¿Y qué sucedió con los mayas? Después de que el general Salvador Alvarado devolvió Chan Santa Cruz a los mayas en 1915, la capital del territorio de Quintana Roo fue trasladada a Payo Obispo. Esta medida permitió la lenta entrada de la educación en la zona maya. Aunque en un principio la instalación de las escuelas enfrentó el rechazo hacia los maestros, después de un tiempo y de que muchos profesores aprendieron el idioma maya, la enseñanza de las letras se hizo realidad. En 1918 el presidente Venustiano Carranza entregó a los mayas un extenso territorio para que ellos extrajeran el chicle sin que los molestaran los empresarios. Sin embargo, esta medida no acabó con los enfrentamientos debido a que los chicleros continuaron invadiendo las tierras de los mayas. El auge del chicle también se hizo presente en el norte del territorio de Quintana Roo. La Compañía Colonizadora de la Costa Oriental de Yucatán se dedicó de lleno a esta actividad, y el monto de su producción lo enviaba a los Estados Unidos de América, principal comprador mundial del chicle. Cozumel también obtuvo beneficios de este intenso comercio, pues en este puerto se concentraba la mayor parte de la producción de la resina extraída en el norte de Quintana Roo. La ciudad de San Miguel creció por la instalación de las oficinas de las compañías que compraban el chicle, como la Negociación Chiclera Mexicana. También se construyeron almacenes, el edificio de la aduana, los muelles, el telégrafo, la escuela primaria. Debido a que llegaban importantes cargamentos de chicle a Cozumel, una gran cantidad de habitantes se empleaba en el muelle en las labores propias de la carga y descarga del producto. El auge económico influyó para que en la isla se instalaran, además, una fábrica de chocolate, otra de hielo, una de aguas gaseosas y un tostador de café.14 Aunque en Quintana Roo había otras actividades, como la pesca, la elaboración de copra, la agricultura tradicional, la navegación, entre otras, la ocupación que más lo distinguió fue la extracción de la resina del chicozapote. De hecho, el reparto de tierras, que en Quintana Roo se hizo durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, tomó como base la distribución de los árboles de chicle en el monte, para otorgar grandes extensiones de terreno del territorio federal a los pueblos, de donde surgieron los ejidos forestales.
Chetumal en las primeras décadas del siglo xx.
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