Revista El Pensador # 04

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arte

la iconografía: instrumento de lectura y creatividad para un arte al servicio de la iglesia Daniel Estivill

El autor sostiene que contemplar y concebir las obras de arte como iconográficas puede contribuir a una saludable y necesaria renovación del arte de la Iglesia.

P

ara qué sirve tener conocimientos de iconografía, sino para leer el contenido de las obras de arte y para crear obras que tengan un contenido? La pregunta, que puede parecer tautológica, exige una respuesta inteligente si estamos hablando de obras de arte al servicio de la Iglesia. Al respecto, sería oportuno recordar algunos principios fundamentales de la iconografía, en cuanto disciplina de la Historia del Arte que se ocupa del estudio del significado de las obras de arte. Esta afirmación es una explícita alusión a la definición de iconografía propuesta por E. Panofsky1, que deseamos citar aquí como punto de referencia de esta breve reflexión2.

Ahora bien, aunque concentremos la atención en el significado de la obra de arte, no debemos olvidar que los significados se hacen perceptibles a través de las formas. Si no fuera así, resultaría menoscabada una parte esencial de la obra de arte. Ésta, en efecto, es tal en cuanto es susceptible de fruición estética y, a su vez, ésta última sólo se hace posible a partir de las formas. Por lo tanto, podemos decir que “significado” y “forma” son dos aspectos distintos, pero inseparables, que definen la esencia de la obra de arte. En ésta el significado nace de la intentio del artista y revela, es decir, muestra y oculta al mismo tiempo, un mensaje. Luego, el observador, habiendo sido invitado a descubrir tal

significado, se sirve de la iconografía como instrumento de lectura3. No debe ser el simple observador, ni menos aún el crítico de arte, quién ha de dar un significado a la obra, pues ella ya tiene un contenido, que es aquel definido por su autor. Con estas afirmaciones deseo tomar distancia de cualquier posible “agnosticismo iconográfico”, como parece sostener E. Gombrich cuando escribe: «No sabremos jamás qué significado pueda tener [una obra de arte] para su creador, pues, aún admitiendo que él nos haya hablado al respecto, puede ser que en realidad dicho significado sea desconocido para él mismo. Por lo tanto, la obra de arte significa aquello que significa para nosotros, no hay otro criterio»4. En efecto, si por un

------------------------------- 1. Cf. Panofsky E., Studi di iconologia. I temi umanistici nell’arte del Rinascimento, Torino 2006, p. 3: “l’iconografia è quel ramo della storia dell’arte che si occupa dello studio del soggetto o significato delle opere d’arte, in quanto contrapposto alla forma di esse”. 2. En el presente texto se intenta integrar, con oportunas y más precisas explicaciones, una análoga conferencia del autor pronunciada en un encuentro académico que tuvo lugar en la Pontifica Universidad Gregoriana de Roma, el 3 de diciembre de 2010, organizado por el Departamento de Bienes Culturales de la Iglesia. 3. El término “iconografía” en esta relación incluye el significado correspondiente al vocablo “iconología”, definible también como “iconografía en sentido profundo”: cf. Panofsky E., op. cit., p. 8. 4. Gombrich E., Ideali e idoli. I valori nella storia e nell’arte, Torino, 1986, p. 179 (traducción castellana del autor). JUL-SEP 2013

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