D an ielle Versteeg González
BI TÁCORA DE V IAJES . V IAJE A H O LA NDA ABR IL 2011.
El día que viajamos a Holanda desde hacia un pa r de días me sentía muy nerviosa. Cuando mi padre me levantó a l as 6:30 de l a mañana. Fue r a ro pero se me pa r a ron los nervios y me tr anqui licé un poco,(muy poco). En el vuelo estuve a punto de echar l as tr ipas porque estaba muy ma reada y casi no había dormido. Pero l legué sana y salva a Holanda porque mi tío René nos vino a buscar a l aeropuerto.
Al día siguiente por l a mañan a, fui a l parque con mi hermano F reddie y me lo pase muy bien. El parque era muy bonito porque tenía un r i achuelo, un tr anvía que pasaba por lo a lto y tenía mucho césped verde muy verde ya que todo Holanda es verde verdísimo, (y digo yo, ¿por qué el color nacional de Holanda es el na r anj a si el país es de color verde?). D í as después di con l a respuesta a mi pregunta. El color nacional es na r anja porque l a famil i a real se apellida Or ange.
Al sali r del cementerio, nos ma rchamos a l centro comercia l a compra rnos ropa porque nosotros pensábamos que ha r í a fr ío pero hizo mucho calor. Cuando terminamos de comer cada uno se fue a su cuarto dur ante un pa r de horas. Al fina l del día, fuimos a una cabalgata de f lores. ¡Eran unas
f lores preciosas! (Me quedé pensado como podían tejer todas esas f lores y de donde sacaban todas esas f lores). Después de casi ocho meses no he dado todavía con l a respuesta.
Al segundo día vino mi tío Fr ank y fui a patinar. Cuando estaba secando los platos, l legaron mis primos Pien, Jori y M a r a. M is primos me pa recieron el típico grupo de niños holandeses. Súper r ubios, con el pelo casi blanco, los ojos súper azules y l a piel de un color casi tr ansparente vamos que, yo no me los imaginaba cor r iendo por l as calles de mi pueblo. (¡ no pa recían de este planeta !) pero sin embargo, después de unos días, caí en l a cuenta de que los “ra r itos” a l l í eramos mi hermano y yo. M i prima Pien me caía muy bien pero solo nos comunicábamos con gestos y no hablábamos mucho. Al fina l les dimos sus regalos y....¡me salvaron de secar los platos!
Después fuimos a l campo a recoger na rcisos e hicimos colla res gigantes con ellos. Un r ato más ta rde, cenamos comida china y me fui a jugar con Pien.
Al tercer día, fuimos a l centro comercial y compramos una correa nueva pa r a mi reloj. Después, vino Pien a jugar y hablar.
Al día siguiente, fuimos a l centro comercia l a compra r cosas y a a l a playa a comer “ha ren” (un pescado del ma r del norte). L a verdad, el ha ren es un pescado crudo macerado con azúca r y cebolla que l a gente suele comer de pie en una especie de chi r inguito y que no me gustó mucho. La playa de Holanda es muy bonita y muy extraña porque yo no estaba en el a rena sino que estaba en un ba r r anco de a rena y abajo del todo estaba el ma r y l a a rena.
Dos días después, me fui a dormi r a casa de mi prima Pien y a l día siguiente, salimos a navegar a un l ago chicos contr a chicas, y cada equipo se estancó una vez, cuando los chicos se estancaron, mi padre lo a r regló y unas vacas se quedaron mir ando muy extrañadas (es l a foto de a l l ado). ¡¡¡Fue muy divertido!!! después los niños y niñas nos ti r amos a l l ago (concretamente mi pr ima me ti ró y después se ti r a ron los demás). ¡Pero l levaba un coco tan apretado que no se me mojó el pelo! Eso me hizo muchísima gracia. El l ago en el que navegamos era muy bonito y muy grande. Antes de l legar, había que subirse a una especie de barco que tr ansportaba a personas y coches pero solo cruzaba 200 metros de l a rgo. Y cuando nos montamos en el velero yo y Pien poníamos casi l a mitad del cuerpo en el agua.
Al día siguiente, volvimos a casa. Este viaje fue uno de los mejores de mi vida. Porque podía entender todo lo que me decía mi pr ima ya que esta vez l as dos hablábamos en inglés.