Ícaro Incombustible Nº11

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Ă?caro Incombustible


Icaro Incombustible Nº 11 La revista Ícaro Incombustible es una publicación bimestral en Internet y en papel, donde comparten su trabajo e ideas todos aquellos autores que deseen participar. Todos los usuarios registrados deciden qué colaboraciones se publicarán en la revista, a través de un sistema de votaciones on-line Todas las obras y opiniones pertenecen a sus autores. Portada · Vivienda subacuática Diseño y maquetación Muba www.muba.tk Agradecimientos a todos los lectores y colaboradores de la revista. Ícaro Incombustible icaroincombustible.com ISSN 2174-6699

Spring Forward Carlos Boellinger www.visualdreamsproduction.co.uk


En la soledad de la propia habitación, sentadas en el banco de un parque o de un concurrido café, en mitad de una clase o aprovechando un paréntesis en la rutina laboral. En un momento u otro del día y de la noche, existen personas extraordinarias camufladas entre la multitud viandante dispuestas a llevar a cabo algo tan complejo como es proyectar lo que en sus mentes y corazones habita. Y de entre ellas, un puñado de valientes se atrevieron a compartir el resultado de tamaña proeza y someterla a la valoración de individuos con inquietudes afines. Son los artistas de Icaro Incombustible, que a través de historias relatan pasiones que van desde el deseo hasta el desencuentro, pasando por la debida crítica social que merecen estos tiempos en que vivimos, sin olvidar esas divagaciones encaminadas a llamar la atención sobre situaciones mundanas o fenómenos inadvertidos. Escritos acompañados de imágenes que en ocasiones parecen transportarte a un mundo tan fantástico como íntimo y en otras ayudan a apreciar la belleza que todavía queda en este en el cual todos vivimos. Cabe mencionar la inauguración de la nueva sección “Observatorio” en este undécimo número marcado por un aumento sustancial de las colaboraciones, por ese deseo de un cada vez mayor número de gente de exponer al público lo anteriormente mencionado, ello por un precio tan irrisorio como es el simple esfuerzo de pasar una página tras otra, contribuyendo así al cultivo del propio espíritu. 3


Los pedazos Bebo los pedazos negros de las paredes balbuceantes del significado. Sed. Sed acusadora. Sed de bohemia y muerte. En la locura supe que el valor es parecido al desconsuelo, la verdad al v贸mito, el amor a la pobreza. Corto con las pupilas la sonrisa metal del tiempo. Fiebre de estar despierta demasiadas horas en el mismo polvo. Hondura del caer sobria al alcoholismo. Con la fugaz mentira del verbo colocando cables. Llegar incolora, insoluble a probar el veneno que no se distingue de tu agua mineral y no intoxicarme y hacerlo mientras todo sigue en su sitio. Mareva www.hogueradeideas.blogspot.com

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La tela sobre la astilla

La tela de tu falda sobre la astilla construye veleros. Altamar es un sin-lugar o un lugar cualquiera entre dos puertos opuestos, costas ultramares. Poco puede hacerse que no implique el espacio reducido de los camarotes y que no tenga que ver con cuerpos de agua salada. Aunque el tuyo sea justamente así, amargo si de aplacar la sed se trata. Tienes carácter tempestuoso y eres más propensa al derrumbe que Calipso (ninfa, oceánida y nereida) privada de Odiseo, sacudiendo el tridente conjura palabras-tuyasarpones-garfios y azotando los maderos de esta aventura sin amarres. Me siento cautivo en la botella que traje para guardarte y no me queda más que seguirte fuera de tus olas. Explorar el océano abisal y navegarte, bajo-fondo. Me detengo en el Mástil de tu pierna, sobre tu rodilla una torre vigía para observar la trayectoria de los vientos y las constelaciones, si tu bóveda celeste está inflamada de tormenta y nos llueve semi-rojiza. Hunde en la sal tu dedo ancla, uña en roca, nido de peces ciegos. Otro pie apunta al sol; astrolabio besa estrellas, brújula pierde faros. Voy a bucear el aire en el vórtice que provocas, cueva en el cielo, ojo que se abre; asciendo a tu umbral, antes de que arda la vela -fogata de pulsiones, remolino a voces, corriente submarina, hunde naves-, y se derrita la parafina; de entre las olas dormidas ya brota el diablo marino.

Vasto vasto.siervo@gmail.com

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Supersticiones Raquel R. www.ickr.com/photos/nirven

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La generación del siglo XXI

En la actualidad la mayoría de la gente joven se declara atea. Juran en falso afirmando que no creen en Dios, que por encima de ellos no hay ningún dios, que no dependen de nada. Pero la realidad es otra. La creencia popular mas extendida no es el ateísmo, si no el politeísmo. No es que tengan un dios, en realidad tienen tres dioses. Estos son: las drogas, el sexo y el dinero. Los lugares de culto mas populares que oficialmente se conocen son; iglesias, mezquitas y sinagogas. Pero paradójicamente los lugares de culto más transitados son los bares, puticlubs y bancos. A lo largo del día estamos pasando continuamente de una adicción a otra: Nos levantamos por la mañana, vamos directamente a por el café y la tostada, para luego encendernos un cigarrillo. Después de un momento de reflexión en blanco, empezamos a pensar como son las cosas y como nos gustaría que fuesen. Esperamos a que se despierte el pariente o la parienta, para entablar una conversación trivial y olvidar lo que estabamos pensando hace cinco minutos. Poco mas tarde nos enganchamos con nuestro hobby favorito; internet, televisión, artículos de revistas... Nos vamos hacia el trabajo, pensando en tener un coche mejor del que tengo, en una casa en el campo o un ático en el centro, pensando en un mundo mejor realizado gracias a nosotros. Nos imaginamos en la fama y en la popularidad, nos imaginamos dandole una paliza a nuestro jefe, pero a la vez, paradójicamente nos imaginamos siendo un jefe justo, amable y generoso. Pero lo que se te olvida imaginar es que aun así tendrías unos empleados con ganas de darte una paliza igualmente. Nos imaginamos fornicando con la novia buenorra del amigo, y nos enfurece pensar que el amigo fornica con la buenorra de tu novia. Nos da envidia una cosa, pero la envidia se pasa cuando imaginamos que poseemos lo envidiado. ¿Te dan asco los ricos? ¿Entonces porque anhelas tener en tu cuenta bancaria un millón de euros? ¿Crees que si fueras político no serías corrupto? ¿Que si fueras médico no tendrías mala letra? ¿Que si fueras funcionario no serías un vago? ¿Te has parado a pensar por que en cierto grupo de personas son todos iguales? Pero no, tu no, tú... serías diferente.

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El soñar es la peor adicción de todas, soñar es evadirte de la realidad y evadirte de la realidad es perder el tiempo. Soñar es no conformarse con lo que tienes, y ser un incoformista* es como sufrir una jaqueca crónica. Dicen que los inconformismtas son los que luchan por un mundo mejor, y eso es cierto. Pero el problema es que, como buena adicción que es, cuando lo pruebas ya no tiene fin. La gente del sur, allá por debajo del estrecho de Gibraltar, anhelan tanto tener la vida que tenemos aquí que son capaces de arriesgar su vida para conseguir el sueño europeo. Pero llegan aquí y se encuentran con personas que siguen anhelando cosas, la diferencia entre ellos y nosotros, es que ellos creen que pueden conseguirlo cruzando un tramo de mar, nosotros no tenemos ni puñetera idea de como vamos a conseguir lo que queremos, ni si quiera sabemos que es lo que queremos. La diferencia entre nosotros y ellos, es que ellos se entristecen porque no tienen nada para comer al mediodía, mientras nosotros nos entristecemos porque no podemos conseguir un IPhone G4. En bondad, compárate con los que tienes por encima, en dinero, con los que tienes por debajo. Somos la generación del s.XIX, la generación del botellón, la generación del sexo libre, la generación de la comodidad. La generación obsesionada con sus derechos y que relega a un segundo plano sus obligaciones, la generación del “ya te llamo”, del “a ver si nos vemos”, del “te doy una puñalada en el corazón, lo siento es parte de mi rutina e idiosincrasia”, del amor que se divide en 50% ego, 50% sexo, de la amistad como negocio. Drogas, sexo libre y materialismo. Las drogas envilecen el corazón, el sexo libre lo adormece y el materialismo lo vulelve duro como una roca. Generación del s.XXI, la generación de los corazones capados. * Nota: El inconformismo mencionado, es el referido al inconformismo desmesurado y fuera de límites. El autor no ve nada de malo en trabajar o luchar por una situación mejor, en el contexto que fuere.

Kerim haarun21@yahoo.es

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Amores efervescentes

Resulta descorazonador descubrir por fin, que el destino ha convertido el amor en un frío experimento con tubos de ensayo donde juega a mezclarnos bajo sus propios criterios, desoyendo nuestras voluntades, a menudo contrapuestas. Y es ese chacal solitario que se intuye en las sombras, a quien tanto respetamos y tememos, el que amenaza nuestra existencia enseñándonos su terrorífica dentadura cuando las cosas no salen como esperábamos. Y que no contento con eso, nos empuja con frecuencia a brazos fríos como mármol que sólo buscan en cada rincón de nuestros cuerpos, entregados enteramente al placer de los besos, entre gemidos y saliva: pieles con los que cubrirse y tapar su desnudez, no por vergüenza sino por mostrar que estamos sometidos a su yugo. Pues él es el único amo que amontona víctimas de su propio holocausto a lo largo de la Historia sin tener que pagar cárcel por sus particulares crímenes de guerra= pasión = amor. No nos engañemos, el amor es la peor de las guerras. Sechat sassenach13rg@gmail.com

The chaos within Iris Leaf www.eyeiniris.tumblr.com 10


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Cuento para infantes -Léeme otra vez el cuento, abuelo. El abuelo se hundió plácidamente en su sillón, y bajo la luz cálida de su lámpara cogió de nuevo el libro infantil, decorado con motivos invernales. Con una sonrisa complaciente, que iluminó sus arrugas sabias, miró a su nieto, que le miraba atentamente sentado en la alfombra. -Lee, abuelo, lee. -Se paciente hombre -le revolvió sus rizos rubios con la palma de su mano- si ya te lo sabes enterito. Carraspeando un poco, el abuelo abrió lentamente el libro y comenzó a leer, paladeando las palabras y entonando suavemente. Su voz rebotó por la habitación, a oscuras si no llega a ser por la lámpara, que hacía que, abuelo y nieto, saliesen de la sombra como si de un cuadro de entrañable escena doméstica se tratase. El silencio era sepulcral, el niño devoraba literalmente las palabras, las hacía suyas, casi las tocaba. Sus ojos se iban haciendo más y más grandes, clavados en la frente orgullosa del anciano. Sus manos crecieron poco a poco, sus piernas se estiraron como un chicle a lo largo de la alfombra, sus ojos fueron volviéndose extraños, con un brillo metálico desconocido y su boca se entornó en una mueca de ironía cruel. Mientras el niño multiplicaba su tamaño y hacía suyo el tiempo, el abuelo seguía impasible, sin enterarse de nada, metido en la entonación del inocente cuento infantil que comenzó a ser ciertamente discordante con la escena. El niño, ya enorme y amenazante, se alzó sobre sus piernas y comenzó a reír sonoramente. A su espalda explotaron muy ruidosamente toda la vajilla elegante colocada en un antiguo mueble de madera, y el abuelo, que parecía ya una hormiga comparado con el gigante de rizos rubios que estaba delante de ella, levantó la vista. El terror, gracioso, si se me permite el paréntesis, se reflejó en sus ojos y abrió la boca como intentando hablar. Pero, claro está, las palabras se le ahogaron en la garganta y bastardamente asustado se encogió sobre sí mismo. El gigante no pudo reprimir su risa por lo patético que resultaba aquel arrugado y blanquecino y ya casi podrido ser que buscaba escondite bajo el cojín de terciopelo. Resultaba patético, resultaba demasiado patético como para que esta escena sea tomada en serio por alguien. Fuese como fuese, la mesilla optó que ya tenía que terminar, se había alargado demasiado la cuestión y el clímax gritaba ya para llegar. La muerte, llamaba a la puerta pidiendo turno, 12


con su túnica roída y con manchas de sangre (la lavandería cerraba ese día, era festivo). Pero esperen, buenos amigos, todo llegara. Con una mano, que ya era del tamaño de una mesa o de un estadio de fútbol , cogió la blanquecina cabeza, y alzó al patético por los aires, que quedó pataleando como una cucaracha panza arriba. Los muebles sonrieron, todos sonrieron y comenzaron a susurrar ACABA CON ÉL ACABA CON ÉL ACABA CON ÉL. Pero la inocencia no había desaparecido todavía, el juego era una ocupación noble en estos casos, en aquellos tiempos, y el gigante se divirtió largo rato, convirtiendo al abuelo en una marioneta y a él mismo en el marionetista que entretiene a un público pudiente. Le hizo, al ritmo del fox trot, dar unos pasos deliberadamente patosos que encantó a niños y a mayores para después dar un salto en el aire y estamparse sonoramente contra el techo para deleite de las señoras con abanicos de blancos dibujos. El público se le entregaba, sin duda, y aplaudían y gritaban y explotaban sus cabezas plenos de máxima y pura felicidad. Si es que alguna vez hubo algún Dios sin duda fue este escapista de la infancia que dominó durante unas horas la habitación tranquila y el sillón trasquilado. Mira, neonato, como él domina al tiempo, domina el infierno y la podredumbre con manos firmes y sonrisa irónica y aprende mucho. Porque él, es. Y es el único de todos nosotros que puede llegar algún día a llegar a existir. Esperanto es salvación manuslowhand@hotmail.com

Xumari xumari22@hotmail.com

Air on the... 13


Nunca estuve allí

Tras pasar toda la mañana sentado sobre la regada hierba en uno de los laterales del estanque del parque de El Retiro, la humedad que me calaba los pantalones dejó paso a ese sol que tan poco se parece a la luz que baña mi tierra; a tantos kilómetros al sur de donde me encontraba. Echaba de menos mi Granada. Me quité la fina camisa de tela a rayas, parecida a las antiguas cortinas que según mis recuerdos, ponían las abuelas en las puertas de las casas para evitar la indiscreta visita de moscas y demás insectos molestos, descubriendo bajo ella mi camiseta interior de tirantes blanca. ...esperaba que me reconocieras a lo lejos, el blanco sobre el verde... esperaba tus manos en mis ojos y ese “¿quién soy?” de niños que juegan a enamorarse... esperaba poder contestarte que sí sabía quién eras Desperté mis piernas, entumecidas hacía ya tiempo. La fina colilla de tabaco liado que sostenía en mis labios dejó de humear; recogí las otras cuatro que yacían inertes en un claro del césped, dejando constancia de mi paso para poder decir que al igual que tú, nunca estuve allí. Lian Schüstav www.realschustav.blogspot.com

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Tiempo Los ácaros cubren el traje De las ocasiones especiales, Las agujas parecen pararse Pero el calendario sigue adelante; Formas parte del engranaje Que gira y gira, incesante. Pasa el tiempo, corriendo Sin pararse ni un momento, Ni respira ni toma aliento. Y cuando quieres acordarte Nada será como antes No se surcarán los mares Y cambiarán los brebajes, Si fuiste pirata de las calles Con la luna de estandarte Y nada parecía importante; Ahora, despiertas cuando el sol sale Y estás preso de la rutina, tu cárcel.

Dawn Iris Leaf www.eyeiniris.tumblr.com

Mira el tiempo, no se detiene Piensas en el futuro cuando ya es presente ¿Crees que el mañana irá delante siempre? Ya llega la hora del embarque De iniciar tu propio viaje Armarse de valor y coraje, Emprender una aventura que te cambie Y te haga un poco más interesante; Destino: A cualquier parte. Kristian Moreno www.elsepiritudelasletras.blogspot.com

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Fernando GarcĂ­a Malmierca www.undergroundangels.net

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La lluvia caía esa noche suave pero sin pausa, rebotando en el tejado del viejo edificio que cumplía la función de estación, cerrada al público desde hacía años. El pequeño artesonado de madera que hacía de frontón me servía de paraguas mientras miraba perdido en las ensoñaciones más absurdas de mi mente, los pequeños charquitos que se iban formando, agrandándose, buscándose hasta formar un gran lago espejo. Iban a dar las siete y treinta y cinco y al tren no le faltaría mucho para llegar. ...PipipipipipipiiIPPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIIPIPIPPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPIPI... Unas luces rojas parpadeaban alternándose al final del andén, en el sitio en el que las barreras del paso a nivel bajan para cortar el tráfico a los vehículos; el tren estaba llegando. En el lado opuesto al rojo, negro, rojo, al final de un túnel de unos doscientos metros, una gran boca negra rodeada de dovelas se iba iluminando cada vez más, se hacían más intensas por segundos. Terminó por envolver la boca del pasaje que atravesaba una de las pequeñas colinas que formaban el valle de Loja. El sonido se hacía cada vez más ensordecedor, apareciendo justo en el momento la locomotora que nada tenía que ver con la que mis recuerdos pasados guardaban cuando viajaba a temprana edad cogido de la mano de mi madre. La evolución de las máquinas seguía su curso. Se detuvo el tren. Una puerta se deslizó justo delante de mí hacia un lado. Salté dos de los tres pequeños escalones que daban acceso al vehículo, tropezando y golpeando mi espinilla fuerte contra el tercero. Veía ahora el alternar del rojo, negro, rojo del paso nivel en mi mente, los párpados bien cerrados por el repentino dolor. Terminé de subir casi arrastrándome el tercer peldaño de hierro, cuando las puertas se cerraron de manera hermética tras de mí. Comprobé el número de asiento que llevaba, una rápida ojeada al billete, r-598/94v. Busqué el asiento en el vagón de mi izquierda. Se escuchaba un murmullo; dos voces hablando sin parar, mi espíritu de curioso insaciable no pudo resistir el sentarse cerca de esos sonidos agudos que bailaban con el aire, no a la manera de la danza clásica; las voces las definiría como la danza de la lluvia más desacompasada jamás escuchada, bailada por el indio más tullido de la tribu. El revisor pasó a los 5 minutos, atravesó el vagón, se detuvo junto a mí… -Hola -Hola -Billete, por favor -Claro, aquí tiene….click… -Gracias -De nada. Hombre con don de palabra… La duración del viaje no excedía los cuarenta y cinco minutos. Pasaba el tiempo mirando por la ventana, la noche abrazaba de tal manera al tren que nada a excepción de unos puntitos luminosos alternados y desparramados por el paisaje se podían ver. Era el reflejo del cielo, de sus constelaciones en los campos de olivos de la vega. Con la imposibilidad de ver el exterior, me fijé en mis acompañantes de vagón.

“r - 598/94 v”

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Una pareja de chicas eran las únicas que parecía viajaban en este tren, aparte del revisor, yo e imagino que algún conductor. Como había dicho, el sonido de sus voces eran unos disparos directos al corazón del son. Hablaban sobre lo mal que le quedaba a una de ellas la ropa que se había comprado el día anterior. -Es que… tía, ya me vale, me compré la talla “s” y aún así, me hace bolsa en el pecho Me pilló de lleno cuando dirigí una mirada furtiva a su escote, tan sólo por comprobar cuan terrible era dicha bolsa… …Me ruboricé en el acto. Otra hilera de puntitos de luz. Según mi cálculo, estábamos llegando justo en el momento en que una voz en off femenina agradecía el haber viajado con la compañía. La estación de Granada era un viejo edificio. La habían remodelado recientemente y varias veces, adaptándola a los nuevos tiempos, viajes más largos y en trenes más caros, cintas de comprobación de equipajes (que jamás vi funcionar), seguridad reforzada a cargo de parejas de policías. Dos de estos funcionarios hablaban con personal de la estación cuando pasé a su lado, dirigiéndome hacia la salida de los andenes. Eran las ocho y pocos minutos cuando un hombre de unos cuarenta años se acercó a mí y en un tono solemne, dijo: -¿me permite su documentación, por favor? La placa de policía nacional brillaba a escasos centímetros de mi cara, metida en una carterita de piel negra. Vacilé un momento, no más de unos segundos. -Vlaro, señor, ¿soy sospechoso por algo en particular? -No, no, no se preocupe señor, es solamente un control rutinario. -¡Ah!, si sólo es un control rutinario, ¿puedo estar tranquilo por el fardo que llevo en la mochila, verdad? El policía cambió su cara amigable por una mirada de odio, maldito hippie de mierda pensaría, mientras una falsa sonrisa se posaba en sus labios… -No te pases, hijo -Lo siento, pero siempre nos toca ser controlados rutinariamente a los mismo y ya cansa. -Yo solo hago mi trabajo. En un par de minutos estaba de vuelta -Todo en orden, puedes seguir, gracias -Gracias por nada. Todo en orden, sí, pero de haber llevado ese fardo, nadie registró la mochila. Me dirigí a la salida. Escuchaba tras de mí a las dos chicas que me acompañaban en el vagón sin prestar atención a lo que hablaban. Eché mano a mi bolsillo, saqué el tabaco de liar. Lié. Se abrió la puerta corredera, salí. Busqué el mechero y encendí y me perdí en el empedrado liso por el paso del tiempo que te da la bienvenida a la ciudad de Granada, mientras dejaba tras de mí una nubecilla de humo que delataba mi paso como migas de pan; deseando encontrar mi casita de chocolate en algún lado. Lian Schüstav www.realschustav.blogspot.com 25


Perversos De tanto arañar las paredes buscándote al otro lado se me ha quedado en los dedos esta sangre negra mitad caricia, mitad enfado. De estos sesenta y un años y casi veintiún kilos he sacado heridas cicatrices y suspiros. Y de imaginar ojos en mi almohada, que no me ven, de sacar la cabeza por la ventana, contra el viento -y el desdénde contarme canas, errores y mi poco acierto, he sacado esta nostalgia con cartel de “siempre abierto” Porque nunca me gustó cualquiera ni la ausencia de un por qué y tuve en mi cartera carne, ¡que no piel!; siempre busqué una Esmeralda que me hiciera menos Quasimodo todas las noches quise no dormir tan solo pero las noches, dicen, no lo son todo pero el frío, cielo, el frío me hizo un bobo y ya no creo lo que dicen y ya no quiero dormir solo. Ya no tiro piedras a tus tejados porque sé lo que es ser un gato mal apedreado que araña las paredes buscándote al otro lado.

Si esta noche ves estrellas diles que te digan sus nombres que ellas -por mi- saben el tuyo y tus cuando, sin mis dónde. Y si tu ausencia, que no conozco ya me hace cosquillas prefiero -muy cobardeno guardar tus sueños en mis pesadillas. Y si tu ausencia, que no conozco ya me hace cosquillas prefiero -tan cobardeno guardarte las horquillas. Soy Demian, Javi y Norte y no soy nada que pueda hacer que cualquiera de nosotros tres te importe. J.L. www.lasendadelsherpa.blogspot.com

Dona´m (mujérame)

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Tente proyectotente@gmail.com


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Los administradores del pueblo El niño caminó sobre los tablones de madera vieja, y haciendo caso omiso de la barrera de terciopelo violeta, saltó hasta el patio de butacas, que ascendían hasta lo alto de la cámara. Cada asiento estaba cubierto por un almohadón mullido, frente al viejo sistema de votación, que consistía en una tableta de botones anticuados. Aquel museo había sido muy bien cuidado, pues recordaba los tiempos en que el hombre comenzó a ser libre, sin serlo realmente… - ¿Te gusta?- Preguntó el abuelo al nieto, que se había sentado sobre el primer asiento de la cadena. - Sí… Parece un anfiteatro romano.- Dijo el pequeño, aunque el museo le parecía tremendamente aburrido, comparado con el castillo romano que habían visitado en su anterior salida juntos. El abuelo se rio.- No, no… En los anfiteatros romanos se representaban obras teatrales, tragicomedias que no pertenecían al mundo real. Pero aquí se hacía otra cosa muy diferente.- El abuelo caminó por el centro de la sala, observando las hileras de butacas mullidas que ascendían rodeando el púlpito, que se hallaba frente a éstas.- A esto le llamaban el Congreso. Aquí se sentaban una serie de hombres y mujeres a decidir las cosas que el pueblo necesitaba decidir.- El niño miró incrédulo a su abuelo.Justamente ahí, donde estás sentado, se sentaba el presidente del gobierno. - ¿El qué?- Quiso saber el niño. - Me parece increíble que no os enseñen esto en el colegio.- Contestó el abuelo.- Los políticos, que eran elegidos cada cuatro años, se sentaban aquí a decidir lo mejor para todos los ciudadanos. Y había uno, que era el jefe de todos ellos, y tenía mucho poder… - ¿Políticos?- El niño giró la cabeza, como si aquella palabra no le dijera nada en absoluto, aunque lo cierto era que la había oído algunas veces, pero ya estaba en desuso. - Los políticos eran las personas que nos gobernaban, que velaban porque todo marchara bien, antes de que el pueblo pudiera decidir por sí mismo. - ¿Y por qué no podíamos decidir las cosas antes? - ¡Sí que podíamos!- El abuelo se rió de nuevo.- Pero ellos no nos dejaban. Antes existía otro sistema, diferente al que ahora tenemos, y antes de éste hubo otro, aun peor... Y no dudes que habrá otros sistemas mejores que el de los Administradores, pero el suyo es el mejor que hemos encontrado, y es con el que vivimos.- El abuelo miró alrededor.- Sí podíamos elegir, el pueblo siempre tuvo criterio sobre lo que quería, pero 28


los políticos no nos dejaban hacerlo. Nos brindaban la oportunidad de elegir, sí, pero una vez cada cuatro años. Con un solo voto les dábamos libertad para que ellos hicieran y deshicieran a sus anchas durante cuatro años, que duraba una legislatura… - Pero eso es una locura, abuelo… - Lo es. Por eso aparecieron los Administradores, cambiándolo todo y la política desapareció. Simplemente ya no hacía falta. Con su idea, pudimos decidir entre todos lo que antes decidían unos pocos… Y así hacemos hoy. - ¿Y yo podré decidir también, abuelo? - Claro, pero aun tienes que hacerte mayor para eso…- El abuelo le sonrío, para no quitarle esperanza a la criatura.- Cuando llegaron los Administradores propusieron el sistema democrático que tenemos ahora, en el que entre todos decidimos. Ellos dijeron que tenían la herramienta para que el pueblo emitiera un voto en cada decisión que se tomaba en el congreso, y que los políticos ya no hacían falta. A la gente le gustó, y las cosas cambiaron. Después todos copiaron aquella idea… - ¿Qué herramienta, abuelo? - ¡Internet! Cuando llegaron los Administradores al poder, cambiaron la Constitución, y abolieron la política, pues había quedado obsoleta: no era más que una forma de manipulación. Cuando estaban en el poder, renunciaron al criterio político, y pusieron en las manos del pueblo las decisiones. Desde entonces, un grupo de expertos propone soluciones a los problemas que tenemos, y todos podemos decidir desde nuestras casas, por internet, si queremos esos cambios. Cada decisión que antes se tomaba aquí, entre unos pocos políticos, ahora la tomamos entre todos. Y algún día podrás hacerlo tú también, hijo… - ¿Y por qué dejábamos que unos pocos decidieran lo que era para todos? - Bueno… Fue el sistema que heredamos de nuestros de padres. Antes las cosas eran mucho peores, cuando nadie podía decidir, y la democracia, que se inventaron entonces, estuvo muy bien durante un tiempo, hasta que dejo de funcionar, como pasa con todo… Y teniendo la herramienta para que todos decidiéramos, ¿por qué no usarla? La política dejó de existir, pues no hacía falta. Ni siquiera importaba la posición política que tuvieras, lo importante era tu opinión en cada decisión… Y cuando los Administradores ganaron las elecciones, dijeron que su posición era irrelevante, pues le dejaban al pueblo la capacidad de elegir. Ellos sólo harían labores administración, y de representación con el exterior, pasando a ser simples funcionarios del estado. Y así ha sido desde entonces, hijo mío… - Que raro era todo antes, abuelo… - Sí que lo era, sí… Pero por suerte, las cosas evolucionan, y poco a poco van mejorando… ¡Quién sabe lo que nos depara después de los Administradores del Pueblo! Darka Treake www.modt.net

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The welcome

Amanecer en el Bronx

Raquel R. www.flickr.com/photos/nirven

¿Puedo escribir sobre el Bronx? Casas oscuras y sombras que se agitan bajo la luz púrpura en las navajas. Niños que rescatan el aliento del cajón de medicamentos de su padre. Billetes que llueven del cielo, marcados,por el sudor granate de un turista despistado. Palomas blancas que sacan los ojos a la pobreza del traje almidonado. ¿Puedo escribir sobre el Bronx? Solo conozco el púrpura de los callejones En Granada, empujado por una nube que me mueve hacía una y otra cama, siempre turbadas, siempre templadas, mientras fumaba hash en las aceras.

¿Puedo escribir sobre el Bronx? Solo conozco el púrpura de los callejones en Sevilla, tras la pantalla del autobús, encadenado a los barrotes serviles de un futuro desesperanzado, marchitado, lleno de barro taciturno en los zapatos. ¿Puedo escribir sobre el Bronx mientras el New Yorker escribe sobre España? ¿Cómo un cuerpo desnudo cazando farolas que escapan en zigzag a lo largo de la acera? ¿Puedo escribir sobre el Bronx? 30

Abel Gonzalez Luna abel.g.luna@gmail.com

¿Puedo escribir sobre el Bronx? Los negros afilan sus pistolas con susurros mientras las mujeres pintan filetes en platos importados de la india, a precio de saldo. El policía patrulla y enciende cigarrillos mientras un niño le chamusca las agallas observándo desde un balcón con orejas.


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El transcriptor de memorias

En realidad debería sentirse privilegiado. Llegar a ser Transcriptor de Memorias no es algo al alcance de todos. Los títulos de Ingeniería Sináptica, Psicología Aplicada al Sentimiento y Documentalista de Archivos Biológicos y el Máster en Codificación Binaria de Recuerdos tan sólo te garantizan el acceso al Curso Integrado de Recuperación de Datos Post-Mortem. Y de ahí, sólo los mejores obtienen un puesto como Transcriptor de Memorias.Hace décadas estos puestos eran sólo en empresas privadas que se dedicaban a la Recuperación de Datos tras el fallecimiento, generalmente familiares que deseaban saber cualquier misterio familiar o resolver dudas referentes a la herencia. Pero tras la entrada en vigor de la Ley de Archivos Neuronales, en el que el Gobierno tiene plenos poderes para la confección de un APM (Archivo Post-Mortem), se han multiplicado los puestos gubernamentales en los diferentes estados. Hubo una gran revuelta social en contra de esta medida; atentaba contra la libertad individual de las personas una vez fallecidas pero el Gobierno aseguró que era una Ley que garantizaba la seguridad futura de la sociedad y que en ningún caso los datos más íntimos de las personas serían revelados. El tiempo le dio la razón al Gobierno; muchos casos de asesinatos fueron resueltos pues tarde o temprano los misterios quedaban al descubierto y con el devenir de los años, el índice de delincuencia y asesinatos cayó en picado; nadie se siente ahora impune ante la ley y tan sólo la espina de los crímenes pasionales, irracionales en su definición, siguen hostigando a la sociedad.No es un trabajo fácil. Conseguir la pauta electromagnética justa para entrar en resonancia con el cerebro del individuo es sólo el principio. Luego es necesario separar la caótica maraña de sentimientos de la de los pensamientos, y desgranar uno a uno los miedos, las ilusiones, las esperanzas, las dudas, las inquietudes, los recuerdos, los sueños... En ocasiones es imposible separar determinados datos, que son irremediablemente clasificados como Miscelánea. El avance de la Neuromática hace que cada vez sea más fácil clasificar los datos en función de su huella electromagnética, pero esta ciencia aún es joven y el campo que queda por explorar es inmenso...El Transcriptor de Memorias era una persona alegre y extrovertida. Pero tras años dedicado a diseccionar la auténtica esencia de las personas, había acabado por rendirse. Había gente maravillosa que se había pasado la vida oculta entre las sombras de los miedos y las indecisiones y gente arrogante y ruin que había triunfado en la vida. Su particular juramento hipocrático le impedía hablar de ello a nadie y poco a poco comenzó a evitar a

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esta sociedad que ahoga a las personas con luz y enaltece a aquellos que guardan la sombra.El Transcriptor de Memorias se había enamorado muchas veces. De nadie vivo. Se enamoraba de los pensamientos y sentimientos de las personas, hombre o mujer, niño o anciano. Había muchas cosas bellas en el ser humano. Algunas horribles, pero también sentimientos maravillosos imposibles de describir con palabras o de condensar en un archivo. Y de alguna forma, se sentía orgulloso de captar la esencia, el alma de la gente y poder recuperarla en forma de archivos para que de alguna forma pudiera seguir existiendo.Pero una incesante sensación de angustia planeaba sobre él de forma constante.Al fin y al cabo, había un precio enorme que tenía que pagar por todo este conocimiento, y en ese sentido la Ley era tajante y pretendía impedir que cualquier Transcriptor se hiciese con un número considerable de archivos. Y esto podía ocurrir si un transcriptor recuperaba a varios transcriptores, ya que su memoria retenía de forma inconsciente todos los datos de las personas que habían pasado por él. Así que, curiosamente, nadie recuperaba la esencia del Transcriptor de Memorias.A cambio de condensar y guardar las almas de los demás, la suya debía evaporarse y perderse en la nada... Yandros torredelcaos@gmail.com

Amor volátil

Raquel R. www.flickr.com/photos/nirven

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Pies Adriana Schlittler Kausch viejayarrugada@gmail.com

SECCIÓN OBSERVATORIO DE ESTÉTICA La nueva sección de Ícaro Incombustible, el Observatorio de Estética, propone para cada número un artículo relacionado con el arte contemporáneo para que nuestros lectores y cualquier autor interesado escriban un ensayo con su interpretación del texto. Los dos más votados son publicados para exponer al menos, dos enfoques diferentes de un mismo artículo. En esta primera convocatoria el texto propuesto por Ícaro Incombustible es: El ensayo de Jean Baudrillard “Fotografía o escritura de la luz”

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Ensayo y reflexión

La técnica fotográfica se desarrolla en el Siglo XIX e invade las artes visuales siendo en un comienzo la representante de la representación más exacta de la realidad. En la obra de Plinio el Viejo (Siglo I) “Naturalis Historia”, aparece el mito de los pintores Zeuxis y Parrasios del Siglo V a.C. En un concurso en el que se debía demostrar quién era el mejor de los dos en la ilusión de la mimesis, ocurrió lo siguiente: Zeuxis descubrió la cortina para que se viera su cuadro, que representaba unas uvas, tras lo cual, los pájaros bajaron del cielo para intentar picotearlas. Parrasios, en cambio, no descubrió la cortina, porque ésta en sí era la pintura. Zeuxis había sido capaz de engañar a los animales pero Parrasios había sido capaz de engañar a los ojos de un artista. Según Jaques Lacan, la pintura de Parrasios, desvela la ilusión de la mirada, ya que lo que vemos, que está ante nuestros ojos, es sólo un velo que cubre la verdad oculta. La verdadera esencia de la que habla este autor. Si la fotografía es la técnica que realiza mejor la mimesis y el trampantojo, como el cuadro de Parrasios, es precisamente por eso la que más se revela a sí misma como “la más pura y la más artificial exposición de la imagen”. La fotografía, crea una nueva dimensión, el momento fotográfico. Su instantaneidad no debe confundirse con el tiempo real ya que una imagen fotográfica es inmediatamente pasado, “lo siempre nostálgico”. Su imagen es a la vez una rebanada de tiempo y a la vez es el silencio. Los objetos de la imagen se parecen a los objetos representados, pero éstos están paralizados y silenciados.

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Estas imágenes generan un nuevo ruido que no puede ser acallado. Platón dijo: “la imagen se mantiene en la intersección entre la luz - la cual viene del objeto - y lo otro que viene de la Mirada”. La luz es para Baudrillard “la imaginación en esencia de la imagen, su propio pensamiento”. La luz permite la aparición de los objetos como fragmentos, por su superficie. Y la mirada fotográfica registra esta aparición momentánea, porque los objetos después vuelven a desaparecer. El momento fotográfico. Todo fotógrafo conoce ese momento. Es un pulso muy delicado entre el “otro” y uno mismo. Después de ese instante, desaparece el “otro” y también uno mismo. Sería más sincero asumir esta desaparición desde el principio, ya que ya no seremos el mismo que tomó esa fotografía, y lo “otro” tampoco será igual. Ese instante se encuentra acordonado, como encapsulado en el tiempo de la fotografía. Creo que uno debe asumir que no sólo el “otro” aparece en la imagen, sino que parte de uno mismo está en ella. “(...) la realidad encontró un medio para mutarse en una imagen.” Esta frase es el centro del ensayo. Estamos rodeados por un universo visual que nos abraza y nos protege hasta cierto punto. Las imágenes nos muestran aquello que es “pertinente” e importante. Y todo lo demás, todo lo que se escapa al ojo fotográfico, periodístico, televisivo, ni siquiera es realidad, simplemente no existe. La imagen se apodera de la corporeidad de la realidad para ser ésta la que realmente existe e interesa, la que tiene cuerpo y palpita, la que nos sobrecoge o causa indiferencia. Y ese palpitar constante, esa profusión incontrolable que se traduce en realidad, nos obliga a vivir en fragmentos, en silencios y en escuchas de ruidos pactados. La mimesis de nosotros mismos, de nuestra propia civilización, construida no a nuestra “imagen” y “semejanza”, sino a la imagen que deberíamos ser o asemejarnos, es la que se aparece. Y nosotros mismos, ante esa imagen insoportablemente no transfigurable, nos miramos como en un espejo, construyéndonos a nosotros mismos, descubriendo que nosotros somos los que nos transformamos a su “imagen y “semejanza”. Elena Castellano lenacastellanofernandez.blogspot.com

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Fotografía, sobre la escritura y lo literario

Escribir podría decirse que tiene varios significados. Uno, el más directo, y casi táctil, es aquel que refiere a la marca o dibujo que hacen las huellas sobre el soporte, ya sea un papel, una pantalla, la corteza de un árbol o arena de playa. Escribir tiene que ver con trazar, con garabatear, con dibujar, rayar, marcar, pero también con enlazar, tejer, escindir, y así una letra tras otra, una palabra tras otra, puntos, comas, párrafos y páginas que transforman en un devenir de letras lo que proviene de la mente humana. Y así, en ese tejido encontramos el segundo significado de escribir, porque escribir también tiene que ver con convertir algo mental en algo real, tangible. Escribir es de esta manera un proceso automático por el que las ideas se concretan, se aparecen y se materializan, dejan de ser un ente etéreo, imaginario, quizás sonoro si hablado, para convertirse en esa huella que queda sobre el soporte, heredera de cualidades táctiles. Y entonces sí, la idea originaria aparece en este que llamamos mundo real, pero este no es sino un juego de ida y vuelta, pues a la vez, en el acto de escribir, lo escrito da paso a lo literario, alejándose de nuevo del mundo de lo real, creando nuevas dimensiones, desde las que la huella de la escritura no se percibe más que como una sombra lejana. Lo mismo sucede en la fotografía como en la literatura, el lente fotográfico trata de concretar esa imagen captada del mundo real, que se despoja de toda realidad al convertirse en tal, ilusión o sombra de carácter imaginario, que, como dice el autor, mata al objeto del que procede, en su presunción de realidad. Pero a la vez la imagen fotográfica, tímidamente, pues casi nos pasa desapercibido, devuelve a la realidad esa piel, de papel o en pantalla, que no existiría sin la luz, que en su recorrido a través de la lente deja esa huella sobre la materia. Pero cuando uno mira una fotografía, y menos aún cuando la toma con la cámara fotográfica, nunca piensa en esa piel ni en la luz como conductora, como un pintor no piensa en la pintura como materia, ya que la técnica al fin y al cabo ha de prestarse al servicio de la imagen. Y es la imagen la que crea esa realidad aparte, la que ofrece esa nueva visión que efectivamente no es una representación sino una ficción, una puerta que se abre a una realidad nueva, tan compleja y rica como la imagen sea capaz de sugerir. Una realidad en la que solo existe aquello que está escrito, aquello que la luz ha marcado para hacernos visible, y que la fotografía nos devuelve de la realidad.

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Porque para el universo humano, específicamente literario, solo existe aquello que es nombrado, o aquello que es visible, y lo que no capta la lente muere, y lo que no es reconocido muere... Muere en esa otra realidad, la primera, que a su vez muere en el acto fotográfico. Lucía Hervás Hermida luciahervashermida@gmail.com

Tente proyectotente@gmail.com


Crítica de Arte

¿Cuándo va a poder el Arte dejar de ser escandaloso para ser visible? El hombre, la mujer. Parecemos seres muy blandos y delicados. “El tránsito de las visceras, venas y sangre por las costillas. Todo prieto bajo la piel tan fina y transparente. Cómo es posible que no explote todo. La contención de la piel, como un dique, es asombrosa. Un artificio que mantiene viva la magia de la vida. Pero siempre existe el deseo de abrir la piel con un cuchillo afilado, abrir las costillas como si fueran páginas de un libro y acariciar las finas venas como si fueran cabellos estallando entre los dedos, repletas de sangre.” Esa piel tan fina y transparente impide que el cuerpo se desborde y es precisamente la contención, como un dique, lo que causa tanta admiración. Las Obras de Arte tienen en sus superficies un “material” parecido a la piel que las mantiene prietas y contenidas y somos nosotros, al verlas, los que deseamos abrirlas y descifrarlas. El problema del “Arte” escandaloso, tan de “moda” desde hace más de 100 años, es que se derrama, se desborda sin control, empapando el “suelo”, las “paredes” y hasta el “aire”. Y parece que si no estamos empapados hasta las rodillas de todo ese derramamiento y nos salpica a la cara cuando caminamos, las Obras de Arte son invisibles. Parecemos seres muy blandos y delicados, y puede que alguna vez nuestra superficie fuera fina y transparente, pero la potencia y el derramamiento de los medios de comunicación masivos, nos han empapado los cuerpos y los sentidos, y nos han enquistado las informaciones en los poros, y de ahí ya no sale ni entra nada. Sólo el Arte puede gritarnos si nos salpica y nos empapa como lo hacen los medios masivos, y las manifestaciones delicadas y efímeras se nos escapan entre los dedos, hay que hacer un verdadero esfuerzo para verlas, y después, sentirlas. ¿De quién es la culpa?, ¿de los artistas que han perpetuado este derramamiento?, ¿de los medios de comunicación que nos han enquistado los sentidos o de nosotros mismos, por no saber apartar la cabeza de la pantalla? Para mi no hay culpables, sólo suciedad muy pesada. Y espero que esas manifestaciones artísticas tan sutiles y efímeras, puedan sobrevolar el panorama tan pesado del Arte contemporáneo, y elevarse hasta posarse en nuestras cabezas. Ya es bastante pesado el mundo, como para que el Arte también lo sea. Elena Castellano lenacastellanofernandez.blogspot.com

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Marcos Serrano Carrillo xxblacklizardxx@hotmail.com

Imagino tu letra, tus labios, tus ojos, pero no lo imagino como letra, labios, ojos, sino como la abstracción de la noche, imaginar tus dedos trazando muerte o mar, no en el papel sino en el sueño, tu paso no por lo que camina, ni por el asfalto, ni por el destino, sino por el sonido que late en tu pecho mientras avanzas, imagino el mar que estás viendo no como el mar que he visto sino como lanzas de una guerra y suspiro de la inmensidad que en un cielo no como cielo cantan por ti. Imagino tu sombra como el destello de los cadáveres y las rosas, tras la lluvia como líquenes sobre un árbol por la belleza, imagino el cuchillo como una garganta y tu voz como un campo, imagino el puerto y el atardecer como tu poema y a tu poema como el agua mojando los cuerpos al final de la vida. Mareva www.hogueradeideas.blogspot.com

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Ă?caro Incombustible


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