Tribuna Popular 185

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Opinión 15

4 al 24 de Febrero de 2011

HÉROES Por: Chela Vargas

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as imágenes que vimos en TV, sobre la calamidad socio-natural que ensombreció la vida de un pueblo excluido de su derecho a la ciudad, nos hicieron sentir en una situación de guerra, en un bombardeo. Las casas se desmoronaban como castillos de arena. La urgencia implicaba olvidar por un momento sus casas, enseres, su historia de vida en el barrio, sus sueños. Se trataba de salvar la vida. Bien lo dijo el presidente: «lo reitero: lo que sufrimos no es consecuencia de una mala jugada que nos ha hecho la naturaleza. Es consecuencia directa de la injusticia que reina sobre la tierra, y que afecta, en especial, a quienes menos han tenido que ver o han provocado esta cadena de calamidades: a los más pobres, a nuestros pueblos», apuntó. Por las rendijas del desastre se asomaron dos visiones de la tragedia, de cómo sentir el sufrimiento. Los sucesores de la jauría de apropiadores, no se asombraron, no se conmovieron. Y, ¿por qué extrañarse?, es la cara que exhibieron cuando ametrallaron al pueblo el 27 de febrero. El dinero y el consumo les han roído todo sentimiento hacia su base comunitaria. La alineación e incluso el narcisismo, se apropiaron de su vida. «Los desastres naturales, son normales, no hay por qué buscar sus causas».

Toda una farsa en la que domina el dinero, el pantallerismo, el egoísmo y la retórica, donde reside la hipocresía neoliberal. Por eso rechazan las medidas de urgencia y acuden a los secuaces del imperio a pedir sanciones. Para tranquilidad nuestra y del futuro, el humanismo socialista está vigente. Junto al presidente Chávez, presente, con su inmensa sensibilidad humana, jóvenes socialistas responsables de las instituciones competentes en el área de riesgos estuvieron allí, sin discursos retóricos, ni pantallerismo, dispuestos a perder la vida para salvar compatriotas y amortiguar el dolor. Miles de vidas salvadas por un trabajo preventivo de microzonificación del riesgo en los barrios caraqueños. Son verdaderos héroes. Su esfuerzo sobrehumano debemos apreciarlo como ejemplo. Ellos, auténticos revolucionarios, sienten y viven los problemas del pueblo. Son el pilar fundamental en la construcción del poder popular y el fortalecimiento de la revolución. La indolencia y la hipocresía responden a las necesidades de un sistema. Son expresión de una red inmensamente compleja de defensa de intereses privados, de acumulación de capital una y otra vez, hasta que sean destruidas por la fuerza del movimiento de los pueblos en rebeldía.

Apuntes sobre el Control Obrero Por Edgar Meléndez

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ebido al momento político general y a la coyuntura laboral concreta se hacen propicias unas aclaratorias sobre un tema que los comunistas consideramos fundamental en este momento en Venezuela: el control obrero de la producción. El control obrero obedece a una propuesta concreta para la materialización en los centros de trabajo del cambio en el modelo de gestión que apunte a la superación de las relaciones de producción capitalistas y la construcción de las nuevas y necesarias relaciones de producción socialistas, cambio que implica la ruptura con la visión tradicional, engendrada por el capitalismo, basada en la división jerárquica del trabajo que en resumidas cuentas “aleja” a los trabajadores y trabajadoras de las decisiones administrativas, políticas y de planificación en el centro de trabajo. Comprender que esta propuesta de organización en los centros de trabajo públicos, privados o mixtos se corresponde con una coyuntura política de liberación nacional en transito a concretar la perspectiva socialista que vivimos en el país es necesario para poder apreciar de manera correcta su definición y poder ejecutar, en correspondencia, su correcta aplicación práctica; por esto es que somos muy insistentes en afirmar que concebir al control obrero como una forma de enfrentamiento o de “superación” de la actividad sindical es un error conceptual o una desviación contrarrevolucionaria que desvirtúa la propuesta. Se apuesta con el control obrero a la construcción tangible de una correlación de fuerzas favorable a la clase trabajadora que además consolide su organización y ayude en la fomentación de su conciencia de clase, eso que hemos llamado la correcta ubicación en la defensa de los verdaderos intereses que nos corresponde defender como clase trabajadora. Ahora, el control obrero es el concepto general que establece el cambio del modelo de gestión en los proceso

productivos propio de la transición revolucionaria hacia el establecimiento del modo de producción socialista, pero este se queda solo en enunciado si no cuenta con un instrumento concreto para su aplicación y desarrollo y ese instrumento son los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras que desde el pasado mes de diciembre tienen figura legal al ser incluidos en la Ley Orgánica del Poder Popular pero que deben estar normados por su propia Ley, la Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras, anteproyecto que el PCV presentó a la Asamblea Nacional desde el año 2.007 y que hasta ahora no ha sido discutido. Especialmente por lo expresado en el párrafo anterior es que los comunistas hemos dicho que en las empresas básicas de Guayana se ha dado un paso gigantesco en el impulso al control obrero con el Plan Guayana Socialista y sus mesas de participación de trabajadores y trabajadoras, pero esto no es suficiente, deben ser estas mesas los embriones de los consejos, que son expresión concreta del poder popular en los centros de producción de bienes y servicios, dicho más fácil, sin los Consejos de Trabajadores y Trabajadoras solo existe un control obrero en gestación; esto no implica que los revolucionarios y revolucionarias seamos consecuentes defensores de la experiencia del Plan Guayana Socialista hoy en día saboteada y amenazada por la derecha abierta y por la que se expresa a lo interno del proceso y un ejemplo claro de ello es lo que sucede actualmente en Alcasa sobre todo con la actuación del presidente de SINTRALCASA. Los Consejos Socialistas de Trabajadores no nacen para enfrentarse a los sindicatos, lo cual no impide cumplir con el deber de denunciar a las dirigencias sindicales alejadas de los planteamientos clasistas y de su consecuente accionar revolucionario. * Secretario Regional del movimiento Obrero y Sindical de Bolívar

Enero de 1958 y sus Historias

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esde hace mucho tiempo he llegado a la conclusión, aun que para muchos discutible, de que la Historia en realidad no existe ni podrá nunca existir, pues en verdad lo que sí podemos tener sobre los acontecimientos son diversas versiones. Lo cual significa que sobre unos mismos hechos pueden tenerse Historias un tanto o bastante diferenciadas, según las visiones o quizás mejor decir los intereses y prejuicios de los historiadores. Por eso tengo el criterio, en relación a lo acontecido aquí en Venezuela aquellos días de comienzos del año 1958, y de los que tanto se habla y se escribe ahora mismo, de que nadie podrá pretender describirlos como Historia, en singular, y por ello es preferible de una vez emplear el plural a este respecto. Lo que me parece más criticable es la intención de excluir de algún modo al que considero yo su principal protagonista, el Partido Comunista, casi ni mencionándolo, para otorgarles a otros participantes ese papel. Asimismo, se escamotea la cuestión básica, de quien cosechó el triunfo de dicha insurrección popular, frustrando de tal modo la posibilidad de que esa insurrección de las masas caraqueñas diera a luz la más genuina revolución, potencialmente, que aquí hemos tenido desde nuestra revolución de independencia nacional frente a la monarquía española, hace ahora justo doscientos años. Por eso es necesario insistir mucho en este aspecto, para que las nuevas generaciones entiendan que una revolución siempre se puede frustrar por las maniobras y tracalerías de sus enemigos, que actúan para defender sus privilegios de clase explotadora, pero también puede frustrarse por sus propios errores y fallas. Conviene recordar que para aquella época en Venezuela, aparte del PCV, fundado en 1931, había sólo tres partidos

políticos, que eran la Acción Democrática, el COPEI y la Unión Republicana Democrática (URD), creados en los años ’40, pero todos cuatro habían sido ilegalizados por la dictadura perezjimenista que habían implantado acá los monopolios petroleros yanqui-británicos con un golpe de Estado, en 1945, contra el gobierno liberal del general Medina Angarita. Pues bien, para fines de 1957 la dictadura de Pérez Jiménez ya lucía gastada, y mal vista por la Iglesia Católica por haber dado asilo al caído dictador argentino Juan Domingo Perón, quien había sido excomulgado por la Iglesia en su país. Además, Pérez Jiménez se había envanecido en extremo, y hacía negocios con italianos en relación a una industria del hierro que los yanquis condenaban. En Washington decidieron reemplazarlo, pero temían que el PCV aprovechara la oportunidad, pues los comunistas nunca abandonaron el país para irse al extranjero, como sí lo habían hecho los jefes de los otros partidos. Por eso hicieron firmar a fines de 1957 a esos jefes el llamado Pacto de Nueva York, excluyendo desde luego a los comunistas, del PCV, que sí estaban dentro de Venezuela. Al mismo tiempo, los yanquis presionaron al dictador para que separara de sus cargos al Ministro del Interior, Vallenilla Lanz, y al jefe de la temida policía política, Pedro Estrada. Pero esa dictadura era como una silla de tres patas, y al quitarle dos de ellas se cayó de inmediato. El gran empujón definitivo se lo dimos nosotros los comunistas, en Caracas, con una huelga iniciada el día 21 de enero de 1958, a las doce del día, la cual puso en fuga al acobardado dictador en unas treinta horas. Otros cobraron el premio… pero esa es otra Historia.

Notas de D uelo Duelo Virg il rgil iliio O Orropeza

La militancia comunista recibió con profundo sentimiento de dolor, la noticia del fallecimiento, el pasado 2 de febrero, del querido y recordado camarada Virgilio Oropeza, quien militaba en el PCV desde los años 40; se destacó en la lucha clasista, en el Sindicato de tintoreros, en el Comité Ejecutivo de la CUTV y en diversos eventos y Congresos de la Federación Sindical Mundial; asumiendo riesgosas tareas en los distintos momentos de dura clandestinidad de su Partido. Desde Tribuna Popular le enviamos a sus familiares y camaradas nuestro reconocimiento y compromiso.

Donato D el Dee V Vel eliis

El pasado 11 de enero, a los 78 años, falleció el padre del camarada Oswaldo Ramos, quien es Miembro del Comité Central y Secretario Político del Comité Regional del PCV en Bolívar. Desde Tribuna Popular le hacemos llegar nuestro abrazo y condolencias.

Jesús R nsel mi Roomero A An elm

El PCV y, de manera especial, Tribuna Popular, lamentamos profundamente el reciente fallecimiento, el 27 de enero, del destacado periodista y luchador por la verdad, Jesús Romero Anselmi, quien se ganó el apreció y el respeto más allá del heterogéneo gremio de la comunicación social. Vayan para sus familiares y amigos las palabras solidarias de las y los comunistas venezolanos.


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