LOS TIGRES DE LA MALASIA
En aquel momento se oyó en lontananza un rumor extraño, que se parecía al que producen los vagones de un tren en marcha. -No es un trueno- dijo el portugués. -Todavía no relampaguea- dijo Tangusa. -Cualquiera creería que es un río que ha roto los diques. -Hasta ahora no ha caído ni una gota de agua, y el Kabataun está lejos. -¿Qué será? -Lo que sea se aproxima rápidamente, señor. -¿Hacia nosotros? -Sí. -¡Calla! Aplicó el oído al suelo, y escuchó otra vez conteniendo la respiración. La tierra transmitía con claridad aquel rumor inexplicable, que parecía producido por el rápido avance de enormes masas. -No comprendo, en absoluto, lo que pueda serdijo al cabo Yáñez levantándose-. Lo mejor será que nos repleguemos hacia la escolta; quizás el piloto nos explique este misterio. Volvieron a desandar a rastras lo recorrido escurriéndose por entre los infinitos sarmientos que había. 103