Exarchia Nº3

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01cargando... nº3 MAyO2013 Coordinadores: Esther Martín Felipe P.G. Colaboradores/as de este número: Gaspar M.B Nerea Villoria Daphne B.S Nacho Pillonetto Francisca Aleñar Victor Gutiérrez Carlos Blanca Diego Valverde Irene Villegas Sara de la Pinta Eduardo R. Salgado Fotografía: Irene Muñoz Jesús Diez Diseño y maquetación: Felipe P.G.

Edición digital: http://revistaexarchia. wordpress.com Exarchia es una revista de pensamiento crítico, culturas y ciencias sociales. Nace con la pretensión de establecer un diálogo entre el mundo estudiantil-académico, la realidad social y las luchas populares. Contacto: facebook.com/RevistaExarchia twitter: @revistaexarchia email: revistaexarchia@ gmail.com Este número ha sido maquetado bajo el ritmo de ´Haria´, de Berri Txarrak

Ilustración: Sara de la Pinta

01 cargando... 02 de la crítica de la universidad a la crítica de la sociedad 03 SISTEMA-MUNDO 03 mayo 68 07 los agitados años 60 09 la deuda estudiantil: las burbujas por venir 11 la noche de los lápices

12 fishman: el corralito argentino 15 ojo 17 opinión: la españolidad a examen 19 CULTURA(S) 19 [la contracrónica] literatura de trivial 21 disparos que reviven la memoria del pueblo chileno 23 pienso, luego canto.

25 lecturas “indignas” 26 chavs, estereotipos nada inocentes 27 TIEMPOS (POST)MODERNOS 27 [LA PALABRA ES UN ARMA] el laberinto del lenguaje en las leyes educativas 29 el mito de la clase media


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de la crítica de la universidad a la crítica de la sociedad

Foto: Huelga educativa 9-M. Valladolid. Por Jesús Díez

Llega mayo y con él los recuerdos de una explosión estudiantil hace más de 40 años. Las consignas, los símbolos y los discursos hacían presagiar que no era una revuelta de puertas para dentro, sino que implicaba la necesidad de adquirir una conciencia de cambio, con una fuerte base política de fondo. En medio de un contexto internacional donde se cuestionaba el orden político, los estudiantes tomaron las riendas y se rebelaron contra el poder establecido, recogiendo todas las experiencias que se estaban viviendo fuera de sus fronteras. Desde que el fuego de mayo del 68 se apagó, sus herederos no han sido capaces de encontrar una senda que devuelva la ilusión por luchar a los y las estudiantes y a la sociedad en general. El ascenso de la llamada “clase media” y del Estado del bienestar ha conllevado a un adormecimiento de las reivindicaciones sociales porque se creía que todo estaba conquistado y no había nada por luchar. El papel de los sindicatos y partidos políticos de cierta izquierda fue fundamental para la relajación de las protestas. Ahora que los efectos de las privatizaciones y los recortes llaman a la puerta de nuevo, los movimientos sociales vuelven a las calles, aunque todavía tímidamente. En concreto, en lo que se refiere al movimiento estudiantil, toca recorrer de nuevo el camino para plantear un nuevo modelo de universidad que no se limite a fabricar nueva mano de obra al servicio de las empresas, sino que otorgue otro sentido al hecho de formar parte de una comunidad, de implicarse en los problemas sociales; en definitiva, crear una nueva sociedad.

Por eso, queremos recuperar experiencias anteriores -algunas trágicas como el suceso de la noche de los lápices- para que no olvidemos, para que recordemos que nadie nos ha regalado lo que tenemos, sino que otros lo han luchado antes. También reseñamos a quien homenajea a aquellos que nos han acercado fotografías y material sobre los que se arriesgan en tiempos difíciles para mostrarnos que la sociedad no acepta las dictaduras ni los abusos, sino que se ha derramado mucha sangre en el camino. Este número ha incrementado su precio de manera excepcional, añadiendo una cuota solidaria de 50 céntimos para apoyar de verdad la lucha estudiantil. En la huelga educativa del pasado 9 de mayo, en Valladolid, un grupo de estudiantes entró pacíficamente en la Consejería de Educación, y repartió un manifiesto que fue leido a las puertas del despacho del consejero. Al salir, les esperaba una carga policial que tuvo como resultado dos detenidos y varias personas identificadas, entre ellos cuatro colaboradores de esta revista, a quienes se les imputan cargos falsos. Desde aquí queremos solidarizarnos con las y los afectados y pedimos la absolución. Somos conscientes de que esto es solo el principio, ya que la represión contra los movimientos sociales se agudizará y episodios como estos no serán hechos aislados. De cada revista vendida, 50 céntimos irán a una caja de resistencia para pagar posibles sanciones. Gracias por vuestra solidaridad y compromiso. Redacción Exarchia. Valladolid. Mayo, 2013.


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MAYO DEL 68. MEMORIA DE UNA REBELIÓN JUVENIL POR FELIPE P.G.

Mayo del 68 trasciende a los acontecimientos franceses y abarca un marco geográfico e histórico más amplio, el escenario mundial de las décadas del 60 y el 70

Estudiantes franceses marchan al encuentro de los obreros de la Renault con un pancarta con el lema: “Los obreros tomarán de las frágiles manos de los estudiantes la bandera de la lucha contra el régimen antipopular”

Mayo del 68 recibe su nombre de las revueltas que protagonizaron los estudiantes franceses en Nanterre y París, la chispa que incendió el país con una ola de movilizaciones y disturbios de alcance nacional que desembocarían en una huelga general secundada por 9 millones de trabajadores que puso en jaque al gobierno de De Gaulle. Hoy su recuerdo evoca un simpático romanticismo rebelde de trazos difusos y lemas sugerentes gracias a la imagen frívola y superficial proyectada por un determinado tipo de cine o a través de cierta literatura de consumo que encontramos en los centros comerciales. Sin embargo, mayo del 68 trasciende a los acontecimientos franceses y abarca un marco geográfico e histórico más amplio: el escenario mundial de las décadas del 60 y el 70,

que en Europa está marcado por la irrupción juvenil de la generación de posguerra en la escena estudiantil y política revelándose como un sujeto de oposición al sistema motivado por la actualidad de la revolución en el Tercer Mundo. Las ocupaciones de facultades en Trento, Columbia, Berlin o París no pueden explicarse, como quiere cierta sociología, como un pecado propio de la edad, de rebeldes sin causa que simplemente descargaban su indolencia adolescente contra el conformismo de los adultos. (1) Subyacen a esta rebelión juvenil de los 60-70 causas más profundas. Éstas hunden sus raíces en el frustrado desenlace de la posguerra firmado en Yalta que traicionó, por un lado, las esperanzas de revolución social que

alumbraron las insurrecciones obreras de los años 20 y las resistencias populares antifascistas de los años 40 y, por otro, las ansias de independencia de los pueblos coloniales. En lo relativo a Europa, la nueva hegemonía estadounidense impuso el desarrollo de las nuevas sociedades industriales que caracterizaban el “capitalismo tardío” -como lo definió el filósofo alemán Herbert Marcuse-, las cuales desarrollaron formas “más racionalizadas” de dominación capaces de integrar y domesticar a la clase obrera del primer mundo, antes revolucionaria, mediante la ampliación de la producción de mercancías y el consumo. Así, los cambios en la configuración del capitalismo se tradujeron en un reordenamiento de los sujetos de oposición al mismo. Marcuse,

uno de los intelectuales con más resonancia en la izquierda radical de aquellos años, en su libro El hombre unidimensional (1964) y, a través de las conferencias que pronunció ante los estudiantes berlineses en 1967, advirtió la tendencia a la integración de la clase obrera, viendo en la oposición estudiantil, las minorías raciales del Primer Mundo y los pueblos del Tercer Mundo los nuevos protagonistas de la rebelión anticapitalista. (2) Desde esta perspectiva, fenómenos como el movimiento beatnik o hippie estadounidense, tan ridiculizados, toman sentido como una expresión contracultural con unos valores estéticos y vitales de rechazo a las nuevas sociedades capitalistas de consumo. Sin embargo, y contra toda idea superficial que quiera reducir el 68 a un interminable festival de Woodstock, existieron otras muchas expresiones, no sólo estéticas, sino políticas, más maduras y radicales, que no han sido tan bien acogidas por la literatura comercial, precisamente por su elocuencia revolucionaria. Nos referimos a las nuevas corrientes de pensamiento


04sistema-mundo que sacudiéndose el “pragmatismo” que imperó en la izquierda de posguerra, recuperaron la revolución como horizonte del cambio social. Es el caso de la resistencia vietnamita, del guevarismo latinoamericano, del black power, o el maoísmo de la revolución cultural. Paradigmas todos ellos que alimentaron el imaginario colectivo de las rebeliones juveniles en aquellos años y de las que este artículo rescatará sólo algunas experiencias relativas a Europa y EE.UU. que hoy son desconocidas y que guardan un gran interés. ¿En qué reside su excepcionalidad? ¿Qué las diferencia esencialmente del movimiento estudiantil de nuestros días? Básicamente el hecho de que aspiraban no sólo teóricamente, sino en la práctica concreta, a subvertir la totalidad de la sociedad, como se pondrá de manifiesto con su decisión de conectar las reivindicaciones propiamente estudiantiles con el movimiento obrero y sindical, como ocurrió en Francia e Italia, y la solidaridad con los pueblos, especialmente contra la guerra imperialista de Vietnam. Los estudiantes del 68 vinculaban estrechamente su lucha a la de los pueblos del Tercer Mundo. Visto de ese modo las Universidades del Primer Mundo constituían la retaguardia de las potencias imperialistas, y las barricadas de las avenidas europeas nunca se asemejaron tanto a las selvas y los arrozales de Indochina o la Sierra Maestra cubana. De Berkley a Columbia

Entre septiembre y diciembre de 1964 tienen lugar las protestas de los estudiantes universitarios de Berkley (California) contra la forma autoritaria de gestionar la

universidad pública que dan lugar al llamado Free Speech Movement. Estos hechos, de sobra conocidos, se sitúan comúnmente como el punto de partida de la protesta estudiantil de los 60. Menos conocida es la huelga estudiantil que se desencadena en 1968 en la Universidad neoyorquina de Columbia. En palabras de Mark Rudd, activista del SDS (Students for a Democratic Society) -el grupo estudiantil radical más activo en aquellos años- esta “ocupa realmente el más alto nivel en el movimiento estudiantil en Estados Unidos” pues constituye el primer caso “en que se produce una huelga universitaria amplia basada en cuestiones antimperialistas y antirracistas”. (3) Esta protesta es muy representativa de la ebullición social a la que las clases dominantes de EE.UU. tendrían que hacer frente en la década de los 60 a partir de la convergencia de poderosas resistencias civiles, estudiantiles y sobretodo de la comunidad negra que sostenían la lucha contra la guerra de Vietnam y contra la opresión racial, reivindicaciones que encarnan los estudiantes de Columbia. El 23 de abril una concentración de unos 800 estudiantes, entre ellos activistas del SDS y del SAS (Student Afro Society), ante la negativa del Presidente de la Universidad a recibirlos, marchan por los terrenos de la facultad, llevan a cabo la ocupación de cinco edificios y se constituyen en comité de huelga. Los estudiantes perseguían dos reivindicaciones esenciales. Primera, la suspensión de la construcción de un gimnasio en el parque público Morningside que discriminaba en el uso de sus instalaciones a la comunidad negra y

la huelga estudiantil

Mark Rudd durante

Marcuse en las conferencias en

de Columbia.

la FU de Berlín, 1967

ades en Italia.

Ocupación de facult

Reunión inau gural de la kr tische Unive de la FU de Be rsitat en el au rlín, enero de ditorio 1967.


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Carteles en la facultad de la Sorbona (París) alusivos a la lucha de los pueblos del Tercer Mundo

Las Universidades del Primer Mundo constituían la retaguardia de las potencias imperialistas, y las barricadas de las avenidas europeas nunca se asemejaron tanto a las selvas y los arrozales de Indochina o la Sierra Maestra cubana.

portorriqueña de Harlem, la cual rechazaba el proyecto. Segunda, la ruptura de relaciones de la Universidad con el IDA (Institute for Defense Analyses) vinculado al Departamento de Defensa para desarrollar armas de contrainsurgencia en plena guerra de Vietnam. A lo que se añadiría una tercera exigencia: la amnistía para todos los estudiantes castigados por su participación en el boicot y los disturbios que tendrían lugar a posteriori. Meses antes, el Presidente de la Universidad preocupado por las reuniones estudiantiles que se celebraban en rechazo al proyecto del gimnasio, había emitido una orden que prohibía toda actividad y manifestación en el campus. El SDS, que había demandado ya entonces que la Universidad se desvinculará del IDA, emprendió una campaña de recogida de 1.700 firmas que un grupo de 200 estudiantes le entregaría en su despacho. Pero aún así la administración se mostró intransigente negándose a tratar este asunto con los estudiantes y el profesorado. La represión contra esta audaz acción de los estudiantes de Columbia no se haría esperar y una semana más tarde, el 30 de abril, la policía

titulación de las enseñanzas de sociología, y posteriormente le siguiera otra, del 21 de octubre hasta el 7 de noviembre del mismo año, ante la decisión de las autoridades académicas de excluir al claustro de la aprobación del Estatuto y el Plan de Estudios de la facultad. La Universidad de Estudios Sociales de Trento surge del proceso de modernización de las enseñanzas superiores por el cual se favorece el acceso de los estudiantes de las escuelas técnicas a las carreras de ciencias sociales con el objetivo de formar profesionales dirigidos a la organización de recursos humanos en el sector privado que acompañasen el proceso de industrialización que vivía Italia desde los años 50. Este impulso de las enseñanzas superiores se reflejó en un aumento exponencial de matriculados a partir de la década de los 60 con un peso importante de los estudiantes de extracción obrera, lo que influyó decisivamente en el dinamismo y combatividad del movimiento estudiantil trentino. La toma de la facultad en 1968 expresaba el rechazo al autoritarismo académico y la intención de dotarse de un poder estudiantil de cara

asaltó la Universidad dejando un saldo de 700 detenidos y cientos de heridos. Todo esto no hizo sino contribuir a la extensión de la protesta y de la huelga durante todo el semestre, paralizando el año académico, lo que fue respondido con expedientes disciplinarios y expulsiones por parte de la administración que motivarían nuevas ocupaciones. Los estudiantes tratarían de extender la rebelión a otros campus y universidades. Para ello, parafraseando al Che, lanzaron el lema ”crear dos, tres, muchas Columbias”. (4) La importancia de esta acción reside en el carácter de sus reivindicaciones, que ponen el dedo en la llaga, al revelar que el gobierno de la Universidad está en manos, no del personal docente, sino de una junta de fideicomisarios vinculados a las corporaciones -en este caso a la industria armamentística- y a la política imperialista de EE.UU. El movimiento estudiantil daba así un paso hacia delante: ya no se trataba de criticar, como ocurrió en Berkley, la prohibición de la actividad reivindicativa dentro de los campus, ahora los estudiantes habían tomado la determinación de practicar la desobediencia ocupando los

espacios académicos. Tampoco se criticaba tal o cual aspecto de los programas académicos, ahora se cuestionaba el papel que juega la Universidad en la sociedad capitalista estadounidense señalando su vinculación, a través de la investigación, con el imperialismo estadounidense y las masacres de vietnamitas. Era pues, una acción estudiantil con un profundo contenido revolucionario. Trento: la Universidad negativa

En el marco de la reforma de los planes de educación superior italianos, conocida como Plan Gui, en alusión al ministro demócrata-cristiano Luigi Gui, que pretendía adaptar la universidad a los requerimientos de la expansión económica de posguerra, se sucedieron importantes movilizaciones estudiantiles. El 31 de enero de 1968 la asamblea de estudiantes de Trento lleva a cabo una ocupación de la Facultad de Sociología que duraría 67 días. Ésta sería la tercera ocupación estudiantil desde que en enero de 1966 se produjera la primera, que duró 18 días, en rechazo al Proyecto Berlanda, que modificaba la


06sistema-mundo a planificar nuevas formas de lucha desde la base contra el Plan Gui que se habría de debatir en el Parlamento. Los estudiantes se propusieron para ello conformar una organización política del movimiento y la elaboración de un programa mínimo reivindicativo del conjunto del estudiantado trentino. En noviembre de 1967 algunos estudiantes de la Universidad de Trento, entre ellos Renato Curcio -futuro fundador de la organización guerrillera Brigatte Rosse- y Mauro Rostagno, presentan el Manifiesto por una Universidad Negativa. Con él se inauguró un proyecto de educación crítica nacido al calor de la contestación del movimiento estudiantil que da lugar a una crítica radical del modelo oficial de la Universidad cuyo interés reside en convertir a los estudiantes en la mano de obra cualificada que sustente el sistema, actuando al mismo tiempo como transmisor del pensamiento dominante “que presenta como científico y objetivo”. Los estudiantes denunciaron como la Universidad bajo ese pretendido academicismo conseguía justificar la exclusión de las aulas de las expresiones políticas críticas y es por ello que reclamaron una Universidad Negativa capaz de generar un “pensamiento teórico, crítico y dialéctico”. Para ello los estudiantes revolucionarios pusieron en práctica contra-lecciones y contra-cursos mediante los cuales estudiaban colectivamente aquella literatura política, filosófica y económica excluida, no por casualidad, de las aulas: textos de Marx, de Mao, del Tribunal Russell, del filósofo Herbert Marcuse, de Malcom X, del sociólogo estadounidense Wright Mills, etc.

Berlín oeste (RFA): la kritische Universität

No fue la única experiencia de este tipo que surgió a partir de las oleadas revolucionarias del 68. De hecho los estudiantes trentinos se inspiraron en los estudiantes socialistas antiautoritarios alemanes que fundaron en 1967 al interior de la Freie Universität, en Berlín occidental, la kritische Universität (Universidad Crítica). La iniciativa partió de la movilización de unos 6.000 estudiantes que se reunieron el 3 de junio de 1967 en el campus de la F.U. en respuesta al asesinato, a manos de la policía, del estudiante Benno Ohnesorg cuando protestaba junto a otros estudiantes contra la la visita del Sha de Persia a Berlín Occidental. Acciones similares de protesta con clara vocación internacionalista habían sido convocadas anteriormente por parte del estudiantado berlinés, como en 1964 ante la visita del primer ministro congoleño, Moisés Chombé, autor del asesinato del revolucionario africano Patrice Lumumba, o en 1966 cuando estudiantes que se manifestaban contra la guerra de Vietnam lanzaron huevos contra el edificio de la Casa Americana. Los estudiantes tomaron en sus manos aquel 3 de junio el funcionamiento de casi todas las facultades. De las discusiones de aquella semana surgió un plan de reforma de los estudios, y los estudiantes fundaron la kritische Universität dirigida a encontrar alternativas a la sociedad existente. Para ello formaron grupos de trabajo sobre temas candentes en aquel momento como el sexo y la dominación, el modelo de Cuba y el futuro de América Latina, el imperialismo y problemas de desa-

Acto en la universidad técnica de Berlin, Rudi Dutschke a la derecha. 17.02.1968,

rrollo, el lenguaje político y la falsa conciencia, la salud y la medicina, la arquitectura y la sociedad, etc. Según palabras de Rudi Dutschke, uno de los más destacados portavoces del SDS alemán (6), se formó también un círculo de trabajo internacional, en el cual estudiantes latinoamericanos, estudiantes y obreros alemanes de izquierdas, estudiaron textos filosóficos y políticos de teoría crítica, de marxismo, del existencialismo de Sartre, de Frantz Fanon o Luckacs entre otros. (7) Entre ese grupo de estudiantes

berlineses se encontraba el filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría que cursaba en aquellos años sus estudios. Estos círculos de estudio, lejos de la erudición propia del sistema universitario oficial corrían parejos a los requerimientos de la luchas de los pueblos del Tercer Mundo y las rebeliones en EE.UU. y Europa. Servían como espacios de debate y reflexión que complementaban la actividad reivindicativa y la movilización, rompiendo los límites establecidos por los muros de las aulas.

Notas: 1.FISCHER, ERNEST. Problemas de la generación joven. 2.MARCUSE, H. El final de la utopía. Ariel. 1981. 3.Entrevista a Mark Rudd. Revista Revolución y Cultura. Nº12. Agosto 1968. 4. El Che, en su Mensaje a los pueblos a través de la Tricontinental, en abril de 1967, lanzó la consigna “Crear dos, tres... muchos Vietnam”. En ese texto decía: “La solidaridad del mundo progresista para con el pueblo de Vietnam semeja a la amarga ironía que significaba para los gladiadores del circo romano el estímulo de la plebe. No se trata de desear éxitos al agredido, sino de correr su misma suerte; acompañarlo a la muerte o la victoria.” 5.Forty Years After Historic Columbia Strike http://www.democracynow.org/2008/4/25/forty_years_after_historic_columbia_strike 6.SDS (Liga de los Estudiantes Socialistas Alemanes) 7. DUTSCHKE, RUDI. Los estudiantes antiautoritarios y el capitalismo tardío. Lecturas recomendadas: - MESA, ROBERTO. Vietnam: la lucha por la liberación 1943.1973. Cuadernos para el diálogo. - MARCUSE, H. El hombre unidimensional. - BALESTRINI N. & MORONI P. La horda de oro 1968-1977. La gran ola revolucionaria y creativa, política y existencial. Traficantes de sueños. 2006 - VV.AA. La rebelión de los estudiantes. Ariel. 1976.


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LOS AGITADOS AÑOS 60 POR ESTHER M.P.

Han pasado más de cuarenta años desde que, de manera progresiva, diferentes universidades en todo el mundo se levantaran para convertirse en epicentro del cambio y, aún hoy, esas movilizaciones sirven como ejemplo para generaciones de jóvenes que se sienten responsables de su tiempo. En medio del recuerdo romántico de aquellos días, persiste la idea de que esas reivindicaciones son propias de la condición juvenil de rebelarse y que nada tienen que ver con el contexto internacional y con los acontecimientos que estaban agitando la vida política. La década de los sesenta trajo transformaciones sustanciales en el mapa político y es que por primera vez la mirada no se centraba en los países del Norte, sino que era el tercer mundo el que daba un paso adelante para constituirse como sujeto independiente. No es casualidad que entre las personas que sirvieron como fuente de inspiración a los y las

Persiste la idea de que esas reivindicaciones son propias de la condición juvenil [...] y que nada tienen que ver con el contexto internacional estudiantes se encontrasen líderes revolucionarios procedentes de Latinoamérica, África o Asia. Desde París hasta Tokio estos portaban retratos del Che Guevara y gritaban consignas como “¡Ho, Ho, Ho Chi Minh!”. Pero no eran los iconos lo único que inspiraba a estos jóvenes, sino que los intelectuales procedentes del Sur se convertían en base de su pensamiento, como el caso del francés, de origen martinico, Frantz Fanon, comprometido con la independencia de Argelia, y que cuyo libro Los condenados de la tierra fue una de las obras de inspiración del líder estudiantil alemán Rudi Dutschke. La guerra de Vietnam

El hilo conductor de todas las luchas que se dieron durante la segunda mitad de los 60, aunque por diferentes

motivos, fue el rechazo a la guerra de Vietnam. Desde la administración Kennedy los Estados Unidos habían enviado asesores de los servicios de inteligencia para apoyar el régimen de Vietnam del Sur. A raíz del incidente en el Golfo de Tonkín, donde los norvietnamitas atacaron barcos estadounidenses, el presidente Johnson declara en 1964 el inicio, sin declaración de guerra, de operaciones militares contra Vietnam del Norte. Esta cruenta guerra duraría una década, pero su punto álgido coincidió con los levantamientos estudiantiles. La falta de control de la televisión por parte del ejército norteamericano con respecto a otros medios hizo que la sociedad fuera testigo, casi en tiempo real, de los crímenes cometidos por los soldados estadounidenses en el país

asiático. Además del genocidio al que se estaba sometiendo al pueblo vietnamita y el uso de las bombas de napalm, el problema adquiría tintes locales en EE.UU., dado las numerosas bajas militares. Todo ello propició el nacimiento de grupos insumisos, la proliferación de movimientos pacifistas, así como una fuerte oposición al imperialismo patrio. En medio de este contexto se creó el Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra, conocido de manera popular como el Tribunal Russell, nombre del premio Nobel de Literatura Bertrand Rusell, su impulsor. En él figuras como Simone de Beauvoir, Lázaro Cárdenas, Jean Paul Sartre o Julio Cortázar se encargaron de investigar la actuación estadounidense en territorio vietnamita y se llegó de manera unánime a la conclusión de que Estados Unidos era culpable de agresión contra Vietnam. Años más tarde este modelo se ha utilizado para investigar las violaciones de derechos hu-


08sistema-mundo manos y de los pueblos en el Cono Sur, el genocidio armenio o, más recientemente, en 2009 se crearía el Tribunal Rusell para Palestina. El poder negro

En ese momento, jóvenes que abogaban por una paz total y rechazaban el uso de armas se unían a los miembros y simpatizantes del Black Panther Party que, tras el fracaso de los métodos pacíficos representados en la figura de Martin Luther King, no dudaba en defender la violencia como método para la conquista del poder por parte de los negros. Los y las panteras negras unieron en un mismo proyecto de emancipación a obreros, desempleados, pandilleros, hombres y mujeres. Los fundadores del partido, Huey P. Newton y Bobby Seale, establecieron un programa de diez puntos donde en el último apartado se decía: “queremos tierra, pan, casas, educación, ropa, justicia y paz. Y, como nuestro mayor objetivo político, un plebiscito supervisado por Naciones Unidas a celebrar en toda la Colonia Negra en donde solo los sujetos Coloniales Negros puedan participar, para el propósito de determinar la voluntad del Pueblo Negro así como su destino nacional.” Cuba

La revolución cubana jugó un papel importante para el desarrollo de futuros acontecimientos. No fue la primera que se dio en el continente -no hay que olvidar el precedente de la revolución guatemalteca de 1944 o la boliviana de 1952-, pero, sin duda, fue la que caló e inspiró a intelectuales, escritores, artistas y gentes de izquierdas en general. En enero de 1959 los “barbudos” liderados por

El hilo conductor de todas las luchas que se dieron durante la segunda mitad de los 60 [...] fue el rechazo a la guerra de Vietnam. Fidel Castro llegaron al poder después de derrocar al ejército del dictador Batista y proclamaron un gobierno antiimperialista y soberano. Sus representantes eran jóvenes y sus aspiraciones grandes, ya que planteaban la independencia y liberación del continente latinoamericano. Junto con Castro, Ernesto “Che” Guevara se convirtió en uno de los máximos representantes de la revolución cubana y en un icono de la izquierda. Desde un primer momento declaró sus intenciones de continentalizar la revolución, idea que puso en práctica en el Congo o Bolivia. En abril de 1967, desde la selva boliviana, escribe Mensaje a los Pueblos del Mundo donde anima a crear “dos, tres... muchos Vietnam”. La influencia del modelo de “guerra de guerrillas” cubana se extendió a lo largo de los países del Sur. Así, en 1964 se fundó la guerrilla más antigua de América

Latina, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) que nacían con el objetivo de acabar con las desigualdades sociales, políticas y económicas en un país donde la corrupción y el caciquismo campaban a sus anchas. Pero no fue la única; muchos ejércitos populares se crearon en las siguientes décadas para luchar por la justicia social. Años de cambio

En esos años el mundo estaba inmerso en una agitación continua y en medio de ese escenario tuvo lugar la Guerra de los Seis Días -enmarcada en la creciente influencia del movimiento panárabico-. Desde el conflicto de Suez las tropas de Egipto e Israel estaban separadas por los cascos azules en un marco de paz inestable. En 1967, el presidente egipcio Nasser pidió a la ONU la retirada de sus tropas y la creciente tensión alcanzó su punto álgido con

Para profundizar: -China. La larga revolución. Edgar Snow -Historia del siglo XX. Hobswbam -Entre mayo del 68 y la guerra de Vietnam. Fernández Buey.

el ataque sorpresa de Israel, circunstancia que aprovechó el país hebreo para ocupar de manera ilegal territorios palestinos que aún hoy siguen en sus manos. Mientras, en el continente asiático, China estaba inmersa en un proceso de transformación. No podemos olvidar la influencia que tuvo la Revolución Cultural china en los movimientos de la época, una situación reflejada por Jean Luc Godard en La Chinoise. Encabezada por Mao, se trató de devolver la revolución a su senda, ante la creciente influencia de un sector más proclive a adoptar ciertas formas de capitalismo. De esta forma se da paso a “revolucionar” la revolución mediante la formación de comités obreros en todo el país que serían representantes del poder popular en la dirección del partido, una situación que finalizó en 1976 con la muerte de Mao y la restauración en el poder de la facción anterior, a pesar de que esa situación se había revestido de alguna manera. En Europa, en 1968, la sociedad checoslovaca pedía cambios dentro del socialismo que los líderes soviéticos no supieron interpretar, lo que llevó al aplastamiento por la fuerza de la voz del pueblo y a un descrédito mayor del “socialismo real”. Este compendio de hechos da una idea de la situación de cambio que se estaba viviendo en la década de los 60. Después de una guerra mundial que trajo una nueva visión de las potencias y de las relaciones internacionales, las revoluciones del Tercer Mundo colocaban al pueblo como sujeto de transformación, un sentimiento que se vio reflejado en las revueltas del 68.


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LA DEUDA ESTUDIANTIL: LAS BURBUJAS POR VENIR POR GASPAR M.B.

A las becas universitarias que conocíamos les crecen los enanos. De un tiempo a esta parte, diversos expertos universitarios, ministros, consejeros de bancos y opinadoras profesionales nos han hablado de las becaspréstamo como una opción de futuro para la mejora de la calidad educativa. ¿De qué va esta película? La precuela: la deuda estudiantil estadounidense.

Sobre el modelo de educación superior estadounidense mucho se ha escrito y la percepción por parte de todo el mundo es clara: es el mejor, es el que más componente de

La extensión de los créditos por parte de bancos a estudiantes para financiar sus estudios empezó a finales de los 90

universidad privada tiene, es en el que el estudiante debe de pagar más por sus estudios y es hacía el que deben caminar el resto de universidades del mundo. La percepción, como no podía ser de otra forma en una sociedad donde la información es vendida por empresas de comunicación, es bastante errónea y parcelaria. El modelo educativo de EEUU también sufre transiciones y reformas. Las universidades americanas han sufrido una transformación en las últimas décadas del siglo XX de instituciones sin ánimo de lucro a entidades cuyo único fin es

el lucro[1]. Con el siglo XX en las últimas, entra en escena el estudiantado como un nuevo campo del que sacar rentabilidad de la institución universitaria. La extensión de los créditos por parte de bancos a estudiantes para financiar sus estudios empezó a finales de los 90, muy vinculada a la fiebre crediticia generalizada de entonces, si bien es cierto que esta modalidad de préstamo ya existía. La peculiaridad de los estudiantes es que declararse en “bancarrota”(insolvente) no es especialmente difícil dada la escasez de bienes que puede tener una estudiante recién licenciada. Si a esto sumamos que las tasas en EEUU los últimos 30 años se han multiplicado por 8 y que para afrontar esa subida el endeudamiento ha crecido desde 1999 un 511% tenemos una situación delicada. Por ello en 2005 se llevó a cabo una reforma legislativa en la que se imposibilitaba que las deudas estudiantiles pudieran saldarse con una declaración de insolvencia. [2] Se calcula que en 2010 una carrera de 4 años se acabe con 20.000 euros de deuda, lo cual es un peso bastante grande en un escenario en que el 53% de los graduados se encuentra en situación de

desempleo. Las situaciones individuales son dramáticas. Buena muestra de ello dan diversas iniciativas, con reflejo en internet, en las que se acumulan testimonios de distintos estudiantes adeudados. Pero lo verdaderamente alarmante es la situación colectiva, en la que la deuda estudiantil dobla a la deuda que acumulan los usuarios de tarjetas de crédito. Con el fantasma de la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2007, en la que la economía financiera colapsó por el impago masivo de hipotecas sobredimensionadas, a las autoridades bancarias y estatales les preocupa que esta nueva burbuja de 780 000 millones de euros adeudados suponga otra oleada de cierres masivos y otra contracción económica. Contexto: reforma sobre reforma

Acercándonos más a lo que nos viene tenemos que pararnos y sobrevolar el conjunto de reformas universitarias que se han aplicado en el Reino de España para la implantación del EEES. Como recogen las declaraciones de ministros de educación europeos el objetivo del EEES es hacer de Europa la economía más fuerte del mundo basada en el conocimiento[4]. Reordenado la frase: hacer del conocimiento el recurso económico con el que fortalecer a la Unión Europea y a sus estructuras de dominación económicas y políticas. Con un objetivo tan nítido decenas de “expertos”, grupos de presión y los siempre


10sistema-mundo El lifelong learning consiste en la permanente formación de los trabajadores, cursando postgrado tras postrgado

fieles partidos políticos han ido implementando reforma tras reforma para ir acercando la universidad de los 90 a la que ahora se impone en la UE [5]. Este rumbo para la educación superior no es algo aislado del reino de España ni de la UE [1], pero en la UE tiene la peculiaridad de ser especialmente ambicioso. La ambición consiste en pretender hacer la educación superior un producto de referencia internacional que produzca ingresos externos así como implementar un mecanismo que haga que el consumo interno de educación superior en la UE sea constante. Este mecanismo es el lifelong learning [6], que consiste en hacer que los trabajadores estén en permanente formación, ampliando sus competencias cursando postgrado tras postgrado y curso tras curso, alternando a lo largo de toda su vida laboral el trabajo y los estudios. La puesta en práctica de este método quedó defini-

Entre los estudiantes actuales es una minoría los que recurren a un préstamo para estudiar, pero es cierto que es algo extendido en los postgrados da, entre otras tantas cosas, en el Proyecto Tunning [7]. El Proyecto Tunning fue el informe de expertos que la comisión europea encargó para la implantación del EEES. El contenido del Proyecto Tunning fue parte de lo que aquí se conoció como Plan Bolonia. El nudo: Expertos e incertidumbre.

Con lo expuesto hasta ahora tenemos un modelo universitario a punto de terminar de implantarse en el Reino de España. Nos encontramos en una última fase de reformas hacía el modelo de EEES antes expuesto, fal-

Notas: [1]No es Wert, es el sistema (2012) Felipe P.G. Revista Exarchia. [2 ]Web de distintas campañas estadounidenses respecto a este tema. http://hr4170.com http://occupystudentdebt.com http://studentloanjustice.org [3]Declaración de Bolonia 1999 VVAA [4] Sacándole punta al boli (2012) Nihil [5]A Memorandum on Lifelong Learning(2000) Comisión Europea [6]Tuning Educational Structures in Europe (2003) Comisión Europea

tan algunos flecos de financiación, gestión y estructura institucional. Para estos flecos en breve aparecerá una reforma basada en el último informe que el ministerio de educación a encargado a sus expertos de turno[8]. El informe recoge punto por punto todo aquello que las movilizaciones estudiantiles han rechazado explícitamente durante ya más de una década: gobernanza universitaria, mecenazgo, precariedad docente e investigadora, segregación entre centros… En citado informe, entre otras tantas cosas, los expertos hacen una serie de recomendaciones sobre becas y becas préstamo en la que estas últimas son una realidad ya irreversible. La realidad no es del todo así. El banco Santander, el mayor de los grupos de presión sobre la universidad, es por ahora el único banco cuyo programa de préstamos tiene cierta relevancia. Entre los estudiantes actuales es una

minoría los que recurren a un préstamo para estudiar, pero es cierto que es algo extendido en los postgrados, con bastante menos cobertura de becas a fondo perdido que son lo común por ahora. Pero dando un paso hacia atrás y mirando más allá de la comunidad universitaria nos encontramos con que las familias están mucho más ajustadas económicamente que en las últimas décadas. Entrar a la universidad notablemente cara y elitista de siempre con una cobertura familiar mucho menor que la habida hasta ahora dejará de ser un paso automático. Se nos presentan varios posibles desenlaces, con muchas variables: el mantenimiento o no del sistema de becas público, el aumento o no de las tasas de matrícula, la estrategia de la banca, el desempleo de los graduados… En todo caso, tenemos precedentes y conocemos sus intenciones. Es hora de ir conociendo las nuestras.

[7]Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español(2013) VVAA Lecturas recomendadas: - La pedagogía de la deuda Jeff rey Williams de La Universidad en conflicto. Capturas y fugas en el mercado global del saber. VVAA 2010 Traficantes de Sueños. http://www.traficantes.net/ index.php/editorial/catalogo/coleccion_mapas/La-Universidad-en-conflicto.-Capturas-y-fugas-en-el-mercado-global-delsaber - Documental sobre la deuda estudiantil en EEUU (inglés). http://www.defaultmovie.com/default-airing-on-over-142-pbsstations/


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La noche de los lápices. Argentina, 1976. POR IRENE VILLEGAS

Con el arribo de la democracia en 1973, irrumpen en el panorama político argentino numerosos sectores populares que antes habían estado reprimidos; entre ellos, el movimiento estudiantil. La recién estrenada democracia, trajo consigo la proliferación de la política dentro y fuera de las aulas, así como un gran aumento del número de jóvenes militantes en las distintas organizaciones. Los referentes revolucionarios eran los que ocupaban mayor lugar dentro de la conciencia estudiantil, así, figuras como la del Che Guevara encabezaban la lista de las más emblemáticas y admiradas entre el estudiantado argentino. Durante estos primeros años, se alcanzó un gran nivel de conciencia social, acción y participación que trajo consigo un inminente cuestionamiento del sistema capitalista por parte de los estudiantes porteños. Esto, pronto supondría una amenaza para la burguesía y los sectores reaccionarios, comenzando así una gran etapa de represión para el movimiento estudiantil. En 1976, un sangriento golpe de Estado, marca el comienzo de los últimos siete años de la dictadura mili-

tar en Argentina cuyo primer objetivo fue neutralizar a la juventud torturando, encarcelando y matando a quienes no encajaban en sus esquemas. Así, la noche del 16 de septiembre de ese mismo año, diez jóvenes estudiantes de la ciudad de La Plata y miembros del sindicato UES (Unión de Estudiantes Secundarios) fueron secuestrados mediante un operativo llevado a cabo por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la policía de Buenos Aires, dirigida por Ramón Camps. Los estudiantes, todos menores de edad, fueron capturados y trasladados a centros clandestinos de detención entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, la Jefatura de Policía de Buenos Aires y las Comisarías quinta, octava y novena de La Plata, la tercera de Valentín Alsina en Lanús y el Polígono de Tiro de la Jefatura de Buenos Aires. En estos centros, los estudiantes sufrieron torturas, violaciones y vejaciones de todo tipo y aún hoy, seis de ellos continúan desaparecidos. Los cuatro restantes: Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Patricia Mi-

La noche del 16 de septiembre [...] diez jóvenes estudiantes de la ciudad de La Plata y miembros del sindicato UES fueron secuestrados randa y Emilce Moler, pasaron a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional), logrando su libertad (vigilada) entre 1978 y 1980. Según la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) formada en 1983, la policía había preparado una gran campaña de escarmiento para todos aquellos que participaron en la demanda del boleto de transporte estudiantil gratuito, considerada por las Fuerzas Armadas como un proceso de “subversión en las escuelas”. Evidentemente, no fue ésta la única reclamación estudiantil que incomodó al Gobierno Militar, aunque sí es cierto, que fue uno de los detonantes que puso en marcha el plan opresivo de la dictadura. Pero estos jóvenes no fueron los primeros ni los últimos represaliados por el Go-

bierno. Durante la dictadura, más de trescientos cincuenta estudiantes de secundaria, universitarios y jóvenes obreros fueron capturados y aún hoy, cerca de trescientos continúan en paradero desconocido. Como suele decirse en Argentina, A pesar de la noche, los lápices siguen escribiendo y los estudiantes, poco a poco, han logrado recuperar aquella tradición de lucha y defensa, participando activamente en la reivindicación de un servicio educativo digno que sirva a los intereses del pueblo y no del Estado. La noche de los lápices, pone de manifiesto la importancia de los jóvenes como agentes sociales y de lucha. Sólo ellos -sólo nosotros- tenemos el deber de huir del conformismo y asumir el desafío de seguir construyendo nuevos horizontes hacia los que caminar. Hoy en día, en La Plata, aún sigue vigente el boleto estudiantil secundario que detonara los trágicos sucesos acontecidos hace 37 años.


NÚMERO 2

POR NACHO PILLONETTO Y FRANCISCA ALEÑAR Las paredes están agrietadas por la humedad. El techo se cae a trozos y las vigas parecen a punto de ceder. La casa se derrumba. Nuestra sociedad también se hunde, pero bajo el peso de su propia incompetencia por no decidir el rumbo adecuado ¿Cómo seremos capaces de comprender nuestro presente si no recordamos nuestro pasado más inmediato? España continúa su agonía mientras Chipre se hunde bajo la estafa de su propio Gobierno. El día se convierte en ayer demasiado rápido para que alguien sea consciente de ello. Por eso elijo la máscara con forma de pez, para recordar que hasta el ser más insignificante y acostumbrado a olvidar es capaz de levantar la voz contra la impuesta y fugaz realidad mediática. No soy un periodista al uso. Eso ya lo sé, pero tampoco me confundan con un héroe porque no lo soy. Solo hago mi trabajo. Soy FISHMAN, el defensor de los olvidados.

El corralito fue el símbolo de la profunda crisis del 2001, pero no apareció de la noche a la mañana. El camino que llevó a la congelación de los depósitos de miles de ciudadanos por 66.000 millones de dólares se veía venir. Si algo ha definido a la economía argentina durante los últimos veinte años ha sido su irregularidad, o mejor dicho su tendencia regular hacia la incertidumbre. Las crisis asolaron al país de mil formas diferentes, y como si se tratara de una hidra mitológica, cuando cortabas una cabeza, dos aparecían en su lugar. Salías de una crisis para entrar en otra. El aumento de la deuda externa, hiperinflación, fuga de capitales, corrupción política y un interminable etc. provocaron que el ciclo natural argentino como país receptor de inmigrantes diera un giro y fueran los propios argentinos quienes comenzaran a probar suerte fuera de sus fronteras, al otro lado del charco.

Cuando el ministro de Economía, Domingo Cavallo, firmó el decreto que limitaba a 250 dólares la extracción semanal en efectivo de los argentinos, también había creado el corralito, aunque, el término nació del ingenio del periodista económico Antonio Laje. Así comenzaba una crisis que concluiría con la renuncia del ministro, varios presidentes y que sin duda serviría para que términos como cacerolazo, piquete, trueque y escraches se convirtieran en palabras asiduas dentro del rico vocabulario bonaerense. Vocablos, que, lamentablemente ya no resultan tan desconocidos en países como España, Grecia o Chipre.


Olvídense por un minuto del mate y de Maradona. Durante los años 80 y principios de los 90, Argentina era un paciente enfermo tanto de inflación crónica (el aumento de los precios de más del 100% anual durante varios años) como de hiperinflación (la subida superior al 50% mensual). Para combatirlas, el Gobierno argentino implantó la Ley de convertibilidad, a partir de la cual se instauraba la paridad peso-dólar y el respaldo de los pesos en circulación con reservas en dólares. Desde ese momento, y a pesar de una aparente mejora, el país había firmado su sentencia ¿Cómo se podía aceptar que después de vivir en una de las peores inflaciones conocidas, se aceptara que el peso era igual que el dólar? El caramelo era demasiado apetecible como para rechazarlo.

El 3 de diciembre de 2001 el presidente Fernando de la Rúa tomó la decisión que le valdría el puesto: prohibió la libre circulación del crédito bancario y limitó a 250 pesos semanales las extracciones bancarias. Lejos de solucionar los problemas, la medida se convirtió en el punto de ignición que lo hizo estallar todo. Cuando la gente quiso recuperar su dinero comprobaron cómo los pesos ya no eran dólares y valían tres veces menos que antes. El sueño había terminado. Cuando quien se ríe en tu propia cara es quien se supone debe defender tus intereses, la entereza y el aguante se terminan y lo que era impotencia se transforma en rabia desatada. Desde los ahorradores que destrozaban los escaparates de los bancos hasta los pobres que saqueaban los supermercados, la desesperación (pero también el oportunismo de otros) se unieron para sumir al país en el caos absoluto. De la Rúa decretó el estado de sitio, pero eso no impidió que miles de cacerolas y piquetes cantaran al unísono en contra de la inutilidad de un Gobierno decadente.


La represión, ese símbolo infame del poder, representada en la policía montada aplacó las protestas de manera brutal, con cientos de heridos y cinco personas asesinadas como resultado. Al atardecer de ese mismo día, Fernando de la Rúa presentó su renuncia. Ramón Puerta, presidente de la Cámara de Senadores se hizo cargo del poder ejecutivo para nombrar a Adolfo Rodríguez Saá como sucesor. Siete días y muchas promesas después Saá renuncia y Eduardo Camaño, presidente de la Cámara de los Diputados, convoca una Asamblea Legislativa para nombrar a Eduardo Duhalde nuevo presidente interino; y entre anuncios de paz social se daba por zanjado el conflicto, con el fin de la clase media, el desplome de la industria y el quiebre de un país.

El corralito se convirtió en la comprobación tangible de un sistema político y económico moribundo. La casa cayó y no quedaron ni los restos. Solo lo necesario para empezar de nuevo. Sin embargo, la Unión Europea no parece estar al tanto de lo ocurrido en Argentina. De lo contrario cómo se podría justificar lo que está pasando en Chipre ¿Tan difícil es aprender de los errores que cometen los demás? ¿Dónde está la retrospectiva? Si palabras como cacerolazo, piquete o escrache cada vez son más utilizadas, lamentablemente el corralito no será una excepción. Dediquen unos minutos de su tiempo para comprobar qué tan interiorizadas tenemos estas palabras. O no, la respuesta puede ser perturbadora. El triste reflejo de una época.

TE NECESITO!


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OJO POR DAPHNE B.S.

En esta sociedad en la que vivimos, la mayoría de la actividad pública y privada de las personas está sujeta a diversos métodos de vigilancia bajo el pretexto de la “seguridad”.

La captación y/o el tratamiento de imágenes con fines de vigilancia es una práctica muy extendida en nuestra sociedad. La videovigilancia generalmente persigue garantizar la seguridad de los bienes y las personas o se utiliza en entornos empresariales con la finalidad de verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales. Ambas finalidades constituyen bienes valiosos dignos de protección jurídica, pero sometidos al cumplimiento de ciertas condiciones. La utilización de medios técnicos para la vigilancia repercute sobre los derechos de las personas lo que obliga a fijar garantías. Agencia Española de Protección de Datos

En la mayoría de los lugares públicos y privados se encuentran, a día de hoy, dispositivos de grabación que registran todo lo que sucede bajo su campo de visión. Esta extrema vigilancia a la que nos vemos sometidos, por medio de la informática y las telecomunicaciones principalmente, es justificada y aceptada por la mayoría de la ciudadanía como respuesta a la “inseguridad ciudadana”.

Sin embargo, la mayoría de las personas no tienen claro cual es el alcance de esa vigilancia, dónde se encuentra y quién suele estar detrás. Cabe destacar que dicha “inseguridad”, que tanto alarma a la instituciones y, por ende, a la ciudadanía, no es un problema que se pueda arreglar a base de mayor vigilancia y represión, la inseguridad es un problema estructural de toda la socie-

dad, consecuencia de las desigualdades económicas, la injusticia social, la miseria... Poner parches, como para otras tantas cosas, no hace más que intentar esconder un problema mientras se aumentan los métodos de control y represión de la población, ya que de forma paralela al aumento de vigilancia, hay ligado un endurecimiento de las leyes represivas. Sin ir más lejos, solo hay que echar un vista-

zo a la última “Ordenanza de protección de la convivencia ciudadana y prevención de actitudes antisociales” del Ayuntamiento de Valladolid, publicada en BOP de 31 de Marzo de 2012. La ofensiva de esta “ordenanza antisocial” que empezó a gestarse en 2011, que entre otras cosas intenta retomar los artículos excluidos de la ordenanza del 2004, coincide con un repunte masivo de la instalación de cámaras de seguridad, tanto de entidades privadas como públicas (1). Sin quedarse atrás, en el año 2009, la Universidad de Valladolid procedió a instalar unas 188 cámaras de videovigilancia con la excusa de unos hurtos cometidos durante el año 2004. Cámaras que controlan no sólo la entrada a los edificios, sino


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el perímetro exterior, los aparcamientos y el interior de las facultades y demás edificios universitarios. Y volviendo a la actualidad más inmediata tenemos el caso de la Universidad de Burgos, que ha aprovechado los periodos vacacionales para instalar más y más cámaras de seguridad evitando hacer frente a las voces incómodas que pudieran oponerse. Para más inri, los estudiantes de Burgos sospechan que la instalación se realizó por una recomendación llevada a cabo por la Subdelegación del Gobierno (2), por lo que el tema adquiere un cariz bastante más serio y represivo; es el propio estado el que pide sistemas de vigilancia dentro del territorio universitario. Se vende libertad por seguridad

Desde el estado e instituciones se justifica la vigilancia en base al bien común y se afirma que la custodia de las imágenes registradas está garantizada por la ley y la responsabilidad de quien las gestiona. A mayores de la seguridad que a cada persona le puedan transmitir las leyes y gestores de su imagen, lo cierto es que desde Internet se puede acceder a cámaras

en tiempo real de plazas y calles, aparcamientos, bancos, metros, buses... pero el principal problema no es la facilidad para acceder o no a esas imágenes, sino la naturalidad con la que se vive el proceso de instalación de nuevas tecnologías que sirven para vigilar. Bajo el precepto “si no haces nada malo, no tienes de que preocuparte”, se justifica el propio encarcelamiento personal permitiendo que cada persona pueda ser grabada en su centro de estudio o trabajo, mientras se desplaza por la ciudad tanto a pie como mediante transporte público o privado... dejando todos los detalles de su vida a unas cámaras. Cámaras que tienen personas detrás. Esta realidad se ha manifestado de forma reciente en el proceso judicial abierto contra quienes fueron detenidos tras la huelga general del 29 de marzo en Barcelona. Cuando las compañeras encausadas explican su caso demuestran que la policía se sirve tanto de sistemas públicos de videovigilancia como de todo el material que se cuelga en internet para ir identificando a la gente de entornos activistas e ir almacenando esa información. Para utilizar esta informa-

Notas: (1)El Día de Valladolid (30 de Mayo de 2011) http://www.eldiadevalladolid.com/noticia.cfm/ Local/20110530/empresas/camaras/vigilancia/multiplican/seis/solo/dos/a%C3%B1os/E9642A2B-C555-25928B0B46860BB8C6A6

En el año 2009, la Universidad de Valladolid procedió a instalar unas 188 cámaras de videovigilancia. Cámaras que controlan no sólo la entrada a los edificios, sino el perímetro exterior, los aparcamientos y el interior de las facultades y demás edificios universitarios.

Desde el estado e instituciones se justifica la vigilancia en base al bien común y se afirma que la custodia de las imágenes registradas está garantizada por la ley y la responsabilidad de quien las gestiona

ción, ilegal en la democracia liberal, recurren a las declaraciones de policías que afirman haber visto, oído o presenciado todo aquello que no han podido incluir de forma legal en una denuncia. Esta situación no es en absoluto novedosa en la historia de la represión, pero si lo es la manera en que han conseguido material para identificar en vídeos y fotos a los represaliados: pruebas biométricas, detalles de la ropa, geolocalización mediante teléfonos móviles...

Mientras se siga justificando, o aceptando con apatía, el aumento de sistemas de videovigilancia que cada día nos acercan más y más al Panóptico, donde siempre se está siendo vigilado, pero nunca se ve al vigilante, los poderes y fuerzas de seguridad del estado tendrán una baza muy fuerte para bajo control y mando a los sectores que más sufren la violencia estatal, dejándoles sin la más mínima libertad de movimientos ni expresión.

(2)Diario de Vurgos (4 de Abril de 2013) http://diariodevurgos.com/dvwps/comunicado-de-la-asamblea-autonoma-de-estudiantes-acerca-de-la-jornada-delucha-llevada-a-cabo-en-la-facultad-de-humanidades-el-dia7-de-marzo.php


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Foto: F.P.G.

El gobierno de Mariano Rajoy no deja de sorprender a propios y extraños con la imparable ofensiva de reformas legislativas que está imponiendo desde que el PP llegó al poder. De entre ellas destacan, como no podía ser de otra manera, las encaminadas a sacar a España de la crisis económica brutal que padecemos, aunque cualquiera lo diría, a tenor de los resultados: más de 6 millones de personas sin empleo, nada menos que el 27,16% de la población activa. Eso sí, han conseguido que los defraudadores blanqueasen algunos dineros que tenían por ahí ocultos, gracias a la amnistía fiscal. Pero la vorágine reformadora no termina en reformas laborales y de ajuste económico. El PP se propone seguir la hoja de ruta para devolver a la nación española al honroso lugar que le pertenece en la Historia universal. Lo que Franco empezó, que Rajoy lo termine. A finales del mes de marzo, el gobierno anunció que iba a imponer, en el marco del anteproyecto de Ley de Reforma Integral de los Registros, un examen para la obtención de la naciona-

Opinión

LA ESPAÑOLIDAD A EXAMEN POR CARLOS BLANCA

El gobierno anunció que iba a imponer, en el marco del anteproyecto de Ley de Reforma Integral de los Registros, un examen para la obtención de la nacionalidad española. lidad española. Dicho examen vendría a comprobar el conocimiento del idioma español e historia y cultura patrias por parte del solicitante. Según el gobierno se trata de unificar criterios y crear una prueba “objetiva” para acabar con la disparidad existente en la interpretación de la ley por los diferentes jueces del Registro civil de cada provincia, encargados hasta ahora de conceder o denegar la nacionalidad en función de sus propios criterios. En su programa electoral para las elecciones de noviembre de 2011 el PP ya lo anunciaba: “Requeriremos el conocimiento de los valores fundamentales contemplados en la Constitución que son la base de nuestra sociedad, y el

conocimiento suficiente de la lengua, la historia y cultura españolas para la obtención de la nacionalidad. Se dará una solemnidad adecuada al acto de adquisición de la nacionalidad española”. Ya me imagino, al estilo de las películas de Hollywood: una sala llena de inmigrantes jurando, con el DNI en mano, fidelidad al Rey y a la Constitución española. Tal acto de patriotismo provocaría las lágrimas del mismísimo Don Pelayo, pero al que suscribe, todo esto le da un tufillo a españolismo rancio muy propio del nacionalcatolicismo en el poder, y en el gobierno. En todo caso, llama la atención que a día de hoy todavía existan personas que

quieran obtener la nacionalidad española, con la que está cayendo… Desconocemos si con la concesión del DNI y pasaporte españoles el gobierno tiene previsto conceder automáticamente también la cartilla del paro. Españolizar a la fuerza

No deja de ser esto de la nacionalidad, una lotería macabra. Porque uno cuando nace llega con el ADN de su clase social en el cordón umbilical de sus progenitores, pero no lleva pasaporte en el bolsillo. Si los nonatos pudieran elegir nacionalidad, y echando un vistazo al panorama, huirían de la española como de la peste. Querrían ser ciudadanos alemanes, norteamericanos, o de las Islas Caimán, pero ¿españoles? Y es que no tendría mucho sentido, teniendo en cuenta que en cuanto adquieran edad de emanciparse tendrán que liar el petate para buscarse la vida allende las fronteras patrias. Pero volviendo al examen de españolidad, ¿no es suficiente el haber trabajado tantos años en España? ¿No es suficiente el haber comprado una vivienda y haber sido desahuciado después? ¿No


18sistema-mundo es suficiente el haber sufrido durante años la humillación de ser tratado como “panchito”, “moro” u otros calificativos despectivos y racistas? Pues no. Resulta que además tienes que saber que los Reyes Católicos, quienes iniciaron el genocidio en el continente recién colonizado se llamaban Isabel y Fernando, que la selección española de fútbol ganó un mundial y que nuestra participación en la guerra de Irak y en Afganistán fue decisiva para el advenimiento de la democracia en esos países… El PP, se vista como se vista, no deja de ser fiel heredero de la derecha franquista. Y no sólo heredero ideológico, sino también de sangre: muchos de sus dirigentes hunden sus raíces en familias que hicieron fortuna a la sombra del dictador. Por ello a nadie puede sorprenderle su firme voluntad de “españolizar” a diestro y siniestro. España como nación es un despropósito. Sólo existe en la mente y en los planes de una clase social dominante que esgrimió la españolidad como argumento para imponer a sangre y fuego su dominio: acabar con todo resquicio de oposición a sus planes hegemónicos. Si la II República inició el tímido camino del reconocimiento de los derechos de las nacionalidades sujetas al marco estatal, y el de la democratización de las instituciones, el fascismo triunfante de la guerra civil arrasó con todo ello. Y la posterior reforma del viejo estado franquista, inventó el estado de las autonomías precisamente para garantizar la sacrosanta unidad territorial, garantizada por las leyes, el Rey y el ejército español. El Estado monárquico español se desmorona por sí

Si por un lado se propone imponer un examen para la obtención de la nacionalidad española, por otro se ha propuesto conceder el permiso de residencia permanente a extranjeros que adquieran una propiedad inmobiliaria en el estado español.

mismo. La corrupción galopante está instalada en todas las instituciones del Estado. La crisis económica, y una legislación de manual neoliberal empuja a millones de ciudadanos y ciudadanas al paro y la exclusión social, millones de personas ya no confían en el sistema político instaurado, y la conciencia nacional de los Pueblos oprimidos por el Estado español aumenta cada día… Y en esas, el PP se inventa un examen de españolidad. El permiso de residencia, a precio de mercado

Pero sigamos por la senda reformista del gobierno. Si por un lado se propone imponer un examen para la obtención de la nacionalidad española, por otro se ha propuesto conceder el permiso de residencia permanente a extranjeros que adquieran una propiedad inmobiliaria en el estado español. Esto sí, sin examen ni nada. Sólo tendrán que comprar una propiedad por un importe

superior a 160.000 euros. La argumentación del gobierno es que hay que dar salida a los miles de inmuebles que están vacíos, habiéndose detectado un aumento de la demanda por parte de ciudadanos rusos y chinos, pero también aunque en menor medida británicos y alemanes, atraídos por el sol, las playas y la gastronomía. Parecería una broma, pero no lo es. Si con la amnistía fiscal el gobierno facilitó el blanqueo de millones de euros a sus propios amigos de nacionalidad “española”, con esta medida, dará carta de naturaleza al blanqueo de capitales de las nuevas mafias rusa y china, quienes gozarán de un reconocimiento legal para seguir alimentando sus negocios al calor de unas suculentas mariscadas en los mejores puertos deportivos del litoral. Y con el permiso de residencia en el bolsillo, comprado con un dinero de turbia procedencia. Habrá quien pueda comprar una vivienda por ese precio y que

lo haya obtenido legalmente, pero el resultado es el mismo por caminos diferentes. Resulta asombroso que al gobierno no se le caiga la cara de vergüenza anunciando esta medida, precisamente cuando vivimos un momento donde se está desalojando de su vivienda a muchos inmigrantes que no pueden pagar la hipoteca porque no tienen trabajo. Pero para mayor sonrojo, establece el límite para la obtención del permiso de residencia en 160.000 euros. Quien compre una propiedad por debajo de esa cantidad no obtendrá el permiso. Como vemos, todo es una cuestión de poder adquisitivo. Así las cosas, pronto pondrán precio también a la obtención de la nacionalidad. Aunque suspendas el examen porque no sepas como se llamaban sus graciosas majestades, que ambos nacidos en el extranjero, obtuvieron la nacionalidad española por la gracia de Dios y del caudillo. Amén.


19cultura(s)

Foto: F.P.G.

Puede que la pregunta que se formula a continuación desconcierte a muchos, sobresalte a otros tantos y horrorice a algunos pocos. Aún así, antes de enjuiciar este artículo por lo que muchos entenderán que es un sacrilegio, antes de pasar la página (o incluso, de hacer algo peor como cerrar la revista), léanla, reflexionen y, después, decidan si me conceden cinco minutos de su tiempo. La pregunta es la siguiente: ¿tiene algún sentido que se enseñe literatura en la escuela y en los institutos? La primera respuesta que se dará es rápida y tajante: “sí”. A lo que seguramente se acompañe una nueva cuestión extrañados por el planteamiento: “¿cómo que si tiene sentido que se enseñe literatura en la escuela?”. Ahora bien, si extirpamos de la cabeza una serie de prejuicios sobre los libros, la literatura y la lectura en la escuela quizás se pueda ver que no es un interrogante tan descabellado.

La contracrónica POR VICTOR GUTIÉRREZ

LITERATURA DE TRIVIAL La colombiana Beatriz Helena Robledo (escritora e investigadora en las áreas de Literatura Infantil y Juvenil y en procesos de formación lectora) en 2007 publicó un artículo en la prestigiosa Revista Aleph donde rompe con una serie de tópicos extendidos y comúnmente aceptado. “La enseñanza de la literatura en la escuela: una señora en vía de extinción” fue el título que dio al escrito y en él comenta: “La literatura es una producción cultural y su hábitat natural son los espacios culturales. Su función no es pedagógica y mucho menos didáctica. La literatura no se escribe para enseñar

algo, ni para dejar mensajes moralistas. Tampoco se ha escrito para ser estudiada (…) ¿Cómo entonces puede sobrevivir en un ambiente donde no se le permite ser, donde no puede expresarse en toda su dimensión polisémica y simbólica, en todo su potencial de sentidos y significaciones?”. Quedan pues sobre la mesa las cartas con las que se deben comenzar la partida. Ahora toca ordenarlas y después establecer la jugada con una visión crítica de todo lo que nos rodea y, quizás, aún más estricta sobre todo aquello que es considerado inmutable. El tema es tan amplio

que es mejor ir parte por parte, para analizar brevemente todas las variables que confluyen en la enseñanza de literatura en la escuela. ¿Qué se enseña?

Generalmente, los colegios e institutos realizan un recorrido histórico por la literatura centrándose especialmente en los autores nacionales y, también, regionales. El grupo de escritores que son “dignos” de entrar en un libro de texto es lo que comúnmente se ha denominado canon, o más genéricamente, como “autores y obras clásicas”. El sistema educativo muy condicionado por movimientos políticos y económicos realiza una selección nacionalista y regionalista sobre las obras que “deben” merecer la pena para su alumnado. Esto a la larga condicionará la percepción asumida de la literatura, de los clásicos y, en el fondo, del arte en general. El papel que realiza la escuela es vital ya que luego,


20cultura(s) en la adolescencia y en la vida adulta, la manera en que se entiende la literatura deriva directamente de lo que nos han enseñado que es “buena literatura”. El canon literario es algo así como un diccionario de conversaciones en otro idioma. Es útil, pero muy limitado; te sirve para entenderte con otros individuos, pero eso no implica que comprendas su idioma. Ahora bien, también hay quienes defienden el canon porque consideran que (siguiendo con la metáfora del idioma) estas obras son la gramática básica para entender la literatura. Harold Bloom es un crítico norteamericano que en los últimos años se ha postulado como el gran defensor del canon. En su texto Elegía al canon, argumenta lo siguiente: “El tema central es la mortalidad o inmortalidad de las obras literarias. Donde se han convertido en canónicas, han sobrevivido a una inmensa lucha en las relaciones sociales, pero estas relaciones tienen poco que ver con la lucha de clases (…) El valor estético surge de la memoria, y también del dolor, el dolor de renunciar a placeres cómodos en favor de otros mucho más difíciles”. Opiniones diversas sobre el canon literario en la escuela

Manuel Castrillón Valentín, profesor de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato, comenta: “El canon no solo es necesario sino que es imprescindible. Cuando se leen los libros canónicos, o al menos es lo que a mí me pasa, ves una diferencia tan abismal respecto al resto que me resulta difícil entender que alguien pueda ir contra él”. Además, Castrillón no comparte los argumentos que desauto-

rizan el canon: “Los argumentos contrarios al canon, y aquí utilizo una expresión de Harold Bloom, solo se pueden entender desde una escuela del resentimiento que pretende escudarse en argumentos secundarios que nada tienen que ver con la calidad literaria. Sobra decir que el canon no es inamovible y todo este tipo de cosas. Ya sabemos que El Quijote fue redescubierto en el XIX pero siempre necesitaremos una jerarquía en un océano inmenso de libros. También es cierto que no solo leemos los libros canónicos y eso es también maravilloso pero eso no invalida la idea de un canon occidental que se construye de manera inexcusable”. Fernando del Val, poeta vallisoletano, explica al respecto: “Mi mirada es moderna, o sea, defiendo el canon, las listas, la voz de los críticos, profesores y especialistas, aunque siempre haya títulos que se queden fuera. Igualmente, defiendo la programación en las escuelas e institutos, al menos la que yo conozco -soy de EGB y BUP- era buena. Es probable que La regenta no sea una lectura adecuada para los quince años, y que a algún alumno se le quiten las ganas de leer, pero es un riesgo que asumo. En todo caso, sería perfecto complementar esas clases con otras extraescolares, o no, en las que se hablara de literatura contemporánea”. Con todo, la labor de enseñanza de la literatura y de los hábitos de lectura no es

siempre fácil. Manuel Castrillón habla sobre su experiencia en las aulas desde una perspectiva bastante desalentadora. “De la lectura en las escuelas me temo que voy a ser pesimista. Cuando empecé a trabajar de profesor pensaba que había que recuperar los clásicos y todo esto en la adolescencia. Hoy pienso que la cuestión no es si el profesor manda o no leer clásicos. La cuestión es mucho más sencilla, es imposible que un adolescente medio entienda algo de un clásico. No hablo de disfrutarlo que puede ser hasta secundario. Hablo del hecho real de entender las palabras, las oraciones y el texto en su conjunto. Yo tengo alumnos bastante motivados, algunos leen frecuentemente pero la dificultad de los clásicos es excesiva para su nivel lingüístico. Esto es desesperante pero me temo que es real”, comenta el profesor. Dos caminos en la enseñanza de la literatura

Nos encontramos pues con que en la actualidad hay dos corrientes sobre cómo iniciar a los alumnos en el estudio de la literatura. Por un lado, están aquellos que proponen que se introduzcan los clásicos en el sistema educativo de manera íntegra y sin ningún tipo de adaptación. Consideran que los jóvenes lectores con una buena tutela podrán entender cualquier tipo de obra y que esto a la larga les hará disfrutar más con la literatura ya que entienden la esencia. Por otro lado, están aquellos

Lecturas de interés: - Harold Bloom, El canon occidental (1994), Barcelona, Anagrama, 2005. - Italo Calvino, Por qué leer a los clásicos, Barcelona, Tusquets, 1992. - Italo Calvino, Seis propuestas para el próximo milenio, Madrid: Siruela, 2002.

que proponen que las lecturas se deben vincular al interés, capacidad lingüística y conocimiento del alumno, para generar así un hábito lector que a la larga les lleve a degustar grandes clásicos y obras más relevantes. La solución a la cuestión es compleja y aún no se ha dado con ella (prueba de ello son los bajos índices de lectura que se mantienen en España). Muchos son los alumnos que habrán tenido que sufrir con una enseñanza de una literatura llena de fechas, obras y autores donde, como mucho, a veces se hablaba de las características de una corriente estética para luego leer fragmentos de libros fuera de su contexto. Esta literatura de Trivial parece que poco a poco va desapareciendo y que cada vez se da más importancia a la interpretación del texto. Ahora bien, lo que cabría hacer ahora es volver a preguntarse si este tipo de literatura tiene algún tipo de sentido en la escuela. Existe una tercera vía que aún no se ha explorado con seriedad, se trata de aquella en la que se apuesten por unos estudios de literatura trasversales. Al igual que a la lengua le ha salido un apéndice llamado literatura, también le podría salir a la biología, a la historia o las matemáticas. Quizás de esta manera, en su correcto contexto, se podría disfrutar más de la literatura y del canon. Además, se ofrecería al alumno una mayor perspectiva crítica para valorar y enjuiciar. La literatura es un ente vivo y con el que cada cual mantendrá una relación diferente. Enclaustrarla en libros de texto solo la ensombrece.


21cultura(s)

Disparos que reviven la memoria del pueblo chileno POR NEREA VILLORIA

El documental La Ciudad de los Fotógrafos muestra el valor del trabajo que realizaron los reporteros gráficos en la etapa más convulsa de la dictadura.

El día a día en las calles chilenas unió a los fotógrafos contrarios a la dictadura hasta el punto de crear su propia agrupación

Rodrigo Rojas De Negri, fotografiado por Percy Lam

Cuando un fotógrafo se mezcla con los perdedores, tiene frente a sí a los muertos y busca sin descanso imágenes que revivan a los desaparecidos, su cámara se convierte en una herramienta de libertad. En un terreno donde sólo cabe el compromiso, el discurso objetivo no puede existir. Los reporteros gráficos que mostraron las protestas contra la dictadura de Augusto Pinochet formaban parte de esa misma lucha contra el régimen. Con su particular arma entre las manos, eran muy conscientes de la importancia de sus “disparos”. En esa labor de denuncia fijó su mirada Sebastián Moreno, director del documental La Ciudad de los Fotógrafos, un trabajo que a pesar de su escasa difusión tras su estreno en 2006, merece atención ya no por ha-

ber sido premiado en varios festivales, sino por su significado y por continuar en el presente un proceso iniciado hace décadas. La fotografía decidida, valiente, reivindicativa y política hizo escuela y sacó a la dictadura chilena de la impunidad. Bajo la música de Manuel García, autor de canciones como “El viejo comunista”, el documental es un homenaje tanto a las víctimas como a los “mensajeros” que en algún momento de la historia no tuvieron miedo de mostrar, de hablar, de ser parciales cuando la imparcialidad frente a las injusticias era la salida fácil. La AFI

La cinta muestra cómo el día a día en las calles chilenas, esperando codo con codo a que avanzaran las manifestaciones para contar

La censura oficial era una característica innata del régimen: salían revistas enteras publicadas sin una sola foto desde dentro lo que ocurría, unió a los fotógrafos contrarios a la dictadura hasta el punto de crear formalmente su propia agrupación. La Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI) nació así en 1981 con el principal objetivo de protegerse como colectivo. Pero más allá de la solidaridad entre compañeros, consiguió la suficiente fuerza para ejercer presión sobre el régimen y ofrecer también respaldo a la gente que salía a protestar. Fotógrafos como Luis Navarro, Jorge Ianiscewsky, Óscar Navarro, Paz Errázuriz, Claudio Pérez, Percy Lam o Kena Lorenzini acudían a la llamada de las personas manifestantes para cubrir los hechos que acontecían y abrir los ojos al mundo y a su propia sociedad sobre lo que estaba sucediendo en Chile y nadie quería ver. De la AFI

son la mayoría de fotografías tomadas durante el periodo que comprende desde el año 1981 hasta 1993. El peligro estaba latente en las calles y la represión también afectaba a los reporteros. Un hecho que marcó a todos los miembros de la asociación fue el asesinato del joven fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri, de 19 años, cuando cubría una manifestación estudiantil celebrada en 1986. Exiliado en Estados Unidos, decidió regresar porque no quería sentirse ajeno al clamor de su tierra de origen. Caminaba junto a los grupos de manifestantes, tomaba imágenes de cerca y sin miedo, sin la experiencia de fotógrafos veteranos que sabían cómo moverse y actuar con una mayor precaución, hasta que un día varios miembros de las fuerzas militares desplegadas lo interceptaron junto a una estudiante, lo rociaron con combustible y quemaron como si fuera una pira humana. Rodrigo murió cuatro días después de los hechos. “Cuándo entenderán los fascistas que la vida de los que luchan por la vida, no termina con la muerte”, preguntó Cristian Berríos, vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, ante la multitud que acudió al funeral. Testimonio y memoria

La AFI impulsó la fotografía como prueba histórica. El lenguaje político que creó a través de la imagen sirvió


22cultura(s) para apoyar el testimonio de las víctimas de la dictadura y fue fundamental para iniciar procesos de justicia. Además, el valor de la fotografía como registro frente al olvido es incalculable. Quien desapareció en “extrañas” circunstancias durante la dictadura, aparece como doblemente invisibilizado si la imagen de su recuerdo tampoco se conserva. El documento gráfico de una persona ayuda en gran medida a rememorar el hecho de que formó parte de la historia de la humanidad. Ese sentimiento de pertenencia, de certeza de que hubo vida en sociedad, es el que reclaman las familias de aquellos que nunca volvieron. Los fotógrafos de la AFI contribuyeron a aliviar su dolor gracias a un laborioso trabajo de investigación y búsqueda. Rescataron y archivaron fotografías de personas desaparecidas con el fin de devolverlas a la vida a los ojos de sus seres queridos y de la memoria colectiva. Lo que se ve, existe. Censura y debate moral

Aparte de la autocensura que provocaba el miedo a informar, como en toda dictadura la censura oficial era una característica innata del régimen. En el ámbito de la prensa, la AFI pudo comprobar cómo salían revistas enteras publicadas sin una sola foto, con el espacio que debían ocupar, en blanco. El trabajo de la que fue llamada “asociación de los fotógrafos de izquierdas” resultaba inadmisible y fue entonces cuando ésta decidió ejercer su libertad en la propia calle. Con las fotografías ampliadas y colgadas en el pecho el colectivo no dudaba en desfilar entre los viandantes para que todo el que pasara pudiera observarlas.

Más información: - Web: http://www.laciudaddelosfotografos.cl/ - Documental completo: http://www.youtube.com/ watch?v=wyzeeU5XmNI - Muestra de fotografías de la AFI: http://www.youtube.com/ watch?v=3TO8qKTFhfM - Morir es la noticia. Rodrigo Rojas de Negri: http://www.derechos.org/nizkor/chile/libros/reporter/capV07.html - Multitudes en Sombra, libro de Gonzalo Leiva Quijada sobre la AFI: http://www.fotogamia.com/noticias/se-edita-libro-sobrefotografos-en-la-dictadura-militar/

El intento por ocultar aquellas imágenes desde instancias oficiales era una prueba de que la AFI realizaba el mejor trabajo que por aquel entonces podía practicar un fotógrafo. El debate moral llegó después de años cubriendo de manera ejemplar la violencia con la que actuaban las fuerzas del régimen, los funerales de las víctimas y los hechos criminales que ocurrían a diario. Cuando se atisbaba el fin de la dictadura fue necesario pararse a pensar en su evolución como personas y como profesionales. “Si hay menos represión, es porque vamos ganando”. Una obviedad como esta es la conclusión a la que llegaban los fotógrafos de la AFI tras reflexionar acerca de su propio trabajo. La “atracción” por la sangre, la búsqueda constante del horror con el fin de contarlo, lo que al fin y al cabo se había convertido en un bucle rutinario, dejaba de tener sentido con el paso de los años. Ya no querían seguir siendo “máquinas” que funcionaban automáticamente, objetivos que sólo supieran buscar violencia en un contexto que se avecinaba distinto, favorable y con nuevas historias que contar. Aunque pueda resultar una paradoja, desacostumbrarse a la represión requería un proceso interno para poder evolucionar hacia una nueva etapa. Lo que no cambió fue la lucha por la justicia y por mantener viva la memoria del pueblo chileno. La Ciudad de los Fotógrafos, el documental en sí mismo, es buena prueba de que el trabajo por recuperar el pasado histórico no tiene fin en el tiempo.


23cultura(s)

PIENSO, LUEGO CANTO POR EDUARDO R. SALGADO

Foto: Jesús Díez

La música desde siempre ha formado parte de la política. Bien en lo militar o en lo diplomático, la música forma parte de la vida política. Con la eclosión en la primera mitad del siglo XX de la música popular, el escenario cambia. Las letras empiezan a servir de contrapoder El pasado 15 de febrero en el Parlamento portugués, el Presidente luso tuvo que interrumpir su discurso porque varios ciudadanos presentes en el pleno entonaron Grândola Vila Morena. Una canción convertida en himno durante la Revolución de los Claveles. La letra de José Zeca Afonso ha regresado al imaginario popular como símbolo de lucha frente a las políticas de hoy. Cada país tiene ciertas canciones representativas de la lucha contra el poder, sin embargo, ahora que la economía, y con ella los problemas, son globales, interesa ver qué dice la música popular de ámbito internacional. Bob Dylan, Mercedes Sosa, Pink Floyd, Ska-P, Molotov… Son muchos los que cantaron contra o a favor de ideas o acontecimientos políticos. Tantos que se requerirían cientos de hojas para abordarlos. Este artículo selecciona unos pocos músicos de relevancia internacional

y algunas de sus letras, con el final de los años 60 como toma de partida. Sexo, drogas y rockandpolitics

El rock siempre tuvo un espíritu rebelde. Pese a bandas como The Beach Boys, en la génesis del rock está la desobediencia y, por tanto, la rebeldía frente al orden establecido. Antes, hablar de sexo y drogas llevaba implícito un mensaje de rechazo. Al usar la música para expresar aversión por cuestiones de índole política, se va formando lo que hoy conocemos como contracultura. Janis Joplin encabeza un tipo de músico comprometido y con un gran potencial mediático. En 1970 graba Mercedes Benz, una canción que ataca sin ambages el modelo capitalista que promueve el consumismo: “Oh Señor, ¿no me comprarás un Mercedes Benz?/Todos mis amigos conducen porches/ Debo compensarlo”.

En estos años gran número de los músicos más exitosos lanzan mensajes críticos con el poder o el modelo de vida occidental. Creedence Clearwater Revival graba en 1969 Fortunate Son, un tema que ataca el discriminado reclutamiento al que se veían forzados los jóvenes estadounidenses para luchar en la Guerra de Vietnam: “Algunas personas nacen para ondear la bandera/Oh, son rojo, blanco y azul/Y cuando la banda toca: ‘Hail to the chief/Apuntan el cañón hacia ti, Señor/No soy yo, no soy hijo de ningún senador/No soy yo, no soy ningún afortunado”. Hail to the chief es el himno oficial del Presidente de los EE UU. Entre la MTV, el punk y Thatcher

Con la irrupción de la televisión en la industria musical, el videoclip se asume como medida estándar en todos los músicos que aspiran a alcanzar los puestos más altos en las listas de ventas. Una manera perfecta para introducir en las casas el producto que se pretende vender; al fin y al cabo, el videoclip está al servicio de la mercadotecnia. Precisamente, la hegemónica cadena musical nace en 1981, cuan-

do el punk estaba de moda. Antes Sex Pistols, y en los 80 bandas como The Clash, atacaban directamente al sistema bajo una estética sucia y una música alejada del virtuosismo que ensalzaba al individuo indómito: “Que no te digan lo que quieres/Que no te digan/Lo que necesitas/ No hay futuro/No hay futuro/ No hay futuro para ti” (God Save The Queen: 1977). La emblemática canción de Sex Pistols fue lanzada en plena crisis económica, con numerosas huelgas generales y una tasa de paro al alza. Este descontento que canta Johnny Rotten, paradójicamente precipitó la victoria de Margaret Thatcher. Con el reciente fallecimiento de la dama de hierro, muchos medios recordaron las numerosas canciones que aluden a la Primera Ministra, líder del neoliberalismo que trabajó para desregular el mercado financiero y privatizar servicios estatales. Merry Christmas Maggie Thatcher de Elton John, Tramp The Dirt Down de Elvis Costello, Celebrate -The After You- de The Blow Monkeys o Town Called Malice de The Jam. Muchos fueron los músicos que se inspiraron en las políticas de Thatcher. Al ser la abanderada, junto a su


24cultura(s) colega Ronald Reagan, de la política neoliberal cuyas consecuencias llegan al contexto económico actual; los paralelismos entre las políticas de Thatcher y la extrema austeridad impuesta hoy, sirven de acicate para comparar la música de entonces con la de ahora. Siglo XXI: el culto al cantante y su imagen

Lady Gaga, Beyonce, Justin Bieber, Shakira, Pablo Alborán, PSY… Todos estos famosos músicos tienen algo en común: son cantantes y no forman parte de un grupo. Si en los 60, 70 y 80, la inmensa mayoría de la música popular la producían grupos musicales, ahora los músicos más escuchados tienen un nombre que solo representa a una persona; el cantante. De hecho, la electrónica y la música grabada, cada vez en más casos, sustituye a los instrumentistas en el escenario. Ahora los grandes conciertos de Lady Gaga, Beyonce o PSY, se parecen bastante a la estética del videoclip: varios bailarines que acompañan a la estrella, con espectaculares coreografías grupales y

Foto: Jesús Díez

una estética impactante. En esencia esto fue Thriller de Michel Jackson. Cabe pensar, que si las listas de ventas están copadas en su mayoría por cantantes, lo cantado, la letra, adquiere un peso protagonista. Lady Gaga cantaba en Born This Way de 2011: “No importa si las discapacidades de la vida/Te dejaron marginado, acosado o burlado/Alégrate hoy y ámate a ti mismo/ Porque nena, así naciste/No importa gay, heterosexual o bisexual/Lesbiana o transexual/Voy por el camino correcto, nena/Nací para sobrevivir”. Un positivo mensaje que apela a la tolerancia de las personas frente a la homofobia o el racismo. Sin embargo, la cantante de 27 años no continúa con la senda reivindicativa. En Poker Face representa una relación violenta y posesiva entre un hombre y una mujer, donde supuestamente la mujer ocupa el mando. Un calco invertido del machismo de siempre. En Judas canta sobre aquellas mujeres que aman al hombre pese a los cuernos, desprecios y traiciones. En Alejandro, de la mujer

Los temas que han copado las listas de éxitos en los últimos años, todos, tratan [...] las relaciones entre el hombre y la mujer y la idea de disfrutar el momento y despreocuparse. El elemento crítico o reivindicativo de cariz político o ideológico ha desparecido liberada de amores pasados. Ambos temas desataron una airada polémica en la comunidad cristiana, pero exclusivamente por la estética empleada en los videoclips. Lo que al final destaca no es la letra, sino el vídeo. Una canción que estuvo día y noche sonando en las radios fue I Got At Feeling de Black Eyed Peas. Una sencillo que únicamente habla de pasárselo bien; ni más ni menos. Más actual es Gangnman Style, el tema del surcoreano Park Jae-

sang, conocido como PSY, del verano pasado. En ella el músico y cómico reproduce parcamente el estereotipo de hombre y mujer seductores en tono jovial. Algo parecido interpreta en Gentleman, su actual single en el que sencillamente se ríe del arquetipo de caballero cortés. Desde luego, las letras de estos músicos no quedarán en la memoria por su mensaje o poética, sino por la imagen y los bailes de los videoclips. El elemento visual se superpone al musical y literario. Ateniéndonos solo a las canciones más exitosas de los últimos años, vemos que, además de ser cantantes, estos músicos tienen otra cosa en común. Todos los temas que han copado las listas de éxitos en los últimos años, todos, tratan desde diferentes variantes, tradicionales o modernas, las relaciones entre el hombre y la mujer y la idea de disfrutar el momento y despreocuparse. El elemento crítico o reivindicativo de cariz político o ideológico ha desparecido de entre las músicas más escuchadas.

Para profundizar: - Orihuela, Antonio. Poesía, pop y contracultura en España. Berenice, 2013. - De la Fuente Soler, Manuel. Frank Zappa en el infierno: El rock como movilización para la disidencia política. Biblioteca nueva. Madrid. 2006. - Turino, Thomas. Music as Social Life. The University of Chicago. 2008.


25cultura(s) Las muertes de Stéphane Hessel el pasado 26 de febrero y de José Luis Sampedro el 8 de abril de 2013 han devuelto a las portadas de los medios de comunicación aquel breve texto político, más cercano a la arenga que al ensayo, titulado ¡Indignaos! (Ediciones Destino, 2011). Este libro escrito por Hessel y prologado por Sampedro en la versión española se asocia con las movilizaciones de protesta que se dieron en España hace dos años y que terminaron por consolidarse en lo que se denominó el Movimiento 15-M, o lo que los medios de comunicación trivializaron llamándolo “los indignados”. Esta estrecha relación entre la lucha social y los libros (y escritores) no es algo novedoso del siglo XXI, sino que a lo largo de historia se han dado numerosos casos. A continuación, se expone una breve lista subjetiva y parcial con algunas de estas lecturas. Trazos desairados

¿Quién no ha visto en alguna de las manifestaciones que se suceden con constancia estos días una máscara blanca que recuerda al rostro de Guido Fawkes? Con una sonrisa macabra, un bigote y perilla perfilada (como los de la antigua escuela) y un poco de tono rosado en los pómulos que contrasta con su nívea piel; esta careta se ha convertido en un ícono de la lucha antisistema. Si aún no sabes qué representa, este símbolo es el antifaz del protagonista del cómic de Alan Moore V de vendetta (Planeta, 2006). En esta novela gráfica, se puede ver representada una intensa lucha entre el poder autoritario estatal y la anarquía. Tras una guerra mundial con el uso de armamento nuclear, la ultraderecha se alza con el poder en Gran Bretaña.

LECTURAS “INDIGNAS” POR VÍCTOR GUTIÉRREZ

Foto: F.P.G.

Imitando a los regímenes fascistas más las innovaciones tecnológicas de nuestra era se crea un sistema opresor y angustioso en el que la única voz discordante es un “terrorista” que se autodenomina V y que es algo así como un Robin Hood moderno. Las profecías

Si V de Vendetta es una historia sobre cómo la acción de un solo hombre puede cambiar el mundo, los libros que ahora se enumerarán hablan más bien de lo que puede ocurrir si prosigue la inacción social. En 1932, Aldous Huxley publica una novela cuya lectura provoca una congoja y un malestar similar al de una pesadilla: Un mundo feliz (recientemente, acaban de publicar en Cátedra una fantástica edición comentada Jesús Isaías Gómez que propone una interesante relectura del libro). La novela de Huxley ha sido catalogada como la madre de la novela distópica, ya que luego le seguirían otras como 1984 o Fahrenheit

451. Sin embargo, este género comenzó a gestarse con anterioridad con uno de los primeros disidentes de la era soviética, el ingeniero ruso Evgueni Ivánovich y su obra Nosotros; e, incluso antes, se podría recordar la figura del padre de la “sociofantasía” H. G. Wells. Huxley llegó a escribir: “Estoy escribiendo una novela sobre el futuro, acerca del horror de la utopía de Wells, una especie de rebelión contra ella”. De una manera u otra, poco importa quién inició el género, sino más bien que ofrece la distopía a la literatura y la sociedad. Un mundo feliz construye una grotesca caricatura de un futuro inmediato donde lo único que importa es el placer superficial y la felicidad despreocupada. El mundo “utópico” que plantea Huxley ha conseguido erradicar la guerra y la enfermedad, a cambio de eliminar otras tantas cosas que podían llevar al desengaño como la familia, la literatura, el arte, es decir, la vida en general... Todo ello regado de abun-

dante soma, una droga que adormece las conciencias. Libros denuncia

Tras las novelas gráficas con un marcado carácter simbólico y las profecías que recorre paso a paso la sociedad, llegamos a aquellos libros que denuncian abiertamente situaciones injustas (a juicio de los autores) o los que directamente plasman grupúsculos sociales ocultados convenientemente y que piensan que el “sueño americano” no es la panacea. Se puede nombrar en este segundo grupo a todos los autores de la Generación Beat (sería conveniente que más de uno revisara qué es un hipster, término que se está poniendo muy de moda) y toda la posterior literatura de la contracultura y del realismo sucio. Dentro del primer grupo, de aquellos que relatan dramas reales, podemos encontrar desde libros tiernos y hermosos como El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince que narra el drama de Colombia a través de la figura de su padre (un epidemiólogo izquierdista asesinado por grupos paramilitares cercanos al gobierno); hasta relatos con menos calidad literaria, pero que hicieron saltar a la palestra los desmanes del comercio de diamantes, como Piedras ensangrentadas de Donna Leon. Tampoco se puede olvidar a toda esa literatura desairada que está surgiendo en torno a la crisis. Democracia de Pablo Gutiérrez o Ejército enemigo de Alberto Olmos traen la denuncia social a nuestras librerías en un contexto histórico que no era nada habitual. Los desmanes y las injusticias ya no solo ocurren en África, sino que también están a la vuelta de la esquina.


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Chavs, estereotipos nada inocentes POR ESTHER M.P.

Mientras el Estado del bienestar ha jugado su papel de adormecer el sentimiento de pertenencia a la clase trabajadora, las clases altas han sabido jugar sus cartas y no olvidar nunca a donde pertenecen y sus intereses.

No hace falta leer más que el título para hacerse una idea de la tesis que defiende Owen Jones en su opera prima. En Chavs: la demonización de la clase obrera, a través de un repaso a anécdotas, hechos reales, medios de comunicación y a la historia más reciente, nos muestra como el concepto de clase obrera ha sido desprestigiado y vilipendiado en favor de los intereses del neoliberalismo. Este ensayo, fácil de leer y escrito con un estilo más cercano al reportaje periodístico, analiza como la palabra chav, que sería el equivalente inglés a cani o nini en castellano, es utilizada por determinados sectores en Reino Unido para describir

a un enemigo comodín causante de todos los males, en especial los económicos. Si hacemos la prueba y tecleamos la palabra chav en el buscador de Google, entre las primeras entradas -aparte del libro que se reseña en este número- encontramos varios artículos que datan de mediados de la década de los 2000 y que lanzan su preocupación y miedo ante el “peligroso” crecimiento de la tribu urbana. Estos textos describen a los y las chavs como vagos que viven del sistema y cuya única ocupación es pasarse el día delante de la televisión y tener hijos para recibir subvenciones y casas del estado. Jones ahonda en el origen del estereotipo y explica

como ese clasismo no es casual, sino que esa actitud es alentada y justificada desde los principales partidos políticos y medios de comunicación. Durante la era thatcherista, además de desmantelar el sindicalismo y abrir paso a la arrolladora máquina neoliberal, se exaltó la libertad y la responsabilidad individual frente a la colectiva. Desde entonces empezó a calar un discurso que criminalizaba a los sectores con más dificultades para conseguir empleo. Es decir, si no tienen trabajo no es porque las circunstancias no les sean favorables, sino porque no se han esforzado lo suficiente. Muy parecido al ya famoso “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” que oímos desde hace cuatro años en todas las tertulias de radio y televisión. Pero al igual ese pensamiento no es fruto del azar, tampoco lo es que las poblaciones donde se asientan más personas con esas características sean aquellas donde se desmanteló la industria y se privó de miles de puestos de trabajo a la juventud venidera. Lo que está claro es que todo apunta a deni-

grar de manera consciente a la clase obrera para minar la capacidad de respuesta ante las agresiones a los derechos sociales y laborales. Porque ¿para qué vamos a mantener subsidios a personas que no hacen nada para ganárselos? En el Estado español, con más de seis millones de parados y paradas no tendremos que esperar mucho para empezar a oír justificaciones a la eliminación de las prestaciones. Como ya sabemos, para que el alegato político sea bien recibido necesita como arma a la industria del entretenimiento. En el libro, Jones apunta a modo de ejemplo a la serie Little Britain como un pilar que contribuye a la criminalización de los chavs por parte de la clase media y que no hace sino servir a las clases altas en sus propósitos. Seguro que si extrapolamos lo que cuenta el ensayo a nuestra realidad más cercana, se nos ocurren cientos de ejemplos que corroboren su argumento. En estos tiempos los bestsellers que pongan encima de la mesa la cruda realidad son más que bienvenidos. La lucha de clases se está librando a diario y los explotadores llevan años de ventaja a los explotados. Mientras el Estado del bienestar ha jugado su papel de adormecer el sentimiento de pertenencia a la clase trabajadora, las clases altas han sabido jugar sus cartas y no olvidar nunca a donde pertenecen y sus intereses. Por ese motivo, se hace imprescindible celebrar la llegada de obras escritas en lenguaje asequible y sin términos excesivamente técnicos que nos abran los ojos.


27tiempos (posT)modernos Cualquiera que haya acumulado el suficiente coraje para enfrentarse a un texto legislativo relativo a la educación en los últimos 30 años, se habrá topado, al tratar de discernir los propósitos que subyacen a la ley en cuestión, con un lenguaje farragoso, que abusa de los tecnicismos provenientes del mundo empresarial y dificulta la comprensión de fondo al no iniciado en el rastrero arte de las leyes. No en vano Sir Tomas Moro, que desconfiaba del exceso de leyes y de la retórica que las acompaña, al describir su Utopía, insinuaba como virtud de esa sociedad perfecta el hecho de que “tienen pocas leyes, y abominan a los pueblos que llenan volúmenes y volúmenes con glosas, reglamentaciones, órdenes y disposiciones.” pues “consideran como una iniquidad el obligar a los hombres con tantas leyes que no se pueden siquiera leer todas, y tan complicadas que no son inteligibles.” Y sabiamente apuntaba “que las deducciones sutiles no pueden ser entendidas por todos, lo cual sería contra la aplicación de las leyes, que se dictan para que a todos sean manifiestas.” (1) Pues bien, esa inteligibilidad forma parte del arte de gobernar aún en nuestros días y en el plano educativo no hay mayor gozo del poderoso que echar mano de una retahíla de tecnicismos tales como “rendimiento”, “competitividad”, “calidad” o “excelencia”, que injertados del ámbito empresarial al académico están dirigidos a colmar de buenos deseos y esperanzas nuestras expectativas sobre el sistema educativo que de ellas se desprendería. Todos esos términos constituyen algo así como un embellecedor, una puesta

“Retos” y “desafíos” = “competitividad”

La palabra es un arma POR FELIPE P.G.

EL LABERINTO DEL LENGUAJE EN LAS LEYES EDUCATIVAS En el plano educativo no hay mayor gozo del poderoso que echar mano de una retahíla de tecnicismos tales como “rendimiento”, “competitividad”, “calidad” o “excelencia” a punto del texto que cubre sus vergüenzas para protegerse de interpretaciones maliciosas o demasiado finas de algún ciudadano en exceso curioso. Se hace por tanto necesario pasar por el detector de mentiras cada párrafo para advertir, tras un verdadero ejercicio de lo que comúnmente llamamos leer entre líneas, las verdaderas

intenciones que acompañan a la ley educativa que tenemos ante nuestros ojos. Y así, como en todo, la práctica ayuda a desarrollar en la mente del lector avezado algo así como un sentido arácnido que se activa ante determinadas expresiones. Aquí van algunas claves para descifrar el sentido de las mismas.

Los legisladores que nos interpelan -Gobierno español y U.E.- y los “expertos” en marketing que les asesoran, suelen justificar en los prólogos que introducen las leyes educativas las transformaciones que afectan al sistema universitario aludiendo a una serie de “retos” o “desafíos”. Estos nos vendrían poco menos que impuestos por una necesidad urgente, perentoria, de “adaptación” de la Universidad “a las exigencias de los nuevos tiempos”, a lo que llaman “la sociedad del conocimiento”. Basta seguir el hilo discursivo para darse cuenta de que esos retos -a priori descritos con vocación modernizadora- reposan enseguida en una única exigencia: el que las universidades han de contribuir al “crecimiento económico”. Ello se justifica atendiendo al marco europeo que viene dado por la pertenencia a la U.E. y a un mundo cada vez más global en el que blablabla... nos movemos, por lo que ese reto pasa por... ¡exacto! “mejorar la competitividad” (Bolonia dixit). Transubstanciación: empresas → sociedad

Esta idea de la exigencia inaplazable de un cambio en el modelo universitario que justificaría las sucesivas leyes privatizadoras se refuerza en algún caso acusando el “aislamiento” o “distanciamiento” de la Universidad -como institución- respecto de la “sociedad”. Sin embargo cuando uno comienza a pasar las hojas no ve ninguna medida dirigida a acercar la Universidad al conjunto de la sociedad, lo que sí encuentra a mansalva son medidas en todos los planos


28tiempos (posT)modernos para favorecer la relación Universidad-empresa: introduciendo a las grandes empresas en los órganos de gobierno, a la banca en la financiación de las matrículas a través de los “créditosbeca” o introduciendo lo que llaman “mecanismos de flexibilidad” que favorezcan el aprovechamiento de la investigación (I+D) por parte de las empresas. Esto nos pone sobre aviso acerca de cómo el lenguaje legislativo convierte por arte divino de transubstanciación la “sociedad” en empresa. De este modo es muy socorrido que el texto, atribuyéndose la portavocía del conjunto de la sociedad y hablando en su nombre, reclame a la Universidad “rendir cuentas” y le exija “resultados” introduciendo el criterio empresarial de la “rentabilidad” en la lógica del funcionamiento de la Universidad como un requerimiento justo para que esta devuelva a la “sociedad” (en realidad quieren decir retribuya a las grandes empresas) lo que la sociedad le aporta al financiarla con sus impuestos. Es curioso cuanto menos que los mismos que apelan a la sociedad para legitimar sus políticas educativas estén diseñando por su cuenta y riesgo el futuro de la Universidad sin contar con la comunidad educativa -la de verdad, no el órgano directivo de turno- y no digamos ya la exclusión permanente de cualquier debate de la mayoría social trabajadora, que esa sí, no está representada por ninguna parte. ¿Eficiencia = competitividad = privatización?

Tal como reza el Informe de la comisión de expertos de Wert, “la calidad se mide, sobre todo, por la calidad

de la investigación que realiza” es decir, la docencia pasaría a segundo plano y el objetivo central del sistema universitario sería la consolidación de un grupo de universidades potentes (“research universities” que se dice ahora) enfocadas a la transferencia de conocimiento (tecnología, patentes, etc.) al sector privado. Por supuesto la evaluación debe ser “externa”, recayendo en organismos privados: agencias, rankings, etc. Dicho a las claras, la “calidad” de la Universidad se mide por la “productividad” que se aporta al sector privado. Gobernanza = Gestión empresarial

La “gobernanza” ha constituido junto a la”financiación” y la “investigación” uno de los ejes de leyes como la LOU, Bolonia o la EU2015 que han venido delineando un nuevo “sistema de gobierno” de las Universidades con dos claras directrices: eliminar todo resquicio de elección de abajo a arriba y representatividad -ya de por sí enclenque-; y reforzar la jerarquización y el protagonismo de los “agentes sociales” -empresarios off courseen los órganos de dirección que antes estaban reservados exclusivamente al personal docente. Para ello surgió primero el eufemísticamente llamado “Consejo Social” que quedaba integrado en el Consejo de Gobierno, y ahora el “Consejo de la Universidad” que unifica a los dos anteriores, reservándose al Claustro (para entendernos, el “Parlamento” de la Universidad”) un carácter de mero “órgano consultivo”.

Es muy socorrido que el texto, atribuyéndose la portavocía del conjunto de la sociedad y hablando en su nombre, reclame a la Universidad “rendir cuentas” y le exija “resultados”, introduciendo el criterio empresarial de la rentabilidad La guerra del lenguaje

El colmo de la hipocresía llega de parte de uno de los textos recomendados en las Jornadas de reflexión sobre la Universidad Pública organizadas por la Uva, a través del cual uno puede comprobar la importancia que otorgan al lenguaje quienes promueven y apoyan la corriente de opinión que mantiene un enfoque utilitarista de la Universidad que inspira las leyes mencionadas. El autor que redacta el documento tiene por virtud la honradez -o la desfachatez según de mire- de reconocer que su objetivo no es otro que hacer reflexionar a políticos, empresarios, líderes sindicales y de las instituciones para que afinen el utillaje terminológico de cara a levantar menos susceptibilidades entre la comunidad educativa. En consonancia con tales fines, no disimula sus agradecimientos al Instituto L.R. Klein de la Universidad Autónoma de Madrid -uno de esos think thank cuya existencia descansa en promover la intromisión del capital privado en la Universidad-.

Notas: 1.MORO, TOMÁS. Utopía 2.PULIDO, ANTONIO. El futuro de la Universidad.

En este documento (2), en el que se refiere a las manifestaciones estudiantiles y las resistencias de algunos sectores del profesorado como “riesgos”, realiza un ejercicio de calculada hipocresía, proponiendo a sus receptores “máximo cuidado” al usar los términos “mercado” o “empresa” al referirse a la Universidad. De tal modo, que no cree conveniente hablar de “empresas de servicios educativos y de I+D”, prefiere decir que las Universidades producen unos “servicios de interés público”, pero con “externalidades que benefician a toda la sociedad” (recordemos: “sociedad”= grandes empresas). Asimismo plantea no recurrir a expresiones como “adaptarse a las necesidad de las empresas” y si usar términos como “empleabilidad” o “repercusión social en I+D”. Y recomienda sutilmente a políticos y empresarios “no confundir, [...] necesidad con mercado, sociedad con empresa, mejoras de gobernanza con gestión “empresarial”, empleo con formación o avances de conocimiento con patentes o modelos de utilidad.” También se dedica a matizar el término de “competencia” entre Universidades, y en su lugar hace una pirueta retórica para proponer el término “coopetencia” esto sería: “cooperación con otras instituciones, más competir para hacerlo tan bien o mejor que los demás”. ¡Olé! En resumidas cuentas: señores empresarios, queridos políticos, afables rectores, el modelo es bueno, sólo hay que usar un discurso y una terminología más sutil y matizada para evitar que rechine tanto a esos estudiantes díscolos y a esos condenados profesores de humanidades.


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EL MITO DE LA CLASE MEDIA POR DIEGO VALVERDE

Gráfico que expresa la tendencia real de la economía mundial capitalista cuestionando la validez de los ciclos Kondratieff. Fuente: Las crisis en la era senil del capitalismo. Jorge Beinstein

Si hay algo que se ha repetido hasta la saciedad con la crisis actual ha sido el enorme daño que ha producido ésta a la clase media. Es muy corriente oír en tertulias televisivas que las subidas de impuestos “las acaba pagando la clase media”. Pero, ¿qué es exactamente la clase media? Como algunos estudiosos piensan no es ni más ni menos que una construcción fundada como oposición al concepto de clases del marxismo. Lo cierto es que es un concepto difícil de definir. La teoría sociológica tradicional, desde la revolución industrial, ha establecido tres clases diferentes: proletariado, burguesía y una clase media, aunque sus límites han cambiado a lo largo del tiempo. En líneas generales la idea más extendida es la de que la clase media lo compone esa fracción de la población que más influye en la prosperidad de un país y le otorga estabilidad. En palabras de Ana Arhendt la clase media es ese colchón que impide la revolución de los desposeídos. Muchos economistas, periodistas y sociólogos piensan que la clase media está en absoluta decadencia, y

que la nueva clase dominante que la sustituirá es la de los famosos “mileuristas”, los nuevos integradores de la masa social. Podríamos estar siendo testigos de un cambio profundo en nuestra sociedad, es más, podríamos estar viviendo la aparición de un nuevo sistema social menos estable y claramente polarizado, con una clase tecnócrata reducida, más rica, y en el otro extremo una masa social desclasada con una capacidad de consumo muy limitado. Este anunciado declive de la clase media se manifiesta por todo el mundo desarrollado, no es algo exclusivo de los países más periféricos, o menos ricos, es un fenómeno generalizado. Hay quien afirma que no existe tal clase media, es un mito, ya que la diferencia de ingresos que hay entre una pequeña minoría y la gran mayoría es abismal. Y, lo cierto es que existen muchas razones por las que creer que la clase media en realidad es una gran mentira. Tengamos en cuenta por ejemplo que los matices que existen entre la clase trabajadores son ínfimos si los comparamos con la cantidad enorme de diferencia que tienen los ri-

¿Qué es exactamente la clase media? [...] una construcción fundada como oposición al concepto de clases del marxismo cos con el resto de la población. Lo cierto es que a los poderosos les conviene que nos sintamos clase media, que nos sintamos bien, con comodidades, que seamos incluso “emprendedores”, a pesar de que a veces lleguemos con dificultades a final de mes. Nos hacen sentirnos ajenos a nuestra propia realidad a través de una siniestra manipulación, muy velada pero muy eficaz. Nos hacen sentirnos incluso superiores a nuestros propios compañeros, no reconocemos a nuestros hermanos de clase, al obrero, al campesino, a la empleada,… La gente aspira, o no sé si es mejor decir que ha aspirado, al lujo, al derroche, a la felicidad material, a sentirse exitoso o afortunado como la clase más pudiente. Así es como la clase trabajadora ha perdido conciencia de su clase, y también cierta capacidad de lucha.

La clase media es un espejismo, no somos más que clase trabajadora desunida, desideologizada, que no es consciente de la realidad. Seis millones de parados hoy son mucho menos peligrosos que lo eran en 1929, porque no hay una ideología fuerte que aglutine el malestar. Y es que una de las características más llamativas de la llamada clase media es su apoliticismo. Y es que no debemos olvidar que nuestra educación, nuestro condicionamiento social nos hace cómplices de los más poderosos. La clase media ha sido educada en el respeto de las leyes, de la moralidad, mientras que los ricos saben de sobra que ellos pueden olvidar normas éticas y leyes para mantener su situación de predominio. La educación de la clase media lleva a tener fe ciega en el poder político y económico, y lo que es más importante, a generar un sentimiento de estoicismo ante situaciones de crisis. Uno de los argumentos más convincentes para explicar esta situación puede encontrarse en las reflexiones del catedrático de Estructura Económica Santiago Niño Becerra. Como él explica, el modelo de protección social que hemos conocido hasta ahora ha dejado de ser necesario, al igual que ha dejado de ser necesaria la clase media. Debemos tener presente que el nacimiento de la clase media como tal ha de situarse después de la II Guerra Mundial, en un entorno posbélico y en un escenario de guerra fría, con el recuerdo aún muy presente de la Crisis de 1929 y con una Europa devastada por la guerra.


30tiempos (posT)modernos Más allá del Telón Acero había un mundo diferente, una alternativa real al modelo capitalista. La respuesta del capitalismo fue jugar la baza del Estado de Bienestar para alejar de sus ciudadanos el fantasma socialista. Y así es como nació la clase media, la población al amparo de “papá” Estado se puso a consumir, a ahorrar, y lo que es más importante, empezó a votar lo conveniente para no sacudir los cimientos del capitalismo. En España esa clase media nació al socaire del llamado “boom” del ladrillo y los años del desarrollismo franquista. Esa clase media tenía que sentirse segura, con educación, sanidad, pensiones, gasto público, financiado con sus impuestos. Pues bien, todo eso ya no es necesario, ya no hay ninguna alternativa fuerte al capitalismo, ya no hay que convencer de nada a nadie. Un panorama tan oscuro puede insinuar convulsiones sociales, como por ejemplo el resurgimiento de movimientos neofascistas, como Amanecer Dorado en Grecia, además las huelgas generales carecen de consecuencias e incluso es muy probable que la caída del bienestar se acepte con resignación, hasta que los “ajustes” excedan los límites soportables y brote la violencia. Ciertos analistas han repetido hasta el aburrimiento que se ha reducido la pobreza a escala global en las últimas décadas. Piensan que el aumento de ingresos provoca más consumismo y por tanto en una ampliación de la ciudadanía, mayor riqueza. Sin embargo, la crisis actual ha desmontado esta teoría, es una fantasía que niega la realidad porque lo que está creciendo en la mayor parte de los países desarrollados es la desigualdad. A esa si-

Una parte de la clase media ciertamente ya ha pagado la crisis: se ha quedado sin trabajo y sin ingresos, y ha regresado a la dura realidad [...] se ha dado cuenta que siempre ha sido clase trabajadora tuación tenemos que sumarle un retroceso vertiginoso de los derechos políticos. No debemos olvidar que la Europa actual mantiene políticas dictadas desde el poder financiero. Una parte de la clase media ciertamente ya ha pagado la crisis: se ha quedado sin trabajo y sin ingresos, y han regresado a la dura realidad. La clase media ha despertado y se ha dado cuenta de que siempre ha sido clase trabajadora, sometida al vaivén de los caprichos de los poderosos. Ahora, esas personas que han descendido de la clase media, también hacen uso de los servicios sociales, lo cual incrementa la sensación de drama. En palabras de Tagore: “por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”. Quizá en este caso no pueda aplicarse en su totalidad esta famosa cita. Lo cierto es que por delante nos queda un futuro incierto, y ojalá que el mundo que nazca después de esta “crisis” devuelva la esperanza de prosperar a miles de personas que lo único que exigen es poder vivir en paz en una sociedad más justa.


Edificio en la avenida Fontes Pereira de Melo. Lisboa. | Nerea Villoria

EXARCHIA nยบ3 05/2013

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