social. La universidad es competencia, pero debe serlo para la propia superación, y un claustro (como se llama en Uruguay a las capas superiores de la universidad pública), no puede ser lugar donde se encierren las decisiones, los dineros, que estudiar o que no, hacia donde orientar la ideología del universitario. Ahí entra en juego lo Coherente. Coherencia con necesidades de participacion total de estudiantes, docentes y sociedad en general, a partir de la observación, crítica, planteo de diversas soluciones aportadas o construidas por todos aquellos que tengan algo para decir. Porque todos percibimos los efectos y recibimos los resultados de las universidades. En síntesis, y a mi modo de verlo (yo no entré a ninguna universidad o facultad mas que a conocer, jamas estudie algo alli), una UNIVERSIDAD COHERENTE debe generar y tener espacios donde todas las verdades y todas las personas tengan opinion igualitaria, eliminando asi toda posibilidad de globalización de verdades y gobierno totalitario de ideas.”

Sergio Vásquez (29) Miembro de la Secretaría de Frany Bentos, en Fray Bentos, Colombia.


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