El compost El compost término de origen anglosajón es materia orgánica en descomposición habitualmente elaborada con unos montones que pueden tener formas y dimensiones diversas. Suele catalogarse en tres categorías generales: -
Compost poco descompuesto o fresco.
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Compost descompuesto.
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Compost muy descompuesto o maduro, que también recibe la denominación de mantillo, y que es el resultado de una descomposición de uno o dos años.
El montón de compost puede ser refinado, tiene una técnica depurada y un significado mucho más profundo. El humus está estrechamente relacionado con la materia orgánica. El humus es un material resultante de la descomposición de la materia orgánica combinada del aire, el calor, el agua y los microorganismos. Se obtiene a partir de abonos verdes, estiércoles, pajas, hojas, hierba segada, restos de poda y cosechas bien triturados, algas, plumas, etc., y entre sus principales cualidades destacan las siguientes: •
Contiene prácticamente todos los elementos minerales que existían en los seres orgánicos de los que proviene y se hallan en un estado directamente asimilable por las plantas.
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Mejora la estructura del suelo.
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Regula los intercambios del aire, del agua y el calor entre el suelo, el aire y las plantas.
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Retiene el agua en los suelos ligeros.
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Evita la lixiviación de minerales y nutrientes del suelo.
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Es una de las claves importantes de la fertilidad de la tierra.
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Es uno de los más importantes elementos constituyentes del suelo.
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Juega un papel regulador de PH del suelo.
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Constituye un medio excelente y favorable para la vida del suelo – es frecuente que existan gran número de lombrices en los suelos ricos en humus.
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Permite solubilizar y, a la vez, fijar y retener los nutrientes fertilizantes del suelo. Compostaje en montón y en superficie
La fermentación en montón permite controlar todas las fases del proceso y disponer de una materia orgánica con características especificas para usos concretos: el abonado de fondo se realiza con compost fresco o poco descompuesto, de rápida absorción, sirve para aplicar en la fase productiva del cultivo, y el mantillo se usa para cubrir sembrados, para la preparación de los semilleros y para abonar parcelas donde se va a sembrar plantas sensibles a la materia orgánica fresca.
El mont贸n de compost Un buen compost debe integrar un adecuado equilibrio entre los distintos materiales que lo componen. Existe una proporci贸n 贸ptima para las cantidades de materia, resultando de igual importancia la humedad de los materiales
empleados y la del montón en sí mismo. Materiales con mucha humedad – césped recién cortado o restos de cosechas (lechugas, coles, etc.) Un exceso de materiales secos (paja, hojas secas, etc.), así como la falta de humedad en el compost, impedirá el trabajo de las bacterias y demás microorganismos vitales en el proceso de fermentación y descomposición del mismo. Para su elaboración podemos emplear cualquier materia orgánico: estiércol de distintas procedencias, restos de cosechas, malas hierbas, restos orgánicos de la casa, las siegas de césped, las hojas caídas de los árboles etc.
Elaboración del montón de compost Cuando el huerto es de dimensiones reducidas y el compost se basa principalmente en los restos orgánicos domésticos, algo de estiércol del gallinero y malas hierbas, podemos recurrir a un compost-ero. El compost-ero puede realizarse con maderas, reciclando un viejo bidón, con malla metálica, etc.
Ubicación del montón de compost Lo ideal es un lugar sombreado, resguardado de los vientos dominantes, con acceso a toma de agua para cuando precise riego, que no esté muy lejos de donde se precisa emplear y con espacio suficiente para realizar los trabajos básicos de elaboración, volteado, carga de carretillas o de remolque, etc. Un buen compost no debe oler mal en ninguna fase de su fermentación, por lo que no hay inconveniente en que el montón (o montones) estén cerca de la casa, aunque por si acaso lo ubicaremos a una distancia prudencial.
La fermentación El compost es un producto intermedio entre la materia orgánica fresa (restos de plantas y animales) y el humus. El paso de materia fresca a compost se conoce como fermentación o maduración, distinguiéndose entre compost joven o maduro según su composición. Cualquier material orgánico no contaminado puede servir para fabricar compost, pero debe buscarse que la mezcla tenga una relación carbono/nitrógeno (C/N) entre 25 y 30, esto es 25 a 30 veces más carbono – celulosa – que nitrógeno. Lo esencial es conseguir una mezcla bastante homogénea de los componentes, procurando que el conjunto este aireado y mantenga la humedad de forma regular. Cambien vigilaremos la temperatura del montón, procurando que no supere los 70ºC. Y en caso de sobrecalentamiento habrá que regarlo abundantemente para frenar la fermentación. La falta de humedad impedirá el arranque de la fermentación. En zonas frías quizá sea conveniente aislar térmicamente el montón, en zonas muy calurosas conviene cubrir el montón con ramas, situarlo a la sombra de arboles, semienterrarlo o incluso construirle un cobertizo. El tiempo de fermentación de compost oscila de algunas semanas a varios meses según el método seguido.
El estiércol Cuando estudiamos la fertilidad de las tierras de cultivo observamos la importancia de los excrementos de los animales domésticos, los cuales han cumplido y siguen cumpliendo una función prioritaria en el mantenimiento de la continua fertilidad de los suelos cultivados.
En los ecosistemas naturales, las deyecciones de los animales que comen la hierba, las hojas de los arboles y los frutos, se encargan de acelerar y mejorar la re-introducción de la materia orgánica en el ciclo de la alimentación de las plantas.
Tipos de estiércol Estiércol de vaca: No es tan rico e intenso como el de oveja o cabra, pero quizás es el idela para los suelos húmedos y tierras frías. Gallinaza: El estiércol de gallinas, pollos y otras aves de corral es muy rico en nitrógeno, pero también muy fuerte, lo podemos mezclar con otros estiércoles y restos de cosechas para la elaboración de un excelente compost. Estiércol de conejo: Este estiércol también suele considerarse fuerte para su empleo en fresco como abono orgánico. Debe emplearse muy descompuesto o mezclarse con otros materiales orgánicos para su correcta descomposición y con algo de cal en polvo para compensar su excesiva acidez. Estiércol equino: El estiércol de caballos, mulos y asnos es bueno, aunque se lo considera algo flojo dada la alimentación de estos animales y que suele incorporar abundantes cantidades de la paja seca que les sirve de cama en el establo. Tiene una fermentación muy rápida y fogosa que lo hace ideal para realizar los semilleros de cama caliente, solo o mezclado con otros estiércoles.