CHICOS EN MOVIMIENTO.

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Recre 贸n y vida a ctiva a ci fancia e n la in


POR UNA NIÑEZ SALUDABLE La promoción de una vida activa como uno de los componentes del desarrollo integral infantil, invita a reflexionar sobre la incorporación de propuestas en la vida activa que nos estimulen a movernos cada vez más. Los hábitos sociales de consumo, los tiempos y las posibilidades destinadas al uso de los espacios públicos, colaboran en que nos tornemos cada vez más sedentarios y, por consiguiente, que no garanticemos un crecimiento saludable para nuestros niños. Ellos no son ajenos a esta problemática cultural, y es por ello que necesitan de las prácticas corporales y motrices para un desarrollo integral (bio-psico-social). Un niño activo puede convertirse en un adulto sedentario; pero un chico que no se mueve, casi con seguridad lo será. Un estilo de vida activa se construye a partir de un proceso continuo de hacer, aprender, moverse, disfrutar; que incorpore hábitos, actitudes y elecciones libres y saludables. Gracias a la motricidad, el hombre se humaniza y se relaciona con el entorno físico y social del que es parte. El actuar es siempre expresión de una intención de ser y hacer en el mundo. El juego, la recreación, el esparcimiento y la práctica de deportes configuran pilares importantes para el desarrollo integral de los niños. Es por ello que como adultos, debemos propiciar entornos con las condiciones para que crezcan en libertad y reconozcan sus habilidades y destrezas. Es necesario comprometernos, invertir tiempo, conocer y conquistar espacios urbanos públicos generando oportunidades de vida activa para los niños en los tiempos libres, en la escuela, en el barrio, en la ciudad. Para ello, se debe proyectar una ciudadanía activa. A través de estas páginas, los invitamos a encontrar oportunidades, momentos y espacios que combinen diversas experiencias y juegos, según las posibilidades de los chicos y chicas en sus distintas etapas de desarrollo. El desafío es garantizarles a nuestros niños una infancia saludable.

Los especialistas recomiendan la actividad física para niños, niñas y adolescentes. El sedentarismo no deja de aumentar.

El uso de medios de transporte, la sobreexposición a las pantallas y la escasez de espacios públicos apropiados para el uso recreativo, entre otros factores, limitan la práctica de una vida activa y saludable desde los primeros años. Esa falta de movimiento atenta contra el desarrollo integral de la infancia, y resulta una amenaza para la buena salud y la calidad de vida de los chicos. Por eso, es fundamental incentivarlos a jugar poniendo el cuerpo, a través de diferentes propuestas que involucren deportes, actividades recreativas y juegos. ¡Para todas las edades y toda la familia!

Entre los niños y adolescentes, la exposición a múltiples pantallas –ya sea por el uso de videojuegos o de las redes sociales- se transformó en un modo prioritario de socialización. El desafío es lograr que estas modalidades convivan de manera equilibrada con juegos y actividades que pongan al cuerpo en movimiento y faciliten otras formas de vinculación.


La vida activa incluye la práctica de deportes, pero también invita a hacer, aprender, disfrutar, e instalar el hábito y el placer del movimiento. El deporte, la recreación y el juego enseñan importantes lecciones sobre el respeto, la capacidad de liderazgo, la solidaridad, el trabajo en equipo, y las reglas sociales. El ejercicio físico aumenta el rendimiento cognitivo de los chicos entre un 15 y un 25 por ciento. Además, mejora el crecimiento óseo y muscular, y –junto a una dieta saludableayuda a controlar el peso. Una vida activa contribuye a preservar y mejorar la salud física y mental; a promover un uso saludable del tiempo libre; a enriquecer las relaciones sociales; y a facilitar la inclusión y la equidad. Que los chicos y chicas tengan acceso desde sus primeros años a una vida saludable es un derecho, establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño y, a nivel nacional, en la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.


Promover un estilo de vida activa entre los niños y niñas requiere de un proceso de aprendizaje en el que participan los adultos. Acompañar a los chicos a moverse y disfrutar contribuye a generar hábitos que los acompañarán toda la vida. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estilo de vida más saludable combina la actividad física, el consumo de una dieta variada y la interacción social. Con esa premisa, es importante inculcar a los chicos los beneficios de adoptar ese modelo desde sus primeros años de vida. Los adultos tienen la responsabilidad de ofrecer a los niños un amplio abanico de opciones, ya sea en el ámbito de la familia, de la escuela, de las organizaciones sociales y comunitarias, de los clubes y los centros culturales… Por eso requiere la generación de los espacios necesarios para que niños, niñas y adolescentes puedan jugar, aprender, divertirse. El objetivo es contribuir a crear una infancia más saludable y con oportunidades para todos.

• En la medida que los chicos vivencien un entorno con adultos en movimiento, habrá más posibilidades de que ellos también encuentren el gusto en eso. • Organizaciones internacionales y especialistas recomiendan al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada para niños, niñas y adolescentes, el doble de lo aconsejado para los adultos.

• Si bien los hábitos se moldean a lo largo de la infancia y la adolescencia, fomentar la vida activa desde los primeros años tiene un valor agregado: en esa etapa, el movimiento y el aprendizaje van de la mano.


En la vida cotidiana hay varias costumbres que pueden ser modificadas para que los chicos empiecen a tener una vida más activa. Eso comienza con un primer paso… Ir a la escuela en transporte Usar el ascensor

Ir al cole a pie o en bici Optar por la escalera

Jugar a un videojuego

Ir a jugar a la plaza

Hacer las compras en auto

Usar bici o patineta para ir a comprar

Mirar la tele

Jugar en movimiento: correr, saltar o bailar

Un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), revela que el 45,4 por ciento de la niñez y la adolescencia registra niveles insuficientes de actividad. En las ciudades, casi el 53 por ciento de los chicos no realiza suficientes juegos activos al aire libre. Según el estudio, la situación es más crítica si a esto se añade el sedentarismo frente a pantallas, lo que ocurre en el 27 por ciento de los casos.


La escuela cumple un papel fundamental en lograr que niños, niñas y adolescentes sean más activos. Es necesario que desde ese ámbito, se incentive la actividad física.

Jerarquizar y fortalecer una Educación Física de calidad en el marco de la currícula es tan importante como promover la vida activa y saludable en los demás espacios de la vida escolar. Transitar ambos andariveles es vital para que los chicos incorporen nuevas habilidades que serán necesarias para su futuro como adultos. La escuela es un ámbito propicio donde incentivar ese estilo de vida y desalentar al sedentarismo.

La escuela, los docentes y la comunidad educativa en general pueden desplegar recursos diversos para estimular el movimiento entre los chicos como parte de su desarrollo integral. En ese camino, las variantes son múltiples, y aportan recreación y diversión. Aquí, algunas opciones para practicar, que van más allá de la clase de Educación Física.….

• Nutren su entusiasmo y optimismo.

A través del deporte, la educación física, la recreación y el juego, los chicos y chicas...

• Aprenden a pensar críticamente. • Mejoran el rendimiento escolar. • Interiorizan el aprendizaje de reglas sociales.


Actividades en espacios verdes o clubes. Prácticas deportivas. Caminatas recreativas o educativas. Bicicleteadas temáticas. Excursiones. Campamentos. Circuitos de vida activa en el patio escolar. Jornadas de juego familiar o comunitario. Campeonatos intercolegiales.

Según el informe Insuficiente actividad física en la infancia, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, casi la mitad de los niños, niñas y adolescentes tiene menos de dos clases semanales de Educación Física en la escuela. Esa situación resulta más alarmante si se tiene en cuenta que seis de cada diez alumnos no realiza ninguna práctica de movimiento activo fuera del horario escolar.

Kermeses.

• Aumentan su capacidad de coordinación y equilibrio. • Ejercitan recursos individuales y grupales para la resolución de dificultades. • Interiorizan el sentido de la amistad, la solidaridad y el trabajo en equipo. • Fortalecen la confianza en sí mismos y el sentido de respeto por los demás.

• Alimentan su autoestima y el respeto por el propio cuerpo. • Se preparan para asumir roles de liderazgo. • Mejoran su crecimiento óseo y muscular.


Las ciudades resultan limitadas para desplegar actividades en movimiento. Pero, en compañía de los adultos, puede convertirse en un escenario propicio para el desarrollo integral de niños y niñas. En las últimas décadas, las posibilidades de esparcimiento en las ciudades se fueron reduciendo como consecuencia de situaciones de violencia, inseguridad o la limitada cantidad de espacios públicos disponibles para la recreación. Salir a jugar a la vereda se convirtió en un desafío para muchos… Sin embargo, el juego activo en el barrio es clave para favorecer la confianza y autonomía de los niños y niñas. Para ello, es indispensable la presencia de los adultos. ¿Cómo aprovechar el juego al aire libre en el ámbito urbano?. Tanto con la familia como desde los ámbitos escolar y comunitario, es posible organizarse para acompañar a los más chicos. Y mostrarles que, más allá de los espacios conocidos en el hogar o la escuela, existen otros sitios donde se puede jugar libremente, moverse y encontrarse con otros.

¿ADÓNDE VAMOS?

¿A QUÉ JUGAMOS?

PARQUES PLAZAS VEREDAS CORREDORES ESCOLARES BICISENDAS POLIDEPORTIVOS CLUBES CENTROS CULTURALES SALONES COMUNALES ESPACIOS PEATONALES

MANCHA SOGA ESCONDIDAS QUEMADO AUTITOS PELOTA RAYUELA BICI SKATE MONOPATÍN


DIVERSIÓN EN DOS RUEDAS

REDONDAS, OVALADAS Y ETCÉTERAS

La bici es una aliada inseparable del movimiento. Respetar las reglas de tránsito, utilizar casco y estar atentos a los cruces de calles son algunas pautas básicas para disfrutar del pedaleo. ¿A qué se puede jugar?

Los juegos con pelotas siempre son divertidos, pero no se limitan únicamente al fútbol. Aquí, se ofrecen otras opciones. ¿Preparados para atajarlas?

Concurso y disfraces: Decorar las bicicletas, organizar un desfile y que un jurado defina premios a las mejor intervenidas. Carrera tortuga: Pedalear lo más lentamente posible, sin despegar los pies de los pedales, y gana el que llega último a la meta! Circuitos: Dibujar en el suelo recorridos desafiantes con tiza y luego animarse a transitarlos sin salirse de la línea. Bici-recolectores: En equipo, se compite para ver quién logra juntar del piso más elementos previamente esparcidos y llevarlos a un lugar determinado. Para conocer otras propuestas de juego en movimiento se puede consultar la web: www.fundacionarcor.org y las redes sociales de la Fundación Arcor

Siameses: De a dos, espalda contra espalda, se sostiene la pelota en el medio de ambos. Sin que se caiga, deben recorrer un circuito de obstáculos. Arcos humanos: Armar una ronda en la que cada uno esté con las piernas abiertas, enfrentados por los pies y formando así un arco. Usando las manos, hay que tratar de convertir goles. Una mano: Formar un círculo de pie, en cuclillas o de rodillas. Con una mano detrás de la espalda, cada jugador trata de pasar la pelota a su compañero o compañera de la derecha, evitando que caiga a la tierra. Para arriba: Esta vez, en una ronda todos miran al centro y llevan una pelota en sus manos. Suena un silbato. Todos la lanzan hacia arriba y dan un paso hacia la derecha para intentar atajar la pelota que el compañero tiró.

Poner el cuerpo en movimiento requiere lugares que favorezcan la acción y el encuentro. Para que todos los niños y niñas accedan a eso, es fundamental que el Estado garantice escenarios públicos, seguros y de calidad, que permitan el ejercicio pleno de este derecho.


Jugar al aire libre es una invitación a que los chicos exploren una vida activa más saludable. Allí, la recreación se une a la diversión y el cuidado del medio ambiente. Bajar el ritmo, apagar por un rato los dispositivos digitales, escuchar, conversar, jugar, disfrutar... Éstas son tan sólo algunas de las posibilidades que brinda la recreación al aire libre, ya sea en un día en el campo, a la orilla de un río, o en las afueras de las ciudades. Lejos del ruido y el estrés urbano, surgen nuevas formas de relacionarse, de cultivar lazos y de pasarla bien. En familia, con el grupo del centro comunitario, con los compañeros de la escuela, o con los vecinos del barrio, los chicos ponen el cuerpo en movimiento mientras aprenden a conectarse con la naturaleza. Aquí, algunas de las múltiples posibilidades que ofrece el juego puertas afuera de casa.

Remontar BARRILETES. Construir REFUGIOS. Modelar en BARRO. Jugar con AGUA, ARENA Y TIERRA. Trepar ÁRBOLES. Explorar SENDEROS. Sacar FOTOS. Reconocer especies (PLANTAS Y ANIMALES). Jugar con una PELOTA (¡¡Nunca puede fallar!!)


Esta actividad genera bienestar físico tanto para los chicos como para los adultos. No hay límites de edad para compartir un paseo a la intemperie en el que, además de caminar, se puede jugar y disfrutar. Para ello, es conveniente encontrar un ritmo común en el que todos los integrantes del grupo se sientan cómodos. Y entonces, moverse se convierte en una opción recreativa para toda la familia.

Detenerse a analizar los hábitos de las aves, sus diferentes cantos y plumajes; indagar en el comportamiento de los insectos y otros animales; observar las plantas y notar sus semejanzas y diferencias con otras, invitan a conocer de una forma diferente la naturaleza. Con tan sólo agudizar la mirada, y con la ayuda de alguna guía, entre todos se puede ser parte de una verdadera enciclopedia a cielo abierto.

Con una cámara de fotos, un celular o una tableta, la idea es que cada uno de los integrantes del grupo observe a su alrededor y registre imágenes de todo aquello que convoque su atención. Más tarde, será interesante verificar cómo, frente a un mismo objetivo, cada uno tuvo una mirada diferente. Compartir las observaciones de cada integrante del equipo enriquecerá al conjunto, y a todos y cada uno de los miembros del grupo.

Protector solar. Comida y bebida para hacer pic-nic. Binoculares o lupas. Calzado cómodo. Ropa acorde con el clima. Repelente. ¡Muchas ganas de improvisar y divertirse!

Es importante que los adultos acompañemos a los niños, pero no es necesario estar encima de ellos todo el tiempo. Hay que otorgarles libertad para explorar el lugar, sorprenderse, dudar, ponerse a prueba, tomar riesgos, ensuciarse, interactuar, investigar… Seguramente, serán momentos que quedarán grabados para siempre en sus vidas.

La otra cara de la falta de actividad física y el sedentarismo es el sobrepeso. Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, del Ministerio de Salud, en la Argentina se registró un aumento del 42 por ciento de la obesidad en apenas ocho años. La Encuesta Mundial de Salud Escolar reveló además que uno de cada tres estudiantes tiene sobrepeso y, casi el 6 por ciento, obesidad.


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Víctor Ke iha n

LA OPINIÓN DE QUIENES MÁS SABEN…

Especialistas en educación y movimiento reflexionan sobre la importancia de inculcar la actividad física a niños y niñas. Aquí, sus principales recomendaciones:

“Un niño que no se mueve tiene un 90 por ciento de posibilidades de convertirse en un adulto sedentario. Debemos intervenir en la escuela para fomentar el movimiento a través del deporte u otras actividades físicas.” “La escuela, los papás, la comunidad, las autoridades deben promover ciudadanos activos en el futuro, porque así gozarán de más salud física, social, psicológica y mental.”

“Estamos diseñados para el movimiento. La actividad física favorece y condiciona el crecimiento, desarrollo y maduración. Se debe crear desde temprana edad ese hábito y el ejemplo de los adultos es la mejor estrategia.”

Laborde* (C hil ha c e n

)

(…) “En los medios de transporte, el hogar y la escuela hemos reducido la actividad física, y le hemos quitado valor y placer. Frente a la propuesta de juego, de inmediato se activan emociones positivas. ¿Qué mejor que aprovechar al movimiento para jugar de manera activa y no sedentaria?”

Fernando Co

(* Especialista en Ortopedia, Traumatología y Medicina del Deporte; coordinador del programa Agita São Paulo, de la Secretaria de Estado de la Salud; y editor de la Revista Brasileira de Ciencia y Movimiento).

Fernando Mo

*(Profesor de Educación Física; Magíster en Educación, Salud y Bienestar Humano; y referente del programa Vida Sana Prevención de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud de Chile).

en * (Arg tina) no re

"Es necesario educar para la actividad física. Si no lo hacemos, en veinte años colapsarán todos los sistemas de salud. Es vital reducir la incidencia de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) y para eso hay que sumar alimentación saludable, actividad física y movimiento.” (…) “El juego es fundamental en el desarrollo humano y de la niñez, tanto el simbólico como el motor. Hay que volver a las fuentes: la educación física y el juego pre-deportivo; y fomentar esta concepción lúdica en la casa y con los padres.” (Licenciado en Educación Física; coordinador del Programa Nacional de Deporte y Salud y representante argentino en la Red de Actividad Física de las Américas).

EL DESAFÍO Se puede mejorar la calidad de vida de los chicos, integrando el movimiento a la recreación. Solo es necesario comprometerse a:

Que más familias y más niños jueguen puertas afuera. Que más maestras enseñen al aire libre. Que más médicos receten contacto con la naturaleza. Que más ciudades integren los espacios verdes. Que más chicos y chicas aprendan que pueden divertirse mucho, jugando en movimiento!.

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Este suplemento fue editado en forma conjunta por Fundación Arcor y la revista Tercer Sector. Se distribuye en forma gratuita con la edición número 104(Noviembre/diciembre de 2015) / Edición general: Silvia Fiore / Redacción: Andrea Vulcano / Corrección: Fernando Orecchio / Coordinación por FundaciónArcor: Vanina Triverio, Santos Lio, Ana Gelmi / Arte y Diseño: Claudia Bonavena/ Impresión: Buschi. www.fundacionarcor.org Esta publicación ha sido impresa con tintas vegetales y en papel fabricado con materia prima proveniente de bosques manejados responsablemente.


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