Entrevista a Spinetta Extra + El Diario, 2003
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¿Cómo te llevás con lo cibernético? Ya que hacemos la entrevista de este modo... Luis Alberto Spinetta (S): Las computadoras requieren tanta atención que uno debe cuidarse de no dejar de lado todo lo otro, por eso mi conocimiento es muy limitado, porque me niego a prestarle más atención que a las cosas que amo hacer desde siempre, como dibujar o escribir... No navego por Internet y solo la uso para correo con los míos, para hacer ilustraciones o textos, como hago ahora. Spinetta Electroacustik, ¿qué entraña en lo profundo? S: En lo profundo de sí, electroacustik es una serie de canciones de diferentes momentos, que han sido elegidas teniendo en cuenta un formato intenso y a la vez, rápido... En mis temas, se suceden palabras y músicas que tienden a evaporarse, justamente por su enfoque lírico. En este caso, los temas son muy patentes, y se acomodan perfectamente en dúo o en trío, pueden tener bajos o no, y me encanta tocarlos. Me acompaña Claudio Cardone, con quien nos conocemos bastante bien. Él es un gran músico y un tipo genial, y además sabe lo que intento generar con este material. ¿Qué música escuchás, en la actualidad? S: Esencialmente estuve escuchando un disco de John Scoffield llamado Quiet, que dejé de escuchar en el 98 y ahora volvió a mis oídos... increíble. Después, todo lo que escucho es picadito, arranco desde The Hives a Tom Jobim, (aunque Ud. no lo crea) ¿Cuáles son tus raíces musicales? S: Me estás preguntando algo que me parece tan complejo como la construcción del genoma humano! (qué exagerado, no?) ‘¿Y qué sé yo cual es mi raiz? ¿El tango, el jazz, La Tempranera, los Beatles?... a eso te referís?’ ¿Al escuchar otros músicos reconocés tu influencia? S: No me ando fijando en eso, te digo la verdad. Si sintiera eso de una es porque me están imitando. No me interesa lo que influye o no de la música mía o de nadie... te soy sincero. Es que a mi propia música la veo fuera de las amenazas de las tonterías y el ego. Eso es. ¿Tus poemas nacen antes que la música o viceversa? ¿Cómo los gestás? S: Muchas veces comenté que siempre escribo primero las músicas y luego les pongo letras. En Invisible compuse algunos temas sobre letras escritas por mi padre Luis Santiago, y por Pomo, el batero. Fue una excepción. Las canciones se gestan por que sí. En momentos no previstos. Luego, si una idea es buena, se la labura y se construyen letras y arreglos. Hay que ser paciente y estar atento a las tonadas que tienen originalidad. Por otro lado, el tiempo va puliendo el oficio, como en todo.
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Tus canciones tienen una vigencia que trascendió más de una generación ¿A qué se debe? S: No tengo la menor idea. Mis discos se van acumulando... algo va quedando de todo eso y no sé bien qué es ni como fue tomado o será tomado ahora, mañana o nunca. Esa es la verdad. Uno debe esforzarse en pensar que, de alguna manera, nunca hizo nada, y hay que empezar otra canción... uno debe ‘conformarse’ con la gracia de lo nuevo... ya que ese desafío no es poco. Compartir el escenario junto a Dante ¿qué te hace sentir? S: Escuchar a Dante o a Valentino es siempre una felicidad. Compartir un escenario con mis hijos es un privilegio. Ellos representan una nueva forma de la misma polenta... Si tuvieras que ponerle nombre al clima que se genera en los conciertos ¿Cuál sería? ¿O bien, como describirías a ese momento compartido con el público? S: Estos conciertos semi acústicos generan en el público la intimidad y a la vez la sorpresa de un living, en un lugar más o menos confortable. Hay veces en que tocando con la banda completa con Wirzt, Malosetti y Cardone, sonamos tan bien que la gente se abstrae, queda colgada, se la ve feliz... Es una maravilla! En general, quienes me van a ver, asumen que la música es lo más importante, más que ellos y que nosotros. ¿Seguís siendo un Kamikaze? S: Siempre seré un kamikaze en la verdad y los afectos. La palabra kamikaze perdió ya su sentido. Todos los días se inmola un loco y mata gente y ya no a soldados... la guerra está fundida... como dijo Valen cuando era chiquito. Más allá de lo musical, ¿qué tipo de arte te gusta o interesa? ¿Dónde buscás y encontrás la belleza estética o artística? S: La naturaleza es un constante océano artístico... luego está todo lo artístico que podemos hacer los humanos, que es sublime. Me gusta todo lo que rasga el alma, las obras que son capaces de hacerte emocionar, en cualquier lenguaje. ¿Qué libros lees? ¿Qué escritores significan algo para vos? Alguno, influenció de algún modo en tu música? S: Este último tiempo me encantó Arte Poética, de Jorge Luis Borges, que ha sido revelador y hasta mágico, y un libro genial de mi amigo Alejandro Rozitchner titulado “Argentina Impotencia” (De la producción de crisis a la producción de país) que todos, en especial los argentinos deberíamos leer... luego algo de una antología de Neruda, algo de un poeta amigo, Guille Robillard, algo del uruguayo Ramiro Guzmán, “Antes del qué es y el soñaras”... voy picando... ejemplo: Hollywood Babilonia de Kenneth Anger, libro del cual siempre leo algo casi al azar... Lecturas como las de Artaud, Castaneda, Bataille, Focault o los cuentos de Horacio Quiroga son trascendentes siempre... es por lo que he tratado de impregnar algún reflejo de eso en mi trabajo.
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En este 2003 ¿Estás más tecno o más espiritual? S: No sé cómo encarar tu pregunta... quizás me resulte algo odiosa... porque por ejemplo, si escuchamos los últimos discos de Bjørk, vemos que, aun estando a la vanguardia del futuro tecno, su propuesta es de una espiritualidad impresionante... eso prueba que lo espiritual y la tecnología musical pueden no ser conceptos antagónicos... o bien, cabe preguntarse: ¿en el futuro no va a existir el alma humana? No creo que podamos hacer algo ahora o en el 2056, sin que exista nuestra alma humana... Nunca podremos ser o lo uno o lo otro... porque alma e ingenio van de la mano, y al respecto no quiero quedar afuera... ¿Quiénes van a compartir el escenario con vos en Paraná? S: Tendré la grata compañía del maestro Claudio Cardone con sus teclados. Es muy inspirador. ¿Qué permanece más latente de aquél Spinetta de los '60? S: Esta misma rebeldía de siempre, algo de ese rock y ese tango lunático. Además, cuando arranqué en el 68, ya era abuelo... pero ahora tengo tres nietos divinos! Gracias por tu interés. Un abrazo. Luis. ©La Diosa Salvaje 23/5/2003. Buenos Aires. Argentina
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