Ciudadanía Intercultural: Aportes desde la Participación Política de los Pueblos Indígenas

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especial los asháninka. En el año de 1842, gobierno de Ramón Castilla, fue establecido el fuerte de San Ramón entre la confluencia de los ríos Tulumayo y Chanchamayo para el control de la Selva Central. Desde allí, las incursiones en territorio indio terminaban en el saqueo y la destrucción de los poblados. Un elemento que lograron extirpar fue la práctica de la herrería que habían aprendido de la época misional. Fue desde 1873, durante el gobierno de Manuel Prado, que, mediante ley, fue impulsada la colonización europea y miles de colonos italianos e ingleses se asentaron en territorio indio. Los asháninka, para su control y posterior esclavización en las colonias, fueron privados del acceso a los cerros de la sal. Luego sobrevino un mal mayor con la explotación del caucho, iniciada por los años 1860, que se proveía de mano de obra de entre los mismos chunchos. El más famoso cauchero de la zona, Carlos Fermín Fitzgerald, encontró que la esclavitud indígena se aseguraba con la entrega de rifles winchister a miembros de la etnia cunibo, que cazaban a miembros de otros pueblos, con lo que pagaban el costo de sus armas, y el mismo método se usaba con las campas u otros pueblos que a su vez cazaban cunibos y otros que eran arreados a las explotaciones gomeras. Fue tal la magnitud del genocidio que se calcula que 40 mil witoto dejaron sus huesos en las barracas gomeras (Varese, 2006: 145-151). Para los primeros decenios del siglo XX, la suerte de los asháninka, como la de los demás pueblos indios, parecía echada para su pronta disolución: el genocidio gomero, la ocupación de sus territorios en manos de grandes latifundistas europeos, donde convivían con peones traídos de la sierra, la apertura de caminos, la fundación de la ciudad de Satipo como núcleo colono. Sin embargo, los asháninka sobrevivieron retirándose lejos de la ribera de los ríos, aislándose en los más recónditos lugares de la selva, acudiendo al comercio como el medio para proveerse de sal y herramientas. Durante el gobierno de Fernando Belaúnde (1963-1968), la construcción de la Carretera Marginal de la Selva, con la idea del acceso fácil a las tierras de la Amazonía para la colonización como alternativa de reforma agraria, promovió nuevamente la invasión de colonos andinos, que dio lugar a una situación bastante difícil para las comunidades nativas. En ese contexto, el año de 1965, la guerrilla del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) incursionó entre Satipo y Pangoa con la columna Túpac Amaru encabezado por Guillermo Lobaton Milla. Asháninka y nomtshiguenga

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