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sextante °

Bitácora de la facultad de Ciencias SocialeS Edición 3/2014


contenido

H Horizontes

Proyectos de investigación y diversos frentes de trabajo de los profesores la Facultad.

sextante

Geografías del conocimiento

Como el sextante de los navegantes y cartógrafos, nuestro periódico será

06

Carlo Emilio Piazzini Suárez

un instrumento de observación útil para construir un mapa más completo de la Facultad.

Cuando la cultura está en vigilancia

07

Luciana Scaraffuni

l

Latitudes

Temas de central importancia para las ciencias sociales y para nuestra Facultad.

Rector Pablo Navas Sanz de Santamaría Vicerrector Administrativo y Financiero Javier Serrano Vicerrector de Asuntos Académicos José Rafael Toro Vicerrector de Desarrollo y Egresados Mauricio Sanz de Santamaría Vicerrector de Investigaciones y Posgrados Carl Langebaek Decano - Facultad de Ciencias Sociales Hugo Fazio

edición [3] Marzo 2014.

Dirección Mauricio Nieto

Los programas de doctorados de la Facultad de Ciencias Sociales ¿Doctorarse o no doctorarse en Colombia? Juan J. Plata C.

08 El potencial de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la promoción de la salud Susana Barradas

04

09

Memorias de una tesis doctoral Martha Lux

05

En educación de la sexualidad Elvia Vargas Trujillo, Marta Carolina Ibarra, Darwin Cortés, Juan Miguel Gallego, Darío Maldonado

Desarrollo infantil en instituciones de protección

Equipo Sextante Catalina García Martha Lux

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Esteban Galvis Serna

Edición Ana María Bermúdez Diseño y diagramación Ossman Aldana Víctor Gómez

10

¿Por qué protestan los colombianos?

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María Camila Angulo Amaya Sebastián David Pantoja

14 Impresión Panamericana Formas e Impresos, quien sólo actúa como impresor.

Facultad de Ciencias Sociales Universidad de los Andes Carrera 1 # 18 A-10 Edificio Roberto Franco, sexto piso Teléfono: 339 49 49 Ext.: 3330 sextante@uniandes.edu.co http://sextante.uniandes.edu.co Bogotá, Colombia

¿Cómo ser Muisca? Martha Rocío González Bernal


I

itinerarios

Novedades y eventos.

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Richard y Sally Price en Colombia Mónica Espinosa

Nación, relaciones de poder y aves Colombia vista desde otra perspectiva Lanzamiento nuevo portal OPCA Lanzamiento Boletín OPCA 6

R Rumbos

Producción académica y publicaciones de la Facultad.

reseña

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Myths of Harmony.

C corrientes

Experiencias docentes y retos e innovaciones en pedagogía de ciencias sociales.

15

Psicología cultural

María Eugenia Chaves Maldonado

reseña

23

23

Andrés Felipe Parra

24

18

Nuevos integrantes de nuestra comunidad

Las máquinas del imperio y el reino de Dios

Martin Packer

Hacia un movimiento social y ciudadano por la paz

22

Rocío Medina Muñoz

Reflexiones en torno a la investigación antropológica

16

Alessandra Merlo

26

19

Memoria y desarrollo urbano en Bogotá

El mundo global. Una historia

Roberto Suárez Montañez, María Fernanda Olarte-Sierra, Natalia Pulido Ronchaquira, Nathalia Cabrera Villota

Cuando las imágenes piensan

reseña

Wilson Ferney Jiménez Hernández

17

20

El libro Felipe Castañeda

Reflexiones sobre el lanzamiento de las publicaciones del 2013 Publicaciones Facultad de Ciencias Sociales

21

Primera Feria de Grupos Estudiantiles de Antropología 2014

26

26

3er Congreso Latinoamericano sobre trata y tráfico de personas

27

Vanessa Lemm: Un nuevo paradigma biopolítico de la comunidad 7° Congreso latinoamericano de Ciencia Política. Andrés Mauricio Ortiz Riomalo

27


4 latitudes

Los programas de doctorados de la Facultad de Ciencias Sociales

La Facultad de Ciencias Sociales

Gráfica 1: Distribución de la población estudiantil de doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales (semestre 2013-2)

13 4

35

Antropología Ciencia Política Filosofía Historia Psicología

22

350 300

26%

24%

250

23%

200

26%

26%

26%

24%

30%

28%

25% 20%

21%

15%

150 10%

14%

100

5%

Total estudiantes doctorado

2013-2

2013-1

2012-2

2012-1

2011-2

2011-1

2010-2

2010-1

2009-2

0

2009-1

50

0%

%Sobre total Universidad

Gráfica 3: Fuentes de financiación de estudiantes de doctorado (Semestre 2013-1)

5

2

11

48

14

9

111

Asistente Doctoral Crédito condonable Departamento – Facultad Javeriana – Uniandes Colciencias Proyecto Colciencias Universidad Central Universidad de la Sabana Recursos propios

% sobre total de la universidad

Gráfica 2: Número de estudiantes de doctorado en la Universidad y porcentaje de estudiantes de doctorado de la Facultad de Ciencias Sociales sobre la población total (2009-1 a 2013-2)

Número de Estudiantes

Latitudes

19

cuenta, en el 2014, con cerca de cien estudiantes matriculados en sus programas de doctorado (Gráfica 1 y 2). Las primeras promociones están terminando sus investigaciones, presentando y defendiendo sus resultados de investigación y recibiendo títulos de doctorado. Los proyectos de investigación de los distintos programas de posgrado y en particular los de los doctorados, se suman a las investigaciones de los profesores en su esfuerzo por reflexionar y producir nuevos conocimientos sobre temas claves de las Ciencias Sociales del siglo XXI. No olvidemos que una investigación a nivel de doctorado supone un aporte novedoso en su área de conocimiento y que este número creciente de proyectos de investigación en curso hacen de la Facultad un centro de producción de conocimiento genuino, de calidad y pertinencia para el país. Es por eso que, cursados cuatro años desde la apertura de los programas de doctorado en Antropología, Ciencia Política, Historia, Psicología y más reciente el de Filosofía y con un crecimiento sostenido en el número de estudiantes, es un buen momento para reflexionar, y por qué no, celebrar lo que se ha logrado. Por este motivo hemos querido dedicar esta edición del Sextante a los programas de doctorado y ofrecer una pequeña muestra de los problemas de investigación que se están trabajando en los distintos programas. Para nuestra sección de Latitudes, hemos invitado al sociólogo Juan Plata, quien nos ofrece una reflexión sobre el problema de la formación de doctores en el país. La sección de Horizontes, que habitualmente está dedicada a los proyectos de investigación de nuestros profesores, abre en esta oportunidad sus puertas a los proyectos de los estudiantes de doctorado. Como lo hacen evidente los ejemplos que presentamos en esta edición, es posible afirmar que las casi cien tesis de doctorado en curso en la Facultad son un ejemplo de problemas de investigación relevantes en el marco de debates académicos a nivel mundial trabajando problemáticas de clara pertinencia a nivel local. “Pertinencia” no se puede reducir a la presencia de nuestros trabajos en revistas presentes en los índices norteamericanos o internacionales, tiene que ver también con el verdadero impacto del conocimiento sobre los mayores desafíos a los que hoy se enfrenta el país y sus distintas regiones. La procedencia de los estudiantes de posgrado es variada y un número importante de nuestros estudiantes de doctorado provienen de lugares distintos a Bogotá. La sostenibilidad de programas de doctorado de calidad, con estudiantes de tiempo completo supone esfuerzos mayores en las responsabilidades de los profesores ofreciendo cursos nuevos y seminarios de posgrado y asumiendo la responsabilidad de supervisar las investigaciones. El esfuerzo financiero ha sido también notable y todos nuestros estudiantes reciben algún tipo de apoyo, la mayoría de ellos para cubrir costos de matrícula y de sostenimiento. Eso ha sido posible en buena medida gracias a la ayuda de Colciencias que ha apoyado casi el 50% de nuestros estudiantes (Gráfica 3), pero ha implicado para la Facultad


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¿Doctorarse o no doctorarse en Colombia? Juan J. Plata C.*

y para la Universidad un esfuerzo único en el país invirtiendo recursos importantes para el cubrimiento de costos de matrículas, de asistencias de investigación o de docencia que se traducen en salarios para el sostenimiento de estudiantes, pasantías en el exterior, compra de libros, equipos y la invitación de profesores visitantes. El gran proyecto de consolidar una comunidad científica al servicio del país, no será viable si no se cuenta con espacios para la formación de investigadores y docentes en instituciones nacionales. Es innegable que los esfuerzos de Colciencias y otras entidades para financiar estudiantes de posgrado colombianos en el exterior ha sido un programa clave para Colombia, pero es aún más urgente fortalecer las capacidades propias de formar investigadores de alto nivel. Es muy difícil, realmente imposible, crear una ciencia al servicio de las necesidades locales con investigadores formados exclusivamente en otras latitudes y la responsabilidad de las Ciencias Sociales en la construcción de futuro es enorme. No se trata de pensar en una ciencia social nacional al margen de los debates mundiales, pero sí en la producción de un conocimiento pertinente y de crear capacidades propias para la formación de nuevos docentes e investigadores del más alto nivel.

Si bien las cifras pueden ser modestas frente a las necesidades del país, lo que está ocurriendo con los posgrados en la Facultad y en la Universidad, es un cambio y un aporte significativo a la comprensión de la compleja realidad nacional y a la búsqueda de respuestas a problemas cruciales de la Colombia contemporánea.

¿Doctorarse o no doctorarse en Colombia? Esa es la pregunta de los jóvenes en el momento presente. Inquietud que surge no por la calidad de los doctorados, pues en el país los hay y muy buenos, sino por las condiciones institucionales en que hoy se da el fomento de la actividad de investigación, desarrollo tecnológico y la innovación caracterizada por la turbulencia y la pérdida de rumbo. En efecto, los sistemas de incentivos, las presiones del mercado y las demandas por conocimiento de excelencia van en dirección divergente. Por un lado, se imponen las perspectivas propias de la cienciometría, así como la construcción de los más diversos rankings de universidades, haciendo de su actividad un producto de mercado. Un medio de promover la universidad como servicio especializado en la economía del conocimiento. Se construyen tipologías de universidades, se discute sobre el modelo ideal de una universidad de investigación, se presiona por hacer de ésta el lugar de la innovación y la incubación de empresas de base tecnológica. Se hace necesario preguntar por el sentido y pertinencia de tales aproximaciones a la función de la universidad. Del otro, vemos cómo la polémica de ayer sobre si investigación básica o aplicada hoy se revive como “Publicar o Patentar”, entonces ¿qué criterios deben guiar la investigación en la universidad colombiana? Ante los múltiples cambios y la presión sobre la universidad de los Rankings, las fuentes de financiación, y otros, ¿a qué le deben apuntar las universidades? ¿Deben definir prioridades o algún tipo de agenda investigativa? ¿La agenda debe estar guiada por la autonomía de los investigadores, o por las exigencias del mercado o por el compromiso con los pobladores y el bienestar de la gente? Por último, la institucionalidad para la ciencia, la tecnología y la innovación en el país ha perdido gobernanza y gobernabilidad. La locomotora de la innovación se mueve cual fantasma sin consideraciones sobre lo aprendido, sin referentes históricos, sin aprender de las experiencias previas. Teníamos claro qué hacer en el fomento de la ciencia y la tecnología, bajo el concepto de Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, teníamos claro qué se juega cuando se apuesta a la innovación, era claro el rol de los Sistemas Nacionales o Regionales de Innovación. Ahora tenemos la pretensión de hacer todo en un Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación que persigue juntar intereses y actores cuyas reglas de juego y de interacciones son diferentes y a veces opuestas y contradictorias. Sobre este hecho, Guillermo Hoyos decía que prefería un conocimiento CTS (Ciencia, Tecnología y Sociedad) que uno CTI (Ciencia, Tecnología e Innovación). La variedad del sistema es mayor que la variedad del regulador. Se desfinancia la investigación social y la investigación básica, se desdibujan los Programas Nacionales de Investigación. Todo lo anterior afecta las condiciones institucionales para el desarrollo de los doctorados nacionales. La calidad de los doctorados depende en gran medida de la fortaleza de las comunidades académicas y de los grupos de investigación que los

soportan. A la vez la fortaleza de las comunidades académicas y de los grupos se asocia con agendas de investigación de mediano y largo plazo, la consolidación de redes de conocimiento, trabajos persistentes y en conversación con los circuitos globales de producción de conocimiento en los ámbitos de trabajo respectivo. Esto en buena parte se refleja en la visibilidad de la producción científica de los investigadores del país. En esto se viene haciendo la tarea, se ha avanzado, pero falta mucho por hacer, ahora en condiciones en las que los recursos para investigación se han reducido, como lo indican las últimas cifras presentadas por el OCyT (Obervatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología). En adición, debe tenerse presente que quien opta por hacer un doctorado tiene como proyecto de vida dedicarse a la investigación, a la producción de conocimiento y no se está trabajando en una política consistente para crear los nichos tanto en las organizaciones de conocimiento (universidades, centros de investigación y desarrollo) como en los productivos para el ejercicio de tal actividad. No obstante, este panorama está por fuera de toda discusión la necesidad de apostarle al conocimiento en el país. La necesidad de apostarle a los buenos doctorados nacionales por varias razones. Primero, en el siglo XXI el trabajo será marcado por la demanda de conocimiento, la habilidad para resolver problemas y la capacidad de investigar, producir conocimiento y aplicarlo, así como por la creciente incidencia de las tecnologías convergentes en la economía, las formas de vivir y la cultura. Segundo, la viabilidad de ser parte de las sociedades del conocimiento demanda de comunidades de investigadores fuertes y visibles internacionalmente. Finalmente, los jóvenes tienen la aspiración y el derecho de ser ciudadanos del siglo XXI y no del siglo XIX. Doctorase en Colombia, fortalecer los doctorados nacionales, así como la institucionalidad para la investigación, la producción de conocimiento, su circulación, apropiación y uso, son un imperativo que no se puede soslayar. No hacerlo es correr el riesgo de ser una nación inviable.

* Exfuncionario de Colciencias (1982-2009), entre otros fue, asesor en el Sector Agrario y Marino, Jefe del Programa Nacional de Ciencias Sociales y Humanas, Secretario General (e). Participó en la formulación del Plan Nacional de Ciencias y Tecnologías del Mar 19902000 y el Plan de Ciencias Sociales y Humanas 19992002, en la auditoria organizacional de segundo ordenColciencias: ciencia con consciencia 1997 (CGR); coautor de la publicación: Salazar, M. Ed (2013). Colciencias cuarenta años. Entre la legitimidad, la normatividad y la práctica, Bogotá, OCyT. Premio ICFES al ensayo académico Alberto Lleras Camargo 2001 con el ensayo: “Mujeres migrantes y emancipación social. Una mirada transcultural”, entre otros artículos y capítulos de libro publicados. Hoy, profesor invitado de varias universidades, asesor e investigador independiente en temas de ciencia, tecnología e innovación.


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Geografías del conocimiento Los espacios de la arqueología en Colombia y panamá (1800-2000) Carlo Emilio Piazzini Suárez. Candidato a Doctor en Historia, Universidad de los Andes. n ce.piazzini397@uniandes.edu.co

horizontes

Emilio Piazzini nos explica por qué las geografías del conocimiento pueden complementar e incluso contestar los ejercicios de la historiografía y los estudios de las ciencias, y para el caso propuesto en su investigación doctoral, la comprensión de lo que han sido las trayectorias de la arqueología en Panamá y Colombia. Este proyecto se dirige a la comprensión de la manera en que prácticas científicas y no científicas asociadas al tratamiento de las evidencias arqueológicas de Colombia y Panamá durante los siglos XIX y XX han operado en relación con particulares geografías del conocimiento. Este campo de indagación se refiere, en términos generales, a la manera en que pueden incidir determinadas formaciones espaciales en los procesos de producción de conocimiento o que se generan o reproducen en los mismos: las arquitecturas de la ciencia (laboratorios, museos) y las redes locales y globales que entrelazan las localizaciones en donde se produce la ciencia, pero también las dinámicas territoriales y los sentidos de lugar que convergen o entran en tensión con la presencia y los discursos de los científicos, así como las relaciones de poder que funcionan conforme a particulares esquemas geopolíticos. Por ejemplo, desde principios del siglo XX, una particular topología de relaciones espaciales rige los procesos de producción de conocimiento arqueológico, resultando fundamental para el establecimiento de la autoridad epistémica de la disciplina, es decir, para diferenciar lo que se concibe como ciencia de aquello que sería pura especulación. Esta topología se refiere a un adecuado encadenamiento de particulares relaciones espaciales entre el investigador, el registro arqueológico y las localizaciones en donde se hace y divulga la ciencia. El trabajo de campo y la observación “in situ”, reviste de rigor las interpretaciones sobre procesos y prácticas pretéritas de la humanidad. Pero este momentáneo acercamiento entre el sujeto que conoce y su objeto de estudio, es luego reemplazado por la clásica prescripción episte-

Las geografías del conocimiento se producen en la relación entre espacio, conocimiento y poder, de tal modo que las topologías de los protocolos científicos y museológicos de la arqueología no operan de manera aislada respecto de otras espacialidades.

mológica de separación entre objeto y sujeto de estudio, lo cual ocurre en los laboratorios, esas arquitecturas científicas que quieren aislarse del mundo, espacios que quieren ser asépticos, en donde se lleva a cabo un proceso de purificación que reemplaza las experiencias “in situ” por categorías abstractas. Y en la escritura de informes finales y publicaciones emergen nuevas espacialidades tales como sistemas de asentamiento, regiones y áreas culturales, que proyectan entre los diferentes públicos determinados imaginarios espacio-temporales acerca del devenir. Por su parte, en los esquemas clásicos de la museología arqueológica opera una lógica espacial que comienza por el traslado de los artefactos desde sus lugares originales hacia esos espacios modernos de la memoria (museos), que quieren compilar en una arquitectura, generalmente urbana y metropolitana, los testimonios del pasado de una región, una nación o incluso de la humanidad. Y allí son dispuestos a los diferentes públicos según particulares esquemas de distribución espacio-temporal, en un ejercicio de proyección de imaginarios sobre la historia que a menudo fortalece sentidos de pertenencia, soberanías y memorias funcionales a particulares repartos internacionales, estados nacionales y sus esquemas territoriales. Este último aspecto hace visible que las geografías del conocimiento se producen en la relación entre espacio, conocimiento y poder, de tal modo que las topologías de los protocolos científicos y museológicos de la arqueología no operan de manera aislada respecto de otras espacialidades. El trabajo de campo se hace en lugares con particulares sentidos de pertenencia y territorialidad, los laboratorios y museos se ubican en específicas cartografías de poder, mientras que la producción y circulación del conocimiento arqueológico hace parte de una geopolítica del conocimiento conforme a la cual se presupone la autoridad de los discursos arqueológicos dependiendo de los lugares de enunciación. Así, lo que para algunos sólo sería la localización de un yacimiento en un espacio cartesiano, para otros puede ser parte de su paisaje tradicional, su territorio, su patrimonio nacional o local, e incluso un lugar sagrado dentro de su cosmogonía. Por lo tanto, las labores de campo y el posterior traslado de los artefactos a un laboratorio o un museo pueden significar prácticas que irrumpen en la vida cotidiana, violentan territorios y soberanías o desterritorializan objetos cargados de sentidos de pertenencia y memoria. Por su parte, la localización de los laboratorios y museos dentro de las geografías regionales, nacionales e internacionales no es una cuestión

Desde principios del siglo XX, una particular topología de relaciones espaciales rige los procesos de producción de conocimiento arqueológico para diferenciar lo que se concibe como ciencia de aquello que sería pura especulación. arbitraria: por lo general se sitúan en los centros de producción de conocimiento: en Europa y Norte América durante el siglo XIX e inicios del XX, en las capitales nacionales y provinciales después, o en aquellos sitios que se reconocen como lugares patrimoniales a escala nacional (parques arqueológicos). Esta lógica espacial que aleja los artefactos de las periferias geográficas para concentrarlos en los museos (cerrados o abiertos), opera por la existencia de condiciones concretas ligadas a la institucionalidad de los estados nacionales (desarrollo de la logística necesaria para vigilar, almacenar, clasificar, conservar y exhibir). Finalmente, como en la mayoría de los campos de conocimiento académico, los discursos arqueológicos elaborados desde el norte geopolítico prevalecen sobre aquellos que se hacen en el sur, siendo que éstos últimos son generalmente empleados sólo como datos que pueden complementar teorías e hipótesis de alcance global, construidos desde los primeros. Así entendidas, las geografías del conocimiento puede complementar e incluso contestar los ejercicios de la historiografía y los estudios de las ciencias, y para el caso, la comprensión de lo que han sido las trayectorias de la arqueología en Panamá y Colombia. Interesa por lo tanto establecer cómo y en qué grado han contribuido las prácticas de la arqueología en ambos países a la producción o reproducción de determinadas percepciones y concepciones espaciales y esquemas geopolíticos de orden internacional, regional o local. Para abordar éstas preguntas, se proponen dos estrategias metodológicas: el empleo de una tipología que permite la identificación de las diferentes espacialidades del conocimiento (localizaciones, redes, territorialidades y geopolíticas) y una espacialización crítica que permite la selección y análisis de textos arqueológicos, históricos y geográficos, además de cartografías históricas y montajes tridimensionales como museos y parques arqueológicos.


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Cuando la cultura está en vigilancia Avances del trabajo de campo de la investigación acerca de las formas de resistencia del teatro independiente uruguayo durante la dictadura militar (1973-1985) Luciana Scaraffuni, Candidata a Doctora en Antropología, Departamento de Antropología, Universidad de los Andes. Investigadora del grupo Antropolítica. n l.scaraffuni35@uniandes.edu.co

“Las formas de resistencia durante la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985): un estudio antropológico del teatro independiente” es como se titula la investigación doctoral de Luciana Scarafunni y quien hace parte del grupo de investigación de Antropolítica. Ésta es tutoriada por Mónica Espinosa, profesora del Departamento de Antropología, y co-tutoreada por Aldo Marchesi, perteneciente al CEIU (Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos) de la Universidad de la República Oriental del Uruguay.

La investigación “Las formas de resistencia durante la dictadura cívico-militar uruguaya (1973-1985): un estudio antropológico del teatro independiente” se circunscribe en el campo de los estudios del pasado reciente acerca de las dictaduras que se desarrollaron entre los años sesentas y setentas en el Cono Sur. Ésta se posiciona dentro del campo de la antropología histórica y política, y se enfoca en el estudio de los impactos y efectos del régimen dictatorial en el campo de la cultura uruguaya, en este caso del teatro independiente (Grupos como El Galpón, El Circular y Teatro Uno). El campo cultural es uno de los más importantes para el régimen dictatorial, ya que a través de éste se buscaba generar adhesiones y consensos de apoyo en la población. Este estudio se viene desarrollando desde el año 2012, aunque previamente ya se venían realizando contactos con algunos teatreros y teatreras del teatro independiente uruguayo de aquella época como Ruben Yañez, Graciela Escuder, Juan Manuel Tenuta, entre otros. La metodología aplicada involucra los relatos de vida de estos teatreros y teatreras con el fin de describir, analizar e interpretar los diferentes hechos de las vidas de ellos y ellas. Se busca que estos relatos de vida interactúen en el análisis con las fuentes primarias consultadas, las cuales hasta ahora incluyen: documentación de archivos de prensa, edictos, decretos, fotografías de obras, libretos, programas de las obras realizadas en el período de interés, archivos de los grupos teatrales y hasta archivos personales que hayan sobrevivido el período en cuestión. Entre los archivos que han sido examinados hasta la fecha, se destacan: el archivo de programas de obras teatrales sistematizado por el Dr. Roger Mirza (se encuentra en el Departamento de Teoría y Metodología de la Investigación Literarias, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República); el propio archivo de la institución teatral El Galpón; el archivo del teatro Circular de Montevideo; el archivo de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (organismo de la policía que realizaba la persecución, censura, interrogatorios y hasta torturas durante el periodo dictatorial) y el archivo de prensa del CEIU (Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos).

Luego de 40 años del golpe de Estado en Uruguay y cuando la mayoría de los represores gozan de impunidad, es fundamental analizar y entender cómo la resistencia de aquella época es pensada desde la contemporaneidad. Asimismo, se han registrado 19 relatos de vida de miembros de grupos teatrales como: El Galpón, El Circular, Teatro Uno, Club de Teatro y del presidente del Sindicato Uruguayo de Actores. Se han mantenido conversaciones informales con otros teatreros y teatreras. Las conversaciones con ellos han sido fundamentales para poder situar la información encontrada en los archivos y los relatos brindados por los teatreros entrevistados. Cabe destacar el apoyo recibido por el Grupo de Estudios Interdisciplinario sobre el Pasado Reciente (GEIPAR) de la Universidad de la República, en el que esta investigación se sitúa; así como el recibido por todos los miembros de la institución teatral El Galpón, por los miembros del Centro

Cultural Carlos Brussa del Sindicato Uruguayo de Actores, el teatro Circular y a Alberto Restuccia, miembro de Teatro Uno. El cariño y la emotividad que he recibido de los teatreros y teatreras que me han compartido sus historias de vida ha sido el motor para continuar indagando sobre un período de crisis institucional, terrorismo de Estado, persecución, censura, encarcelamiento y tortura de la población uruguaya. Debido a los cruces de información y a varios archivos que he podido consultar en la ciudad de Buenos Aires durante mi pasantía doctoral, realizada bajo la tutoría de la Dr. Lorena Verzero (investigadora del CONICET), es posible ver las conexiones e intercambios de estos grupos teatrales independientes con diferentes instituciones teatrales de Buenos Aires, así como también de América Latina. Se recogen distintos datos que delinean el campo teatral montevideano y que lo circunscriben como parte de un fenómeno teatral latinoamericano que respondía a la esfera independiente y que buscaba construir un teatro popular, militante, comprometido y solidario con el devenir histórico de los pueblos latinoamericanos y con sus luchas. Para entender la pertinencia de este estudio, es preciso señalar que la esfera cultural lejos de ser reducida a un cerrado sistema de signos y relaciones, es fluida y contestataria, abarca un entramado de narrativas, representaciones, imágenes y prácticas significativas, generándose así bajo un régimen autoritario, luchas por definir lo simbólico y los significados. Desde el punto de vista antropológico, resulta importante analizar los fenómenos macro como las dictaduras en una relación constante y dialéctica con lo micro. Es decir, con las cotidianeidades de la gente, con las formas en que se resistió esa época; una época donde las reuniones estaban prohibidas, tanto así que estar parado en una esquina más de dos personas era sospechoso y donde el teatro, lugar de reunión y de acercamiento de las diferentes clases sociales en Uruguay, aglutinó a gran parte de la sociedad diezmada de aquella época. El teatro se encargó de expresar y representar a través de sus repertorios el descontento y la oposición con respecto a lo que sucedía. En la época de los sesentas lo hizo a través de técnicas consonantes al teatro de Augusto Boal, ya que se buscaba que el público se adhiriera al contenido político de la obra, a la protesta que la obra era en sí misma. Luego de adentrada la dictadura y de la clausura y exilio a México del grupo de teatro El Galpón, se utilizaron metáforas, alegorías y diferentes recursos estéticos para que el mensaje anti-dictatorial fuera claro. Hoy en día, a 40 años del golpe de Estado y cuando la mayoría de los represores gozan de impunidad, es fundamental para analizar y entender cómo la resistencia de aquella época es pensada desde la contemporaneidad, cómo se significa y se historiza aquella época. En definitiva, las construcciones de memoria que configuran los protagonistas y que tienen sus efectos e influencias tanto en la esfera cultural como en la sociedad en su conjunto.


8 horizontes

El potencial de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en la promoción de la salud Susana Barradas. Estudiante de doctorado en Psicología, Universidad de los Andes. n sc.pataco54@uniandes.edu.co

De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia (2010), las cifras sobre los niveles de actividad física de la población parecen seguir la tendencia mundial y los reportes existentes apuntan a que cerca del 46% de la población adulta colombiana es inactiva. Ante estas cifras, Susana Barradas abre para el Sextante parte de su investigación doctoral y nos cuenta los significativos aportes que la Psicología puede hacer en este campo.

El incremento en los índices de mortalidad y morbilidad de las poblaciones alrededor del globo, producto de la adquisición de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), pone de relieve la importancia de hacer una apuesta por estrategias de promoción de la salud capaces de acompañar el avance de nuestras sociedades y hacer frente a los nuevos desafíos que ésta conlleva. Varios expertos alrededor del mundo han sostenido que si fuera posible crear una píldora capaz de contrarrestar los efectos de las ECNT o, más importante aún, que lograra prevenir su aparición, el principio activo sería sin duda la práctica de actividad física (AF). En este sentido, están también las recomendaciones mundiales en promoción de la salud y prevención de la enfermedad, coincidiendo en que la práctica regular de AF se traduce en beneficios tangibles para la salud de los individuos, así como en mayores niveles de bienestar general1. Sin embargo, lo que indican las cifras es que las personas evidencian una tendencia cada vez más marcada para ser sedentarias, independientemente de la región del globo en la que se encuentren. Pese a los esfuerzos a nivel mundial que las organizaciones de salud han venido realizando para impulsar la práctica de AF, los resultados no son muy La evolución que ha sufrido el concepto de alentadores. En Colombia, salud permite que la disciplina psicológica halle las cifras sobre los niveles de AF de la población parecen en el proceso de salud-enfermedad un objeto seguir la tendencia munde estudio. Es así como la psicología y la salud dial y los reportes existentes apuntan a que cerca del pública, dos disciplinas aparentemente distintas, 46% de la población adulta encuentran un marco de trabajo afín que posee colombiana es inactiva. La evolución que ha un carácter complementario. sufrido el concepto de salud, transitando desde una visión puramente biomédica a otra con un carácter integral que tiene en cuenta tanto las diferentes dimensiones del sujeto como su contexto, han conferido la oportunidad para que también la disciplina psicológica hallara en el proceso de salud-enfermedad un objeto de estudio. Así, no caben dudas de que hoy día existe un área de la disciplina que se dedica al entendimiento de los determinantes psicosociales de la enfermedad, así como de los comportamientos relacionados con la salud. Es en este dominio que la psicología y la salud pública, dos disciplinas con epistemologías aparentemente distintas, encuentran un marco de trabajo afín que, si bien no es equivalente, posee claramente un carácter complementario. Por ejemplo, el área de la salud pública se beneficiaría del uso metódico de las técnicas y teorías de cambio comportamental, mientras que para la psicología también sería una ganancia trabajar desde un marco pensado a gran escala. Es dentro de este panorama que surge el interés por comprender la influencia de algunas variables cognitivas en la explicación de la adopción de estilos de vida activos, a través del uso de las tecnologías de información y comunicación. Desde la perspectiva de la salud pública, se han realizado atribuciones negativas respecto a la responsabilidad de algunas tendencias tecnológicas en el estilo de vida sedentario de las poblaciones, toda vez que éstas han favorecido la adopción de conductas con tales características. Ciertamente esos

1

Para una lectura informada sobre las recomendaciones de AF, se puede consultar el informe Healthy People 2020 o el Report of the Physical Activity Guidelines Advisory Committee.

argumentos son válidos, pero en este proyecto el desafío se ubica precisamente en abogar por el potencial de esas herramientas tecnológicas como un medio efectivo en la entrega de intervenciones en salud, específicamente en la promoción de AF. En otras palabras, se pretende evidenciar la efectividad de una aplicación para Smartphone, construida con base en la Teoría Social Cognitiva de Albert Bandura, para promover la práctica inicial de AF. Asimismo, es interés de este trabajo comprender el mecanismo de cambio subyacente a la intervención, entreabriendo así una ventana al entendimiento de por qué funciona o no la intervención, y bajo qué circunstancias ocurre su desempeño. No sobra decir que una intervención con estas características particulares de entrega (i.e., a través de un teléfono celular inteligente) tiene manifiestas ventajas bajo una lógica de costo-beneficio. Esto es verdad en la medida en que no todas las personas quieren o están en capacidad de acceder a intervenciones “cara a cara”, con el agravante de que éstas serían más costosas tanto en recursos humanos como económicos. Sobre todo, se ha dicho que estas tecnologías tienen un gran potencial de alcance y posible impacto en las poblaciones y que, en efecto, permiten intervenciones adaptadas y personalizadas. Sin duda, este es un trabajo que contempla retos adicionales, particularmente en cuestiones de carácter metodológico o respecto a los costos relacionados con el mismo proyecto. Con todo, creo que detenta un potencial importante en la medida que plantea la utilización de un marco motivacional específico (usando estrategias como el auto-monitoreo, resolución de problemas, retroalimentación, establecimiento de metas personalizadas, etc.), y porque permite destapar posibilidades más incluyentes en la promoción de la salud de nuestras poblaciones.

El desafío se ubica en abogar por el potencial de las TIC, específicamente una aplicación para Smartphone, como un medio efectivo en la promoción de la actividad física.


horizontes 9

En agosto de 2012 defendí mi tesis doctoral, que presenté posteriormente a evaluación para su publicación en formato de libro. El título con el que saldrá publicado es “Mujeres patriotas y realistas entre dos órdenes. Discursos, estrategias y tácticas, en la guerra, la política y el comercio (Nueva Granada 1790-1830)”. Pero ¿de dónde surgió el interés por el tema? Al revisar los primeros recuentos que se escribieron sobre las mujeres, encontré que la historiografía colombiana del siglo XIX e inicios del siglo XX las representó como telón de fondo de las acciones emprendidas por los hombres, considerados como únicos forjadores de la emancipación. Si bien la historiografía latinoamericana que estudia la participación de las mujeres en los procesos independentistas ha avanzado significativamente en las últimas décadas, la tendencia general ha sido la de largos períodos donde la producción historiográfica no ha trabajado el tema de manera global. Las búsquedas iniciales que realicé en los archivos me ofrecían indicios de una participación mucho más activa e independiente en el marco del proceso de Independencia. Algunas de las preguntas que guiaron la investigación me llevaron a preguntarme con insistencia: ¿fueron las mujeres tan pasivas o subordinadas como lo sugieren ciertas narrativas históricas?, ¿o será más bien que la historiografía se dejó atrapar por las construcciones que fundamentaron la exclusión femenina de la comunidad recién fundada de ciudadanos plenos, y las representaron bajo ese mismo lente, confundiendo esas representaciones con la realidad? De acuerdo con las preguntas generales y específicas formuladas, la propuesta central del trabajo fue analizar e interpretar el sentido de las acciones de las mujeres neogranadinas tanto de las élites como del común en su diversidad -condición económica, de edad, educación, ubicación geográfica o de filiación política-, desde finales de la Colonia (1790), hasta los primeros años de la república de la Nueva Granada (1830). Así mismo, busqué visibilizar y determinar las distintas formas de participación de las mujeres en los espacios públicos en la década de 1810, identificando cómo se introdujo en su práctica el discurso revolucionario de la época, cuando tanto las mujeres como los hombres dejaron de ser vasallos del Rey. Prestando igual atención a las mujeres que profesaron el realismo como a las patriotas. En retrospectiva, considero que una de las mayores fortalezas de mi investigación es el enorme trabajo de archivo realizado en bibliotecas nacionales y extranjeras, en los archivos que reposan en la Academia Nacional de Historia, y en las Secciones Colonia, República y Archivo Anexo del Archivo General de la Nación. Realicé también una minuciosa búsqueda en distintos fondos del Archivo General de Indias en Sevilla. De una enorme riqueza para el trabajo fueron los ‘Papeles de Cuba’, en especial la serie documental que contiene el Archivo de la Gobernación de Cartagena entre 1815 y 1821. De manera muy resumida puedo decir que entre 1790 y 1830 el orden transitó por un momento de maleabilidad donde quienes podían participar en política, como las reglas fundamentales que definirían a la Nación se estaban definiendo. Quiero señalar que aunque muy distintos, en las fuentes de la autoridad y la legitimidad, realistas y patriotas concebían el lugar de lo femenino como uno asociado a la protección masculina, el honor, el recato y la aceptación de

Memorias de una tesis doctoral Las mujeres en las narrativas históricas de la Nueva Granada (1790-1830) Martha Lux. Editora Facultad de Ciencias Sociales y Editora de la Revista de Estudios Sociales, Universidad de los Andes. n mlux@uniandes.edu.co

¿Fueron las mujeres tan pasivas o subordinadas como lo sugieren ciertas narrativas históricas? Esta es una de muchas de las preguntas que se planteó Martha mientras desarrollaba su tesis doctoral en Historia. En el texto que aquí nos presenta, nos comenta sobre los principales desafíos de hacer su investigación, así como también parte de sus hallazgos.

Fuente: Proclamación de Fernando VII en Santa Fe de Bogotá, en 11 de Septiembre de 1808. Archivo General de Indias (AGI), Sevilla-España, Estado 60A.

la subordinación. Con la llegada de los Ejércitos expedicionarios del Rey, ambos bandos buscaron interpelar el apoyo femenino para ganar la guerra. En esos años las mujeres trasgredieron el lugar que el ‘Gran Arco’ les asignaba y participaron de la economía, la política y los reclamos, demostrando que no fueron ni pasivas ni ajenas a lo que ocurría, sino por el contrario; activas, defendiendo sus fortunas, sus opiniones, sus derechos ya fuera en clave monárquica o en clave republicana. Este trabajo aportó al no pensar lo político, únicamente como espacio político, sino en los pliegues entre lo privado y lo público. Este sector subalterno, el de las mujeres, por tanto tiempo asumido como pasivo y recluido en el espacio del hogar, estuvo involucrado en los procesos y dinámicas sociales de su tiempo, haciendo gala de capacidad de argumentación y agenciando prácticas asumidas como exclusivamente masculinas. Por más hegemonía de la Iglesia y de los gobernantes, las mujeres trasgredían con su voz y su práctica los lugares que les asignaban, apelando a los fundamentos de los propios discursos hegemónicos como sexo débil merecían protección, pero también como patriotas que habían entregado fortunas, hijos, padres, hermanos, maridos a las causas que dividían la sociedad. No obstante, la ampliada presencia de las mujeres en el manejo económico y de la política en la década de 1810, las disposiciones legales de la Constitución de 1821, rompieron en lo que refiere a las mujeres, con el horizonte de expectativas que bajo la promesa de inclusión para todos les había

ampliado los espacios de experiencia en la década anterior. Años en los cuales las mujeres como los hombres utilizaron el lenguaje que buscaba definir las expectativas sociopolíticas que reflejaban el ideal democrático de la nueva república. La década de 1820 no fue, como tal vez algunos alcanzaron a soñar, un camino ascendente de participación y de progreso. El declive del reconocimiento a las mujeres después de los años de más fuerte participación muestra con claridad que la historia política de las mujeres no fue una línea progresiva ascendente, quedando invisibilizadas de la Ley y relegadas al olvido. De forma que las primeras historias que se escribieron, y la historiografía después, representaron a las mujeres como seres apolíticos, ignorantes de los grandes debates del momento, y ajenas a las disputas que dividían a la sociedad.

Las mujeres trasgredían con su voz y su práctica los lugares que les asignaban, apelando a los fundamentos de los propios discursos hegemónicos como sexo débil merecían protección, pero también como patriotas que habían entregado fortunas, hijos, padres, hermanos, maridos, a las causas que dividían la sociedad.


10 horizontes

En educación de la sexualidad ¿Cómo vamos? Elvia Vargas Trujillo y Marta Carolina Ibarra Grupo Familia y Sexualidad, Departamento de Psicología. Universidad de los Andes. n fys@uniandes.edu.co Darwin Cortés, Juan Miguel Gallego y Darío Maldonado Facultad de Economía, Universidad del Rosario.

¿Qué sabemos sobre la calidad de la educación en sexualidad que están recibiendo las mujeres en el país? Un equipo de investigación conformado por dos psicólogas de la Universidad de los Andes y tres economistas de la Universidad del Rosario, nos presentan un análisis a profundidad hecho a algunas de las preguntas de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, financiada por el Ministerio de Salud y Protección Social, el ICBF, USAID y realizada por Profamilia en el 2010.

Figura 1. Porcentaje de mujeres en cada tramo de edad que ha tenido relaciones sexuales.

Alguna vez ha tenido relaciones sexuales vaginales 1.494 9.823 17,02% 79,95%

Tramos de edad actual

18 a 24 años

5.499 2.389 62,07% 19,44%

14 a 17 años

1.836 74 20,91% 0,60%

Menor de 13 años

10 mil 8 mil 6 mil 4 mil 2 mil

0

Si No

2 mil 4 mil

6 mil 8 mil 10 mil

Recuento Figura 2. Porcentaje de mujeres que recibieron educación sexual por primera vez a cada edad

4.000 18,69% 18,13% 16,49%

3.000 13,66%

2.000

9,27% 7,96%

7,20%

1.000

4,29% 2,14% 2,15%

10 años o menos

11

12

13

14

15

16

17

18

19 años o más

Edad a la que recibió por primera vez educación sexual

En Colombia, como en todo el mundo, se reconoce que la educación de la sexualidad es el derecho que tenemos todas las personas de recibir, buscar y obtener información oportuna, basada en el conocimiento científico acerca de todo lo relacionado con la dimensión sexual del ser humano. Diversas investigaciones muestran que la educación de la sexualidad que recibimos desde el mismo momento del nacimiento nos aporta la información que requerimos para respondernos preguntas fundamentales para el bienestar físico, psicológico, sexual y social como las siguientes: ¿quién soy yo como mujer o como hombre? Como hombre o mujer ¿cómo me siento con mi cuerpo, con mi forma de ser, de sentir y de actuar, y con lo que logro en la vida? Los estudios también indican que cuando las personas acceden a oportunidades de educación de la sexualidad de buena calidad tienden a tomar decisiones autónomas con respecto a su vida sexual y a llevar a cabo comportamientos de cuidado que les permiten mantener su bienestar. Es por eso que en todo el mundo se están impulsando iniciativas de educación de la sexualidad acordes con el nivel de desarrollo de las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Para aportar evidencia sobre quiénes se están encargando de la educación de la sexualidad de niñas, niños y jóvenes en el país, qué tan bien lo están haciendo y qué evidencias hay de lo que están logrando, un equipo de investigación conformado por dos psicólogas de la Universidad de los Andes y tres economistas de la Universidad del Rosario1, llevaron a cabo un análisis a profundidad de algunas preguntas de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) financiada por el Ministerio de Salud y Protección Social, el ICBF, USAID y realizada por Profamilia en el 2010. En el estudio a profundidad se analizaron los datos de 21.065 mujeres colombianas, de 13 a 24 años de edad, habitantes de zonas tanto urbanas como rurales de 258 municipios ubicados en seis regiones (Caribe, Oriental, Bogotá, Central, Pacífica y Orinoquía - Amazonía). En los análisis también se incluyeron datos sobre los servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes que proporcionó el Ministerio de Salud y Protección Social y datos del programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía que aportó el Ministerio de Educación Nacional. Los resultados de este estudio son muy reveladores e indican que en términos de educación de la sexualidad vamos en la dirección correcta. En primer lugar, contrariamente a lo que popularmente se cree, se encontró que solamente un 20% de las mujeres menores de 18 años de edad reconoció haber tenido relaciones sexuales vaginales (ver figura 1). Este hallazgo es consistente con otros estudios realizados por el grupo Familia y Sexualidad con adolescentes hombres y mujeres. En segundo lugar, se encontró que la mayoría de las mujeres reconoce haber recibido educación sexual por primera vez a partir de los 12 años de edad (ver figura 2). Este dato sugiere que la educación intencionada y explícita sobre temas relacionados con la sexualidad se inicia al mismo tiempo que comienzan a aparecer los cambios de la pubertad, lo cual debe llamarnos la atención sobre los objetivos y contenidos de la información que se proporciona. Otros estudios sobre el tema revelan que en este contexto la educación de la sexualidad tiende a centrarse en aspectos biológicos y tiene fines preventivos más que promocionales. Se dirige a evitar que las mujeres se involucren en relaciones sexuales o que se “cuiden” de los riegos de la actividad sexual.

1

El 60% de los recursos para la financiación de este estudio fueron aportados por la Universidad del Rosario y la Universidad de los Andes, el 40% restante lo aportó el Fondo Interinstitucional conformado por Profamilia, el Fondo de Población de las Naciones Unidas –UNFPA-, el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, la Fundación Hernán Echavarría Olózaga y la Fundación Corona.


horizontes 11

Con respecto a las fuentes de información que identifican las mujeres en su trayectoria de vida, los datos muestran que tener acceso a un mayor número de agentes de educación sexual en el contexto escolar reduce la probabilidad de iniciar actividad sexual vaginal en la secundaria y de unirse a una edad más temprana. Por su parte, la probabilidad de que los temas de educación sexual sean percibidos como de buena calidad aumenta según el número de temas de los que les han hablado, el número de fuentes de información que identifican en el ámbito familiar, la utilidad que perciben de la información recibida y un mayor desarrollo del Programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de la Ciudadanía del Ministerio de Educación Nacional en el municipio en que viven.

En términos de educación de la sexualidad vamos en la dirección correcta. Así mismo, se encontró que las mujeres que tienen pareja y que residen en municipios donde se ha alcanzado un mayor nivel de desarrollo de los Servicios de Salud Amigables para Adolescentes y Jóvenes tienden a informar un mayor número de temas de la sexualidad sobre los cuales les han hablado. Además, el estudio reveló que las mujeres que valoran más positivamente la calidad de la educación sexual recibida informan un mayor número de comportamientos de autocuidado, entre los cuales se incluyen prácticas tales como no tener relaciones sexuales vaginales, tener relaciones sexuales usando algún método moderno para evitar el embarazo, usar el condón para prevenir las infecciones de trasmisión sexual y hacerse la citología. La percepción favorable de la calidad de la educación sexual también se relaciona con mejores conocimientos sobre temas de salud sexual y reproductiva, así como mayor desacuerdo con la violencia hacia las mujeres y actitudes más incluyentes o menos discriminatorias hacia las orientaciones sexuales diversas y hacia las personas que viven con el VIH. Varios estudios han identificado que una de las principales barreras para garantizar el derecho a la educación de la sexualidad en el colegio es la creencia tanto en madres y padres de familia, como en docentes, de que hablar de temas sexuales en la niñez y adolescencia acelera el inicio de la actividad sexual penetrativa e incrementa los comportamientos sexuales de riesgo. En este estudio se logró establecer que las mujeres que tuvieron la primera relación vaginal después de haber recibido educación sexual por primera vez informan un mayor número de prácticas sexuales seguras. En general, el estudio permite concluir que la educación de la sexualidad que se lleva a cabo con calidad está relacionada con efectos favorables para la salud sexual y reproductiva de las mujeres que participan en esos procesos.

Si le interesa ampliar información sobre ésta y otras investigaciones del grupo Familia y Sexualidad, puede hacerlo en: http://fys.uniandes.edu.co

Desarrollo infantil en instituciones de protección ¿Qué características del niño pueden afectar la experiencia institucional? Esteban Galvis Serna. Estudiante de doctorado en Psicología, Universidad de los Andes. n e.galvis911@uniandes.edu.co

En este texto Esteban Galvis nos muestra por qué estudiar las características individuales propias de niños y niñas que viven en instituciones de protección infantil es un primer paso para dar cuenta de que no todo es como la literatura y la teoría sugieren.

No es un secreto que los temas atinentes al desarrollo infantil es uno de los más discutidos por los investigadores contemporáneos y más citados en las agendas políticas de distintos países. Lo que parece no ser tan evidente es cómo se está pensando dicho tema en niños que por diversas razones se ven enfrentados a la necesidad de vivir en instituciones de protección infantil (v.g. orfanatos, hogares sustitutos, hogares de paso, etc.). Y esto constituye un punto importante de reflexión, pues el número de niños institucionalizados parece, tristemente, estar en aumento. A la fecha, los datos más recientes proporcionados por la UNICEF apuntan que en el mundo existe un estimado de 2 millones de niños que viven bajo el cuidado de instituciones gubernamentales, quienes se encuentran en condiciones de desarrollo diferentes a aquellos niños que gozan del cuidado de su familia. Por lo general, los resultados de las investigaciones al respecto señalan que existe una relación negativa entre la vida en un ambiente institucional y el desarrollo del niño. Esto ha llevado a que los investigadores ahonden en cuáles son las características de las instituciones de protección infantil que afectan al niño y, sobre todo, qué puede hacerse para solventar las limitaciones inherentes a los contextos de protección, relacionadas principalmente por los escasos recursos materiales y humanos, y con la calidad del cuidado que se les provee a los niños. Sin embargo, pese a que las investigaciones adelantadas sobre el tema en cuestión enfatizan en los efectos adversos de la vida institucional para el desarrollo del niño, no es posible generalizar las conclusiones a toda la población que vive en dichos contextos. Es decir, aun cuando los estudios al respecto señalan los retrasos y problemas en el desarrollo del niño asociados a la vida institucional, parecer ser que no todos los niños presentan dificultades en su desarrollo y, contrario a todo pronóstico, son resilientes a dicha experiencia. Esto pone de manifiesto la necesidad de indagar cuáles son las características propias de los niños, más allá de las institucionales, que les pueden permitir salir airosos de una condición de vida que, en principio, no es la mejor para ellos. Debido a lo anterior, existen preguntas sin resolver, las cuales requieren una aproximación al tema descentrada de la perspectiva del déficit que normalmente distingue a la investigación sobre este tópico y a la caracterización de la población institucionalizada. Cuestiones referidas a factores propios del niño institucionalizado, que pueden llevar a verlo como un sujeto resiliente y no únicamente como una víctima del sistema, son imperativas al momento de considerar un espectro más amplio de lo que es el desarrollo infantil y su relación con el contexto y las condiciones que le subyacen. En este

sentido, es importante que una propuesta de investigación esté orientada al esclarecimiento no sólo de los factores institucionales que limitan el desarrollo del niño, sino también a indagar las características de este último que pueden cambiar la relación entre la vida institucional y su desarrollo. Hacerlo implica reconocer el rol protagónico del niño en el tema y considerar que, hasta el momento, la teoría y la investigación parecen haber ignorado un elemento central para explicar la realidad de la población que vive y crece en contextos de protección. Lo dicho configura uno de los principales intereses para un proyecto de investigación en el marco de una disertación doctoral. Los vacíos teóricos y empíricos conducen a la necesidad de formular nuevos marcos que permitan explicar el desarrollo “positivo” de una parte de la población institucionalizada que, por demás, parece desafiar a la teoría normativa sobre el desarrollo infantil. No basta conformarse con los modelos que explican el desarrollo deficitario de la mayoría de los niños institucionalizados. Existe un grupo dentro de dicha población cuyas trayectorias de desarrollo contrarían las conclusiones y predicciones de la literatura que debe ser reconocido y que merece ser puesto en primer plano para repensar lo que sucede con ellos una vez ingresan al sistema de protección. No es posible hablar del desarrollo del niño institucionalizado si no se están considerando todas las variables y todos los factores puestos en juego. Estudiar las características individuales propias del niño que pueden afectar la relación entre la experiencia de vida en el contexto de protección (expresada en términos de la calidad del cuidado que les proveen) y su desarrollo es un primer paso para dar cuenta de que no todo es como la literatura y la teoría sugieren. Lo dicho conduce a la posibilidad de plantear una propuesta investigativa para ampliar el poder explicativo de las teorías referidas al desarrollo del niño institucionalizado. De esta manera, la realización de una disertación doctoral basada en este tema tiene como propósito (y lo cual justifica una investigación) controvertir los modelos explicativos del desarrollo del niño institucionalizado a partir de un énfasis directo en las características individuales del niño que pueden cumplir un rol moderador en el desarrollo y que pueden explicar diferencias individuales en su trayectoria. Esto representa la oportunidad de realizar un aporte concreto a un campo del conocimiento en la disciplina psicológica que, ahora más que nunca, requiere de una postura crítica y reflexiva para trascender el discurso del déficit que tradicionalmente ha caracterizado la concepción del desarrollo en niños institucionalizados. En última instancia, representa la posibilidad de observar si las diferencias individuales pueden responder por algo más que los retrasos en el desarrollo.


12 horizontes

¿Por qué protestan los colombianos? Determinantes de la participación en manifestaciones públicas en Colombia María Camila Angulo Amaya. Estudiante de Maestría en Ciencia Política y asistente graduada del Observatorio de la Democracia, Universidad de los Andes. Sebastián David Pantoja. Estudiante de Maestría en Economía y pregrado en Ciencia Política. Asistente graduado del Observatorio de la Democracia, Universidad de los Andes. n obsdemocracia@uniandes.edu.co

El Observatorio de la Democracia del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes es el centro de investigación dedicado al análisis y difusión de información del Barómetro de las Américas-LAPOP en Colombia. Para este número del Sextante, el Observatorio de la Democracia quiso aprovechar la coyuntura política y social generada por las protestas campesinas de la región del Catatumbo y el posterior paro nacional agrario para indagar sobre cuáles son los determinantes individuales de la participación de los colombianos en protestas públicas durante los últimos años. Los datos del Barómetro de las AméricasLAPOP1 muestran, por un lado, que existe un aumento significativo en el porcentaje de ciudadanos que han participado en protestas respecto

lo cual evidencia la importancia del paro nacional agrario en lograr la movilización de la ciudadanía a través de su participación en protestas. En particular, respecto a los determinantes de la participación de los colombianos en manifestaciones, los datos del Barómetro de las Américas-LAPOP de 2012 muestran que los ciudadanos que simpatizan con algún partido político tienden a participar más en protestas, como muestra la Gráfica 3. Esto refleja el papel de movilización que desempeñan los partidos políticos y concretamente, puede estar relacionado con el hecho de que partidos como el Polo Democrático Alternativo incentivaron a los colombianos a protestar por temas particulares como la educación pública. Además, la evidencia presentada en la

al año 2010 (ver Gráfica 1). Esto ha llevado a que Colombia pase a ser el quinto país de América Latina con el mayor porcentaje de participantes en protestas, superando a la mayoría de países de la región. Por otro lado, la Gráfica 2 indica que el principal motivo de protesta en el año 2012 fue la educación, lo cual evidencia el gran impacto de las movilizaciones estudiantiles en contra de la reforma educativa planteada por el gobierno actual. En línea con lo anterior, los datos del Barómetro de las Américas-LAPOP de 2013 muestran que el 11,4% de los colombianos afirmó haber participado en una manifestación pública en los últimos doce meses. Sin embargo, como muestra la Gráfica 2, los principales motivos de protesta de los ciudadanos en 2013 pasaron a ser los asuntos económicos,

Gráfica 1. Porcentaje de participantes en protestas. Comparación 2010 y 2012.*

Porcentaje de participantes en protestas en el 2010 17,2%

Haití

Paraguay Uruguay Nicaragua

9,8%

Guatemala

12,2% 12,0% 11,4%

México Costa Rica

Nicaragua Guatemala

Republica Dominicana

México Costa Rica

95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

5,4% 5,1% 4,8%

Belice

Panamá

Guyana

0

Guyana

10

15

20

95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

10 5

14,1% 6,9%

0 Si simpatiza No simpatiza con algún partido con algún partido Afinidad partidista

Porcentaje que participó en protestas en el último año

Porcentaje que participó en protestas en el último año 1 *

Participación en prostestas según afinidad partidista, 2012

20

95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

19,1%

15 10

8,8%

5

7,3%

0 Izquierda

5

10

15

20

Gráfica 4. Participación en protestas según interés en la política y nivel educativo de los ciudadanos en el 2012.*

Participación en prostestas según posición ideológica, 2012

25

95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

2,3%

0

Gráfica 3. Participación en protestas según afinidad partidista y posición ideológica en el 2012.*

6,4%

3,8% 3,6% 3,6%

Panamá

Jamaica

5

20

Republica Dominicana

El salvador

3,1%

Jamaica

5,0% 4,9% 4,7%

Brasil

Belice

4,3% 3,7%

El salvador

8,2% 8,0% 7,6% 7,2% 7,0%

Ecuador

Honduras

5,4%

Brasil

12,7%

8,9% 8,7%

Colombia

6,8% 6,6% 6,3% 5,4%

16,8%

13,1%

Uruguay

Centro Derecha

Posición ideológica

Porcentaje que participó en protestas en el último año

Colombia Honduras

Perú Paraguay

8,5% 7,9%

Ecuador

Haití

Participación en prostestas según nivel educativo, 2012 95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

20 16,8%

15 10 5 0

7,1% 2,9% Ninguno/ Secundaria Superior Primaria

Nivel educativo

Porcentaje que participó en protestas en el último año

Perú

15

Porcentaje de participantes en protestas en el 2012

Participación en prostestas según interés en la política, 2012 95% Intervalo de Confianza (Efecto de diseño incorporado)

25 20,0%

20 15

12,6%

10 5 0

6,1%

5,4%

Nada Poco

Algo

Interés político

Para mayor información sobre la recolección y análisis de datos, así como la ficha técnica de esta encuesta, visite www.obsdemocracia.org o www.lapopsurveys.org Fuente: ©Barómetro de las Américas por LAPOP.

Mucho


Inscripciones abiertas Gráfica 4 indica que las personas más interesadas en la política y con mayores niveles de educación tienden a participar más en protestas, mientras que los ciudadanos que se identifican con la izquierda ideológica, usualmente más críticos frente al establecimiento, también participan más en manifestaciones. En ese sentido, los resultados presentados permiten sostener que determinados factores políticos y socioeconómicos inciden de manera significativa sobre la decisión de los ciudadanos de salir a protestar, lo cual también se evidencia en el carácter y motivaciones particulares de las manifestaciones públicas que se llevaron a cabo en diferentes regiones del país durante el tercer trimestre de 2013.

Posgrados Facultad de Ciencias Sociales

Cierre de inscripciones 21 de abril de 2014

Gráfica 2. Motivo de la protesta en 2012 y 2013.*

Maestrías en:

100%

80%

60%

15,7%

16,5%

10,0%

7,1%

5,7% 5,7%

4,1% 12,4%

Motivos de la protesta Otros Servicios públicos

40%

57,1%

28,8%

Derechos humanos Asuntos políticos Educación Asuntos económicos

20%

31,2% 0%

5,7%

2012

2013

Antropología SNIES: 13595 Ciencia Política SNIES: 1573 Estudios Culturales SNIES: 53014 Estudios Internacionales SNIES: 102379 Filosofía SNIES: 20943 Geografía SNIES: 53332 Historia SNIES: 19931 Pedagogía de las Lenguas Extranjeras SNIES: 101271 Psicología SNIES: 11273 Psicología Clínica y de la Salud SNIES: 53940

Doctorados en: Invitamos a nuestros lectores a hacer seguimiento de la evolución de las protestas en Colombia a través de www.obsdemocracia.org, donde se publicarán nuevos datos acerca de los determinantes de la participación en protestas en Colombia.

Antropología SNIES: 53895 Ciencia Política SNIES: 54025 Filosofía SNIES: 101691 Historia SNIES: 53766 Psicología SNIES: 53498

Más información:

Facultad de Ciencias Sociales Universidad de los Andes Carrera 1 No 18A-10 piso 6 | Bogotá, D.C., Colombia Tels: +571 3394949 - +571 3394999 Ext. 2500 http://faciso.uniandes.edu.co


14 horizontes

¿Cómo ser Muisca? Un análisis cultural del desarrollo de niños y niñas en un jardín de Educación Inicial Indígena Martha Rocío González Bernal. Estudiante de doctorado en Psicología y miembro del grupo investigación de Psicología y Cultura, Universidad de los Andes. n mr.gonzalez269@uniandes.edu.co

¿Existen en la actualidad los Muiscas? Martha Rocío González, estudiante de doctorado de Psicología y miembro del grupo de investigación Psicología y Cultura, nos adelanta algo de su investigación sobre los intentos de una comunidad en Bogotá para formar una nueva generación de personas Muisca. Aunque

actualmente hay debates acerca de lo que significa ser indígena y ser Muisca, la realidad es que en Bogotá existen dos comunidades que se autoreconocen como Muiscas y que luchan por recuperar sus costumbres y tradiciones en medio de la modernidad. Una prioridad de estas comunidades ha sido la educación de la generación más joven; es decir, la primera infancia (0 a 5 años de edad). Para la formación de sus niños y niñas, la Comunidad Muisca de Suba cuenta con un jardín de Educación Inicial Indígena que busca que ellos y ellas puedan acceder a un servicio específico de su cultura. El origen de este espacio educativo tienen que ver con diferentes situaciones sociales; sin embargo, hay una idea relevante a señalar. En la mayoría de los escenarios de formación de la infancia, los contenidos curriculares no desarrollan lineamientos diferenciales ni interculturales, y su organización por competencias estandariza aún más la pertinencia cultural de enseñanza y la diversidad de formas de aprendizaje. Esto a su vez redunda en un sacrificio, e incluso eliminación, de aspectos culturales propios de las comunidades de las cuales forman parte los niños. Sin duda surgen diferentes inquietudes entorno a ésta iniciativa educativa, pero las principales preguntas en relación con el desarrollo tienen que ver con: ¿cómo se da la formación de los niños y las niñas? es decir En la mayoría de los escenarios de formación de la ¿cómo es su proinfancia redunda un sacrificio e incluso eliminación ceso de desarrollo? o ¿cómo ser de aspectos culturales propios de las comunidades Muiscas? El trabajo de investide las cuales forman parte los niños. gación que pretende abordar estas preguntas se inscribe dentro de los supuestos de la psicología cultural que tiene como propósito poner la cultura en el centro y concebirla como un aspecto constitutivo de la psicología humana. No se trata sólo de prestar atención al contexto, tampoco es tener en cuenta el contexto y al niño(a) como variables, ni como dos cosas unificadas, sino de comprenderla como un tipo particular de relación entre los dos. En este sentido, la cultura sí hace la diferencia en el desarrollo de los niños(as) y hace posible pensar en diferentes trayectorias de desarrollo que no implican etapas universales. A partir de esta perspectiva, la cultura incluye los artefactos materiales que los muiscas están constantemente creando y que se transmiten de una generación a la siguiente. Para la ciencia del desarrollo es de gran interés la forma como los niños aprenden el uso de los artefactos, de manera que un punto de análisis será cómo los conocimientos y habilidades

de los infantes Muisca emergen en interacción con esos artefactos. Pero ¿cómo realizar un proceso de investigación que permita comprender cómo los niños y las niñas llegan a ser Muisca?, ¿cómo rastrear las trayectorias de desarrollo teniendo en cuenta la interacción de los infantes con otros miembros de la comunidad y con los artefactos propios de su cultura? A nivel metodológico esta investigación implica desafíos interesantes. En primer lugar, implica una etnografía que invite a pensar la teoría de manera diferente, en un sentido real de sensibilización hacia lo que significa ser un indígena, lo cual conlleva la necesaria implementación de estrategias colaborativas que recuperen la voz de la comunidad. En segundo lugar, las estrategias colaborativas sugieren el uso de un diseño investigativo cualitativo y emergente que incluya a la población como sujetos y no como objetos de estudio. Es decir, contar con la comunidad en la construcción y reconstrucción permanente y conjunta del proceso investigativo. Finalmente, este estudio propone rastrear cambios y transformaciones en el proceso de formación y/o desarrollo de los niños, lo cual requiere un análisis detallado a través del tiempo; es decir, una etnografía longitudinal. Esperamos que los resultados de este estudio aporten a nivel disciplinar y social. En términos disciplinares se espera que el estudio aporte en la comprensión del desarrollo cultural en la infancia. A nivel social se espera que los resultados aporten en la comprensión de la realidad de las comunidades indígenas contemporáneas de manera que se contribuya al desarrollo de estrategias educativas y sociales acordes con su realidad y que esto a su vez de luces acerca de la importancia de estrategias educativas específicas y no necesariamente universales.

La cultura sí hace la diferencia en el desarrollo de los niños y niñas, y hace posible pensar en diferentes trayectorias de desarrollo, que no implican etapas universales.


Corrientes 15

Psicología cultural ¿Qué es?

La Psicología está prestando una atención creciente hacia la cultura y esto cambia el carácter de la disciplina. En este sentido, ¿cuál es el papel de la cultura en el desarrollo humano y el funcionamiento psicológico, y qué forma debe tener la investigación? El profesor Martin Packer nos cuenta un poco de la exploración que adelanta el grupo de Psicología y Cultura del Departamento de Psicología con respecto a dichas preguntas.

Durante un tiempo considerable

génesis, en la cual el niño pasa a través de las etapas de desarrollo y de esta manera se diferencia de sus padres y se relaciona con el mundo de nuevas maneras, con una “actividad líder” que toma la delantera en cada etapa del desarrollo. Los psicólogos culturales proponen que las “representaciones materiales” desempeñan un papel crucial en el desarrollo y funcionamiento de las capacidades psicológicas para vivir y trabajar. El lenguaje es probablemente el más importante de estos sistemas de representación. A menudo olvidamos que tanto el habla como la lengua escrita son entidades materiales, elaboradas mediante vibraciones del aire o marcas en el papel - o en una pantalla de computadora - respectivamente. La psicología cultural pretende explicar el comportamiento humano no en términos de representaciones mentales individuales, sino en términos de la actividad práctica y colaborativa que las personas realizan conjuntamente con los sistemas compartidos de artefactos materiales, que usan para entender y lograr sus propósitos. Una implicación de esta perspectiva es que lleva a reconsiderar el valor de los estudios realizados en el laboratorio. Necesitamos estudiar a las personas donde viven y trabajan, en su acti-

la Psicología ha contado con un área de especialización conocida como Psicología Transcultural. En dicha área, los investigadores han buscado diferencias en el funcionamiento psicológico de las personas procedentes de diferentes grupos culturales. El supuesto es que la cultura es una fuente de diferencias entre las personas y que existe una naturaleza humana universal, con base biológica, que subyace a la variación cultural. La psicología cultural tiene diferentes supuestos. La cultura es un fenómeno humano universal: la gente en todas partes del planeta ha creado La psicología cultural asume que la culturas en las que viven y crían a sus hijos. ¿Podría ser el caso, cultura juega un papel constitutivo en el entonces, que la cultura tiene funcionamiento psicológico humano para un papel universal en la psicología humana? La psicología que las capacidades humanas universales cultural asume que la cultura sean consecuencias del hecho de que juega un papel constitutivo en el funcionamiento psicológico todos vivimos en la cultura. humano para que las capacidades humanas universales como el razonamiento, la comunicación y la creativividad social cotidiana, en el contexto del mundo dad sean consecuencias del hecho de que todos real de las instituciones sociales. Esto lleva a los vivimos en la cultura. Las culturas, por supuesto, psicólogos culturales afuera de la universidad y abarcan diferentes formas de vida, pero cada cullos involucra en una variedad de escenarios intetura ofrece un lenguaje, una tradición e instituresantes. Consecuentemente, el grupo de Psicolociones que persisten a lo largo del tiempo. gía y Cultura del Departamento de Psicología de El bebé humano es notablemente indefenso la Universidad de los Andes ha iniciado proyectos y dependiente de otras personas (incluso un de investigación en un barrio de Ciudad Bolívar, cachorro puede hacer más que un recién nacido en un jardín infantil para los Muisca en Suba, y en humano). La neotenia de seres humanos y la la clínica legal de la Universidad. También hemos plasticidad del cerebro humano tienen la convisitado los territorios de los Nasa y los Misak secuencia de que el bebé está listo y dispuesto a en el departamento del Cauca con el objetivo de aprender de las prácticas y valores de su familia ayudarles a desarrollar una forma culturalmente y comunidad. A medida de que el bebé crezca ajustada de educación para sus hijos, en la cual la aprenderá a utilizar múltiples artefactos mateinstrucción se lleve a cabo en su idioma original y riales de su cultura: herramientas, equipos y en la que las prácticas de su comunidad y sus valotambién señales y otros objetos semióticos y disres sean transmitidos. positivos. El psicólogo ruso Lev Vygotsky fue uno Nuestra investigación no tiene la forma de de los primeros en proponer que las “funciones las comparaciones transculturales porque ellas psicológicas superiores”, como el razonamiento tratan la cultura simplemente como una variable conceptual, la memorización deliberada y la imacausal y como una propiedad del individuo. En ginación creativa, son consecuencias de la particambio, nosotros observamos y registramos las cipación del niño en las prácticas culturales. A actividades prácticas cotidianas de cada escenaveces su propuesta es reducida incorrectamente rio que visitamos, las describimos con tal nivel de a una simple noción de “internalización”, pero de detalle que el trabajo constitutivo de la cultura se hecho Vygotsky nos proporcionó el esquema de hace visible. Así, podemos explicar lo que la gente una explicación compleja del carácter de la ontoestá haciendo y cómo se están transforman.

corrientes

Martin Packer. Profesor asociado, Departamento de Psicología, Universidad de los Andes. n mpacker@uniandes.edu.co


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Reflexiones en torno a la investigación antropológica De la teoría a la práctica: etnografía de un Sistema de Información Roberto Suárez Montañez. Director posgrados, Profesor Asociado, Departamento de Antropología, Universidad de los Andes. n rsuarez @uniandes.edu.co María Fernanda Olarte-Sierra. Profesora Asistente, Departamento de Diseño, Universidad de los Andes. Natalia Pulido Ronchaquira. Estudiante de Maestría en Antropología Social, Universidad de los Andes. Nathalia Cabrera Villota. Antropóloga, Universidad de los Andes. n nd.cabrera51@uniandes.edu.co

El profesor Roberto Suárez, junto con la investigadora María Fernanda OlarteSierra y estudiantes de pregrado y posgrado del departamento de Antropología, nos cuentan parte de su experiencia de hacer una etnografía al Sistema de Información Interinstitucional de Justicia y Paz desde el enfoque de los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología. El departamento de Antropología de la Universidad de los Andes, encabezado

de los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología conlleva desafíos y potencialidades. Desafíos por el Director de Posgrados, Roberto Suárez, porque es un cuerpo de conocimiento que, a pesar adelantó una investigación llamada Sistemas de de ser un tema que cada vez cobra más relevanInformación en el marco de Justicia y paz: ¿Medios para cia para esta disciplina, ha sido muy poco exploreparar la nación y escribir historia? Este proyecto rado en el departamento. Esto supone vacíos en contó con el apoyo de la profesora María Ferlos conceptos, las metodologías y las temáticas a nanda Olarte, investigadora independiente, y de las que están enfrentados(as) los(as) estudiantes. estudiantes de pregrado y posgrado del DepartaPotencialidades sobre todo para aquellos(as) que mento de Antropología. buscan ampliar horizontes y enriquecer sus reperEl proyecto se planteó hacer una mirada torios de enfoques de la antropología dado que les crítica del Sistema de Información Interinstituofrece estar en contacto con y pensar en temáticional de Justicia y Paz como un fenómeno comcas y discusiones vigentes en el mundo académico plejo de actores, procesos, objetos, formatos, y que tocan las diferentes perspectivas y temas documentos, bases de datos y plataformas que que están en el corazón de la antropología. se practican de manera rutinaria en el día a día de Según Olarte-Sierra, una vez sembrados los los Laboratorios de la Fiscalía con el objetivo de cimientos teóricos básicos de los Estudios Sociaidentificar los restos óseos humanos y devolverles de Ciencia y Tecnología con un grupo redulos a sus familiares en el marco de la Ley 975/2005. cido de estudiantes de Antropología (tanto de De esta manera, la investigación se preguntó por pregrado como de posgrado), el camino ha sido el papel de este sistema de gratificante al encontrar información en la actual un inmenso interés y un Los estudios sociales de construcción del conflicto gran compromiso con presente y pasado de un este cuerpo de conocila ciencia y la tecnología país como Colombia. miento, considerando conllevan desafíos y Con el ánimo de llevar que los aportes de este a cabo la investigación, se ejercicio de involucrar potencialidades al ser un propuso a nivel metodolóestudiantes en proyeccuerpo de conocimiento gico abordar el fenómeno tos de investigación es desde los Estudios Sociales más que evidente, no poco explorado en de la Ciencia y la Tecnología. sólo porque se abren las Para Roberto Suárez, invesposibilidades de enriel departamento de tigador principal, la expequecer grupos de discuAntropología. riencia de trabajar desde sión, sino porque se conéste enfoque con estudiansolidan formas de hacer tes de pregrado y posgrado significó pasar de escuela dentro de la Universidad. las reflexiones en el aula de clases a enfrentarse Finalmente, los estudiantes, a través de esta cara a cara con personas, situaciones y escenaexperiencia tuvieron la oportunidad de ampliar rios conflictivos propios del que-hacer investilos horizontes en términos de la práctica antropogativo. Así, el profesor Suárez considera que es lógica. Salieron de las aulas universitarias a exploun proceso metodológico analítico que invita al rar aquello que Rosana Guber describe del método estudiante a reflexionar y desarrollar un pensaetnográfico. Registraron en sus diarios de campo miento crítico. De esta manera, se pretende que las prácticas en términos de sus protagonistas, el estudiante apropie los métodos de investigase enfrentaron día a día a esa labor de significar ción y sea siempre consciente y reflexivo a la predentro de los marcos interpretativos particulares gunta de “¿cómo conocemos?”, en este caso los y propios del sistema de información. fenómenos sociales en términos metodológicos. De esta manera, se encaminaron en seguir Así pues, para el profesor Suárez, la experiencia el Sistema de Información entre los diferentes de investigación con estudiantes se convierte en lugares, sujetos y prácticas que éste convocaba. un escenario de discusión y diálogo, un proceso Se enfretaron a la difícil tarea de problematizar donde las voces de los estudiantes y los investiun sujeto no-humano y escucharlo a través de sus gadores se articulan para dar forma a los escritos acciones en el día a día, de darle forma en la desy publicaciones resultantes. cripción. Este reto implicó agudizar los sentidos Por otro lado, la experiencia de María Fercomo investigadores bajo la guía y orientación de nanda Olarte-Sierra al trabajar con estudiantes de profesores con experiencia como Roberto Suárez Antropología, le demostró que introducir el tema y María Fernanda Olarte-Sierra.


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Cuando las imágenes piensan Cine, realidad y espacios de visión Alessandra Merlo. Profesora asociada, Departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales, Universidad de los Andes. n amerlo@uniandes.edu.co

Para inaugurar las Charlas de cine, espacio interdisciplinario de discusión sobre lo visible cinematográfico, el Departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales y el Departamento de Artes invitaron en septiembre de 2013 al profesor Ángel Quintana1. Además de intervenir en unos cursos, durante su semana en la Universidad, Quintana dio dos charlas cuyos títulos pueden fácilmente dar una idea de la amplitud de la discusión: “El cine en la era digital: entre lo virtual y el deseo de lo real” y “¿Sobre qué piensan las imágenes del cine contemporáneo?”. Me gustaría aprovechar este espacio para compartir algunas de las reflexiones que surgieron durante este encuentro y que pueden ser de estímulo tanto para los estudiantes como para los docentes que trabajamos temas relacionados con el uso, el valor y el significado de las imágenes. Para unificar una serie amplia y compleja de cuestiones distintas, propongo una sola pregunta general: ¿cuál es hoy el lugar de las imágenes? La respuesta la formulo desde dos instancias. La primera tiene que ver con el lugar epistemológico que ocupa la imagen cinematográfica. En efecto, no se puede pensar en el cine únicamente como construcción de un mundo ficticio, separado y distante de nuestro contexto de vida y de referencia. Al hablar de imagen cinematográfica se hace inevitablemente alusión a una materia híbrida que marca el encuentro de estéticas y políticas, de fabulación y representación de lo real. En su historia, el cine ha pasado de los grandes relatos de Hollywood (El nacimiento de una nación [1915] de D. W. Griffith, o Lo que el viento se llevó) a la narraciones realistas y marxistas de la segunda postguerra (de Roma ciudad abierta [Rossellini, 1945] a Tierra en trance [Glauber Rocha, 1967], a todas las cinematografías comprometidas con la realidad), hasta el juego postmoderno del pastiche, entendido como contaminación de géneros tradicionalmente distintos y como superposición de realidad y ficción (no solamente Tarantino, sino por ejemplo, todo el cine de David Lynch). En

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Àngel Quintana es profesor titular de Historia y teoría del cine en la Universidad de Gerona, España. Escribe en la sección de cine del diario El Punt y colabora en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia. Es coordinador en Cataluña de la edición española de Cahiers du cinéma, hoy Caimán, cuadernos de cine. Miembro del consejo de redacción de la revista Cinémas (Universidad de Montréal) y director del Seminari sobre Antecedents i Orígens del cinema. Es autor de numerosos libros sobre realismo(s), modernidad y cine contemporáneo, entre los cuales señalamos: Fábulas de lo visible. El cine como creador de realidades (2003), y Después del cine. Imagen y realidad en la era digital (2011), ambos publicados por la editorial Acantilado.

otras palabras, en más de un siglo de historia, el dispositivo cinematográfico (la máquina del cine) ha constantemente mirado hacia el mundo y le ha constantemente dado forma. Por un lado, ha usado su poder para moralizar el pasado, darle una interpretación y juzgarlo, y por el otro, ha filmado las acciones y quehaceres cotidianos, aparentemente sinsentido, para rescatar lo anti-heroico de la existencia. Al tomar una decisión u otra, el cine nos muestra nuestra voluntad de lectura del mundo. Frente a eso, cabe preguntarse ¿dónde está el cine ahora? Según Quintana, el 11 de septiembre, al acabar con la postmodernidad, ha vuelto a darle al cine la posibilidad de reescribir la historia. La última película de Kathryn Bigelow, Zero Dark Thirty (La noche más oscura)2, podría ser emblemática en este sentido: el relato fílmico se acaba con la muerte de Bin Laden, como sucedería con cualquier villano de una película de acción. Sin embargo, la película termina insinuando la duda sobre la identidad del cadáver, y con eso nos pide una actitud crítica frente a la versión oficial de los hechos. Por otro lado, si el cine se está volviendo a preguntar sobre lo real, no hay que olvidar que este último se transcribe cada vez más en el registro audiovisual. En efecto, desde el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, cuando un espectador de nombre Abraham Zapruder filma en 26,6 segundos la muerte de Kennedy, el video-amateur se transforma no solamente en pieza clave de la reconstrucción policiaca y judicial de los hechos, sino fuente inagotable para el imaginario fílmico. Podríamos no haber visto nunca el video original de Dallas y sin embargo, conoceríamos esa secuencia por las decenas de veces que el cine la ha usado, reutilizado e reinventado. Pero, si lo anterior nos ayuda a entender algo más de lo que el cine es en términos de lenguaje, vale la pena pensar en otra acepción de la expresión “lugar de las imágenes”. La segunda respuesta que podemos dar a nuestra pregunta tiene que ver con el sentido literal del término “lugar”. En nuestra cotidianidad, nos dice Quintana, estamos constantemente frente a una multiplicidad de visiones y de visores. Sucede, por lo tanto, que en el mismo espacio doméstico, mientras alguien ve un documental musical en Youtube, otro ve un noticiero en televisión, un tercero una película en su computador y un cuarto está cargando y compartiendo con los amigos un video desde su página de Facebook. Lo que sucede es que la multiplicación de las pantallas significa no solamente una multiplicación de visiones, sino su individualización. A finales del siglo XIX, los hermanos Lumière impusieron una versión del cine que implicaba la proyección de la película en pantalla grande, a un público reunido. Esa “invención sin futuro”, como ellos mismos la llamaron, le ganó al invento de T. A. Edison, cuyo kinetoscopio (una caja con visor) permitía al espectador individual ver “imágenes en movimiento”. Más de un siglo después, parecería que

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Para mayor información, puede consultarla en el siguiente vínculo http://www.imdb.com/title/tt1790885/

el kinetoscopio (es decir, nuestras pantallas) le está ganado al cine, si seguimos entendiendo éste como lugar público de proyección. Por supuesto las salas de cine siguen existiendo, pero se han transformado en una extensión de los centros comerciales que las contienen. Allí, la visión de películas está relacionada con la venta de dulces, crispetas y gaseosas para toda la familia y es para ésta que esas películas están pensadas. En otras palabras, las salas proponen un producto comestible, hecho para todos, que uniforma hacia una simplificación de contenidos y de lenguaje, una infantilización, por así llamarla, de las películas mismas y del público en las salas.

El 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas un espectador de nombre Abraham Zapruder filmó en 26,6 segundos la muerte del presiente John F. Kennedy. Este video-amateur se transforma no solamente en pieza clave de la reconstrucción policiaca y judicial de los hechos, sino fuente inagotable para el imaginario fílmico. Sin embargo, como ya hemos dicho, este no es el único cine que se hace y que se ve, puesto que las posibilidades de visión se han multiplicado y con ellas las exigencias de los espectadores. Es acá que Ángel Quintana nos ayuda a entender de qué manera “el cine ha salido de las salas”. A parte el uso doméstico individual, que ya mencionamos, el cine está cada vez más en otros lugares, en los museos, en las bibliotecas, en las universidades, los festivales, los centros culturales. Es acá donde lo vemos, lo hacemos circular de nuevo, lo discutimos, lo analizamos, lo cruzamos y lo sobreponemos a nuestro entorno visual complejo y multiforme. En la era virtual, el espectador es también constructor de imágenes, las produce y las circula, las archiva, las selecciona y las multiplica. Transforma el archivo tradicional en memoria informática. Ahora, todos lo sabemos, el término que nos acosa es el de exceso. En su Después del cine. Imagen y realidad en la era digital, Quintana piensa en Borges y escribe: “la gran pesadilla del historiador del siglo XXI no residirá en la posibilidad de escribir la historia desde los escasos documentos que se conservan de un período determinado, sino en la dificultad para escribir debido al exceso de materiales”.

Vea el vídeo de 26,6 segundos en el que Abraham Zapruder filmó la muerte del presiente John F. Kennedy.

Amplíe la información de la visita del profesor Àngel Quintana en la Universidad de los Andes.


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Mauricio, Nieto Olarte. Las máquinas del imperio y el reino de Dios: reflexiones sobre ciencia, tecnología y religión en el mundo Atlántico del siglo XVI. Bogotá: Uniandes, 2013.

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Por: Rocío Medina Muñoz. Estudiante de doctorado en Historia, Universidad de los Andes.

Marixa Lasso. Myths of Harmony. Race and Republicanism during the Age of Revolution. Colombia (1795-1831), Pittsburgh: University of Pisttsburgh Press, 2007.

El estudio de la naturaleza del eurocentrismo ha sido un interés central de los trabajos de Mauricio Nieto Olarte, y Las máquinas del imperio y el reino de Dios es un episodio más de esta compleja historia. Meticulosamente escrito y bellamente ilustrado este libro introduce al lector en uno de los problemas más fascinantes de la expansión del orden europeo: cómo dominar a distancia el Nuevo Mundo. A partir del análisis de las prácticas de los navegantes, los cartógrafos y los naturalistas, este trabajo consigue mostrar que nuevas estructuras burocráticas, representaciones cartográficas y sistemas toponímicos emergieron en combinación con la necesidad de controlar los territorios recientemente descubiertos. El aspecto más novedoso de este libro lo constituye la relación que el autor establece entre estas prácticas y las pasiones religiosas que animaron a los exploradores. Mucho se ha escrito sobre el papel que cumplió la religión católica en la sujeción de los nativos americanos, pero poco se ha dicho sobre el hecho de que la religión proporcionó una racionalidad y un sentido práctico a las acciones de aquellos que, a riesgo de sus vidas y sus fortunas, se lanzaron a conquistar la terra incognita. En la decisión de los exploradores de enfrentar los peligros, las enfermedades y las penurias del viaje trasatlántico, se halla evidencia de que tenían la convicción de estar cumpliendo la misión providencial de transmitir a los habitantes del Nuevo Mundo la verdad. En este sentido, este trabajo contribuye a mostrar que el cristianismo y la dominación imperial fueron esfuerzos inextricablemente vinculados con la temprana construcción de la modernidad.

Por: María Eugenia Chaves Maldonado. Profesora Asociada, Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.

En este libro, la historiadora panameña Marixa Lasso hace un aporte a la historiografía de la participación de los sectores pardos en los procesos de independencia en Cartagena. Su trabajo se une a la renovación historiográfica que en este sentido hicieran en su momento Alfonso Múnera con su libro El fracaso de la Nación. Región, clase y raza en el caribe Colombiano: 1717-1810 (1998), y Aline Helg, Liberty and Equality in Caribbean Colombia 1770-1835 (2004). Siguiendo de cerca los argumentos de Alfonso Múnera, Lasso muestra que las “clases bajas” de Cartagena, compuestas de afrodescendientes libres, en su mayoría, establecieron canales y formas de participación política autónoma, es decir, no dependiente de las elites republicanas. Retomando el argumento de Aline Helg, Lasso explica que esta participación tuvo efectos concretos en la sociedad republicana que emergió de la independencia. El efecto más importante fue el de establecer una relación directa entre el mito de la armonía racial y la construcción de la consciencia nacional. Sin embargo, distanciándose de las conclusiones de Helg, Lasso, va a proponer que el grupo de los “pardos” que participaron en los sucesos de la independencia de Cartagena, tuvieron un proyecto político propio articulado alrededor de una reivindicación “racial” y que se manifiesta en la capacidad de movilización política de sus líderes; en sus decisiones autónomas que los llevan a romper la alianza con las elites y crear lo que los criollos autonomistas definieron como un caos político. En este sentido, Lasso identifica que existen dos diferentes proyectos para imaginar la ciudadanía, la nación y la participación política, el proyecto de las elites moderadas y el proyecto de la población mulata. Finalmente, Lasso opina que el ideal de la harmonía racial se constituyó en el discurso de la nueva nación republicana gracias al temor que las elites sentían hacia una guerra racial. Este temor fue alimentado por el recuerdo de los sucesos de la revolución en Haití. Otra de las consecuencias de este temor fue retardar las leyes de manumisión de esclavos. Por la importancia que tiene la investigación de Marixa Lasso en el contexto historiográfico y en el debate que se ha definido sobre la participación de los afrodescendientes en la construcción de la nación en el temprano siglo XIX, la publicación de este libro recientemente traducido al español es muy bienvenida.


El mundo global. Una historia. Hugo Fazio Vengoa. Bogotá: Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Ediciones Uniandes, 2013. Por: Wilson Ferney Jiménez Hernández. Estudiante del doctorado en Historia, Universidad de los Andes. Una de las principales características de la sociedad actual es la configuración de un nuevo régimen de historicidad en el que la forma de experimentar el tiempo ha sufrido una ruptura con la idea de tiempo teleológico, la cual permitía fundar toda comprensión de la realidad, para dar paso a una pluralidad de temporalidades con heterogéneos ritmos y cadencias, condensadas en un presente histórico discontinuo y complejo. Esta compresión temporal en la que las dimensiones de pasado y futuro son experimentadas como igualmente presentes, se articula con referentes espaciales sincrónicos en un horizonte de globalidad, enmarcando la condición de ser de la contemporaneidad actual. Comprender este escenario implica serios retos epistemológicos y urgentes acercamientos teóricos que permitan elaborar conceptos y categorías para potencializar su análisis; ejercicio reflexivo que desde hace algunos años es realizado por el Historiador y Doctor en Ciencia Política Hugo Fazio Vengoa. Como parte de sus avances teóricos, el profesor Fazio nos presenta en esta ocasión su libro titulado El mundo global. Una historia, el cual aborda de manera compleja la formulación de categorías de análisis para estudiar la sincronización y el encadenamiento de disímiles trayectorias históricas que organizan la experiencia temporal en la globalidad contemporánea. Para esto, el autor conceptualiza la existencia de una mundialidad acorde con transformaciones en las escalas espaciales y temporales y la convergencia de diversas trayectorias de modernidad, a partir de las categorías de presente histórico y modernidades entramadas. Estos planteamientos están acompañados de cuidadosas reflexiones sobre las categorías de tiempo y espacio y su relación con la historia, destacando las discontinuidades y cadencias temporales, las convergencias entre diacronía temporal y sincronía espacial, las posibilidades de no correspondencia de contemporaneidades o contemporaneidad de lo no contemporáneo y la formulación de una concepción topológica de lo social. En síntesis, este libro es el resultado de un arduo trabajo teórico enfocado a la producción de conceptos y categorías que nos permitan comprender la complejidad de nuestra contemporaneidad, preocupación característica, más no única, de las Ciencias Sociales.

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Imagen 1. Batalla naval en el puerto de Siracusa (Sicilia), donde los espartanos derrotaron a los atenienses durante la segunda guerra del Peloponeso. / GETTY Tomado de: http://economia. elpais.com/economia/2012/03/09/ actualidad/1331323462_121650.html Imagen2. Historia del buen retiro, tomada de Google.

El libro Lanzamiento de publicaciones de la Facultad Ciencias Sociales 2013 Felipe Castañeda. Miembro del Comité de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Sociales y profesor del Departamento de Filosofía, Universidad de los Andes. n fcastane@uniandes.edu.co

En este texto, Felipe Castañeda reflexiona en torno a los libros como por ejemplo, integradores de conocimientos y con capacidad de interrelacionar información y de inscribir conocimiento parcial en un todo, de tal manera que logran tener una visión sinóptica sobre un tema de estudio particular. En 1964, la Unesco definió ‘libro’ de la siguiente manera: “Un libro es una publicación no periódica, impresa, que debe contar al menos con 49 páginas (las cubiertas no cuentan), editada en un país y ofrecida al público”. Sin entrar a discutir sobre las ventajas prácticas de una definición de éstas, se trata de un planteamiento muy insuficiente si se piensa, particularmente, en todo el trasfondo que puede haber detrás de escritos de este tipo así como en su finalidad. Quiero traer a cuento el caso de Tucídides que es significativo al respecto. La Guerra del Peloponeso estalla en el año 431 a.C. Para ese entonces Tucídides, debía contar con unos treinta años, comienza a recopilar información sobre la misma. Es consciente de la gran importancia del conflicto y quiere llegarla a reportar. Comenta lo siguiente al inicio de su famosa historia: “Tucídides de Atenas escribió la historia de la guerra entre los peloponesios y los atenienses relatando cómo se desarrollaron sus hostilidades, y se puso a ello tan pronto como se declaró...” (Gráfica 1). No se le ocurrió que las hostilidades durarían unos treinta años. Pero mucho menos, que hacia el octavo año de la guerra fuera nombrado estratega y enviado a la ciudad de Anfípolis para llevar refuerzos, ya que se encontraba sitiada por los enemigos. No llegó a tiempo. La ciudad se entregó a Brásidas y Tucídides fue

castigado con 20 años de ostracismo, es decir, con destierro. Por suerte, Tucídides tenía la concesión, por decirlo así, de unas minas de oro en Tracia. De esta forma, el sabático al que fue condenado, junto con algo de holgura económica, le permitió seguir con su trabajo de indagador de la guerra, que se prolongó tanto como su condena. Resultado de su llegada tarde a Anfípolis, de su perseverancia, pero también, de haberse puesto como meta dar cuenta en profundidad de un evento mayor, fue su Historia de la guerra del Peloponeso, texto fundante de la historiografía en Occidente así como de la Ciencia Política. Así, no sólo escribió algo que es mucho más que 49 páginas empastadas, sino en un sentido diferente, lo que se puede considerar “un libro” con mayúscula. Este caso ilustra que hay cierto tipo de textos, de producción intelectual, que se caracterizan por algo así como el largo aliento en varias dimensiones: por la extensión del asunto del que se propone dar cuenta, por la profundidad del estudio al que aspira, por lo dilatado del tiempo de indagación, por la necesidad de tener en cuenta muchos puntos de vista, entre otras. No sé si “las comparaciones son odiosas”, pero es claro que hay cosas muy pertinentes para comunicar por escrito que no hay forma de incluir, por ejemplo, en un artículo. A veces es conveniente ir por el bosque, y por qué no, sobre sus alrededores, so pena y a riesgo de dejar en un segundo plano la especificidad y particularidad de cada árbol, de la misma manera que a veces es completamente relevante ir directamente sobre el destino de una determinada hoja, para entender, por ejemplo, la enfermedad del árbol y la del bosque. La familia nuclear de la república de las letras, requiere de ambos, libros y artículos. Podemos resaltar brevemente aquéllas cosas que puede hacer un libro y que muy bien pueden complementar, por ejemplo, las que son más bien propias de los artículos. Sin pretender agotar las posibilidades, los libros académicos se caracterizan por ser escritos aptos para integrar conocimientos específicos y particulares sobre un determinado asunto; pueden interrelacionar información de tal manera que se logre tener una visión sinóptica sobre el tema de estudio; son capaces inscribir conocimiento parcial en un todo.


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Hay cierto tipo de textos que se caracterizan por ser, algo así, como el largo aliento en varias dimensiones: por la extensión del asunto del que se propone dar cuenta, por la profundidad del estudio al que aspira, por lo dilatado del tiempo de indagación, por la necesidad de tener en cuenta muchos puntos de vista, entre otras.

Por esto pueden aspirar a versiones relativamente exhaustivas sobre su objeto de estudio; por lo mismo son aptos para introducir al lector a una área de estudios dando cuenta de su historia, de sus alcances, de sus logros, de sus limitaciones, de su presupuesto y de desafíos. Igualmente, por esta razón los libros pueden dar cuenta de las diferentes facetas que dentro de un mismo enfoque disciplinar se han generado para afrontar un determinado problema. Por otro lado, pueden enfocarse a profundizar en la complejidad del objeto de estudio en los casos en los que no se deja agotar por una sola forma de aproximación disciplinar. Este es, por ejemplo, el caso de las compilaciones. Su riqueza consiste, por lo general, en la diversidad de aproximaciones y puntos de vista, justamente bajo el presupuesto de la inconveniencia de un único criterio disciplinar de indagación. Otro tipo de libros responden a la necesidad de ensayar, asunto cuyo mérito a veces se tiende a olvidar. En este tipo de escritos se presupone precisamente la libertad básica que permite un espacio para que las intuiciones puedan llegar a tener forma, para que se arriesguen conjeturas, para que se logre la apropiación y asimilación de conocimiento ajeno que eventualmente redundará en algo de saber propio y demás. No sé cómo se genera el conocimiento en general, pero sin duda los libros juegan un papel decisivo en el asunto. A veces se requiere de mapas para poder saber dónde se está, o a dónde se puede ir, o cómo poder llegar una vez que se lo sabe. Pero también para establecer con qué se va uno a encontrar, hasta dónde se ha llegado y hasta dónde no, quién ha pasado por qué lado, por dónde se puede uno mover o no. Todo esto presupone visiones sinópticas, en uno u otro sentido. Y establecerlas es muchas veces de por sí una ampliación de la frontera del saber.

Reflexiones sobre el lanzamiento de las publicaciones del 2013 Publicaciones Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes.

El 14 de noviembre de 2013 tuvimos el más reciente lanzamiento de publicaciones de la Facultad, evento que se inauguró con las palabras del rector de la Universidad, Pablo Navas, quien mostró su satisfacción de acompañarnos, una vez más, en la presentación de una veintena de libros, y en los más recientes números de las cuatro revistas de la Facultad. Para el rector, la calidad de estas publicaciones, la pertinencia de sus temas, la circulación en aumento de sus libros y revistas a nivel iberoamericano, y los contactos nacionales e internacionales que con esta producción se realizan, muestran el compromiso de sus profesores con la investigación y con el conocimiento de la realidad nacional. Lo que se convierte en una clara demostración de que la vocación investigativa y el compromiso social de la Universidad se está traduciendo en hechos reales. Esta primera intervención estuvo precedida por las palabras del decano Hugo Fazio, que se refirió a las publicaciones y la trayectoria de nuestro invitado especial, Francisco Leal, pionero en estimular de manera sostenida la producción de textos en la academia nacional. Con su respaldo visionario surgieron las revistas Colombia Internacional, fundada en 1986 -Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes-; Análisis Político, fundada en 1987 -Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia-; y la Revista de Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales, creada en 1998. Enseguida tuvimos la participación de Felipe Castañeda, quien como miembro del Comité de Publicaciones de la Facultad, comentó acerca de la reciente producción, reflexionando sobre el papel que tienen los libros para entender, como mapas de conocimiento, a dónde se ha llegado y a dónde debemos dirigirnos cuando buscamos ampliar las fronteras del saber. En este recorrido, la Facultad ya ha publicado 366 títulos y para el 2014 cuenta ya con 22 manuscritos aprobados, que están en diferentes fases del proceso editorial. A esta cantidad, se suman también cuatro propuestas, que serán coeditadas con otras universidades del país, además, de otras veintena de contribuciones que ya se anuncian desde los diferentes departamentos de la Facultad. Cabe igualmente mencionar, que estamos cerca del momento en que se convoque a nuestros profesores para que presenten trabajos sobre temáticas investigativas específicas, que ameritan más publicaciones y que se perfilen centrales a nivel nacional. En lo que refiere a las cuatro revistas de la Facultad, hay que señalar que todas han buscado identificar contenidos relevantes, tanto a nivel nacional como latinoamericano, que se plasman en números monográficos que atraen la participación de una amplia cantidad de académicos de distinto origen. Si entendemos que el conocimiento tiene una dimensión que va más allá de las fronteras, estas redes ampliadas son el punto de apoyo que permite el diálogo y la circulación de reflexiones sobre temas sociales, que vinculan periodicidades y espacialidades diversas. En este sentido, la política editorial de la Facultad ha incentivado que los contenidos de las revistas sean de libre acceso, totalmente actualizados, en la web y en los índices bibliográficos. Todo lo anterior apunta a fortalecer los criterios de visibilidad, disponibilidad, uso e impacto de nuestras revistas. El último participante fue Francisco Leal, nuestro invitado especial, quien realizó un recorrido para ilustrar cómo fue el proceso de profesionalización de las Ciencias Sociales en Colombia, refiriéndose a los momentos claves, cuando estas disciplinas comenzaron a ser valoradas por los centros de decisión de la vida pública y se le otorgó relevancia a los aportes interdisciplinarios de las Ciencias Sociales. Esos resultados de investigación son los que se materializan en la producción de textos académicos, que a su vez, nutren la reflexión, el análisis, y la producción de nuevos enfoques para entender las realidades sociales que aquejan al país.


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Nación, relaciones de poder y aves Colombia vista desde otra perspectiva

Richard y Sally Price en Colombia Mónica Espinosa. Profesora Asociada del Departamento de Antropología, Universidad de los Andes. moespino@uniandes.edu.co

Con una considerable asistencia de público externo e interno, los días 22, 23 y 24 del pasado mes de octubre de 2013, el Departamento de Antropología de la Universidad de Los Andes, realizó tanto su conferencia inaugural de los posgrados como dos actividades académicas adicionales, preparatorias de la celebración de los 50 años del departamento que ocurrirá en el 2014. Los invitados fueron los reconocidos antropólogos Richard y Sally Price. Richard Price dictó su conferencia titulada Los derechos humanos, la antropología y la historia: la gente saramaka vs. el Estado de Surinam, la cual se refiere al interesante proceso de casi una década de luchas por el reconocimiento de los derechos territoriales de los cimarrones saamakas de Surinam y los eventos que llevaron a una emblemática decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Por otra parte, en alianza con el Museo del Oro del Banco de la República, Sally Price dictó su conferencia titulada El colonialismo en un museo poscolonial: la historia de una ausencia. Allí la antropóloga se refirió al perdurable imaginario eurocéntrico del primitivismo y a los silencios que acompañaron la construcción, diseño y puesta en escena museográfica del museo Quai Branly de Paris. Finalmente, Richard y Rally Price lideraron un foro orientado a los estudiantes del pregrado y el posgrado sobre la vocación del antropólogo. La presencia de esta pareja de académicos y la posibilidad de compartir ideas y hallazgos de sus más de cuarenta años de trayectoria en la antropología, nos permitieron redimensionar el valor de la labor antropológica y su significado en el mundo contemporáneo. Todas sus historias, centradas en los pueblos cimarrones y en los pueblos del caribe, que relatan la manera en que estas colectividades han creado de las cenizas y la destrucción historias únicas, relatos y artes, nos muestran que la historia de minúsculas, no importa cuan anónima, marginal o anodina, cuan silenciosa y silenciada, es siempre extraordinaria.

Camilo Quintero Toro, director del departamento de Historia de la Universidad de los Andes, evidencia en su libro Birds of Empire, Birds of Nation, a History of Science, Economy and Conservation in United States-Colombia Relations por qué pensar el mundo natural es determinante en política y relaciones de poder internacional. Dicha publicación obtuvo Mención Especial en el premio Alejandro Ángel Escobar de Ciencias Sociales y Humanas 2013 (premio considerado como el más alto galardón que se otorga en el país en cada una de sus áreas), y con él, el autor buscó responder a preguntas como: ¿En qué momento y por qué construimos la idea de que Colombia es la nación más rica en especies de aves a nivel mundial? ¿Fue esto una iniciativa exclusiva de científicos colombianos o fue una empresa que incluyó académicos de otros lugares del mundo? ¿De qué manera las aves han tenido relación con la historia científica y ambiental colombiana? El profesor Quintero manifiesta que el libro surge de su interés por las grandes expediciones de naturistas estadounidenses que llegaron a Colombia a comienzos del siglo XX, para indagar sobre las especies de aves que se comercializaban en Estados Unidos y Europa. Cuenta que el comercio de aves pequeñas y plumas tiene una historia de prosperidad debido a que eran muy apetecidos en el mundo de la moda, ya que servían para decorar los sombreros que lucían las mujeres en Nueva York, Londres y París. En este sentido, dice el profesor que su trabajo puede ser visto como “un referente para pensar en la apropiación de recursos naturales y en aspectos de carácter internacional como las patentes de semillas o el comercio ilegal de animales” y como un punto obligado para estudiar temas como la ‘biopiratería’. Adicionalmente, la Sociedad de Historia de la Ciencia, con sede en Boston, EE. UU., le otorgó el Philip Pauly Publication Prize por su artículo ‘Trading in Birds: Imperial Power, National Pride, and the Place of Nature in U.S.-Colombia Relations’, contenido en el libro galardonado.

Sobre el premio La Fundación Alejandro Ángel Escobar desde hace más de cinco décadas otorga Premios de Ciencias y Solidaridad. Los premios de la Fundación tienen origen en el interés de su fundador de apoyar y promover la investigación científica, así como a instituciones inspiradoras y ejecutoras de obras insignes. Para el Jurado esta obra “sugestiva abre nuevos campos de investigación. El autor trata el flujo comercial y científico de la avifauna colombiana, con fino detalle dibuja las relaciones entre vida cotidiana, moda, economía y explotación de recursos naturales. Así mismo, da cuenta del proceso de construcción de ideas de nación. Es un libro que abre múltiples campos de investigación en el ámbito de la historia social de la ciencia, en temas cruciales y al a orden del día, como el acceso a recursos genéticos, la biopiratería, la biodiversidad y su aprovechamiento para el desarrollo”. Más información en http://www.faae.org.co/


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Hacia un movimiento social y ciudadano por la paz Andrés Felipe Parra. Estudiante del Doctorado en Estudios Políticos, Universidad Nacional. Columnista de Palabras al margen. n afparraa@gmail.com

Lanzamiento nuevo portal OPCA El pasado 18 de Septiembre, el Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico (OPCA) lanzó su nuevo portal web. La renovación del portal responde a la necesidad de un sitio web más dinámico y participativo que integre a las personas interesadas en el patrimonio cultural. El rediseño del sitio web, tanto gráfico como estructural, y la actualización y edición de contenidos, pretenden complementar la información inicial del primer portal OPCA, lanzado en 2009. El nuevo portal permite acceder y descargar los Boletines OPCA de manera más directa al tiempo que cuenta con una agenda cultural más visible y una sección con Noticias Destacadas. Los cambios técnicos en el portal van de la mano con la necesidad de optimizar los procesos de análisis y de mejorar las formas de “observar” el patrimonio cultural y arqueológico. De esta manera, OPCA se compromete con la evaluación y gestión de políticas públicas y privadas, para la protección del patrimonio cultural. La página está disponible en http://opca.uniandes.edu.co/

El evento “Hacia un Movimiento Social y Ciudadano por la Paz”, que tuvo lugar el 12 de septiembre del presente año en la Universidad de los Andes, fue organizado por el portal de opinión y Análisis Político Palabras al Margen y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad, gracias al apoyo de la vice-decanatura y el trabajo de los profesores Laura Quintana y Carlos Manrique del Departamento de Filosofía. El cuerpo de panelistas estaba compuesto por Horacio Serpa Uribe, Iván Cepeda, Alberto Castilla, director del Coordinador Nacional Agrario, y el profesor de la Universidad Nacional, Leopoldo Múnera Ruíz. La moderadora fue Ingrid Penagos, columnista del portal Palabras al Margen. El evento quiso abrir un debate nacional en el que la agenda de la paz no se limite a las negociaciones de la Habana y su cubrimiento mediático, sino que pase por la intervención política de la ciudadanía, más allá de refrendar los acuerdos entre el gobierno y la insurgencia por medio de mecanismos de participación electoral. Teniendo en cuenta este horizonte de reflexión, el encuentro dejó planteadas las siguientes inquietudes, que deberían recogerse y ser evaluadas desde un debate de la academia y las Ciencias Sociales expuesto a reconsiderar las condiciones de una sociedad democrática, pensada como condición ineludible para la paz.

Terminación del conflicto y construcción de Paz

Lanzamiento Boletín OPCA 6 El pasado 5 de marzo del año en curso se llevó a cabo el lanzamiento del sexto Boletín OPCA “Patrimonio Cultural Inmaterial: la delimitación de un nuevo horizonte”. La conferencia con la que se dio a conocer la más reciente entrega del Observatorio del Patrimonio Cultural y Arqueológico, coordinado por el profesor Luis Gonzalo Jaramillo, se tituló “Patrimonio y ciudad de Bogotá. Prolegómenos para una plan de revitalización” y estuvo a cargo del profesor Alejandro Burgos Bernal, Subdirector de Divulgación del IDPC (Instituto Distrital de Patrimonio Cultural).

El boletín puede ser consultado y descargado sin registrarse.

Horacio Serpa abrió su intervención señalando que “La paz es ante todo participación” y que “la solución de la paz debe ser un ejercicio en el que participe el conjunto de la sociedad colombiana”. Pero enfatizó que por cuestiones prácticas no es posible que el conjunto de la sociedad colombiana participe en las mesas de la Habana, pues estas tienen un objetivo definido, el de discutir la terminación del conflicto armado. Por lo tanto, la participación ciudadana debe ser posterior a la firma de un acuerdo; es decir, en la etapa de reconciliación que busca crear nuevos acuerdos que hagan sostenible un país en paz. Leopoldo Múnera intervino diciendo que la construcción de la paz no podía reducirse a la terminación del conflicto armado, o sea, a la dejación de armas por parte de la insurgencia. Fundamentalmente, porque la paz significa acabar con los órdenes de la violencia que componen nuestra realidad social. Pero también la propia terminación del conflicto armado tiene que ver con la construcción de paz, por lo que es muy difícil distinguir esos dos momentos, como lo quiere el gobierno y los sectores dominantes de la opinión pública. Por ello, es de crucial importancia la participación de la ciudadanía que no debe tener espacio en la Habana, sino desde los espacios que la propia sociedad civil construya para exigir los cambios sociales y políticos que hacen posible el cese de los órdenes de la violencia y la construcción de la paz.

Construcción de paz y participación ciudadana El representante a la cámara, Iván Cepeda, afirmó que la intensificación de las acciones militares en medio de las negociaciones no ayuda a la cons-

trucción de la paz. La razón es que un aumento en las escaladas de la violencia sería un obstáculo para implementar los acuerdos que tengan lugar en la Habana. La construcción de la paz pasa por una voluntad de “frenar la guerra” que no debe ser necesariamente el cese bilateral, sino un descenso paulatino en la confrontación armada a través de una estrategia humanitaria. De acuerdo con Cepeda, la participación ciudadana debe buscar la consolidación de una nueva institucionalidad en las zonas donde el conflicto armado ha tenido una alta intensidad. Esta nueva institucionalidad creada y operada por los mismos ciudadanos sería la garantía del cumplimiento de los acuerdos de la Habana y posibilitaría una integración de los actores violentos en la sociedad. Finalmente, el representante dejó abierta la pregunta de cómo articular un movimiento ciudadano por la paz con un movimiento por la transformación del modelo económico que ha venido ganando espacios en la vida nacional, teniendo en cuenta que las élites del establecimiento están divididas en el propósito de conseguir la paz. Este es el tránsito de un “Estado antidemocrático” a un “Estado democrático” que permita la participación real de la ciudadanía en los asuntos que le conciernen. Finalmente, Alberto Castilla, vocero del Coordinador Nacional Agrario y miembro del Congreso de los Pueblos, indicó que la movilización social y política de los sectores populares debía entenderse como una forma de participación ciudadana que construye agendas para la paz. De allí que la paz no sea simplemente el conjunto de acuerdos con la insurgencia, sino que debe pasar por una transformación radical del Estado y los hábitos democráticos del país en donde se permita la protesta social.

“La construcción de la paz no puede reducirse a la terminación del conflicto armado porque la paz significa acabar con los órdenes de la violencia que componen nuestra realidad social. Pero también la propia terminación del conflicto armado tiene que ver con la construcción de paz”, manifestó Leopoldo Munera, PhD en Ciencias Políticas de la Université Catholique Louvain y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.


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Nuevos integrantes de nuestra comunidad Invitamos a las y los nuevos profesores de la Facultad a compartir con nosotros un poco sobre lo que hacen y sobre sus intereses de investigación. Esto fue lo que nos contaron:

Ana Lucía Jaramillo Sierra, Ph.D. Soy maestra en psicología clínica y doctora en desarrollo humano y terapia de pareja y familia. Me interesa entender cómo el género, concebido en términos relacionales y cómo determinante de diferencias de poder, afecta a los individuos, las parejas y las familias a lo largo del ciclo vital. Es de esta manera como mi investigación ha avanzado dentro de dos líneas de indagación. En la primera línea de indagación, me propongo entender cómo los hombres y las mujeres jóvenes construyen y de-construyen diferencias de poder por género en diversos aspectos de sus relaciones románticas (por ejemplo, en la intimidad, la sexualidad, la emocionalidad y las finanzas). Dentro de esta línea de indagación, recientemente examiné cómo las mujeres jóvenes construyen y de-construyen el género en relación con la rabia que experimentan hacia sus compañeros románticos. En la segunda línea de indagación, me interesa profundizar en cómo los psicólogos y las psicólogas clínicas, especialmente las que trabajamos desde un marco relacional, construimos y de-construimos diferencias de poder según el género en nuestro trabajo terapéutico. Como docente de la Universidad de los Andes continuaré trabajando en comprender las relaciones entre género, pareja y familia, y sus implicaciones para el trabajo terapéutico de las psicólogas y los psicólogos clínicos.

Ana María Otero-Cleves. Soy abogada de la Universidad de los Andes y cuento con un Doctorado en Historia Moderna en la Universidad de Oxford. Ambas disciplinas han determinado mis actuales intereses de investigación. Estos me han llevado a examinar las dinámicas sociales y políticas en el siglo XIX colombiano, a través del estudio de la cultura material y del consumo. Igualmente, estoy interesada en el estudio de la cultura política y la cultural legal en el siglo XIX, utilizando como punto de partida la circulación de mercancías y de ideas en dicho periodo. Esto incluye, pero no se limita, a la circulación del libro en la segunda mitad del siglo XIX, así como al análisis de una importante variedad de objetos importados en la formación de identidades regionales y de clase en el entorno colombiano. Adicionalmente trabajo en nuevas propuestas teóricas para el estudio de los intercambios cultural entre Latinoamérica, Europa y Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Gerriet Janssen. Comencé de trabajar con la Universidad de los Andes en 2005 en el Departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales. Participé en proyectos que incluyen la investigación y creación del Programa Inglés para Doctorados (IPD), programa dirigido a todos los doctorandos de la Universidad con el propósito de que conozcan los géneros de escritura y de expresión oral relacionados con su campo de estudio. Después de este proyecto, salí para la Universidad de Hawái, Mānoa, a ver las materias del doctorado en Estudios de Segundas Lenguas. Luego de pasar los exámenes comprensivos y la entrega de la propuesta de la tesis, regresé a Los Andes para trabajar en IPD, y concentrarme en la tesis del doctorado, que tiene que ver con el examen de IPD. Mis amigos en Hawái siempre me preguntaban: “¿Por qué Colombia? ¿Por qué allá?” Pero para mí la razón fue muy obvia: Los Andes es increíble. En UCLA (donde hice mi maestría) o en Hawái—como en cualquier escuela pública, creo—la demora para planear y ejecutar proyectos es tremenda. En Los Andes, si uno tiene una idea bien formulada, la Universidad está lista para agilizar lo necesario para que el proyecto se dé. Y los estudiantes… es un gran placer trabajar con estudiantes que de verdad llegan—y buscan tener—una formación educativa de un alto nivel. Y mis colegas que han venido ya entienden por qué regreso y por qué me quedo acá.

Juan Pablo Aranguren Romero. Soy psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, historiador de la Pontificia Universidad Javeriana, magíster en Antropología Social y Doctor en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Mis intereses de investigación giran en torno a la interrelación entre cuerpo, subjetividad y memoria en escenarios de violencia y guerra. He trabajado sobre los impactos psicosociales de la violencia política en contextos poscoloniales y en la transformación de los cuerpos y las subjetividades como resultado de conflictos armados y dictaduras. En los últimos años he trabajado en torno a las implicaciones éticas y metodológicas asociadas a la producción de saberes y escrituras a partir de la experiencia de cuerpos sufrientes, indagando desde allí los límites de la representación. Actualmente soy profesor del departamento de Psicología de la Universidad de los Andes.


Becas Fondo Dora Röthlisberger Santiago Amaya. Soy Doctor en Filosofía, Neurociencia y Psicología de la Universidad de Washington en St. Louis con especialización en Instituciones y Ciencias Sociales de la misma universidad, Magister en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia y Filósofo de la Universidad de los Andes. En Julio de 2013 me vinculé a los Andes como profesor asistente de Filosofía después de haber realizado una estancia postdoctoral en el Instituto de Mente y Cerebro de Berlín. Me interesa entender el error humano. En vez de preguntar cómo logran los seres humanos hacer tantas cosas de manera exitosa mi pregunta es más bien por los casos en que las cosas no salen como quisiéramos. Si somos tan inteligentes y competentes, ¿por qué nos equivocamos tanto? Mi investigación actual se ocupa de un tipo de error particular cuyo estudio Freud hizo famoso, los llamados lapsus de acción. Estos son errores fácilmente evitables que suelen atribuirse a pequeñas fallas de concentración, atención y memoria. Muchos lapsus son errores tontos, pero algunos de ellos son catastróficos—lo que hace que entender los lapsus tenga una importancia no solo teórica sino también práctica. Estudio el error desde una perspectiva interdisciplinaria. En mi trabajo discuto tanto aproximaciones filosóficas a la acción y la racionalidad humanas, como modelos cognitivos y neuronales de procesos de razonamiento y de toma de decisiones. Además de los errores, trabajo en temas de psicología moral, modelos formales de racionalidad y metafísica.

En el año 2004, en memoria de Dora Röthlisberger, la Universidad de los Andes, con la colaboración de un grupo de donantes, constituyó el Fondo de Apoyo Económico Dora Röthlisberger con un aporte inicial realizado por la familia de Dora. El propósito del Fondo era otorgar ayuda financiera a los estudiantes del Departamento de Ciencia Política que, además de destacarse por su desempeño académico, presentaban condiciones de necesidad económica. Desde el 2009, el apoyo del Fondo se extendió a los demás departamentos de la Facultad de Ciencias Sociales (Antropología, Filosofía, Historia, Lenguajes y Estudios Socioculturales y Psicología). Desde su creación, el Fondo se ha financiado gracias a las donaciones realizadas por la familia de la profesora Röthlisberger y a las generosas contribuciones de profesores, egresados y amigos. A la fecha, han sido 17 los beneficiarios de la Beca, pero nuestra meta es otorgar seis becas anuales, de manera que un estudiante de cada uno de los programas de la Facultad pueda beneficiarse. Así como Dora Röthlisberger lo soñó, el propósito es lograr que más jóvenes con motivación y méritos académicos adelanten exitosamente una carrera profesional y se conviertan en un activo importante del país.

Para este primer semestre del 2014, la Facultad otorgó dos becas, una a Sarah Muñoz Cadena (Ciencia Política) y la otra a Mabel Carmona Lozano (Antropología). ¡Felicitaciones para las dos beneficiarias! Si desea conocer más del Fondo Dora Röthlisberger o si está interesado en apoyar esta causa, complete los datos del desprendible y envíelo a faciso@uniandes.edu.co o llame al teléfono (571) 3394949, ext.: 2500.

Formato de donación Nombres y apellidos: _______________________________________________________________ Documento de identidad: _________________________________________________________ Fecha de nacimiento: ______________________________________________________________ Dirección: ___________________________________________________________________________ Ciudad: ______________________________________________________________________________ Teléfono(s): _________________________________________________________________________ Alhena Caicedo Fernández. Soy antropóloga, doctora en antropología social y etnología de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de Paris, master en antropología social de la EHESS, master en cine etnográfico y documental de Paris X-Nanterre, y desde enero de 2014 soy profesora del Departamento de Antropología. En términos generales, mis intereses siempre han estado cercanos a la antropología social, los estudios regionales y la antropología visual. Sin embargo, mi tema de investigación ha sido los chamanismos, tanto los tradicionales como las nuevas versiones que están apareciendo alrededor del mundo. He trabajado a profundidad el campo yajecero en Colombia y las múltiples modalidades en que circulan actualmente las “medicinas tradicionales”. Me interesa de manera particular las dimensiones sociológicas, económicas y políticas de estas nuevas formas de creencia y religiosidad en los contextos regionales, nacionales y trasnacionales. También soy miembro del Centro del Pensamiento RaizAL, una red de investigación transdisciplinaria sobre América Latina. Desde hace un tiempo vengo adelantando una investigación sobre historia local con poblaciones negras en los valles interandinos, concretamente en el norte del Cauca. Este tema me parece especialmente interesante para profundizar en los procesos de configuración regional. Por eso, espero en los próximos años seguir profundizando en ambas áreas de trabajo.

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Memoria y desarrollo urbano en Bogotá ¿Es la ciudad de los vivos el medio para hablar con los muertos? Paolo Vignolo, doctor en historia y civilizaciones, visitó la Universidad de los Andes el pasado 13 de septiembre gracias a la invitación que le extendió el departamento de Lenguajes y Estudios Socioculturales. Vignolo compartió parte de sus reflexiones en torno a la memoria y la ciudad en su charla titulada “¿Quién gobierna la ciudad de los muertos?, políticas de la memoria y desarrollo urbano en Bogotá”. Cuenta Vignolo que en Bogotá hay varios escenarios que permiten el desarrollo del lenguaje con el más allá y casi todos están ubicados sobre una línea espacial: la calle 26. Explica el conferencista que el “trazado de la 26” está unido por puntos que hacen parte de los mitos fundacionales de la ciudad y del país: El Cristo Crucificado en el Santuario de Monserrate, y Eldorado en el aeropuerto. Es precisamente sobre la calle 26 donde se encuentran la zona cementerial, recientemente el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, así como la Torre Colpatria; lugar desde el que, según Vignolo, se le está contando al país lo que sucede y lo que merece reflexión. No obstante, dice que en la calle 26 se evidencia una discusión política en la que aparecen otros monumentos emblemáticos que entran en la disputa política de la memoria del país, como es el caso del “Monumento a los militares y policías caídos en combate”. Lea el reportaje completo en:

3er Congreso Latinoamericano sobre trata y tráfico de personas Globalización, trata y acceso a Justicia: articulación de diálogos regionales

Primera Feria de Grupos Estudiantiles de Antropología 2014 Los días 23 y 24 de enero tuvo lugar la Feria de Grupos Estudiantiles del Departamento de Antropología. Allí se dieron a conocer los distintos grupos de participación conformados por estudiantes y profesores pertenecientes al departamento. Dichos grupos surgieron, por un lado, con el ánimo de investigar problemáticas actuales que conciernen al ambiente universitario (Grupo Historia y Antropología Fenicia); a los estudios de género (Semillero Interuniversitario Estudiantil de Género); y a la lengua y sus hablantes (Semillero de Lingüística). Y por otro, por el interés de gestionar espacios para la divulgación de trabajos, opiniones y reflexiones de los estudiantes de Antropología (Revista estudiantil El Etnógrafo) e incentivar el trabajo de campo, ejercicio inherente a la disciplina antropológica y esencial en la formación estudiantil (Grupo de Salida de Campo). Esta Feria fue el resultado de una iniciativa de los representantes del pregrado en Antropología y del equipo de trabajo de la representación, la cual contó con el apoyo de la dirección del Departamento y la Facultad de Ciencias Sociales. En aras de complementar la formación académica en el pregrado de esta profesión, el principal propósito de dicho evento consistió en generar un espacio para que los grupos de participación estudiantil del Departamento de Antropología se den a conocer tanto en esta unidad académica como en la Facultad de Ciencias Sociales. Además, la Feria Estudiantil constituye un medio para invitar a estudiantes de otras disciplinas, diferentes a la Antropología, a participar en los grupos ya mencionados. Así pues, la Feria Estudiantil fue el primero de muchos de los proyectos con los que cuenta el estudiantado de Antropología para fomentar la participación y autonomía estudiantil.

El Centro de Estudios Internacionales (CEI) de la Facultad de Ciencias Sociales junto con el Comité Latinoamericano sobre trata y tráfico de personas invitaron al 3er congreso Latinoamericano sobre trata y tráfico de personas, el cual tuvo lugar los días 16, 17 y 18 de julio de 2013 en la Universidad de los Andes. Los temas abordados durante los tres días fueron “Globalización y Trata”, “Derechos y Justicia”, y “Comunicación, Observatorios y Nuevas Tecnologías” respectivamente. Asimismo, se contó con paneles en los que se discutieron temas como: i) contexto: factores facilitadores de la trata; ii) actores y roles: construcción y deconstrucción de la trata; y iii) dinámicas: cambios y continuidades en los procesos de interacción de la trata. Si bien la lucha en contra de la trata de personas ha sido incorporada a las agendas políticas de prácticamente todos los países de América Latina, este flagelo está lejos de ser comprendido, prevenido y combatido en su complejidad de forma que garantice la protección efectiva de los derechos humanos de las personas, su acceso a justicia, reparación y garantías de no repetición en la región. A esta problemática se suma el hecho de que Latinoamérica no sólo sigue siendo un lugar de origen y tránsito de víctimas de trata, sino que además se está convirtiendo en un lugar de destino. Fue así como este 3er congreso, bajo el título de “Globalización, trata y acceso a Justicia: articulación de diálogos regionales”, buscó generar un espacio de diálogo para contribuir a una mayor sensibilización y conocimiento sobre la trata de personas entre académicos, gobiernos, sector jurídico, ONG, sector privado, medios de comunicación, entre otros. De igual manera, este espacio de intercambio de conocimientos quiso aportar datos e información para el adecuado análisis del fenómeno y formular recomendaciones a los Estados de América Latina para que incidan en la legislación y políticas públicas de lucha contra la trata, priorizando el respeto y protección de los derechos humanos. Si desea más información sobre el congreso, visite:


itinerarios 27

Vanessa Lemm: Un nuevo paradigma biopolítico de la comunidad El pasado 9 de septiembre de 2013, el departamento de Filosofía de la Facultad de Ciencias Sociales invitó a Vanessa Lemm, doctora en filosofía de la New School for Social Research y profesora asociada del Instituto de Humanidades de la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile, a dictar su conferencia titulada “Un nuevo paradigma biopolítico de la comunidad”. En su charla, Vanessa plantea preguntas como: ¿Qué es una comunidad si quienes la conforman no tienen nada sustancial en común? ¿Cómo establecer lazos? ¿Cómo puede la diferencia radical propiciar formas comunales de vida? Como abrebocas de su planteamiento, Lemm alude a dos analogías que reflejan la sociedad de hoy en términos del nuevo paradigma biopolítico de comunidad. Por una parte, afirma que el activismo de la cantante Lady Gaga ofrece una comunidad global a quienes se sienten excluidos por ser perdedores o ‘nerds’. El único requisito para pertenecer a esta comunidad es ser un ‘pequeño monstruo’, como los llama la artista. Por otra parte, Lemm, quien parte de los conceptos del filósofo italiano Roberto Esposito, alude al activismo político de Facebook y otras redes virtuales para decir que “El bullying pasó rápidamente a ser una situación pública que genera políticas globales”. En su entrevista concedida a la oficina de Comunicaciones de la Universidad de los Andes, la profesora Lemm amplía parte de sus argumentos. Si desea conocer la entrevista completa titulada “Muy amigos, pero nada que ver”, lo invitamos a que la consulte en http://www.uniandes.edu.co/noticias/ ciencias-sociales/icomunidades-hiperinmunizadas

Vanessa Lemm es doctora en filosofía de la New School for Social Research, EU. Magíster en filosofía analítica del King’s College, University of London, Inglaterra. También obtuvo el D.E.A. (Diplome d’Etudes Aprofondis) y la licenciatura en filosofía de la Sorbonne, Université de Paris-Panthéon I. Actualmente es directora del Instituto de Humanidades y del magíster en Pensamiento Contemporáneo del mismo instituto. También es profesora de filosofía de la University of New South Wales, Sidney Australia donde dirige la Escuela de Humanidades y Lenguas.

7° Congreso latinoamericano de Ciencia Política. Fortaleciendo y proyectando la disciplina de la Ciencia Política en América Latina y el mundo Andrés Mauricio Ortiz Riomalo. Estudiante de Maestría en Ciencia Política y asistente de Investigación, Universidad de los Andes n am.ortiz256@uniandes.edu.co

El mes de septiembre finalizó con la realización del 7° Congreso latinoamericano de Ciencia Política, evento organizado por el Departamento de Ciencia Política en representación de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP). Meses de trabajo y dedicación permitieron llevar a cabo este evento que ofreció a los participantes espacios adecuados para discutir sobre temas políticos, presentar sus trabajos e investigaciones y conocer politólogos con intereses similares en investigación. El congreso duró 3 días (25, 26 y 27 de septiembre) y asistieron aproximadamente 1600 participantes. De estos, fueron casi 900 ponentes los que expusieron sus ideas sobre fenómenos políticos y recibían comentarios alrededor de los resultados preliminares de sus investigaciones. Más sorprendente aún fue el hecho de que cerca de 30 nacionalidades diferentes se congregaron en la Universidad para intercambiar puntos de vista y experiencias sobre la identidad que ha ido adquiriendo la investigación en Ciencia Política en cada país. La misma dinámica del Congreso permitió examinar y discutir la forma como se ha ido construyendo la disciplina en América Latina. De este modo, el evento permitió reafirmar la identidad de la disciplina, explorar y fortalecer sus vínculos con otras disciplinas y, sobre todo, interrogar su futuro y el de los politólogos como científicos sociales. Ahora bien, ¿qué significó tener aproximadamente 1600 personas dentro de la Universidad? Permitió mayores vínculos y conexiones entre distintas universidades y nacionalidades. Permitió la difusión del conocimiento y la interacción con personas que pueden contribuir a enriquecer la labor del politólogo, su conocimiento sobre el mundo y los fenómenos políticos. Pero sobre todo, permitió la creación de redes para avanzar también en la labor que tiene la disciplina de entender las dinámicas políticas y, en tanto ciencia social, de comprender la complejidad del mundo social y los fenómenos actuales. El Congreso permitió además entender la importancia de estudiar y pensar la política y la sociedad desde Latinoamérica. Es decir, qué significa pensar la Ciencia Política desde América Latina. Finalmente, es necesario destacar la importancia del Congreso para la Universidad de Los Andes. Para el Departamento de Ciencia Política representó un espacio para mostrar su capacidad para de organización y liderazgo en las discusiones políticas a nivel regional. Se proyectó como un departamento consolidado, en constante búsqueda de mejorar los métodos de enseñanza y difusión de conocimiento, y de encontrar la mejor manera de abordar la problemática política sin olvidar que la Ciencia Política debe ser capaz de dialogar con las demás disciplinas de las Ciencias Sociales. Para la Facultad de Ciencias Sociales, puede ser un ejemplo que señala la importancia de generar espacios de discusión, interacción

e integración dentro de cada disciplina y con el resto de las Ciencias Sociales. Además señaló la capacidad que tuvieron todos sus miembros para contribuir con las exigencias que demandaba una organización de un evento de este tipo. Por su parte, la Universidad de los Andes, además de toda la capacidad logística y su voluntad de apoyo para que este tipo de eventos se desarrollen adecuadamente, mostró su interés en convocar y liderar la organización de eventos que permiten generar espacios de discusión sobre qué herramientas son necesarias para investigar y estudiar los problemas o fenómenos que son de interés para el mundo actual. Si desea más información sobre el congreso, visite:



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