Nuevos rostros ... nuevos retos

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Nuevos rostros... nuevos retos: La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del PerĂş.


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…Nuevos rostros …nuevos retos La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte de Perú MINISTERIO DE AGRICULTURA Y RIEGO Ministro de Agricultura y Riego Juan Manuel Benites Ramos Viceministro de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego Jorge L. Montenegro Chavesta Director Ejecutivo AGRORURAL Marco Vinelli Ruiz Coordinadora Ejecutiva PSN Antonieta Noli Hinostroza Equipo de Sistematización Jorge Bracamonte, Laura Soria y Beatriz Soria Coordinador General de la publicación Oscar Yupanqui Vásquez Edición NEC - Proyecto Sierra Norte, Jr. Piura 693 - Chachapoyas Correctora de estilo Rocío Del Aguila Gracey Fotografía Michell León Diseño y diagramación Sergio Dancourt Ochoa Impresión Proterra Perú SAC, Francisco Lazo 1559, Lince Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2016-02533 por Proterra Perú SAC - RUC: 20521923823

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Participantes en la sistematización OLP Celendín Porfirio Pillco Huarhua, Aurelio Martos Díaz, Jaime Arce Sánchez, Gabriel Sánchez Horna, Lita Muñoz Vargas, Pedro Díaz Rodriguez, Elver Vargas Cubas. Mujeres participantes: Elvia Vílchez Vásquez, Doralí Mejo Carhuajulca, Flor Sarita de la Cruz Cortegana, Isabel Regalado, Elizabeth Oyarce Abanto, Rosa Elvira Rodriguez Palma, Lucy Briones Cotrina, Marina, Briones García, Bertha Saldaña Ramirez, María Elena Palacios Oruna, Angela Sánchez Pablo, Cecilia Castillo Ruiz, Zulema Rojas Vásquez. Varón participante: Cecilio Gil Quesada. OLP - Chachapoyas Teresa Barrera Ramos, Gustavo Rivas Leguía. Mujeres participantes: Asunta Isabel Pizarro Fernández, Edita Ventura de Ocampo, Hilaria Quintana Bombin, Elizabeth Rojas Chuquimbalqui, Elvira Vargas Inga, Esperanza Torres De Mas, Adela Mendoza Cruz, Lidia Huaman Culqui, Celmira Cachay, Margarita Fernández de Gómez, Maribel Mendoza Zagaceta, Vilma Esperanza Chacón Chuquipiondo, Elia Sopla Vargas, Karin Guadalupe Rojas Trigoso, Henry Salon Montoya, Gabrielita Valqui Zuta. Varones participante: José Infante Ocampo Olivares, Henry Salón Montoya. OLP - Incahuasi July Campos Delgado, William Antón Eche, Alfredo Carrasco Lucero, José Bruno Sipión Gastulo, Juan José Barrios Carlos, Lucía Verónica Córdova Suárez, Mariano Callaca Llaguerto. Mujeres participantes: Lucia Bernilla Gaspar, Antonia Barrios Huaman, Bertha Barrios Carrillo, Bertha Marilú Huaman Santiago, Luzmila Vanessa Huaman Reyes, María Elena Rinza Mendoza, Marilú Vásquez Vásquez, Genara Rinsa Lucero, Antonia Reyes de la Cruz, Hilaria Lucero Huamán, Margarita Pariacuri Lucero, Ana Enita Rodrigo Benavides, Blanca Violeta Manayay Reyes, Gloria Vilma Manayay Manayay, Gladys Elvira Bernilla Paico. Varones participantes: David Gaspar Lucero, Carlos Arrascue. OLP - Huamachuco Sonia Lucero De la Cruz, Alexander Eduardo Pizarro Martell, Elmer Sulca Ollachica, Abdón Tuero Medina, Mayra Mauricio Villanueva. Mujeres participantes: Felicita Arévalo Salas, Santa Layza Ramos, Epifania Neyra Tibursio, Teodora Serín Honorio, María Magdalena Tamayo Neria, Lulliana Ruiz Polo, Gladys Calderón Quesada, María Reyes Vera, Cleofé Flores de Baltazar, Clara Quispe Ágreda, Leonor Ávila Gutiérrez, Cirila Yolanda Quispe Flores, Primitiva Tacanga Layza, Catalina Espinoza Osnayo. Varon participante: Santos Baltazar Flores.

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Índice Prólogo ............................................................................................................................ 8 Introducción .................................................................................................................. 11 1.

Supuestos Conceptuales de la Sistematización ...................................................... 17 1. Enfoque de género ............................................................................................. 18 2. Enfoque Intercultural ......................................................................................... 18 3. Capital social y emprendimiento ........................................................................ 19

2. Situación Inicial y Elementos de Contexto .............................................................. 25 1. Miradas de Género y Desarrollo Rural desde el Proyecto .................................. 26 2. Caracterización del Ámbito de Intervención ...................................................... 27 3. El Proceso de Intervención - Casos Analizados ....................................................... 31 1. PSN Chachapoyas ................................................................................................ 32 2. PSN Celendín ....................................................................................................... 33 3. PSN Huamachuco ................................................................................................ 35 4. PSN Incahuasi ...................................................................................................... 37 A. Dimensión Institucional .................................................................................. 40 B. Dimensión Colectiva ....................................................................................... 67 C. Dimensión Familiar ......................................................................................... 97 D. Dimensión Personal ...................................................................................... 118 4. Miradas Transversales, Aprendizajes y Recomendaciones ................................... 137 A. Sobre las bases institucionales de la intervención ........................................... 138 B. Sobre la intervención desde la participación y acción de las mujeres ............ 146 5. Recomendaciones Finales ..................................................................................... 157 A. Sobre las bases institucionales de la intervención ........................................... 158 B. Sobre la intervención a partir de la participación y acción de las mujeres ..... 159

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Glosario AGROIDEAS

: Programa de Compensaciones para la Competitividad

AGRORURAL

: Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural

APAFA

: Asociación de Padres de Familia

AR

: Animadores Rurales

AT

: Asistentes Técnicos

C.E

: Centro Educativo

CEDEPAS

: Centro Ecuménico de Promoción y Acción Social

CECANOR

: Central de Cafetaleros del Nor Oriente

CICAP

: Centro de Investigación, Capacitación, Asesoría y Promoción

CLAR

: Comités Locales de Asignación de Recursos

FIDA

: Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola

JUNTOS

: Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres

MINAGRI

: Ministerio de Agricultura y Riego

OLP

: Oficina Local del Proyecto

ONG

: Organización no gubernamental

OSB

: Organizaciones Sociales de Base

PDN

: Planes de Negocio

PMRN

: Planes de Manejo de Recursos Naturales

PND

: Planes de Negocios

PNUD

: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

PROCASUR

: Programa Regional de Capacitación en Desarrollo Rural

PROCOMPITE

: Apoyo a la Competitividad Productiva

PRONAMACHCS

: Programa Nacional de Cuencas Hidrográficas y Conservación de Suelos

PSN

: Proyecto Sierra Norte

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Prólogo El reto de reflexionar sobre la relación entre género y desarrollo es, posiblemente, uno de los campos más vitales y estimulantes en el análisis de las sociedades contemporáneas, y especialmente en el área rural. Este campo nos permite ver, entre otras cosas, el lugar que mujeres y hombres ocupan en la construcción de estrategias para promover el crecimiento económico y el desarrollo en diversos contextos culturales y sociales. Y además, nos exige generar miradas críticas y, a la vez creativas, para promover la realización de una equidad de género en contexto de pobreza y extrema pobreza. Este campo sin duda, se conforma por una serie de agentes como el Estado, la sociedad civil, las comunidades y las propias mujeres y hombres que buscan desarrollar acciones que permitan mejorar las condiciones de vida. En este escenario, la gran interrogante es cómo la equidad de género se entrelaza con el desarrollo, si es posible llevar a cabo dicha relación o cuáles serían las condiciones de su posibilidad. El esfuerzo del Proyecto Sierra Norte por elaborar una sistematización que dé cuenta de esta experiencia constituye una gran contribución para abordar este tema y difundir los resultados, puesto que nos brinda algunas luces a las urgentes preguntas. Este Proyecto es ejecutado por AGRORURAL del Ministerio de Agricultura y Riego y sus acciones se inician en setiembre de 2009. La sistematización nos muestra como durante las diversas etapas del Proyecto se incorpora el enfoque de género con sus límites y posibilidades. Dicho Proyecto se desarrolló en cuatro departamentos del Perú: Amazonas, Cajamarca, La Libertad y Lambayeque, específicamente en 56 distritos del Departamento de Amazonas, 23 distritos de Cajamarca, 34 de La Libertad y 2 distritos del Departamento de Lambayeque y están organizados en cuatro Oficinas Locales del Proyecto (OLP). Territorios que se caracterizan por presentar bajos índices de desarrollo humano. El Proyecto tuvo como objetivo principal el promover estrategias para valorar los activos de las personas que viven en contexto de pobreza para enfrentarla y generar desarrollo mediante dos estrategias el mejoramiento de las capacidades de los y las productoras y, el aprovechamiento de las oportunidades de generación de ingresos. En ese sentido, la presente sistematización da cuenta de cómo en la implementación de dichas estrategias se incorporó el enfoque de género dentro del Proyecto Sierra Norte. El camino tomado se centra en el análisis de las experiencias de las mujeres que participaron de este proyecto, mediante el contraste entre sus testimonios y datos cuantitativos, lo cual permite construir una visión panorámica de este proceso gracias al desarrollo de cuatro dimensiones: institucional, colectivo, familiar y personal. Sin duda, un aporte de ello es tener una mirada integral a partir de las experiencias de las propias mujeres sin abandonar algunas reflexiones en el ámbito macro, lo cual

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nos permite ver la constitución de algunos escenarios y procesos en donde las mujeres rurales se desenvuelven cotidianamente. Así pues, tenemos una interesante combinación de dimensiones que nos muestran los tránsitos vividos por algunas mujeres a partir de la experiencia del Proyecto Sierra Norte. Aunque, como anotó Raúl Hernández Asencio en el marco del conversatorio de presentación de los resultados de la sistematización” Nuevos rostros, nuevos retos: La experiencia de las mujeres rurales en la Sierra Norte del Perú”, se requiere profundizar en la heterogeneidad existente en el grupo de las mujeres analizadas tomando en cuenta los contextos socioeconómicos y los sistemas de género en las que se encuentran inmersas; en el estudio se han identificado resultados positivos en las mujeres en las distintas dimensiones. Así, en lo institucional, el acceso de las mujeres a espacios antes desconocidos para ellas con el fin de lograr mayores oportunidades de capacitación y participación. En lo colectivo, la formación de organizaciones de mujeres y el reconocimiento (y valoración) de sus actividades productivas por parte de otros actores, lo cual mejora su participación en los asuntos públicos de las comunidades. En lo familiar, la apertura a aceptar el cambio de roles de las mujeres a pesar de la persistencia de muchas estructuras que conservan las posiciones tradicionales. Y en lo personal, algunos cambios que promueven la autonomía, la confianza, la asertividad y la proactividad. Dentro de este itinerario cabe preguntarse ¿cómo el Proyecto ha colaborado con la transformación de las relaciones de género en estas sociedades rurales? Se podría afirmar que esta sistematización muestra que dentro del Proyecto se han construido espacios y tiempos para promover la incorporación de las mujeres en ciertos momentos de la consolidación del desarrollo, muchas veces ligado al enfoque de familia, y en menor medida, la implementación de un enfoque de género. En ese sentido, este trabajo define insumos para comprender las complejas interacciones dentro de las sociedades rurales, los sistemas de género en los que se desarrollan estas y, las relaciones de género que se construyen en un marco de equidad y de promoción del desarrollo. Y, donde la gran interrogante es la referida al buen vivir de las personas con la transformación de las relaciones de género entre hombres y mujeres. Sin duda una tarea fundamental, pero aún pendiente en nuestra sociedad. Esperamos que este estudio pueda llegar a diferentes públicos: académicos, Estado, feministas y sociedad civil, entre otros porque invita a reflexionar sobre la dimensión de los cambios que se producen en el empoderamiento de las mujeres y plantearse preguntas sobre la sostenibilidad de los mismos para la reducción de la pobreza así como la incorporación de la equidad de género en proyectos como el de Sierra Norte. Fanni Muñoz Cabrejo Directora Maestría en Estudios de Género Pontificia Universidad Católica del Perú

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...hoy en día nos reunimos para tratar diferentes temas.....de capacitación, negocios, recursos naturales, ahorros...también conversamos de temas de la localidad..

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El Proyecto Sierra Norte – PSN ejecutado por AGRORURAL del Ministerio de Agricultura y Riego inicia sus operaciones en el mes de setiembre del año 2009, en un contexto internacional de crisis financiera con impacto en los sectores reales de la economía como empleo y producción y posibles consecuencias en mayores niveles de pobreza y pobreza extrema1. A nivel nacional, esta situación de crisis se evidenciaba en el menor crecimiento del PBI en el Perú, lo cual tuvo como causas la caída en las exportaciones de productos nacionales en general y la contracción de la agroexportación de manera específica. A ello se sumaba el hecho de que los Tratados de Libre Comercio, si bien brindan oportunidades para una mayor variedad de productos exportables peruanos, ponían en riesgo la producción de pequeños productores agropecuarios con bajos niveles de productividad, en tanto entraban en competencia en el mercado en condiciones desiguales frente a los productores de los países desarrollados. En este contexto, el PSN tiene como objetivos mejorar las capacidades de los productores rurales para valorar el conjunto de sus activos tangibles e intangibles y aprovechar las oportunidades de generación de ingresos que les per-

mita reducir sus niveles de pobreza y extrema pobreza. De esta manera, el proyecto considera que la valoración de los activos de los pobres rurales es la mejor alternativa para la lucha contra la pobreza y generar desarrollo. La población objetivo del proyecto son las familias rurales de las provincias y distritos más alejados y pobres de la sierra norte del país, cuyas actividades económicas generalmente son de subsistencia (agricultura, ganadería, forestería) y constituyen el mayor ingreso familiar, seguido de pequeños negocios que suelen realizar en la ferias dominicales provinciales y/o distritales, así como por la venta de artesanía, animales y subproductos y, en algunas zonas, el turismo. El PSN involucró en total a 25,745 mujeres en el proceso de ejecución de sus diferentes actividades –ya sea que lo hicieran como socias directas, en calidad de cónyuges, asistentes técnicos o animadoras rurales– todas del ámbito rural. A través de los Planes de Manejo de Recursos Naturales (PMRN) participaron como socias directas 3,112 mujeres y como cónyuges 4,090; en los Planes de Negocios (PDN) lo hicieron 3,707 mujeres como socias directas y 3,132 como cónyuges; y el total de Mujeres Ahorristas (MA) fue de 9,246 mujeres rurales.

1 Memoria Anual 2009. Proyecto de Fortalecimiento de los Activos, Mercados y Políticas de Desarrollo Rural de la Sierra Norte. Proyecto Sierra Norte. AGRORURAL: Chachapoyas, Enero 2010.

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Al respecto, Raúl Hernández Asensio señala que:

“Hay que resaltar que existe un grado de involucramiento que va más allá de ser receptores o ser sujetos pasivos de un proyecto social; más bien se busca involucrar los pobladores a través de mapas parlantes y/o concursos, por ejemplo. Por otro lado, en cuanto al enfoque de género, se encuentra que el proyecto tiene un número alto de beneficiarias. Además, en la sistematización se aprecia que existe un número de planes de negocios significativamente alto con 20%, 30% o 50% de participación de mujeres, mucho mayor que en los últimos 15 años. Otro punto interesante es el involucramiento de más mujeres en el campo agropecuario, en el área productiva, como figuras de autoridad. Un tercer punto sería la capacidad del proyecto Sierra Norte para adaptarse a la realidad de la sierra con estrategias de intervención y flexibilidad para lograr sus objetivos a través de estrategias de intervención.” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

Por otra parte, la participación de la mujer también se ha dado a través de la contratación de 112 Animadoras Rurales (AR), 181 mujeres como Asistentes Técnicos (AT) para PMRN y 65 AT para PDN, que las mismas asociaciones realizaron para la ejecución de sus proyectos. Además el PSN estima que alrededor de ocho mil mujeres se estarían articulando a los servicios financieros mediante ahorros y microseguros. Este proceso le ha permitido al PSN observar que las mujeres han demostrado jugar un rol definitivo y predominante en las acciones que han emprendido, tanto en forma individual

como colectiva. Por tal motivo, el PSN se anima a decir que “las mejores experiencias logradas por el Proyecto se sustentan en la participación y liderazgo de las mujeres”2. El Proyecto Sierra Norte (PSN) cuenta con una “Estrategia para impulsar las acciones a favor de la equidad de género”, elaborada sobre la base de los lineamientos del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y en consulta con los equipos técnicos de las OLP. El propósito ha sido contribuir a la transversalización del enfoque de género en las diferentes actividades del Proyecto Sierra Norte a fin de lograr sus ob-

2 Términos de Referencia de la Consultoría. Proyecto Sierra Norte. 2014

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jetivos, en particular lo referente al desarrollo humano y social encaminado a la equidad de

género y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito de intervención.

Al respecto, es importante resaltar la intervención de Jorge Bracamonte, quien señala que: “la sistematización buscó evidenciar estrategias para el desarrollo productivo de las mujeres rurales en la sierra norte. Los hallazgos de la sistematización estuvieron orientados hacia la promoción de la participación de las mujeres y el objetivo fue sistematizar las experiencias más significativas en su contexto cultural y social. Se debe comenzar a verlas como sujetos productivos desde el propio espacio doméstico” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

Sin embargo, se ha considerado también que el desarrollo endógeno debe partir desde la familia y, asimismo, todos los actores sociales deben ser protagonistas del bienestar y de la perspectiva futura. En este sentido, la implementación del proyecto no ha considerado una estrategia especial o diferenciada para la participación de la mujer y su empoderamiento, desprendiéndola del espacio familiar y comunitario/colectivo como sujeto de cambio, lo que no implica que no se hayan registrado importantes cambios a nivel personal. En este sentido, el PSN busca sistematizar las experiencias más significativas de participación de la mujer, en donde haya liderado o promovido estos procesos convirtiéndose en sujeto di-

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namizador de los cambios sociales, económicos y culturales a nivel local. Para lo cual, se definen tres objetivos de la presente sistematización: (1) Sistematizar las experiencias significativas del rol y participación de la mujer rural en su contexto sociocultural rural y de desarrollo territorial. (2) Identificar coincidencias entre las actividades desarrolladas por el PSN con los lineamientos de política de género, équidas e inclusión de las mujeres rurales. (3) Elaborar nuevas propuestas de lineamientos de política en este campo. Todos ellos orientados a dar respuesta a la pregunta central de la sistematización:

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¿Cuáles son los cambios a nivel personal, familiar y colectivo que son percibidos por las mujeres rurales participantes y usuarias del PSN que resultan de la intervención del PSN?

Con la finalidad de dar respuesta a esta pregunta se llevó a cabo una sistematización, en un período de cuatro meses, cuyo trabajo de campo se realizó en los ámbitos de las cuatro Oficinas Locales del proyecto: Chachapoyas, Incahuasi, Celendín y Huamachuco. Se desarrollaron catorce entrevistas grupales con la participación de usuarias del PSN, representantes de organizaciones sociales de base y equipos técnicos de las cuatro OLP; asimismo, 34 entrevistas individuales dirigidas a mujeres líderes, asistentes técnicos, animadoras rurales, facilitadoras del PSN y varones jefes de familia. El estudio se planteó considerando cuatro enfoques teóricos y críticos como base para el tratamiento y análisis de la participación de la mujer rural, los cuales son: enfoques de género, interculturalidad, capital social y emprendimiento. Y el ordenamiento de la información para su interpretación se estructuró con base a cuatro dimensiones: (1) dimensión institucional, (2) dimensión colectiva, (3) dimensión familiar y (4) dimensión personal. De esta manera, el presente documento de sistematización presenta los resultados del estudio en tres secciones. Una primera denominada “Situación inicial y elementos de contexto” que

permite realizar una breve revisión del proyecto desde la perspectiva de género y desarrollo rural, así como una breve caracterización del ámbito de intervención del PSN. La segunda sección, llamada “El proceso de intervención – casos estudiados”, que permite realizar un análisis de las Oficinas Locales del Proyecto (OLP) a partir de cuatro dimensiones exploradas: dimensión personal, dimensión familiar, dimensión colectiva y dimensión institucional. La tercera sección, “Miradas transversales, aprendizajes y recomendaciones”, la cual desarrolla el análisis transversal de la experiencia de intervención del PSN, de los cambios producidos y los aprendizajes obtenidos desde la mirada de los actores consultados. Y, además, propone las recomendaciones finales que surgen de la sistematización. A continuación se presentan los supuestos conceptuales que enmarcaron el análisis de la sistematización, así como la metodología que sirvió para concluir este proceso con el objetivo de dar respuesta a la pregunta central, antes resaltada.

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cuando trabajamos juntos varones, mujeres, jóvenes y niños todo es más bonito....cantamos, hablamos, aprendemos, reímos...

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Para la presente sistematización se consideraron algunos enfoques teóricos y críticos que tienen particular relevancia para abordar y analizar la participación de las mujeres rurales en el marco del Proyecto Sierra Norte (PSN). La experiencia desarrollada por el PSN ha puesto en evidencia la importancia y rol desempeñado por las mujeres rurales en tanto agentes de cambio para consigo mismas, sus familias y comunidades, dado que han superado barreras y obstáculos que se imponen en particular sobre las mujeres rurales y en situación de pobreza. En este sentido, para el análisis de la experiencia se consideraron los siguientes enfoques conceptuales (ejes transversales):

sexos, y, por otro lado, es el campo primario dentro del cual o por medio del cual se articula el poder3. Por su parte, Gayle Rubin propone el concepto de sistema de sexo-género como el conjunto de disposiciones por el que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y, además, en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas. Por otro lado, se debe de tener en cuenta que la manera cómo se organiza y define el sistema de género está en estrecha relación con los sistemas de organización social y de poder. Ello en la perspectiva que, como notara Patricia Ruiz Bravo, el sistema de género también es un instrumento de clasificación social, jerarquización, de dominación y de poder.

1. ENFOQUE DE GÉNERO Tomando en cuenta los estudios e investigaciones vinculados al género y las relaciones sociales entre los sexos, la presente sistematización tomará en cuenta el enfoque de género definido como categoría de análisis, como sistema y como proceso de construcción. Al respecto, Joan Scott plantea el género como una categoría de análisis histórico que se sostiene sobre dos principios. Por un lado, el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los

Sin duda este enfoque permitirá valorar la importancia de la participación de la mujer rural, en el marco de las actividades promovidas por el PSN, en tanto agente de transformación y cambio en las sociedades rurales.

2. ENFOQUE INTERCULTURAL De igual forma, se considera el enfoque intercultural, tomando en cuenta la definición de interculturalidad de Tomás Austin Millán. Este

3 Scott, Joan (1990) “El género: una categoría útil para el análisis histórico”. En: Amelang, J. y Nash, Nash (eds.). Historia y Género: Las mujeres en la Europa Moderna y Contemporánea, Valencia: Ediciones Alfons El Magnanim, pp. 23-56.

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autor señala que la interculturalidad se refiere a la interacción comunicativa que se produce entre dos o más grupos humanos de diferente cultura. Si a uno o varios de los grupos en interacción mutua se les va a llamar etnias, sociedades, culturas o comunidades es más bien materia de preferencias de escuelas de ciencias sociales y en ningún caso se trata de diferencias epistemológicas. La interculturalidad adquiere importancia en sociedades de pasado colonial, donde las culturas se organizaron en base a un orden jerárquico y violento, con el propósito de naturalizar y legitimar la condición de dominio y poder de unas sobre otras. Esta experiencia ha conducido a la desvalorización de los sujetos y las culturas sometidas, a través de complejos procesos sociales y culturales que han hecho de la diversidad y diferencia principios de jerarquización, exclusión y de discriminación social y cultural. La existencia de puntos de encuentro y desencuentro en las relaciones interculturales son representados en lo cotidiano en las formas en que se relacionan las personas a nivel individual y colectivo. Reconocer lo intercultural implica entonces la resistencia a la adopción de un modelo cultural hegemónico y las reacciones que esta resistencia motiva en lo cotidiano, tanto en lo público como en lo privado. En este sentido, el enfoque intercultural busca reconocer y revalorar la diversidad cultural de nuestro país.

3. CAPITAL SOCIAL Y EMPRENDIMIENTO Del mismo modo, la sistematización tomará en cuenta los conceptos de capital social y emprendimiento. De acuerdo a la revisión realizada por Inurritegui, se va a considerar el capital social, según la definición de Portes, como la aptitud de los actores para asegurarse beneficios en virtud de la pertenencia a redes u otras estructuras sociales. Esta definición amplía la de los clásicos teóricos, dado que permite diferenciar entre los efectos negativos y positivos del capital social al considerar cualquier red o estructura social a la cual uno pertenece y no solo las que brindan algún beneficio a los asociados. Portes, como otros investigadores, considera “que los menos privilegiados también pueden tener capital social dado que, a diferencia de Bourdieu, la cantidad que un individuo posee de este capital no depende del volumen real o potencial de recursos que se pueda movilizar de las redes, sino de la cantidad de relaciones en sí mismas. Portes considera que el capital social es un recurso acumulable a nivel individual, dado que este debe pertenecer a cierta red o estructura social para potencialmente poder acceder a los beneficios”.4 Este concepto se vincula al de emprendimiento, el cual se entiende como “la búsqueda de independencia económica de las comunidades y desarrollo humano a través de una economía

4 Inurritegui Maúrtua, Marisol. El rol del capital social en la pequeña agricultura comercial de Piura (Tesis de Maestría). Maestría en Antropología de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 2006: p. 15.

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social que trascienda la centralización administrativa y burocratizante de la que las grandes empresas -tanto estatales como privadas- suelen adolecer. Es decir, esta visión intenta poner la responsabilidad y el control del desarrollo en las comunidades mismas, lo que se espera produciría soluciones locales, basadas en conocimientos y recursos locales a problemas locales”.5 En este sentido, las y los emprendedores serían aquellos que tratan de mejorar, innovando y buscando soluciones poco convencionales a actividades que resultan usuales, con lo cual se posibiliten oportunidades de negocios y generen nuevas fuentes de trabajo.

METODOLOGÍA DE LA SISTEMATIZACIÓN Concebimos el enfoque general de la sistematización de la experiencia como un proceso de reflexión crítica6 que permite a los actores directamente involucrados en la experiencia reflexionar sobre lo que hicieron, el motivo por qué lo hicieron de una manera y no de otra, identificar los resultados y la utilidad de estos. En este sentido, la sistematización tiene como objetivo provocar procesos de aprendizaje, tanto para quienes desarrollaron la experiencia –mejorar su práctica en el futuro- como para otras personas y equipos que podrían implementar experiencias similares. Ello se realiza a través de la

organización de distintos elementos (prácticas, conocimientos, ideas, datos, etc.) que pueden estar dispersos. Este enfoque se inscribe en la propuesta metodológica hecha por PREVAL/FIDAMERICA (2000), donde adquiere centralidad la reflexión acerca de la experiencia propia del proyecto con el propósito de identificar y explicitar las lecciones aprendidas en el proceso (tanto positivas como negativas). Por ello la sistematización de la experiencia es “un proceso de reflexión que pretende ordenar u organizar lo que ha sido la marcha, los procesos, los resultados de un proyecto, buscando en tal dinámica las dimensiones que pueden explicar el curso que asumió el trabajo realizado”.7 Con la intención de dar respuesta a la pregunta central, la sistematización definió cuatro dimensiones de análisis, cuyos indicadores y preguntas orientadoras se pueden encontrar en el Anexo 1 (Matriz de sistematización): • Dimensión personal. Definida por los cambios que se perciben desde los propios actores respecto al conocimiento que las usuarias tienen de sí mismas, confianza en sí mismas, conciencia de sus propias acciones y comportamientos y la capacidad para comunicarse con los demás.

5 Véase: http://es.wikipedia.org/wiki/Emprendedor#cite_note-25 6 Berdegué, Julio; Ocampo, Ada; Escobar, Germán. Sistematización de experiencias locales de desarrollo agrícola y rural. Guía metodológica. PREVAL – FIDAMERICA. Agosto, 2000. 7 Ibíd, p. 03.

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• Dimensión familiar. Referida a las percepciones de las actoras de cambio en relación a su autonomía en la toma de decisiones y la autonomía económica alcanzada dentro de la familia. • Dimensión colectiva. Que se encuentra en relación a las percepciones respecto del manejo comunal de los recursos naturales, desarrollo de iniciativas empresariales, acceso a servicios financieros, asociación entre mujeres y participación en redes de organizaciones. • Dimensión institucional y/o profesional. Dirigida principalmente a identificar coincidencias entre las actividades desarrollada por el PSN con los lineamientos de política de género, equidad e inclusión de las mujeres rurales a partir del desarrollo de estrategias para la superación de la pobreza y el fortalecimiento del capital humano y social de las mujeres y sus familias desde el contexto institucional. La estrategia planteada para la sistematización fue cualitativa y, complementariamente, cuantitativa; asimismo, fue de carácter participativa. De esta manera, el proceso crítico que se trabajó con las y los actores previamente identificados fue:

• Usuarias del PSN. Con un grupo máximo de seis usuarias del proyecto se definió una línea de tiempo para las actividades del proyecto. A partir de esta, se consultó cuál consideraban era la más importante y por qué ese era su parecer. También se consultó sobre las dimensiones personales, familiares y colectivas, así como algunos elementos del contexto institucional. • Mujeres líderes. De manera individual, con 20 mujeres en total. Ellas se caracterizan por la búsqueda de independencia económica y han asumido la responsabilidad y control del desarrollo en las comunidades. Fueron seleccionadas por los equipos técnicos de cada OLP, y se indagó, a través de sus percepciones, sobre el desarrollo del Proyecto en función de tres dimensiones: dimensión colectiva, dimensión familiar y dimensión personal. • Animadoras rurales y/o Facilitadoras. Las animadoras rurales son mujeres que pertenecen a las mismas organizaciones (grupos de mujeres ahorristas y/o asociaciones) quienes son designadas por las integrantes para que puedan organizar y hacer seguimiento a las actividades dentro del Proyecto. Las facilitadoras, si bien son contratadas por el Proyecto, cumplen similar función. Por tanto se aplicó el mismo instrumento con ambas, a través

6 Berdegué, Julio; Ocampo, Ada; Escobar, Germán. Sistematización de experiencias locales de desarrollo agrícola y rural. Guía metodológica. PREVAL – FIDAMERICA. Agosto, 2000. 7 Ibíd, p. 03.

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del cual se indagó respecto del Proyecto, su participación en él, y los cambios que observaron en las mujeres a nivel personal, a nivel familiar y a nivel colectivo, desde las funciones que desempeñaban. • Asistente técnico. Se contactó con una asistente técnico por OLP. Ellas son mujeres que fueron seleccionadas y contratadas por las mismas usuarias (asociaciones) para que las asistan técnicamente en la elaboración de los planes de manejo de recursos naturales o planes de negocio, según era el caso. Se indagó a través de sus percepciones sobre el proyecto y los cambios que observaron en las mujeres a nivel personal, familiar y colectivo. • Representantes de OSB. Se consultó a este grupo de mujeres sobre las posibles redes que se hubieran establecido entre las organizaciones de mujeres ahorrista o asociaciones de mujeres conformadas en el marco del Proyecto y las organizaciones sociales de base que representaban. • Varones – jefes de familia. Se incorporó dentro del proceso de consulta a varones que, de manera directa o indirecta, hayan participado del Proyecto, ya sea a través del componente de manejo de recursos naturales y valoración de activos o del componente de desarrollo de iniciativas de negocio y fortalecimiento de activos financieros. Fue con la intención de contar con una perspectiva masculina sobre los cambios que se produjeron en las mujeres rurales y sus familias.

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• Equipo técnico de OLP. Finalmente, con un grupo variado de integrantes de los equipos del Proyecto, por cada oficina local, que hayan sido o son actualmente responsables del diseño, implementación y monitoreo de las diferentes actividades del Proyecto, se indagó, igualmente a través de sus percepciones, sobre el desarrollo del Proyecto (actividades, estrategias, técnicas, metodología, problemas y soluciones, etc.) en las cuatro dimensiones de análisis: dimensión colectiva, dimensión familiar, dimensión personal y dimensión institucional. Las técnicas utilizadas para el recojo de información fueron: revisión documental, principalmente de los documentos producidos en el marco del proyecto; entrevistas grupales dirigidas a las usuarias del PSN, el Equipo Técnico y representantes de OSB con las que se indagó sobre el proceso de intervención y los elementos de contexto; entrevistas individuales dirigidas a mujeres líderes, animadoras rurales, asistentes técnicos, facilitadoras y varones, con quienes se indagó sobre los cambios que se han producido a nivel individual, familiar y social, a partir de su participación en el PSN y cuáles consideran que son las lecciones que se extraen de la intervención. Durante el trabajo de campo se realizaron 14 entrevistas grupales y 34 entrevistas individuales, de acuerdo a la siguiente distribución por tipo de actor y técnica:

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Tabla 1. Recojo de información por técnica, actor y OLP OLP Técnica

Chachapoyas

Incahuasi

Celendín

Huamachuco

TOTAL

Usuarias del PSN

1

1

1

1

4

Representantes OSB

3

2

-

1

6

Equipo técnico

1

1

1

1

4

Total entrevistas grupales

5

4

2

3

14

Mujeres líderes

4

4

4

4

16

Asistente técnico

1

1

1

1

4

Animadora rural

1

0

1

1

3

Facilitadora

1

2

1

1

5

Varón (jefe familia)

2

2

1

1

6

9

9

8

8

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Entrevista grupal

Entrevista individual

Actor clave

Total entrevistas individuales

Elaboración propia. Trabajo de campo Octubre / Noviembre de 2014

En líneas generales, el trabajo de campo se realizó sin mayores contratiempos, por lo que la fase de trabajo de campo no corrió riesgo en la calidad y cantidad de información levantada. Sin embargo, cabe anotar algunas circunstancias que podrían tomarse en cuenta en futuros procesos de evaluación y/o sistematización: • Tomar en consideración los calendarios festivos de los caseríos, distritos y provincias, que incluyan tanto aniversarios como fiestas patronales, de modo que no exista interferencia por parte del equipo consultor con las actividades propias de celebración y participación de los actores claves en dichas festividades.

• Plantear la necesidad, con tiempos y distancias claramente definidas previos al recojo de información, del desplazamiento del equipo consultor a zonas remotas, de modo que la información pueda ser recogida tomando en consideración el contexto en el que se desenvuelven las organizaciones, en este caso de mujeres, así como la identidad, cultura y los propios retos que tienen que enfrentar en cuanto a sus desplazamientos. Con la intensión de que el equipo consultor pueda acceder a esta información por observación y lograr una mejor comprensión del contexto, además de poder hacer una programación más real y ajustada a las necesidades de recojo de información.

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...las mujeres cuidamos los recursos naturales... ellos nos proporcionan el trabajo y los alimentos para nuestra familia...

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1. MIRADAS DE GÉNERO Y DESARROLLO RURAL DESDE EL PROYECTO El género es la construcción social e histórica que norma, estructura y da significado y poder a los roles y relaciones en cada lugar. De este modo, condiciona e influye en los actores sociales, en las instituciones y en el acceso a los bienes tangibles e intangibles en un territorio, configurando y organizando un sistema de género en el que hombres y mujeres tienen lugar. Desde las distintas experiencias de los programas de desarrollo rural se han empleado diversas estrategias de género para producir los cambios esperables en el marco de relaciones más justas e igualitarias entre los sexos. Básicamente se han privilegiado tres miradas que, a su vez, dan cuenta de los alcances y límites de las mismas: 1) enfoque que circunscribe el género a la participación de las mujeres en su condición de beneficiarias, 2) enfoque que concibe el género a partir del lugar y roles que desempeñan las mujeres en el contexto de la familia y por tanto que las convierte en un actor clave en la lucha contra la pobreza, y 3) enfoque que las considera parte de un complejo entramado de relaciones y procesos sociales y culturales que las mujeres producen y transforman, convirtiéndolas en actoras de cambios en favor de relaciones más justas e igualitarias.

Sobre el punto anterior, conviene resaltar el comentario hecho por Carmen del Pilar Campaña8, quien sostiene que no queda claro si, en esta sistematización, se está hablando de enfoque de género o enfoque para la participación de la mujer en desarrollo. Asimismo, esto hace cuestionar dónde estaba el género y donde el enfoque de la mujer para el desarrollo, es decir, cómo se diferencian ambos conceptos dentro de la sistematización. Por un lado, señala que el enfoque de la mujer en desarrollo se centra en la mujer, en la asistencia técnica a las mujeres para aumentar el ingreso de la familia y en mejorar la posición de poder de la familia. Pero esto no constituye los proyectos de género, puesto que la mujer mejora su posición de poder en la familia mediante acciones específicas para ellas mismas. Por otro lado, el enfoque de género se centra en la mujer como parte de la familia. De este modo, las acciones de género permiten cambiar las relaciones de poder para buscar brechas entre hombres y mujeres. Además, se debe entender que un proyecto nunca desaparece las brechas de género, pero si las disminuyen. Un ejemplo de esto se aprecia en Incahuasi, donde hay una brecha muy grande entre hombres analfabetos y mujeres analfabetas. Muchas mujeres socias o cónyuges no hablan el español, y por lo tanto no pueden lograr capacidades para negociar sus productos, por lo que tienen que recurrir al esposo que sí

8 Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

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habla español. Por consiguiente, las lecciones aprendidas son que las acciones de género se deben identificar a partir de las brechas de inequidad entre hombres y mujeres, dado que las brechas que se encuentran definen la unidad de producción del proyecto, ya sea dentro de la familia, el hogar, o entre los usuarios y/o las usuarias.

7,1% en el 2012. Si bien las tendencias en esta reducción se han dado tanto a nivel urbano (de 4,5% en 2010 a 3,7% en 2012) y rural (de 21,3% en 2010 a 17,3% en 2012), es de notar que la mayor variación se ha dado en el área rural, sin por ello dejar de observar la diferencia significativa que existe entre los porcentajes en esta relación urbano-rural.

2. CARACTERIZACIÓN DEL ÁMBITO DE INTERVENCIÓN El Perú, entre los años 2009 a 2013, ha mostrado una ligera mejoría en cuanto a la reducción de la desigualdad a nivel nacional9, entendida como la distribución de los ingresos, la cual ha sido medida a través del coeficiente de Gini, pasando de 0,47 en el 2009 a 0,44 para el 2013, con moderadas diferencias entre el área urbana y el área rural (de 0,43 a 0,40 y de 0,43 a 0,42, respectivamente). En relación a ello, el Banco Mundial10 además señala que la brecha de pobreza a nivel de la línea de pobreza, que corresponde al déficit promedio de ingreso respecto a dicha línea, a nivel nacional se redujo de 9% en el 2010 a

9 Evolución de la pobreza monetaria 2009 – 2013. Informe Técnico. Instituto Nacional de Estadística e Informática. Lima, mayo 2014. 10 Indicadores del desarrollo mundial. Grupo de trabajo sobre la pobreza mundial. Banco Mundial / Los datos se basan sobre los indicadores de la pobreza de los países y las Estrategias para la reducción de la pobreza del Banco Mundial / www.datos.bancomundial.org 11 Censos Nacionales 2007 – XI de población y VI de vivienda. Instituto Nacional de Estadística e Informática.

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En el año 200711, el Perú llegó a tener el 87.8% de la población total alfabetizada. De esta el 69,6% se concentraba en áreas urbanas y sólo el 18,1% en áreas rurales. La distribución por género fue estadísticamente la misma entre hombres y mujeres del área urbana, mientras que en el área rural el 10,1% de hombres se encontraban alfabetizados en comparación al 8% de las mujeres rurales. Ante ello, el Proyecto Sierra Norte (PSN) consideró que la valoración de los activos de los pobres rurales era la mejor alternativa para la lucha contra la pobreza y para la generación del desarrollo, por lo que para su intervención identificó las provincias y distritos más alejados y pobres de la sierra norte del país, aquellos que denominan “zonas remotas”. El ámbito de intervención del proyecto abarca un total de 115 distritos distribuidos en 12

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provincias de los departamentos de Amazonas, Cajamarca, La Libertad y Lambayeque, organizados en cuatro Oficinas Locales del Proyecto (OLP) que corresponden a Chachapoyas, Celendín, Huamachuco e Incahuasi. Estos territorios se caracterizan por presentar bajos índices de desarrollo humano (el más bajo se encuentra en el distrito de Cañaris con 0,1643) como se puede ver en la Tabla 2; bajos porcentajes de población que ha culminado el nivel secundario de formación (entre 20,09% Cañaris y 45,49% Chachapoyas), pocos años de educación en la población de 25 años a más, con un promedio general entre las OLP de 4 años de estudios; y bajos niveles de ingreso familiar per cápita con un promedio de 257,51 nuevos soles mensuales, siendo los distritos de Cañaris e Incahuasi los que presentan menores niveles de ingreso: 123,8 y 120,5 nuevos soles mensuales, respectivamente.

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Tabla 2. Principales indicadores socio económicos del ámbito del PSN Oficina Local del Proyecto

País/ Departamento/ Provincia/Distrito

PERÚ LIMA AMAZONAS Bongorá OLP Chachapoyas Chachapoyas Luya CAJAMARCA Cajabamba OLP Celendín Celendín San Marcos LA LIBERTAD Julcán Otuzco OLP Huamachuco Sánchez Carrión Santiago de Chuco Gran Chimú LAMBAYEQUE Ferreñafe OLP Incahuasi Cañaris Incahuasi

Índice de desarrollo humano IDH 0.5058 0.6340 0.3846 0.3498 0.4344 0.3076 0.3773 0.2721 0.2529 0.2565 0.4653 0.1671 0.2163 0.1857 0.2866 0.2700 0.4617 0.3546 0.1643 0.1748

Población con educación secundaria completa % 67.87 80.90 53.65 29.46 45.49 34.40 54.78 23.56 26.72 26.39 58.52 23.12 29.83 23.88 30.83 28.89 73.36 53.57 20.41 20.09

Años de educación (Pob. 25 y más)

Ingreso familiar per cápita

Años 9.00 10.75 6.66 6.46 7.80 5.50 6.40 4.79 5.07 4.89 8.42 4.39 4.70 3.93 5.92 5.86 8.46 7.42 3.57 4.19

NS/mes 696.9 1017.0 435.7 455.7 599.8 327.8 421.3 290.4 241.5 267.0 600.1 108.4 159.1 138.0 267.2 248.5 526.9 358.4 123.8 120.5

Elaboración propia. Fuente: Índice de Desarrollo Humano departamental, provincial y distrital 2012. Recálculo según nueva metodología 2010. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD

Considerando estas características socio económicas, el PSN se propuso trabajar con las familias rurales de las zonas remotas identificadas, cuyas actividades económicas generalmente son de subsistencia (agricultura, ganadería, forestería) y constituyen el mayor ingreso familia,

seguido de pequeños negocios que suelen realizar en las ferias dominicales provinciales y/o distritales, así como por la venta de artesanía, animales y subproductos y, en algunas zonas, el turismo.

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...los CLAR, concursos y las visitas guiadas nos sirviĂł mucho....ahora podemos expresarnos!! decimos lo que pensamos, ya no somos miedosas ni mujeres calladas...

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La estrategia del proyecto se centró en el manejo integral de los recursos naturales, como el agua, suelo, vegetación, cultivos, ganadería, entre otros, sobre la base de la economía campesina y la creación de iniciativas o emprendimientos de negocios en función a la demanda del mercado local, regional y nacional. En el desarrollo de las actividades del PSN se han involucrado a mujeres en la conformación de asociaciones y grupos de mujeres ahorristas, ya sea a través de los planes de negocio o planes de manejo de recursos naturales; participación en visitas guiadas, pasantías, rutas de aprendizaje, capacitaciones complementarias, organización y participación en ferias fuera de la localidad. Asimismo, asumiendo roles de animadoras rurales en algunos casos; y, en otros, participando como jurados en los Comités Locales de Asignación de Recursos (CLAR). La situación de las mujeres que habitan en áreas rurales difiere considerablemente a la que experimentan las mujeres urbanas, en cuanto a la distribución de la población, acceso a servicios, ingresos y demás. Frente a ello y a la intervención del PSN, cabe entonces analizar cuáles son los cambios que las usuarias del PSN perciben que se han producido a nivel personal, familiar y colectivo, como resultado de esta intervención.

De este modo, se presenta a continuación los casos consultados en cada uno de los territorios del proyecto, analizados a partir de cuatro dimensiones (institucional, colectiva, familiar y personal) antes explicadas, cuyos indicadores y preguntas orientadoras han servido de guía para recoger las percepciones de los diferentes actores involucrados: usuarias del PSN, mujeres líderes, animadoras rurales, facilitadoras, asistentes técnicos, representantes de OSB, varones jefes de familia y los equipos técnicos de cada OLP.

1. PSN CHACHAPOYAS EL PSN Chachapoyas se encuentra ubicado en la provincia del mismo nombre, en el departamento de Amazonas. Su ámbito de intervención abarca una totalidad de 56 distritos que pertenecen a las provincias de Bongará (12 distritos), Chachapoyas (21 distritos) y Luya (23 distritos), todos ubicadas en la región Amazonas. La meta establecida fue de 1,903 familias rurales que debían ser atendidas por el PSN a través de diferentes actividades12. De acuerdo a la información provista por el PSN, en Chachapoyas se atendieron, a junio de 2014, a un total 4,653 familias, representadas por 3,045 hombres y 1,608 mujeres.13

12 Ámbito de intervención del PSN. http://www.sierranorte.gob.pe/web/ambi.php 13 Véase: Ámbito de intervención del PSN. http://www.sierranorte.gob.pe/web/ambi.php

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2. PSN CELENDÍN

Soy una mujer campesina de la tierra velasquina soy una mujer ahorrista de la provincia celendina Somos mujeres luchadoras y debemos de luchar para salir adelante… Poema para el concurso de mujeres ahorristas14

El PSN Celendín se encuentra ubicado en la provincia del mismo nombre y abarca una totalidad de 23 distritos que pertenecen a las provincias de Cajabamba (4 distritos), Celendín (12 distritos) y San Marcos (7 distritos), todas ubicadas en el departamento de Cajamarca. La meta establecida fue de 6.113 familias rurales que debían ser atendidas por el PSN a través de diferentes actividades15. De acuerdo a la información provista por el PSN, en Celendín se atendieron, a junio de 2014, a un total 6.030 familias, representadas por 4.127 hombres y 1.903 mujeres. A partir

de esta información se pudieron obtener los siguientes resultados. En primer lugar, 3.196 familias en planes de negocio (representadas por 2.175 hombres y 1.021 mujeres) que participaron a través de 267 asociaciones conformadas para los planes de negocio. Entre ellas 203 con miembros mixtos, 45 integradas sólo por hombres y 19 integradas sólo por mujeres. De este total, 89 asociaciones pasaron al segundo tramo y 4 llegaron hasta el tercer tramo de cofinanciamiento a través del PSN. En segundo lugar, el monto máximo total de cofinanciación (PSN y contra-

14 Fragmento del poema elaborado en el marco del concurso de grupos de mujeres ahorristas. Al respecto en un testimonio se señala: “bueno, porque hubo un concurso grupal de mujeres ahorristas y teníamos que presentar un drama, un sketch, un baile, una canción o un poema. Entonces, yo dije ‘voy a sacar mi poema’…” Ella reconoce que esta capacidad la ha desarrollado a partir del proyecto “me he vuelto más inteligente, porque me inspiré para crear poemas”. Entrevista individual a Mujer líder 3 – OLP Celendín. 15 Ámbito de intervención del PSN. http://www.sierranorte.gob.pe/web/ambi.php

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partida) fue de 13 mil soles y el mínimo de 5 mil soles para cualquier de los tipos de asociación, ya sean mixtas, de hombres y de mujeres. Por otro lado, de las 267 asociaciones para planes de negocio, 84 de estas fueron lideradas por mujeres, siendo 117 mujeres en total que ocuparon cargos de representación en estas organizaciones (presidentas y tesoreras). En esta actividad, se tiene que considerar que se sumaron 1.428 mujeres y 413 hombres que se involucraron en los planes de negocio en calidad de cónyuges de algunas(os) socias(os). Por otra parte, es de destacar que del total de asociaciones, 19 de ellas lograron gestionar, por su cuenta, financiamientos con otras instituciones como PROCASUR y AGROIDEAS. En el caso de PROCASUR, el financiamiento se dirigió a 7 asociaciones con montos entre 6 mil y 12 soles, aproximadamente. En el caso de AGROIDEAS el financiamiento fue para 12 asociaciones con montos que variaron entre los 124 mil y 376 soles. Fue destacable el caso de la única asociación integrada sólo por mujeres que llegó a contar con el financiamiento de AGROIDEAS por 178.5 mil soles, para lo cual tuvieron que garantizar una contrapartida de 44.6 mil soles entre las 15 socias que integran la asociación16.

Asimismo, 2.834 familias en los planes de manejo de recursos naturales (representadas por 1.952 hombres y 882 mujeres) participaron a través de 42 organizaciones, todas mixtas, entre las cuales, ocho de ellas fueron lideradas por igual número de mujeres, ya sea que ocuparan el cargo de presidenta o tesoreras de la organización. Se suman a esta actividad 1.533 cónyuges involucrados(as) en las tareas de planes de manejo de recursos naturales (1.350 mujeres y 183 hombres) como soporte de la socia o socio de la organización. En el caso de los planes de manejo de RRNN, los montos de financiamiento oscilaron entre los 10.300 soles y 40.620 soles. Por otro lado, se conformaron 254 grupos de mujeres ahorristas con un total de 3.960 mujeres que las integraron, con igual número de cuentas de ahorros abiertas y utilizadas durante la duración de las actividades del PSN. 3.358 de ellas tenían más de 24 años de edad y 602 se encontraban por debajo de esta edad. También, es de destacar que 838 familias contaron con microseguros adquiridos por 341 hombres y 497 mujeres. Además, 4.173 mujeres recibieron capacitación financiera, ya sea a través del grupo de ahorristas o por la adquisición de los microseguros.

16 Asociación de Mujeres Agropecuarias y Artesanales Las Aventureras del Centro Poblado de Muyoc Chico, distrito de Miguel Iglesias. Provincia de Celendín. Rubro pecuario. Presidenta: Sr. Bertha Emérita Saldaña Ramírez. Tesorera: Sra. Rosa Elvira Cotrina Marín. El financiamiento fue destinado al incremento de la producción de leche cruda.

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Asimismo, 12.768 usuarios(as) del PSN participaron en visitas guiadas, pasantías, rutas de aprendizaje, capacitaciones complementarias, organización y participación en ferias. Del total fueron 7.763 mujeres que se desplazaron hacia otros lugares para ello, que equivale al 61% de participación de mujeres en estas actividades. De ellas, el 85% era mayor de 24 años de edad.

Por su parte, las asociaciones eligieron entre sus integrantes a 63 animadores rurales, de los que 52 eran hombres y 11 fueron mujeres. Asimismo, contrataron, como parte de los compromisos con el PSN, a 292 asistentes técnicos, 41 de ellos fueron mujeres y 251 hombres. Del mismo modo, se contrataron asistentes técnicos para los PMRN, en dicho caso fueron un total de 52 asistentes técnicos, entre los que se encontró sólo una mujer.

3. PSN HUAMACHUCO

...que es difícil, sí…en el campo aún es difícil que la mujer salga de ese espacio reducido que se le ha dado por mucho tiempo, pero eso está cambiando, hay gerentes, alcaldesas; aquí en el proyecto, la misma coordinadora es mujer… Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

El PSN Huamachuco tiene como sede la ciudad del mismo nombre y el ámbito de intervención abarca 34 distritos distribuidos entre las provincias de Julcán (4 distritos), Otuzco (10 distritos), Sánchez Carrión (8 distritos), Santiago de Chuco (8 distritos) y Gran Chimú (4 distritos). Todas de estas provincias pertenecen al departamento de La Libertad. Para Huamachuco el proyecto estableció la meta de atención a 10.781 familias rurales a través de los componentes del proyecto17.

De acuerdo al registro de indicadores del PSN provisto por el proyecto, se llegaron a atender hasta junio de 2014 a 6.557 familias, representadas por 4.191 hombres y 2.366 mujeres. Para estas familias se alcanzaron los siguientes resultados. En primer lugar, se apreció que hubo 2.839 familias dentro del componente de Planes de Negocio, representadas por 1.694 hombres y 1.145 mujeres. Adicionalmente, a los miem-

17 Ámbito de intervención del PSN. http://www.sierranorte.gob.pe/web/ambi.php

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bros socios (hombres y mujeres) se sumaron un total de 1.373 personas que se involucraron en las actividades de la asociación en calidad de cónyuges (1.016 mujeres y 357 hombres). En segundo lugar, estas familias se organizaron a través de 311 asociaciones constituidas y formalizadas con este fin. Entre ellas, 257 integradas por miembros mixtos (en promedio 11 hombres y 9 mujeres), 31 integradas sólo por hombres y 23 sólo por mujeres. Del total, 62 pasaron al segundo y tercer tramo del PSN. Es decir, se presentaron en total 379 planes de negocio que fueron cofinanciados por el PSN. Por una parte, del total de asociaciones para PDN, 108 fueron lideradas por mujeres con un total de 117 mujeres que ocuparon cargos en la Directiva, ya sea como presidentas o como tesoreras. Por otra parte, es importante mencionar que del total de asociaciones, 24 de estas gestionaron y lograron acceder a otros financiamientos por cuenta propia. Las instituciones que las acogieron fueron: FondoEmpleo financió 17 asociaciones, PROCOMPITE – Sanagorán a 4 asociaciones, AGROIDEAS a 1 y CEDEPAS Norte a 1 asociación. Asimismo, 3.718 familias fueron atendidas a través del componente de Planes de Manejo de Recursos Naturales, estas familias fueron representadas por 2.497 hombres y 1.221 mujeres, a este número de hombres y mujeres se suman un total de 1.653 personas que se participaron en las actividades de PMRN en calidad de cón-

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yuges (1.446 mujeres y 207 hombres). El total de familias de PMRN que participaron, a través de 102 organizaciones, se aprecia que 97 tuvieron integrantes de ambos sexos (en promedio 12 mujeres y 23 hombres), cuatro organizaciones integradas sólo por hombres y tan solo una organización de mujeres. De la totalidad de organizaciones para PMRN 39 fueron lideradas por 47 mujeres, ya sea que ocuparan cargos de presidentas o tesoreras de dichas organizaciones. Además de esto, de las 102 organizaciones, 88 tuvieron participación en un segundo año de PMRN. Y, de estas, 69 en otra oportunidad un tercer año; con lo cual se adquiere un total de 259 planes de manejo de recursos naturales. También, 1.751 mujeres se organizaron para conformar 70 grupos de mujeres ahorristas. De este total, la mayor cantidad de ellas, 1.532 mujeres, tenían más de 24 años de edad y sólo 219 eran menores de 24 años. Del mismo modo, 1.510 familias adquirieron microseguros, representados por 605 mujeres y 905 hombres. Además, un total de 4.498 mujeres recibieron capacitación financiera a través de los grupos de ahorristas o por la adquisición de los microseguros. Por otro lado, un total de 12.257 usuarios(as) del PSN participaron en capacitaciones, visitas guiadas, rutas de aprendizaje, pasantías, capacitaciones complementarias, organización y participación en ferias, para PDN y PMRN. Del total fueron 6.365 mujeres que tuvieron que

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desplazarse fuera de su localidad para poder participar en estas actividades, equivaliendo al 52% del total. De ellas, el 86% fueron mujeres mayores de 24 años de edad. Como parte de las actividades de las asociaciones, eligieron entre sus miembros a 262 animadores rurales, de los cuales 197 fueron hombres y 65 mujeres. De igual manera, contrataron a asistentes técnicos como parte de los compromisos adquiridos con el PSN; con lo cual, de un total de 288 asistentes técnicos, 80 fueron mujeres y 208 hombres. Por su parte los PMRN también requirieron de la contratación de asistentes técnicos, de un total de 236 asistentes técnicos contratados, 52 fueron mujeres y 184 hombres.

4. PSN INCAHUASI El PSN Incahuasi se encuentra ubicado en la provincia de Ferreñafe, departamento de Lambayeque. Su ámbito de intervención abarca los distritos de Incahuasi y de Cañaris (02 distritos), pertenecientes a la provincia de Ferreñafe. La meta establecida fue de 1,243 familias rurales

que debían ser atendidas por el PSN a través de diferentes actividades.18 De acuerdo a la información provista por el PSN, en Incahuasi se atendieron, a junio de 2014, un total de 2,313 familias, representadas por 1,371 hombres y 942 mujeres,19 con los siguientes resultados. En primer lugar, se perciben 1,261 familias en el componente de Planes de Negocio, representadas por 652 hombres y 609 mujeres.20 Estas familias se organizaron a través de 78 asociaciones constituidas y formalizadas que participaron en las convocatorias del componente de PDN,21 70 de ellas con sólo iniciativas de PDN y 08 con iniciativas de PDN y PMRN. A diferencia de las demás OLP, en el caso de Incahuasi la totalidad de asociaciones son mixtas, registrándose en PDN 1,261 familias socias, con 652 socios varones y 609 mujeres. En segundo lugar, de las asociaciones participantes en las convocatorias de PDN, 69 iniciativas resultaron cofinanciadas por el PSN y escalaron del siguiente modo: 30 iniciativas en el primer tramo, 23 pasaron al segundo tramo y 16 al

18 Véase: Ámbito de intervención del PSN. http://www.sierranorte.gob.pe/web/ambi.php 19 Véase: Documento “PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014)” 20 A diferencia de las otras OLP, en el caso de Incahuasi no se consigna información sobre las personas cónyuges de los y las asociados. 21 El número de organizaciones para PDN en realidad es menor. En la información consignada, las organizaciones participantes del primer tramo se vuelven a contabilizar en el proceso de escalamiento al tramo II y al tramo III. Es decir, las organizaciones que llegaron al tramo III han sido contabilizadas 03 veces, y las que llegaron al tramo II fueron contabilizadas 02 veces.

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tercer tramo. Asimismo, del total de asociaciones beneficiarias con financiamiento de PDN, 12 fueron lideradas por mujeres con un total de 16 mujeres que ocuparon cargos en la Directiva, ya sea como presidentas o como tesoreras. También se debe tomar en cuenta que, del total de asociaciones beneficiarias con financiamiento de PDN, 14 gestionaron y accedieron a otros financiamientos. De estas 14 asociaciones, 01 obtuvo financiamiento de 2 instituciones, 02 de 3 instituciones y 02 de 4 instituciones. Y las instituciones que otorgaron ayuda financiera fueron: CES-Solidaridad a 8 asociaciones, PROCOMPITE a 5 asociaciones, Sierra Exportadora a 3 asociaciones, Inkañaris a 2 asociaciones, Programa Conjunto a 2 asociaciones, y luego, CICAP, CECANOR y PROAASA con 1 asociación. Por otro lado, 1,052 familias participaron a través del componente de Planes de Manejo de Recursos Naturales. Estas familias fueron representadas por 719 hombres y 333 mujeres. A diferencia de las demás OLP, en el caso de Incahuasi, la fuente no consigna información sobre participación de las y los cónyuges. Estas familias participaron a través de 13 organizaciones, 05 de ellas con iniciativas de PMRN y 08 con iniciativas de PNMR y PDN. La composición de estas organizaciones es mixta (hombres y mujeres).22

Del total de organizaciones beneficiarias con financiamiento de PMRN, 04 fueron lideradas por mujeres, con un total de 06 mujeres que ocuparon cargos en la Directiva, ya sea como presidentas o como tesoreras. Además, de las 13 organizaciones indicadas, 13 participaron en el primer año, 08 en el segundo año y 10 en el tercer año;23 dando un total de 31 iniciativas de planes de manejo de recursos naturales. Otro punto interesante es que 855 mujeres se organizaron para conformar 64 grupos de mujeres ahorristas. Del total de mujeres participantes, la mayoría era mayor de 24 años, es decir, 714 mujeres; mientras que, sólo 141 eran menores de 24 años. En cuanto a lo referente a los microseguros, 581 familias los adquirieron, representadas por 323 mujeres y 258 hombres. Un total de 891 mujeres recibieron capacitación financiera a través de los grupos de ahorristas y/o por la adquisición de los microseguros. Además de esto, un total de 681 usuarios(as) del ámbito del PSN Incahuasi participaron en capacitaciones a través de visitas guiadas, pasantías, rutas de aprendizaje, capacitaciones complementarias, organización y participación en ferias. Del total, 430 fueron hombres y 251

22 De acuerdo a la información del PSN, en las convocatorias de PDN y PMRN, en la OLP Incahuasi participaron 83 organizaciones, del siguiente modo: 70 con iniciativas de PDN, 05 con iniciativas de PMRN y 08 con iniciativas de PDN y PMRN. Véase: Documento “PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014)”. 23 Véase: Documento “OLP Incahuasi: Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014)”.

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mujeres (36.8%). Del total de mujeres capacitadas, 237 eran mayores de 24 años (94.4%). Como parte de las actividades de PMRN las asociaciones eligieron entre sus miembros a 37 animadores rurales, de los cuales 36 fueron hombres y solo 01 mujer. Y, del mismo modo, contrataron a 23 asistentes técnicos, de los cuales 22 fueron hombres y solo 01 mujer. En el caso del componente de PDN, las asociaciones contrataron a 64 asistentes técnicos, de los cuales 53 fueron hombres y 11 mujeres. Como se ha indicado antes, el PSN organizó sus actividades y estrategias a partir de 03 componentes: el manejo comunal de recursos naturales y valorización de los activos físicos, el desarrollo de iniciativas empresariales y fortalecimiento de los activos financieros y el fortalecimiento del desarrollo territorial y gestión del conocimiento. El PSN Incahuasi contó además con la particularidad de ejecutarse a través de un sub-proyecto de desarrollo integrado, con la participación conjunta de ActionAid.24

Del mismo modo, Incahuasi difiere de las demás OLP por los factores culturales y materiales que han colocado a sus poblaciones en mayor situación de desventaja. Una primera diferencia es de carácter cultural, que se manifiesta en la fuerte vitalidad de la lengua, la vestimenta y prácticas sociales indígenas. La población es casi en su totalidad originaria del lugar (99%) y es fundamentalmente quechua (69%).25 En relación a las vestimentas, las comunidades de Incahuasi y Cañaris se caracterizan por la usanza de prendas de vestir muy tradicionales y coloridas por parte de las mujeres. Y se caracterizan por la vitalidad de las prácticas económicas de intercambio no monetarias (trueque). En relación a los ingresos económicos, el ingreso per cápita mensual, en el ámbito de intervención de Incahuasi, es de 145 soles, muy por debajo del promedio de todo el ámbito del PSN que llega a los 316 nuevos soles.26 Del mismo modo, se dan las mayores tasas de analfabetismo en jefes de hogar, alcanzando al 35% de estos, mientras que la media para el ámbito del PSN llega al 18%.27 Y en relación a indicadores

24 Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, pp. 13-14. 25 La población originaria nacida en el ámbito de intervención del PSN es del 88%, mientras que en Amazonas es del 71%, en Cajamarca del 90% y en La Libertad del 92%. En relación al idioma, la población quechua para el ámbito de intervención del PSN es del 3%, mientras que en Amazonas es del 1%, y en Cajamarca y La Libertad el idioma prácticamente desaparece con 0%. Ibíd., pp. 31. 26 En el caso de Amazonas, el ingreso per cápita mensual es de 539 soles, en Cajamarca es de 285 y en La Libertad es de 251 soles. Ibíd., pp. 27. 27 En tasas de analfabetismo en jefes de hogar en las demás ámbitos de intervención están por debajo de Incahuasi, en Amazonas llega al 13%, en Cajamarca al 21% y en La Libertad al 17%. Ibíd., pp. 26.

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de salud, en Incahuasi se dan las mayores tasas de desnutrición severa en niños menores de 05 años, alcanzando al 18% mientras que la media para el ámbito de intervención del PSN llega al 09%.28 Del mismo modo, es importante anotar que cuando estos datos se desagregan por sexo, las desventajas en Incahuasi se acentúan en el caso de las mujeres. Por su parte, el equipo técnico de Incahuasi pone de relieve el proceso de diferenciación interna de las comunidades de Incahuasi y Cañaris, que básicamente se explicaría por la ubicación geográfica y altitud en la que se localizan sus centros poblados (entre los 310 y 4,000 msnm) y el acceso a servicios y mercados más dinámicos de la parte costera. Esta diferenciación estaría afectando la cultura tradicional y la organización social y económica, así como las relaciones de género. A continuación, se expondrán los resultados obtenidos de cada PSN siguiendo el modelo de estudio de las dimensiones, es decir, la dimensión institucional, la dimensión colectiva, la dimensión familiar y la dimensión personal. De esta forma, se buscará mostrar los resultados de acuerdo a cada dimensión estudiada.

A. DIMENSIÓN INSTITUCIONAL Como se ha indicado antes, el PSN se organizó alrededor de tres componentes, los cuales son: 1) manejo comunal de recursos naturales y valorización de los activos físicos, 2) desarrollo de iniciativas empresariales y fortalecimiento de los activos financieros, y 3) fortalecimiento del desarrollo territorial y gestión del conocimiento. Cada uno de estos componentes supuso el desarrollo de un conjunto de actividades y estrategias de intervención.29 Para fines de la sistematización de la experiencia del PSN Chachapoyas se hará referencia únicamente a los dos primeros componentes. De acuerdo a lo previsto en las estrategias de intervención del proyecto, las actividades se iniciarían a partir de campañas de información, que incluían: talleres, folletos, programas radiofónicos, etc. Sin embargo, por lo recogido a través del Equipo de la OLP, de las mujeres líderes y otros involucrados (as), el inicio de estas actividades se tornó algo compleja, pues existían un conjunto de condiciones que dificultaban las posibilidades de una relación de confianza entre el proyecto y las poblaciones a las que se pretendía llegar.

28 Las tasas de desnutrición severa en niños menores de 05 años en Amazonas alcanza al 5%, en Cajamarca al 6% y en La Libertad al 12%. Ibíd., pp. 40. 29 Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012.

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Estas condiciones podrían responder a distintas experiencias, como son: una fuerte desconfianza de las comunidades rurales respecto a los intereses del Estado en el campo, experiencias negativas con otros actores externos que han engañado o estafado a las comunidades, estructuras patriarcales y de poder tradicionales que llevan a desconfiar de programas que priorizan su relación con las mujeres, entre otros. El Equipo de la OLP, frente a estas condiciones,

flexibilizó sus estrategias de modo que estas pudieran responder y adaptarse a las circunstancias locales. En este sentido, una pieza clave en esta primera etapa del proyecto fue la de las facilitadoras(es) y promotoras(es), quienes realizaron los recorridos que permitirían establecer las rutas de intervención y tomar contacto con los y las potenciales contrapartes del proyecto. Al respecto una de las facilitadoras refiere:

…Porque cuando yo vine a trabajar en el proyecto, tenía que ir yo a las comunidades y recibí de ellas en un primer momento el recelo de que alguien más viene a engañarnos. Luego, cuando ya empezamos a trabajar nuestros talleres muy a menudo, ellas vieron que lo que yo les decía era verdad y la presencia del proyecto estaba ahí, entonces ellas dijeron: esto es verdad, las reuniones con ellas y así ya nos íbamos conociendo… Entrevista individual a Facilitadora – PSN Chachapoyas

Como refiere el equipo de la OLP, la primera entrada fue ir y respetar las estructuras sociales que existían. Para ello, contaban con una lista de comunidades que debían ser visitadas una por una y, en los lugares donde no hubiese estructura definida, debía identificarse a los grupos existentes. De este modo, se encontraron con mujeres organizadas por el Municipio de Inguilpata para entregarles cuyes, en Luya Viejo

contaron con una señora catequista identificada con los temas ambientales, y en Jalca Grande la comunidad no aceptó, pero se contactó a un grupo de artesanas.30 De este modo, el componente de planes de manejo de recursos naturales (PMRN) se empezó a trabajar con las comunidades campesinas, pero cuando estas no aceptaban se pedía que for-

30 Información proporcionada por el Equipo Técnico de la PSN Chachapoyas. Véase: Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Chachapoyas.

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men una organización, de preferencia liderada por mujeres. Se contaba con un padrón de integrantes o asociados, donde se registraba a los jefes de familia, independientemente que sean hombres o mujeres quienes trabajaban.31 La asignación de recursos se concretaba a través de Comités de carácter multisectorial (Comité Local de Asignación de Recursos - CLAR),32 en base a concursos, incentivos y asistencia técnica. Para el caso del componente de desarrollo de iniciativas empresariales (planes de negocio-PDN), la mayor parte de asociaciones se organizaron a partir del proyecto. Como en el caso de los PMRN, los recursos se asignaban a través de los CLAR y se concretaba a través de asistencia técnica. La mayor demanda en PDN se dio, en primer lugar, para la mejora de la crianza de cuyes; en segundo lugar, para el tema de la ganadería y lácteos y derivados, y, finalmente, para el tema de artesanía. Demostrándose que la asistencia técnica orientada por la demanda ha sido muy valorada por las y los beneficiarios del proyecto. En este mismo componente, la actividad de planes de ahorro tuvo como protagonistas cen-

trales a las mujeres ahorristas. Para este fin, las facilitadoras del PSN salían a hacer la labor de promoción y formaban grupos por afinidad de 15 o 20 mujeres. Se hacía la parte inductiva en el propio lugar y luego se trasladaba a las mujeres ahorristas a la ciudad de Chachapoyas, en el marco del convenio suscrito entre el PSN y la Caja Nuestra Gente (hoy Financiera Confianza). La caja también les hacía una inducción del ahorro identificado desde la entidad financiera y luego procedían a la apertura de la cuenta. Otro elemento importante, y claramente identificado por las y los beneficiarios del proyecto, ha sido el mapeo de los activos comunitarios tangibles e intangibles. La estrategia metodológica fue la del uso de los “mapas parlantes” que implicó la participación e involucramiento de distintos representantes de la comunidad (hombres y mujeres) que, con el soporte de los asistentes técnicos del PSN, identificaban sus activos en el tiempo (pasado y presente) con el propósito de plantearse posibles escenarios futuros. Sin duda la experiencia ha constituido un importante aprendizaje para la gestión del conocimiento comunitario en las mujeres, como refieren las usuarias en un diálogo colectivo:

31 Al respecto, el Equipo de la PSN refiere que con el tiempo se hizo evidente que quienes más trabajaban eran las mujeres. Ibíd. 32 El mecanismo de asignación de recursos para PMRN y PDN ha sido competitivo (a través de concursos). El Comité Local de Asignación de Recursos (CLAR) se encargaba de evaluar las propuestas presentadas por las comunidades y asociaciones. Contaba entre 8 o 9 integrantes: un representante del gobierno regional, de la municipalidad, de las organizaciones sociales, de la comunidad campesina, de productores, grupos de mujeres agro-rural y de la Secretaría Técnica del PSN. Ibíd.

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“…el mapa parlante es un trabajo que yo no voy a olvidar nunca…. era pues un mapa del pasado, un mapa del presente, un mapa del futuro, donde tenías que considerar visiones a futuro…. era importante porque podemos alcanzar que es lo que queremos. Ahí demostrábamos nuestros trabajos y que es lo que queremos con el tiempo…”. Entrevista grupal a usuarias– PSN Chachapoyas

En relación al enfoque de género, este ha sido concebido por la intervención y el Equipo del PSN Chachapoyas como la participación de las mujeres en el contexto de la familia rural, que es a su vez la unidad beneficiaria directa del proyecto (20,040 familias). En este marco, las acciones y estrategias desarrolladas con las mujeres se orientaron a promover sus derechos civiles, plena participación en sus localidades, reducir su carga de trabajo y desarrollar su capacidad de liderazgo. De esta forma, se siguieron las orientaciones del Plan de Acción sobre Género del FIDA, las cuales fueron: • Sensibilización y capacitación respecto a las ventajas de la inclusión financiera. La actividad de planes de ahorros supuso un trabajo previo de sensibilización y capacitación orientada a ganar la confianza de las mujeres ahorristas en favor de un sistema visto como distante de la experiencia cultural (“guardar la plata en casa”) en las zonas rurales más alejadas. Este esfuerzo en el camino supuso superar problemas serios, como el ocurrido

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con la Caja Piura, que maltrataba a la gente, por lo que el PSN tuvo que apelar a la alta dirección de la Caja para revertir esa situación. • Fomento de la organización y/o la asociación entre mujeres (aunque no exclusivo a mujeres). El PSN de Chachapoyas fomento en forma preferente la organización de las mujeres en las zonas donde las comunidades se resistían a participar y/o se identificaron las experiencias previas de asociación y/o liderazgos femeninos para promoverlos o fortalecerlos. Este fomento de la organización de mujeres se vinculó especialmente a las actividades de PDN y planes de ahorro, y excepcionalmente a los PMRN, pues en Chachapoyas se desarrolló una convocatoria específica para mujeres a fin de posicionar la necesidad de participación de las mujeres. • Capacitación y asistencia técnica según necesidades y demanda de las mujeres. Las usuarias del PSN destacan en particular la importancia de las capacitaciones recibidas en distintos niveles, a través de las facilitadoras del PSN, así como por la asistencia técnica solicitada y contratada por ellas. En muchos casos esta ha sido una experiencia novedosa,

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como lo refiere una usuaria al decir: “…yo no sabía que es exponer,… ni tampoco participar en público, en concursos tampoco, no sabía y después aprendí…”. • Fortalecimiento de capacidades a través de pasantías, en el marco del respeto y reconocimiento de la diversidad cultural. En este sentido se ha fomentado el desarrollo de pasantías de mujeres líderes para que puedan conocer experiencias mejoradas de otras instituciones (universidades), comunidades, asociaciones y/o mujeres rurales. En este sentido, el equipo de la OLP refiere que las “pasantías no son tan lejanas, son casi territoriales, entonces ellas están comparando, perciben claramente su naturaleza y eso les sirve como motivación”. • Visitas domiciliarias para llegar a las mujeres que tenían mayores dificultades para participar. Esta ha sido una paciente estrategia que ha implicado múltiples aprendizajes y capacidades que han permitido llegar a mujeres cuyos esposos y familias dificultaban el relacionamiento de estas mujeres con la oferta del PSN. • Valoración y reconocimiento de los saberes locales de las mujeres. El equipo del PSN llama la atención de los saberes cotidianos de las mujeres, así como su arte tradicional (característico de la región Amazonas), los mismos que forman parte de las fuentes de generación de ingresos de las familias. • Desarrollo de espacios y vínculos de confianza para tratar situaciones que afectan particularmente a las mujeres rurales. El equipo del PSN (técnico y facilitadoras) refieren que

el proyecto ha generado espacios complementarios (no formales) para trabajar temas relacionados a la autoestima de las mujeres. Esto ha sido posible dado el clima de confianza y empatía que ha permitido tratar temas relacionados a la personalidad, autoestima, el hablar en público, hasta los relacionados a la violencia familiar, las ITS, etc. Se resalta este esfuerzo pues, a pesar de no haberse programado expresamente, es una constante en las referencias de la casi totalidad de personas entrevistadas. Probablemente en el PSN Chachapoyas se han promovido muchas otras acciones orientadas a conseguir algún impacto particular en las mujeres. En este sentido, se debe indicar que las acciones identificadas antes cuentan con un amplio consenso entre las distintas personas entrevistadas para efectos del presente informe. En relación a la pertinencia de las acciones desarrolladas por el PSN en las zonas de intervención de la región Amazonas, las usuarias y mujeres líderes involucradas manifiestan un amplio nivel de satisfacción. En particular destacan la importancia y valor que han tenido las capacitaciones, asistencia técnica, pasantías y los aprendizajes que les han permitido emprender iniciativas que antes no eran capaces de promover. Así como también el hecho de reconocerse ahora parte de un tejido más amplio, un tejido de redes y solidaridades entre mujeres que hoy se reconocen y pueden compartir intereses en común.

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Al respecto, y reflexionando más sobre este punto, Patricia Carrillo destaca que el proyecto favoreció para que las mujeres se sientan actoras al igual que los hombres en la organización, en la familia, en la comunidad, etc.; por lo que es importante destacar la acción social de las mujeres exclusivamente. Sin embargo, también es de suma importancia tener en cuenta las manifestaciones de violencia en el ejercicio de poder, en relación con la participación social. Carrillo intuye que no se les preguntó a los

hombres sobre la autonomía y el ejercicio de poder, y se pregunta ¿Qué pasó con los hombres cuando ya no podían controlar el dinero? Por su parte, las mujeres salieron de lo doméstico y han ingresado al mundo de lo económico, pero ¿los hombres han ingresado al mundo doméstico? Se considera que las mujeres suelen ser pobres de tiempo al estar recargadas de diversas actividades. Más aun, dentro de su intervención al respecto de esta sistematización, señala literalmente que:

“No obstante, se debe recalcar que se dio autonomía económica a las mujeres, por lo tanto ya no se debe hablar de beneficiarias, sino de ciudadanas. El Estado tiene que tener claro que las mujeres son ciudadanas y todo proyecto con enfoque de género debe fijarse en las diferencias entre hombres y mujeres”. Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

Asimismo, las usuarias y lideresas entrevistadas valoran positivamente su propia experiencia como una experiencia de cambio, que les ha permitido ganar el reconocimiento de sus fa-

milias y de la comunidad, así como la confianza obtenida sobre sus propias capacidades. Como lo refiere una de las usuarias:

“…claro, eso es justo lo que mi asociación tiene bastante capacidad. En cinco meses hemos obtenido esto y queremos continuar adelante, ahora hemos tenido una fiesta patronal en Trita y hemos hecho el negocio ya, lo más importante es que estamos avanzando y que tengo dos personas más aparte de mí a las que los esposos les ayudan bastante y estoy contenta”. Entrevista grupal a usuarias del PSN –PSN Chachapoyas

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Finalmente, como en otros casos, las usuarias y lideresas van a plantear la necesidad de continuidad del proyecto para que este llegue a las

mujeres que aún no han participado de la experiencia. Así una de las mujeres líderes propone:

“…Yo quiero sugerir algo importante, que el proyecto Sierra Norte debe continuar en nuestro departamento para poder llegar así a las mujeres, organizándolas y haciendo conocer sus valores, sus derechos, porque sí hay organizaciones sociales, pero no es como Sierra Norte…, por eso yo lo sugiero que debe continuar, llegando a otras comunidades de lo que no han llegado, para que de esta manera pueda haber un cambio...”. Entrevista individual a Mujer líder – PSN Chachapoyas

Por otra parte, desde el equipo técnico de la OLP, la institucionalización y sostenibilidad de los aspectos exitosos de la experiencia parecen vislumbrarse a través de la cada vez mayor participación de las mujeres y sus espacios or-

ganizativos, así como a través de los arreglos institucionales territoriales donde confluyan las mujeres organizadas, las instituciones cooperantes y las autoridades y gobiernos locales.

La experiencia del PSN habría contribuido en forma sustantiva al desarrollo y potenciación del capital humano y capital social de las mujeres rurales. En este sentido, el equipo de la OLP Chachapoyas identifica las posibilidades de institucionalización de la experiencia en la propia acción de las mujeres, especialmente de las organizadas. Esto se logra al dar cuenta de procesos que evidencian el fortalecimiento y desarrollo de las capacidades y saberes locales de las mujeres, así como de habilidades para ensayar

“en sus negocios diversas actividades de acuerdo a como se manejan en su relacionamiento y según el mercado… Esa es la posibilidad que les permite mantenerse…”. Del mismo modo, refieren como ventaja las múltiples posibilidades de la asociación entre mujeres y para las mujeres, más allá de los propósitos de emprendimiento que formalmente las convoca. Como indica uno de los integrantes del equipo técnico:

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“…esos grupos que se han organizado son tan importantes si se quiere decir para reuniones sociales, es decir no solamente hablan de negocios, sino que también tienen tiempo para hablar de su problemática como de la salud, educación, etc. es un encuentro donde planifican sus actividades o trueques…”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Chachapoyas

Asimismo, el equipo de la OLP -desde el enfoque territorial que orienta las acciones del PSNha buscado involucrar a una serie de actores para el desarrollo de sinergias que sumen en favor de las experiencias exitosas del proyecto. En este sentido, son importantes los vínculos y asociaciones desarrollados con los gobiernos locales, con los que han trabajado en el área de conservación que corresponde al componente de manejo de recursos naturales. Y también en la generación de empleo temporal (donde los municipios tienen metas específicas), suscribiendo convenios en un marco que ha facilitado inversiones público-privadas. Así, el equipo ve que las mejores posibilidades para la continuidad y sostenibilidad de los aprendizajes del PSN se darían fundamentalmente a través de los gobiernos locales y, eventualmente, con algunas ONG. No se percibe un interés manifiesto en el gobierno regional aun cuando pueden haber confluido en acciones específicas. En el caso de Celendín, el PSN inicia sus acciones en setiembre de 2009; sin embargo, las actividades propiamente dichas del proyecto

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inician en enero de 2010. La estrategia planteó a la “familia” como unidad de atención (metas) y la organización del trabajo en “respuesta a la demanda”, vale decir, que el PSN facilitó los procesos para las asociaciones (PDN) y organizaciones (PMRN) en función de lo que estas decidían hacer. En los primeros meses de acción del PSN, se realizaron recorridos por el ámbito de intervención estableciendo “rutas” a través de las cuales los(as) facilitadores(as) y promotores(as) podrían desplazarse realizando la convocatoria para asociaciones y agrupaciones. Estas rutas permitieron al equipo técnico hacer un uso más eficiente del tiempo de trabajo. El PSN debía realizar una serie de capacitaciones dirigidas a la conformación de organizaciones (PMRN) y de asociaciones (PDN), que en este segundo caso abarcaba el acompañamiento en todo el proceso de formalización a través de la constitución e inscripción en Registros Públicos, lo que según manifiesta el Equipo Técnico demandó un tiempo considerable del proyecto.

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A través de la formalización, las asociaciones se encontraron en la posibilidad de acceder al financiamiento del PSN y en contrapartida debían garantizar no sólo un aporte monetario, sino que debían asumir una serie de responsabilidades en el manejo de los recursos económicos. Para esto debían seguir el plan establecido, en tiempos y con resultados previamente programados, lo que implicó reforzar aún más la formalización de las asociaciones. Un elemento básico para las asociaciones fue la elaboración de “mapas parlantes”, a través de los que la población podía manifestar sus demandas en función de demostrar lo que habían sido, lo que eran en la actualidad y lo que

deseaban ser en el futuro, y así hacer sus propuestas de PND y/o PMRN. Ello implicó dos cosas: una, que el equipo del proyecto tenía que desplazarse necesariamente a los territorios de las organizaciones para observar la viabilidad de futuros planes. Además debían replantear el número de integrantes que formarían una asociación, en tanto que mayores números de integrantes derivaban en rupturas de la asociación, mientras que grupos más pequeños y con lazos de unión por costumbres y actividades económicas, resultaron mejor. A este punto se podría decir que el enfoque territorial se fue moldeando a medida que el proyecto avanzaba y de manera particular para los ámbitos de intervención del PSN Celendín. Al respecto se señala:

…los mapas parlantes empezaron en julio de 2010, a partir de ahí se empieza a armar los grupos, se contrata a un consultor… que venía del sur, ellos dijeron que el plan de manejo deberíamos implementarlo con 100 familias como mínimo, pero en el ínterin, los resultados con 100 familias acá no se han dado, e iban bajando… pusimos como mínimo 40 familias porque ya se iban desintegrando las organizaciones, íbamos bajando. Hoy en día, pienso en la práctica, deberíamos ver, ayer vimos con el ingeniero más un tema de cuentas o microcuencas, algún territorio donde las familias se unan por costumbres, por un mismo desarrollo económico que tienen ellos para, probablemente, poder trabajar. Pienso que se habrán estabilizado entre 25 o 30 familias, y eso con mucho entusiasmo. Promotor de PSN Celendín

La otra implicación fue que, los mapas parlantes fueron condicionados a la participación de

ancianos, mujeres, jóvenes y niños, en función de la diversidad de saberes y expectativas que

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cada grupo tendría sobre el desarrollo de su territorio. De esta manera, se convirtió en la actividad que permitió y promovió la participación de la mujer. Posteriormente, se conforman los grupos de mujeres ahorristas, con lo que la participación de la mujer queda mucho más afianzada. El Equipo Técnico de Celendín manifiesta que no contó con un proceso de inducción sobre el enfoque de género propiamente dicho. Sus aproximaciones sobre el enfoque de género van entre definirlo como la toma de decisiones de manera conjunta entre hombre y mujer; que ambos (hombre y mujer) integran un sistema en cuyos aspectos productivos y reproductivos cada uno tiene una función; igualdad de oportunidades y de derechos, siendo la sociedad la que debe brindar las mismas oportunidades a ambos; hasta la igualdad en todo, considerando que lo único que diferencia a hombres y a mujeres es el sexo (Entrevista grupal al Equipo Técnico de la OLP Celendín). A pesar de lo manifestado, las acciones que se desarrollaron estuvieron orientadas a lograr un mayor involucramiento de las mujeres -además de los mapas parlantes y la conformación de grupos de mujeres ahorristas- por otros ámbitos, por lo que: • Se contó con un programa radial para poder difundir mensajes y capacitaciones sobre asociaciones, grupos de ahorristas, valores, cambios de actitud, temas técnicos, entre otros. Estos resultaron ser sumamente favo-

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rables para que las mujeres accedieran a la información, sobre todo considerando que no es habitual que las mujeres salgan de sus localidades; y que, por otra parte, un porcentaje de ellas son iletradas, por tanto la radio se tornó en un instrumento democratizador e inclusivo. • Los concursos se desarrollaron en la Plaza de Armas de Celendín, que si bien tenía la intención de demostrar transparencia en el proceso de selección de ganadores, promovió también que mujeres expusieran ante la población los mapas parlantes, planes de negocio y planes de manejo de recursos naturales, en cuya elaboración habían participado. • Capacitaciones en aspectos económicos y financieros, específicamente dirigidos a mujeres. • Capacitaciones en las que era necesaria la participación de la mujer, como es el caso de los referidos a recursos naturales, viviendas saludables, cocinas mejoradas, biohuertos, etc. En los que si bien los hombres también estaban presentes, el hecho de que ellas tuvieran que estar como condición de los grupos conformados resultaba sumamente positivo para su mayor participación. Sin embargo, no se puede dejar de anotar que el diseño mismo de las capacitaciones no presentaba claridad en cuanto al enfoque de género, sino más bien en temas como manejo de suelos, conservación, reforestación, manejo ganadero, manejo de cultivos, los cuales estaban prioritariamente dirigido a los varones. • Una de las principales dificultades que enfrentan las mujeres rurales es contar con la

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oportunidad de participar en este tipo de proyectos, en la medida que son los esposos los que deben estar de acuerdo y “autorizar” su participación33. En ese sentido, el PSN Celendín modificó la estrategia de convocatoria de las reuniones dirigida sólo a mujeres, por otra que involucraba la participación de los varones en las mismas reuniones. De esta manera se buscó darle la posibilidad a la pareja que, en un cuarto intermedio, discuta sobre ello y sea posible que la esposa integre una asociación o un grupo de ahorristas ya sin los conflictos que se pudieran producir al interior de la familia. • En otras ocasiones, muy particulares, y dependiendo del criterio del facilitador o facilitadora, las reuniones de trabajo en PMRN se daban en la casa de la señora cuyo esposo

no le permitía participar en las reuniones, de esta manera, ella podría acceder igualmente a la información que se brindaban en las reuniones. Luego de todo el proceso de trabajo realizado con las asociaciones y grupos de mujeres ahorristas, específicamente, se podría decir que las expectativas de las mujeres rurales siguen creciendo en cuanto a las ideas de negocio que han llevado a cabo, a las mejoras que han realizado en sus viviendas y en la calidad de vida de sus familias a partir de una mejor alimentación. Asimismo, han podido financiar los estudios de sus hijos, la mejora de la producción, entre otros. En tanto, ellas están decididas a seguir con los negocios o seguir usando las técnicas agroecológicas aprendidas.

“Seguimos, pues. Tenemos el anhelo de seguir todas juntas. Esperamos proyectos que vengan, no los vamos a desperdiciar”. Entrevista individual a Mujer líder –PSN Celendín

33 “Primero convocábamos señoras y venían 40 señoras a la reunión… les explicábamos todo el programa, los beneficios …(se les consultaba quienes se apuntaban).. y levantaban la mano todas, las 40, pero a la siguiente reunión para armar los grupos…, ya no teníamos 40, ni siquiera teníamos 10 o 15. ¿Qué es lo que pasaba? Como estábamos hablando, esto es un ahorro familiar y como no participaban los esposos a las reuniones, yo me he enterado después que los esposos decían: ‘Oe, no te metas en cojudeces, no vale, les van a robar’ ¡los maridos! Desanimaban y ese grupo no asistía. Entonces, cambiamos la estrategia, de que las reuniones tenían que ser esposo y esposa, ahí les dábamos un intermedio, entre ellos conversan si van a participar o no, y ahí empiezan a armarse los grupos más rápidamente…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Celendín.

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Hay un grupo de mujeres que no se desorganizan… tienen su asociación y también la crianza de cuyes… ahora todo ese grupo se han organizado e incluso se prestan dinero entre ellas con un porcentaje mínimo, o sea, han hecho ellas su pequeño banco… siguen aportando en su cuenta las ganancias”. Entrevista grupal a Usuarias– PSN Celendín

No obstante, también está el temor de no saber a qué institución o a qué entidad acudir que les permita continuar con el proceso iniciado por el PSN. Una respuesta que surgió durante la ejecución del PSN fue la conformación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Mujer Rural, actualmente constituida, a la que muchas asociaciones piensan acudir. Sin embargo, además de la Cooperativa, no existe otra entidad claramente identificada que se haga cargo de la continuidad de la estrategia del PSN, por lo menos, no en las dimensiones de financiamiento que esta ofrecía (pequeños negocios o negocios en etapa inicial). Si bien existen los concursos de AGROIDEAS como alternativa, esta sirve para niveles de asociaciones que se han logrado consolidar y crecer en estos casi cinco años de proyecto por los montos que requieren de contrapartida de las asociaciones. Algunas ideas giran en torno de que las municipalidades deberían ser las encargadas de

promover el desarrollo de su territorio a través de una estrategia como la del PSN, vía por ejemplo PROCOMPITE. Sin embargo, parece no ser un tema atractivo para estas, en la medida que requeriría no solo un acompañamiento técnico, el monitoreo de la inversión por cada asociación, sino que, además, el dinero no sería de ejecución directa por la municipalidad sino por los(as) propios(as) asociados(as). Otra alternativa es que las asociaciones accedan al financiamiento del gobierno local a través de los presupuestos participativos, pero surgen otros problemas como la todavía aún débil malla social para introducirse en estos procesos participativos. En el caso del PSN Huamachuco, el proyecto inicia en setiembre de 2009; sin embargo, por motivos ajenos a su voluntad34, las actividades del proyecto se inician en abril del año 2010. Para el equipo técnico del PSN, tres actividades fueron fundamentales en la estrategia del

34 Entre setiembre de 2009 y abril de 2010, el PSN suspendió temporalmente sus actividades debido a que el coordinador y dos miembros del equipo tuvieron un accidente de tránsito (volcadura), que llevó al fallecimiento del primero y a un proceso de rehabilitación física a los otros dos, reiniciándose las actividades en abril 2010. Ref. Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco.

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proyecto: uno, el manejo de recursos naturales, que promovió la participación de los miembros de las familias de manera integral (hombres, mujeres y niños), principalmente a través de concursos entre familiares, concursos entre escuelas, concursos de mujeres y jóvenes y concurso entre asociaciones. Dos, la conformación de asociaciones formalizadas en el marco de los planes de negocio, para lo cual el PSN no sólo acompañó a las organizaciones en todo el proceso de formalización, sino que además realizó pequeños aportes para que este proceso culminara satisfactoriamente en la constitución legal de las asociaciones. Finalmente, el tercero vinculado también a los planes de negocio y dentro de la actividad de “servicios financieros y no financieros”, fue la agrupación de mujeres ahorristas que favoreció la participación de mujeres. En este último caso el mandato era trabajar con mujeres que no estuvieran “bancarizadas” con

la intención de “darles voz dentro de las familias” (Entrevista grupal ET), por tanto las usuarias principalmente fueron mujeres jóvenes que no fueran mamás y mujeres adultas que no tenían negocio y que no eran beneficiarias del Programa Juntos35. Tanto en los PDN como en los PMRN, la atención a las familias se determinó en respuesta a la demanda, es decir, fueron las familias organizadas las que determinaron cuáles eran los temas que querían desarrollar con el PSN de acuerdo a las necesidades de sus familias y de la organización en su conjunto. Así se trabajó de manera general en la construcción de viveros de rocotos, de eucalipto, micro reservorios, e instalación y mantenimiento de riego por aspersión, artesanía textil, crianza de cuyes y de gallina, biohuertos. Además se realizaron con los miembros de las familias pasantías, rutas de aprendizaje, visitas guiadas. Esto se señala en el siguiente testimonio:

“…seguramente había esa actividad que ya lo estaban trabajando, y con apoyo del proyecto. Como con la asistencia técnica había que cofinanciar, ya pues, se consolidaban estos grupos y se encaminaban de una mejor manera. Lo ideal era que ellos lo proponían, nosotros no, ellos lo proponían en base a sus condiciones que tenían, de acuerdo a sus bienes o la actividad que estaban normalmente realizando”. Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

35 Algunos promotores del Programa Juntos, según comentan en reunión con el Equipo Técnico, limitaron la participación de las usuarias en grupos de ahorristas, en la medida que podría significar que la familia ya no se encontraba en condición de pobreza o pobreza extrema y por tanto podrían ser excluidas de dicho programa. Ref. Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco.

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En el caso del PSN Huamachuco, la recomendación general que el equipo tenía era que debían promover la participación de la mujer rural. De acuerdo a ello, en los procesos de capacitación, trataron el tema de equidad de género, por una parte, y, por otra, en los procesos de formalización de las asociaciones se les indicó a estas que entre sus miembros directivos debían tener a una o dos mujeres, generalmente tesoreras. Si bien en su mayoría, los miembros del equipo técnico, definen el enfoque de género como la igualdad de responsabilidades, de derechos de participación, de opinión y de oportunidades en el trabajo, en lo político y en lo social.

En detalle encontramos expresiones como “la mujercita tiene que hacer cosas de mujeres y el hombrecito tiene que hacer cosas de hombres, pero de alguna manera tienen que involucrarse ambos”,36 que podrían evidenciar algunas carencias en cuanto a procesos de inducción sobre el enfoque de género y su posible aplicación en este proyecto en particular. Digamos que el equipo técnico determinó de manera intuitiva, en relación al enfoque género, dos acciones: cuota de género en las directivas de las asociaciones y sensibilización en procesos de capacitación sobre el tema:

“…entonces ahí fue un poco la orientación con el enfoque de género, que era que por lo menos una o dos mujeres integraran la junta directiva. Principalmente en el tema de tesorería, o sea, un hombre puede presidir, pero quien maneja la plata sea una mujer”. Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

Sin embargo, el equipo técnico reconoce que el componente que realmente abrió posibilidades para la participación de la mujer rural fueron los planes de manejo de recursos naturales, en la medida que era condición de que tanto hombres como mujeres participaran de estas actividades. Asimismo, reconocen que han apostado porque la mayor participación de la mujer se dé

de manera natural, apoyados en que el diseño del proyecto contemplaba actividades que involucraban a la mujer; y con la intención de no distorsionar la formación de asociaciones por actividades, y convertir a las mujeres en posibles medios para acceder a los fondos que el proyecto ofrecía.

36 Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco.

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“… siempre hemos intentado que las cosas se den de forma natural ¿Cuál era el riesgo? El riesgo era de que si nosotros hubiéramos exigido, hubiéramos forzado a que trabajen más el grupo de mujeres, como tener una condición de por medio, así como la asociación era para conseguir un fondo, se convertía en un grupo de mujeres, eso era lo peligroso… entonces “ah! Ya, había fondos, entonces formemos grupos de mujeres de lo que sea, truchas, de lo que sea”… digamos que no ha habido estrategia o estrategias específicamente dirigidas para tocar el tema de género…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

De alguna manera, este proceso de mayor participación de la mujer se ha dado así, de manera natural, pues con el tiempo se han ido formando organizaciones de mujeres. Al inicio fueron dos las asociaciones integradas solo por mujeres, con 12 o 13 integrantes y, posteriormente, se sumaron otras, llegando a completar entre 20 y 25 integrantes. Al término del proyecto hay 28 asociaciones solo de mujeres para planes de negocio. De la misma manera, la participación de la mujer se ha incrementado de manera paulatina en actividades que habitualmente les eran designadas a los hombres y a ellos en las actividades habituales de las mujeres.

La mayoría de asociaciones son mixtas, con mayor cantidad de socios hombres que mujeres. Esto determinó que, al interior de las asociaciones, se produjera necesariamente una paridad en cuanto a los niveles de desempeño entre las y los socios. Asimismo, una motivación básica para ellos y ellas fue el hecho de que los ingresos que obtuvieran por los planes de negocio se debían repartir entre todos por igual. Esto implicó, por una parte, que las socias debían igualar a los hombres en cuanto al desarrollo de actividades; y por parte de los socios fue básico para darse cuenta de que las mujeres también tienen las mismas capacidades que ellos.

“…si trabajamos todos por igual, entonces vamos a repartir a todos por igual, entonces ahí es donde la mujer empieza a aflorar y a ver que tiene las mismas capacidades que el varón. Entonces, de ahí el varón empieza a ver esos indicativos que la mujer puede apoyar en ese sentido, económicamente…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

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Una lectura un poco más crítica de la relación entre hombres y mujeres al interior de las asociaciones dice que, en la medida que la mayoría de integrantes de una asociación son hombres, se estarían reproduciendo la asignación de papeles tradicionalmente entre géneros. Así en los hombres estaría el “empoderamiento de los procesos de toma de decisiones”, asumiendo las funciones o responsabilidades que requieren de una cierta autonomía, como es el caso del manejo del dinero (llevar cuentas) y la comercialización de la producción.

Las mujeres, pareciera que en estos casos, estarían incrementando su participación, pero en la parte productiva del proceso, es decir, en la parte operativa, para lo cual no estarían desarrollando ni ejerciendo capacidades de decisión. Esta lectura, no niega, sin embargo, que existan procesos de cambio en cuanto a esta forma de distribución de papeles (roles), sino que refuerza la necesidad de un trabajo de más tiempo para poder tener logros sostenibles en el tiempo.

“… generalmente las organizaciones están conformadas más por varones que mujeres. Solo en el caso de crianza de animales menores, en el caso de plan de negocios, son asumidas por mujeres. Por el resto de los negocios son asumidos por varones. Es más, estas organizaciones, a pesar de que están dirigidas por mujeres y todo, quienes manejan más la economía es el varón, lleva cuentas, registros, etc. en el ámbito rural del norte, en el empoderamiento de las decisiones está en las manos de los varones. Claro, se está rompiendo toda esta costumbre.” Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

En cuanto a la sostenibilidad de las asociaciones y organizaciones que se formaron por el PSN, esta ha tenido resultados variados. De acuerdo al equipo técnico, de las 273 asociaciones que presentaron planes de negocio, aproximadamente un 60% de ellas se encuentran actualmente vigentes, algunas han logrado fortalecerse e incluso formar agrupaciones de segundo nivel con las que han postulado

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a financiamientos con otras instituciones. Así han logrado incrementar la colocación de sus productos a agroexportadoras con las que han pasado de colocar 80 TM en la primera negociación a 400 TM en la actualidad, asegurando de esta manera no sólo la producción sino también una relación con el comprador de manera estable.

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En otros casos, como en los PMRN, si bien las familias continúan la práctica de las técnicas aprendidas, la articulación que se esperaba que existiera entre comunidad-escuela, sólo se ha mantenido vigente en tanto los incentivos para las escuelas les eran otorgados por el PSN. De igual manera, en el caso de las organizaciones de mujeres, algunas de ellas se han mantenido vigentes gestionando ante la municipalidad diferentes financiamientos, insertándose

al mercado y estableciendo redes de comercialización (puntos de venta, ferias, etc.). Muchas de estas organizaciones/asociaciones están dispuestas a continuar en la medida que han visto los resultados positivos de su participación, ya que, aún después de concluido el PSN, están en disposición de seguir trabajando juntas y realizar gestiones con otras instituciones por apoyo adicional.

“… tocaremos puertas a empresas mineras para que nos sigan apoyando, porque hemos perdido un poco el miedo…” Entrevista individual a Mujer líder 1 – PSN Huamachuco

“…en eso estamos… si se va Sierra Norte, pues seguiremos organizadas e iremos a otras instituciones… para que nos sigan apoyando para poder salir, porque ya estamos, como decir, dando el primer paso y tenemos que seguir más…” Entrevista individual a Mujer líder 4 – PSN Huamachuco

En otros casos, una vez concluida la intervención del PSN, estas organizaciones se cerraron. Algunas ideas sobre la razones que podrían explicar esta desintegración serían que no han podido asumir la responsabilidad, que el plan

de negocio acabó y la asociación se liquidó, o que los esposos eran más tajantes en cuanto a permitir que la señora se siguiera dedicando a la asociación.

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“…de repente ha habido organizaciones de mujeres que se han caído, porque no han podido asumir esas responsabilidades como mujeres, una que otros se desintegraron y ahí quedó…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

“…directamente el esposo era más tajante, al principio dice “ya te vas a la reunión”, “sólo te vas a chismosear, a perder tiempo”, porque lógicamente los planes de negocio son a futuro, nunca la iniciativa trae los frutos al inicio. Eso ha sido uno de los influyentes para que algunas asociaciones hayan caído… en otras simplemente terminó su plan de negocios y se liquidó…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

Otra razón importante para la desintegración de las asociaciones ha sido la intervención de otras instituciones que han requerido reagrupar a los miembros de las asociaciones organi-

zadas por distritos por el PSN en otras nuevas que pertenecen a un solo caserío para poder realizar sus capacitaciones y la entrega de los insumos para el proyecto que ejecutan.

“… en una asociación de abejas, sólo quedan tres socios, porque algunos ya están en otras asociaciones trabajando con CEDEPAS Norte que está trabajando con gente de un solo caserío. Entonces la asociación se está dividiendo en grupos según caserío…” Entrevista grupal a Usuarias del PSN – PSN Huamachuco

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Dentro de esta explicación, sale a relucir problemas de coordinación entre programas del Estado y proyectos de desarrollo impulsados por organismos no gubernamentales, que se refieren tanto a la aplicación del enfoque territorial para el desarrollo del área rural, como por las

técnicas que utilizan37 en la producción agropecuaria. Producto de ello la desmotivación para continuar con las asociaciones formalizadas, así como para continuar el uso de las técnicas agroecológicas aprendidas con el PSN.

“… con CEDEPAS hemos tenido que hacer nuevamente biohuertos y cuyes, CEDEPAS nos dan mallas, han dado cuyes, han dado semillas, abonos… entonces los que no han estado con PSN tienen que capacitarse y CEDPEAS capacita. Con PSN no nos han enseñado a trabajar con abonos químicos ni insecticidas, hemos hecho el biol por ejemplo… CEDEPAS nos dan abonos químicos, por ejemplo, úrea, fosfato… yo no utilizo, tengo mi compostera donde yo almaceno mis residuos… yo no utilizo porque empobrece el suelo…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

En otros casos, esta división también se ha dado de manera espontánea, en tanto que al agrupar personas de diferentes caseríos, les ha

resultado difícil seguir manteniendo las actividades conjuntas.

“… otra asociación se formó con 55 socios (hombres y mujeres), a nivel de distrito, pero luego se empezaron a dividir y formaron otras asociaciones por caserío porque les quedaba muy lejos venir hasta Sarín para reunirse…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

37 El PSN Huamachuco ha apoyado la formalización de asociaciones que abarcan territorialmente más de un caserío, mientras que CEDEPAS propone la organización de personas de un mismo caserío sin exigirles un proceso de formalización para acceder a los beneficios del proyecto. Por otra parte, mientras PSN ha implementado técnicas de desarrollo agropecuario a base de técnicas agroecológicas, CEDEPAS considera el uso de agroquímicos para la producción agropecuaria. Sobre la base de Entrevista grupal a Usuarias–PSN Huamachuco.

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Sin embargo, también han existido casos exitosos en cuanto a la relación con otras instituciones públicas y privadas que fortalecieron el proceso de intervención del PSN. Este es el caso de

las municipalidades, que dieron, en el caso de Sanagorán y Sarín, materia prima, materiales y asistencia técnica a las asociaciones de artesanas, así como materiales para infraestructura.

“… el Alcalde nos apoya con asistencia técnica para sacar modelos y trabajamos con la municipalidad” Entrevista grupa a Usuarias – PSN Huamachuco

“… como la municipalidad nos dio crochet, palitos y las madejas, dijimos que es lo que hay y nosotros hacemos que acá las señoras y jóvenes participen…” Entrevista individual a Varón – PSN Huamachuco

“…se han hecho gestiones a las municipalidades, han sido aliadas para el proyecto como para las comunidades, ¿en qué casos?, en apoyar con materiales, techos, mallas, tablones, en fin, materiales que necesita la comunidad para mejorar su infraestructura, en lo que son módulos de animales…” Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

La empresa agroexportadora Sierra y Selva otorgó la certificación de producción orgánica en comercio justo y compra de productos finales. Financiera Confianza, quien otorgó créditos para ampliación de la frontera agrícola, y ONG que, por su parte, trabajan con la población en el fortalecimiento de la participación y articu-

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lación de actores locales. Finalmente, el Programa de Compensaciones para la Competitividad – AGROIDEAS, que ofrece financiamiento dirigidos a fortalecer los emprendimientos de asociaciones ya formalizadas en el área rural, al que han podido acceder algunas asociaciones creadas en el marco del PSN.

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En relación a la ejecución del PSN, a través de la oficina de Incahuasi, se hará referencia básicamente a las actividades y estrategias desarrolladas en los componentes de manejo de recursos naturales y valorización de activos físicos y el desarrollo de iniciativas de negocio y fortalecimiento de activos financieros. De acuerdo a lo previsto en las estrategias de intervención del PSN, en el diseño para Lambayeque se consideraron las siguientes actividades: a) levantamiento de mapas de activos, b) premiación en concursos de gestión de recursos naturales, c) contratación de asistencia técnica, d) movilización de ahorros y microseguros, y e) asistencia a la planificación local.38 Del mismo modo, se consideraron estrategias, metas y actividades específicas para favorecer el involucramiento, capacitación, organización y empoderamiento de las mujeres rurales. En relación a la implementación del proyecto, el equipo técnico refiere que las actividades se ejecutaron de acuerdo a los lineamientos, acciones y plazos definidos por el PSN. En este sentido, las actividades se iniciaron a través de campañas de información y sensibilización sobre los propósitos del proyecto, involucrando la participación de las familias rurales, sus organizaciones y autoridades. Sin embargo, esta primera etapa no estuvo exenta de obstáculos,

pues se evidenciaron resistencias motivadas por la desconfianza frente a la intervención y, también, en la vitalidad y violencia de una cultura machista que afecta fundamentalmente a las mujeres. La inicial desconfianza frente a la intervención se explicaría en opinión del equipo técnico por la débil presencia y/o relaciones de conflicto con el Estado en sus distintos niveles. Existe una cierta ausencia de las autoridades locales pues estas no operan desde su propio ámbito territorial, sino fuera de él desde Ferreñafe, en el caso las autoridades de Incahuasi, y desde Chiclayo, en el caso de las de Cañaris. Esta lejanía física respecto a las autoridades locales se acentúa en el caso del Estado, en sus niveles regional y central, con las que la distancia no es sólo física sino también cultural e idiomática. En el caso de Cañaris, algunas de las lideresas señalan que al inicio desconfiaban del PSN porque lo asociaban a la compañía minera con la que sostenían un fuerte conflicto.39 Superados los obstáculos iniciales, el equipo técnico logró capitalizar el hecho de formar parte de AgroRural que ya “había hecho un trabajo antes con PRONAMACHCS, entonces ya se había ganado un poco la credibilidad en la población”. Así desarrollaron las activi-

38 Ibíd., p. 13. 39 Sobre el conflicto socio-ambiental producido entre los pobladores de Cañaris y la compañía minera Candente Cooper, la apreciación de las usuarias entrevistadas es que el Estado actuaba en favor de los intereses de la compañía minera. Véase: Entrevista grupal a usuarias – PSN Incahuasi.

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dades priorizando la atención a demanda de las familias usuarias del programa a través de los componentes de PMNR, de PDN y planes de ahorros. Como señala el equipo: “nosotros no hemos tenido una estrategia o un mapeo [previo] de decir: ‘acá debemos ir’. Fue aleatorio y a quien llegó se le dio… Por ahí se generó una mayor demanda y fuimos”. En respuesta a la demanda, la intervención

priorizó la organización y formalización de las asociaciones entre las familias de usuarios congregadas para tal fin. Ciertamente la asociación en estos distritos (de Cañaris e Incahuasi), no era nueva, puesto que se daba desde mucho antes para actividades productivas, culturales o religiosas pero sin alcanzar la formalización o el estatus jurídico que les permitiese ser receptoras de fondos. De ese modo:

“Cuando el proyecto llega, toma esa situación, y ya pues, promueve el desarrollo de la organización. En el sentido de que le da los elementos o facilidades para que se formalice o se constituya como agrupación sujeta para que pueda ser receptora de fondos, para que tenga la validez jurídica. Con eso el proyecto empieza a hacer su trabajo, y habiendo ya consolidado las organizaciones, el proyecto los convoca a un concurso de fondos concursables; ahí participan y se benefician con los fondos del proyecto y empiezan a trabajar sus planes de negocio y planes de recursos naturales”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

Esta estrategia para el fomento y formalización de la asociación tuvo sus límites en relación al género, pues no logró facilitar la organización autónoma de las mujeres, situación que, de acuerdo a lo señalado por el equipo técnico, se explicaría por razones culturales de la región de intervención. En paralelo se promovió el uso de la metodología de los mapas parlantes con el propósito de que las familias rurales puedan identificar sus propios activos en los escenarios pasado, presente y futuro. Esta metodología incluía también la competitividad para el acceso a los

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recursos a través de las convocatorias y concursos. Como se ha señalado, el PSN, con el propósito de incluir la participación de las mujeres, diseñó una estrategia para impulsar acciones a favor de la equidad de género, buscando promover el mayor involucramiento y apropiación de las acciones por parte de las mujeres rurales. En este marco el PSN focalizó sus acciones fundamentales en las familias rurales, donde las mujeres ocupan un lugar central en la economía familiar.

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Sin embargo en el caso del PSN Incahuasi, se evidencia que el equipo técnico, así como las y los animadores rurales y asistentes técnicos, no han contado con una inducción o capacitación previa sobre el enfoque de género, el mismo

que hubiera permitido transversalizar el enfoque en el conjunto de acciones del programa. Esta situación se corrobora cuando uno de los miembros del equipo técnico señala que:

“…en realidad no ha habido una estrategia que se haya planteado desde planificación que haya mirado a un enfoque de género. Generalmente se han desarrollado actividades de acuerdo a como ha estado planteado el proyecto. En la práctica, todavía no ha habido una estrategia de aplicación, por ejemplo”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

En este sentido, esta necesidad parece haberse resuelto en forma empírica y en base a la experiencia de trabajo del equipo con poblaciones rurales andinas. Y explicaría también el escaso involucramiento personal femenino como animadoras rurales en PMRN, dando la tasa más baja en la relación hombre-mujer contratados (36h-01m) de todo el ámbito de intervención.40 Algo similar ocurrió en el caso de contratación de asistentes técnicos.41

Esta ausencia de inducción o capacitación sobre el enfoque de género resulta más aguda en el caso del PSN Incahuasi, pues esta zona de intervención, como se ha indicado, difiere sustantivamente de las demás OLP, colocando a estas poblaciones y particularmente a las mujeres en mayor situación de desventaja y de pobreza. Respecto a las acciones del PSN dirigidas a las mujeres en el PSN Incahuasi, debe tenerse en

40 La relación animadores rurales hombre-mujer en PMRN contratados en Incahuasi es de 36h por 01 mujer, mientras que en Chachapoyas es de 4.5h por 01m, en Celendín es de 4.7h por 01m y en Huamachuco es de 3h por 01 m. En la contratación de asistentes técnicos en PMRN la relación es de 22h por 01m, siendo solo superada por el PSN Celendín donde la relación es de 51h por 01m, y en PDN la relación es de 4.8h por 01m, siendo superada sólo por Celendín donde la relación es de 6.1h por 01m. Véase: Documento “PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014)”. 41 En la contratación de asistentes técnicos en PMRN la relación es de 22h por 01m, siendo solo superada por el PSN Celendín donde la relación es de 51h por 01m, y en PDN la relación es de 4.8h por 01m, siendo superada sólo por Celendín donde la relación es de 6.1h por 01m. Ibíd.

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cuenta las condiciones previas que enmarcan su ejecución. El equipo técnico refiere que en particular las comunidades de Incahuasi y Cañaris situadas en las partes media y alto andinas, conservan los patrones más tradicionales de relaciones de género. Entre estos, la división sexual del trabajo que jerarquiza e invisibiliza el aporte al trabajo productivo y reproductivo de las mujeres en las familias rurales. Adquiere mayor importancia el trabajo masculino por su carácter asalariado (estacional) y por las competencias de los hombres para comercializar el producto del trabajo familiar en el mercado

(una de las competencias sería el uso del idioma castellano). En este sentido, un integrante del equipo técnico concluye que la “…agricultura en Incahuasi es una actividad económica feminizada, que básicamente el principal actor y productor es la mujer”.42 En este contexto se han ejecutado actividades dirigidas a promover y fortalecer en los componentes de PMRN y PDN la participación de las mujeres. Como refiere una de las integrantes del equipo técnico:

“…en los concursos para el plan de recursos naturales hay concursos específicos para mujeres, así se llama: “Concurso de mujeres”. Y definitivamente las que ejecutan son mujeres, si son socias o no socias eso es otra cosa, igual son mujeres las que tienen que hacer esas actividades. Eso se ha cumplido sí o sí. Entonces eso ha fortalecido la participación de las mujeres para que tengan participación en el proyecto, en las diferentes etapas o estrategias que se han implementado”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

Aunque en el ámbito de intervención de la OLP no se constituyeron asociaciones conformadas exclusivamente por mujeres, el equipo técnico, las usuarias y lideresas dan cuenta que muchas si estaban integradas mayoritariamente por mujeres. A través de estas asociaciones las mujeres en particular promovieron iniciativas de PMRN y PDN, vinculadas a la “…construcción

de reservorios, biohuertos, que en su mayoría hacen las mujeres, cuidado de los animales menores que también son actividades propias…”. En opinión de las usuarias y lideresas, en el marco del desarrollo de estas actividades las capacitaciones y la asistencia técnica han contribuido a mejorar sus capacidades y los procesos productivos de las iniciativas implementadas.

42 Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi.

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Una de las actividades dirigidas únicamente a las mujeres rurales fue la de planes de ahorros o de mujeres ahorristas. El propósito de la actividad fue la de promover la inclusión de las mujeres (y, a través de ellas, sus familias) en el sistema financiero, aprovechando las oportunidades que ofrece el sistema, al mismo tiempo de promover una cultura de ahorro. Aunque inicialmente hubo resistencias frente a la actividad -dada la exigencia de una contrapartida monetaria- la actividad tuvo una amplia acogida entre las mujeres beneficiarias. A pesar de los alcances de las actividades reseñadas, su impacto se ha visto mediado por los factores culturales y estructurales en los que están inmersas las poblaciones de Cañaris e Incahuasi, en particular de quienes habitan las partes medias y altoandinas de estos distritos. Es lo que ocurre con la división del trabajo donde las mujeres cargan con el peso del proceso productivo y los hombres con el de la comercialización. Esta división se explica porque las mujeres cuya lengua es el quechua se encontrarían en desventaja en los circuitos de comercialización de lengua básicamente castellana. En el caso de planes de ahorros parece que el interés de las participantes ha estado altamente condicionado por las expectativas surgidas en torno a los incentivos del PSN para abrir las cuentas de ahorros. Este condicionamiento es-

taría en la base de la precaria sostenibilidad de esta experiencia en el caso del PSN Incahuasi. Respecto a la institucionalización y sostenibilidad social de estas experiencias, el equipo técnico da cuenta de un proceso que inicialmente buscó promover y facilitar la asociación de las familias rurales independientemente de que sus miembros fuesen jóvenes, mujeres o varones. En el proceso se evidenciaría la amplia participación de las mujeres en su calidad de socias de las organizaciones, tanto en PMRN, donde llegan a ser el 32% del total de asociados; como en PDN, donde son el 48.5% del total de asociados. Y del mismo modo, en la fase de cierre del programa, se ha evidenciado la necesidad de formalizar a las organizaciones de mujeres que se han constituido en la práctica y que operan en las partes altas de Cañaris e Incahuasi, dedicadas básicamente a las actividades artesanales. En general, se calcula que las asociaciones constituidas en el marco del programa, a partir del éxito de las iniciativas desarrolladas en PMRN y PDN y de sus relaciones con otros programas y/o ONG, están motivadas para dar sostenibilidad a sus organizaciones, según cálculos del equipo, hasta en un 70-80% de aquellas organizaciones constituidas formalmente. Al respecto uno de los integrantes del equipo técnico señala:

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“Hay organizaciones que llegan como ONG, pero igual, ellos [las asociaciones conformadas y formalizadas con apoyo del PSN] van a estar con proyecto o sin proyecto. No digo todos, pero sí un 70%-80% van a continuar organizados…” Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

Se advierte también que la sola promoción de la asociación puede tener sus límites, pues estas asociaciones, en su organización interna, también podrían reproducir roles y relaciones

de género que refuerzan las condiciones de inequidad o desventaja para las mujeres. Tal como advierte el equipo técnico:

“…otro aspecto importante, que muchas veces no se ve, internamente las asociaciones, sean liderados o no por mujeres, siempre buscan y han buscado el apoyo del varón, del hombre, en todas las asociaciones… la intervención del hombre siempre se ha considerado indispensable porque apoya a las mujeres en los trámites, en los papeles e incluso en el contacto con las personas que vienen de afuera, siempre se ha buscado la participación del hombre, principalmente la participación de los esposos de las mujeres que están asociadas”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

Situaciones como estas ponen de relieve la necesidad de abordajes con un adecuado enfoque de género y pertinente a realidades culturales como las de Cañaris e Incahuasi.

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En relación a la institucionalización y sostenibilidad de la experiencia, a través del involucramiento de los distintos niveles de gobernanza, el equipo advierte de la fragilidad de la institu-

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cionalidad o débil presencia de los gobiernos local, regional y nacional en la zona. Situación que no contribuye a generar las condiciones que existirían en otros contextos regionales y que resultan fundamentales en la lucha contra la pobreza. El equipo técnico, en la ejecución del componente de desarrollo territorial y gestión del conocimiento, promovió la suscripción de una serie de convenios con la municipalidad de

Incahuasi y de Cañaris, el gobierno regional, agencia agraria y ONG, entre otros, con el fin de hacer sinergias a favor de las actividades del programa. Esto se dio a través de algunos co-financiamientos, o de colaboración para el desarrollo de algunas iniciativas en infraestructura. Se advierte, sin embargo, que en estas con dificultades logran incorporar la participación de las mujeres. Tal como lo señala uno de los integrantes del equipo técnico:

“Como hay que transversalizar, entonces nosotros siempre lo hemos tenido en cuenta a lo largo de 05 años pero nosotros como proyecto, porque lo establece la metodología; pero la municipalidad o un gobierno regional difícil, ellos son ellos y lo toman como un todo, sus políticas no son así, no son concentradas ni priorizadas, es un conjunto, es por un tema más político…”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

En este sentido la continuidad y sostenibilidad de algunos componentes de la experiencia promovida por el PSN, desde una plataforma y enfoque territorial, resulta compleja, además de no incorporar acciones específicas para la inclusión positiva de las mujeres.

B. DIMENSIÓN COLECTIVA De acuerdo a la información proporcionada en el grupo focal de Usuarias del PSN, las actividades desarrolladas en el PSN Chachapoyas se organizaron en dos etapas43: una primera, que se

43 Las Usuarias refieren que iniciaron las actividades con el PSN a partir de la conformación y formalización de sus asociaciones en el 2010 y 2011, inmediatamente después de conformadas las asociaciones se organizaron los grupos de mujeres ahorristas. En la recordación colectiva hay una mayor valoración de los PDN, seguidos de los PMRN y planes de ahorros indistintamente. Entrevista grupal a Usuarias – PSN Chachapoyas.

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inicia en el año 2010, en el que se les convoca, organiza, capacita y participan en los concursos de PMRN y PDN; además, de conformarse los grupos de mujeres ahorristas. Y una segunda, a partir del 2012, donde se identifica las actividades correspondientes a PDN y de mujeres ahorristas. Las usuarias entrevistadas refieren que el primer concurso para la selección de planes de negocios se realizó en el año 2010, en la Plaza de Burgos (Chachapoyas). El proceso de evaluación estuvo a cargo del CLAR (Comité Local de Asignación de Recursos), integrado por representantes del sector público, privado y de las organizaciones sociales. Se trata de una evaluación pública que es el resultado final de un proceso que ha implicado un trabajo previo de difusión, organización y asistencia técnica, para que, finalmente, las y los postulantes presenten –mediante el uso de los mapas parlantes- sus propuestas ante los miembros de los CLAR.

resultado beneficiarias del proyecto un total de 198 organizaciones.44 En este período y bajo el mecanismo de concursos se han otorgado un total de 225 financiamientos para el componente de planes de negocios, beneficiando en forma directa a 169 organizaciones, de las cuales 86 han sido lideradas por mujeres (50.8% del total de organizaciones en PDN) y 83 lideradas por varones (49.2% del total de organizaciones en PDN).45 Las iniciativas de PDN lideradas por mujeres se han concentrado básicamente en las siguientes ramas: actividad agrícola, agroindustria, animales menores y artesanía (textil), entre otras. Y los montos de financiamiento han fluctuado entre los 14,000 nuevos soles (otorgado en el 2010 a la Asociación de Conservación del Medio Ambiente Divino Niño Jesús del distrito de Jazan, provincia de Bongará) y los 5,000 nuevos soles (otorgado en el 2012 a la Asociación de Jóvenes Emprendedores para un Futuro Mejor del distrito de Luya, prov. de Luya).46

De este modo se tiene que, en el caso del PSN Chachapoyas entre los años 2010 y 2014, han

44 Véase: Documento “PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014)”. 45 Es importante destacar que las organizaciones conformadas en el PSN Chachapoyas fundamentalmente son mixtas (compuestas por mujeres y varones), aunque las proporciones por sexo varían al interior de cada organización en forma sustantiva. Doc. PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014). 46 Importante anotar que el financiamiento de los 14,000 nuevos soles se compone por 11,200 aportados por el PSN y 2,800 por la organización beneficiaria. En el caso de los 5,000 nuevos soles, 4,000 fueron aportados por el PSN y 1,000 por la organización beneficiaria. Asimismo, otras 10 iniciativas lideradas por mujeres obtuvieron un apoyo de 12,800 nuevos soles, correspondiendo 10,240 al aporte del PSN para cada una de las iniciativas. También debe indicarse los montos máximo y mínimo de financiamiento obtenidos para iniciativas lideradas por mujeres coincide con el monto mayor y menor obtenidos entre todas las iniciativas presentadas, incluyendo las lideradas por hombres y mujeres.

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Del mismo modo, en el caso de planes de manejo de recursos naturales durante el período 2010-2014 se han otorgado un total de 58 financiamientos, mediante el mismo mecanismo de convocatorias y concursos, beneficiando a 58 organizaciones, 23 de ellas lideradas por mujeres (39.6% del total de organizaciones en PMRN) y 35 lideradas por varones (60.4% del total de organizaciones en PMRN).47 Como se indica en los documentos del PSN, este componente se ha orientado a dos propósitos fundamentales: a) fortalecer la capacidad de las instituciones, comunidades y organizaciones rurales para manejar los recursos naturales, y b) habilitar a las comunidades y organizaciones rurales para que reviertan el proceso de deterioro de los recursos naturales y se dediquen a actividades productivas y económicas viables en zonas priorizadas.48 Respecto a los montos de financiamiento otorgados a las iniciativas de PMRN lideradas por mujeres, estos han fluctuado entre los 41,876 (aprobado en el 2011 para la Asociación Comunal Productiva Artesano Textil Pacha Maytu-

na del distrito de Pisuquia, provincia de Luya) y los 24,300 nuevos soles (aprobado en el 2010 para la Asociación de Productores Agropecuarios Flor del Cerro del distrito de Inguilpata, provincia de Luya).49 En relación a los grupos de mujeres ahorristas, el proyecto ha promovido la introducción de las cuentas de ahorro personales como un punto de partida para acceder a servicios financieros diversificados, considerando en particular el rol de las mujeres para garantizar su sostenibilidad, autosuficiencia y autoayuda.50 Para este fin las facilitadoras del proyecto salían al campo para hacer la labor de promoción y para facilitar que las mujeres se organicen por vínculos de afinidad (proximidad y confianza) en grupos de 15 a 20 mujeres. Se hacía la inducción sobre el componente de planes de ahorros en el lugar de residencia de cada grupo y finalmente se trasladaban a Chachapoyas para la apertura de las cuentas de ahorros (en la Caja Nuestra Gente, hoy Financiera Confianza, con quienes se tenía un convenio).

47 Doc. PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014). 48 Véase Documento PSN: LÍNEA DE BASE “Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, pág. 12. 49 El financiamiento de los 41,876 se compone por los 41,146 aportados por el PSN y 730 aportado por la organización beneficiaria, en el caso de los 24,300 se compone por los 23,970 aportados por el PSN y 330 por la organización beneficiaria. A diferencia de las iniciativas de PDN, en el caso de PMRN las iniciativas lideradas por varones obtuvieron financiamientos mayores y menores a los obtenidos a las lideradas por mujeres (60,146 nuevos soles corresponde al financiamiento más alto y 22,590 al más bajo obtenidos en el PSN Chachapoyas). 50 Véase Documento PSN: LÍNEA DE BASE “Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, pág. 15.

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De este modo, en el PSN Chachapoyas un total de 2,793 mujeres abrieron sus respectivas cuentas de ahorros, organizadas en 125 grupos de mujeres ahorristas. En opinión del equipo técnico de la OLP, esta ha sido una experien-

cia muy positiva en todo el proceso, pues se ha transitado de la desconfianza inicial frente al sistema (el financiero) al de la valoración de la seguridad y oportunidades que brinda el sistema. Como refiere la Ing. Barrera:

“…en un inicio lo que primaba era la desconfianza, venían acá a verificar si estaban acá los que firmaban el contrato. Ahora se han dado cuenta que les acerca a otras posibilidades. Antes habían amigos de lo ajeno que sembraban desconfianza y que les han estafado y también en algunos casos han asaltado sus casas y decían, no, mejor vamos al banco. En el caso de parejas en donde se acostumbra guardar pero hay violencia familiar, les quitaban, pero después ya no les quitaban porque estaba en el banco”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Chachapoyas

Asimismo, se destaca el hecho de que las familias, y las mujeres en particular, han identificado algunos excedentes personales y/o familiares que han sido trasladados a sus cuentas de ahorros. Y a partir del vínculo con las entidades financieras han identificado oportunidades, como ocurrió con la Financiera Confianza que contaba con un programa de préstamos. Se indica que de acuerdo a los ahorros disponibles la Financiera “les iba dando [a las mujeres ahorristas] 50 soles y según la cultura de pago les iban subiendo, y han sacado hasta 20 mil soles como crédito”.51

Esta percepción es compartida por las propias mujeres líderes y usuarias del PSN. Refieren que han transitado de guardar sus excedentes “debajo del colchón” a una cultura previsional, al asumir los ahorros como una estrategia para invertir en futuros proyectos familiares (educativos y/o productivos) o para enfrentar situaciones contingentes (salud, por ejemplo). Asimismo, la experiencia de inclusión en el sistema financiero les ha permitido valorar las posibilidades que tienen como sujetos de crédito en el sistema. Una de las mujeres líderes señala al respecto:

51 Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Chachapoyas.

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“….sinceramente las mujeres, mayormente del campo, son las mejores economistas… porque hay que ver en que se va a gastar el poco dinero que hay, comprando lo necesario. Y el proyecto de mujeres ahorradoras nos enseñó a gastar menos de lo que ganamos y lo poco que queda ahorrarlo… …nunca teníamos un ahorro, nunca en nuestra vida hemos conocido una tarjeta de crédito, con las justas nosotras manejamos nuestro DNI pero ahora sabemos manejar la tarjeta, gracias al apoyo técnico que nos dio el proyecto. Estamos contentas, yo sé que de ahora en adelante nunca vamos a dejar de ahorrar porque no estamos libres de tener alguna enfermedad o algún problema. …no hemos hecho un préstamo, pero ahora sí estamos conscientes que cualquiera de las Cajas nos puede prestar, porque estamos preparadas para devolverlo, para hacer por ejemplo un negocio o algo, y si es en asociación, muchísimo mejor”. Entrevista individual a Mujer líder –PSN Chachapoyas

Debe destacarse la valoración que las mujeres líderes y usuarias otorgan a las experiencias vividas a través del desarrollo de los componentes de PDN y PMRN (así como de planes de ahorros), y que adquieren una particular relevancia en su condición de mujeres rurales. Se hace referencia a la experiencia de asociación entre mujeres, a los nuevos aprendizajes, a los emprendimientos y a la participación comunitaria. El PSN se propuso como estrategia fortalecer el tejido de la organización comunitaria así como el de la asociación vinculada a experiencias de emprendimiento. Como señala el equipo técnico del PSN Chachapoyas en el caso de PMRN,

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se partió fundamentalmente de la organización comunitaria existente y de aquellas promovidas previamente por los gobiernos locales, mientras que en el caso de PDN se promovió la organización en torno a intereses de emprendimiento en común. En cualquiera de los componentes (PDN, PMRN y/o ahorros), la asociación entre mujeres a seguido más o menos la misma secuencia: desconfianza inicial frente al PSN (alimentada en muchos casos por los liderazgos comunales y/o de las propias parejas masculinas), un proceso de construcción de vínculos de confianza entre mujeres y con el equipo del PSN, la valoración de sí mismas y de sus capacidades (de liderazgo, de organización

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y de emprendimiento, entre otras) y finalmente la valoración de la organización como espacio para el empoderamiento de las mujeres (y la necesidad de su continuidad y sostenibilidad).

Sobre la valoración de la organización entre mujeres una de las líderes entrevistadas refiere:

“…la mujer de pueblo tiene miedo de dar su opinión por el que dirán. Pues eso es lo importante del proyecto, que nosotras seamos líderes, que empecemos a explicar nuestras ideas, lo que nos gusta pues, a conocernos más, a conocer cuál de las mujeres trabaja más o menos o cómo enseñar a salir adelante a la asociación…” “Lo que más necesario y más importante que he visto es la unión, una experiencia que hemos ganado por estar unidas entre la mujeres, de cómo valorar nuestros recursos, lo que tenemos en nuestro medio, donde vivimos. Muchas veces no lo hemos sabido aprovecharlo, ni valorarlo. Esa es una buena experiencia para mí…” Entrevistas individuales a mujeres líderes – PSN Chachapoyas

Así la organización entre mujeres ha devenido en una experiencia extraordinaria que, a partir de los propósitos comunes, como son las iniciativas de emprendimiento, ha facilitado el encuentro y reconocimiento de sí mismas como sujetos activos en sus comunidades, con lo cual se genera un espacio y redes de colaboración y soporte entre mujeres. Del mismo modo, destaca la valoración de las actividades orientadas a la capacitación e intercambio de saberes y aprendizajes entre mujeres. Las líderes y usuarias del PSN Chachapoyas refieren haber participado en diver-

sas actividades orientadas al fortalecimiento de sus capacidades, como las visitas guiadas, pasantías, rutas de aprendizaje, capacitaciones complementarias, organización y participación en ferias, entre otras. La metodología para facilitar los aprendizajes se pueden resumir en el aprender haciendo, pues tanto los miembros del equipo técnico (incluyendo facilitadores y animadores rurales) así como los asistentes técnicos aprovecharon en forma práctica los conocimientos y experiencia previa de los y las usuarias para, a partir de este conocimiento, construir los nuevos aprendizajes. Como refiere una de las usuarias:

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“…en el caso de nosotros, la ingeniera que fue era muy buena, nos ayudó bastante en el comienzo. Yo prefería que estuviera arriba todo el tiempo porque nos ayudaba y nos hacía ver con comparaciones que es lo que sucede con lo químico y con lo orgánico. Un día nos enseñó lo de la urea, nos hizo comparar al sacar bastantes lombrices de la chacra y le echó la urea ahí y se murieron todas las lombrices, ella nos decía que eso es lo que estábamos haciendo en nuestra chacra porque la abonamos demasiado, matamos todas las lombrices y no forman poros y no hay aeración en el suelo. Tenía razón porque la tierra se está poniendo dura porque hay mucho abono químico”. Entrevista grupal a Usuarias – PSN Chachapoyas

Igualmente importante ha sido la experiencia de aprendizaje a través de pasantías, que les permitió a muchas mujeres salir del espacio local para conocer experiencias exitosas de otras mujeres, como ocurrió con la visita a Incahuasi (Lambayeque) para conocer la experiencia de producción y comercialización de hongos, o la visita a Cajamarca para conocer la de crianza de cuyes. En este sentido las pasantías han contribuido a conocer en forma integral experiencias exitosas entre pares, facilitando el conocimiento no sólo de los procesos de producción y comercialización de una actividad específica sino también las condiciones de la asociación

y organización comunitaria que sostiene la experiencia. En esta misma línea también ha sido importante el rescate de técnicas o formas de organización local o tradicional, asociadas a las labores de tejido o cerámica artesanal, como, por ejemplo, los motivos iconográficos, o al trabajo rotativo entre miembros de una comunidad rescatado por las mujeres para sus asociaciones. Como señala una de las lideresas entrevistadas, al referir a la experiencia de trabajo denominado tishanaminga:

“…la responsabilidad de la presidenta es ver las faltas, inquietudes, que es lo que quiere cada familia, tanto en los hogares como en el pueblo, por eso estoy con esta inquietud de salir adelante, de criar a las ovejas y tener medios económicos de entrada y vamos rescatando lo que antes era la tishanaminga. Esto era que nos reuníamos una vez así, una vez en el uno y en el otro y así todo salir adelante. Hay que reunirnos para el avance porque es difícil, ahí viene para criar abejas, en la portada del animal y ya después se la lava”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

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En este sentido, las capacitaciones y experiencias de aprendizaje en la percepción de las usuarias del PSN han marcado un antes y después, pues no sólo han fortalecido y ampliado sus saberes, sino que también han estimulado sus apuestas y proyectos en común. Otra experiencia igualmente valorada es la de los emprendimientos desarrollados entre mujeres, especialmente las vinculadas a los PDN. Estos emprendimientos han permitido a las mujeres reconocer sus capacidades y habilidades para el desarrollo de iniciativas productivas y para la generación de ingresos complementarios para sus familias. Y han permitido, del mismo modo, poner en práctica además de una idea de negocio, todo aquello aprendido en las capacitaciones, pasantías y rutas de aprendizaje.

entre mujeres. Se asume que el éxito de los emprendimientos no es gratuito, que se tiene que “hilar fino”, puesto que implica generar ahorros y sacrificios para “seguir comprando y que siga aumentado mi negocio”.52 Del mismo modo, les resulta claro que una buena idea no es suficiente si es que el producto no cuenta con “un valor agregado”, con elementos de “innovación” que permitan la aceptación del producto en el mercado53 y dinamicen los mercados existentes y/o faciliten la formación de nuevos mercados.54 Y se comprende que sus respectivas familias, esposos en particular, deben involucrarse también en la experiencia de emprendimiento.55 Sobre este punto es interesante uno de los testimonios, en donde se señala que ha recuperado una especie de calabaza casi en extinción y que hoy se oferta en las ferias y mercado en diversas presentaciones:

Asimismo, se percibe que los logros son el resultado del esfuerzo colectivo de la asociación

52 Entrevista individual a mujer líder – PSN Chachapoyas. 53 Entrevista grupal a usuarias del PSN – PSN Chachapoyas. 54 Respecto a la formación de nuevos mercados el equipo técnico que “…cuando empezamos había una comunidad en Granada que tenía muy buenas carreteras pero no llegaba nada, con el concurso cambio y ahora hay un mercadito en Granada los viernes. Con la venta de hortalizas las señoras se dieron cuenta que sacaban 40 soles semanales y con cuatro ventas ya pagaban otras cosas”. 55 En este sentido, una de las mujeres líderes del PSN Chachapoyas refiere que: “….nosotros con mi esposo trabajábamos desde un principio, comprábamos flores, ajos, sembrábamos hortalizas, pero ahora sembramos más y más y cuando me ayudaba en esos concursos la gente me decía ah con tu esposo que te ayuda sales ganando. Ahora cualquiera que está concursando y yo veía que la mayoría de sus esposos ahora les ayudan y ahora como ven que están vendiendo alguna cosita les están ayudando”.

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“…nosotros teníamos el producto Chiclayo, la calabaza. Teníamos en cantidad en Trita, en todas las comunidades pero al pasar el tiempo hemos cambiado ese producto por arroz y por fideos… Ahora estamos tratando que la gente vuelva a consumirlo maduro, en potajes que se pueden consumir. Ese es el aprendizaje especial desde que hemos empezado con el estudio especial de [la calabaza] Chiclayo, el valor nutricional cuando está verde, maduro y preparado. Gracias a Dios el producto ya está hecho y ahora lo que necesitamos es buscar mercado para poder vender”. Entrevista grupal a Usuarias – PSN Chachapoyas

Finalmente, otro logro especialmente valorado es el de la participación de las mujeres en los asuntos públicos de sus comunidades. En este sentido uno de los objetivos del PSN ha sido el de promover el capital social y cultural de la población beneficiaria, en especial de las mujeres, fortaleciendo su ciudadanía y su participación en el desarrollo territorial. Las usuarias del PSN, a través de los PMRN, PDN y de los planes de ahorros, han fortalecido su participación, en sus comunidades y sus familias, como sujetos activos en la conservación de sus recursos naturales, así como en la generación de iniciativas de emprendimiento. Cierta-

mente para este fin han sumado los diferentes componentes y actividades del PSN, así como lo aportado por otras instituciones y procesos, como ocurre con los gobiernos locales y las iglesias. Debe mencionarse el rol desempeñado por algunos sacerdotes católicos en la formación de los liderazgos femeninos (fundamentalmente catequistas), que con el tiempo se han comprometido en los asuntos públicos de sus comunidades, interpelando las formas tradicionales del ejercicio del poder representado en los hombres. Al respecto una de las lideresas refiere:

“…más que todo yo siempre me he educado en la iglesia. A nosotros los sacerdotes siempre nos decían que para que se pueda hablar en un templo cuando es grande, tú solita tienes que probarte en tu casa hablando si sale la voz o el otro yo, así te tienes que probar para que te escuchen al fondo, sino tu solita nomás vas a escuchar y lo que lees tu solita nomás vas a escuchar. Entonces, para esto menos mal gracias a Dios me ha dado una buena voz y no utilizo micrófono. Puedo hablar así nomás y no me avergüenzo de hablar al frente”. Entrevista individual a mujer líder –PSN Chachapoyas

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Así el fortalecimiento del capital humano y social de las mujeres, y el evidente empoderamiento de las mismas, en el caso del PSN Chachapoyas sería uno de los resultados del PSN como también de los procesos subyacentes de otros actores institucionales y de las condiciones estructurales de la región, como, por ejemplo, la integración de sus comunidades vía un fluido sistema de carreteras, el acceso a la educación superior y la movilidad social, con lo cual se permite comprender los cambios que acontecen con las mujeres rurales de las provincias de intervención del PSN Chachapoyas. Esta valoración es importante además porque da cuenta de un proceso de empoderamiento, el cual conduce a las mujeres de la participación social a la participación política en el ámbito local. Las entrevistas realizadas en el PSN

Chachapoyas dan cuenta de la participación de las mujeres beneficiarias del PSN en espacios deliberativos sobre los asuntos público-locales (asambleas y reuniones de las comunidades y/o municipios) así como en la vigilancia ciudadana comunitaria.56 Y también dan cuenta de la participación de algunas beneficiarias en las recientes elecciones municipales del 2014,57 donde han resultado electas como regidoras o también como presidentas comunales.58 Se constata también que la participación de las mujeres en los asuntos públicos pone en cuestión formas de organización tradicionales, donde el quehacer de lo público se concibe como propio de lo masculino y el quehacer doméstico como femenino. En este sentido resulta interesante la opinión de una de las lideresas cuando señala:

56 Como refiere una de las lideresas al señalar la inoperancia de las autoridades comunales para poner en práctica la comercialización de hongos secos a pesar de todo lo avanzado a partir de la iniciativa de las mujeres organizadas. Refiere: “… como él [el presidente de la Junta Comunal] no ha visto como están en Incahuasi, entonces no le toma interés. Este bosque pasó a la comunidad, porque hubo reclamos por la venta, el consumo y la preparación del hongo que hicimos, entonces la Asociación solamente iba a participar enseñando a la población. El presidente está demorando todo esto, porque tenemos ya varias cosas, incluso le hemos dado para sacar el registro sanitario y nada…”. 57 Al respecto resulta interesante la opinión de una facilitadora del PSN al referir que la participación de las mujeres en listas electorales no es nueva, lo nuevo en su opinión es que ahora ya no son instrumentalizadas. Indica: “…es algo nuevo porque antiguamente igual les invitaban porque ya no había con quien más llenar la lista, pero creo que esta vez ha sido diferente porque ellas han puesto sus condiciones, ya no van de relleno, ellas dicen yo quiero ser la segunda, tercera o cuarta, así ha sido”. Entrevista individual facilitadora – PSN Chachapoyas. 58 Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Chachapoyas.

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“… hoy estoy viendo que los varones están celosos por que las mujeres estamos trabajando. Nosotras como grupo hay que ir a opinar, nosotras no somos nomás cocinar y lavar en la casa, hay que saber qué es lo que pasa dentro de nuestra comunidad, hay que opinar. Qué lindo sería cuando las autoridades tomen conciencia de esto, a nosotros nos ayudaría la asociación para quedarnos más libres…” Entrevistas individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

Habiendo sido uno de los propósitos centrales del PSN mejorar las capacidades de los productores rurales para superar las condiciones de pobreza y pobreza extrema que los afectan, se obtiene de las metas alcanzadas en EL PSN Chachapoyas, así como de las estrategias y acciones implementadas, que estas han fortalecido y ampliado el capital social y humano de los productores y mujeres rurales especialmente, con lo cual han posibilitado condiciones favorables al cambio social y cultural.

de los cambios ocurridos en las comunidades y espacios locales, referidos a la mayor acción y participación de las mujeres como agentes activos en los procesos productivos, de emprendimiento y de participación social y política de sus espacios locales y territoriales. A partir del testimonio anterior, Patricia Carrillo ha buscado dialogar con la voz de las mujeres que aparecen en la sistematización. Según afirma:

En relación al género y las relaciones de género, destaca –en el nivel colectivo- la percepción

“el enfoque de género debe buscar transformar las relaciones de poder y, asimismo, dar cuenta de cómo se van transformando estas relaciones entre hombres y mujeres. Del mismo modo, se debe ver cómo se transforma el poder en la vida de las mujeres y los hombres que participan en esta experiencia, porque cuando las mujeres ganan poder, los hombres lo pierden. Asimismo, en este proyecto se valora el rol de las mujeres como agentes de cambio, cómo se ven ellas y cómo se transforma la familia y la comunidad, pero aún cabe preguntarse ¿cuáles son los obstáculos que tuvieron que superar las mujeres?” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

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Más aún, Carrillo sostiene que no se aprecia de modo muy detallado cómo se manejan los recursos naturales y cómo se desarrollan los emprendimientos en función a la demanda del mercado local. Tampoco existe una estrategia de cómo valorar los activos; por consiguiente, aún se cuestiona cuáles son estos activos que se ponen en juego. Por otra parte, Carrillo también considera que se debió realizar un proceso de construcción de confianza, puesto que al proyecto le cuesta contactar con estas mujeres, ya que desde antes existe una desconfianza por parte de las mujeres, donde el Estado es un extranjero más. La experiencia dice que por el tema de la lejanía y la desconexión hacen que la descon-

fianza esté presente. Sin embargo, destaca que se aprecia un diálogo entre la Modernidad Occidental que conlleva a la conjunción entre el Estado y la tradición andina, por ejemplo, por medio el ahorro y el uso de tarjetas de débito y tradición andina de trabajo, es decir, la minka. Por otro lado, las acciones que se desarrollaron con las Usuarias del PSN Huamachuco, a partir de la reunión sostenida con ellas en la que se elaboró de manera conjunta la línea de tiempo del proyecto en función de su recuerdo y de la relevancia o importancia que le otorgaron a las diferentes actividades, se presentan en la Ilustración 2. Cabe anotar que esta no necesariamente representa a todas las acciones llevadas a cabo por el PSN en dicho ámbito.

Ilustración 2. Diagrama de las acciones del Proyecto Sierra Norte – OLP Huamachuco

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Las actividades del proyecto iniciaron con los planes de negocio, para lo cual el paso previo fue la conformación de asociaciones, de acuerdo al equipo técnico. La elección de integrantes de las asociaciones fue a criterio de los propios socios, no habiendo de esta manera un direc-

cionamiento para que hubiera una mayor participación de mujeres o jóvenes. El criterio que utilizaron principalmente, según mencionan, fue el de afinidad en el tema productivo y/o vecindad.

“…primero se hizo la difusión de las actividades del proyecto, y en los caseríos con el tema de AgroRural ya se conocen y venían a preguntar y se juntaban… han ido a conformarse como asociación, porque era un requisito importante. Entonces la agrupación lo hacía básicamente por afinidad, por ser vecinos… se ponían de acuerdo en qué actividad iban a desarrollar para el plan de negocio o qué iniciativa iban a emprender…” Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Huamachuco

“…antes… porque para participar, se tenía que formar asociaciones… nos juntamos entre amigos y vecinos “vamos a trabajar en un Proyecto Sierra Norte”, luego vamos a formar nuestra asociación de presidenta, vice presidenta y secretaria, luego vamos a la institución… ir a registros públicos a registrarnos como asociación… luego participamos en el concurso…” Entrevista grupal a Usuarias– PSN Huamachuco

Dado que las actividades son múltiples en el área rural, los integrantes de una asociación acordaban cuál de estas era la prioritaria para elaborar los planes de negocio. La variedad de planes presentados ha sido grande, además de las agropecuarias (crianza de animales mayores y menores, mejoramiento genético, producción de derivados lácteos, etc.). También se han re-

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gistrado actividades dirigidas exclusivamente a la comercialización de artesanías, madera, carnes, frutas y verduras, para el caso de las asociaciones mixtas. En el caso de las asociaciones de mujeres, estas se han orientado básicamente a dos actividades: la pecuaria y la artesanal. Los hombres, por su parte, a las actividades agrícolas y las pecuarias, principalmente.

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En el caso de los PMRN, se desarrollaron en mayoría sobre la base de las asociaciones formadas para los PDN. Con estas organizaciones se realizaron diversas capacitaciones y asesorías en temas agroecológicos (manejo de suelos, agua, crianza de animales, siembra de hortalizas y pastos, abonos orgánicos, etc.), mejoramiento de las viviendas, que se refirió al ordenamiento

de las viviendas en espacios separados de vivienda y animales menores; incorporación de cocinas mejoradas, construcción de biohuertos; en otros casos se llevaron a cabo acciones para la mejora de la comunidad con la intención de crear un espacio turístico (Caserío de Agua Blanca)59:

“… mi trabajo era visitar de casa en casa para que ellos se inscriban al concurso para que se unan a la organización; y bueno, comenzamos con los trabajos, tenemos tres años de trabajo en la asociación. En estos tres años hemos logrado hacer primero nuestra carretera, manejo de bosques, siembra de pastos, mejoramiento de viviendas, hemos hecho siembra de borde de nuestra carretera de pinos y de flores, todo, desde el ingreso hasta cada hogar que visitas está con pino y una flor. También hemos hecho pozas para criadero de truchas… al menos ya tenemos un sitio turístico en nuestra asociación, estamos conservando el manejo de recursos naturales… hemos hecho cataratas…” Entrevista individual a Animadora rural – PSN Huamachuco

Como parte de las actividades para los planes de negocios se formaron grupos de mujeres ahorristas. En este caso, dado que existieron algunas discrepancias con los promotores del Programa JUNTOS, en cuanto a la creación de cuentas de ahorros para aquellas usuarias que también fueran beneficiarias del Programa

JUNTOS; se optó por trabajar con las mujeres que no eran madres y aquellas que no se beneficiaban de dicho programa. Por tanto hubo un grupo de mujeres que no abrió cuentas de ahorro de manera personal60, aunque sí lo hicieran buena parte de ellas como asociación.

59 El trabajo se realizó con la Asociación Multiservicios del Caserío de Agua Blanca, parte alta. Distrito de Huamachuco. 60 Esta circunstancia podría haber tenido algún efecto en cuanto a la dinámica familiar vinculada al manejo del dinero y la capacidad de decidir sobre el uso de los ingresos generados por las mujeres y la familia en general, como veremos en la dimensión familiar.

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“… cuenta de ahorros no logramos tener porque estábamos incluidas en el Programa Juntos y nos decían que si teníamos cuenta de ahorro nos iban a sacar de ahí…” Entrevista individual a Mujer líder 3 – PSN Huamachuco

Aquellas personas que sí pudieron abrir cuenta de ahorro, debían realizar un primer depósito de 100 soles, en compensación el PSN realizó por única vez un depósito de igual monto. La condición para las mujeres que pertenecían a los grupos de ahorristas es que

mantuvieran sus cuentas de ahorro abiertas durante dos años con depósitos mensuales, en estos casos, por cada depósito mensual el PSN realizó igualmente depósitos mensuales de cinco soles durante el primer año, y durante el segundo año, depósitos de tres soles.

“… Sierra Norte en sus inicios nos daba cien soles, pero solamente por inicio… todo mensual ha depositado cinco soles… pero luego nosotros, a veces las señoras depositaban 10, 10…es todo un apoyo porque nos depositaba el primer año cinco soles y en el segundo tres soles, mensual… a veces no tenemos dinero, a veces uno se enferma, y como dices ¿de dónde sacar algo?, si por A o B uno se enferma y no tienes de dónde, en cambio, uno teniendo su cuentita va y retira, porque no es bueno tener dinero en el bolsillo, antes no teníamos nada, si tenías una emergencia ¿de dónde sacabas?...” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

Esto les ha permitido, como manifiestan las usuarias, poder tener dinero ahorrado que podrán utilizar en cualquier emergencia, pero también ha servido para que ellas puedan tomar control sobre los ingresos que registran a partir de su actividad. Además, pueden tomar decisiones en relación al uso de este y plani-

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ficar o programar cuando se trata de volver a invertir en su actividad económica. Vale decir, que les ha servido para poder decidir cuándo, cómo y para qué utilizar los fondos de ahorros que generan, así como les ha posibilitado cierta independencia económica en relación a su situación anterior:

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“…ahora como dicen, las mujeres por lo menos sabemos trabajar y ya tenemos nuestro sencillo, nuestro recurso, ya no estamos esperando al hombre que nos dé. Lo que le digo es que yo estoy en mis ahorros y en el tejido, por esa parte mía es la que vendo en mis tejidos y el plan de negocios de mis gallinas que me sirve para ahorrar” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

Pertenecer a un grupo de ahorristas o a una asociación ha posibilitado a las señoras organizarse en torno de actividades conjuntas, principalmente para la comercialización de sus productos. En el caso de las mujeres tejedoras o artesanas, ellas se reúnen para tejer en función de los pedidos que tienen, así como para la venta de sus prendas. De esta forma, se reú-

nen y eligen a una o dos personas que irán a la feria para vender el conjunto de la producción y acuerdan que los gastos de las personas que viajan son subvencionados por aquellas personas cuyas prendas lograron ser vendidas. En la actualidad están gestionando ante la municipalidad que les pueda ceder un espacio para poder implementar una tienda de exhibición.

“… estamos vendiendo así juntas, cuando hay por ejemplo alguna feria para salir, vemos los gastos para que vaya una persona y lleve una persona… se vendió la prenda de la señora, tiene lo que le pertenece a ella… las que venden hacen que descuente algo de lo que venden (para cubrir el pasaje)… incluso hemos visto en estos días para ir a la municipalidad para que nos den una tiendita para exhibir nuestros productos…” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Huamachuco

Otra asociación se organizó para poder producir de manera complementaria en sus terrenos y cada integrante tiene un producto diferente en su biohuerto. Han trabajado de manera rotativa en la parcela de cada integrante (minka), así la producción del conjunto es colocada en el

mercado. Para ello igualmente una o dos personas son designadas para llevar los productos y venderlos. Cabe anotar que varios de los miembros son familiares, sin embargo, todos los integrantes, sean o no familia, mantienen esta organización:

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“…antes cada uno individual o cada uno pues. Ahora para vender ya nos juntamos, hacemos un grupo de biohuertos, uno tiene una cosa, el otro tiene otra cosa. Cada quien lo hacen en su casa y como es familiar, ya el resto lo vendemos. De ahí unos a otros nos apoyamos… salen uno, dos a vender, el resto se encarga. Cuando hacemos una reunión y decidimos tal persona va… acá a la feria venimos con dos señoras…” Entrevista individual a Mujer líder 3 – PSN Huamachuco

Como se mencionó en la dimensión institucional, algunas organizaciones mixtas estarían reproduciendo relaciones tradicionales de poder entre hombres y mujeres, en cuanto para ellos los espacios de toma de decisiones, para ellas la parte operativa. Esto se estaría dando principalmente en las actividades económicas vinculadas a la crianza de animales mayores, en donde si bien se nota una mayor participación de las mujeres, esta se refiere principalmente a

las actividades productivas como alimentar al ganado, limpiar los corrales, ordeñar las vacas, preparar los derivados, entre otras. En contraposición, los hombres estarían asumiendo las actividades de comercialización y el manejo del dinero. De esta manera, la participación de las mujeres sería relativa, dependiendo del grupo al que se integran, tendrían mayores o menores oportunidades para tomar decisiones.

“… lo que es producción de hortalizas si es mixto, incluso el varón es el que lleva más las cuentas, su participación de la mujer es poca. Ahora en lo que es la producción de lácteos, de crianza de animales mayores igual, el varón es el que lleva las cuentas. La mujer participa sí, pero en la parte productiva, pero en lo que es la comercialización no, no directamente. Puede ayudar a llevar al mercado, incluso hasta vender, pero la plata se la entrega al varón… en la parte productiva si es activa la participación de la mujer: en alimentar, en limpiar los corrales, en la producción de leche por ejemplo, la mujer es la que tiene que sacarle la leche, hacer los derivados…” Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

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Atención especial la tienen las mujeres que han llegado a liderar un grupo, de acuerdo a las percepciones recogidas, que se ha tratado de mujeres madres solteras, divorciadas o viudas. En respuesta a la necesidad de mantener a su familia, y porque quizás el hecho de estar

“solas”, les da la posibilidad de enfrentar los retos de la discriminación por género ante la sociedad, en la medida que no se encuentran en dependencia de un esposo que pueda limitar su accionar:

“… básicamente son las madres solteras, las viudas o las que están divorciadas… las que sobresalen más a nivel de género son esas mujeres, porque para ellas es más fácil enfrentar a una sociedad que de repente al esposo… el protagonismo de un liderazgo por querer salir, de querer sacar adelante a sus hijos, eso es lo que les permite salir… quizás en la familia es un poco difícil eso porque está el machismo que todavía se da…” Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Huamachuco

Aunque encontramos señoras que han participado en organizaciones sociales de base, en las que han ejercido cargos de representación, y otras que han participado en rondas campesinas mixtas; se percibe que en su mayoría las

mujeres no asumen cargos en la comunidad o caserío. De acuerdo a algunas mujeres líderes, su asistencia a las reuniones o asambleas del caserío se han dado en circunstancias que el esposo no ha podido asistir a dichas reuniones.

“… en la gente del campo, no tenían participación las mujeres. En diferentes asociaciones, en diferentes cargos, en diferentes trabajos que había, no había participación de señoras, era raro que participaran. Por decir, les decían a los varones que vayan porque ellas no saben. Ellas nunca creían que iban a aprender, ellas siempre decían que ellas no saben, que el que sabe es el señor “el que sabe es mi esposo” “mi papá sabe”… su participación es con su esposo en la cocina, a veces cuando había ‘repúblicas’, trabajos comunales, ellas en su cocina y crianza de sus animales. Eso era su trabajo de ellas. No participaban en reuniones, no tenían un cargo dentro de una comunidad, nada”. Entrevista individual a Varón – PSN Huamachuco

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“… si hay asambleas del caserío, más mujeres participan, los hombres no porque están en la chacra, están ocupados, según dicen en su trabajo, y las mujeres como estamos en la casa tenemos más tiempo…” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Huamachuco

Por otra parte, de acuerdo a las Usuarias del PSN Celendín, las acciones61 que realizaron con el proyecto, aproximadamente, en orden cronológico se presentan en la Ilustración 1. Cabe anotar en este punto que esta ilustración ha sido construida con base a la línea de tiempo elabora en la Entrevista grupal con Usuarias del

PSN a partir de su recuerdo y de la relevancia o importancia que le han otorgado a las diferentes actividades del PSN desde su lectura, no así refleja necesariamente el proceso y procedimiento llevado a cabo por el equipo técnico o contemplado en el diseño del PSN.

Ilustración 1. Diagrama de las acciones del Proyecto Sierra Norte – OLP Celendín

Entre estas actividades, las que ellas consideraron más importantes fueron: en primer lugar, los concursos de planes de negocio, pues de-

finieron a través de ello una meta para su asociación y sus familias y la posibilidad de hacerla realidad, recorrer un camino que como ellas

61 Las usuarias que participaron a partir de 2010 o 2011 iniciaron con la conformación de asociaciones y luego formaron los grupos de ahorristas, las usuarias que participaron a partir de 2012 lo hicieron en orden inverso. Para el resto de actividades siguieron la misma secuencia.

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dicen: “… ya no vamos a volver a lo que era antes…”62. La selección de planes de negocio ganadores estuvo a cargo de los CLAR (Comité Local de Asignación de Recursos) que analizaban la viabilidad del plan en función de la sustentación en público de dicho plan basado en los mapas parlantes, las visitas en campo donde observaban las condiciones físicas y geográficas del plan y la revisión del documento de plan presentado. En el caso de las asociaciones integradas sólo por mujeres (30 asociaciones), las actividades económicas principales a las que se orientaron fueron la actividad pecuaria (11 planes, 5 vacas lecheras y 4 carne) y la crianza de animales menores (11 planes de cuyes). Los montos financiados por el PSN se encontraron entre los 4.480 soles (2 asociaciones) y 10.400 soles (1

asociación) en la crianza de animales menores, y en el caso de la actividad pecuaria los montos estuvieron entre los 4.080 soles (1 asociación) y los 10.304 soles (3 asociaciones)63. En segundo lugar, la conformación de grupos de ahorristas, pues esto les posibilitó generar ahorros dentro de la familia para la inversión en su producción o para la atención de los estudios de sus hijos, financiarse viajes, y otros. Además, de cubrir emergencias en la salud familiar. Y, en tercer lugar, la conformación de asociaciones, pues ello les permitió dar el primer paso hacia los planes de negocio. En cuanto a los grupos de mujeres ahorristas, estos se formaron por cercanía (pertenecen a la misma localidad) y por familiaridad64, en total fueron 254 grupos de mujeres ahorristas,

62 Bertha Saldaña. Mujer líder. Asociación de Mujeres Agropecuarias y Artesanales Las Aventureras del Centro Poblado de Muyoc Chico, distrito de Miguel Iglesias. Provincia de Celendín. Entrevista individual a Mujer líder – PSN Celendín. 63 En las asociaciones integradas solo por varones la principal actividad fue la pecuaria (ganado lechero) y los montos de financiamiento del PSN se encontraron entre 4.900 (1 asociación) y 10.400 soles (9 asociaciones). Las asociaciones mixtas se orientaron a la actividad pecuaria (ganado lechero) y los montos financiados para esta variaron entre 4.500 (1 asociación) y 10.400 soles (16 asociaciones). / Fuente: Registro de asociaciones por género –PSN Celendín. Trabajo de campo, Noviembre. 2014 64 Cabe anotar que, según lo comentado por el Equipo Técnico, la estrategia de cercanía o familiaridad, no estuvo planteada desde inicio, hubieron casos en los que los grupos se armaron con señoras de diferentes localidades, lo que dificultó el proceso de capacitación de ellas en temas financieros. Ante ello se modificó la estrategia por otra de cercanía o familiaridad, dejándolas con libertad para que armen sus propios grupos de ahorristas. “…agarraban a las mujeres de este distrito, de este caserío, del otro caserío, del otro pueblo… cuando le hicimos capacitaciones a mujeres ahorristas ¿dónde las vamos reunir?, de acá una señora de 10 horas de distancia, y le dimos un vuelco. A partir de este momento los grupos de mujeres ahorristas tienen que ser de un determinado caserío, de un lugar donde estén cerca… había que facilitar para que se reúnan, una vez abiertas las cuentas, se acercan y se reúnen…y eso facilita, que la mayor parte de socias sean de familias, sean madres, sean gente allegadas a ellas…”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Celendín.

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integrados por 3.960 mujeres que abrieron cuentas de ahorros personales. Por cada 100 soles que ellas depositaban, el PSN realizaba un depósito por igual monto al inicio, y luego cinco soles cada mes durante el primer año y tres soles mensuales durante el segundo año. El tiempo total de duración de los grupos debía estar alrededor de los dos años, al cabo del cual las señoras podían retirar la totalidad del dinero ahorrado y cerrar la cuenta o mantenerla, de acuerdo a lo manifestado por ellas. En la mayoría de los casos, se mantuvieron las cuentas aún después del plazo acordado con el PSN. Siempre bajo el criterio de un mismo territorio, las asociaciones se conformaron por actividades económicas de interés. En los grupos de mujeres que empezaron hacia el 2012, las asociaciones se conformaron por lo general sobre la base de los grupos de ahorristas a las que se sumaban nuevas integrantes para cubrir el cupo de miembros que debía tener cada asociación. Algunas de las nuevas integrantes abrieron cuentas de ahorro, otras no, esto no se constituyó en limitante para ser miembro de la asociación. Algunas de ellas también participaron en la Escuela de Expertos Campesinos, que les otorgó una calificación técnica a nivel intermedia, con

lo que podían compartir su conocimiento sobre la crianza de ganado; además, les posibilitó brindar primeros auxilios al ganado, tanto propio como el de la comunidad. Por otra parte, está la constitución de la Cooperativa de Ahorros y Crédito de la Mujer Rural, que para ellas significa la posibilidad de contar con el financiamiento que requieren para poder seguir mejorando la producción de sus negocios y sobre todo la calidad de vida de sus familias. En cuanto a PMRN, se han desarrollado una serie de capacitaciones técnicas para el manejo agroecológico de sus parcelas y del mejoramiento de las viviendas y la salud familiar, entre las que se encuentran: diversificación de cultivos, crianza de animales, técnicas para el ordeño de vacas, elaboración de purines a base de hierbas, insecticidas caseros y abonos orgánicos, biol65, sistema de riego por gravedad, construcción de pozos para el almacenamiento de agua, riego por aspersión, cultivo en terrazas, viviendas saludables, cocinas mejoradas, y comercialización de productos. En algunos casos, sobre todo en San Marcos66, se ha practicado la “minka”, donde trabajaban en una chacra y luego en otra, e iban rotando de manera que todas las parcelas llegaran a los niveles deseados para acceder al financiamiento. Esto ha demostrado de algu-

65 Efluente líquido proveniente de la descomposición de la materia orgánica, en condiciones anaeróbicas, que se realiza en depósitos cerrados o biodigestores. Se encuentra dentro del grupo de abonos orgánicos. Curso de Agroecología – Uso de abonos orgánicos en la producción de hortalizas. Saray Siura. Departamento de Horticultura. Universidad Nacional Agraria La Molina. Lima. 66 De acuerdo a observaciones del equipo técnico del proyecto, esto también se habría dado en la provincia de Cajabamba.

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na manera la posible coexistencia entre la modernidad (inclusión financiera, ahorros, entre

otros) y las prácticas más tradicionales donde no intermedia el dinero (minka).

“… también para avanzar más, lo que hemos hecho es trabajo grupal… seguimos haciéndolo. O sea, hoy día trabajamos en uno, mañana en otro, de esa manera se avanza más… como rotación, acá le dicen “por otra tal”.” Entrevista individual a Animadora rural – PSN Celendín

La mayoría de usuarias consultadas mantiene la cuenta de ahorros que abrió en el marco del proyecto. La mayoría de grupos se formaron dentro de la misma localidad, por familiaridad o por amistad. Durante el Proyecto, se organizaron para que periódicamente se realizaran los depósitos, aprovechando que alguna de ellas tuviera familia en Celendín o que se designara a una para que lleve el dinero recaudado y realice los depósitos en las cuentas particulares del resto, al retorno debía entregar los recibos de

depósitos como constancia de la gestión realizada. En otros casos, han encargado a algún profesor que viajaría a Celendín para hacer el depósito, o incluso a algún transportista conocido. Todo ello ha significado para las mujeres del grupo de ahorristas desarrollar confianza y vencer muchos temores, entre ellas y con el resto de la comunidad, reforzado de esa manera sus redes sociales, lo que podría significar en términos del Proyecto el haber contribuido a fortalecer el capital social de las mujeres.

“…como nosotras somos lejos, de qué manera tenemos que ir para depositar, dejar encargado a una persona para que deposite a la caja…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

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“Hacemos nuestra reunión. Y a veces, como nuestra presidenta tiene sus hijos en Celendín, va a ver a sus hijos, les hace el llamado. Entonces nos reunimos, juntamos (el dinero) y ella lo lleva y hace el depósito… y si no, una de nosotras viaja, decíamos “tal día se va tal persona a viajar a Celendín, aprovechemos a que lo lleve”. Entrevista individual a Mujer líder 3 – PSN Celendín

Diversos han sido los compromisos que las asociaciones, y sobre todo las mujeres, han tenido que asumir en cuanto a los planes de negocio. Desde asistir a las capacitaciones en temas técnicos productivos y financieros; llevar y rendir cuentas y planificar actividades conjuntas y tareas individuales. Asimismo, realizar depósitos, elaborar planes de negocio y mapas parlantes, y seleccionar y contratar a asistentes técnicos. También, prepararse para hacer presentaciones o hablar en público, elegir sus representantes, realizar invitaciones a técnicos de municipali-

dad o Agencia Agraria para que brinde capacitaciones complementarias; elaborar informes, hacer seguimiento a las actividades y hasta aprender a firmar. Esto último en particular, ha sido un reto que las asociaciones de mujeres tuvieron que vencer, dado que muchas de ellas son iletradas y tenían que suscribir contratos o documentos de constitución de manera personal, por lo que tuvieron que organizarse al interior para aprender a escribir sus nombres y poder firmar.

“… han aprendido a firmar su nombre. Entonces decíamos: “¿Cómo van a entrar si no saben ni firmar?” Entonces yo les decía: “Aprendan, escribe” Yo les hacía firmar, cuando nos juntábamos… Nosotros hemos aprendido, porque decían que la firma tenía que ser personal, que no lo ayudemos. Entonces yo decía “Tienen que aprender ¿Qué va a pasar si detectan que es la firma de nosotros? lo malogramos”… en nuestras reuniones les hacía firmar papeles que a veces me daban. Ahora ya firman normal…” Entrevista individual a Mujer líder –PSN Celendín

La mayoría de mujeres ha ido logrando una mayor participación en la comunidad a través del

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PSN y de otras organizaciones y programas que han intervenido en sus ámbitos locales. Aunque

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algunas han llegado a ser lideresas del Programa JUNTOS, e incluso una de las mujeres ha llegado a presentarse en una lista como regidora en las elecciones municipales, el conjunto de las mujeres consultadas o integrantes de asociaciones y grupos no ha llegado a ejercer responsabilidades en redes comunitarias o lo-

cales. Y es que la oposición ha sido muy fuerte sobre todo de los varones, sin negar que haya avances en ese sentido. Este hecho, su inserción en espacios de decisión, de representación y de participación comunitaria, se derivan del fortalecimiento del capital social al que el Proyecto ha contribuido.

“… antes en las reuniones de la comunidad decían: “¿mujeres para qué?”, “mujeres no saben”… “las mujeres no tienen ni voz ni voto”, “ustedes no saben”. Pero ahora hay más mujeres que nos reunimos en las reuniones. A veces en las reuniones de las escuelas, nos dicen “tienen que trabajar los padres”, entonces si tal día trabajo, mando a mi esposo (risas)…” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Celendín

En el caso del PSN Incahuasi, el grupo focal de usuarias del PSN67 identifica dos momentos importantes en la intervención del programa: un primer momento, que se inicia en el año 2010, donde se les convoca, organiza, capacita y participan en los concursos de PMRN y PDN, además de conformarse los grupos de mujeres ahorristas. Y, un segundo momento, a partir del

2012, donde se identifica las actividades correspondientes a PDN y de mujeres ahorristas, refiriéndose en particular a las actividades de capacitaciones y pasantías.68 Las usuarias y líderes en Cañaris e Incahuasi valoran particularmente el componente de PMRN, pues en el tiempo es identificado

67 Debe advertirse que el grupo focal se realizó en San Juan de Cañaris, con la participación de usuarias de distintos caseríos del distrito de Cañaris. En este sentido la información recoge las opiniones y percepciones de las usuarias de Cañaris. Véase: Entrevista grupal a usuarias del PSN – PSN Incahuasi. 68 Las participantes del grupo focal identifican la primera etapa con la conformación y formalización de la Asociación para la Preservación de la Vida y el Agro – APREVIA (organización mixta de hombres y mujeres). Mientras que, la segunda etapa se identifica con la conformación y formalización de la Asociación Virgen del Carmen, conformada fundamentalmente por mujeres. Véase: Entrevista grupal a usuarias del PSN – PSN Incahuasi.

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con la formación y/o formalización de las organizaciones involucradas en la ejecución del programa, y porque bajo la modalidad de concursos algunos fueron dirigidos particularmente a mujeres y a jóvenes. En general el componente se ha ejecutado siguiendo la estrategia metodológica del PSN, que incluye la información y sensibilización sobre el programa, el fortalecimiento y formalización de las organizaciones (incluyendo experiencias asociativas preexistentes no formalizadas), y la asignación de recursos mediante concursos con participación de los CLAR. En el caso de esta OLP, el mapeo para la identificación de los activos comunitarios parece haberse hecho con una metodología alternativa a la de los mapas parlantes.69

Entre las actividades desarrolladas para el manejo de los recursos naturales se identifica en particular: el sembrado en biohuertos, construcción de reservorios, construcción y mantenimiento de terrazas, elaboración de composteras, limpieza de pozos y manantiales, mejoramiento de viviendas, crianza de animales, entre otras. La experiencia permitió que muchas de estas actividades -que se hacían desde antes- mejorasen sustantivamente al contar con la participación colectiva de la asociación y con los recursos técnicos y productivos que llegaban a través de la asistencia técnica. Tal como lo refiere uno de los facilitadores:

“…ya están interviniendo a la mejoría de su casa, de sus chacras. Desde antes intervienen las mujeres campesinas de acá, pero ahora es con más conocimientos, ya saben cómo sembrar las hortalizas, controlar las plagas, todo eso. Yo creo que es importante que las mujeres están interviniendo y están haciendo más trabajos”. Entrevista individual a facilitador varón – PSN Incahuasi

Estas experiencias son muy bien valoradas por lo que representan como factor de logro y de

posicionamiento de las mujeres ante la comunidad. Asimismo es importante porque ha per-

69 Sobre este punto debe indicarse que la metodología de los mapas parlantes ha tenido un impacto relevante en las demás OLP, que se evidencia en la recordación de los eventos importantes ocurridos del programa por parte de las usuarias. Este nivel de recordación no se dio en Incahuasi-Cañaris muy probablemente porque la metodología tuvo alguna variación o se ejecutó bajo otra modalidad.

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mitido recuperar los saberes y trabajo comunitarios, como la minka -conocido también en la zona como cambio de brazo-, para las redes y asociaciones de mujeres. Seguidamente se valora los planes de ahorros de las mujeres ahorristas, actividad diseñada para movilizar los ahorros de las familias al sistema financiero a través de cuentas personales de las mujeres rurales que cumplen un rol central en la economía familiar. Como en los demás PSN, la actividad siguió un proceso iniciado con la información y sensibilización sobre la importancia y ventajas de los ahorros y acceso al sistema financiero, su funcionamiento y los pasos a dar para abrir una cuenta de ahorros. Se conformaron grupos de 15 a 20 mujeres ahorristas que de algún modo sostenían vínculos de proximidad y confianza. El sistema operaba con el aporte inicial de las mujeres ahorristas y una contrapartida del PSN, como incentivo, tal como refieren las usuarias. Periódicamente se encargaba a una de las integrantes del grupo que haga el depósito de las demás en las Cajas o Bancos, ubicados fuera de los distritos de Cañaris e Incahuasi, generalmente en lugares distantes como Chiclayo, Pucará o Jaén. Las encargadas de realizar los depósitos devolvían el comprobante de los depósitos efectuados.

El equipo técnico calcula que al cierre del proyecto, casi el 50% de las cuentas de ahorros se mantendrían activadas, básicamente por el hecho de reconocer las ventajas que ofrece el sistema financiero, por ejemplo, la seguridad; y por la importancia que adquieren los ahorros para los gastos o inversiones familiares. Del mismo modo, se refiere al hecho que “…hay usuarias que abrieron [sus cuentas] y ahí quedaron, no hubo continuidad”.70 La experiencia de ahorros tuvo limitaciones particularmente sensibles a la intervención en el PSN Incahuasi. En parte estas limitaciones se explicarían por las expectativas de las usuarias en torno a los incentivos percibidos como un ingreso extraordinario que les resultaba costo-beneficioso. Razón por la cual, cumplido el periodo del contrato, y al no haber más incentivos, no existiría motivación para la continuidad de la cuenta de ahorros. De otra parte, estas limitaciones se explicarían por razones más de tipo estructural como la distancia geográfica que separa los centros poblados de las comunidades de Cañaris e Incahuasi de los lugares donde operan los agentes del sistema financiero, hecho que encarece en forma notoria el costo de las transacciones de las ahorristas. Tal como lo refiere una de las mujeres líderes de Incahuasi:

70 Véase: Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi.

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“…lo que pasó, es que nosotros somos de la sierra, pagamos el pasaje de ida y venida y en la comida todo, ahí es casi no le fue bien porque otros venían a ahorrarlo. Cualquier persona podía depositar en su cuenta, pero para venir a sacar [a la costa] ya no era rentable, porque gastaban más en el pasaje, dijeron: ‘No, mejor quedemos así nomás’, por eso a veces, ahorita algunas tienen su platita en el banco, otras se han retirado… …como le digo, más me parece que gastaban en pasaje, porque era retirado para venir hasta Chiclayo, ahí no hay ninguna caja”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi

En el caso de PDN, el equipo siguió las estrategias y acciones definidas por el PSN, recuperando la experiencia del Proyecto Sierra Sur. Como en los demás proyectos, la asignación de recursos se dio bajo la modalidad de concursos, a través de los CLAR conformados por la participación de las autoridades locales, entre otros, en el contexto de ferias de presentación públicas. En el caso de Incahuasi y Cañaris, las usuarias y lideresas han desarrollado iniciativas de crianza y mejoramiento de animales (cuyes y gallinas), elaboración de pan, producción de artesanías, entre otras actividades. Para esto contaron con asistencia técnica de acuerdo a

los perfiles de los PDN y contratada por ellas mismas. Se valora especialmente las capacitaciones recibidas mediante la asistencia técnica, así como las pasantías para conocer experiencias de emprendimiento exitosas de otras provincias o regiones, puesto que estos son los conocimientos con los que volverían sobre sus propias iniciativas para mejorarlas. Del mismo modo, se valora la necesidad de mejorar la productividad de la iniciativa a fin de darle más valor a sus productos y poder ofertarlos en las ferias y mercados. Como indica una de las lideresas de Cañaris:

“Hemos hecho pan de trigo. Nos están enseñando a embolsar, para poder vender a una institución fuerte que es Qali Warma. Ojalá, porque el trigo...…si nosotros vamos a sembrar, tenemos que tecnificarlo. Tecnificando sale un buen trigo, pero el mercado está bajo, te dan S/.50 un quintal y eso no es justo; pero si nosotros le damos un valor agregado en pan, en galletas, en bizcocho que puede ser mucho mejor, entonces llegarían un poquito más de ingresos para la familia”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi

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Asimismo, un factor motivacional que se pone de relieve es la posibilidad de generar ingresos complementarios para la economía de la familia y “con esa platita tenemos que criar a nuestros hijos y salir adelante, porque es el único sustento para salir adelante…”.

De acuerdo a lo señalado por las usuarias, hasta antes de la intervención del PSN, estas no estaban organizadas con fines productivos o de negocios, salvo algunas redes no formalizadas como las de mujeres artesanas (aunque se menciona también a la ONG Solidaridad).

Una limitación, advertida por el equipo técnico, es la debilidad en la parte de la comercialización de algunas iniciativas desarrolladas por las mujeres. Esta debilidad se explicaría por la división sexual del trabajo y el contexto cultural, que ha naturalizado como propio de los hombres su participación en los mercados donde se usaría fundamentalmente el castellano.

A partir de la organización y formalización de las asociaciones promovidas con el apoyo del PSN y de las convocatorias a concursos dirigidas a ellas, se evidencia un mayor interés por organizarse entre mujeres. La organización es percibida como una herramienta que les permite obtener ventajas, tanto para promover iniciativas y emprendimientos productivos en forma colectiva, para obtener apoyo de instituciones públicas y privadas (del Estado y/o ONG), así como por el hecho de constituirse en un espacio referencial para su participación en los asuntos locales y comunitarios. Como refiere una de las facilitadoras:

En relación a la asociación y participación de las mujeres, en el caso del PSN Incahuasi, las asociaciones conformadas y formalizadas son mixtas, aunque muchas de ellas integradas mayoritariamente por mujeres, como ocurre con la Asociación Virgen del Carmen, en Cañaris.

“…con el proyecto ellas han mejorado. Ya hay más organizaciones formadas, seguramente han formado una organización de mujeres en lo que es tejido. Pequeñas organizaciones han tenido iniciativas a lo que no se veía antes, trabajan en grupos y vienen a charlas, todo más que nada a las capacitaciones, dicen: ‘Si nos asociamos, de repente vienen proyectos y nos van a apoyar, porque tenemos una asociación formada’, ‘¿Qué queremos hacer?’ y ‘¿Qué podemos hacer’ ellos dicen para mejorar”. Entrevista individual a facilitadora – PSN Incahuasi

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Del mismo modo, la asociación ha permitido abrir nuevos espacios para el reconocimiento, soporte y colaboración entre mujeres. Estos espacios se constituyen en otro lugar más allá de la familia, donde las mujeres recuperan el habla y pierden la timidez, abandonan el silencio al que las somete la organización patriarcal. Como dice una de las lideresas de Cañaris: “… entre mujeres nos reunimos como con ustedes, saliendo a otros sitios. Te da aún timidez hablar, pero ya sabes responderle a algo, respondes. Antes no, estar metido en la casa no aprendes nada. Ahora que estamos en la asociación, al menos ya sabemos respondemos algunas pala-

bras”.71 Se trata de un espacio donde a partir de la participación, dialogo e intercambio entre mujeres, ellas ganan en seguridad y libertad para expresar lo que quieren y pueden hacer. La asociación es una fortaleza en sus procesos de empoderamiento. Resulta relevante también la valoración que se hace de las mujeres que participan en el equipo técnico, en su calidad de soporte técnico. Una de las mujeres líderes entrevistadas a propósito de la coordinadora del PSN señala que la

“…coordinadora también ha sido mujer y como mujer hemos recibido más apoyo… tienes más confianza entre mujeres, yo más por ella, me anime más por ella, porque a veces los hombres en la sierra a veces dicen: ‘No, no se vayan donde ese señor, no’. Por ejemplo, para una mujer ya no: ‘son mujeres, están coordinando lo que van hacer”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi

Es importante esta valoración pues, desde una perspectiva de género, es necesario involucrar en los procesos de organización y empoderamiento de las mujeres a recursos técnicos y profesionales femeninos. Sin embargo, se identifica también en la intervención de Cañaris-Incahuasi menor involucramiento de mujeres en su calidad de animadoras rurales y asistentes

técnicos, situación que se explica probablemente por el hecho de que la contratación de estos recursos técnicos en su integralidad es asumido por las asociaciones. Por otra parte, las mujeres entrevistadas no han referido sobre la participación de las mujeres en cargos de representación pública local. Por

71 Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi.

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el contrario, desde el equipo técnico más bien se ha señalado que, a fin de cumplir con la ley electoral de cuotas de representación por género, las mujeres son instrumentalizadas e incluidas para “rellenar las listas” por los partidos o movimientos políticos locales-regionales. Finalmente, debe indicarse que las mujeres entrevistadas también han manifestado su voluntad y compromiso en favor de la continuidad de sus asociaciones.

C. DIMENSIÓN FAMILIAR En la sociedad rural, y en particular en las comunidades andinas, predominan las formas de organización más tradicionales del patriarcado, que atraviesan el conjunto de la vida económica, social, política y cultural. Estas formas de organización han naturalizado la desigualdad existente entre hombres y mujeres, manteniéndose legitimadas muchas veces a partir de concepciones de origen culturalistas. En este contexto, el PSN ha implementado una estrategia de género que centra su acción en las familias rurales y en el papel y participación desempeñados por las mujeres, buscando fortalecer y potenciar el rol de estas en la lucha contra la pobreza y por el cambio social.

Por esta razón, para el equipo técnico del PSN Chachapoyas es claro que la familia, y el involucramiento de sus miembros, es central en el desarrollo de una estrategia que permita fortalecer y potenciar las capacidades de las mujeres rurales, así como reconocer sus aportes en la producción, economía y comunidad. Desde la percepción de los actores involucrados en el PSN en la región Amazonas, se identifica como obstáculo para los propósitos planteados la organización patriarcal y el machismo existentes en las familias y comunidades rurales. En este sentido, las resistencias iniciales y desconfianza frente al PSN se han producido fundamentalmente desde las estructuras de poder local masculinas, como las Juntas Comunales, y desde las propias familias, donde los esposos han asumido derechos de tutelaje sobre la mujer. Estas condiciones de subordinación de las mujeres rurales se corroboran en hechos como que en buena parte de “las comunidades… tienen voz pero no tienen voto”, no pueden formar parte de “una organización si no hay permiso del hombre”, y no pueden “movilizarse fuera del ámbito doméstico sin permiso del esposo”, con lo cual no se toma en cuenta su opinión en las decisiones familiares, ni se valora su aporte a la economía familiar, entre otras situaciones.72

72 Estas referencias corresponden a lo señalado en las entrevistas por el equipo técnico del PSN Chachapoyas como por las usuarias del PSN de la misma OLP.

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Frente a estos obstáculos, el equipo técnico desarrolló una estrategia flexible involucrando a los esposos en las actividades y acciones dirigidas a las mujeres con el fin de limitar los niveles de desconfianza. Así al convocar a las mujeres a las reuniones informativas, de coordinación o capacitaciones también se invitaba a los esposos. A esta flexibilidad de la estrategia habría contribuido la amplia experiencia de trabajo con familias rurales de las y los integrantes del equipo técnico, que advirtieron que en “experiencias anteriores… muchas veces se separaba hombres y mujeres, y…en varias comunidades nos emplazaban porque se discrimina a los hombres…”. Esta experiencia del equipo ha permitido valorar a los hombres y sus familias como aliados y parte involucrada en el desarrollo de la estrategia de género focalizada en la familia.

Del mismo modo, las propias usuarias se convirtieron en un medio para informar a sus familias y esposos sobre los propósitos del PSN y las oportunidades que se abrían para ellas, sus familias y sus comunidades. Ciertamente las mujeres rurales cuentan con recursos con los que median ante la situación de desventaja en las que las ha colocado la organización patriarcal. Esto suele ocurrir con la comunicación y el diálogo que ellas han promovido al interior de sus familias y con sus esposos para informarles y sensibilizarlos sobre la importancia de su participación en las convocatorias de los PMRN, PDN y planes de ahorros. Al respecto una de las usuarias señala:

“…a mí cuando me invitan a participar en algunas reuniones converso primeramente en casa, si puedo ir o no con mi esposo, mis hijos y después voy a ver los animales, regreso y comparto otra vez en un desayuno o merienda, esto vamos a hacer. Conversamos y preparamos lo que vamos a hacer, yo sé que voy a hacer…”. Entrevista grupal a Usuarias - PSN Chachapoyas

Debe precisarse también que en el caso del PSN Chachapoyas, a pesar de las resistencias iniciales, las mujeres han contado con un amplio apoyo de sus esposos y familias, quienes han mantenido una actitud colaborativa con los emprendimientos de las mujeres. Inicialmente,

este tipo de respuesta más bien ha sido excepcional y progresivamente se ha extendido en la medida que los vínculos de confianza entre los diversos actores se fueron afianzando. Como refiere una de las usuarias:

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“…nosotros con mi esposo trabajábamos desde un principio, comprábamos flores, ajos, sembrábamos hortaliza, pero ahora sembramos más y más, y cuando me ayudaba en esos concursos la gente me decía ‘ahh con tu esposo que te ayuda sales ganando’, ‘ahh así cualquiera está concursando’ y yo veía que la mayoría de sus esposos ahora les ayudan y ahora como ven que están vendiendo alguna cosita les están ayudando […] ahora ya están ayudando los varones más y más”. Entrevista grupal a Usuarias – PSN Chachapoyas

Los cambios en los esposos también evidenciaría el desarrollo de estrategias racionales, basadas en la experiencia de las mujeres y en los potenciales beneficios que la oferta del PSN permitiría obtener a las familias rurales. En este sentido, no es extraño que entre las motivaciones para la participación de las mujeres resalte la importancia que se otorga a la educación de las y los hijos, la necesidad de invertir en emprendimientos y mejora de la calidad de vida, y contar con recursos para enfrentar situaciones contingentes, como malas cosechas, baja de precios, salud, etc. No resulta extraña la alta valoración de la educación como experiencia formativa y de movilidad social entre las familias rurales de las zonas

de intervención del PSN Chachapoyas. Según los datos del documento de Línea de Base del PSN, el nivel educativo promedio de los jefes de familia en Amazonas están por sobre el promedio general del ámbito de intervención del PSN y las demás regiones de intervención.73 Y, en términos de acceso, en el ámbito de intervención del PSN las familias rurales cuentan con una importante infraestructura educativa a su alcance (primaria y secundaria), así como con una universidad pública de amplio reconocimiento que cuenta con una oferta de 11 carreras profesionales. En este sentido, las usuarias y sus familias han priorizado el aspecto educativo al momento de considerar su involucramiento en las convocatorias y actividades del PSN. Como refieren algunas usuarias y lideresas:

73 Los años de educación promedio por jefe de familia varón para todo el ámbito de intervención del PSN es de 5.9, el promedio por jefa de familia mujer es de 4.1 y el promedio del miembro más educado de la familia es de 8.2, mientras que en la región Amazonas es de 7.7, 5 y 9 años, sucesivamente. Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, pp. 25-26.

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“Estamos apoyando a mi hijo que está estudiando. Hay unas semanas que yo pongo y otras que pone mi esposo, porque mi hijo mayor está estudiando en la universidad Toribio, el menor ha postulado a la policía y ha ingresado. Es un acuerdo”. “…claro, el proyecto de Sierra Norte, porque anteriormente no había nada, lo cual me permitió mejorar la educación de mis hijos, comprar y construir mi casa”. Entrevistas individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

“Las he visto en cancha trabajar por su economía, trabajar en pos de una economía mejor, hay madres que tienen a sus hijos en la universidad y ver que luchan para que sus hijos sean algo mejor porque todo padre o madre dice así… acá si hacemos una encuesta verá que hay muchos hijos de estas señoras que están estudiando…” Entrevista individual a facilitadora – PSN Chachapoyas

Así como la educación de los hijos constituye un componente fundamental en las motivaciones de la familia rural, también destaca el interés en promover y fortalecer sus experiencias de emprendimiento como fuente generadora de recursos para el bienestar familiar. En general, las iniciativas de negocio y de planes de ahorros han permitido fortalecer y potenciar las capacidades, saberes y experiencias previas existentes en las familias rurales, y en las mujeres en particular, permitiendo alcanzar resultados tangibles en plazos relativamente cortos. Estos resul-

tados han permitido una alta valoración de las experiencias de emprendimiento impulsadas por las mujeres, percibiéndose como estrategias productivas que no compiten ni excluye la actividad agrícola que constituye la principal fuente de ingreso familiar (asociada generalmente a los hombres cabeza de familia). Y, al mismo tiempo, ha planteado a las familias la necesidad de invertir en la sostenibilidad y optimización de su plan de negocios, como refiere una de las usuarias al explicar el destino de sus ganancias:

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“…después he utilizado [las ganancias] para comprar mis cuyes, después he utilizado en la cocina, en esas cosas, en los materiales para cultivar mi terreno, una mochila, instalación de mi agua para mi regadío, para mí ha sido una bendición…”. Entrevista grupal a usuarias – PSN Chachapoyas

Otro factor motivacional en el involucramiento de las familias se ha dado con los planes de ahorros. Como se ha indicado anteriormente, estos planes, además de fortalecer una cultura de ahorros y previsión (para inversiones o situaciones contingentes), brindan a las usuarias mayores seguridades respecto a sus ahorros, además de posibilitar a las familias el acceso al crédito del sistema financiero. En general esta experiencia ha fortalecido los vínculos de confianza y solidaridad entre las mujeres de los grupos de ahorristas y, en el caso del PSN Chachapoyas, ha involucrado la participación activa de las familias, incluyendo a las y los hijos.74 De otro lado, se advierte que el PSN ha logrado impactar positivamente sobre la economía y los

procesos de cambio que se dan en las familias. Este impacto se evidencia en dos sentidos: primero, a partir de los emprendimientos exitosos el PSN ha visibilizado a las mujeres como un sujeto activo en el mejoramiento de la economía familiar y, segundo, ha logrado impactar en la subjetividad familiar a partir de la mejora del autoestima de las mujeres y del reconocimiento y valoración de los esposos a los aportes de las mujeres. Las familias reconocen la importancia de los emprendimientos de las mujeres como nuevas fuentes de ingreso, que complementan los provenientes de la agricultura. Como refiere una de las facilitadoras:

74 Probablemente esta diferencia se explique por la mayor familiaridad de las usuarias y familias rurales con el sistema financiero debido a la accesibilidad a la banca y cajeros, al nivel educativo alcanzado por sus hijos e hijas, y a la constante movilidad de las familias rurales, especialmente de las y los más jóvenes, a la ciudad de Chachapoyas.

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“…desde que ellas toman en el seno de la familia la responsabilidad como mujeres, creo que siempre han estado pensando en cómo podrían aportar a la familia y ahora que aportan, se sienten felices, lo ven pero no lo creen. Las cosas son así: lo veo pero no lo creo. Ellas necesitan creer que están aportando, yo también puedo…” “…ellos [los esposos] al principio yo los veía como reacios, pero ahora se han acostumbrado. El otro día me dijo un señor de Shipata, señor Timoteo con su esposa Candelaria: la Candelaria ya ha vendido su maíz, ya los dos estamos haciendo nuestra platita…” Entrevista individual a facilitadora – PSN Chachapoyas

El rol emprendedor de las mujeres ha tenido un impacto sobre la subjetividad de los miembros de las familias, favoreciendo el reconocimiento de sus opiniones y de su rol como sujeto económico. En este sentido, las usuarias refieren que uno de los mayores aportes del PSN ha sido

el haber facilitado que la voz de las mujeres se escuche en los hogares y en la comunidad, y perciben que este hecho marca un cambio de actitud en los hombres, que se traduciría en una mayor armonía familiar. Como se refiere en las entrevistas:

“…el aporte de la mujer a la economía [familiar] hace sentir bien, eso va en el asunto interno de la persona, es una parte de la calidad de vida que estarían logrando. Creo que es un elemento importante que los mantiene unidos y contentos” Entrevista grupal a equipo técnico – PSN Chachapoyas

“…como le digo ha habido un cambio en mí, mi esposo y con mis hijos, y no solo de mi hogar sino también en los demás hogares que han sentido la mejora”. Entrevistas individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

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Por otro lado, en el caso del PSN Celendín, la estructura social y sobre todo familiar siguen los patrones tradicionales asignados a hombres y mujeres, en donde las decisiones importantes de la familia le correspondían al hombre (padres y luego esposos). Estas decisiones estaban referidas principalmente al manejo de la economía familiar (gastos en alimentación, educación, salud, tipo de inversión que se realizaría en la chacra y/o el ganado, entre otras), el resto era reservado para su gasto personal. Estos son los patrones tradicionales que el proyecto ha incidido para que sean modificados.

En algunos casos, de acuerdo a las usuarias consultadas, también existía la posibilidad de que los hombres decidieran sobre la educación de los hijos e hijas, principalmente respecto de estas últimas. En otros, ellos autorizan, incluso, las reuniones a las que sus cónyuges pueden asistir y los viajes que pueden o no realizar. Las parejas de estas señoras tienen control sobre su movilidad espacial, como se señala en este testimonio:

“… ellos lo administran, a veces compraba cosas para la casa a veces… lo gastamos todo, a veces lo tomábamos (ríe)… ahí había discusión, siempre había problemas porque faltaba algo en la casa y la plata lo terminaba… no lo reponía ¿de dónde?, otra vez teníamos que trabajar de nuevo…” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Celendín

La participación de las mujeres en las actividades promovidas por el proyecto fue autorizada por sus cónyuges. Con lo cual se produjo inicialmente resistencias referidas a las dificultades que conllevaba, para ellos, el hecho de que las mujeres tuvieran que salir (de sus casas y de la comunidad) hacia otros espacios, “descuidando” la atención al esposo, de la casa, los hijos y los animales.

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Además de otras resistencias vinculadas a la participación de la mujer en la conformación de asociaciones y de grupos de mujeres ahorristas, en algunos casos por la desconfianza respecto de las instituciones y la posibilidad de que “las engañen”. En otras sobre sus capacidades para hacer negocios, y por el hecho de que ellas tengan espacios propios fuera del ámbito familiar.

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“… no quería, decían ¿para qué?, ¿la plata dónde lo van a llevar? “no les van a devolver”, “va a ser en vano”, “les engañan”, esas cosas nos decían… nos asustaban…” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Celendín

“… para viajar no quería, que no había nadie para que se quedara en la casa, que son mujeres, que algo les puede pasar…” Entrevista individual a Mujer líder 1 – PSN Celendín

En relación a estas resistencias, dos estrategias del PSN fueron claves como se mencionara anteriormente. Una de ellas referida al programa radial que permitió que la población en general llegara con la información del proyecto a zonas remotas, y por tanto a las mujeres rurales. Y la otra consistió en la incorporación de los

esposos en las charlas informativas sobre las actividades del proyecto y la participación de la mujer. Aun cuando estas estrategias, sobre todo la segunda, no enfrentaran el problema de fondo, permitieron abrir las puertas a que muchas mujeres pudieran participar en el PSN.

“Nos ha motivado cuando escuchábamos en la radio, pero primero decíamos “¿Cómo será?” tienen que trabajar el tema de los machistas. Tenemos que salir ya, que yo ya no quiero eso. Di un esfuerzo, un paso adelante y sea lo que sea, lo ganamos esto, porque entré al estudio. Los facilitadores hablaron con mi esposo y le hablaron del estudio.” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

Lograr que los esposos cambien de actitud respecto de la participación de sus cónyuges en

las actividades del proyecto ha sido una tarea en la que familiares, vecinas, posibles socias y

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el equipo del PSN han tenido que intervenir. Así han garantizado que las cosas que “ellas” lograrían serían para la mejora del hogar y de la producción, de sus “animalitos”. Esto generó conflictos entre ambos según las señoras, en diferente gradualidad, pero, en la medida que

dichas mejoras se hacían palpables, la situación fue cambiando. De este modo, la participación de las señoras en la toma de decisiones del hogar y la valoración de sus opiniones se fue incrementando paulatinamente dentro del hogar.

“… anteriormente, hay que ser francos, este proyecto llegó a tiempo. La mujer en la zona rural era poco participativa, porque la mujer no podía salir a hablar “Pero ella es mujer ¿Cómo va a estar al frente?” eso decían los hombres, machistas. Las esposas estaban con sus hijos, en casa. Con esto, y las diferentes capacitaciones que nos daban, nos hablaban. A veces los facilitadores han sufrido bastante por el campo, porque los rechazaban, los insultaban “Te llevas a mi mujer ¿Qué le vas a hacer?” “¿Cómo es posible?” Ustedes están malogrando” “¿Qué van a hablar sobre mí?” y todas esas cosas se han dado, pero iban a las reuniones los varones con sus esposas, hasta que se convencieron un poco y entonces han visto la realidad de las cosas y han aceptado y han visto de que es bueno que la mujer esté al frente de la economía, porque la mujer sabe compartir más.” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

“… sí un poquito, por mi tesorera… no habrá querido (su esposo), entonces yo le dije ¿cómo vamos a hacer?, entonces mandé a mi esposo que le diga que “debemos trabajar, sin gente no vamos a poder trabajar”, entonces le habrá dicho y de ahí seguimos trabajando normal.” Entrevista individual a Mujer Líder 1 – PSN Celendín

“…mis hijos que ya eran grandecitos, decían “papá, déjala a mi mami que aprenda a salir, que aprenda a andar”, “vas a ver, mi mami se va a volver una líder.” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Celendín

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Se dice que la economía familiar75 en el área rural es “una sola” y que todo ingreso se constituye en ingreso familiar y se utiliza para los gastos de la familia en su conjunto. Esto ha seguido así con la única diferencia de que la decisión sobre este dinero es tomado de común acuerdo entre esposo y esposa. El dinero “familiar”,

en la mayoría de los casos, ingresa a la cuenta de ahorros que la señora abrió por el PSN; en otros casos, se invierte en la compra de animales mejorados, animales menores, contratación de mano de obra en la “chacra”, pagar los gastos por la educación de los hijos e hijas y tener un fondo para emergencias.

“No es ‘si tú no tienen trabajo, no comes’, no es así, como familia hay que seguir apoyando, en las buenas y en las malas, hay que compartir lo que hay.” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

“… ya la mujer ha asumido ese rol ‘¡Ah!, no con esto podemos hacer tal’ tiene un nivel mayor de decisión en el gasto de la economía familiar… por ejemplo, este ahorro que están haciendo la mujer y el hombre ‘¿sabes qué? Hay que vender la ovejita y tenemos que gastar para la matrícula, para el uniforme, para los útiles escolares’ en conjunto, no es uno solo…simplemente tiene un poder mayor de decisión en algunos términos…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Celendín

Este mejor posicionamiento de las mujeres en cuanto a la toma de decisiones en el hogar y la

mayor valoración de sus opiniones, ha sido en alguna medida un resultado del proyecto. En

75 “La economía es familiar. Para que la señora tenga un ahorro, no significa que está fuera del contexto de la economía familiar. Lo que se ha hecho es ver que la mujer sea la protagonista del ahorro, porque la economía familiar la maneja la mujer… yo no encuentro, por lo menos en la experiencia que tengo, una familia desmembrada… en el mundo rural la economía es única…”. Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Celendín.

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tanto, ellas han podido demostrar las capacidades con las que cuentan para administrar el dinero y para participar activamente en la mejora de la economía familiar.

en ciudad, utilizan el dinero para la adquisición de los materiales para el rubro de negocio que han iniciado (chocolates, confección de prendas, etc.)

Muchas de ellas han logrado mejoras en los niveles de producción (leche, carne, lana, etc.) de la actividad familiar. En otros casos han convertido la crianza de cuyes o gallinas en actividades rentables para la familia o incluso han disminuido los sembríos tradicionales, como papa o maíz, por otros que resultan más rentables o favorecen al ganado, como son los cultivos de pastos. Otras señoras, principalmente ubicadas

Estas mejoras económicas, a partir del trabajo de las señoras, ha implicado en la mayoría de los casos un cambio de actitud del esposo. Y han pasado de tener resistencias iniciales a ser el principal apoyo para que las señoras participen en las actividades del proyecto, asistan a sus reuniones, vayan a hacer sus depósitos o incluso para que viajen a participar en ferias, hacer pasantías, entre otras.

“… la verdad que yo no conocía bien a Celendín, mi esposo sí… yo no sabía comprar mis pasajes, nada de eso, la segunda vez y dos veces más caminamos hasta el cruce para que nos deje y así me dijo “tú tienes que aprender” “los choferes te van a llevar bonito”, y así aprendí, ya conocía la oficina para irme a mis reuniones…” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Celendín

Los días en que ellas tenían que hacer alguna de estas actividades, los esposos las reemplazan en las actividades que, hasta la fecha, le siguen siendo asignadas dentro de los papeles tradicionales de la mujer, como son: cocinar, lavar, criar a los hijos, cuidar a los animales, entre otras. Sin embargo, el resto del tiempo ellas organizan su trabajo, al preparan el almuerzo temprano, luego el desayuno, envían a los(as)

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hijos(as) a la escuela, llevan el pasto al ganado, ordeñan, etc. Un efecto positivo sobre las técnicas de cultivo de pastos para el ganado ha sido que la actividad de pastoreo para las mujeres se ha reducido o incluso desaparecido, en tanto que los animales se quedan en el corral alimentándose y ellas ya no tienen que salir a cuidarlos, actividad que les demandaba gran parte del día.

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“Es mi esposo, él que me ha ayudado, me decía “Tú no te vas a quedar atrás” “No te quedes, tienes que aprender lo que te dicen” “Palabras buenas tienes que grabar”” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Celendín

“Vamos a las reuniones y vemos los animalitos cada una. Pero mis compañeras me ayudaron cuando iba a Celendín, mi hermana, mi mamá me han apoyado, ellas han visto a mis animales. Cuando mis compañeras estaban mal mi mamá decía: “Nosotras lo ordeñamos”” Entrevista individual a Mujer líder – PSN Celendín

En algunas ocasiones que han tenido que ir a reuniones y el esposo se ha encontrado fuera por trabajo temporal. En esos casos, las familiares mujeres las han apoyado, en otras las mismas socias las han reemplazado de modo que las dirigentes puedan ir a hacer los depósitos, o incluso los(as) hijos(as), sobre todo los(as) mayores. Algunos cambios importantes que se han visto en el PSN Huamachucho se encuentran alrededor de una mayor participación de la mujer en la toma de decisiones dentro del hogar. Dos han sido las actividades del proyecto que han contribuido a este cambio: una de ellas fue el componente de planes de manejo de recursos naturales que, a través de diversas acciones con las familias, favoreció la participación de la mujer de manera específica tanto a nivel familiar como comunitario. La otra actividad fue la

apertura de cuentas de ahorros con grupos de mujeres ahorristas, que permitió cierto reordenamiento dentro de la familia en cuanto a la toma de decisiones sobre el ahorro y el gasto familiar. La primera de ellas, PMRN, además tuvo como resultado positivo, en algunos casos, que ciertas actividades económicas se convirtieran en generadoras de recursos económicos para las mujeres. Tal es el caso de la crianza de animales menores y el cultivo de hortalizas y frutales en biohuertos. De esta manera, las señoras pudieron aportar ingresos a sus familias y por tanto adquirieron capacidad para tomar decisiones sobre el uso del dinero, sea para una reinversión en el naciente negocio o para que puedan ser ahorrados para enfrentar los gastos familiares o emergencias, junto con los ingresos del esposo.

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“… les ha significado un poco el autoestima, saber cómo planificar la economía, ella no manejaban los temas económicos. El esposo manejaba directamente, y si le daba a la esposa, eran para cosas muy puntuales “compra esto”, “toma aquello”, “qué necesitas”… entonces, ese tema (cuentas de ahorro) ha estado en las mujeres, en los grupos, ha sido un poco independizarse. Vendían los cuyes y eso manejaban… la mujer tomó fuerza para que sea la administradora económica de los gastos de la familia… ha jugado un rol protagónico para la adquisición de poder, ya tomaba la decisión en cuanto a la economía de la familia…” Entrevista grupal al Equipo Técnico – PSN Huamachuco

“… lo que yo digo es yo estoy en mis ahorros y en el tejido, por esa parte mía es la que vendo en mis tejidos y el plan de negocios de mis gallinas que me sirve para ahorrar… ya no tenemos que esperar a que el hombres nos dé. Si nos falta la sal o cualquier cosa, ya no estamos esperando a que él lo mande o lo traiga, ya tomamos nuestras propias decisiones…” Entrevista individual a Mujer líder 3 – PSN Huamachuco

A partir de lo manifestado, por las señoras y otros actores, señalan que el proceso de mayor participación en la toma de decisiones dentro de la familia, por parte de las mujeres, es uno bastante complicado que requeriría mucho más tiempo de intervención para poder lograr un cambio sostenible. En algunos casos se menciona que es el esposo el que todavía sigue tomando las decisiones importantes en la familia, aunque se ha ido modificando en la medida que ahora conversan y se ponen de

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acuerdo o que “tienen que conversar, por si no compartimos (con el esposo) entonces ellos se molestan”. Vale decir que, aun cuando ellas tengan un mayor nivel de autonomía para tomar ciertas decisiones, estas están condicionadas a la aprobación del esposo. Tal es el caso de la participación de la mujer en las actividades del proyecto, en la que a los hombres se les ha tenido que demostrar la conveniencia de que la mujer participe en los proyectos, para que él les autorice participar.

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“… los hombres eran los que tomaban las decisiones, pero al menos ahora un poco… o sea, no se trata de que se cambió, sino un poquito que están por ahí… tenemos que conversar siempre, tenemos tal actividad y ellos tienen que ver, sino compartimos con ellos, se molestan…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

“… porque a veces los hombres no querían que sus señoras participen, decían “cómo va a ir a tejer, si acá en la casa hay otras cosas para hacer”, pero les decíamos “no, que va ser una ayuda, que van a aprender, y va a ser en beneficio de sus familias, en beneficio de ti mismo. Porque si la señora aprende, va a ser en beneficio de ella y de ti mismo”. … “debes dejarlo que participe”, “están participando las señoras, confía en ellas….”… primero no querían aceptar, se ha ido con el transcurso del trabajo y viendo cómo van los avances…” Entrevista individual a Varón – PSN Huamachuco

Casos extremos se han mencionado en relación a que las señoras no han podido participar de manera activa o constante en actividades del proyecto debido a que sus esposos se encontraban fuera trabajando en la mina y que no podían tomar decisiones hasta que ellos retor-

naran. Otros casos en los que se ha dado violencia familiar, sea que fueran golpeadas o que estuvieran bajo la amenaza de ser abandonadas con sus hijos si es que la voz del hombre no prevalecía.

“… hay esposos que no les han permitido participar. Aquí en Huamachuco mismo hay grupos de mujeres que para cualquier reunión o lo que sea te dicen “tengo que consultar a mi esposo, si es que quiere voy y si no, no voy a poder”. Entonces, se han dado casos en que teníamos que ir nosotras mismas a pedirle permiso al esposo para que participe, es decir, que por favor participe, explicarle cuál es el tema y eso, entonces dice “Ah, entonces participa”… … hay casos de violencia familiar, hasta denuncias. Te dicen “no, me he caído”, “me he golpeado con la puerta”. Cualquier cosa te excusan. Hay hombres que también amenazan “si tú me denuncias”, porque aquí se denuncia más a la Ronda y la Ronda castiga más que la policía “si me denuncias yo te dejo”. Dicen que le va a dejar con sus hijos y no le va a dar nada, y por temor, más por desconocimiento, no le denuncian. Son muy pocas las que denuncias… Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

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En contraposición, el soporte de la familia es fundamental para que las señoras puedan continuar por este camino de participación, en algunos casos son los propios esposos, algunos

de ellos, quienes las incentivan y motivan para que se involucren en actividades del proyecto; en otros, los hijos han jugado un papel importante para darles ánimos a ellas.

“… por parte del varón que dice “no, mi mujer también se tiene que capacitar para que me ayude, el día que me voy a ausentar de casa para que ella pueda asumir”, ese es el motivo para que las señoras participen en las actividades. Sobre todo cuando hay asistencia técnica, por ejemplo, asisten los dos, la familia, los hijos también… si solo él está capacitado y la mujer no, cómo va a poder cooperar en la actividad que el hombre desarrolla…” Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

“… a lo menos a mí, mis hijos me dicen que yo salga adelante “no te vayas a estar muy deprimida”, aparte señorita, he tenidos problemas y a veces quería dejarlo todo, pero mis hijas me dicen “no mami, tú sigue adelante”, me dicen “yo sé que tú eres una mujer que vas a salir adelante”…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

En cuanto a la distribución del tiempo entre actividades productivas y reproductivas, según los testimonios, ellas han logrado acomodar sus horarios de modo que no descuiden sus deberes en la casa y puedan participar en las actividades del proyecto. En la mayoría de los casos, una vez en el Proyecto, son los esposos

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los que asumen temporalmente las actividades, tradicionalmente atribuidas a las mujeres, “deberes de casa”, incluyendo los trabajos en la chacra como el cuidado de los hijos y su alimentación, para que ellas puedan asistir a las reuniones.

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“… tenemos que darnos nuestro tiempo, ver la manera de aprender… por ejemplo, en la mañana hacer nuestro quehacer y en la tarde nos damos nuestro tiempo para venir acá en nuestro taller… en la mañana hacen todas sus cosas, a partir de las 2pm se vienen a la reunión… por ejemplo las chicas no viven aquí, viven en un caserío… ellas aprenden un modelo y se van al campo a ver los animales, pero en la tarde nos reunimos a tejer, más en la tarde…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

“… antes no era así porque se iba a trabajar, ya nosotros nos quedábamos, como decir que teníamos cada uno su trabajo, ellos en la chacra y nosotros nuestro trabajo en la casa y con los animales. Ahora ya hemos cambiado bastante, ellos también nos ayudan a ver los animales y a los hijos como nosotros también los ayudamos a sembrar la siembra… en pareja también, conversamos lo que vamos a hacer “a veces tú vas y yo no voy” de repente para hacer un trabajo. A veces también el más grandecito ve al más chiquito y nosotros vamos a ver los animales…” Entrevista individual a Mujer líder 4 – PSN Huamachuco

Pareciera hasta este momento que los ritmos en el cambio de las dinámicas de las familias no se dan al mismo ritmo entre las usuarias. Mientras, por un lado, se dan grados mayores de autonomía y participación de la mujer tanto a nivel de la comunidad como de la familia, y que las apoyan en los quehaceres de la casa para que ellas puedan disponer de tiempo para participar del proyecto. Existen, por otro lado, casos en los que las señoras han tenido que agenciarse de tiempo para poder realizar activi-

dades productivas sin descuidar la casa y los hijos; de igual manera, se da el caso en que ellas han logrado conquistar espacios de opinión y, sin embargo, las decisiones del hogar las siguen tomando el cónyuge. Esta diversidad de situaciones aparentemente antagónicas también se da en cuento a las decisiones sobre el uso del dinero. De acuerdo a los testimonios, para ellas ha sido posible disponer del dinero que generan para poder tener

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ahorros, como se mencionara anteriormente, pero también hay otras circunstancias, quizás más cotidianas, en las que las mujeres aún se

encuentran en relación de dependencia del cónyuge a pesar de que ya son generadoras de ingresos.

“… en las familias también pasa eso, bastante he visto… en los caseríos que he visitado he visto eso, que el varón es el que administra el dinero. Si se van al mercado igual, el varón tiene que pagar las compras. Ejemplo, se van a comprar frutas “¿qué vas pedir?”, “quiero un kilo de manzanas, una mano de plátanos”, entonces ella le dice “paga” y el varón es el que paga, la mujer sólo pide lo que necesita… hay casos cuando el varón no va a poder ir al mercado, la mujer asume ese rol. Que lo administre así directamente es muy poco, del 100% habrá un 30% de que la mujer administre el dinero…” Entrevista individual a Facilitadora – PSN Huamachuco

Respecto a las relaciones de género en la dimensión familiar, pareciera que las propias tradiciones culturales de las poblaciones de los distritos de Cañaris e Incahuasi refuerzan pautas de comportamiento estructural que resultan violentas e inequitativas para las mujeres en su vida cotidiana. El equipo técnico refiere que la división sexual del trabajo, en forma bastante primaria, remitiría a las mujeres a lo doméstico (incluyendo el trabajo agrícola considerado como femenino), mientras que a los hombres les correspondería en lo fundamental salir a los mercados y/o emplearse estacionalmente don-

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de se requiera su trabajo. Se percibe, en este sentido, una fuerte sobrecarga de trabajo y de responsabilidades sobre las mujeres, especialmente de las familias ubicadas en las partes media y alta de estos distritos. Al parecer el proyecto ha tenido un importante impacto sobre estas pautas de comportamiento que median las relaciones de género, favoreciendo el cambio, aunque este se da todavía en forma lenta. Como señala uno de los integrantes del equipo técnico:

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“…la participación de las mujeres quizás puede que en el proyecto haya mejorado, pero más allá, por características propiamente dichas, tenemos señoras que se dedican a actividades agrícolas, pecuarias, artesanales. Muchas de ellas se organizan y hacen sus trabajos culturales, agrícolas y el esposo lo puedes encontrar sentado en la esquina tomando cañazo, y vuelves a regresar en la siguiente semana e igual. Tienes un esposo de adorno ahí, inclusive un machismo muy elevado, muy resaltado”.76 Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

En este contexto las acciones del PSN han contribuido al fortalecimiento del capital humano de las mujeres, sumando a sus capacidades de decisión autónoma. Este hecho se evidencia en la mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones y contribución a la economía familiar. En opinión de las usuarias, el hecho de haber logrado generar nuevos ingresos para sus familias les ha permitido mejores condiciones para la toma de decisiones sobre el destino de sus recursos, casi siempre orientados al

bienestar familiar y a la educación de los hijos. Sin embargo, esta participación se encuentra bastante mediada por la actitud (favorable o no) de los hombres frente a estos cambios. Esta mayor participación en la toma de decisiones es reconocida por los hijos como por los esposos. Y se insertan también en los procesos de cambio generacional, así como a las mayores posibilidades de acceso a la educación, tal como lo refiere una de las lideresas de Cañaris:

“…antes Los hombres, como eran mayores, no lo dejaban a su mujer salir. Ahorita los jóvenes que se están educando. Las mujeres también tienen derecho de trabajar, de derecho de salir. Los mayores no han sido así. Ahorita que estamos trabajando en la asociación también dicen que salimos, ellos [los esposos] también comprenden que tenemos asociación”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi

76 Estas representaciones resultan complejas y darían cuenta de una situación muy crítica y violenta, que se estaría produciendo en los cambios que operan en las relaciones de género, pues no sólo afectaría a las mujeres a través de la violencia familiar o de la recarga de trabajo, sino también afecta a los hombres rurales en sus roles tradicionales como proveedores, en este sentido la referencia al alcoholismo asociado a los hombres sería un síntoma de esta crisis también.

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Estos cambios se corroboran en las distintas voces de las entrevistadas y, en cierto modo, dan cuenta de un acuerdo tácito, donde las mujeres adquieren mayores márgenes de autonomía (capacidad de decisión sobre sí y sobre sus familias) siempre que esta no afecte la representación de los esposos como proveedores y autoridad en sus familias. Esta situación se expresa cuando una de las lideresas dice: “… creo que cada hogar no debe ni siquiera opinar lo que ahora [hacen] muchas mujeres. Yo creo que un poquito ha sobresalido la igualdad, ni la mujer puede sobrepasarse ni el hombre también”.77 Es importante reconocer cómo estos cambios se vinculan también con otros aspectos de la vida familiar. Habiéndose evidenciado y reconocido la participación cada vez mayor de las mujeres en sus familias y comunidades, esta participación todavía se encuentra subordinada y mediada por el liderazgo masculino. Tal

como lo refiere la Directora encargada del C.E. San Juan, cuando señala que la APAFA del C.E. está integrada básicamente por los esposos que son quienes deciden; o como cuando una de las lideresas señala que efectivamente hay una mayor participación de las mujeres en las reuniones, sin embargo “…a veces se les toma en cuenta, a veces no, porque piensan… los varones son los que deciden”.78 Respecto a la generación de fuentes de ingresos o emprendimientos, las usuarias refieren que a través del proyecto han mejorado sus capacidades productivas, permitiéndoles no sólo mejorar los procesos de producción vía la asistencia técnica, capacitaciones o pasantías, sino también a través del mayor interés por la comercialización de sus productos en los mercados locales. Como señala una de las facilitadoras, el ánimo negociante de las mujeres se ha multiplicado:

“…Ahora ya no es como antes, ahora ven una feria y cualquier cosa preparan, para su cuy, chicharrones, hacen su ceviche de hongos, o las que saben tejer hacen su tejido y venden, los que saben cualquier cosita lo venden. Antes no había eso, ahora hay una feria y se van las señoras a vender”. Entrevista individual a facilitadora – PSN Incahuasi

77 Véase: Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi. 78 Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi (Cañaris).

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Debe señalarse también que, en el caso de Incahuasi, los emprendimientos tienen una fuerte motivación en el bienestar familiar y en la necesidad de aportar recursos para la mejor educación de sus hijos, como señala una de las usuarias “…gracias a ellos [el PSN], al menos yo tuve esa iniciativa de salir adelante por mis hijos y ver que hay una ganancia”.79 Ciertamente esta motivación no es exclusiva de las mujeres sino también de sus familias y de sus esposos,

que se constituyen muchas veces en soporte de sus emprendimientos o negocios. En este sentido, el uso de los ingresos generados –a través de iniciativas de negocios y/o planes de ahorros- se encuentra condicionado a los planes y decisiones familiares, donde la educación ocupa un lugar central como estrategia de lucha contra la pobreza.80 Como señala una de las lideresas:

“…aparte nosotros somos una familia. Mi familia son 03 niños y nosotros 02 y mi esposo de un momento a otro decidimos estudiar, y aparte de eso tenemos que generar de alguna forma para poder estudiar. Porque acá nomás no, para que mis niños vean que su padre se preocupa en estudiar para el futuro, y aparte está trabajando”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi (Cañaris)

Respecto a cómo las mujeres organizan su tiempo para poder involucrarse y participar en las actividades de PMRN y PDN, refieren que ello no ha significado renunciar a sus tareas habituales en la esfera doméstica y la economía familiar. Por el contrario, han contado con el soporte de sus hijos y esposos, con quienes han podido “apoyarse mutuamente”. Del mis-

mo modo, ha sido importante en este contexto, en el que las mujeres realizan buena parte del trabajo agrícola, las redes familiares y comunitarias de trabajo recíproco, como la minka. Una de las lideresas al preguntársele sobre cómo se organiza para cumplir con todas sus responsabilidades, señala:

79 Véase: Entrevista individual a facilitadora – PSN Incahuasi. 80 Se producirían ciertos acuerdos tácitos respecto al bienestar familiar y la priorización del uso de los recursos familiares, que constituirían estrategias familiares frente a la pobreza antes que la capacidad autónoma de las mujeres para decidir sobre el producto de sus emprendimientos.

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“Acá ponemos normas que se dan. Tenemos tiempo para... por lo menos en la chacra nos ayudamos unos a otros. ‘Hoy trabajas en mi chacra, mañana trabajo en la tuya’ así nos apoyamos. En la casa, en la mañana hacemos una tarea todos, creo que todos; mi esposo me apoya en esa parte, mis hijos aportan en lo que pueden, no se les puede obligar a hacer más…”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi (Cañaris)

Ciertamente el proyecto ha facilitado herramientas y oportunidades a las familias rurales y a las mujeres de Incahuasi y Cañaris, permitiéndoles redefinir y potenciar sus propias estrategias familiares en la perspectiva de valorar sus activos y aprovechar las posibilidades de generación de ingresos para sus familias. Esto, además del involucramiento familiar, también ha permitido la redefinición de los roles que hombres y mujeres desempeñan en ella. Sin embargo, los alcances de estos cambios deben dimensionarse en un contexto más amplio, social y cultural, en el que buena parte de lo concebido como tradicional coloca a las mujeres en una mayor situación de desventaja respecto a los varones.81 De ahí la necesidad de una mayor atención por parte de los distintos actores involucrados en la lucha contra la pobreza (locales, regionales y nacionales, así como públi-

cos y privados), para incorporar y priorizar el enfoque de género en las políticas e iniciativas de promoción y desarrollo de estas localidades.

D. DIMENSIÓN PERSONAL El PSN, en distintos documentos, ha planteado en forma expresa el propósito de promover el “desarrollo humano y social encaminado a la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres”.82 Este propósito se ha trabajado básicamente a través del desarrollo de un conjunto de estrategias y acciones que han promovido el involucramiento y participación de las mujeres, así como el desarrollo y fortalecimiento de sus capacidades, habiendo impactado en los distintos niveles de sus vidas.

81 Respecto a los patrones culturales de sujeción de las mujeres respecto a los hombres en estas localidades, las y los integrantes del equipo técnico refieren que en el caso de las “madres solteras” que no dependen de un esposo, estas están mediadas o sometidas a sujeción por los otros hombres: el padre, hermano, incluso el hijo. Véase: Entrevista grupal equipo técnico - PSN Incahuasi, p. 07. 82 Véase PSN, Estrategia para impulsar las acciones a favor de la equidad de género, p. 02.

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En este sentido, las mujeres líderes y usuarias, así como el equipo técnico del PSN Chachapoyas, dan cuenta de cambios importantes ocurridos en el marco del PSN sobre las relaciones de género y la posición de las mujeres en las comunidades rurales. Esta percepción de cambios en el nivel personal se evidencia fundamentalmente en el fortalecimiento de sus capacidades, su

valoración como sujeto económico y político, y en el fortalecimiento de su subjetividad y autoestima. Sobre esto, es importante resaltar la intervención de la señora Margarita Fernández del PSN Chachapoyas, quien sostiene que:

“En Amazonas nosotras hemos empezado a reconocer el valor de las mujeres… muchas veces hemos tenido miedo, timidez, y es que nunca habíamos tenido esta oportunidad,… las mujeres sí podemos más… antes pensábamos que el hombre era el único que podía traer el sustento a la casa… no sabíamos… cuidábamos a los hijos, llevábamos comida al esposo y veíamos la chacra… así éramos, pero a través de este proyecto sabemos los derechos y deberes que tenemos como mujeres… en nuestra comunidad, nuestra región… no solo el varón puede hacer valores agrícolas nosotras también podemos…A través de la labor agrícola llega más rápido la economía… Hemos visto cosas muy importantes que debemos conocer y hacer… que este proyecto sea a nivel de todos los departamentos para que apoyemos el medio ambiente porque nos estamos destruyendo…” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

En opinión de las líderes y usuarias, la experiencia desarrollada con el PSN les ha permitido sumar y fortalecer sus capacidades. Los aprendizajes han sido de diverso orden, que va desde lo técnico-productivo (a través de los PMRN y PDN), permitiéndoles aprovechar y maximizar sus recursos y capacidades, hasta lo vinculado a la cultura del emprendimiento y ahorro, introduciéndolas con mayores ventajas en los proce-

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sos de producción, así como en los circuitos de comercialización de ferias y mercados locales y provinciales. En este sentido, el PSN ha representado una oportunidad aprovechada por las participantes para sumar a sus conocimientos y recursos, fortaleciendo así sus capacidades de agencia. Este nivel de conciencia se expresa cuando refieren:

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“…mi experiencia de aprendizaje es bastante importante porque he aprendido a cosechar mi agua, segundo en la preparación de abonos orgánicos como es biol, dando su valor agregado a la enseñanza que me han dado con los ingenieros que nos han enviado de la oficina”.

“…como persona me siento más capacitada, más capaz de llevar acabo lo que yo me propongo sea en el mundo del negocio, sea en el mundo del diseño, creo que ha sido una buena oportunidad en mi caso ya que me permite desarrollarme como persona […]”. Entrevista grupal a usuarias – PSN Chachapoyas

Se percibe también una disposición empática que valora los nuevos aprendizajes como importante para ellas y para los demás, razón por la que es necesario compartirlos, enseñarlos e incentivarlos. Finalmente, se percibe también que los aprendizajes forman parte de un proceso de cambio personal, tal como lo refiere una de las lideresas: “…es parte del proyecto que me enseñó y eso lo voy a llevar siempre en mí, en mi mente, en mi cuerpo, en mi sangre. Estoy preparada también para enseñar e incentivar a los demás…”.83 Otro nivel de cambios da cuenta de las condiciones generadas a favor de una mayor autonomía de las mujeres rurales, en el contexto familiar y comunitario. Estos cambios están asociados a

la percepción compartida por las mujeres, así como por los miembros de su entorno, del protagonismo y logros alcanzados por ellas como sujetos económicos y políticos. Como se ha indicado antes, los nuevos aprendizajes así como las experiencias de logro (a través de las iniciativas de PMRN, PDN y planes de ahorros) han sumado a las capacidades de agencia de las mujeres participantes; del mismo modo, hay un mayor reconocimiento de sus aportes como sujeto productor y reproductor en la familia y la comunidad. En cierto modo, el PSN ha facilitado el tránsito hacia una representación de la mujer que, al depender cada vez menos de los esposos,

83 Entrevistas individual a mujer líder – PSN Chachapoyas.

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cuestiona la organización jerárquica de las relaciones entre los sexos y afirma su condición de

sujeto cada vez más autónomo. Como señala una de las integrantes del equipo técnico:

“…yo he percibido que las mujeres que hacen negocios y que aportan económicamente a su hogar, creo que tienen otra posición frente al varón, es como si tuvieran libertad y confianza y ya no ser sumisas, eso es lo que se percibe en Cuemal que son bastante proactivas y se nota que hay un interés en el proyecto que esté más interesado en el mercado...”. Entrevista grupal a equipo técnico – PSN Chachapoyas

“…nos han motivado y como jóvenes tenemos nuestra página y vemos que los productos causan impacto y somos ejemplo de otros jóvenes porque nos han visto en la expo y en la página que estamos difundiendo para que la utilicen otros jóvenes, somos un ejemplo a seguir…”. Entrevista grupal a usuarias – PSN Chachapoyas

De la misma manera, los cambios en favor de la autonomía de las mujeres se aprecian través de la mayor participación social y política de las mujeres. Ciertamente, en este proceso convergen distintos esfuerzos e instituciones, que van

desde las instituciones electorales que establecen las modalidades de cuotas de género para la composición de listas de candidatos y candidatas (30% mujeres), hasta iniciativas como las del PSN.84 En este sentido, desde la experiencia

84 De acuerdo al documento de Línea de Base del PSN, el porcentaje de mujeres representantes de sociedad civil que participan en los CCL en todo el ámbito de intervención del PSN alcanza el 20%, mientras que en el PSN Chachapoyas (Amazonas) alcanza el 27%. Es decir la participación de las mujeres en los mecanismos locales de CCL en Amazonas esta sobre la media de todo el ámbito del PSN, y sobre el PSN de Celendín, Huamachuco e Incahuasi. Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, p. 20.

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del PSN, las mujeres destacan la importancia de la asociación entre mujeres como espacio y recurso para organizarse y definir intereses. Este espacio, como se ha referido en las entrevistas, ha permitido identificar liderazgos femeninos que luego han formado parte de las listas para Juntas Directivas de sus comunidades o de regidores en las elecciones a gobiernos locales. Como se ha indicado, ya han aprendido a plantear sus puntos de vista y sus condiciones, ya no están dispuestas a participar en las listas de “relleno”. Estos cambios adquieren importancia porque, a partir de la experiencia y ejercicio de autonomía de las mujeres, estas han conquistado un mayor reconocimiento en su condición de sujeto económico y político. Finalmente, los cambios también se evidencian a nivel de la autoestima y subjetividad de las personas. Sin duda la percepción y valoración que se tiene de sí mismo es el punto de partida desde el cual se concibe y ejerce la ciudadanía, se construyen las relaciones con los demás y la vida en común, y se plantean metas y proyectos de vida y de comunidad. En este sentido, las estrategias y acciones del PSN, aunque no se lo ha planteado como propósito específico, si han

tenido un impacto relevante sobre la mejora de la autoestima de las mujeres participantes en el ámbito del PSN de Chachapoyas, como resultado vinculado a los procesos y cambios antes resumidos. Como se sabe, en las sociedades rurales las relaciones entre los géneros se organizan en contextos bastante tradicionales y resistentes al cambio. Sin embargo, en el ámbito de intervención de Chachapoyas pareciera que confluyen un conjunto de condiciones y esfuerzos en favor del reconocimiento y construcción de relaciones más igualitarias y justas entre hombres y mujeres. En general, el equipo técnico y las propias usuarias del PSN dan testimonio del inicio de las acciones del proyecto en un contexto de desconfianza y de subordinación de las mujeres al mandato patriarcal, expresados en la limitada y condicionada participación pública de las mujeres, como por ejemplo, el hecho de tener voz pero no voto en las reuniones o asambleas comunitarias. Asimismo, por la escasa valoración del trabajo productivo y reproductivo que ellas aportan a sus familias y comunidad. Estas condiciones explicarían una subjetividad y autoestima inicial marcadas por la inseguridad y el miedo. Tal como lo explica una de las lideresas entrevistadas:

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“…al inicio no sabíamos. Después pisamos tierra y a trabajar con el proyecto, pero una de las cosas más importantes es que nosotras dábamos nuestra opinión, no nos quedábamos con eso adentro de nuestro corazón, sino que lo sacábamos a flote y decíamos esto vamos a hacer y en voz alta, ya no teníamos miedo….”. Entrevistas individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

Sin duda las mujeres participantes del PSN a través de la elaboración y presentación pública de sus propuestas, de haber participado y tomado la palabra en las reuniones y asambleas; asimismo, hecho de salir de la comunidad para ofertar sus productos en ferias y mercados o haber viajado a otras regiones para conocer

emprendimientos exitosos, han ganado en conocimientos, seguridad y experiencia, que les permiten valorar sus logros y aportes. Estos cambios no sólo son percibidos por ellas, sino también por sus esposos y su entorno social, como lo señala una de las facilitadoras del proyecto:

“…antes no era frecuente, ahora se ve más la presencia porque ellos se dan cuenta que esa mujer se pone de pie y sabe hablar, sabe expresarse, tiene las ideas igual que ellos, los varones valoran muchísimo la presencia de la mujer en sus reuniones y también la presencia de que una mujer los represente en su comunidad. Se ha visto muy marcado en la comunidad de Orcos, de Paclas, de Cueclas, de Trita, Luya Viejo, Inguipata, donde ellas están participando”. Entrevista individual a facilitadora – PSN Chachapoyas

Este reconocimiento y valoración del aporte de las mujeres para sí, sus familias y comunidad es fundamental, pues dan cuenta de un cambio que va redefiniendo las relaciones entre los

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sexos, hacia modelos más justos e igualitarios. Como lo resume una de las lideresas entrevistadas:

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“[…]…por eso mismo me siento que sí me estoy valorándome, no estoy diferente de nadie, yo me siento feliz… […]…el estar seguro, eso es lo primero tener el autoestima…”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Chachapoyas

Por otro lado, en el PSN Celendín, el cambio de estructuras sociales en las que la mujer está relegada a un segundo plano, y que ellas lamentablemente aceptan con resignación, se podría deber a la falta de oportunidades para su desarrollo personal. En este sentido, el PSN se ha convertido en esa oportunidad para que las mujeres, sobre todo rurales, den un cambio substancial sobre ellas mismas, para que reconozcan sus capacidades sociales y productivas, valoren su experiencia y, sobre todo, adquieran

mayor confianza en sí mismas. Esto, en una primera experiencia como la del PSN, se habría logrado todavía dentro del colectivo, quedando pendiente alcanzar el empoderamiento de la mujer como individuo, tal y como se puede ver a lo largo de este punto. Sobre este tema, resulta importante rescatar la intervención de María Elena Palacios, quien comenta, dentro de su propia experiencia, que:

“ha sido un proyecto que alimenta a los agricultores del campo de sectores más lejanos del país. Sierra Norte llegó con una estrategia para darles oportunidades a las mujeres campesinas. Yo soy gerente de la Asociación de Agricultores Agropecuarios de Cajabamba Sur y empecé a trabajar en un plan de negocio de cultivo de papa. Nos han capacitado en la parte agrícola, preparación del suelo hasta la pos-cosecha. Empezamos con 1 ½ hectárea y ahora tenemos 36 hectáreas de papa. En el primer plan de negocio, diseñamos de galpones en la granja de cuy, y el tercer plan de negocio está en lo que es la producción; ya que tenemos 600-800 cuyes en el galpón que ya están vendiendo y es sostenible gracias a este proyecto y si vemos que estamos ganando, vamos a continuar. Así como yo tienen al resto de mis compañeros, que tienen a sus hijos en colegios en la ciudad o en institutos. Ahora vemos que la educación está avanzando. Tenemos potencial, porque todo es voluntad y esto no termina ahí, sigue continuando y así como nosotros también se multiplicará en otros departamentos, pues el Perú es grande; esperamos que este proyecto no sea solo en Cajamarca, que vaya a otros departamentos…” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

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Las mujeres perciben que han cambiado, puesto que han pasado de no asistir a reuniones comunitarias, asistir y no hablar o hablar “agachaditas”, a exponer en público sus intereses

y deseos, a reclamar el derecho de participar o ser tratadas por igual, hasta hacer gestiones para poder alcanzar otros financiamientos o apoyo de instituciones.

“Primero pataleábamos por sacar nuestros papeles, por organizarnos. Nos llevaron a Cajamarca, no conocíamos, teníamos vergüenza, para hablar decíamos ¿cómo será? Pero así aprendí, presentando nuestros informes, contratando técnicos que nos enseñan… es que antes no salíamos a ningún lugar, no sabíamos qué decir a otras personas que venían. Los profesores llegaban y nos escondíamos (risas) ¿qué le voy a decir? decíamos, ahorita ya no, por ejemplo, llegamos a las oficinas de PSN como si fuera nuestra casa, ya no tenemos vergüenza… ya sacamos cualquier cosa, cualquier apoyo, cualquier ayuda para los proyectos que vienen, hacemos nuestros documentos gracias a los facilitadores, por ahí sacamos algo de recursos…” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Celendín

Para las usuarias del PSN, haber aprendido nuevas técnicas como diversificación de cultivos (choclo, maíz, cebada, trigo, quinua y frutales), riego por aspersión, preparación de abonos y repelentes orgánicos, así como la preparación de concentrados para los cuyes, realizar injertos de plantas, hacer biohuertos; todo esto les ha permitido demostrarse que ellas también pueden lograr mejoras para su producción y por tanto para su familia. Algunas manifiestan que han logrado dominar la técnica llegando a niveles de asistente técnico ofreciendo sus servicios como tal. Algunas señoras aseguran que han participado en la Escuela de Expertos Campesinos en la que han podido mejorar las técnicas, otras afirman que sus habilidades productivas

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han llegado a este nivel con las capacitaciones recibidas. Cabe anotar, a propósito de lo mencionado por las usuarias, que una de las acciones que el equipo del PSN Celendín desarrolló como iniciativa propia fue la formación de la Escuela de Expertos Campesinos. Esta se forma a través del convenio suscrito entre el PSN Celendín y los Centros Experimentales de Formación Profesional - CEFOP, institución educativa pública administrada y dirigida por Fe y Alegría del Perú, una de cuyas sedes se ubica en Cajamarca (Cajabamba y Celendín), en las que se desarrolla educación técnica productiva.

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La convocatoria a la Escuela de Expertos Campesinos fue abierta y dirigida al sector pecuario, producción lechera, en la que participaron alrededor de 60 usuarios/as del PSN. Mediante dicho convenio, el CEFOP realizó un pre-diagnóstico para determinar las necesidades de formación y fortalecimiento de capacidades en la producción pecuario-lechero, a partir de lo cual desarrolló un plan de estudios teórico/práctico que comprendía análisis de suelos, siembra y manejo de pastos, manejo de ganado vacuno lechero, mejoramiento genético, inseminación artificial hasta elaboración de derivados lácteos, entre otros. El proceso de formación duró un año con sesiones programadas los fines de semana y evaluaciones periódicas en terreno; de este modo, había una programación de tareas que debían ser implementadas por las y los participantes en sus localidades a medida del avance de las sesiones. Al finalizar, las y los participantes obtuvieron la certificación emiti-

da por el CEFOP, quien cuenta con acreditación del Ministerio de Educación del Perú. Aun cuando para las usuarias, o para la gran mayoría, ha sido todo un reto el conformar agrupaciones (asociaciones y grupos de mujeres ahorristas) y tener que hacer los trámites para formalizarse en asociaciones o abrir cuentas de ahorro para sus depósitos; ellas declaran que han vencido los temores y vergüenza inicial para hablar ante cualquier persona y plantear propuestas en cualquier tema que se tratara en las reuniones. El agruparse, para ellas, las ha orillado a organizarse y a trabajar de manera planificada y coordinada con el resto de socias(os), por tanto, a desarrollar sus habilidades sociales, es decir, a compartir, a negociar, convenir, acordar, animarse mutuamente para llevar a cabo lo planificado. Asimismo, asumir cargos de responsabilidad a nivel personal y en sus agrupaciones e incluso dentro de organizaciones comunitarias.

“… a veces no todas quieren, y me formaron de presidenta, venía caminando una hora y luego salía caminando, no encontraba casa a las cuatro o cinco de la tarde, desde las cinco de la mañana… hasta lágrimas me ha costado, mi esposo me gritaba “tú estás caminando, no ves a tus hijos ni a tu marido, estás sin hacer nada”, y yo decía “¡no!, se van a reír”, entonces iba de acá para allá, y luego tenía que irme de vuelta. Pero ahora lo logré y estoy feliz…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

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“Según mi experiencia, llevar una asociación no es fácil, animar a la gente, decirle “No, tenemos que aprender, nos vamos a estar apoyando” “Lo vamos a aprender todas juntas, porque no hemos nacido sabiendo” o sea, sacarles ese miedo, ese temor de participar, de enfrentarse a sus temores ha sido lo realmente fuerte… no hay costumbre de que la mujer lidere, de que salga, de que hable, entonces tenían ese temor, pero luego se soltaron y muy bien.” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

Poder marcar la diferencia entre un “antes” y un “ahora” para ellas ha sido muy importante; del mismo modo, reconocerse con capacidades y protagonistas del cambio, con oportunidades, les ha elevado la autoestima como menciona una de las usuarias: “… no solamente lo pueden los hombres, las mujeres también lo pueden hacer, y teniendo a alguien que nos

dé el apoyo, podemos generar muchas cosas y generar grandes cambios…”85. Esto tiene una consecuencia directa y positiva sobre las oportunidades que ellas les pueden brindar a sus hijas, pues si antes consideraban que para la actividad agrícola no era necesario estudiar, ahora para ellas es necesario el estudio si es que se quiere la superación. Al respecto se señala:

“Creo que también ha servido (PSN) para elevar nuestra autoestima y que como mujeres podemos hacer y generar cambios. Por ejemplo, en lo que estaban sumisas a sus esposos, que esperaban a que les den algo, ahora dicen que, hemos demostrado que podemos generar nuestro propio trabajo, valorando nuestro sitio como mujeres… “ Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín

85 Entrevista grupal a Usuarias – PSN Celendín.

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“Como familia, hemos visto otro cambio en la vida. Mandar a estudiar a los hijos (hijas), que sean mejor, ya no sean como nosotros, ya hay un cambio ahí… más antes, como le digo, vivíamos en una desgracia. A veces se iban a estudiar los hijos y decían ¿para qué?, “la hija mujer se va a buscar enamorado, no estudia”, “se van por ahí a pasar el tiempo”, “en la casa podrían estar haciendo cualquier cosa”… no querían que las mujeres estudiaran, ahora ha cambiado la idea, mi hija ya está en la universidad… cambiamos nuestras vidas, no como antes que vivíamos en la aventura.” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Celendín

Adquirir conocimiento, salir a las visitas, conocer otros lugares y otras realidades, nuevos mercados, según lo que comentan, les ha permitido también desarrollar más su independencia, a desarrollar su iniciativa y la búsqueda de

más conocimiento, a ya no estar conformes con lo que tienen, pues saben que pueden lograr más. Al punto que ellas se sienten seguras de que pueden empezar de cero, porque el conocimiento ya lo tienen.

“…las mujeres participan, sus esposos las dejan, pueden ser libres, independizadas para que hablen en cualquier reunión. Antes no participaban.” Entrevista individual Mujer líder 3 – PSN Celendín

A pesar de los cambios que podemos observar en y con las usuarias, la mayoría los identifica dentro de un colectivo, no los reconocen de manera directa a nivel personal, vale decir, que a pesar de que son cambios logrados en el ámbito individual, la forma cómo los expresan son referidos en plural, ya sea en primera o tercera persona: “…creo que también ha servido para elevar nuestra autoestima…”, “…ahora dicen

que hemos demostrado que…”, “…las mujeres también lo pueden hacer…”, “… las mujeres han aprendido a salir, a enfrentarse…”. Solo una de las entrevistadas señaló: “… me he vuelto más inteligente porque me inspiró a crear poemas… teníamos que presentar un drama, un sketch, un baile, una canción o un poema, entonces yo dije ´voy a sacar mi poema’…”.86

86 Se refiere al fragmento citado en la parte inicial del caso del PSN Celendín. Entrevista a Mujer líder.

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En cuanto a la dimensión personal en el PSN-Huamachuco, las mujeres usuarias del proyecto han experimentado procesos de cambio en su autovaloración. En la actualidad ellas manifiestan ahora sentirse más seguras para asistir a reuniones y dar sus opiniones, reconocen que antes no solo tenían vergüenza, sino que además se sentían sin las capacidades ni el conocimiento como para participar en todo nivel. Esto sumado a que las opiniones de los cónyuges se orientaban en el mismo sentido, con manifiestas expresiones de desvaloración de sus capacidades.

Sin embargo, las principales capacidades que reconocen haber adquirido y/o desarrollado son de carácter productivo. Además, la forma en cómo las expresan o verbalizan hace referencia a un colectivo, femenino “nosotras” o incluso masculino “nosotros”. No ocurre así este proceso de identificación y verbalización a nivel personal o individual que podría suponer algún nivel más avanzado de empoderamiento de la mujer como sujeto de cambio.

“Más antes nosotros hemos tenido vergüenza, hemos dicho “yo no voy a la reunión”, “yo no sé”, “no sabemos”, “’para qué vamos a participar si no sabemos”. Nosotros decíamos y ellos también decían “ustedes no saben” y nosotros decíamos “ya pues, nosotros no sabemos”… ahora, como se dice, nos vamos dando cuenta y estamos viendo que nosotros también podemos…” Entrevista individual a Mujer líder 1 – PSN Huamachuco

“… porque mediante eso sabemos cuánto valemos las mujeres, no nos sentimos menos, por ejemplo “tú eres hombres, eres más”, nosotros también tenemos capacidad de manejar una asociación o hacer algo, trabajar, porque no solamente los hombres. No nos creemos superior, pero al menos sentimos que sí podemos hacer las mujeres…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

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Esta experiencia de participación en el PSN ha significado, para las usuarias, descubrir estas capacidades, pero lo que más valoran de este proceso ha sido la posibilidad de aprender, de conocer otros lugares, otras experiencias, otras realidades que, en algunos casos, ha despertado el deseo de seguir aprendiendo y de estudiar. Ello ha contribuido a desarrollar sus capa-

cidades de agencia de acuerdo a lo conversado, aunque directamente las señoras no lo identifican así y menos aún lo hacen respecto de ellas como personas, es decir, hacen referencia a ello sin que necesariamente puedan expresarlo o identificarlo como una capacidad desarrollada y/o adquirida.

“… hemos ido a conocer sitios. Tantas cosas hemos conocido con lo que respecta al proyecto. Hemos conocido y nos hemos capacitado, creo que ese conocimiento no nos va a quitar así nomás. Hemos aprendido y nosotros seguimos haciéndolo… por ejemplo, yo con mis cuyes he seguido, he bajado por motivo de mis viajes, se han muerto mis animales, pero hoy estoy levantando de nuevo en mi galpón, y la verdad que la crianza de cuyes es muy rentable… lo que te vale es lo que está aquí (señala su cabeza), porque donde se vaya, usted va a poder hacer lo que ha aprendido…” Entrevista grupal a Usuarias – PSN Huamachuco

“… en que ahora yo sé cómo valerme yo misma, que yo puedo tener un ingreso para mi familia, darle una mejor calidad de vida para mis hijos... he venido a Huamachuco para querer estudiar, estoy estudiando computación e informática… solo los domingos estoy estudiando… al principio mi esposo no quiso “no, quién va a ver a mis hijos” me decía, no quería… le dije “yo voy a estudiar, quiero estudiar, necesito estudiar”, así iban dos meses, insiste e insiste y lo convencí y llegó el día para inscribirme y me inscribí… con mi plata, sí, eso sí, yo me pago mi estudio, pero así trabajando en lo que es tejidos… él se queda con los hijos, por ejemplo este domingo, él se ha ido con mis hijos a Chulubamba a pasearse…” Entrevista individual a Mujer líder 2 – PSN Huamachuco

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De acuerdo a lo observado, estos cambios resultan de suma importancia para las usuarias cuando se compara el antes y el ahora. Antes no salían de sus caseríos y ahora participan en ferias, incluso fuera del departamento; antes no tomaban decisiones en espera de que sean los cónyuges quienes decidieran por ellas, ahora ellas han conquistado espacios de decisión, aunque todavía quedan pendientes muchos espacios y niveles de decisión por conquistar; antes podían tener voz en las reuniones pero no voto, ahora votan, opinan, ya son escuchadas y lo más importante es que se hacen escuchar.

Ellas reconocen estos cambios y valoran la oportunidad de haber participado en el PSN y lo que con ello han logrado, sobre todo a nivel familiar y de las agrupaciones; sin embargo, también se observa que aún queda pendiente pasos adelante para lograr desprenderse del colectivo (agrupaciones o familia) para reconocerse como sujetos de cambio y, como consecuencia, identificarse como individuos con potencial de desarrollo personal. Esto se aprecia en el siguiente comentario:

“Trabajamos con fibra de alpaca…. Tejíamos sin medidas… no sabíamos de los tintes naturales…. Y hemos logrado el conocimiento…. Ahora elaboramos llaveros y bordados… Hemos complementado el taller y nos ha favorecido mucho… las 10 mujeres que trabajamos tenemos 1000 soles de ingreso mensual cada mujer… nos ha servido como escuela textil…. Tenemos un ingreso más para nosotros, para educar a nuestros hijos…si Sierra Norte se va, nosotros quedamos bien fortalecidos” Comentario de la presidenta de un taller en Huamachuco en torno al Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

En el caso del PSN Incahuasi, entre sus propósitos, se planteó contribuir al desarrollo humano y social especialmente orientado a promover la equidad y el empoderamiento de las mujeres rurales, para lo cual ha promovido en sus componentes y actividades la participación activa de las mujeres. Así se ha evidenciado aprendizajes, mejoras y cambios en las dimensiones de la vida institucional, comunitaria y familiar de estas. En este contexto, estos aprendizajes, me-

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joras y cambios ¿cómo se traducen y evidencian en la esfera personal de las mujeres usuarias del programa? y ¿contribuyen a una autentica valoración de las mujeres en su condición de sujetos? A partir de las opiniones recogidas de las mujeres usuarias y lideresas de Incahuasi, así como del equipo técnico, se evidencia que el PSN ha contribuido a procesos de cambio en las per-

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cepciones que las mujeres producen de sí mismas. En este sentido, las mujeres entrevistadas valoran el hecho que a través del proyecto sus capacidades, conocimientos y experiencias han sido fortalecidos y potenciados, con lo cual se han mejorado las condiciones para el desarrollo de sus actividades productivas y otros emprendimientos. Hay una clara conciencia que ahora se encuentran mejor habilitadas para enfrentar futuros retos.

Se percibe, por ejemplo, que sus referentes asociativos son una ventaja con la que antes no contaban y que ahora las coloca en mejores condiciones para acceder a recursos, para negociar con otros actores o para presentarse y postular a convocatorias. Además de haber obtenido resultados tangibles producto de su trabajo, tal como refiere una de las lideresas:

“…hemos aprendido muchas cositas, esos trabajos van a quedar eternamente. Por el proyecto tenemos nuestros reservorios, para terrazas, para cuidar nuestro terreno. En reforestación, las plantas que van a quedar nos van a servir. En el caso de pinos tenemos madera, de ahí venden hongo, de ahí viene el hongo. Eso por ejemplo nosotros tenemos organizadamente. Por ejemplo yo he sembrado aliso o acá yo he plantado plantas cuando la señora Antonia fue presidenta de la asociación. El proyecto Sierra Norte ha venido a capacitarnos, eso es un recuerdo que va a quedar a nosotros”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi

Esta experiencia, desde la percepción de las usuarias, no sólo las ha fortalecido sino que ha constituido un factor motivacional para proponerse y desarrollar emprendimientos y negocios, así como la mejora de sus casas, huertos y activos comunitarios, sumando así a sus capacidades de agencia y su capital humano y social. Del mismo modo, hay una clara percepción de los cambios ocurridos en relación a sus esposos y los varones de la comunidad. Este hecho adquiere importancia en el PSN Incahuasi, pues

es en sus distritos y comunidades de intervención donde se evidencian las mayores brechas de desigualdad entre hombres y mujeres; del mismo modo, se observan los mayores niveles de pobreza, además de estructuras patriarcales que subordinan y oprimen a las mujeres. En este sentido, se percibe que el machismo se encuentra en retroceso, no sólo por la intervención del PSN sino también por otras iniciativas, incluyendo a las del propio Estado. Como refiere una de las usuarias:

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“…del machismo, como dijo mi compañera, que no la mandan a las reuniones y ellos nomás quieren asistir. Pero ahora ha cambiado en un 50%, ya no es como antes, va cambiando gracias al proyecto Sierra Norte y a otras instituciones que vienen al distrito”. Entrevista grupal a usuarias – PSN Incahuasi

Ciertamente estos cambios refieren a procesos en curso en un contexto social y cultural que aún resiste a los cambios. Complementariamente, se valora también la progresiva participación de las mujeres en espacios de asociación mayoritariamente femeninos, así como en reuniones o asambleas locales y comunitarias. En estos espacios las mujeres han empezado a visibilizarse no sólo a través de la participación y el uso de la palabra, sino también se han visibilizado como sujetos deliberativos y ciudadanas que aportan y

democratizan los espacios público-locales que hasta antes sólo eran masculinos.87 El uso de la palabra, el desenvolvimiento y la confianza probablemente son aprendizajes o cambios difíciles de medir o dimensionar, pues corresponden a la experiencia subjetiva de las personas. Sin embargo, las personas entrevistadas dan cuenta de cambios personales que tienen que ver con estos aspectos subjetivos y que resultan muy valorados por las propias mujeres. Tal como refiere un integrante del equipo técnico:

“…Otra cuestión de mucho valor…, es la mejora de relaciones sociales de mujeres. Eso ha generado desenvolvimiento, más confianza, aprendizajes, eso de que se reúnen y aprenden a tener un archivo para eso, las mujeres ya manejan sus archivos, sus bouchers, sus tarjetas. La experiencia de venir a Chiclayo ha sido nueva, y eso le ha generado cambios personales, a veces es difícil de medirlos o precisar, pero si se permite verlo, principalmente a quienes lo hemos visto. Hay cambios [subjetivos], difícilmente perceptibles”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

87 Un aspecto negativo en la participación pública de las mujeres del PSN Incahuasi tiene que ver con el carácter formal de su participación política y, particularmente, en listas electorales, donde estas son instrumentalizadas para llenar el requisito de la cuota de género. Véase: Entrevista grupal equipo técnico - PSN– Incahuasi, p. 10.

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Destaca en la experiencia el valor que se le otorga al uso de la palabra, en cuanto se refieren a esta como una cualidad dormida mientras permanecían aisladas en sus casas, donde no aprendían nada. En este sentido, se identifica al proyecto como un momento de quiebre, entre el antes y el después, en el que perdieron la timidez y aprendieron a expresarse ante los y las demás. En este aprendizaje sin duda ocupa un

lugar central la experiencia de asociación entre mujeres, que ha permitido construir espacios de referencia femeninos, donde los lazos comunicacionales y de confianza, afectivos y de solidaridad se han construido entre mujeres. Al respecto una de las lideresas, al explicar porque la experiencia ha sido importante para ella, refiere:

“Porque nos ha enseñado a sobresalir de uno mismo. Ha tener confianza, participar entre mujeres, sentirse más contenta, más confianza, tener entre nosotras, siquiera tener un momento de venir y conversar, hacer las cosas. “[…] Ya nos juntamos por ahí, mientras elaboramos nuestras cosas nos vamos contando, nos reímos. Aparte de que acá, ahora nos reímos, dan ganas de reír, de trabajar, de apoyarse”. Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi (Cañaris)

Estos elementos del impacto del proyecto favorecen en particular a las mujeres madres más jóvenes, razón por la cual es también un cambio generacional que -desde la percepción de las mujeres- se encontraría mediado por el acceso a la educación de estas. Como indica una de las lideresas adultas de Incahuasi: “Ya no es como antes. Hoy día las mujeres podemos participar en cualquier cargo también. Lo que pasa es que, por ejemplo, mi educación, antes no me han enseñado; pero mis hijos son diferentes”.88

De este modo, se revela una paradoja y contradicción en el proceso de agencia y empoderamiento de estas mujeres, pues siendo conscientes de los cambios que vienen operando en sus familias y comunidades, no serían ellas las que pondrían en cuestión las condiciones de sujeción que imponen las estructuras patriarcales sino la generación de sus hijas e hijos. En este sentido los procesos de cambio social y cultural en los distritos de Incahuasi y Cañaris todavía resultan lentos.

88 Véase: Entrevista individual a mujer líder – PSN Incahuasi.

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...las mujeres rurales somos trabajadoras y respetamos mucho nuestras creencias... cuando compartimos las tareas con los varones nos sentimos mĂĄs a gusto... de igual a igual

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A. SOBRE LAS BASES INSTITUCIONALES DE LA INTERVENCIÓN Bases institucionales de la intervención: obstáculos y limitaciones El PSN se propuso intervenciones integrales que permitieran el desarrollo de “alianzas productivas entre el sector privado y el público, y pequeños productores organizados”, con el propósito de fortalecer el desarrollo de capacidades en las familias rurales y contribuir al desarrollo económico local. En este sentido, las municipalidades rurales se constituían en un aliado estratégico aun a pesar de las limitaciones ya conocidas, como son: poco personal, escasos recursos, falta de capacidades, poblaciones en situación de pobreza, escasez de recursos propios, entre otros.89

Sin embargo el involucramiento de las municipalidades en general ha sido limitado, habiendo dependido más de la voluntad y liderazgo personal de sus autoridades antes que del cumplimiento de los mandatos institucionales que las leyes le confieren a este nivel de gobernanza, como ocurrió en el caso de Chachapoyas.90 En relación a las políticas orientadas al desarrollo y fomento de la igualdad de oportunidades, las regiones de intervención cuentan con Planes Regionales de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (PRIOs), aunque estos no siempre definen metas, indicadores, presupuestos y/o sistemas de monitoreo específicos que den cuenta de los avances alcanzados, como se propone en el PLANIG.91 A nivel local, la situación se agudiza pues los municipios rurales no cuentan con herramientas que per-

89 Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, pp. 19-24. 90 En el caso de Chachapoyas el equipo de gestión ha logrado producir alianzas con los gobiernos locales generando mejores condiciones para un mayor soporte institucional del programa. Al respecto el equipo indica que “…en el caso de los gobiernos locales ellos tienen sus metas específicas, como la generación de empleo temporal, pero dicen qué hacemos con la población que no va a entrar en eso, entonces nosotros tenemos convenios marcos con casi todos los municipios y es interesante porque hay gobiernos locales que han invertido en llevarles a hacerles conocer experiencias [pasantías] sobre los temas que ellos consideran y a partir de ahí se han generado muchas iniciativas”. Véase: Entrevista grupal a equipo técnico – PSN Chachapoyas, p. 14. 91 Una excepción es Cajamarca, cuyo “Plan regional de igualdad de oportunidades entre mujeres y varones. Cajamarca, 2010 – 2015”, define el rol de los municipios provinciales y distritales en la formulación de políticas públicas de igualdad de oportunidades, así como metas e indicadores susceptibles de monitoreo. Véase: https://proyectocotabambas.files.wordpress.com/2012/04/prio-2010-2015-cajamarca-1.pdf

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mitan acompañar el desarrollo de las políticas regionales en sus localidades. De este modo, las posibilidades de coordinación, cooperación y apoyo entre los niveles regional y local resultan muy limitados, constituyéndose en un obstáculo para el desarrollo de sinergias en favor de la igualdad de género. Al respecto, conviene recalcar la intervención de Raúl Hernández Asensio dentro del conversatorio Nuevos rostros, nuevos retos: La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, realizado en Lima el 23 de Junio del 2015, ya que sostiene que los resultados positivos que se pueden rescatar de esta sistematiza-

ción convencen a medias, puesto que hay una tensión que recorre todo el texto. Por ejemplo, dentro del hogar es necesaria la subvención femenina de trabajo no remunerado. Además, existen prácticas andinas que se basan en la inequidad de derechos y de poder, pero que tienen mucha lógica en la reproducción de sociedades campesinas tradicionales. Por lo tanto se debe tener en cuenta que los sistemas de género son una parte constituyente de la sociedad y no se puede tratar de transformar los sistemas de género y no cambiar parte de la sociedad. Asimismo, sostiene que:

“Dentro del estudio hay una generalización de las mujeres rurales. Hay mujeres con intereses y capacidades distintos, con brechas generacionales muy distintas. Hay una necesidad de hablar más en profundidad de las relaciones complejas entre cultura y sistemas de género, necesidad de complejizar y construir la categoría de mujer rural con intereses y capacidad distintos, necesidad de incluir esta metodología y herramientas en los posibles cambios de las relaciones de género” Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

Del mismo modo, también se ha identificado que las relaciones Estado – sociedad están mediadas por vínculos de desconfianza, legitimadas a lo largo de la historia republicana, en donde el Estado -siempre criollo, costeño y centralista- ha dado la espalda a las poblaciones andinas, especialmente rurales. En la actua-

lidad, esta desconfianza parece sostenerse en la experiencia de postergación estatal, así como el accionar de actores externos políticos y/o empresariales que pueden haber pretendido instrumentalizar a estas poblaciones. No deja de llamar la atención los paralelos de esta desconfianza con creencias arraigadas, por las cuales

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lo externo llega para corromper o expropiar/ robar las riquezas locales.92 Ciertamente estas condiciones institucionales se han evidenciado en todo el ámbito de intervención del PSN, pero no siempre de la misma forma ni con la misma intensidad. De acuerdo a la información obtenida, pareciera que los efectos de estas limitaciones institucionales se hacen más sensibles en los distritos de intervención de las regiones de La Libertad y de Lam-

bayeque, que coinciden también con las zonas que reportan los indicadores de mayor pobreza.93 Y se agudizan, sobre todo, en los distritos de Incahuasi y Cañaris (región Lambayeque), donde los gobiernos municipales tienen su sede institucional fuera de sus distritos; en el caso de Incahuasi, en la ciudad de Ferreñafe, y en el de Cañaris, en la ciudad de Chiclayo. Esta ausencia relativa de estado y fragilidad de soporte institucional es explicada por el Equipo técnico así:

“…la misma institucionalidad no le ha permitido eso [más avances]. En todo Incahuasi y Cañaris no vas a encontrar una institución, el local de la municipalidad, tanto de Cañaris o Incahuasi están en la costa. ¿Qué hace el acalde allá o sus regidores cuando no tienen acceso a los servicios? Ahora, por ejemplo, en Cañaris hasta ahora no hay internet, no hay Movistar, todos los servicios de agua potable, los servicios básicos no se encuentran y mucho menos las instituciones. Aquí, en Ferreñafe, el único banco que hay es el Banco de la Nación, y esa es una limitante. Y total, cuando hay lluvias son zonas inaccesibles porque hay derrumbes”. “Quiere decir que no hay otros actores que complementen, es una labor incompleta, la municipalidad no ha complementado esto, el gobierno regional tampoco, entonces por ahí se pierde un poco”. Entrevista grupal a Equipo Técnico – PSN Incahuasi

92 Es lo que ocurriría con el mito del pishtaco, fuertemente arraigado en las culturas andinas del centro y sur de los andes, según el cual hombres generalmente blancos y fornidos llegarían a los pueblos andinos para capturar a las y los pobladores con el propósito de despellejarlos y quitarles la grasa con la que funcionarían los aviones. 93 Según la línea de base del proyecto, Amazonas tendría un 45% de familias pobres, Cajamarca 61%, La Libertad 75% y Lambayeque 85%. Mientras que en el caso de pobreza extrema, Amazonas tendría al 27% de familias en situación de pobreza extrema, mientras que en Cajamarca llegaría al 43%, en la Libertad al 61% y en Lambayeque al 66%. Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, pp. 36 -37.

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Alcances y límites en la estrategia de género Con el propósito de promover la equidad de género como base para el desarrollo de capital humano y social en los hombres y mujeres de las familias involucradas en la intervención, el PSN formuló el documento “Estrategia para impulsar las acciones a favor de la equidad de género”. En este se delineó los ejes de acción de una estrategia orientada a los siguientes fines: i) la sensibilización del equipo de intervención, incluyendo proveedores de servicios, ii) el desarrollo de las capacidades de innovación en las mujeres y jóvenes, iii) facilitar la gestión y difu-

sión del conocimiento con relación a la equidad de género, y iv) el mejoramiento de las herramientas e instrumentos para el reconocimiento y registro del aporte y participación de la familia.94 La estrategia buscaba el involucramiento y empoderamiento de las mujeres rurales, así como la apropiación de las acciones y resultados del proyecto. Y recomendaba también la sensibilización del equipo de intervención en el enfoque de género. Resulta significativa, en este sentido, los comentarios de Carmen del Pilar Campaña, puesto que sostiene que:

“Se necesita realizar una sensibilización en género y una capacitación en género. La sensibilización del género se debe hacer tanto al hombre beneficiario como a su compañera usuaria. Del mismo modo, las experiencias de los proyectos de desarrollo con enfoque de género esperan que cambien tanto hombres como mujeres, por lo que la capacitación se debe hacer a la pareja. Sin embargo, falta aún estudiar cuál es la verdadera dimensión de los cambios, cuán sostenibles son los logros que se han hecho en términos de empoderamiento a las mujeres, y preguntarse si ese empoderamiento es sostenible y puede continuar para reducir la pobreza. Asimismo, se deben tener en cuenta que existen indicadores con enfoque de género para el cambio, los cuales van a permitir ir midiendo cómo se van reduciendo las brechas de inequidad, y por ende cómo se logra el empoderamiento y se disminuye la pobreza. Estos indicadores son el desarrollo agrícola, las actividades reproductivas y la toma de decisión”. Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

94 Véase documento PSN: “Estrategia para impulsar las acciones a favor de la equidad de género”, pp. 02-03.

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Sin embargo, en la percepción de los equipos técnicos, los lineamientos de la estrategia de género entraban en colisión con el “enfoque de familia”. Es relevante esta aparente tensión, pues hace evidente una crítica que los equipos técnicos formulan a intervenciones que al focalizar sus acciones exclusivamente en mujeres -aislándolas del contexto y redes familiar y comunitarias- contribuirían a reforzar roles tradicionales o secundarios asignados a las mujeres rurales. En general, los equipos de intervención, al referir al enfoque centrado en las familias, están dando cuenta del objetivo del PSN de contribuir a la reducción de la pobreza y pobreza extrema en la población rural, incluyendo a hombres, mujeres y jóvenes.95 Del mismo modo, definen el protagonismo de las mujeres a partir de las condiciones que el proyecto debe generar para promover relaciones recíprocas entre hombres y mujeres, en sus respectivos contextos socio-culturales.96 En resumen, esta aparente tensión entre “enfoques” se habría resuelto tomando en cuenta la recomendación de capacitar a los equipos en el enfoque de gé-

nero planteada en el documento de estrategia de género. Más allá de los aspectos programáticos, las tensiones se han resuelto a partir del involucramiento y participación de las mujeres a través de las estrategias y acciones definidas por el proyecto. Aunque estas estrategias (PMRN y PDN) han sido dirigidas fundamentalmente a las familias rurales, lideradas mayormente por “cabezas de familia” masculinas, han permitido involucrar la participación de las mujeres a través del fortalecimiento de sus capacidades de organización y emprendimiento. En este mismo sentido, las acciones dirigidas exclusivamente a mujeres, como ha sido con los planes de ahorros, han contribuido también a los procesos de empoderamiento y autonomía de estas mujeres. Es importante anotar, a modo de aprendizaje, que en ambas situaciones las experiencias más exitosas han supuesto casi siempre el involucramiento y soporte de las familias y/o esposos.

95 En la experiencia del FIDA se da cuenta de procesos similares en intervenciones con mujeres y familias rurales, que se describe como un proceso complejo de aprendizajes y evolución en la lucha contra la pobreza. Ahí se ha transitado de conceptos como el de la “mujer en el desarrollo”, que circunscribe a la mujer a la familia y a roles tradicionales, al concepto de “género y desarrollo”, que incorpora a las mujeres en el marco de sus relaciones e interacciones con los hombres, considerando los factores socio-culturales que colocan en desventaja a las mujeres respecto al acceso a los recursos y servicios. Véase documento FIDA: “La perspectiva de género. Con referencia a los pobres de las zonas rurales”, Roma, 2000, pp. 4-5. 96 Esta mirada acerca más a los equipos a concepciones “conscientes de las relaciones de género” y/o “territoriales del género”, como los planteados por Susan Paulson a propósito de los enfoques de desarrollo y la perspectiva de género para el análisis territorial. Véase: Enfoque territorial para el empoderamiento de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe. Informe final – Consultoría, RIMISP, 2013, pp. 47-53.

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Sobre esto, Carmen del Pilar Campaña afirma que:

“Existen diversas variables a considerar sobre cómo cambian las relaciones económicas de las mujeres al interior de las familias y al interior de la comunidad. Por lo tanto, los proyectos FIDA deben enfocar su acción de género en base a las relaciones de poder y las relaciones económicas en la familia, la comunidad y las organizaciones. También se debe considerar que el enfoque de género busca ver cómo se disminuyen las brechas de diferenciación entre hombres y mujeres con respecto a los objetivos del proyecto. Por otro lado, entre las lecciones aprendidas se pueden destacar, por un lado, las acciones de género que permiten identificar las brechas de inequidad existentes entre hombres y mujeres de acuerdo a las líneas de acción del proyecto. Por otro lado, se debe empezar por clarificar la estrategia conceptual y operativa del proyecto y; además, cuál es la unidad de intervención de proyecto, que en este caso es la organización, es decir, en donde se trabajaba las acciones del proyecto”. Conversatorio: Nuevos rostros ...nuevos retos : La experiencia de las Mujeres Rurales en la Sierra Norte del Perú, Lima 23 de junio 2015.

Otro aprendizaje no valorado suficientemente es el de la importancia del vínculo empático que debe establecerse entre equipos técnicos y beneficiarias. En contextos atravesados por la pobreza y por elementos culturales que han naturalizado las condiciones de desventaja de las mujeres, las diferencias raciales, profesionales, de género y socio-económicas, entre otras, se constituyen en marcadores sociales no sólo de diferencias sino, sobre todo, de desigualdad. Por ello los equipos técnicos deben ejercer la responsabilidad de ser conscientes del complejo entramado de relaciones y de poder en el que se sitúan, a fin de no validar y reforzar vínculos jerárquicos que devienen en nuevas formas de opresión. En este sentido, se ha identificado en

las usuarias una alta valoración de las formas de relacionamiento de los equipos técnicos, que al saber escuchar y atender las demandas o necesidades planteadas, resultan más próximos y confiables, construyendo vínculos de respeto y empáticos que sostienen las relaciones entre las partes. En este mismo sentido, se ha valorado positivamente la participación de las mujeres como parte de los equipos técnicos en calidad de coordinadoras (en el caso de Chachapoyas e Incahuasi), de animadoras rurales (tomado en cuenta en Chachapoyas, Celendín y Huamachuco), de asistentes técnicas en PDN (tomado en cuenta en las cuatro zonas de intervención)

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y de asistentes técnicas en PMRN (tomado en cuenta en Chachapoyas y Huamachuco). Ciertamente esta sensibilidad sobre la importancia de la participación de las mujeres en los equipos no ha sido la misma siempre en todos los ámbitos de intervención del proyecto.

Institucionalización y sostenibilidad de la experiencia Como se ha señalado antes, las posibilidades de institucionalización y sostenibilidad de la experiencia desarrollada por el PSN, a través de la institucionalidad público-local, se encuentra limitada por las debilidades de los municipios locales y por la práctica inexistencia de mecanismos locales y participativos que permitan vigilar y/o monitorear el cumplimiento de las políticas nacionales y regionales de inclusión y de género, como las trazadas en los Planes de Desarrollo Concertados y en los Planes Regionales de Igualdad de Oportunidades. Sin embargo, ha sido el fortalecimiento del tejido organizado de las mujeres lo que ha facilitado y abierto las puertas a una experiencia de asociación inusual, por su carácter extensivo y participativo. Esta asociación representa un importante hito en la construcción del capital social de las mujeres, que las ha llevado a reconocerse y apropiarse de una experiencia que las convierte en protagonistas de los cambios ocurridos en el seno de sus familias y comunidades. En este sentido, las usuarias entrevistadas manifiestan su compromiso e interés en dar conti-

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nuidad a los espacios de asociación y experiencias de emprendimientos que han marcado un referente importante en sus propias vidas y dan cuenta de la importancia del capital social de las mujeres para garantizar la sostenibilidad de sus propios aprendizajes y experiencias. Esta valoración se constata en los cuatro ámbitos de intervención, independientemente si la asociación entre mujeres (exclusiva o mayoritaria) haya alcanzado su mejor desempeño en el PSN Chachapoyas, seguido por los PSN de Celendín y Huamachuco, quedando rezagada el PSN de Incahuasi. En este sentido, una experiencia que responde a la necesidad de dar sostenibilidad a las iniciativas exitosas ha sido la formación de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Mujer Rural, promovida por las mujeres de Celendín. Complementariamente, los espacios asociativos liderados por las mujeres han visibilizado, frente al estado y otros actores, el protagonismo y aporte de las mujeres en la lucha contra la pobreza y en la construcción de capacidades para el desarrollo, a través de sus organizaciones, liderazgos, iniciativas empresariales, defensa del medio ambiente, etc. Es así que la experiencia del PSN ha generado condiciones para una mayor legitimidad del protagonismo de las mujeres en el contexto social y político de sus comunidades y distritos rurales. De otro lado ha sido importante, en la perspectiva de la replicabilidad y sostenibilidad de las experiencias, que una parte considerable de las

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iniciativas promovidas lograra escalar a otros programas, proyectos y/o instituciones orientadas al desarrollo rural. De tal forma, ha sido importante la presencia de programas o proyectos gubernamentales y/o de la cooperación y ONG, como: Sierra Exportadora, AGROIDEAS, PROCOMPITE, Proyecto INKAÑARIS, CICAP, CECANOR, PROAASA y el CES - Solidaridad, entre otros. Como en otros aspectos, el escalamiento de las iniciativas no ha sido igual en todo el ámbito de intervención del proyecto, llamando la atención, en el caso del PSN Incahuasi, que, de un total de 20 organizaciones que alcanzaron alguna forma de escalamiento, solo la Asociación Comunal Inkawasi Awana ha sido liderada por mujeres, con un plan de negocios de producción y comercialización de tejidos.97

Valoración del programa como una oportunidad: ¿de qué? Aquí resulta pertinente preguntarse ¿Cómo se ha valorado el programa? En general los pro-

gramas promovidos por el Estado han sido percibidos como asistencialistas y, en menor medida, se ha valorado positivamente la contribución de estos a los cambios orientados a la mejora en las condiciones de vida.98 En el caso del PSN puede indicarse que la percepción en general es positiva, pues se valora la experiencia como una oportunidad que ha permitido fortalecer y valorar las capacidades de las mujeres para enfrentar la pobreza y contribuir al desarrollo de sus familias y comunidades. Esta valoración, sin duda, ha sido el resultado del conjunto de estrategias y acciones desplegadas por el programa. En este sentido, algunas usuarias señalan como positiva la condición de la contrapartida financiera que las organizaciones beneficiarias deben aportar como complemento al financiamiento del PSN. Esta contrapartida colocaría a las asociaciones y al PSN en una posición de socias involucradas en una oportunidad de desarrollo, evitando lógicas paternalistas en las que el financiamiento viene solo de una vía sin generar

97 Esta situación desventajosa se explica por el contexto socio-cultural en el que se encuentran inmersas las poblaciones indígenas de Incahuasi y Cañaris, sobre todo las que pueblan las partes media y alto andinas, donde las mujeres se encuentran sometidas a fuertes estructuras patriarcales. Otra explicación que se vincula a la anterior, es que en estas comunidades los indicadores de asociación entre mujeres son los más débiles de todo el ámbito de intervención del PSN. 98 Al respecto resulta interesante como en un programa de transferencias condicionadas, como el Programa Juntos, las y los usuarios a pesar de compartir ampliamente que el programa contribuye a cambios favorables para el desarrollo de las familias y comunidades, y especialmente de las y los niños y adolescentes, estas miradas coexisten con otras que enfatizan el carácter paternalista y asistencialista del estado en relación a las poblaciones indígenas. Véase: Norma Correa y, Roopnaraine, Terry. Pueblos indígenas & Programas de transferencias condicionadas, IFPRI-PUCP-BID: Lima, 2013, pp. 75-76.

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una contraprestación. Asimismo, se valora que, a través de los PDN y PMRN, las asociaciones hayan sido monitoreadas en el cumplimiento de sus compromisos. De este modo, se construye un vínculo de colaboración el que ambas partes asumen responsabilidades específicas. Como en el caso de otros programas gubernamentales, estas percepciones se matizan con testimonios que refieren en la importancia de la ayuda financiera, y cómo sin esta ayuda no habría estímulo (incentivo) para comprometer la participación de las poblaciones, y las mujeres en particular. Debe indicarse que ambas visiones no tienen por qué ser excluyentes. Más bien confluirían en un sentido pragmático que las poblaciones afectadas por la pobreza y/o exclusión construirían frente a los programas o proyectos promovidos por el estado, la cooperación o las ONG. Asimismo, puede sostenerse a modo de hipótesis (pues la sistematización no ha indagado en particular sobre el tema) que existiría una relación entre estas visiones y la existencia o no de condiciones favorables para enfrentar los retos del desarrollo. Es decir, resultaría comprensible que en poblaciones rurales más afectadas por la pobreza y exclusión estatal, como parece haber ocurrido en los casos de los distritos de Incahuasi y Cañaris, prevalezcan visiones más asistencialistas e instrumentales respecto a la ayuda externa, mientras que en las poblaciones que cuentan con mejores recursos para el acceso a educación, salud y servicios, por ejemplo, prevalecen visiones de la ayuda como una

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oportunidad en favor del desarrollo, como parece haber ocurrido en particular en los distritos de intervención de los PSN de Chachapoyas y Celendín.

B. SOBRE LA INTERVENCIÓN DESDE LA PARTICIPACIÓN Y ACCIÓN DE LAS MUJERES Una experiencia para el fortalecimiento integral de capacidades El PSN programáticamente se planteó contribuir al desarrollo local mediante el desarrollo de capacidades y el estímulo de experiencias de naturaleza productiva en las familias rurales, involucrando la participación de hombres, mujeres y jóvenes. Y se propuso involucrar en forma expresa a las poblaciones y comunidades rurales más alejadas de las ciudades-capital del ámbito de intervención, en las que la cultura y prácticas patriarcales y machistas aun gozan de amplia legitimidad, como se indica en la estrategia de género del PSN. Para ello definió estrategias y acciones orientadas a mejorar los distintos ámbitos productivos de las familias rurales, y de las mujeres en particular. Se hace referencia a las de manejo comunal de los recursos naturales, de desarrollo de iniciativas empresariales o de emprendimiento, y de acceso a los servicios financieros. La intervención se organizó a partir de la demanda de las familias y comunidades rurales con el objetivo de desarrollar iniciativas productivas, que re-

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sultaban elegibles a través de mecanismos concursables de carácter público. De este modo, se ha cofinanciado la contratación de asistencia técnica y de servicios complementarios, como los de pasantías, visitas guiadas, participación en ferias y eventos y/o inversiones para el desarrollo local, entre otros.99 Ha logrado involucrar la participación activa de las y los usuarios, trasladándoles la responsabilidad de tomar decisiones sobre la definición de sus prioridades de atención, así como la de decidir sobre el uso de los recursos financieros provenientes del PSN. Del mismo modo, ha potenciado las capacidades de las y los usuarios en distintas áreas, habilitándolas para enfrentar diversos contextos para el desarrollo de actividades productivas (individuales, familiares y/o colectivos). Debe anotarse, sin embargo, que esta experiencia no ha representado lo mismo para hombres y mujeres. No solo porque algunos componentes y/o actividades han estado dirigidos exclusivamente a las mujeres (como es lo ocurrido con los planes de ahorros o lo ocurrido con el fomento y formalización de la asociación entre

mujeres), sino porque para muchas usuarias ha sido la primera vez que un programa público se dirige hacia ellas en su condición de sujeto económico, capaz de aportar a su desarrollo y el de su comunidad. En este sentido, las usuarias valoran altamente las estrategias y actividades desarrolladas, pues les han permitido fortalecer capacidades puestas en práctica en los espacios familiar y comunitario. Mención aparte merecen los aprendizajes que deja la experiencia, en particular la de planes de ahorros. Como se ha señalado anteriormente, frente a la desconfianza inicial expresada por los esposos y referentes masculinos de la comunidad,100 las mujeres se organizaron privilegiando los vínculos de cercanía y proximidad con otras mujeres, constituyendo los grupos de mujeres ahorristas. Estas fueron capacitadas por el personal de los equipos técnicos como por agentes de las entidades financieras, a fin de conocer las ventajas y desventajas de formar parte del sistema financiero, así como sobre la modalidad de operación del sistema y el uso de los cajeros y la tarjeta de ahorros (“del plástico”). Esta experiencia ha sido novedosa y desconocida en muchas mujeres, pues, a pesar

99 El PSN en su formulación y desarrollo de actividades recoge las experiencias previas del Proyecto de Manejo de los Recursos Naturales en la Sierra Sur (MARENASS) y el Proyecto Sierra Sur (PSS), que a su vez replican los aprendizajes y metodología de los proyectos promovidos con soporte del FIDA. 100 En relación a este punto, hubo una fuerte oposición de los esposos y de las autoridades masculinas a que las mujeres se involucren en la actividad bajo el pretexto que serían estafadas o que les robarían, exponiendo recursos considerados de la familia. Esta oposición en algunos llegaría a la prohibición de la participación de las esposas en esta actividad.

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que buena parte de las usuarias han tenido familiaridad con el sistema financiero a través del Programa Juntos,101 el tipo de relacionamiento en ambos casos es distinta. El Programa Juntos canaliza la ayuda estatal a través del sistema financiero,102 mientras que el PSN se propone fomentar la cultura de ahorro en las familias rurales a través del mismo sistema. Es así que un efecto de esta experiencia ha sido el involucramiento de la familia, y la toma de decisiones al interior de ellas, en relación a la inversión y gasto familiar, ya sea para la compra de bienes y/o servicios o para la inversión en educación de las y los hijos. En general las usuarias identifican el fortalecimiento de sus capacidades como un efecto directo del programa.103 Esta afirmación, sin

embargo, debe ser matizada a partir de los casos locales, pues esta valoración esta mediada por la especificidad de los contextos socio-culturales de las zonas de intervención, así como por las condiciones institucionales en cada localidad, la empatía y compromiso de los equipos técnicos y las propias expectativas de las usuarias del programa. Como ocurriría en la experiencia de mujeres ahorristas de los ámbitos de intervención de Chachapoyas y Celendín, donde los ahorros parecieran orientarse a una cultura previsional (para la inversión en educación de las y los hijos, contingencias de salud, inversiones productivas y/o mejora de sus casas), mientras que en Incahuasi la discontinuidad y deserción se explicaría por los obstáculos estructurales que impiden el acceso al sistema financiero y por las dificultades de las familias

101 El Programa Juntos opera en la mayor parte de los distritos donde intervienen los PSN de Chachapoyas, Celendín y Huamachuco, del Proyecto Sierra Norte (PSN). No opera en los distritos de Incahuasi y Cañaris, que conforma el ámbito de intervención del PSN Incahuasi, a pesar que estos distritos reportan los indicadores de pobreza y exclusión más saltantes del ámbito de intervención del PSN. 102 Al respecto Norma Correa y Terry Roopnaraine, sobre el Programa Juntos, señalan la importancia que adquiere el acceso al sistema financiero para la visibilidad de las madres usuarias frente al estado, aunque el bono de ayuda financiera no siempre es interpretado por las usuarias en el marco de la corresponsabilidad basada en derechos y deberes sino que se percibe “como un sueldo, propina, apoyo o deuda”. Véase: Norma Correa y Roopnaraine, Terry. Pueblos Indígenas & Programas de transferencias condicionadas, IFPRIPUCP-BID: Lima, 2013, pp. 86-87. 103 Si bien el fortalecimiento de capacidades en las mujeres usuarias ha sido un efecto directo del programa, este proceso no ha estado exento de tensiones. En este sentido, uno de los equipos técnicos al dar cuenta de los efectos del programa en las mujeres ahorristas, refiere: “…el acceso al sistema financiero legal que ya no es visto con temor y la otra cosa es que las entidades financieras han mirado al campo como clientes porque la empezar tuvimos muchos problemas, por ejemplo, con la Caja Piura que maltrataba a la gente, tuvimos que ir hasta las altas instancias y en menos de 15 días se solucionó todo eso y ahora el respeto es mutuo”. Tensiones y cambios no sólo en las usuarias del programa sino en los propios proveedores de servicios, que con dificultad parecen reconocer la condición ciudadana de las mujeres rurales. Véase: Entrevista grupal a equipo técnico –PSN Chachapoyas, p. 03.

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rurales para generar ahorros. Ambas limitaciones harían a su vez que el costo de las transacciones financieras resulten mayores para los más pobres. Se desprende de la experiencia, entonces, la necesidad de un mayor conocimiento sobre los procesos de inclusión financiera promovidos en Chachapoyas, Celendín, Huamachuco e Incahuasi, a fin de ponderar los factores y condicionamientos sociales y culturales que pueden dificultar el desarrollo de una cultura de ahorros.

Efectos del programa sobre el posicionamiento de las mujeres: la autonomía Otro aspecto relevante en relación a los procesos de acción y empoderamiento de las mujeres rurales es el grado de autonomía que estas pueden haber alcanzado y reconocer para sí a partir del desarrollo de las actividades del programa. En este sentido, los casos analizados de los PSN de Chachapoyas y Celendín, seguidos por las de Huamachuco e Incahuasi, evidencian que las iniciativas de PMRN y PDN especialmente dirigidas a las mujeres han permitido visibilizar y mejorar un conjunto de actividades productivas vinculadas a la gestión de los recursos comunitarios, como al desarrollo de iniciativas de emprendimiento. Las personas entrevistadas, entre usuarias, técnicos y facilitadores, dan cuenta de una amplia variedad de actividades productivas que han

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mejorado sustantivamente sus procesos de producción, otorgándoles un valor agregado a sus productos para hacerlos más confiables y competitivos frente a sus potenciales consumidores. Asimismo, dan cuenta de la importancia que le otorgan a la comercialización de estos, tanto en los mercados locales (como son las ferias que se organizan regularmente en los distritos), como en los mercados regionales y nacionales, a los que llegarían con mucha más dificultad. Esta experiencia se ha traducido en emprendimientos exitosos -reconocidos como tales por las familias y la comunidad- que han posibilitado nuevas fuentes de ingresos o la mejora de las ya existentes. Sin duda los resultados de estas actividades han mejorado el posicionamiento de las usuarias del programa frente a sus familias, visibilizando su contribución a la mejora de los recursos y economía familiar y posibilitando también mayores márgenes de autonomía para estas. Este desplazamiento del lugar de la domesticidad, en el que no se valora el aporte productivo de las mujeres (incluso de aquellas actividades orientadas al autoconsumo y/o al intercambio no monetario en redes familiares o comunitarias), hacia el lugar de agente productivo sería el resultado de nuevos arreglos institucionales en el seno de las familias rurales, los cuales dan cuenta de cambios en las relaciones de género, así como de los límites de la autonomía de las mujeres en estos contextos. Como se ha señalado, la mayor autonomía de las mujeres se sustenta en el reconocimiento

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de su rol y aporte a sus familias como agentes productivos. La experiencia del PSN ofrece suficiente evidencia de cómo las actividades y emprendimientos productivos de las mujeres son materia de arreglos y acuerdos tácitos con la familia y los esposos. No resultan extrañas entonces las referencias de las usuarias sobre cómo sus decisiones son producto del diálogo, consulta y/o acuerdo con sus esposos y/o con sus familias; del mismo modo, tampoco resulta extraño el involucramiento de los esposos en las iniciativas promovidas por sus esposas en el marco de las actividades del PSN. En este sentido, los cambios ocurridos darían cuenta de una mayor autonomía relativa de las mujeres. En este contexto de autonomía relativa adquiere importancia, puesto que cada vez hay mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones de sus familias. Al respecto, las usuarias del programa refieren que en las comunidades operan cambios entre lo que ha sido el antes y lo que ocurre en la actualidad. Estos cambios parecen estar vinculados a la alta valoración de la educación como herramienta de progreso en las mujeres; valoración que tiene efectos prácticos en la propia experiencia familiar donde las abuelas no pudieron ir a la escuela o sólo cursaron los primeros años de estudios primarios. Mientras que, en la actualidad, y en particular entre las mujeres más jóvenes, no es extraño que hayan culminado sus estudios secundarios o incluso hayan accedido a la universidad. De esta forma, existiría un fuerte vínculo entre la mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones en sus familias, su contribución a

la economía familiar y la importancia de la educación como agente movilizador del progreso en las familias rurales. Finalmente, debe advertirse que, en algunas experiencias, los cambios en favor de una mayor autonomía de las mujeres se torna más complejo y no exento de contradicciones. Es lo que ocurriría en algunos casos de los distritos de Cañaris e Incahuasi, donde las condiciones socio-culturales e institucionales no abonan en favor del desarrollo de políticas de equidad de género. Se señala que los vínculos de dependencia de las mujeres respecto a los varones y los esposos podrían verse reforzada al concebirse la comercialización de los productos en el mercado -fundamentalmente costeño- como una actividad masculina. Esto implica el manejo del idioma castellano (las mujeres sólo hablan quechua en los espacios públicos) y el hecho de tener que actuar en el espacio público (atributo masculino). En este sentido, habría que profundizar sobre los efectos del programa en contextos socio-culturales específicos a fin de no abonar en favor de procesos contrarios a los propuestos por las propias intervenciones.

Asociación, participación y liderazgos: de la domesticidad al espacio público La experiencia de asociación entre las familias rurales del ámbito de intervención cuenta con una larga data. De acuerdo al PSN, el 51% de las familias pertenece a alguna organización de tipo comunal, ya sean estas: comunidades

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campesinas, junta de comuneros, rondas campesinas o junta de regantes. Asimismo, participan de organizaciones sociales con las que se vinculan con instancias o programas sociales del Estado, como ocurre con las APAFA’S, los comedores populares, comités de vaso de leche, entre otros.104 Contrariamente, la asociación con fines económicos o productivos es muy limitada, pues sólo alcanza al 2.2% de las familias.105 En este contexto, el proyecto se propuso fortalecer y formalizar 135 organizaciones de mujeres productoras con planes de negocios co-financiados por el PSN, logrando al 2014 una meta alcanzada de 290 organizaciones lideradas por mujeres.106 De este modo, el proyecto ha contribuido en forma directa al desarrollo de un importante tejido asociativo liderado y compuesto fundamentalmente por mujeres,107 en un contexto donde la asociación entre mujeres con fines productivos y de comercialización era excepcional. Este tejido asociativo ha sido el marco institucional donde las mujeres participantes han fortalecido sus capacidades productivas, comerciales y empresariales; donde han com-

partido experiencias, aprendizajes y saberes con otras mujeres; y donde –convocadas por la necesidad y posibilidad de generar nuevos ingresos para ellas y sus familias- se han reconocido en su condición de mujeres indígenas y de ciudadanas. La asociación entre mujeres ha sido particularmente relevante, pues ha posibilitado y visibilizado su participación como mujeres productivas y emprendedoras que contribuyen a la economía familiar y, al mismo tiempo, han facilitado su participación en la vida pública local de sus comunidades y sus distritos. Las mujeres refieren de distintos modos que el participar en las organizaciones ha representado para ellas una oportunidad para salir de sus casas, para aprender y también para hacer escuchar su voz. Dando cuenta así del tránsito de lo doméstico y culturalmente valorado como femenino, hacia otros espacios de participación y enunciación económica, social y política. Esta presencia de la mujer en el espacio público sería reconocida y valorada en las comunidades, como indica una de las facilitadoras:

104 Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, pp. 46-48. 105 Por asociación con fines económicos o productivos se considera a los comités conservacionistas, asociaciones de productores agropecuarios, criadores de ganado vacuno, productos lácteos y artesanos. Véase: Proyecto Sierra Norte, “Línea de Base: Fortalecimiento de los Activos, los Mercados y las Políticas de Desarrollo Rural en la Sierra Norte”, Marzo 2012, p. 48. 106 Véase: Doc. PSN Data de beneficiarios y metas alcanzadas (período 2010-2014). 107 Debe precisarse que no se trata de organizaciones compuestas y lideradas exclusivamente por mujeres sino de organizaciones compuestas mayoritariamente por mujeres y lideradas por Presidentas y/o Tesoreras en sus Directivas.

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“…antes no era frecuente [la participación de la mujer], ahora se ve más la presencia porque ellos se dan cuenta que esa mujer se pone de pie y sabe hablar, sabe expresarse, tiene las ideas igual que ellos, los varones valoran muchísimo la presencia de la mujer en sus reuniones y también la presencia de que una mujer los represente en su comunidad. Se ha visto muy marcado en la comunidad de Orcos, de Paclas, de Cueclas, de Trita, Luya viejo, Inguipata, donde ellas están participando.” Entrevista individual a facilitadora – PSN Chachapoyas

Es importante poner de relieve cómo este tejido asociativo se convierte en un factor de soporte multidimensional para las mujeres, pues, además de tratar aquello para lo que se ha constituido formalmente, se convierte en un espacio que permite la ampliación de sus redes sociales y recursos, posibilita el intercambio y la formación de opinión de las mujeres sobre los asuntos locales y permite el soporte emocional entre pares frente a circunstancias personales y/o episodios de violencia familiar, entre otros aspectos. Es también un espacio de visibilidad y reconocimiento del aporte y del protagonismo de las mujeres en la comunidad, razón por la cual las mujeres son convocadas a través de sus organizaciones para participar en reuniones, asambleas, actos cívicos, campañas, concursos,

etc., por los gobiernos locales, ONG o por entidades de cooperación. Del mismo modo, las organizaciones se han constituido en un espacio de formación y desarrollo de liderazgos que destacan y adquieren proyección pública. Por esta razón algunos partidos políticos toman nota de la situación con el propósito de invitar o cooptar a estos nuevos liderazgos para sumarlas a sus filas o listas electorales. Sobre este hecho, las propias mujeres manifiestan que las cosas han cambiado, puesto que antes las buscaban para rellenar las listas ubicándolas en los últimos lugares de estas. En cambio ahora ellas pondrían sus condiciones a fin de no ser instrumentalizadas por los partidos.108 En menor medida las entrevis-

108 Frente a los vacíos de las leyes que norman la modalidad del 30% de cuota de género en las listas electorales al Congreso de la República, Parlamento Andino, Consejeros Regionales y Consejos Municipales, el movimiento feminista y organismos especializados, como la Asociación Civil Transparencia, proponen la aprobación de una Ley de alternancia por género, con el fin de evitar la instrumentalización y sub-representación de las mujeres en las listas electorales.

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tadas han referido sobre el interés de algunas ONG por trabajar con sus organizaciones. Como en otros aspectos de la intervención del PSN, los efectos de la organización de las mujeres no ha sido el mismo ni se ha dado con la misma intensidad en todas partes. En gran medida estos resultados se derivan de la voluntad y compromiso de las propias mujeres involucradas, así como de los equipos técnicos del proyecto, pero también se encuentran condicionados por factores externos a la intervención que no siempre resultan ser los mismos en cada localidad o región. Es el caso de lo ocurrido en algunos distritos de la provincia de Luya, en Amazonas, donde el destacado perfil de algunos liderazgos femeninos parece haber estado fuertemente vinculado al trabajo parroquial de la iglesia católica. En todo caso, la organización ha sido una estrategia fundamental en la intervención del PSN que ha sumado significativamente en la construcción del capital social de las mujeres.

La experiencia desde el universo personal de las mujeres Otro aspecto a tener en cuenta es la valoración de la experiencia a partir de los procesos personales y subjetivos de las mujeres involucradas. Las distintas estrategias y actividades del pro-

grama se encuentran mediadas por la experiencia personal, que también opera cambios, así como han ocurrido también en las dimensiones familiar y comunitaria de las mujeres. En este sentido, las capacitaciones y aprendizajes, la interacción con otras mujeres de la organización, con las y los “ingenieros” y facilitadoras de los equipos, el tener que realizar trámites fuera de la comunidad, el tener que dialogar y consensuar intereses con sus esposos y familias, participar en reuniones y asambleas, viajar para realizar pasantías, y comercializar su productos en ferias y mercados, han permitido a las mujeres sumar en favor de una mayor confianza sobre sí mismas. Ciertamente acrecentar la confianza en sí misma y tener conciencia sobre dichos cambios es un proceso complejo, que probablemente no se pueda atribuir exclusivamente a la intervención del PSN.109 Sin embargo, en la memoria de las usuarias participantes se identifica como un hito importante el haber hablado en público para presentar sus propuestas, empleando la metodología de los mapas parlantes. De esta forma, la experiencia de haber hecho uso de la palabra ha sido gratamente valorada. Muchas de ellas refieren que ellas o sus compañeras hasta antes de esta experiencia eran tímidas, calladas e inseguras.

109 Al respecto por ejemplo, una de las lideresas de la provincia de Luya identifica con precisión que la confianza en sí misma se acrecentó a partir de su labor como catequista.

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Aunque en muchos programas sociales no se valora suficientemente los aspectos ligados a la autoestima y subjetividad de las personas, desde un enfoque de género, y desde la experiencia del PSN, los cambios en esta dimensión

personal han sido fundamentales para que las mujeres reconozcan sus cualidades y potencialidades en su relación consigo mismas y en la revisión de las relaciones que construyen en el contexto de sus familias y comunidades.

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...ahora las mujeres participamos en las reuniones de nuestro pueblo... proponemos... asumimos tareas...ya no somos mujeres calladas...

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A partir de los logros evidenciados a través de las acciones desarrolladas por el PSN en su intervención y de las lecciones que se extraen de esta experiencia como aprendizajes, considerando en particular las percepciones de las mujeres líderes y usuarias del mismo, entre otros actores, se plantean las siguientes recomendaciones:

A. SOBRE LAS BASES INSTITUCIONALES DE LA INTERVENCIÓN 1. Resulta importante, a partir de esta y otras experiencias, el fortalecer la articulación y coordinación entre los tres niveles de gobierno (central-regional-local, incluyendo sectores de gobierno) sobre la base de los instrumentos de gestión existentes (planes de desarrollo y de igualdad de oportunidades, entre otros) y en respuesta a la demanda (tal y como se diseñó el proyecto en función a las asociaciones) que favorezcan la implementación de programas y proyectos sostenibles en el tiempo, tanto por la cofinanciación de los mismos como por los compromisos políticos más allá de los períodos de gestión. 2. Esto, a su vez, implicaría alianzas estratégicas con sectores de la cooperación al desarrollo y organismos no gubernamentales que complementen estos niveles de articulación a través del fortalecimiento de la gestión local y regional, aplicable, por ejemplo, al diseño de instrumentos de gestión a nivel de gobiernos locales rurales;

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además, de la complementariedad a través de intervenciones dirigidas hacia un mismo objetivo pero en el marco de políticas, planes, estrategias de desarrollo construidas en consenso y de largo plazo, como por ejemplo, que las técnicas productivas tengan una misma orientación agroecológica, o que el diseño de las intervenciones incluyan necesariamente el enfoque de género y metodologías ad hoc para el tratamiento de este tema. 3. En la línea de la sostenibilidad y, sobre todo con la intención de fortalecer la confianza recuperada a través de la intervención del PSN, las intervenciones futuras deberían contemplar dentro de su diseño un plan de transferencia a una institución público-privada, que permita la continuidad de la operación y mantenimiento del proyecto una vez concluida su etapa de implementación y ejecución. Ello permitiría modificar las percepciones sobre un Estado generalmente ausente o que los deja en abandono luego de haber obtenido los resultados que espera. 4. Uno de los factores relevantes, sino el más importante, para el desarrollo es el factor humano, a lo largo de la intervención del PSN (cuatro OLP) se ha podido observar las diferentes estrategias adoptadas por los equipos técnicos en relación con el género, por consiguiente, con más o menos resultados en relación a la promoción de relaciones recíprocas entre hombres y mujeres. En este sentido, es fundamental que los equipos técnicos: a) puedan confor-

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marse de manera multidisciplinaria para generar sinergias positivas a partir de diferentes miradas sobre la realidad en la que intervienen con la intención de generar empatías y formas de relacionamiento entre el equipo técnico y las usuarias y otros actores; b) igualmente importante que los proyectos puedan contemplar procesos de inducción y formación concienzuda sobre el enfoque de género para poder afrontar el reto de “contribuir” en la construcción de nuevas feminidades y masculinidades, contando para ello con herramientas que les permitan reducir los riesgos de conflicto familiar, comunitario, social y cultural; sobre todo considerando que el proyecto contempló como unidad de cambio a la familia. 5. Una valoración positiva respecto del PSN ha sido el contemplar dentro de su diseño la participación de mujeres como coordinadoras, animadoras rurales y asistentes técnicos, aun cuando ellas fueran contratadas por las asociaciones, los procesos de organización y agrupación se ven fortalecidos cuando quien anima, coordina o asiste es otra mujer de entre ellas, en un lógica de pares. 6. Conviene rescatar, promover y fortalecer la construcción de redes sociales entre mujeres, entre pares, en la medida que asumen compromisos de mayor duración y continuidad de acciones luego del proyecto. Esto está vinculado a la construcción y fortalecimiento del capital social y, dentro de este, el fortalecimiento del liderazgo y

participación de la mujer en espacios de decisión comunitaria, local, a nivel político y social. 7. En la misma dirección de la sostenibilidad y replicabilidad se encuentra el fortalecimiento de organizaciones de mujeres que han logrado escalar a financiamientos de instituciones públicas y/o privadas que se recomienda sean estudiados como casos emblemáticos para indagar sobre las razones que fundamentan este escalamiento, sea humano, económico, social y/o cultural. Este efecto también se ha observado en asociaciones de hombres y mixtas, de igual manera se recomienda una profundización de los casos. 8. Un elemento importante de la intervención del PSN que es valorado por las usuarias es el hecho de que esta experiencia se haya convertido en una oportunidad para fortalecer y valorar sus capacidades como generadoras de cambio en sus familias y comunidades. Entre las diversas estrategias que han contribuido con esta percepción, y que consideramos deba ser replicada, ha sido el sentir el acompañamiento y seguimiento de sus avances y logros, así como el haberles exigido una contrapartida que las comprometía bajo sentido recíproco (PSN cumple compromisos y las usuarias también). Además fortalecen la idea de que para generar desarrollo todos los actores deben participar con responsabilidades y derechos, consideramos de esta manera que también se fortalece un sentido de pertenencia y ciudadanía.

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B. SOBRE LA INTERVENCIÓN A PARTIR DE LA PARTICIPACIÓN Y ACCIÓN DE LAS MUJERES 9. El proyecto contempló dentro de su estrategia de intervención responder a la demanda de las asociaciones, vale decir, que trasladó la responsabilidad de tomar decisiones sobre la definición de sus prioridades de atención y el uso de los recursos financieros a los y las usuarias. Esta estrategia se considera que es muy importante por cuanto realiza una conversión efectiva de “beneficiarios(as)” a “usuarios(as)” del proyecto, de población objetivo a sujetos y protagonistas del cambio, con lo cual se fortalecen capacidades a nivel personal, familiar y comunitario a través de la toma de decisiones. Por lo tanto se recomienda su replicabilidad con algunas mejoras en su implementación que impliquen reducir accesos diferenciados entre hombres y mujeres (por ejemplo, que algunas acciones como grupo de ahorristas se dirijan exclusivamente a mujeres o que algunas capacitaciones hayan sido orientadas más al público masculino que femenino). 10. Se han rescatado iniciativas independientes de los equipos técnicos de involucrar a los esposos y referentes masculinos de la comunidad en las etapas iniciales para la participación de la mujer. Si bien la intención sería lograr la autonomía de la mujer en todo sentido, es también necesario considerar que ellas integran una estructura social y familiar, sobre bases culturales, que deben ser modificadas a partir de sus

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propias demandas. En este sentido, esta estrategia de involucramiento favorece la participación de la mujer y la potencia para poder lograr paulatinamente cambios al interior de su estructura familiar. 11. Igualmente rescatable ha sido el hecho de que se promoviera la organización de mujeres (grupos de ahorristas, sobre todo) en base a vínculos de familiaridad y proximidad con otras mujeres, en la medida que les permite ingresar en procesos nuevos en compañía del soporte emocional cercano y en confianza. 12. Sería necesario también que en la medida de nuevos procesos (por ejemplo capacitación en temas financieros y cuentas de ahorro) que se considerara el diseño diferenciado de la inclusión financiera tomando en cuenta los factores y condiciones sociales, culturales y geográficas que posibilitan o limitan esta inclusión. 13. El fortalecimiento de capacidades productivas acompañado de un proceso de inserción paulatina de las usuarias en canales de comercialización a través de su participación en ferias, pasantías, visitas guidas, entre otras, favoreció por una parte el posicionamiento de las usuarias al interior de sus familias como tributarias de recursos y mejoras económicas y, por otra, amplió las fronteras reales y virtuales de las mujeres en su movilidad y desplazamiento, así como seguridad y autonomía que implicarían cambios en las relaciones de género al interior de sus familias, que consideramos importante ser replicadas.

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