Evaluación de impacto 2013

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Una mirada externa a la Universidad de los niños EAFIT

Documento elaborado a partir de la evaluación de impacto realizada por Marta Lorena Salinas y Gabriel Jaime Murillo a la Universidad de los niños EAFIT

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Equipo Editorial: Ana Cristina Abad Pilar Posada Ana María Jaramillo Ana María Londoño Diseño gráfico: Nathalia Hamid Ilustraciones: Maria Luisa Eslava Fotografías: Róbinson Henao Universidad de los niños Universidad EAFIT Medellín - Colombia Noviembre 2013


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Tabla de contenido Nota preliminar .................................................................................................... 8 Introducción ..........................................................................................................9 Presentación del programa ..............................................................................11 1. Resultados del informe de evaluación externa ........................................................................................13 1.1 Propuesta pedagógica .......................................................................................13

• ¿Un modelo pedagógico?

• Dispositivos pedagógicos • Un crisol de propuestas • Sobre la metodología • Transposición didáctica • Acoger la palabra del niño • Un lugar para las preguntas • Rituales • Un día en la Universidad de los niños 1.2 ¿Un programa de investigación?

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• ¿Niños preguntones o niños investigadores?

• ¿Formación o instrucción? • Un espacio con significación política • Reconocimiento del programa por parte de la comunidad universitaria • Una ventana para perfilar el deseo

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1.3 Transformación

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• Voces que hablan de cambios • En los niños • En la familia • En los talleristas 1.4 Inclusión social, un programa en clave de humanidad

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• Universidad con sentido social • La conversación • Reconocimiento de las diferencias • Transformación de ciudad • Moverse en la incertidumbre 1.5 Equipo de trabajo 2.

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Metodología y Personas consultadas

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• Entrevista dialógica • Grupos focales • Anécdota • Observación participante • Encuestas • Fuentes documentales 3.

Los evaluadores

Bibliografía

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Nota preliminar El texto que aquí se presenta se basa en el informe de evaluación realizado por Marta Lorena Salinas y Gabriel Jaime Murillo para la Universidad de los niños EAFIT en febrero de 2013. Este documento se construye a partir de tres voces: la del equipo editorial -introduce los temas a tratar-, la de los evaluadores -desarrolla cada uno de estos tópicos-, y los testimonios de las personas consultadas: niños, jóvenes, talleristas, maestros y rectores escolares, padres de familia, investigadores, equipo coordinador y comunidad universitaria. Las últimas dos voces, evaluadores y personas consultadas, fueron extraídas del informe original. Los testimonios se editaron para facilitar la lectura, buscando evitar las muletillas y repeticiones propias del discurso oral. La estructura de este trabajo y sus capítulos se basaron en los aspectos destacados por Marta Lorena y Gabriel en su evaluación. Equipo editorial

*Para identificar estas voces se utilizaron las siguientes siglas: - GFÑ: Grupo focal con niños y jóvenes. - GFM: Grupo focal con maestros y rectores de colegios. - GFP: Grupo focal con padres de familia. 8


Introducción La Universidad EAFIT, de acuerdo con los lineamientos y políticas de acreditación y de calidad trazados por el Ministerio de Educación para el Sistema de Educación Superior en Colombia, ha estado inmersa desde hace varios lustros en procesos de evaluación. Su participación en dos procesos de acreditación institucional y en múltiples procesos de acreditación de sus programas académicos da cuenta de una clara y decidida cultura de la evaluación. El programa Universidad de los niños se creó en 2005 como una actividad ocasional con motivo de la conmemoración de los 45 años de la Institución. Dado el buen recibo que tuvo por parte de los asistentes se decidió continuar su desarrollo. En el año 2012 la coordinación del programa consideró oportuno, a tono con la ya señalada cultura de evaluación de EAFIT, hacer un balance de lo realizado hasta la fecha con miras a validar el programa y a considerar posibles ajustes en el futuro del mismo. Aunque año a año el programa realiza procesos de autoevaluación, se consideró pertinente encargar una evaluación externa a expertos en investigación en educación superior y en procesos de enseñanza-aprendizaje en contextos escolares. Para ello se contrató a Marta Lorena Salinas Salazar y Gabriel Jaime Murillo Arango, investigadores de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, con amplia trayectoria académica y experiencia en proyectos de investigación en el ámbito educativo. Los expertos analizaron el programa con su mirada epistémica (lo que en la investigación educativa se conoce como “la observación participante”), y bajo un enfoque narrativo, con miras a discernir -como ellos mismos lo señalan-, por qué se hace lo que se hace, cómo se logra dicho quehacer, y cuál es el impacto de las acciones realizadas. En últimas, un trabajo esencialmente etnográfico que implicó su inmersión en el programa, más como investigadores que como evaluadores. Marta Lorena y Gabriel Jaime develan de manera narrativa las claves de la Universidad de los niños EAFIT, oscilando entre las referencias académicas del programa, los testimonios de los participantes y las reflexiones de orden académico que de ello se derivan. 9


Este texto, basado en el informe entregado por los evaluadores, presenta los resultados de dicha iniciativa a partir de tres voces: la de Marta Lorena y Gabriel, la de las personas que participaron en el proceso y la del equipo editor. Mis agradecimientos muy especiales a los dos expertos por la seriedad de su trabajo; al equipo de la Universidad de los niños, a los profesores investigadores y a los estudiantes de la Universidad que les facilitaron la tarea, pero muy especialmente por su compromiso año tras año con el desarrollo del proyecto. Gracias a los niños que han contribuido con sus preguntas y su capacidad de asombro, y a los padres y colegios por ser también parte del programa y participar de este proceso. Juan Luis Mejía Arango Rector

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Presentación del programa Durante nueve años consecutivos, la Universidad de los niños ha realizado actividades que reúnen a niños, jóvenes, investigadores, estudiantes universitarios y maestros buscando establecer una relación perdurable y gozosa con el conocimiento científico. Desde 2005 hasta el año 2013 han pasado por el programa 1839 niños y jóvenes de 247 instituciones educativas oficiales y no oficiales de Medellín y sus alrededores. También 96 docentes e investigadores, 309 talleristas y más de 300 maestros escolares. La Universidad de los niños tiene varios objetivos en los que se hace visible un compromiso con cada uno de sus grupos humanos, para lograr que:  Niños y jóvenes se apropien del conocimiento científico de forma creativa, haciendo de sus propias preguntas el punto de partida y la motivación para la investigación y el aprendizaje.  EAFIT fortalezca sus vínculos con la realidad social y educativa de la ciudad al ofrecer un espacio de conversación entre la Universidad y otras instituciones educativas -públicas y privadas- del Área Metropolitana de Medellín y sus cercanías, así como con algunos de sus maestros del nivel escolar.  El saber y recorrido académico de los investigadores y estudiantes universitarios se ponga al servicio de niños, jóvenes y maestros, para generar una red de intercambio de saberes que une la multiplicidad de las voces e intereses y crea nuevas comprensiones y aprendizajes en distintos campos del saber. Esta diversidad de participantes e intenciones cobra vida en los talleres diseñados por el programa (más de 63 talleres diferentes) en los que niños y maestros, de la mano de investigadores y estudiantes universitarios, se aproximan –a partir de preguntas- a diferentes áreas del saber y a la investigación que se realiza en la Universidad. La primera universidad de los niños surge en el año 2009 en Tubinga, Alemania. En 2010 se crea la Red Europea de Universidades de los niños EUCU.NET que a 2013 reúne a más de 200 programas de este tipo en Europa y el mundo. La Universidad de los niños EAFIT es el único programa de Latinoamérica registrado en la Red. En los últimos años han surgido en el continente otros dos programas de este tipo, uno en Chile y otro en Brasil. 11


Las actividades que el programa Universidad de los niños ha realizado dentro de EAFIT, se dividen en dos etapas: Encuentros con la pregunta es el primer acercamiento de los niños a la Universidad, a partir de preguntas que ellos mismos se plantean sobre diversos temas. Expediciones al conocimiento es la segunda etapa y propone la interacción de los niños y jóvenes con la cotidianidad y las herramientas de los investigadores de la Universidad, a partir de las preguntas que inspiran sus proyectos de investigación. Son cuatro los principios que guían el desarrollo de las actividades del programa. Dos de ellos, la pregunta y la conversación, activan el interés de los participantes y movilizan sus ideas para que sea posible un intercambio de concepciones. Así, la construcción de conocimiento se da en un proceso donde las experiencias de cada participante se suman y las comprensiones del grupo se enriquecen. Los otros dos, la inclusión social y la conciencia integral del mundo, se refieren a que cada persona pertenece a una red mayor -de personas, de circunstancias sociales, culturales, temporales- que hace que cada actividad individual incida sobre lo colectivo, razón por la cual es importante considerase parte de un todo con responsabilidades y beneficios frente a este. Estos principios atraviesan la metodología de la Universidad de los niños en todas sus manifestaciones. Tres momentos caracterizan los eventos pedagógicos: el taller, abre la invitación a entender y problematizar las nociones y conceptos básicos del campo del saber en el cual se ubica la pregunta, y a situarse en los problemas y el tema específico que aborda. Las aulas vivas, ofrecen experiencias directas que permiten familiarizarse con métodos o instrumentos de la investigación usados en el campo del saber en el que se sitúa la pregunta. Finalmente, las conversaciones con el profesor permiten conocer a la persona detrás del título de profesor o investigador y escuchar su respuesta a la pregunta. En los nueve años de la Universidad de los niños EAFIT, ha sido habitual la reflexión y revisión de las actividades realizadas. Este ejercicio se hace con la convicción de que permite el cumplimiento del propósito del programa: ser un escenario de interacción para quienes no tienen otros espacios de encuentro, en el que se ponen de manifiesto la riqueza del intercambio y el reconocimiento de la experiencia y el saber de todos sus participantes.

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1. Resultados del informe de evaluación externa Los evaluadores externos observaron y se preguntaron por la esencia de la Universidad de los niños, por la forma en que el programa realiza sus actividades y logra llevar a cabo talleres en los que se evidencia gusto, alegría y pasión por el conocimiento. El informe de evaluación es, en su conjunto, un intento de dar respuesta a estas preguntas, tarea difícil, según Marta Lorena y Gabriel. Si bien mencionamos sin vacilación que la rigurosa planeación y organización del programa es un pilar fundamental, para descifrar qué es la Universidad de los niños, preferimos evocar la anécdota atribuida a Miguel Ángel, contada por Marina Colasanti, (2008, 8) cuando se le preguntó cómo hacía para esculpir un caballo: “Es simple, habría respondido el artista, se coge un bloque de mármol bien grande, se retira todo lo que no sea caballo, y lo que sobre, es él, el equino”.

1.1 Propuesta pedagógica ¿Un modelo pedagógico? Los evaluadores se preguntan por la pertinencia de identificar y nombrar un modelo pedagógico propio de la Universidad de los niños. La riqueza conceptual que encontramos en los modos de funcionamiento del programa amerita ser nombrada con las categorías que corresponde, aún cuando consideramos que no hace falta bautizar un modelo pedagógico Universidad de los niños, por más que no faltan razones para hablar de este. No se trata a nuestro juicio de pretender una objetividad medible mediante indicadores verificables, pero sí de no detener la experimentación. Algunos coordinadores parecen interesados en consolidar un “modelo” pedagógico, en ponerle nombre a aquello que piensan, discuten, planean, revisan, ejecutan y evalúan de manera permanente. No obstante, aún sin definirlo, las voces de los niños, talleristas, asesores, maestros y los coordinadores mismos, se llenan de sentidos y de fuerza en una conjugación de estrategias que se mantienen fieles a los principios del programa. “Uno viene aquí el viernes y ya está como en fin de semana; pero se viene es a invertir el tiempo, a disfrutar. Uno no pi13


ensa siquiera que está estudiando: está disfrutando y a la vez obtiene conocimientos. No lo tomo como un aula, sino como aprender de una forma divertida, diferente, y sin esa carga académica de tenerse que aprender trabajos”. (GFÑ) “Cada niño tiene su lugar y es valorado por lo que hace; cada uno llega al conocimiento de una forma propia”. (Catalina Rojas, tallerista) Dispositivos pedagógicos Los evaluadores reconocen un permanente ejercicio creativo para diseñar estrategias de interacción con los niños y jóvenes en los talleres, a las que denominan dispositivos pedagógicos. Según Marta Souto (2004), un dispositivo pedagógico es “un artificio instrumental complejo, combinatoria de componentes heterogéneos que tienen disponibilidad para generar desarrollos previstos e imprevistos y poder para ser proyectado, instalado, realizado y analizado”. Es fácil observar dispositivos pedagógicos en el programa que no son solo un conjunto de técnicas y procedimientos para garantizar la participación de los niños, sino que surgen de la lógica de los procesos de investigación y demandan un continuo ejercicio creativo. Un crisol de propuestas Los modos de proceder para crear y desarrollar las actividades del programa y la permanente experimentación que se da en él, se apoyan en diversas propuestas pedagógicas que a lo largo de nueve años han nutrido a la Universidad de los niños y que los evaluadores describieron en su informe. La propuesta metodológica del programa es un crisol que ha dejado entrar, sin restricciones, propuestas y experiencias para que circulen en su interior. “Vamos sumando, vamos inventando. Lo que hemos construido pedagógicamente en la Universidad de los niños es una recopilación de asuntos que nos interesan y que se van transformando en experiencia”. (Ana María Londoño, coordinadora estratégica) El programa ha tenido distintas estrategias aplicadas con determinación, pero siempre con carácter de prueba. Las propuestas pedagógicas que los han acompañado permanecen y co14


existen para dar cuerpo a los encuentros; están presentes en las formas de acercamiento a las preguntas, a los investigadores; en las discusiones, en la planeación, en la escritura, en la relación con los niños, en la lectura de los contextos, y en el tratamiento a los resultados de la investigación. Waldorf Los inicios del desarrollo del programa están marcados por la propuesta Waldorf. Sus pilares básicos de respeto y apoyo al desarrollo fisiológico, psíquico y espiritual del individuo, permiten el despliegue de actividades acordes a las necesidades de los niños según la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Del pensador austríaco Rudolf Steiner, toman, entre otros asuntos, el reconocimiento de la individualidad del ser humano, compuesto por espíritu, alma y cuerpo, y su idea del desarrollo por septenios, que deben ser tenidos en cuenta para favorecer el aprendizaje. Constructivismo Del constructivismo toman la idea del aprendizaje como un proceso dinámico, interactivo y participativo, es decir, orientado a la acción, en tanto se reconocen los conocimientos previos como base de los nuevos saberes. La teoría del conocimiento constructivista advierte la importancia de construir andamiajes que le permitan al sujeto que aprende establecer sus propios procedimientos y conformar una estructura cognitiva en la que las ideas se modifican y se generan nuevos aprendizajes. Inteligencias múltiples La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner -neuropsicólogo, director del proyecto Zero en la Escuela Superior de Educación, Universidad de Harvard-, plantea que no todas las personas aprenden de la misma manera. Apoyado en esta concepción, el programa ofrece a los participantes un abanico de propuestas con actividades que abarcan lo lingüístico-verbal, lógico-matemático, musical, visual-espacial, emocional, naturalista, kinestésico, interpersonal e intrapersonal, para proporcionar a niños y jóvenes diversas formas de aprender y manifestar sus conocimientos intelectuales y sociales. Música y movimiento en la educación El movimiento y la música han estado presentes en el programa desde su inicio. El uso de danzas, juegos y rondas como vehículos de integración y exploración en los momentos de saludo, talleres y aulas vivas, se apoya en algunos de los principios de pedagogía musical formulados por Carl Orff y Gunild Keetman. 15


Gozo intelectual Jorge Wagensberg, filósofo, doctor en Física y divulgador de la ciencia, afirma que se produce ‘gozo intelectual’ cada vez que culmina un proceso cognitivo y se comprende algo nuevo. Inspirado en esta idea, el programa ofrece estímulos y espacios de conversación a los participantes -tal como los propone Wagensberg-, que favorecen nuevas comprensiones y, por tanto, experiencias de gozo intelectual. Filosofía para niños La propuesta educativa de Matthew Lipman brinda a los niños instrumentos para interrogarse acerca del mundo y su inserción en él. El programa se identifica con esta propuesta al estimular a los niños y jóvenes a mantener viva la actitud crítica y creativa y a pensar y debatir a la vez que se sienten parte de una comunidad de indagación. Los talleres, las aulas vivas, y las conversaciones con el investigador, lugares donde las preguntas se convierten en conversación y en detonantes para la discusión, son ejemplos de este tipo de comunidades. Sobre la metodología El uso recurrente de la palabra metodología y los intentos de definirla, llamaron la atención de los evaluadores durante los grupos focales con maestros, talleristas, y niños. Los maestros que participan del programa nombran la metodología como un suceso novedoso y participativo, que contrasta con lo tradicional en sus aulas de clase. Parecen hablar desde otra orilla pues comprenden las dificultades de la escuela como institución e interrogan las formas de ejercer su oficio. Se dejan atrapar por la fuerza del programa: por el lugar de aprendices que les otorga, por la formación que les ofrece.

“Cuando estamos en la Universidad de los niños, nos volvemos niños, inquietos, preguntones, asombrados”. (GFM) “La metodología de la Universidad de los niños es una metodología participativa. Los niños no se cohíben. Dicen lo que quieren decir y tocan lo que quieren tocar. Pueden preguntar y se pueden equivocar. En la metodología tradicional el profesor dice: ‘Calladitos, que les voy a dictar la clase. No hagan bulla; silencio’. Es una metodología que coarta al niño y no la disfruta. No pueden expresarse sobre lo que quieren. 16


A ellos les da timidez porque se van a burlar y les van a decir: ‘Usted tiene preguntas muy bobas’. En realidad no es que sea una pregunta boba sino que no están acostumbrados a tener una metodología de participación activa dentro del aula de clase, y, sobre todo, de respeto”. (GFM) “Es una metodología fresca para ellos; se sienten en confianza, se sienten comprendidos, y les da pie para que se puedan desbordar en la creatividad y en el preguntar. Como los niños tienen tanta apertura para discutir, para participar, se refleja en la personalidad de ellos: son mucho más despiertos, curiosos, participativos”. (GFM) En un grupo focal con talleristas, María Clara Correa se expresó así: “Cuando pienso en la metodología de la Universidad de los niños, me acuerdo que en el colegio estudiamos a Sócrates. Él hablaba con los discípulos. Les preguntaba y les decía: ‘La respuesta está dentro de ustedes; yo simplemente soy una herramienta que sirve para conducirlos a encontrar esa respuesta’. Eso es lo que llamamos metodología en el programa. Primero es creer en los niños. A veces en los colegios no creen en ellos. Un niño puede saber muchas cosas, pero si no está hablando de lo que necesitan que hable, lo callan y ya. En cambio, aquí resaltamos el hecho de que ellos saben muchas cosas y tratamos de conducir ese conocimiento en torno a un tema”. Transposición didáctica Los evaluadores llaman transposición didáctica al proceso usado en el programa para convertir el conocimiento académico y científico del investigador, en el conjunto de actividades que conforman cada uno de los talleres de la Universidad de los niños. También lo nombran como labor traductora o mecanismo de conversión, y reconocen que en este proceso la conversación con los investigadores ocupa un lugar destacado. José Ignacio Uribe, coordinador de Expediciones al conocimiento, explica esta operación de transposición didáctica, precisando los alcances y límites de los corresponsables:

“Esto empieza conversando. Lo que hacemos, primero, es sentarnos a conversar con el investigador. Antes de tener un texto, antes de tener cualquier insumo teórico, le preguntamos: ‘Señor inves17


tigador, ¿usted qué hace?, ¿cómo lo hace? Lo que usted hace, ¿para qué sirve?’ Es lo que nos ayuda a delimitar lo que vamos a hacer; qué, de lo que hace ese investigador, vamos a trabajar con los niños. Esa primera conversación es clave, porque es muy inspiradora. El investigador te abre la puerta y te dice: ‘Voy a tratar de explicarte algo que normalmente hablo en términos técnicos o, digamos, con una comunidad académica muy cerrada’”. “Nuestro eje central es la pregunta al investigador: ¿usted qué investiga? Nos arrimamos a un gran árbol, que es el investigador con todo su conocimiento. Yo sé que en un mes no voy a saber el 0.01 % de lo que él sabe, por más que estudie y trasnoche; entonces siempre me voy a pegar a ese personaje y me encargo de ponerme al servicio de él. No lo quiero reemplazar ni volverme un experto en ese tema; necesito entender un mínimo para desarrollar las actividades. Por eso es tan importante, todo el tiempo, la presencia del investigador”. El profesor Adolfo Maya, al referirse al mecanismo de conversión, habla de la relación entre el equipo coordinador, los profesores-investigadores y sus textos: “Hay dedicación de parte del programa. No es un asunto suelto o que ya está el texto, ni tampoco ‘lo que salga’. Los veo con una preocupación con mucho sentido; hacen un lectura cuidadosa del texto pensando en hacer una traducción a la práctica muy cercana”. Mientras interrogan las palabras de los investigadores, el grupo de Universidad de los niños construye estrategias, se ingenia maneras de llevar a los niños el saber. Lo vuelven talleres, lo dejan pasar por la experimentación y la construcción de cada uno y de todos. “Buscamos lo esencial. Lo esencial es lo que hace el investigador: ¿qué investiga, qué hace, cómo lo hace? Tratamos de meternos en ese personaje y de entenderlo. En ese proceso salen unas preguntas y unos conceptos; hacemos un derrotero de conceptos fundamentales o mapa de contenidos, -así lo llamamos-, que serán nuestra ruta, los temas que vamos a tocar en el taller. A partir de ahí empezamos a generar lluvia de ideas, de forma individual. Luego esas ideas empiezan a convertirse en actividades; adquieren cuerpo -es el arte de materializar conceptos-. Creo que la magia está en conservar siempre lo esencial. Le decimos a eso: ‘el corazón de lo que 18


hace el investigador’”. (María Adelaida Arango, asistente de contenidos Expediciones al conocimiento) La labor traductora es el tránsito de un lenguaje especializado a un lenguaje comprensible para los niños y jóvenes. Esta labor tiene en cuenta que el conocimiento no es recibido de la misma manera por todos, de ahí que pone en escena la diferencia y reconoce las particularidades. Convierte los espacios de circulación del saber en encuentros para la conversación, el debate, la argumentación, la elección, el respeto por la voz del otro, el reconocimiento de los disensos, y en un reto para encontrar formas nuevas de expresión y comportamiento. Las palabras del profesor Daniel Velásquez hacen justicia a la labor de los coordinadores, del equipo pedagógico y creativo, considerados traductores: “Fue algo contundente. Lo que uno pensaba que era muy difícil -porque realmente lo era-, se hizo fácil a través del trabajo del equipo creativo de la Universidad de los niños. El resultado fue impactante: uno ve cosas que nunca se imaginó que podían pasar. La manera de darse cuenta, aunque no participe en los talleres, es en las preguntas que los niños hacen en la sesión final”. Conocer y vivir la planeación de un taller permite darse cuenta de que cada decisión, cada acción, es determinante en el proceso y responde a convicciones fundamentadas en una perspectiva didáctica que orienta el camino, no en términos formales, de adecuado o no, sino por la pertinencia y la coherencia con los propósitos, los contextos socioculturales, las experiencias de vida de los niños, los objetivos propuestos y las lógicas internas de las ciencias y las disciplinas involucradas. Acoger la palabra del niño Los evaluadores destacan el lugar que el programa brinda al niño y a su palabra, así como los espacios que ofrece para la conversación. La Universidad de los niños existe para recibir, para ser lugar de acogida, para hacerse responsables de lo que el niño trae; para decirle que tiene un lugar, que cuenta, que sus palabras, vengan de donde vengan, serán escuchadas. En suma, para que cada uno se construya y sea su propia revelación. “Lo que más firmeza nos da es ponerle atención al niño. Lo más importante es qué está pasando ahí, en ese personaje. Si ese niño no está conectado contigo, si no tiene una voz, 19


si no es legítimo para ti, es muy difícil -por más pedagogía que sepas- lograr que la actividad sea exitosa, que toque al niño y genere en él alguna transformación. Creo que eso es lo esencial de nuestro programa: que realmente no le hablamos al bulto sino a ese ser que tiene tanto por enseñarnos y por construir con nosotros”. (Ana Cristina Abad, coordinadora general) “Queremos que el niño sea activo, y no pasivo; que trabaje en grupo y también trabaje solo; queremos que piense, hable y se le responda; que reciba del medio -que en este caso es la universidad-, mucha información. Sabemos que estamos en un campo lleno de productos que han costado trabajo y esfuerzo y queremos ponerlos al servicio del niño: que los perciba, los sienta, se relacione con ellos”. (Pilar Posada, asesora pedagógica) Un lugar para las preguntas El interés por las preguntas de los niños ha sido una constante desde el inicio del programa en el año 2005. “Sin preguntas, ¿para qué respuestas?” es mucho más que el título del libro que recoge los principios del programa; es una seria apuesta epistemológica que hila la existencia de un proyecto sustentado en la reafirmación de las preguntas, no con vistas a obtener una respuesta conformista, sino como punto de partida de los procesos de aprendizaje e investigación. En su paso por el programa, los niños dejan muchas preguntas. Algunas de ellas pueden dar cuerpo a los talleres de Encuentros con la pregunta; son seleccionadas con esmero y salen a la vida cuando encuentran un nicho en los profesores o grupos de investigación, en las aulas, equipos especiales y laboratorios de EAFIT. “Hay varios criterios para seleccionar, entre muchísimas preguntas que los niños hacen al programa, las que darán lugar a un taller: de un lado, que puedan ser respondidas por investigadores -asesores académicos de la universidad-; de otro, que requieran un proceso metodológico para poder llegar a una respuesta. Otros criterios son: que no las hayamos respondido aún, que sean preguntas en temas nuevos, que requieran asesores investigadores que aún no han estado en el programa o asesores con los que nos haya ido muy bien y 20


estén motivados a seguir participando en Encuentros con la pregunta”. “Siempre buscamos preguntas con garantía de encantamiento en los niños, que los muevan, los asombren; es como si cada niño que pasa por Encuentros con la pregunta le dejara al programa un legado: una pregunta que, creen ellos, podría motivar un taller”. (Carolina Giraldo, coordinadora de Encuentros con la pregunta) Las preguntas tienen orígenes diversos, nacen en manos levantadas, en miradas de asombro, en conversaciones, en las aulas y los laboratorios de EAFIT, en las oficinas de los investigadores. El carácter abierto, espontáneo y curioso de las preguntas no admite dogmas ni esquemas de censura; son atesoradas y guardadas con respeto. Rituales Los evaluadores denominan “rituales” a ciertas actividades y formas planeadas de disponerse para la acción, que se dan dentro del programa. Destacan la preparación cuidadosa, la variedad, la alegría y la constante renovación. Los rituales son acciones simbólicas que se encargan de poner relieve a las acciones cotidianas del programa, para dotarlas de significado, para acogerse a sus elementos más constitutivos: comprensión de la infancia, aprecio por la ciencia e inclusión. Por medio de estas se expresa el cuidado por las personas, las ideas y las cosas. Rituales que recorren el programa, pero que no pretendemos categorizar. Se advierten en los lenguajes cercanos, amables, en el cuidado de la palabra propia y la del otro. Los rituales proponen y exaltan la relación cuerpoespacio, la posición de cuerpos que permiten la cercanía, la mirada y el reconocimiento. No son actividades rutinarias, aunque sean constantes; por el contrario, se renuevan; generan emoción, la alegría es lo primordial. Los rituales afectan los espacios: el auditorio, las aulas, los talleres, los recorridos al interior de la Universidad. Algunos son espontáneos, no alteran lo establecido; pueden ser expresivos y bullosos, o de recogimiento y silencio. Todos conmueven y van dando forma a la comunidad de la Universidad de los niños. Todo se dispone, se prepara con cuidado para los niños: el círculo, para ser 21


mirados, para invitar a la escucha, para disponer la conversación; el lenguaje que representa lo que piensan, lo que escriben, lo que pregonan como esencial; evaluar y hacer seguimiento a su propuesta; cotejar lo propuesto con la ejecución; entender la dimensión de lo que pasó e incorporarlo en su historia. Un día en la Universidad de los niños Durante el encuentro ¿Cómo funciona el cerebro?, los evaluadores acompañaron dos grupos de niños y narraron su experiencia. La danza matinal Siete y quince de una mañana de viernes; jóvenes y niños revolotean entre risas y saludos. Un gran círculo empieza a tomar forma, las manos de los más pequeños se unen. Los talleristas rebosan entusiasmo, se desplazan invitando a los que deambulan o llegan solos o de la mano de adultos. Se forman grupos, los más grandes conversan, en algunos de estos grupos está un tallerista. La danza empieza en el redondel azul y gris. Los más chicos siguen con sus ojos el movimiento de sus pies buscando atinar en el ritmo que propone la danza. Las bocas apretadas delatan concentración; las parejas danzarinas rotan, entre niños, niñas, jóvenes. El taller Estar presentes en un taller es un acontecimiento, dada nuestra condición de maestros. Entran al aula y dejan sus morrales en una esquina del salón; es un acuerdo previo para optimizar el uso del espacio y tener orden. Las dos jóvenes talleristas lucen tranquilas. Inician con el juego de “teléfono roto”. Son 23 niños. Se hacen tres rondas del juego; reclaman una más. La tallerista recuerda la pregunta que los reúne y cambia de actividad con tanta suavidad que nadie parece percibirlo. Las bitácoras están en el suelo, ya no coinciden los dueños. Hablan en desorden mientras recuperan su bitácora; son invitados a dejarlas en el piso y caminar alrededor de ellas para observar las misiones. Conversan mientras hacen el recorrido: nos evocan un transcurrir por los posters de un congreso de mayores. Se pide a los niños que describan su misión. Se presentan casi todas las misiones; opinan, a veces se admiran y hacen comentarios. Traen historias del colegio, de los profesores. Son invitados a formar pequeños grupos; éstos se conforman con naturalidad, con los cercanos. Vuelven al círculo grande. En el fragor de las conversaciones alrededor de ideas sobre la pregunta, por momentos es imposible distinguir las palabras. Las actividades continúan ante nuestra 22


sorpresa por el uso del lenguaje y los aportes de casi todos los chicos a la discusión. El refrigerio Contemplar el refrigerio es un placer. Todo está limpio y distribuido con orden en una mesa con mantel. Algunos arriban corriendo. Nadie altera el orden de la fila: se acercan y reciben. Se distribuyen por lugares con la compañía de los talleristas; intercambian jugos, ceden chocolates. Bolsas de basura se disponen aquí y allá. No faltan quienes arman tretas en busca de otro refrigerio. La evaluación en caliente Un día más de Universidad de los niños en acción. “No hemos terminado, dice uno de los talleristas, seguimos a la evaluación en caliente”. Se sientan en círculo, a conversar sobre su mañana de trabajo. Están fatigados. Se cuentan las anécdotas, narran los detalles, celebran las preguntas nuevas de los niños, sus intervenciones lúcidas o las características del asombro por el descubrimiento: la gran capacidad para expresar lo que saben, sus conocimientos cotidianos que encuentran otras explicaciones desde la ciencia. Otros, hablan de sus frustraciones: no logré engancharlos sino cuando ya se acababa el tiempo y teníamos que ir al aula viva; hoy no sé qué pasó, pero siento que no aprendieron. La coordinadora recoge sus palabras. “¿Qué creen que pasó?”. Ante las explicaciones de muchos, los consejos, las interpretaciones y sugerencias de otros, invita a pensar, a recorrer las situaciones. Nada se desaprueba categóricamente. No se ocultan los conflictos propios de las relaciones, no se tienen certezas absolutas. La presencia de los desaciertos también tiene su lugar. En colectivo se interroga por otras formas de acción. “¿Cómo lo habrías enfrentado tú?”. Aparecen propuestas, anécdotas, experiencias y consejos; voces de aliento.

1.2 ¿Un programa de investigación? ¿Niños preguntones o niños investigadores? Los evaluadores se preguntaron por la intención del programa al acercar a niños y jóvenes al saber investigativo que se produce en la Universidad.

¿Niños preguntones o niños investigadores? No cabe apresurarse a pronunciar una respuesta excluyente, como si se tratara de un dilema, toda vez que en lugar de una o situada en el centro de la frase, mejor 23


sonaría la y de la conjunción. Los niños e investigadores se identifican justamente por la pregunta que surge del asombro y la curiosidad ante los fenómenos de la naturaleza y de la vida. Para los niños ella es su razón de ser y de crecer sin pausa en un mundo por descubrir, en tanto los otros la toman como punto de partida en el camino (método) para hallar las respuestas adecuadas y convincentes a los problemas formulados. Desde el inicio del programa existe plena conciencia de dicha reciprocidad, según nos lo aseguró en el desarrollo de la entrevista el doctor Félix Londoño, director de investigación de la Universidad EAFIT: “El propósito básico es: cómo acercar la voz de los investigadores a los niños, o al revés: cómo acercar los niños a la investigación en la Universidad y a lo que los investigadores realizan y desarrollan en su quehacer”. El puente entre generaciones que conlleva el acercamiento de investigadores y niños preguntones ha supuesto un desafío a las prácticas pedagógicas habituales en la vida universitaria. Félix Londoño, director de Investigación de EAFIT, resume este concepto en una dimensión doble: la de una exigencia de lenguaje y la de una exigencia de producción de conocimiento socialmente relevante. “En esa primera concepción había -no sé si intencional o accidentalmente- el desarrollo de una conversación intergeneracional; y es la pregunta por la forma como una persona de 40 ó 50 años,- un profesor, magister, doctor- con trayectoria y experiencia, puede bajar su lenguaje al de los niños, y cómo los niños pueden conversar con ella. Ese es un punto importante que me recordaba la visita, en 1997, de unas personas que marcaron el desarrollo de esta universidad en su momento: Humberto Maturana, Heinz von Foster, Peter Lang y Martin Little. Recuerdo que Peter Lang y Maturana hablaban de las transformaciones que se pueden lograr desde el lenguaje, desde la narrativa, es decir, cómo puedo bajar un concepto abstruso, complejo, a un nivel de conversación que sea más comprensible socialmente”. “Es un asunto muy interesante porque mueve a los investigadores a salirse de su urna de cristal. Los niños de hoy son mucho más exigentes en algunos temas como biodiversidad, ecología, buen uso de los recursos naturales, etc. Creo que eso también pone a pensar a los investigadores; una cosa es 24


tener como objetivo publicar en revistas y otra es poner el interés en la generación que viene detrás, marcando para dónde va y cómo debe moverse la ciencia.” Se ve claro el papel de la investigación en la educación, en estas palabras del Rector pronunciadas en el evento de clausura de Encuentros con la pregunta 2012: “Me gusta mucho la etimología; qué quieren decir las palabras. La palabra investigación viene de vestigio. Era lo que hacían las comunidades primigenias cazadoras: enseñaban a los jóvenes a seguir los vestigios de las presas de caza de las cuales se alimentaban. Investigar es eso, aprender a seguir los vestigios. En Colombia tenemos un gran problema, y es que no enseñamos en nuestro proceso educativo a seguir los vestigios. El proyecto educativo colombiano está basado en las respuestas y no en las preguntas. La humanidad avanza por las preguntas que se hace”. También del Rector, en el libro Sin preguntas, ¿para qué respuestas?: “Investigar requiere de unos prerrequisitos y el primero de ellos es el asombro. Así los niños emprendan este camino, o no lo emprendan, el haber despertado la capacidad de asombro -prácticamente ausente del proceso educativo con la concepción actual-, es ya un aporte valiosísimo. Puede ser que la mayoría de estos niños no vayan a ser investigadores, pero su vida va a estar enriquecida porque se les abrieron los ojos, los oídos, el olfato, todos los sentidos; van a ser curiosos ante el mundo y, repito, tal vez no lleguen a ser investigadores, pero habremos enriquecido significativamente su pasar por la vida”. ¿Formación o instrucción? Los evaluadores destacan que los niños diferencian instrucción de formación, y consideran su paso por el programa como una experiencia esencialmente formativa, en tanto los invita a imaginar, a pensar, a expresar las propias ideas. Los niños y los jóvenes contaron sus vivencias, debatieron sobre su sentido formativo. Despuntan en sus palabras dos asuntos básicos: las ganas de saber y el desapego a las calificaciones, lo cual ejerce una atracción que contrasta con las urgencias del dato, la acreditación. 25


“Hay un compromiso y uno lo hace, pero no por una nota sino por interés y hambre de conocimiento. No es algo obligado sino algo personal; hay que mostrar interés y eso es lo que más llama la atención”. (GFÑ) La Universidad de los niños exhibe una propuesta llena de desafíos a la imaginación, que, rasgando lo establecido, lo homogéneo, lo acostumbrado, invita a pensar por sí mismo y atiza el pensamiento crítico. La ciencia, como eje articulador de las relaciones en el programa, es vista no sólo desde la dimensión descriptiva-explicativa sino también como portadora de teorías intrínsecamente liberadoras. “La forma en que le enseñan a uno es como si pensara desde una caja, como si tuviera que aprender a pensar para la caja. Pero aquí el punto es dejar que tu imaginación vaya a los límites, que aprendas de formas en las que estés satisfecho y puedas opinar y retroceder, no sólo con reglas, memoria, datos. No somos una computadora, somos personas que deberíamos comunicar lo que aprendemos, saber expresarlo y manipularlo en nuestras mentes. Y eso es lo que hace esta universidad: poner nuestros pensamientos más flexibles”. (GFÑ) Es un espacio para el encuentro alrededor del conocimiento entre niños, estudiantes universitarios, investigadores, profesores y el equipo coordinador. “Con la Universidad de los niños se abre una forma completamente distinta, en donde no entablamos relaciones de poder ni de subordinación, sino complicidades de conocimiento”. (Ana Cristina Abad, coordinadora general) “Aquí hay una comunicación muy refrescante, uno habla y no siente presión. Hay una autoridad, obviamente, y a alguien que es mayor y que sabe más que tú hay que respetarlo, pero no te intimida. Es una comunicación en la que puedes hablar con la persona sin miedo”. (GFÑ) Se trata de encontrar maneras auténticas de concurrir a la formación desde lo que mejor saben hacer en la Universidad de los niños: llenar las conversaciones de preguntas. “Uno ve gente que pregunta cosas muy interesantes y a veces uno tiene las mismas dudas y no se atreve a preguntarlas y se aprende en interacción con las personas”. (GFÑ) 26


“En verdad aquí los métodos de enseñanza son muy flexibles: si tú no aprendes de una forma, te explican de otra más dinámica. Es por la metodología que a uno le llaman la atención los temas. En el colegio todo es más rígido porque sólo está el tablero, mientras que aquí hay conversación, opiniones; es más dinámico y todos nos podemos unir como si estuviéramos en un debate de ideas. Para eso es que fue creada la Universidad de los niños. La diferencia es que en el colegio tú no tienes opinión; sólo tienes la responsabilidad de llevar un cuaderno, unas notas, aprender de memoria algo que no puedes manipular ni disfrutar”. (GFÑ) Un espacio con significación política Los evaluadores presentan los escenarios de construcción de conocimiento y debate de la Universidad de los niños, en los que públicos heterogéneos expresan opiniones plurales y distintas, como espacios con significación política. El escenario en que se desarrolla el Programa transforma a EAFIT de múltiples formas; basta dirigir la mirada a lo que ocurre un viernes de taller, para entender la significación política de este espacio. Recorrer los salones de los talleres y las aulas vivas, con el equipo coordinador, los talleristas, los profesores investigadores y los niños, es encontrarse con un sinnúmero de acciones colectivas que dejan fluir las subjetividades y que no ocultan los conflictos propios de la convivencia. El reconocimiento de las diferencias, las miradas atentas a los tiempos, a las formas, a los contextos, son una tribuna para dignificar a los participantes, con el ofrecimiento de un escenario de actuación política, para hablar, para posicionar el debate con opiniones plurales sobre las preguntas comunes. Es el camino para construir acuerdos abiertos, siempre frágiles y contingentes, sin certezas absolutas, tal cual se requiere para formar una comunidad al margen de la coacción, la fuerza y las violencias. El profesor Adolfo Maya celebra la apertura de opciones educativas extendidas a los niños sobre la base del reconocimiento de los derechos fundamentales, pero también como un acontecimiento de equidad: “Aplaudo que la Universidad tenga una perspectiva amplia en términos de las posibilidades educativas. La convocatoria que el programa hace a niños -no interesa de cuál colegio- siempre la he leído como la dimensión pública de una universidad privada”. 27


Algunos niños, padres de familia e investigadores también ponen de presente la heterogeneidad de públicos, y lo que ello significa. “A este programa viene gente de diferentes partes; se conocen y encuentran cosas en común, formas de amistad. Todos somos distintos”. (GFÑ) “Aquí establecen una base fundamental del tema de la convivencia, cómo convivimos como sociedad”. (GFP) “Cuando uno está en el colegio hace de él un pequeño grupo de interacción y puede que sienta o no temor para interactuar con otras personas que no forman parte de ese círculo. El hecho de que vengan acá e interactúen con personas que proceden de distintos colegios me parece que es una ganancia, porque aprenden a percibir puntos de vista distintos, maneras de encarar la vida diferentes, formas de conversar diferentes, y eso les va dotando por lo menos, si no del sentido de la pluralidad, de lo que puede ella empezar a significar”. (Mauricio Vélez, profesor del Departamento de Humanidades) Reconocimiento del programa por parte de la comunidad universitaria La presencia en el campus universitario de los niños y jóvenes del programa es percibida y recibida de diversas maneras por los públicos habituales de EAFIT. La comunidad universitaria conoce el programa y lo define -de forma mayoritaria-, como grupos de niños que indagan sobre las ciencias. Afirman que su presencia en la universidad es alegre y acogedora. “La Universidad de los niños ya hace parte de EAFIT, así como los señores de Saberes de Vida, de 80 y 90 años”. (Liliana López, profesora del Departamento de Humanidades) “Me parece que los viernes hay otro ambiente en la Universidad. Es muy bonito e interesante ver esto lleno de chiquillos en distintos lugares, adueñándose de ciertos espacios, haciendo experimentos con miles de cosas”. (Adolfo Maya, profesor del Departamento de Humanidades) A partir de la encuesta realizada a la comunidad universitaria, los evaluadores recogieron información acerca del reconocimiento que tiene el programa en la institución. 28


La muestra arroja un conocimiento significativo sobre la existencia del programa Universidad de los niños, con 85% de encuestados a favor y 15% que dice no saber de éste. Ante la pregunta por la forma como se percibe el programa, la mayoría de las respuestas enuncian que se trata de un “grupo de niños que indaga sobre ciencia”, mientras un segundo grupo se refiere a un “semillero de investigación”. Partiendo de las opiniones de los miembros de la comunidad universitaria relacionadas con la institucionalización de un programa extracurricular como este por parte de la Universidad EAFIT, se destacan los siguientes enunciados: • Se acercan la Universidad y la investigación que en ella se produce, a otras poblaciones como la infantil, y se incentiva el desarrollo de competencias científicas desde edades tempranas. • Se muestra que la Universidad es un espacio para todos. • Es una contribución importante al cambio social, y aporta a disminuir la inequidad que se vive en el sector de la educación mediante el acercamiento de los niños y jóvenes a la ciencia de una manera divertida. • Se trata de una estrategia de mercadeo para enganchar a futuros estudiantes de la Universidad. La tendencia dominante en las 119 respuestas es caracterizar el programa como un espacio de acercamiento a la cultura investigativa desde una edad temprana, y de divulgación de la ciencia. Se marca una diferencia entre los encuestados: una mayoría opina que la Universidad de los niños hace parte de los proyectos de responsabilidad social de EAFIT con la comunidad de Medellín y sus alrededores; una minoría ve una estrategia de mercadeo por medio de la atracción de jóvenes que habrán de ser en el futuro próximo los usuarios de la Universidad. Finalmente, la presencia de los niños en el campus universitario es apreciada como alegre y acogedora por el 90% de los encuestados, indiferente por el 9%, y perturbadora y ruidosa por el 1%. 29


Una ventana para perfilar el deseo Los evaluadores reconocen que el programa contribuye a la elección profesional de los participantes, en tanto les ofrece una perspectiva más amplia de los distintos campos del saber. Frente a la carencia de programas de orientación profesional en el sistema educativo, es significativa una oferta con alto valor agregado por parte de la universidad. No nos referimos a brindar una escueta información sobre el plan de estudio, ni a los perfiles de ocupación laboral de los egresados. Se trata de algo más esencial, de un tema genuino de filosofía de la educación: la vocación profesional. “El programa ayuda a perfilar qué deseo y por qué lo deseo. Más que encontrar el qué, es el por qué”. (GFÑ) “Veo la Universidad de los niños como una ventana que los niños abren; empiezan a encontrar un panorama amplio donde son valorados, donde son importantes, y tienen la oportunidad de explorar. Al explorar también empiezan a definirse ellos”. (Luisa Fernanda Muriel, asistente de contenidos de Expediciones al conocimiento) “Me parece que este programa es una oportunidad maravillosa para algunos niños; puede ser una ventana a lo que desde ahora visualizan y me parece genial que puedan tener ese contacto. Lo digo por lo que fui yo en mi niñez. Habría dado todo por haber tenido acceso a algo como esto; que me hubieran mostrado la posibilidad -que entonces no existía- de una vida académica. Tardé mucho en encontrar mi lugar”. (Juan Diego Jaramillo, profesor del Departamento de Ingeniería Civil) “Creo que los niños valoran la interdisciplinariedad. En la Universidad de los niños están presentes todas la áreas del conocimiento; tienen un laberinto de temas para escoger”. (Simón Flórez, tallerista) En rigor, la palabra vocación proveniente del latín vocatio, -onis alude a la idea de demanda, de llamada.

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Walter Bermúdez, padre de Laura Vanessa, hace explícita la finalidad implícita del programa, traducida en la postura de su hija ante la vida profesional: “En Laura notamos una transformación gradual. Su paso por EAFIT aportó para que descubriera una vocación y se proyectara profesionalmente. Aunque siempre se destacó académicamente, ella desarrolló una actitud más receptiva y activa frente al aprendizaje; incluso en nuestro negocio familiar aplicó lo aprendido en la ruta de Economía y negocios al tema de costos y presupuestos”. (Portal Universidad de los niños, consultado 4-02-2013) El profesor Mauricio Vélez considera que el programa tiene componentes que le permiten cumplir la función de un programa heterodoxo de orientación profesional: “Oír a muchos profesores que se empeñan en poner su lenguaje especializado al nivel de los participantes, ayuda a los niños y jóvenes a tener una percepción poli perspectiva de la realidad, los capacita para que se den su tiempo al momento de hacer la elección de carrera y no seguir mandatos culturales o de familia (que no tengan que ser abogados, porque hay tres en casa; o médicos, porque es una profesión de cierta relevancia social). Entonces, si a eso lo llamamos orientación vocacional, tiene elementos para darse de manera heterodoxa, no del modo ortodoxo que nos tocó a nosotros: una cita con un psicólogo, unas pruebas psicotécnicas, un resultado, y con base en eso nos decían ‘siga por acá o vaya por allí’. Creo que aquí no se trata de eso; los participantes que permanecen varios años adquieren más herramientas; el programa tiene componentes para obrar como un sustituto heterodoxo de un proceso de orientación vocacional”. El doctor Félix Londoño, director de investigación, dilucida las implicaciones que el programa tiene en las posibilidades de orientación profesional de los jóvenes aspirantes a la educación superior. Se muestra favorable a la rotación de niños y jóvenes a través de los más variados temas, en la medida en que refuerza el perfil de una genuina formación integral, un axioma consagrado en la misión de la Universidad. “Creo que lo que sigue es afinar la metodología, lograr que efectivamente se creen vínculos de los niños y jóvenes con diferentes temas y dejarlos transitar por ellos; ese sería el objetivo”.

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“Se trataría de un ejercicio de orientación profesional, de decisión de los jóvenes sobre qué estudiar, que sería una contribución muy importante. Si un joven pasó por biotecnología, por economía, por historia, puede llegar a once y decir: ‘lo mío en la vida es esto’. Me parece que eso es determinante y en la medida en que podamos contribuir a ese ejercicio, es un aporte esencial. Uno de los grandes problemas hoy día es encontrar jóvenes que están en cuarto, quinto semestre de una carrera, y dicen ‘esto no era lo mío’, o empiezan a saltar de carrera en carrera”.

1.3 Transformación Voces que hablan de cambios Una de las intenciones del programa es producir transformaciones en sus públicos. Los logros en este aspecto son leídos por los evaluadores en las voces de los participantes. En las puestas en escena de los talleres, visitas y conversaciones nos internamos en los entresijos del programa, para percibir dos escenarios simultáneos. Por un lado, las transformaciones de cada una de las personas que hacen parte de este y por otro, las del programa mismo en la medida en que deja entrar prácticas, saberes, es decir, otros modos de construir experiencia. Las transformaciones de las personas que han pasado por el programa se ven en expresiones que muestran su impacto en diversos escenarios. “Hay niñas que no hablaban por el temor a que se burlaran de ellas, y no decían ciertas cosas; las guardaban por el temor a hablar. En el colegio han cambiado estas niñas y se les ha visto el progreso”. (GFM) “A mí la Universidad de los niños me cambió mucho la vida porque soy muy tímida. Me abrió la posibilidad de preguntar. Me ayudó a decirme a mí misma: no te quedes con esa pregunta que mucha gente del salón la tiene. Me quitó la pena: le pregunto al que sea, no me da pena exponer. Era más tímida para hacer relación con la gente. Ahora me siento más abierta a todo el mundo”. (Paulina Franco, tallerista)

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“Yo creo que a todos nos ha hecho más preguntones; es el objetivo de la Universidad de los Niños”. (GFÑ) “Después de trabajar en dos ocasiones continuas en este proyecto, me siento privilegiado. Puedo decir, desde el corazón y la razón, que Encuentros con la pregunta, de la Universidad de los Niños es, quizás, la experiencia más revitalizante y refrescante que uno pueda vivir en esta universidad. Y todo por unas preguntas sencillas y directas hechas por los niños”. (Andrés Posada, jefe del departamento de Música, en el evento de clausura de Encuentros con la pregunta 2012) En los niños Como lo presentan Marta Lorena y Gabriel Jaime, los cambios en niños y jóvenes participantes son percibidos por ellos mismos, pero también por sus padres, talleristas y docentes y por el equipo de la Universidad de los niños. En el grupo focal con los padres de niños y jóvenes se contaron algunas historias de sus hijos: “Todo esto genera una postura de serenidad, motivación y mucho criterio en mis hijos. El ambiente, el gusto por el conocimiento, los hace distintos. Me parece muy agradable verlos fortaleciendo esa capacidad de razonamiento y a la vez de socializar”. (GFP) “Lo que uno sí ve, en general, en el entorno de los amigos, los compañeros, es la capacidad de sostener una conversación: intervienen, opinan, hablan, cuestionan, preguntan”. (GFP) Las transformaciones de los niños son relatadas por María Adelaida Arango, asistente de contenidos de Expediciones al conocimiento: “Los niños que vienen aquí se sacuden, pues no es un lugar con dinámicas habituales. Los escuchamos, les ayudamos a responder sus preguntas, les permitimos hacerse más preguntas. Le ponen su voz a lo que saben, a lo que no saben, a lo que pasa en la ciudad y en el país; expresan sus opiniones. Yo los siento despiertos”. Maira Duque, tallerista, habla de los cambios que advierte en los niños: 33


Los niños llegan tímidos y después los vemos preguntones, espontáneos… Viven cambios personales en valores y en la forma de comportarse. Es importante que se sientan importantes. Así manifiestan los maestros de las instituciones educativas la transformación de los estudiantes: “Les gusta investigar, saben cómo desarrollar una investigación, saben buscar información, por ejemplo, alguien que les sirva de asesor -un profesor o un investigador- a quien le pierden el miedo. No tienen al docente como único referente, tienen otros elementos que pueden usar”. (GFM) “El año pasado cuando llegué a la institución me dijeron: tienes que tener en cuenta a los estudiantes que tienen buen rendimiento académico, que participan, que les gusta investigar. Yo les dije: ‘No estoy de acuerdo con eso; me voy a llevar a los tímidos, a los que les da dificultad hablar en público’, y eso hice. Esas niñas ahora son las que organizan cualquier evento en el colegio. Sus papás me dicen: ‘Profe, gracias por habernos tenido en cuenta’. Las niñas me dicen: ‘Yo tan bobita; antes me daba miedo hablar en público y ahora no hay quien me calle’. Ese es el trabajo que se hace aquí: escuchar. Vos dijiste una cosa y se te respetó; el otro opinó y también se le respetó. Se tienen en cuenta todas las opiniones y no se sienten burlados por nadie”. (GFM) Palabras de Isabel Toro Hoyos en el evento de cierre de Encuentros con la pregunta 2012: “La Universidad de los niños ha sido una oportunidad para mí; una oportunidad de descubrir, de pensar, de imaginar, de crear y de soñar. Aprendí que hay más de una manera de descubrir las cosas, y que la primera palabra no es siempre la correcta. Aprendí que imaginar es abrir nuevos caminos para descubrir y que no preguntamos para encontrar una respuesta, sino para encontrar mil preguntas más. Gracias porque me convertí en una preguntona sin remedio. Estoy muy orgullosa de eso”. En esta misma ocasión, refiriéndose a los talleristas e investigadores, Miguel Ángel Restrepo expresó: 34


“El día de mañana quisiera ser como ustedes, un modelo para otros niños que como yo lleguen a la universidad ávidos de conocimientos y llenos de preguntas. De ustedes he aprendido el compromiso, la responsabilidad que le ponen a esta aventura”. En la familia Los evaluadores percibieron la manera como las transformaciones de niños y jóvenes afectan también al entorno familiar. La Universidad de los niños entra de manera imperceptible a las familias, se instala en la vida cotidiana, propicia conversaciones, construye otras formas de relación que los padres reconocen como novedosas. Son testimonios que hacen pensar a propósito de una alteración del ritmo habitual en los espacios cotidianos del hogar, en donde son otras las preguntas, las historias, las anécdotas que subvierten el orden. Suponen una momentánea huida de la pantalla de televisión, para desviar la atención hacia la escucha de una inesperada lección acerca de cómo vuelan los aviones, nutrida de conceptos de las ciencias naturales, o de por qué existen pobres y ricos o qué función social cumplen las obras de arte urbano. “Me pasa con mi niña que todo lo pregunta, todo lo cuestiona, todo quiere saberlo. Y me ha encantado porque soy mamá de otros dos niños y eso es pegajoso”. (GFP) El lenguaje de las ciencias se hace colectivo, se expande a las familias incitando nuevas formas de encuentro a partir de la forma de aprender de sus hijos: “Es una retroalimentación entre lo que ella ve y lo que nosotros como papás podemos ayudarle; es algo que disfrutamos todos”. (GFP) “El crecimiento de Angélica en este proceso ha sido maravilloso. Ella nos cuenta todo desde una perspectiva muy rica, diferente; uno le coge placer y gusto a los temas que trata porque para nosotros también es crecimiento”. (GFP) En los talleristas La evaluación de impacto puso en evidencia las transformaciones que experimentan los estudiantes universitarios que ejercen el rol de talleristas. 35


Los talleristas registran con múltiples expresiones lo que les pasa como estudiantes universitarios. Selene Pineda cuenta cómo se transforman las relaciones con los profesores de la Universidad: “Yo siento que ellos nos ven más críticos. Por ejemplo, uno está en una clase y si no entiende, le pide al profesor que le explique de otra manera. Uno ayuda a que los profesores sean más críticos con lo que están enseñando y también a que los estudiantes seamos más críticos con lo que estamos aprendiendo”. Natalia Gómez agrega: “Cuando entré a la Universidad de los niños, estudiar en grupo me pareció difícil, porque venía menos crítica. Me daba miedo decir que no entendía. Ahora sé leer mejor los documentos, quiero saber más. Ya se me quitó el miedo de sentirme ‘la más brutica’ porque no entiendo algo”. Angélica María Gutiérrez explica las formas de relación entre los talleristas: “En el grupo de estudio lo que hacemos es hablarnos de tú a tú. No nos da pena preguntar porque ya sabemos que de preguntas pequeñas vienen respuestas grandes, y también más y más preguntas. No es como con los profesores de la universidad que uno les hace una pregunta y contestan: ‘Es esto’, y ya. Cuando uno está con los niños y ellos preguntan, uno responde: ‘¿Y tú que crees?’, así el grupo empieza a debatir. Entre todos vamos construyendo la respuesta”. Dice Ana Cristina Abad, coordinadora general del programa: “Creo que los talleristas que han pasado por la Universidad de los niños son distintos. Además de lograr ser buenos mediadores con los niños, adquieren una nueva manera de relacionarse con el conocimiento”. En los investigadores Los evaluadores encontraron que los docentes investigadores de la Universidad se transforman en el ejercicio de preparación y ejecución de los talleres y en su 36


contacto con niños y jóvenes. Traemos las palabras del maestro Andrés Posada con relación a lo que para él significa ser asesor de la Universidad de los niños: “Cuando un profesor del Departamento de música se vincula con la Universidad de los niños, recibe un corrientazo, es decir, una señal muy fuerte que le hace cambiar el chip que trae sobre cómo se deben formar los músicos universitarios. Lo digo por mi propia experiencia”.

1.4 Inclusión social, un programa en clave de humanidad Universidad con sentido social Marta Lorena y Gabriel reconocen en la propuesta un compromiso social que se articula con el rol que debe asumir la universidad en el mundo actual. Los retos de la producción de conocimiento ante las exigencias de la sociedad de nuestro tiempo demandan un tipo de Universidad que trascienda la naturaleza de la universidad transmisionista, consagrada a la formación de profesionales que satisfagan las necesidades del mercado laboral. La Universidad de hoy debe pretender el bienestar del mundo y de todos mediante la investigación, entendiendo por ésta no la idea del científico loco encerrado en una torre de marfil, sino una nueva imagen encarnada en personas comunes y corrientes imbuidas de un fuerte compromiso social. Así se expresó el rector Juan Luis Mejía durante la entrevista que nos concedió para hablar del programa: “¿Cuál es el papel de una universidad como la nuestra sino aportar en la construcción de un capital humano, primero desde la educación, enfrentando, entre otros asuntos, la subvaloración del conocimiento en esta sociedad?”. “Es preciso entender que para que esto sea verdaderamente una universidad -en el sentido estricto de la palabra-, tiene que tener una fortaleza inmensa en humanidades. Uno no puede perder la idea de la universidad como el lugar de la socialización, el lugar del encuentro”. 37


La conversación Los evaluadores reconocen la importancia de los espacios de conversación y discusión que el programa brinda a sus participantes. En términos de Maturana (1997, 138) se trata de salir del dominio patriarcal de la cultura, lo cual requiere cambiar la red de conversaciones que lo constituye. Reconocer que nadie tiene un acceso privilegiado a una verdad trascendente y absoluta abre las puertas a un nuevo modo de relación basado en la cooperación y el respeto, en el que conversación se opone a control y dominación, y cooperación, a competencia: “Una cultura es una red de coordinaciones de emociones y acciones en el lenguaje que configura un modo particular de entrelazamiento del actuar y el emocionar de las personas que la viven. Yo llamo conversar, -aprovechando la etimología latina de esta palabra, que significa dar vueltas juntos-, al entrelazamiento del ‘lenguajear’ y emocionar que ocurre en el vivir humano en el lenguaje. Más aún, mantengo que todo quehacer humano ocurre en el conversar, y que todas las actividades humanas se dan como distintos sistemas de conversaciones”. Los niños y jóvenes son reconocidos como seres en transformación, en la búsqueda de identidad y propósito, con capacidad reflexiva y analítica. En las conversaciones de Encuentros con la pregunta y Expediciones al conocimiento, produce emoción la fuerza de los debates de niños y jóvenes con asesores y talleristas. Son interlocutores válidos que aceptan los desafíos de relacionarse con el lenguaje de las ciencias y con las producciones de los investigadores. Reconocimiento de las diferencias El informe de evaluación destaca el respeto por la diferencia y su rol dentro de las estrategias del programa. La Universidad de los niños es un lugar para cultivar la emoción y la imaginación, donde cada uno se siente valorado como un ser único e igual, en dignidad, a los demás. Los participantes saben que pertenecen al programa porque son nombrados, escuchados, atendidos, reconocidos; perciben que este espacio les ayuda a construirse y les proporciona seguridad, afecto y oportunidades para desplegar su potencial como seres humanos. Lo ponen de presente algunos niños: 38


“Acá no hay diferencia; ni “popular” ni “nerd”, ninguna de las dos”. (GFÑ) “La interacción con personas que no tienen las mismas condiciones socio-culturales que uno tiene, va creando una heterogeneidad que vale la pena no sólo admirar sino también disfrutar. Las historias de las distintas personas, los distintos momentos, las distintas acciones son buena parte de lo que hace el ambiente”. (GFÑ) En el programa se dan experiencias de construcción de convivencia, en el reconocimiento de sí, de lo otro, y de los otros. No se pretende eliminar las diferencias y dificultades, que hacen parte de la vida misma, pero se ofrece un escenario abierto donde aflora la tolerancia y el respeto. “Todos llegaron muy felices con ganas de contarse lo que hicieron durante las vacaciones. María, quien estuvo en un crucero por el Caribe, habló sobre los lugares que conoció, mientras que el resto del grupo imaginaba y hacía comentarios: ‘¡Qué nota!; yo no conozco eso’. Luego habló Felipe, quien había estado en Barbosa con su familia; sus compañeros se alegraban y le decían: ‘Qué rico; yo no he ido’. Edison tomó la palabra y sonriendo dijo: ‘Ah profe, pues yo no me fui de paseo ni nada, pero, ¡me gané un kit escolar! con cartuchera, bolso, cuaderno, colores’. Entre los niños se oía decir: ‘¿Morral también?’; ‘Qué de buenas; yo nunca me he ganado nada’; ‘¡Uy, colores nuevos!’”. (Natalia Gómez Rodríguez, tallerista) La convivencia se entiende como una manera de ser y estar en el mundo y una estrategia para construir orden democrático; se teje colectiva y diariamente con la diferencia, con las aspiraciones, deseos y expectativas de todos. En esos escenarios temporales se aprende a construir lo público, es decir, aquello que permite avanzar hacia la búsqueda del bienestar general y el interés común. De nuevo evocamos las palabras del profesor Adolfo Maya que develan lo que el programa significa en la redistribución de oportunidades:

“Hay una apuesta por una dimensión pública en EAFIT, una universidad privada. Desde ese punto de vista la Universidad de los niños subraya que Colombia es un Estado social de derecho; me parece que esa es una manera de redistribuir las oportunidades”. 39


Transformación de ciudad Marta Lorena y Gabriel resaltan el compromiso del programa con la formación de ciudadanos y la transformación de la ciudad. El programa favorece la construcción de sujetos sociales, políticos y afectivamente resilientes; produce arraigos y pertenencias a espacios y comunidades; da sentido a la diversidad, reconoce la diferencia y permite el intercambio e interacción. Una muestra de esto es la voz de Juliana Villada, ex alumna de la Universidad de los niños, hoy tallerista y estudiante de Comunicación Social: “Cuando yo venía, decía: ‘Qué rico estudiar en esta Universidad’. A veces mis compañeros del colegio se sentían rechazados por lo distinto que era el ambiente. Yo les decía: ‘Aquí todos somos iguales; yo no me siento ni más ni menos que ellos’”. Con los padres conversamos también sobre las transformaciones que el programa alienta: “La educación tradicional no despierta el gran potencial que hay en la población. Nos quedamos tranquilos con el modelo de graduar profesionales, y no estimulamos ciudadanos. La Universidad de los niños es un proyecto transformador porque recibe a los niños en plena etapa de desarrollo. Lo que hace es formar ciudadanos”. (GFP). Un padre rescata la heterogeneidad de procedencias sociales y cualidades en la Universidad de los niños: “Hay niños de todos los colores, sabores, estratos; eso es maravilloso. Esa oportunidad no la tienen en su propio colegio”. (GFP) Otros padres, señalan:

“Es una apuesta de país; una apuesta de institución. Apuesta de país porque está claro que en un país como éste se necesita una mirada diferente a la formación de la población”. (GFP) “Creo que EAFIT tiene la intención expresa de ser abierta al mundo. La idea es traer diferentes públicos a la Universidad. Uno ve en EAFIT desde viejitos, hasta niños; gente de todos 40


los estratos”. (GFP) Y, finalmente, uno se expresó así: “¿Universidad de los niños? ¿Cómo así? ¡Si la universidad es para grandes! Saber que EAFIT abrió este programa nos pareció emocionante. También nos dio alegría saber que no era para unos colegios determinados, sino que era participativo; tanto para la comunidad educativa de EAFIT -hay una presencia importante de hijos de empleados de la Universidad- como para el resto de la comunidad educativa de Medellín”. (GFP) Moverse en la incertidumbre Los evaluadores se preguntan por la manera apropiada de evaluar y medir la eficiencia de un programa tan singular como la Universidad de los niños. El programa Universidad de los niños, decididamente se opone a competencia, dominación, autoridad, jerarquía, lucha, control, propiedad, seguridad, certidumbre, obediencia o poder. En este se evidencian, en cambio, colaboración, aceptación, conservación, ayuda, confianza, acuerdo, belleza, armonía. La compulsiva necesidad de medir que hoy nos agobia, también en el mundo de la educación, no es compatible para determinar la eficacia o la eficiencia de un sistema como la Universidad de los niños. Los efectos que produce no son susceptibles de medirse, ni de predecirse. Como todo sistema complejo adaptativo, se mueve en la incertidumbre, donde la cuantificación ha demostrado su corta vista para acotar aquello que llamamos realidad. Este emprendimiento, no puede olvidarse, está inmerso en la cultura. No se trata entonces de un avance hacia la verdad como meta medible; en su lugar, hablamos de una aproximación cada vez más detallada y refinada a un problema o propósito. Mantener abierta la pregunta sobre las posibilidades y efectos del programa al impactar a niños y jóvenes ayudará a seguir su rastro, a leerlo en las transformaciones de quienes por allí pasan.

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1.5 Equipo de trabajo Marta Lorena y Gabriel Jaime reconocen los aportes que hacen al programa las personas involucradas. La Universidad de los niños es una urdimbre de relaciones. Se trenza con la convicción del Rector de que es necesario construir tejido social desde la Universidad, brindando espacios para la inclusión. Esta certeza encuentra eco y se enlaza con: La inteligencia y la pasión del equipo coordinador, que se vuelve puente, que tiende su palabra, su conocimiento, su planeación rigurosa para moldear lo que acontece al interior. La sabiduría del profesor-investigador lleno de respeto por el asombro de los niños, por sus preguntas sobre lo básico. La audacia y entusiasmo que ponen los talleristas en sus propuestas, conocimientos, intuiciones, experiencias reflexivas. La locuacidad de los jóvenes de comunicaciones, dispuestos a divulgar, informar y acoger. La disposición y puntualidad del personal de logística que ordena y provee para que todo esté preparado. La presencia y la palabra de niños y jóvenes que interrogan las lógicas, las certezas, para descubrir y entender las leyes y los fenómenos, en medio del asombro y la alegría. La participación de los maestros de las instituciones participantes, que ceden por una mañana su rol de enseñantes para dejarse orientar, asombrarse y hacer una lectura de sí mismos pensando su oficio desde otra orilla -a veces con nostalgia, por unas condiciones que no siempre son favorables-. Las voces de los rectores de las instituciones educativas, que reconocen un programa potente que estimula y abre puertas al conocimiento e interroga el lugar de la escuela como institución. La compañía de los padres, maravillados con sus hijos que se hacen ciudadanos del mundo, inquietos, preguntones, receptivos, vivaces para gozar la aventura de construir conocimiento. 42


2. Metodología y personas consultadas El informe de evaluación realizado por Marta Lorena y Gabriel Jaime tiene un enfoque cualitativo de tipo narrativo, en el que se privilegió la percepción de los sujetos. Los verbos acoger, oír, conversar, contar, se hacen realidad en la narración, entendida como una trasmisión de experiencias en la que los acontecimientos se nutren de significaciones y se hacen comprensibles. Una evaluación así concebida va al sujeto, a su palabra, y hace contraparte a los asuntos cuantitativos y de medición de calidad que tanto pesan en los modelos evaluativos actuales. La multiplicidad de voces consideradas por los evaluadores incluye a personas implicadas de manera directa en el programa: niños, jóvenes, talleristas, investigadores, miembros del equipo coordinador, y a personal administrativo de la Universidad. En cada caso, los evaluadores definieron el instrumento de recolección de información que consideraron más pertinente. A continuación se presentan los procedimientos metodológicos utilizados en el desarrollo de esta evaluación -entrevista dialógica, grupos focales, anécdota, observación participante, encuesta, fuentes documentales-, así como algunas precisiones sobre su aplicación y los públicos a los que se dirigieron. Metodología aplicada a los participantes de la evaluación Entrevista dialógica •Juan Luis Mejía Arango, rector Universidad EAFIT •Félix Londoño González, director de Investigación •Ana Cristina Abad Restrepo, coordinadora del programa

Grupos focales •Equipo coordinador de la Universidad de los niños •Rectores y profesores de las instituciones educativas

Encuestas •Padres de familia •Comunidad universitaria: profesores, estudiantes y personal administrativo

•Talleristas •Niños y jóvenes •Padres de familia •Docentes e investigadores de EAFIT 43


Entrevista dialógica El esquema de una entrevista dialógica o conversacional, también llamada entrevista hermenéutica, no responde a una trayectoria lineal ni se circunscribe a la repartición simétrica de funciones entre el entrevistador y el entrevistado. En ella se puede transitar por atajos al igual que en una conversación ordinaria e incluso invertir los roles de los participantes. Es característico de la entrevista dialógica dejar ver historias que se cuentan a pedazos, más cerca de la fragmentación que del acabamiento, con la amenaza latente de la interrupción súbita debida a factores exógenos o a un silencio instalado en medio de los interlocutores. En el desarrollo de las entrevistas no se dispuso en rigor de ningún guion ni cuestionario. Cuanto más, se contó con preguntas claves utilizadas a modo de guía en la conversación. Entre el 17 de septiembre y el 5 de octubre de 2012 se realizaron entrevistas dialógicas a: Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad EAFIT. Félix Londoño González, director de Investigación de la Universidad EAFIT. Ana Cristina Abad Restrepo, coordinadora del programa Universidad de los niños EAFIT. Docentes e investigadores de la Universidad: Juan Diego Jaramillo Fernández, Daniel Velásquez Prieto, Adolfo Maya Salazar, Olga Lucía Garcés Uribe, Mauricio Vélez Upegui, Liliana María López Lopera, Alfonso Cadavid Quintero, Andrés Posada Saldarriaga. Equipo coordinador de la Universidad de los niños: Ana Cristina Abad Restrepo, Pilar Posada Saldarriaga, Ana María Londoño Rivera, José Ignacio Uribe Dorado, María Adelaida Arango Uribe, Luisa Fernanda Muriel Gil, Ana María Jaramillo Escobar, Juan Felipe Araque Jaramillo, Carolina Giraldo Herrera y Carolina Arango Hurtado. Grupos focales En términos metodológicos, el grupo focal o grupo de discusión es un proyecto de conversación o diálogo entre varias personas que permite al evaluador hacer un análisis de los discursos y de las representaciones simbólicas relacionadas con un fenómeno social determinado. Los grupos focales conformados para esta evaluación oscilaron entre 6 y 13 participantes, con una duración de dos horas, bajo la moderación de los dos evaluadores. Se contó, en cada caso, con dos o tres cuestiones que abrían el camino hacia un 44


diálogo amplio y espontáneo, permitiendo identificar aspectos comunes de interés o de controversia, que luego fueron traducidos en categorías de análisis. Se realizaron grupos focales con la siguiente población involucrada en el programa: niños y jóvenes; padres de familia; talleristas; rectores y profesores de instituciones educativas oficiales y no oficiales. Niños, jóvenes y papás: Se partió de un universo de 774 niños y jóvenes que habían permanecido por dos o más años en el programa. De este universo se eligió una muestra de 60 niños y jóvenes (8%) y 30 padres de familia (4%), en la que estuviesen representadas las siguientes variables:  Procedencia: elegidos por el colegio y familiares de empleados EAFIT  Tipo de institución educativa: oficial, no oficial  Género: masculino, femenino  Edades niños y jóvenes: 8 a 17 años  Tiempo de permanencia en el programa: 2 a 7 años  Municipio de procedencia En los grupos focales se contó con una participación efectiva de 19 niños y jóvenes y 12 padres de familia, para un total de 31 participantes, divididos en cinco grupos: tres de niños y jóvenes, y dos de padres de familia. Tuvieron lugar entre el 3 y el 5 de octubre. En las siguientes gráficas se ilustran las características de estos grupos focales: Grupos focales niños Procedencia

Tipo de institución educativa

EAFIT 6 32%

Oficial 4 21% Colegios 13 68%

No oficial 15 79%

Género

Masculino 8 42%

Femenino 11 58%

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Municipio 11

5

Medellín

Envigado

1

1

1

Itagüí

Las Estrella

San Antonio de Prado

Edad 3

3

3

3

3

2

1

1

10

11

12

13

14

15

16

17

Años

Permanencia en el programa

7

5 4

2 1 0 2 46

3

4

Años

5

6

7


Grupos focales padres (según las características de sus hijos): Procedencia

Tipo de institución educativa

EAFIT 6 32%

Género

Oficial 4 21% Colegios 13 68%

Masculino 8 42%

No oficial 15 79%

Femenino 11 58%

Municipio

7

2

2 1

Medellín

Envigado

La Estrella

Bello

Edad 4 3

2

2

1 0 9

10

11

12

Años

0

0

13

14

15

16 47


Permanencia en el programa 5 4 2 1

2

0 3

4

5

Años

0 6

7

Talleristas Se consideró como universo el grupo conformado por los talleristas del año 2012: un total de 34 estudiantes pertenecientes a 9 pregrados de EAFIT. De este universo se seleccionó una muestra de 13 talleristas teniendo en cuenta los siguientes criterios:  Tiempo de permanencia en el programa  Pregrado al que pertenecen  Edades de los niños a su cargo El grupo focal tuvo lugar el 19 de septiembre. En las siguientes gráficas se ilustran las características del grupo seleccionado: Permanencia en el programa 4 años 1 7% 1 año 4 31% 3 años 4 31% 2 años 4 31%

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Edades de los niños a su cargo 4

4 3 2

7-8

9-10

11-12

Aulas vivas 7-13

Años

Pregrado de los talleristas

5 4

1

Ingeniería de Diseño de Producto

Administración de Negocios

Geología

1

1

1

Ingeniería de Procesos

Ingeniería de Producción

Negocios Internacionales

Rectores y profesores de instituciones educativas Para el grupo focal de rectores y profesores se consideró como universo el conjunto de instituciones educativas que participaron en el programa en 2012, en total 39. De este universo se seleccionó una muestra conformada por 11 instituciones (28%), teniendo en cuenta los siguientes criterios:  Tipo de institución educativa: oficial, no oficial  Años de permanencia de la institución educativa en el programa  Municipio donde está la institución  Clasificación de la institución según género: femenino, masculino, mixto

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El grupo focal se realizó el 1 de octubre. En las siguientes gráficas se presentan las características de la muestra que asistió: Tipo de institución educativa

Municipio 8

Oficial 4 21% 2

No oficial 15 79%

1

Medellín

Envigado

Bello

Clasificación de la institución según el género Masculino 1 9% Femenino 4 36%

MIxto 6 55%

Permanencia en el programa

4

3

1 0 1

50

1

1

1

5

6

7

0 2

3

4

Años

8


Anécdota Dentro del enfoque narrativo, la anécdota es un instrumento aplicado a la comprensión de la relación conversacional que todo ser humano mantiene con su mundo: qué historias cuenta, cuándo, a quién y con qué propósito. En la anécdota se encierra la paradoja de pretender explicar algo particular por medio de la referencia a algo general o universal, a la vez que se pone a prueba la validez de verdades o conocimientos fundamentales en la práctica cotidiana. En boca de la mayoría de los entrevistados resonaron anécdotas como una herramienta para describir, de modo reflexivo, su propia experiencia. Observación participante La observación participante es una técnica de observación utilizada en las ciencias sociales, donde el investigador pretende conocer la vida cotidiana de un grupo desde el interior del mismo compartiendo con este su contexto y experiencia. Esta práctica permite afinar los sentidos en el reconocimiento de la diferencia o, mejor, de la singularidad. Es interesante en espacios sociales donde lo normal es puesto entre paréntesis, donde se asume que las cosas funcionan socialmente de manera distinta a lo planteado en los discursos formales de las instituciones. Para esta evaluación se realizó un ejercicio de observación participante el 21 de septiembre de 2012, durante el encuentro ¿Cómo funciona el cerebro?, en dos grupos de niños elegidos de manera aleatoria. Encuestas En este proceso de evaluación se aplicaron dos encuestas; una dirigida a los padres de familia de los niños y jóvenes, y otra, aleatoria, dirigida a diferentes miembros de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes y empleados. Las encuestas fueron enviadas por correo electrónico a 1900 padres de familia de la base de datos del programa, y a 2054 empleados de la Universidad EAFIT, incluyendo docentes y personal administrativo. La encuesta para padres de familia estuvo habilitada entre el 10 de octubre y el 30 de noviembre de 2012 y fue respondida por 221 padres. La encuesta para la comunidad universitaria de EAFIT se desarrolló entre el 10 de octubre y el 29 de noviembre de 2012 con un total de 141 respuestas.

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Fuentes documentales La Universidad de los niños EAFIT cuenta con un amplio archivo documental que fue consultado durante el proceso de evaluación. Publicaciones • Libro: Sin preguntas ¿para qué respuestas?, Universidad EAFIT, 2011 • Revista anual Catalejo (5 ediciones: 2008-2012) • Carta de navegación: Cartilla para Expediciones al conocimiento, 2011 • Cuentos ganadores del concurso La ciencia es todo un cuento, 2012 • Publicaciones en revistas de divulgación de ciencia: Revista Universidad EAFIT, Periodismo Científico, enero-julio 2013 (3 artículos); Innovación y Ciencia, ACAC, N° 3, Volumen XIX (1 artículo) • Agencias de noticias Universidad EAFIT (20) • Artículos y reseñas en medios masivos Publicaciones digitales • Sitio web con 8 páginas principales: www.eafit.edu.co/ninos • Boletines electrónicos: Diario de viaje (6 ediciones) • Multimedia: Rodando por la U • Mini sitio de divulgación de la ciencia: Red de las preguntas • Publicaciones en redes sociales: página de Facebook, canal de Youtube, Twitter, Flickr, Sound Cloud. • Rastreo de sitios web de la Red Europea de Universidades de los Niños, Eucu.net Archivo fotográfico • Encuentros con la pregunta (58 álbumes) • Expediciones al conocimiento (64 álbumes) • Ceremonias de apertura y cierre (30 álbumes) • Eventos culturales (24 álbumes) 52


Archivo audiovisual • Registro de talleres, ceremonias y eventos (120 videos) Productos impresos de obras teatrales • Palabra va, palabra viene • Sócrates, de los sueños de Violeta y las aventuras de Garabato Productos impresos de conciertos didácticos • El ABC de la orquesta • Pedro y el Lobo • De Galileo a Darwin • Embrujados con la orquesta Ponencias nacionales e internacionales • Universidad de los niños EAFIT: una estrategia de comunicación y apropiación del conocimiento científico. En: XIII Reunión de la Red Pop. Mayo 20 al 24 de 2013, Zacatecas, México. • Mentoring Associates: Children’s University of Catalonia (ACUP) & EAFIT Children’s University. En: Global Catalysts: The Potential and Ethics of Learning from Children. Abril 24 al 26 de 2013, Tartu, Estonia. • ¿Haces o no haces? Two Peruvian Case Studies. En: Global Catalysts: The Potential and Ethics of Learning from Children. Abril 24 al 26 de 2013, Tartu, Estonia. • Universidad de los niños EAFIT: una estrategia de apropiación del conocimiento. En: III Simposio de Comunicación de la Ciencia y la Tecnología en América Latina. Enero 7 al 10 de 2013, Santiago, Chile. • Universidad de los niños EAFIT: Una educación basada en preguntas y no en respuestas. En: XIV Congreso General de la Asociación Internacional de Universidades (IAU). La ampliación de la participación estudiantil y el éxito en la educación superior. Noviembre 30 de 2012, San Juan, Puerto Rico. • Universidad de los niños EAFIT. En: XIX Convención Científica Nacional. Septiembre 27 de 2012, Bogotá, Colombia. • Universidad de los niños EAFIT. En: Congreso internacional “Cuidado de 53


la Juventud” organizado por la Federación Antillana de la Juventud (FAJ). Septiembre 20 de 2012, Curazao. • Sin preguntas, ¿para qué respuestas? En: Seminario Taller - La Investigación en la educación escolar y la atención a la diversidad. Agosto 2 de 2012, Medellín, Colombia. Reconocimientos recibidos • Segundo puesto en iniciativas empresariales, CICE Universidad EAFIT, 2008. • Mención especial en la categoría de Divulgación de la ciencia, en el Premio Nacional al Mérito Científico, otorgada por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia, 2012. • Video ganador en el concurso Science of the city, 2012.

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3. Los evaluadores Marta Lorena Salinas Salazar y Gabriel Jaime Murillo Arango definen su posición frente a la evaluación en la educación y los propósitos planteados al evaluar el programa Universidad de los niños EAFIT. ¿Qué entienden ustedes por evaluación? ML y GJ: La evaluación en la educación es entendida como un proceso para observar, describir, analizar y presentar las transformaciones de los sujetos evaluados, sus discursos y sus prácticas. Evaluar el programa Universidad de los niños es revisar otras formas de interactuar con los saberes y prácticas de enseñanza para advertir distintas formas de aprender. Todas las personas consultadas (niños y jóvenes, padres de familia, docentes investigadores, talleristas, maestros y rectores de diversas instituciones educativas, directivos de EAFIT, coordinadores del programa, comunidad universitaria) se asumen diferentes. Por tanto, las subjetividades, transformaciones y logros se hacen visibles a través del registro de las distintas voces. ¿Por qué es necesaria y relevante la evaluación de un programa como este? ML y GJ: La evaluación es una actividad necesaria para comprender las formas de relación que se establecen en un programa de esta naturaleza, así como la influencia que ejerce en la vida de las personas que participan en él. Es un ejercicio de participación que posibilita la comprensión de los fenómenos y permite sistematizar el mejoramiento continuo de los procesos. ¿Cuál es el marco que delimita esta propuesta evaluativa? ML y GJ: En el presente caso de evaluación se busca comprender el impacto que ha tenido el programa en diferentes órdenes- personal, organizacional, social y político-, a fin de identificar su modo de funcionamiento y sus logros para pensar su proyección y su futuro campo de acción. Explorar los desarrollos de un proyecto formativo y social de la naturaleza de la Universidad de los niños EAFIT implica recorrer sus estructuras de manera detallada, establecer relaciones y aislar particularidades para lograr entender su entramado. Cada detalle se enlaza con otro y es preciso establecer el tipo de dependencia que allí se teje, o bien pensar sus distancias.

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La corta historia de este programa, que goza ya de un posicionamiento en el campo de las innovaciones educativas en el ámbito nacional, merece un intento de sistematización que dé cuenta de sus hallazgos, cambios, logros y de su expansión a lo largo de estos años, para identificar las semejanzas y disimilitudes con otras experiencias en el concierto nacional e internacional. Ello se justifica -más que por el indudable carácter precursor del proyecto-, por la necesidad de hacer un balance de las innovaciones y experimentaciones derivadas del ámbito universitario como contribución al mejoramiento de la calidad de la educación básica y media en Colombia. De ahí que resulta pertinente identificar y caracterizar el lugar del programa en el marco de la misión de la Universidad EAFIT y, más aún, en el conjunto de una política pública de Ciencia, Tecnología e Innovación, donde la academia y el sector privado pueden y deben fungir como socios estratégicos del estado colombiano. Además de la pertinencia, se trata de evaluar un programa surgido un poco a contracorriente de los tiempos en marcha, que apuesta de modo inequívoco por el fomento a las humanidades y las artes, en íntimo vínculo con la racionalidad instrumental y las ciencias. Por esto mismo, ha de evaluarse con igual énfasis su aporte en la formación de una ciudadanía crítica y capaz de convivir en paz.

Bibliografía Abad, A. (Ed.) (2011) Sin preguntas, ¿para qué respuestas? Universidad de los niños EAFIT, Medellín. Colasanti, M. (2008) Como si hiciese un caballo. Asolectura, Bogotá. Souto, M. (2004) El dispositivo en el campo pedagógico en grupos y dispositivos de formación. Novedades educativas, Facultad de Filosofía y Letras UBA, Buenos Aires. Maturana, H. (1997) El sentido de lo humano. Dolmén, Santiago de Chile. Salinas, M.L. & Murillo, G. (2013) Universidad de los niños EAFIT: donde todos cuentan - Informe de evaluación 2013- (sin publicar) 56


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www.eafit.edu.co/ninos 60


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