Preferiria no hacerlo Nº5

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Año 3 Número 5

2008


Josefina Irurzun

Números

1 Cifras del reino de la carne y los huesos Nadie en casa que resuene ante el espíritu del arrullo No hay anticuerpo para el abatimiento Silencio Retorno

2 Mira que soy iniciada en la aritmética del consuelo advertencia de la vida que continúa en la coagulación de la aflicción.


3

prometo miraremos con irreverencia las luces que nos dejaron la velocidad del aluvión la melodía acabada el espiral del río en el que bañamos la simiente.

4

Con los bolsillos llenos de tiempo he salido a divagar por la sombra del viento que no tiene rumbo y las calles solitarias se disfrazan con mi cuerpo. 5

Digna luz de tu elegía invitada de honor en mi larga noche divaga oculta en


las entrañas de una ciudad que ignora la paciencia de sus jardines me contiene mientras la carne engaña al espíritu prometiendo su reposo. 6 Una extraña dolencia invencible se expande talentosa juega con todo el vestuario de la resignación mientras todas las líneas incontables de las manos almacenan la claridad de la tarde mientras la aflicción es reina provisoria del aliento.


7

Presentimiento de claridad consumación de la sonrisa que altera el rumbo diáfano de las sombras fundidas en el hecho imperfecto.

8 En el olvido un átomo correteando los días veloces creen evitar la desolación circular.

9 La carga eterna de un reloj siente el impulso veleidoso de arrojarse a otra tierra.


10

Luego encontré envuelta en otro cuerpo igual al mío la luminiscencia exacta del universo. 11 La compañía de la belleza urbana desafinada abrumado en la residencia de lo real, el día descree del polvo apaciguado.

12

Figuración de la savia del árbol enraizado en la intemperie del amor.


13

El brote de un cactus implacable en la inmensidad la serenidad del velero perdido que se mece sin pausa entre el viejo y el mar.

14 Contrapunto de autopistas y aves migratorias Concordancia del pulso vital corroĂ­do pulso vital perseguido pulso rimado en un devenir de fuga. 15

Las manos que usamos para escribir unir, tocar, pulverizar, apretar, fregar, levitar‌ van dibujando las almas. La melodía tiene agujeros excavados hace tiempo agujeros aprendices de frugalidad.


16 Poder de experiencia despierta y duerme pulsa y deserta oculto en los edificios demolidos en los ritmos de las pupilas encandiladas. 17 Frecuencia del sudor del río, reminiscencia del miedo, el frío que retorna para devolver la fragilidad del instante desnudo. 18

Toda la apesadumbrada resistencia en la inconsistencia de las horas que agitan el sueño flota un abrazo aferra la línea de vida.


19

Fuera de foco la intransigente dama se desvanece con la chance de volver a estrechar el infinito. 20 en el humo blanco el humo negro en la inmediatez del aburrimiento deseaba tenerte resplandor de un dĂ­a siempre imperfecto palidecĂ­as como humo negro humo blanco. 21 querĂ­amos deslizarnos descalzos sobre el pasto hĂşmedo dibujando corderitos entonces


el pequeño príncipe enamorado nos guió hacia la rosa nos contagió de la rosa frágil y eremita. 22 ese viento pagano de la ruta pensamiento desgastado de tanto surgir entre carteles de muros escritos con frases

23 pero háblame igual cuéntame rápido! que se desarman los días llevando la mirada enmudecida del misterio la distancia y la ausencia de la piel endurecida.


Jerónimo Ruiz

Selección de los cuadernos: Espacios para llenar; Poemas cantados; Voz y Hueco -Espacios para llenarsoy un bandido del oeste luminaria mi caballo estrecho como una grieta hecho de polvo y tierra mis dientes mis espuelas de plata reflejan el enorme desierto planchado por un sol que blanquea y reseca todo a mi paso de golpe ante mi las cosas comenzaban a tener significado no necesitaba retener nada más y las fotos, el paisaje las cosas expuestas estaban en mi y dentro todo mi cansancio enamora

recae en la hondonada como una almohada llena de plomo y un tenue remolino de trapos viene a acompañarlo los codos helados apuntan al cielo y la saliva tibia se desliza hacia el suelo su último aliento es el gas la inauguración de la tormenta


Un día brotarás dormida sobre la hierba roja te conoceré porque ya te conocía. La niebla traerá detrás suyo la lluvias y lavaremos la paz de las mutilaciones con calma y felicidad. Bajo nuestras cascaritas en cicatrices está escrito. -Poemas cantadosBrotan una a una plumas firmes por mi columna como si fuera toda a lo largo un penacho zodiacal un ala única. Han nacido para que me levante el viento como a una cosa más del mundo tirándome de las plumas como a un piel roja. Recorro otras ciudades otros campos aéreos con sus dibujos en el maizal, zonas nevadas zonas dispersas. Estas plumas son la escafandra de mis vértebras mi traje volátil y se llenan de pintas negras por cada punto en los mapas. Soy barrilete de carne, remontándome en el aire como una alfombra mágica. Y en mi pecho siento la emoción de subir con toda la fuerza de mi alma.


- Chica que baila Chica que baila ahora esta cerca de mi todo lo demás puede esperar tu estas aquí conmigo. Chica que baila cerca de mi. Yo te palpo las mejillas calien tes, sudas mi amor a través de tu espalda de tu vestido y tus mejillas irradian. Todo lo demás puede esperar. British Song Sigues aquí… por favor toma mi mano. Acércate dentro mío, entre lágrimas corriendo, no mientas. Toma mi mano pasea. Ladéate de un lado a otro, permanece junto a mi. No dejes de balancearte no sueltes mi mano vamos. ¿Realmente sigues aquí? Estoy conmovido hasta los huesos. Suelta mi mano y deshácela en mi pecho hasta tocar la fibra en mi corazón. Sostenlo con fuerza para hacerme reco rdar.

Se la quito y le aprieto allí donde no llego con el cuerpo. No llego en mi ceremonia


y más aprieto la sigo adentro hasta silenciar la tarde. Bracea su bombacha entre las sábanas cuando nos quedamos quietos como perros oliendo a bosques de piel recién asesinados.

Los peces de aguas oscuras se sumergen en la hiel. Murmuran burbujas que tardan horas en subir al aire exterior. Los peces de aguas oscuras penetran en la espesura de su lago y cada tanto, buscan el aire allá arriba. Luego de mucho esfuerzo, saltan. Los peces de aguas oscuras menean como rayos los hilos de barro en el aire y desean destrozarse en el cielo para que la luna magnetice su ingravidez y mientras tanto caen a la negrura de su lago donde pueden volver a respirar y espiar entre los camalotes. Así mis palabras van mejor, distinto si te las digo y se les va el gas, se mueren en la boca. Lo que digo sólo es masa en el aire. Pero no voy a poder escribirlo todo así sean las mil maravillas no más no voy a poder escribirlo.


-VozSólo sedimentos inefables para esta triste desesperanza. Una desnudez entrañable e insular, para jamás saber para jamás lograr que aún la fauna y la flora internas sean el cántico indescripto y la forma. Sólo indescriptibles dibujos sólo hilos de baba en el viento que se desprende de la fauna y la flora eternas. Emerge desde mis años venidos en silencio sin que nadie lo note una fiebre emocional y yo hundo en el mar las noches del sol despedazo mis ilusiones en la coraza del viento. Ante el viento marino y su sal viejísima todo se disipa. Un tibio vapor que resuma a través del cañaveral para que se limpien de ideas los nervios de mi piel. La negrura de las almas flota como una brisa canela. Dibuja nadas que se destrozan en los pechos y sólo se respira el aire. Paseando golpeando el polvo estático los perros van sonriéndose sus dientes.


Y cedo lugar a un instinto que nos une paso a paso. Durante el día, el viento alza las montañas y por elevación corre un alto sendero de humo. La deriva del silencio trota y destroza los paisajes dejando que por si sola la luna se descosa penetrando en el aire con el vigor de una fruta sin piel dejando sentir la pulsión desnudando su pequeña imagen transparente.

Es aquel que en su interior detiene un centro de nuez abovedado en donde una pelusa interior ilumina la imprecisión de las cavernas los parajes las casas y un infinito derrumbe emocional. Desea que durante breves pausas, la canción se vuelque silenciosa sobre los trozos dispersos y sobre la pálida ceremonia.


-Huecohoy me colgué el corazón al cuello para no olvidármelo en ninguna parte lo arrastro como una madeja pequeña ¿cómo es que hay tanto amor en esos nudos?

hay hombres que abrazan a sus parejas con fragilidad como si fuesen grandes vasos y nadie nota el terror en sus ojos el miedo a que estallen

tengo un nudo en la garganta pienso en ti las horas pasan como cangrejos bajo mi espalda y los días se vuelven para verme ir mis manos tantean este entripado pienso en ti sin hablarte sin llamarte hablo a nadie no estás



Juan Ignacio Bazoberri Gandolfo

Porción de mundo Esperando el sueño la tregua de la noche veo en las cortinas el último esfuerzo del día

Abandonamos el cielo para esperar los días con cuerpos blancos La vieja casa del recuerdo es cada vez más pequeña hasta que ya no podemos perdernos en ella Leímos el guión del destino pero no encontramos nada nuevo Es el mismo dolor mil veces repetido La tensa armonía nos esta desequilibrando y al final de la caída son nuevos rostros los que se roban viejos llantos

La melodía cambiante del paisaje me lleva a la calle para buscar lo que otros abandonan Esperar la luz perfecta acechando la ventana Una señal secreta para iniciar la partida Desconociendo el trayecto el final nos será anunciado


Las celdas las tumbas los cuerpos son el territorio claro y conocido desde el que gritamos hacia nosotros mismos para sembrar espejos en todas las aguas

Así se fue la tarde en silencio por la ventana incendiada para que floreciera la noche

Esta persecución que nos arrastra por los días nos llena de ausencias pero la satisfacción es obligatoria

Detrás de los árboles que se tuercen con el viento las antenas en los techos como insectos dormidos De esta lado de la ventana con un escudo de humo la seguridad de nuestro nombre justifica el encierro


En la calle la guerra asesina las palabras el cielo pesa como una cúpula tocamos nuestro cuerpo y sentimos una tumba antigua Ya nada es posible salgamos al mar para retornar a la vida prendamos fogatas para hacer el día en nuevas tierras

Mientras duermo el polvo cae sobre mi cuerpo lentamente me cubre y al despertar la nube que estalla me ciega

Las acusaciones del sentido caen como un telón sobre lo que quedaba de inocencia

La deforme ilusión en el mediodía de los sentidos nos muestra la calle escoltada por árboles Es demasiada complejidad permanecer dormido cuando en los patios caen bombas y una pequeña sonrisa nos llena de impulso


La solución más gris es este silencio sostenido por nuestro honor falso y vencido Nuestro idioma son dos palabras imposibles de pronunciar sin abandonar la sombra

Niños presos en balcones escupen el asfalto La pared cede al paisaje y se derrumba

Los ríos desbordan las palabras se secan Se quiebra el último cristal del edificio dorado Los sonámbulos llevan sus pasos hacia el mar oscuro todos marchan en silencio ya abandonaron las oraciones Una ciudad vacía entre el humo deja escuchar el nuevo canto de los pájaros liberados

A Pedro En la playa el hombre espera que suba el mar


En la habitación más húmeda del mundo se prende un cigarrillo que ilumina la noche tensa Dos cuerpos separados por el sueño pierden el misterio lentamente

Ahora esta luz nos domina La evasión es más dolorosa Cae sobre nosotros la incógnita que nos atornilla a la saludable costumbre de creernos



Pedro Ruiz

El árbol El árbol se acerca con pasos teñidos -terrones húmedos y oscuros-. Mide sus pasos en otoño sus saltos en verano pero en invierno simplemente gatea. Busca desesperado por todos los rincones del parque a la primavera la misma amante. La penumbra lo asusta le habla por lo bajo y retira asustado sus manos del fuego. Yo me pregunto ¿sabrá cuál es el peligro de acercarse al fuego del amor?

Los monjes Los monjes pasaban sus días criando perros policías… Todos deben cuidar de la fe.


La plenitud la plenitud de la mariposa se esconde en un capullo en el río Amarillo -más extenso que la misma Chinatras su corriente en su aleteo constante de colores prendidos y aromas apagados río y mariposa son uno el paseo de la mariposa ondulante desfile de moda me despierta la santa envidia de aquellas que metamorfosean su espíritu en alas en deseos de nada sobre el río Amarillo -más profundo que la propia Chinaapropiándose del humo de las fogatas que la ayudan a elevarse río ribera y mariposa son uno

El sol sobre su espalda

¿Cuándo ella toma sol? ¿lo bebe lo atrapa lo desea lo siente lo hiere lo toma? su piel es de primavera su piel es de verano es llanto de otoño desesperación de invierno


cuando ella toma sol sobre la arena el rocío se niega los marineros que pescan cerca de la costa se alejan de sus redes y buscan rubias cabalgaduras escandinavas que los alejen hacia un infierno mítico le gritan al sol renacuajos y ranitas capullos cerrados farsante estrellas transparentes cuando ella toma sol sobre el césped

Si tu pecho si tu pecho… el examen perfecto de la geometría euclidiana las circunferencias aún ignoradas de los escolásticos el semen de los eunucos si tu pecho… el accidente menos acabado el aroma de todos los jardines de mi calle el paisaje que se pierde en la penumbra del pensamiento si tu pecho si tan sólo tu pecho…

Te prefiero te prefiero niña con la voz fresca defendiendo el amor que adulta con la boca rendida de negar sueños


Para nombrarte para nombrarte utilizo el silencio ya que nadie te conoce o al menos eso creo yo porque todos te saludan todos te miran algunos te escuchan y yo te amo nombrándote en silencio

Si Elvis viviera seguro sería amigo mío porque llevo el ritmo en todo el cuerpo... usaríamos el mismo tipo de ropa y de zapatos y llamaríamos la atención por nuestros peinados. Si Elvis viviera tomaría mate amargo como los guapos y dejaría escapar una sonrisa como quién no esconde nada.

¡Eso sí! Si Elvis viviera nunca la presentaría a mi novia.


Me he mudado a Bosnia La voz muda de los bosques me confiesan sus pecados sus miembros de nieve y barro no han escuchado el grito de ninguna bala en mucho tiempo solo el silencio del pasado que busco en todos los rincones aturde -me aturdelos bosques de Bosnia se despiertan penitentes con la cruz de la historia sobre sus espaldas y sus habitantes renuevan al calor de sus frases la vida de una etnia de un pueblo de una nación jornada tras jornada sin que el grito de las balas los asombren... Me he mudado a Bosnia El paisaje es tan blancoautoritario o así me lo han descrito los periodistas que aquí todos usan ropa de diferentes colores como forma de protesta y no es necesario tener los ojos abiertos para poder ver como la autoridad hace respetar sus poderes de forma azarosa sus tormentas barren con todos los grupos que quieren subvertir la realidad pobres rebeldes pelean contra el viento blanco con los rezagos de otros combates con las granadas de mano de otros regímenes que todavía no se han caído de la cama Me he mudado a Bosnia Su ruinas no me conmueven ni se conmueven ante la presencia extranjera ya es parte del paisaje -también yo soy parte del paisajees aquel testigo que grita la falta de justicia y la abundancia de señores justicieros “si la paz desfila por el camino que transito... que más quiero que me dejen caminar tranquila...” Me he mudado a Bosnia Vayas donde vayas la lluvia siempre esta presente como una vieja historia que nunca termina una vieja historia que relatan las madres a sus hijos antes de dormir un obsequio que ellas te permiten disfrutar aunque seas extranjero


un compañero que recita de memoria los nombres de todos los habitantes del país un compañero que no usa palabras cuando habla contigo Me he mudado a Bosnia Miles de gatos duermen desafiantes en las calles atiborradas de ... el agotado aliento transita las calles jugosas de nievebarro se adormecen en los escondites de las ruinas cubriéndose de la nevisca que calma los impulsos como viejos sabios comprenden que toda esa humanidad que los rodea forma parte de un escenario móvil e inquieto donde las balas no son omnipresentes... ya no se escuchan cantar viejas melodías de pólvora. Me he mudado a Bosnia Después de la tormenta camino por las calles con esta carta que te dará mil razones para venir a quedarte conmigo: siestas coronadas por el canto de pájaros sin nombre árboles que se agitan tan solo con el susurro de las voces de los niños nubes miles de nubes que increpan al sol con el gris de sus voces voces de fantasmas que te invitan a almorzar platos típicos de reinos olvidados y la razón más importante la paz la paz que fluye por el cielo de Bosnia y que gotea en todas las miradas que te antojes ver. Te espero...me he mudado a Bosnia.




Alberto Gagetti Inconclusiones No puedo entenderme en ese temor a volver a casa esa aversión a la muerte doméstica cuando los amigos partieron o están vaciando sus memorias en habitaciones vacías están las mujeres de ojos al borde del abismo con su corazón franco y sensual en los bares la madrugada recorre los vasos y suena la locomotora de la medianoche entonces rasguear calles como nervios trabados en las sienes cuando el viento golpea las puertas que exudan su frío sudor arrastrando paisajes de desacompasada pasión No se qué pensar del tiempo y los espacios que va dejando la naturaleza tiene su tercer ojo probablemente estamos en su interior y nos proyecta como a seres borrosos tratando de descifrar el devenir Una tentación por vez eso significa inconcluir o sea aplazar el resto en la inconclusión de lo inconcluso Breve es tu hora feliz animal de astas de luna No te culpo de nada nada tenemos que adivinar intuir finalmente embrutece si me decís que somos viento estelar o ráfagas de la ilusión te lo creo todo Hoy hice todo bien di al aire mi ser de aire entretuve a mi ordenadora mascota me quedé despierto y tarde escribí en la alta mansa noche comprendí la ley muerta en su ley


El eje del mal

El hamster en la rueda de la pecera es como la inverosímil vanidad: no va a ningún lado pero cansa Nada lo persigue su corazón le envía mensajes codificados de su instinto e intenta rastrearlos a través de la sangre Si tuviera más lugar se haría una pista Para el hamster la rueda es un dispositivo que lo transporta a espacios diferidos. ¿O es que cuenta sus pulsaciones en la barra de la rueda? Eso el hamster persigue: sus latidos

Hibernación

Vivimos en pozos habiendo tanta cordillera y tanta pampa vivimos en un pozo el corazón de piedra está partido el mundo que vivimos no es nuestro mundo se diluye entre sus quiebres o es un laboratorio donde impera el caos el individuo no puede más no existe y la sociedad está en su contra eso indica que vivimos en un pozo que somos periféricos de nuestra propia suerte


vivimos en pozos donde vemos caer las horas muertas en un ritual funerario cavamos en relojes detenidos perpetuamos los mismos infortunios densos e insolubles pospuestos para las futuras generaciones en la boca del pozo aguardan los lobos y los vulgares bandidos

vivimos en un pozo de cuyos bordes donde colgaba el musgo brillan ahora las estalactitas de un frío letal violento a la gente se le congela el diafragma o se le tapa la bomba de nafta y llega tarde a cancelar obligaciones más bien somos como continentes borrosos latidos tardíos ecos demorados el viento dice lo que las casas dicen la nieve es alucinante y ya no moja vivimos en un pozo donde las familias hacen rondas ante la pantalla de llama azul gaseosa como en los viejos tiempos para no estar tan solos para estar algo más apartados de los demás los perros duermen ante el baile de las llamas los niños aprenden del temible apocalipsis masacres a sangre fría filmadas de antemano colapsos múltiples accidentes masivos opiáceo natural para adultos cansados e insatisfechos en la medianoche los ángeles tienen una risilla sospechosa

vivimos en un pozo molestandonos unos a otros habitantes notoriamente malhumorados pensando que deberían llegar más velozmente


a través de la ciudad como una masa densa intraspasable cada uno demorado en sí mismo transportados en medios ensimismamntes desesperados por noticias

Vivimos en Pozos y Cochabamba cuando eras chico querías ser vagabundo y la ciudad tu casa interminables veredas de baldosas flojas te llevan una batería suena con inflada por tus cachetes un rock que escupís desde la lengua las calles de Buenos Aires giran en espiral las cúpulas se inflaman las torres emiten te aterran las muertes presentidas la piel es como una débil cáscara no somos sino como insectos para los grandes proyectos

Vivimos en un pozo descendemos sin saberlo hacia puertas cuya extraña geometría nos devuelven a un terror animal breve la hora feliz de un hombre la comprime y la aviva un fuelle de mil años entre el primer hombre y el último entre la mujer ancestral expulsada del bosque y que va por agua cargando su hijo o lo deja en un pequeño pozo mientras labra el campo entre el hombre que sale a cazar y regresa como forastero de ambas orillas de la noche el ciudadano concreto ante la materia transferida y el técnico fantasmal en sus rigurosas mediaciones ellos encienden un fuego muy lejos uno de otro se amansan tratando de entender de adivinar en las llamas de sus corazones ofrendados


Vivimos en un pozo hemos excavado en nuestra decadencia sin hallar demorándonos perdimos el tiempo y el tiempo nos perdió debemos ahora estar perdiendonos algo alguna fiesta mientras algo trama el mundo sin saberse sujeto a sus consecuencias sabemos que la vida retoma a su cauce y da las notas más bajas

Vivimos en un pozo el mundo inunda la estrechez de la mente no hay allí en los lóbulos en las circunvalaciones cerebrales sustancia suficientemente veloz como para sintetizar la parte ni el todo ni la relación que los aparta el clamor universal de la sangre de los débiles

Vivimos en un pozo ahora el pozo está al revés es una profundidad ascendente en el hondo cielo donde las cosas son como son y los hechos resisten como pueden las múltiples lecturas del universo disgregado mientras nos vamos rodeando de desiertos


Consorcio de la fibra óptica el chico genial transforma la materia en su deseo una rebanada de pan lactal lo hace funcionar como a un disco de música la muchacha que es todo deseo y cuyo deseo es ser deseada la mujer cuyo agotamiento nervioso al cuidado de los niños se resume en un dulce rostro cansino señora de una gran sensata belleza el señor jubilado que ha apilado años de salarios y usa a diario ropa industrial de trabajo deplora que su nieto gaste las corneas en los juegos el muchacho que encaneció de un saque en una ráfaga que le brotó del monitor como un vendaval de años y envejeció de repente espera en su ordenador graves asuntos y resultados valijas de información paquetes paquebotes contrabandos los eternos adolescentes que no pisan la calle por chatear los estudiantes que ya no estudian obtienen y concluyen los que se demoran horas curioseando y reproducen en la pantalla su cautiverio virtual familias enteras cumpliendo rutinas a la velocidad del transporte informativo la existencia como deporte banal todos ellos se refugian en su saturada intimidad todos somos universos en disolución territorio de fuerzas en disputa en el campo de la comunicación donde mucho es simulacro y saturación por ello que se ha reunido el consorcio de la fibra óptica con el objetivo urgente y primordial de abrirse paso en la autopista de la información y demostrar que la comunidad es un cerebro rodeado de cables y postes cajas de medición y drenajes ya que si la fibra continúa colapsada los paquetes de navidad se harán un moño y las salutaciones y augurios no arribados arderán con el éter expulsados del sometimiento atroz de la materia inconducente lo que habría de ocurrir de todos modos


Camino a la planta de trituración

Juan y Pisky vayamos a un cerro dejemos atrás la vibrante melancolía de la ciudad irascible conmocionada por sus muertes transitoriamente artificiales contrahechos deseos mortales aburrimientos sin embargo indolentes a la muerte real Salgamos al sol de esta tarde como una promesa de primavera las olas polares se han cansado y la tibieza del aire llena los caminos de deseosa luz Salgamos a los caminos a encontrar un camino no podremos entrar por el club de planeadores aunque hagan explotación de cielo debemos tomar por el camino hacia la planta de trituración estos hacen explotación de cerros allí en la planta trituran músicos por eso no pisamos en terreno de la cantera ni franqueamos por el puesto de vigilancia como prófugos cortamos antes pasando alambradas y campos roturados estos hacen explotación de suelo en cualquier caso podrían permitir senderos

Entramos a un monte atravesado por un cauce seco y a través de pastizales siguiendo las huellas de vacas y caballos ahora es el momento de una pequeña liberación dejando atrás el momento urgente en que debemos alejarnos pronto para no ser ya blancos móviles de las escopetas de los paisanos ni de los canteristas ni de los ortibas del club de planeadores estos han quedado abajo y nosotros hemos perdido el aliento remontando un bajío donde descienden las lluvias en los primeros impulsos hasta la primera altura después de tanto arroyo y piedras detenidas y pastizales que hay que ir bajandolos ahuellandolos hasta quedar sin piernas pronto estamos atrapados por meandros de juncos perdido el sentido de orientación pero subiendo vamos a limpiar esos pulmones a destilar esas resacas a llegar a hacer un avance y preguntar ¿podremos seguir subiendo?


y ya aquí los pastizales menguan y estos no cubren las rocas las que ahora tenemos que salvar saltando trepando No venimos a hablar de como nos trata la marea de los días ni a mezclar en la vida verdadero y falso y a poco de andar nos damos cuenta que estamos subiendo por lo más difícil por la zona más escarpada o no quizás debíamos subir más gradualmente por el lado del club de planeadores por ejemplo pero nosotros nos remolcamos con alas propias y nos soltamos en lo limitado como por sobre lo ilimitado y vemos salir la avioneta que luego suelta allá arriba un planeador plateado que se demora en las tibias corrientes del mantel de los campos a veces van de a dos como dos danzantes con los brazos entablillados y en tanto el aire los eleva aquí rueda por las quebradas y remonta con nosotros las laderas de macizos y abruptos roquedales El sol entibia pero el viento trae el fresco del mar hemos recorrido la mitad del ascenso vemos que podríamos haber hecho un camino más directo y sencillo a través de una cava abandonada desde el aire todo es más simple tal vez por allí regresemos tal vez por allí nos lleve la bajada y a un costado la trituradora pequeña como un juguete descansa de sus fauces de múltiples mandíbulas Extracción explotación uso y conversión usinas de materiales reducidos como en este caso triturados compuestos armados sofisticados dispositivos en serie nuestras usinas mezclándolo todo haciendo complejo lo simple colocándonos al borde de la consecuencia prehistórica y nosotros trepamos involucionando hacia un vago recuerdo primitivo cuando todo es dado de otras manos no era así cuando éramos incivilizados todos corrían una presa todos metían la mano en único plato un buen día al amanecer hacían una fiesta casaban una pareja y le levantaban una casa todo era objeto de celebración como ellos nosotros encenderemos un fuego en lo más alto del cerro para dividir el tiempo Hemos ya subido y descubrimos el otro lado del cerro expansión y euforia humilde infinita


toda la masa del cerro bajo nuestros pies lo que hemos hecho lo hemos hecho con nuestros propios pies así que ahora juntamos ramas y hacemos un fuego contemplamos las formas los cerros lejanos como animales echados en una tardía y tibia siesta del fin del invierno aéreo regocijo ilimitado ante los límites concentrados en su finitud entonces es hora de avivar el fuego al borde de la quebrada en el sitio más alto y demorarnos con el sol y extraer de los arbustos secos que quemamos los cautivos impulsos de la savia y los aromas de estas ramas en ofrenda a los dioses

Contemplando nos adentramos como por cielos bajos el fuego de los antiguos habita nuestra sangre azuzado por vientos de ímpetus nativos galopando en el silencio de cauces aéreos que intermitentes se buscan y reúnen hacia el mar o se demoran bajo el sol en cuyo influjo el viento pastor arrastra azules lejanías y aromas de húmedas manadas nubiles por lomadas y cuchillas requebradas Estamos enceguecidos por la hermosura indócil y protectora del paisaje abajo atrás de otro cerro la ciudad cubierta por su reflejo fantasmal sus plateadas y auríferas emanaciones y humaredas rodean torres plaquetas catalizadoras y procesadoras usinas centrales y dependencias es imposible no ver la ciudad como un complejo industrial en detrimento plateas sobre plateas ruinas sobre ruinas apuntando al corazón de madre tierra capas históricas bajo el casco de la ciudad que refulge como la medalla de un viejo soldadito de frontera En definitiva todos somos forasteros todo buscan algo un instante alguien o están perdidos en las calles en sí mismo en un instante alguien interviene en la idea todos buscan algo compartiendo de incógnito


lo que hacen o dejan de hacer o son eso que buscan alguien un instante en las casas en los jardínes o están perdidos pero entonces hallan y lo hallado tenía un nombre un secuencia de sensaciones en la que se encuentran o se pierden en cada umbral se incendia toda vana soledad en el atardecer de sal todos son y cesan todo es y deja de ser Ahora hagamos y juzguemos como los hombres del bosque veamos la profundidad el peso y el alrededor de las cosas rindamos tributo a los astros en sus ciclos veamos el punto de fuga del instante impráctico donde aletean las niñas de los ojos Es extraño lo que la mente capta en esos momentos pero en verdad no lo es para nada es como volver a la intemperie al aire a la increíble sensación de ser un cuerpo de humores ágiles y pesados y aéreos o insustanciales deseos recirculando la sombras de infancia cuerpo como una llama con piernas confusa emergencia de una lerda desesperación por apagarse y por estar a la vez encendido para entender el propósito vital la singularidad total he de concentrarme en mi ser como en una fiebre de palabras he de reunir todas las potencias bondadosas las que dan dolor y placer el cuerpo las contiene en su gratitud De vuelta por el camino de la cava en descenso las cosas que nombramos las humoradas y ocasionales comentarios los hemos dejado atrás descendemos la quebrada barrida por inmemoriales tormentas


haciendo equilibrio en las piedras el declive nos apura hay que ir como reptando entre las rocas buscando los caminos del agua conteniendo el impulso atemperar el descenso hasta entrar de nuevo en lo tupido cortando a través de pastizales caemos en una abrupta hondonada en un cauce oscuro donde solo corre el rumor de las largas sombras del atardecer y perturbamos bandadas de pechitos amarilllos disparados de susto que retienen los últimos brillos del sol escondido tras los cerros y ya estamos otra vez desorientados perdidos entre bajíos de juncos y pastizales en cursos anegadizos bajando juncos quedándonos sin aliento pronto un cauce exiguo al que convergen los terrenos aluvionales y el ocaso volcando azul sobre celeste la compacta foresta de cerradas retamas nos retiene en su marea imperceptible

De vuelta la ciudad nos espera bajo su niebla real irreal la ciudad conteniendo el humor voluble de la masa de su sueños Ya a través de la oscuridad y en el llano el rumor de la máquina urbana turba nuestra sangre hemos descendido a un cierto nivel de impaciencia pero hemos ventilado el alma allá arriba y ahora que somos sólo sombras y andar cansado vemos que no estamos solos y a nuestro costado los caballos nos avisan que estamos invadiendo territorio los oímos galopar en lo oscuro cortando el monte bajo y en nuestro camino se ha detenido un potrillo aspecto niño y últimos relumbrones del atardecer en el lomo llama a su madre a la que oímos contestando y su galope conmueve la oscuridad frondosa comprendemos que estamos usurpando su tiempo y sus senderos y no debemos seguir sino permitirles que se encuentren así nos escondemos en el monte en una cantera pequeña y el potrillo y la madre se contestan ella es la más nerviosa


si bien el miedo de los caballos es gentil con nuestro miedo por momentos creemos que la madre nos busca y viene en nuestra dirección. Hemos perturbado su anochecer justo en la primera oscuridad plena las más alarmante y ya la tenemos cerca sus vasos resuenan sobre nosotros que no alcanzamos a saber por dónde viene son instantes de sigilosa calma hasta que su majestuosa figura se presenta pasando ante nuestro escondite lerdamente su ojo nos advierte sabe evidentemente que aquí estamos y sigue llamando a su potrillo acompasando resoplidos con el trote grave y sentencioso hasta reunirse con su hijo para luego mantener una prolongada conversación Ahora todo es negrura en la planta de trituración montañas de terrenos removidos y de piedras rotas huellas en el camino de las palas y camiones nuestras sombras son como un eco lerdo y al fondo las mandíbulas de acero de la planta de trituración. Caminamos en la oscuridad desconocida Sabemos somos intrusos que estamos en el último tramo el más riesgoso cuando vemos la salida junto a la casa de vigilancia seguramente el cuidador nos recibirá con fuego pero en la casa hay sólo un televisor encendido y una figura se pierde tras las ventanas empañadas debe haber niños y una madre pelando papas en la cocina por suerte un perro se muestra amigo un pastorcito alegre y rojizo que nos lleva hacia la entrada y pronto estamos ya en el camino de vuelta a la ciudad anochecida regresqando al centro de nuestro de ser y nuestros pasos vibrando en nuestra sangre aún el episodio de los caballos su conversación de relinchos y soplidos Por eso dejen que los niños vuelvan a sus madres y ellas los abracen plenas de felicidad Dejen que la sombra del cerro nos envuelva y nuestras sombras rueden con la noche Dejen que los niños regresen a su madres y ellas los abracen plenas de felicidad


Avistajes nubiles Todo para último momento Mi vida la dejé para el último momento No se trata de un principio de placer más bien los hechos se adelantan con su conclusión defectuosa El viento decide la suerte de las nubes después de seguir el sol alargando el día las aves se resguardan de sus sombras Tan pronto como me pongo a viajar dormido los paisajes abren un mundo inofensivo y claro las calles desenrollan sus lenguas y ponen coche tras coche en el final Ya sea que dejen su mar de perlas blancas y cobrizas o vayan hacia pueblos increíblemente aislados los destinos se hacen más y más pequeños Me parece que las palabras me estallan en la cara pero luego receden en el iris O se trata de la noria espectral de la ciudad cuya arquitectura de piedra infranqueable arde bajo la niebla ilusoria Se festejan logros y grandes consuelos pero hay demasiada gente triste por ello Luna llena confusa en la tempestad majestuosa serena y parca los cuerpos como humores domina El cansancio de los afligidos como el de los contrariados consigo mismo en sus celestes atracciones ígneos alientos claras respiraciones diurno ensueño soledad que camina hacia atrás acompañada por la fuga del sentido de las cosas



KIT DE EMERGENCIA

Ç

E l p ia n o s ile n c io s o

L o u is S im p s o n

U n a a b e ja

P e te r D id s b u r y

L o s C a b a llo s

E d w in M u ir

G h e tto

M ic h a e l L o n g le y

A gua

P h ilip L a r k in

N o e s ta b a s a lu d a n d o s in o h u n d ie n d o m e B u c e a n d o e n e l n a u fr a g io

S te v ie S m ith

A d r ie n n e R ic h


El piano silencioso

Hemos vivido como gente civilizada ¡Oh ruinas, tradiciones! Y hemos visto a los bárbaros destructores de esculturas y vidrios Y ahora nosotros hablamos de la "vida interior" y me pregunto, ¿dónde queda eso? Aquí no, entre estas calles y casas así que pienso que debe hallarse en indolencia, en pura indolencia, un océano de tinieblas, en silencio, un brazo de la luna, una mano que entra despaciosa.

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Recuerdo una historia, a la que solía referir Camus acerca de un hombre en un campo de concentración. Había construido un piano con un clavo en una pieza de madera. Y se sentaba allí a tocar el piano. La música estaba compuesta enteramente de silencio.

Louis Simpson


Una abeja

Al final me volví abeja fuí desnudo al pueblo con bolsas plásticas llenas de amarilla cúrcuma encintadas a mis arrugados muslos. He estado comprando eso por semanas junto con otros alimentos de los cuales no tenía ya necesidad los había comprado en distintos negocios y en pequeñas cantidades para no alzar sospechas. No es fácil corretear y zumbar y hacer la danza de las abejas. Todo me dolía en la raíz de mis alas, apenas discerní que iba camino a mi reparación cuando en la colmena se estaba preparando mi cura. Las palabras que usan en el panal. Me parece aún que matas de altas flores azules ríen y a la vez nos usurpan, y habiendo nacido éstas de mi voluntad de mono en la cual para mi vergüenza luché por un momento y manché el aire con nubes de mi querido oro comprado.

Peter Didsbury


Los caballlos

Apenas doce meses después La guerra de los siete días puso al mundo a dormir, Tarde en la noche los extraños caballos llegaron. Para entonces habíamos hecho nuestro convenio con el silencio, Pero en los primeros días todo estuvo tan quieto escuchábamos nuestra respiración y teníamos miedo. En el segundo día Las radios dejaron de andar, corríamos el dial sin respuesta. En el tercer día un acorazado avanzó hacia nosotros y luego giró hacia el norte Había cuerpos apilados en el muelle. En el sexto día Un avión se incrustó en el mar, lo vimos desde la costa. Luego en adelante Nada. Las radios muertas Aún en los rincones de nuestras cocinas Se mantienen quizás encendidas en millones de cuartos Alrededor del mundo. Pero ahora debieran hablar Si de repente tuvieran que volver a hablar otra vez Si en el latiente mediodía una voz fuese a hablar, No escucharíamos, no dejaríamos que vuelva Ese viejo y mudo mundo que devoraba rápido a sus niños De un sólo golpe. No podríamos soportarlo nuevamente. A veces pienso en naciones recostadas dormidas Enrolladas ciegamente en su impenetrable pena, Y entonces el pensamiento nos confunde en su extrañeza. Los tractores han quedado por ahí en nuestros campos; al atardecer Parecen viscosos monstruos marinos, agazapados y expectantes. Los hemos dejado allí donde están dejándolos que se oxiden "Con el tiempo se pondrán mohosos como cualquier otro aceite vegetal" Hemos con nuestras herraduras arrastrado los herrumbrados arados, largo tiempo ya dejados a un lado del pasado. Hemos regresado Más allá de la tierra de nuestros padres.


Y después, aquel atardecer Tarde en el verano los extraños caballos vinieron. Escuchamos un distante tamborilleo en las calles Y cada golpe ahondandose, se detuvo, y volvió a iniciarse Y en la esquina devino un hueco trueno. Vimos las cabezas Como una ola salvaje cargando, y tuvimos miedo. Habíamos vendido los caballos en los tiempos de mis padres Para comprar nuevos tractores. Ahora ellos eran Como fabulosos corceles grabados en antiguos escudos O ilustraciones de un libro de caballeros. No nos atrevimos a ir cerca de ellos. Y esperamos Tozudos y tímidos, como si nos estuviesen inspeccionando Habiendo sido enviados por un viejo comando para hallar nuestros campamentos Y nuestra largamente perdida camaradería En el primer momento no tuvimos ni siquiera idea Que eran criaturas para ser poseídas y usadas. Entre ellos había media docena de potrillos Arrojados en algún lugar agreste de este quebrado mundo Aún así, nuevo, como si arribaran desde su propio Edén Desde que dejaron nuestros arados y gastaron nuestra carga Aquella libertad servil aún atraviesa nuestros corazones. Nuestras vidas han cambiado, ellos han regresado a nuestro principio.

Edwin Muir


Ghetto

I

Porque pronto estarás sufriendo y muerto, tus opciones No son ni buenas ni erradas: una cuchara te nutrirá, Una toalla te mantendrá limpio, un cepillo de dientes te devolverá A la vista de chimeneas y jardines desde tu baño. Con nada de tiempo para inventarios o para hacer valijas, Estás empacando para el resto de tu vida fotos, medicinas, una muda de ropa interior, un libro, una vela, un pan, sardinas, agujas e hilo. Estas son tus reliquias, perecederos bienes mundanos. Lo que llevas es lo mismo que dejas atrás, Tus últimas pertenencias una lista de tus pertenencias.

II

Como si estuviera en contra de la ley dormir sobre almohadas Han llenado una catedral con plumas confiscadas Silencio inviolable, sin espacio para alas de ángeles Toneladas de plumas sofocando querubines y serafines.


III

La pequeña niña sin madre se comporta como una madre A su pequeña muñeca de trapo le habla del miedo y la angustia, de la escasa ración de pan, como hacerla durar, Como volver a la casita de muñecas y alzar el techo Y, antes que los lanzallamas y dinamiteros la destruyan, Como rescatar de separados cuartos amor y piedad, obras maestras del tamaño de una estampilla, pequeñas fortunas.

IV

Por entre los cientos de miles yo puedo imaginar uno Detrás de los alambrados de púas mientras mi tren cruza Polonia. Yo lo veo durante suficiente tiempo como para ver salpicar los copos de nieve En su cabello y en su valija de escolar, y entonces soy transportado Fuera del mundo de los caballos de colección quebrados y los silenciosos juguetes. El se vuelve un pequeño hombre de nieve y se rehúsa a derretirse.


V

Por cantantes callejeros, por tejedores, trenzadores, Aquellos que sufren detrás de su máquinas de coser en talleres de reparación, Trabajadores removiendo excrementos, no hay suficientes vegetales Remolachas, nabos, calabazas, no para los cocedores de cuero Que están cocinando cueros para que sus hijos tengan algo de comer; Quienes vuelven una gruesa tajada de pan de papa Como a esta página, que es todo lo que sé acerca de las papas: Mi deseo de Irlandesa Paz, Bellezas Hébreas, Hogar Guardia, estandartes de Arran, Kerr's Pinks, resistentes a la sanguijuela, Resignación, costras comunes, terror, heladas, apestadas papas.

VI

Habrá performances en las salas de espera, y tiempo Para saltar a la soga, y tiempo para ajustarse Como para una clase de danza el moño en tus cabellos. Este cuarteto de cuerdas es la cosa más natural del mundo.


VII

Dedos dejan sombras sobre un violín, armonías, Un pájaro negro revolotea entre alambres electrificados.

VIII

Las lecciones estaban prohibidas en esa terrible escuela. Había pena de muerte para quien leyera o escribiese, O supiera de aritmética, incluso los más pequeños, Se volvieron viejos y sabios estudiando estos temas. Lecciones de dibujo, y dibujos de cocinas Y huertos, granjas, mariposas, madres, padres Que sobrevivieron en crayón, en biromes y en tinta Torturando y derribando incluso a estas enjutas figuras. Había dibujos de depósitos y letrinas también Y las únicas ventanas que habían eran las que ellos dibujaron.

Michael Longley


Agua

Si fuera llamado A construir una religión Yo haría uso del agua. Ir a la iglesia Implicaría vadear Hasta secarse, atuendos diversos Mi liturgia emplearía Imágenes sumergidas Un furioso empapamiento devoto Elevaría en el este Un vaso de agua En el que cualquier incidencia de la luz Se congregue incesantemente.

Philip Larkin


No estaba saludando sino hundiéndome

Nadie lo escuchó, y ahora el hombre está muerto Su expresión desencajada aún parece decirnos algo: Estaba mucho más lejos de lo que Ustedes creían Pero no estaba saludando, estaba hundiéndome Pobre tipo, le gustaba gorjear como un pajarito Y ahora está completamente duro Ha de haber sido muy frío para él Por eso su corazón se rindió, eso decían. Oh no no no, siempre ha sido tan tan frío allí, Su expresión desencajada aún parecía quejarse: He estado lejos muy lejos toda mi vida No estaba saludando sino hundiéndome

Stevie Smith


Buceando en el naufragio Tras leer el libro de los mitos y cargar la cámara, y haber verificado el borde la hoja del cuchillo, Me coloco la armadura de goma las absurdas patas de rana y la grave y molesta máscara. Hago todo esto no al modo de Cousteau y su laborioso equipo a bordo de una soleada nave sino completamente solo. Hay una escalera La escalera siempre está ahí colgando inocentemente pegada al flanco de la embarcación. Sabemos para que se usa nosotros los que la hemos usado De otro modo sería una parte de soga marina o cualquier otro equipamiento

Bajo. Escalón por escalón y quieto me inmerso en oxígeno la luz azul los claros átomos de nuestro aire humano. Bajo. Las patas de rana te molestan, me muevo como un insecto debajo de la escalera


y no hay nadie allí para decirme cuando el océano comenzará. Primero el aire es azul y luego aún más azul y verde y luego negro y también yo me ennegrezco mi máscara es poderosa bombea mi sangre con poder el mar es otra historia el mar no es una cuestión de poder Yo tengo que aprender solo a volver a mi cuerpo sin fuerza en el profundo elemento. Y ahora: es fácil olvidar para que he venido entre tantos que siempre han vivido aquí agitando sus batallados abanicos entre los arrecifes aquí abajo se respira diferente. He venido a explorar el naufragio. Las palabras son propósitos. Las palabras son mapas. He venido a ver el daño hecho y los tesoros que prevalecen. Con el haz certero de mi lámpara lentamente recorro el flanco de algo más permanente que pez o algas la cosa por la que vine: el naufragio pero no la historia del naufragio


la cosa en sí y no su mito la cara ahogada y siempre contemplando atónita hacia el sol la evidencia del daño corroído por la sal y balanceándose en su haraposa belleza las costillas del desastre curvando su insistencia entre cautos fantasmas. Este es el lugar Y aquí estoy, la sirena cuya oscura cabellera resplandece, el esqueleto en su armadura Rondamos en silencio alrededor de la nave colapsada e ingresamos a su interior. Soy ella: soy él el somnoliento rostro de ojos abiertos cuyos pechos contienen aún el stress y su plata, cobre, bermellones equipajes reposan obscuramente dentro de barriles semidestruídos y echados a perder somos como destruidos instrumentos los que alguna vez fuimos conducidos el tronco arrastrado por las aguas la enloquecida brújula Somos, soy, eres por cobardía o coraje aquel que encuentra su camino regresando a la escena portando un cuchillo, una cámara un libro de mitos en el cual nuestros nombres no aparecen. Adrienne Rich



Arte y poesía Año 1 Nº 2

A

r

t

e

y

p o e s í a

Año 1 Nº 3

c o m u n ic a c ió n

Arte y poesía Año 2 Nº 4

y e n v ío s :

p r e fe r ir ia n o h a c e r lo m m v @ y a h o o .c o m .a r


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