#AltaFidelidad02

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En este número: Arlek Morrison, Fede Ramos, Rossana Leyes, Elena Araújo, Clara Pascale, Zolben, Maggie Mae, Pouly Williman, Santu Techera Amestoy, Lou San Martín y Levedad.


Gracias a todos los que de alguna manera u otra son parte de #AltaFidelidad y lo hacen posible. Todos sabemos que cualquier proyecto cultural es difícil de mantener por un montón de factores, pero debo decir que desde que salió el primer número en Diciembre del año pasado (¡hace un mes ya!) se acercó un montón de gente grosa. Y eso está está buenísimo. Además, ver que hay un antes y un después entre el número anterior y este, mejoras en el formato, el diseño y la incorporación de nuevos contenidos; muestra como una consolidación de la idea. ¡La segunda ya está terminada y aún siguen llegando consultas y textos a altafidelidad@outlook.com! Hay #AltaFidelidad para rato. ¡Gracias! Santu.



Amadou & Mariam - Welcome To Mali Two Door Cinema Club - Something Good Can Work Snow Patrol - Hands Open LCD Soundsystem - Someone Great Newton Faulkner - Dream Catch Me The Kooks - Shine On Haim - Forever Vaccines - Last Friday Night The Strokes - Take It Or Leave It The Lumineers - Stubborn Love The Temper Trap - Love Lost



No voy a ser hipócrita, no soy fan de lo último que ha hecho El Cuarteto de Nos en cuanto a música. Tampoco tengo ningún vínculo con ellos. Pero me inquieta insanamente la gente que a partir de que este grupo ganara un premio, dice “Con la música que hacen ahora claro, vendidos.” Como si fuera menos digno. ¿Quién nos dio un dignómetro?. Busqué la definición de “dignidad”: “Hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad.” ¿Y si ellos querían ganar premios y ser reconocidos internacionalmente, en vez de morirse de hambre haciendo canciones que la gente canta y se siente inteligente por entenderlas? Todos queremos ser aceptados, disfrutar de lo que hacemos y que nos paguen por ello. Solo un necio cree que el ser fiel a

uno mismo es no cambiar durante toda tu vida. Pero a lo que me refiero es que la mayoría sabe que para alcanzar determinadas metas hay que ceder algunas cosas. Unos están dispuestos, otros no. Ellos encontraron la ecuación, despejaron la incógnita y se pueden ver al espejo todos los días. ¡Bravo por ellos! Estaría bueno que algunos reconocieran que los músicos también son personas (aunque no lo crean, lo son). Que tienen objetivos, se equivocan y que cambian cuando quieren. Al público le va a gustar o no lo que hagan, pero nunca se puede dejar contento a todo el mundo. Tampoco es sano buscar hacerlo. En fin, es solo mi visión. No voy a escribir más porque me van a decir que les quiero marcar cómo vivir, y me van a odiar. Y yo no quiero eso, yo quiero que me amen.









BONO BON



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El aburrimiento del 25 de Diciembre ataca de nuevo y, buscando una forma de combatirlo, me propongo reflexionar acerca de las distinas formas de vivir Navidad y Año Nuevo. Es que hay gente que se propone vivirlas con sentimiento de unidad, promulgando la Paz, brindando amor y sonrisas melosas y tanto a sus familiares como a la cajera del super. A mi el exceso de optimismo y las frases clichés me rompen los quinotos. Entiendo que me estoy poniendo vieja. Este veredicto lo di varias veces en estos últimos días, y mis allegados opinan que me hago la “señora mayor”. Creo que el cumpleaños de Cristo funciona para mí como para otros su propio cumpleaños: cada año me recuerda que me estoy poniendo veterana y gruñona. Yo también tuve cinco años y una mente inocente que dejaba infiltrar las ideas mágicas y los versitos de mis padres. Pero la realidad es que Papá Noel no existe y el mundo es una porquería.

Tuve una Nochebuena di-vi-na. Mientas veo un triste documental por TV, escucho a varios (in) comunicadores de renombre repetir hasta el hartazgo que lo hermoso de la Navidad es reunirnos en familia y celebrar que estamos juntos. La misma idea con distintas palabras, unas diez veces. Antes de apagar el TV, decido cumplir con mi deber navideño de amiga y enviar varios mensajes afectuosos de buenos deseos. Creo oír a una de las comunicadoras sugerirnos “decir muchos te quieros a quienes nos rodean”. Cambio de canal: villancicos. Vuelvo a cambiar de canal: Pitbull con su “ya tu sabe”. Suspiro desesperanzadamente y bailo con el perro, quien intenta esconderse bajo la cama, algo aturdido por los cohetes. Quiero seguirlo y hacer lo mismo o ponerme en pedo hasta que se termine todo. En mi casa algunos cantan “celebra la vida”, otros miran el reloj y discuten si son las 23:57 o las 23:58, el perro llora. Es un mundo surrealista.


El 25 de Diciembre me clava un puñal en el vientre. O quizás sea la cantidad de comida que vengo ingiriendo. Tranquila que todavía falta la dosis de fin de año. Más o menos lo mismo sumándole las cábalas de las 12 de la noche: comerse las doce uvas, sacar a pasear la valija, cambiarse la tanga, brindar con la copa en la mano izquierda y mirándose a los ojos, todo simultáneamente. En fin…Hasta me hace reír un poco. Pensándolo bien, la mejor forma de sobrellevar las fiestas sigue siendo rendirse ante ellas.



Tengo un problema con los pañuelos. No me gustan, pero no todos los pañuelos. Todos coincidimos en que andar remangando mocos por ahí es peor. Me disgustan los pañuelos de tela, y no estoy descubriendo nada si digo que son de las cosas más antihigiénicas que hay. Pero para el caso es lo mismo, digamos que si uno usa - Su propio pañuelo está reutilizando sus propios gérmenes -. No andan ofreciendo pañuelos de tela a la gente que va estornudando por ahí. El día que alguien me ofrezca un pañuelo de tela usado ya tengo mi frase armada: “no gracias, prefiero pasar la lengua por todo el pasamanos del ómnibus”. No tengo

ningún problema con los pañuelos desechables, esos comunes. Salvo que, de la misma manera que mi punto anterior, los quieran compartir usados, o los dejen regados por ahí. Es lo mismo que estornudarle o toserle en la cara a la gente. Pero el otro día me desconcerté cuando vi unos pañuelos… pañuelos con olor a Melón y Pepino. No solo que odio el Melón y al Pepino, sino que también me revolvió el estómago ese aroma. Sino que pensé “¿por qué razón alguien va a querer comprarse pañuelos con aroma? ¡¡¡Si cuando uno está resfriado no siente olor!!!”. Primero pensé en un alérgico, pero nadie mejor que un alérgico para


saber el padecimiento que tiene como consecuencia comprar pañuelos. Es como que un leproso compre vendas con diseños de Hello Kitty, yo qué sé… Segundo grupo, señoras paquetas, pero ¡ellas no se resfrían! No van al baño, no comen; ¡no viven! Y menos van a andar comprando pañuelos. En tal caso, los mandarían importar desde algún lugar exótico hechos con piel de oso panda. Bueno, hice una mini y casera encuesta. Y los datos que relevó fue que la gente encuestada compraría pañuelos con olor, solo sí: 60% Es más barato que el resto 30% Si su novia/o se lo pidiera y la relación pendiera de eso (¿?) 10% Si trae chistes como los del Pibe Bazooka 20% Personas que entran necesitadas de este implemento al supermercado y lo manotean de

al lado de la caja. Como sea, hoy pasé por enfrente de una farmacia y me olvidé de comprar. Eso me trae algunos problemas, como sumar porcentajes y terminar textos sobre cosas que me molestan abruptamente, al menos eso me dijo el



Llega ese momento del año en el que deseamos que sea febrero para vivir las noches más largas, amanecer jediendo a cerveza o vino de frutilla con un tipo a medio vestir, lastrar baurúes o bauruces como un poseso y sentirte en Rio. No, no es el Carnaval de Rio por el 12. Es algo mejor: es el Carnaval de Artigas. Ese evento que estigmatizaron durante muchísimos años por estar desarraigado de su cultura porque en Uruguay predominan las comparsas de Candombe y las odiadas por todos los artiguenses del mundo: Las Murgas. El samba lo asociamos con Brasil. Claro, como también lo hacemos con los culos al aire, las pezoneras que son más grandes que las monedas de 10 pesos, ménage à trois y esas cosas, pero sus raíces son Africanas, de las tierras Angoleñas. El Carnaval Samba de Artigas invita a la gente que le pinte viajar unos 600 kilómetros, que al llegar se tengan que hacer la raya del ojete

con un drypen y que quieran gozal de una diversidad cultural que integra colores de piel, estilos de vida, elección sesssuaál, borracheras eternas, sacarle punta al lápiz (en caso de ser hombre) o sacarse la alergia (en caso de ser mujer), mover el cuolo como si tuviera vida propia, bancarte a la gente que te habla todo el tiempo con cantito o como si estuviesen llorando y vivir esos días sobre todo con mucha, muchísima alegría. Porque claro, es imposible escuchar el bombo, el surdo o el cavaquiño y que no vengan esas ganas de ponerte a danzar al ritmo que impulsa el cuerpo. El Samba, es magia, alegría, es el arte de expresar sentimientos, con cada extremidad del cuerpo como si fuese una extensión del alma. Hablando un poco en serio. Artigas es el departamento más cálido (o caliente) del país, no solo por sus temperaturas, sino por su gente (y lo fuerte que están las mamasitas norteñas). Los oriundos de estas


latitudes tienen como una mezcla de simpatía brasileña y la solidaridad del uruguayo. Es el punto turístico ideal para el uruguayo tipo, ese que quiere divertirse pero gastar lo menos posible. Bueno acá es tu lugar, pasás joya y gastás menos que un gasolero, estás rodeado de paisajes naturalistas y si queres ir a cualquier lugar de la ciudad, no tardas más de 20 minutos de caminata. Puedes disfrutar de piscinas, zona de camping, un mini zoo con fauna autóctona en el Parque Congreso de Abril, que está a 17 Km de la Ciudad (¡Pa!). Pero si no quieres alejarte de la ciudad también tienes la opción de visitar el Paseo Siete de Setiembre a orillas del Río Cuareim haciendo frontera con Barra do Quaraí, RS, BR. Tiene una divina laguna, parque de diversiones para niños, zona de camping, mosquitos en abundancia y parrileros. Ideal para pasar con amigos y ahogar a la suegra.

¿Te estás decidiendo en venir picaron? ¡Y eso que todavía no te pasé los tips de la nait! Para comer tenés la Plaza Battle y Ordoñez (la del pendorcho para arriba, que parece un obelisco), acá se reúnen los mejores puestos de comida rápida. Si te querés hacer el delicado y sacar a cenar a tu damisela, hay una troja de restoranes también. No sé si te arman la escena de La Dama y el Vagabundo pero igual te saca el hambre. Son tres noches de puro calor humano, cuerpos salados, mucha samba, diversión, y momentos únicos que solamente en el norte del país podes disfrutrar. Pero lo más rico y la frutilla de la torta, es que al terminar el desfile de las Escuelas de Samba de cada noche, te esperan los bailes de carnaval con música en vivo y un desayuno al final. Axé, Samba y Pagode, para que te sientas como si estuvieses en un Carnaval Carioca y pudieras abrazar a un Julio Alonso con el pantalón a la altura de las axilas.








Muchos se habrán olvidado ya, o no quieren recordarlo. Pero en cierto punto las bandas nacionales se consideraron siempre como un desencajado sustituto de las de afuera, las legendarias, con letras estrambóticas en sus nombres, con miles de seguidores en todo el mundo, esas que te meterías en cualquier cueva para verlos; como muchos otros. Aquellas que no había forma de conocer si no era a través de fanzines, notas en diarios o revistas (del exterior, obvio) o en discos o cassettes. Si, cassettes. Esos bichos extraordinarios que a esta altura de la vida a muchos se nos pone la piel de gallina cuando recordamos cómo rebobinábamos las cintas con una lapicera poniendo esa cara como si estuvieras levantando a tu suegra (por el peso, claro). Hablo de esa época en que la mayoría no veía con buenos ojos la

loca idea de cantar en español en su propio país. A ver, hablando en términos de figuritas, si tenías una de Led Zeppelin, The Clash o The Who las podías cambiar por treinta o hasta cincuenta figuritas de La Vela Puerca, ponele. La escena uruguaya no ha permanecido ajena al cambio global, ni mucho menos. Las bandas locales hoy convocan y pesan como nunca antes lo han hecho, y quienes se agarraban la cabeza conjeturando que la afluencia de números internacionales al país iba a arrasar con las aspiraciones vernáculas, empiezan a entender que, como en todo, únicamente en las propuestas más tenaces y talentosas perduran sin importar las circunstancias, y que la avalancha de actos extranjeros –amen de disolver mitos, dudas e incógnitas, y aunque más no fuere – sirvió de estímulo. Sin levantar mucho polvo, se arribó finalmente al punto impensable dos décadas atrás, en que los grupos o bandas de acá


comiencen a disputar seriamente las preferencias de los aficionados; así que la gran masa que veneran a esos de afuera, no tardarán quizás en compartir en pie de igualdad su devoción por las nacionales; las locales. Y eso verdaderamente me pone orgulloso. Haciendo un poco de fana-ficción, uno se pone a pensar que acaso llegue el día en que las preferencias se vuelquen decisivamente hacia los grupos locales y que la escena nacional deje de mirar por completo para afuera, pero como este tipo de cosas uno las ve como utopía y que no se cumplan después de bastante tiempo promoviendo a los artistas emergentes es jodido. O no. Es como inmortalizó Galeano el concepto de Utopía: ‘La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar.’ O en este caso, para RODAR.

Pero ¿existe realmente una forma precisa para lograr hacerse conocer y que disfruten tu trabajo? La respuesta es NO. Pero lo que sí existe es una conjunción de elementos que sabiamente combinados pueden lograr resultados interesantes en un plazo determinado. Esas cosas incluyen proyectos como este, un colectivo de pibes que a huevo hacen cosas buenísimas, generan cultura, espacios de intercambio para que distintas generaciones se encuentren y disfruten de hacer música, estar en movimiento, inspirarnos día a día. No quiero ser un exagerado, pero desde que me conozco con nariz siempre estuve metido en este tipo de cosas. Difundiendo, apoyando, siendo parte y gestando todo tipo de proyectos, pero conocer estas cosas realmente me llenan de orgullo, me dan alegría, me motivan. Y lo más lindo que esta actitud, esta forma de ver la realidad y pararse frente a ella está surgiendo en el interior del país.


Elena Araújo - Esto arranca de un colectivo que se llama RODANDO, contame un poco de qué es eso. Matías Sánchez - Y RODANDO es lo que llamamos “un grupo artístico popular joven independiente”, hasta el nombre es cooperativo yo siempre digo lo mismo pero todo tiene un proceso. EA - ¿Cómo inició? MS - Inició en realidad con una murga joven, cuando ganamos un proyecto de los Fondos Concursables del MEC, entonces ahí se formo una barra, eran muchos artistas, muchos músicos y si bien ya nos conocíamos de antes, faltaba esa excusa o ese ‘lugar’. Entonces bueno, no solamente por ganar el concurso sino que ya nos veníamos juntando un año antes quedo claro después que se terminó, que estaba bueno para seguirlo. Necesitábamos un nombre y nosotros no somos muy formales, no nos

gusta tanto la formalidad, entonces pensamos en uno y quedo RODANDO, pues lo que significaba en exactitud era en su momento muy difícil de simplificar en un simple nombre, entonces quedó en eso. Un grupo de artistas jóvenes que se junta para darle ‘para adelante’ a los demás o entre nosotros mismos. EA - ¿Y la idea de la Sala de Ensayo? ¿Cómo surgió? Esteban Rodríguez - En realidad acá el lugar siempre se uso para hacer música, pero precisábamos un sitio que fuera exlusivamente para eso, que inspirara, una sala ambientada, y ta, salió este proyecto. EA - Estuvieron en otro lugar haciendo prácticamente lo mismo, pero se tuvieron que alejar por ciertos problemas. Esto es una cosa más que se suma a la consolidación de este proyecto, pero ¿qué pasó ahí? MS - En realidad fueron diferencias de pensamiento con algunas per-


sonas. Nosotros sentíamos que ya no era nuestro espacio porque pasaron cosas que como que te van separando, en esencia “apuntamos al mismo objetivo pero caminamos por veredas diferentes”. Llego el momento en que quisimos independencia y que todo fuera realmente de y para los jóvenes. Porque la institución en la que estábamos, como cualquier otra, tienden a absorber todo. Entonces todo lo que se generaba ahí adentro era como generado por ellos. Siempre insisto en que acá no laburamos por guita y lo menos que se puede hacer es reconocer que esos actores son jóvenes y si pueden llegar a ser referentes, esta buenísimo el laburo y es necesario que se los reconozca, no tener que esperar que alguno muera para decir “bueno vamos a reconocer lo que hizo”. Son otros tiempos, y nosotros creemos que hay cosas muy buenas para enseñar y no olvidar que es el arte por dónde va la cuestión, es lo que puede

liberarnos, inspirarnos, nos hace vivir, intercambiar y entonces nos empezamos a aparatar de eso y dijimos “no, la idea no es, después de tanto laburo tener que separarnos” pero bueno, es el destino y todo se une, teníamos ganas de hacer algo. ER - En realidad siempre existió la idea de tener un espacio propio, porque ese era prestado y ese anhelo fue lo que nos alimentó un poco, de ahí salió todo en realidad. MS - Exactamente, si nos habrán aguantado de todo donde estábamos, y además era un espacio donde había de todo, también es sindicalista y todo eso. No era un espacio único para el arte. EA - Y desde que se sembró la semilla, ¿cómo llegaron a lo que es hoy en día la Sala de Ensayo? MS - Y sinceramente a serrucho en grandes cantidades (risas). ER - Y si, a serrucho, madera y tornillos. MS - En realidad es como el dicho “dios los cria y ellos se amontonan”,


aca ya se ensayaba, estuviera como estuviera, se ensayaba. Es más, se le ha dado mucho uso, pasaron muchas bandas, él (Esteban) es terrible músico además y siempre estuvo metiendo acá. ER - Claro en realidad el espacio no importa tanto, las cabezas siempre están, igual mañana tampoco estamos aca pero la idea es que se siga alimentando esa cabeza. Que ruede. MS - ¡Eso mismo! ¡QUE SIGA RODANDO!. Y bueno, fue eso. Se juntó la idea de el, que justo calzaba con el Fondo de Iniciativas Juveniles del MEC, además tenemos un compañero que trabaja en Impulsa que es Julio Rienzo. Y cosa va, cosa viene, teníamos mas o menos pensado el proyeco (tampoco voy a decir que lo pensamos mucho) y lo demás ya estaba, presisabamos solo esa independencia que te da la guita por desgracia. Y bueno nos presentamos y por suerte fuimos uno de los seis que salieron, digamos de la capital para aca, porque también

existe eso, que hay que luchar con la centralización. Y es una idea que está increíble, particularmente quiero decir que falta uno de los hacedores que esta bueno que se sepa y se reconozca a Pedro Merla, nuestro llamado “Presidente” pero en realidad es una joda, nosotros no tenemos autoridad, en rodando siempre estamos rotando la gente, si bien algunos son fijos. Pero en fin, él (Pedro) es uno de los grandes emprendedores que tenemos. Ahora está en San Gregorio (Localidad cercana a Tacuarembó) viendo la posibilidad de lograr algún intercambio, o sea, que se pueda conseguir mas equipos, siempre buscando mas independencia. EA - Y che, digamos que acá en Tacuarembó, no hay mucha gente que sea “emprendedora” como ustedes. Tampoco es muy normal este tipo de proyectos, asi que imagino que alguna traba habrán tenido ¿no? MS - Y si. bastantes trabas. En varios sentidos, por ejemplo: Hay hi-


jos de generaciones que no están buenas, por ejemplo los que son mas adultos que nosotros, y ese intercambio generacional nos costaba mucho, mas en lo artístico, con la murga joven por ejemplo, uno iba a expresarse pero (no te digo que lo hicieran por gusto) chocaba lo nuestro, nos decían “no, eso no es murga” o cosas así. No quiero generalizar, hemos aprendido mucho cuando nos juntábamos con “los gurises de AEBU” como les decimos (risas) y hemos hecho mucho intercambio cultural, con artistas. Y esa es una de las trabas que al insistir tanto se ha ido solucionando, porque la gente dice “bueno, si insisten tanto es porque realmente quieren y si están laburando asi entonces, vamos a respetarlos” y otras (muchas) es por parte de las instituciones porque no te facilitan nada, si no hoy no estuviera Impulsa o el MIDES que te da una mano que ta, es lo indicado porque están para eso, pero hay más instituciones acá en Tacuarembo. Y no es

una competencia, todo lo que sea cultural y defiendan nuestra identidad mas que nada, es impresionante, hay que darles para adelante. EA - Y la gente de acá, como ha respondido a lo que ustedes hacen como RODANDO? ER - Y en realidad actividades se hacen hace 5 años, siempre se hizo por todos lados. Ahora en el teatro Escayola se hizo el ultimo toque y hemos recorrido muchos pueblitos también con la gente de la murga joven y cada uno tiene sus vínculos, es como una aglomeración de diferentes rutas que en realidad llegan a lo mismo, todo es arte. Hay candombe, rock n’ roll, fotografía, filmación, cortos, etc. MS - Exactamente y él (Esteban) se dedica al lado de la música, después hay compañeros que están en percusión, otros que pintan, hay actores, hay otros que hacen cortos y quieras o no, eso te va vinculando con gente con la que siempre tenemos un punto en


común, entonces nos encontramos, estamos conociendo contínuamente y es algo que al final naturalmente se difunde nada vez más. Y hay que reconocer que en redes sociales, Facebook nos ha sido una gran ayuda, porque de crear un grupo y tener dos amigos pasamos a lo que es ahora que somos mil cien que es algo increíble para nosotros, y mas alla de que no lo vean todos, es gente que nunca te falla, que siempre esta. Vos mirás las actividades y tenés que estar re agradecido porque saben con lo que se van a encontrar, que a veces no tenemos infraestructura suficiente, que andamos recorriendo, no tenemos los medios y ellos siempre dando una mano, las bandas siempre están ahí y nunca nos fallan, es increíble. EA - Y las bandas de acá ahora que está la sala, ¿cómo estan respondiendo? ER - Y bien, están apareciendo. Considerando que abrió hace pocos días y no hay muchas salas

acá. ¿Qué habrán? Dos como mucho. El tema es que la gente también se tiene que educar y entender que está el lugar, que hay un espacio y que es para eso. Pero por ahora, la concurrencia se podría decir que es muy buena. MS - Si, está increíble. Además, lo que sigue generando, ahora tenemos mas actividades para realizar y van a estar increibles porque vamos a contar con gente que antes no contábamos. EA - ¿Ya hay planes para el futuro de RODANDO? MS - Y en realidad no somos muy proyeccionistas, hemos pasado por muchas cosas tanto en lo grupal como en el tema actividades, y estamos haciendo pero también estamos aprendiendo mucho, es un buen momento y lo estamos disfrutando pila. Pero si habría que proyectarnos a largo plazo, la idea seria lograr una consolidación del grupo, un poco mas de “formalidad” y lograr el apoyo que nos hace falta, tratar de no depender


de esperar seis meses para un proyecto y que realmente se “pusieran”, que nos ayuden a mantener esto. Porque sabemos que este es el momento de que se valore también el trabajo de los jóvenes. Digamos, hace cinco años que yo veo gente que es voluntaria y por otro lado, hay personas que gozan de terrible puesto y sin embargo no están sirviendo para lo que deben y están desperdiciando dinero. Y realmente lograr que se den esas oportunidades, que los jóvenes participen y trabajen por y para la cultura, porque se esta perdiendo identidad, en cantidades importantes, si no fuera por algunos “bastiones” que son gurises que la reman, y a veces te genera ansiedad y mas problemas que otra cosa, no digo que no se goze porque no hay dinero, pero es momento de valorar, tampoco digo que se los contrate, pero si decir “bueno vamos a darle para adelante nosotros”, no esperar a presentar otro proyecto y que se hagan los

papeles; asi las cosas duran lo que tienen que durar y perdura en el tiempo, porque en estos seis meses no vamos a ver los resultados pero bueno, nosotros igual prometemos que va a seguir, aca no se termina, hay salita pa’ rato. EA - Che y en cuanto a eso que se comenta de que acá ya no es lo mismo, que los que estamos acá somos los que tendríamos que ponernos con todo esto ya no lo hacemos y los que si, se fueron a Capital, ¿ustedes que opinan de eso? ER - Y si, en realidad lo de irse a capital es algo que ya viene de generaciones, por ejemplo para los proyectos, no es que no hayan cabezas para hacerlo, es que quieras o no, si las instituciones de aca no te apoyan, te dispersa eso. Es muy difícil que vos por tu voluntad y solo tu voluntad hagas que perdure en el tiempo, si hay lugares para vos expresarte la gurisada se mueve, pero hay que alimentarlo, si no tenes un espacio donde vos


puedas ir y desarrollar tu potencial es algo que queda olvidado, a lo sumo como un hobbie. MS - Eso también es una realidad, actualmente si bien nos apoyan los artistas que son buenísimos que se fueron, desgraciadamente, de Tacuarembó siempre nos apoyan y cada vez que pueden vienen y tocan. Pero es una realidad, tienen que irse, por muchas cosas, no solo por educación, hay gente que no se va a estudiar, van a ver si pueden triunfar en lo que hacen y vos te das cuenta de que lo valoran realmente y tampoco tiene que caber en ninguna cabeza que porque sean del interior es peor que otras cosas, viste cuando lo nombran, que digan “a no, es menos de lo que hacemos aca en Montevideo” y no queremos eso, nosotros por suerte tenemos mucho intercambio, muchos proyectos terminaron porque se fueron las personas, pero ellos siguen aportando, de otras maneras, y no queremos que se pierda esto, que se valore lo que se hace

acá. EA - Y aparte de la música, también hacen cosas que tienen que ver con artes plásticas, ¿que me dicen de eso? MS - Y si, también estamos muy vinculados con lo que son los artistas plásticos, pintores, dibujantes e incluso con artesanos. Hay que nombrar a Mario y Nati que son artesanos eternos de acá y son artesanos reales que viven de o que hacen y también con comunicadores, aunque son muchos músicos, yo personalmente escribo pero cuando hacemos un toque, fusionamos todo, hay música pero también se expone pintura y hay distintos tipos de artistas. Y es solamente, empujar y vos sabes que hay gente que te va a apoyar, que quieren mostrar lo que hacen, y eso es hambre de espacio, nosotros hacemos eso, los generamos y creemos que si a nosotros nos hace bien ver eso, a los demás también.


EA - Para ir terminando, ¿alguna anécdota de RODANDO? MS - Y anécdotas… ¡Todas! (risas). ¡Son muchas! Nos ha pasado de estar haciendo toques y no saber si salian, estar a ultimo momento armando el sonido y nos faltaban tres permisos, antes de que saliera ya estaba todo. Y eso nos pasó mucho, no saber mucho del tema burocratico. Ahora tratamos de tener todo en orden pero son intervenciones, queremos hacer algo, caemos y lo hacemos y después vemos como arreglamos, porque el tema es que esa misma lenta burocrasia es lo que te resta ganas, no es que seamos rebeldes, en tal caso somos rebeldes con causa. Algo curioso y hasta mágico para nosotros es que empezamos a planear una actividad y nombramos gente y de la nada empieza a caer, nombramos a uno y en eso aparece o llaman y es algo lindo, mas que un grupo cultural somos un grupo de amigos. Y ta, anecdotico fueron los 45 dias metidos

construyendo, muchas cosas que pegaban… No vamos a especificar, pero ciertos productos químicos que simplemente hacían muy difícil poder “construir con duendes” (risas). ER - Queremos estimular a la gente. MS - Queremos que se la jueguen, que vean que se puede. Que cuesta pero que después de cinco años estamos acá y seguimos generando cosas. Es como una forma de agradecimiento también a dos gigantes, compañeros de este sueño que son Néstor Gonzáles y Victoria Laffite. ER - ¡Que siga RODANDO!


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Uno de los anhelos de estos tiempos que mejor rankea en la juventud es el de poder “Laburar de los que nos gusta”. Pues, termina siendo algo lógico: Estudio abogacía para ser abogado. Estudio psicología para tener mi propio consultorio. Ta, pero ¿qué pasa cuando ese abogado (de familia de abogados, que labura para el padre o para el tío, fija) en sus ratos libres le gusta jugar al futbol y una tarde de domingo, mientras juega con sus amigos, un dirigente de un club, lo ve y le ofrece volverse “profesional”?. ¿Qué pasa cuando alguien descubre que eso que vos haces por puro gusto y placer, lo podes hacer seriamente y a cambio de dinero? Pues bien. La gente (o al menos la mayoría de la sociedad) dirían que es genial. Que son oportunidades únicas que te da la vida y que se DEBE aprovechar porque es un PRIVILEGIO que disfrutan “unos pocos”. Y con ese pensamiento, aparece el mito conocido: “Seguro que es millonario y feliz, como Messi”. Ahí es donde yo vengo y pincho el globo, sin más ni más. Estamos todos de acuerdo en afirmar que una oportunidad laboral sorpresiva, es un golpe de suerte. Por ende, y utilizando simplemente la lógica básica (la mía) la suerte suele ser una y ya se nos ha ido en esa oportunidad, entonces todo lo positivo está supeditado sólo a nuestro empeño y esfuerzo.


Una vez que aceptamos el “gran laburo de nuestra vida” (porque claro, lo aceptamos) nos hacemos una de las preguntas más importantes y que deberíamos habernos preguntado mucho, mucho antes de dar el “Sí”. Esa pregunta es: ¿Por qué voy a hacer algo que antes hacía gratis? La respuesta esperable es la famosa frase: “Nunca hagas gratis lo que sabes hacer bien”. ¡ERROR!, ¡ERROR!, ¡ERROR!, ¡¡¡ERRORRRRRR!!! El planteo debe ser justamente el contrario: “¿No será que lo hago bien porque nadie me paga, ni me exige NADA de mí? ¿No será que lo hago bien porque cuento con el valor agregado de que sólo lo hago cuando tengo ganas?” Primero, un laburo, por copado que sea; ¡ES UN LABURO! Y como cualquiera de ellos; implica horarios, responsabilidades, obligaciones, etc. (todas palabras muy alejadas de disfrute, placer, ganas, gustos). Todos los trabajos relacionados con el arte (medios de comunicación, música, cine, literatura),

NO son una fiesta constante. Y la gente dice ‘Ah, ¿vos laburás en un Diario?. Seguro que en cinco minutos escribís una nota de cualquier cosa y te vas a tu casa ¿no?’’. ‘¡Vos callate que no sabés lo que es laburar, te la pasás filmando películas y después te vas de joda con los actores famosos!” y la mejor: “¡Los músicos se la pasan de gira, tocan un par de temas en cada país y se recorren la noche de todo el mundo!”. Bueno, supongamos que en el último caso hay algo de cierto, pero sólo pasa con uno (el cantante famoso) de todo el equipo de trabajo. Sino consúltenle al plomo cuánto disfruta de los interminables viajes en ómnibus de días enteros o de dormir en los peores hoteles para abaratar costos y ni que hablar de tener que armar y desarmar los escenarios. Trabajar en un medio; en un rodaje; escribiendo un libro; o mismo jugar al fútbol, implica miles de obligaciones y responsabilidades que nadie tiene en cuenta. Por ejemplo, casi nunca existen los sábados, domingos o feriados. La carga horaria suele ser mayor a la de cualquier “laburo de oficina”, te llaman a cualquier hora y al teléfono de tu casa. Para los rodajes, tenés que tener una disponibilidad 24/7. Los escritores dependen de su “momento de inspiración”. Y ni que hablar si te toca correr detrás de los caprichos de alguna estrellita de turno, que te agotan tanto que llegas a tu casa a las 5:00AM llorando de agotamiento, rogándole a algún ser superior para que mañana te llamen para una entrevista como camarera de una parrillita de la esquina de tu casa. En ese momento es cuando queres verle la cara a toda esa gente que te “envidian” el laburo y querés


mandarle besitos y muchos cariños a toda la familia, arrancando por la madre. Bien, creo que el mito reside en creer que siempre hay un laburo mejor que el propio. Mi realidad dice que no está bueno laburar de algo que nos encante, ya que de todos modos será un laburo y sobre todo recordar esa gran máxima que tengo pegada en la parte superior del monitor: - LABURAR PARA VIVIR, NO VIVIR PARA LABURAR -. Está buenísimo ponerle pasión y dedicación a lo que uno hace. Pero no porque te guste tenes que ser un exprimido o esclavo de tus propios… ¡¿¡¿placeres?!?! En fin, el mito de los laburos copados es comparable con el gran problema de las mujeres: las rubias quieren ser morochas y las morochas, rubias. Por suerte se inventó la gran solución: ¡La tintura!. Con el trabajo, pasa lo mismo: Los que tenemos laburos “copados” preferimos uno común y corriente, esos de oficina, que no nos desgaste y se nos lleve nuestro corazón. Los que tienen un laburo común, mueren por trabajar en un lugar rodeado de famosos y glamour. La solución: Amemos lo que hacemos, disfrutémoslo, pongámosle lo mejor de nosotros para que sea lo más llevadero posible. Pero sea cuando y donde fuere, nunca olvides... ¡Que estamos trabajando!.



La drogadicta con un nido en el pelo, la británica que en su corta carrera de cantante pudo revivir el soul, jazz y R&B, la muchacha de los vestidos estilo 50’s 60’s y su delineado exagerado, como prefieran decirle, al final, todos entendemos lo mismo: Amy Winehouse. Nació el 14 de Setiembre de 1983, tan solo un par de días luego de su fecha prevista para el parto, y al igual que este gran evento, continuó llegando tarde a todas partes por el resto de su vida. Desde sus 3 añitos, Amy se sintió atraída por la música, gritando en un idioma inentendible pero bastante afinado era como cantaba generalmente, y todos en su casa

se arrepentían profundamente de haberle regalado un xilofón que parecía que no tenía descanso... Su primer instrumento. Cuando parecía que su época de puras molestias terminaba, y ya era reconocida como una muy buena cantante dentro de su familia, pasando tardes de conciertos caseros con su madre, su padre, su hermano y su abuela, debía seguir llamando la atención, ¡Eso ya no era suficiente! Le gustaba ir al Shopping con su padre, pero en especial le gustaba asustarlo. Mientras Mitch (su padre) observaba cosas en las tiendas, la pequeña Amy salía correteando por la misma entre los


percheros a esconderse para que su padre la fuera a buscar y poder asustarlo con las manos como garras, las cejas fruncidas y la nariz arrugada diciendo: ¡argggg! (sin dudas el monstruito más tierno del mundo) aunque para su desgracia la reacción de Mitch no era la que Amy esperaba. Más tarde descubrió que las personas podían asfixiarse atragantadas con un bocado de comida, ¡Si, cruzó una línea! Su siguiente táctica para llamar la atención, fue agarrarse la garganta con sus dos manos, toser mucho, y tirarse al piso, pero la mala actriz no pudo con eso, y solo lograba enfurecerse, levantarse e irse para su cuarto dando pasos exageradamente marcados, al ver que nadie le prestaba atención a sus alborotadas ganas de que la miraran. Como si fuera poco, hasta en una ocasión, se perdió en un parque y de casualidad se encontró con unos amigos de la familia, el dialogo fue algo así:

- Amy, y tus padres? - Se fueron, me dijeron que me quedara con ustedes. - Bueno, está bien, pasemos la tarde y luego vayamos a casa. Mientras que en la casa de la familia de Amy todos estaban llorando desconsolados, llamando a la policía, de un lado a otro, de repente alguien toca el timbre. ¿Pueden hacerse una idea de todo lo que corrió por las cabezas de los pobres padres de la pequeña Amy al verla como si nada comiendo un algodón de azúcar en la puerta? Llegó la edad de ir a la escuela, y antes de poder inscribirla en las diferentes escuelas a las que fue, todos sabían que esta pequeña criatura descontrolada iba a causar problemas. No faltaba el día en que la pequeña Amy tuviera que ir a la dirección de su colegio y observar sentada en la silla del escritorio de su directora, como la misma llamaba a su casa para contar los problemas que causaba. Mitch era un padre


bastante “cool” y sin faltarle el respeto a la directora usaba un poco de sarcasmo e ironía cuando esta le iba con el cuento, es decir, luego de tanto tiempo viviendo con esta diablita, ya se sabía que los castigos del colegio eran tan simples y algo con lo que Amy podía lidiar sin problema alguno. Creció cantando descalza por los corredores de su casa, de habitación en habitación, sin querer levantarse para ir al colegio, llegando tarde en el remoto caso de que la lograran sacar de la cama, y cantando a toda hora en el colegio también... Esto de ir a estudiar historia, matemática y biología no era lo suyo. No lo dudó ni un segundo, ni ella ni su familia, hasta que tuvo la oportunidad de ir a una escuela en la que pudo aprender sobre artes escénicas, bailaba, cantaba y hacía todo lo que había soñado hacer, pero como dicen algunos “no todo es color de rosas” y lo único que hacía Amy era la parte práctica, no era por creer que no

servía para nada sino por falta de voluntad que ¡no le gustaba agarrar libros! Así comenzaron sus primeras obras teatrales y performances, con mucho entusiasmo pero también, aunque no lo crean, ¡timidez! Si, Amy era tímida, se ponía muy nerviosa, y las canciones que les daban para cantar no eran las adecuadas para ella... Su familia, llegó a pensar que no estaba hecha para eso. Aunque como todo, solo era cuestión de encontrar su estilo, su tono, y dejar que esta indomable hiciera su trabajo para dejar al mundo boquiabierto. Pero detrás de esta pequeña rebelde, que quería la atención de su familia, como todos nosotros cuando éramos pequeños, también tenía su lado bueno, fue criada de una manera muy especial, muy consentida, pero a su vez, ella supo devolver todo lo que les daban, la familia era siempre lo primero para ella, y para tener una idea, la Amy que conocimos hasta 2011 no era


muy diferente a la pequeña Amy en su niñez y adolescencia (a excepción de las drogas, claro), muy dulce, cariñosa y afectuosa, pero también ruda y con carácter fuerte, es decir, ¿Qué podemos esperar de una persona que con tan solo 13 años se hace un piercing en la nariz con sus propias manos?

Por @MadPouly. Otra estúpida obsesionada con una celebridad muerta.











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