Antropologia y Política de platón

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Mediante esta redacción analizaremos el pensamiento de Platón acerca de la situación política de su época y su relación con la antropología, tan importante para él. Platón formula una serie de objeciones en contra de la democracia de su tiempo, ya que se sentía insatisfecho con la situación política. Rechaza el principio fundamental de la democracia ateniense, ya que para él nadie es competente por naturaleza en materia política, se requiere poseer o aprender el “arte” de la justícia. Ilustra este absurdo mediante el símil del navío: del mismo modo que no aceptaríamos viajar en un navío en el que una tripulación inexperta se ha amotinado contra su capitán y, sin tener ni idea del arte de la navegación, bebiendo y entregándose a la juerga, dirige el timón del barco, así tampoco deberíamos aceptar un régimen político como la democracia, en el que el „‟timón‟‟ del Estado está en manos de la masa ignorante y manipulada, o de dirigentes inexpertos o ambiciosos elegidos por el pueblo ignorante o por sorteo. Veía a los dirigentes de la democracia ateniense, que según él era la minoría que gobernaba y abusaban de la incapacidad política del pueblo, su falta de reflexión y su insensatez, como auténticos demagogos ambiciosos de honores y poder, educados por los sofistas. Para Platón la verdadera competencia política llega mediante la adquisición del arte de la justicia y del bien, que es el verdadero arte de la política, en contra de lo que pensaban los sofistas, como Gorgias o Protágoras. Decepción frente a la democracia cuando juzgaron y ejecutaron a su maestro Sócrates, lo cual demostraba que le democracia no era garantía de la justicia.

En resumen, Platón rechaza tanto la oligarquía como la democracia, y lo que propone a cambio de esto, es un gobierno formado por filósofos, pues ellos serían los únicos en gobernar justamente ya que mediante la filosofía, han alcanzado la sabiduría y la justicia. La propuesta platónica del filósofo gobernante es el resultado de aplicar el intelectualismo moral de Sócrates en el terreno de la política, pues Sócrates para él era el más justo de los hombres. De


acuerdo con esto, solo puede ser individuos buenos y justos los que saben en qué consiste la justicia y el bien. Platón deduce entonces que solo pueden ser los filósofos los gobernantes perfectos. Se puede decir que lo que Platón propone es una aristocracia, el gobierno de los mejores en virtud y en saber, o una meritocracia que es el gobierno de los mejores en méritos. Para llegar a esta meritocracia, según Platón hay que seleccionar a las mejores naturalezas y a aquellos que tienen una educación adecuada, cosa de la cual se encarga el Estado. Para Platón el Estado es una comunidad natural de individuos que cooperan y se coordinan para vivir, beneficiándose todos de todos, por tanto el bien común se debe anteponer al ben particular. Para él, el bien común más importante era la justicia, y lo contrario del bien común es la desunión. El Estado es como un individuo, pero en grande, por tanto, al igual que el alma se divide en tres partes, en el Estado se hallan tres grupos humanos, los productores, que tendrán como función producir todo aquello que la comunidad necesita y como virtud, la moderación; los guardianes, que tendrán como función defender la ciudad y como virtud, la valentía; y los gobernantes-filósofos, que tendrán como función gobernar la ciudad y como virtud, la sabiduría.

Entonces, ¿cuándo tendremos un Estado justo? Pues cuando haya armonía entre estas tres clases sociales y cada una de ellas desarrolle su virtud correspondiente. Hablando ahora del pensamiento político de Platón, se ha dicho de él que es estatalista, organicista y comunitarista. Estatalista porque el Estado está siempre por encima del individuo, organicista porque al igual que el alma que será explicado a continuación, el pensamiento de Platón también está compuesto por tres partes, en este caso tres clases sociales cada una de las cuales desempaña una función diferente. Y por último, comunitarista porque la vida de un individuo solo tiene sentido en el seno de una comunidad.


Por otra parte Platón establece un dualismo antropológico que consiste en una separación entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es material, nace y muere, mientras que el alma es inmaterial, es eterna, y tiende hacia el mundo inteligible, es decir, al mundo de las Ideas, con las que comparte todas sus características (divina, inmortal e inmaterial). El cuerpo es la cárcel del alma, ya que cuando el cuerpo muere el alma va cambiando de cuerpo sucesivamente hasta conseguir su liberación. Por ello se reconoce la influencia Pitagórica en la concepción que Platón desarrolla acerca del alma. El alma, según Platón, consta de tres partes: parte racional (cabeza), parte irascible (tórax) y parte apetitiva (estómago), que se corresponden con las virtudes de la sabiduría, la valentía y la moderación. Cada una de las tres partes del alma determina tres tipos de personalidad diferentes que Platón afirma como debe dividirse el Estado: los filósofos-gobernantes, en los que predomina la parte racional y cuya virtud será la sabiduría; los guardianes, en los que predomina la parte irascible y cuya virtud debe ser la valentía; y por último, los productores, en los que predomina la parte apetitiva y cuya virtud debe ser la moderación de los deseos y apetitos que controlan al cuerpo.


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