LIBRO VIAJERO DE TODOS

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“LIBRO VIAJERO DE MICA”. Querida familia con motivo de la realización de la actividad de “Leer en familia”, que ha comenzado en Febrero, la clase de Educación Infantil de 3-6 años, realizará el “Libro Viajero”, como ya os comenté yo lo comienzo y cada familia lo continúa, se lo llevarán el viernes, devuelven el libro el lunes, irá acompañado de una cartulina donde realizaréis una biografía de vuestro/a hijo/a, con fotografías, dibujos,..., además Mica ese fin de semana lo pasará en vuestra compañía.

“ EL TREN VIAJERO DE MICA” Un buen día los niños y niñas del Colegio Pío XII de Don Alvaro realizaron una excursión a la estación del pueblo, todos miraban aquelas ruinas que algún día fueron una verdadera estación de trenes, se comieron la merienda pensando en las historias que papá y mamá les habían contado sobre un tren viajero, de pronto,... algo sucedió un dos lados fuerte ruido venía de las vías. - ¿Qué es?- Preguntaron los niños mirando a todos lados “¡Un tren!- pero no es un tren cualquiera, alguien dijo- ¡El tren viajero de Mica!- Sí, sí,.... el tren que trae historias para contar, de todos los lugares y amigos con los que ha estado. De pronto algo extraño comenzó a suceder. Bajó del tren Mica, sí Mica, Mica la viajera, Mica, Mica tu compañera, viene con muchos amigos dispuestos a contar y escuchar historias en las que nuestra amiga, Pato, Ratón y Mono llegaron a la casa de .......


“UNA EXCURSIÓN POR LA CIUDAD DE MÉRIDA”. Tuve la suerte de ser visitada de “MICA” y sus amigos por vivir en la calle de la carretera de la estación, mi casa es una de las primeras viniendo de la estación en la localidad, de Don Álvaro la sorpresa que me llevé con la inesperada visita de chicos personajes, las recibió mi mamá y les ofreció un aperitivo para que cogieran fuerzas del viaje que habían tenido, mi mamá se llama Fina, después de charlar un rato con Mica, Pato, Ratón, Mono, mi papá que se llama Pedro nos propuso de dar una vuelta por el pueblo y en compañía de mis hermanos, se quedaron admirados de lo amables que son y cariñosos con nosotros y con todos los que lo visitan, les estuve contando el montón de fiestas que hay en esta localidad, y me dijeron que les gustaría mucho de disfrutar una de estas fiestas con nosotros y pasar un día ¡GUAY! Fina mi mamá nos preguntó que si queríamos hacer una pequeña excursión, para visitar la ciudad de Mérida, es una ciudad históricamente Romana, visitamos el Teatro Romano, Museo Romano,... y para acabar la pequeña excursión nos montó a “Mica, Pato, Ratón y Mono y toda mi familia en un tren turístico que sale de la puerta del Museo y hace un recorrido por la ciudad viendo los lugares más interesantes que hay, nos lo pasamos ”¡BOMBA”!, Mica y sus amigos se quedaron admirados de todo lo que habían visto y disfrutado y de regreso a casa .......................



“UNOS CARNAVALES MUY ESPECIALES”. .......Y de regreso a casa, les dije que muy cerquita vivía una amiga mía y compañera del cole; mi vecina Carla. ¡Qué grata sorpresa me dio la visita de Mica y sus amigos a mi casa!. Como era carnaval, yo estaba disfrazada de princesa, y mi hermana María de Pipi. Se nos ocurrió la brillante idea de disfrazar a Mica y a sus amigos. Pasamos una tarde muy divertida, porque avisamos a todos nuestros amigos, e hicimos una fiesta de disfraces por todo lo alto. Cada uno con un disfraz distinto y muy original. Nos fuimos todos juntos a la plaza, porque allí se celebra cada año un concurso de disfraces de mascotas. Allí nos encontramos desde ponis, cerditos, caballos hasta perros y gallinas. ¡Qué divertido! Imaginaros a unas gallinas disfrazadas de marcianos,… Tras el concurso, teníamos una cita muy importante. ¡El cumpleaños de mi hermana María! Al llegar allí, mi mamá nos tenía preparada una gran fiesta; a Mica le encantaron los sándwiches, Mono no dejó de comer palomitas, Pato se puso las botas comiendo tarta, ¿y a que no sabéis quién cogió más chuches en las piñatas?...¡¡¡Pues Pato!!. Jugamos durante toda la tarde, y pude presentarle a toda mi familia, además de mi amiga Elena, la cual le invitó a pasar unos días con ella, tanto Mica como sus amigos Pato, Mono y Ratón, se alegraron mucho,……



“PARQUE DE ANIMALES”. El tren viajero sigue su viaje por los viejos railes con su traqueteo, chucu-chucuchu. Con ese movimiento Pato, Mono y Ratón cansados de tanto bailar en el carnaval, se quedaron dormidos. Mica con la mirada puesta en la ventanilla, mira a través del cristal sin perder detalle del paisaje. La voz del revisor los despierta de sus sueños: - Siguiente parada Villarubia. En la estación les espera Elena, Ana y Mario. ¡Qué alegría sentían todos de volverse a ver de nuevo después de tanto tiempo! Todos juntos irían a ver el parque de animales, pasarían el día conociendo todo tipo de especies en libertad. Como era una gran extensión de terreno decidieron hacer el recorrido en el autobús turístico. Les dieron galletas a la familia de jirafas, que tenían dos bebés grandotes; a Mono le encanta poder jugar con ellos y Elena les hacía cosquillas en la barriga. Llegaron al lugar donde estaban los leones con sus grandes melenas, pero éstos no estaban para visitas. A mica y Mario les gustaron mucho los elefantes, con sus grandes trompas que todo lo tocan, pero llegó Ratón y se lió el follón. A los elefantes no les gustan los ratones, mientras Mica y Mario más se reían, más corrían por el campo. Siguieron viendo más animales: las cebras con sus rayas negras, los leopardos con sus manchas tan bien hechas, los ciervos con sus grandes cornamentas,… A Pato y Ana les gustaron mucho los hipopótamos, que lo mismo nadaban que salían del agua para saludarnos. Todos pararon en un gran claro del parque donde comieron y se contaban todo lo que les había llamado su atención. De pronto una voz conocida los llamaba, era Rubén que también estaba en el parque. Después de estar toda la tarde juntos, decidieron seguir el viaje en busca de aventura…………



“DÍA DE PESCA”. El tren viajero continuó su marcha recorriendo valles y montañas. Rubén, Mica, Pato, Mono y Ratón admiraban el paisaje asombrados. De pronto, tren aminoró la marcha hasta detenerse por completo. ¡Tenía una avería!. Apenados salieron del vagón y,…¡oh! ¡qué maravilla! Estaban en el borde de un acantilado y, desde él, se veía una pequeña playa junto al mar azul. “¡Vamos a bajar a la playa!- dijo Rubén. Con cuidado, bajaron a la arena y Mica se dio cuenta que, en un extremo de la playa, había una barca. Corrieron hacia ella y se subieron en la embarcación. Una voz a sus espaldas les asustó: “Sí os apetece os doy un paseo por el mar…” –sonrió el anciano que era pescador. - ¡Síiiiiiiiiiiiii!- dijeron Rubén, Mica, Pato, Mono y Ratón. -Pues empujad conmigo para llevarla hasta el mar- les indicó el pescador. Cuando se habían alejado de la costa unos metros, el anciano les preguntó: ¿Alguna vez habéis pescado algún pez? –No… nunca hemos ido de pesca… -dijo Ratón con tristeza. -Pues ahora es el momento de que os enseñe a pescar. Eso sí, solo os enseño a pescar si luego soltamos los peces al mar, ¿vale?. –Pues claro, nunca le haríamos daño. A nosotros nos encantan los animales sean de la especie que sean.- sonrió Mono. El anciano cogió su caña, que estaba en el fondo de la barca, y se la dejó a Ratón. Le explicó como tenía que cogerla con fuerza cuando picara un pez en el anzuelo, y… -¡Ha picado, ha picado! es un pez enorme…-gritó Ratón. Todos rieron y se pasaban la caña para probar suerte. Se estaban divirtiendo tanto que no se acordaron de que, los demás, les estarían esperando en el tren. Remaron hasta la playa y se despidieron del pescador agradeciéndole el buen rato que habían pasado juntos. Cuando subieron el acantilado y llegaron hasta el tren, ya estaba anocheciendo. El tren ya estaba reparando y al arrancar, hizo sonar su campana y en ese momento el sol se puso sobre el mar… y Rubén, Mica y los demás se acordaron del pescador, pensaron en volver al año siguiente. Con la marcha del tren, se quedaron dormidos,…



“UN SUEÑO FANTÁSTICO”. Se durmieron profundamente con el cha-ca-cha del tren y comenzaron a soñar con un mar maravilloso, donde podían vivir, jugar, ir al cole,…. Todo era precioso, había gran cantidad de animales de diferentes colores. Todos querían compartir con Bernabé y sus amigos las historias del fondo del mar. Pequeños y grandes peces de muchos colores que contaban como jugaban al escondite, recorrían todo el océano en busca de un buen escondrijo donde no pudieran ser encontrados. De pronto llego un gran delfín y empezó a dar vueltas alrededor de Bernabé y sus amigos. Bernabé que es un niño muy valiente, de un salto, se subió a lomos del delfín. Ayudo a Mica a subir también, Mica se abrazo fuertemente a su cintura. El delfín quería enseñarles aquel maravilloso lugar. De repente empezaron a escuchar como alguien les llamaba. Era ratón que se había agarrado a la cola del delfín, por nada del mundo se perdería. A lo lejos en el fondo marino se veían a Pato y Mono que no se habían atrevido a subirse en el delfín. El delfín fue muy despacio, mostrándonos todas las maravillas que había en aquel mar. Nos contó que hace muchos años hubo un cangrejo pirata que robaba a todos los barcos que paraban por allí, y que tenía una cueva donde guardaba todos los tesoros, fue acumulando todo hasta que no se sabe por qué un buen día los repartió entre los más pobres. Nos enseño la cueva, pero fue muy rápido porque estaba muy oscuro y nos daba un poco de miedo. A lo lejos vimos un colegio, rápidamente salieron a saludarnos y nos invitaron a que viéramos su colegio. Nos bajamos del delfín y nos adentramos en el cole. Los peces aprendían a sumar y restar. Cuando nos encontrábamos viendo el cole sonó un gran estruendo………….



“DE RUTA TURÍSTICA POR DON ÁLVARO”. Al escuchar el gran estruendo nos despertamos y nos dimos cuenta de que había sido un sueño fantástico. Mica, Pato, Mono y Ratón se encontraron con Adrián, y éste les comentó que si se querían subir al tren viajero y hacer una ruta turística por Don Álvaro, para poder conocer el pueblo. Todos muy contentos dijeron que sí, Adrián propuso buscar un guía para que les enseñara el pueblo, y Mica pensó que Ricardo podría ser un buen guía, ya que lo había conocido anteriormente. Adrián, Mica, Pato, Mono, Ratón y Ricardo se montaron en el tren viajero y comenzaron su ruta turística desde el colegio, que ya lo conocían y continuaron visitando la Iglesia, llamada Santa María Magdalena. Después visitaron El Pilar con su agua cristalina y aprovecharon para beber ya que tenían mucha sed. Adrián le dijo a Ricardo que los llevara al parque para poder jugar todos juntos en el “Barco Pirata”. A continuación, fueron a la Plaza a ver qué hora era porque querían comer y se quedaron a comer en el bar del centro. Les invitó el dueño porque quería conocer a Mica, Pato, Mono y Ratón. Cuando terminaron se montaron en el tren viajero para seguir con su ruta turística por las cosas rústicas del pueblo. Fueron a la Ermita de San Bernabé, a los molinos, primero el de la Aceña y después el de la Dehesa. Finalmente se fueron al parque de la Junta y estuvieron montándose en el tobogán, columpios,… hasta que se cansaron y decidieron que era hora de regresar. Pusieron el tren en marcha y se fueron a recoger a su amiga Guadalupe, pues es ahora a ella a quien le toca vivir su gran aventura en el tren viajero,…



“EL BOSQUE MÁGICO”. Entonces Mica, Pato, Mono y Ratón fueron a buscar a Guadalupe y todos juntos se montaron en el tren viajero. Una vez allí, a Guadalupe se le ocurrió que podrían ir de acampada al bosque. ¡Genial!- gritaron todos. Después de dos horas de viaje llegaron al bosque. ¡Es precioso!- exclamó Mica. ¡Guau, hay un río!, dijo pato. ¡Vamos a bañarnos! Dijo Mono. ¡A mí me da miedo! gritó Ratón. ¡Pues quédate cuidando las cosas! le dijo Guadalupe. Y todos los demás se fueron a bañar. Allí en el río se lo pasaban genial, Pato chapuceaba y Mono saltaba salpicando a todos. Entre tantas risas se escuchó una vocecita. ¿Quién ha hablado?- preguntó Mica. ¡He sido yo! y de pronto apareció un hada. ¡Soy el hada del bosque! dijo. Todos salieron corriendo del agua. ¡No tengáis miedo, soy un hada buena! dijo. El hada les contó que vivía al otro lado del río junto a otras hadas y duendes ¿Queréis conocerlos? Preguntó¡Sí! gritó Guadalupe, que era muy atrevida, todos cogieron sus cosas y acompañaron al hada que les llevó a un lugar fantástico y lleno de magia. En él jugaron y se divirtieron con los duendes y sus trucos, pero poco a poco se fue haciendo de noche y se quedaron dormidos. A la mañana siguiente se despidieron de todos porque había que ir a recoger a Valentín.



“EL CASTILLO ENCANTADO”. -¡Mamá, mamá que ya viene!- gritaba Valentín saltando de contento.- ¿Pero quién viene Valentín?- le decían sus padres asustados ante tanto alboroto.- Es Mica, con Mono, Pato y Ratón que vienen en el tren viajero, ¡y vienen a recogerme para irnos de viaje!- Los padres de Valentín se asomaron a la puerta de casa y a lo lejos vieron venir el fantástico tren con Mica y todos sus amiguitos. Cuando llegaron a la puerta de la casa de Valentín, sus padres les preguntaron que donde irían de viaje y todos mirándose no supieron que contestar, así que Lucía que salió a verlos les propuso un viaje muy interesante. – ¿Por qué no vais al castillo encantado que está en el pueblo de al lado?- Todos se miraron y respondieron contentos - ¡Al castillo encantado, al castillo encantado!-. Valentín se montó en el tren con Mica, mono, pato, ratón y Lucía, que como era la que había tenido la idea, la invitaron a ir con ellos. Emprendieron el viaje con ganas y entusiasmo, pero también un poco nerviosos porque no sabían lo que podían encontrar en el castillo. Cuando llegaron al castillo, ninguno quería bajarse del tren porque les daba un poco de miedo, pero Valentín como era muy valiente se bajó el primero y les dijo: -No os preocupéis, yo iré delante-, todos se bajaron y se pegaron a Valentín. Anduvieron un ratito y cuando llegaron a la puerta, ésta se abrió sola. Entraron despacito para no hacer mucho ruido y no despertar a algún fantasma si es que lo había. Al llegar al salón, no había nadie, subieron las escaleras y al fondo del pasillo pudieron ver luz en una habitación. Se fueron acercando y al llegar a la puerta escucharon música y mucho jaleo. Pudieron ver que se trataba de otros niños que habían ido allí también de excursión y estaban celebrando una fiesta. Valentín, Mica, Mono, Pato, Ratón y Lucía se unieron a la fiesta con ellos y pasaron todos juntos un día estupendo. Al anochecer, regresaron al tren para volver a casa y poder recoger al día siguiente a Blanca, pues era el siguiente a Blanca, pues era el siguiente en vivir su aventura con Mica y sus amigos en el tren viajero.



“UN DÍA EN LA NIEVE” Al día siguiente Mica, Mono, Ratón y Pato se despertaron ya que el tren se había parado. Al bajarse del tren vieron a Blanca que los estaba esperando dando saltos de alegría, Mica y sus amigos preguntaron a los padres de Blanca si las dejaban irse de excursión con ellos en el tren viajero, por supuesto, los padres dijeron que sí. En 5 minutos Mica, Blanca, Mono, Pato y Ratón estaban preparados para realizar el viaje hacia las montañas porque iban a pasar el día esquiando y jugando en la nieve. Transcurrido un largo tiempo y con el chucu-chu del tren llegaron al lugar deseado, todos al mirar por la ventana se quedaron con la boca abierta al ver tanta nieve. Al bajar del tren, Mica y Blanca hablaron con un monitor muy simpático que se llamaba Rafael, que les dijo... ¡Yo os enseñaré a esquiar! así, que prepararon los esquies y a la marcha. Mica y Blanca enseguida le cogieron el truco, pero Pato, Ratón y Mono estaban casi siempre rodando por el suelo ¡uf que frío! dijo ratón dando tiritones. ¡Abrigaros bien! ¡que no caigamos malitos! dijeron Blanca y Mica, a Mono se le ocurrió una idea ¿hacemos un muñeco de nieve?, a lo que todos contestaron ¡Síííí!. De repente se escuchó el silbato del tren, ¡uy tenemos que subir al tren para volver a casa antes de que se haga de noche!, a toda prisa se montaron en el tren y como estaban tan cansados se quedaron dormidos, pero…volvió a sonar el silbato del tren y todos se despertaron allí en la estación de tren de Don Álvaro, donde estaban los padres de Blanca. Así que Mica, Mono, Pato y Ratón se despidieron de Blanca y el tren continuó en busca de nuevas aventuras.



“UNA ALDEA MAGICA”. El tren sigue su camino al pasar por el puente. Mica, Mono, Ratón y Pato vieron a su amigo Raúl que venía del parque del río con sus padres y su hermano José. El tren se detuvo delante de ellos y Mica se asomó por la ventanilla y preguntó a Raúl: ¿Raúl quieres venir con nosotros en busca de aventuras? Raúl se puso muy contento y saltando de alegría se montó en el tren. Todos juntos decidieron hacer una excursión al bosque a ver setas. El tren se detuvo en la entrada del bosque. Raúl iba el primero porque no tenía miedo. Dentro del bosque encontraron un sitio con muchas setas. Mica preguntó a Raúl ¿serán venenosas? Raúl contestó:- No lo se pero mi mamá me dice que no toque ninguna seta en el campo. Más adelante encontraron un descampado con muchas setas grandes. Mica, Mono, Ratón y Pato se asustaron pero Raúl les dijo: ¡No os asustéis yo iré a ver que son esas setas!. Raúl estuvo investigando cuando los llamó muy contento:- Mica, Mono, Ratón, Pato, corred venid, esto es maravilloso, estamos en la aldea de los pitufos y Goloso nos ha preparado una tarta de chocolate. Todos fueron corriendo, allí montaron una fiesta, aunque el único que no estaba contento era gruñón. Estaba oscureciendo y el silbato sonó, todos se despidieron y se fueron corriendo al tren. Al llegar a la estación de Don Álvaro los padres y el hermano de Raúl estaban esperando, Raúl se bajó y se despidió de sus amigos, y así el tren siguió su camino.



“LA SANTA CRUZ”. El tren continuó su trayecto hasta llegar a la casa de Jimena y todos se quedaron admirados al ver la calle adornada de banderitas y luces, entonces le preguntaron a Jimena (que ya les estaba esperando impaciente), -¿Qué sucede que está todo tan bonito? Y Jimena les contestó: - Hoy empiezan las fiestas de la Santa Cruz. -¿Y qué es ese olor tan especial? pregunta Mica. Ese olor tan maravilloso son hinojos que se ponen en el suelo delante de la Cruz para que la gente los pise y así huelen más, contestó Jimena. Este año está en la casa de José y Genoveva y espero que hayáis traído las maletas porque las fiestas duran todo el fin de semana y mi madre ya os ha preparado las camas. Para empezar os voy a llevar a ver la Cruz…. Todos se quedaron con la boca abierta al ver lo bonita que estaba. Vieron los cohetes, bailaron y cantaron, comieron dulces de horno, saltaron en las colchonetas,… Se sintieron muy a gusto con la gente de allí pero no lograban entender como un pueblo tan pequeño tenía unas fiestas tan grandes. Con mucha pena porque se acababan las fiestas y con la promesa de volver al año siguiente, se montaron en el tren dirección a la casa de Alba y se quedaron profundamente dormidos…



SAN ISIDRO. Después de haber estado de ruta por Don Álvaro y pasar las fiestas de la Santa Cruz, en casa de Jimena, pasaron por la casa de Alba y pararon en su misma puerta, mono se bajó del tren y llamó. Entonces salió Alba. ¡Hola mono! –contestó Alba. ¡Hola Alba! -contestó mono. ¿Te vienes con Mica, Pato y conmigo de ruta? Nosotros ya nos vamos de Don Álvaro. No os bajéis que ahora es la romería de San Isidro y vamos todo el pueblo a celebrarlo, les dijo Alba. Entonces nos quedaremos, iremos todos a celebrarlo. Mono le dijo a Alba que no tenían donde dormir y Alba les ofreció su casa. Se pusieron los tres muy contentos porque iban a seguir de fiesta. Llegó el día de la romería y cuando llegaron allí y vieron tanta gente, se quedaron impactados. Nunca habían visto algo igual. Les gusto mucho su procesión y los concursos de tortillas y gazpachos. Se montaron en el castillo hinchable, que era gratis para los niños. Estando allí jugando con Alba y los demás niños, se enteraron que después de San Isidro había más fiesta en el pueblo y decidieron quedarse hasta que pasaran todas, como muy poco hasta San Bernabé. La romería terminó y llevaron a Alba a casa.



“UN SUEÑO FANTASTICO”. Al terminar las fiestas en Don Álvaro, Mica y sus amigos estaban muy cansados, habían bailado mucho. Jorge, que estaba por allí los invitó a pasar la noche con él en su casa para descansar y proseguir con su viaje por lugares tan imprevistos. Cuando llegaron a casa cada uno se tomó un vaso de leche calentita y se fueron a la cama. No tardaron en dormirse y comenzar un sueño fantástico, el sueño de Jorge. El tren, conducido por Jorge, Mica y Mono comenzó a traquetear sin rumbo, y sin saber de qué manera llegaron a un lugar muy extraño. Era un pueblo, pequeñito como el nuestro, con pocas calles y pequeñas y muy distintas unas de otra. Nada más entrar en él, nos encontramos con la primera calle, se llamaba “Fondo de bikini”. Era el fondo de un Pequeño trozo de mar. En ella nos esperaban dos personajes muy simpáticos, saltando de alegría al ver llegar el Tren. Escasamente había parado este cuando ya estaban subidos a él. Al entrar, se presentaron: - yo soy Bob Esponja y y yo Patricio. La calle que le seguía era muy distinta, de pronto nos encontramos con una casa en medio del desierto. En el porche había un perro muy asustado, el ruido del tren parecía no gustarle mucho, así y todo subió al tren. -

Mi nombre es Agallas, el perro cobarde.

Continuando nuestro viaje, vimos dos niños en su jardín a la sombra de un árbol. Cuando paró el tren frente a su casa, uno le dijo al otro: -¡ Ya sé que haremos hoy, un viaje en tren! Subieron a él. -Yo soy Phineas y éste es mi hermano Ferb. La siguiente parada fue en la calle “Hora de aventuras” Un niño y su perro esperaban. Subieron al tren. -Yo soy Fink y Yo soy Jacke. Seguimos nuestro viaje y llegamos a una calle de Tokio. En ella vivían Nobita y su gato, Doraemon, el gato cósmico, éste tiene un bolsillo mágico del que saca todo tipo de artilugios. Con caras muy sonrientes también subieron al tren.


Pasamos por la casa de Mickey Mouse, estaba esperando fuera. Cuando vio llegar el tren, corrió hacia él para acompañarnos en el viaje. La última parada fue al lado de un campo de fútbol. Nos encontramos con dos niños que acababan de jugar un partido. Cuando vieron el tren, les entusiasmó la idea de montar en él. Nunca habían montado en tren. Al subir dijeron: -Yo soy Axel y él es mi amigo Marc. De repente, Mica, Mono y Jorge despertaron. Todo había sido un sueño, desayunaron y se despidieron. Mica y Mono tenían que seguir su viaje.


“LAS AVENTURAS DE PETER SAMUEL” …. Pero de repente se les apareció una luz delante del tren y a medida que se acercaban, el tren empezó a volar hacia unas luces de colores. Cuando se dieron cuenta Mica, Mono, Pato y Matón se acercaban a una isla en la que podían ver un barco pirata, y cerca de allí había un niño vestido de verde volando. Mica se acercó y le preguntó. -

Oye ¿Quién eres? ¿Y dónde estamos?.

El chico, le dijo: Me llamo Peter Samuel y estáis en el país de la felicidad, donde todos los niños y animales se divierten a lo grande. Venid conmigo y os lo enseñaré. Mica toda emocionada, llamó a Mono, Ratón y Pato. Todos contentos siguieron a Peter Samuel en busca de diversión. Les enseñó las sirenas y jugaron en el agua. Después Peter Samuel les llevó a ver las tortugas gigantes, pero les dijo: - ¡Hay que tener cuidado con Garfio que es un pirata al que no le gusta divertirse y si nos ve nos dispararán bombas de plumas y miel para que nos quedemos enganchados y no podamos movernos! Sólo decir eso apareció con su barco Garfio y sus malhechores y comenzaron a lanzarnos bombas. Consiguieron escapar. Llegaron donde las tortugas, estaban cansados y pararon a merendar y apareció el hada Blanca que era la mejor amiga de Peter Samuel y con sus polvos mágicos nos roció a todos para ir más rápido a la fiesta musical que celebraban todos los animales y niños de la isla. Peter Samuel después los acompañó al túnel donde volverían a su casa, gracias al hada Blanca con sus polvos mágicos y el capitán Garfio se quedó con un palmo de narices al ver que no pudo destrozar la fiesta. Mica, Mono, Pato y Ratón se despidieron de Peter Samuel y el hada Blanca, y muy contentos volvieron a su casa, dónde fueron a buscar una nueva aventura mágica….



“ROBERTO EL FANTÁSTICO”. Con Roberto que era uno de los dos últimos niños que le quedaba por pasar nuevas aventuras muy divertidas. Mica, Ratón, Mono y Pato, se pusieron a contarle a Roberto lo bien que se lo habían pasado con Peter Samuel por la isla de Garfio y sus malhechores. Roberto que es tan fantástico, se quedó con la boca abierta y con los ojos desencajados por la emoción. Bueno, yo os comento que hoy estoy de cumpleaños, de una compañera de clase que se llama Elena, vamos todos los amigos y compañeros de clase. Yo quiero que me acompañéis, pues allí se come tarta y golosinas. Hacen piñatas y dan un paquete de “chuches”. Hay mucha tierra y jugamos con los cubos y las palas a hacer castillos de arena. Mientras Roberto, Mono y Pato jugaban con todos los niños; Mica y Ratón no dejaban de mirar la tarta y pensaban en como se iban a poner cuando repartieran la tarta a todos los niños. La estaban adorando, no se apartaban de la mesa, no se querían perder, cuando Elena apagara las velas. Qué contento está Mono, cómo se lo está pasando en el cumpleaños de Elena, está alucinando con la piñata, porque él nunca había visto ningún cumpleaños. Su diversión siempre ha sido saltar de árbol en árbol, y nunca se esperaba algo como esto. Mica, Mono y ratón con Pato, le han dado las gracias a Roberto por haber llevado a los cuatro, al cumpleaños de Elena. Le dieron un abrazo y se despidieron de él.



“UN DÍA MUY FELIZ”. La princesa Yanira estaba en el cumpleaños de su papá con Mica, Pato, Ratón, Mono y Peter Samuel. Estábamos todos bañándonos en la piscina y de repente sacaron la tarta de cumpleaños y fuimos todos a la mesa corriendo y soplamos las velas todos juntos y con mi hermanita Melany. Y luego, abrimos los regalos y lo pasamos muy bien toda la tarde.


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