A de... Avellanas

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Dedicatoria: A quienes hicieron de padres, maestros, formadores, modelos, amigos y compañeros, en nuestros años adolescentes mientras estuvimos entre Avellanas y Vic, esperamos, deseamos y pedimos que reciban “…el ciento por uno…”

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La ‘idea’… Es muy sencilla, muy marista: simplemente ‘recordar’ (volver a pasar por el corazón) un periodo de nuestras vidas, 1955-1965, y hacerlo juntos, quienes lo vivimos juntos…

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Autores: Andrés Martínez, Antonio Beltrán, Antonio Ibáñez, Enrique Hurtado, Fernando Tena, Francisco Javier Gallo, Francisco Lledó, Francisco Monterde, Javier Revilla, Josep Cortina, Juan Ferrís, Juan Ribas, Marcos Blanco, Millán Jarque y Ramón Benseny.

*** Se agradece la participación en la confección de estas páginas: Antoni Garrido, Carlos Martín (Secretario Pcial. de Ibérica), David Aranda, Emilio Alastuey, Francisco Javier Gallo, José Mª Ríus (Secretario Pcial. de la Mediterránea), Lorena Boronat (Archivo Maristas Mediterránea), Máximo Alonso, Robert Porta (Archivo Maristas Cataluña), Severiano Bayona y Víctor García.

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La portada.

“A de… Avellanas.” La ‘A’… es señal de inicio, de comienzo, del ‘por donde se empieza’… Nuestra ‘A’ equivale al ‘Alfa’ griega…, que es el principio de todas las cosas… Es ‘A’ de Aroma, de Agradecer, de Alegría, de Alma, de Amistad, de Aprender, de Ayudar,’ de Arte, de… Siempre debe haber una ‘A’, y sin ella las otras letras, no ‘arrancan’ ni saben a quién seguir… La ‘A’… es la que abre y enseña el camino, es el apartado donde se dice lo que hay que hacer primero, lo más importante, donde se comunica lo imprescindible. Para que haya ‘B’, ‘C’ etc… debe existir, y antes que las otras, la ‘A’… …y ã para nosotros, Avellanas fue ‘eso’… nuestra ‘A’… el lugar donde comenzamos juntos nuestra adolescencia, a recorrer la vida…; donde nos dijeron quiénes y cómo eran ‘esos maristas’ que tanto queremos y tanto quisimos; donde, con dificultad y pocos medios, unos Hermanos, nuestros ángeles, nos indicaron el estilo de vida marista, el valor de las pequeñas cosas, la fragancia de las tres violetas, y nos presentaron a Marcelino, el inventor de lo marista, en nuestra época más ‘Padre Champagnat’, que otra cosa… ã para nosotros, Avellanas, es el cofre de muchos de nuestros recuerdos… Y no deja de ser curioso que ahora cuando nos encontramos más cerca del ‘Omega’, del final de nuestro camino, pura ley de vida, echemos esa mirada atrás, llena de ternura, cariñosa complicidad y agradecimiento con la “A de… Avellanas”. Seguro que es porque Dios y la Buena Madre así lo quieren…

(Portada realizada por Stefano Beltrán Bonella Maquetación de Antonio Beltrán Leguey)

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Prólogo. Por Javier Revilla.

Estatua central del claustro de Avellanas. Clásica vista de S. Marcelino Champagnat con unos niños. Fotografía: Antonio Beltrán.

Atrás quedan los años de juventud, vividos en un marco incomparable de hondura, silencio y formación. La primera y principal actuación de nuestros educadores fue, sin duda, la de humanizarnos. Luego vendría la de profundizar en un espíritu marista y de familia. Juntos nos enseñaron a superarnos, juntos estuvimos en los momentos significativos de nuestro crecimiento y juntos, creo, hemos permanecido en espíritu respondiendo diariamente, y durante cincuenta años, a los retos de la vida. Por eso, ahora, humanizados, revivimos juntos la proximidad. Celebramos felizmente el triunfo y consecución de unos objetivos, fruto del esfuerzo, que nos dan la satisfacción de encontrarnos ya realizados a falta de la última etapa, inevitable, pero la mejor. La ________________________________ A de... Avellanas.

mejor porque es la que queda. Es una etapa que realizamos con la mochila llena. A veces parece que podemos vivir sin plantearnos ni responder ciertas situaciones, pero de vez en cuando, determinados acontecimientos de la vida humana, como el aniversario, nos evocan de nuevo el sentido de la vida. A lo largo de ella hemos ido eligiendo y tomando decisiones siempre en busca de mayores niveles de felicidad y nos hemos encontrado nuevamente, felices. ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto! Difícilmente olvidaré aquella época de inviernos heladores y días cortos, oscuros… ¿Cuántas sesiones de juego al futbolín, al ping-pong, a las cartas o partidas de ajedrez? Días de grandes nevadas y sus inevitables e improvisados enfrentamientos a bolazo 6


limpio. Luego vendría la re-presión o las caras serias del Prefecto.

Subida hacia la balsa y el cementerio… una de esas mañanas de invierno en que la reina es la escarcha.

Vivencias en comunidad, intensa comunicación entre nosotros. Nuestras comunicaciones eran de verdad, sinceras, llenas de afecto y espontáneas. Por eso crecimos como una comunidad tremendamente humana.

aire libre. Cada año era igual, pero distinto por su capacidad de sorpresas. Todo nos invitaba a disfrutar de la bonanza, del tiempo, si no había que bajar, de madrugada, a “Las Fuentes” a recoger la garbanzos, duros, bastos, pinchudos que tan bien había cuidado el Hno. Magín en la huerta. La magia de Avellanas no ha perdido ese eterno resurgir de las primaveras, una tras otras pero con otro contenido. Y por eso en este trabajo que tienes ante ti, aparecen muchas aportaciones para retomar los recuerdos de nuestro contacto con la naturaleza, el espíritu marista, el afán diario, la ocupación constante y formativa que quizá algunos habíamos dejado un poco perdidos en el recóndito de la memoria, congelado por el crudo invierno del olvido, que cortó la sintonía de una vivencia… Vista general de la casa, reestructurada, más o menos desde

Nuestros educadores bien supieron hacer que nuestra relación estuviera presidida por el afecto, la sinceridad y en busca de la mejor hermandad. La alegre primavera nos saludaba con su alborada luminosa, los pájaros cantores como la oropéndola, el verderón o el jilguero llenaban con sus trinos el aire limpio y… Vivíamos en plena naturaleza con toda su belleza y a la vez el insaciable deseo de disfrutarla frenado por el deber del estudio y estricto horario. Empezaba el tiempo del paseo, el juego al aire libre: frontón, balonmano, baloncesto, criquet, Los montes que circundan el monasterio reverdecían, el color verde se apoderaba de los colores oscuros del invierno. Días de luz y color. Lección constante que aprendimos para entender ese espacio como un todo indisoluble de arte, naturaleza y vida. Incluso de oración y meditación de la mañana al ________________________________ A de... Avellanas.

la antigua era… actualmente aquella zona la ocupa una cuidada viña…

Vamos todos a recorrer un periplo en el pasado con el gozo del presente lleno de alegría, renacimiento fraterno, con la mochila cargada de contenidos diversos, incluso, tal vez, extraños Vamos a celebrar en este recorrido los mejores momentos que reviven entre nosotros a partir del Aniversario.

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Bieaventuranzas del matutino. Por Javier Revilla.

Bienaventurados todos los que leáis este trabajo y descubráis cuántos nombres de gente conocida y cuántos buenos recuerdos contiene, dad gracias a Dios, porque todavía no tenéis Alzhéimer… Bienaventurados los que os habéis enriquecido por invertir tiempo y crear ilusión con vuestras aportaciones, porque habéis acumulado acciones del Reino… y recibiréis el ciento por uno… Bienaventurados cuando te falten palabras para agradecer lo que te sorprenda de esta experiencia, porque querrá decir que te has quedado sin palabras innecesarias… Bienaventurados los que disfrutes y os alegréis de los recuerdos volcados en estas páginas, porque vuestro corazón se llenará de emociones y nunca dejaréis de ser como niños… Bienaventurados los que no habéis querido participar en esta experiencia, porque habéis hecho lo que vuestro corazón os ha dicho, y vale más quedar bien con Dios que con los compañeros… Bienaventurados cuantos valoráis este trabajo como instrumento de afecto y fraternidad, porque seguís manteniendo siempre abierto el camino de la amistad… Bienaventurados los que después de haber dado lo que sabéis y recordáis, además, agradecéis lo que recuerdan y escriben los ‘otros’, vosotros sois los que estáis más cerca de todos… Bienaventurados los que analizado vuestros propios valores habéis comprendido la finalidad de estas aportaciones, porque generosamente estáis haciendo felices a los demás… Bienaventurados, en fin, los que pertenecéis a este grupo de “matutinos”, porque sois una panda de ‘suertudos’, con vitola de premiados, y es por eso que podéis disfrutar, con conocimiento de causa, del regalo de este fraternal recuerdo. ã ã ã

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Pórtico. Por el H. Enrique Hurtado. .

2 de julio de 2011. Terminada la ceremonia de celebración de las ‘Bodas de Plata’. (De abajo arriba/izda-dcha. Fila 1ª: A. Beltrán, H. M. Jarque, H. J. Cortina. H. I. Martínez, H. G. Farré, J. Ferrís, H. Jaume 2ª Fila: H. J. Cortina, H. Eusebio, H. H. Pujolás, J. Revilla, 3ª Fila: Fco Lledó y su esposa, J. Bermudez, esposa de A. Garrido, H. D. Aranda, A. Martínez, H. I. Indurain, Fdo Tena, 4ª Fila: ¿?, Fdo Carrillo, ¿?, H. M. Alonso, H. A. Giménez, H. J. Longares, H. E. Hurtado, H. E. Alastuey, 5ª Fila: H. A. Ibáñez, H. L. Serra, M. Blanco, J. Ribas, H. Melgosa, J. Bagaría, J. Navarro, Fco Monterde, (Fam. H. R. Benseny) 6ª Fila: H. Alain Delorme, J. Arizu, J. Ribas, H. Ramón Benseny con varios familiares, J. Navarro, y J. Mª Barnechea. (Foto: Antoni Garrido)

Hoy os invito a entrar por los senderos de la evocación. Pasamos el umbral de nuestro diario vivir para mirar desde el retrovisor. Hay escenas que son puro regalo, que generan un cielo nuevo y una tierra nueva. Nosotros fuimos los actores privilegiados de esta entrañable historia que hoy evocamos. Evocar es revivir. Es recordar con la mente y el corazón. Es como entrar en un jardín que hemos ido cuidando con las herramientas que nos dieron cuando éramos adolescentes. Luego, queda la mirada desde la meta lograda. Y vemos esos senderos festoneados de flores, que brotan de aquellas semillas echadas con amor y esperanza. Evocar es palpar aquellas ________________________________ A de... Avellanas.

fotos, color marrón, que nos hacen sonreír y despiertan gratitud y algo de nostalgia. Evocar es pasar este pórtico y proyectar la película de tantos aspectos gratificantes de nuestra vida. Por eso, evocar es estimulante. Es una oportunidad que nos permite palpar realidades vividas hace cincuenta años. Hay recuerdos que tienen raíces muy hondas, pues fueron vivencias que nos marcaron en profundidad. Aquellas experiencias generaron nueva vida, fueron fuerza, y todavía son motivadoras, cuando ahora, en nuestra edad dorada, nos damos el gozo de mirar hacia adelante.

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En aquel lejano ayer, nos dieron razones para amar, razones para vivir, razones para esperar. Experimentamos que, cuando hay un porqué en la vida, no importan los ‘cómo’ que dificultan el camino. Con aquellas motivaciones de nuestro segundo hogar, Avellanes, sacamos fuerza para seguir en la marcha.

Vista de la casa… A la derecha, al fondo, el ala reconstruida. Los ‘servicios’ del patio de los juniores, se ven delante. Foto: Antonio Beltrán

Nuestras personas ávidas, sedientas, se abocaron a aquellas fuentes que saciaban la sed. Aquellos adolescentes de ayer son los hombres de hoy, que regalan agua que sacia la sed del caminante, como lo hace la fuente de la plaza del pueblo. Su chorro es constante, refresca, es gratuito.

mejor de nosotros mismos, a nuestra cima. Lo que puedes llegar a ser y lo que intentas lograr te mantiene en la ruta por donde caminan las personas que sueñan y realizan lo soñado. Educar es hacer de mí mi mejor yo. Educarte es sacar de ti tu mejor tú. Y, te das cuenta de algo maravilloso. ¡Qué bonitas son las almas por dentro! ¡Ha valido la pena el esfuerzo que curte y templa el ánimo! Cuando evoco mi trayectoria de educador, me doy cuenta de algo que hoy me llena de consuelo. Es complejo, pero a la vez es sencillo. Vivir la vocación es siempre gratificante. Si además, amas a los adolecentes, sientes infinita felicidad, porque nada de lo amado se pierde. La imagen que más me fascina es la del alfarero. Estamos ante el bloque de barro maleable que hay que modelar. Y sale el perfil del hombre responsable, cultivado, delicado. Un hombre con valores humanos y con una dimensión de hondura, que es su base espiritual. Van apareciendo actitudes filiales, devoción mariana, buenos cristianos y honrados ciudadanos. Amor a nuestro prójimo que es el rostro de nuestro Dios.

Soy educador. Y ser educador es “esse in fieri”, “ser que se hace”, que se va haciendo. La labor del educador consiste en acompañar, motivar, estimular porque todo hombre acompañado puede llegar a ser la persona que soñamos. El alumno, que los griegos llamaban el “alomenos”, es el que se alimenta, el que recibe, asimila y crece, el que llega a ser, el que accede allí, a ese nuevo lugar donde antes no estaba. Ese nuevo lugar apetecible, más alto, con muchas mejores vistas sobre la vida. Por eso, crecer, comporta lograr una meta conquistada con el propio esfuerzo, mediante la dedicación y la voluntad. Somos voluntad. Eso es “aprehender”: Cuando aprendemos, realizamos la maravillosa proeza de ser un poco más, de ascender una nueva rampa en la cuesta que nos lleva a lo ________________________________ A de… Avellanas.

Antiguo Comedor de novicios, actual sala de estar. La puerta que ve al fondo es por donde se iba a los fregaderos… Foto: Antoni Garrido.

Luego, la vida nos sorprende. Os habéis visto metidos en la responsabilidad de ser padres, de experimentar el gozo de ser abuelos. Os habéis cualificado en tareas profesionales. Y nadie os entregó el libro de instrucciones y de manejo. Pero los - 10 -


principios que alimentan vuestra vida tienen vigencia. Lo que se aprende en la cuna, dura hasta la sepultura. El estilo marista de vida de familia, de amor al trabajo, de vida solidaria, de hacer las cosas con mimo y ser amigos de la tarea bien hecha, son herencia que habéis cultivado.

Le fluían como lección preparada. Los recuerdo con precisión.

He elegido ser educador. Pelear porque niños y adolescentes comprendan que sólo la sensibilidad y un profundo sentido de lo humano nos permiten disfrutar de las verdaderas riquezas del mundo, las únicas que cuentan, las que proceden de la belleza, del bien, de la verdad. Y el educador ve que, de un día para otro, sus discípulos adquieren una identidad más firme. Vuestro verdadero perfil, el que os retrata, se consolida con trazos firmes.

2º. “Límpiense los dientes “así”, (indicaba el gesto de arriba-abajo), después de cada comida”. “Cuiden su higiene personal y tengan buen gusto en el vestir, dentro de una línea de sobriedad”.

1º. “Respondan sonriendo a las llamadas de teléfono. Contesten todas las cartas recibidas. Escriban siempre con amabilidad, pongan el corazón”. “Los otros advertirán vuestra educación”.

3º. “El más difícil: ¡perdonen las zancadillas de los hombres, “et ita mulierum!” (y también de las mujeres). “Perdonen y sonrían”. “Disfrutarán de una paz interior que ayudará a su salud!”.

El libro “El martes, con mi viejo profesor”, me emocionó. Cuando alguien te visita, te comenta, se apoya en tu hombro, entonces brota lo mejor de las vivencias interiores. El diálogo fluye, porque brota de la vida. Los problemas, las dificultades que sobrevienen no son obstáculos, son oportunidades. Y como tales, las aprovechamos. Si una oportunidad llama a tu puerta, ¡abre! Hemos de estar dispuestos a acoger la oportunidad, a darla vida, a embarcar con nuevo rumbo. Nos tornamos fuertes en la medida en que subimos al barco de la vida. El barco puede balancearse, hasta el riesgo. Tal vez no está en tu mano cambiar el viento, pero siempre puedes orientar las velas. Recuerdo a un gran educador, Dr. José Manuel Blecua. Éramos universitarios. En una ocasión nos dijo: “Cuando sean mayores, les daré tres consejos”. Pasaban los años de carrera. Al finalizar cada curso, le preguntábamos por los tres consejos. Sonreía y aplazaba la respuesta. Al finalizar el último curso, le formulamos la pregunta. Sonriente nos dio los tres consejos. ________________________________ A de… Avellanas.

Sala que fue primero comedor de la Comunidad, y después de Escolásticos… (el de los arcos y columnas.) El H. Inocencio Martínez, pisando el suelo acristalado, explica cómo ha sido la reestructuración y lo que se ha descubierto debajo de las bases de las columnas… Foto Antoni Garrido.

Lo más notorio es que, cincuenta años más tarde, lo recordamos con simpatía, lo hemos practicado y siempre valoramos aquella humanidad suya, llena de deli- 11 -


cadezas, que sumaba a una gran competencia. Un sinnúmero de universitarios se sumaban a nuestras clases, venidos de otras facultades. Cada una de sus clases era un valioso regalo. “El buen paño en el arca se vende”, como bien reza nuestro refranero. Pienso que experiencias como ésta son patrimonio de cada persona. Hemos recibido semillas que ahora fructifican y dan frutos de madurez, amasados en la artesa de la vida, donde fermentan y son alimento de pan candeal. Creo que, también, en la trayectoria de nuestras vidas han influido personas que han dejado “poso”. Y, como el vino añejo, en el ‘reposo’ y en la quietud de la bodega, gana en sabor y en calidad.

…Lo dijo el P. Champagnat... Foto: Josep Cortina.

Cayó en mis manos un precioso libro, “El arte de bendecir” de Pierre Prandervand, de la editorial Sal Terrae. Todo el libro es un tesoro de gran valor. Os brindo una página que me ha ayudado a mirarme con bondad, hasta con ternura. A todos los lectores nos invita a echar monte abajo la carga de las cuatro erres, que tienen nombres concretos: rencor, resentimiento, remordimiento, resquemor. Comenta el autor que un participante en sus talleres de sanación interior, realizó tres veces la prueba de cargar en su saco cuatro piedras reales, que eran las cuatro erres, que le tiranizaban. Monte arriba, el ejercicio consistía en pensar en esos antivalores y, de uno en uno, ir arrojando esa pesada carga, que dificultaba la subida y que es fatiga inútil. ________________________________ A de… Avellanas.

¡Deja tu rencor! ¡Échalo! ¡Suelta el pesado fardo! ¡Libérate del resentimiento y echa la piedra que ruede y se pierda! Lo mismo, ¡tira lejos la piedra del remordimiento! No ayuda el andar aplastados bajo esa losa. ¡Libérate de todo resquemor! Y, el participante en el curso, guardó sus cuatro piedras durante tres años... Del mismo autor tengo una página muy bella, que da título a su libro: “El arte de bendecir”. Al bendecir repintamos el mundo de esperanza. Bendecir es una de las formas que toma el amor. Bendecir es una actitud gozosa del corazón. Bendecimos porque hay una inmensa alegría en el bendecir. El que bendice descubre la bondad y belleza que hay en cada persona. Nuestras bendiciones crean energía positiva. Al bendecir doy lo mejor que hay dentro de mí. No te olvides de bendecir a la persona maravillosa que eres tú. Empieza a bendecirte por tu vida, por tu salud, por tu bondad, por tu capacidad de perdonar, y amar sin condiciones. Bendícete en todos los terrenos en los que quieres progresar. Llena el día de pequeños detalles de bendición. Conviértete tú mismo en bendición. Me gustaría acabar como finalizaba una entrevista que me brindaron cuando celebraba mis cincuenta años de consagración. Se me propuso esta pregunta: ¿Qué es una sonrisa?, ¿Qué es tu sonrisa, Enrique? “Sonreír es un regalo y un don que se conquista. Creo que fue un regalo de mi cuna. Con los años, uno se convence de que es mejor sonreír que fruncir el ceño. Se logran más cosas con el buen humor, la palabra amable, la espera, la paciencia, la comprensión, el perdón”. Ayuda a sonreír el orar con el nombre propio de las personas que pueden ahogar una sonrisa, porque la sonrisa es el fruto de la paz. El hombre pacificado sonríe incluso en la adversidad. Mi sonrisa es el regalo que hago a mis amigos, en todos los encuentros y en cada despedida. La sonrisa me conquista muchos amigos. - 12 -


Cuando ahorras una sonrisa, pierdes la respuesta de otra sonrisa. Me gusta cultivar la capacidad de acogida, la sonrisa y la paz. Cuando doy la paz en la Eucaristía, me sale espontáneo: “¡Un montón de paz!”. Sonrisa y paz crecen juntas. Un alumno que estaba a mi lado, cuando le dediqué ¡”Un montón de paz!”, me dijo espontáneo: “¡Otro!”.

Siguiendo el sendero del ‘antiguo’ Pino grande, hacia las rocas de Felipe II, se llega a la cueva del Godo (por rebautizar que no quede).

En mi colegio Montserrat de Lérida, los alumnos de bachillerato me pusieron el bonito apelativo de “el hermano sonrisa”. En ocasiones, me ha ayudado a relativizar, a quitar hierro y a sembrar bendiciones y sonrisas. Puede ser que la vida nos traiga contratiempos, nos sorprenda con algún golpe. Ya se sabe, el clavo que sobresale, seguro que recibirá martillazo.

Hay bancos a disposición y hasta una Bíblia..... y se respetan.

En la actualidad y después de haberla adecentado, se utiliza como lugar de oración en soledad, de reflexión… allí se está como en un desierto…

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El pino grande... Texto y foto: H. Josep Cortina.

Todos estamos implicados en la campaña de la sonrisa, como regalo, porque Dios es Amor y sonríe a sus hijos. “¡Sonríe, Dios te ama!” “¡Bendice, hasta ser tú mismo bendición!”. Y, seguimos despiertos. Dios nos regala cada mañana una nueva aurora en nuestra ventana. Si deseas que tus sueños sean realidad, ¡Despierta! Engancha tu ideal a una Estrella. ¡Qué mejor Estrella que la Madre Bondadosa que bendice a todos los amigos de vuestra tanda, la Stella Matutina…!

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El famoso y ‘de toda la vida’ Pino grande ya no existe, estaba entre dos vertientes y recibía poco agua…

La cueva del Godo... Texto y foto: H. Josep Cortina.

Pero el de ahora está a la entrada, al fondo de la viña, cerca de los frontones. Recibe el agua de la ladera. Su perímetro es de 3 m. (medido durante este mismo mes de agosto).

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Cóctel de presentación Por Javier Revilla

1961. Fotografía oficial de la Casa. Interesantísima imagen del Monasterio… en ella se aprecian los magníficos ‘arcos’, a la derecha, que pertenecían a los dormitorios de juniores, y residencia del Capellán… el campanario en construcción y la subida al patio de novicios…

A temprana edad, en la mayoría de los casos, cambió la vida para tantos jóvenes, casi niños. Comienza para algunos el curso de Ingreso y otros en algún curso de Bachillerato de la época. Latín, Matemáticas, Historia, Lengua… además de los “empleos”: realizar los trabajos propios de limpieza, pelar patatas, jardinería o los que se “iban con la música a otra parte” - El estudio diario, la disciplina algo rígida, el estilo marista y la tutela del “veterano”. - En Semana Santa, aquí algo tendrá que decir Francisco Monterde, por ejemplo. Judas Mercator pésimus, - No te digo el turiferario: solo había uno, el único: Isaac Indurain. - En Navidad el belén, las comedias. La temporada empezaba para la fiesta de la Inmaculada, justo cuando comenzaba la recolección de la aceituna. ¡Qué frío! Y las olivas cargaditas de escarcha… ¡qué ________________________________ A de... Avellanas.

gracia! Borrasas por aquí y por allá. Buena vara y a zarandear las ramas. Algunos subidos en las escaleras convergentes por arriba y con tres puntos de apoyo. Luego a recoger las que habían caído fuera de las borrasas. Como decía antes. ¡Qué comedias! Y los artistas unos fuera de serie. Lo mejor el vestuario: una auténtica demostración de como cualquier trapo podría convertirse en capa o túnica. El público, una delicia, totalmente entregado y aplaudiendo todo. Nos enseñaron a contentarnos con poco y vivimos muchos momentos felices. La ropa, una vez que se te quedaba pequeña, te la renovaban a medida de lo que quedaba en el ropero. El H. Claudio sabía encontrar la adecuada a cada uno. ¡Es lo que hay, muchacho! - 14 -


Nosotros llevábamos nuestra vida diaria con los formadores, pero había una comunidad de hermanos: “La comunidad”. Hermanos muy sencillos, cordiales, atentos y comprensivos, hombres buenos que faenaban a lo largo del día. Eran personas que se dedicaban a labores manuales: el sastre, y encargado también de la lavandería, el H. Alfred; el carpintero, el H. Tomás; el zapatero y más tarde chofer del H. Provincial, el H. Prisciliano, ¡qué jotas nos cantaba mientras se acompañaba de los consabidos martillazos!

- ¡Pero hombre para esto no se me llama ahora. ¿Sabes el susto que me has dado creyendo que era algo urgente? ¡Esto se pide por la tarde antes de cenar! - Uste perdone. Pero… - ¡Pero hombre! ¡Hacerme esto a mí! Toma hijo y que lo disfrutes. ¡Anda! Contemplando el paisaje desde la clase o desde el patio que se asomaba a un muro alto como una muralla, se disfrutaba de una extensa panorámica, que abarcaba a la izquierda el “cerro de la Virgen”, con una montaña de fondo llena de carrasca y pinos. Donde el H. Fridolino aserraba cuantas ramitas creían estorbar al normal crecimiento de los árboles. Debajo del muro una sucesión de construcciones que eran la vivienda de los colonos, los obreros de la construcción o canteros de la iglesia; la cochinera, la vaquería y otras dependencias para almacenaje de maquinaria agrícola.

Una mirada desde los frontones…, a la izquierda el sauce llorón, tapando el ‘azofaifo’… Foto: Internet.

El hortelano H. Magín, detrás de su carretilla llena de verduras y otros frutos del campo; el que cuidaba del gallinero, H. Leoncio, algo asmático, siempre jadeante, pero amable y atento; el H. enfermero que luego llegaría a ser el H. Miguel Más; el H. Ramón Nonato que dirigía la construcción de la iglesia y comía siempre aparte acompañando al padre capellán D. José y que solía ser servido por algún camarero “de confianza”. Algunos ya ancianos: el director el H. Lorenzo, Llorens, que intentaba acudir a todo, controlar todo y proporcionarte algunas de las necesidades de subsistencia. Aún recuerdo cómo, sudando, agotado por la carrera, la sotana llena de polvo, rojo como un tomate había subido, llamado por el toque de campana, desde la granja. Un asustado y tembloroso junior le esperaba para que le diese un tazón nuevo que sustituyese al que se la había roto. ¡Qué lamentación, qué aspaviento, que contrariedad! ________________________________ A de... Avellanas.

Foto: H. Josep Cortina.

Siguiendo el camino de la antedicha muralla y girando 90º llegamos a la granja de gallinas donde el H. Leoncio dedicaba sus horas en el acondicionamiento y explotación del gallinero: fuente de carne, huevos y comercialización de los mismos.

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Un poco más adelante estaba el aprisco o tenada del rebaño de ovejas donde giraba el curso del camino hacia la izquierda para llevarnos al sombrío, fresco y resguardado lugar llamado “Las fuentes”. Un lugar que invitaba al reposo, juego de cartas o del “criquet”. Oropéndolas, jilgueros, verderones, cardelinas e incluso pollas de agua en un estanque verdoso, al que las algas le habían dado su color, y que servía para el riego de la huerta que con tanto primor y celo cuidaba el H. Magín, con la sotana protegida por amplio delantal. Fuera de este entorno de jardín paradisíaco se extendían los viñedos y almendros. Campo de trabajo en el que nos avezábamos los estudiantes en la temporada de recolección de sus frutos, previamente aleccionados por el hermano Ramón Nonato. ¡Qué crisol de formación humana! No recuerdo que nadie tuviera ninguna indigestión por comer furtivamente uvas y almendras a pesar de las advertencias del Hermano Ramón, del peligro que tenían tales frutos por los posibles residuos del tratamiento químico de los campos. Como encontráramos una cepa buena…. - ¡Qué moscatel tan rico! - Oye ven aquí, esta está estupenda, se oía la voz de alguno. - Espera que está cerca el hermano, contestaba el otro. - Échate al suelo, yo te aviso. - ¡Chico déjame algo!, te decía el que se acercaba de otra fila cercana. - Vale que nos queda mucha fila, todavía… Nuestros formadores nos iban iniciando en la historia del Instituto. Vida del Beato, biografías de los primeros hermanos, de cómo habían convivido con Marcelino y con Francisco; su humildad, sencillez, amor al Virgen. Mártires de la guerra: H. Bernardo…. ¡Cuántas historias que iban adquiriendo el matiz de míticos! Los hermanos encargados de la formación: ________________________________ A de... Avellanas.

El H. prefecto, (había dos: uno para los pequeños y otro para los mayores), encargado de la disciplina, vigilaba por los pasillos el estudio, que en cada clase era presidido por algún compañero encargado de ir apuntando: “Fulano se ha dormido”, “Mengano ha ido al retrete”, “Zutano pierde tiempo”, “Propano ha faltado al silencio”… ¡Qué cargo de conciencia! Por otra parte, desde la tarima en la que comía el profesorado, el prefecto nos iba dando las indicaciones oportunas para no “pasarnos” en elevar el tono de voz, cuando no había lecturas durante las comidas. Vigilaba u organizada los juegos en los patios: “La bandera”, “Las banderas” u otros de libre elección; el frontón, balonmano, baloncesto, fútbol e incluso balón volea.

1956. Cabalgata de Reyes. En primera fila, H. Antonio Ibáñez y Juan Ferrís, a la derecha, R. Monterde. Foto: H. Antonio Ibáñez

También nos llevaba largos paseos hasta el manantial, a la vera de la carretera, a la cantera, al monte de la cruz, al cerro, a Avellanes (cansancio, sudor y polvo…), a la Virgen del Aguilar, a Cuatro vientos a jugar al deporte rey; ved la fotos de Saint Paul estirándose en una espectacular parada, consecuencia del “zapatazo” de Francisco Gisbert, por ejemplo. Este era de la selección, ¡casi ná! ¡Cuánto trabajo nos costó hacer aquellos dos campos de futbol! Sobre todo nivelarlos. Menos mal que el pariente de un hermano (creo que se llamaba Goñi) trajo el tractor para aliviar y acelerar semejante trabajo. Algo parecido con el “estadio Cristo Rey” ¡Qué barrenos tirábamos para hacer el “corner” del campo! Al volver no podíamos beber agua, - 16 -


ni ducharnos (Cuando había día de ducha, a mi nunca me llegó el agua caliente). Era la norma de mortificación lógica. Esto, es verdad, nos hizo fuertes, duros y capaces de poder aguantar crisis posteriores. ¿O no? Pero aquellos formadores nos dieron todo lo que podían, sabían y con escasos medios.

Las comidas… las penurias que pasábamos en aquellos tiempos de carencia y tantas bocas que llenar... Vaya desayunos confeccionando el engrudo que debía hacernos resistir hasta el mediodía: Arroz, pan cortado en cooperativa por todos los componentes de la mesa y luego aderezado con “limaduras” de chocolate o virutas de queso amarillo y algún minúsculo anélido.

Actual entrada a ‘Cuatro vientos’. Foto: H. Josep Cortina. Haciendo ‘senderismo’… de la época. Se distinguen bien: Closas, Martínez, Farré, Millán, Barnechea, Serrano, Cortés, Indurain, Rubio, Crespo, Gisbert, Tena, Marcos y, arriba, con boina, Moisés Puente… Foto: Marcos Blanco.

Bueno sin olvidar el recurso de los puntos de los que se repartían por buen comportamiento o cosas así y que se podían canjear, como las indulgencias, para redimirse de algún castigo. Aún así alguno tenía que tomar la sopa de pie en el comedor por faltar al silencio o cosa parecida. ¡Qué pecados Dios mío! En definitiva por “malos”, hacer el pillín y ser sorprendidos por los sesudos vigilantes, ya está.

¿Y al mediodía?: ¡No digo nada el día que teníamos tortilla! Todos los encargados de recogerlo por el ventanuco, corriendo a por la más grande. No era así el día que nos tocaba la carne “cuta” ¡Eso qué é!, decía uno con deje andaluz venido de Algemesí. Aún recuerdo las voces desde la cocina del “chef”: ¡Ramonet! ¡¡Les trunfes!! Los retiros. Comenzaban con el “Veni Creator” ¡Bua! Se me ponía la carne de gallina. No se podía hablar, absoluto silencio, mirada baja, concentración en las reflexiones que a chaparrón nos inundaba en el alma. Era una inyección de religiosidad para nuestra edad de adolescente.

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Al principio… Por Javier Revilla.

2010. Vista de las clases y patio de los juniores. Foto: Antonio Beltrán.

Había llegado la hora. La despedida se hacía complicada, como una aventura sin saber qué se avecinaba, pero que te daba una cierta seguridad basada en la confianza. De ahí que la separación sonase a una cierta tristeza, un hasta pronto sin medida de tiempo, que no tenía fecha de caducidad. Pero que prometía una nueva experiencia llena de futuro conquistador. En casa los padres me habían requerido para la preparación de la maleta, para que supiera dónde estaba cada prenda, mudas, artículos de aseo, zapatos, jerseys, sábanas, betún, la libreta con las direcciones, la lista de las cosas que llevaba y la advertencia de que de ahora en adelan________________________________ A de... Avellanas.

te no iban a estar pendientes de mí cada mañana. No faltaba nada y se había hecho un esfuerzo para llevar un equipaje digno. Cuidadosamente fuimos metiendo todo aquello, con la duda de si todo cabría dentro de aquella pequeña maleta. Mientras no cesaban las recomendaciones y consejos a tener en cuenta para no vestir estrafalariamente, ser educado y portarse bien. Después de un largo e interminable tiempo de consejos, explicaciones y orientaciones, dejamos la maleta en perfectas condiciones.

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Quedaban las últimas despedidas y mi cabeza estaba hecha un tremendo lío. El nerviosismo se adueñaba a ratos de mi estado de ánimo. Había momentos en que dudaba de si había hecho bien en decir sí al H. Andrés Fábregas, el “reclutador”. Para animarme a mí mismo recurría al tópico de las expresiones de los héroes cuyas vidas nos habían contado tantas veces en el colegio, o habíamos leído en el famoso “Libro de España” (Editorial Luís Vives S.A.). A mitad de mañana, y bien acompañado, nos dirigimos al autobús que nos llevaría hasta Lérida. El primer trago había pasado. Por la ventanilla del autobús miraba atento la desolada tierra de los Monegros. Los paisajes se sucedían uno tras otro. Unos se alejaban y otros se acercaban: unos campos segados, otros baldíos, allá rastrojos y en un santiamén, llegábamos a Fraga, rodeada por todas partes de terrenos llenos de frutales, huertas y trasiego de maquinaria agrícola. Hacia la ribera del Ebro, todavía lucían brillantes amapolas rojas.

Más nombres nuevos, de los que acababan de llegar, y nos encontramos formando un grupo de muchachos desconocidos. Después de comer, y ya en el autobús, el primero que vi era gordito, con un deje muy gracioso, parecido al andaluz y, luego supe que era natural de Algemesí. Antes de cualquier saludo y acabado de subir las escalinatas del autobús, se sonó sonoramente las narices, miró extrañado su pañuelo y espetó: - ¡¡Josú! ¡Hay má polvo que moco! Tuvimos que esperar para echarle agua al radiador. La mayoría aprovecharon el momento para bajar y hacer el último pis. Acomodados de nuevo en los asientos, con más ánimo y mejor sintonía entre el grupo, todo parecía aliviar el novedoso y singular viaje. Nada más empezar la marcha hacia Avellanas, notando el esfuerzo y balanceo del vehículo uno dijo gritando al conductor: ¡Esa rueda va pocha!

Al mismo tiempo se oían sin cesar diálogos y comentarios, de los compañeros de viaje, a los que ni les prestaba atención. Estaba sumido en un mundo de pensamientos totalmente novedoso para mí. Mi imaginación estaba funcionando a toda máquina y a revoluciones de vértigo. Por fin llegamos al colegio marista, Montserrat. Haríamos el descanso para comer y nos reuniríamos con otros que venían de otras partes, como Valencia y Alicante. Era un día de septiembre, luminoso, casi caluroso. Mientras los organizadores del viaje seguían haciendo un repaso de cada uno de nosotros. Pasaban lista, preguntaban, animaban y aconsejaban.

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Inconfundible ‘Virgen del Cerro’. En la práctica se veía desde casi todas partes… ¡no había excusas!... Foto: Antoni Garrido.

Era otro de los que llevaban la voz cantante y que, en cierta manera, nos estuvo entreteniendo en la última etapa del periplo. A poca distancia distinguía un monte de encinas, otro de carrascas, más allá uno de pinos que destacaban por su altura y color. - 19 -


La carrera subía sin cesar en una horrible serie de curvas. Tras una de ellas, la última, y como una aparición, nos deslumbra un panorama de verdor y diversas elevaciones de terreno entre las que destacaba un pequeño cerro con un monumento.

lera coronada por una cúpula y cuya linterna iluminaba el amplio espacio.

De frente, una iglesia sin terminar y conjunto de edificios de piedra sobre un altozano. Una gran voz dijo: - ¡Ya estamos, muchachos! ¡Es ese caserón, como un castillo, nuestro destino!

Mientras escuchaba las explicaciones que nos daba un hermano, observaba con detenimiento los muros del dormitorio y el viento que golpeaba alguno de los ventanucos no lograba acallar fantasmales toques de trompeta y galope de espíritus de los antiguos moradores. A un lado, en un pasillo, un lavabo corrido a modo de abrevadero y una hilera de grifos. Más allá unos baños cutres, que me recordaban las letrinas de las películas del oeste o de las estaciones. Fue reverenciado santuario de monjes, donde meditaban y rezaban, pero, de momento, no era un paraíso, ni lugar lujuriante y acogedor.

Avellanas era algo más que un ‘Convento’ o un Monasterio… era ‘nuestra casa’… Foto: Antoni Garrido.

El autobús giró 90º y, con marcha lenta, se adentró entre árboles y cipreses que flanqueaban el camino que nos llevaría a la fachada principal. Unos arcos que formaban el porche de entrada estaban adornados por unas parras que ascendían hasta los ventanales del piso superior. A la derecha nos deslumbraba una mole de edificio en piedra, un templo, quedaba detrás de un cobertizo donde varios artesanos del cincel y escoplo, trabajaban, con esmero, la piedra que luego servirá para terminar de levantar el templo. A nuestras espaldas una hilera, creo, de azufaifos que terminaba en una fuente monumental. A su lado arranca, con sorpresa, una avenida sombreada por membrilleros. Nos adentraron en el edificio por un pasillo amplio para dirigirnos a un hermoso claustro románico. Auténtica rapsodia de esbeltas columnas y arcos. Dejamos el claustro y subimos por una señorial esca________________________________ A de... Avellanas.

Nos subieron al dormitorio. ¡Buah! ¡Qué nave tan enorme, sostenida por arcos que iban de un lado a otro de la estancia!

Estaba claro que los meses anteriores habían sido conjeturas y ahora venía una realidad nueva, inesperada pero con la compañía que se adivinaba, aceptable.

Patio de entrada. Tras los arcos superiores se encontraban las duchas de los juniores… (lugar de escalofríos cuando se terminaba el agua del termo…) Foto: H. Fco Javier Gallo.

El inquietante estado de ánimo se quiebra en un inesperado: ¡Fuera miedos, hombre!, así me dijo el que se me acercó diciendo que iba a acompañarme durante un tiempo para enseñarme qué hacer, cómo actuar, dónde ir, y, en definitiva, la vida diaria con sus reglas y reglamentos. - 20 -


Me quedé mirando a mi “guardaespaldas” y lo acepté por imperativo “estatutario”. Se trataba de la tutela del “veterano”. Acababa de aceptarlo y comprobé muy interesado cómo se comunicaba con otro por medio de gestos muy definidos: subir y bajar la mano abierta sobre el pecho, significaba: ¡cuidado, está el hermano!; el dedo índice golpeando suavemente sobre la mano era como un punto bueno; si era en la palma de la mano, un punto malo. Bueno, bueno, esto prometía ser algo interesante: un dialecto gestual. Habría que aprenderlo pronto. ¿Era cuestión de supervivencia? Ciertamente era brusco, vertiginoso, el cambio experimentado en un día. El grupo de muchachos que estábamos era grande, divididos entre “pequeños” y “mayores”. A mí me tocó con los mayores. ¡Casi ná!

Año 1958/59. Grupo Regina Martyrum, de paseo de ‘émulos’… Desde abajo arriba izda/dcha: (se distinguen) Joaquín Clotet, J. Mª Martínez, Luciano Pérez, Roca, José Granja, Joan Bermúdez, Félix Martín, Antoni Garrido, J. Vte Girbés, Fdo Carrillo, Juan J. Arizu, Julio Longares, y M. Ángel Masip. Foto: Internet.

Luego vinieron las presentaciones: el director Hno. Víctor Isidro, el prefecto de mayores, el Hno. Filiberto; el de pequeños, el Hno, Caudio. El profesor de 1º: Hno. Fernando Aguilá, el de 2º Hno. Enrique, el de 3º Hno. Victorico y el de 4º el Hno. Daniel Plana. Muy deprisa pasó aquel día y a las diez ya estábamos acostados, mientras el hermano Claudio daba vueltas por el dormitorio. Así seguiría haciéndolo durante muchos años. ________________________________ A de... Avellanas.

A la mañana siguiente nos despertaron con una frase o grito raro: - ¡Laura…no sé que... mistus! que solo supieron contestar los veteranos, como un grito de guerra y con otra frase más rara: - ¡Y María…. Matan ellos también! Se levantaron todos como para ir a la batalla. Me decía para mis adentros: “¡Calma!, todos hemos tenido días en que no nos sale nada a derechas, días en que nos sentimos irritables, deprimidos, incapaces de concentrarnos, inexplicablemente agotados o vagamente enfermos. Esto debe ser para impresionarnos y lo tienen ensayado.” Miré a mi “guardaespaldas”, por si acaso, y me pareció que no le dio importancia, de ahí que me calmara. A una velocidad endiablada: unos corriendo a los retretes, otros con la toalla ceñida a la cintura a los lavabos, me recordaban a los rebaños de ovejas cuando se ponían a beber en los abrevaderos. Podían haber dicho: ¡Zafarrancho de combate! Y lo habría entendido mejor. Después de asearnos y hasta el desayuno no supe que ocurrió, susto, novedad, sueño, no sé. Pero del desayuno, que durante muchos años se iba a repetir, ¡vaya sorpresa! Aprendí a hacer el engrudo, preparado en grandes soperas de aluminio y amasado con el cazo: arroz hervido, condimentado con limaduras de queso y/o chocolate, la especie más popular y símbolo del desayuno. El principio del ahorro, pero suficiente, predominaba en la cocina y en el suministro cotidiano para tanta gente. Al ruido de un timbre todos se levantaron como si les hubieran dado un susto. El desayuno había terminado. ¡Vaya manera de terminar un desayuno! A recoger las mesas y dejarlas limpias, los demás utensilios a un lugar llamado fregadero: agua en unas pozas, humedad por el suelo, olor penetrante a podrido, tres parejas afanadas en limpiar, enjuagar y colocar la vajilla como si fuera una competición. - 21 -


Salimos al patio y lo primero que hice fue ir a las letrinas, como alimaña acosada. Salí y me incorporé a los corros en los que los veteranos explicaban cosas. Luego, como nos hicieron esperar un poco, estuvimos jugando con dos mansos perros de caza: Canelo y Guiso. Compañeros de algunos hermanos que con canana y escopeta hacían incursiones por el monte para cazar conejos. Un silbato seco nos reunió para darnos unas orientaciones más. El período de adaptación tuvo que ser rápido, ya que enseguida nos empezaron a repartir por clases y en ellas los libros de texto para el nuevo curso escolar. Nos repartieron los libros, los forramos, pusimos sobre el forro el título, algunos en etiqueta, y todo a gusto del artista que encerraba cada cual, el nombre y el número que cada uno tenía asignado y que figuraba en todos sus enseres. Así que el número 10 para siempre. Este fue el comienzo de mil aventuras más o menos acordes con la historia. Entonces me vino el otro modo de pensar: “Por otra parte, todos hemos disfrutado también de esos días maravillosos en que todo nos resulta fácil y nos sentimos plenos de vigor y dinamismo, dichosos y capaces de dar nuestro máximo rendimiento intelectual”.

ticamente es un trayecto en forma de V) nos encontramos con el conocido Monte de la Cruz.

Es el punto más alto de la finca. Los últimos años, con motivo de las Pascuas juveniles, se ha potencia bastante. En el totem de piedra hay un libro para poder escribir... y desde finales de los ‘90 está instalado un sismógrafo de la Generalitat de Catalunya. Actualmente, su lectura es automática pero, cuando era manual, suponía unos 18 minutos de tomar sus datos transmitirlos. Sé de lo que hablo porque estuve encargado todo un año siendo profesor del Juniorado.

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Monte de la Cruz Texto y fotos: H. Josep Cortina.

En el pequeño dolmen, construido con piedras del lugar, hay un escrito que reza así:

A continuación del pozo del hielo, desciendo primero hasta el valle de les Estisores y ascendiendo después hasta la cima (prác________________________________ A de... Avellanas.

"Muy alta está la cumbre la cruz muy alta. Para llegar al cielo ¡cuán poco falta!".

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Ramillete de violetas. (Semillero: 55 - 64). Por Marcos Blanco.

1960. Postulantes. (De abajo/arriba, izda/dcha) Fila 1ª: J. Cortina, E. Mac Murchie, E. Plumed, H. Esteban, H. José Basilio, H. Honorato, H. Juan Hilario, Fco Monterde, J. Revilla. Fila 2ª: Fco Gisbert, J. Ribas, E. Crespo, A. Martínez, I. Indurain, B. Barlabé, J. Bagaría, J. Bravo, J. Ferrís, Fdo Tena, V. Martín. Fila 3ª: J. L. Rubio, M. Alemany, A. Ibáñez, G. Farré, J. Gardiner. M. Blanco, J. Mª Barnechea, J. Donat, F. Kelly, M. Jarque y A. Beltrán. (Foto: Marcos Blanco)

Aún si bien podría tenerse dudas, quienes tras 50 y pico años, ya peinamos canas o atusamos calvas u otras vísceras más prominentes, también fuimos en su día “pimpollos en flor”... Permitidme, caros Compis, una pincelada, FOTOMATON, y que os esboce, con el handicap de la lejanía en el tiempo y escasez de espacio, una “caricatura” de cómo este “isleño – estepario”, os recuerda... ¡Va por Vds.!: ________________________________ A de... Avellanas.

Andrés Martínez López. “La ASTUCIA hecha VIRTUD”... Daba la sensación de pasar del tema y es que El ya tenía la solución. “Prudente como la serpiente y astuto como él sólo”. Para muestra este botón: lugar, refectorio, a la mesa, Andrés, en frente, Mac Murchie, y un menda, al lado,” suddenly” vaso caliente -leche- rostro de Andrés, èste, hierático, ni muhh¡¡, la troika en el estrado, a lo “suyo”: las viandas y el Santoral... (motivo del Scottish: ”por haberse inmiscuido en lo que no le atañe)... Andrés, ¡no pierdas esa tu “inocencia-naif...” - 23 -


Antonio Beltrán Leguey. “Alicantino… y fino” (observar que no cito el “dicho” completo, me consta que Antonio es abstemio)... ya destacó en los inicios, como auténtico guitarrista, por encima de la pléyade de “guitarreros y rascayús” que pululaban como champiñones por todos los rincones del cenobio. En las grandes Performances, se “adornaba” ya con la CEJILLA, que el resto sólo se la rascaban). Antonio, ¡¡MAESTRO, qué Sta. Cecilia te conserve en forma tus prodigiosos dígitos!!

Antonio Ibáñez San Pablo. (“Saint-PAUL”)… Por resumir, dos rasgos: * el MAYOR: “provocador de TSUNAMIS”, (tú eres el “prota” de lo que nos está pasando). * de Mocete, nuestro “cancerbero” de la Selección (sólo eclipsado por el mítico José Campayo, “Yashine, el araña negra”)… gran acuarelista y “marchaire”... Antonio, ¡no te PARES!.

Septiembre 1956… Llegada al juniorado Antonio Beltrán, Galluza, Lozano, José Mª Rodríguez y Cagigal. (Foto: Antonio Beltrán)

Benito Barlabé Peiró. Para los coleguillas “BENUà”, compañero con Gabriel, del “Trio la Chasca” cuando en el·64, nos enviaron a “evangelizar”, con hatillo y maleta de cartón, a Igualada y comarca. Benito, se nos hizo pronto “mayor”... (otro día os cuento: visita a LLesuy años posteriores y cómo en pleno Agosto le “engañé” y salió a recibirnos, trajeao y encorbatao) ¡qué Hª.!...

Edward Mac Murchie. Famosa fue su frase: “- Br., ¿puedo ir por MIUSIK?”, what a pity!, El EDWARD, que conocimos, era fino, educado y delicado ...

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Francis Kelly.

Fernando

Tena

Irlandés. ¡Smart como el primero!, su “acento” podía pasar por ser de Guadalajara o Salamanca…

Miguel Alemany y Enrique Plumed

Sangüesa. (Hubo guasón, que le llamaba: “singüeso”)... “ El EINSTEIN de los Matutinos”, siempre superándose.

En época del PIETISMO, nos sacaba el doble en el rezo de Jaculatorias... a los que éramos "chisgarabis/cabeza de chorlito", no entendíamos cómo se concentraba ratos largos ante el ajedrez retando, cual otro Karpoff, al incauto que osara retarle... Fernando, ¡todo un ejemplo a imitar (el que pueda)!

Francisco Gisbert Alda-na. “GIRBO”

No olvidamos al más alto: Miguel Alemany, la “espindarga” y al más “retaco”: Enrique Plumed, que según el Oráculo de Delfos y parece se cumple: “A quien los dioses más aman, antes los llevan junto a sí”, los “mediocres”-en estatura- que aún “bregamos por estas tierras de pan llevar”, tenemos en ellos, unos VALEDORES que, sin duda, ruegan por nosotros y ‘allí’ nos esperan. R. I. P.

para

los

de la claque... Considerado como destacado “LETRERO” por los “científicos”discípulos del ‘Balta’, y Tobías- y con razón, por su fluido VERBO y contundente razonamiento.

Polifacético donde los haya, con la armónica, bordaba la Campanera y demás Hit Parade del momento... Artillero y Capitán del equipo, sabía discernir CALIDAD entre los “tuercebotas” que no faltábamos... Quizá, aún le “supure la herida” por la debacle ante el C. F. LLinárs... y todo por olvidar que no hay que “cacarear el huevo antes de ponerlo” Girbo, se te quiere.

Julio 2011. Figura del P. Champagnat, en la entrada del cementerio. (Foto: Antonio Beltrán) ________________________________ A de... Avellanas.

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Francisco Monterde Mainar.

Isaac Indurain Remón.

“Alma-Mater de Utebo – Luceni”.

“Nuestra Gloria de BERNINI”, adjudicado a dos cargos “vitalicios”: Servidor del ALTAR como TURIFERARIO: remolinos perfumados, humo, volutas de incienso y muchas genuflexiones...

Sin él, el pentagrama tendría notables carencias… Incomprendido por los que sólo dominamos el CALDERÓN en las partituras y “tocado” a su vez por la vena poética, eso sí, para exégetas muy avezados, abstenerse los “ripieros”... ¡Compi, no cambies, por-fa!.

Y, como ocio, ENCUADERNADOR, poniendo lomos nuevos a mamotretos desvencijados... Isaac, ¡quinta-esencia VIOLETAS!.

de

nuestras

Gabriel Farré Cervós. “Por el Imperio hacia Dios, non plus ultra”... ¿Requeté, falangista, de las JONS?, ¡¡Y qué más da!!: TODO UN PATRIOTA... ¡GABI, cómo alegrabas con tu saber “aguantar” bromas y chirigotas, aliviando nuestro “luto” de adolescentes de posguerra, lejos de la otra familia... Qué el Señor y la Madre te lo paguen y a nosotros nos perdonen...

Javi Revilla Aybar. Te “recuperé” en el “Tsunami”, AMIGO y ¡¡lo qué me alegro!!, (reconozco que Blanco se quedó “en blanco”, contigo, con Crespo, Rubio, y Donat??.. Tú, Javi, me lo hiciste “notar” y alguien apuntó: “es aquel jovenzuelo que no daba la edad y quería un “fiestorro” del Convent, sólo para él”...

Y empecé a “recordar”... así que en vez de violeta, por “humilde”, te asignamos un “capullo” de alhelí... Gracias por tu amistad,“baturrico”.. ¡à jamais!!... Talla existente en la Iglesia de Les Avellanes. Foto: Antonio Beltrán.

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Jesús Mª Barnechea Albéniz. “TXEA”... Elegancia, método, ponderación, CALIGRAFÍA la suya, “fina letra picuda” (sic. en palabras de Mon. Iglesias Navarri, Obispo de Urgell, Inaugurando exposición en visita pastoral)… No se despeinaba ni en el frontón... Jesús, se te quiere y tú lo sabes...

Josep Cortina Ribes. Nuestro “CORTY”, en el deporte, afamado "pin-ponero" que nos enseñó cómo coger la paleta y que en los “torneos” nos enviaba a la cola en un “pispas”... Como persona: servicial, observador, sencillo, merecedor de una destacada VIOLETA en este ramillete. ¡Josep, no dejes de “perfumar” con tu bonhomía nuestras vidas… ¡Amigo!

Enrique Crespo Castells y Juan Luis Rubio Castells.

John Gardiner. Alias the NUN… juntaba la piedad más acendrada, con desmayos inesperados... ¡qué sustos!!...

José Bagaría Carreira. “BRIGUY”... Espécimen ambivalente, en lo “galaico”, no sabías en las escaleras, si subía o bajaba… en lo “catalánico”, te “cobraba” si se lo preguntabas. ¡Buen “chicot /rapaciño”, doy FE, incluso en las “siestas”... tenemos mucho “vivido”, “¡¡osca mare, de veritat!!”...

De ellos destacaría su “morriña “ y apego por la “terreta” levantina. Ambos, a éste que escribe, castellano viejo procedente del “secano-estepario”, de habla áspera y austera, le hicieron percibir la diferencia entre la “parla” catalana, y la “xarra-CHE” del Levante Español, con frecuencia, platicaban entre sí, en aquel entonces, de MONO-lingüismo- por imperativo, cuando, inclusive, nos dirigíamos en público a los COMPIS, con el tratamiento de USTED, so pena de perder VALES (periodo Claudio-Serafín) o bien de caer de “bruces” para “fregar” el pavimento, a la voz de: ¡”bese el suelo”! (época de Eduardo Corredera). …Oh TEMPUS, oh MORIS!!.

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Juan Ferrís Garijo. Precursor de Butragueño: fino regate, escapada por la izquierda, paradiña y... ¡GOL!.. Fuera de la cancha, “el yerno que toda madre quisiera para sí... Amigo. Siempre en el recuerdo

Juan Ribas Gispert. “La CIENCIA en dos TOMOS”: saber y reflexión... Ya se levantaba con la sonrisa en el rostro... mecenas con su primo Casabò de la Nvg. Espac. Hagamos memoria: Spunik, 4 vientos, “mas-cletà” (los pageses de Vilanova, cuentan que aún tropiezan con carcasas del evento, cuando “llauran” los campos... Joan, “tibi silentium laudat”.

Juan Miguel Donat. Me viene a mientes, el gran “estirón” físico que sufrió entre lo “retaco” que era cuando niño, al “cabo gastadores” en que se convirtió en la adolescencia llegando casi a “mojar la oreja “en altura”, al “kilométrico” Alemany... En el fútbol, sólido valladar y suministrador clave de pases GOL a su “paisa”, el habilidoso Garijo...

Julio 2011. Llegada al ‘encuentro’ de las Bodas de Oro… Foto: Antonio Beltrán. ________________________________ A de... Avellanas.

1966. Inédita foto en la que aparecen, rodeando a Isaac Indurain, J. Mª Barnechea, Antonio Beltrán, Marcos Blanco, Fernando Tena y José Bagaría. Foto: Marcos Blanco.

Millán Jarque Villarroya. Oriundo de Hinojosa de Jarque... En aquellos años de oscurantismo, era nuestra “Agencia Reuter” -radio macuto informativo de todo lo que se “cocía” en el entorno... Ya entonces dominaba el ‘nº PY’ (3,1416), y ¡¡ahí le tenéis en la actualidad, dominando la “Prima de Riesgo” levantina, bética, penibética y mediterránea!!... Millán, eres nuestro “abuelo Porreta”, majo… - 28 -


Marcos Blanco Cidad. Por fin, ruego excuséis a este “juntapalabras” quien con más osadía que vergüenza, sólo ha pretendido de manera “grosera” retroceder 5O años y contaros, cómo os recuerda, sin ánimo de zaherir...

Julio 2011. Grupo Regina Martyrum recorriendo los lugares emblemáticos (Según aparecen): J. Navarro, R. Benseny, A. Giménez, J. Mª Romero, J. Bermúdez, H. Pujolás, D. Aranda, J. Arizu, Fdo Carrillo, J. Bta. García e I. Martínez. Foto: Antoni Garrido.

Valero Martín Martín. Hermano de su ‘hermano’ MARTIN “al cubo”, ¡Sí Sres. con un par...!! Muletilla suya que más me suena, pronunciada en “fabla cazurra “de SantedDaroca: “…sí, sí, moete, tú, rite, rite, qué ya verás

No quiero escaquearme de este FOTOMatón, y diré de mí-mismo que me tengo por un ‘zarrapastroso’, aprendiz de viviente, regido por la ley del apuro, y atareado en pastorear la levedad del Ser en mi Existir”... (perdonad la cursilada, pero me tengo por filósofo rancio, amén de POLIidiota, por la cantidad de tontunas que barboto, (FRAN, pon esto en SOLFA y dale un ritmo poético)... si venís a por mí con una “camisa de fuerza”, yo no me escapo, que estoy “aislao”). Un abrazo, MATUTINOS.

en saliendo…” Querido y entrañable, VALERO, cuando los demás nos despertábamos, él ya había vuelto con el GAMBUSINO cazado... ¡A ver si nos vemos, majete.

El autor de estas líneas ‘sostenido’ por su tío, el querido H. Esteban y, el entonces prefecto, H. Octavio. Foto: Marcos Blanco.

1956. Por el número de componentes, debe ser el equipo de balonmano…Félix Gómez, Francisco Gisbert, Valero Martín, Millán Jarque, Luciano Pérez, Juan Ferrís y Jesús Mª Barnechea. Foto: Millán Jarque. ________________________________ A de... Avellanas.

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Días felices. Por Javier Revilla.

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Todos con el H. Superior General, H. Léonidas, en su visita canónica. Los Hermanos, sentados, de izda/dcha, son: H. Cosme, H. Víctor García, H. Emilio Alastuey, H. Arturo Alonso, H. Aurelio Linaje, H. Léonidas, H. José Basilio, H. Tarsicio, H. Fernando Aguilá, H. Ángel Mateo y H. Ceferino Carbó. Foto: H. Antonio Ibáñez.

Días felices, gratos recuerdos y un sinfín de anécdotas bullen en nuestra cabeza. Todo fue y ha sido como el paso de un meteoro brillante, luminoso y fugaz. Quedan en la retina los momentos, ora buenos, ora no tan buenos, que nos hacen vibrar. Mi relación con el buen amigo José Mª Cortés, siempre leal y con quien compartí muchos momentos de trabajo para hacer los programas de las fiestas, comedias, felicitaciones, pizarras conmemorativas, belenes, etc., me lo contó de la siguiente manera y yo lo ofrezco para recuerdo de los más veteranos que yo y lo vivieron: Visitas especiales. * El Reverendísimo Superior General, H. Léonidas. Era una tarde algo calurosa del verano de 1955, el sol declinaba, todas las secciones de la casa, Comunidad, Noviciado y Juniorado, formábamos en la expla________________________________ A de... Avellanas.

nada frente a la entrada principal. Nos habían dicho que llegaba el Rvmo. Hermano Superior General. Un cohete avisa su proximidad, nervios, alegría, incrementa el tono del cuchicheo y aparece, bajo los viejos almeces, el coche en el que, a bordo, vienen el Rdo. H. S. General acompañado del H. Asistente Gral. y el H. Provincial. Descienden del automóvil entre vítores y aplausos, es alegría, es emoción. Palabras de saludo y bienvenida; todo un acontecimiento. Se visita la capilla implorando la bendición de María con el canto de la Salve. Durante tres días convive entre nosotros, se interesa sobre nuestras cosas y nos dedica una charla, en perfecto español. Creo recordar que se nos dijo que era de madre española, de Cataluña. Antes de su partida, nos hicimos una extensa foto ante los arcos de la entrada principal. - 30 -


* El Presidente de la República de Costa Rica, Excmo. Sr. D. José Figueres Ferrer. Sí, así es, como suena. Sería el otoño o quizá la primavera de 1956.

nizará los grupos de trabajo para barrer los pasillos comedor, aulas, salas y dormitorios. Dando notificaciones, consejos y advertencias.

Las autoridades de la población vecina Os de Balaguer van ha tener, como ilustre huésped, al Presidente de la república centro americana de Costa Rica. Llega en visita privada, quiere conocer el lugar en el que su madre, antes de irse a América, había estado como maestra, a principios de siglo XX.

La tarde del jueves, acabada la comida, en interminable “paseo”, recorríamos estrechos senderos de cabra y caminos medio borrados, a lo largo de los límites de la extensa propiedad del secular monasterio de los Condes de Urgell, siendo siempre, destino final, “Cuatro vientos”, zona calva y plana, simulacro de meseta, que rodeada de encinas, carrascas, espliego y romero, permitía el esparcimiento y la práctica del deporte. ¡Qué recuerdos sobre aquella tierra calcárea y blanquecina.

Solicitan nuestra presencia, con la participación de la escolanía con el H. Fernando al frente. Recuerdo un día nublado, con alguna llovizna; al fondo de un camino polvoriento asoma la comitiva de unos cuatro coches con escolta de motoristas. El pueblo está engalanado, colorido de banderitas costarricenses y españolas. En la iglesia canto del Te Deum y otros cánticos de nuestro repertorio. Fue un acontecimiento peculiar.

¡Años más adelante, durante el noviciado,… ¡cómo lo transformamos para hacer un campo de fútbol¡: Se tuvo que allanar el terreno en la ladera sureste, con un declive del 5%, aproximadamente.

* El obispo de la Seo de Urgell, Ramón Iglesias y Navarri. Vino de visita a las parroquias del entorno y además, en solemne acto, administró el Sacramento de la Confirmación a unos juniores que lo precisaban. Hombre ameno y agradable, recuerdo sus bromas. ¿Cómo era una jornada cualquiera?. Suena el estridente timbre puntual, son las 5,45 de la mañana. El dormitorio cruje, presagio de una jornada intensa, de aquí todo se sucede como programado, fiel al reglamento, sobre los impertérritos raíles de la rutina: Rezos, estudios, clase, comidas, recreos etc. etc. El jueves es el día de asueto por antonomasia. Con la más rigurosa disciplina se llevará a cabo una limpieza general por la mañana y a continuación, el Hermano Prefecto, reunidos todos en la sala “todo uso”, nos dará una larga charla sobre el orden, modales, aseo, cortesía, comportamiento en los patios, dormitorios. Orga________________________________ A de... Avellanas.

Tres días estuvo entre nosotros el Ilmo. Sr. Obispo de la Seo de Urgell y copríncipe de Andorra. Foto: Marcos Blanco.

Temprano, después de Maitines barrena en mano, Luis González y yo, subíamos a pie con un viejo mulo que él llevaba de las riendas. Arriba nos esperaba el Hno. Juan Hilario, que nos daba las oportunas indicaciones, nos dejaba solos y… a trabajar. Luis, con mucha habilidad, pasaba el arado esquivando rocas y luego la cuchara de arrastre llevando la tierra de lo alto a donde procuraba tener, “pobre de mí”, hechas en la roca de tres a cuatro perforaciones de unos 60 cm de profundidad. Por la tarde, todos allí reunidos, asistíamos al estallido de los barrenos que dejaban la roca - 31 -


desmenuzada y con frenética actividad íbamos allanando el desnivel. No fue éste el único campo de fútbol. El año anterior, dirigidos por los Hnos. Baltasar y Claudio, llevamos a cabo el del Juniorado, más plano y más blando que, en poco tiempo, estuvo realizado y lo pudimos disfrutar. Nos fue grato y de mucha utilidad el día que vino de Vilanova de la Sal el maestro de obras Pauet. Acompañados del Hno. Baltasar, un grupito de juniores, fuimos a ayudarle a marcar y encuadrar lo que serían las canchas deportivas. Admirados nos quedamos al ver cómo, sin cartabón ni escuadra, tan sólo con la cinta métrica y cordeles, aplicó aquello… lo del “teorema de Pitágoras”. Salió perfecto. Se culminó con la bendición de nuestro Padre capellán D. José Gatnau y se celebró con un partido y una merendola. Mañana, “paseo”.

Habitualmente el lugar escogido era “Les Fontanelles”, sitio fresco con abundante vegetación, manantial de suministro de agua para el pueblo. Era nuestra base de acampada, por decirlo así, centro desde el cual se organizaban las excursiones, como la subida a la ermita de Vista Alegre que como nido de águilas vigila toda la amplia depresión, antigua falla tectónica, por la que serpentea el Segre hasta expandir sus aguas retenidas por la presa en Sant Llorenç del Montgai. El descenso se hacía a través del acantilado, muy interesante y rápido, o bien, por ladera contraria, mas suave y larga, que lleva a las vías del ferrocarril, “LéridaLa Pobla de Segur”, junto al pantano de Camarasa. Había que atravesar dos túneles para poder admirar el puente que, sobre sendos soberbios pilares, soporta una estructura de hierro, arco invertido, a unos setenta u ochenta metros de altura. En estas excursiones lo importante era la comida que, en el lugar previsto, solía ser… decían, paella… vale, vale, dejémoslo. Otros lugares frecuentados eran: * El mas de Ca’n Rubies, al sureste de Vilanova, espacio muy caluroso que tenía un estanque de riego repleto de algas, allí nos zambullíamos como si nada y aparecías rebozado de pasta verde al igual que una croqueta .

Vilanova de la Sal. Campanario de la Iglesia. Foto: Internet.

Y todo el mundo se daba por enterado de que íbamos a pasar un día de campo. Chasquido de dedos, frote de manos y murmullo general. Se hacían planes: … si me llevo la cámara de fotos, los prismáticos, una gorra o la boina, un libro o la revista Jóvenes…

* El mas d’En Gregori, por Vilamajó, más allá del municipio de Les Avellanes. Lugar pintoresco que de allí, tras larga caminata, se alcanzaba la orilla del profundo río Noguera Ribagorzana, fronterizo con Aragón, y poder contemplar las imponentes presas de Canelles y Santa Ana, ambas, por aquel entonces, en construcción.

Partíamos a la salida del sol hacia la iglesia de Vilanova de la Sal para celebrar la Santa Misa, haciendo por el camino los rezos de la mañana y la meditación.

* Mención aparte merece la excursión en autocar a Àger. Visita al pueblo, su Colegiata. Comida junto a una acequia de la huerta en la que, un hombre tenía

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montado un alambique casero en el cual destilaba vapores de espliego que, a través de un serpentín metálico sumergido en las aguas, condensaba los vapores obteniendo la esencia de la planta aromática.

también castigado, sobre todo en los lugares mas críticos, dormitorio, estudios y rezos. Consistía en gestos de manos, cara u otros.

Por la tarde partido de fútbol contra el pueblo. Fue duro. Alguien del público gritaba en catalán: “mossega-l’ho, mossega-l’ho” (muérdelo, muérdelo).

- Dedo pulgar estirado hacia la nariz: Malo, desagradable, despreciable… - Dedos pulgar y meñique estirados con bailoteo de la mano: Tate tate, bueno, agradable, bonito, qué bien te va… - Golpecitos en la nariz con el dedo índice: Maloliente, fétido, desechable… - Golpecitos en la oreja con el dedo índice: Escucha, atiende… - Toque de mano sobre la frente: Tengo una idea, pienso que… - Toques de mano sobre el temporal: Tonto, ¿qué te crees?, ¿en qué piensas?... - Golpe de puño en la frente: Terco, tozudo, torpe… - Ambos puños sobre la frente: Estudiar, trabajo, tenacidad… - Frotar las yemas de los dedos: Fácil, ágil, vaporoso… - Beso sobre la punta de los dedos con expansión: Bello, bonito, guay… - Índice y corazón ante los orificios de la nariz: “Enchufao…” - Frotarse las manos: Satisfacción, alegría, emoción… - Rascarse una mano con la otra: Chínchate, que te pica… - Movimiento rotatorio de manos encaradas: Caminar, pasear, avanzar, pasa adelante, otra cosa…

Recorriendo la presa. Foto: H. Antonio Ibáñez.

Desastroso final el de aquel día. Ya de regreso, recién anochecido, coronando el puerto de Áger, el autocar viejo quedó parado con un fuerte olor a quemado, seguro que de allí lo arrastrarían al desguace. Apuros del H. Director, para encontrar un teléfono en aquellas horas en pleno monte. Eran pasadas las 12 de la noche cuando un camión vino en nuestra ayuda.

Valga esta reseña:

Silencio sagrado. La regla del silencio, obligada responsabilidad en toda orden religiosa, consagrada al servicio del Señor; estricta, rigurosa, necesaria para el recogimiento y la meditación. Disciplina muy valorada, cotidiana fuente de humildad y sacrificio. Pero “hecha la ley, hecha la trampa”: Nace el lenguaje de los signos y la mímica, manifestación de ingenio, gracia y habilidad. Un medio de comunicación mudo, rápido, directo, escueto, inteligente gracioso y oportuno. Claro que sí, era perseguido y ________________________________ A de... Avellanas.

Esto es una muestra de la comunicación, a la que le añadiríamos los gestos propios de un objeto o función; tales serían, entre muchos, por ejemplo: - Gesto de beber, en botijo, vaso o porrón. - Gesto de comer con cuchara o bocata. - Gesto del martillo, sierra, etc. etc.

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El ‘Convent’: Convivencia ‘Erasmus’... Por Marcos Blanco.

1956. 2º de Bachillerato. (De izquierda a derecha.) Fila 1ª (Sentados): Salvador Donato (+), Javier Revilla, Sugrañés, Francisco Gisbert, Enrique Plumed (+), Prisciliano Merino, Francisco Monterde. Fila 2ª.- Gómez, Jaime Pujol, Velasco, Antonio Beltrán, Martín, Martín Valero, Fernando Tena, Andrés Martínez, Félix Martínez. Fila 3ª.- Luis Victoria, Nácher, Jaime Plá, Juan Ferrís, Jesús Adam, Marcos Blanco, Antonio Ibáñez, Benito Barlabé, De la Iglesia. Fila 4ª.- José Guitar, Millán Jarque, Alsina, Galindo, Juan M. Donat, Isaac Indurain, Jesús Mª Barnechea Fila 5ª.- Enrique Crespo, Paulino Llovet; Juan Luis Rubio, Gabriel Farré, Jesús Jarauta (Foto: H. Millán Jarque.)

Fue la nuestra, sin duda, una “DécadaProdigiosa” (años 55-64) en cuanto a lo que hoy en día, tanto se “cacarea”, como “Experiencia -europea- ERASMUS”, recordemos someramente, quiénes convivíamos en aquel “Remanso Conventual”, amén de los “Hispanitos”, representando a casi todo el mosaico patrio, y del “quasiAndorrano”, Gabriel Farrè Cervòs, oriundo de UNARRE, limítrofe con Andorra la Vella (¡perdón, Gaby!, aunque para nosotros eres el más “capeto-benótico –Matutino” de todos, ¡¡prietas las filas, AR!!)... ________________________________ A de... Avellanas.

Allí se “fundían” con el conjunto, el Teutón, H. Alfred Offenkel, los Irlandeses, Escoceses, el único Inglés - inglés, que recuerde, era Brd. Douglas, from near Birmingham y no pasemos por alto, aunque quizá alguno lo tenga olvidado, a Frère Moïses, persona, culta, pulcra, con un acusado acento gutural-garraspeado de la “R”, disponía de “bureau” propio, adjunto al PROCU y de quien me cupo el honor de ser “camarlengo” una temporada en que me “liberé de mandil y patatar”. De él recuerdo dos “diton/refranes” (en aquella - 34 -


tierna infancia ya era uno propenso al chapurreo), rezan como sigue: “On devienne forgeron en forgeant”,nuestro equivalente, “la práctica hace maestros”, el otro, más “vulgaris” : “Vous pétez plus haut que le derrière” su traducción “verbatim”, o ad pede literum”, ya da idea del destinatario, pues sería aplicable a un cretino-creído, pisa-verde, un bobo-solemne, vulgo, un tonto del cul...

ha perdido fuerza, tomando su relevo el de “María, la buena Madre”…

La “fabla Galaica” dos picapedreiros da terra da Xispa”, también ponían una tonalidad singular en aquel nuestro abigarrado micro-cosmos de políglotas europeos... ¡¡con qué nostalgia, echa uno la mirada atrás, 5O años después, al “OASIS” de aquel nuestro Bell-Puig en medio de un secarral de kilómetros a la redonda, próximos ya de la comarca denominada la SEGARRA. ¡Compis, fuimos hace más de medio siglo, unos privilegiados!”, cuando lo que imperaba en el resto del solar patrio, era: lo monocorde, la verdad única, el “limpia y da esplendor”, la FE y de las JONS... AGRADECIDOS, aceptemos que DIOS es PROVIDENCIA.

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La Virgen del P. Champagnat y de los primeros Hermanos. Sacado de “La imagen de la ‘Buena Madre’…” (Apuntes del libro del H. Agustín Carazo, “Tras las huellas de Marcelino Champagnat”, pp. 208-214) Por Antonio Beltrán. Dos ‘slogans’ eminentemente marianos parecían fundamentales en los tiempos en que nos movíamos por Avellanas: ‘Todo a Jesús por María – Todo a María para Jesús” y “María, nuestro recurso ordinario”… Parece ser que el primero sigue en pie, pero lo del ‘recurso ordinario’ ________________________________ A de... Avellanas.

Detalle de la parte superior de la estatua. Hecha con yeso, en un molde y pintada por encima… (Foto: Internet)

Se trata de la sencilla representación de un niño con el dedo en la boca, en brazos de su madre… Esta expresión de “(notre) bonne Mère” se encuentra con frecuencia en las cartas e instrucciones de Marcelino, y la usa al menos dos veces en su “testamento espiritual”. Sin querer entrar en polémicas, es interesante recordar al lector que los “escritos directos” que conservamos del Fundador no contienen, ni una sola vez, “textualmente”, el tradicional título (dado a María) de “Recurso Ordinario”, que citarán como auténtico los Hnos. Francisco, Juan Bautista, Silvestre y otros, y que quedaría consagrado en las Reglas Comunes de 1852). Para no hacerlo largo: esta estatua de la ‘Buena Madre’, que está más que demostrado mediante testimonios, escritos e incluso cuadros que la contienen, estaba en la habitación de Marcelino y era ante la imagen ante la que él rezaba… - 35 -


Se restaura, en marzo de 1982, por un especialista, padre de unos alumnos del colegio “San Leone Magno”, de Roma. Merecen una reflexión las palabras de este artista: “Mi opinión es que simplemente la limpiemos y hagamos la restauración mínima, pues el valor artístico de la imagen, por ser producto de un molde, es casi inexistente. El valor que tiene es el que Uds. le atribuyen: el ser parte de la historia de sus orígenes y de su congregación y, por otro lado, el consiguiente significado espiritual que para Uds. Conlleva.”

Una de las estampas de la época, en la que, precisamente, aparece la ‘Buena Madre’… (Foto: Internet)

La estatua viaja desde La Valla, pasando por el Hermitage, hasta que en 1882 -en Saint-Genis-Laval-, donde aparece de nuevo, es colocada, “pictóricamente”, junto al Padre Fundador (fallecido el 6 de junio de 1840)... Pero a partir de este momento queda relegada a una de tantas “piezas y documentos” que formarían parte de los “fondos y archivos” de la Administración General. En el éxodo de 1903, debió llegar a Italia, a la nueva Casa General de Grugliasco, junto a Turín. En 1939, al inicio de la 2ª guerra mundial, regresaría junto con los Superiores mayores y la administración General a Saint-Genis-Laval, reconvertida en Casa-madre y, por fin, en 1960, llegó a la nueva Casa Generalicia de Roma-Eur, junto con todos los fondos y material de Archivos. Y en los Archivos del EUR estaba, “ensacada y oculta” (sic!) hasta que, en febrero de 1982, el H. Agustín Carazo, (que es quien escribe estas líneas), la “redescubrió” al hacer trabajos de ordenamiento y clasificación de una serie de piezas de archivo que permanecían sin desembalar desde 1960.

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En los dos Capítulos Generales, el de 1985 y 1993, la estatua de “la buena Madre” fue entronizada en la Sala Capitular presidiendo todas las sesiones generales de los Hermanos Delegados del mundo marista.

Pensamiento mariano de Marcelino Champagnat. En Marcelino se teje un diálogo y una relación profunda de “niñohijo” que ama, expone y confía sin límites en “su buena Madre”, un apelativo totalmente sencillo y popular, algo como la forma femenina paralela a la que el pueblo creyente de su tierra francesa usa al referirse a dios: “le bon Dieu” - “la bonne Mère”. No son tratamientos estudiados ni expresiones de un teólogo o un mariólogo eminente, porque ciertamente el P. Champagnat no lo era. “Con María lo tenemos todo: ¡Jesús!”. Acabas de leer el más sustancioso de los pensamientos “marianos” de M. Champagnat. Sabemos que en sus escritos e instrucciones, el nombre de María va nor- 36 -


malmente precedido del de Jesús. Siempre suele aparecer el binomio JESUS Y MARIA. La despedida más frecuenta en sus carta: “les dejo en los (sagrados) corazones de Jesús y de María”. Su “teología práctica” del amor de Dios, hecho visible en Jesús, es muy convincente. Para él los “tres libros abiertos”, fáciles de leer para cualquier cristiano y esenciales en la espiritualidad de todo Hermano Marista, son: el Belén (misterio de encarnación), el Calvario (misterio de redención) y el Sagrario (misterio de comunión y santificación).

Convencido de que Ella lo ha hecho todo entre nosotros, la llamaba “la buena Madre”, Recurso Habitual y Primera Superiora. Contemplamos la vida de nuestra Madre y Modelo para impregnarnos de su espíritu. Sus actitudes de perfecta discípula de Cristo, inspiran y configuran nuestro ser y nuestro actuar. Dios entregó su hijo al mundo por medio de María. Por eso, nosotros queremos hacerla conocer y amar como camino para ir a Jesús. Actualizamos así nuestro lema: Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús” (Const. 4)

Ahí tenemos los tres grandes “predicadores” del amor de Dios, que María hizo posibles con el “sí” de la Anunciación. Muy curiosa la definición del Rosario que encontramos en una de sus instrucciones: “¿El Rosario? Devoción para honrar a Nuestro Señor y a María” Marcelino solía repetir con frecuencia: “No puedo ver a un niño sin que me asalte el deseo de enseñarle el catecismo y decirle cuánto lo ama Jesucristo”... Y a los Hermanos les recordaba sin cesar: “Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar, he ahí el fin de vuestra vocación y la razón de ser del Instituto”. Quizá su mejor pensamiento mariano sea éste que se encuentra en la citada carta a Mons. Pompallier (27-5-1838): “Sin María no somos nada y con María lo tenemos todo, porque Ella tiene siempre a su adorable Hijo (Jesús), entre los brazos o en su corazón”.

Y finaliza el H. Agustín: Que María, nuestra buena Madre, cuya figura material y misericordiosa he tratado de presentar en este anexo, bendiga este trabajo realizado en su honor... y que Jesús, su Hijo adorable, nos ayude a los Maristas a crear hoy “nuevos espacios” para la que él mismo nos entregó como Madre y Modelo.

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Las Constituciones actuales, fieles a su espíritu, nos recuerdan con lenguaje de hoy: “El Padre Champagnat quiso darnos el nombre de María para que viéramos de su espíritu.

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La noche de ánimas. Por Andrés Martínez.

2 de julio de 2011. Vista actual del cementerio. (Foto: Antoni Garrido.)

Se notaba en el ambiente, en los comentarios más o menos contenidos por parte de aquéllos "que sabían" lo que iba a pasar, porque estaban en la trama y les correspondía por edad, veteranía... Y, además, el H. Eduardo Corredera iba preparando la celebración con su enfoque religioso-literario-musical tan novedoso para los novatos apenas unos meses salidos del Noviciado. Ya habíamos escuchado durante las cenas de los domingos precedentes el Requiem de Mozart, Una noche en el Monte Pelado. Y a Bécquer, ¿quién no se acuerda del Monte de las Ánimas? Sin embargo, en nuestra bulliciosa experiencia vital ya desde el Juniorado la ________________________________ A de... Avellanas.

muerte no nos era del todo ajena. Aparecía periódicamente en las meditaciones, en los hermanos mayores de la enfermería con quienes nos tropezábamos, en las defunciones, la liturgia, el Dies Irae, subidas al cementerio, campanas... Por cierto, la balsa y su jolgorio de bañistas se encuentra separada sólo unos metros de la cancela del cementerio. Esparcimiento y Paz. Nunca nos fue extraño. Y con estas viandas en el zurrón nos fuimos a Vic. De la soledad sonora al bullicio del colegio, las nieblas, a lucir el tipo por las calles con la capa y teja. O Tempora o Mores. - 38 -


Y Corredera. Su complicidad no sólo tolerante sino alentadora -en off- de iniciativas cuyo final sabía transgresor de " la estricta observancia".Una vez ya preparado el ambiente, a cenar, Completas "Fratres, sobrii estote et vigilate quia adversarius vester diabolus..." Y a dormir. Bueno, a esperar. "Guárdanos Señor de todo pecado y líbranos de todo mal", así sea. Luces fuera, silencio, pasa el tiempo... NADA ¿Se habrán echado atrás? El reloj del campanario de Vich resuena por la casa, los pasillos, lo llena todo en las noches algo frías de noviembre.

Ese día ya había cumplido su afán con los comentarios, sucedidos, hazañas... las risas de Corredera. Era la puerta hacia la Inmaculada, Navidades, las comedias, misas polifónicas y unos cuantos "postres" de Fiesta. Y, envolviéndolo todo, el afecto, dedicación y generosidad de los hermanos que tenían la responsabilidad de formarnos. Ese mismo espíritu que creció entre nosotros y ha permanecido a través de los años.

Ya medio dormidos empiezan a sonar los muelles de los somieres; algo se oye, susurros, unas luces tenues que avanzan, el sonido de cadenas arrastrándose, el ruido de las patatas rodando con estrépito por la tarima del dormitorio, y DE REPENTE, ¡MISERERE MEI DEUS! La procesión de encapuchados con cirios encendidos, salmodiando. Y Miquel Más y otros sacudiendo escobazos a diestro y siniestro y una lluvia de zapatos por los aires contestándoles. Poco a poco, las Ánimas, cumplida su sión admonitoria, se desvanecen por pasillos y una luz en la celda del Antonio Aragón, en el pasillo, enciende y vuelve a apagarse.

Vista de una de las alas del Claustro. Al fondo la entrada de la Iglesia. Foto: Antoni Garrido.

milos H. se

Retorna "el gran silencio". ¿Qué rastro habrá dejado la Santa Compaña? Al día siguiente nos levanta el timbre y hay que espabilarse para llegar pronto a los lavabos. Soñolientos, hacemos cola en los WC’S y al abrir uno de ellos ¡JOBAR CON LAS ANIMAS! allí estaba el esqueleto de pie, mirándote. Y era de verdad, o sea, de hueso-hueso.

Curiosa imagen del Cementerio de las Avellanas, inmediatamente después de la guerra… (Foto: Internet)

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Se te van las ganas, te callas, entornas la puerta y... que pase el siguiente. ________________________________ A de... Avellanas.

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San Antón y los carneros… Por Marcos Blanco.

1955, 29 de mayo. Beatificación del P. Champagnat. (De abajo/arriba, izda/dcha) (los conocidos…) Fila 1ª: V. Martín, J. Plá, P. Merino, Fco Monterde, A. Palacín, Fco Gisbert, F. Martínez. Fila 2ª: I. Indurain, Nácher, M. Jarque, J. Adam, E. Crespo, J. Mª Barnechea, Gómez, J. Jarauta, J. L. Rubio. G. Farré. Fila 3ª: Fdo Tena, M. Blanco, J. Granja, J. Lozano, L. Pérez, Sugrañes Fila 4ª: Alsina, J. Ferrís, Cajigal, P. Llovet. A. Ibáñez, B. Barlabé y A. Garrido. Foto: H. Antonio Ibáñez.

Al llegar SAN ANTON, cada 17 de enero, nuestro patio de la muralla, trocaba el jolgorio y guiri-gay propio de nuestra temprana edad, por la polifonía de cuadrúpedos, básicamente ovinos, dispuestos, o así daban a entender con sus balidos, a recibir la bendición del Santo patrono, impartida por D. José Gatnau acompañado de monagos con roquete, acetre e hisopo...

ban por la enorme cornamenta y otros ostensibles atributos propios de su género, los serios moruecos... lo que es literal, el comentario de un tal Zahera a su compi Guillén:

El abigarrado patio, más semejaba en tal mañana, el ferial del Mercadal de Balaguer que un patio estudiantil (escuché al respecto a un guasón en estos términos: ”hoy lo único que cambian son los borregos”)... entre el “ganao” se apreciaban ya los primeros recentales buscando con avidez la ubre de sus madres, y destaca-

Tras posterior trashumancia, unos a las aulas, los más, y el resto a tenadas y apriscos, volvía el silencio “quasi-monacal” al recinto. Sólo la copiosa “siembra de olivas rellenas” quedaba en tierra como testigo mudo de lo acaecido poco antes...

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- ¿Has visto que los carneros llevan nuestro delantal/mandil de pelar patatas? ¡¡ingenua inocencia infantil!!

Oh tempus, oh moris...! - 40 -


Rosario de la Aurora, Semana Santa y Fiestas varias… Por Antonio Ibáñez.

2 de julio de 2010. “Los magníficos del Stella Matutina”. (De abajo/arriba, izda/dcha) Fila 1ª: Esposa de Fco Lledó, Millán Jarque, Isaac Indurain, Andrés Martínez y Antonio Beltrán Fila 2ª: Antonio Ibáñez, Javier Revilla, Francisco Monterde, Marcos Blanco y José Bagaría. Fila 2ª: Joan Ribas, Gabriel Farré, Fernando Tena, Jesús Mª Barnechea y Juan Ferrís. (Foto: Paco Lledó)

Rosario de la Aurora. “Como la luz de cada mañana que viste con sus sedas las flores de los campos… como la luz de cada mañana que puebla de gorjeos el pecho de los pájaros…” Mañana brillante de un domingo de mayo. El cenobio avellanense está levantado y reunido en la capilla, mientras la gran basílica sigue en reconstrucción. Son muchos años en que este momento es principio de toda una temporada veraniega para ir procesionalmente a visitar a la Madre del cerro, Nuestra Señora de Bellpuig de las Avellanas, dejándose ________________________________ A de... Avellanas.

impregnar por la luz, la paz y el canto de las oropéndolas. El canto del “Ave, maris stella”, cada domingo con una diferente melodía, es lo que da la señal del inicio de la procesión. Abre la procesión el sacristán mayor y maestro de ceremonias, Hno Juan Hilario, seguido de los acólitos, con cruz alzada y luces acompañantes. Primero salen los juniores, siguen los novicios y escolásticos (desde que regresaron de Vic) y finalmente la comunidad. Cierra la comitiva el Capellán de la Casa, D. José Gatnau.

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Itinerario de costumbre. Lento y reposado el desfile con la mayor de las devociones. Cada misterio del rosario con la melodía de Fátima: “Jesús resucita, según prometió. Sus llagas benditas lucen como el sol. Ave…” El chantre y maestro de capilla, Hno. Esteban, con ritmo seguro y temple de voz entona el Ave María de cada primer misterio… Santa María… ruega por nosotros… Se van engarzando una tras otra un ramillete de rosas encarnadas, perfumadas de devoción mariana. María llama desde su lugar privilegiado. Convoca a sus hijos. Acogedora de las cuitas y secretos de sus hijos romeros.

melodía. Todos miran a la Buena madre para darle gracias por la vocación marista. “Ella lo ha hecho todo entre nosotros” decía San Marcelino Champagnat, nuestro fundador. “Gracias, madre, por la vocación recibida…” Cientos y miles de personas han cantado y vivido esta llamada. Los nombres que leemos en el cementerio son testigo de esta perseverancia final. La vocación de cada hombre se vive allí donde la vida le ha puesto. El encuentro con la Buena Madre termina con el canto de la Salve, en castellano en dúo permanente hasta el final. Cómo resuena en el entorno del Monte Santiago el “vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos…” Esta Salve la cantan los seminaristas a su regreso al monasterio cuando se llega a la tercera curva de la antigua carretera para terminar justo a la entrada.

El H. Claudio en primer plano. Portando las andas con la Virgen: José A. Ruiz, José Campayo y R. Gardiner. Detrás: F. Plumed, J. Palacios, Capdevila, M. Mas, R. Monterde, J. Mª Cortés, Serrano, H. Esteban, y detrás va el Stella Matutina…) Foto: Marcos Blanco.

Todos alrededor de la madre para recordarle: “cuántas veces rezamos la Salve a sus pies”. Este canto penetra en el corazón de todos y jamás se olvidará en vida de sus moradores. Aún ahora se pueden escuchar los ecos de esta bella ________________________________ A de... Avellanas.

La Virgen del “Acuérdate Madre…”. Foto: Antonio Beltrán..

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Regresan cantando las letanías lauretanas: Santa Déi Génitrix… Mater amábilis…Stella matutina… Regina sine lábe origináli concépta… ora pro nobis. A la entrada de la capilla se canta el “Es toda pura y toda bella, es toda blanca y celestial, fragante flor, brillante estrella, es nuestra Madre virginal”. Así se inicia el mes de mayo. Cada día, al caer la tarde, a los pies de la Señora, el “Venid y vamos todos…” congrega a sus hijos. Cantos, avemarías, lecturas… y allí, en el fondo del corazón de cada uno hay una promesa por entregarle la flor de cada día. “Mayo se va, y al marchar se lleva la primavera. Madre, ¿ya no habrá quien quiera llenar de flores tu altar?”

2 de julio de 1961. El altar mayor de la Capilla, luce todo su esplendor el día de la Profesión. Foto: Marcos Blanco.

Mayo pasa y al pasar, se marchitan tantas flores… ¡Yo buscaré otras mejores que no se han de marchitar! No quiero verte llorar porque no te han puesto flores… No me llores. ¡`Yo seré flor de tu altar!’. Semana Santa. De la luz a las tinieblas… ‘Ténebrae fácte sunt’… la Semana Santa marcaba la vida avellanense. ________________________________ A de... Avellanas.

Domingo de Ramos… ‘Pueri hebraerom portántes rámos olivarum’… El altar lleva una semana tapado. El misterio se vivía a diferentes niveles. Todo en latín. El Triduo santo comienza con el ‘Oficio de Tinieblas’. La capilla se ha transformado. Salmos, antífonas; lamentaciones de Jeremías: ‘Aleph… Ghimel… Heth’… y los responsorios de Vitoria nos llenan de emoción: ‘Sepulto Dómine… O vos omnes… Judas mercator’… van elevando el espíritu. La suavidad melódica del gregoriano del ‘Christus factus est’… se repite durante los tres días. Las luces del tenebrario se van apagando a lo largo de la ceremonia y… comienza el “terremoto” dentro de la oscuridad. Cada uno golpea el banco con lo que puede. El Sábado santo resuena el ‘Stabat Mater’ cantado en gregoriano o a voces. La liturgia más profunda es la celebración, el Jueves Santo, de la cena del Señor, día del Amor. Las campanas enmudecerán hasta la vigilia pascual. Al lado del altar se instala el monumento.

Otro momento en el que los ‘habitantes de la casa’ manifiestan su fe. Deben estar en el patio frente a los frontones. El ‘descampao’ de piedras, son las que tienen preparadas para trabajar los picapedreros. Foto: Marcos Blanco.

Vigilias eucarísticas por grupos y turnos hasta la liturgia del Viernes Santo. El vía crucis alrededor del monasterio pasando bajo la muralla. La Cruz manifiesta el amor de Dios y el dolor de la injusticia. “Popule méus: Hagios o Theós… Hagios Ischyrós… Hagios Athánatos, eléison hýmas’… La Pasión según San Juan cantada a tres voces. Culmina todo en la Vigilia Pascual. - 43 -


El fuego, el cirio, al agua, las lecturas nos recuerdan la historia de la salvación…

Pedro y los cantos de D. Julien convocando a ceremonias y reuniones.

Estalla todo al entonar el Gloria. La cortina que tapa el altar cae y un torrente de luz ilumina a todos. Las campanas recobran sus sones y el Aleluya colma las almas de alegría inusitada por la resurrección de Cristo. ¡Es pascua! ‘Haec díes, quan fécit Dóminus’… Alegre la mañana que nos habla de ti…” Como la luz de cada mañana que pone en pie las casa, los árboles y el cielo… El domingo resonará con todo su esplendor la Misa del Papa Marcelo, compuesta por Palestrina a cinco voces, ¡ahí es nada! Una Semana Santa vivida con intimidad y además los tres últimos días de retiro. Todo era poco para el recogimiento y la piedad. Otras celebraciones. El Trisagio a la Santísima Trinidad los días de carnaval para expiar los pecados de los hombres. Los meses de marzo dedicados a San José, donde cantábamos: ‘Esposo de María digno de todo honor. En esta corta vida sé tu mi protector’. El mes del Sagrado Corazón, junio. Las grandes fiestas como Cristo Rey, la Inmaculada, Navidad, San José, la Anunciación, la Ascensión y el Corpus Christi cobraban especial solemnidad en la misa, y en la mesa lo cual era bien recibido porque cualquier novedad se convertía automáticamente en un motivo más de alegría. No podían faltar las cucañas en la entrada de la casa, el deporte y las comedias. Todos vestíamos las mejores galas y la mejor sotana, nuestra moda era bastante monocorde y ‘monocolor’… La megafonía instalada en 1963–1964, en la torre de la iglesia y otros lugares, transmiten los sones de las campanas de san ________________________________ A de... Avellanas.

1963. Fiesta del Sagrado Corazón. Altar de los escolásticos. Foto: Marcos Blanco)

Resumiendo… Se estremecen los aires al toque de maitines con un largo quejido lastimero y sonoro. El alba está rayando… y en un sitial del coro un fraile encapuchado murmura unos latines. Tiene en sus ojos lumbres de estáticos amores que inundan su semblante de beatífica calma, y tras su cuerpo flaco, se trasparenta el alma como el sol tras las grandes vidrieras de colores. Todo invita al arrobo de los grandes delirios: la voz de las campanas, el olor de los cirios, el silencio del claustro, la salida del sol… Y en la luz misteriosa que al éxtasis convida, como por un milagro, parecen cobrar vida los ángeles de talla del viejo facistol.

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Lo más ‘al norte’… la ‘Siberia’… Por Antonio Beltrán

Actual vista de la entrada principal, cuando vuelves del camino de Villanova, del Cerro… Foto: H. Josep Cortina.

El Convento era grande. Muy grande. Las sucesivas construcciones, ampliaciones y ‘adhesiones edilicias’ a lo largo de los tiempos habían producido un verdadero laberinto adaptable a las necesidades del momento… del personal y de las diferentes ‘secciones’ que componían la casa un año ‘así’ y el otro ‘asá’… Recuerdo ahora, con la ternura y gratitud con que te vienen a la mente momentos, anécdotas y personas que nos han acompañado durante ‘el camino’, que hubo una época de mi vida, lo reconozco, en la que a duras penas habría sabido ubicar en un mapa mudo, dónde se encontraba la ‘temida’ Rusia, pero yo, cada noche, dormía en la popular, tranquila y fresquita ‘Siberia’… ¡tal cual! En lo más alto del ala que cerraba el Claustro por la fachada principal del Monasterio… entre distintos planos de altura… y al cabo de unas empinadas ________________________________ A... de Avellanas.

escaleras… se encontraba inmerso en la soledad y el silencio, el último de los dormitorios del noviciado… el que todos conocíamos con el sobrenombre de ‘la Siberia’... (la verdad es que… en algún sitio había que dormir…) Una sola estancia rectangular, con capacidad para no muchos… camastros de hierro, somieres de altos y ruidosos muelles, colchón de borra los más, lana los menos y mantas de… bueno las llamábamos mantas y ya está... A media altura del suelo dos ventanas que daban al claustro, aunque este no se veía, ventilaban el lugar dejando pasar la luz, y arriba, en todo lo alto… un delgado blanqueado y grumoso techo de cañizo y yeso nos separa/defendía, directamente bajo las tejas, de las inclemencias del tiempo. No hace falta ser climatólogo… para afirmar, sin miedo a equivocarse, que allí los veranos eran tórridos y los inviernos más que crudos… - 45 -


Recuerda…

CHAMPAGNAT JB. MARCELINO Sacerdote Marista, Superior y Fundador de los Hermanitos de María. Fallecido en Notre-Dame del Hermitage, Saint-Chamond (Loire), el 6 de junio de 1840. Nació en El Rosey (Marlhes), Loira, el 20 de mayo de 1789. Ingresó al seminario de Verrières el 1 de noviembre de 1805 y en el Seminario Mayor en Lyon (St. Irénée) el 1 de noviembre de 1813. Fue ordenado sacerdote el 22 de julio de 1816.

La ‘Siberia’ estaba por enfrente de la estatua que había en Claustro, del P. Champagnat… lo más arriba posible… Foto : Antonio Beltrán.

Año 1960. Mi menda fue uno de los seleccionados para dormir en ‘la Siberia’. Friolero de toda la vida, venía de Alicante, temperatura media anual 17º C…., empecé a levantar sospechas, en el armario ropero del H. Juan Hilario, nada más sentirse los primeros fríos del crudo invierno ‘avellanense’… Durante casi dos semanas seguidas, día sí y día no, me acercaba a él para solicitar una manta… Llegué a tener encima de la cama, una tras otra, hasta 8 (¡ocho!)… alguna de ellas doblada, y porque ya no me dieron más… Recuerdo que dormía ‘chafao, a la plancha’ bajo el peso muerto de aquella montaña de borra, que hacía me levantara, ¡como todos!, ‘baldao’ pero contento...

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Durante el curso 1815 se adhirió al proyecto de la Sociedad de María, comprometiéndose a fundar la rama de los Hermanos de la enseñanza que tenía pensada desde tiempo atrás. El 12 de agosto de ese año recibió el destino de coadjutor de la parroquia de La Valla (Loira). Su ministerio lo empezó el 15 de agosto. El 28 de octubre administró los últimos sacramentos al joven Juan Bautista Montagne y en esta ocasión Marcelino tomó la decisión de iniciar cuanto antes la obra de los Hermanos. Fundó la primera casa el 2 de enero de 1817, con dos sujetos: Juan María Granjon y Juan Bautista Audras. El 8 de diciembre de 1830 el P. Champagnat es nombrado superior de los padres maristas que se encuentran en la diócesis de Lyon. Esta función la ejercerá hasta noviembre 1832. El 12 de octubre de 1839 presentó su dimisión como Superior de los Hermanos. El H. Francisco es elegido para sucederle. El Papa Pío XII lo beatificó el 29 de mayo de 1955 y Juan Pablo II lo canonizó el 18 de abril de 1999.

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San Clemente de Taüll. Por Fernando Tena.

Nuestro compañero Fernando Tena, delante del ábside de Iglesia de San Clemente de Taüll Foto: Fernando Tena.

En la última etapa de nuestros años de formación en Avellanas solíamos ir a finales de Junio a La Farga de Caralps con la intención de preparar la casa para ejercicios espirituales y descanso de nuestros hermanos mayores y a la vez tomarnos unos días de merecido descanso, sobretodo de la mente, nosotros mismos. Pero no siempre nuestro lugar de expansión a principios de verano (a veces a final del mismo también) fue La Farga. También tuvimos la suerte en ciertas ocasiones de acampar algunos días a la vera del río Escrita a mitad de camino entre las poblaciones de Espot y lago San Mauricio. Paisajes idílicos donde los haya. Naturaleza viva. Aguas frías. Pendientes pronunciadas. Fresas salvajes en los alrededor________________________________ A... de Avellanas.

res. Ganas de vivir y de disfrutar de la naturaleza. Lugares carismáticos para visitar. Lugares emblemáticos perdidos entre la naturaleza. Estany Negre. Estany Gento. Estany L’Amitge. Y en particular el lago de San Mauricio. Hace dos años tuve el placer de volver a recorrer los lugares asociados a aquellas excursiones de hace más de 50 años. Subimos en un todoterreno desde el parque hasta el punto más alto, el Estany L’Amitge, donde todavía quedaban algunos ventisqueros con nieve caída en el invierno anterior, a pesar de que era ya el mes de Agosto, e hicimos a pie todo el descenso llegando al lago al cabo de un buen rato, algo más cansados que cuando teníamos 50 años menos, pero con una fuerte sensación de haber recuperado - 47 -


unos recuerdos importantes de la juventud. Las fotografías son de esta reciente excursión. El lago San Mauricio. Els Encantats. Los neveros. Las cascadas. Los arroyos. Y otra vez el agua helada.

Los pies ardiendo, los músculos agarrotados, y la resistencia física al límite. Éramos jóvenes, pero escasamente preparados para una prueba tan intensa. De modo que al llegar no quedaban fuerzas ni para pensar en la cena a pesar de las condiciones en que se había realizado la comida. La tienda y la cama y a intentar coger un descanso reparador. De esa excursión recuerdo especialmente dos detalles que causaron en mí una profunda huella.

Lago de San Mauricio y el pico de ‘els Encantats’. Foto: Fernando Tena.

Pero el punto culminante de mis recuerdos corresponde al día en que algunos de nosotros decidimos ir a visitar la iglesia románica de San Clemente de Taüll que habíamos conocido en nuestros estudios previos de bachillerato. Unos 30 kilómetros por una zona totalmente montañosa. Una primera ascensión de varios kilómetros hasta el Portarró d’Espot, la cota más alta de nuestro recorrido. Un prolongado descenso a lo largo del río San Nicolás hasta encontrar el curso de otro río, el Noguera de Tor, afluente del Noguera Ribagorzana. Una última ascensión hasta la pequeña población de Taüll. Una rápida visita a la iglesia de San Clemente con admiración de su hermosa estructura arquitectónica y de los sorprendentes frescos pintados en su interior. Y vuelta a deshacer el camino que resultó largo, difícil y pesado. Sin tiempo para sentarse ni a comer a pesar de la clara invitación de los parajes que atravesábamos. Había que comer andando deprisa para que no se hiciese demasiado tarde. Llegamos de vuelta al campamento bien entrada la noche y completamente rotos. ________________________________ A de... Avellanas.

Fernando y su esposa paseando por Aigües Tortes. Foto: Fernando Tena.

En primer lugar el paso por Aigües Tortes. Un lugar idílico con aguas cristalinas, remansadas y describiendo ramificaciones y meandros. Era, evidentemente un lugar para quedarse a pasar el día, comer tranquilamente, bañarse en el agua helada y volver con el ánimo crecido y un cansancio razonable. Las fotos son también del verano de 2010 en que, como he indicado anteriormente tuve el placer de volver a recorrer estos parajes con todos sus recuerdos. Esta vez con mucha más tranquilidad. Sin prisa. Haciendo un máximo de 10 ó 12 kilómetros cada vez y en diversas etapas, pero recordando vívamente los 60 hechos medio siglo más atrás. El segundo detalle se refiere a la propia iglesia de San Clemente de Taüll. Nos impresionó profundamente el propio edificio románico con su sobriedad y con su - 48 -


imponente torre de seis alturas, pero en particular, como he indicado anteriormente, nos impresionaron los frescos románicos que estaban pintados en sus paredes interiores. Hubiera sido Maradilloso poder dedicar un día entero a ese lugar. En la propia población de Taüll está la iglesia de Santa María, también románica y preciosa como puede apreciarse en la fotografía correspondiente.

Pinturas en San Clemente. Foto: Fernando Tena.

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Iglesia de San Clemente de Taüll. Foto: Fernando Tena.

De haber dispuesto de más tiempo se podría haber hecho también una visita a otras edificaciones románicas que hay en los alrededores como La Nativitat de Durro, Santa Eulàlia d’Estill la Vall o Sant Joan de Boí. Realmente no fue posible entonces debido a la premura de tiempo, pero para mí fue una asignatura pendiente en el recuerdo que finalmente he podido aprobar 50 años más tarde. Impresionante. A quien no lo conozca se la recomiendo vivamente

Libro de Cantos religiosos. Colección de Cánticos editado por EDELVIVES o F T D. Editorial Luis Vives, S. A. ZARAGOZA. Contenía 401 cantos numerados y ordenados según los temas: Misa, Adviento y Navidad, Al Smo. Sacramento, etc… “Un novicio, colocaba una pizarrita, con los números indicados por el H. Esteban, en el lateral del pasillo izquierdo de la Capilla, a la vista de todos…y, cuando llegaba el momento, cada uno sacaba su libro, buscaba el número y… a cantar.” Se imprimió en 1950.

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H. Esteban. Amigo para siempre. (Acróstico) Por Francisco Monterde

Foto: Marcos Blanco.

Este bancal que florece

Barandal firme en el mar

tan cerquita de la mar lo dibujó Marcelino con tinta “Esteban Cidad”

cuando la ola se embravece, tu mano amiga en el lar cuando en mi hogar anochece

Sembrador de mil violetas,

Artista en risas de abril

desde el surco de mis sueños las florecillas más bellas aún cantan hoy a su dueño

humo verde en mi ventana has dibujado en mi alma una acuarela infantil

Trovador de mil canciones,

Nube colmada de suerte,

con “perosis”, con “quilismas”, al compás de tu carisma brotan frescas emociones

sigue derramando cielo sigue besando este suelo y a este AMIGO PARA SIEMPRE.

Educador cauteloso que guías con tu mirada, que al entrar en mi posada llamas con silbo amoroso ________________________________ A de... Avellanas.

Francisco Monterde

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El sueño truncado de un artista con poca solfa. Por Marcos Blanco

De abajo/arriba y de izda/dcha. Fila 1ª Juan M. Donat, Andrés Martínez, Javier Revilla, Enrique Carrió, Miguel Ángel Masip, Fernando Tena. Fila 2ª: José Bagaría, Jaime Plá, Agudo, Jesús Mª Barnechea, José Mª Rodríguez Fila 3ª: Marcos Blanco, José Rodríguez Foto: Marcos Blanco.

En el rincón de un ángulo oscuro, junto a las aulas, tal vez abandonado, desvencijado y cubierto de polvo y mugre, hallábase un “trasto” que de ARMONIO, sólo le quedaba su denominación de origen, junto a una “zapatilla” que hacía de pedal. Casi seguro que en sus “años mozos”, fue el iniciador de algún "melómano de campanillas", que luego, se fue con SU música a otra parte, pero que ya, en su decrepitud, estaba para pocos arpegios. Pues ¡sí, SEÑORES! yo mismo fui asignado... para hacer “vibrar” a aquella “carracaresonante”, ¿méritos?, como no sea mi “habilidad” en ejecutar los CALDERONES en solfeo y partituras… Sé que algún “pch- floja” dirá: ¡por nepotismo!, peut-être, ________________________________ A de... Avellanas.

maybe. veilleicht... sea como fuere, MENDA, raudo y feliz (mientras los “plebeyos” se iban al “patatero” o a menesteres más serviles), sin “despeinarse”, iniciaba, en el camino, mis ejercicios de nudillos y metacarpos, a fin de rendir a tope. Eso SI, se me había advertido que era ¡de riguroso cumplimiento! seguir el METODO de Sol-feo sin concesiones a veleidades. Mas, ¡Ay!, ahí pinché yo en “hueso”... El espíritu está presto pero la carne es d... y como dijo alguien “yo lo resisto TODO menos la TENTACION"... En fin, yo, por lo “bajinis, sotto voce”, abandonaba el DO, RE, MI, monótono y tedioso, las fusas y semi... y empecé mis - 51 -


“pinitos” con “Mi casita en Canadá” o la “Cumparsita”, “Esta piccolissima serenata” (y poco más, pues mi elenco de repertorio no andaba algo sobrao. ¡Verdad es que “la alegría dura poco en casa del pobre”!, pocas hojas se le habían caído aún al calendario, cuando llegó el día fatídico de la DEFENESTRACION. Era ya hacia el final de la hora, cuando, un intrépido rascayú de la bandurria con cejilla, por nombre José Bagaría se me acerca con objeto que le “confirmara” en el instrumento, el timbrado de la “escala” (¡hasta eso llegaba YO, faltaría más...¡) Satisfechos ambos ARTISTAS, me quise “lucir” y ofrecerle una PERFORMANCE…, ¡me arranqué con “La CAMPANERA”, el virtuoso José, con su instrumento, formaba DUO en el estribillo... sin percatarme de que el ECO amplifica y transporta... ya que, al poco, en lo alto de los escalones del corredor, con su “media -sonrisa sardónica” (¿alguien recuerda a Br. John Hilary, descompuesto y gritando?. ¡mai, jamais, never, nie...!) pero aquel rictus mohín, era más elocuente que una tronada!... Se aproximó a los dos “temblorosos artistas”, cerró con parsimonia la cobertera del “cajón crujiente” y con gesto muy suyo: “dedos en piña, dirección zona bucal”... ¡comprendimos de inmediato!, nos esperaba una sopa de plantón en el refectorio! soportando “muecas y reojadas “de coleguillas y del RESPETABLE en general, “Rinconete y Cortadillo” mientras, intentábamos llevarnos algo de líquido a la boca... A la mañana siguiente, con escobón, y cubo, el que narra, tarareando, no sé si la PARRALA o Las VACAS del pueblo, se aprestaba ante 8 ó 10 garitos o INodoros (¡qué ironia tiene el prefijo!!!), a mantener “en forma”, aquellas Tazas-Turcas, de sigla: W.C... ¡Compis!, así fue el final de un DREAM ilusionado que empezó con MELODIA...

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Ermita Aguilar Fotografías y texto: H. Josep Cortina.

Tomando la dirección de Os de Balaguer, atravesando la carretera y el vallecito, se llega a la Ermita de Aguilar (que pertenece al municipio de Os). En nuestra época, algún sábado especialmente mariano nos acercábamos por allí.

En la actualidad se ha adecentado y remozado todo su interior. Justo en la pared del fondo, sobre la pintura, hay una frase bíblica que, traducida del catalán (“Leren ben vistos / de tothom amb /Maria la mare /de Jesus”), dice así: "eran bien vistos-de todos- con María la Madre de Jesús". Fuera, se abre una especia de plazoleta que se ha ensanchado y arreglado bastante para facilitar que la gente pueda reunirse en ella.

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Una lavativa por ‘abejarruco’. Por Marcos Blanco.

La caseta en primer plano era ‘la factoría’: el lugar donde se separaba la miel de los panales, aplicando a las abejas el humo tranquilizante de los ‘higos pajosos’… Foto: Marcos Blanco.

Eran los años del “Plan de Desarrollo de D. Laureano López-Rodó”. En el Cenobio, pocos conocían una copiosa cena, los más, sabíamos de des-AYUNOS, o casi “nada -entre-dos-platos“, eso sí, algún mindungui llegó, “trepando”, a refitolero de las Esferas Superiores Los “curritos” teníamos como lema- consigna: “Hijo, usa pero no gastes, ni desgastes o malgastes” (sic. del Procu Hno. Llorens). Extramuros del monacato, se ubicaba el Colmenar, regentado por el Hno. Juan Hilario. No me preguntéis WHY, pero con José Bagaría fui requerido como ayuda para el centrifugado y destilado del “preciado néctar “en el polipasto montado a tal efecto. ¡Nunca soñé verme en otra igual ¡¡El “fomis pecatum” activó en mi la GULA, propia del Abejarruco y, cuando el suspicaz, que a la vez perspicaz, Hno. se distraía: ¡ZAS, lengüetazo o chupada de “paqué te quiero”. Sin ________________________________ A de... Avellanas.

remilgos ni tiquis-miquis en reparar que junto a las DELIKATESSEN iban otros aditivos ambientales, guargüero abajo... Pero, ¡ay¡, eso fermenta y “¡a la salida te espero, D. Baldomero!” Como resultas: ¡dos jornadas postrado en el jergón. Para más INRI, el enfermero era el mismo Colmenero...“tenemos que aplicar una LAVATIVA para ablandar el emplasto”, sugirió el susodicho... (ahorro al caro lector describir las escenas, de un subido más que escabroso y morboso .¡¡qué rubor, qué retortijones, qué “posturitas” (el Kamasutra..., cosa de ursulinas)... En el pecado llevé, la penitencia… ¡como para olvidar mientras aliente en este valle de lágrimas. ¡¡No olviden, compis todos: “en boca cerrada ni entran moscas…, ni NADA”. Prudentes como serpientes...

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El camino de los frailes. Por Fernando Tena.

1957. Campamento de Flamisell. El ‘jefe’, Sr. Górriz, de pie, apoyado en la puerta. Los HH. Victorico, Ángel Gutiérrez y Daniel, con el Capellán y otros mandos del ‘Frente de Juventudes’ (obsérvese el escudo del bolsillo…) Foto: Marcos Blanco.

Uno de los momentos más vívidos que recuerdo del tiempo de nuestra última etapa de formación en Avellanas tiene que ver con la oración y la meditación de la mañana. Buen rato de meditación, de pie, tratando de subyugar la poderosa imaginación juvenil. Unas palabras previas del director para ponernos en situación. O bien un libro de enseñanzas religiosas. Recuerdos de todos los tipos, estilos y colores. Y de pie.

12ºC bajo cero aunque sin la sensación de estar pasando frío. Y ya está, la mente divagando descontrolada. Anotar para el capítulo de culpas.

Por ejemplo en tiempo de Adviento. La lectura previa sobre el Camino de Nazaret y el Portal de Belén. Extraordinarios todos los personajes que nos relata la Sagrada Escritura. Y la imaginación que se va por derroteros no deseados: precioso el Belén que se pone en la iglesia del pueblo. Las planchas de hielo por las que deslizarse a

Pero este pequeño escrito lo he titulado el Camino de los Frailes y a él voy. De todo su recorrido quiero traer aquí al recuerdo, el tramo que transcurre entre el Nevero y el Pino Grande. El Nevero está situado en una ladera en el camino que conduce al Monte de la Cruz.

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Nunca hubiera pensado que fuera posible dormirse de pie. Pero sí que es posible, y a la experiencia me remito. En el fondo momentos tranquilos, de profunda reflexión unas veces y otras de profundo despiste.

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Esa estatua de Marcelino, en ‘medio del claustro’, obligado paso para ir a todas partes… era el centro de todo… Foto: H. Javier Gallo.

La ‘Planta Simó’, donde decían había unos 5.000 almendros… en la actualidad brinda al sol placas solares…. Foto: H. Josep Cortina.

Siempre me impresionó ese agujero que aparecía casi sin fondo, que ofrecía cierto peligro de caída por lo escondido que estaba, disimulado entre los matorrales. La historia cuenta que en ese lugar se almacenaba la nieve del invierno (épocas en que nevaba de verdad) para llevarla a Balaguer en verano en forma de barras de hielo cortadas. Se conocía la vía de acceso a su fondo, pero me parece recordar que estaba impracticable.

Las olivas a mediados de Diciembre. El frío. El despojo de las ramas. Las borrasas. La recogida a mano de los restos descontrolados por el suelo. Pero sobre todo el frío. Los dedos de las manos se insensibilizaban de tanto frío. Y alguna broma para novatos: “Pruébalas, están muy buenas…”

Al otro extremo de este tramo del camino al que me estoy refiriendo, el Pino Grande, así, con mayúsculas. Visible desde el Convento, siempre me llamó poderosamente la atención. Era como un emblema del entorno. Situado en una pequeña vaguada en el perfil de la montaña, sobresalía por su belleza y su grandiosidad. Así lo veía yo. Al pie del pino campos de almendros y de olivos. Las almendras a principio de Septiembre. El calor. Los apaleos de las ramas. Las borrasas. La recogida a mano de los restos descontrolados por el suelo. Pero sobre todo el calor. Después los sacos llenos había que vaciarlos y despojar una a una las almendras de las vainas, ya secas, que las envolvían. Esta labor se hacía con frecuencia en el patio de los tilos, cerca del patatero, sobre una mesa larga donde nosotros, pacientemente, nos dedicábamos a esa labor de limpieza. ________________________________ A de... Avellanas.

Y el novato de turno escupiendo por el mal sabor de la aceituna viva y acordándose de tus parientes. Pero después de curadas en los túneles que había al lado de la zapatería del H. Pris estaban estupendas.

Clase 2º Bach.: Lucha de ‘romanos’ y ‘cartagineses’ organizada por el H. Enrique. ¡Es nuestra clase!. Mirando con lupa, se ven nuestros nombres en la pizarra… Foto: Marcos Blanco.

El camino discurre sobre el valle de cuyo nombre no puede acordarme. Hay sobre todo un pequeño tramo, muy corto, pero de extraordinaria belleza, en que el sendero se asoma a un acantilado-precipicio que 55


da a dicho valle. El recuerdo que me ha llevado a escribir esta pequeña reseña está situado en ese acantilado al borde de ese valle. El Gran Maestro, Hno. Corredera, persona extraordinaria donde las haya, estudioso de Caresmar y director espiritual de tantas personas, nos llevó alguna vez (muy pocas en verdad, pero muy intensas) a aquel lugar a realizar la oración y la meditación de la mañana. Era extraordinario. Tanta belleza. Tanta serenidad en todo aquel precipicio y aquel valle de cuyo nombre no puedo acordarme. Todo verde. Así lo recuerdo. Y en frente el Monte de la Cruz al que subíamos con frecuencia. Subida pesada para quienes querían hacerlo muy deprisa, pero siempre motivo de gran entusiasmo. Una vez plantamos pinos de repoblación en aquel monte, pero no tengo ni idea de si llegó a prosperar alguno de ellos.

Campamento de Flamisell (1957) Fotografías: Marcos Blanco.

Ceremonia que nunca faltaba…

El año pasado, en nuestro extraordinario encuentro, me empeñé en dar una vuelta por este tramo del camino al que me estoy refiriendo. El Nevero sigue allí, pero restaurado y protegido del peligro, convertido en oratorio. Creo que ha quedado muy bien. Remanso de paz en las entrañas de la naturaleza. El Pino Grande ha desaparecido. Es uno de los primeros cambios que observé al llegar a Avellanas, y lo eché de menos. Creo que alguien me explicó cómo había desaparecido, pero no recuerdo su explicación. Pero el acantilado sigue estando allí, en su sitio, sobre el valle de cuyo nombre no puedo acordarme y frente a Monte de la Cruz al que en esta ocasión no tuve ni el tiempo ni las ganas de subir.

Izando bandera…

Esperando la revisión de las tiendas…

Profundos recuerdos que pasan a engrosar la satisfacción de una visita, la de los 50 años, que recuerdo con gran cariño. Los ‘mejores’ con el H. Daniel…

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Campos de ‘Cristo Rey’ y ‘Cuatro Vientos’. Por Antonio Ibáñez.

Cuatro-Vientos… Debió ser el día del estreno del ‘atuendo deportivo’: Camisa a cuadros y pantalones vaqueros. Íbamos mejor preparados para una peli del oeste que para jugar a fútbol… pero estábamos radiantes… (En cuclillas) Antonio Beltrán, Juan Ribas, Juan Miguel Donat, Francisco Gisbert, Juan Ferrís. (De pie) Antonio Ibáñez, Josep Cortina. John Gardiner, Bravo, José Bagaría, Martín Valero. Foto: H. Antonio Ibáñez.

Si había alguna cosa que faltaba en Avellanas en aquella época eran campos para practicar deporte. Es verdad que existían los frontones y los espacios libres delante de la casa que se utilizaban para jugar a balonmano, al palo y a las cintas. Pero lo cierto es que ante semejante situación no había más remedio que ir turnándose para poder jugar. ¿El fútbol? Se jugaba en los paseos de émulos allá por los campos del espliego o bien en el terreno que hoy ocupa el Albergue de Cuatro Vientos. Del baloncesto ni te cuento, no había ni canastas. Pero como dicen que no hay mal que cien años dure, las cabezas pensantes se ________________________________ A de... Avellanas.

pusieron en marcha y comenzaron a mover los hilos para poder disponer de unos terrenos donde construir alguna instalación deportiva como Dios manda. Fue el Hno Baltasar (Juan Cruz Arbiol), cuando le nombraron Director del juniorado, que el tema empezó a tomar cuerpo. Lo primero que hizo fue acondicionar un poco el terreno de Cuatro Vientos y poner unas porterías de madera que, serían, pero no guardaban las proporciones. Después se empezó a hablar de unas buenas instalaciones y sonaba como terreno adecuado el Campo del Correo (actual viña). Aquello era soñar a lo grande: “Un campo reglamentario”. Demasiado para el - 57 -


cuerpo. Al final, alguien indicó como más idóneo el terreno del actual “Campo de Cristo Rey”, por otra parte, irregular y poco productivo. Como toda obra de gran envergadura ha de tener una planificación y personal competente para llevarla a feliz término. La Planificación la vimos cuando estuvo terminado: un campo de fútbol de 60 x 40 m., aproximadamente, tres campos de balonmano en sentido transversal (en aquel tiempo no existía el futbol sala). Un campo de voleibol, otro campo de balonmano entre el voleibol y el Monte Santiago y dos más de baloncesto, junto a la gruta y al camino del cerro de la Virgen. También se rehabilitó una mina de agua con su correspondiente bomba extractora, que hoy en día no existe. A la vista del conjunto, alguien podría definirlo como un: Centro Multipedortivo….

juniores, en el manejo de las azadas, picos, palas, rastrillos y carretillas. El primer plazo fue la fiesta de Cristo Rey de aquel año 1957. Ya está todo en marcha. Durante la construcción de tal faraónica obra, algunos recreos y “días de paseo” no hubo deporte o juegos. El “entrenamiento” era el trabajo del campo de futbol. No fue tarea fácil. El Hno Claudio, como capataz de la obra, distribuía el trabajo marcado y si veía que aquello no tiraba porque se hablaba mucho y se trabajaba poco, hacía sonar su silbato y continuaba la obra en silencio para recuperar el terreno perdido. El Director supervisaba el trabajo e incluso alguna vez premiaba con suculentas meriendas a base de tomate y embutido.

Ya todo está planificado. Se inicia la obra en plan romano, es decir mucho pico y pala y algún medio mecánico como un tractor de vez en cuando o la mula de casa.

Fuente inaugurada en el Campo de ‘Cristo Rey’, con un merendero incorporado, donde José Siurana cantaba, en las meriendas-cenas veraniegas… ‘Silencio en la noche…’ Foto: Antonio Beltrán.

Antonio Ibáñez realizando una estirada a lo ‘araña negra’… ante el asombro de J. Mª. Martínez ¡Paradón de época! Foto: H. Antonio Ibáñez.

Como novedad se utilizaron barrenos para poder construir la cueva. La roca que se sacó de allí y la que se trajo de otros lugares sirvió para rellenar la zanja que iba desde la gruta hasta la balsa de la Fuente del Carmen, más tarde transformada en piscina, hoy también desaparecida. Cuántos callos salieron en las delicadas manos de aquellos “peones cualificados”, simples ________________________________ A de... Avellanas.

Los rumores comenzaron a extenderse: “Este campo lo llamaremos EL TARDIENTA, o EL EMBARRAO ya que era todo arcilla y cuando llovía…. Un día, al terminar el trabajo los esforzados peones recibieron una filípica: “Unos van a jugar en EL TARDIENTA; otros en EL EMBARRAO y los demás en el Campo de Cristo Rey”. Que yo recuerde, se terminaron los comentarios. Así fue pasando el tiempo hasta la víspera de la fiesta del juniorado: Cristo Rey. Ese día se inauguró el estadio con un partido de futbol. El primer partido oficial de futbol en Avellanas. La obra no estaba del todo terminada, ya que faltaba por nivelar una parte de la zona del Monte Santiago, y el - 58 -


resultado fue lo de menos, pero se jugó… Después vendrían los grandes eventos entre los novicios y los juniores, los escolásticos y los juniores (menuda paliza nos dieron). Para el verano de 1958 ya estaba todo terminado incluida la plantación de los árboles y la fuente. La figura de Cristo Rey se hizo en una cerámica valenciana.

Detalle de la figura de ‘Cristo Rey situada en la fuente del merendero.’ Foto: Antonio Beltrán.

También el noviciado quiso tener su instalación deportiva y pusieron los ojos en Cuatro Vientos. Dejaron el campo viejo y se pusieron manos a la obra en el terreno junto a la Gruta del Sagrado Corazón. Allí se tuvo que utilizar mucho barreno por la cantidad de roca existente. Cuantas horas se pasó el postulante Luis González con la mula arriba y abajo y no digamos los Hnos Juan Hilario y Esteban. Cuando pasamos al postulantado los trabajos estaban muy adelantados si bien, a pesar de todo, nos tocó acarrear muchas carretillas de tierra para nivelar el terreno. Se inauguró siendo postulantes: partido novicios contra postulantes. Antes del partido se bendijo el campo y la fuente que se había construido con la imagen del Ángel de la Guarda dentro de la hornacina, delante mismo de la gruta. Permitidme dos anécdotas: la primera sucedió al día siguiente de la toma de hábito. Subimos a jugar con la sotana, la de diario claro. El cronista, que siempre jugaba de portero, rasgó la sotana por la ________________________________ A de... Avellanas.

cintura de un fenomenal pisotón al subir por unas piedras. Pues nada, a buscar otra a la sastrería del Hno. ‘Alemán’. Podéis imaginar la filípica que me cayó. La segunda, la famosa del Ibáñez limpiando el suelo con la “santa sotana” y que llegó al Consejo Provincial llevada por el Hno. Maestro, a la sazón Consejero Provincial, acompañado de un formidable enfado. ¡Bendita fotografía y enfado! Culpable de que se nos concediera quitar la sotana para poder jugar proporcionándonos unos pantalones bombachos y una camisas a cuadros. Gran triunfo en aquellos años. La memoria no me llega a tanto para saber qué nombre se puso al campo; sí recuerdo que se habló de ello en la sala de reuniones a propuesta del Hno. Honorato. Si alguien se acuerda que lo diga. Pero siempre se decía Cuatro Vientos. Cuando fuimos a Vic tampoco se jugaba al futbol, algunos fines de semana cuando se iba de paseo al Campo La Cabra, a la Gleva, a San Ramón, etc; allí se jugaba con dos porteros porque las porterías eran reglamentarias. En Vic predominaba el voleibol y el baloncesto. En cierta ocasión llegaron ciertos rumores a oídos del Hno. Corredera y antes de empezar una conferencia sentenció: “Esos hermanos que quieren jugar al futbol si desean fortalecer sus piernas que suban y bajen escaleras”. Qué cosas, a nuestro regreso a Avellanas después del incendio de Vic (24/12/1962) no tuvo más remedio que dejarnos jugar. Nuestro campo era el de Cristo Rey. Y acabo con otra anécdota. El día de santo Tomás de Aquino, nuestro patrón, en aquella época el 7 de marzo, se jugó el partido contra los juniores ¡vaya equipazo!. Nos dieron un repaso de los de antes. Cuando vio el Hno Corredera que perdíamos se fue del campo. A la hora de la comida y antes de la bendición nos dijo: “Por mejores los envié”, haciendo referencia a una frase de un famoso rey de España. - 59 -


Cuatro-Vientos ‘hoy’… Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Partido de fútbol en Llinárs… Foto: Marcos Blanco.

La entrada al albergue, es obra de los Hnos J. Granja y Ramiro F. que la realizaron con madera (tipo pirineo).

Éramos un grupo de mucho deporte y armas tomar. Nuestra leyenda puede ser más larga incluido el partido en LLinars contra los del pueblo. A pesar del refuerzo que tuvimos y del entrenador Hno Zabaleta, nos dieron lo suyo. Durante aquellos años se llegó a jugar contra los pueblos de Avellanes, Vilanova de la Sal, Os de Balaguer, Balaguer y Ager. Para aquellos tiempos toda una novedad y gran acontecimiento.

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Vista general de la casa de Colonias. Los antiguos cuatro Refugios (Avellanes, Llinars, Planoles y La Farga) se reconvirtieron en Colonias.

Recuerda…

El 2 de julio de 2011, celebramos nuestro aniversario… 50 años…

Mesas muy apropiadas para descansar, comer, merendar o simplemente charlar.

… y brindamos con un ‘especial “Monestir de les Avellanes”. Fotos: A. Beltrán

Actual sistema de baño, en el periodo de las colonias, que sustituyó la antigua piscina.

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Cantántibus organis. Por Francisco Monterde.

El H. Esteban sentado ante el armonium de la Capilla con el que acompañaba magistralmente los cantos de los múltiples actos litúrgicos que allí se celebraban. Foto: Marcos Blanco.

Como una “cosita delicada” caída en el espejo de un recuerdo, así es para mí Avellanas hoy. Y cuando a esa “cosita delicada”, por fas o por nefas, le río o le lloro un recuerdo, pronto se atavía con íntimo atuendo bordado en misterio, se acerca a mi espejo, lo mira, se mira, suspira… y en la cara tersa de su luna mágica deja caer, con delicado tiento, aquel recuerdo. Mi memoria de Avellanas nunca es como el de una mariposa atrapada y cautiva en un bello insectario o en una vaporosa burbujita de cristal, no. Mis recuerdos, los recuerdos sobre las “cositas delicadas” del ayer que hoy más amo y más venero las percibo en mi universo interior cual mariposas bellas volando sin cesar en el jardín de los recuerdos confundidas con las hojas y las flores más hermosas. No es nada fácil “caer en el espejo de un recuerdo” sin alterar la esencia de la “cosa” en pro de la insustancialidad. Todo ello dependerá, se________________________________ A de... Avellanas.

guramente, de la dosis de amor que se administre. Aún así, a veces, hasta sobran las palabras cuando se trata de hablar sencillamente de amor… Apelando, pues, al “ama y haz lo que quieras” (Dilige, et quod vis fac), e implorando al mismo tiempo el favor de Santa Cecilia, invito al lector de pupila cálida a que tome la llave del ayer, abra con primor el cofrecillo donde guarda el espejito de Avellanas y deje caer sobre él, con relajado gesto, este “Cantántibus órganis” colmado de sonidos sugerentes, atractivos, deleitosos que cantan al unísono un recuerdo temprano de aquellas Avellanas pintadas de carisma, de embrujo y de emoción. Sobre mi mesita de noche van y vienen libros; libros no muy gruesos, pero sí especiales. Ahora me acompañan Sonata de otoño y Cantares gallegos. De modo dis- 61 -


tinto, uno y otro me recuerdan a las Avellanas de los años cincuenta. El primero por la idealización de un pasado sembrado de felitones; el segundo, por la frescura conque llegan a mi sentipensar de hoy las imágenes de un ayer tiernas, románticas, entrañables, a veces en el sutil regazo de un silencio elocuente, a veces en las gráciles alas de un vibrante cantar. En 1955 tú que me lees, compañero en la senda, y yo, apenas teníamos la misma edad que mis alumnos hoy (2012), unos 11 añitos. Entonces, Avellanas era como una campana virgen de un alba de primavera envolviendo con sus risas y sonidos aquel entorno tan singular. Rosalía de Castro lo “cantaría” así: De noite, de día na aurora, na serra, oirésme cantares por montes e veigas

tibus” tan polivalente (por los recuerdos que podría sugerir) como virtual (por la imposibilidad de hacerlo realidad), no le iba a costar más de un centavo viajar en el tren de “la loca de la casa”, para besar la veiga, abrazar el cerro, escuchar “El mar”, sentir “La dicha del labrador”, evocar “La pastorela”, recrear “La Creación”, repentizar el “Coro de peregrinos”, sonreír con el “Venerábilis barba”, emocionarse con el “Boga, boga”, “L’Empordá”, “Las palomitas vuelan” o con el mismísimo “Ti-pi ta-pe ti-pi-tón”, si te imaginas a ti mismo cantándolo con las cejas apretadas en acento circunflejo y los ojos arrobados al estilo Mr. Bean, gemelo monocigótico del carísimo mendrugo “Tipi Tape Zeta-pé”. Pero la nota más afinada de este ingenioso “Cantántibus” hay que disfrutarla… a la sombra tendido, de hiedra y lauro eterno coronado, puesto el atento oído al son dulce acordado del plectro sabiamente meneado. Con Fray Luis de León, lector amigo, te estoy señalando “la Palabra hecha música”; es decir el canto llano, el canto gregoriano. Escribo con P mayúscula Palabra por su relación directa con el Verbum. La Palabra hecha música es la oración cantada; es, si se hace bien, rezar dos veces al cantar; porque, según el de Hipona “el que canta bien ora dos veces”.

1963. Celebración del Sagrado Corazón. Altar de los novicios. Foto: Marcos Blanco.

Para el ojo con “impronta matutina” que ahora pasea su pupila por este “Cantán________________________________ A de... Avellanas.

Si en este instante, tú, Guadarrama, viejo amigo, sientes por adentro la casa sosegada, y deseas duplicar el valor de una plegaria, pon el plectro en tu mente y a golpe de neuma, de porrectus, de kilisma… vete meneando dulcemente aquel “Veni Creator Spiritus” tantas y tantas veces invocado. Luego, al son dulce acordado, sigue meneando sabiamente, si te apetece hacerlo, “Pange lingua glori-osi”, “Ubi charitas et amor”, “Te Deum laudamus”, “Tantum ergo Sacramen-tum” etc. etc. Al lado de la “Palabra hecha música” sobre un tetragrama de oración al Señor hay una infinita partitura en pentagrama colmada - 62 -


de requiebros musicales a María que penetraron en nuestros jóvenes corazones como cálidas ráfagas de una brisa suave tejida por ángeles para dejar allí una huella imborrable pintada de ternura, de Lirismo, de frescura y de candor. Escuchad: “Load a vuestra Madre hijitos de María que gracias os envía y os ama con ardor”. Ahora, a ritmo de seis por ocho, tararead el “Tota pulchra es, Maria”... y luego, si vuestro plectro lo permite, menead el “Magnificat” de Dentella; el Stabat Mater de Pergolesi; la “Salve montserratina” de Llongueras; pero, de modo especial el sublime “Ave María” de Vitoria y los cánticos marianos más geniales que llenaban de gozo las madrugadas de los sábados con un fervoroso “Rosario de la aurora” acompañado siempre de un vibrante “Bendita sea tu pureza” y de un sentidísimo “Salve Madre” que terminaba con esta palpitante imploración: …

“Aunque mi amor te olvidare, Tú no te olvides... de... mí...”

por el “Incipit lamentatio Hieremiae Prophetae” y los solemnes Responsorios de Tinieblas: “Amicus meus”, “Judas mercator pessimus”, “Caligaverunt”, “O vos omnes”, etc. En conclusión, Guadarrama, viejo amigo, Avellanas, nuestra querida Avellanas, siempre llevará “Ave”. Y entre el “ave” canora y vibrante del ayer, y el “ave” silente que hoy dormita en sus cielos, se dibuja un suspiro de eterno color; un color que a mí me sugiere gratitud, esperanza y amor.

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Acordaos, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.

Conjunto de monaguillos que ayudaron en las celebraciones de la Beatificación del P. Champagnat, mayo de 1955. 1ª Fila: Francisco Monterder, Adelaido Palacian 2ª Fila: Marcos Blanco, Jaime Plá, Prisciliano Merino, Francisco Gisbert 3ª Fila: A. Sicart, Isaac Indurain, Antoni Garrido, L. Sicart (eran mellizos) Foto: Marcos Blanco.

Otra caricia del ayer para dejar caer en el espejo de un recuerdo hoy, es la Semana Santa de Avellanas. Desde el severo “Quem quaeritis?” de la Pasión cantada según Juan, hasta el “Haec dies” exultante del domingo de Resurrección pasando ________________________________ A de... Avellanas.

No deseches mis humildes súplicas, ¡oh Madre del Verbo divino!, antes bien, escúchalas y acógelas benignamente. Amén.

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Capítulo de culpas o aviso fraterno. Por Javier Revilla.

Vista que daba al patio de las ‘moreras’. Los ventanales, mirando de abajo hacia arriba, corresponden: los del semisótano eran los de la Capilla, los del primer piso, al fondo, la Sala de conferencias del noviciado, los del 2º piso correspondían al dormitorio del noviciado y los del piso 3º, a la enfermería… Foto: Internet.

El siguiente escrito refleja mejor de lo que yo hubiera hecho, algunas de las experiencias tenidas en el famoso “aviso fraterno”. Transcribo el texto. “Todos los viernes por la noche, antes de rezar La Completas, la Comunidad se reunía para celebrar el “capítulo de faltas”, antigua práctica monacal (conocida en latín como scrutinium) que consistía en escudriñas el alma humana para arrancar de ella el pecado y fomentar el crecimiento humano. Las hermanas más veteranas de la comunidad permanecían sentadas e impasiblemente mudas durante todo el tiempo, ante una escena que se repetía año tras año. La mayoría de ellas tenía un libro abierto en las manos y parecían ajenas a lo que ocurría alrededor. En cambio, a las más jóvenes se las veía erguidas y rígidas, con las manos debajo de los escapularios, los ojos fijos en el suelo, nerviosas y ________________________________ A de... Avellanas.

tensas. Yo escuchaba cada palabra de cada una de las presentes. Era un acto sumamente ritualizado. Nos “acusábamos” de verter agua, de malgastar alfileres y papel, de manchar nuestras ropas, de cometer errores en los rezos, de hacer ruido al cruzar las salas… Y después, en aras de la austeridad, de “faltas” peculiares de cada una, como romper un plato en la cocina, chamuscar una servilleta en la lavandería aquella semana, hablar durante el silencio nocturno… Cuando todo había terminado, la priora fijaba la penitencia. Yo estaba presente la noche en que una connovicia terminó la lista acusándose de “estar de pie apoyándose en una pierna”. “¿Cómo si no?”, me dije a mí misma. “¿En qué se puede apoyar una persona si no es en una pierna?” En el mismo momento sentí en mi estómago un cosquilleo de una risa que subía poco a - 64 -


poco. Mi silla empezó a tambalearse bajo el traqueteo. Oí que las hermanas se movían en sus asientos para localizar el ruido. El esfuerzo por tratar de mantener el control de mi misma hizo que la presión creciera, estallara y rompiera el denso silencio; fue un ruido estruendoso en un espacio cerrado. A pesar de que estábamos en pleno verano, traté de disimularlo con un acceso de tos seca, pero me di cuenta de que acababa de oír una de las cosas más divertidas –y más esclarecedoras- de toda mi vida. El incidente había sido para mí una lección de criterio que después me fue de gran utilidad durante muchos años. Sencillamente hay cosas que no se deben moralizar. Reducir la religión a trivialidades degrada a ese Dios al que decimos buscar. Más aún, empequeñece el alma humana y reduce su consistencia. Explica cómo las personas pueden ir a la iglesia todos los domingos, sentirse orgullosas de participar en la vida de la parroquia y no pensar absolutamente nada cuando oyen o leen que la muerte indiscriminada de personas civiles por la moderna máquina militar es etiquetada con la expresión “daños colaterales”. Con el paso de los años comprendí que una cosa era confesarse de haber dado una bofetada a un niño, y otra lamentar el “haber estado de pie sobre una pierna”. Con este tipo de narcisismo introvertido hemos confundido lo moral, lo inmoral y lo amoral, de modo que nuestras almas han dejado de sintonizar con la grandeza de Dios”. (Joan Chittister. En busca de Dios. Sal Terrae.)

No fuimos a casa, pero visita-mos Barcelona y Llinars. Fotografías: Marcos Blanco.

…en el puerto…

… en el aeropuerto del Prat…

… en el Tibidabo…

… extasiados ante los aviones… Postal de la época… ________________________________ A de... Avellanas.

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Una clase de moral… según Bujanda. Por Marcos Blanco.

La alegría producida por la Beatificación del Fundador, 29 mayo 1955, hizo que, para celebrar el acontecimiento, se engalanara toda la casa… hasta el mismísimo Claustro. Foto: Marcos Blanco.

Inicio de los 6O y de apertura??..., al menos de la década. La primavera ya hacía sus primeros “guiños” en el ambiente conventual. Tras la hora de la siesta (¡no del “borrego”! que ‘esos’ habitaban abajo, extramuros… Gran debate en el aula: “Cuándo el escote MENOSculino induce al fomis pecatum al MASculino”. Hermeneuta: H. José Basilio. Oponente, uno de “altura”, nuestro Miguel Alemany… No era día de arco iris, pero el rostro del asentado en tarima, iba pasando del añil pálido al rojo subido, a medida que el oponente, cual martillo-pilón no cejaba de rebatir sus timoratas argucias. El resto del “auditorio”, asombrado por lo inaudito ________________________________ A de... Avellanas.

del tema y su desarrollo, ni asentía ni disentía, se DIVERTIA... El clímax fue cuando el hierático H. José Basilio escuchó la conclusión del, sin duda, avezado y conocedor en esas lides por sus escarceos levantinos, que espetó a boca-jarro: “en mi opinión, si en el escote no asoma el PEZON no hay vulneración”... Una vez más, un timbrazo en el pasillo, salvó la situación... En el patio, abajo, entre mordiscos al pan con higo de Fraga, continuó el guiri-gay... Alguno, aún “pececillo en la materia”, preguntaba por lo del “aumentativo”... ¡¡¡santa infancia¡¡¡¡

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Las Comedias. Por Antonio Beltrán

Navidad 1956. El orden no va a importar mucho… porque la dificultad, es más que evidente… Pero, desde abajo hacia arriba, podemos distinguir: A Fernando Tena, de Virgen; a Andrés Martínez y Fco. Monterde, de Reyes; por la izquierda, a Antonio Beltrán, de pastor cargado de palos y cerca de él, un poco chamuscado, a Marcos Blanco; inmediatamente detrás un Beduino de nombre Fco. Gisbert, a su lado, color chocolate, a Isaac Indurain y cerquita, a J. Mª Barnechea y Millán Jarque, con barbas y coronas; Juan Ferrís, otro pastor, de origen egipcio…, y ¡basta!, porque para seguir reconociendo habría que llamar a la NASA… Foto: Fernando Tena.

No es fácil rebuscar en la memoria, si lo que buscas se encuentra muy ‘al fondo’, y para colmo, cuesta más si lo que tienes ‘encima’ es tanto… pero es verdad que pasa lo mismo que en la mina: una vez estás ‘abajo’, empiezas a ‘escarbar’… y no paras… Lo que sigue, lo escribe alguien que nunca tuvo un ‘papel estelar’, ni siquiera segúndón, de relieve o de cierta importancia, en ninguna de las representaciones teatrofestivas que subían al escenario de Avellanas en el periodo navideño allá por los años cincuenta… Lo máximo era vestirme ________________________________ A de... Avellanas...

de comparsa, soldado miliciano, del generalísimo, romano o de simple pastorcillo… y la frase más larga que conseguí pronunciar fue un “¡Viva el Rey!”, porque lo normal era o un “¡Sí!”, un “¡No!” y, casi siempre en coro… total que ahí queda la cosa. Sin embargo, y es lo que me impulsa a escribir estas líneas, siempre he sido, si no el que más, sí un verdadero y entusiasta ‘fan’, un admirador, un fiel seguidor de todo aquel batiburrillo que se movía en torno a lo que nosotros conocíamos alegremente como ‘las comedias’… - 67 -


A tanta distancia en el tiempo, todavía constato cariñosamente que, en realidad, ’mi verdadero papel’ se podría catalogar como el de ‘espectador encandilado’, que acudía al teatro a conseguir descifrar ‘quien era quien’ en aquel reparto de personajes, tan secretamente guardados por los compañeros, prevenidos y alentados, a este propósito, por el Hermano de turno, bajo la explícita amenaza de la ‘súbita destitución y rápida sustitución’… por alguien más discreto.

Avellanas, 1956. Foto: Marcos Blanco.

Media-libretas así, eran el soporte en el que se escribían ‘los papeles’ de los actores… Foto: Antonio Beltrán.

Durante años, la llegada del Adviento era la señal de inicio a la preparación teatral, futura diversión invernal, y la única, durante las vacaciones navideñas. Era el momento de elegir títulos, ‘actores’ y “comenzar a escribir” los ‘papeles’ en aquellas ‘medias libretas’ de tapas azules y papel cuadriculado en las que se leían los nombres de los personajes en el margen con el contenido de lo ‘que tenían que decir’… ________________________________ A de... Avellanas...

Se trataba de verdaderas obras de arte con técnica propia: letra clara, descripción perfecta de los distintos movimientos de los personajes (desaparece por el foro…se quita el sombrero…) de los efectos acústicos (se oyen pasos, risas, truenos, vidrios rotos…) pero por encima de todo, estas ‘libretitas’ favorecían su manejabilidad, su aprendizaje de memoria y su casi invisibilidad, en aras del secretismo. Les faltaba sólo el cuño del ‘TOP SECRET’…

1959. ‘El sacristán de la aldea’. En el centro, se adivina, con honores de General, a un atento Juan Ribas… Foto: Marcos Blanco.

Se podría pensar que alguien como yo, que nuca tuvo más de un minuto seguido de intervención entre las muchas obras representadas por aquellos años, es imposible que pueda expresarse con tanto conocimiento de causa, pero, insisto en que, siendo cierto lo anterior, he sido siempre un verdadero “tifoso-admirador” e incluso ‘sano envidioso’, que todo hay que decirlo, de los espectáculos teatrales que con gran esfuerzo e imaginación, Hermanos autodidactas en el tema de la dirección teatral y compañeros, “artistas a la fuerza”, conseguían representar cada final de año. Si alguien deseara explicar este fenómeno de las Comedias, y la importancia que les dábamos, a cualquier persona ajena a nosotros, tendría que comenzar por realizar varias consideraciones: 1ª- En nuestro ambiente no existían ni cine, ni televisión, ni ordenadores, ipads, tablets, consolas…, ni teníamos acceso a - 68 -


ningún tipo de actividad externa que pudiera entretenernos u ocupar nuestro horario festivo/vacacional cuando llegaba, por ejemplo, la Navidad, como es el caso.

“La Estatua de Pablo Anchoa”, “Seis retratos tres pesetas”, “Lázaro el mudo” (3 actos), etc….

2ª Precisamente durante ese periodo del año, en Avellanas hacía un frío… que no invitaba, ni de lejos, a realizar actividades al aire libre.

Las obras de teatro, podían interpretarlas los mayores, o los pequeños… (De izda/dcha): H. Luis Minguillón, H. Esteban Cidad, H. Tomás y H. Arturo Alonso. Foto: Marcos Blanco. El tema, evidentemente, iba de la guerra civil, para el que existía una gran disponibilidad de vestuario… Foto: Marcos Blanco.

¿Solución? Pues, con los tiempos de escasez que corrían y la gran lejanía existente del ‘mundanal ruido’, para intentar buscar otras posibilidades, lo más sencillo era recurrir al ‘autoabastecimiento artístico’ conocido como, ya lo he dicho antes, el genérico nombre de ‘las Comedias’. Siguiendo el hilo de las soluciones, y ante la evidente falta de féminas en el ambiente, había que buscar obras, exclusivamente procedentes de la famosa ‘Galería Salesiana’, donde el género femenino había sido incruentamente eliminado y no existían personajes ni con melena ni con faldas que, por otra parte, y lo creo firmemente, en aquella época, ni las echábamos en falta… La oferta teatral se componía de obras con llamativos títulos. Antonio Ibáñez, que tiene una memoria excepcional, recordaba hace unos meses, alguno de ellos: “El Sacristán de la Aldea” (3 actos), “El Triunfo del Ave María” (3 actos), “El Gran Cardenal” (3 actos), “Medicina Ministerial” (sainete), “El Crimen Misterioso” (sainete), “Condenado por desconfiado” (3 actos), ________________________________ A de... Avellanas...

Eran piezas rebuscadamente adaptadas, de famosos compositores, por ejmplo, Carlos Arniches, Pedro Muñoz Seca, Jardiel Poncela o los hermanos Álvarez Quintero, que cumplían exactamente con su función: entretenernos, hacernos reír y, si eran muy buenas, emocionarnos. Por otra parte, en nuestra total simplicidad y un poco de desconocimiento, para nosotros, el término ‘Comedias’ abarcaba todo: sainete, comedia, drama, auto sacramental o desfile patriótico… nos daba lo mismo, la cosa era bajar al Salón de actos y descubrir finalmente, cuando se levantaba el telón, cómo poco a poco iban encajando los secretos tan bien guardados durante los 40 días del Adviento por los compañeros que participaban y que para nosotros, o por lo menos para mí, todo habían sido un pozo de sospechas y conjeturas la mar de entretenido. Hoy, visto en la distancia, reconozco que eso era también parte, y muy importante, de la diversión. Después, cuando llegaba la Epifanía, el día de Reyes, con la última sesión, se clausuraba la estación teatral, se devolvían las libretas con los papeles, se guardaba los trajes y disfraces… y todos volvíamos, otra vez, a ser iguales…

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El doctor Barnosell y su equipo médico. Por Marcos Blanco Cidad.

De izda/dcha, (reconozco a): Berrogui, Fernando Tena, Isaac Indurain, Francisco Monterde, Enrique Crespo, Antonio Ibáñez, Delgado, Arizu, Jorge Navarro, David Aranda, Tortajada, J. Granja, Galluza y Benito Barlabé… Foto: Marcos Blanco.

Al poco de iniciarse el curso, un “bulle, bulle y tole tole”, cual reguero de pólvora se extendía por aulas, claustro y alamedas. ¡¡“Han llegado los médicos de Barcelona...” y un sarpullido brotaba en la gente menuda, (a los de la “azotea” les traía al pairo. Muchos habían participado ya en la guerra)... Para muestra, la siguiente escena, verídica como la crisis que nos rodea. Composición de lugar: recreo de la noche, zona en penumbra del patio amurallado, Miquel Más, (del curso anterior), hacía de “cicerone” ante un grupito de “pardillos”, todos “boquerones”, absortos a los detalles: “primero te miden, luego pesan, examen de cara y sus sentidos”; el pecho, “tosa Vd.” Y... y... bajando... ¡¡ay, que APURO !!... ¿cómo decir lo del “puro”, (más bien “colilla”)?... ¡¡Qué verdad: el dominar las palabras te concede la posesión de las cosas¡¡ ________________________________ A de... Avellanas.

¿Qué sabíamos nosotros, (infelices “avecillas”), de la existencia del escroto, gónadas en suspensión, incipiente fimosis, ladillas en germen, y otros exabruptos de la jerga galena?? Los sonrojos, rubores del pobre Miquel por no precisar detalles, se aliviaron tras el sonoro silbatazo del pito del Prefecto... Luego, cada “angelito”, arrebujado en las blancas (??) sábanas del corrido dormitorio, daba rienda suelta a la “loca de la casa” -la IMAGINACION, en decir de Sta, Teresa de Ávila-… mañana sería otra jornada. ¡Weet dreams, compis !! (Se ha de precisar que el Equipo galeno estaba compuesto todo él de elemento MASculino, sin duda, de haber alguno MENOSculino, las malas lenguas aseguran, hubiese “alterado” el resultado, sobre todo, en la exploración inguinal...)

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La memoria dividida, entre Avellanas y Vic. Por Millán Jarque

Espléndida vista del Monasterio, reestructurado y con el entorno remodelado, desde el cerro de la Virgen Foto: H. Josep Cortina.

Volviendo la vista 55-60 años atrás la vida se ve de otra forma. ¡Asombro, admiración, levedad del tiempo y del ser…! ¡Cómo se pasa el tiempo…! “Si parece que fue ayer…” Pues, no, es hoy y bien hoy. Una de las deformaciones que cometemos los humanos cuando buceamos en nuestra memoria para evocar tiempos pasados es la creencia de que nuestra personalidad y hasta nuestro físico apenas cambian al llegar a ser adultos. Este animal bípedo, que somos los humanos, evoluciona tan lentamente que solo cuando nos miramos al espejo o revisamos nuestro álbum de fotos comprobamos las huellas del tiempo y nos damos cuenta de que los años han pasado y nosotros siendo los mismos somos otros. ________________________________ A de... Avellanas.

Educación… Hace poco leí esta frase de J. Paul Sartre: “Cada uno es lo que hace con lo que los demás han hecho de él”. Me parece extraordinariamente certera esta afirmación del filósofo existencialista, porque educar es transmitir modelos de ser y de comportamiento que permitan al estudiante dar una respuesta personal, ordenada y con sentido ante las diversas situaciones de la vida. No se trata de dar “normas escritas”, pues los modelos y comportamientos se aprenden como estilos de vida y como sistemas prácticos de responder ante las situaciones de la vida. Más que “normas teóricas” se necesitan “modelos de vida” que encarnan las normas. Como decía un autor: “Me - 71 -


habla tan fuerte tu modo de vivir, que no puedo oír tus palabras y consejos”.

mitir las tradiciones, se la tacha de conservadora y que impide el progreso…

El educador se parece más al “entrenador” que enseña a jugar un deporte que al profesor que imparte una clase. El mejor futbolista no es el que mejor sabe “el reglamento” del deporte fútbol, sino el que lo practica mejor porque está mejor entrenado. Es evidente, pues a nadar se aprende echándose a una piscina con agua, no mediante una conferencia teórica sobre la natación. Pero el educador es el entrenador que se ejercita al mismo tiempo que el entrenado, para obtener resultados positivos. A veces el entrenador debe imponer determinados comportamientos, si quiere ser responsable de su función.

Sin embargo la escuela por esencia es paradójica: es conservadora (porque transmite la cultura social de nuestros antepasados) y es progresista pues intenta resolver los problemas que se presentan en la sociedad actual y futura.

Creo que es la mejor descripción de lo que hacían con nosotros nuestros educadores en las casa de formación en Avellanas y Vic.

Hoy se vive un progresismo ingenuo, en muchos casos, sobre el mundo y los humanos; está basado en una mirada roussoniana sobre la infancia que hace de los niños seres inocentes a quienes pervierte la sociedad. Rousseau confunde “la inocencia” – que es un regalo que la naturaleza da a cada niño al nacer – con “la bondad” – que es una conquista que se tiene que alcanzar durante toda la vida --. Se ha elogiado demasiado la espontaneidad, la sinceridad, la autenticidad, etc. ¿Acaso la estupidez y la mala educación mejoran en algo si se expresan de forma espontánea, sincera, creativa y auténtica? No confundamos: la inocencia es un regalo, pero la bondad es una conquista. No sé por qué he hecho este ‘excursus pedagógico’; debe ser deformación profesional… Ahora, como dice el Arcipreste de Hita, voy a hilvanar algunos recuerdos “para darme solad…”

Foto: H. Josep Cortina.

Valores… Cincuenta años después las cosas son bastante diferentes. Ayer todo era respeto y admiración por el maestro de escuela… Era “el hombre del saber y de la virtud” (al estilo Sócrates); una de las autoridades del pueblo, junto con el alcalde, el Farmacéutico y el cura. Hoy se vive una situación de desafecto y desconfianza sobre la escuela. Como ella se encarga de trans-

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Aprendizaje… La mayor parte de los chicos que llegamos a Avellanas en la década de los años 50 teníamos 12-13 años de edad; empezábamos ingreso o primero de bachillerato, según la preparación de cada uno. Yo tengo un recuerdo excelente de los profesores de las casas de formación. Puede ser que su preparación pedagógica, en algún caso, no fuera de un nivel de excelencia pero eran personas preocupadas por sus alumnos, que utilizaban la pedagogía del esfuerzo, el trabajo personal, la motivación, etc.

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¿Se puede aprender de otra manera? Cincuenta años después llego a la conclusión de que para aprender se necesitan dos cosas: poder aprender (tener un mínimo de inteligencia) y querer aprender. Es decir, solo aprende el estudiante que puede (que tiene aptitudes) y el que quiere aprender (tiene motivación e interés). Es verdad que, en aquella época, no se utilizaban muchos “métodos activos”, pero sí posibilitaban un aprendizaje comprensivo y funcional (aplicativo) en la mayoría de las materias. Se utilizaba la memoria (¿quién ha dicho que la memoria es algo malo?), pero una memoria comprensiva; el proceso era sencillo: 1) Explicación del tema, con ejemplificaciones, mapas, ejercicios, etc. 2) estudio y trabajo personal. 3) Recitación y comprobación de lo que uno sabía.

Mi reflexión actual es que estudiar “por libre” tiene inconvenientes pero no pocas ventajas; hay que dominar los contenidos completos de todas las asignaturas, lo que permite tener una visión global de las mismas y desarrolla la capacidad de síntesis, relación, improvisación, explicación, etc. al hacer los exámenes en un solo día.

Última reestructuración del Claustro… Foto: Juan Ferrís.

Es verdad que había que tener memoria, pero una memoria comprensiva y no memorismo… ¿Os acordáis de cómo sabíamos la geografías de España (pueblos, cabos, ríos, montañas, etc.) y sabíamos no solo cuáles eran (identificar) sino dónde estaban (ubicar-localizar), la secuencia de los hechos históricos, unas matemáticas básicas pero bien fundamentadas, etc.

Todo esto (imposible de comprender para los estudiantes actuales) posibilitaba el desarrollo de capacidades como comprensión, síntesis, análisis, expresión, organización mental de los contenidos, coherencia y lógica, seguridad en uno mismo (no entrar en pánico…) Era un trabajo duro, pero efectivo.

Nos acordamos de los resúmenes y esquemas hechos por los profesores y también por nosotros, los alumnos, (organizar la información)… Comparando de lo que ahora son capaces los estudiantes y de lo que éramos nosotros, me parece que hay un abismo; en aquellos años nos presentábamos libres a los exámenes; en un día nos examinaban de todas las asignaturas de un curso (Instituto de Lérida) y en dos o tres días de todas las asignaturas de Magisterio (Barcelona, Lérida, etc.) y el examen era oral, en su mayor parte.

Todo empezaba en Avellanas y continuaba en los estudios de Magisterio al tener que examinarse de 12-13 asignaturas en dos o tres días como alumno libre (con el temario completo) Se podía hacer porque, como buenos atletas, habíamos tenido un buen entrenamiento desde niños en Avellanas. Todo ello nos proporcionó una base de conocimientos y de habilidades mentales que después fueron muy provechosas en los estudios posteriores. Y eso se debe al sistema establecido y a los profesores que tuvimos la suerte de tener.

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Es verdad que al llegar a estudios superiores (escolasticado) se presentaron algunas dificultades, pero allí estaban también las ayudas entre compañeros que practicábamos con naturalidad (aprendizaje colaborativo y cooperativo, decimos hoy en día). Nosotros practicábamos ese tipo de aprendizaje sin saber lo que era. Hasta aquí he hablado de la formación intelectual, pero la vida no es solo conocimientos, es también la “inteligencia emocional” de que se habla ahora; son los tintes afectivos que colorean los conocimientos y producen una personalidad integral. Socialización… Se ha dicho que una persona (carácter o personalidad) es producto de lo genético y del contexto social en el que vive y se ha educado. Cada uno teníamos nuestra herencia genética personal e intransferible pero el contexto social de las casas de formación era razonablemente exigente, privilegiando el espíritu de trabajo responsable en un ambiente de familia y amistad.

Equipo de tenis: Marcos Blanco, Jaime Plá, Jesús Mª Barnechea y J. Mª Rodríguez. (Y eso que no teníamos pista de tenis…) Foto: H. Millán Jarque.

Puesto que la familia estaba casi ausente, había que sustituirla por la “nueva familia” de la comunidad, los superiores como padres y los compañeros, y como en toda familia había que “arrimar el hombro” para hacer ciertos trabajos y sentirnos “hijos de la casa” y “hermanos” (“nada crea más ________________________________ A de... Avellanas.

sentimientos de fraternidad que el trabajo”, decía G. Kerschensteiner, pedagogo alemán del principios del siglo XX, fundador de la Escuela del trabajo) viviendo un mismo ideal. Yo creo que fuimos afortuna-dos al conjugar sabiamente el trabajo intelectual con el trabajo manual, porque, como dice el principio pedagógico “sabemos lo que sabemos hacer y sabemos hacer lo que sabemos”… Cada uno tenía su finalidad. Para romper la tensión propia del trabajo intelectual y el aislamiento de la sociedad, había momentos de descanso, entretenimientos educativos, como eran las salidas y paseos, meriendas, juegos, excursiones de todo el día y realización de actos recreativos y culturales (teatro, música, etc.) Quiero recordar algunos aspectos, con más detenimiento: Trabajos manuales. En Avellanas, durante el postulantado y noviciado, además de “los empleos”, regularmente repartidos cada mes o mes y medio, teníamos unas horas semanales de trabajos manuales; eran los jueves (después del capítulo de culpas) (“me acuso de mirar por las ventanas”, “me acuso de correr por los pasillos”, etc. y no podía faltar nunca el “me acuso de ser orgulloso”; esta era la piedra de toque. ¿Os acordáis?) El trabajo se desarrollaba durante un par de horas por la mañana, que se dedicaban a hacer arreglos de la casa, jardines, caminos, plantar árboles (H. Ramón Nonato). Cuando fue el tiempo de hacer campos de deporte (creo que hicimos tres campos) la cosa cambiaba y el trabajo era más frecuente, largo y pesado. Pero era productivo y nos permitía practicar ciertos deportes que nos gustaban y no contentarnos con el criquet o el palo. Todo esto nos permitía sentirnos hijos de la casa, apreciar las cosas como nuestras y darnos cuenta de lo que estaba bien o merecía la pena arreglarlo. - 74 -


olivas a media mañana, cuando el frío cedía y, a veces, empezaba a salir el astro rey. Siempre había algún “afortunado” que se tenía que quedar en casa para “Ensayar” las comedias de la próxima fiesta de la Inmaculada.

1957. Equipo de pelota pala: Millán Jarque, José Campayo, Juan Ferrís y Federico Plumed. Foto: H. Millán Jarque.

También había trabajos de temporada: Cogida de la almendra y de la uva; era durante la segunda quincena de septiembre y cada sección de la casa tenía asignados determinados campos; allí marchaban cuadrillas de adolescentes y jóvenes con sus borrasas y sus cañas para recoger los frutos. La recogida de la uva era un poco más sabrosa y entretenida, por razones obvias… Cansados y sudorosos (el mes de septiembre en Avellanas aun hace calor) regresábamos a casa y normalmente íbamos a la piscina o a la ducha. Nuestros trajes de baño eran postmodernos… quiero decir que se parecían a los pantalones vaqueros actuales con agujeros por múltiples partes… a veces en partes comprometidas; se trataba de pantalones viejos, con la pernera cortada y que se asignaban “a la medida”… quiero decir, a la medida que íbamos llegando los que los utilizábamos. Como es natural el tamaño del “bañador” no siempre coincidía con el del usuario y la parte de la bragueta era la más frágil y vulnerable, por lo que se rompía con facilidad… ya se pueden imaginar las escenas posibles en estas circunstancias. Dentro de los trabajos de temporada en Avellanas los más penosos eran la recogida de aceitunas; se realizaba en noviembre o diciembre, meses en que las nieblas del valle del río Segre subían hasta Avellanas y pasábamos semanas sin ver el sol. Los formadores, tenían en cuenta la situación climática, y salíamos a recoger las ________________________________ A de... Avellanas.

1958. Equipo de FRONTENIS: De izquierda a derecha) (De rodillas); Félix Martín; José Ignacio Larraya; Inocencio Pérez; David Aranda (De pie) Ernesto Sánchez; Tejada; Millán Jarque, Juan Ferrís, José Mª Rodríguez. Foto: H. Millán Jarque

De todas formas la recogida de estos frutos del campo, a costo cero de mano de obra, era una fuente de ingresos para la casa y un suministro de materias tan útiles como el vino y el aceite (frutos bíblicos por excelencia, como era natural en una casa religiosa). Las almendras producían ingresos suplementarios; un año en que la cosecha fue especialmente abundante se premió a todos los formandos con una excursión en autobús hacia el norte de la provincia de Lérida (algo nunca visto en Avellanas hasta entonces). Todo esto templó nuestro carácter; era una mezcla de esfuerzo, autodisciplina y endurecimiento físico y moral que nos hacía salir de la indolencia romántica y nos permitía tocar tierra. Ahora, con el paso de los años, veo que la disciplina, sobre todo la autodisciplina, se la debo a esas prácticas, a veces rutinarias, pero constantes, así como al aprecio por el esfuerzo y el trabajo bien hecho. Había que hacer el trabajo y había que hacerlo bien. - 75 -


por el Director que de alguna manera lo propiciaba y favorecía, los paseos a Saladeures, con sus meriendas (eso sí “con capa y sombrero”) al río Gurri, los paseos por la carretera, etc.

Inauguración del campo de ‘Cristo Rey’ (Obsérvese cómo el Director, H. Víctor, custodia ‘la copa’ ante las ‘sospechosas’ miradas de los sentados en el banco: J. Plá, M. Blanco, J. Mª Barnechea y B. Barlabé y J. Arizu detrás…) Foto: H. Millán Jarque.

Lo que se hacía en las casas de formación está bien resumido en esta sentencia de Aristóteles: “La virtud (en el sentido amplio de la palabra) es el hábito de obrar bien”; y como el hábito se consigue repitiendo determinadas prácticas, los seis u ocho años de estudios en las casas de formación modelaron nuestro carácter y personalidad e hicieron de nosotros lo que somos. Qué razón tenía Arnold Hauser: “Somos lo que somos porque tenemos detrás de nosotros un determinado pasado”, o como dice la ya citada frase de Sartre: “Cada uno es lo que hace con lo que los demás han hecho de él”. Hasta aquí hemos hablado de los trabajos en la casa y fuera de ella. Hablemos ahora del punto siguiente. Momentos de distensión. En las casas de formación, sobre todo en el escolasticado, había momentos de convivencia no académica, de juegos, distracción y descanso placentero. Eran propiciados, con mucho tacto psicológico, por el H. Eduardo Corredera. Cómo no mencionar las chocolatadas para Todos los Santos, (con su lectura por la noche a la luz de una candela del Monte de la ánimas de G. A. Béquer) lo que conducía inexorablemente a algún acto gamberril por la noche en el dormitorio, fácilmente comprensible ________________________________ A de... Avellanas.

Todo ello estaba pensado por el H. Corredera lo mismo que los días de veraneo en La Farga de Caralps, al comienzo y finalización del varano para poner a punto la casa y recogerla y cerrarla. Allí también se hacían trabajos (a veces en el agua fría del río Freser) pero siempre aparecía el H. Ernesto (Mossèn Miquel que no diu mise) con su bota de vino para hacernos entrar en calor. ¿Y las excursiones al santuario de Nuria, la subida al Puigmal, etc. y el buen Hno. Ernesto abriendo camino en la subida, la parada para hacer una oración cantada contemplando la naturaleza, (él que era sordo...), etc. Toda esa mezcla de trabajo, descanso, diversión, ocio, cambio de ocupación, éxitos, fracasos, etc. creaba un ambiente que es difícil de olvidar. Definitivamente la vida se hace de unos pocos momentos importantes y de una infinidad de situaciones sencillas, sin brillo, pero que dejan un poso y un recuerdo imborrable en la persona para toda la vida. Actividades recreativas. Quién no se acuerda de las representaciones teatrales en estos años de formación? Eran momentos culturales y artísticos de formación de la inteligencia y del carácter. Aprender a representar papeles como actor, vencer el miedo, sobreponerse a las emociones de aparecer en público, recitar versos o textos con fluidez y de memoria, etc. es algo que muy pocas personas han tenido la suerte de realizar en su vida. Muchos de nosotros sí. Recuerdo, en una de tantas obras…, creo que era la “Parábola de los talentos”, o algo así, en la que un personaje, era yo el intérprete, decía con toda seriedad: “Trique traque gloria mundi…!”, (y se quedaba tan pancho…). - 76 -


Sobre las muchas frases, provenientes de las ‘Comedias’ y que durante meses nos ponían a cien repitiéndolas y recreándonos con ellas, Marcos, que sigue siendo un ‘lince’ en el tema, recuerda que hubo una de estas obras teatrales plagada de ellas. Así lo cuenta: Título: MEDICINA MINISTERIAL". Argumento: a un aula docente regentada por ‘Girbo’, ocupada por alumnos tipo: Capdevila, Plumed y otros varios, llega en plena actividad lectiva, el Inspector Pedagógico de Enseñanzas Medias, interpretado por menda (Marcos). Frases que se dijeron: "no era nada lo del ojo, y lo llevaba en la mano"; "creía el ciego que veía, y eran las ganas que tenía" y "a Salamanca fuiste y de Salamanca volviste, y tan burro estás como estuviste"…

A todos ellos nuestro eterno agradecimiento así como a todos los que contribuyeron de manera directa o indirecta en nuestra formación, pues lo que somos se debe en parte a lo que ellos sembraron en nosotros con esfuerzo y dedicación admirables.

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Font del Gos Fotografía: H. Josep Cortina. Descendiendo de casa hacia el valle llegamos a la “Font del Gos” (es de los pocos nombres que no se han castellanizado). El pequeño monumento que allí existía fue trasladado (piedra a piedra) frente a la Recepción de la nueva hospedería. Fuente, cisterna y balsa fueron remo-

Unas joyas… ¿Quién no recuerda al H. Juan Hilario, bondadoso y socarrón, atento a los desanimados, la paciencia que tenía para ensayar el teatro? Y el H. Esteban Cidad algo parecido. Admiro su capacidad de interpretar música no fácil con medios bastante pobres (en general jovencitos que acababan de cambiar la voz y entre los que había algunos poco afinados; ¿recordáis el Coro de los camineros? y sin embargo entonábamos cantos y misas a tres y cuatro voces, La famosa misa Te Deum Laudamus, (2 v) que no es nada fácil de acompañar y otras de Perosi y otros autores que tampoco lo eran. Personas… ¿Qué decir de los HH. Honorato Pujol, Eduardo Corredera, José Basilio, Baltasar, Prisciliano, Tarsicio, Filiberto, Teódulo Gómez, Ángel Ruz (con su eterno buen humor), Miguel García, ya fallecidos y Claudio Cortina, Antonio Aragón, Emilio Alastuey… entre otros, que tanto hicieron por nuestra formación?

deladas. Poco más allá se encuentra la depuradora propia y una balsa de aguas limpias con su barandilla. Más abajo, siguiendo el camino hacia la planta Simó hay una bifurcación.... y tomando dirección Balaguer se llega a la conocida “Font de Sojorn”, a donde fuimos más de una vez, unas veces de excursión (simplemente para beber de sus aguas frescas) y otras de merienda (en las que no faltaba chorizo, abundante pan y la bota vino)

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Los ‘empleos’ según ‘castas’… Por Marcos Blanco.

Foto histórica por lo que representa: Se están limpiando, con gran tacto y delicadeza, y después de haber ‘jurado responsabilidad’, los restos de los HH mártires, ante un Testigo diocesano (de pie, al fondo), del Obispado de la Seo de Urgell. (De izda/dcha); H. Antonio Ibáñez, H. Agustín Arnáiz, el Sacerdote testigo, H. Higinio Blanco y H. Saturnino del Pozo. Foto: Marcos Blanco.

En aquella época, años 5O y 6O, en nuestro “mundillo”, teníamos asegurado el PLENO EMPLEO, no se hablaba de “crisis ocupacional”; y eso fue así durante las cuatro fases de nuestra formación. En principio las NORMAS señalaban que la actividad a desempeñar era “rotatoria”, a fin de que TODOS se ejercitaran en todo , y que el periodo de tiempo adscrito, no de larga duración, cada mes, decían, para no “apegarse” al cargo...pero ¡¡AY la letra pequeña!!... Se me ocurren cuatro Categorías de “opositores”, verbigracia: 1º.- Los PATRICIOS -la élite-: Refitoleros, Capellanías, Sacristanes, los asignados a Despachos V.I.P., (N.B. de no ser por fuerza mayor, los adscritos al cargo, eran “quasi vitalicios”).

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2º.- Los ARTEsanos y ARTistas: tales como, “maker” -pitos y rosarios, jardineros, encuadernación (Isaac Remón quién ostentó en exclusiva este cargo, como capataz del gremio)-; otros eran ‘los Artistas’ de “manos con guante blanco“, los “tocados” por las MUSAS de la Armonía: pianistas, armonieros, según épocas, violinistas, flautistas (esto, en exclusiva, asignado a los súbditos de su “Graciosa Magesty, the “rubia Albión” as: McMurchie, Shaw, Kelly, zum bei Spiel). El resto, a tiempo parcial, preparando Solemnidades, eran ya “rascayús de medio pelo”, a saber: guitarristas, mandolineros, los “chicos de la armónica”, y es que, entre pitos y flautas, un buen número de “avispaos” se escaqueaban del tercer “gremio”, es decir, los tenidos como:

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3º.- La PLEBE o “jodidos peones”, quienes, “armados” de mandil y mondador, descendían las escaleras rumbo al PATATAR. Allí, el Corífero de turno, musitaba el Rosario con Letanía incluida, mientras los “pipiolos”, iban convenientemente desnudando/mondando un tubér-CULO tras otro. Alguno más responsable, al acabar su actividad, se acercaba unos minutejos en ayuda para finiquitar la enorme PILA de Solanáceas amontonadas en mesas y tableros...

Artistas pertenecientes al primer grupo… (el de mayor ‘escaqueo’… Menuda ‘Banda’…) Foto: Marcos Blanco.

Y de esta guisa transcurrían los días con sus noches… ¿Quién dijo que todo tiempo pasado fue mejor?

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Puigmal... Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Magnífica vista del Puigmal (2.917 metros) en todo su esplendor… ¡cuántas veces subimos y bajamos, con y sin nieve, ‘persiguiendo’ al querido H. Ernesto.

ÅÅÅ 4º.- Jornadas de ZAFARRANCHO. La víspera de las grandes Solemnidades o cuando se esperaban Ilustres visitantes, originaban “limpieza general”; en tales fechas, todas las CASTAS se fusionaban en pro del “aseo”, afectando a claustro, avenidas, cristaleras and so on... 5º.- No puedo dejar pasar las tareas de la llamada “TARDE de paseo de ÉMULOS”. En ella, los ganadores degustaban el fuet, higo de Fraga reciente, longaniza Amperdanesa, hogaza tierna de Gildo, and... and… and…, todo ello “regado” con H2Ochirle-bodegas-Goldáraz. En cambio los perdedores, amén de no “catar” las DELIKATESSEN de sus otros Partners, se la pasaban con estropajo, cubo y escobones hasta no dejar ni polilla por los rincones... “porca miseria” ¡¡a esforzarse y vencer a un coleguilla como émulo más asequible el próximo mes!!!...

Centenaria encina... Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Encina emblemática. Se encuentra a las afueras del pueblo de les Avellanes). Su tronco mide 352 cms. de perímetro, y la rama más gruesa, 222 cms. de perímetro.

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Al espíritu de Avellanas. (Poesía.) Por Francisco Monterde.

2 de julio de 2011. Ceremonia de acción de gracias por las Bodas de Oro: ‘Stella Matutina’ y ‘Regina Martyrum’. Hace 50 años… Foto: Antonio Beltrán.

Limpia, clara, transparente, el agua del manantial se moría lentamente desde el cerro hasta el hortal

La brisa del encinar bate con mimo la hoja y con verde voz resopla: ¡Marcelino Champagnat!

Y mientras iba muriendo su generoso caudal iba dejando el aliento desde la nieve al trigal

Ese caudal soñador que inundó Las Avellanas, marismana en mi fontana gracias a Ella y al Señor,

Un vientecillo suave perfumado de violeta venía, al caer la tarde, a besar al agua inquieta

En tu periplo a la mar nunca te rindas, viajero; Talithá, qum!, compañero Talithá, qum! y hasta el cielo

Al beso del agua inquieta el pétalo se ilumina, el avecilla despierta y el cansado pie... camina ________________________________ A de… Avellanas.

2, julio, 2012 (Rememorando el 2.07.11)

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¡Qué bromas tan inocentes! Por Javier Revilla.

Magnífica ‘mini-rondalla’ de ‘pulso y púa’ compuesta por artistas innovadores y creativos: HH. Leandro, Ismael Escorihuela, Esteban Cid y Antonio Aragón. Foto: Marcos Blanco.

Te envidio. Es un lugar encantado. Siempre me siento diferente allí; parece como si me identificara místicamente con la naturaleza.

encajan los hechos que a continuación se relatan con la mejor intención y para solaz de los que en aquella época pudimos disfrutar de la vida en unas circunstancias, lugar y tiempo concretos.

Los tiempos felices, los mejores años de nuestra vida, pueden coincidir con la inocencia de la niñez, el romanticismo de la juventud, la responsabilidad de la paternidad, el triunfo social y profesional o el bien ganado descanso de la jubilación. A menudo esos años llegan cuando menos se espera, pero es, probablemente en la adolescencia y durante la década que sigue, cuando los recuerdos parecen resistir el devenir del tiempo. Es entonces cuando la mente capta y retiene con mayor facilidad hechos y conceptos. También es cierto que la aptitud de utilizar esos conocimientos, la facultad de pensar y razonar mejora con la edad. En este ínterin

Bromas.

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El devenir diario con las estrecheces propias de aquellos años, la disciplina, el estudio, el estricto horario daban pie a saltarse la seriedad como fuera posible. Lo pedía el cuerpo y como en todos los ambientes, el nuestro tenía su picaresca. A los doce años y tantos compañeros, casi niños, se daba toda clase de bromas y pillerías propias de la época. Me da risa recordar algunas de ellas. Era un fuerte contraste entre la seriedad requerida y el resultado. - 81 -


¡Qué pintas! Pelo corto y sin raya, una bata que igualaba democráticamente a todos. Bueno, a algunos los desigualaba: había varios que la llevaban como si fuera un sambenito: les venía grande, mal abrochada y plisada en todas las direcciones. También se daba el caso de alguno con la bata un poco estrecha. Daba la impresión de que iba colgado de hilos como una marioneta. En ambos casos, creo, parecían pasar por una doble crisis de identidad y de energía: no reconocerse quienes eran y les faltaban fuerzas para poder averiguarlo. En el dormitorio. Muy cerca de mi dormía Francisco Monterde y Enrique Plumed. Ambos de corta estatura, el primero pillo, espabilado y juguetón. El segundo, a menudo reservado, andaba con dignidad, por aquello del buen ejemplo. Los dos formaban una insólita mezcla de talento a la vez que buenos y alegres compañeros. Globos al viento… fiesta en el convento… Foto: H. Javier Gallo.

Una de las peculiaridades del despertar matutino era la terrible somnolencia que nos impedía mover con naturalidad. Pero habíamos desarrollado la capacidad de movernos con calculado automatismo, aunque no podíamos evitar andar como beodos. En ese, transitorio, disminuido estado físico y psíquico, les apareció, a los dos, cambiada la mesilla. Una especie de taburete con un cajón y asiento- tapa, ________________________________ A de... Avellanas.

donde se guardaban los enseres más imprescindibles. ¡Pobres! No sabían qué hacer. Ante la mirada desconcertada de los demás, daban vueltas buscando sus cosas y el tiempo de aseo, que era muy corto, se le echaba encima. Hasta que alguien, que debió ser el que lo sabía, dio con la solución haciéndose el buen samaritano. En otra ocasión fueron los zapatos de Miguel Ángel Masip que aparecieron en los lavabos. Eso fue un misterio: ¿sonambulismo? ¿Las ánimas? Pero se complicó el asunto al enterarse el Prefecto. Le sorprendió verle deambular de un sitio para otro descalzo en una mañana fría de invierno. Sus amenazadoras intenciones no pudieron dar con ninguna conclusión. El precio, un rato del paseo de la tarde en silencio riguroso. Castigos y faltas. Siempre había alguien, al que yo llamaba “el pararrayos”, que por su manera de ser, algo impaciente y nerviosillo, atraía la atención de los profesores o el Hno. Prefecto y solía llevarse, con frecuencia, reprimendas y algún punto malo por su comportamiento. Circunstancia que, por ejemplo, le llevaba a tomar la sopa de pie en el comedor. Claro, cuando terminaba el plato uno de los hermanos que presidían la comida le echaba dos cazos más: ¿No querías taza? ¡toma, taza y media!, como dice el refrán. Antes de empezar la comida se leía en voz alta un versículo de la “Imitación de Cristo” atribuida al fraile Tomás de Kempis. Había tres formas de leerlo: la primera era leer un versículo elegido al azar. La segunda era repetir varias veces el mismo versículo, en días distintos, lo que indicaba que la atención era escasa o la memoria perdida. Y la tercera, era la más atrevida, se la inventaba el lector de turno. No recuerdo que ningún profesor dijera nada al respecto. Yo me enteraba, después, de los comentarios jocosos que se hacían durante la comida. - 82 -


Los hermanos comían en una mesa aparte, presidiendo el comedor y sobre una tarima. Yo veía como suertudo al Hno. Claudio, porque, durante un tiempo, se tomaba una cerveza en cada comida. Indagando el porqué, nos enteramos que era para curar unos granos que le salían en el cuello. ¡Dita sea! Y yo sin saber como podría tener esos granos. Pero lo que más me impresionaba era ver de rodillas a algún mayor, entre las dos puertas de la entrada a la capilla. Me recordaba los flagelantes del siglo XIV durante la “Peste negra”. No está bien lo reconozco, pero con la picardía que se hacían las cosas entonces no alcancé a comprender que no estaba bien y me hacía mucha gracia, que alguien al tomar el agua bendita le sacudiera gotas sobre la cabeza. ¡Pobre! ¡Qué pensaría! ¡Qué resignación! ¿Era el camino de la santidad que había elegido? La falta más frecuente, que yo recuerde, era “faltar al silencio”. ¡Cuántas veces pasé al centro del pasillo por caer en este pecado. ¡Qué tiempos aquellos!

1 de julio 2011. Extraordinario concierto nocturno a cargo del H. Julio Longares. Fernando Carrillo le ayuda. Foto: Antoni Garrido.

¡A cuántos les gustaba hacer el pillín, una gracieta o broma!. Recorred la lista y, creo, que casi todos. Pero si era sorprendido por el profesor o vigilante de turno, ¡a pagar! Y a callar. Luego vendría el cachondeo, el carraspeo, la frasecita de humor negro y mortífero, etc. ¡Te han pillao! ¡Te lo había ________________________________ A de... Avellanas.

dicho! ¡A ver si espabilas, listito! Y otras lindezas más contundentes... Recuerdo en una clase de física que trataba, ente otras cosas, de las tres formas de medir el calor y sus respectivas equivalencias, cuando uno de los más listos de la clase, no puedo asegurar quién fue, contestó: “¡No sé a qué viene tanto lío; en definitiva el tal Celsius es igual de frío que el de los otros tipos!” Las carcajadas le descubrieron y valieron una reprimenda sin consecuencias porque hasta el profe se rió.

Un secreto bien guardado. Acerca de estas tretas voy a descubrir ahora, pasado el tiempo, y sin temor a ser sorprendido, que, si no recuerdo mal, primero solo y luego con David Aranda estuve disfrutando de una situación, para mi y en aquella época, especial. Logré hacerme con una escopeta de perdigones, los perdigones los encontré, y muchos, en la enfermería del juniorado. Tenía en mis manos un juguete secreto, divertido pero muy arriesgado. Pudimos disfrutar durante mucho tiempo sin que nadie nos descubriera. Hacíamos nuestras incursiones, especialmente, por “las Fuentes”, detrás de la tenada, o aprisco, de las ovejas y algún otro paraje de los alrededores. Para que nadie nos descubriera el juguete lo escondíamos en el cuarto de dormir de Ramonet, encima de su armario y debajo de una vieja, amarillenta y sucia almohada, de las de borra, que apestaba. El nunca lo supo hasta que se lo comunicamos y le pedimos que nos guardara el secreto, Cumplió perfectamente con su palabra. Todas las travesuras que hicimos a partir de entonces mejoraron mucho y siempre con la tranquilidad de la fidelidad mutua entre los tres. Algún abejarruco o abubilla cayó y sirvió para tener un plato muy bien cocinado y - 83 -


que nos regaló el cocinero, e iniciarnos, con el resto, en la técnica del taxidermista. Por cierto que en este proceso de hacerse con animales para la taxidermia, dirigida por el Hno. Rius Talens, nos vimos apurados en dos ocasiones: una con una culebra que no lográbamos matar en la campana del vacío; siempre resucitaba, y, otra, el lagarto ocelado que se nos escapó sin poder capturarlo por más que lo intentamos. El caso más espectacular, y aunque no recuerdo quién fue el protagonista, sospecho en mis vagos recuerdos que fue Marcos Blanco, consistió en capturar y mantener durante un tiempo a una ave rapaz en una jaula que se construyó en el patio de “los escoláticos”. Al lado estaba el cuarto de las incubadoras de pollos, donde alguno tuvo que estar pedaleando sobre una bicicleta cuya rueda trasera estaba conectada a un generador. Así se pudo mantener el calor de los huevos incubados cuando se iba la luz.

ocasiones que era posible, Francisco Monterde, con la única precaución de que le vigilara y avisara de la llegada de alguien que pudiera comprometerle, lo ponía en marcha, la sacaba, lo aparcaba, daba vueltas y hacía sus viajes con él. Era tremendo, ¡qué atrevimiento! Y qué contento. Mientras el que estaba pasando el mal rato era yo. Aunque le avisara, ¿cómo podría esconder el coche? ¿Cómo salir de él huyendo sin ser visto? ¿Cómo salir del aprieto?

Afortunadamente nunca nos pillaron y la satisfacción fue creciendo día a día como si de una victoria se tratase. Solo una vez lo abandonamos en medio del patio, pero aunque fue una falsa alarma, allí se quedó. Otro inconfesable.

Ceremonia de las bodas de Oro… Foto: Antoni Garrido.

Inconfesable. Recuerdo que en el extremo del ala perpendicular a la fachada, había un “garaje” en el que se guardaba un vehículo. Tal vehículo parecía ser la unión de piezas de desguace. Funcionaba, sorprendentemente. ¿A qué viene este recuerdo de semejante montón de chatarra rugiente? En todas las ________________________________ A de... Avellanas.

Cierta mañana de frío invierno y humedad extrema me sentí de tal manera descompuesto que casi no tuve tiempo de llegar a las letrinas del patio. La persistente humedad de la estación había hinchado demasiado la puerta y no la pude cerrar. Me daba igual, tenía una fuerte necesidad que no podía demorarse por más tiempo. Terminada la gestión, un nuevo cliente abrió enérgicamente la puerta, y viéndome en tal estado no pude más que responderle: “Siento que me hayas encontrado así, tan natural” y cerró la puerta con tal ímpetu y a carcajada limpia que después tuve que pedirle auxilio, a gritos, para poder abrirla. En la merienda. En aquellos años tuvimos la ocasión de merendar miel directamente succionada de trozos de panel o masticada simplemente como chicle. ¡Qué rica, supo entonces! - 84 -


Y esto a qué viene: El Hno. Juan Hilario trajo, para merendar, unas cestas con el rico y bíblico manjar. Cada cual debía coger el trozo que quisiera y todos a por el “cacho” atisbado como mejor. Hasta aquí todo va más o menos bien, porque nuestro amigo y compañero Benito Barlabé dejó su trozo en la silla para ir a limpiarse, silla en la que se sentó Gabriel Farré… nunca vi correr tanto al sanguíneo Benito, más colorado que nunca, y las carcajadas de todos a las que se sumó, como no podía ser de otra manera, el Hno. Juan. El lenguaje. Pongo, ahora, un énfasis en un recuerdo ya comentado en “Al principio”. Dentro de la picaresca, instrumento muy importante era conocer el alfabeto manual de los signos, como el de los mudos. El lenguaje de la mímica, muy arraigado entre nosotros, que permitía podernos comunicar en los momentos solemnes y de riguroso silencio, tanto en el dormitorio, en los estudios o en la capilla; incluso en los exámenes. * Un ligero carraspeo era el toque de llamada para decir algo rápido; doble carraspeo… urgencia. * Se oteaba el entorno y si no había observadores, testigos o algo parecido se lanzaba la cita: “luego…, después de la cena…, en el recreo… nos vemos… ya te contaré. Vale”.

gélida y glacial temperatura. Se helaba el aliento, no se podía pensar en nada que pudiera aliviarte porque se congelaba hasta el pensamiento. Tanto que aún no he podio descongelar el recuerdo para contar como era el despertar. ¡Qué “olas de frío” la de aquellos años! Ir a lavarse, ¡ja! Parecía que te estabas frotando con hielo, menos mal que en aquella época no tenía que afeitarme; por cierto que nunca supe como podrían hacerlo los que ya, entonces, se rasuraban. Supongo que los pelos estaban tiesos del frío y era cuestión de talarlos con aquellas cuchillas de tres agujeros y que luego servirían para sacar mina a los lápices o enmendar algún borrón por el método del “rascar y rascar” como el que está haciendo una restauración.

1955. ‘Mas del pastor’, con el H. Arturo Alonso. Foto: H. Millán Jarque.

En circunstancias se tenía una larga comunicación…, malo era si te venía la risa tonta; entonces era lo peor..., improvisada tos, carraspeo, sonarse la nariz… ¡qué se yo!

En clase, el frío se llevaba mejor gracias a las estufas: unas de leña y otras de serrín. Siempre había algún esforzado compañero que, cuando le tocaba su turno de encender la estufa, se adelantaba en el tiempo para que la estancia ya estuviera caliente al llegar el resto del grupo; hubo quien logró poner la estufa al rojo vivo; así agradaba a todos, menos a los que estaban pegaditos a ella.

El frío.

Los empleos.

Tiempos austeros y de formación exigente, según lo establecido para la época. Austero, duro, temido y poco atractivo era el dormitorio “La Siberia”. Ya no sabíamos que inventar para protegerse de la cruda,

A la hora de hacer los “empleos”, eran los encuadernadores, como Isaac Indurain, los que mejor trabajaban, calentitos en la clase, mientras los demás pelábamos las heladas “trunfes” echando el aliento sobre

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las yemas de los dedos para poder sentirlas. También lo pasaban bien los que disfrutaban de especial formación para la música. ¡Qué majos! A tocar y tocar mientras los demás haciendo del “pueblo hebreo: esclavizado Israel…”como dice el Gospel. A partir de ahí venía la escala de “empleos” mejor valorados. En varias ocasiones puede disfrutar de privilegio parecido cuando éramos requeridos José Mª Cortés, un artista de primera, y yo para dibujar y pintar pizarras, estampas de felicitación con el resumen de actos piadosos ofrecidos al homenajeado correspondiente. ¡Cuánto aprendí de este buen compañero y amigo! Un empleo especialmente curioso era el “mantenedor” de las escobas y demás artefactos y utensilios necesarios para la limpieza de la casa. Entre sus cometidos estaba el hacer unas bolas de serrín húmedo y colocarlas en sitios estratégicos, donde las encontraría cada uno de los encargados de barrer su correspondiente estancia. Éstos tendrían que deshacerlas, esparcir el serrín y arrastrarlo con el barrido para recoger toda porquería. ¡Qué mal lo tenían los que barrían el claustro para arrastrar y sacar el serrín de los canalillos del embaldosado! Los mayores y más forzudos tenían entre otros empleos el de cortar la leña, allá en una esquina del patio, cerca del muro del patio. Una anécdota. Teníamos entre nosotros, frecuentemente merodeando por el claustro, un ancianito, creo que se llamaba “Resti”, de pelo blanco, risueño, bondadoso, lento en el andar y de tez colorada, pero con muchas ganas de hablar y contar recuerdos de su vida. Donde más hacía hincapié era en su colección de sellos. Debía de ser muy buena por que así lo confirmaban otros profesores. Yo nunca la vi. ________________________________ A de... Avellanas.

A lo que voy. En su afán de contar cosas nos relató cómo sufrió la enfermedad de la meningitis. La contó, como es costumbre en los ancianitos, otras muchas veces. Siempre terminaba con la siguiente aseveración: “La meningitis es una enfermedad muy grave y mala. Todos los que la padecen se mueren o quedan tontos. Y yo la he pasado”. La risa estaba servida y sobre todo cuando el mismo Hno. Juan, en alguna otra ocasión, le animaba a contarlo y repetir la frase.

J. Navarro, D. Aranda, J. Bermúdez y A. Garrido y Sra. Foto: Antoni Garrido..

In memoriam. A pesar de todo, recuerdo con verdadero cariño a todos y especialmente a los formadores. No tengo tiempo de guardar rencores y desaciertos, si nadie lo impide. Todos, creo, y salvo casos o momentos especiales, dieron lo más grande: cariño, buen compañerismo, apoyos humanos y un deseo de pasar por los distintos niveles felizmente. En el interior más recóndito guardamos recuerdos, algunos secretos, que difícilmente revelamos. Ciertamente también son parte del entramado formativo que fueron llenando nuestras vidas. Solo cuando llega el adiós doloroso y definitivo, sobre todo si es eterno, nos atrevemos a desvelar un poco aquello que está envuelto en la urdimbre y el misterio de la fe, con el enorme sentimiento que brota del alma. - 86 -


Por ello me viene ahora el recuerdo de los que faltan y no pueden reunirse con nosotros. Seres que tocaron nuestro espíritu, algunos de sus recuerdos despiertan nuestras conciencias y nos sobrecogen por hacernos revivir los lazos de una amistad vivida. Seres que ya no volverán y otros que en el devenir de la vida nos separó para siempre. Pero todavía queda firme la esperanza de revivir en el espíritu la de los que nos hemos encontrado en una celebración llena de ánimo, vida y fraternidad a lo marista o lo que sea, pero válida y hermosa.

Nevada... Texto y foto: H. Josep Cortina.

¡Aquellos niños, aquellas personas tan maduras hoy, y ya cumplidos los 65! ¡Con este currículum vitae tan rico en estas experiencias, que no cabe en ningún impreso! ¡Para sí lo quisieran algunos!

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Máquina de remendar... Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Nevada 1992

El autor de estas viñetas, en medio del claustro del Convento, en la nevada del 92 (17 cms). Antigua máquina de coser..., una de las que había en la lavandería del H. Alfred. Se utilizaba exclusivamente para remendar calcetines, coderas y rodilleras...

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Monumento a la Virgen del Cerro. Por Juan Ferrís.

Santa María del Puig de las Avellanas. ‘El recurso ordinario’, ‘La primera Superiora’, La que ‘ha hecho todo entre nosotros’, ‘La Madre de Dios’, ‘La Buena Madre’. Foto: Antonio Beltrán.

Cuando me decidí por este tema pensé que debería iniciar con un poco de historia. Pedí información a los Hermanos Antonio Ibáñez y Ramón Benseny. Con la información que ellos me enviaron me enteré de que en este año 2012 se celebra el centenario. El 4 de Agosto de 1912 se bendijo el monumento original de la Virgen del Cerro dentro de los actos programados para celebrar las Bodas de Plata de la fundación de la primera obra Marista en España (1887). Este monumento fue destruido en agosto de 1936. El 6 de junio, fiesta de San Marcelino Champagnat se colocó la primera piedra del monumento que iba a sustituir al destruido. Y un 15 de agosto de 1945, fiesta de la Virgen de la Asunción, patrona del Instituto de los Hermanos Maristas, se inauguró el nuevo monumento que es el ________________________________ A de... Avellanas.

que nosotros contemplamos y visitamos tantas veces en nuestros años de formación y en nuestras posteriores visitas a las Avellanas. "El terror lo destruyó pero el amor lo reconstruyó". En una pequeña colina se alza ese sencillo y precioso monumento, más que por su belleza artística, por su significado espiritual y emocional. Es el monumento a la Virgen del cerro como un faro que ilumina y guía. Ya el primer día que llegamos a las Avellanas un grupo de adolescentes subidos en un autobús que serpenteaba por aquella carretera solitaria y que parecía que nunca iba a llegar a su fin, de pronto al salir de una curva, el H. Andrés Fábrega, que era quien nos acompañaba, nos alerto de lo que iba a aparecer, el monumento a la Virgen del cerro. Era la señal de que la casa a la que nos dirigíamos, el Monas- 88 -


terio de Santa María de Bellpuig de las Avellanas, iba a presentarse ante nuestros ojos. La emoción me embargó, y creo que también a mis compañeros de viaje. Un sentimiento que se fue repitiendo cada vez que después de alguna salida a Balaguer o a Lérida, o al término de las pocas vacaciones que teníamos, regresábamos a la casa "pairal", y esperábamos el momento al salir de la curva para ver aparecer el monumento a la Virgen y entonar con emoción la salve.

Virgen y en los sábados del mes de mayo y muy especialmente en los días de toma de hábito y profesión, el canto de la salve y la plegaria cantada del "¿Te acuerdas madre?". Algunas tardes de verano o de buen tiempo el H. José Cortina, prefecto de juniores, y posteriormente el H. Juan Hilario en el postulantado y noviciado, nos hacían rezar el rosario o la oración de la tarde desde la cruz que estaba en el camino del pueblecito de Vilanova de la Sal, encima del campo de Cristo Rey, frente al monumento de la Virgen del cerro. Estos son los recuerdos que han aflorado en mí al ponerme a escribir sobre la Virgen del cerro. Muchas más anécdotas se podrían contar pero el paso de los años hace que uno no pueda recordar algunos detalles relacionados con el monumento a la Virgen. Y no quiero terminar sin hacer mención de todos los Hermanos formadores y de aquellos que de una manera u otra supieron inculcarnos, con sus palabras y con su vida, ese cariño y devoción a la Virgen.

ÅÅÅ Termina de celebrarse el centenario de su inauguración, el pasado 8 de septiembre, de la antigua estatua, para entendernos, la del ‘pulpo’ obra de un tal Sr. Lombardi de Barcelona.

1960. Rosario en el Cerro de la Virgen. Foto: Marcos Blanco.

Y esa emoción de los años de formación se fue repitiendo cada vez que volví a las Avellanas después de salir a los colegios y muy especialmente la última vez que regresé a esa bendita casa con mis compañeros de promoción en Julio de 2011. A lo largo de los años de mi estancia en las Avellanas, en las dos épocas que pasé allí, el monumento a la Virgen del cerro ha sido una de las vivencias más ricas y entrañables. Las subidas rezando el rosarios de la aurora en las principales fiestas de la ________________________________ A de... Avellanas.

La actual estatua, tallada por Carles Flotats, antiguo alumno de Canet de Mar, Barcelona, se inauguró el 08/09/1945, con pedestal del H. Juan Hilario (Antonio Ibáñez).

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Cuestión de telepatía… Por Antonio Beltrán.

“Los 7 magníficos”: HH.: Cecilio, Claudio, José Basilio, Esteban, Ismael, Juan Hilario y Victorico. Campo de ‘Cristo Rey’ ¡Por fin terminado!. Foto: Marcos Blanco.

Es cierto que han pasado ya muchos años. Incluso, es posible que la cronología de los hechos, la tenga un poco desenfocada y no los consiga centrar en el calendario… pero de los recuerdos estoy seguro. Vamos ahí… Asistir cada mañana a la misa diaria, rezar maitines, con meditación incluida; continuar con las ‘Horas’, tercia, sexta y nona, hacer el ‘empleo’ que te tocara (con suerte uno bueno…); acudir al estudio y a las clases correspondientes; escuchar la conferencia de la tarde: desgranar algún que otro rosario al día (uno era obligatorio); finalizar la tarde con Vísperas y cerrar con las completas de la noche… (y alguno ________________________________ A de... Avellanas.

pensará, ¿te parece poco?) bueno pues, más o menos, todo eso era, cuanto ocupaba nuestro tiempo… Sin embargo, para gente sana como nosotros, en plena adolescencia y físicamente en perfecta forma (casi todos… que no hay que exagerar…), creo no equivocarme si digo que todavía ‘nos quedaba sitio’ para algo más… Pensando que todo lo hacíamos como sin darnos cuenta, sin cansarnos… como si formara parte de un entrenamiento diario, de ‘una monotonía normal…’, Y eso es, precisamente, lo que nos pasaba a más de uno… Tampoco es que vaya a contar nada del otro mundo... Simplemente se trata de un entrañable recuerdo, que es posible que sus co-protagonistas ni se lo esperan… e 90


incluso puede que lo tengan hasta casi olvidado, pero para mí es una ilusión el poder compartirlo hoy aquí.

Inefable ‘Banda Santa Cecilia’… A la izquierda el H. Mariscal, a su lado el H. Pablo Linés con la flauta, el H. Juan Hilario con el clarinete y junto al H. Esteban un inconfundible H. Prisciliano con la tromba. Eran capaces de todo, con tal de entretenernos… Foto: Marcos Blanco.

¿Quién? ¿Cuándo? Por ubicarlo en el tiempo, creo que sucedió poco después de llegar a Vic, durante los meses anteriores a la Navidad de 1961… Mi compadre, Marcos Blanco, y yo, queríamos hacer algo especial para las fiestas. Algo que fuese más original que cuando nos convertimos en meros contadores de chistes a dúo utilizando el material de un libro de ‘humor’, como entonces se decía, que mi querido amigo, el H. Francisco Javier Gallo, reducido durante unas navidades en la panadería de Avellanas, nos había dejado. ¿Qué? El ‘qué’, la idea, pudo ser de Marcos, mía o de los dos, la cuestión es que nació… Se nos ocurrió que podíamos preparar un número de ‘telepatía’… (‘la cabose’… ¡y es que no teníamos límites!) uno de los dos haría de presentador y el otro, ‘telepáticamente’, de adivinador… Como buenos ‘hermanos’ nos ‘auto designamos’ los papeles: Marcos el primero (estaba cantado, por lo del ‘palique’ que tiene) y yo el segundo. El juego consistiría en que, dispuestos unos objetos sobre una pizarra, el presentador llamaría a un voluntario de entre el público para que los moviese y yo, con ________________________________ A… de Avellanas.

los ojos vendados, y sentado tras dicha pizarra, de forma que no existiera la posibilidad de ver nada… trataría de adivinar los objetos desplazados. El estreno. La ‘primera sesión’ supuso un estrepitoso éxito. A las elocuentes y embriagadoras palabras del presentador, y realizado el traslado del primer objeto, el público quedaba boquiabierto cuando yo respondía con total seguridad y rotundidad. Luego fue con el segundo y el tercero… y, por supuesto, siempre acertando. Como era de esperar, los asistentes, captada la tomadura de pelo, pasaron de la admiración y el asombro al mosqueo general… Dudaban… ¡no se lo creían!… En un ambiente cerrado como era el del Escolasticado, donde todos sabíamos vida, milagros y virtudes de cada uno… constatar, sin trampas ni cartón, que alguien era capaz de realizar un ejercicio de adivinación telepática y lo podía repetir cuantas veces quisiera, lo que descartaba que hubiera sido ‘simple potra’… era demasiado…

HH. Esteban Cidad, Sr. Gregori; José Basilio, Honorato Pujol, Ignacio Garmendia, Jaime Gregori (Provincial de Madrid) Foto: Marcos Blanco.

Por nuestra parte, si bien nos movíamos con cierto aire indiferente y la mayor de las complacencias, arropados por el éxito alcanzado, éramos conscientes de que estábamos bajo ‘sospecha general’, porque, a pesar de los pesares… nadie, repito nadie, conociéndonos, se había tragado, ni de lejos, la posibilidad de que pudiéramos tener poderes telepáticos… - 91 -


¿El truco? Todo tenía su explicación. Hasta lo que hace el gran David Copperfield tiene su truco… Cuando comenzamos a montar el número, teníamos claro que el éxito del proyecto pasaba por contar con ‘los servicios’ de una ‘tercera persona’… Podríamos definir a nuestro tercer miembro del equipo como el ‘infiltrado’ entre el público asistente. Alguien, que fuera libre de toda sospecha, externo a cualquier trapisonda existente y, vista la composición del dúo actuante, de una integridad absoluta… en fin, lo más legal del reino. ¿A quien puedo referirme?... Repasamos las listas, las volvíamos a revisar, incluso podría ser alguien de otro curso, pero al fin lo teníamos claro, el único que reunía el ‘perfil’ exigido…, el tercer componente de nuestro grupo telepático sería, si él aceptaba, nuestro compañero, Juan Ribas, a quien hubo que comunicárselo bajo el mayor de los secretos y utilizando todas las razones y artimañas legales conocidas para convencerlo…

1955. Año de la Beatificación. Gran Fiesta y homenajes varios… Foto: Marcos Blanco.

Funcionamiento. La actuación discurriría de esta manera: Marcos, el presentador y voz cantante, pediría la colaboración de un voluntario del público y explicaría el juego que consistía en mover algo de la pizarra ‘bien iluminada’ y situada frente al público, y que yo, el adivinador telepático, situado de espaldas y totalmente envuelto ‘en la oscuridad’ de una venda, diría cuál habría sido el objeto movido. A todo esto, Juan (el ‘infiltrado’) ________________________________ A… de Avellanas.

debía espabilarse para sentarse entre los compañeros en un lugar bien visible y disimulado… Todo funcionaba alrededor de que, a la “señal”, un gesto estudiado de Juan indicaría a Marcos cuál había sido el objeto movido, y éste, mediante frases estudiadas y combinadas, me lo transmitía a mi, que, con voz firme y segura, definía el moviendo… (y enseguida: ¡aplausos y comentarios múltiples y en todos los tonos!). Los ensayos. Viviendo todos en la misma casa, podéis imaginaros lo complicado que podía resultar llegar a conseguir realizar uno solo de los ‘imprescindibles’ y necesarios ensayos… Nadie podía vernos juntos ni en pintura… no podíamos levantar ninguna sospecha… A Juan, era como si no lo conociéramos. Para practicar nos convocábamos, con todo sigilo, en el piso de los dormitorios. Recuerdo que había un pasillo repleto de manzanas ‘madurando’, obra del querido H. Tobías, que producía una cargada atmósfera cuya composición emulaba la del interior de un barril de sidra. Juan hacía los gestos, Marcos me iba relatando las posibles ‘oraciones combinadas’ y yo intentaba acertar el movimiento adjudicado al gesto que había hecho Juan… y todo esto… ¡¡en un rincón del dormitorio, casi a oscuras y susurrando!!… para no ser descubiertos… de verdad, ¡un número! Aquella Navidad. De cara a la Navidad, en Vic, también se preparaban obras de teatro. Pero no sólo, pues había quién tocaba el piano, el violín, la guitarra, recitaba poesías, cantaba el coro, e incluso en aquella época empezó a germinar el futuro ‘Conjunto aerodinámico’ en el que posteriormente participábamos con la inefable armónica de Ginés Martínez (Pinueve) y la voz amiga del querido José Siurana (Siurot). Total que nuestro número telepático, ¡una novedad!, fue incluido en todas las sesiones de ‘Comedias’ de aquella Campaña navideña… (Campaña que debió ser la última, porque al año siguiente Vic desapareció del mapa marista a causa del terrible incendio…) - 92 -


Exactamente no sé en qué sesión ocurrió, pero, por lo que voy a contar ya adelanto que para nosotros fue la última… Era tarde, de noche. La función discurría con toda normalidad y llegó el momento de ser llamados al escenario. Marcos y yo, cargados de pizarra y demás ‘atrezzo’, subimos al estrado. El presentador, como siempre realizó la entrada; colocó los objetos en su sitio; a mí me vendó y me sentó detrás del pizarrón; llamó al primer voluntario; realizó el primer movimiento de objeto y Juan, imagino, estaría cómodamente sentado en su sitio preparado para dar la señal, cuando de pronto, al improviso, he aquí que pasa lo que pasa… ¡¡lo inesperado!! ¡¡¡que se va la luz!!!, que se produce un apagón general… ¡¡¡Y que no se ve ni torta!!! Marcos, como es él, intentó mantener la calma y entretener al público…, pero viendo que yo no daba ni una, porque él tampoco lograba ver la señal que le indicaba Juan, pronto empezó a tartamudear y a decir frases inconexas… Un alma caritativa le dio una vela para que pudiera iluminar el escenario… pero ni así, la candela no era suficiente para hacerle ver lo que Juan, gesticulando, intentaba decirle… ¡¡¡Qué sofoco!!... ¡Qué pitorreo! Yo, con la venda puesta, desconocía la gravedad del apagón… pero notaba que lo que me decía Marcos, eran frases nuevas, no ensayadas… Juan fue descubierto en plena gesticulación… ¡Qué desastre! Pasados unos minutos, los abucheos subieron de tono… desde donde me encontraba, detrás del pizarrón, no sé si nos tiraron cosas… pero no me extrañaría… total, que nuestra fama estaba por los suelos, los pitos eran atronadores… el cachondeo era general y la mejor opción era, ‘aprovechando la completa oscuridad’… desaparecer por el foro… En fin, para qué seguir… la cura de humildad fue mayúscula, ni qué decir tiene que no volvimos a repetir el número, ni a hablar de poderes telepáticos… El pobre Juan tuvo que recuperar su halo de virtud, ________________________________ A… de Avellanas.

perdida por culpa de Iberdrola (o la compañía que fuese…) y menos mal que el incendio del año siguiente borró la memoria de lo allí ocurrido aquella noche… Pero nos reímos un montón…

Para la Epifanía del Señor… nunca faltó la celebración ‘tangible’ de la Adoración de los Reyes… Este año ’reinaron’ los HH. Esteban, Alfred y Minguillón, (un real lujo). Foto: Marcos Blanco.

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Pozo de la casa... Texto y foto: H. Josep Cortina.

Cuántos trabajos de reparación y desatascos en la tubería que llegaba del manantial...

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Hermano Claudio y ‘los vales’. Por el H. Antonio Ibáñez.

Curso 1954-1955. Clase de Ingreso. 1ª Fila: ¿?, Félix Martínez; Prisciliano Merino; Fernando De la Iglesia; La Petra; Martín Valero, Eloy González. 2ª Fila: Jesús Jarauta, Salvador Donato (+); Gabriel Farré, Isaac Indurain, Juan Luis Rubio, José Barón y Millán Jarque. Foto: H. Antonio Ibáñez.

¡El que vale, vale; y el que no, silencio! Esta experiencia la sufrió el que redacta este apartado de nuestros recuerdos. Pero vayamos por partes. Aquellos tiempos de Romanos y Cartagineses que servían de estímulo para alcanzar el máximo de puntos para poder ir a final de mes de paseo de émulos pasó a mejor vida en los últimos dos años de juniorado, al menos en lo referente a la sección de los mayores. Había que distinguir entre la clase y todo lo que se hacía relacionado con las diferentes actividades fuera de ella. Entre los demás hermanos del juniorado y el H. Claudio Serafín (José Cortina Capdevila = J. C.) Por una parte existían los puntos buenos y malos; con los primeros sumabas, con los segundos restabas. La última semana del ________________________________ A de... Avellanas.

mes tenías que dar cuenta al hermano de la clase (tutor hoy día) y comparar con tu émulo. El que ganaba era merecedor del paseo y el perdedor iba a limpiar una parte de la casa. El otro sistema disciplinario eran las faltas y notas de ORDEN, TRABAJO Y CONDUCTA. El mismo nombre indica el porqué de tal sanción. Cada tres faltas constituían una nota. También podía caerte una nota directamente. Las notas en CONDUCTA eran temidas por lo que pudiera venir a continuación. Todo este bagaje disciplinario tenía sus repercusiones en tu historial de buen estudiante y mejor persona o lo contrario. Creo que podemos contar mil y una anécdotas sobre el particular. Recuerdo la que me ocurrió en el comedor al terminar el desayuno. El jefe de mesa (que cada 94


una tenía el suyo elegido democráticamente o impuesto) me mandó recoger o limpiar una cosa y no le hice ni puñetero caso. El hermano Daniel Plana (que jamás se le veían los ojos con aquellas gafas de sol que llevaba) en voz alta (eso sí todos tenían que enterarse de todo): “Haga lo que le dicen y acompáñelo con una falta en conducta”. Rojo como un tomate y avergonzado, a cumplir la orden.

2 de julio de 2011. En la Sala de la Comunidad, J. Cortina, Pcial Cataluña, G. Farré, M. Blanco, J. Bagaría, y A. Ibáñez en el Homenaje de agradecimiento al H. Claudio (J. Cortina). Foto: Antoni Garrido.

Durante el nombramiento de notas, delante de todos, tenías que dar las explicaciones pertinentes sobre el porqué de aquellas notas. El hermano Claudio (J. C.) estableció, para funcionamiento de la sección de los mayores, el sistema de VALES (creo que copió la idea del Colegio Montserrat de Lérida). Existían de tres colores, con sus correspondientes valores: rojo, azul, verde y negro, respectivamente de 10, 5, 2 y 1 puntos. Te los ganabas con sangre, sudor y lágrimas (exagerando un poco) y los perdías por menos de un suspiro. El sistema era sencillo: si no debías ninguno o tenías alguno en el bolsillo todo iba bien. Pero si en tu debe había, aunque fuera sólo uno…, lo tenías claro: guardar silencio hasta que tu cuenta quedaba a cero. Podías acudir a alguien si eran pocos los que te faltaban, pero si eran muchos todos miraban para otro lado.

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Dicen que quien habla por experiencia es creíble. La mía es inolvidable. Empleo de la ropería con José Granja. No sé por qué historias me cayeron 5 puntos de castigo, y como no tenía ninguno, pues a callar en los recreos y las comidas. Logré recaudar tres y los dos que me faltaban me los prestó Granja. Sábado a la hora de la limpieza y entrego los cinco vales. Deuda resuelta. Mi gozo duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Algún gamberro, por no decir otra cosa, gritó o saltó por las camas. El ruido hizo que el H. Claudio, que estaba en la ropería, saliera y preguntara qué pasaba. Nadie dijo nada y… 5 vales más de castigo a todos los que estábamos por allí cerca. Hala, otras dos semanas más de silencio. ¿Qué hice para saldar mi cuenta?, no lo recuerdo, pero que fueron cuatro semanas de silencio, ¡por todos los diablos que es cierto!. Y digo yo, ¿no será esta experiencia la causa de que me guste tanto el silencio y la soledad? ¡Ah¡ Y que no te viera hablar durante el tiempo que duraba tu castigo porque el tanto por ciento de interés era automático. Y en aplicación de este fantástico sistema me tocó pagar una tarde sin ver las “comedias” un día de las navidades. Desde la clase de cuarto, la primera subiendo la escalera, se oían los gritos y aplausos y yo copiando el castigo. Creo que llegamos poco menos que a odiar el sistema de los vales. Pasados muchos años me ha tocado vivir en comunidad con el hermano Claudio (J.C.) y en alguna ocasión le comentaba las cosas que hacíamos en el juniorado. Con cara de sorpresa me decía: “¿Eso hacía yo?”. Nos reíamos los dos. A pesar de todo es uno de los hermanos que más aprecio de los que fueron mis formadores.

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H. Andrés Fábrega Juliá, el ‘gancho’ de Dios... Por Antonio Beltrán

(De abajo arriba/izda-dcha) 1ª Fila: Enrique Plumed (+), Antonio Giménez, Tortajada, Cabestany, Morán, H. Andrés Fábrega, Bayona, Galluza, Fdo Carrillo, José Nacher, Serna de Gavá. 2ª Fila: José Girbés, ¿?, Pedrol, J. M. Pujol, José Mª Rodríguez, ¿?, Mariano Revilla, José Llopis, Adolfo Carceller, Javier Revilla, Jorge Navarro, Delgado. 3ª Fila: ‘Niño de la Capea?’, Antonio Beltrán, Juan Miguel Donat, Luis Vitoria, Andrés Martínez, Villalba?, Luciano Pérez, A. Amblás, J. M. Espasch. Foto: Antonio Giménez)

Nace en Camallera (Girona) el 30 de abril del año 1887. Era hermano de sangre del Hermano Bernardo, asesinado en 1934, con tan solo 45 años, en Barruelo de Santullán (Palencia) durante la llamada revolución minera de Asturias y beatificado, junto a otros 497 mártires españoles, por el Papa Benedicto XVI, el 28 de octubre del 2007. Cuenta de él, Antonio Ibáñez, que: “terminada la guerra, fue nombrado Director del Colegio Clavé de Lérida en 1946. Después pasó a la dirección del Colegio de Igualada y aquí, en una rifa le tocó una moto vespa que años más tarde utilizaría el Hno. Ernesto cuando le nombraron reclutador (de ahí el sobrenombre con el que todos le conocían al querido H. Ernesto: “la Moto”). “ ________________________________ A de... Avellanas.

Años después fue cuando le nombraron reclutador de la gran Provincia de Levante que incluía Navarra, Aragón, Cataluña, Levante y Murcia. Las fotos que aparecen en estas páginas, corresponden a esa época de su vida… cuando, antes o después, “nos fue cazando”… Tras la división de provincias, siendo provincial de Cataluña el Hno Ignacio Garmendia se cambió a Levante. En 1963 estuvo en la ‘Sucursal’ de la Merced, y después, en 1967, en la ‘Fuensanta’, donde permaneció al ‘pié del cañón’, dando clase, hasta su jubilación. Debieron ser años difíciles, raros, turbulentos, llenos de miedo y despiste, los que tuvo que vivir nuestro querido Hermano y, además, con el añadido de la experiencia, 96


terrible, que supuso la trágica muerte de su hermano Bernardo… Por eso, creo interesantísimo, lo que nos cuenta, el H. Millán Jarque, quien le conoció de cerca primero en el pueblo, cuando era un niño, y después cuando fue compañero suyo ‘codo con codo’, en el colegio de Murcia. Pues resulta, cuenta Millán, que a raíz del cariz que tomaban los acontecimientos en España, el H. Andrés, como otros religiosos, fue enviado a Argentina, donde permaneció, hasta pasada la guerra. Fue en ese momento cuando volvió y se reincorporó a la provincia. Siendo Reclutador, y cuando llegaba a Hinojosa, el pueblo de Millán, sigue contando, como únicamente existía un autobús que pasaba por allí una vez al día, y nunca los domingos y festivos, el H. Andrés se hospedaba en casa del herrero del pueblo, que era precisamente el padre de Millán. Y desde allí, como para visitar el pueblo de al lado, Campos, de donde era su primo el H. Bernardo Villarroya, que estaba muy cerca, si iba en autobús tardaba un día entero, el padre de Millán, le decía, - “Coja la yegua, Hermano, que llegará Ud. antes campo a través… y llévese el chaval para que le guíe!”. Podéis imaginar la bucólica estampa: el H. Andrés, con Millán, que era el chaval de 10 años no más, subidos en una yegua atravesando la campiña turolense. Durante el camino, dice Millán, “contaba muchas historias de las que había vivido en Argentina… pero jamás mencionó a su hermano asesinado…” Ya hemos apuntado que el H. Andrés llegó a la Provincia de Levante el curso 63-64, al colegio de la ‘Sucursal’, del que era ________________________________ A de... Avellanas.

Director el H. Arturo Alonso Fernández, Millán llegó al año siguiente, con el H. Benigno Castilla en la dirección colegial. En Primaria había dos clases de Ingreso, la letra ‘A’, donde ponían intencionadamente a los tranquilos, y que estaba el H. Andrés, y la letra ‘B’, la clase de Millán, donde colocaban a los, más bien, ‘revoltosillos’…

Con el H. Andrés, aparecen: Gil, Marino Latorre y Millán Jarque. La foto tiene su historia, que cuenta uno de los protagonistas, Millán Jarque. Resulta que para septiembre del 1955, el H. Andrés, tenía bastantes juniores y no quiso admitir ni a Marino (porque tenía sólo dos hermanas, ni a Millán, porque era un poco ‘trasto’…) Pero la Providencia quiso que, a penas llegados a las Avellanas, abandonaran varios juniores… Entonces fue cuando el reclutador escribió al padre de Millán para decirle que ¡sí!,¡que lo admitía!... Total que en octubre, hubo ‘otra remesa’… La foto se la hicieron en el colegio de Zaragoza, y el fotógrafo, que era el oficial del colego, el que hacía las orlas y fotos de las clases… encima se llamaba ‘Jarque’.

Con el H. Andrés, en el centro del Claustro: Marino Latorre, Antonio Cerra, Fernando Tena, Antonio Ibáñez, Cagigal, Badal y Juan Ramón Aznar. Foto: Antonio Ibáñez.

En su destino de Murcia, desde el primer momento, el H. Andrés, destacó por su bondad, trato fácil, gran cultura’, facilidad - 97 -


de palabra, y una disponibilidad total y cariñosa a ayudar a quien lo necesitara. Todos le llamaban ‘el abuelito’, niños, famiias, Hermanos y especialmente un grupo de gitanillos, de los que vivían en los alrededores del colegio, a quienes esperaba los domingos y festivos, sentado en medio del patio, y allí, rodeado de los pequeños, pasaba el rato, entreteniéndoles…

En el Cerro de la Virgen… todos a sus pies… el H. Andrés, en medio, con los nuevos de aquél curso. Foto: Antonio Ibáñez.

Recojo con algún detalle lo que cuenta Millán refiriéndose al H. Andrés, porque todos, y especialmente nuestros padres, tuvimos en un momento dado, una estrecha relación con él, suficientemente fuerte, para que estas anécdotas suyas me parezcan interesantes. Un día, en Murcia, cuando iban a comenzar las obras de derribo, para construir el nuevo colegio, llegaron las máquinas de la Empresa que tenía que realizar el trabajo. Al parecer la instalación eléctrica del colegio todavía funcionaba y Millán ni corto ni perezoso, tan decidido como siempre, se encargó de desconectarla. Se subió al poste eléctrico y ‘cortó’ la corriente… La falta de experiencia, el peligro inherente a la maniobra, o lo que fuera, produjo un ‘latigazo’ tal que Millán voló por los aires (bueno, es un decir)… Sea como sea, el hecho es que acabó tendido en el suelo, aturdido, asustado y magullado por el porrazo… Como lo sucedió ocurrió en plena calle, se paró un autobús que por allí pasaba, la gente se bajó, gritos, exclamaciones… ¡un tumulto, vamos!… Millán, al ________________________________ A de... Avellanas.

ver acercarse corriendo y preocupado al H. Andrés para comprobar si necesitaba algo… le susurró suplicante - “Por favor, Hermano, tráigame una tisana…”. La gracia está en que, viendo cómo se ‘presentaba el herido’ debió pensar que la tisana era poca cosa y, todo solícito y radiante regresó el bueno del H. Andrés, desde el cercano bar, con ¡una rebosante copita de coñac! En aquellos años en que Millán coincidió con el H. Andrés en Murcia, y según él mismo nos cuenta: “era la época en que se empezó a liberalizar entre los religiosos el ‘consumo, legal, de tabaco’… Cada Comunidad debía determinar el ‘cuando’ (se podía) y el ‘donde’ (se podía)… pero para más ‘inri’ la decisión debía tomarse de acuerdo y por mayoría entre todos. Y al parecer, sigue contando, cuando en la reunión comunitaria llegaba el momento de tratar el tema, siempre pasaba algo que hacía posponer la votación… no llegando nunca a concretarse el cacareado ‘donde y cuando’, aunque, a decir verdad, el ‘poder fumar’ y el ‘quien’ iba a proporcionar el tabaco…estaban más que resueltos.

En otro colegio, otra parada en el camino, con el correspondiente grupo de nuevos… Foto: Antonio Ibáñez.

Un día, Millán, decidido poner punto final al tema, y se puso a fumar al finalizar la comida, en la sobremesa. Todas las miradas se posaban, con mal disimulada indiferencia, sobre las volutas de humo que iban subiendo hacia el techo… Hasta que a una flameante e insistente mirada del H. Superior, Millán le contesta: Cuando en la reunión de Comunidad se - 98 -


determine que en el Comedor, no se puede fumar… dejaré de hacerlo…” A la salida, cogiéndole por los hombros, y en tono de total complicidad, el H. Andrés, le dice: - Te la has jugado compañero… este año te cambian…”

TALEGRE’, perteneciente al término de Vilanova de la Sal.

Fue premonitorio. No llegó ni al retiro, que era donde se daban las ‘obediencias’… el 6 de junio Millán recibe el nombramiento para ir a Alicante, sustituyendo a José Mª Muruzabal, como Director de EGB. El H. Andrés continuará en la Comunidad de Murcia, mientras los años y la salud se lo permiten. Delicado y octogenario, es trasladado a la tranquila Casa de Segorbe, donde el ‘abuelito’ fallece a los 89 años el 27 de marzo del año 1976.

Se llega a la ermita, saliendo de Avellanes y tomando el camino hacia Vilanova. Después nos desviamos dirección de les Fontanelles. Los que tengan buena memoria recordarán los grandes árboles, la fuente,... donde algunas veces íbamos de excursión y otras de merienda-cena).

Entre los que se reconocen: J. Jarauta, P. Merino, F. Plumed, R. Vara, G. Farré, H. Andrés, J. L. Rubio, J. Mª Cortés, I. Indurain, M. Valero, S. Donato Foto: Antonio Ibáñez.

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Montealegre Fotografías: H. Josep Cortina.

El edificio está, aparentemente, igual, pero se ha remodelado y adecentado tanto dentro como fuera.

Al fondo, desde la Serra del Convent, en nuestro tiempo Monte Santiago, se puede entrever la Ermita de la ‘VERGE DE MON________________________________ A de... Avellanas.

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H. Eduardo Corredera: entre Vic y Avellanas. Por Antonio Beltrán.

Cerro de la Virgen, día 2 de julio de 2011. Tras rezar el ‘Acordaos’ y cantar el ‘¿Te acuerdas Madre?’, Marcos pronunció el ‘Sermón del Cerro’… Asisten: (izda/) M. Jarque, G. Farré, Fdo Tena, I. Indurain, A. Ibáñez, J. Mª Barnechea, J. Bagaría, A. Martínez, Fco Lledó y Sra, A. Beltrán, J. Ravilla, Fco Monterde, J. Ribas. Foto: H. Josep Cortina.

Había nacido en Yudego (Burgos) en 1911. Su trabajo, como marista, se distribuyó entre muchos colegios, práctica bastante habitual entre los maristas, hasta bien pasados los años ’60. Era casi una costumbre en aquellos años, el que un Hermano no permaneciera más de un par de cursos en el mismo colegio. Este ‘cambio continuo’, era tan normal y causaba tan poco ‘apego’ a lo material, a los lugares y a las personas… que cuando los religiosos acudían a los Retiros espirituales del verano, muchos hermanos iban ya con la maleta hecha, porque, después de que se leyeran las ‘obediencias’, al final de los mismos se marchaban tranquilamente, cada uno, a su nuevo destino…

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Un ejemplo que corrobora lo dicho fue el ‘itinerario colegial’ del mismo H. Corredera. Empezó en Valencia (1929), Alicante (1930), Barcelona (1931), estudios en Murcia y, vuelta a empezar, Valencia (1935), etc… hasta que en agosto de 1948 viajó a Grugliasco y allí mismo, recibió el encargo de formador de Escolásticos, nombrándosele Superior de Vic. Esto da a entender, entre otras muchas cosas, que cuando llegó el ‘Stella Matutina’, es decir nosotros, al Escolasticado de Vic, septiembre 1961, el H. Eduardo llevaba más de 13 cursos ejerciendo como Superior del mismo y, en consecuencia, podemos afirmar que su experiencia con ‘gente como nosotros’ estaba más que demostrada. - 100 -


Lo primero, gracias. Soy consciente de que alguien pueda considerar una anécdota lo que voy a contar, pero quiero aprovechar estas líneas, para agradecerle ‘un favor’ que me hizo. Posiblemente entonces, no lo consideré tal… pero ahora, que he caído en la cuenta, y por la repercusión que tuvo, lo saco a la luz y le doy sinceramente las gracias…

de que el famoso Sr. Subirash (exquisito maestro de música muy apreciado por el H. Eduardo) me seleccionara para aprender a tocar el piano. Para colmo de mis desdichas, las posibilidades ‘for music’, de mi persona cayeron en picado cuando, por su parte, el H. Corredera, me dedicó un lacónico ‘¡No!’, al pedirle permiso para solicitar un violín a casa (me parecía un poco atrevido decir que me lo habían traído sin pedirlo…) Así las cosas, y no conformándome con aquél triste y súbito final a mi corta carrera musical, un buen día, me cuesta creer que fuera capaz, pero así lo hice, escribí a mi querida madre, que iba a venir a verme unas semanas después, y le insinué la posibilidad de que me trajera una guitarra (a la fuerza, ¡tenía que cambiar de instrumento…!)… Por lo visto a ella le pareció de lo más normal, lo comentó en casa y un hermano de mi padre, me compró una, que por cierto todavía tengo. Llegado el momento, con la guitarra en la mano y armado de valor, entré en el cuarto del H. Director y le dije, agarrando fuertemente el mástil del instrumento y con aire de sorpresa…: “Hermano, me ha traído esto mi madre… ¿me la puedo quedar?”…

Los ‘british’, practicando, en la terraza del noviciado, con el H. Esteban… (que era el único que hablaba inglés… Foto: Marcos Blanco.

En Avellanas, estimulados por los compañeros ‘británicos’, algunos, aprendimos a ‘rascar’ el violín… instrumento rigurosamente prestado por ‘la casa’ (de los que dejaban abandonados los ‘británicos’ cuando se volvían)… pero que tenía el inconveniente, honestamente ‘anunciado’, de que cuando nos fuéramos a Vic, tendríamos que devolverlo… Lo poco que había aprendido, con la mayor de las ilusiones, que todo hay que decirlo, fue suficiente para que entrara en mí el gusanillo de la música. Bueno, pues, una vez en Vic, sin violín pero con la esperanza de ‘tocar algo’, no hubo forma ________________________________ A de... Avellanas.

Prometo que no me acuerdo de nada más, ni de su cara, ni de lo que me dijo, ni de cómo salí de allí… pero debió ser algo rápido y siempre tuve la sensación de que en ese momento se plantó una de las semillas que, tiempo después haría ver la luz al ‘Conjunto aerodinámico de música moderna’ en el que con Ginés Martínez (armónica), José Siurana (voz y maracas), Julio Longares y, Fernando Tena (bandurrias), Andrés Sánchez (contrabajo), Andrés Martínez (violín), Ramón Benseny (ba- 101 -


tería) y yo (Guitarra), conseguimos tocar canciones como: ‘O sole mio’, Tom Dooly’, ‘Piove, piove’, ‘Patricia’, ‘Ca-tas a Eufemia’… etc. (si me he olvidado de alguien, que me perdone.) Desde entonces… he de reconocer, la guitarra ha sido siempre mi inseparable amiga… Espero no ‘pasarme’ si afirmo que el H. Eduardo, fue un poco nuestro ‘manager oculto’, pero es cierto que, estamos hablando de 1962…, era el único que ‘cerraba’ un ojo ante tanta modernidad…, y el que más nos animaba en esto de la música que, por cierto, le encantaba.… Y en ese espíritu de amplitud de miras que poseía, admito que, cuando volvimos a Avellanas, tuve la suerte de ser uno de los que mensualmente bajaba al Colegio Montserrat de Lérida, brincando dentro de la furgoneta del ‘H. Pris’, a recibir clase de ‘instrumento’: los de guitarra, con el H. José Camerino y los de piano, con el H. Javier Alfaro… Retomo el hilo de nuestra llegada a Vic. Desde el primer momento, septiembre 1962, nos chocó el estilo con el que se nos trataba en la nueva residencia. - Nos encontrábamos en una ciudad que no conocíamos, en el Escolasticado éramos el grupo de ‘los novatos’… los Hermanos, todos nuevos, el ambiente, con algo más de libertad… en general, todo era bastante diferente… - Para nosotros, el Director, representaba la figura máxima, pero desconcertaba cuando te miraba fijamente, tras aquellas grandes lentes típicas de un investigador, sin date a entender a la primera, si era para algo bueno o para algo no tan bueno…

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aunque todo quedaba explicado si en la frase siguiente sonaba un: “¡Bese el suelo!”, o “¡Eso está bien!”. - No era menos pintoresco, vernos con las sillas a cuestas, cada uno con la suya, trasladándonos de la capilla a la sala de conferencias y viceversa… - En el patio, donde se encontraban también la pocilga y el gallinero, todo un lujo de ‘sensaciones’, se jugaba exclusivamente al ‘Balón volea’ y, en alguna ocasión se tiraba a una medio rota canasta de baloncesto… no había otra… - Disfrutábamos de la ‘caracolada’, de la ‘chocolatada’ y de la ‘castañada’, cuando tocaba. Debía ser un espectáculo vernos a todos, éramos más de 50, envueltos en sendas capas, coronados con la teja (sombrero), formando ‘una nube oscura en movimiento’, invadir las aceras de Vic, llevando bajo ‘las telas’, bolsas, cacerolas, cubiertos, vasos, botellas, pan, botas, etc… Íbamos, bien pertrechados, a algún lugar próximo, de merienda, o meriendacena… algo así como un ‘botellón’ actual, pero ‘light’… Nuestro ‘Director Espiritual’. Estuvieras donde estuvieras… tenías la convicción de que su ‘antena’ alcanzaba a ver, oír y escuchar lo que hacías o decías… No era corpulento, no se imponía por su volumen, pero su cultura y su mirada lo hacían inconmensurable… Personalmente no me cuesta reconocer que los maristas tenían en el H. Eduardo Corredera a uno de los formadores más sólidos, religiosamente mejor preparado, con una profunda espiritualidad (su amor por Santa Teresa y San Juan de la Cruz, y el conocimiento de sus obras, lo demostraban, y él no perdía ocasión para hacerlo…) Además, humanamente, siempre lo encontrabas al alcance de la mano…

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Toda su ascética austeridad, que era mucha, se transformaba en alegre y amable sonrisa ante cualquier mínimo y sencillo detalle que pudiera llamarle la atención. Era clásica su risita ‘entre dientes’, que dejaba al descubierto, de par en par, su alma de niño...

Una palabra a parte merece su pasión por la música y su especialización por la clásica… que, aunque sea a golpes de ‘cuchara, cuchillo y tenedor’, rebotando en los platos, intentó inculcárnosla… ¿Sala de audiciones? la que teníamos más a mano… el comedor de las columnas…

El H. Corredera fue, para la mayoría, nuestro primer Director Espiritual… Nos hacía escribir “nuestras cosas” en una libreta negra de ‘hule’ que él mismo nos entregaba, muy discretamente, en la primera entrevista… (aunque después, a los pocos días, nos dábamos cuenta de que todos teníamos una) y, a partir de ese momento, cada quince días ‘le rendíamos cuentas’…

¿Material multimedia? Un gastado ‘picú’ (pick-up) con los altavoces de tapadera, marca Philips, que reproducía pesados microsurcos de 33 o singles de 45 r.p.m. pertenecientes a una de las tantas colecciones de Música clásica… La elección en las comidas y cenas, era sencilla: o ‘eso’ (escuchar música clásica) o lecturas varias… ni que decir tiene que ‘la música’ acabó entusiasmandonos…

Desde la distancia del tiempo, reconozco que, después de tantos años en Avellanas, ‘en la soledad de la montaña’, éramos más bien ‘cerraos’, ‘difíciles’, ignorantes, un poco borregos (con perdón) y, pensando en que su cometido, como Formador, era el prepararnos para ‘salir a los colegios’, y a ese fin dedicaba todo su tiempo…, creo, repito, que nos ayudó mucho e hizo todo lo que pudo para conseguirlo. ¿Quién no se acuerda cuando en las conferencias, sacaba aquella libretita negra, que cerraba con una goma elástica del mismo color, y en la que parecía guardaba su ‘vademecum’ particular? La colocaba sobre la mesa, aguantándola con sus pequeños dedos, para que no se cerrara… y se podía pasar una hora hablando, mirándola de reojo y sin pasar de página… Y hablando de cultura y formación personal, todos sabemos que hay que descubrirse ante su bagaje como historiador, con Doctorado incluido y como investigador, con un montón de libros publicados. ________________________________ A de... Avellanas.

Tocadiscos, a válvulas, de la época muy parecido al que utilizábamos en nuestras pioneras audiciones. (Sacado de Internet)

Y nos pasó lo del incendio… Era el primer día de las vacaciones navideñas, el 24 de diciembre de 1962. Estábamos en la sala de conferencias, con el H. Eduardo, cuando se abrió la puerta de golpe y, sin entrar, asomándose medio cuerpo, y jadeando por la carrera, el H. Miguel García, gritó: “¡¡Fuego, hay fuego!!” Os ahorro el recuerdo de lo que siguió a ese momento, porque todos lo vivimos en propia carne, pero me parece interesante traeros aquí lo que apareció en la Revista CATALUÑA-LEVANTE de septiembre de 1962. El cronista lo cuenta así: - 103 -


Cabecera de la revista Provincial CATALUÑA-LEVANTE, Nº 19, septiembre 1962.

“Son los diez de la mañana del 24 de diciembre. Estábamos en la clase de Urbanidad. Un Hermano avisa de que había fuego en la sastrería Provincial. Cogemos cubos y vamos a apagar el fuego, pero el humo es tan denso y sólido que no podemos llegar. Avisan a los bomberos. Tardan una eternidad. Dicen que se han equivocado de dirección. Finalmente llegan, pero el fuego está muy avanzado. Ha abierto un agujero en el techo. Estamos a 9 grados bajo cero. Los bomberos carecen de los medios adecuados para apagar el fuego. Las cañerías están congeladas. Las mangueras, con poca presión, también se congelan. Llegan los bomberos de Barcelona con mangueras mejores. A las 12.30 el incendio está controlado y poco después se apaga. Ha quedado destruido el tejado y el piso de la sastrería, el dormitorio viejo y parte del piso inferior, y el agua a presión de las mangueras ha dañado parte del edificio.” Esa noche terminamos exhaustos, desconcertados y ‘un poco perdidos’ en las celdas del dormitorio de internos del Colegio Valldemía, en Mataró, donde cariñosamente nos habían acogido. Al día siguiente, hacía un frío tremendo, comprobamos que estaba todo nevado… En los medios de comunicación la denominaron ‘nevada del siglo’. A propósito del incendio, y de los días que siguieron, recuerdo que un grupo de escolásticos volvimos a Vic a tratar de recuperar lo que se pudiera. ________________________________ A de... Avellanas.

Cuenta el H. Antonio Ibáñez, perteneciente a aquel grupo, que el H. Ángel Ruz, que además de profesor era nuestro Administrador, “se recorría la ciudad y las masías del entorno para conseguir prestados remolques y tractores con los que poder trasladar a la estación de Renfe todo lo que había quedado servible en la casa y desde allí, al mando del Hno Eusebio García (Fausto), hacerlo llegar hasta Balaguer”. Nos pasamos una semana empaquetando todo. Hacía un frío de narices. Nos movíamos entre salas, habitaciones y pasillos, sin cristales, sin techos, por donde se filtraba aquél viento helado que nos llegaba hasta los huesos, en medio de los restos de la grandiosa nevada que había caído la nochebuena. Pero era un orgullo estar en aquél grupo de ‘recuperación’… habíamos sido ‘los elegidos’… Recuerdo que fueron días vividos con gran compañerismo, colaboración y responsabilidad. Durante el día no parábamos y por las noches dormíamos sobre el suelo, encerrados en una clase y con la estufa encendida. Lo dicho: ¡una aventura! Si uno piensa en los designios que traza la Providencia, creo que lo ocurrido aquél día hizo que se rompiera algo en el camino de nuestra formación. Por supuesto que pasó porque tenía que pasar…, y porque Dios así lo quiso… pero no cuesta reconocer que de haber continuado en Vic, todo habría sido distinto… Y no me quejo, pero la realidad es que tuvimos que regresar a Avellanas… y volver a ser los ‘mayores’ del Convento… Avellanas… el retorno… Mucho tuvieron que trabajar los Hermanos de Avellanas, quitando, tirando, poniendo y arreglando…, para hacer sitio y conseguir reubicar a aquél numeroso grupo de escolásticos cargados con las pocas pertenencias que pudieron pillar entre las llamas y el humo, antes de salir por piernas (es un decir…). - 104 -


Llegamos a Avellanas, desde Mataró, donde nos habían tratado espléndidamente los hermanos de Valldemía, el 5 de enero de 1963. Y continua Antonio Ibáñez: “… al día siguiente, la Epifanía, bajo una persistente lluvia, tres escolásticos se vistieron de Reyes Magos, (él fue Baltasar), y todos celebramos la cabalgata en el claustro”. Avellanas nos acogió, como no podía ser de otra forma, con brazos de madre y con todo el cariño posible, teniendo en cuenta que éramos, según la citada Revista ‘Cataluña-Levante’, 52 escolásticos que aterrizaban de golpe y casi por sorpresa, aumentando considerablemente el no pequeño número de ‘habitantes’ del Convento (20 novicios, 21 postulantes y 50 juniores, más los hermanos de la Comunidad y de la Enfermería). Nos acoplamos perfectamente. La sensación de lo ‘ya conocido’ hizo que nos sintiéremos casi de inmediato en casa y olvidáramos la experiencia del incendio… Pero, de todas formas, hay que reconocer que, para nosotros, todo volvía a cambiar. - Dejamos el ‘mundanal ruido’ de Vic y volvimos al ‘silencio de los corderos’… - No teníamos cada uno su propia silla, ni besábamos cada dos por tres el suelo… (acción atlética que venía muy bien, de vez en cuando, para desentumecer los músculos y bajar la orgullosa cerviz, porque no se podía ‘caer más bajo’). - Al dormir casi todos en celdas, ya no se oyó ruido de ‘piñas’ rodando por la tarima del dormitorio corrido… y la noche de ánimas, nunca volvió a ser igual… - El cuarto que ocupaba el H. Corredera, se encontraba (tras la reestructuración, es una parte de Avellanas que ya no existe…) en la estratégica encrucijada de los pasillos que venían del claustro e iban hacia las celdas y las habitaciones de Mossèn ________________________________ A de... Avellanas.

Josep, el capellán… pasillo desde el que se veía, al fondo, el cerro de la Virgen… y a propósito, también cambiamos de Capellán, pues en Vic se quedó nuestro maestro de gregoriano, Mossèn Palá, alto, amable, tímido, gafitas redonditas perdidas en su amplia cara…

2 de Julio 2011. Marcos Blanco y Joan Bermúdez, en la Ofrenda del Ofertorio. Foto: Antoni Garrido

- La verdad es que no se sabe cómo lo hacía, pero desde allí nuestro Director, sin antenas ni cámaras de vigilancia, veía y se enteraba de todo… (Sólo hay una cosa que, continúa siendo un misterio, el cómo llegó a enterarse de que ‘alguno’ de los nuestros saltaba por las ventanas de las celdas que daban al patio de entrada… y realizaban ‘ruidosos paseos nocturnos’ frente a la Cruz del camino a Vilanova de la Sal…) - En Los casi dos años que estuvimos allí, no construimos campos de fútbol, pero… limpiamos la conducción del agua del manantial… todo un verano levantándonos ‘antes que el sol’… - Además, fuimos a Taüll en verano, a hacer montañismo, y a Cervera, en cuaresma, a ver la Pasión (tras recoger miles de kilos de carrascas… que vendidas, sirvieron a pagar las entradas…) - En la capilla de Avellanas, los recién llegados, los escolásticos, desde el primer momento, dimos el ’do de pecho’… cantábamos como los ángeles… y hacíamos las delicias de quienes nos escuchaban… - 105 -


- Desde siempre, especialmente en vacaciones, y por turno riguroso, ayudábamos al H. Corredera que nos dictaba, a escribir, cada uno con su letra, el borrador del ‘penúltimo’ de los libros de este incansable historiador e investigador. Quizá por eso fue celebradísima la aparición en escena del H. Ángel Ruz Chups, que tecleaba la máquina de escribir a ‘toda pastilla’, relevándonos de la cansada y tediosa función ‘amanuense’…

pulsor de la idea. Cada sección de la casa tenía que participar con algo. Y los escolásticos, en opinión del ‘organizador’, debían distinguirse en hacer ‘algo más’ que los demás… por ejemplo, participando ‘por cursos’… Y sigue: “Los días para presentar los trabajos se terminaban y nuestra clase no había hecho ‘nada de nada’. Temiendo la reprimenda, los Barnechea, Blanco, Bagaría y demás me insistieron, no veas cuánto, para que hiciera algo: - “Venga, Sempol, haz alguna cosa que si no el Dire nos va a poner verdes".

- Y, si bien no habíamos hecho la mili, conseguíamos desfilar, sobre el polvoriento suelo de la Iglesia del Monasterio, a mitad reconstruir, mejor que los reclutas de Tremp… En ausencia de los picapedreros, se llegaron a celebrar verdaderos desfiles militares en los que no faltaron ni generales, ni discursos, ni el apartado de los heridos de guerra… Incluso creo que había alguien que hacía de trompeta tocando el ‘silencio de los caídos’… - La fuerza con la que nuestro Director nos ‘empujaba’ a participar, y dar ejemplo a los demás grupos de la casa, la ponían en cualquier acción, o por cualquier motivo, por pequeño que fuera. Para él, los escolásticos tenían que ‘dar el callo’ en todo… podía ser el limpiar la maleza del monte o rascar cada uno de los tubos que formaban los más de dos kilómetros de conducción del agua que venía del manantial, o recoger aceitunas, o montar el mejor altar para el Corpus… lo que fuera… A este propósito viene ‘como anillo al dedo’ lo que ocurrió con motivo de la celebración de la festividad de la Inmaculada de 1963. Antonio Ibáñez, que lo recuerda perfectamente, nos lo cuenta así: “Se montó por todo lo alto una exposición de trabajos literarios y artísticos en la sala del teatro. El H. Corredera era el gran im________________________________ A de... Avellanas.

“La Virgen Gitana”, obra del H. Antonio Ibáñez, ganadora del Concurso Literario-Artístico, diciembre 1963. (Técnica: lápiz) Foto: H. Antonio Ibáñez)

“La verdad es que yo no me daba por enterado. Pero como erais muy cabezotas y cada día volvíais a la carga, al final claudiqué. Recuerdo que me senté en la sala de estudio con la mano izquierda en el bolsillo y saqué una estampa de la “Virgen gitana” y me puse a dibujarla. La hice toda de un tirón. Las palmaditas en el hombro por haber sacado del atolladero al grupo de clase, ni te cuento. El resultado lo puedes ver.” - 106 -


“Fui, continúa Antonio, el ganador de la parte artística. Y a la hora de entregar el premio, resulta que, como todos estaban firmados con seudónimo y, casualidades de la vida, el mío y el de José Luis Peña, sin hacerlo a posta, coincidía, la caja de acuarelas, que era el premio, se la dieron a él. La sorpresa y cara que puso fue mayúscula. Al finalizar la velada se resolvió el entuerto”. En fin, se podría seguir contando y contando… estos ‘trocitos de memoria’, que en verdad, son los alfileres que mantienen vivo el recuerdo común, pero creo que puede ser suficiente así… Y, para ir terminando, permitidme una afirmación personal. Si todo lo anterior, lo ocurrido a lo largo de los años, las personas, las anécdotas, todo, lo que nos pareció bueno y lo que no, que ambién hubo, lo fuéramos colocado en los platillos de una balanza, es posible que se podrían cambiar muchas cosas, haber hecho otras o rectificado algunas pero, ni de lejos, podríamos haber sido más felices… Y, como reza el título de una película cómica de Carles Mira, 1983, en la que por cierto sale un primo mío en el papel de Don Fernando: “¡Que nos quiten lo bailao…!”

Un “pero”… Sí, tengo un pero… Porque salir a los colegios como salimos nosotros… es decir, siendo ‘repartidos’ en dos grupos, entre dos Provincias diferentes, sabiendo que no volveríamos a vernos… que no coincidiríamos en ningún colegio con la otra mitad, y menos con los compañeros ‘británicos’… para mi fue un fallo de quien debió darse cuenta, poner remedio y no lo hizo… De verdad que no tengo el recuerdo ni la sensación de que se hiciera u organizara algo especial para que, después de casi 10 años viviendo como hermanos, hubiera ________________________________ A de... Avellanas.

servido como despedida, ni existiera en el aire adecuado… Simplemente, ‘famosa obediencia’… y mochuelo a su olivo…

me suena que el ambiente nos dieron la ¡hala! Cada

Creo que los hechos han demostrado que debió ser así… porque tras 50 años en los que no nos habíamos vuelto a ver una mita con la otra mitad… hemos demostrado que ‘teníamos mono’ de volver a encontrarnos.

Dulce recuerdo… Tarta de la celebración de nuestras ‘Bodas de Oro’ el 2 de julio del 2011. Foto: Antonio Beltrán.

Lo siento, pero creo que precisamente el afecto y el cariño que podría haber aflorado en aquellos momentos de la separación, fue absolutamente ‘censurado’… Es posible que ni ‘ellos mismos’ cayeran en la cuenta… preocupados como estaban con ‘la división’ y los ‘famosos repartos’… ¡me sabe mal reconocerlo, pero se podía haber hecho mejor! Ya he apuntado la posibilidad de que, a lo mejor, esa ‘rotura drástica’, esa ‘lejanía forzada’ y esa falta de noticias, fueron posiblemente alguno de los motivos que dieron tanta fuerza a nuestro encuentro de hace un año… EL REENCUENTRO DE AVELLANAS… y podría ser el momento para reconocer que no hay ‘mal que por bien no venga’… Otra vez el H. Eduardo, después del Escolasticado… Desde Vic, el H. Corredera, volvió con nosotros a las Avellanas, tras el terrible episodio del incendio en la navidad de - 107 -


1962, clausurando una casa de formación que funcionaba como tal desde los primeros años del siglo… Continuó como Director hasta 1965 cuando le destinaron a ocupar la dirección del ‘Iesus Magister’, en la Casa General de Roma.

Si es verdad, y creo que sí, que en nuestra memoria histórica quedan nombres, semblantes, personas a las que recordamos, porque nos han dado mucho, o porque les hemos dado mucho… Para mí, y no creo sea el único, el Hermano Eduardo Corredera, es uno de ellos. Gracias, Hermano.

Fue uno de los Hermanos que, en la división de las 7 Provincias, pasó a la de Levante, en alguno de cuyos colegios ya había estado, y conocía muy bien, en la década de los cuarenta. El H. Enrique Hurtado, que nos ha regalado varios de sus recuerdos, cuenta que “el H. Eduardo dejó escritos dos o tres tomos autobiográficos, que se encuentran en la Biblioteca de Avellanes, y que en ellos relata las peripecias que pasó durante la guerra del 36, que le sorprendió en Valencia. Entre las muchas anécdotas, explica en sus escritos, cómo, cuando y porqué se cambió del bando de izquierdas al bando nacional.” En 1969, después de haber estado destinado en Cartagena y Segorbe, volvió a la Provincia de Cataluña, otra vez a Las Avellanas, y allí permaneció durante un par de cursos, desempeñando el complicado cargo de Maestro de Novicios. En septiembre del 1973 la obediencia lo envía a Barcelona, primero al colegio de Sant Joan y después al de Sants.

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Granjas: cerdos, conejos, perdices, pollos… Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Desde Cuatro-vientos se olía fatal…

Se debe a la proliferación de granjas de cerdos -sesenta mil cabezas-. En la foto aparece una de estas granjas, la más moderna y la que menos huele, que se encuentra en Tartareu. Las hay también de conejos y de perdices rojas (para cazadores y restaurantes) en Sojorn hay una de pollos (tema que conocemos de cerca, por la que teníamos y que llevaba el H. Leoncio).

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Falleció muy longevo en Avellanas, en cuyo cementerio reposan sus restos, el 29 de septiembre del 2007. Al final de su vida, sufrió la gran prueba… la pérdida de su capacidad cognitiva… y así se lo quisieron llevar el Señor y la Buena Madre. ________________________________ A de... Avellanas.

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Sant Cap… ‘esa cabeza’… Por Francisco Lledó.

Pórtico dedicado a Sant Cap, por el que puede accederse, bordeando por su parte interna la muralla, hasta el antiguo patio de los juniores. Foto: Antonio Beltrán.

Aún no sabíamos que esos remotos parajes tenían una larga, interesante y en ocasiones trágica historia. Poco a poco fuimos conociendo retazos y leyendas del pasado. - Hoy iremos a Sant Cap. - ¿Sant Cap? - Sí hombre, donde Sant Joan de Organyà. Era un día festivo y de buena mañana cincuenta chavales enfilamos el camino de Vilanova de la Sal. A las puertas del pueblo tomamos una senda a la derecha que subía serpenteando por una loma pedregosa. Media hora más tarde entramos en una pequeña explanada, rodeada de paredes rocosas con un par de grutas, amplias pero poco profundas. ________________________________ A de... Avellanas.

Pasamos una hora curioseándolo todo. Mientras tanto los profesores que nos acompañaban nos explicaron que allí vivió un anacoreta llamado Sant Joan de Organyá. Era un lugar que debíamos recordar. También nos hicieron fotos entre las grutas, lo que subraya la importancia del sitio - Profe, por qué se llama Sant Cap. - Porque cuando murió el santo lo enterra- 109 -


ron aquí en una iglesia que ha desaparecido. Y como hacía muchos milagros venían peregrinos. Tenían la costumbre de abrir el sepulcro, sacar la cabeza, el cap, y mostrarla a la gente para que la venerasen. Decían ¡El Sant Cap! ¡El Sant Cap!

Foto donde se aprecia la entrada que da acceso al túnel que conduce a su interior.

- Pero Hermano Enrique, ¿dice eso el libro de los santos que leemos por las mañanas? Es la primera vez... -No, en ese libro no está. Porque no es un santo. Lo llaman así los del pueblo. Más tarde supimos que Sant Cap tuvo mucho que ver con los orígenes del monasterio de Bellpuig de les Avellanes. Hasta el punto de que a ese lugar también se le conoce como Bellpuig Vell.

Pasillo que conduce al interior del pozo y desagüe para el deshielo.

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Pozo de hielo. Texto y fotos: H. Josep Cortina. El famoso ‘pou de Gel’ era un importante lugar muy utilizado por los monjes era pues la nieve que en invierno caía en su entrono se echaba dentro, donde se congelaba y así tenían hielo hasta junio.

Claraboya de 6 m. de diámetro.

Para llegar hay que tomar dirección hacia el pueblo de les Avellanes y después de una breve subida, se desciende hacia la izquierda donde, en la cara norte, está se encuentra el pozo.

En tiempos del H. Virgilio se acondicionó como oratorio, para reflexión, lectura etc.

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(Goigs, proporcionados por AndrĂŠs MartĂ­nez) ________________________________ A de... Avellanas.

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Baños “TüRKOS” en Pileta PRE-olympica Por Marcos Blanco.

“La balsa…” Está algo cambiada, y se utilizar para regar… atrás quedan los ‘gritos silenciosos’, los empujones ‘amigables, los resbalones peligrosos y las pérdidas de ‘bañador’ casuales… Foto: Antoni Garrido.

Lo esperábamos sábados estivales y algún día de asueto, cual hambriento un mendrugo de pan... "Ni rechistar, nos advertíamos mutuamente, que no nos “devuelvan al corral como el otro día por chismorrear”, y con el semblante alegre y al hombro el hatillo conteniendo: bañador “neopreno” made in Germany, Alfred Offenkel, pantalón-media-pernera deshilachada, sirga “espartana”, de esparto, para evitar deslizamientos peligrosos, chanclas ‘to-terreno’ y ¡Hala, arreando cuesta arriba! al “open-air Vestuario”, sito tras los frontones. Allí, en hileras de a 15, cara el paredón, eso si, mirada al frente, y a esperar el pitido del “kancerbero de turno” para iniciar el ________________________________ A de... Avellanas

TRUEQUE. Queda por descontado que la cremallera era desconocida, y los botones de bragueta pocos y mal fijados, siempre sobraban ojales. Atrás, a una distancia muy prudencial, otros 15 esperando turno. Ya en el estanque la algarabía y bullicio eran ostensibles, retozábamos ”como cutos en pocilga” que dijera alguien... En el paredón del estanque, cerca de la Factory A. Offenkel, había un pedrusco saliente donde los más osados ensayaban la “trascolita”, el maestro en el arte se llamaba SERNA, intérprete de “Cocinero cocinero”, de Antonio Molina, que lo cantaba que lo bordaba... - 112 -


El H2O, provenía de un chorro a bastante altura, lo que permitía ducha-baño simultáneo (estaba prohibido el empleo de detergentes, geles y demás potingues, aunque a decir verdad, sólo conocíamos “jabón el LAGARTO”, ¿para evitar la contaminación del prístino elemento acuoso?

ser, Bastiments, Ull de Ter, Balandrau...

”Tempus fugit” y había que aprovecharlo, pues el silbatazo siguiente suponía desandar el proceso y hasta la próxima. Permitidme esta acotación que nunca antes dije a nadie… Quien narra, y no se me olvidará en vida, estando en 2ª hilera esperando terminara el “strip-tease” en el paredón, contempló a M. L. A. a la sazón ya talludito, ”colgándole” la minga, mejor, M-GUILLON, en consonancia con la complexión de su dueño, quien, en rápidas zancadas, se perdió en el refrigerio, (su “neopreno” carecía de botones). Pero a este “juntapalabras” desde el “evento” en tal materia, se le queda “cara de acelga y complejo kaka-huete”… ¡Jozú, que badajo! lo que se llega a ver cuando se pretende no enseñar... Corría el rumor que ciertos probos y santos varones monacales, de noche, a la luz de la luna, se solazaban, eso sí respetando el “gran silencio conventual”. Sólo el chapoteo y zambullidas se entremezclaban con el ulular de búhos y lechuzas que a tales horas pululaban con profusión en los frondosos almeces de abajo, flotando en el ambiente escenas como extraídas del libro de cuentos "Las mil y una noche”. ¡¡Difícil se borren de nuestras mentes prejuveniles escenas tales!!

La famosa cabra salvaje de los pirineos, el ‘isard’, que intentamos cazar en más de una ocasión, y en cuanto la descubríamos, a los dos segundos, estaba ya ‘fuera de tiro’…

Cuantas veces preparándolo todo… y recogiéndolo al terminar el verano…

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La Farga... Texto y fotos: H. Josep Cortina y Fco Lledó Nombres que nos suenan: Torreneules, Salt del Grill, Marrades, Coma de vaca, Ull de Fre________________________________ A de... Avellanas.

El Xisquet, carpintero de La Farga, sobrino del H. Ernesto.

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El agua helada del Freser. Por Fernando Tena.

Hay en nuestra vida una edad en que se producen grandes cambios, se experimentan profundas vivencias y en la que existen fuertes necesidades. Cada uno elige un poco, solamente un poco, cómo vivirla. Lo que es cierto es que en esa edad surgen, con frecuencia, momentos que aún siendo aparentemente intranscendentes, dejan una profunda huella en quien los experimenta. Una vivencia de este estilo tengo que situarla en la montaña, cerca de un río. Una habitación sencilla, casi una celda monacal. Escaso mobiliario que, aunque pusiese el máximo empeño no sería capaz de recomponer. Mi memoria nunca ha sido en mí una cualidad destacable. Supongo ________________________________ A de... Avellanas

que además de la cama, habría un sencillo armario para la ropa, una mesa y, tal vez, un estante para libros. Y una ventana de madera. Con cristales. Ventana que podía ser abierta de par en par. Y esa ventana sí que la tengo bien grabada en mi memoria. En ella está mi vivencia. Por las noches. Un frío suave como corresponde al mes de Junio, pero profundamente gratificante. Y el rumor del agua brava del río Freser. Este sonido, penetrando por la ventana abierta, junto con el frescor de la noche, era una verdadera delicia que ayudaba maravillosamente a conciliar un sueño reparador después de una larga jornada recorriendo las montañas de los alrededores, recorrido - 114 -


que siempre pasaba por una devota visita a la Virgen de Nuria en su Santuario. Caralps (Queralbs según indican ahora los sistemas de posicionamiento global). La Farga. Las casas que forman el complejo de descanso. Y el río Freser. Agua brava, transparente, helada.

• El Puigmal, que suponía otros mil metros de desnivel. Algunos ventisqueros en el camino donde aprovechábamos, con cierto peligro, para deslizarnos hielo abajo. Algún isard por las laderas de las montañas. Un libro para firmas en la cumbre donde dejábamos constancia de nuestra “proeza” para conocimiento de generaciones futuras.

Tres experiencias importantes guardo asociadas a esas aguas, experiencias que voy a tratar de resumir de forma breve. La primera la asocio a un edificio destruido, pero dentro del complejo de La Farga, situado en la parte baja del complejo y cercano al río, que presentaba un vaciado que le permitía ser utilizado como piscina. (o balsa de baño que es lo que era en realidad). Escasamente útil para bañarse dada la gelidez de sus aguas transparentes, provenientes directamente del río.

Cumbre del Puigmal (2.909,8 m.)

• Valles amplios, frondosos y relajantes, en los que pastaban rebaños de vacas dejando como seña de identidad sus conocidas “boinas”. Coma de Vaca. El Coll de la Marrana.

Santuario de Nuestra Sra de Nuria.

Después de una larga jornada que comenzaba a primera hora de la mañana con la ascensión hasta Nuria a lo largo de la vía el tren cremallera. Camino suave pero de fuerte pendiente. Varias horas para recorrer los escasos siete kilómetros que nos separaban del Santuario, pero con una diferencia de nivel de unos mil metros. Desde Nuria, según la planificación previa, había varios destinos: ________________________________ A de... Avellanas

Coll de la Marrana.

* Otras montañas, emblemáticas por su dificultad, que no era grande en ningún caso, o por su altura, siempre inferior de todos modos a la del Puigmal que pasa por ser la montaña más alta de todo el - 115 -


Pirineo Oriental. Nou Fons, Nou Creus, Torreneules o el Pic de la Dona. * Ulls de Ter. Larga caminata de bajada que nos dejaba el esfuerzo funda-mental para la vuelta cuando más cansa-dos estábamos ya. Y el Hermano Ernesto guiando todos los caminos, arrastrando a las personas y transmitiendo su entusiasmo en todo momento a todos aquellos que formábamos parte de la excursión. Él iba como una moto y a algunos nos dejaba algo rezagados, aunque siempre llegábamos a destino aún a costa de hacer más corto el tiempo de descanso entre etapa y etapa. Recuerdo en particular, y como anécdota, el momento en que anunciaba que se iba a “hacerlo en Francia”. Todos reíamos la gracia sabiendo exactamente, al estar situados en la misma frontera, de qué se trataba.

ba en el agua. Incluso alguno se lanzaba de golpe (de cabeza que mola más). Todos salíamos instantáneamente, ateridos, temblando y “refrescados” para unas cuantas horas. Pero allí que íbamos, a veces más por valentonada que por necesidad estricta. La segunda experiencia la asocio directamente al propio río Freser. No recuerdo qué tipo de remodelación quería el H. Ernesto en el cauce del río, pero era preciso entrar en sus aguas para mover unas cuantas piedras. Algunos de nosotros haciéndose el valiente, nos apuntamos para la labor. El agua, de deshielo, a no más de dos o tres grados, agarrotaba los músculos y congelaba las entrañas. Y allí, valientes, moviendo piedras para algún fin que no recuerdo, varios de nosotros haciendo, con alegría, el duro trabajo de remodelación del lecho del río. Alguien me recordó entonces que ese frío en la juventud se traducía en problemas reumáticos a los largo de los años. Le hice caso y abandoné el trabajo, que era estrictamente voluntario y del que quedaba ya muy poco recorrido. Afortunadamente los accesos reumáticos anunciados por ese alguien se han olvidado de mí hasta el presente, lo que es una suerte que no todos los que tienen nuestra edad pueden decir. La tercera experiencia, la más profunda y que da pie a esta corta reseña, ya le he mencionado al principio: una celda austera, una ventana abierta de par en par, un aire frío del ambiente exterior y el rumor de las aguas bravas, cristalinas, heladas, del río Freser.

Acceso al Puigmal. Foto: Internet.

El día terminaba siendo agotador y el baño reparador en la piscina podía esperarse como agua de Mayo. Algún valiente entra________________________________ A de... Avellanas

(Nota: Las fotografías que aparecen aquí están tomadas de internet, pero ilustran debidamente lo que pretendo transmitir en estas líneas.)

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Fray GERUNDIO de CAMPAZAS o el MEJOR PREDICADOR. Por Marcos Blanco.

1 de julio de 2011. Stella Matutina + Regina Martyrum. Vísperas del ‘aniversario’ (Izda/dcha) Delante: J. Navarro, J. Bermúdez, A. Ibáñez, R. Benseny, M. Jarque, J. Cortina, J. Longares, Fdo Tena, A. Beltrán, Fco Monterde, I. Indurain y D. Aranda. Detrás: M. Blanco, A. Martínez, J. Ribas, E. Alastuey, J. Cortina, J. Mª Barnechea, H. Pujolás, J. Ferrís, G. Farré, J. Revilla y A. Giménez. Foto: Antoni Garrido.

A lo largo de la casi “Década, para nosotros, PRODIGIOSA“, con la que ahora nos regodeamos recordando, varios fueron los “ORADORES” de campanillas que nos deleitaban con la fluidez y elegancia de su VERBO... ¡cómo olvidar aquellas S. Santas, Retiros y visitas de tronío, cuando el “Demóstenes” de turno se subía a la tarima y nos “regalaba” el oído a la gente menuda en su mayoría !.

Pasa a la Cataluña marista en 1968 y es Director de la Editorial. De talle menudo, voz aterciopelada, andares de “purpurado”… Seguíamos boquiabiertos su maestría en adornar cualquier anécdota y peripecia de su continuo peripatear el amplio mundo.

A destacar: Hno. Luis Gonzaga. En 1942 es provincial de Norte y, en 1956 nombrado Consejero General, por España, del Rvdmo. H. Leónidas. Participa en la división provincial de Espa-ña en 1958. ________________________________ A de... Avellanas

Muere en 1976. Hno. Aurelio Linaje. Provincial de Levante. Voz recia, frase cortada y pulida con el cincel de un léxico - 117 -


depurado y preciso, era otro a quien esperábamos nos dirigiera la palabra, agradecidos. En la guerra civil, se salvó refugiándose en el Consulado argentino de Alicante. Tuvo el valor de abrir una Academia, ‘Luis Vives’, en plena contienda civil, con la que ganaba algo de dinero para ayudar a los Hermanos escondidos. Fue Director de los Colegios de Valencia y Valldemía. En 1947 es nombrado Provincial de la antigua Levante y en 1956 es administrador de Alicante donde termina sus días. Muere en 1968. Hno Ramón Nonato. De la vecina Castelló de Farfanya (Lérida), nació el 9 de julio de 1895. Junior en Vic, en 1909, toma el hábito en Avellanas el 22 de diciembre del 1010. Es destinado, sucesivamente, en 1912, a Pamplona y Cartagena. Hace la mili en Madrid y Profesa en 1917. Desde 1943 hasta 1965, es destinado a Avellanas, coincidiendo plenamente con nuestra estancia allí. En 1965 la obediencia lo envía a Barcelona, a la casa provincial. Vuelve en1976 a las Avellanas donde fallece el 25 de enero de 1981. A falta de “titular de mayor tronío“ saltaba del banquillo al estrado y relatando guerras y posguerras, metiendo vocablos a veces con “calzador”, nos hacía evadirnos de la monocorde cantinela de los voceros cotidiano... Su austera figura, coronada el 99% de las veces, por la típica ‘teja’/sombrero negro, nos era más que familiar. Era el encargado de las Obras de reconstrucción de la ________________________________ A de... Avellanas

Iglesia y quien se ocupaba de cualquier ‘cambio en la fisonomía’ de los montes y parajes del entorno. Educado como el sólo, debía ser un magnífico relaciones públicas de la Institución por aquellos parajes, donde creo, todos le conocían. Su horario iba más acorde con el Capellán que con la Comunidad de la casa, motivo que le hacía coincidir con él en el comedor de las ‘visitas’, exclusivo de D. José, el H. Ramón y las posibles y esporádicas visitas de familiares que venían a vernos. A él se debe la reconstrucción de la Iglesia del Monasterio, trataba directamente con los picapedreros gallegos y de él dependían las compras de materiales. Así mismo era él quien dirigía todos los trabajos nuevos o de mantenimiento que se realizaban en la finca. Era lo que en los libros maristas se conoce como un ‘buen hijo de la casa’, todo un ejemplo de ‘amor y cuidado del entorno y de las pequeñas cosas’… Padre IBARROLA (pedricador). Redentorista. Dos Retiros en el Salón de Columnas, hombre avezado al púlpito, ¡qué recursos los suyos para exponer doctrina! Quien escribe, proclive de siempre a la “caza” de “perlas” lingüísticas, pertrechado de libretita Editorial Luis Vives y un cabo de lápiz, tiene de él anotada una frase que luego he repetido con frecuencia a mis discentes: “si puertas, ¡pa qué abiertas!, y si abiertas, ¿paqué puertas?...”. También nos acordamos de otros dos predicadores encomiables: el P. Rafel, claretiano que nos predicó la Profesión y otro claretiano, que también os sonará un montón, el P. Corominas.

Hno. Ernesto Coll. El 20 de mayo de 1904, nace en Caralbs (Giro-na). Es junior en Vic, 1918. El 8 de septiembre de 1919 comienza el noviciado y un año después Profesa. - 118 -


Su primer colegio fue Clavé (Lérida) y el segundo Larache. Trabaja en Palafrugell, Lauria y Girona. Le nombran reclutador entre 1927 – 1942 y 1958 – 1980. En la Guerra Civil huye a Francia. Fue el impulso de La Farga. Murió en Lérida el 5 de noviembre de 1984. “Conill de bosc” -sin la “prosapia” de los anteriores- era el regocijo de la chiquillería, con sus muecas y sonidos guturales. A recordar, escenario: capilla Colegio de Lérida, él, subido en escalera junto a la estatua de la VIRGEN, una enorme boa (del museo), al cuello y una pelota de attrezzo simulando “fruta de Eva”... Unos 200 pipiolos, con ojos como “platos” conteniendo el aliento...

Vista actual de LA FARGA. Foto: Francisco Lledó.

Con nosotros, en La Farga, se transformaba. Subió, abriendo paso, al Puigmal más de una vez, dejándonos renqueando cuesta arriba, a una buena distancia, él 68 años, y nosotros 18…

Hno. ATANASIO. “Satanás” (nariz cauterizada). Sus esporádicas visitas, tenían mucho “predicamento”, le rodeábamos, ávidos de sus graciosas ocurrencias, y relatos, en su mayoría fabuladas u oníricas, pero que ________________________________ A de... Avellanas

nos sacaban del "íncubo cotidiano” (vulgo: coñazo diario)...

LA FARGA, donde todavía puede verse al sobrino del H. Ernesto, el Xisquet, que tiene 84 años y que sigue entreteniéndose en la carpintería. Foto: Francisco Lledó.

Poniendo fin, de algún modo ,a una lista interminable, traeré a colación, a un “desconocido”: FORJADOR del LEXICO, ¡Sí compis!, el Hno, RESTI -oriundo de los Manciles (Burgos) - a la sazón del relato, ocupado entre perolones de cocina, pero en sus “tiempos mozos” ,se ve “mimaba los palabros”. Jesús Mª Barnechea y menda, lo “descubrimos” y a “beber a sus fuentes” acudimos raudos, nos ayudara en la composición a desarrollar en la Prueba de Reválida de 4º. Aquí os dejo una “joya” de entre muchas: “al alborear, cuando ya apunta el rosicler, yo aspiro con ansia deambulando entre coníferas a la par que hago llagar a mi, el balsámico oreo entre el relente y la incipiente calima“… Esto nos transcribía aquel Hno. - viva estampa del Barragán, Fray Escoba, del film “Marcelino pan y vino” - ¡¡qué manojo de VIOLETAS encarnaba aquel hombre sencillo!!...

Justo es, ¡MATUTINOS!, que les recordemos agradecidos, pues a todos ellos les debemos gran parte de nuestro bagaje expresivo que luego hemos ido “paseando” a lo largo y ancho de esta nuestra “Piel de toro”, incluidos sus “apéndices” = Islas, no olvidando el dicho : “hasta el rabo, todo es toro”.

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Oficios de Tinieblas Por Francisco Lledó.

Quizá sea esta panorámica de nuestra Capilla, una de las pocas que es capaz de dar una idea de cómo era… los pasillos, los ventanales, los cuadros del viacrucis… Foto: Marcos Blanco.

- ¿Sabes que el hermano José Basilio va a cantar este año las profecías? - ¡Toma! y el hermano Esteban y Enrique y Victorico. - José Basilio es mucho mejor. Tiene la voz fina, pero canta muy bien. - Este año la voy a armar. Tengo un libro gordo. - Yo también. Verás qué golpes. No sabía de qué estaban hablando mis compañeros veteranos. Era mi primer curso en Avellanes y a diario surgían novedades. Estaba muy atento, pero preguntaba poco. Al llegar la Semana Santa cambiamos el horario y aflojamos la intensidad de los estudios. Los profesores nos dejaban tiem________________________________ A de... Avellanas.

po libre, sin duda porque tenían que ocuparse de otras cosas. Supuse que estarían preparando los famosos Oficios de los que todos hablaban. A diario oíamos misa a las ocho de la mañana. Acudíamos todos los grupos de la casa. La capilla ocupaba la planta baja del nuevo edificio oeste, el más alto, con tres pisos más. Estaba justo detrás del crucero de la iglesia gótica en construcción, sobre el hueco de su inexistente nave principal. En la capilla, rectangular, estábamos perfectamente organizados. En su primera mitad y a ambos lados del pasillo central se ubicaban los júniores, más de cien estudiantes. Su última fila alcanzaba las dos puertas de entrada del lado derecho. Detrás y también a la derecha, saltando el hueco de entrada, los bancos reservados - 120 -


a la comunidad, incluyendo los hermanos' encargados de la huerta, carpintería, zapatería, comedores y cocina (el hermano carpintero el hermano zapatero, el hermano refitolero...), además del director, el subdirector y los hermanos de la enfermería. Había sitio para los empleados externos de la granja y sus familias que asistían a la misa mayor de los domingos. Y a la izquierda, detrás de los juniores había tres bancos para los postulantes, de unos 15 años y con bata gris. Les estaba prohibido comunicarse con sus compañeros del curso anterior, que tenían delante. Y detrás otros tantos bancos para los novicios. Éstos ya vestían sotana, pero no habían profesado. Al finalizar ese curso, si superaban las pruebas, emitirían sus primeros votos temporales, comprometiéndose por un año. A continuación, el armonium sobre una tarima. Era el puesto de mando del hermano Esteban, que además de músico era profesor de los novicios. Aún quedaba hueco para el coro, generalmente formado por novicios que cantaban gregoriano en las misas solemnes. Fuera de los bancos, en los dos pasillos laterales había otros tantos reclinatorios. Uno junto a los postulantes, para el maestro de novicios, a la sazón el hermano Bruno, un personaje severo. Su presencia intimidaba a los postulantes y a los juniores de la última fila. El otro reclinatorio estaba reservado al Director del juniorado. Se hallaba a la derecha, junto a las primeras filas, observando a los más jóvenes. En la pared que tenía detrás había un soporte para los números de las canciones de cada ocasión. La nave de la capilla sólo tenía ventanas arriba, casi en el techo. Delante y en medio estaba el altar. A su derecha, el confesionario adosado a la pared. Algo más allá estaba la sacristía, separada por un cortinaje enorme, rojizo y oscuro. Al fondo de todo, en una esquina de la sacristía, estaba la puerta del ascensor que conec________________________________ A de... Avellanas.

taba con la residencia de ancianos del último piso. Minutos antes de comenzar las ceremonias aparecía por allí el hermano Moisés sobre su silla de ruedas. Sabíamos que era el mayor de toda la comunidad, quizá el último de aquellos hermanos franceses que en su día abrieron los colegios de España. Todos los habitantes del monasterio participábamos en los Oficios de Semana Santa en un ambiente solemne. Asistíamos a los Maitines, y al canto de los Nocturnos, en gregoriano. Varios hermanos se turnaban para interpretar los salmos y las Lamentaciones del profeta Jeremías. No había música y la capilla estaba en penumbra. Ante el altar había un enorme tenebrario con trece velas encendidas, que iban apagándose al terminar cada uno de los versículos de la canción. Las apagaba un novicio sentado al pie del tenebrario, con un largo apagavelas. Al finalizar, se cerraban todas las ventanas y' quedábamos a oscuras. Entonces todos golpeábamos los bancos con los libros de cánticos, produciendo un ruido ensordecedor, hasta que aparecía una vela encendida procedente de la sacristía y cesaba el ruido. Naturalmente, que nos explicaban el significado de esas ceremonias pero nunca dejaban de impresionarnos.

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‘La paz del cielo…’

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H. ENRIQUE HURTADO. Por Javier Revilla.

El H. Enrique Hurtado entre los HH Provinciales de Cataluña y Mediterránea. Foto: Antoni Garrido.

Vi una estrella. Estiré la mano para cogerla. No pude alcanzarla, y acepté quedarme con el cielo.

A mi corta edad, observé la llegada de un nuevo profesor que, al igual que otros, enseñaría al grupo de muchachos de segundo de bachillerato de la época. Sabía que su nombre era Enrique y que era joven, de unos veintitantos años. Al verle me di cuenta de su aspecto juvenil y bastante bien parecido. Noté que en sus ojos y en su espontánea sonrisa había simpatía, cordialidad y un mentón que denotaba firmeza de carácter. Más tarde, y con el paso del tiempo, pude conformarme con su forma de ser y actuar hasta el punto de tenerlo como el ejemplo a seguir. ________________________________ A de... Avellanas.

Observaba su compostura de creyente fervoroso que translucía paciencia,, disciplina y fe. Su concentración mental parecía darle la más poderosa fuerza que existía sobre la tierra. Probablemente, pensaba a mis recién cumplidos once años, a eso se debía que hubiera adquirido su ecuanimidad que le permitía practicar la enseñanza sin sentirse jamás tenso o temeroso. Llevaba una limpia sotana, apuntes ordenados, una pluma estilográfica que rotulaba una bella letra y unas gafas, de pasta, ordinarias pero sugerentes. Con esa ayuda visual, que se deslizaba lentamente por la nariz, observaba los escritos y cuanto debía examinar. Nadie sabía mejor que él la necesidad, en un momento dado, que teníamos entonces - 122 -


cuantos formábamos el curso. Vi cómo ponía en práctica métodos y, a su vez, cómo sus alumnos no respondíamos a las debidas expectativas. La naturaleza en plena transformación estaba jugando una mala pasada en algunos del grupo. Yo no lo entendí entonces y andaba perdido del todo.

Hablaba como un hermano mayor, no siempre con censura, sino con afecto y medida ternura. Evitaba los moralismos polvorientos del teólogo que pudieran ser rechazados. Ciertamente el hermano Enrique Hurtado es el tipo de hombre que satisfaría la talla intelectual y espiritual del examen más exigente. Hombre educado, alegre, generoso, detallista, decidido, constante y desbordante de caridad.

FAMILIA MARISTA. Autor: Goyo.

En aquella época de mi incipiente adolescencia notaba cómo comenzó a hacerse notar por su comportamiento, generalmente reservado y despertador de sueños.

Resultaba terrible pedir tanto a un solo hermano. Pero se le pedirá y se le hará sufrir. Se entregará por completo sin miedo al desgaste. Cabrían en él las palabras del papa Juan Pablo II: “He tratado de conservar la calma y el equilibrio en tanto investigaba, trabajaba y evaluaba cosas y personas en relación conmigo y el compromiso de formación, más preocupado por lo que une que por lo que divide”. Y precisará un gran valor, una gran confianza, una santa autodisciplina en la labor del Espíritu en él y en los alumnos. A pesar del cúmulo de contrariedades y desequilibrios de la adolescencia; bajo la dirección y tutela de este pedagogo, los adolescentes, antes inseguros, se convertían, para sorpresa de todos, en alumnos ejemplares. Bajo su firme batuta nos sentíamos seguros, estimulados a superarnos y motivados a seguir su ejemplo. Como profesor implantaba un régimen de profesionalidad, un método científico que eliminaba las posibilidades de réplica y oposición.

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2 de julio 2011. Renovación de votos. Hermanos: A. Ibáñez, ___ D. Aranda, I. Indurain, G. FArré, A. Giménez, J. Cortina, J. Longares, M. Jarque, H. Pujolás, y R. Benseny Foto: Antoni Garrido.

Era evidentemente entusiasta y distinto de los demás. Un hombre universal, preocupado por todos cuantos participan de su condición humana. La vida, decía, es un baile que hay que saber bailar al compás. Y en otra ocasión le oí: “Me encantáis los jovencitos. No habláis del ayer; todo vuestro interés radica en el presente y en el mañana”. Escribía con maestría; como ávido lector, era un referente para saber elegir la calidad de los libros que uno podría necesitar.

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Fruto de su saber tenía frases para todo y sorprendía, entonces como ahora, con una memoria excelente para decírnoslas. Pero siempre en el momento oportuno.

Nuria y el entorno... Texto y fotos: H. Josep Cortina.

Al comprobar la aparente caída en el vacío de cuantos consejos se nos daba, con su perenne sonrisa, bajo una compasiva mirada, decía: Ciertamente, elevando la mano con el índice a medio desplegar, que la velocidad del sonido es bastante más lenta que la luz, y es cierto. Lo que os decimos a los adolescentes no llega hasta que pasan los treinta. Su enorme bagaje de espiritualidad marista y preparación científica le coloca en mi recuerdo como uno de los mejores profesores.

Núria, nieve, Puigmal, Finestrelles, Eina, 9 creus, 9 fonts...

Es, sin duda, un caso sobresaliente de la familia marista. Comprometido a la creencia de que la persona es una criatura espiritual nacida para un destino eterno y final de unión con Cristo. Sobre esta estela de genio, ingenio y raza ha transitado el tiempo con su recuerdo durante todos los años en el ejercicio de mi profesión. De alguna forma, su ejemplo y recuerdo, me inoculó el atractivo magnético, la seducción poderosa de esta vocación por la enseñanza, hoy día casi suicida, inmoladora, que ejerció sobre mí un influencia terminante y decisiva, creando una deuda moral a la que hoy, ahora, trato de rendir modesto homenaje de deferencia y respeto.

Santuario de Núria, a la salida del túnel…

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Mare de Déu de Núria....

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Una joya marista En los años de la postguerra española los alumnos de los Hermanos Maristas aprendíamos las principales ciudades de cada provincia en verso. Después de buscar y rebuscar… he aquí esta ‘obra anónima’ a la que puede le falte algo… pero hay que ser indulgente con esta maravilla… ANDALUCIA HUELVA, Moguer, Cortegana Palma, Lepe y Ayamonte Valverde, Aroche, Aracena Trigueros, Palos y Almonte CADIZ, Jerez, Algeciras San Fernado, Setenil Sanlúcar, Arcos, La Linea Chiclana, El Puerto y Conil

HUESCA, Jaca, Sariñena Tamarite, Graus, Fraga Sabiñánigo, Panticosa Monzón, Barbastro y Boltaña TERUEL, Híjar, Alcañiz Calamocha, Montalbán Calanda, Albarracín Castellote y Monreal ASTURIAS

SEVILLA, Morón, Carmona Osuna, Utrera, Marchena Cazalla, Lebrija, Lora Ecija, Estepa y Mairena

OVIEDO, Mieres, Langreo Infiesto, Llanes, Gijón Avilés, Pravia, Tineo Luarca, Navia y Castropol

CORDOBA, Cabra, Lucena Pozoblanco, Montalbán Montilla, Rute, Baena Puente Genil y Aguilar

BALEARES En MALLORCA, Felanitx Inca, Palma, Manacor Sóller, Pollentsa, Andraitx con Alcudia y Lluchmajor

Übeda, Martos, JAÉN Andujar, Villacarrillo Baeza, Linares, Bailén La Carolina y Castillo GRANADA, Illora, Motril Huéscar, Baza, Albuñol Alhama, Orgiva, Guadix Santa Fé, Loja e Iznalloz MALAGA, Ronda, Estepona Torrox, Marbella, Coín Antequera, Archidona, Vélez Málaga y Gaucín ALMERIA, Abrucena Vélez Rubio, Canjáyar Berja, Huércal, Purchena Vera, Sorbas y Gérjal ARAGÓN ZARAGOZA, Sos, Ejea Calatayud y Daroca Tarazona, Alagón, Tauste Caspe, Pina,Almunia y Borja

CANARIAS STA. CRUZ DE TE_ERIFE La Laguna y Orotava LAS PALMAS, Guía, Valverde Y Santa Cruz de la Palma CANTABRIA SANTANDER, Potes, Laredo Torrelavega, Ramales Reinosa, Villacarriedo San Vicente y Castro Urdiales CASTILLA-LA MANCHA TOLEDO, Illescas, Orgaz Mora, Torrijos, Consuegra Madridejos, Quintanar Lillo, Ocaña y Talavera CIUDAD REAL, Puerto Llano Valdepeñas y Daimiel Alcázar, Infantes, Almagro Manzanares y Almadén

________________________________ A de... Avellanas.

CUENCA, Belmonte, Motilla Tarancón, Uclés, Cañete San Clemente, Minglanilla Priego, Almodóvar y Huete

AVILA, El Barco, Cebreros Arévalo, Madrigal Piedrahita, Fontiveros Arenas y El Arenal

GUADALAJARA, Sigüenza Cifuentes y Sacedón Pastrana, Trillo, Atienza Con Molina de Aragón

SORIA, Gomaz, Almazán Burgo de Osma, Morón Agreda, Medinaceli Arcos y Calatañazor

Almansa, Villarrobledo Hellín, La Roda, ALBACETE Chinchilla, Casas Ibáñez Yeste, Tobarra y Caudete

PALENCIA, Carrión, Saldaña Astudillo, Aguilar Cervera, Venta de Baños Cabañas y Baltanás

CASTILLA-LEÓN

CATALUÑA

LEÓN, Murias, Ponferrada Sahagún, Astorga, Mansilla Valencia, Riaño, Destriana Villafranca y la Vecilla

BARCELONA, Sabadell Mataró, Vich, Manresa Badalona, Granollers Berga, Tarrasa y Olesa

ZAMORA, Toro, Alcañices Fermoselle, Benavente Fuentesauco, Villapando con Bermillo y San Vicente

TARRAGONA, Vilaseca Amposta, Reus, Falset Tortosa, Valls, Gandesa Mora, Montblanc y Vendrell

SALAMANCA, Alba de Tormes Ledesma, Vitigudino Béjar, Sequeros, Cepeda Pedroso y Ciudad Rodrigo

LERIDA, Borjas y Tremp Cervera, Sort, Solsona Seo de Urgel, Balaguer Viella, Tárrega y Guisona

VALLADOLID, Peñafiel Valoria, Olmedo, Cubillas Medina, Nava del Rey Villalón y Tordesillas

GERONA, Blanes, Figueras Rosas, Olot, Puigcerdá San Feliú, La Junquera Palamós y la Bisbal EXTREMADURA

BURGOS, Espinosa, Aranda Roa, Lerma, Belorado Castrojeriz y Miranda con Villadiego y Sedano

CACERES, Navalmoral Logrosán y Garrovillas Plasencia, Coria, Hervás Montánchez y Jarandilla

SEGOVIA, Cuéllar, Riaza Coca, Ayllón, Santa María El Espinar y La Granja con Sepúlveda y Sangarcía

BADAJOZ, Zafra, Castuera Almendralejo, Jerez Mérida, Olivenza, Herrera Don Benito y Alcocer

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GALICIA

RIOJA

NAVARRA

CORUÑA, Noya, Padrón Ferrol, Betanzos, Negreira Puentedeume, Corcubión Santiago, Muro, Ortigueira

LOGROÑO, Arnedo, Alfaro Calahorra, Fuenmayor Nájera, Cervera, Haro Santo Domingo y Autol

PAMPLONA, Tudela, Olite Tafalla, Alsasua, Corella Cintruénigo, Roncesvalles Cascante, Fitero, Estella

LUGO, Villalba, Vivero Sarría, Quiroga, Chantada Ribadeo, Mondoñedo con Monforte y Fonsagrada

MADRID

PAIS VASCO

Navalcarnero, Buitrago MADRID, Chinchón, Colmenar Alcalá, El Pardo, Getafe Aranjuez y El Escorial

BILBAO, Sestao, Bermeo Somorrostro, Baracaldo Guernica, Deusto, Valmaseda Portugalete y Durango

MURCIA

SAN SEBASTIAN y Pasajes Azpeitia, Deva, Vergara Oñate, Tolosa, Irún Eibar, Motrico y Zumaya

ORENSE, Barco, Verín Carballino, Rivadavia Celanova, Allariz Puebla de Trives y Viana PONTEVEDRA, Redondela Villagarcía, Lalín Tuy, Vigo, Caldas de Reyes La Guardia, Estrada y MarínLA

MURCIA, Yecla, Cartagena Totana, Mula, La Unión Lorca, Cieza, Archena Caravaca y Mazarrón

COMUNIDAD VALENCIANA VALENCIA, Liria, Torrente Játiva, Carlet, Cullera Gandía, Sueca, Onteniente Sagunto, Alcira y Enguera CASTELLÓN, Nules, Morella Burriana, Benicarló Vall de Uxó, Vila-Real Segorbe, Onda y Vinaroz ALICANTE, Alcoy, Villena Denia, Dolores, Callosa Elche, Jijona, Orihuela Novelda y Villajoyosa

VITORIA, Amurrio, Laguardia Villarreal, Salvatierra Murguia, Peñacerrada Marquina, Alegría, Heredia

Otoño en Avellanas. Fotografías: H. Josep Cortina

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Buenos ‘samaritanos’ en nuestro caminar a… EMAUS. Por Marcos Blanco.

Julio 2011. En el nuevo cementerio el grupo de ‘Regina Martyrum’. Delante: J. Bta García, Antonio Giménez, Joan Bermúdez, Julio Longares, Fernando Carrillo, esposa de Fco Lledó y Joaquín Navarro. Detrás: Juan J.. Aziru, J. Mª Romero , Heribert Pujolás, David Aranda, Ramón Benseny, Francisco Lledó y Antoni Garrido con su Sra. Foto: Antoni Garrido..

Rescatados del tintero del olvido, así podríamos tildar a quienes sin pertenecer por PROFESION al Instituto, fueron en parte compañeros de viaje y testigos de nuestro ir creciendo, prestándonos una serie de servicios que “aliviaron” nuestro quehacer diario. A los primeros en el recuerdo, algún guasón, socarronamente motejaría como los “Ángeles de Charly” o los “solteros de Oro”: Ramonet, (from Lallosa), Angelet, (from Benabarre) e Irigoyen (from El Baztán)... Imagen fija en nuestra retina: los dos primeros “escalando y descendiendo la escalinata de la muralla, con sendos ________________________________ A de... Avellanas.

calderos, ya productos lácteos y con las sobras para pocilga... Ingeniero de la C. E. ENHNER, Mrs. SMITH, en su “media-lengua” nos narraba batallitas de la Guerra Civil, abriendo y cerrando oportunamente, las compuertas de sus pantanos.

Don DANIEL (from el Priorato), en su doble faceta de enólogo y virtuoso violinista, nos visitaba anualmente, catando nuestros “caldos” y aplicando el Diapasón a la polifónica “Banda Sta. Cecilia” compuesta de variopintos “chifliteros”.

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Angelet, de carácter impredecible, según la ingesta de “aceite de parra” o mosto fermentado... Ramonet Miranda. Nació en Les LLoses del Ripollés (Girona) el 6 de enero del año 1902. Había sido junior en Vic. Huérfano desde muy jovencito, se queda en Avellanas, a partir de 1918, como encargado de los peque-ños trabajos en la casa. Durante la guerra fue quien se encargó de cuidado de la casa. Murió el 16 de noviembre de 1993, a los 90 años. Silencioso, siempre trabajando, con su gorra atravesada, sus tirantes grises y unos zuecos que delataban su presencia… Quizá la característica que mejor lo definiría, es su perenne sonrisa.

habitáculo claustral, junto al refectorio capellanicio... Más extramuros, junto a la era, en casa que ostentaba su oficio, el Pastor Bafallui, apacentaba la otra “grey”, la agropecuaria; en el recuerdo, su hijo que asistió como “oyente” en nuestras Aul-as a diversas lecciones. En las alturas del Cenobio, residían “Die Frauen von Bruder Alfred Offenkel”, a ellas de agradecer el zurcido, planchado y demás “primores” de nuestra ropilla (corrió la voz que una de ellas, en sus buenos tiempos de mocedad, consiguió un “accesit” en “pasarela MIS las SALINAS”, de la localidad vecina. No son de olvidar, Los PICAPEDREROS, (gremio adscrito al templo y bajo la férula del Hno. Ramón Nonato), fron Ourense, “do terra da Xispa”, aún resuena al oído su “fabla dulce” y el sonsonete del repiqueteo arrítmico del cincel sobre los sillares.

Irigoyen, fenotipo puro euskaldún, frecuentaba menos las alturas, atareado con los volátiles, a veces también se le “alegraban las pajarillas”... Coetáneo de los anteriores, Don Francisco (from Salàs), nuestro “koci-kacike”, tocado con impoluto “Chapeau-hongo” blanco, en las fechas de gran asueto, si estaba de humor, asombrosa exhibición: lanzamiento de OMELETTE a gran altura en recinto culinario (oí del Hno. Restituto el “habanero” o bien de Hno. Félix, “churrazo”, que ocasión hubo en que la tortilla francesa quedose pegada en techo…), la verdad, el “brillo en el recinto brillaba por su ausencia”. A diario Gildo, desde OS de Balaguer nos acercaba el “pan nuestro de cada día”. Es de resaltar, no faltaban “sabuesos-refitoleros” al acecho para la “caza” de las hogazas más hermosas que se depositaban en

Los picapedreros, en plena faena de la extracción de los bloques de piedra. Foto: Marcos Blanco.

Para finiquitar de algún modo, saltemos a tierras de la, en tiempos, romana AUSUNA, VICH o VIC. Allí ejercía de ujier, recepcionista, o modesto portero, eso sí, siempre de METEorólogo, Eduardo (from Ortuella, vecino al “bocho”, Bilbao), de no olvidar, “entrevista-simulacro” que le hizo Hno. José Mª Ríus Talens, haciéndose pasar por reportero Radio-Vigatà...

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Vic, antes y después de nosotros. (Por Antonio Beltrán) Para quienes conocíamos Vic, como casa de formación marista, destinada a Escolásticos, quizá nos suene un poco raro el saber que no siempre fue así… primero la ocuparon los juniores, después fue postulantado, noviciado y finalmente escolasticado… Es decir que nosotros fuimos los ‘últimos’, y nunca mejor dicho, tras el famoso y tristemente célebre incendio.

guerra civil, pocas noticias… hasta que llegamos nosotros (y por poco tiempo…). Juniorado Vich 8-12-1923

(Postal) El ayer y el hoy de la casa de Vic…

En busca de noticias y material gráfico que ayudara a la memoria a recuperar los recuerdos de los años vividos en aquella casa, he de confesar que lo poco que he conseguido ha costado lo suyo… Al parecer todo comienza con la construcción de la que fuera la Capilla de la Esperanza, en los límites de la parroquia de Gurb, año 1399. La Capilla fue cedida a los carmelitas, en 1406 y en 1664 se trasladan a la ciudad, la iglesia y el convento, que funciona durante más de dos siglos, hasta su cierre en 1835.

Francisco Lledó estuvo el pasado verano y sacó la instantánea de la casa, antiguo convento, hoy destinada a MUSEO local. Foto: Francisco Lledó.

Claustro del Carme de Vic. JUNIORATO DE LOS HH MARISTAS. Monumento al Sgdo, Corazón de Jesús. (Postal)

A partir de este momento suceden muchos acontecimientos que hacen que el edificio sea destinado, primero a cuartel, después pasa a manos del Ayuntamiento y en la primera década del siglo XX a la de los maristas. Desde este momento y, pensando en que no dejó de funcionar más que durante la ________________________________ A de... Avellanas.

La única señal visible que demuestra que en la casa de Vic hubo Maristas, es la placa que se encuentra en lo que era patio, hoy destinado a jardín municipal. Foto: Francisco Lledó.

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De todo un poco. Reflexión personal después de 50 años. Por Joan Ribas.

HH COMUNIDAD: Benigno , Virgilio León, Lorenzo , Carmelo Ferrer, Pascual Artigot, Ernesto, Félix Aldunate, José Basilio, Esteban Cidad, Enrique Hurtado, Felipe Santamaría/Tomás Pujol, José Teófilo, Ildefonso Martín, José Ortúñez, Teódulo Pérez, José Ricart, Fernando Aguilá, Claudio Cortina, Juan Goldáraz, (???), Baltasar, Joaquín Fernández Foto: Marcos Blanco.

Al querer escribir alguna vivencia personal, encuentro a faltar la buena memoria que tenía cuando era joven y que voy perdiendo con el paso de los años. Supongo que a todos os pasa igual. Y si no es así, enhorabuena Yo llegué a la Avellanas para entrar directamente en el Postulantado, una vez acabado el Bachillerato en el Colegio de los Hermanos Maristas de Girona (entonces Gerona). Por tanto no puedo hacer ninguna reflexión sobre mi ‘no-estancia’ en el Juniorado. Pero por lo que contabais todos vosotros se os veía felices y estabais orgullosos de llegar al Postulantado. Llegué a mediados de septiembre de 1959. Tenía 16 años y poco más. La in________________________________ A de... Avellanas.

corporación directa al Noviciado fue un choque, sinceramente. Aquel silencio, aquel orden, aquella disciplina… sin olvidar, no obstante, las buenas diversiones que nos podíamos montar y que nuestros superiores, Hnos. Honorato, y sobre todo Juan Hilario y Esteban nos permitían e impulsaban. Todo ello llegó a lo más profundo de mi alma desde el primer día. Yo me sentía muy feliz de convivir con vosotros porque, he de confesar, me tratasteis no como a uno nuevo sino como a uno más de vuestro grupo. Qué recuerdos…: Muy de mañana, levantarse. Menudo desorden dentro del orden que nos imponían. Por no hablar del agua fría en invierno. - 130 -


Realmente nos despertábamos de verdad con aquella agua helada. Aún me acuerdo cuando llegada el día de Pascua y el Hno. Juan Hilario –me imagino- nos despertaba con la música del Mesías de Hendel. Sencillamente sublime.

Recuerdo que me contestó que aquello era también obediencia (no recuerdo sus palabras exactas). Con estas clases me di cuenta del carácter extraordinario del Hno. Esteban… Siempre lo he recordado con el máximo cariño.

Luego la Meditación, dirigida por el Hno. Honorato. Allí, a veces, de pié, nunca sentados, nos volvía el sueño. Pero había que sacrificarse, ser duro. Alguna cabezadita mal disimulada…También recuerdo con mucha simpatía que, desde primavera, si hacía ya buen tiempo, la meditación se sustituía algunos días de fiesta por el Rosario en procesión al Cerro de la Virgen. Yo lo prefería, aunque eran muy pocas veces.

Más tarde, como era lógico, pasé por otros diferentes empleos. Me gustaba barrer con el serrín húmedo la Sala de Profesores, sobre todo los lunes, porque podía leer los resultados del fútbol español… Desde pequeño he sido muy fan del Barça y, aun en la tranquilidad de las Avellanas, me gustaba saber los resultados. No sé qué hubiera pasado si algún hermano me pilla hojeando el Heraldo de Aragón… Las clases no las compartía el primer año con vosotros, porque yo ya había estudiado aquellas asignaturas. Me acuerdo que me encontraba un poco descolocado al fondo de la clase de los Novicios. En el año del Noviciado ya estuvimos, lógicamente, juntos. Recuerdo teníamos que aprendernos las Reglas y la Constitución de los Maristas. Me parece que nos las exigían saber de memoria… Y, a pesar de todo, lo hacíamos con ilusión.

Desde el Cerro de la Virgen. Foto: Antoni Garrido.

Seguía la Santa Misa: la de los días normales y la de las fiestas importantes del calendario, cuando el Hno. Esteban nos hacía cantar una y otra vez alguna de las Misas (yo recuerdo con especial cariño una que –creo- se llamaba del Papa Marcelo). Me impresionaba el recogimiento que teníamos al ir a comulgar… Incluso recuerdo a algún compañero de modo especial (prefiero no decir nombres). Y…los trabajos manuales. De postulante recuerdo que el Hno. Honorato me dijo que tenía que dar –durante un cierto tiempo- clases de Matemáticas al Hno. Esteban. Yo las tenía muy bien aprendidas pues acababa de pasar el Bachillerato el año anterior. Me imagino la cara de asombro que le puse al Hno. Honorato… ________________________________ A de... Avellanas.

Un recuerdo especial para la música y el Hno. Esteban. Me gustaba estar cerca de él para ver como tocaba el armonio. Yo no tenía entonces ni la más remota idea de música y además cantaba mal, porque nunca he tenido un buen oído musical. Me decía: ‘Canta bajo, que desafinas’. La canción que más me impactó fue el Coro de Peregrinos de la ópera Tanhauser (Wagner). Era una versión con letra religiosa, dedicada a la Virgen. Creo que fue la semilla que hizo crecer posteriormente en mí la ‘pasión’ por la música clásica. Os puedo asegurar que nunca la he dejado de ir a ver y disfrutar cuando la hacen en el Liceo de Barcelona. Una vez, incluso, estando con mi esposa en Berlín, hace ya muchos años, quise ir a escucharla pues la orquesta era la famosa Filarmónica de Berlín… pero el precio era prohibitivo para mí.

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Vamos a la comida! Antes he comentado las Reglas y Constitución que teníamos que aprender de memora. Curiosamente, sólo recuerdo una frase y es sobre la comida de los Hermanos Maristas. Decía así. ‘Ha de ser buena, abundante y bien condimentada, pero ordinaria y común’. Tal vez un psicólogo podría deducir algo sobre mi carácter al decir que sólo recuerdo esta frase…Y la tortilla de patatas. Era lo mejor de lo mejor. Yo me relamía cuando llegaba. Si he de ser sincero, creo que nunca más he comido una tortilla de patatas como aquella. Mejor o peor, tal vez, pero tenía algo especial, era diferente. El silencio en el comedor. La lectura durante las comidas… Aun recuerdo la especie de susurro que surgía cuando el Hno. Honorato nos hacia leer ‘Tres monjes rebeldes’ o ‘Memorias de un reportero en tiempos de Cristo’. Eran las dos mejores lecturas, según mi gusto. De hecho son los dos únicos títulos que recuerdo…Por algo será. Recuerdo –como seguro lo recordáis todos vosotros- el día de las morcillas negras con las que casi ‘nos cargamos’ al compañero irlandés, creo llamado Kelly. Curioso, pero desde aquellos tiempos en que estábamos obligados a comer lo que nos ponían, he tenido una aversión muy fuerte a las morcillas negras… Algo es esencial para comprender nuestra estancia en la Avellanas, al menos para mí: Cuatro Vientos. Qué recuerdos aquellos. Yo nunca he sido un buen futbolista ni jugador de balonmano. Ni siquiera de frontón. Pero me divertía, me lo pasaba en grande. En fútbol creo que teníamos un crack en Ferrís y el polvo, el sudor, el olor (después en la capilla). Pero éramos jóvenes que lo aguantábamos todo. Sin olvidar la piscina (o balsa) en verano. Qué disfrute. Recuerdo que un día uno de nosotros (podéis fácilmente adivinar quien fue) gritó: Voy a echar un torpedo al que le han quitado el tor… La cara del Hno. Juan Hilario era todo un poema. ________________________________ A de... Avellanas.

Un recuerdo especial a los Ejercicios Espirituales antes de la Toma de Hábito y de los Votos. El ‘Veni Creator Spiritus’ ponía la piel de gallina. Y el recogimiento de aquellos días. Cuando lo recuerdo aun me impresionan. Una anécdota: aunque no me concierne a mí directamente sino a mi padre. En una de las visitas que me hicieron, me explicaron que al llegar a la estación de Balaguer, mi padre –que trabajaba como oficinista en Renfe- besó la mano del Jefe de Estación (¡). Como venía del Monasterio donde los seglares siempre besaban la mano… Me imagino la cara de aquel pobre señor. Y aquellas clases de Química moderna que explicó durante unos días mi primo Jaime Casabó. Os aseguro que él lo recuerda con especial cariño.

1963. Cementerio del Monasterio… antes de la reforma. Puede observarse las tumbas en el suelo… Foto: Marcos Blanco.

Bueno, ya casi he llenado tres páginas. Quiero terminar. Os aseguro me emociona recordar aquellos tiempos. Luego las cosas cambiaron para muchos de nosotros. Qué hubiera pasado si… muchas veces me he preguntado. De algo estoy seguro: no me arrepiento en absoluto de aquellos dos años, muy felices, de mi vida. Sinceramente, los viví plenamente convencido.

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Su último ladrido lastimero. Por Marcos Blanco.

Vida campestre… Foto: Marcos Blanco.

Atendía por GUISO, de bella estampa, pelirrojo, hermosas guedejas flameantes pendían de sus flancos, avezado y obediente a los diversos reclamos y silbos de los múltiples “escopeteros” que se lo “porfiaban” los días de asueto, siempre husmeando y triscando entre trochas y vaguadas, presto a marcar la pieza,... de esta guisa, pasó sus años mozos nuestro GUISO…

1957. Con el H. Enrique… La calidad de la foto no es muy buena, pero es la única en la que aparece el famoso perro ‘Guiso’, en la primera fila, a la derecha. Foto: Marcos Blanco. ________________________________ A de... Avellanas.

¿Su pedigree?: ¿lebrel?, ¿perdiguero?, ¿un “mil-milks”?... ¡que más da!, para la chiquillería, un excelente compañero de excursiones, paseos, merendolas... pero, ay¡... “tempus fugit” y pasa factura... Era un atardecer otoñal, en hora taurina de 5 a 6, quien escribe, por imperativo de la “autóritas superioris”, tiraba del ronzal, y medio arrastran, presintiendo, sin duda, el destino, renqueante, pati-zambo y ya sarnoso, recalcitraba nuestro PROTA, pasada la era de casa el pastor, en una quebrada del terreno, esperaba Irigoyen, escopeta en ristre, listo para el tiro certero, Amarré al can a un matujo y ¡¡PUM. PUM!!... estruendo y eco se confundieron barranco abajo perdiéndose en Planta Simó... “sic transit vita canis”... r.i.p. Fiel amigo, tu recuerdo permanece en la memoria de todos nosotros...

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H. Tomás Pujol (Jaime Pujol Juventeny) Por Antonio Beltrán.

“BANDA de música SANTA CECILIA”. Delante: H. Miguel Mandacen (violín), H. Simón Miguel (armonium), H. Esteban Cidad (tromba), H. Antonio Luis (con la ‘batuta’, profe de apoyo “ispaninglish” de la colonia Británica en los inicios de curso), Detrás: HH. Juan Venceslao, José Teófilo y Juan Hilario (clarinetes), H. Idelfonso Catalán (trompeta), H. Mariscal (en pose ‘Pavarotti’), H. Tomás (trombón de varas), y H. Luis Eusebio García (tromba). Foto: Marcos Blanco.

Natural de Sant Feliu de Pallerols y hermano de sangre del que fuera nuestro Maestro de Novicios, el recordado H. Honorato. Trabajaba en la carpintería de Avellanas y era un experto ebanista, lo que hoy podríamos hoy definir como ‘un manitas’… Junto con el H. Ramiro Farré, (Teófilo) confeccionaban los muebles de la casa y en nuestros últimos años, comenzaron a construir pupitres de tubos de hierro y encimeras de ‘railite’ para los colegios. El mismo H. Ramiro los transportaban en el famoso camión ‘Ebro’, reconstruido y fortalecido tras un grave accidente que tuvo… En la banda de Santa Cecilia, el H. Tomás era pieza indispensable y básica. Un día tocaba la trompeta de varas, otro el ________________________________ A de... Avellanas...

saxo, si hacía falta… debía ser de los pocos que leían música… Tanto él, como sus compañeros de ‘manualidades’, Teófilo y ‘Pris’, manifestaban la cualidad básica en un ‘hermanito de María’, una mezcla entre servicio-alegría en el trabajo y afabilidad en el trato. Mi recuerdo personal del H. Tomás, se refiere al último periodo en Avellanas, cuando estábamos terminando el escolasticado, y nos preparábamos para salir a los colegios… Y una vez más, ‘el asunto’, tiene que ver con ‘la guitarra’… porque se me presentó el problema de que no sabía dónde meterla para poder llevármela…

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En aquél periodo, durante los últimos meses, mi amistad con él y el H. Ramiro, había sido bastante intensa, a raíz de un trabajo manual que realizamos Marcos y yo, para presentarlo en la Escuela de Magisterio de Lérida. Se trataba de una maqueta que representaba, en miniatura, un corte transversal de una clase con todos los ingredientes que pudieran caber en ella, desde las mesas, hasta los cuadros, que recuerdo eran sellos: uno de Franco y otro de la Virgen… Con este trabajo, y sin falsas modestias, obtuvimos la máxima puntuación… (año 1964…)

Maqueta presentada por Marcos Blanco y Antonio Beltrán en el examen de ‘Trabajos Manuales’, en la Escuela de Magisterio de Lérida. NOTA: M. H. Foto: Marcos Blanco.

Le conté mi problema y no había pasado ni dos semanas que me llamó y me dio la sorpresa que haberme confeccionado con madera, una especie de maleta ‘a medida’ para poder llevar la guitarra, con seguirdad, encajándola entre la ropa y con la máxima discreción. Pocos días después, mi menda, viajaba en el pasillo de un tren abarrotado de gente, ‘cómodamente’ sentado en mi maleta ‘multiusos’ camino de Valencia. Cuenta el H. Hurtado que “era un consumado artista: lograba hacer caprichosas figuras, desde chascas, en madera de ‘boj’, hasta cachabas de con las más variadas raíces”. ________________________________ A de... Avellanas...

“Intervino en la obra de teatro de José Mª Pemán, el "Divino Impaciente", que en cierta ocasión interpretaron los Hermanos de la Casa, cosechando muchos aplausos…” “Durante la guerra civil, se encargó de esconder todas las herramientas de la carpintería.” “Era todo un experto en hierbas y seleccionaba las curativas.”

“Participó en la construcción de la Casa General, en Roma, donde permaneció, prestando sus muchos conocimientos en la materia, todo el tiempo que duró la obra.” “Su trato afable y carácter cordial hacía que entablara fácilmente amistad con las gentes de la comarca.” “Perdió paulatinamente sus facultades cognitivas. El mismo día que dábamos sepultura a su hermano Honorato, continúa el H. Hurtado, me comentó: “ - ¿Quién es ese Hno. que llevan al cementerio?" “Fue un ancianito muy agradable y siempre con la sonrisa en los labios.”

Cementerio Avellanas. Foto: Antonio Beltrán.

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H. Fernando María Polón Olóriz 07/08/1925 – 24/03/1972 Por Antonio Beltrán. Natural de Fustiñana, provincia de Navarra. Ingresa en el Juniorado de Arceniega el 17 de marzo de 1938; pasa al Postulantado de Avellanas en septiembre de 1940; toma el hábito religioso el 2 de julio de I941, emitió los primeros votos un año después y los perpetuos el 15 de agosto de 1947. Sus años de formación estuvieron marcados con el sello de la prueba. Contrae una enfermedad grave que le aparta de sus estudios, obligándole incluso a volver al hogar paterno donde se recupera y consigue retornar a proseguir su formación. Dice el cronista de su ficha que “era estudiante aplicado y tan bien dotado por la naturaleza, que esas interrupciones no fueron óbice para que ocupara un puesto distinguido entre sus compañeros”. Le toca vivir, además, una época de sacrificios en la que “tiene que sobrellevar las consecuencias que comporta la posguerra con su carestía de alimentos apropiados que, tal vez, influyeron en él desfavorablemente.” Ya en los colegios, la enfermedad lo deja inmovilizado durante casi un lustro obligandole incluso a ir a clase con muletas. A pesar de todo, si bien entre suspiros y dolores, sigue estudiando y logra terminar sus estudios universitarios brillantemente. Y continúa el cronista: “No obstante sus dolencias físicas, se ofrecía voluntariamente para dar clase a los jóvenes cursillistas en los veranos y todos quedaban satisfechos de su preparación científica y de sus métodos de enseñanza, siempre amenizados por un excelente humor.” ________________________________ A de... Avellanas.

Y eso es lo que nos ocurrió: aquél último verano que estuvimos en Avellanas, tuvimos la suerte de convivir con él y comprobar de cerca que era franco, trabajador, simpático, ocurrente con atisbos de fina ironía. Jamás le abandonaba ni su sentido del humor, ni su optimismo. Mis recuerdos de él datan de cuando era alumno del Colegio de Alicante. Yo tendría unos 10 u 11 años. Le conocí cuando formaba parte de aquella Comunidad, en la que también estaban, entre otros, los HH. Emilio Alastuey, Alfredo Castell y Pablo Linés. Esta lejana relación me sirvió para que, años más tarde, en aquél verano que estuvo con nosotros, me reencontrara con él… Del H. Polón, que así se hacía llamar, con su mejor sentido del humor, recuerdo su modo hablar claro, sencillo y directo, especialmente cuando se ponían en la onda de dar su opinión, basada siempre en una robusta fe que le llevaba a aceptar, en primera persona, y en todo momento, la voluntad de Dios. Un día, en una de esas ocasiones de claro coloquio, en la que predominaba la franqueza y el afecto fraterno y respondiendo seguramente a alguna duda mía, me disparo como si nada: - “Antonio, si tú haces las cosas lo mejor que sabes, convencido de que es lo que Dios quiere, con toda la confianza puesta en Él y en la Madre… piensa, y convéncete de que, salgan como te salgan, no tienes que arrepentirte de nada… ¡pero de nada!… ¡Ten siempre confianza en Él…!”. Polón era así… bajo una apariencia un tanto picaresca, te miraba y parecía que te iba a contar un chiste, escondía unos valores religiosos densos y profundos. Un día de marzo de 1972, al tomar el tren en Barcelona para ir a Logroño, a una asamblea de Hermanos, le dio un ataque que le causó la muerte instantánea. ¡Tuvimos suerte conociéndole…!

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H. Marcos Torrea Mandacen (H. Pedro Leoncio Fermín) (25/04/1911 – 22/03/1984) Por Antonio Beltrán. Nace en Saragüeta, municipio de Navarra. Llegó al Noviciado de Avellanas poco después de la inauguración del mismo, profesando por primera vez, el 8 de septiembre de 1929. Pertenecía al grupo de ‘estudiantes’ que más trabajó en la construcción de los magníficos frontones que todos conocimos. Desmontaron parte de la montaña, haciendo ‘sitio’, agrandando los patios y transportando la tierra que sobraba para hacer el camino que enlazaba con la carretera. Y si muchos años después, estas cosas, sabemos que se hacían con pico, pala, azadas y caretillas, podemos imaginar… A raíz de los enormes esfuerzos, años más tarde, enfermó de tifus. Su Profesión Perpetua la hizo el 12 de septiembre de 1936. En 1945 es destinado a Barcelona, Sants, donde trabaja durante dos cursos, hasta que los problemas de salud aconsejan su traslado a la enfermería de Les Avellanes. Algo restablecido se anima y acaba montando la granja de gallinas de la que se beneficia la economía de la casa, durante bastantes años. Afirma el H. Enrique que “se quedó en Avellanes cambiando el ritmo del gallinero de la finca. Tenía ideas muy interesantes para multiplicar la granja de gallinas. Se le autorizó a comprar maquinaria idónea. Consiguió llevar adelante el proyecto de construir un local para gallinas ponedoras y de industrializar el gallinero y la cría de pollitos. Gran trabajador, hasta por la noche vigilaba los procesos”. De exquisito trato, el Director de la Central de Camarasa, el Sr. Smith, cada vez que ________________________________ A de... Avellanas.

visitaba a los Hermanos, disfrutaba conversando con el Hno. Leoncio. Era famoso tu ‘pato’, el Citroën ‘dos caballos’ gris, con el que se movía por todas partes… y que, además de utilizarlo para los trabajos de la granja prestaba valiosos servicios como “taxista” y “recadero” a la Casa. Cuando terminó su experiencia avícola, se quedó en Avellanas y cuenta su cronista que “falleció mientras dormía, inesperadamente.” Había sufrido un ataque al corazón y su repentino fallecimiento, causó una gran conmoción en la Comunidad. Estaba comenzando la primavera de 1984.

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Dos símbolos de Avellanas…

Construcción de la nueva torre del Campanario (1962) y la estatua del patio del Claustro, como la conocimos nosotros.

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H. Juan Hilario Ruiz. (10/09/1914 – 13/10/05) Por Antonio Beltrán. Burgalés. Entra en la congregación después de la guerra civil, con la mili terminada. Cuenta el H. Emilio Alastuey, que entonces era postulante, que “profesó, en Avellanas, el 8 de diciembre de 1941, junto con el H. Pablo Linés, que ya era licenciado en matemáticas. Ese mismo día, en la comida, el Provincial, H. Luis Gonzaga, nombra, para que se quedaran allí mismo, al H. Pablo, profesor de los postulantes y al H. Juan Hilario, prefecto de postulantes y novicios.” Desde entonces, Avellanas fue su casa y es allí donde desarrolla toda su actividad. Era un manitas, un artesano creativo. El ‘McGiver’ del Convento. Su perfil ‘laboral’ simple complemento de lo que él era, un marista convencido, ejemplar en todo lo que hacía, paradigma total de lo que debe ser un verdadero ‘hermanito de María’, era complejo por lo variado. Sabía hacer de electricista, de fontanero, de fabricar chascas y silbatos (todos acudíamos a él con cucharas, cuchillos y tenedores de alpaca…), de hacer ‘ganchillo’ con alicates y alambre produciendo relucientes rosarios de ‘pita’. En ocasiones fue músico imprescindible en la ‘Banda Santa Cecilia’; en otras "ingeniero" del Campo de futbol de Cuatro Vientos o en la extracción del agua de la Cueva del Campo de ‘Cristo Rey’; director teatral de las "comedias" cuando tocaba, y si hacía falta; apicultor de gran destreza en la utilización de los ‘higos pajosos’ y el traslado de las colmenas buscando el mejor romero; productor de un original y amarillento licor obtenido de la triple destilación de pieles de mandarina y naranja que hacía la competencia al ‘Alpestre’ o al mismísimo ‘Arquebuse’ de ________________________________ A de... Avellanas.

Carmagnola (el llamado ‘espíritu del Instituto’)…; autor de la Cruz de piedra que da entrada al camino de Vilanova de la Sal o del pedestal de la Virgen del Cerro; ‘Maestro de ceremonias’ exclusivo en la Capilla, auténtico Camarlengo de Mossèn Gatnau… y un largo etcétera que no es posible encerrar entre estas líneas. El H. Juan Hilario era mucho para Avellanas… Pero quizá, el trabajó que con más delicadeza y cariño desempeñaba, aderezado con un toque de ironía, de ‘ya lo sabía’, ‘te lo había adverido’, ‘te lo dije’… pero poniendo en él todo su empeño y cariño, era el de prefecto de novicios… Los que le conocían dicen que siempre tuvo una salud muy débil… pero los que vivimos con él, jamás lo notamos. El H. Juan Hilario era algo así como ‘nuestro recurso ordinario’… Siempre, el día que quisieras, a cualquier hora… si necesitabas algo, o nada más deseabas que hablar… lo encontrabas en aquella habitación al fondo del dormitorio, junto a su ‘celda aérea’, que más parecía un ‘Bazar chino’, de esos en los que puedes encontrar de todo…, que el ropero del Noviciado… Sus últimos años los pasó en el colegio San Juan.

Murió en Avellanas el 13 de octubre de 2005 y nosotros tuvimos la suerte de que Dios nos dejara coincidir con él, durante unos años de nuestras vidas… Una de sus tantas ‘obras’: ‘La cruz del camino hacia Vilanova’…

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H. Felipe Delgado Munguía (Prisciliano). (01/05/1924 - 26/08/1996) Por Antonio Beltrán.

cios y Comunidad con enfermería… y posiblemente estemos hablando de más de 200 personas…

Burgalés, de Pedrosa de Muñó. Como la mayoría de los hermanos de su época, recibe su formación marista entre Arceniega y Avellanas. Se especializa en trabajos de ‘zapatero remendón’ ocupando un pequeño hueco en el patio de juniores. Sí, era diminuto y casi subterráneo, pues se tenía que bajar unas escaleritas, pero en él, había de todo.

El habitáculo en el que trabajaba era posiblemente uno de los lugares más visitados de la casa. Allí, tras una destartalada mesita llena de clavos de cabeza ancha, tacones, medias suelas y chapas de punteras, junto a una gran máquina llena de cepillos y lijas aparecía el pequeño ‘H. Pris’ sonriente, contento, retrato de la felicidad, dispuesto a regalar unos trozos multiformes y tiras recortadas de gomas cuyo fin era el fabricar pelotas recubiertas y cosidas con retales de cuero… a otros les afilaba una especie de taco de madera, a su vez, donado por el H. Tomás, en el que había incrustado un clavo al revés, y que era imprescindible para perforar las pitas del azofaifo que una vez comidas, se limpiaban, secaban y se destinaban a fabricar rosarios sin bendecir…

Durante muchos años, fue uno de los pocos religiosos que poseía el carnet de conducir. Dominaba a placer aquella vetusta camioneta Chevrolet, en la que podía transportar de todo, desde las colmenas de Juan Hilario, los sacos de patatas de Magín, las cajas de queso, de leche en polvo o de chocolate de Llorens, hasta al variopinto personal de la casa: al oculista a ponerse gafas, a examinarse a Lérida, a llevar un paquete a Balaguer o lo que fuera necesario. Tras el cambio de Provincia, pasó a Levante, y aunque no volvió a tocar más suelas de zapatos, botas y sandalias, que las suyas, continuó siendo el “chófer provincial”. Estuvo destinado en Murcia, Cartagena y Valencia. Tenía buena voz, y mejor oído. Disfrutaba cantando ‘a todo meter’… y, teniendo en cuenta que ‘su oficina’ daba al mismo patio que los ventanales-balcones de las clases de los juniores, raro era el día que, que no se le oyera entonar alguna que otra jota… A veces, el mismo Hermano que estaba en clase, encargaba a alguno de nosotros para que bajara y le advirtiera de ‘si era posible redujera el volumen’… Era un ejemplo de trabajo… remendaba ‘todo’ el calzado de ‘todos’ los habitantes del Monasterio cuando este era un centro de formación completo, con juniores, postulantes, novi________________________________ Ade... Avellanas.

La zapatería del H. Pris, era lo más parecido a un ‘puesto de mercadillo’ en la ‘marabunta’ del Convento… ¡Era nuestro cómplice! ¡y le queríamos y apreciábamos un montón! Puede considerarse anécdota, pero viene a colación, por ser su protagonista, ‘uno de los nuestros’, el H. Antonio Ibáñez, ínclito Sempol... Resulta que ya en Vic, le venía de tradición familiar, pues en casa tenían una zapatería, empezó a arreglar zapatos. Meticuloso y responsable como era, no lo debía hacer mal, porque al volver a Avellanas, y tener el H. Prisciliano que marchar a su nuevo destino en Levante, el H. Lengaría, administrador de la casa, le encargó al bueno de Antonio que en sus ratos libres, ocupara el sitio del H. Pris. Y así fue como, el que en el pueblo conocían como ‘el chaval del zapatero’, fue fichado para convertirse, durante un tiempo, en el zapatero de Avellanas. Su último destino fue el Vedat de Torrent… donde falleció en pleno verano de 1996.

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H. Martín López López. (H. Cecilio – ‘Chechi’). (11/11/1923 – 10/09/2012). Por antonio Beltrán. Nació en Cornejo, provincia de Burgos. Su formación, como marista, la recibe en Avellanas, 1941. Terminó su Escolasticado y comenzó a trabajar, inmediatamente, en la enfermería donde permaneció hasta 1990, año en que se jubila. Podemos decir que, prácticamente, la única vez que abandonó Avellanas fue cuando, en febrero de 1959, acudió a St Quentin Fallavier a realizar el segundo noviciado. Comenta el H. Antonio Ibáñez, a propósito de su reciente fallecimiento que, “Siempre estuvo en Avellanas por lo que hay pocas cosas que contar. Pero sí que percibimos muy bien en él, que se trata de alguien que ha vivido a tope el espíritu de las tres violetas: humildad, sencillez y modestia. ¡A cuántos Hermanos cuidó en todos esos años y les ayudó morir sin demostrar nada a nadie y sin publicidad, ni grandes nombramientos ni señales que denotaran su presencia! Otra aportación sobre el H. Cecilio, la entresaco de la formidable homilía que escribe el H. Ramón Benseny, para la ceremonia de su funeral: “EL HERMANO CECILIO o la fuerza de la sencillez”: “Cecilio llevó siempre la marca de la sencillez. Sencillo de cuna en Cornejo, sencillo de tierra en aquellas merindades castellanas. Sencillo de espiritualidad y fe profunda; sencillo de vida, sin medallas ni honores. Sencillo en su trabajo en la enfermería durante más 45 años, tiempos de precariedad, la mayor parte, donde escaseaban algunas cosas pero eran Abundantes el amor y la fraternidad. Sencillo en la vida comunitaria, en el vivir, en el hablar y en el pensar.” ________________________________ A de... Avellanas.

El mismo H. Ramón, rememora un testimonio propio de cuando, tras jubilarse y dejar la enfermería se ocupaba de la granja de gallinas ponedoras y conejos de cría, a quienes cuidaba con corazón franciscano: “En aquella época los hermanos comentábamos que Cecilio enseñaba a rezar a las gallinas… Cierto, les cantaba cantos religiosos y tras una buena puesta de huevos les entonaba el Magníficat, las felicitaba una a una y alguna que otra de aquellas gallinas le respondía con un presuntuoso cacareo… Este proceder para nada es de un enajenado… sino de un hombre de profunda sencillez e interioridad. Es el hombre bueno que con lo que tiene sirve y vive en Dios.” Fallece en Avellanas, tras varios años de postración, en septiembre de 2012.

ÅÅÅ H. Antonio de Miguel (José Basilio). (28/09/1915 – 22/04/1996) Nace en Valdealgorfa, municipio de la Provincia de Teruel. Junior en Vic, novicio en Italia, profesa el 15 de agosto de 1933. Avellanas fue su casa como Director de juniores el 1955-56 y después en el Noviciado como Submaestro y Maestro de novicios sucesivamente del 1960 al 1970. Posteriormente desempeñó el cargo de Director de la Casa General de Roma. Fue nuestro submaestro. Dando muestras de la gran preparación catequética que poseía, conocimiento del Instituto y de una espiritualidad fuera de lo común. Sencillo, tímido, austero, dispuesto siempre a ayudar y colaborar. Tenía una potente voz y un oído musical perfecto. Todos esperábamos su intervención en los Oficios de Tinieblas, cantando las ‘lamentaciones de Jeremías’ donde, recuerdo, se ponía muy rojo, intentando superar, su innata timidez. ÅÅÅ - 140 -


Los de la “BIFOS”… . Por Antonio Beltrán

Nos une a esta especie de ‘cuartetofarmacéutico’ el que los cuatro estuvieron en Avellanas y alguno de ellos tuvo que ver directamente con nosotros, en la enfermería...

Que conste que no se trata ni de un grupo de cantantes, émulos de los Panchos, ni de banda de rock de la época, ni nada de eso…

Hermano Victorino García Paúl (José Octavio) 26/02/1904 – 26/04/1973.

Me gustaría decir, antes de continuar, que todo esto que contamos, ocurría en una época en que era muy común tener un sobrenombre, un mote, algo asociado a tu forma de ser, vestir, carácter o familia, que adquirías en un momento dado y te acompañaba toda la vida… En los pueblos no le faltaba a nadie, y a mucha honra (el hijo de… o la hija de…).

Se había formado en el Juniorado de Arceniega, 1918; Avellanas, donde viste el habito religioso el 8 de septiembre de 1921, emite los primeros votos un año después y los perpetuos el 15 de agosto de 1927.

Lo mismo ocurría en nuestro mundillo colegial. No había profesor, Hermano o seglar que no fuera conocido por un ‘apodo’, entre los que podíamos encontrar de todos ‘los colores’…

Terminados, los estudios en las Casas de Formación y para evitar la incorporación al ejército, se acoge al convenio existente con el Gobierno, a la clasificación de Misionero, y marcha a Chile a prestar sus servicios. Allí permanece bastante tiempo, no limitándose exclusivamente al período, equivalente al servicio militar, sino que actúa como verdadero misionero, quedándose más tiempo. De su estancia en Jauja, Miraflores, Ercilla y San Fernando guardaba recuerdos imborrables.

Pues bien, en las Comunidades de religiosos, ídem de lo mismo… (el ‘Obispo de Tabarca’, el ‘almín’…) cariñosamente y con más o menos intención, en solitario o en grupo, como es nuestro caso, también existían esos sobrenombres, moda tan española y tan popular, desde los antiguos Reyes de España (‘el Bravo’, ‘el Bueno’, ‘el Sabio’, ‘el Prudente’, ‘el Pasmao’, etc…) El H. Hurtado, querido profesor de todos nosotros, perteneciente a la Comunidad del Juniorado en los años que nos ocupan… podría muy bien haber sido ‘el Sonriente’… Bromas a parte, él mismo cuenta, hablando del H. Octavio, que: “Debió ser el sucesor de los Hnos. Dalmiro, Íñigo y Emilio Pigem, todos ellos dedicados un poco a la enfermería. Cariñosamente se les conocía con el apodo de ‘los de la bifos’, seguramente debido al bifosfato de calcio, por lo visto muy de moda en aquellos tiempos…”

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Era burgalés, de Villahizán de Treviño.

Pero vuelve con la salud ‘tocada’ y con algunas dificultades presta servicios en Valldemía de Mataró, Lérida, Barcelona y en el Juniorado de Avellanas, siendo uno de nuestros profesores y prefectos. El H. Enrique, que como hemos dicho, fue compañero suyo en Avellanas, recuerda que era muy conocido entre los Hermanos y, hablando de motes, en tono amable, le aplicaban uno muy especial: - “…le llamaban el ‘Doctor Blanco’…” “Era cercano, afable, de trato cariñoso y tranquilo. Su característica más apreciada era la de procurar aplicar sencillos remedios para resfriados, dolores de cabeza, - 141 -


curas de heridas y pequeños accidentes. Atendía la enfermería con especial dedicación y proporcionaba alivio administrando algún detalle especial, como el inusual vaso de leche o la bolsa de agua caliente para los pies fríos…” H. Dalmiro (Máximo Burgos Barrios). 14/04/1884 – 16/02/1956 Nació en Modúbar, Burgos. Cuentan en su biografía que cuando sucede la contienda civil española, tiene ya una cierta edad y, entre otras cosas, presencia con gran pena la quema de Colegios y casas religiosas en Málaga. Las penalidades de la guerra hacen mucha mella en su salud y al acabarse la contienda civil le destinan a la casa de Avellanas. Allí, mientras puede, ayuda en el Postulantado. Dicen en su biografía que: “Eran carácterrísticas suyas, la laboriosidad y el buen humor. Ambas las conserva hasta la última etapa de su vida. Visitaba mucho el cementerio viéndosele frecuentemente orar ante las sepulturas de sus antiguos compañeros.” Fallece casi repentinamente de un síncope en febrero 1956, por lo que, es casi seguro que fue uno de los primeros hermanos a cuyo funeral acudimos en nuestro juniorado, por lo menos yo.

H. Emilio José (Juan Pigem Gironés) 12/07/1889 - 23/10/1968 Procedía de un pueblo llamado Matajudaica, de la provincia de Girona. Después de varios colegios, se establece en Valldemía, Mataró, en calidad de enfermero y allí trabajó durante 30 años… ________________________________ A de... Avellanas.

En su biografía leemos: “Si el mérito radica en la caridad, qué amor más sublime que el de quien consume la jornada en el sacrificado oficio de samaritano, con tantas idas y venidas, curas y paciencias en el mejor servicio a un Dios doliente en sus criaturas“. Hermano Eleázaro Íñigo (Luis Simón Ferrer).18/03/1884 – 23/04/1963 Nació en La Bisbal (Girona) Tras cursar sus estudios de las Casas de formación inicia su vida docente en los Colegios de Torelló, Calatayud, Logroño y Burgos. En éste último le encargan de la difícil tarea de prefecto de disciplina de los alumnos internos mayores, tarea que desempeña durante 20 años. Su carácter enérgico y jovial a la vez, era muy propio, para gobernar a los jóvenes de esa edad. Cansado de esa actividad, viene a Avellanas a ejercer el oficio de samaritano, sacrificado, experto, amable y extremadamente servicial. Fue enfermero durante 21 años a satisfacción de todos y con notoria eficacia. Llega a poseer bastantes conocimientos de Farmacia. Cuando le sobreviene el mal de Parkinson, que prácticamente le deja casi imposibilitado, se ve obligado a valerse de ayudantes. Mis recuerdos llegan a imaginármelo pequeño, delgadito, portador de sempiternas gafitas redondas y oscuras… (incluso de noche…) El H. Íñigo era el que nos esperaba por las noches, antes de irnos a la cama, en la Enfermería del Monasterio. - 142 -


Aunque un poco desdibujada por la distancia en el tiempo aquella habitación de la Enfermería, donde nos recibían, me la imagino parecida a una de las estancias del Castillo de Harry Potter… techos altísimos, armarios de madera oscura hasta arriba y llena de puertas, con una mesa en medio... Tenía doble entrada, una por la escalera del ascensor y la otra por la terraza externa que cubría el claustro. Para nosotros, aquello era más que la Seguridad Social, ¡era Lourdes…! Allí acudíamos, antes de acostarnos, cansados y somnolientos, con nuestros dolores varios, tipo: porrazos y raspones de rodillas y codos, hechos sobre tierra, arañazos, labios cortados, sabañones y manos agrietadas a causa del intenso el frío y ‘otros cuentos’… y allí mismo tenía la paciencia de atendernos y dar a cada uno ‘lo suyo’… Tintura de yodo donde había sangre o costras, glicerina para labios, sabañones y grietas de cualquier tipo o especie, jarabe ‘casero a quien tosía’, y cafiaspirina u Okal, con leche caliente, para el resto… Daba lo mismo si en la fila éramos 10 que 25… siempre tardaban 10 minutos en atendernos… y al acabar salíamos a toda pastilla hacia el dormitorio, porque apagaban las luces… Y el milagro ocurría: a la mañana siguiente, y hasta la noche, ¡’toos curaos’!... Y esta es la historia de los ‘de la BIFOS’, hermanos que sabían muy bien ‘quien era su prójimo’… y que de salir en los evangelios Jesús los hubiera ubicado en el capítulo del buen samaritano…

ÅÅÅ H. Fernando Aguilá. Fue profesor del Juniorado ‘Cristo Rey’. Dejó la institución marista para ordenarse sacerdote diocesano de La Seo de Urgell. Después se ha perdido su pista. ________________________________ A de... Avellanas.

H. Teódulo Martínez Gómez. (17/02/1923 - 10/10/2008) Nace en un pueblo de la provincia de Burgos, Villamorón. Entre Arceniega y Villafranca de Navarra recibe la formación para marista y en septiembre de 1954, saca el título de Maestro Nacional, en Lérida. Le conocimos en Vic, a donde había llegado después de haber estado destinado en Zaragoza. Acompañó a los juniores, inaugurando la casa de formación, habilitada, de prisa y corriendo, en Denia. Siguieron las casas de Guardamar, Segorbe y Salamanca (unas veces con juniores y otras con postulantes y novicios). Su bondad, religiosidad, sencillez y tantas otras virtudes, hicieron que, como hemos visto, prácticamente permaneciera toda su vida laboral apostólica, en casas de formación. Su último colegio fue Algemesí, donde fue profesor y Superior coincidiendo con su hermano de sangre, el H. Víctor, ya enfermo, de quien cuidó con todo cariño. Es sabido que en Algemesí, desde tiempo inmemorial, funciona una asociación de Antiguos Alumnos muy activa y participativa. Pues bien, el carisma del Hno Teódulo también la abarcó y las reuniones, las ‘cenas de sobaquillo’, la muxaranga, la semana santa etc… todo funcionó a las mil maravillas ganándose el cariño absolutamente de todos…. Si me preguntara lo que opino, creo que se trata de uno de esos Hermanos que el P. Champagnat, hubiera querido en su misma Comunidad… Falleció en octubre del año 2008 en Torrente y como era de esperar, los AA AA de Algemesí, lo enterraron en su pueblo.

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El apóstol de la sonrisa: H. Enrique Hurtado. Por Antonio Beltrán

Foto: Marcos Blanco.

Mis recuerdos del H. Enrique, como de todo lo que se refiere a los primeros meses en Avellanas, ‘los veo un poco lejos’… como, me imagino, nos pasará a todos. Me acuerdo que llegamos a Avellanas, tras un largo viaje, acompañados por el H. Andrés, desde Alicante. Pasamos por los colegios de Valencia, Zaragoza y Lérida, donde íbamos ‘recogiendo’ compañeros hasta llegar, en autobús, a la famosa y ‘última curva’ de la carretera, esa desde la que empieza a verse el Convento como surgido de la nada…

‘La última curva’… Foto: Antoni Garrido.

Pues bien, a partir de ese instante comenzó la aventura, cuando el autobús, cargado de ‘criaturas’, maletas y bolsas, se salió de la carretera y se quedó total y peligrosamente inclinado hacia ‘la vuelta de campana’, con dos ruedas en el cemento y el resto en el terraplén… Era un día de la segunda quincena de septiembre de 1956.

Dos o tres días después, no más…, ya teníamos asignados profesor, aula, pupitre, libros, cama, sitio en el comedor, número con el que traíamos toda la ropa marcada… Y de golpe, todavía sin ACLImatarme del todo, me encuentro sentado en mi nueva clase de 2º de Bachillerato, oyendo, como en una nebulosa, al mismísimo H. Enrique Hurtado que decía:

________________________________ A de... Avellanas.

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- “¡Venga, venga, todos al corro, que vamos a declinar…!” Yo, medio asustado por el desconocimiento ‘de lo que íbamos a hacer, preguntaba temeroso: - ¿A decli-qué? – Pero nadie me decía una palabra, ¡no se podía hablar!. Desde mi sitio en la fila, espalda pegada a la pared, oía a mis compañeros que uno a uno, decían una palabra… ¡sólo una! ¡rosa!, ¡rose!… La verdad es que no me enteraba de nada,… y para colmo, de vez en cuando, alguien me ‘soplaba’ en medio del silencio: - Oye, que te toca… - y yo, mirando de reojo a ver si me enteraba de algo más... les decía: – Que me toca ¿qué? – Y pasaban al siguiente…Así era un día y otro también. Nadaba en el drama… Era latín. Odiaba el latín… No comprendía nada… Todo era nuevo e inédito para mi… Pero, a la vez, no conseguía, no podía, enfadarme ni reprochar nada a aquél Hermano que cuando me llegaba el turno, esperaba paciente, me miraba, me sonreía, pero terminaba por tocar, también, mal… aquella ‘vuelta’… Más tarde, mucho más tarde, lo entendí. Resulta que en los meses de verano, como una tarea de vacaciones, mis compañeros había aprendido las declinaciones latinas, la primera, segunda y tercera… y claro, cuando llegamos los nuevos… los que no habíamos estado en Avellanas durante el verano… en fin para qué dar más explicaciones… ________________________________ A de... Avellanas.

No obstante al H. Enrique, que desde luego no se acordará de mí por los progresos que hice en latín, lo he recordado siempre con mucho cariño y reconozco que en la lejanía del tiempo y de los kilómetros, ha sido uno de mis referentes de como debe ser un verdadero HERMANO MARISTA. Lo volví a ver, después de 50 años, en el Claustro de Avellanas, el 2 de julio del 2011… y, sinceramente, sentí la emoción del encuentro con alguien a quien le se le debe y aprecia mucho… La misma voz, amable, fuerte, el tiempo no había pasado… fue como si hubiéramos salido a pasear juntos la tarde del día anterior… Y, resulta que, medio siglo después, el Señor repetía la misma foto en el mismo sitio… él y nosotros… otra vez… Por eso… cuando el amigo Sempol me hizo llegar el otro día unas fotocopias de la Revista “Cataluyna marista”, de febrero del año 1999, con una preciosa entrevista del H. Ramón Benseny a nuestro querido H. Enrique Hurtado, a propósito de sus Bodas de Oro, entreví la mano de la Providencia que brindaba la ocasión para rendirle nuestro homenaje y agradecimiento, como grupo, a este Hermano que, con bondad, cariño y simpatía, cuidó de nosotros y nos ayudó a “crecer en sabiduría, estatura y gracia ante Dios, la ‘Bona Mare’…. y los hombres”.

(He aquí algunas ideas entresacadas de la entrevista:) ¿Cómo llega a los maristas? Nace en Isar (Burgos) el 13 de junio del año 1932, en el seno de una familia numerosa, religiosa, unida y con una gran base de cariño que ha trasmitido a todos sus miembros. Estudia en el Colegio de los maristas, San Antonio, de Burgos y desde que conoce a los Hermanos, desea ser marista. 145


“Al iniciar el curso 1943-44, destinan a mi padre a Sort (Lleida). Expreso en casa mi deseo de ser marista y pude ingresar en el Juniorado Cristo Rey. Todo fue fácil, pues mis padres conocían de cerca a los hermanos”.

se puede ser tan feliz! Para el corazón apostólico no hay fronteras”.

El seis de diciembre de 1943 ingresaba en Les Avellanes. Su “currículum”. Empieza en el Colegio Montserrat de Lleida, en una Comunidad de 23 Hermanos. Estudiante universitario en Olzinelles, donde a la vez, debe cuidar de 38 jóvenes más y acompañar al H. Atanasio. Continua en Les Avellanes, juniorado Cristo Rey, que es donde coincide con nuestro grupo. Él lo define “ensayos’ como formador de seminaristas. Conseguimos los mejores éxitos académicos en el Instituto de Lleida. Los hermanos formadores creamos una apretada piña. Y teníamos nuestros "gaudeamus" en la sala de profesores. EI Juniorado era una gran familia” Tras la reorganización de las casas de formación causada por la división de provincias, inaugura el Juniorado de Rubí, con 90 seminaristas mayores. Después Director en La Immaculada-Barcelona, con una comunidad de 33 hermanos. El trabajo era mucho, pero como él confie-sa: “Cuando vives entregado, no pides que la carga sea ligera, sino que las espaldas sean recias. Y esto fue el don del Señor”. Vuelve a Les Avellanes, al Noviciado, donde permanece 13 años. Cuatro más en Badalona donde “las lipotimias alarmaron al Dr. Caballería y al H. Félix quien le lleva a descansar y cuidarse a la Casa Provincial”, que la estrena y donde permanece “cuatro años de gozo”… Su destino en Paraguay lo define como de “experiencia única. ¡Cómo marcan los sencillos!. Me enseñaron ¡con qué poco ________________________________ A de... Avellanas.

Un paseo de ‘emulos’… El H. Enrique demostrando una alegría desbordante y contagiosa… Foto: Marcos Blanco.

Le envían a Llavaneres donde reconoce que “dispongo de espacios para el trabajo manual, con tiempos de serena plegaria”. Actualmente, se encuentra destinado en la Comunidad de Sants (Barcelona) “hasta que los superiores no ordenen otra cosa”... ¿Su ‘arma apostólica’? “Mi sonrisa, la capacidad de acogida y la paz. Cuando la doy en la Eucaristía me sale espontáneo: "iUn montón de paz!". Son regalos que reconozco como dones del Cielo y me creo en el deber de crear ese clima de gozo en derredor”.

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El hoy y el futuro “Lo mejor de nuestro hoy, que me hace vibrar con gozo es el ver la sana libertad de los hijos de Dios, la actualización y apertura, el haber desechado tabúes paralizantes, el aceptar responsabilidades que dan madurez, la presencia y la actuación de nuestros seglares, codo a codo con los hermanos, participando en nuestra espiritualidad, educación y apostolado, la floración de jóvenes animadores maristas, y sobre todo la docilidad al Espíritu para actuar en nuevos campos, en sintonía con los pobres, con la solidaridad, cercanos a los marginados. Son las nuevas presencias que denotan que el Espíritu sopla con fuerza y mantiene vivo el carisma de Marcelino y de lo marista”. Marcelino “No sé por qué, pero ante su canonización me sale más de dentro confiar infinitamente en él, pedirle por los hermanos y por el Instituto. Que todos seamos hijos fieles, arriesgados, comprometidos hasta lo médula en lo que él amaba y él quería: hombres apasionados por Jesucristo, enamorados de María y llamados o dar o conocer o Jesucristo y hacerlo amar y llevar o los jóvenes o Jesús por medio de María, especialmente o los que se sienten más abandonados y marginados. “ Devoción a María En su toma de hábito le añadieron a su nombre el de ‘María’. “Las "historias" que median entre María y mi persona son las mismas que se dan entre una madre y un hijo. Me siento feliz cuando tengo que hablar de la Bona Mare. Y, desde los ejercicios de San Ignacio, me resulta muy fácil llenar el primer coloquio con lo Virgen-Madre, en los momentos contemplativos. Sentirme en el regazo de lo Virgen. Mirar sus ojos misericordiosos, invocarla fuerte, bien fuerte, cuando lo dificultad o lo mareo asustan. Quererla, invocarla, confiar en ello. Y confiarle día o día lo vocación, renovar mis votos, pedirle lo fidelidad, quererla cada día un po________________________________ A de... Avellanas.

co más y que Ella me dé su mano para ir a Jesús. Hoy mi historia lleva por título: Un hijo agradecido. “

Uno de tantos paseos por aquellos caminos/senderos de tierra, que todavía hoy existen en la finca… Desde los primeros hacia atrás, se distinguen a: J. Mª Barnechea, Fco Monterde, Benito Barlabé, J. Mª Cortés… y, ‘al acompañante, el H. Enrique… Foto: Marcos Blanco.

Su ‘testamento espiritual’ “Sonreír es un regalo y un don que se conquista. Se aprende en la cuna. Uno se convence con los años, de que es mejor sonreír que fruncir el ceño. Se logran más cosas con el buen humor la palabra amable, la espera, la paciencia, la comprensión, el perdón. Ayuda a sonreír el orar con el nombre propio de las personas que pueden ahogar una sonrisa, porque la sonrisa es fruto de la paz. El hombre pacificado sonríe, incluso en la adversidad. “ “Mi sonrisa es el regalo que yo hago a mis amigos, en todos los encuentros y despedidas. La sonrisa de la foto no me sale tan bien, porque pienso que lIegué algo tarde al reparto de caras. La sonrisa me conquista muchos amigos. Cuando ahorras una sonrisa, pierdes la respuesta de otra sonrisa.”

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H. Luis Artigas Mayayo. Por Antonio Beltrán. Nace en Zaragoza el 30 de junio de 1936. Estudia entre Avellanas, donde ingresa en septiembre de 1949 y después, Vic. En julio de 1955, saca el título de Magisterio en Barcelona. Su primer destino fue el Escolasticado de Vic y, una vez habilitado el juniorado en Denia, lo envían allí como profesor, en octubre de 1960. En 1962, ingresa en el Jesus Magister de Roma, y en junio de 1964, obtiene la Licenciatura en Ciencias Religiosas, por la Facultad de San Juan de Letrán, doctorándose, en la misma en julio de 1969. A partir de entonces comienza un “puente” entre el Laterano de Roma y la Pontificia de Salamanca, donde imparte clases de Filosofía y es nombrado secretario del ISPE. Esta situación que dura varios cursos, no le convence personalmente y en 1976, los Provinciales de Sao Paolo (Brasil), de Levante, y el Superior Gral, acuerdan que pase a pertenecer a la Provincia Marista de Sao Paulo. El H. Joaquim Clotet, cuenta desde Brasil, que “trabajó como Hermano y Profesor de Teología en la Pontifícia Universidade Católica do Paraná, en la ciudad de Curitiba, que es la capital del Estado do Paraná. Dicha Universidad pertenece a la Provincia Marista Brasil Centro-Sul. Cuan-do dejó el Instituto Marista residió con los Claretianos y enseñó en la Facultad que ellos tienen en la misma ciudad de Curitiba.” Excelente persona, compañero, profesor y músico. De constitución delgada, era frecuente verle, sonriente tras sus gafas de ________________________________ A de... Avellanas...

grueso cristal, con la chaqueta apenas apoyada sobre los hombros, como preparado para quitársela en cualquier momento y ponerse a trabajar… Su capacidad intelectual sorprendía. Hablaba español, italiano, francés, alemán e inglés. Por necesidad, aprendió portugués en tan sólo unos meses, antes de irse a Brasil… Los que vivimos con él, admirábamos su capacidad para que, en periodo lectivo, cuando ni se utilizaban los ordenadores, ni había Internet (ni se sabía lo que era…) y los profesores tenían que proporcionar bibliografía abundante a sus alumnos, consiguiera leerse, diariamente, un libro, en cualquiera de los idiomas indicados… Naturalmente la preparación que tenía se reflejaba después en la calidad de sus clases… y era el motivo por el que se le requería constantemente para dar conferencias y retiros… tarea que le ocupaba todas sus vacaciones. Fue un excelente organista. Junto al famoso compositor de música religiosa, el mejicano Alejandro Mejías, impulsó una de las primeras misas de jóvenes cantadas en Roma, allá por los años 1968… Consistía en una eucaristía que se preparaba intensamente durante la semana y que conseguía llenar de jóvenes la Capilla de la Casa General cada domingo… Un incondicional de esta celebración, pionera en la Ciudad Eterna, era el H. José Basilio Rueda, Superior General en aquellos años, 1967 – 1985. Su permanencia en Brasil no duró mucho. A los pocos años volvió enfermo, y poco tiempo después fallecía en Zaragoza. Fue una pena. Era joven, y todavía tenía mucho por dar…

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Mossèn Josep Gatnau Escolá. Por Antonio Beltrán.

1963. Visita Canónica del Sr. Obispo de la Seo de Urgell al Convento. ‘Somos escolásticos’. Los que mejor se ven, (de izda a dcha): H. Gabriel. Farré, H. Ángel Ruz, H. Javier Revilla, H. José Teófilo, H. Eduardo Corredera, H. Esteban Cidad, H. José A. Ruiz, H. Carlos Basileo, H. Ramón Benseny, H. José Mª Ríus, Obispo Navarri, H. Miguel A. Masip, Mossèn Gatnau, H. Francisco Lledó. H. Evaristo Lengarica, H. José Basilio y De Miguel Blasco. Foto: Marcos Blanco.

Mossèn Josep era el Capellán diocesano de la casa y durante su estancia en Avellanas contemporizaba su responsabilidad entre ‘el Convento’ con las parroquias de Santa Linya en el pueblo de Avellanas y la de Vilanova de la Sal. Su residencia en el Monasterio se encontraba en unas habitaciones situadas inmediatamente debajo del gran dormitorio de los arcos, de los juniores y se asomaban, abriéndose a una magnífica panorámica, enfrente mismo del Cerro de la Virgen. Se corresponden con una zona, actualmente ocupada por el ala donde se encuentra la Hospedería/Hotel, totalmente diferente tras la reestructuración.

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Nos producía una gran curiosidad verle conducir su ‘topolino’, más parecido a una barca que a un coche. Lo guardaba celosamente en un garaje situado en la esquina del patio de entrada y lo utilizaba para desplazarse entre aquellos pueblos y el ‘Convent’.

Mossèn Gatnau, era también párroco de Vilanova de la Sal.

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De su vida anterior sabemos bien poco: que debió nacer hacia 1890, por lo que, cuando nosotros le conocimos tenía más de 65; que la guerra civil la pasó en Francia; y que antes de venir a las Avellanas, en 1939, había sido el capellán de los hermanos en Pamplona. De estatura más bien menuda, era el único que llevaba la sotana con botones… su típica forma de caminar, balanceando un poquito el cuerpo de un lado a otro, hacía que entre varios ‘ensotanados’ se le distinguiera desde lejos. Hacia 1970 se jubila, se retira a Lérida y pasa sus últimos años ayudando en la parroquia del Carmen. Murió en 1987.

F. Kennedy, el 22 de noviembre de 1963. Era la fiesta de Santa Cecilia, la patrona de los músicos y la santa misa necesariamente, conociendo al H. Esteban, tendría un toque especial… Pues bien, alguien le debió advertir de la luctuosa noticia y él, ni corto ni perezoso, interrumpió la celebración, cosa realmente inusual pues ‘nunca ocurría nada tan excepcional como para hacerlo’… y se dirigió ha nosotros, completamente atónitos porque debía estar pasando algo ‘fuera del guión’… En aquella época la misa se celebraba de espaldas a los asistentes. Don José se giró y, tranquilamente, pero con la solemnidad que requería la gravedad de la noticia nos contó lo sucedido. En medio de un inusitado y pesado silencio, nos pidió una oración por la paz del mundo… Sant Cap, en Vilanova de la Sal.

1963. Don José, junto con el Obispo Navarri, en una de las miles de celebraciones… Foto: Marcos Blanco.

Le gustaba la conversación y mezclarse con los Hermanos. Por entonces, creo que era el único que fumaba, y lo hacía con discreción… Uno de mis recuerdos, teníamos 18 años, corresponde al día que asesinaron a John ________________________________ A de... Avellanas.

Creo no desvariar demasiado si afirmo, desde mi punto de vista, que, en aquellos años, para nosotros, ‘el mundo’, era Avellanas, y el Vaticano, lo representaba Mossèn Gatnau. Todo ‘lo demás’, era “a donde tendríamos que ir” cuando saliéramos a los colegios… lo desconocido…

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H. Víctor Martínez Gómez. Por Antonio Beltrán.

De paseo con los HH. Víctor y Enrique. Entre los que se distinguen: (Agachados): A. Garrido, P. Merino y F. Plumed (A la derecha del H. Víctor) J. Jarauta, M. Blancos, Hernáiz, Serrano y Fco Monterde, (y a su izda) P. Closas, J. Mª Cortés, y el H. Hurtado. Foto: Marcos Blanco.

Nació el 30 de marzo del año 1920, en Villamorón (Burgos). Estudia y se forma como marista entre Arceniega y Avellanas. En 1941 es reclutado para hacer el servicio militar en el Regimiento nº 19 de Jaca (Regimiento nº 62 de Zaragoza). Y en 1953, saca el título de Maestro Nacional en Tuy.

Avellanas, primero como Submaestro (1954), y después como Director del Juniorado (1956), nuestro Director. Un año después estrenaba el juniorado de Llinars, tras la división, el de Denia y, finalmente, el de Guardamar. Tras varios años, ostentando la máxima responsabilidad en casas de formación y aprovechando su grandísimo conocimiento en materia vocacional, se le nombró reclutador provincial, cargo que ocupó durante varios años. Una de sus características más destacable creo que ha sido por encima de las demás, su dedicación casi exclusiva a las vocaciones maristas, primero como ‘formador’… y después como reclutador.

Trabajó en Pamplona, Calatayud, soldado, Zaragoza, Vich, Grugliasco (Turín/Italia), ________________________________ A de... Avellanas...

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Vivió muy de cerca la guerra civil española. Uno de mis recuerdos lo dibujan a él como protagonista, cuando, estando en el juniorado, los domingos por la tarde y, a falta de TV, cine, o cualquier otro entretenimiento formativo, nos encandilaba con preciosos relatos de los tiempos de penuria y sacrificio originados por la escasez y la guerra. Relatos llenos de detalles que demostraba haberlos vivido en primera persona.

Entre los que se distinguen, subiendo…: Martínez (con gafas), Valero Martín, Marino Latorre, Ramiro Monterde, José Granja, Marcos Blanco y Benito Barlabé… Foto: Marcos Blanco)

El alzheimer se cebó con él, en los últimos años de su vida, minándole las facultades de manera profunda y produciéndole un enorme deterioro. Se refugió junto a su hermano Teódulo, de grato recuerdo, en el colegio de Algemesí. En cierta ocasión, fui testigo, en los patios del colegio, de cómo buscaba estar en medio de la ruidosa ‘chiquillería’, que corría y gritaba bulliciosamente, mostrando su preocupación porque no se hicieran daño… allí era feliz… Falleció en Torrente, donde se le dio sepultura, el 2 de abril del año 2006.

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H. José Manjón Porras (H. Filiberto) (03-10-1922/10/09/1980) Nació en Villalibado, municipio de Arenillas de Villadiego (Burgos), siendo el quinto hijo de una familia numerosa, en la que también hubo otro marista, el Irmao León Daniel, fallecido en Brasil en 1998. Se formó entre Arceniega y San José de Logroño, pasando posteriormente a Villafranca de Navarra, donde tomó el hábito el 8 de septiembre de 1938. Hizo la Profesión Perpetua en Avellanas, el 15 de agosto de 1945. Su primer colegio fue Canet de Mar, al que siguió Barcelona San Juan, Denia, Badalona, etc… Estuvo destinado en los internados de Gerona y Mataró. En 1955 acudió a Gugliasco a realizar su 2º noviciado, e inmediatamente después, fue destinado a Avellanas. Fue profesor y Prefecto en el Juniorado de ‘Cristo Rey’, durante los cursos 1956-58. Cuando la división de las 7 Provincias, se pasó a la de Norte, Colegio El Pilar, de Zaragoza, en 1958. Trabaja sucesivamente en los colegios de Logroño, Bilbao y Zaragoza, su último destino, donde fallece con 57 años de edad y 41 de Profesión religiosa. Está enterrado en el Cementerio de Torrero (Zaragoza). El H. Hurtado, que fue su compañero en el Juniorado, cuenta que “era una persona muy sencilla, de fácil conversación y disponible allí donde se le necesitara.” Según su Biógrafo, el H. Pablo Moreno, de Norte: “La vida del H. José Manjón, transcurrió callada en el retiro, en la vida modesta, apacible, siempre igual. Nada especial, para la sabiduría humana, pero vista con los ojos de la fe, ¡qué grandeza! ¡qué perfección y qué plenitud!.”

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H. Arturo Alonso Fernández Por el H. Fco Javier Gallo Burgalés de nacimiento, debió ser alumno del Colegio marista de la Capital castellana. La primera ver que ví al H. Arturo, fue el día 7 de septiembre de 1947, en la Estación de Renfe de Burgos. Dos días antes, teníamos que haber salido, mi primo, el H. Severiano Bayona, otros chicos de la región, y yo, hacia Calatayud. En principio nos iba a acompañar el H. Andrés Fábrega, el abuelito, que era el reclutador, pero se puso enfermo y el viaje se atrasó un par de días. Por aquel entonces, que no existía la TV, y era raro escuchar la radio…, no recuerdo cómo, ni a qué hora, pero el mismo día 5, por la noche, nos enteramos de la triste noticia de que el tren, el mismo que teníamos que haber cogido nosotros, junto con los otros futuros juniores, había sufrido un grave accidente poco antes de llegar a Calatayud. Mientras pasaba por encima de un puente, este se hundió ocasionando varios muertos y heridos. La noticia se propagó, y la sorpresa en nuestras casas fue mayúscula pues todos pensaban que viajábamos en dicho convoy. Cuando a los dos días, el 7, acompañados por el H. Arturo, pasamos con el tren por el susodicho puente, derrumbado y reconstruido de forma provisional, pudimos contemplar numerosas muestras del desastre acaecido. Nos alojamos en el colegio de Calatayud y al día siguiente, tempranito, acompañados ________________________________ A de... Avellanas...

por el H. Arturo, salimos para Zaragoza,. Desde Lérida, en la camioneta Chevrolet, nos subieron a las Avellanas. Recuerdo que la conducía el H. Juan Hilario, pues el H. Pris, todavía no había sacado el permiso de conducir. Una vez en el Convento, no volví a ver al H. Arturo hasta 4º de Bachillerato, el último curso del Juniorado, cuando llegó para ser nuestro profesor. Recuerdo que era muy trabajador, exigente, recto, escrupuloso en el cumplimiento del deber y dedicado completamente a nosotros, virtudes y valores que formaban parte del perfil de los religiosos que eran destinados a las casas de formación. Después se produce un gran salto en el tiempo, pues no lo vuelvo a encontrar hasta 1963, cuando, después de cambiarme de Provincia, el H. Teofilo Martínez, entonces Provincial, me envia desde Mataró a la sucursal de Murcia. Allí estaba el H. Arturo como Director y Superior. Los demás componentes de la Comunidad eran los HH. Andrés Fábrega, José Luis Trullén, Joaquín Navarro y menda, Francisco Javier Gallo. Pude vivir con el H. Arturo, sólo un año, pues me enviaron a Algemesí donde el superior nos atendía lo mejor que podía a pesar de la enorme pobreza, por no decir miseria, de aquella casa. Después, en los años 74 y 75 cuando acompañaba a los seminaristas, desde Guardamar a Alicante para que asistieran a las clases de BUP, tuve ocasión de tratarlo pero de forma muy lejana pues sólo nos veíamos alguna que otra vez. No volví a encontrarle hasta que fue destinado al Vedat de Torrente, en Valencia, la casa de reposo de los Hermanos, donde pasó sus últimos años. Allí, con los altibajos propios de la edad, falleció el 16 de septiembre de 1993.

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Aunque sea sólo un recuerdo… Por Antonio Beltrán (y colaboradores varios)

(De izquierda a derecha) Fila 1ª (Sentados). Francisco Gisbert, Guitar, Valero Martín, Juan M. Donat, Fernando Tena, Enrique Plumed (+), Francisco Monterde, Javier Revilla Fila 2ª.- José Bagaría, Marcos Blanco, Andrés Martínez, Jaime Plá, Prisciliano Merino, De la Iglesia, Antonio Beltrán, Jaime Pujol, Juan Ferrís, Benito Barlabé, Fila 3ª.- Antonio Ibáñez, Jesús Mª Barnechea, Grabriel Farrá, Millán Jarque, Juan Luis Rubio, Enrique Crespo, Paulino Llovet, Isaac Indurain. Foto: H. Antonio Ibáñez.

H. Alfred (Johann G. Oeffelk). (26/09/1887 – 03/01/1984)

Alastuey, en la época en que coincidieron en Avellanas:

Alto, delgado, cabello, el que le quedaba, blanco como la nieve. Era un hermano de origen alemán, que se encargaba de la lavandería, situada próxima a la balsa, cerca del Cementerio… donde le ayudaban, entre otras, las señoras: Teresa y Monserrat, ambas de Vilanova y Ana, de Ager.

“La primera guerra mundial me sorprendió siendo piloto de aviación. Los franceses me derribaron y me hicieron prisionero. Al finalizar la guerra, ya liberado, ingresé en la casa de formación de los HH Maristas en Grugliasco (Turín/Italia). De allí pasé a España, primero a Sans y después a Les Avellanes”.

Su increíble historia, y de cómo llegó a Avellanas, puede que quede claro con la explicación que él mismo dio al H. Emilio ________________________________ A de... Avellanas...

Le gustaba mucho la conversación, sabía de todo y opinaba de todo… Cuando te hablaba entornaba sus ojos y, aunque era consciente de que su ‘terrible acento’ le hacía, muchas veces, ininteligible, yo creo que, para sus adentros, se reía mucho al - 154 -


comprobar nuestras caras de ‘no entender ni papa’…

H. Ángel Ruz Chups. (01/03/1929 – 27/03/1976)

Al ser el único encargado de la ropería, en una casa tan grande y con tanta gente… todos teníamos que pasar por sus aposentos, en el primer rellano de la escalera que subía al dormitorio de los juniores… Dejó un gran recuerdo como persona servicial, de querer ‘vestirnos’ lo mejor y más limpio posible… y, aunque era difícil de convencer para que te cambiara algo, hay que reconocer que tenía una paciencia…

Nació en Guadalcázar (Córdoba). Su formación marista la recibió entre Villafranca de Navarra y Castilleja. En junio de 1946, sacó el título de Maestro en Córdoba y en 1962, el de Licenciado en Lenguas Clásicas, en Barcelona. Trabajó en: Málaga, Jaén, Cartagena, Murcia, Barcelona, Vic, Alicante, Segorbe y Denia.

ÅÅÅ H. Antonio Aragón Martón. Natural den Arguedas (Navarra), nace en 1935. Licenciado en Románicas. Fue Prefecto del Juniorado ‘Cristo Rey’ en Avellanas. Nos daba clase de música y obra suya fue la puesta en marcha de la Rondalla, tan de moda, en la época, en los colegios. Su formación la hace en Avellanas y Vic. Destinado entre otros colegios a Zaragoza, Lérida y La Inmaculada (Barcelona). Simpático, cercano y campechano. Nunca supimos el color de sus ojos… siempre con sus gafas negras. Ha sido traductor simultáneo de francés en varios capítulos provinciales y generales. Los últimos años estuvo en la comunidad de La Vallà (Hermitage) pero, según afirma gente bien informada, parece ser que la santa obediencia lo envía a S. Paul -trois Chateaux…

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Con nosotros estuvo en Vic, el curso 19621963, recién licenciado. Poseía una gran vitalidad que transmitía en todo lo que hacía. Compaginaba a las mil maravillas, y con reconocida solvencia, los dos cargos a los que la obediencia le había destinado: ser profesor y Administrador. Nos Maradilló con su dominio de la Lengua Española, recuerdo que nos decíamos que ‘no estábamos acostumbrados’… la vedad es que nos hizo reconsiderar lo aprendido hasta el momento. Poseía un estilo muy peculiar y atractivo de enseñar y se ganaba a todos por su simpatía. Poseía otra característica, de mucha especialización y muy bien considerada por el H. Eduardo Corredera, y es que escribía a máquina con todos los dedos de las dos manos, sin mirar y a toda velocidad… Cosas del destino, le tocó a él, como Administrador, recoger y cerrar Vic, tras el incendio. Falleció en Segorbe, donde los últimos dos años estuvo enfermo. Sus restos reposan en el Cementerio de Castelnovo (Castellón).

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H. Emilio Alastuey Sánchez Nació el 12 de noviembre de 1926 en Sangüesa (Navarra). Se forma como marista entre Arceniega, donde ingresa en 1939, y después en Haro y Villafranca. Toma el hábito el 2 de julio de 1942, en Avellanas. En 1951, sacó el título de Maestro Nacional, en Lérida y en 1964, el de Licenciado en Filosofía y Letras, en Barcelona. Hasta llegar a Avellanas, había estado en: Valencia, Alicante, Vich, Barcelona, Denia, Murcia, Salamanca donde llevó la secretaría de la Facultad de Magisterio durante varios años. Tras una corta estancia en Alicante y Guardamar, se encuentra en Champville (Líbano), donde residente actualmente. Su gran cultura, prodigiosa memoria y espíritu marista hacen posible que siga al pie del cañón prestando generosamente su disponibilidad allá donde la obediencia le envíe.

ÅÅÅ H. Miguel García Cuesta. Nació en Arenillas de Villadiego, Burgos, el 8 de mayo del año 1926. Como marista se formó entre Arceniega y Villafranca de Navarra. Saca el título de Maestro Nacional en Málaga, y en 1965, el de Licenciado en Filosofía y Letras-Pedagogía, en Barcelona. Trabaja en muchos colegios de Bética (Huelva, Sevilla, Larache, donde realiza el servicio militar, Lucena y Granada) hasta que la división le coge en Murcia y pasa a la provincia de Levante. Con nosotros está ________________________________ A de... Avellanas...

en Vic, precisamente el año del incendio, siendo él quien dio la voz de alarma. Después de Avellanas, vuelve a Valencia, después Roma, es nombrado Delegado de vocaciones. Son los años en los que, en el Instituto, crece una pequeña corriente de apertura hacia el sacerdocio… En julio de 1977, el Consejo General le concede el ‘transitus’ a los Padres Maristas, donde profesa el 8 de septiembre de 1979. Sus últimos años los pasa en el Colegio Pedro Chanel de Malgrat de Mar (Barcelona) donde muere en 2001. Gran trabajador, buen profesor y músico, era poseedor de una entrañable amabilidad, todo corazón, incapaz de molestar a nadie. Como hemos apuntado, fue Reclutador de Levante varios años, recorriendo en coche los pueblos de las provincias de Teruel, Cuenca y Castellón, donde ni había colegios maristas ni habían visto un hermano en su vida…

ÅÅÅ H. Esteban Cidad Varona. (14/04/1916 - 09/08/1992) Nace en Villaizán de Treviño, provincia de Burgos. Juniorado en Arceniega (Navarra) 1927. Noviciado en Avellanas, 1933. Durante la guerra civil estuvo cumpliendo la mili en Zaragoza. Hizo la Profesión Perpetua en Burgos, en 1939. Es destinado a Avellanas desde 1940 hasta 1973 y prácticamente hace de todo… de submaestro, profesor de matemáticas, de inglés, es el músico de la casa… Interrumpe su estancia en Avellanas en 1953 para hacer el segundo noviciado en Grugliasco (Italia). 156


Desde 1973 a 1978 estuvo en Girona como profesor. Sus últimos 14 años los pasó en Igualada dejando un recuerdo imborrable por su sencillez, humildad, alegría y trabajo. Siempre encontraba alguna letrilla con que amenizar las fiestas familiares. Director de teatro "Comedias". Director de la Banda de Música Santa Cecilia. Estuvo en Girona e Igualada. Profesor de postulantes y novicios. Gran músico.

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cia. Estuvo en Avellanas, el curso 19551956, como Prefecto. Cuentan en su ficha, el cronista, que “A través de sus cartas se puede apreciar el sufrimiento que arrastra, producido por la lesión valvular que padece y que le obliga a declinar toda actividad a partir de 1963 cuando es trasladado a la enfermería de Avellanas, donde con gran entereza, aceptación y paciencia, fallece dos años después.”

ÅÅÅ H. Braulio Francisco (Francisco Jarauta Marión) De Puendeluna (Zaragoza), donde nació el 9 de noviembre de 1941. Se forma como marista entre Avellanas y Vich. Actualmente es Catedrático de Filosofía en la Universidad de Murcia.

ÅÅÅ H. Tarsicio Mª (Amando Palacios Castilla) 08/06/1910 – 26/04/1965 Natural de Rubena, Burgos. Entra en Arceniega, 20/08/1921, postulante en Avellanas, toma de hábito el 6 septiembre 1926, pri-meros votos al año siguiente y los perpetuos en 1932.

Trabaja en los colegios e Pamplona, Zaragoza y Valencia.

H. Honorato Pujol Juventeny. (11/12/1905/10/04/1985) Nació en Sant Feliu de Pallerols (Girona), comarca de Olot. Fue Maestro de Novicios durante los años 19601970 y posteriormente Director de varios colegios entre ellos: Lérida, Sants y Mataró. Durante varios años, ocupó el puesto de Consejero provincial. Cuenta el H. Hurtado que, cuando le nombraron Maestro de Novicios, y dada su fina conciencia y su responsabilidad, decía: - "¿Cómo puedo yo formar en las virtudes que no poseo?". “Fue un hombre muy espiritual que marcó, con sus enseñanzas y su ejemplo a los Hermanos y a sus novicios. Era una persona de trato exquisito.” De todo eso, nosotros, fuimos testigos, en primera persona… Falleció en Avellanas.

ÅÅÅ No había salido todavía a los colegios, cuando se descubre que sufre una insuficiencia mitral…. Enfermedad que le obliga a no poder realizar una vida de Esquerzo normal. Estuvo destinado muy poco en los colegios, Pamplona, Zaragoza y Valen________________________________ A de... Avellanas...

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H. Teófilo Martínez López. (30/11/1915 - 22/04/2000) Natural de Villaute (Burgos). Su formación marista la recibe entre Arceniega y Avellanas. En noviembre de 1955, saca el título de Maestro Nacional en Toledo y en 1955, en Madrid, el de Licenciado en Filosofía y Letras.

Trabajó en Calata-yud, Arceniega, Málaga (durante la guerra civil, estuvo destinado a Sanidad Militar), en Sevilla, Larache y Murcia. Después tras la la división de Provincias y pasar un periodo en Madrid, fue nombrado Provincial de Levante, en 1962. Al finalizar su mandato marchó, como Consejero General, a Roma, en 1967. Al finalizar se trasladó a Salamanca donde desempeño el cargo de Maestro de novicios. En 1984 fue Director de la Casa central en Madrid. Falleció en Torrente, donde reposan sus restos.

ÅÅÅ H. Inocencio Muñoz Díez. (28/12/1908 - 12/07/1998) Nació el día de los Santos Inocentes, en Calahorra (Logroño). Su formación marista la recibe entre Arceniega y Avellanas. En julio de 1946, sacó el título de Maestro Nacional en Murcia y el de Licenciado en Ciencias Químicas, en 1947, en Valencia. Trabajó en Vich, Barcelona, Alcazarquivir (donde realizó su servicio militar como misionero), Murcia, (Guerra Civil), Murcia, Barcelona, Mataró, Zaragoza, Valencia, Alicante, Segorbe, Alicante.

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Provincial en febrero de 1959, le tocó hacer efectiva la división de la Provincia de Levante en: Levante y Cataluña. Sus alumnos cuentan de él que eran impresionantes las pizarras magistrales que se encontraban cada mañana, hechas por él mismo, cuando asistían a sus clases de Ciencias naturales. Era curioso comprobar cómo, siendo un hombre serio y austero, sin embargo, fuera de las clases, su trato era exquisito, culto y ameno. Daba gusto oírle tocar el piano y verle jugar al billar… donde era un verdadero campeón. Sus últimos años los pasó en el colegio de Alicante, cuidando macetas, que adornaban los pasillos de la comunidad y eran la envidia de todos. También él perdió la memoria… y fue llevado a Torrente, donde falleció en julio del año 1998.

ÅÅÅ H. Ismael Julián Escorihuela. Nació el 23 de marzo de 1928 en Aliaga (Teruel). Recibe su formación marista en Avellanas. Saca el título de Maestro Nacional en Lérida, en 1952 y un diploma en Lengua francesa, obtenido en París en 1966, después, en Valencia, se saca el título de traductor de ese mismo idioma. Antes de venir a Avellanas, pasa por los colegios de Mataró, Lérida y Zaragoza. Marchó a Denia con los juniores; trabajó en la Administración provincial instalando los primeros ordenadores, hasta que fue requerido en la Secretaría del Superior General, Hno. Basilio Rueda, en Roma. Actualmente se encuentra en Torrente. 158


Desde que le conocemos siempre ha tenido un problema de audición que, con el tiempo le ha impedido el poder desarrollar la docencia de forma normal, y apartando del contacto con los alumnos. Se especializó en la aplicación de la informática a la contabilidad y temas de secretaría.

nuando sus estudios sobre la naturaleza autóctona del lugar. Ejerce como superior de la comunidad.

Su discreción, trabajo constante e incansable, amabilidad en el trato, sonrisa perenne, permanente ejemplo de servicio a los demás, hermano marista, con la humildad, sencillez y modestia hasta la médula, fue siempre para quienes le conocimos y convivimos con él, un regalo del cielo.

Nació el 3 de abril de 1940 en Barcelona. Se forma como marista entre Avellanas y Vich. En junio de 1960, saca el título de Maestro Nacional en Barcelona, y diez años después la Licenciatura en Ciencias Químicas, en la Universidad de Valencia.

ÅÅÅ H. Enrique Boix Baraut. Nace en 1930. Licenciado en Letras. Director de Badalona, Llavaneras y Llinars. Actualmente reside en Igualada. El verano de 1964 lo pasó, en Avellanas con los escolásticos.

ÅÅÅ H. José Cortina Capdevila (H. Claudio Serafín). Nace en Pla de Sant Tirs (Lleida) 1929. Pasa sus últimos años de docencia en el Colegio de Les Corts (BCN) destacando sus trabajos de biología y dibujo técnico. Con nosotros, en el Juniorado, fue Prefecto y profesor de Ciencias Naturales. Actualmente se encuentra destinado en Avellanas, donde recorre a diario, con gran vitalidad, la finca, de norte a sur, conti________________________________ A de... Avellanas...

ÅÅÅ H. José Mª Ríus Taléns.

Su primer colegio fue Denia y de allí pasó a la casa de Vic, al Escolasticado, donde, con casi la misma edad que los escolásticos, hizo de todo… desde profesor, compañero de juegos y hasta de músico. De allí bajó a Valencia donde acudiría a la Facultad de Químicas. En los años siguientes casi siempre tuvo algún cargo de dirección: Alicante, Escuela Universitaria de Salamanca, Murcia, Delegado Provincial de Educación, 6 años como Director de Ediciones de Edelvives, cargo que asumió en 1993. A este respecto, en la revista Presencia, donde se le hizo una entrevista con motivo de su marcha a Roma, se decía de él: “José María tiene el «seny» catalán, adquirido durante su juventud vivida en Catalunya, la luminosidad de ideas adquírida en el levante mediterráneo durante largos años de docencia, y una larga mano izquierda desarrollada en los años madrileños de trabajo, en la Editorial marista.” Ha poseído siempre una gran capacidad de trabajo unida a una extrema facilidad organizativa. Recuerdo haber visto con mis propios ojos cómo, en seis meses en Roma, consiguió finalizar las obras de reforma de la Casa General, estancadas inexplicablemente, durante varios años… 159


Se quedó, en la capital italiana, durante un tiempo como Director de la ‘Casa per ferie’, que ocupa en la Casa General la parte correspondiente al antiguo Colegio Internacional. Hoy, reside en Guardamar, adaptado magníficamente a las técnicas del multimedia, desempeñando las funciones de Secretario del Consejo Provincial de la Mediterránea.

ÅÅÅ H. Juan Francisco Moliner Mallén. Nació el 2 de octubre de 1941 en Jarque de la Val (Teruel). Su formación marista la recibe entre Avellanas y Vic. Sacó el título de Maestro Nacional en Barcelona en 1961 y la Licenciatura en Químicas, años más tarde, en Valencia. Pasó por: Cartagena, Avellanas (Escolasticado) Valencia, Zaragoza (Director de la Editorial), Valencia, Sevilla, Alicante y Murcia. Abandonó la congregación. Recibió el indulto de la Santa Sede el 23 de octubre de 2004.

ÅÅÅ H. Julián de la Orden Pastor (H. Victorico) 25/07/1925 – 11/02/2005) Nació en Peral de Arlanza (Burgos) y estudió para marista entre Arceniega y Villafranca de Navarra. En septiembre de 1951, saca el título de Maestro Nacional en Barcelona. Trabajó en Barcelona, Alcazarquivir (donde hizo el servicio militar), Calatayud, Lérida, Zaragoza, Avellanas, Badalona, Valen________________________________ A de... Avellanas...

cia, Murcia, Alicante, Cartagena, Segorbe y Algemesí. De su estancia con nosotros en Avellanas, nos dejó el recuerdo del Hermano cumplidor, siempre preparado para arrimar el hombro, animoso, dispuesto a arremangarse la sotana y ‘echar una partida al frontón’, o cantar una jota brazos en jarra. Nunca le faltó la más amplia de las sonrisas que hacía se le iluminara toda la cara. Tras varios años en la Residencia de Guardamar, es trasladado a Torrente, ya enfermo, donde fallece y reposan sus restos.

ÅÅÅ H. Juan Cruz Albiol (H. Baltasar). (14/09/1921 - 04/03/1985) Fue uno de los fundadores de la misión del Paraguay. En Avellanas, fue nuestro profesor, prefecto, y además, Director. De carácter jovial, dicharachero y optimista declarado, ‘nos arrastraba’ a todos con su carisma… Fue el gran impulsor del Campo de Futbol de Cristo Rey.

ÅÅÅ H. Ramir Farré Badía. (H. José Teófilo) Nace en Astell (Lleida) en 1926. Prácticamente su vida la pasa trabajando entre la carpintería y herrería, en Avellanas inseparable del H. Tomás, compañero y amigo. Actualmente se encuentra en Avellanas, disfrutando de un merecido descanso. Fue un pionero en la fabricación de mesas de tubo, madera y chapa de la innovadora ‘formica’, para los colegios.

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Muere allí en olor de santidad en abril de 1999.

H. Magín Dangla Carbonell. (10/01/1924 - 2/06/1981) Nace en Mataró, provincia de Barcelona. Cursa estudios en el colegio de San José de la misma localidad. Pasó la guerra en su casa y el servicio militar lo hizo en Pedralbes (Barcelona). Ingresa en el noviciado el 18 de marzo de 1950 y al año siguiente, el 17 de septiembre, hace la primera profesión. Tras un año en Girona, en 1956 es destinado definitivamente en Avellanas al cargo de la finca. Era frecuente verle calzando unas grandes botas verdes de agua, subiendo y bajando del tractor con el que labraba los enormes campos que rodeaban el Monasterio.

Para todos nosotros, pensar en él, es recordar a la persona más sencilla, servicial y trabajadora que posiblemente hubiera en Avellanas, a pesar de que esos valores eran una especie de ‘marca de la casa’ que adornaban a casi todos los hermanos que allí teníamos. joven,

ÅÅÅ H. Joaquín Barrafón Prat (H. Juan Gabriel) (06/01/1906 – 1991) Natural de Les Presses, provincia de Girona. Era músico. Le hicieron prisionero en la guerra civil y la fuerte diabetes, que padecía, le afectó la vista y dejándole ciego.

Fue nuestro profesor, de grato recuerdo, por su bondad y gran cultura, en 4º de Bachillerato. Éramos los mayores del Juniorado… y como tales nos trataba, cosa que agradecíamos en aquella época.

En aquella época, casi siempre con la sotana puesta y dudando la gota gorda…

Murió, relativamente enfermo de cáncer.

Le recordamos con cariño y gratitud, porque formaba parte del grupo de Hermanos que estaban con nosotros en el Juniorado de ‘Cristo Rey’.

en

1981,

La clase que ocupábamos en el último piso del ala del juniorado era rectangular. Su característica principal era la cantidad de ventanas que tenía, alineadas en las dos caras que daban al exterior, patio juniores y patio novicios. El H. Joaquín, ecologista confeso, amante del aire puro y cristalino, a penas entraba en el aula, no dudaba en hacérnoslas abrir de par en par, aunque estuviéramos bajo cero… Murió en Avellanas en 1991.

ÅÅÅ H. Félix Aldunate Castillo. (30/08/1920 – 18/04/1999) Nace en San Martín de Unx (Navarra). Durante la guerra hizo promesa de ir a las misiones y es uno de los fundado-res de la presencia marista en Paraguay en 1968. ________________________________ A de... Avellanas...

La clase que ocupábamos en el último piso del ala del juniorado era rectangular. Su característica principal era la cantidad de ventanas que tenía, alineadas en las dos caras que daban al exterior, patio juniores y patio novicios. El H. Joaquín, ecologista confeso, amante del aire puro y cristalino, a penas entraba en el aula, no dudaba en hacérnoslas abrir de par en 161


par, aunque estuviéramos bajo cero… Murió en Avellanas en 1991.

con creces el valor de su apodo… el Chispa nos encandiló, cualquier cosa que nos decía, nos parecía un discurso mesiánico… está claro que la apertura y amplitud de miras que contagiaba era algo muy nuevo y atractivo para unos jóvenes a punto de salir a los colegios… Falleció en septiembre de 1985.

ÅÅÅ H. Lorenzo Sangés Escayol. (H. Lorenzo María). (24/05/1894 – 19/02/1983)

Esta era la clase que ocupábamos con el H. Joaquín. Se reconoce por las ventanas… Actualmente es una pequeña sala multimedia. Foto: Juan Ferrís.

ÅÅÅ H. Virgilio León Herrero (03/11/1927 – 06/09/1985) Nace en San Cristóbal de Boedo (Palencia) el 3 de noviembre de 1927. El Juniorado lo hace en Carrión de los Condes. Profeso el 2 de julio de 1947 es destinado a San Juan (Barcelona) donde reside varios años. También trabaja en Badalona donde impulsa el Albergue de Planolas. En San Juan le ponen el sobrenombre, con el que todos le conoceremos, de “CHISPA”. El 15 de agosto de 1952, hace la perpetua. Le encantan los deportes. Es Licenciado en Pedagogía y Delegado nacional de Pastoral. En 1963 le nombran Visitador de Cataluña y el 15 de enero de 1966 Provincial de Cataluña. Durante su mandato da gran impulso a la misión del Paraguay. Con nosotros, en aquél verano de 1964, el último en Avellanas, junto con los hermanos que le acompañaban, demostró ________________________________ A de... Avellanas...

Natural de Rubí (Barcelona). Hizo su Profesión Perpetua en Avellanas el 25 de julio de 1918. Enrique Hurtado que convivió con él en Avellanas, dice que: - “Como referente marista, se trata de una figura extra-ordinaria.” - “Hizo "milagros" para conseguir comida después de la guerra. Un hombre muy espiritual. Además de Director de la Casa, fue administrador de la misma, con 200 bocas que alimentar y con muy exiguos recursos.” “Agradecíamos los camiones de trigo, de arroz y de patatas, convocados para cantar el Magníficat, toda la casa, en la Capilla.” “De él guardamos una serie de anécdotas muy bonitas y llenas de espíritu marista. Ya muy mayor fue trasladado a Rubí de donde era natural. “

ÅÅÅ H. Pedro Baró Marsol (H. Pedro Ramiro) (21/03/1910 – 06/12/1981) Nace en Tiurana, provincia de Lérida. Ingresa en el Juniorado de Vic en septiembre de 1921, en el Postulantado en 1925, y un año después hace el noviciado, 162


en Avellanas. Emite los primeros votos el 8 de septiembre de 1927, los perpetuos, también en Avellanas, el 15 de agosto de 1932 y el de estabilidad en 1952, en Valencia. Estudia Magisterio en Zaragoza, en 1932, y obtiene la Licenciatura en Filosofía y Letras entre Murcia y Barcelona en 1948. Presta el servicio militar, en calidad de misionero, en el colegio de Larache, en el Colegio, dando clase.

correteando por el Principat Català, se le conocía con el sobrenombre de ‘la oliva’.”

Actúa como profesor en el Colegio Montserrat de Lérida durante siete años y en 1955 se encarga de la Dirección del mismo. Era él quien atendía con alegría y cariño a los nuevos que íbamos a Avellanas, cuando llegábamos a Lérida con el H. Andrés.

H. Rafael Tobías Martínez García.

Pedagogo dinámico y competente, sus antiguos alumnos le califican de profesor serio, laborioso, muy preocupado por la formación y celoso catequista. Los numerosos cargos desempañados, Director en Valldemía, 1958 - 1961, Casa Provincial de Barcelona y 5 años más tarde Administrador Provincial y Visitador, o sea encargado de la Dirección de la Enseñanza en la Provincia de Cataluña, hasta 1964, Director del Colegio de la calle Clavé en Lérida, y su último destino en Rubí, 1972, no le permitieron dedicarse exclusivamente a la enseñanza, pero siempre simultaneaba la dirección con la docencia, demostrando gran dinamismo en todas sus actividades. Destacó siempre por su carácter abierto, franco, sin dobleces y optimista. A su lado, trabajando con él, era difícil ‘no hacer nada’, estarse quieto… arrastraba… Marcos Blanco, apunta una simpática anécdota que tiene como protagonista al H. Pedro Baró: “en aquella época, al Administrador Provincial para moverse libremente por todos los colegios, se le había dotado de un ‘Seat 600’ (color verde-claro), pues bien, a nuestro ‘Procu Provincial’, ________________________________ A de... Avellanas...

Estando en Rubí, padece una insuficiencia renal que hará lo trasladen a una clínica de Lérida donde fallece el 6 de diciembre de 1981, dando un magnifico ejemplo de paciencia y resignación.

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Nació el 2 de noviembre de 1937, en Presencio (Burgos). Se forma como marista en Arceniega. Con nosotros estuvo en el Escolasticado. En edad, era poco mayor que nosotros lo que hacía que se mostrara, no obstante darnos Física, muy cordial y campechano. En la división de Provincias le ‘tocó’ Levante y fue el primer administrador de la Casa de formación de Segorbe (Castellón). Se volvió a Burgos el año 1972.

ÅÅÅ ¿Te acuerdas Madre? ¿Te acuerdas Madre? ¡A tus pies cuántas veces recé la Salve! Del mundo en los peligros, ¡hay no me dejes! Al recibir mi alma ven en mi muerte. Pues sólo quiero asido de tu manto volar al cielo, volar al cielo…

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H. Juan Bringué Canal. Nace en Espot (Lleida). Licenciado en químicas. Desempeñó el cargo de Administrador provincial y de la Editorial y es autor de numerosos libros de matemáticas. Fue elegido Provincial de la Provincial de Cataluña. Estuvo en Paraguay durante varios años y regresó enfermo. En sus últimos años padeció la terrible enfermedad del Altzeimer. Falleció en Avellanas, con 75 años, el 24 de febrero del 2010. Estuvo con los escolásticos el verano del 1964.

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H. Lluis Plana Barris (H. Daniel Marcelino). (24/10/1919 - 06/06/1968) Nació en Las Presas (Girona) y llegó al Juniorado desde Barcelona, colegio La Inmaculada. Al terminar la guerra, entró en el Noviciado de Avellanas, en 1940. El H. Enrique, compañero suyo en el Juniorado de ‘Cristo Rey’, hablando de él, dice: “Fue un hombre dinámico, deportista y entusiasta. Un formador que se entregaba del todo”. Además de las clases de Bachillerato elemental, llevaba deportes y educación física. Falleció en Avellanas, enfermo de cáncer, precisamente un 6 de junio, fiesta del Fundador.

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Mapa de nuestro entorno… (Por el H. Antonio Ibáñez)

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EPÍLOGO “Laudetur Iesus Christus. Et Maria mater eius. Amen· En los tiempos de la Universidad recuerdo que -palabra más, palabra menos-, el profesor de “Filosofía de la Historia” nos dijo en cierta ocasión: •

“Cuando la historia se pasa por el corazón se lee de otra manera”… ¡Cuán cierto!, podríamos decir. Y aún más, si es desde un corazón agradecido. Confieso que no lo pensé demasiado cuando acepté escribir este epílogo. Me siento también vinculado a esta historia, a estos nombres y a estos lugares por coetáneo, compañero y marista. Creí que me sería fácil. ¡Me equivoqué! Leyendo página tras página intenté poner “orden racional” a mis recuerdos. Confieso que la emoción superó por momentos a la razón. Me tuve que poner “en otro plano”, como en una conjunción de síntesis vital entre historia, razón, corazón y fe. Pronto advertí que el resultado -que va más allá de lo que ahora escribo-, fue prodigioso En nuestra historia personal y grupal hay “palabras sagradas” referidas a lugares y personas, que el tiempo no “ha desteñido”, quizás porque las hemos guardado en el “arcón de nuestra interioridad más personal”. Hay emociones que décadas después siguen casi en primer plano y recuerdos que la fe y los años purificaron en lo que convino y nos enriquecieron la mayoría de las veces. No es fácil saltar de la anécdota a la vivencia, al mensaje, al “tesoro escondido”; pero es ahí, a mi entender, donde el libro se hace valioso. Hace cincuenta y más años sentimos emociones que el tiempo convirtió en valores. Vivimos cosas que el tiempo “vestido de amor”, transformó en “algo” que “nos pertenece en lo profundo” pues por ello y con ello “somos como somos” y todavía nos permite soñar, porque tanta historia es como un mágico reto inacabado. Conforme iba leyendo “más adentro” me surgían algunas dudas… ¿Pueden interesarle a alguien esas “viejas historias” de personas y lugares que “aún” están en el mismo sitio como desafiando la ley de la gravedad de “caer hacia abajo”?... Confieso que esta pregunta me la repetí algunas veces… Si hace falta dar alguna respuesta clara, además de eso y, perdón por la osadía, me atrevo a darla “contundente”. Nos la da también una historia más “vieja” que algunos de los que leemos este libro. Dice así la respuesta: •

En Francia, en la Proclama de la Convención de 1792, se escribió esto: “Los viejos, se harán llevar a la plaza pública para dar valor a los jóvenes que salen a combatir.” • Ahí estuvieron los “viejos del pueblo” mientras nosotros, jóvenes de aquel ayer, velábamos las armas de batallas futuras. Nombres y lugares que recordamos no tanto por anecdóticos sino porque han sido “nuestra cuna” y nuestro “labrantío” y que, tanto más que en estas páginas, están rebosando en las páginas de nuestras vidas. Nombres, personas, compañeros, formadores, superiores, lugares que se nos han hecho “símbolo y referencia”, con toda la carga humana de límites históricos, pero también con la fuerza de la fraternidad, la fe, la humanidad y la entrega. Con ellos nos pusimos “de pantalón largo” para afrontar futuros… ________________________________ A de... Avellanas...

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Los famosos “mojones” de Avellanes, por poner el ejemplo de un lugar “común” frecuentemente citado, no fueron en realidad piedras, sino personas que marcaron, no tanto tierras o fincas, sino historias: las nuestras. Mojones no siempre “quietos y estáticos”, fieles en su misión de orientar a caminantes o buscadores, sino llenos de cierta misteriosa “movilidad espiritual” que nos iba señalando que no todo se acaba en el lugar de la piedra plantada, sino que el camino sigue adelante, el territorio hay que ensancharlo y la herencia engrandecerla. Sí, “mojones con vocación de futuro” que poco a poco fuimos alcanzando… y que aún en medio de destinos y opciones de vida diferentes, nos marcan el punto de partida que nos une irrenunciablemente porque hay nombres-lugares que son “la casa de todos”, que nos suenan a Nazaret, a casa de María, a cuna de La Valla y a madurez de l´Hermitage. Estemos históricamente donde estemos, ahí están “las piedras miliarias” de nuestra historia. Agradezco mucho el libro y aún más las “plumas-corazones” que lo han escrito; las manos que lo han hecho posible y las voluntades que lo han ido empujando para que llegue a nuestras manos. Felicidades Y acabemos como los “clásicos”: “LAUS DEO ET VIRGINIQUE MATRI”. H. Ramón Benseny. Les Avellanes, octubre de 2012, Año de la Fe.

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Índice de HERMANOS, FORMADORES, PERSONAL (Nombres, por orden alfabético, y páginas en las que se habla de ellos) Doctor Barnosell, 70

H. Fernando María Polón, 136

H. Ramón Nonato, 74, 118

Don Daniel, 127

H. Filiberto (J. Manjón Porras), 152

H. Restituto, 86, 119

Don Francisco (El ‘cacique’), 128

H. Gabriel (Joaquín Barrafón P.),

H. Tarsicio Mª (A. Palacios C.), 157

H. Alfred (Johann G. Oeffelk), 15,

161

H. Teódulo Martínez Gómez, 77,

34, 59, 112, 128, 154

H. Honorato Pujol Juventeny, 59, 77,

143

H. Andrés Fábrega, 19, 88, 96, 144

130, 131, 132, 134, 156

H. Teófilo Martínez Gómez, 7, 158

H. Ángel Ruz Chuf, 77, 104, 106,

H. Ignacio Garmendia, 96

H. Tomás Pujol (Jaime Pujol J.), 15,

155

H. Inocencio Muñoz Díez, 158

134, 139

H. Antonio Aragón Martón, 39, 77,

H. Ismael Julián Escorihuela, 158

H. Víctor Martínez Gómez, 151

155

H. José Basilio (Antonio de M.), 66,

H. Victorico (J. de la Orden P.), 120,

H. Arturo Alonso Fernández, 153

77, 120, 140

160

H. Atanasio, 119

H. José Mª Ríus Taléns, 84, 128,

H. Virgilio León Herrero, 162

H. Aurelio Linaje, 118

138, 159

H. Zabaleta, 60

H. Baltasar (Juan Cruz Arbiol), 32,

H. José Teófilo (Ramir Farré B.),

Mossèn Josep Gatnau Escolá, 15,

57, 77, 160

134, 160

Mossèn Palá, 105

H. Braulio Fco (Fco Jarauta M.), 157

H. Juan Bringué Canal, 164

42, 105, 138, 149

H. Bruno, 121

H. Juan Fco Moliner Mallén, 160

Mrs. Smith, 127, 137

H. Cecilio (Martín López López), 140

H. Juan Hilario Ruiz, 31, 42, 46, 52,

Padre Corominas, 118

H. Claudio Serafín (J. Cortina), 32,

53, 59, 77, 85, 86, 130, 131, 1332,

Padre Ibarrola, 118

58, 77, 89, 93, 94, 159

138

Padre Rafel, 118

H. Dalmiro, (Máximo Burgos B.), 142

H. Leoncio F. (M. Torrea M.), 15,

Picapedreros, 128

H. Daniel Marcelino (Ll. Plana), 94,

137

Sr. ‘Angelet’, 127

164

H. Lorenzo (Lorenzo Sangés E.), 15,

Sr. Bafallui (pastor), 128

H. Eduardo Corredera, 38, 39, 56,

53, 162

Sr. Irigoyen, 128

59, 75, 77, 100

H. Luis Artigas Mayayo, 148

Sr. Ramonet, 17, 83

H. Eleázaro Íñigo (L. Simón F.), 142

H. Luis Gonzaga, 117, 138

Sr. Subirach, 101

H. Emilio Alastuey Sánchez, 77,

H. Magín Dangla Carbonell, 7, 15,

136, 156

16, 139, 161

H. Emilio J. (Juan Pigem G.), 142

H. Miguel García Cuesta, 77, 104,

H. Enrique Boix Baraut, 159

156

H. Enrique Hurtado, 122, 144

H. Octavio (Victorino García P.), 141

H. Ernesto Coll, 75, 118

H. Pedro Ramiro (P. Baró M.), 163

H. Esteban Cidad Varona, 43, 50,

H. Prisciliano (F. Delgado M.), 15,

59, 77, 120, 130, 131, 150, 156

77, 102, 134, 139

H. Félix Aldunate Castillo, 161

H. Rafael Tobías Martínez G., 92,

H. Fernando Aguilá, 31, 143

163

________________________________ A de... Avellanas...

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167


Índice de LUGARES COMUNES Y ACCIDENTES GEOGRÁFICOS (Por orden alfabético, y páginas en las que se habla de ellos)

Àger, 33

Mas de Ca’n Rubies, 32

Aigües Tortes, 47

Monasterio de Sta Mª del Bellpuig de las

Camino de los frailes, 54

Avellanas, 89

Campo Cristo Rey 57

Monte de la Cruz, 22, 54

Campo Cuatro vientos 57, 60

Monte Santiago 58

Campo La Cabra, 59

Montealegre, 99

Centenaria encina, 79

Nevero, 54

Coll de la Marrana, 115

Pantano de Camarasa, 32

Coma de vaca, 115

Pino grande, 13, 54

Cueva del Godo, 13

Pozo de hielo, 110

Els Encantats, 47

Pozo de la casa, 93

Ermita Aguilar, 52

Presa de Sant Llorenç del Mongai, 32

Ermita de Vista Alegre, 32

Presas de Canelles y Santa Ana, 32

Espot, 47

Puigmal, 76, 79, 115

Estany Gento, 47

Río Freser, 114

Estany Negre, 47

Río Gurri, 76

Farga de Caralps, 47, 113, 115

Saladeures, 76

Flamisell, 56

San Clemente de Taüll, 47

Font del Gos, 77

San Ramón, 59

Fontanelles, 32

Sant Cap, 109

Fuente del Carmen 58

Santuario de Nuria, 76, 115, 124

Fuentes, 16

Ull de Ter, 116

Gruta del Sagrado Corazón 59

Valle de les Estisores, 22

La Gleva, 59

Vilanova de la Sal, 32

Lago San Mauricio, 47 Mapa de nuestro entorno, 164 Mas d’En Gregori, 32

________________________________ A de... Avellanas...

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168


ÍNDICE GENERAL Título del Capítulo, en negrita, artículos varios, autores y números de página. Portada. Explicación y dedicatoria. Prólogo. (Saludo.) Por Javier Revilla. Bienaventuranzas del matutino. Por Javier Revilla. Pórtico. Por el H. Enrique Hurtado. Cueva del Godo. Por el H. Josep Cortina. Pino grande. Por el H. Josep Cortina. Cóctel de presentación Por Javier Revilla. Al principio… Por Javier Revilla. Monte de la Cruz. Por el H. Josep Cortina.

000

Por el H. Josep Cortina.

052

006

Una lavativa por ‘abejarruco. Por Marcos Blanco.

053

008 009 013 013 014 018

El camino de los frailes. Por Fernando Tena. Campamento de Flamisell. Fotografías: Marcos Blanco.

054 056

Campos de ‘Cristo Rey’ y ‘Cuatro-vientos’. Por el H. Antonio Ibáñez. Cuatro vientos ‘hoy’… Por el H. Josep Cortina.

060

Cantántibus organis. Por Francisco Monterde. Acordaos. (Oración)

061 063

057

Ramillete de violetas. (Semillero: 55 - 64). Por Marcos Blanco.

023

Capítulo de culpas o aviso fraterno. Por Javier Revilla. No fuimos a casa, pero visitamos Barcelona y Llinars. Fotografías: Marcos Blanco.

Días felices. Por Javier Revilla.

030

Una clase de moral… según Bujanda. Por Marcos Blanco.

066

022

064 065

El Convent: Convivencia ERASMUS. Por Marcos Blanco. La Virgen del P. Champagnat y de los primeros Hermanos. Por Antonio Beltrán.

034

Las Comedias. Por Antonio Beltrán.

067

035

El doctor Barnosell y su equipo médico. Por Marcos Blanco.

070

La noche de ánimas. Por Andrés Martínez.

038

San Antón y los carneros. Por Marcos Blanco.

040

Rosario de la Aurora, Semana Santa y Fiestas variadas... Por el H. Antonio Ibáñez. Lo más ‘al norte’… la ‘Siberia’… Por Antonio Beltrán. Recuerda: JB Marcelino. Por Antonio Beltrán.

041 045 046

San Clemente de Taüll. Por Fernando Tena.

047

Esteban: Amigo para siempre. (Acróstico). Por Francisco Monterde.

050

El sueño truncado de un artista con poca solfa. Por Marcos Blanco. 051 Ermita Aguilar. ________________________________ A de... Avellanas...

La memoria dividida entre Avellanas y Vic. Por el H. Millán Jarque. La Fot del Gos. Por el H. Josep Cortina. Los empleos según las castas. Por Marcos Blanco. Puigmal. Por el H. Josep Cortina. Centenaria encina. Por el H. Josep Cortina. Al espíritu de Avellanas. Por Francisco Monterde. Qué bromas tan inocentes. Por Javier Revilla. Máquina de coser. Por el H. Josep Cortina. Nevada… Por el H. Josep Cortina. Monumento a la Virgen del cerro. Por Juan Ferrís.

071 077 078 079 079 080 081 087 087 088

169


Cuestión de telepatía. Por Antonio Beltrán. Pozo de la casa. Por el H. Josep Cortina.

093

H. Claudio y los vales. Por el H. Antonio Ibáñez.

094

090

H. Fernando María Polón. Por Antonio Beltrán.

136

H. Marcos Torrea Mandacen. Por Antonio Beltrán.

137

H. Juan Hilario Ruiz. Por Antonio Beltrán.

138

H. Prisciliano. Por Antonio Beltrán.

139

H. Martín López López. Por Antonio Beltrán.

140

H. José Basilio. Por Antonio Beltrán.

140

“Los de la bifos”: HH. Octavio, Dalmiro, Íñigo y Pigem. Por Antonio Beltrán.

141

111

H. Fernando Aguilá. Por Antonio Beltrán.

143

112

H. Teódulo Martínez Gómez. Por Antonio Beltrán.

143

H. Andrés Fábrega Juliá, el 'gancho' de Dios. Por Antonio Beltrán. 096 Monte alegre Por el H. Josep Cortina. 099 H. Eduardo Corredera: entre Vic y Avellanas. Por Antonio Beltrán. 100 Granjas varias. Por el H. Josep Cortina. 108 Sant Cap ‘esa cabeza’. Por Francisco Lledó. Pozo de hielo. Por el H. Josep Cortina. Gozos de San J. d’Organya. Por Andrés Martínez.

109 110

Baños “TüRKOS” en Pileta PRE-olympica. Por Marcos Blanco. La Farga… Por el H. Josep Cortina y Francisco Lledó.

113

El agua helada del Freser. Por Fernando Tena.

114

Fray Gerundio de Campazas o el mejor predicador. Por Marcos Blanco. Oficios de Tinieblas. Por Francisco Lledó. Enrique Hurtado. Por Javier Revilla. Nuria y el entorno. Por el H. Josep Cortina. Una joya marista. Por Antonio Beltrán. Otoño en Avellanas. Por Josep Cortina.

Luis Artigas Mayayo. Por Antonio Beltrán.

148

117

Mossèn Josep Gatnau Escolá. Por Antonio Beltrán.

149

120

H. Víctor Martínez Gómez. Por Antonio Beltrán.

151

H. José Manjón Porras (H. Filiberto) Por Antonio Beltrán.

152

H. Arturo Alonso Fernández Por Fco Javier Gallo

153

Aunque sea sólo un recuerdo. Por Antonio Beltrán (y colaboradores varios).

154

122 124 125 126

Buenos samaritanos en nuestro caminar a EMAUS. Por Marcos Blanco. 127 Vic: antes y después. Por Antonio Beltrán. 129 De todo un poco. Por Joan Ribas.

130

Su último ladrido lastimero. Por Marcos Blanco.

133

H. Tomas Pujol (Jaime Pujol Juventeny). Por Antonio Beltrán.

134

________________________________ A de... Avellanas...

El apóstol de la sonrisa: H. Enrique Hurtado. Por Antonio Beltrán. 144

Por orden de aparición: H. Alfred (Johann G. Oeffelk), H. Antonio Aragón Martón, H. Ángel Ruz Chuf, H. Emilio Alastuey Sánchez, H. Miguel García Cuesta, H. Esteban Cidad Varona, H. Francisco Jarauta Marión, H. Tarsicio Mª (Amando Palacios Castilla), H. Honorato Pujol Juventeny, H. Teófilo Martínez López,

155 156 157 158

170


H. Inocencio Muñoz Díez, H. Ismael Julián Escorihuela, H. Enrique Boix Baraut, 159 H. José Cortina (H. Claudio Serafín), H. José Mª Ríus Taléns, H. Juan Francisco Moliner Mallén, 160 H. Julián de la Orden Pastor (H. Victorico), H. Juan Cruz Albiol (H. Baltasar), H. Ramir Farré Badía. (H. José Teófilo), H. Magín Dangla Carbonell, 161 H. Félix Aldunate Castillo, H. Joaquín Barrafón Prat (H. Juan Gabriel), H. Virgilio León Herrero, 162 H. Lorenzo Sangés Escayol. (H. Lorenzo María), H. Pedro Baró Marsol (H. Pedro Ramiro), 163 H. Rafael Tobías Martínez García, Mapa de nuestro entorno. Por Antonio Ibáñez)

H. Juan Bringué Canal, H. Lluis Plana Barris (H. Daniel Marcelino),

164

Epílogo H. Ramón Benseny.

165

Índice nombres de Hermanos, Formadores y Personal.

167

Índice de lugares comunes y accidentes geográficos.

168

164

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“A de… Avellanas” se concluyó de escribir en el mes de octubre del año 2012, coincidiendo con el inicio del ‘AÑO DE LA FE’.

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________________________________ A de... Avellanas...

171


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