El Ameriñol

Page 55

55 “aguajupa” en lugar de hidrocefalia, pues gran parte del prestigio y misterio de las profesiones se fundamenta en un lenguaje intimidatorio que solo conoce el gremio. Sin embargo, es posible seleccionar variantes lingüísticas españolas con cierta categoría que le impriman algo de chic al lenguaje técnico. El asunto es que NO tiene por qué ser en griego o latín. A todo lo que inventamos le ponemos nombres griegos o reciclados por los latinos. ¿Por qué esa manía? Es cierto que el español deriva del latín y este se nutrió del griego, pero eso no significa que debamos vivir subordinados para siempre a esos dialectos ya desaparecidos. Estaría bien que los italianos sigan buscando recursos en su viejo latín; o que los griegos modernos lo hagan en el griego homérico. Pero ¿por qué los españoles? Y mucho menos los ameriñoles. Toda investigación o duda lingüística tenemos que referirla al griego o al latín. Y eso está bien cuando son cosas complejas, como las etimologías. Pero cuando se trata de nimiedades propias del habla común, deberíamos tener un marco de referencias más práctico que no demande del ciudadano común que sea un erudito en cuestiones idiomáticas ni que tenga complejos diccionarios etimológicos (que además son muy caros). Es decir, que no tenga que ser un lingüista. Esa es la herencia que nos ha quedado de un sistema educativo tradicional en el cual incluso nos daban como material complementario de la lengua materna, las clases de “raíces griegas y latinas”. Tanta es la obsecuencia hacia esa lengua, que muchas veces se incurre en la simpleza de bautizar ciertos fenómenos o estudios con retazos de palabras griegas cuyo sentido no es muy claro. Un amigo griego me dijo que él conocía algunos de esos términos que designaban procesos o ideas en español, pero que en su lengua nada significaban. Es decir, los gramáticos toman un vocablo o pedazo de él, la pegan con otro y ya tienen un concepto heleno que determina algo en español. Como el caso de Prosodia, aquella parte de la Gramática que trata sobre la correcta pronunciación de las oraciones. significa según, y odé, canto.

Según el diccionario etimológico pros,

Entonces, de acuerdo con la etimología, prosodia significaría

“según el canto”, voz que nada significa en la lengua argiva, y que tampoco equivale al sentido que le damos en español. Y así, hay miles de tonterías como esa, debidas a la manía que sentimos hacia ese idioma antiguo y a su hijastro el latín. Por desgracia, a los gramáticos les fascina armar este tipo de enredos que los hace sentirse importantes; sobre todo, si el neologismo llega a tener aceptación generalizada. Pero la locura total se da cuando el DRAE lo incorpora en sus páginas. Entonces, pueden morirse felices, ya que su vida está realizada. Fonema, fonorama, prosodema, fonética, quimioterapia,


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.