Jardín de Rosas, un viaje en el país de las rosas

Page 1


‫ناتسلگ‬ Jardin de Rosas

Aroma intenso y delicado, dulce y afrutado, opulento y picante! Floral, sensual, fuerte, vibrante, fascinante y tan romántico!


Viaje al país de las Rosas

“En el cielo reina el sol, Dentro de las luces nocturnas, el Lucero, Dentro de las piedras preciosas, el diamante, Y en el reino de los perfumes, La reina Rosa reina sobre las flores, Por la fuerza de su belleza” Calderón


Rosa damascena es la rosa que más se utiliza en perfumería. Es el origen del 90% de los aceites y absolutos producidos, el resto proviene de los extractos de Rosa centifolia. Los principales países productores de rosa son Turquía, Bulgaria, Irán, Marruecos, India y China.

La rosa florece desde fines de mayo hasta fines de junio, una sola vez al año. Se cosecha a mano y se destila o extrae fresca. Una hectárea de plantación de rosa da de 3,5 a 5 toneladas de rosas, lo que corresponde a más o menos 1 kg. De aceite. Con la misma cantidad de flores, se produce 10 veces más de concreta que de aceite.


Turquía es el primer productor de rosas para perfumería con una cosecha del orden de 8.000 toneladas de flores al año. La rosa se cultiva en unos 60 pueblos de la zona de Isparta, en las montañas al norte de Antalya. El cultivo se hace en jardines familiares y la diversidad de alturas permite una cosecha que dura entre 7 a 8 semanas. La rosa se valoriza en fábricas de una docena de productores.

Bulgaria fue durante mucho tiempo la patria del aceite de rosa, entregando a toda la perfumería mundial desde Ginebra a Nueva York pasando por Grasse en Francia. Doscientos años desde el invento de la destilación de rosa en Kazanlak, el aceite búlgaro conoce una edad de oro justo antes de la primera guerra mundial. Los sobresaltos de la historia hicieron que disminuyera la producción hasta perder toda notoriedad hacia los años 1980. A mediados de los años 1990, la tendencia cambia y asistimos a un verdadero renacimiento: nuevas plantaciones y nuevas destilerías así que una producción de calidad. Hoy en día, Bulgaria volvió al primer plano en el mundo de la rosa de perfumería, junto a Turquía.

Este viaje es una invitación a descubrir la historia verdadera de la rosa, al encuentro de una potente alquimia entre una flor, su región, un saber-hacer y el trabajo de millares de personas estrechamente ligadas a que siga viviendo el perfume único del aceite de rosa, emblema de la perfumería.


Rosas en el valle

Cerca de Kazanlak, al pie de los Balcanes, el Valle de las Rosas se extiendo sobre más de 80 kms. Los campos de Rosas Damascenas se cultivan desde hace más de 300 años.

Junio en los campo

Desde fines de mayo hasta la mitad de junio, quince mil personas cosechan en los campos desde el alba. Con la punta de los dedos, van a recoger cada flor abierta antes del medio día.


La rosa de los treinta pétalos Originaria de Persia, Rosa Damascena, la rosa de los treinta pétalos es la más rica en aceite esencial. Lo ideal es recogerla a pena se abre ya cuando el rocío aún protege su perfume de la evaporación.

Tres horas para un saco de flores

Al final de la hilera de rosales, las últimas flores antes de cerrar un primer saco, después de tres horas de trabajo. En este terreno de veinte hectáreas, cerca de Shipka, en medio de la campaña de cosecha; se necesitan trescientos recogedores cada mañana para recoger todas las flores.


Cinco mil flores Cinco mil flores en un saco y, para los recogedores experimentados, tres sacos en la mañana. Gestos que hay que rehacer durante veinte cinco días en el campo.

Rosa blanca Algunas hileras de Rosa alba, una Damascena blanca con un aroma intenso, pero hoy en día cuasi abandonada ya que da la mitad de aceite.

Madre e hija Fin del día para la madre y su hija antes de volver al pueblo gitano. Muchos gitanos viven en el Valle, otros vienen del norte para cosechar las rosas antes de la temporada de las cerezas y de la uva.


El baile de los carros

Carros y caballos, un amuleto rojo en la frente. Estos equipos recorren los campos para llevar los sacos al puesto de pesaje.

El pesaje, corazón de la vida del campo Debajo de un toldo, pesas y un fuego cuando hace frío por las mañanas. Punto de encuentro para los recogedores, los transportistas, pero también para los responsables del campo y de la destilería.

La hora de las cuentas Un saco pesa en promedio 15 kilos. Cada recogedor recibe un ticket por saco y se paga dos veces a la semana.


La esencia cautiva Listos para el transporte hacia la destilería, los sacos se cierran para no perder nada del tesoro que esconden: 4 a 5 gramos de aceite….

La llegada a la fábrica

Nueve de la mañana: llegada de los primeros sacos a la destilería cerca de Zimnitsa. Se reparten entonces dentro de los distintos alambiques para el aceite y hacia los extractores para la concreta.


El oro rosa Treinta sacos de flores para llenar cada aparato. En algunos minutos, toda la fábrica huele a rosa. Se tratan más de cincuenta toneladas de flores cada día.

Cobre e inox

En la fábrica, los alambiques son de cobre y los extractores de acero inoxidable. Durante tres semanas, se destilará día y noche.


De la flor al aceite Dos horas en el vapor del alambique para separar el aceite de las flores. Es la primera etapa del proceso de destilaciĂłn que se terminarĂĄ en el secreto de la sala del florentino.

Seis millones de flores en un frasco Cada día en el florentino de cobre, el trasiego del aceite es un verdadero ceremonial. En vasos de vidrio,‌el perfume de 5 a 6 millones de rosas!


Las flores del orgullo

Desde los orígenes del aceite hacia su apogeo, de la decadencia hacia el renacimiento, la rosa de Kazanlak es parte del patrimonio búlgaro. Y cada año, su perfume en los campos, vuelve para encarnar nuevamente el orgullo de una muy larga tradición y de la voluntad de perpetuar su historia.


Agradecimientos

Creadores de sensaciones. Creadores de emociones

www.floris.cl

‫ناتسلگ‬ Jardín de Rosas 2014


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.