Aportes andinos a nuestra diversidad cultural

Page 12

Aportes andinos a nuestra diversidad cultural. Capítulo 1. La civilización andina

Arriba Figuras femeninas de la cultura Valdivia. Fundación Hallo, Quito. Derecha Cosmograma de la cultura Valdivia, que puede leerse como un arte abstracto que se remonta a casi 6 mil años atrás. Fundación Hallo, Quito.

al parecer a una fase más tardía de su desarrollo. Tanto esto como su arte dan cuenta de una sociedad compleja que precede a la de Chavín de Huantar e incluso a la Olmeca. Según algunos estudios recientes, en sus centros ceremoniales habrían existido observatorios astronómicos. De ser esto confirmado, serían los primeros de América. Curiosamente, dicha cultura fue descubierta recién en 1956, por el arqueólogo Emilio Estrada. En la mentalidad de la sociedad andina existía una temprana concepción del valor que posee la ocupación y explotación de recursos ubicados a distintas alturas. Se obtenía así una complementación económica que favorecía la diversificación productiva orientada hacia la autosuficiencia. En los Andes Centrales del Perú se ve el afán serrano de unirse al costeño, y de ambos por sacar provecho de los valles interandinos. John Murra habla en este sentido de control vertical de un máximo de pisos ecológicos. Las relaciones comunitarias andinas, basadas tanto en la diversidad ecológica como étnica, estructuran su visión de los opuestos desde la complementariedad y no desde la exclusión o rechazo de lo opuesto. Se vincula de este modo a las tierras de arriba con las de abajo; el Urkosuyo (región del cerro) con el Umasuyu (región del agua); lo masculino y lo femenino, y así. Derivan de allí conceptos tales como tinku (encuentro de contrarios), kuti (alternancia de contrarios), ayni (ayuda mutua) y muchos otros, que incluyen el terreno del arte.

2. Período Precerámico en Perú

20

Se considera que en un tiempo remoto, que iría desde el 4000 al 3000 a. C., los cazadores-recolectores que poblaban la región desarrollando formas primitivas de cultura habían logrado ya domesticar algunas plantas, como la calabaza, y animales como

el perro, los cuyes o conejillos de Indias y acaso también camélidos, a cuya caza se dedicaban en la Sierra para alimentarse, así como los pobladores de la costa cazaban mamíferos marítimos. Se cree que la llama es producto de una domesticación y cruza de los guanacos de mejor lana que hicieron hace unos 5 mil años los habitantes de la Sierra Central. La alpaca provendría de un proceso semejante, hecho a partir de la vicuña mucho tiempo después. Tal domesticación hizo posible que en forma progresiva los pueblos se fueran sedentarizando. En la Costa peruana dan cuenta de esto los asentamientos de Huaca Prieta, en el valle de Chicama, y Aspero, mientras que en las zonas altas lo prueban los yacimientos arqueológicos de Kotosh y La Galgada. En 3500 a. C. existía ya el tejido de fibras vegetales trenzadas. Hacia el año 2500 a. C. se habría empezado a cultivar el algodón, lo que permitió el desarrollo de los tejidos. El cultivo del maíz, que revolucionó la agricultura por su potencial alimenticio, habría comenzado hacia el año 2350 a. C. Algunos autores datan en esa fecha la aparición de la cerámica en Perú, aunque el fragmento cerámico más antiguo de ese país corresponde a Kotosh, y se lo dató en 1800 a. C. La cultura Guañape, en la Costa Norte, producía ya hacia esa fecha unas vasijas toscas, de finalidad puramente utilitaria y carentes de toda decoración, destinadas primero a reemplazar a las calabazas como recipientes para los líquidos, y luego para cocinar alimentos sobre el fuego. En la fase final del Período Precerámico, entre el 2700 y 2000 a. C., con el crecimiento demográfico posibilitado por la agricultura aparecieron los primeros edificios de carácter público y ceremonial, construidos con piedras y adobes.

3. Chavín de Huantar El Período Formativo –que otros llaman Horizonte Temprano– se despliega desde 2000 a. C. hasta 100 d. C. En él se desarrollan y arraigan diferentes formas de expresión artística y técnicas que habían aparecido en el Precerámico. Lo que lo define es el inicio de la cerámica, probablemente traída de Ecuador, donde tuvo un desarrollo temprano con la cultura Valdivia, y luego con la Machalilla y La Tolita. Los centros ceremoniales de la costa y de las tierras altas adquieren en este período una gran relevancia. En el sitio arqueológico costeño de Garagay se encontraron los primeros ejemplos de frescos policromados en las paredes. En Cerro Sechín se hallaron restos de trabajos en madera que datan de 1519 a. C. y manifestaciones de una cerámica inicial, mientras que en el yacimiento de Mina Perdida se encontraron láminas de cobre trabajadas en 1250 a. C. Hacia el año 900 a. C. –y no en 1300 a. C., como antes creyeran los arqueólogos–, en los albores del llamado Horizonte Temprano, se desarrolla Chavín de Huantar, centro urbano construido en la actual provincia peruana de Huari, sobre un afluente del río Marañón, a casi 3200 metros sobre el nivel del mar, que se habría proyectado como el primer gran polo civilizatorio de los Andes Centrales. No obstante, la ausencia en la zona de tierras cultivables lleva a suponer que se trató más de un centro ceremonial que de una ciudad densamente habitada. El Castillo, su edificio más destacado, muestra una

21


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.