La historia del Hada y el Agua

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Justo cuando se alejaba volando la libélula, empezó a caer una finísima lluvia.. El hada pensó: “Qué mala suerte, con lo que me gusta la lluvia, pero si sigue lloviendo así subirá el nivel del agua y me ahogaré. Espero que la libélula vuelva pronto”. Pero no sólo empezó a llover más fuerte sino que además comenzó una tormenta. El nivel del agua iba subiendo peligrosamente y el hada cada vez estaba más preocupada. Pero de pronto, llegó volando una cigüeña que venía a la fuente a buscar comida. “Ayúdame, por favor, que estoy enganchada en el fondo”_ le pidió nuestra protagonista. Así que la cigüeña, compadecida de la mala suerte del hada, arrancó con su largo pico el plástico del fondo de la fuente. Justo cuando ya cesaba la lluvia y se alejaba la tormenta, apareció la libélula con su amiga la ardilla. “Llegáis justo a tiempo para ayudarme a desengancharme el maldito plástico del pie”. De esta manera, la ardilla, con sus afilados dientes rompió el plástico, y la libélula se lo llevó a un contenedor. “A mí también me podía haber pasado”, dijo la cigüeña.. El hada les dio las gracias a sus tres nuevas amigas y se fue toda empapada pero contenta de haber vivido esta aventura.


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