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GUADALAJARA, JALISCO
Domingo 27 de enero de 2013
Retrato de un taquero Texto y Foto: Pbro. José de Jesús Reyes Rivas ¡Ecce Homo! o podía no ser de abolengo arandense. Nació con la tortilla bajo el brazo, destinado a nutrir la identidad nacional en el más mexicano de los oficios. Y, aunque le gusta “darse su taco”, es un hombre sencillo, pues diez lustros los ha pasado de mandil y cuchillo. No fue a la Universidad; es autodidacta; sus lauros en Gastronomía los adquirió en la escuela ambulante. De hecho, la “vox populi” lo reconoce y declara “maistro”. Don José ha despachado a los más comunes transeúntes, y en su intuición psicológica ha comprobado que “en la forma de agarrar el taco se conoce quién es tragón”. Ante él desfilan gusgos y glotones atraídos por exquisitos olores y por el chillar de las tripas (las del comal y las del propio estómago). No es menor el amor que nace de la vista, y el sentido del gusto así lo delata, pues se deshace en deseos torrenciales por apagar tan suculenta visión; pero no todo queda en contemplación, ya que la mística exige “la mástica”. Así es de que: “¡De lengua me echo un plato!, y sírvame dos de chorizo y tres de suadero, porque si no, me muero; los de asada sin cilantro y sin cebolla, pero copeteaditos de frijoles de la olla. Como buen malabarista, me prepara cinco de cabeza, pa´ llevar. ¡Ah!, y la salsita aparte, porque otros van a cenar… Y la cuenta y un cuico, porque no me quiso fiar”. …Y no es que queramos ponerle mucha crema a los tacos, pero esta oda es bien merecida: “Como ejemplo de valor mexicano, temporales y tormentas ha resistido; al taquero las crisis no lo han detenido; no es necesario hacerle un monumento, él mismo adorna ya calles y avenidas. Cinco de octubre, Día Nacional del Taco. Hagamos justa reverencia a quien nuestra identidad ha moldeado”.
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El compromiso de la Iglesia a favor de la cultura THO
E
l panorama entre el compromiso de la Iglesia con la alta cultura en Guadalajara tiene dos vistas, según se aprecie el vaso: medio vacío o medio lleno. La primera vista aparece desoladora: desde hace muchos años, el mecenazgo institucional sobre las Bellas Artes que otrora encabezó la Iglesia, casi ha desaparecido, siendo cada día de menor valor artístico, estético y hasta funcional lo que se hace en el campo de la Arquitectura, la Escultura y la Pintura, las Letras y la Música, con frecuencia reemplazado por la ramplonería más cursi, la mediocridad, lo indigno y lo feo. En cambio, si vemos el vaso medio lleno, el patrimonio artístico y cultural que administra la Iglesia, como legado del pasado, es insustituible, valioso e importante, tal y como lo vimos los ta-
patíos las noches del 14 al 19 de enero del año en curso, en la Catedral Metropolitana de Guadalajara, en el marco del Ciclo de Conciertos y Conferencias organizados por la Asociación Musical “Francisco Godínez Morales”, que preside el Maestro Héctor Salcedo Becerra, Organista Titular de la Catedral, y el Rector de la misma, el señor Canónigo Arnulfo Jaime Arámbula. Sin presupuesto para ello, con un período breve pero intenso de difusión, y con la participación de varias instituciones y personal voluntario, pudo ofrecerse un Programa denso, compacto y novedoso que, sin duda, dejó una inquietud y un deseo en muchos de los asistentes, que fueron en aumento según pasaron los días. El éxito de una iniciativa como ésta, revela que hacen falta actos de calidad así: gratuitos, novedosos y creativos, pues si tal es la propuesta, así será la
Mtro. Gabriel Frausto Zamora; Mtro. Héctor Salcedo Becerra, Organista Titular; Canónigo Arnulfo Jaime Arámbula, Rector de la Catedral; Edelmira Bretón Godínez (nieta del Mtro. Francisco Godínez); Eduardo Escoto Robledo y Mtro. Aurelio Martínez Corona, Director del Coro de Infantes.
audiencia y los frutos que se cosechen, a la vuelta del tiempo. Pero también es ocasión de cuestionarnos: si hace un siglo, con menos recursos técnicos que los nuestros, aquellos antepasados dotaron de órganos tubula-
res a sus templos, ¿cómo es que desde hace medio siglo sólo se ha instalado uno -el monumental del Templo Expiatorio- y, en contraparte, yacen en el peor de los abandonos las tres cuartas partes restantes, y casi mudos los demás?...