Contrahistorias 10

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O suscol ANDAME TNSuRGENTE MARcos O Entre el árbol y el bosque.

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@ cnru_os A. AGUTRRE RojAs (D Una otra democracia paw el Programa Nacional de Lucha. Director:

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@ sEncro RoDRÍcuEz LASCANo

C¡nlc-rs ANro¡¡to A6SIRRE R6IAS

El biopoder: la moral de

Comité de Redaccidn: AMÉRlcA

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€D ru¡n¡NuEL wALLERSTETN (D Estados Unidos, América Latina y el fwtwro de los

Busr¡u¡Nr¿ Pnop.q.ctL

V¡No¡Rr M¡Nu¡,1- MrNooza Sods C¡nros Ars¡nro Rios GoRDtLr.o Klnrnn VÁzqurz Brnrqr NonsERTo ZúñrcA M¡Nooz¡

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mouimi ento s antis is témico s.

@ nnruno ANGUTANo (D La

Difusión y Relaciones:

Ginzlrurg (Scuola Normale de Pisa),

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uvuunNuEL wALLERSTEIN €D lo que los zr¿patistas han logrado? ¿Qué es

g!

Immanuel W'a-llerstein (Yale Universiry), Edeliberto Cifuentes Medina lUniversidád ,Je San Carlos de G.r"t.-"I";, Miguel Angel Beltdn (Universidad Nacional de Colombia en Bogotá), Jurandir Malerba {Universidade Estadual de Sao Pablo), Claudia llasserman (Universidade Federal de fuo Grande do Sul), Darío G. Ba¡riera (Universidad Nacional de Rosario), Pablo Pacheco (Cuba), Francisco YáLzquez (Universidad de Cádiz), Ofelia

@ uwuauuEl

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rina Repila (Instituto de Historia UniChen Qineng (Insriruro de Hisroria Uni versal, Academia de Ciencias de China).

Coreo electrón¡co: cóntrahistorió@hotma¡1.com

tssN:1ó65-a

5e autgria la repro{lucción de los m¿teriales miqmenre con el permirc cle la Dirftción y del

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@ wnloo LAo FuENrEs €D Entreuista a Giln¿ar Mauro.

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ALBEnro níos

conolllo

de Redtrdén de Codrirt¡s¿o.¡¿$ publiGdos sn respanqbilialad

Los textas aqul

€xclusiva de sus autores.

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Entreuista a Ernesto Ledesma.

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currÉRREz AGuTLAR @

Los ritmos del Pachahuti.

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@ panrua Cuando

CHATTTTVEE {O

k India reuisa su historia

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CoatJartlsfot 6 6 una ReFrya para us exclustvo otorgada por la DirGióÉ de Reseruas clel lnstjtuto Nacional del Deredlo de Autor, baio e¡ número: o4-zú4-o4! 41 I0É.ZSAO-' aZ

guerra ciui/?

@ caru,os A. AcurRRE RoJAs @ Planeta Tierra: Ios mouimientos antisistémicos -

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nnnnriru ÁlvnRrz FABELA @ Acteal: ryimen de Estado.

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Hautes Etudes en Sciences Sociales), Loversal, Academia de Ciencias de Rusia),

wALLERsTETN €D

La tempestad rnexicana: ¿Insurrección

Rey Cas:elao (Universidad de Santiago de

Compostela), Ricardo García Cárcel (Universidad Autónoma de Barcelona) Massimo Mastrogregori, (Revista .!za, riografia), Steffen Sammler (lripzig Unirersiraet), Maurice A¡mard, (Ecole des

Cont¡ahlstorlrc. la g&a mirada .l€ Ctfo

política, gestzra de Ia oligarquía.

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Bolívar Echeverría Andrade (Universidad Nacional Autónoma de México), Carlo

Revista smeshal, No- 10, meo-agosto de 2OOB. Página wel): w.cont¡ahistorió.com

clase

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L¡ur¡ Tonr VrLsco CovtrÉ Cle¡lrtnco I¡lrERNncror.¡r

€D los de arciba.

@ Norcns Dvrnsns @

colonial.

hoy.


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Imágenes del Mundo, Wehanschduung, Concepciones del Mundo, Cosmouisiones, Visiones del Mundo, Percepciones del (Jniuerso, MAneras de Wr y Entender la Realidad... En esta sec-

ción, queremos rnultiplicar todo el tiempo las distintas miradas que admite el análisis de los problemas realmente imPortdntes y fundamentales que hoy enfrentan la historiografla mundial en generat, y las histoiiograflas latinoamericana y mexicana en particuldr, pero también la historia y la sociedad en México, en América Latina, y en el Mundo entero. Recoger siemltre las miradas críticas, abrir nueuas entradas a los problemas, explordr incesantemente explicaciones nuevas ¿ inéditas de uiejos temdt a la uez que ensanchamos todo el tiempo la nueua agenda de los asuntos que hace falta debatir en el plano historiográfico, pero también en los árnbitos sociales, políticos y de todo orden en general.

una 'fmagen del Mundo', cuAndo es realmente crítica, heurística ! compleja, sólo puede serlo a connacorriente de los lugaru cornunes dominantes, ! por ello sólo como cómplice obligada de las miles de Contrahistorias que cada día tocan con más fuerza a la puerta del presente, para liberar radicalmente los futuros de emancipación que esds mismas Contrahistorias enciercanPorque

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O$ SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS ?F

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Entre el á rbol y el bosque*

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ueremos saludar y agradecer a las compañeras y compañeros de Vía Campesina en la India, el Brasil, Corea del Sur y en todo el mundo, la palabra que ahora nos obsequian en la voz muy otra de quienes traen su representación. Es un honor para nuestro oído el regalo de su voz, y pat^ la palabra nuestra una alegría el tener el amable hospedaje de corazones tan lejanos en la geografía de arriba y tan cerca-

nos en la herida de abajo.

Saludamos el nuevo encuentro con las compañeras y compañeros del Congreso Na-

cional Indígena, lugar en el que l@s zapatistas navegamos nuestra lucha como pueblos indios que somos. También queremos agradecer a los compañeros y compañeras del Club de Periodistas, el espacio y el tiempo que facilitaron para reunir estas palabras, tan distintas ¡ sin embargo, las mismas al nombrar el dolor y Ia lucha. taigo la voz de las y los zapatistas del EZLN. De un puñado de hombres y mujeres, indígenas en su gran mayoría, que vivi-

mos y luchamos en el último rincón de esre país, en las montañas del sureste mexicano. Nosotros nos dedicamos a subvertir el orden establecido, a escandalizar a las buenas con-

ciencias, y a poner el mundo de cabeza. De nosotras, de nosotros, los más pequeños, reciban nuestro saludo. Es lugar común, entre analistas de distinto tipo y género, el usar la expresión de que "por mirar el árbol, se pierde de vista el bosque". O viceversa. Frente a eso, queda la op-

ción de mirar a ambos... o mirar otra cosa. Aunque en lo que se refiere a la tierra, o al territorio en su senddo más amplio, como ha sido explicado en forma clara y contundente por el Congreso Nacional Indlgena, parece caáavez más difícil encontrar algún árbol, y de bosques pues ni hablar. Y no sólo, también en el campo mexicano es ya raro encontrar campesinos ejidatarios o comuneros, por no hablar de tierras ejidales y comunales. Pero

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Este texto es el discurso que pronunció el Subcomandante Insurgente Ma¡cos en la Mesa Redonda sobre e1 tema "Frente a1 Despojo Capitalista, 1a Defensa de la Tierra y el Territorio" celebrada en la Ciudad de México, en el Club de Periodistas, el día 17 de juiio de 2007 . Se trata de un anrílisis importante sobre ld situación actual que vive el campo mexicano, análisis que pensamos puede contribuir a la const¡ucción del Programa Naciona.l de Lucha, razón por la cual lo incluimos en este número de nuestra revista Con*ahistorias.


l^ontrahistoriaQ v--M--J

si no encontramos ni a unos ni a otros, en-

lismo salvaje, el neoliberalismo, a su paso

tonces busquemos y encontremos la causa de

en la nueva guerra de conquista de nuestro pals: la guerra de despojo y destrucción de

su desaparición.

la tier¡a y el territorio.

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Y hay datos duros, slntomas que son nú-

GUERRA DE NEOCONQUISTA

meros y porcentajes y que sirven para darnos cuenta de que no se trata de un fenómeno

ces con las ruinas aún humeando, a veces con las construcciones del conquistador, el

aislado. El Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM), del equipo de apoyo de la Comisión Sexta del EZLN, ha recopilado lo siguiente: Para el año del 2005,habla poco más de 30 millones de personas viviendo en el campo mexicano. De ellas, cerca de 27 y medro millones de personas no podían tener los

gran capital, ya levantándose sobre 1o que antes fueron campos de cultivo, pueblos de

ingresos necesarios para satisfacer las necesidades mínimas. La alternativa a morir o

y ejidales, te-

rritorios indígenas. En no pocas ocasiones,

mal vivir en el campo es abandonar la tierra y la familia, y emigrar a otros lugares

hemos escuchado de pueblos enteros desiertos, con sus habitantes originales viviendo y rabajando en derras *,ry1.j"n", en distancia, lengua y cultura. Y en otros lugares hemos visto una suerre de relevo poblacional, es decir, la expulsión de ejidatarios y co-

en busca de mejores ingresos. Las polfticas gubernamentales, las crisis agrícolas, la baja en los precios de los productos del campo y el alza en los precios de lo necesario para la siembra y la cosecha, han provocado que,

Ya en otras ocasiones nos hemos referido al

capitalismo en México como una nueva guerra de conquista. A nuestro paso por los

distintos rincones del México de Abajo, hemos visto un territorio destruido, a ve-

pescadores, tierras comunales

muneros, y su susrirución por peones agrícolas, mozos de empresas turísricas, empleados y sirvientes, traídos desde otros suelos, de la misma forma en que los esclavistas del norte revuelto y brutal traficaban con los pobladores de África y Asia para suplir a la población original que aniquilaron, y hacerlos trabajar como esclavos en sus plantacion es. Y hemos visro también otra desertifica, ción humana que puede pasar desapercib! da. Ahí está el pueblo, la colonia, la ciudad. Ahí está rambién la gente que habita esos lugares. Pero no hayya sentido de colectividad, de pertenencia común. No tienen idenddad

cultural. No hay comunidad. Un territorio poblado de fantasmas que deambulan por entre las ruinas de lo que anres Fue el campo mexicano, eso es lo que de.ia el capita-

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en los últimos años, la migración de las comunidades rurales rumbo a las ciudades o al extranjero haya crecido en 40o/o. En 10 años, de 1995 aI 2005, los hogares que se mandenen de lo que envían los familiares que trabajan en el extranjero pasaron de 600 mil a más de 4 millones. Y en el mismo periodo, las remesas en dólares que ingresaron a México se cuadriplicaron. Y este despoblamiento del campo mexicano, y del país entero, es también un negocio en lo que se refiere al envío de remesas. Un ejemplo: el ingreso del Grupo Elektra (propiedad de la familia Salinas Pliego), se incrementó por el cobro hecho a cada envío. A ravés deVestern Union, el señor Salinas Pliego (dueño también de TV Azreca, la "televisora bu€ni', segrín AMLO) se robó casi 20 de cada 300 dólares que fueron enviados en el año del 2005. Pero el despojo no sélo se

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realiza a través de bajos salarios y robo de re-

constitucional promovida ladrón que, como Felipe Calderón, se hizo presidente mediante un fraude electoral, Carlos Salinas de Gortari, permitió al gran

mesas. La reforma

por

ese

capital conquistar, como en los tiempos de la colonia y del porfirismo, las tierras e.iidales y comunales.

Con la reforma al artículo 27 constttucional, la expedición de la Ley Agraria y la insffumentación del programa PROCEDE, ias tierras ejidales o comunales se incorporaron al mercado de tierras mediante diversos

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Para diciemb re de 2005 y de acuerdo al centro de estudios y publicaciones de la procuraduría agraria;22o/o de| total de tierras ejidales y comunales se encontraba en proceso de cambio de dominio, para pasar a ser propiedad privada. El nuevo mercado de tierras se ha llegado a constituir en latifundios. A esto hay que sumar la presencia de las trasnacionaIes, y tomar en cuenta que dichas emPresas no quieren el total de las tierras, sino solamente las que a ellas garanticen una ganancia, tal

es

el caso

de zonas forestales, y zonas

con

mecanismos, sea a través de la celebración de con-

recufsos

naturales con posibilidades

tratos de enajenación de derechos

ejidales (cesión, compraventa, donación) o

mediante la aportación de tierras de uso común que realizan los ejidos y comunidades a sociedades civiles o mercantiles. En síntesis, el PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Ejidales yTitulación de Solares, que consiste en la entrega de títulos individuales de las parcelas que cada familia de ejidatarios o comuneros trabaja. Así, estos núcleos agrarios ya se pueden arrendar, vender, comercializar o hipotecar en garanda. El PROCECOM es su equivaiente en lo que se refiere a tierras comunales), forma parte de una política general más amplia.

de ser explotadas. AI increde las famiempobrecimiento mentarse el el se incrementé lias en el campo, ambién número de tierras ejidales y comunales que han entrado en secesión de derechos para

su renta, o bien como incorporación, al cambio de dominio. Quienes han aprovechado el cambio de dominio, o bien lo han usado para explotar ios recursos son, fundamentalmente, las cadenas hoteleras. Los núcleos agrarios que se ubican dentro de los litorales costeros del territorio nacional, han sufrido cambios en los dominios en la tenencia de la tierra. Mediante el PROCEDE se certificaron 609 ejidos y bie-

Conjuntamente con las reformas del artículo 27 constitucional, se trata de privatizar, despojar y dar las condiciones mínimas para que el capital en sus diferentes

nes comunales. La mayoría de los e.iidos y comunidades que fueron tomados prisioneros por el PROCEDE y el PROCECOM tienen re-

modalidades pueda acrecentar y acumular las ganancias. Lo que va a ocasionar esta aplicación de política con respecto al campo es, de nuevo, un proceso de concentración de tierra, despojo y desolación en los campos mexicanos.

cursos turísticos, ecológicos, pesqueros y urbanos para ser desarrollados, y se concentran en los estados de Veracruz, Sonora, Nayarit, Sinaloa, Oaxaca, Baja California Sur, Tabasco, Jalisco, Baja California, Quintana Roo, Tamaulipas, Guerrero, Mi-

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fontrahistoriaC. v______ffi_J

choacán, Yucarán, Colima, Campeche y

Chiapas. De acuerdo a la Procuraduría Agraria, un gran número de los procesos de controversia y conflicto agrarios se concentran en dichas comunidades, en la ma-

yoría de los casos por el manejo o uso de los recursos. Lo mismo sucede con los recursos foresrales, agua y tierras.

Entre 1994 y 2005, el 22o/o de los con-

flictos agrarios del país se enfrentaron en contra de las siguientes figuras que usa el capitalismo: Inmobiliarias, Hoteles, Centros Recreativos, Centros Turísticos, Desarrollos Gubernamentales (expropiaciones), Desarrollos Privados, Industrias, Explotación de recursos naturales y Centros Comerciales.

Pero el PROCEDE y el PROCECOM no llegaron solos, sino acompañando al tatado de Libre Comercio de América del Norte (TLC). Como consecuencia del TLC, ks imltortaciones de maízproueniente de Estados Unidos se muhltlicaron por 15 desde la entrada en vigor del TLCAN. A la avasalladora competencia estadounidense se ha sumado una "política más libe-

ral" del gobierno mexicano que, en el caso del maí2, ha liberalizado el mercado más allá de lo requerido por el propio acuerdo y ha permitido el ingreso de rnaíz transgénico. Para México, el TLCAN significó el derrumbe del agro mexicano. Ahora, nuestro país sobrevive con los más de 20 mil millones de dólares que los migrantes envían a sus familiares. La migración, la desigualdad, la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y un cada vez más

acentuado desequilibrio en el comercio agrícola internacional con la agresiva aper-

la natu¡aleza. Se calcula que los daños por contaminación de la última década alcanzaron en nuesrro país los 36 mil millones de dólares. La actual rasa de deforestación es de 631 mil hectáreas al año. Tenemos el nada honroso primer lugar mundial en destrucción de bosques. Y cada vez son menos Ios manantiales de agua pura y más los mantos acuíferos conraminados. Además, los cambios al artículo 27 posibllitan a particulares no arriesgar nada, ya que no necesariamente tienen que comprar la tierra, ahora pueden tener acceso a ella por oras

modalidades. El PROCEDE y PROCECOM han abierto esta posibilidad. Ahora pueden obtener derechos corrompiendo autoridades municipales o a representantes para usar tierras comunales o ejidales. Los principales grupos que han recibido se

denuncias penales por afectación a ejidos y comunidades son: clubes de golf, parques re-

máticos y cenrros turísticos. Las empresas hoteleras con mayores denuncias son Hoteles Fiesta Americana, Sheraton, Hoteles Hihon,

Holiday Inn, Hoteles Radisson Flamingos, Hyan, Presidente Intercontinental, y éstas también han recibido gran número de inconformidades y quejas frente a la Profeco por discriminación y uso de áreas federales. En esta guerra de conquista ninguno de arriba se quiere quedar atrás. Al igual que empresas especializadas en construcción de vivienda, las grandes empresas inmobiliarias, buscan rerrenos para negocios. El ejemplo más claro es la expansión de Grupo GEO, la cual ha triplicado sus ingresos comprando teffenos a $10 pesos el metro cuadrado y vendiéndolo en 9300 o hasta $400 pesos. Si antes el Estado era el aval de

tura de los mercados, son sus resultados más evidentes. Pero no sólo los campesinos han sufrido los efectos de esta guerra de conquista. El

industrial, el financiero, el comercial, el ban-

capitalismo también destruye y conramina

cario, el inmobiliario, etc.

la producción nacional de los campesinos, ahora se abre un gran mercado para la accién

del capital en sus diferenres formas: desde el

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El resultado de todo este proceso es la concentración de tierras, primero en pequeños y medianos poseedores, posteriormente la tendencia indica que la tierra de mejor aprovechamiento (recursos naturales y de explotación turística), se concentrará en latifundios, empresas, corporativos y hasta transnacionales de capital nacional y de capital internacional o de ligas, fusiones, asociaciones o convenios entre ambos. Asl que, en el campo mexicano. tenemos un despoblamiento (migración a las ciudades y el extranjero, principalmente a Estados Unidos) y repoblación (traslado de trabajadores agrícolas, principalmente de indígenas que fueron despojados de sus tierras,

a los nuevos latifundios y agroindustrias); y una destrucción (de la naturaleza, tierra, bosques, aire, agua, fauna; y de las relaciones comunitarias) y reconstrucción (sobre campos antes agrícolas se erigen campos de golf, centros comerciales, hoteles y parques

de diversión).

Todo bajo un nuevo orden: el del mercado mundial capitalista. Si no me equivoco, eso es precisamente lo que hace una guerra de conquista. Es decir, conquista, destruye, despuebla, reconstruye, repuebla, reordena.

Hemos hablado del campo en nuestro país, en México, pero estamos viendo, escuchando y aprendiendo que lo mismo está ocurriendo en los 5 continentes. Lo que nos permite afirmar que se trata de una guerra de conquista en todo el planeta, una guerra mundial, la IV Guerra Mundial. Sea que en el análisis se elija mirar "el árbol" o "el

bosque", la conclusión es la misma. Pero hay algo, según nosotros los zapatistas, que hace de esta guerra algo especial. Y es que los efectos que está produciendo en la tierra y el territorio, es decir, en la naturaleza, son definitivos e irreversibles. Es decir que el planeta entero está siendo destruido y no

tenemos otro lugar para vivir, así que la especie humana entera es la víctima de esta guerra. Por eso decimos que es una guerra contra la humanidad.

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RESISTENCIA Y

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DEfENSA

En la segunda parte de esta plática, que se realizará en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, hablarán algunos de nuestros jefes indígenas zapatistas, y en el Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, se escuchará la palabra de las y los indígenas zapatistas bases de apoyo del EZLN. Ellas y ellos contarán mejor cómo resistimos y defendemos tierra y territorio en las zonas donde vivimos y luchamos, en las montañas del sureste mexicano. Por aho-

ra, sólo adelantaré lo siguiente: 1. Para nosotros, zapatistas, pueblos indios de México, de América y del Mundo, la tie-

rra es la madre, la vida, la memoria y el reposo de nuestros anteriores, la casa de nues-

tra cultura y nuestro modo. La tierra es nuestra identidad. En ella, por ella y pata ella somos. Sin ella morimos, aunque vivamos todavía. 2. La tierra para nosotros no es sólo el suelo que pisamos, sembramos y sobre el cual crecen nuestros descendientes. La tierra es también el aire que, hecho viento, b^J^ y sube por nuestras montañas; el agua que los manantiales, rlos, lagunas y lluvias, vida hacen en nuestras siembras; los árboles y bosques que fruto y sombra nacen; los pájaros que bailan en el viento y en las ramas cantan; los animales que con nosotros crecen, viven y alimentan. La tierra es todo lo se

que vivimos y morimos.


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3. La tierra para nosotros no

es una mer-

cancia, de Ia misma forma que no son mercancías los seres humanos ni los recuerdos

ni los

saludos que damos y recibimos de nuestros muertos. La tierra no nos pertenece, pertenecemos a ella. Hemos recibido el trabajo de ser sus guardianes, de cuidarla, de proregerla, así como ella nos ha cuidado y protegido en esros 515 años de do-

7. Ni al árbol ni al bosque. Nosorros como zapatisras que somos, para entender y saber qué hacer, miramos hacia abajo. No en señal de humildad, no para rendir nuesrra dignidad, sino para leer y aprender lo que no se ha escrito, para lo que no hay palabras sino sentimientos, para ver en la tierra las raíces que sostienen, allá en lo alto, a las estrellas.

lor y resistencia. 4. Nosotros somos guerreros. No para vencer y subyugar al diferente, al que otro lugar habita, al que otro modo tiene. Somos guerreros para defender la tierra, nuestra madre, nuestra vida. Para nosotros, ésta es la batalla final. Si la tierra muere, morimos nosotros. No hay mañana sin la tierra. El que quiere desrruir la tierra es todo un siste-". Ér. es el enemigo a vencer. "Capitalismo" se llama el enemigo.

¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA AIENCO! ¡LIBERIAD Y JUSTICIA PARA OAXACAI ¡Muchas Graciasl

Subcomandante Insurgente Marcos. México, Julio del 2007. P.D. QUE CUENTA UNA HISTORIA NACI.

DA DE DOS RINCONES MORENOS DEL MÉXrCO DE ABAJO.

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5. Nosotros pensamos que no es posible triunfar en esra batalla si no nos acompañamos en la lucha con los otros pueblos que son, como nosotros, el color que somos de la tierra, si no luchamos junto a los otros que otros colores, tiempos y modos tienen, pero les duelen los mismos dolores. Por eso

hicimos palabra este pensamiento en la

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Declaración de la Selva Lacandona. Por eso caminamos, con el oído y el corazón abie rtos, por los rincones de nuestro país. Para buscar y encontrar a los que dicen o quieren decir "¡Ya Basta!", a los que han encontrado que el nombre de su enemigo es el mismo que a nosotros mata y duele. 6. Nosotros pensamos que ya no basta con sólo resistir, y esperar uno y otro ataque del mandón y del dinero. Creemos que la fuer, za qúe ahora se necesita para sobrevivir, es

también suficiente para terminar con

las

amenazas. Es la hora.

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HISTORIA DEt

Viene una historia de Ia tierra que lejos estuvo antes y ahora esrá cerca. Fueron las palabras hermanas de los jefes Yaquis

y los

jefes

Zapatistas las que pegaron de nuevo historias y tierras que anres eran unidas y que el rico, el Yori extranjero, rompió y arrojó lejos unas

de otras. De dos tierras distanres y narradas por dos hermanos gemelos pero diFerentes, nace esta historia. De lejos pero cerca, viene esta historia. De allá donde está plantada y erguida la alta vara que habl a, el"iayalté pailante" le decimos nosorros, nosorras, zapatistas de la tierra que al suresre queda del no-

roeste de esra historia inconclusa llamada México. Y de allá donde se levanta el árbol que en sus raíces guarda la memoria del buen sueño, la Ceiba, la sosrenedora d.el mundo. Viene Ia hisroria de más para allá del acá

donde nuestra palabra

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se

encuenrra hoy. De


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allá, donde el sol viste de rojo para entrar en el deseo de las sombras de la noche. De allá donde la otra Sonora prepara suelos y cielos para el gran encuentro de quienes originalmente poblaron este continente. De allá, del Valle del Yaqui, de Vicam, de Sonora, de México, viene una parte de esta historia que de dolor habla, de lucha, de mañana. Y de allá donde las sombras nacen la

Y cuenta la historia que el Comedor de Gente agarró entonces a una mujer y la rompió y la molió. Pero cuenta también que, antes de morir, la mujer alcanzó apa-

rir

a dos muchachos gemelos. Como roto

noche y paren el

fue su cuerpo de la madre, el un muchacho quedó en un lado y el otro uno fue a quedar en otro lado. En uno v otro extremo del largo camino del sol quedaron. El uno donde el sol empieza su an-

sol que día ha-

dar y el otro

b¡á de ser en su

donde el sol termina su jornada.

paso. De allá donde el otro

Aunque

Chiapas prepara la palabra para hacerla puente con otros que de lejos llegan. De

allá, de las montañas zapatistas, del sureste mexicano, de Chiapas, de México, viene la otra parte de la historia que así se completa.

Cuentan esta historia los más sabedores de los guerreros Yaquis, los más mayores, los ancianos sabios. X con otras paiabras y simbolos, la cuentan también los más primeros de los guerreros zapatistas, los Vigilantes, los que lejos ven en geografías y ca-

lendarios. Y cuentan todos que el mundo vivió antes el terror que hoy es actual. Que ya antes apareció el Comedor de Gente. El nombrado por el Yaqui como Yéebua'éeme.El que los mayasllaman Dzul Caxlán. Que su ambición no tenía llenadero y qúe nada respetaba el Comedor de Gente. Que la gente y sus modos eran devorados y nadase hacía para impedirlo. Que

cuando el Comedor de Gente reinaba, lo hacía con el General Miedo a su lado y así el mundo dos veces lloraba: con lágrimas de miedo sollozaba, y con lágrimas de

muerte gemía. Que todo era destruido y devorado. Que se perdían así personas, palabras, tiempos, lugares.

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lejos

uno de otro, los dos fueron criados por la madre mayor, la abuela, la tierra, la madre más primera. Grande y extendida era la nagüa de la abuela y con ella arropó a los gemelos, aunque lejos estuvieran uno de otro. Y de su sangre, la abuela creó manantiales y de su carne árboles y frutos. Con su voz convocó a los animales para acompañar y alimentar a los gemelos, y encomendó al venado que fuera de uno a otro lado para que viera por ei bien de ambos y no se olvidaran que su memo-

ria era la misma. Como guerreros crecieron los gemelos, en uno y otro lado de la extendtda nagüa de la tierra. Y en uno y otro lado conocieron la historia del Comedor de Gente, y en uno y otro lado hicieron su pensamiento de luchar y vencer al que tanto mal hacía. La madre más mayor, la tierra, los juntó para que acuerdo hicieran los gemelos diferentes. Echaron trato los dos mismos y distintos, y a su alta casa fueron a buscar al

Comedor de Gente.

A retarlo fueron, a echarle bronca, a pelearlo. Con bravura pelearon los gemelos, en uno y otro lado. Y vencido fue el Comedor de Gente. Contenta quedó la

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l-ontrahistoriaC. v_---r-J

madre grande, la tierra. Y contentos quedaron entonces los hombres y mujeres

del mundo. Ahora, en el calendario que abajo somos, en uno y otro lado del camino del sol, sabemos que no bastan dos fuerzas para derromr al Comedor de Gente que ha yueko a pintar de miedo y muerte nuesrras rierras, Sabemos que todas y todos que son el

color que son de la tierra" y aquellas y aquellos que también robados son en su trabajo y dignidad, renemos que unirnos. Para pelearlo y derrorarlo al Comedor de Gente. Para ser libres. En nuestra geografía, en nuestro calendario, es el tiempo. Vale. Salud y que la víspera nos encuentre unidos, aunque diferentes.

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...aotando el dia de mañana, iremos, una aez más, a sustituir el uerdad'ero poder legitimo, con el simple poder legal 1...) en una palabra, cuando aoto, abdico mi poder es decir la posibilidad que hay en cada uno de noso*os dr constituir con todos los demát un grupo soberano qae no necesila representanles...

JEeN-Paw S¡nrnn, "Las elecciones, una trampa para bobos", 5 de enero de 1973.

tOS tÍMfiTS DE LA DEMOCRACIA CAPITATTSTA ACTUAL

omo lo señaló agudamente Marc Bloch en su texto inconcluso delaApología para la Historia,la relación que existe entre las realidades sociales e históricas que cotidianamente investigamos, y los nombres o conceptos que utilizamos para designar dichas realidades, es una relación compleja, cambiante, ambivalente y llena de sorpresas.l Pues 1o mismo puede acontecer que un término idéntico sirva en épocas distintas para designar realidades completamente diferentes, que a la inversa, es decir que una misma

fue inventado para designarla en su etapa original y formativa, quizá no se adecuará del

todo para dar cuenta de ella en su etapa madura o en su fase terminal. A lo que hay que agregar que, a veces mediante el uso de adjetivos diversos, que se anexan a un mismo tér-

mino, este último termina por abarcar e incluir bajo su denominación, a realidades no sólo claramente divergentes entre sí, sino incluso,

a

veces, completamente contradictorias

y excluyentes del todo.

realidad sea nombrada con varios términos distintos, en otros tantos espacios geográficos, nacionales, regionales e incluso locales,

Y este parece ser el caso, actualmente, del tan manoseado y utilizado término de la "democracia", término que lo mismo se ha usado para jusdficar las irracionales invasiones imperialistas recientes de Estados Unidos a Afganistán e lrak, que para legitimar los proyectos del "socialismo real" en los palses de

que son contemporáneos. Adem¿ís, y puesto que cualquier realidad social histórica está sujeta a una evolución y a una ffansformación constantes, el término que

Europa Oriental después de la segunda guerra mundid, igual que para criticar, por parte de Cuba, esos mismos afanes imperialistas norteamericanos con su "democracia hipócri-

I Cfr. Marc Bloch, Apología para la historia o el ofcio de historiador, coedición INAH-Fondo de Cultura Económica, México, 7996, en especial el punto 3 del capítulo M punto titulado "La nomenclatura", en las páginas 247-262.


l^ontrahistoriaC v J -

ta", o para reivindicar en Brasil el proyecto de una

revela tan sólo como una

"democracia participativa",

tiua, defendida por todas las clases dominantes del mun-

demo cr aciafo

desplegado en algunas ciudades y alcaldías goberna-

y de lega -

do. Democracia sólo for-

das por el Partido de los

mal, derivativa e indirecta, que al haber cumplido ya su

Thabajadores.2

Así, connotando reali-

ciclo de vida histórico,

dades y situaciones de lo más disparejo y disímil, el

término de "democracia' ha terminado por vaciarse de sentido y por llenarse de confusas significaciones. Lo que, sin embargo, no ha impedido que, dentro de la cultura de las clases subalternas y dentro

del imaginario popula¡ este término de democracia continúe conservando un prestigio relativamente alto, y evocando por caminos subterráneos y complejos, un objetivo todavía reivindicado y reclamado profunda y persistentemente por esas mismas clases o sectores subalternos de todo el planeta. Además, y para complejizar aún más este

cuadro contradictorio y complicado, es evidente que ho¡ a todo lo largo y ancho del planeta, la democracia realmente exisrente

rmaI

se

se

encuentra en una irrefrenable crisis profunda y terminal,3 crisis que muestra sus límites estrucrurales, al producir cada vez más sociedades desgarradas y confrontadas, como resultado de elecciones cerradas que dividen a esas sociedades en dos partes casi iguales.a

Y

ello, al mismo tiempo en que crece vertiginosamente la abstención política en todos los pueblos de todas las latitudes, en ranro expresión de que dicha democracia hoy realmenre existente, es cada vez más vista por todo el mundo, tan sólo como una clara patraña, destinada a ocultar la descarada dominación social, económica y cultural de las clases y sectores hoy todavía dominantes. Crisis múltiple de la democracia burguesa aún dominante, que se refleja rambién en el

e** 2

Sobre estos ejemplos mencionados, vale la pena recordar que George Bush Jr. invadió Afganisrán e Irak bajo a1 dictatorial régimen talibán, o al "tirano" Sadam Hussein, y detálverle l" "d.moácia' a Afganistán y a Irak (sobre estas invasiones, cf¡. nuesrros ensayos, Carlos Antonio Aguirre Rojas, "El 1 1 de septiembre en perspectiva histórica'y "Las lecciones de la invasión a lrak", ambos inciuidos en elllbro Para el argumento de derrocar

comprender el siglo

Ed. El Viejo Topo, Barcelona, 2005), o que la Alemania socialista se autobautizó como "República Democrática ^XI, Alemana". Y también recordar la crítica cubana a la "democracia hipócrita' o "del garrote" de Estados Unidos (sobre estos calificativos, cfr. por ejemplo, de Ernesto Che Guevara, "En respaldo ^press, de la Declaración de La Habana", en el libro América Latina. Despertar d.e un Continezte, Ed. Ocean Melbourne, 2003), así como e1 proyecto de "presupuesto participativo" y "democracia participativa" del pT b¡asileño (sobre el cual, cfr. Martha Harnecker, Delegando poder en la gente, Ed. Monte Ávila, Caracas,2004). 3 Por 1o demrís, Pensamos que esta crisis te¡minal de la democracia burguesa capitaJista hoy realmente existente' no es más que una más de 1as múltiples expresiones de La, crisis global y también terminal de la entera civilización capitalista. Sobre este punto, cfr. Immanuel \ffallerstein, La nisis estructural del capita/imo, Ed. Contrahistorias, México, 2005, y también Despuis del liberalismo, Ed.. Siglo )C(I, México, 1996. Véase también nuestro libto, Carlos Antonio Aguirre Rojas, Immanuel Wallerstein. trítica del sistema-mundo capitalista, Ed. E¡a, segunda edición, México,2004. a Naturalmente' al hablar de estas elecciones ce¡radas n, pensamos en el caso de México en2006,donde lo que hubo fue más bien un fraude monumental, sino más bien en el Estados Unidos de 2000 y 2004 (donde adeÁás de elecciones cerradas hubo también cla¡os fraudes en favor de George Bush Jr.), o en los casos recientes de Costa Rica, de Francia, o de Kenya, por cirar sólo algunos ejemplos.

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hecho de que los pueblos z¿ se sienten ya más

identificados con sus respectivos gobiernos, viendo a estos últimos, en el mejor de los casos, como males inevitables, y en otras circunstancias, como abiertos enemigos y oponentes. Divorcio de las poblaciones de todo el globo terráqueo, no sólo frente a sus respectivos gobiernos y Estados, sino también frente a todo el conjunto de sus correspondientes clases políticas, que concibe cadavez más al proceso de las elecciones -supuesto elemento paradigmático y conspicuo de esa

democracia-,

en la más indulgente de las

hi-

pótesis, tan sólo como un pobre y limitado instrrrrnento de expresión parcial y deficiente de

y de su voluntad, cuando no, más bien, como una simple "trampa para bobos"

sus intereses

según la célebre expresión de Jean-Paul Sa¡tre.5 ¿Cómo explicar entonces este vaciamiento

de sentido del término de "democracia", jun-

to a la multiplicación de adjetivos añadidos al mismo para tratar de resignificarlo en distintas versiones? ¿y cómo correlacionar este vaciamiento y polivalencia de su significado con esa crisis terminal de la democracia capitalista realmente existente? Y también ¿cómo explicaa de otra parte, la tenaz defensa y reivindicación de una otra democfacia, por parte de las clases subalternas de la sociedad? ¿y con qué contenidos posibles de esta otra democracia de raigambre y matíz genuinamente subalternos y populares? Y todo esto para comprender ¿qué tipo de democracia puede y debe

reivindicar el cada vez más vasto movimiento de La Otra Campaña mexicana, en la construcción del importante Programa Nacional de Lucha que ya se vislumbra en el horizonte, pero también y más en general, en su funcio-

namiento y trabajo más cotidianos, en tanto red de movimientos genuinamenre anticapitalistas que luchan desde abajo y a la izquierda? Veamos esto

ton

más detalle.

g'o,,,.1# Mlrurmdl i

tOS PEruruOS DT,IORMADOS DE DEMOCRACIA EN

tA

tA

TARGA DURACIÓN

...hay democracia cuandn los libres y pobres, siendo mayoría, senn amos dtl gobierno; en cambio, oligarquía es cuando son amos los rhos

y

los de más

alta alcurnia, que

La

son pocos...

Potítica,rfüTi*J:

Para comprender la actual crisis terminal de la democracia capitalista y burguesa dominante, debemos comenzar remontándonos al sentido etimológico literal del propio término de democracia. Pues este término de origen griego, viene del vocablo 'demos' que significa pueblo, y de la ralz 'cratos', que significa gobierno. Con 1o cual, democracia quiere decir originalmente y en términos literales, el "gobierno del pueblo" . Y vale la pena insistir en que se trata del gobierno directo del pueblo sobre sus propios asuntos colectivos, 1o que lógicamente significa que el concepto de democracia es, en su origen, el término que designa el autogobierno del pueblo sobre sí mismo, es

decir, el ejercicio autónomo y soberano, desplegado de manera directa y sin mediaciones ni mediadores, de la propia voluntad popular. Pero si esta democracia es idéntica al aues pertinente pregunrarse ¿cuándo ha existido esta democracia en su sentido original, y cuándo también ha co-

togobierno popular,

menzado a desvirtuarse def.qnismo? Y la respuesta clara, que Marx nodüabía dado hace más de siglo y medio, es que esta democracia original se encuentra en el punto de partida de la historia de absolutamente todos los pueblos humanos, correspondiéndose con la vigencia, también originaria, de las estructuras comunitarias de la organiza-

t Cfr. Jean-Paul Sa¡re, "Elections, piege a cons,, en el libro Politi4ue etAutobiographfu, Ed. Gailimard, Par:k, 1976.


fontrahistoriaC. v______m_J

ción social humana.6 Pues mientras las sociedades humanas conservan esa estructura comunitaria, el gobierno es un reflejo de la misma, es decir un gobierno de la comunidad entera, y por tanto, y más allá de sus múldples y diversas variantes históricas concretas, un gobierno directo del pueblo, url autlgobierno de la comunidad sobre sí misma, y por ende, una democracia en su sentido literJ y original. Sin embargo, y como lo ha explicado también Marx, el propio crecimienro y desarrollo de esas comunidades van creando las condiciones de su propia disolución, y con ello del nacimiento de la propiedad privada en lugar de la propiedad colectiva, del trabajo individual en sustitución del trabajo colectivo, del surgimiento de las clases sociales en lugar de la forma de la comunidad, y del desarrollo de un Estado de clase, junto al de un gobierno de clase, frente al anterior Estado y al gobierno aún comunitarios. Entonces, junto a ese proceso histórico de disolución de las formas comunitarias de la organización social, y paralelamente al concomitante desarrollo de una sociedad dividida en clases sociales, comienza también a darse el proceso de d¿suirtuación del sentido original del término de democracia, reemplazando lentamente su significado como "gobier-

autogobierno directo del pueblo sobre sí mismo, sino una forma distinta de gobierno, que suplantdndo al pueblo, pretende acrury trabajar en su beneficio o según su interés. Pues al nacer las clases sociales y con ellas la lucha de clases, se rompe la unidad de la

comunidad, y por ranro la unidad del pueblo, haciendo imposible la existencia de ese gobierno directoy sin mediaciones delpueblo entero y unido sobre sí mismo. Y también, al fracturarse la propiedad colectiva, dando paso a la propiedad privada e indiüdual, se quie-

bra el interés colectivo en tanro interés único paso al nacimiento del

y universal, para dar

conflicto que las sociedades arrasrran hasta el día de ho¡ entre un inter6 "general" (que no es ni idéntico aI interés colectivo, ni posee tampoco inmediatamente un ca¡ácter universal), y los

bién "gobierno que existe en nornbre del pueblo", es decir que lo "representa", que 1o "encatni', que actúa "en su lugar", "en su inte-

multiples intereses "particulares" e "individuales" de grupos, clases, sectores e individuos. Con lo cual, la democracia que era el auténtico gobierno y autogobierno del pueblo, ejercido de modo directo y sin mediaciones, va a convertirse, no sólo en una realidad que suplanta al pueblo todo por una mínoría distinta I separada de é1, sino también y más en general, en un proceso delegatiuo de funciones, de atributos, de rareas, de ejercicio y de facultades que anres permanecían como propias de ese mismo pueblo, F que a partir de un cierto momento, rran a concentrarse en sólo un pequeño grupo, en esa minoría que pretende representar y encarnat sustituyendolo, a ese mismo conglomerado popular.

rés", "según su voluntad o su mandato", etcétera. Pero gue, en cualquier caso, no es ya el

Y si es claro que quizá en el origen, esas minorías pretendieron reahnente actuar en

no del pueblo" o autogobierno popular, por el de "gobierno elegido por el pueblo", o tam-

6

Para este brillante argumento de Marx, de la forma comunitaria de organización social como laprimera forma de las sociedades humanas de todo el planeta, cfr. sus célebres Elemintos fundarnentales para la crítica de la economia política (Grundrisse), tres volúmenes, Ed. Siglo )Ofl, México, 1971-76, en especial el célebre fragmento -Kart de las 'Forme¡i en el volumen I, pp. 433-477, y ,"-ábien Los apuntes etnohgicos d¿ Marx, Coedic"ión Ed. Pablo lglesias / Ed. Siglo )C(I, Madrid, 1988. Vease también nuestro libro, Carlos A¡tonio Aguirre Rojas, Iar

k transicün de la antigtiedad at feadatisáo, en espeóal el capínrlo "La forma germrínica de la comunidad", Ed. Universidad de San Ca¡los, Guatemala, 2005, pp.36-5A. luminosas oedad,es obscuraso. La concelsción rnarrista sobre

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nombre del pueblo, y de acuerdo a su interés y voluntad, también es evidente que muy rápido, y bajo el influjo de los intereses de las distintas clases dominantes, y en el contexto de la afirmación progresiva de la propiedad privada, de multiples intereses particulares, del desarrollo de la explotación económica como fundamento general de la economía social global, y de la creciente desigualdad social, esas minorías dejaron de actuar en función del interés y la voluntad popular, para comenzar a existir y trabajar, más bien, en función del interés de las clases explotadoras y dominantes.T Por eso, conforme a'vanzala sustitución de la democracia directa e inmediatamente ejercida por eI pueblo, por parte de la democracia delegativa, indireca y repres€ntativa de una

minoría que comienza a gobernar sobre el pueblo, decae entonces el papel de la asamblea popular como pivote y centro de gravedad de la antigua democracia original (la del gobierno y el autogobierno del pueblo), para colocar en su lugar a una democracia que ahora gira en torno a la instirución y al aparato mismo del Estado, como su nuevo centro de

estructuración. Lo que, lógicamente, va

a

transformar a la democracia original, que se basaba en un ejercicio permanente del autogobierno popular, y en un protagonismo artiuoy ampliamente abarcatiao de todo el pueblo en su conjunto, en una democracia diferente, ahora apoyada en el antagonismo de clases, que se lr¡elve Eisódica e intermitente, a partir de que el pueblo es o no convocado a elecciones, a consultas, a acciones concretas y

puntuales, desde una condición que en vez de

rmar

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rj$_] MI urnidl

su protagonismo constante y universal, se des-

pliega más bien a partir de su pasividad general y de su ocasional y acotada actiüdad, ade-

más de en función de criterios restrictivos y excluyentes, que deciden no incorporar en dicha democracia a veces a los esclavos, en otras a las mujeres, o a los pobres, o a los extranjeros, o a los menores de edad, o a los supuestos criminales, o a diversas minorlas y hasta mayorías del más distinto orden, según las distintas épocas vividas por esta democracia desvirtuada de su sentido original. Otra deformación de la democracia, que acompaña a las anteriores, se refiere a las funciones del mando y la obediencia. Pues mien-

tras que en la democracia original, en donde el concepto corresponde directamente con la realidad de un gobierno d.el prcblo, las funciones del mando y de la obediencia se encuentran unidas ei¡terconedadas de un modo

armónico y complementario, en cambio en la democracia delegativa y representativa que va dewirtuando a la democracia original, esas funciones de mando y de obediencia se separan radicdmente y se redefinen completamente, comenzando además a oponerse, excluirse y contradecirse mutuamente. Ya que en la democracia original, el pueblo se manda a sí mismo y se auto-obedece, es decir que sigue la sabia máxima de "mandar obedeciendo" y de "obedecer mandando", desde la cual se autogobierna armónicamente. En cambio, en la democracia que se deforma a partir de estar apoyada en una sociedad

dividida en

clases sociales, la función del mando se separa de la función de obedecer, y ad-

7

El texto de Aristóteles, La Polítictz, es inte¡esante a esta luz, pues ha sido escrito precisamente en el momenro en que la sociedad griega vive ese tránsito desde las formas de la comunidad antigua clásica hacia la emergente sociedad de clases, basada en la explotación del trabajo esclavo y en la esclavitud generalizada de la mayoría de la población. Y vale la pena agregar que, como lo ha dicho Marx, Aristóteles se ha equivocado, a pesar de su enorme genialidad, al enjuiciar la naturaleza del trabajo esclavo. Y también, podríamos agregar nosorros, en su evaluación de lo que era, y sobre todo de 1o que podía ser la democracia, forma de gobierno de la que Aristóteles dene en general un concepto un poco despreciativo y hasta peyorativo. Al respecto, c{r. La Política, Panamericana Editorial, Bogotá, 2005. in^Hr¡(

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quiere un sentido prepotente, autoritario, des-

pótico, jerárquico e impositivo, senrido que la acompaña desde los tiempos de la antigua Grecia y hasta la acualidad. Igualmente, la función de la obediencia, ahora desvinculada del mando y opuesta a é1, se vuelve una ac-

realmente del propto pueblo sobre sí mismo, en una variante más del gobierno de una minorlasobre el pueblo, es decir de un gobierno que más allá de sus intenciones, de su retórica o hasta de sus acciones concretas, estáyasepa-

radn del pueblo y es claramente distinto de é1. es lógico, el paso que va de esa separación y distinción r€specro del pueblo, hacia la imposición y dominación sobre el mismo, es un paso que se franquea €icil y rápidamen-

cién de somerimienro, de humillación, de

X como

degradación, de subalternidad y de rebajamiento frente a dicho mando.8 Con lo cual, pasamos de una forma origi naria de la democracia, que era unitaria, flui, da y armónica, y donde el pueblo mandaba y también obedecía (mandaba obedeciendo), a otro modo de una democracia que ahora será desgarrada, compeririva, confrontativa, dificil y contradicroria, en donde un pequeño

te, sobre todo en las sociedades marcadas por la existencia de la lucha de clases, y por ende, por la vocación de dominio también político

grupo mandará despóticamente, y la mayoría será obligada a obedecer de una manera reluctante, dentro de un contexto de constante

y gubernamental de los explotadores y Ios dominadores sobre los explorados y sometidos. Tiánsito de una democracia que era real, a oma que es puramente formal, que por ende es

también el paso de una democracia uerdaaotraque posee inevitablemente un cier-

d.era

lucha, oposición, competencia y conflicto

to grado de mentira e impostura, pues encu-

entre ciertas clases y entre diversos grupos, empeñados todos en tratar de conquistar esa

bre, bajo su supuesto senrido literal de gobierno del pueblo, la cruda y caáa vez más clara y obvia dominación de una clase sobre las otras, y de ciertos grupos y sectores sobre la inmensa mayoría de la población. Y es por esta impostura que encierra, de modo estruc-

posición jerírquica de dicho mando despótico. Támbién, al desvirtuarse la dernocracia ori

ginal y originaria, pasando de directa a delegativa, y separando las funciones del mandar y el obedecer, a la vez que se transforma de una democracia armónica en una confrontativa y competitiva, dicha democracia se uacía dz contenido y d¿ sentido, aI dejar de ser el ver-

dadero autogobierno dclpueblo, para pasar a ser ahora un gobierno supuesramente "elegido por" el pueblo, pero ya no el pueblo mis-

mo autogobernándose. Lo que hace que dicha democracia se vuelva áe real a formal, es decir de un gobierno

tural e ineuitable, dicha democracia formal desarrollada durante siglos y milenios, por la cual tanto Marx como Lenin, entre muchos otros, han podido criticar a la democracia capitalista y burguesa, mosrrándola como una simple fachada o coarrada del también secular dominio de los capitalistas en parricular, pero igualmenre y más en general, de todas las clases dominantes a üavés de la historia de la humanidad.e

8

Sobre el problema de las funciones del mando y la obediencia, y el inteligente oxymorón neozapatisra del "Mandar Obedeciendo", cfr. Ca¡los A. Aguirre Rojas, Mandar Obedeciendo.Tas lecciones políticas il nro*potismo mexicano, Ed. Contrahistorias, México, 2007, en donde adem:ís desa¡roilamos la conexión.n,r"..,. oxymorón, con la idea neozapatista de la "Otra Democracia" y sus vínculos con "La Otra Políticj', "El Otro Gobierno", y en general con las ¡ociones de Autonomía política y Autonomía global de esos dignos indígenas neozapatistas. Thmbién puede verse nuestro libro, Chiapas, Pkneta Tierra, Ed. Desde ftbalo,Bogotá,2ó07. e A este respecto, siempre es provechoso releer .los textos clásicos, por ejemplo el de Carlos i\4a rx, fa guerra ciuil

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Jlnmag,o,

Por otra parte, es lógico que si la democracia original se pervierre y se vacía de sentido, pasando de ser real a ser puramente formal, y

rías, de

Por eso, si la democracia originaria es una democracia cualitatiua, consensual, viva y llena de sustancia colectiva, y en la que domina el punto de vista colectivo (el "nosotros" de los neozapatistas),l0 punro de vista libre, voluntaria y conscientemente asumido, sobre los puntos de vista individuales, la democracia de larga duración que, en cambio, corresponde a Ia larga vigencia de las sociedades divididas en clases sociales, será a su yez rtfta democra-

capacidad de proyectar y reflejar el interés uniuersal por encima de los múldples intereses particulares, siendo cadavez más incapaz para construir consensos reales de una deter-

minada sociedad, y poniendo en el lugar de esta tendencia consensual la despiadada "gue-

rra de todos contra rodos", y también y más específicamente, el conflicto entre clases sociales antagónicas, enrre grupos de interés diverso, y enüe sectores, fracciones, agrupamientos sociales e individuos de todo tipo.

cia más bien cuantitatiuista todo -ocupada el tiempo en medir mayorías y minorías-, siendo además una democracia desgarrada,

Pues es claro que la democracia que es realmente el autogobierno del pueblo, puede

inerte, mecánica y atravesada todo el tiempo por conflictos de intereses, voluntades y posiciones de clases, grupos e individuos inmer-

hacer emerger, fácilmente, la voluntad colec-

cos para toda la comunidad en su conjunto. En cambio, la democracia formal y suplanta-

tiva que se apoya en el antagonismo de clases, bien una democracia desgarrada eternarnente en mayorías y minorías, marcada por la lucha y contraposición consranres de las voluntades y los inrereses de las clases, los grupos y los individuos, que sólo podrá funcioserá más

nar mediante los mecanismos de la imposición mecánica del punto de vista mayoritario, de la marginación constanre de las mino-

la polarización y acendramiento de

piadada lógica de hacer prevalecer siempre un interés particular sobre todos los demás.

confrontativa, enronces también pierde su

divergentes y de una clara vocación de llegar a acuerdos comunes que sean ios más benéfi-

MtuomdLi

las diferencias y posturas diversas, y de la des-

de ser armónica y unitaria a ser desgarrada y

tiva, el interés universal y el verdadero consenso de la comunidad, a través de los mecanismos del diálogo fraterno, de la escucha atenta del otro, de la dialéctica e interpenetración graduales de posiciones inicialmente

ii$

sos en la hobbesiana lógica de

que "el hombre

lobo del hombre". Además, y complementariamente, mientras que la democracia real del autogobierno popular es una estrucrura sencilla, funcional, que constituye unaverdadera "corporación de trabajo" (según la expresión de Marx referida a la experiencia de la Comuna de París), y que es además de todo barata, la democracia formal y dewirtuada que le sucede como resultado del nacimienro de las sociedades clasistas, será en cambio una estructura inútilmente complicada, hipertrofiada, poco funcional y poco efectiva, y conformada por todo un apa,ratoso andamiaje y parafernalia de instituciones, grupos, conringentes, instancias y aparatos extremadamente complicados, pero es el

en Francia, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1978, reuolución, Ed. Progreso, Moscú, sin fecha.

y también Madimir Ilich Lenin, El

r0

Estado

I k

Sobre esta sabia prevalencia del "nosotros" colectivo en las comunidades neozapatistas por lo demás, se encuentra en las comunidades indígenas de Bolivia o Ecuador, .narJ o,r"r-,-que, .fr. lo. irr,....".rt., trabajos de Carlos Lekensdorf, Los hombres uerdaderos, Ed. Siglo )Cü, México, 1996 y también Filosofar en claue tojolabal, Ed. Miguel Ángel Porrúa, Niéxica,2002.

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fontrahistoriaS J vmtambién desmesuradamente caros y parasitarios de las distintas sociedades que los alimentan. Ya que frente a esa democracia real, que asume y resuelve sencillamente los problemas de la comunidad, en un ambiente de toleran-

cia, de fraternidad, de diálogo y de

respeto

mutuo entre todos sus miembros, la democracia formal despliega en cambio las instancias misteriosas y apabullantes de la burocra-

cia y del aparato gubernamental, reafirmando su poder y vigencia mediante los cuerpos del ejército y de la policía, y construyendo todo ese complicado, inútil y ocioso castillo de instituciones, aparatos y personajes, que son los parlamentos, palacios de gobierno, cámaras, tribunales, instituciones electorales, gobiernos municipales, estatales y partidos políticos, representantes de todo tipo, senadores, diputados, alcaldes, y un largo etcétera, tan absurdo como inútil y poco federales,

eficiente y funcional. Estos son, muy resumidamente, algunos de los rasgos que caracterizan, de un lado a la democracia originaria del periodo histórico inicial de la sociedades humanas, consuuidas todavía bajo el esquema comunitario de la organización social, y del otro lado a la demo-

los siglos, hasta culminar en las formas de la democracia burguesa capitalista hoy todavía imperante, aunque también hoy claramente sumergida en su crisis terminal e inevitable. Porque los límites que hoy padece la democracia actual, y que hemos señalado antes, no son sólo los de la democracia burguesa y capitalista, sino más bien los límites de esa forma de democracia clasista y deformada, que arranca su periplo de existencia en los tiempos de la Grecia antigua de fuistóteles' y que veinticuauo siglos después ha llegado también

definitiva y terminal. Sin embargo y felizmente, los problemas sólo se le plantean a la humanidad cuando ya

a su etapa de crisis

están dadas las condiciones de su propia solu-

ción. Y por eso esta crisis terminal de la democracia desvirtuada que acompaña a todas las sociedades de clases, se da simultáneamente a la emergencia de una "Otra Democracid', la que afirmándose en el seno de los nuevos movimientos antisistémicos de América Latina,lr no sólo recupera muchos de los trazos de la antiquísima democracia real, originaria y comunitaria, sino que también los enrique-

múltiples y complejas lecciones derivadas de la experiencia de las luchas de las

ce con las

y subalternas' experiencia

cracia dewirnrada y deformada que corresPon-

clases oprimidas

de a las sociedades humanas divididas en clases sociales, y que se dapliega a lo largo de los

desplegada durante las últimas trece décadas recién transcurridas. Veamos ahora cómo po-

últimos dos milenios y medio üüdos Por esta misma historia de dichas sociedades humanas. Pues es claro que todas las tendencias y rasgos que hemos señalado como característicos de esta democracia, deformada y desvirtuada respecto a la primera, sólo se han ido afirmando. y desplegando lentamente, a lo largo de

dría ser posible recuperar y desarrollar esta

"Otra democracia", anticapitalista, y realmente alternativa a la desgastada y decadente democracia burguesa capitalisa todavía imperante, en el seno del creciente movimiento de La Otra Campaña, y en la Perspectiva de la actual

construcción del Programa Nacional de Lucha.

Sobre esros nuevos movimientos antisistémicos de América Latina, cfr. nuestro ensayoJ Carlos A' Aguirre Rojas, "Los nuevos movimientos sociales de América Latind' en Connahistorias núm. 9, México, 2007, y nuestro libro América Latina en la engucijada, Cuarta edición, Ed. Contrahistorias, México,2007' Sobre la "orra democracia" desa¡rollada por el neozapatismo mexicano, cfr. nuestro libro Mandar Obedeciendo. Las "Caracoles Zapatislecciones políticas del neozapatismo, antes citado, y el ensayo de Sergio Rodríguez Lascano, 11

tas: creación heroica" en Contrahistorias, núm. 8, México,2007-

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esa palabra que para nombrar la razin dr gobiemo, "democracia,, es buena para bs nuís y bs menos...

mandan obedrciendo, uiene

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uemos que

bjos,

Con¡rÉ Cr¡NoEsrrxo RworucroN¡-n¡o INDÍcENA (EZLI.Q, Comunicado 26 defebrero de 1994. Si analizamos con cuidado la experiencia acu-

mulada por los movimientos antisistémicos de todo el planeta, en los ultimos ciento treinta

y nueve años transcurridos, veremos que en tod.aslas experiencias de construcción de gobiernos que han llevado a cabo las clases subalternas, a través de esos movimientos antisistémicos, lo que se ha instaurado es un tipo

radicalmente diferente de democraciao una otra

democracia, que apartáridose del camino seguido por la demooacia delegativa y suplantativa propia de las sociedades clasistas, retomaba en gran medida varios de los rasgos de la democracia original y comunitaria, de la verdadera democracia que era idéntica al autogobierno del pueblo. Porque en esos ricos e importantes episodios en que las clases subalternas han podido comenzar a esbozar la edificación de szzs propias formas de gobierno, lo que han construido, lógicamente, son otÍavez formas del genuino "gobieno del pueblo', es decir figuras reales del autogobierno pzpulal, las que natutalmente, se asemejaban de manera espontánea a las versiones originales y primeras de dicha democracia, real, sustantiva y comunitaria. Así, desde la experiencia heroica de la Co-

muna de París, hasta las actuales Juntas de Buen Gobierno Neozapatistas, y pasando por el gobierno de los Soviea rusos hasta antes de la muerte de Lenin, por la experiencia de los Consejos de Fábrica turineses de los años veinte, o por el complejo proceso de la Revolución Culrural China,r2 lo que observamos reiteradamente es un claro proceso en el cual, cuando se desata la enorme y muy rica creatividad de las clases subalternas, se tienden a negar y trascender las desgastadas y empobrecidas formas de la democracia capitalista hoy todavía imperantes, para sustiruirlas con diversas variantes de una nueud y mtty oila democracia, una democracia que recuperando el sentido primigenio y original que su propio término connota, se hace presente al mismo dempo como una forma que supera realm€nte, en el sentido hegeliano de La auJhebung, ranto a la deformada y decadente democracia clasista de los ultimos dos milenios y medio, como también a la luminosa democracia antigua de la etapa comunitaria de la historia de los hombres. Pues esta democracia mtty otra, puesta en acto por las clases populares en las experiencias de gobierno antes mencionadas, no es una simple copia o resurrección de la democracia originaria comunitaria, sino má bien una forma nueva y superior de la democr¿si¿ -¡¿¡ distinta y tan otra, que quizá no debiera ya lla-marse

"democracia"-, que al prefigurar

desde ahora las posibles formas de "gobier-

no" de una nueva sociedad en donde ya za existirán las clases sociales, se acerca claramente a la simple "administración técnica de los asuntos comunes", a la sencilla resolución práctica de

12

Sobre estas diversas experiencias mencionadas de construcción de gobiernos por parte de las clases populares y subalternas, que ponen siempre en práctica una Otra áemocracia.. cfr. por ejemplo, Carlos Marx, La guerra ciuil en Francia, ya citada, Madimir Ilich Lenin, "Las ta¡eas del poder soviético" y también "La revolución proletaria y el renegado Kautsky'', ambos en Obras escogidas en Tíes tomos, Ed. Progreso, Moscú, sin fecha, tomos 2 y 3, respectivamente; Antonio Gramsci, Consejos de Fábrica I ütado de la Clase Obrna, Ed,. Roca, México, 1973; K. H. Fan (compilador), La rnolución cultural china. Documentos,Ed.Era, México, 1970, y Carlos Antonio Aguirre

Rojas, Mandar Obedzciendo. Las lecciones políticas del neozapatismo mexicano, ya antes citado.

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l-ontrahistoriaQ v __ñ_J

los problemas colectivos, desde la lógica del "mandar obedeciendo", que muy poco se asemeja a las muy conocidas formas del mal gobierno y de la pobre democracia que hemos padecido durante siglos y milenios, y que todavla sufrimos hoy en todas las naciones del mundo. Por eso, en todos los casos de construcción de muy otros gobiernos por parre de las clases populares y subalternas, hay una vuelta a las formas de la democracia directa, no delegativa, pero al mismo dempo una recuperación distina de la relación de la "representatividad", la que lejos del carácter suplantativo que posee en las democracias clasistas, y en especial en la democracia capitalista, aqul es replanteada como real representatiuidad, con representantes que son rwocables en todo momento, que rinden cuentas permanentemente, y que se encuentran siempre someddos al poder soberano y superior de la Asamblea Popular. Proceso de síntesis compleja y superadora, tanto de la antigua democracia comunitaria como también de la deformada democracia clasista, que no sólo devuelve eI protagonismo directo a la inmensa base de la pirámide social, a las masas mismas, sino que también construye una forma nueva y superior de la representación, en tanto real expresión de ese mismo protagonismo directo popular. Igualmente, esta orra democracia va a eliminar y trascender el carácter pasivo, sólo episódico, resfficrivo y realmente elitista de la democracia clasista, pero no solamente para retornar a los rasgos de la democracia comunitaria que era activa, permanente, abarcativa y englobante, sino rambién para dotar a esros rasgos de una base m:ís sólida y de un carácrer más estructurado, al vincular la actividad protagónica con la planificación consciente, el carácter permanente con la regulación inteligente, y la dimensión abarcativa y englobante con el fundamental respeto y la recuperación inteligente de los puntos de vista de todas las

diversas minorías.

O también, al unificar el mando y la obediencia, resignificando ambas funciones, y convirtiendo al 'Mandar Obedeciendo', no sólo en un proceso asumido voluntaria y conscientemente, sino en una relación que de he-

cho tiende hacia la verdadera disolución misma de las diferencias ent¡e el mandar y el obedecer, desde el desarrollo de la autorregulación consciente y del autodisciplinamiento de la propia comunidad en su conjunro, y rambién de cada uno de sus miembros. Lo que además, va más allá de la democracia desgarrada y confrontativa, puramente formal y mentirosa, y encubridora del dominio de una clase, pero también de la sencilla democracia unitaria, real, que era expresión directa de las comunidades primigenias, para desplegar en cambio una otra y muy nueva democracia

también armónica

y real, pero mucho más

compleja y sofisticada, como democracia que refleja a una nueva y superior forma de la comunidad, es decir, a esa comunidad que no más que la'asociación voluntaria de hombres libres' de la que alguna vez habló Cados Ma¡x. Una democracia no cuantitativista, ni inútilmente abultada aunque ineficiente, ni tampoco ridículamente cara, sino una democracia diferente, superior, que siendo cualitativa, tiende en verdad hacia su propia extinción, siendo nuevamenre una verdadera "corporación de trabajo", que resuelve de manera sencilla problemas complicados, y que es casi graruita o totalmente gratuita. Ya que es

importante recordar que aún esta

muy otra democracia sigue siendo, a pesar de

todo y aún bajo esta figura superior esbozada por las clases subalternas en los últimos 139 años, una forma específica de gobierno, y por lo tanto, una dimensión particular de esa ac, tividad humana que todavía hoy conocemos como "la política". Pero tanro Marx y Engels como Lenin, han defendido la idea de la extiitción de

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democracia, al plantear que cuan-

do las sociedades humanas aprendan a auto-

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rregularse socialmente, y los

de todos estos nuevos movi-

regu-

individuos aprendan lar por sí mismos su propio comportamiento social, entonces la solución de los

mientos antisistémicos, de México, de América Latina y de todo el mundo, sino también y desde ya un me-

asuntos colectivos

a

es

canismo y un modo necesa-

precisamente la tarea princi-

rio para el fi.rncionamiento

pal de cualquier posible "go-

cotidiano de todos nuesuos colectivos y todas nuestras

biernd'-,

se

-que

volverá una ta-

administrativa y técnica, disolviendo la necesidad de cualquier gobierno, del Estado rea puramente

mismo, y de la política misma, y por ende también, de toda posible democracia. Por eso afirman, en lenguaje un poco hegeliano, que la más amplia y completa realizacitin de la de-

mocracia es, al mismo tiempo, st extinción. Sin embargo, y mientras llegamos hasta ese punto del desarrollo histórico, es claro que esa offa. democnacia, distinta y superior, está ya funcionando en las Juntas de Buen Gobierno Neozapatistas, en los Acampamentos y Asentamientos de los Sin Tierra de Brasil, en los

organizaciones.

l3

Puesto quesi

es

obvio que

uno de Ios objetiuos generales del Programa Nacional de Lucha, será el de pelear por instaurar en México una uerdad¿ra democracia, es decir, un verdadero gobierno del pueblo, construido bajo la lógica del "Mandar Obedeciendo", y que no sea ya un gobierno formal, mentiroso y encubridor del dominio de cualesquier minoría posible, también debe ser evidente que ese objetivo debemos comenzar a construirlo aquí I ahora, en el seno mismo de La Otra Campaia, y en cada una de las organizaciones y colectivos que componen a

Barrios Piqueteros Autonomistas de Argentina, igual que en las comunidades indígenas más avanzadas, por ejemplo, de Bolivia y de Ecuador. Pues son estos, los nuevos movimientos antisistémicos de América Latina, los

esta

que ahora mismo están trascendiendo y su-

principios uniuersales que esta oüa democracia implica. Pues pensamos que es posible impulsar orÍayezformas diversas de la democracia directa, como las formas básicas y dominantes de toda esa enorme red de movimientos que es La Otra Campaña. Lo que quiere

perando, en su práctica cotidiana y en sus diversas luchas, ala cadavez m:ís limitada y decadente democracia capitalista, la que sumergida en su crisis terminal y definitiva, no encuentra ya salidas para los propios problemas y procesos que ella misma ha engendrado. Otra democracia, conectada orgánicay necesariamente, como lo han planteado los compañeros neozapatistas, con ztra forma de hacer política, otro modo de concebir el gobierno, y otra noción de la autonomía, que no es sólo un objetivo cercano aalcanzar por parte

13

ultima. Objetivo mediato de construir ona demo' cracia en escala nacional, que es entonces y a

lavezrnobjetivo inmediato de hoy

de desplegar des-

y en todos los espacios posibles,

los

decir que la palabra decisiva, en todas las cues-

tiones fundamentales, deberán tenerla siempre las Asambleas Populares, es decir los conjuntos que conforman la base primera de un sindicato obrero, o de un colectivo cualquiera, o de una organización campesina, o de un barrio organizado, o de una universidad, o de

Permítasenos remitir una vez más nuesffos libros, Carlos A. Aguirre Rojx, América Latina en la enmrijada, y Chiapas, Planeta Tietra, y Mandar Obed¿ciendtt- Las lecciones políticas del neozapatismo mexicano, ambos ya referidos.


ContrahistoriaC v------r-J

un grupo intelectual o artísrico, o de una aso_ ciación de cualquier tipo. pues sólo devolvien_ do el protagonismo principal a las asambleas

trabajo, de discusión, de búsqueda de acuerdos, que sean realmente dialógicos, horizontales, fraternos e incluyentes.

de las bases de nuestro movimiento, lograremos no sólo que el Programa Nacional de

Formas nuevas que deben tratar de tender también a ser consensuales, pero que al mismo tiempo deberán ser más cualitativas que crrm-

Lucha emerja realmente desde abajo a la iz1t quierda, sino también que nuesrro movimiento rodo, construya desde ahora la dinámica necesaria para edificar, más adelante, esa otra democracia en escala nacional. O para decirlo en términos cláicos, propios de la revolución rusa, debemos volver a reivindicar la sabia consigna de "Todo el Poder a los Soviets',, decir y en nuestro caso, la idea de que todo el poder debe residir, encarnarse y manteneres

se enlas,4sambleas dc Base de todo tipo.

Lo que, naturalmente, debe complementarse con las lecciones de, por ejemplo, la Comuna de París, entre orras experiencias, respecto del papel y esranrro de todos los represenranres dentro de La Oua Campaña. Pues aI igual que en la Comuna, esos representantes deben ser inmediatamente revocables en cualquier momenro, estando obligados a rendir cuentas permanentemente, y no recibiendo por su trabajo rerribución alguna, así como rampoco ninguna ventaja de orden material o simbólico, m:ís atlá del legítimo

agradecimienro del colectivo, o del v¡ílido re-

conocimiento social por el simple cumpli_ miento cabal de su rarea de real y verdadera

tiativas, otorgando el mismo ualor al.punto de vista de las mayorías que al de las minorías, y buscando armonizar tanto las con re.gen.i"r, como también ysobre todo las dGrencias, desde una lógica de convivencia y de tolerancia recíprocas, es decir, desde la asunción consciente de que todos queremos construir ,,IJn mundo en donde quepan muchos mundos',. Lógicas nuevas de funcionamiento de nuestras organizaciones y colectivos, que además de ser parte de las lógicas profundamente espontáneas de todas las clases sociales subalternas, €s decir las lógicas subterráneas que

prwienen de los espacios que

se

ubican abajo

y a la izquierda, son también las únicas

que nos permitirán manrener una postura teórica

y una práctica coridiana realmenre anticapita lis tas

y antisis

tém i cas.

Otra democracia, a incluir como uno de los objetivos fundamentales del programa Nacional de Lucha, y también como mecanismo cotidiano para la organización y el funcionamiento actual de todo ese vasto movimiento de movimienros que es La Otra Campaña, que parece ser y que seguramente será, según las palabras de los sabios compañeros

representación de sus organizaciones y colec_ tivos. Nuevo esraruto y papel de los representantes, que también es posible de recrearse y reproducirse en los sindicatos, en los colecti-

neozapatistas, una cosa que "es buena para los más, y también para los menos".

vos, en los barrios y en las agrupaciones y organizaciones más diversas y de todo tipo.

Ciudad de México, 7 de enero de 200g.

Otra democracia de nuesrros colecdvos, que deberá luchar también, conscienremente, en conrra de los viejos resabios del aurori_ tarismo, de la prepotencia, del verticalismo y del avasallamiento, que son propios de la de-

mocracia formal burguesa y capitalista, im_ pulsando por el contrario, nuevas formas de

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El biopoder:

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la moral de los de arriba

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I planeta Tier ra,bajo la lógica del capital, se dirige a la catástrofe.

La razón es sencilla: el capitalismo es una formación social que en vive función de la ganancia inmediata, lo que ahora se conoce como producciónJust in Time; todo está estructurado en torno a esa premura' y por lo tanto, no tiene ninguna preocupación por el futuro, de la misma manera que no le importa el pasado. El burgués es, normalmente, un ignorante que piensa que, antes de é1 y después de é1, no hay nada. Todo el "progreso", es decir, para é1, el avance tecnológico, está sometido a la consideración anterior. Sirve únicamente en función de la ganancia. Todo "progreso" implica el robo de tiempo de nabajo ajeno como decía Carlos Marx, el cual agregaba: Las fuentes de riqueza descubi'ertas se transforman, por un extla.ño maleficio, en fuentes de drspojo. Las cuatro ruedas de la carreta capitalista resumen esta problemática: explotación y despojo denen que ver con las contradicciones económicas; desprecio y represión abarcan el segundo tipo de contradicciones. Las primeras dos denen un contenido de clase directo, tanto en el terreno de la clase trabajadora, como en el de los campesinos e indlgenas. Ambas representan el corazón del sistema capitalista en su fase actual. Las dos últimas buscan ubicar los efectos políticos y sociales de las dos primeras. El desprecio es el mecanismo por medio del cual el capital enfrenta a la sociedad en su conjunto: indígenas, mujeres, jóvenes, otros arnores, niños, ancianos, estudiantes, etc. Por lo tanto, nuestra lucha no es solamente en contra de las relaciones sociales de producción capitalista, sino también en contra de las relaciones sociales en su conjunto, que el capitalismo ha generado.

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Esto no quiere decir que se elimine una jerarquización dentro de las contradicciones, conflictos o antagonismos, pero ésta se determina en función de la lucha y no de un preconcepto teórico. Y si bien el an:ilisis de clase sigue siendo fundamental, no se empobrece reduciéndolo al de clase obrera industrial. En todo caso, serla bueno recuperar el de proletariado: todos aquellos que no poseen nada m:ís allá de su fuerza de trabajo. Es verdad que vivimos un cambio de época, es verdad que la organización política y

militar del capitalismo no

es igual a la que

existía antes. Pero eso no nos puede llevar a pensar que, todas esas modificaciones, se explican en función de los cambios que arriba se promueven. En especial, la crisis del imperialismo solamente puede ser explicada en función de la lucha de los pueblos. Como la impresionante larga marcha en China, o la

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ContrahistoriaC. v il-J

otra gran larga marcha, la de los pueblos de la

lo (por cierto, el más caro del mundo y el de menor asistencia). En la nueva Torre, la arquitectura es Ia guerra al diferente, las piedras son nuesrros huesos, y la argamasa es nuestra sangre. El gran asesino se esconde detrás del gran arquitecto (que, si no se auronombra'Dios', es porque no quiere pecar de falsa modestia)."

India para echar a los ingleses de su territorio, o la insurrección en la Qasbah en fugelia, y la ofgarización de un país/un pueblo en Vietnam, que le propinó su primera gran derrota al ejército estadounidense, generando la con-

vicción de que sí se puede, o el Movimiento 26 de Jrtlio en Cuba, que represenra en mi modesta opinión la hazaia más grande en nuestro subcontinente,hazaia que se renue-

(Subcomandante Insurgente Marcos, "La otra

geografii', rcvista Rebeldia, núm. 5).

va día a día, y que muchas veces no se dimensiona en toda su importancia. O también la insurrección del pueblo de Irán en contra de

1. Las viejas ciudades industriales con grandes concentraciones de trabajadores, lo mismo que la gran fábrica, están cediendo su lugar a un nuevo dpo de trabajado¡ a un nuevo tipo de inversión, y a la construcción de

una modernidad excluyente, independientemente de quién la encausó, o la revolución sandinista, hecha por el pueblo de Sandino y en especial realízada por niños de menos de

nuevas megápolis multiétnicas, donde los obreros indusuiales son una minoría y los

14 años, auténúcos Gauroche, y hermanos de los que en la ciudad de Oaxaca levantaron la barricada en el Crucero de los 5 Señores.

trabajadores de servicios y los informales son mayoría, donde las fábricas se montan y des-

La crisis del imperialismo, y por lo tanto, vivido en la forma de la dominación, rienen esra fuen-

montan a voluntad del capital, o se rrasladan,

las modificaciones que se han

o navegan

te, y no una simple actirud visionaria de un presidente.

I

LA NUEVA TORMA DE DOMINACóN

400, y hacia 2075 habrá por lo menos 550.

llones de habitantes, enrre las que se encontrarían Yaka¡ta, con 24.9 millones o Dhaka, can 25 millones. Shangai, cuyo crecimiento había quedado congelado durante décadas, a raíz de las políticas maoísras de infraurbani-

divierran, con una baraja que

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de

En 2025, de acuerdo con Ia Far Eastern Eco_ nomic Rewieu, en sólo Asia podrían existir 10 u 1l ciudades conurbadas con más de 20 mi-

zación intencionada, podría contar con un total de hasta 27 millones de residentes, en una enorme región metropolitana sobre el

no les pertenece. Después de todo, la cons-

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O"r.o-,

en 1950 había 86 ciudades en el mundo con una población superior al millón. Hoy en díahay

I

trucción que interesa es la de la nueva Torre de Babel, y mientras no falten materias primas para su construcción (es decir, territorios desrruidos y repoblados con la muerte), los capataces y comisarios de las políticas nacionales pueden conrinuar con el espectácu-

las fábricas

2. Un proceso salvaje de urbanización:

"En la época moderna, el Estado Nacional es un castillo de naipes frente al vien¡o neoliberal. Las clases políticas locales juegan a que son soberanas en la decisión de la forma y altura de la construcción, pero el Poder económico hace tiempo que dejó de interesarse en ese juego, y deja que los pollticos locales y sus seguidores se

-como

un lugar a otro.

estuario. Y se prevé que Mumba¡ por su parte, alcance una població n de 33 millones.

3. Una crecienre migración, desde el campo hacia las ciudades y desde los países más po-

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bres hacia las megápolis capitalistas. A la pa¡ se está viviendo

un proceso casi inexorable

de envejecimiento de la población de los paí-

ricos. Más allá de los gritos altisonantes de puñados de burgueses y pequeño burgueses desesperados, la inmigración y la reorganización del trabajo, en esta parte del mundo, tiene ya un carácter estructural: para el aí.o 2004, en Estados Unidos y Canadá, ya habíaá8 millones de emigrantes, mientras en

ses

Europa 64, en Asia Oriental 22.6, en Asía

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l'VtunnLdl

vas, por el ataque al fondo de pensiones, o por la eliminación de la economía tradicional con la trasnacionalización de la misma, o con el pago espoliador de la deuda externa".

Al existir un proceso de extinción del viejo territorio homogéneo, el Estado-nación, la 5.

ciudad-industria, las fábricas enormes, tienden a desaparecer, en tanto que son partes del

viejo modelo fordista de dominación, y con ellos, el conjunto de las instituciones legislativas y judiciales.

Srbcentral.24.4.

Sucede

Esos migran-

lo

mis-

tes juegan una

mo en las instan-

triple función:

cias de mediación: los grandes

por un lado, representan la mano de obra barata de las grandes megápolis, lo que permite elevar las tasas de explotación y castigar los salarios del resto

partidos de masas con intereses sociales definidos, los grandes sindicatos, tan significati-

de los trabaiadores; por otro lado, aI enviar una buena porción de sus ingresos a sus países de origen, representan una parte fundamental de Ia entrada de divisas y mantienen, en gran medida, las economías de esos paísesl y finalmente, representan un instrumento formidable para lograr la realización de las

pesinas y hasta las más modernas, las organizaciones no gubernamentales (que, supuesta-

vos en el pasado, las vieias organizaciones cam-

de consumo inmediato y duradero. Hoy por

mente, fueron diseñadas para ocultar el proceso de abandono de una política social por parte del Estado). El neoliberalismo, en prospectiva, cadavez exigirá más regímenes políticos débiles, en lo que tiene que ver con la economía y con la responsabilidad social, y fuertes en lo que tiene que ver con la seguridad, en donde el orden reine bajo el manto

ho¡ la reproducción

de un Estado de derecho diseñado en

mercancías de las empresas trasnacionales, en especial en lo que tiene que ver con los bienes

ampliada del capital se la existencia de ese ejército de garanriza por

función

de los intereses de los señores del dinero.

trabajadores. 4. Un proceso de desuucción/despoblamien-

to, reconstrucción/reordenamiento, tal y como ha sido señalado por el Subcomandante Marcos: "El viejo territorio homogéneo no existe más, fue destruido. Algunas veces porque fue bombardeado; pero otras, la mayoría, por los planes de reajuste estructural o por las cartas de intención firmadas por el FMI, o por la explosión de las burbujas especulati-

)1:ll:!:;;!.;laa i:a

6. Una nueva división internacional del trabajo, un proceso de deslocalización de la mano de obra y de la inversión directa de capital, y con esto, la conformación de un ejér-

cito de reserva industrial completamente mundial. Así, mientras que en toda Europa, en 2005, el conjunto de los trabajadores era de 170 millones, en China los trabajadores industriales sumaban 250 millones, 60 millones más que los que había en Estados Uni-

'[2el

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fontrahistoriaQ v J + dos. De 1985 a 2005 el número de trabajadores de las empresas i¡ultinacionales, en los

llamados parses subdesarrollados, pasó de 7 millones a25,y el porcentaje de éstos con relación al conjunto de uabajadores de dichas empresas, se triplicó de I I a 33 por ciento.

el concepto de equipa, en especial en las grandes empresas trasnacionales y en algunas ma-

Las firmas muldnacionales están reafizando un proceso de deslocalización de su inver-

quiladoras; c) la vuelta a viejos mérodos de organización de la producción: traba.io a domicilio, trabajo esclavo, trabajo infantil -en el sector maquilador- y en algunas empresas dedicadas al mercado inrerno, en especial pequeñas maquiladoras; d) ahora, en una

sión, y por lo tanto del empleo, buscando

misma firma multinacional, conviven diver-

mano de obra barata, paraísos fiscales, eliminación de la regulació¡, etc. No es Io mismo

métodos de trabajo, desde los más sofistiI{an ban, pxando poralgunos muyviejos, como el trabajo a domicilio, hasta llegar a lo que yo denominaría los métoáos Kentuchy Fried Chicken: las gallinas son puesras en una jaula, nunca en toda su vida salen de esa jaula, se comen sus propios excrementos, que son reelaborados y sus extremidades se atrofian; esto lo estamos viendo en las ya triste-

pagat a 50 centavos de dólar la hora, como lo hacen en Vietnam, o en China, o en la India,

que pagar a l3 dólares Ia hora, como se hace en los Estados Unidos. Todo esto genera una serie de procesos múltiples, una reorganización del e.fército internacional de reserva, que, insistimos, ahora es toralmenre mundial; también una caída tendencial del salario, ig""lmente en el ámbito mundial; una pérdida del peso social de los sindicatos tradicionales; una crisis de los viejos parridos obreros; una nueva migración inrerna, en el caso de los palses más pobres, del campo a la ciudad. Tan sólo en China, se calcula que desde finales de la década pasada se han trasladado, hacia las ciudades, cerca de 300 millones de chinos, y que hacia el aí'o 2020 se trasladarán otros 250; y desde luego, como ya dijimos, la creciente migración hacia las megalópolis imperiales.

sos

cados

mente célebres fábricas-dormimrio o fiíbricas-cárcel, en donde los trabajadores, que muchas veces son niños, viven recluidos entre barrotes; e) salarios que no alcanzan pan

reproducir lafwerzade trabajo como ral, partiendo del criterio de que exisren miles de

minado la vieja cultura obrera, ylaviejaorganización fordista de los trabajadores, en uno

millones de trabajadores excedenres, que pueden trabajar a cambio de salarios de hambre. Lo cual significa la eliminación del descanso indispensable de la fuerza de trabajo, ya que una parte cadavezmás importante de los trabajadores se ve impelida a rener dos jornadas de trabajo; F) todo esro ha significado un despojo casi general de los derechos laborales, en medio de una condición de total desventaja del trabajo Frenre al capital.

de los procesos más brutales, en ranto ha significado la combinacién de varias dinámicas: a) la utilización de una tecnología ahorradora

8. Asl se ha puesto en pie un proceso de sobreexplotación del trabajo, sea agrícola o in-

7. Una rcorganización del uabajo, que ha

de mano de obra, que riene como

principio la expropiación del saber obrero; b) la reorganización del trabajo, flexibilizando todas las categorías, lo que abarca la antes tradicional separación del trabajo manual e intelectual, la introducción de la producción Just in Time, los métodos de trabajo bajo sness (Kan ban) y

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dustrial, nunca antes visto. De esta manera en México, según un estudio realizado por el Centro de Anrílisis Multidisciplinario, mientras que en 1978 se utilizaban 3 horas con22 minutos como el tiempo desdnado para cubrir los ingresos de los trabajadores, en 1989 se requirió únicamente de 2 horas con 5 mi-

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nutos, en 1994, de 38 minutos, en 1997,25 minutos, en el 2000, de 18 minutos y en el 2004, de l3 minutos.

9. La implementación del despojo es la otra coordenada del arrasamiento que está llevan-

do a cabo el neoliberalismo capitalista.

Si

analizamos Io que ha pasado en México desde 1988, por lo menos, veremos cómo se ha cumplido este proceso de despojo. La reforma salinista al artículo 27 constitucional, que puso a la tierra en el mercado y minó la propiedad comunitaria sobre la misma, para no hablar de la eliminación prácticade la defini ción de que todo el suelo y el subsuelo eran propiedad de la nación, tal y como se establecía en la Consdtución. Las reformas a la ley del trabajo que han permitido la eliminación de una serie de garantlas para el trabaja-

dor. La aprobación de una contrarreforma indígena, que niega el derecho de las comunidades a controlar su territorio, rehusándose a reconocer a los pueblos indios como sujetos de derecho. La apropiación por el gran capital de los recursos petroleros y de la producción de gas y electricidad, e incluso del agua. Ho¡ ya el 23 por ciento de la producción de petróleo está en manos de empresas privadas, y lo mismo sucede con el 30 por ciento de la generación de electricidad. La total subordinación del peso con relación ai dóla¡. La utilización de una parte de la mano de obra que cruza la frontera como trabajadores esclavos, o la contratación de niños para rabajar en las maquilas. Todo esto, ha representado una agresión global en contra de la economía moral de los mexicanos, en especial de las comunidades indígenas y campesinas, con lo que se ha buscado destruir una racionalidad y una forma de organización social diferentes, más armoniosas, donde no sólo se producen materias primas, sino, antes que nada, relaciones sociales más justas y libres. Igualmente, la udli-

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zación de la Bolsa de Valores y de los bancos, ya todos en manos privadas, como fuente de despo.io vía el IPAB.

Y otros despojos,

más

sutiles pero no menos significativos, que buscan eliminar cualquier tipo de representación

colectiva y/o comunitaria, convirtiendo al individuo-ciudadano en cliente del Estado, bajo un discurso ideológico supuestamente anticorporativo, pero que en realidad tiene como verdadero fin el de gubernamentalizar la vida social.

10. En última insmncia, lo que estamos viviendo es la guerra por el despojo y la explotación. Esa guerra, en algunas ocasiones, tiene como motivo el agua, o el gas, como en Bolivia. La prívatízación de la industria telefonica en Belice. El 'Corralito', las cuentas bancarias, el cierre de fábricas en Argentina. La dolarización de la economla en Ecuador, etc. Esta guerra la están librando las grandes trasnacionales, las cuales utilizan a los Esta-

dos simplemente como cancerberos de sus intereses. El debate entre las potencias sobre

cómo invadir a Irak fue en sí mismo revelador: la oposición de Francia y Alemania a la acción unilateral de Estados Unidos e Inglaterra tenla que ver, más que nada, con la serie de contratos firmados entre estos países y el gobierno de Irak para la explotación y exportación del petróleo iraquí. Atrás de ese debate no se ubica, como ingenuamente piensan Negri y Hardt, la lucha entre los que añoran el viejo Estado nacional, Estados Unidos, y los que supuestamente están construyendo el nuevo Imperio, es decir, el Estado mundial. Lo que realmente estaba atrás era saber qué trasnacional (Exxon-Mobil, Elf o Total) le quitaba al pueblo de lrak su petróleo, y por lo tanto, quién controlaba la tercera reserva de peuóleo del mundo. Pero la violencia no se reduce sólo a la intervención militag sino a la aplicación de una política económica arrasadora. La transformación de territorios sus-

'"üijo-

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ContrahistoriaC. v M_J

cepdbles de ser fundamenrales para la expansión de un puñado de empresas, se convierre

en religión. La guerra ya no es la continuación de la política por otros medios, sino que la política se ha converrido en la continuación de la guerra po¡ orros medios. Por eso es indispensable distinguir dos fenómenos que se parecen pero no son lo mismo. LJna cosa es la explicación de la decadencia de la hegemonla americana, enrendida como

un proceso histórico de largo aliento, y otra es querer traslapar esa visión a terrenos co¡rnturales. Lo sienro, pero el imperialismo, o el Imperio, o como quieran decirle a esta forma de dominación, no es un rigre de papel.

Minimizar a nuesrro enemigo es minimizarnos a nosotros mismos. Estados Unidos no está gobernado por un esrúpido, y no porque piense que Bush no lo sea, sino que está gobernado por 1o que el Subcomandante Marcos ha denominado como Ia "sociedad del poder". Para ponerlo plásticamente: quién

decidió la inrervención en Irak no fue el señor Bush, sino el Consejo de Accionistas de Halliburton (multinacional que opera en 124 países), y el conjunto de accionistas de las gran-

des firmas trasnacionales norteamericanas. Es indudable que Esrados Unidos no tie-

ne la misma hegemonía y, desde luego, no tiene las características que tenía inmediatamente después de la segunda guerra mundial. Decir lo anterior es una perogru.llada. Lo verdaderamente diferente, no desde 1945, sino desde que se comenzaron a hacer hegeménicas las relaciones sociales capitalistas, es que

no existe una locomorora que jale el conjunto del tren capitalista en el rerreno de la economía. Lejos estamos del papel que cumplieron los Palses Bajos, o Gran Bretaña, o los mismos Estados Unidos, desde finales no de la segunda guerra mundial sino de la primera. Constatamos lo obvio.

Luego, es necesario agregar la otra característica: nunca en la historia del capitalismo

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había existido una diferencia ran grande, en cuanto a la capacidad bélica, entre un país y los otros. Y nunca se había generado una po-

lltica tan polifuncional en el terreno militar. La Cuarta Guerra mundial (la guerra contra la humanidad) no puede ser banalizada, por que eso siempre trae consecuencias políticas, pero sobre todo sociales. Efectivamente, nadie puede gobernar únicamenre con el poder militar, pero también es verdad que nunca antes se había utilizado este poderío de manera tan profunda, para conseguir Ia subordinación lacayuna de una buena parte de los Estados nacionales. La guerra se vive éía a dia, en Irak, Medio Oriente, A.fric", y aqul a unos cuantos kilómetros, en Cuba. Pero también se vive en Bolivia, en Venezuela, en toda América Latina. En algunas ocasiones esa guerra se lleva a cabo por medio del desembarco de tropas, o del entrenamien-

to militar, pero también, como dicen los zapatistas, por medio de las otras bombas, las financieras. Quisiera poner un ejemplo: es muy probable que en los próximos dos años, si no es que antes, la economía norteamericana viva una gran crisis económica. Todo indica que

la crisis producto del fraude inmobiliario, sumada a la crisis de la deuda por las tarjetas de crédito, más una desaceleración de la pro-

ducción industrial, permitirán una grave crirambién productiva. Esto podría ser aprovechado por China, o por Europa, o por Japón, pero el asunto es sis financiera, pero

más complejo. Una buena parte de esa deuda está subconüatada

japoneses,

por los bancos europeos y

y en menor medida chinos. Un

analista económico decía que China, con el billón 600 mil millones de dólares que tiene en sus reservas, podría desestabilizar la economla norreamericana, y que hoy la suerte de los Estados Unidos depende del Partido Comunista Chino. Pero Io que no se decía, es que la economía china depende ambién

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de la estabilidad del mercado más grande del mundo. Seguir insistiendo en un análisis na-

cional, sin entender que, como nunca antes, el mercado mundial no es la suma de las economías nacionales sino algo más complejo,

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MluonLdl

función del PIB, sino del Producto Nacional Bruto, que mide la producción del pals en función de todas las fábricas su economía en

es un error de análisis (por ejemplo, una buena parte del intercambio comercial no es en,

y comercios que tengan como procedencia el país en cuestión, descontando todo lo que se produce en sus fronteras nacionales que sean inversiones de otros países.

tre países sino entre firmas trasnacionales, y el comercio intrafirma está sustituyendo a1 comercio entre naciones). Pongamos un ejemplo: cuando en un país como México se habla de Producto Interno

Yo no tengo duda de que si estalla esa crisis económica en Estados Unidos, las burguesías y los Estados de todo el mundo, incluido México, tendrán que hacer un gran Fobaproa para rescatar la economía norte-

Bruto, ¿de qué es de lo que habla-

americana. Por-

que a pesar de

mos? Del con-

todas las fobias, Lenin tenía ra-

junto de la producción, distri-

zón: no hay callejones sin salida para el capi-

bución, consumo y narcotráfico que se lleva a cabo en México. Pero si uno quitara del PIB las ganancias de las empresas multinacionales que están en México, ese PIB sería otro totalmente diferente: al país ¿qué le importa que la fábrica Ford de H.r*orillo .*porte la

totalidad de su producción a los Estados Unidos y a Europa, si se trata de un negocio de los dueños de Ford? Algunos dirán que sirve para que haya 900 empleos, y esro es verdad,

pero no se ubica aquí lo fundamental. En esa planta, cada minuto y medio sale de la línea de la producción-círculo de calidad un automóvil. Haciendo cálculos, resulta que en 2l minutos los patrones pagan el salario global de todos los trabajadores. Eso les deja de ganancia 7 horas 39 minutos. ¿No es demasiado trabajo para tan magros ingresos? Pues bien, el comercio entre los Estados nacionales ha sido sustituido por el comercio

interfirma multinacional. Entonces, ya no es posible ubicar el análisis en función de la cuenta corrienre de la balanza comercial de pagos de un país. Por eso, Ios países más poderosos económicamente hablando no miden

tal. La teoría del

derrumbe sigue siendo profundamente falsa. Entonces la guerra (su estallido, su amenaza, su omnipresencia) sí es, hoy por hoy, el factor productivo por excelencia. Y esa guerra no es ni única, ni fundamentalmente llevada a cabo por gobiernos imperiales, sino también y de manera central por las grandes multinacionales. Por eso tienen razón en Bolivia los indígenas de ese país, cuando dicen que "Donde pasa Repsol, ya no crece la hierba".

I

LA NUT,VA GEOGRAFÍA DEt MUNDO

"En la geografía del poder, uno no nace en una parte del mundo, sino con posibilidades o no de dominar cualquier parte del planeta. Si antes el argumento de superioridad erala pertenencia l-úna Íaza, ahora es la geografia: quienes habitan el norte no lo hacen en el none geográfico sino en el norre social, es decir, están arriba, y quienes viven en el sur, están abajo. La geografía se ha simplificado, hay un arriba y un abajo. El lugar de arriba es

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angosto y caben unos cuantos, el abajo es tan

amplio que abarca cualquier lugar del planeta y dene lugar para toda Ia humanidad. En la época moderna el poder lleva a cabo guerras

múltiples de conquista, y no me refiero

a

múltiples en el sentido de muchas, sino en el sentido de en muchas partes y en muchas formas'. (Subcomandante Insurgente Marcos, "l,a oua geografía', revista Rebeldía, núm. 5) La visión simplificada de un mundo de espacios homogéneos saltó en mil pedazos. Por más que se le quiera revivir esto es imposible. En este sentido, cuando se dice que'\7all Street está más cerca de la Bolsa de Tokio que del Bronx, estamos frente a una verdad que puede aplicarse también a la Ciudad de México, a Sao Paulo, o a Sanriago de Chile. El corporativo Santa Fe en Ia Ciudad de México (zona cuna de la banda juvenil más grande del mundo, antes de que existiera Ia Mara Saluatrucha, y en donde las familias vivían en cuevas de cerros que parecía que se venían

encima de la ciudad), se construye precisamente expulsando a todos los que vivían ahí. Bueno, hablando en términos de la nueva geografía neoliberal, el corporativo Santa Fe es más vecino de Houston que de Xochimilco, Milpa Alta, o de la otra parte de Cuajimalpa. Por supuesto, ahí convive \fall Street con Calcuta. En última instancia, la recuperación-compra de Carlos Slim del centro histórico de la Ciudad de México, Slimlandia, como ya es conocido, tiene la misma metodología. Así, ahora, el sur y el norte ya no tienen que ver con puntos cardinales, sino con explotación, opresión, despojo, desprecio, represión, migración, flexibilización laboral, privatización de los bienes terrenales, etc., porque todos esos procesos se dan tanto en el norte como e¡ el sur geográfico. Nada más que en México, este proceso encuentra en los pueblos indios a su antagonista central. Aquí no hay para donde hace¡se. En esta guerra el capital va por todo. La

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tierra, el aire, el agua, el genoma, todo. Los que todavía conservan una parte importante de esos bienes terrenales son los pueblos indios. Ahí se ubica el carácter anticapitalista de su lucha y su movilización. Ellos no están luchando por mejores salarios, o por jubilaciones más justas (nunca han tenido eso), su

lucha es por seguir siendo pueblos indios y su antagonista es el capital. Desde luego, lo que ellos viven no es la decadencia del imperialismo, sino un ataque constante y global que busca quitarles lo último que les queda, su territorio.

Lo que el capital busca es la creación de estos nuevos espacios, que no se rigen por variables pollticas o sociales, sino por primera vez, únicamente por una especie de soberanía de la acumulación de capital, que subordina y limita, esa es su ilusión, a cualquier otra soberanía. De esta manera, el papel de cada quien en el proceso productivo se define, no en las fronteras nacionales, sino en otros lados. Se trata a veces de definidores invisibles, carentes de

cualquier responsabilidad territorial y social, y que a menudo están al margen de cualquier jurisdicción. fuí, los gobiernos, las legislaturas, o los partidos nacionales, no tienen otro papel que jugar que no sea el de acompañantes y comparsas. Los ritmos de la democracia representativa se ven desbordados, tanto por la brevedad de la urgencia como por el arbitraje instantáneo impuesto por los mercados. La lógica interna entre los espacios económicos, políticos, jurídicos y ecológicos no existe más. El esqueleto del Estado-Nación se fractura, y las soberanías territoriales pasan a ser un recuerdo de un pasado glorioso. El derecho de cada país hace mutis ftente a un derecho externo indeterminado, difuso y acomodaticio. Ese es el marco en que la clase política en su conjunto, sea de derecha o de izquierda, se mueve, para ellos no hay mrís alIá.Ya no existe ningún horizonte más allá del capital.

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que ahí está la otra explicación del lanzamien-

El proceso de valorización del capital se realiza rompiendo, o tratando de romper, la dignidad de los seres humanos en el terreno individual. En el proceso de producción capitalista, Ios seres humanos son desposeldos de sr¡ cuerpo y de su vida. En los años sesenta, un intelectual mexicano de izquierda le res-

-coNcLu$ÓN-

to de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y no nada m:ís por el hecho de que sea complicado sobrevivir en medio del mar de la injusticia, la explotación y el despojo, sino por que las comunidades zapatistas han establecido un compromiso con los otros pueblos de México. Y no está por demás recor-

pondía al movimiento feminista inicial que, en lugar de gritar tanto, lo que tenían que hacer era incorporarse al proceso productivo. Como si fuera posible que alguien, sea hombre o mujer, pueda decidir incorporarse al proceso productivo; como si no fuera un acto cargado de violencia que inhibe cualquier

capacidad de decisión individual.

La dignidad, por lo tanto, no es algo que exista de manera autónoma, por el simple hecho de ser explotado u oprimido. Lo siento, el mundo sería mejor si fuera así, pero desgraciadamente no es así. La dignidad es algo que se adquiere como producto de la lucha y la organización social, colectiva, co-

munitaria. Decir que un migrante México como un acto de dignidad

se

va de

es hacer

demagogia. El migrante se va debido a que vive en la miseria absoluta, como consecuencia del despojo capitalista, y de la cobardía de las organizaciones campesinas que firmaron las reformas al artículo 27 constitucional. Lo que la Otra Campaña les estuvo diciendo por todo el país, fue que no se fueran, que se les invitaba a luchar por recuperar el control de las tierras, y por acabar con la forma de explotación del capitalismo. No puede existir una desconexión o desenchufe individual o de pequeños grupos del capitalismo. Incluso procesos como el de las Juntas de Buen Gobierno deben ser entendidas, creo yo, como experiencias que existen por sí mismas, pero que a la larga son dinámicas de autoemancipación que solamente podrán mantenerse si se generalizan; pienso

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darlo, pero cuando los zapatistas empeñan su palabra, lo que se piensa comienza a existir. Esas Juntas de Buen Gobierno son una creación heroica que dene todo mi respeto y admiración. A lo que me opongo, es a vender la idea de que se puede huir del capitalismo por medio de una decisión subjetiva. Lo que sí se puede hacer, y es lo que los trabajadores del campo y la ciudad intentan con resultados diversos, es construir una forma de en-

frentar al capital, porque entienden que esa la única manera de recuperar su (nuestra) dignidad. Para eso, creo, se requiere de muchas luchas, muchas reuniones, muchas moes

vilizaciones, es decir, se requiere que la gente rompa con la lógica del capital, con la gramática del dominio, por medio de la insubordinación y de mecanismos de autoorganización. La política de la Otra Campaña es una política contra el capitalismo, es decir, contra la exploración, el despojo, la represión y el desprecio. Que busca, paraFraseando aJosé

Martí, con los pobres de la tierra su suerre echa¡ y eso es así por que entendemos que la pobreza es el producto directo del capitalismo como tal, y que no puede resolverse en el marco de este sistema. Por todo eso, la Otra Campaña es una política de dignidad, porque busca romper los mecanismos de sumisión que el capitalismo ha generado para ahogar el espacio de lavida, porque cadavez más, ellos van por nuestra vida en cualquier lado en el que estemos, sea en la línea de montaje, en el círculo de calidad, en las oficinas, en los grandes comercios, en las escuelas, en la ven-

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ta del café, en el üen de la muerte que atra-

desde siempre en su conformación como pue-

viesa México, transportando en condiciones

blo pobre. Es la memoria terca del abajo, de Nadie, que cobra yenganza logrando que la historia recobre la moral. Es el saho del tigre del que nos habla \Talter Benjamin. Y sobre el responso y el réquiem al socia-

infrahumanas a centenares de nuestros hermanos centroamericanos y mexicanos, en el paso hacia los Estados Unidos, en el despojo

que se hace en contra de las comunidades €rarias, en la entregá de 700 pesos por ser "adulto en pleaitud", en el Seguro de desempleo del señor Ebrard, en los segundos pisos, y podría agregar miles de ejemplos. En todos estos casos, lo que hay es la decisión de los de arriba de inundar de indignidad a la gente. Enfrente, existe, se construye, se edifica, la voluntad de destruir al capital y al capitalisme, como prerrequisito para que todos podamos vivir dignamente. Por último, quiero explicar lo que entiendo por dignidad: se trata, antes que nada, de la construcción de un imaginario común de insubordinación que va más allá de las teorías y los programas de los diversos s€ctores de la clase polltica, o de los medios intelectuales que hacen del dinero su religión. Son una serie de ideas, imágenes, símbolos, recuer-

dos, relatos, canciones, corridos, que encarnan en los de abajo, los cuales, en la sombra, van construyendo su resistencia y su rebeldía, que casi nadie ve, que no es tomada en cuenta y que, en un momento dado, se manifiesta abiertamente, como rayo en un cielo aparentemente sereno, pero que ha existido

lismo, siempre es aconsejable la prudencia. .ver, y no trabajar con motemente abiertos, pero prejuiciosarnente cerrados. En las luchas de hoy se prefigura la construcción del mañana. Si la Cuarta Guerra mundial es la guerra contra la humanidad, ellos van por todo, es

Hay que esperar y

del os aparen

decir por nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra vida. Nuestra lucha es por justicia, libertad y democracia, y para ml eso es el socialismo. Pero no me preocupa el nombre, lo que realmente me interesa es que esos tres objedvos los construyamos todos juntos, con nuestras diferencias y nuesüas similitudes, y recuperemos lo que, creo yo, siempre ha sido nuestro sueño: el control de nuestro destino, el respeto a nuestro entorno, el control de nuestra vida, el amor; y para eso es indispensable acabar con el capitalismo, es decir con la explotación, el despojo, la represión y el desprecio.

Efectivamente, hay su moral y la nuestra. San Cristóbal de Las Casas, 15 de diciembre del 2007.

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alegro de estar de regreso aquí en

la Universidad de la Tierra,

para

participar en este Coloquio en honor de Andrés Aubry, un gran hombre fallecido demasiado pronto. Aborda¡é hoy tres temas dife, r€ntes, pero ligados entre sí. El primero es el del declive geopolítico de los Estados Unidos. El segundo es el de los éxitos electorales de la izquierda en América Latina, desarrollados desde hace algunos años. Y el tercero es el de una posible esrategia antisistémica actual, en el mundo que ahora vivimos.

do de un status qao mundial, Ios Estados Unidos han podido hacer lo que han querido dentro del sistema-mundo durante 25 aios. Pero esto acarreó algunos problemas. En primer lugar, este avance económico enorme se autodestruyó a sí mismo, por el hecho de que Estados Unidos ayud6 a Europa Occidental y aJapót a recuperarse. Estados Unidos ha hecho esto por dos razones: primero, para obtener consumidores importantes de sus propias mercancías norteamericanas, y segr¡n-

do, para reforzar ciertos lazos geopolíticos.

El declive de los Estados Unidos: he escrito mucho sobre este tema. Voy a reperir hoy úni-

Pero el resultado fue que Europa occidental y Japón llegaron a ser más o menos iguales, eco-

carnente lo más esencial. Es un declive estructural y de larga duración, no es algo efimero o

nómicamente, que los Estados Unidos, eliminando su ventaja económic¿. Además, el acuerdo tácito de stdtas qtur cort la Unión Soviética no beneficiaba tampoco al tercer mundo. Asf que hubo algunos palses que rechazaron vigorosamente este acuerdo. En primer lugar China, y luego Vietnam, fugelia, Cuba, etc. Sobre todo Vietnam fue un gran problema para Estados lJnidos, como ustedes saben, porque ha agotado económica y políticamente a Estados Unidos. Y por esta razón, ha transformado la situación política interna de Estados Unidos. Después, pasamos aI segundo periodo, entre más o menos 1970 y 2000. Es un periodo de declive lento para Esados Unidos, declive que los presidentes norteamericanos han tratado de retarda¡ todo lo que les ha sido posible. Evidentemente, uno de los elementos que ha coad¡rvado al periodo hegemónico de Estados

momentáneo. El periodo hegemónico verdadero de Btados Unidos fue entre los años de 1945

y 1970. En ese momento,

la base de su poder

mundial fue simplemente su eficiencia económica enorme, una diferencia respecto de todos los otros países del planeta que le permitla org;r:rizar el mundo como quería. El único problema para Estados Unidos en 1945 fue el poder militar de la Unión Soviétic¿. Y por eso los Estados Unidos han propuesto una suerte de

acuerdo tácito, que llamamos los Acuerdos de lo que allí fue decidido, fue esencialmente

Yalta.

una división del mundo en dos zonas separadas, dos tercios para Esados Unidos y un tercio

Unión Soviética. Los dos acordaron que inmóviles, y que ni el uno ni el otro tratarían de cambia¡ esto. Y a partir de este acuerdo, que es esencialmente un acuerpara la

las fronteras eran

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Unidos fue la increíble expansión económica mundial de los años de 1945-1970, pero este auge económico terminó. Entramos después en un periodo de estancamiento económico mundial, que implicaba que lo que antes fue bueno para Estados Unidos, ya no lo era más. En ese momento, todo el mundo enterró el prograrna del desa¡rollismo y entro a la etapa del neoliberalismo, de la 'globalización, de la presión sobre todos los países del tercer mundo para abrir su producción hacia fuera. Este programa fue más o menos un éxito, desde el punto de visra de los países del Norte. Es decir que la mayoría de los países, incluso algunos palses

radicales del tercer mundo, o incluso los paíhan comenzado a cambiar sus

ses socialistas,

políticas económicas hacia políticas conformes a las exigencias y los deseos neoliberales. Un segundo esfuerzo para manrener el poder de Esados Unidos, fue ofrecer a Europa Occidental y aJapón el estatuto de socio, con una polltica multilateral, etc., aunque con la condición de que no se alejaran demasiado de la política mundial de Estados Unidos. Y esto también fue más o menos un éxiro, no perfedo, pero en todo caso ni Europa Occidental ni Japón han contradicho demasiado el punto de vista norteamericano. El tercer pilar de esta política de reardamien-

to del declive del poder hegemónico estadounidense fue el Tlatado de Antiproliferación Nuclear. Porque en 1970 ya existían cinco países nucleares, Ios países con un sitio permanente dentro del Consejo de Seguridad: Esados Uni-

dos, Gran Bretaña, Unión Soviética, China y Francia. Y los cinco querían que la expansión esacondición de país mn poder nuclear quedara limiada sólo a ellos con ese Thaado, lo que fue ambién un semi-&ito. únicamenre ües de

países se negaron a aceprarlo.

En 1970,25 pu-

habían comenzado a construir bombas nucleares, de una manera u otra, pero con ese ses

Thatado todos renunciaron, excepto rres: India, Pakistán e Israel. Y como saben ustedes,

actualmente esos tres palses tienen armamen-

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to nuclear. Pero en general fue un semi-éxito. Por 1o tanto, estos tres semi-éxitos provocaron algunos problemas, otravez. En primer lu-

vino el colapso de la Unión Soviética, que fue un desastre para Estados Unidos por dos gar,

razones. Primero, porque ha eliminado el fan-

tasma, la pesadilla que unificaba al Occidente.

No había ya razón de unirse si la Unión Soviética ya no existla. Segundo, la Unión Soviética .iugaba un rol de freno para sus aliados en sus conflicrcs con los Estados Unidos. Porque la

Unión Soviética les repetía cada vez, que no podían hacer nada que pudiese implicar una guerra nuclear entre Esados Unidos y la Unión Soviétic¿- Estoy convencido, personalmente, de

que la única razón que ha llevado a Saddam Hussein a invadir Kuwait en 1990 fue la desaparición de la Unión Soviética. Antes le era imposible hacerlo, pero el colapso de la Unión Soviética lo liberó de ese freno soviético. En segundo luga¡ el neoliberalismo había

prometido al Sur global el paralso, pero el paraíso no llegó, obviamente, y a mediados de los años noventa comenzóIareacrcíón frente a esto. En primer luga¡ esa reacción alude a lo

que sucedió aquí en Chiapas en 1994, aunque ésta no fue la única reacción en conrra de esta

política económica mundial

Y viene luego el periodo

desde

2001 hasa

ho¡ con la llegada al poder del

señor George '\úl Bush junto a los neoconservadores. lo que pensaban los neoconservadores, lo esencial de su pensamiento, era que el declive de Esrados Unidos fue el resultado de la fragilidad moral

y política de los líderes anteriores de Estados Unidos, desde Nixon hasta Clinton e incluso Ronald Reagan. Pensaban que lo que deben hacer entonces los Estados Unidos, es mostrarse 'machistas', militarmente y en escala mundial, y ello unilateralmenre, a fin de restituir su poder incontestado, al intimidar a todo el mundo. Por lo tanto, y en primer lugar, invadir a Irak, que había injuriado a Estados Unidos aI mantener en el poder a Saddam Hussein después de la Guerra del Golfo.

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Yvino la invasión

de

Irak, con todas

sus

con-

secuencias, y como saben, el resultado fue exac-

tamente el contrario, ciento por ciento lo con-

trario de lo que anticipaba¡

esos neoconservadores. Pues los europeos y los japoneses, y to-

dos los demás no fueron intimidados.

¡Muypor

contrariolYlos países que comenzaban apensar en cre¿fy utilizar armamento nuclear, como Corea del Norte, o lr¿ín, han acelerado sus programas, l,os países á¡abes "moderados" no han hecho la paz con Israel, como este ultimo lo desea. Así que ha sucedido todo lo conüario de lo que los neoconservadores hablan anticipado. E incluso el apoyo del pueblo norteamericano, porque acualmente y desde hace dos años, la mayoría de la población norteamericana cree que la guerra en Irak fue un error polltico, y moral, y sobre todo militar. De modo que George \7. Bush ha transformado un declive lento del poder estadounidense en un declive el

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dio Oriente y por omas regiones lejanas, Que los latinoamericanos han podido aprovecharse de esta ausencia de Estados Unidos, haciendo posible que estos panidos lleguen al poder. Lo que es un hecho importante, aunque evidentemente, hay límites claros en esta estrategia electoral de la izquierda. Pero es un hecho que el poder de Estados Unidos sobre América Latina ha disminuido, lo que se refleja aun en detalles mínimos, por ejemplo, en que por primera vez desde 1945 el candidato de Estados Unidos para el Secretariado general de la OEA fue rechazado. Esto es poco, pero es simbólico de este declive importante de lo que antes podía hacer Estados Unidos en América Ladna.

países

Paso al tema central, que es el de las posibles

estrategias antisistémicas en la situación acual.

Desde hace 150 años existió una estrategia que fue esencialmente estatal: la de tomar el poder

El segundo tema son los éxitos electorales de la izquierda en toda América latina, en multi-

del Estado y después, c¿mbiar el mundo. Tomar ese poder por medio de una insurrección, o mediante elecciones, eso no imporaba, pero se traaba de primero tomar el poder y luego cambiar el mundo. Y los partidos comunistas, o socialdemócratas, etc., han hecho esto, han podido triunfa¡, mientras en el Tercer Mundo

ples países como ustedes saben. Pero los pue-

los movimientos de liberación nacional han

blos de América Latina no han cambiado sus

podido tomar el poder en la mayoría de los Estados. Aunque, como sabemos, en todos estos

precipitado y sin retorno posible. Ahora Estados Unidos no es más que uno de los varios poderes importantes del mundo, lo que está muy lejos de ser un poder hegemónico.

pori.iln.s,

y las injusticias que ellos sufren son las mismas que antes, etc. Entonces, ¿cóino fue

casos, los resultados fueron una clara decepción.

posible que todos esos panidos de centroizquier-

Pero desde la gran revolución rnundial de

da hayan ganado las elecciones? En mi opinión, lo que hace diferente al periodo posterior a 2001 con los años anteriores, es precisamente este declive de los Estados Unidos. Porque Estados Unidos, en el pasado, habrla falseado los resultados de la elección, o ha-

1968, la gente comienza a pensar en otras estrategias para cambia¡ el sistema-mundo, así que hoy en üa discutimos entre una forma de 'elec-

toralismo', que es una continuación ligeramente cambiada de esa antigua estrategia, y de otra parte lo que aquí se llama "l.a Otra Campaña".

bría llevado a cabo una intervención militar de la derecha, o algo similar. Habría hecho algo

Sobre el elecroralismo, debemos en primer lugar distinguir entre dos tipos o formas dife-

para impedir que el propio Lula llegara al poder. Pero ahorayano tiene ni tiempo, ni puede reaJizar los esfuerzos políticos o miliares que

rentes de elección, pues hay elecciones simbó-

ni dispone del mismo dinero para preocuparse de América Larina como anraño. Y antes,

eso, porque estaba tan preocupado

ir

por el Me-

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y elecciones ordinarias. ¿Qué quiero decir con elecciones que son simbólicas? En 1994, en Sud¡ífrica, hubo una elección que fue la primera elección con sufragio universal, y allí fue elegido Nelson Mandela, fue la victoria del licas

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(-ontrahistoriaC v__I_J Congreso Nacional Africano (ANC), es decir que fue un momenro que había sido esperado desde 80 años arrás. Entonces, fue la ale-

ciones que vienen. Aunque no tengo confianza en ninguno de los posibles candidatos demócratas, la mía es sólo una reacción defensiva. Pero eúsre también "l"aOraCampañd', que

gría en las calles, y fue una elección simbólica, pues todo el mundo fue a las urnas, y ese fue

es algo esencial,

un gran momento histórico. Yhahabido otros momenros como

Y ella

éste. por ejemplo, en 1981 en Francia, el pueblo festejaba también en las calles, porque fue la primera

gobierno es

origen europeo. Así que estos son momentos importantes en la historia de un país. pero son momentos que pasan, necesariamente. Después de estos momentos, las elecciones comenzaron a ser más ordinarias, y pienso que el pueblo ya no festeja acrualmenre en las calles

cuando un socialista ga¡a en Francia, ni cuando elANCganaen Sudáfrica, ni tampoco cuando Lula fue reelegido. Entonces ¿por qué han decidido apoyar oüa vez a Lula, o a Thabo

Mbeki, o a otros, en estas elecciones ordinarias? Yo digo que se üata de una reacción defensiva, que

es

mal

es

la elección del mal menor. pero el menor

precisamente sólo el menor mal, es decir que no va a transformar el mundo, no va a ra¡s_

formar el país, no

es

revolucionario,

así

que esta

es simplemenre una reacción defensiva. yo mismo he votado por Al Gore en el año 2000, y sé

que si Al Gore hubiese sido elegido, si ocupatra el poder como presidente no habrla hechá cosas magnificas, no habría transformado a Bta_ dos Unidos, aunque no habrían existido tampoco los daños que ha hecho Bush. La historia es

un proceso permanente. Su ideaes sencilla, y una vasta aJiartza de fserzas verda-

deramente andsistémicas, que

llwen a cabo una campaia ofensiva, eficienre y permanente.

Mis últimas palabras serán sobre el Foro Social Mundial. He participado en diferentes momentos en ese Foro Social Mundial, ypienso que es una realidad muy importanre den-

mos decir que en2002, cuando Lula fue electo en Brasil, fue la misma cos4 o cuando Evo Mofue algo simbólico, pues era la primera elección de un presidente indígenay no un hombre de

denomine de izquierda, sobre todo

es la de crear

similar, en donde la gente festejaba igual en las calles. O en 1934, en México con Cárd.enas, fue ambién más o menos un festejo. y debe-

en2005,yo pienso que ambién

se

en este cí$o, pero en cualquier circunstancia ella

elección de un presidenre que era socialista, y todo lo que esto implicaba. O en1945 en Gran Bretaña, la elección de los laboristas fue algo

rales fue electo

y además es algo permanente. será importante sobre todo cuando el

tro de la

escena

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Casas. Este es el primer momenb de ese movimiento del FSM, y la gente lo reconoce, pero

por diversas r^zones los zapatistas no participan directamenre en el Foro. Aunque pienso que el Foro necesita a los zapatistas, y tal vez los zapatistas necesitan al Foro. De manera que es-

pero que en Belém, en donde será el próximo Foro Social Mundial en enero de 2009, y que estará centrado precisamente sobre los problemas de los indígenas a nivel mundial, espero que allí habrá participanres que vengan de aquí, de Chiapas, para ayrrdar a crear una mejor "Ora Campaña" mundial. ¡Gracias!

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elec-

i.il¡ {

es

Social Mundial, comienzo siempre con el primero de enero de 1994 en San Cristóbal de l¿s

tan simple como esto, y voy avorar por no

impora qué candidato demócram en las

mundial. En mi opinión,

una suerre de "Otra Campaña' mundial, que evidentemente no es perfecta, que tiene muchas dificultades internas, y que debe de ser re{orzada,y debe cambiar muchas cosas, pero que es actualmente la única estructura mundial que le hace frenre a la gente de Davos. Y los zapatistas han sido, más o menos, la fuente de inspiración de ese Foro Social Mundial. Por eso, cuando narro la historia del Foro

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r. porÍnc¡ ExcruyrNrt, R.EsrAuRAclóN oucÁnqurca luvias suaves, vientos huracanados, temporales inestables de carácter social y político han ba¡rido más pronto que la calda del tarde con la espesa niebla que desde el año 2000 -con Estado la de ultraderePRl-gobiernor y el ascenso ala cabeza del cha, representada por el Partido Acción Nacional-, habla ocultado los contornos y la naturaleza del viejo-nuevo régimen político autoritario y excluyente. Más que a la consolidación de la democracia, a la conclusión positiva de la pretendida transición democrática, desembocamos en una nueva etapa del proceso de crisis política abierto desde finales del siglo pasado. Persiste un régimen que, sin duda, no ha dejado de buscar una solución de continuidad a su crisis mediante la ampliación acotada del mismo régimen autoritario, con un presidencialismo que conserva la mayoría de sus funciones y prerrogativas, dentro de la contradictoria trama constitucional prevaleciente, pero tributario de un contexto en extremo movedizo, y que no sabe cómo revertir la quiebra de las ilusiones alentadas arriba para contentar a los de abajo.

El régimen se ensancha, se abren o cambian ciertos canales, se matizan funciones, se recomponen las jerarquías institucionales, se reparten el poder y el botín y se re-

hacen ciertas relaciones, pero la falta de democracia, la fragilidad y pérdida de legi-

timidad del conjunto estatal, reproducen la misma dinámica autoritaria de siempre,

* Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) t La figura de PRl-gobierno, ampliamente aceptada, identificada por todos los núcleos sociales, sintetiza

el

carácter singular de1 régimen poiltico mexicano, identificado con una suerte de régimen de partido de Estado, a la soviética, o de Estado-partido, que me parece más preciso para el caso mexicano, donde difícilmente se podía definir como partido ai llamado Partido Revolucionario Institucional. Véase mi trabajo "México: crisis de un régimen de Estado-partido", Región y socied¿d, revista de El Colegio de Sonora, Hermosillo, volumen XI, número 18, julio-diciembre 1999.

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el mismo régimen político excluyente que se renueva sin cambiar. Asistimos así a la consagración de una novedosa sociedad política de admisión reservada, que acapara paÍa sí la política y lo político. Esta suerte de Régimen Polhico VIP _.por llamarlo de alguna manera- es el producto efectivo de la tan llevada y traída refor-

propio Estado ha acondicionado, regido

e

impulsado.

Con sus distintas pertenencias partidarias, en sus comienzos, los componentes de la nueva clase política mexicana aparecían considerablemente diferenciados por prácticas, programas, objetivos, trayectorias históricas, e incluso en cierta medida, por su composición social. Eran tributarios de su hisroria, de su origen, de su proyecto. Pero con

el tiempo los partidos fueron arrastrados por un proceso turbulento que limó sus perfiles, sus

identidades, amalgamándo-

ma del Estado, la que ya opera, la que lograron tramar desde arriba los distintos actores que ocupan (y copan) desde hace tiempo la esfera de lo público. Represenra, en realidad, la autoreforma del régimen político priísta, sostenida en 1a rransfiguración neoliberal del Estado y en el fundamentalismo del mercado a uIúanza, que condiciona y resuelve alavez todas las políticas, acciones y relaciones, independientemenre de las diferencias de rono o de modo de quienes ocupan los cargos en el aparato estatal. Por esro, más que vientos de cambio, México ha padecido durante los años pa,

grantes, sus animadores, sus gestores derivaron en una ca?a social o elite política homogénea, identificada ante todo por priuilegios materiales 1 legales establecidos por la ley, habilitadaformalmente para la captura y gestión exclusiua de las instituciones públicas, sobre la base de reglas y lógicas determinadas (legales y extralegales) que Ie permiten perpetuarse. Su función en la vida nacional, es lo que de entrada le concede las características que la disdnguen, y la que impone al Estado la generación de las condiciones que la convierten en una cl¿pa social cada uez

nistas los rancios aires de la restauración oli-

más especializada y profesionalizad.a que

gárquica.

separa de la sociedad.

2.

tA

CI.ASE

POtÍflCA AMPLIADA

El Estado mexicano, el nuevo-viejo régimen político ha creado y desarrollado un acror

político fundamenral omnipresente, gue ocupa todas las instituciones, que atraviesa todos los organismos políticos oficiales: la

política ampliada. Pretende rehabilitarse gravitando sobre prácticas y desempeños de la clase polírica ampliada (organízada bajo la figura de partidos) que el clase

los en la opacidad, mientras que sus inte-

se

De esta forma, parriendo de la vieja burocracia estatal forjada por las transfiguraciones del régimen de la Revolución mexicana (la "familia revolucionaria"), los distintos equipos de políticos, acrivisras, militantes, que surgieron en conrra de aquella y su Orden excluyente, sé fueron adecuando y asimilando durante un largo proceso a parrir de la reforma -básicamente, política de 1977- hasta devenir parte de la clase política. Lavieja clase política, en consecuencia, se fue transformando, o más bien no cesó de ampliarse con las nuevas

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camadas de funcionarios, dirigentes, gestores y especialistas políticos de todo tipo, procedentes de los distintos partidos pollticos legalmente registrados, los que se fueron convirtiendo en los rinicos actores políticos, consagrados por las reformas políticas acordadas por ellos mismos. La clase polltica ampliada subsume así a la tradicional burocracia estatal, pero va

más allá: la renueva

y extiende, constitu-

yéndose en parte fundamental dela oligarquía que domina al país (si bien supedita-

da), la cual comprende a los principales empresarios y grupos económicos instalados en el país, y se encuentra regida por el capital financiero mundializado. Se puede añadir que los miembros de la clase política ampliada, siendo de orígenes sociales muy diversos, tienden también a homogeneizarse en cuanto a ingresos económicos (legales o corruptos, o ambos), muy por encima de la mayorla de los núcleos sociales que pretenden representar, desarrollando condiciones y

hábitos de vida con el estilo de los nuevos ricos del subdesarrollo.2

Proveniente en

lo fundamental de los

distintos partidos (dirigentes, funcionarios, candidatos a cargos de ¡odo tipo, militantes, empleados y asistentes varios), la clase política ampliada arraiga en las administraciones de los muy variados aparatos de Estado, municipales, estatales, federales o nacionales, e incluso en organismos pretendidamente autónomos, como las empresas públicas y los organismos electorales. Incluye igualmente ciertas capas superiores de organismos sociales corporativos, y lo que podríamos llamar comunicadores e intelectuales orgánicos. El Congreso de la Unión,

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como núcleo duro donde se refugia la nueva clase política, crea y readecua los mecanismos legales para su perpetuación dentro de los espacios políticos institucionales (reelección, prolongación de los mandatos, dietas, prerrogativas, etc.). Los jueces y magistrados, particularmente éstos últimos, representan el ala más privilegiada, acendrada, dura y conservadora de la clase política, todavía dependiente, en lo fundamental, del poder ejecutivo. Los llamados tres poderes, así, no logran construir su perfil y autonomla, construyendo una institucionalidad frágil e inconsistente, pero en cambio, generaron todos una capa social aventajada que se separa e independiza de la sociedad.

3. CLAST POtÍilCA Y CRISIS DE tOS PARIIDOS

La clase política ampliada expresa, en cierta forma, la crisis temprana de los partidos pollticos. Pues éstos han ido perdiendo las identidades que los distinguían como co-

rrientes político-ideológicas, como opciones originales que se sostenlan en lecturas singulares de la realidad, y que se conducían y actuaban sobre la base de objetivos de carácter programático. La opacidad en que se han precipitado los partidos polfticos, expresa la pérdida no sólo de sus iden-

tidades ideológicas, sino también de

sus

perfiles políticos; sus fronteras se desvanecen, sus colores se confunden e incluso sus experiencias de gobierno se asemejan. Asimismo, la crisis de los partidos tiene que ver con su vaciamiento social, por el hecho

2

Independientemente de que hay que profundizar y debatir la validez del concepto de clase polltica, es importanÍe reconocer su realidad, pues resulta clave en la explicación del funcionamiento y caracterización del orden polltico-social en vigor.

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de transform arse en ?artidos sin rnilitantes,3 como el PRI, esto es, en verdaderas maquinarias electorales que funcionan básicamen-

te con profesionales pagados, es decir, con empleados cuyas formaciones, lealtades y referencias cambianres, se mercantilizan y pervierten.

La ficción de los millones de afiliados los que hacen

ostenración los parti-de de5-, por lo general no se manifiesta

ni

siquiera en las encuestas de opinión. Los parddos políticos, la clase política roda, se desprenden de hecho de sus comunidades y sectores sociales de origen, transfigurando sus relaciones coh éstos, o simplemente rompiendo los vasob comunicantes con la sociedad, los que a la vez representaban punros de referencia y acotamienros que, en adelante, desaparecen. Los partidos políticos, y en general el sistema de parridos qu! se ha prelendido destacar como la expresión más patente del cambio democrático en México,a viven una crisis temprana de credibilidad, identidad y represenración. Beneficiarios de un sisrema construido por ellos mismos, han ocupado (acaparado) en forma excluyente el cada vez más estrecho espacio de la política. La ausencia de democracia en el país los

formó y condicionó, hasta reproducir

en sus estructuras y reglas de funcionamiento

los mismos hábitos e inercias aurorirarias, clientelares, y evidentemenre corrupras que

y siguen caracterizando al régimen político. Los miembros activos caracterizaban

fueron reemplazados por funcionarios pa-

3

gados a manos llenas, gracias a los dineros príblicos que los propios parridos se asignaron generosamente, por cumplir los requisitos legales que entre ellos acordaron. El sistema de franquicias electorales que se creó en la práctica, excluyó a la sociedad sus derechos y libertades y colectivos-, al riempo en

-sustrayéndole individuales

que permitió la ampliación de la clase po-

lítica profesional, que opera la política como un oficio de especialistas, como un negocio, como una empresa donde lo público se vuelve privado. Sin más vínculos con la sociedad que los clientelares (siempre dependientes de jerarquías y lealtades perversas), sin referencias programáticas ni lecturas de la realidad que los identifiquen, los partidos se han asemejado entre sí, volviéndose indiferenciados, porosos, dúctiles y regidos por la misma cultura política autoritaria que caracterizó al priísmo. Sus luchas internas por el poder y el dinero, así como sus recurrentes escándalos, no son sino parte del espectáculo político que se ofrece a la sociedad, a los especradores en que han convertido a la inmensa mayoría de los integrantes de ésta. La manera antidemocrática como se conducen en su vida interna, solamente es el espejo de su comportamiento frente a la sociedad. Siendo Ia clase política producto de la acción del Estado, es éste quien facilita las condiciones para su desarrollo en ranro capa social privilegiada por su función: garanriza su reproducción de manera ampliada en

tanto

clase

política, por más que sus miem-

Expresión que debemos a Luis Javier Ga¡rido, en su enseyo oUn partido sin militantesr, en Soledad Loaeza y sisovil La uida política mexitana en k crisis, Ed. Ét cotejio de México, México, 1987. De hecho, el llamado sistema de partidos ha tendido a estabilizlrse con el pRI, pAN el y el pRD, junto de

af{ae]

algunos otros partidos sin mucha significación (Parrido Verde Ecologista de México, panido dei h"Ur;., Convergencia' y más reclentemente Pa¡tido Nueva Alianza), que giran !n h órbita de los anrcriores y que por lo generalse mantienen para conservar ciertos equilibrios formalesl Con la derrota del 2000, .l fru É" á.rriudo mecanismos en busca de su conversión en un auréntico partido.

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bros, en lo individual, puedan transitar de un lado a otro (en-

ahora, ya no sólo por parte del PRl-gobierno, sino en bene-

tre los distintos partidos, o en

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de varios actores reconocidos en tanto partidos políticos, esto es la nueua clase p o lít i c a amp liada. El Régimen Polhico VIP redefine el espa-

los cargos públicos), o quedar

marginados al caer en desgracia (esto es, expulsados del

ámbito reseruado de la política). En la Constitución y en

cio de lo político, identifi-

lo

los códigos electorales (que se

cándolo con

suceden al ritmo de las recu-

mientras a la política la li-

rrentes disputas y cambios de

mita a la dirigida a elegir

relaciones de fuerza), se encuentran las bases de la situación de excepción de los partidos (y de la clase polltica que les da vida), a los que se defi-

(procesos electorales) a los miembros del aparato institucional de representación

estatal,

(gobiernos, parlamentos y

ne como entidades de interés público. La exclusividad en la postulación de candidatos, y en la participación en los procesos electorales, aunada al financiamiento público desmesurado (que, por lo demás, no anula el financiamiento subterráneo ilegal), que se formalizan a favor de los partidos, si bien a éstos los fortalecen y proyectan, incluso en forma artificial y sin relación con su capacidad y peso efectivos, trastocan por completo la vida política nacional. En efecto, si antes la vida política se reservaba al PRI y a su manejo de las distintas corporaciones sociales como un asunto interno, y si durante la muy larga transición política abierta en 1968, la sociedad irrumpió en la política forzando el espacio de lo público (lo que aceleró el desgaste, la crisis y ciertas

reformas de supervivencia del régimen), ahora se rccae y se institucionaliza una nue va situación de exclusión, de confiscación a la sociedad de las posibilidades de participación política, y de 1o político. Sólo que

demás órganos estatales), y a todo lo que concierne a su gestión, mantenimiento y reproducción.

Pretendidamente democrático e innovado! el nuevo-viejo régimen político se asienta en México en una suérte de dernocracia oligárquica, de elites, donde todos los derechos y priülegios se aseguran a quienes -luego de un proceso de selección e iniciación- son reconocidos como miembros. Estos, en lo individual, devienen ciudadanos plen¿¡. Alos excluidos, en cambio, es decir a la mayoría de la población, que persiste al margen de los partidos, solamente se les reconoce como ciudadanos de tiempo parcial, como ciudadanos ftuncls, con el sólo derecho a votar en las interminables elecciones que se suceden a lo largo y ancho de la nación, prácticamente todo el tiempo. Pueden llegar a disfrutar el derecho constitucional a ser elegidos a cargos

públicos, únicamente en el caso de ser postulados por un partido, quien alquila asl de cierta forma la franquicias electoral que le atribuye la ley. Ytiññ

t Titulares del monopolio de la acción política,

1os partidos venden o alquilan ento¡ces sus franquicias (ru registro, su personalidad jurídica, sus símbolos), atrayendo a todo tipo de individuos 1 grupos de poder o que pretendían hacerse de éste, Sus relaciones, sus medios, sus posiciones de poder, sus recursos materiales y hu ma-

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Los demás derechos ciudadanos, reconocidos en el mundo y en el propio país al

menos formalmente, pero condenados en los hechos a la restricción y violación estatales, se vuelven materia de disputa, de re-

clamación, de revuelta. La democracia no incluye a los núcleos sociales de la sociedad (inconformes, disidentes, rebeldes, apáticos, marginales, oprimidos todos), salvo como posibles clientelas políticas o como espectadores de las intrigas y esp€cráculos de la clase política ampliada, quien como símbolo de modernidad echa mano del marheting político y de la telepolítica. La vida colectiva de la sociedad y de sus muy diversos sectores y agrupamientos, de los pueblos y comunidades que la componen, no es materia de la polltica, y menos, por supuesto, de la democracia. Todo el régimen esrá organizado para favorecer a la clase polltica ampliada, quien

la encargada de resguardar y reproducir el nuevo orden político, garanre del orden es

económico-social prevaleciente. Esto es, la clase política ampliada se convierte en actor central en el sometimiento de la sociedad al poder de los de arriba, a la dominación del capital, contribuyendo de esta forma a la continuidad del orden conservador realmente exisrente en México, capitalista, neoliberal y anddemocrático.

rasgos, concepciones y prácticas políticas que caracterizaron a éste último, no dejan de reproducirse de manera ampliada por aquella. La clase política ampliada ha sido formada durante décadas en los entresijos del régimen priísta, abiertos por el resquebrajamiento del presidencialismo omnipotente, el cual se tradujo en la disgregación del aparato polltico en decadencia. La declinación efectiva del poder presidencial, y la consiguiente pérdida de posiciones en el aparato estatal, desquició el estrecho orden jerárquico oficial que caracrerizaba al poder presidencial, y generó una fuerza centrífuga que desordenó y disgregó, en cierra medida, a la durante tanto tiempo compacta clase política priísta. Haciendo agua por todos lados, la nave simbolizada por el PRI comenzó a ser abandonada desde I 987 , a parrir de la salida de

la Corriente Democrática (CD) dirigida por Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas, fundador efectivo del Estadopartido que no ha dejado de subyugarnos. Más tarde, comenzó el éxodo y la colonización de disdntos parddos anres combaridos, principalmente el Partido de la Revo-

lución Democrática (PRD), Fundado en 1989. Sin necesidad de reciclarse, ni de renegar de sus tradiciones, "principio s" , prácticas de choque y hasta crímenes, los rene-

gados del PRI asumieron roles privilegia-

4. IA VICTORIA CULTURAL DEt PRI|SMO

La clase política ampliada represenra una auténtica uictoria cuhural, histórica, del llamado régimen de la Revolución mexicana sintetizado en el priísmo, en ranro que los

dos en ese parrido (PRD) y en otros, los que los acogieron bajo la apuesra de mejorar su oferta electoral. Es más, si los miembros de la CD rompieron con el PRI y el gobierno por razones políticas, aferrándose a una visión nacional-revolucionaria del régimen, quienes les siguieron en la inter-

posibilitan organizar en cada momento combinaciones elecrorales camtriantes y movedizas, dirigidas a ampliar y a refo¡za¡ su presencia geográfica y social en el me¡cado polltico, asl como la posibilidad de rJcolectar, en consecuencia, el mayor número de votos, y con ello, posiblemenre, de cargos. nos, 1es

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ción generali zada y patrimotr' no "11rttr6-, sólo sobrevivírárt a pesar de arrastrar su penosa decadencia, sino que serán refuncionalizados por la clase política toda, la que se uniformizará: tráfico de influencias

minable fuga y despoblamiento del antiguo partido oficial lo hicieron por simple am-

bición de poder. Reforzadas, las nuevas capas de la clase política no solamente fortalecieron sus aparatos paftidarios en tanto máquinas electorales eficientes, también asimilaron mejor la tradicional cultura política nacional forjada por el priísmo, la reprodu.ieron sin

(eI " influyentismo"), intermediación, nepotis-

mo, utilización facciosa de los programas sociales, manejo arbirario de los fondos públicos, enriquecimiento inexplicable,

muchas sofisticaciones hasta en su vida interna. En general, todos los actores politicos contribuyeron a reafianzar en el pals esa cultura política,6 cuando había sido objeto

corrupción

multiforme y en general manipulación abusiva de las instituciones estatales y de la lega-

lidad. En forma inocultable, se impone igualmente la derrama del dinero sucio del narcotráfico y de empresarios mafiosos, con los compromisos, protecciones y privilegios que compran en la práctica. En fin, los partidos políticos, y la clase política ampliada que los ocupa y maneja como negocios particulares, no solamente recuperan las prácticas, concepciones y deformaciones que caracterizaron al vie.io régimen, sino que se han convertido en parte del E*ado. fuimilados como están por un Régimen Político VIP que se consolida al margen y frente a la sociedad, han dejado de ser intermediarios entre la sociedad y el Estado, lo que era pretendidamente su pa-

de repudio, punto de referencia negativo en la búsqueda de nuevas prácticas y relaciones igualitarias de carácter democrático, al menos desde 1968, por los núcleos sociales, agrupaciones, corrientes e individuos

más críticos y progresistas. Por consiguiente, el conjunto de la clase política progresó en el camino de la amalgama, de la pérdida de identidades, siendo asl regida en lo sucesivo que nun-

ca-, por el pragmatismo-más y la búsqueda insaciable del poder sin alternativas. La clase

a

política ampliada, propulsada y moldea-

da por el viejo régimen, se desarrollará así reproduciendo la lógica y las prácticas de éste último. En particular, el pragmatismo se convertirá en su religión, su pensamiento único, su guía, su método tanto para conducirse en los procesos políticos y sociales nacionales, como para regir su actiüd ante un planeta sin resquicios y una economía sometida a la mundialización neoliberal, los que serán asumidos como fatalidad. El corporativismo y el clientelismo -con su cauda de relaciones jerárquicas, corrup-

pel político-social. Los partidos muy -y especialmente, los variados y muy mudables componentes individuales. de la clase política- se enfrentan por la conquista y reparto de los espacios de poder del Estado (los cargos de representación, los puestos públicos gubernamentales, desde los municipios hasta el gobierno nacional, el control de los aparatos estatales y partidarios), así como por el botín de los presupuestos gubernamentales, y el torrente de dinero público con el que

6

En realidad, las tradiciones corporativas y clientelares del régimen de la Rwolución mexicana se entrelazaron con las prácticas estalinistas, populistas y caciquiles (caudillistas) de las muchas corrientes po1íticas de la izquierda otrora autodefinida socialista. No pocos de quienes provenlan de la experiencia iibertaria y justiciera de 1968, exftaviaron sus vivencias y sueños democráticos, en la vorágine del pragmatismo político y las ansias de poder,

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financia a los acores de la polltica esratal, esforzándose por administrar, de la mejor manera, un régimen político y una economía con prácticas y decisiones que garantizan el dominio del gran capital mundializado, asentado en México. Encargados de asegurar el sometimiense

to de la sociedad a sus reglas y políticas,

De esta forma, el viejo y decadente régimen de la Revolución Áái."rr", ,upu.ri"-

mente derrotado en el 2000, condensado en el priísmo redivivo, se restaura por rodas parres, y revalida su legado anridemocrático y autorirario, lo mismo que las políticas estatales en vigor desde el uir";e neo-

libeiel de 1982. Bajo el escándalo de

a

la dominación del capitail I páa.r a. fo, de arriba, asumiendo todos con denuedo (aunque no sin madces) la función de reproducir el orden conservador realmente existenre, los partidos, la clase polltica ampliada, tratan de asegurar una suerte de legitimidad de un orden exrremadamenre desigual, excluyente y antidemocrático.

vos, los actores del nuevo-vie.io Orden se han deslizado por un proceso de degradación de la política y de crisis del Estado en México.

Ciudad de Parls, Inyierno 2007-2008.

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campaéas electorales y disputas permanentes anre los medios de comunicación masi-

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EtlH[L@n-RRn una suerte de Teseos modernos, cuando nos enfrentamos al laberinto complejo del uerdadero análisis crítico de la realidad histórica y del mundo de lo social. Y si lo que qileremos, es entender esa realidad no solamente en su limitada y superficial positividad inmediata, sino también en su siempre inquieta y creadora negatividad, nos hace faha ese hilo de Ariadna de la perspectiua crítica ! a czntrapelo de los hechos, fenómenos y procesos que el Minotauro del poder el sometirniento ! la dominación, resguarda para que se mantenga igual el injusto orden social existente. Todos somos c0m0

Por eso esta sección será una cnntert siempre abierta de nueuas pistas, de permanentes búsquedas, de audaces tentatiaas

y

de constantes ensalos para poder acercarnzs a ese 'lado malo de la historia'por el que irrumpe siemltre el cambio, y por el que se cuelan todo el tiempo esas Contrahistorias

aquí habrán de encontrar tanto su foro, como también uno de los mejores lugares de cubiuo

subuersiuas que

y de uasta

proyección.

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I primero de enero de 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacio-

En un cierto senrido, la pregunta que cada

tado de Chiapas, en México. Exactamenre

uno de nosotros se hacía, incluyendo al propio Marcos, es ¿qué es lo que los zapatistas han cumplido hasta ahora, y cuáles son las perspectivas futuras de los movimientos antisistémicos, tanro en Chiapas como en el mun-

catorce años más tarde, el EZLN convocó un

do? La respuesta a esta pregunra no es simple.

nal (EZLN), llamado usualmenre los zapatistas, llevó a cabo una insurrección en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en el Es-

Coloquio Internacional, enrre el 13 y el

17

Déjenme comenzar con la historia del prime-

de diciembre de2007, en la misma ciudad, y

ro de enero de 1994. Este día fue

sobre el tema "Planeta Tierra: Movimientos Antisistémicos", Coloquio que fue una especie de inventario, al mismo tiempo global y local de sus objetivos. Yo mismo participé en este Coloquio, como lo hicieron varios orros activistas e intelectuales. En el curso del mismo, el Subcomandante Marcos dio una serie de siete conferencias, que están ahora disponibles en el Internet.

como el inicio de la insurrección, porque fue el día en el cual el Tiatado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzaba a aplicarse de manera efectiva. La consigna en esa ocasión fue ¡Ya Bastal. Con esta consigna, los zapatistas estaban diciendo desde el prin-

cipio, que su larga lucha de cinco siglos en contra de la injusticia y de la humillación, y su reclamo por la autonomía, se encontraban

* Este texto ha sido escrito por Immanuel rvallerstein, a níz de su reciente visita a México y de su participación, el 13 de diciembre pasado, en el coloquio Internaciona.l 'Planeta Tierra: movimientos antisisrémicos', celebrado en san cristóbal de Las casas, en chiapas. Fue publicado originalmente en la sección de'comentarios' del sitio del Fernand Braudel center, como comenrario número 224, der l de enero de 2008. contrahistorias lo rescata aho¡a para nu€stros lectores, en esta traducción del inglés al español de Carlos A¡tonio Aguirre Rojas.

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hoy vinculadas orgánicamente con la lucha mundial €n contra del neoliberalismo y el imperialismo, del cual el TLCAN, era al mismo tiempo parte y también símbolo. Chiapas, debemos recordarlo, es quizá la región más pobre de todo México, y su población está compuesta mayoritariamente de Ios así llamados pueblos indígenas. El primer Obispo católico de Chiapas fue Bartolomé de las Casas, un padre dominicano en el siglo XVI, que dedicó su vida a defender vigorosamente (tanto ante Ia iglesia, como ante la monarquía española), el derecho de los indios a

un tratamiento igualitario. Desde

aquellas

épocas, de Bartolomé de Las Casas hasta 1994,los indios nunca vieron que ese derecho fuese realmente reconocido. Así que el EZLN decidió intentar este reconocimiento a través de

métodos diferentes. ¿Han sido ellos

más exitosos? Para responder, debemos tratar de ver el impacto de este movimiento za-

patista en ffes espacios distintos: en primer luga¡ en México en tanto que espacio político; en segundo lugar, en el espacio del sistema-mundo como una totalidad; y en tercer lugar, en el dominio de la teorización respecto de los movimientos antisistémicos. En primer lugar en lo que respecta a México. La táctica de la insurrección armada fue suspendida después de solamente doce días. Nunca más ha sido retomada. Y es bastante claro que no será retomada, a menos que el ejército mexicano o los paramilitares de derecha, ataquen de una manera masiva a las comunidades autónomas zapatistas. De otra parte, también es importante tener en cuenta que el acuerdo de tregua alcanzado con el gobierno mexicano, los llamadosAcuerdos de San Andrés, que preveían el reconocimiento de la autonomia para las comunidades indígenas, no han sido nunca realmente implementados por el gobierno. En 200 1 , los zapatistas llevaron a cabo una marcha pacífica a través de México hacia la

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ciudad capital, esperando con esto obligar al Congreso Mexicano a legislar los contenidos esenciales de estos acuerdos. La marcha fue algo realmente espectacular, pero el Congreso Mexicano no hizo lo que le correspondía. En 2005, los zapatistas lanzaron "La Otra Campaña', un esfuerzo para movilizar una amplia afianza del zapatismo con grupos en todas las otras provincias, grupos que tuviesen más o menos objetivos similares. Y otrayez, esta iniciativa fue nuevamente algo espectacular, pero hasta hoy no ha logrado todavía cambiar la actual política del go-

bierno mexicano.

En 2006, los zapatistas rechazaron muy precisamente apoyar al candidato de centroiz-

quierda para la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, quien participó en una cerrada elección en contra del supuesto vencedor que fue proclamado, el realmente muy conservador Felipe Calderón. Esta postura de los zapatistas provocó muchas controversias, tanto entre los simpatizantes mexicanos de este zapatismo, como también en todo el resto del mundo, muchos de los cuales sintieron que esta falta de apoyo le costó aLópez Obrador el triunfo en esa elección. Pero esta posición zapaLtista, derivaba en realidad de su profunda concepción de que la política electoral no es un camino viable para el logro de sus objetivos. Los zapatistas han sido críticos de todos los presidentes de centro izquierda que hoy existen en América Latina, desde Lula en Brasil hasta Hugo Chávez en Venezuela,

el argumento de que todos ellos son movimientos que se realizan desde arriba, desde la cúspide, y que no han basándose en

logrado cambiar nada realmente fundamental en el nivel de la base de las grandes mayorías oprimidas. El único gobierno de América Latina del cual los zapatistas hablan bien, es el de Cuba, porque es el único gobierno que ellos consideran que hoy es ver-

daderamente anticapitalista.

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te amenazadas por el Ejército Mexicano. La sofisticación

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técnico. en Ia medida

en que ellos son una fuerza armada, lo que, sin embargo, no ha impedido que estos zapaÍstas constrtuyan un

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política y la determinación de estas comunidades es algo

impresionante. ¿Podrán en el futuro, no obstante, permanecer indefinidamente estas comunidades, en ausencia de cambios políticos serios en México, y especialmente alaluz de la presión cada día mayor sobre el derecho de los indios a controlar sus propias tierras? Esta es una pregunta que aún no tiene respuesta. El cuadro que presenta la escena mundial es un poco distinto. No hay duda alguna de que la insurrección zapatist a de 1994, se convirtió en una inspiración mayor para todo el conjunto de los movimientos antisistémicos, a todo lo largo y ancho del planeta. Es incuestionable que ellos representan un punro de viraje clave en el proceso que condujo, más adelante, a las manifesraciones de Seattle en 1999, que provocaron el fracaso de la reunión

de la Organización Mundial del Comercio (OMC), un fracaso del cual la OMC no se ha recuperado nunca más. Y si ho¡ la OMC se encuentra semimoribunda, como resultado de Ia permanente confrontación entre el norte y el sur, los zapatistas pueden reclamar en esto un cierto crédito.

movimiento que funcrona como un verdadero icono dentro de esas reuniones del FSM, como una suerte de fuerza de inspiración general.

Lor zapatistas han dicho, desde el principio, que sus ..,;.;.;..:.: objetivos y preocupaciones

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propios términos,-6¡ interga-

lácticas-, y ofrecieron apoyo a movimientos en distintas partes del mundo, y pidieron

también un apoyo activo de movimientos de todas partes del planeta. En esta cuestión, ellos

han sido muy exitosos. Y si algunos de estos apoyos mundiales habían declinado un poco en los úldmos tiempos, es claro que el Colo-

quio de diciembre de 2007, fue claramente un esfuerzo para resucitar todo este vasto con-

junto de alianzas. En muchos sentidos, sin embargo, la con-

tribución más importante de los zapatistas, y también la más discutida, ha sido en el dominio teórico. En este sentido, es muy llamativo que dentro de las siete conferencias que Marcos dio en diciembre, la primera estaba dedicada a la importancia de la teorización dentro de las ciencias sociales. ¿Qué es

lo que los zapatistas dicen respecto de cómo anafízar el mundo?

En primer lugar, ellos enfatizan el hecho

Seattle desembocó más adelante en la crea-

de que la cuestión principal que está mal hoy

ción, en 2001, del Foro Social Mundial

en el mundo, es que se üata de un mundo capitalista, y que entonces el problema fun-

(FSM), el que se ha convertido en el m:ís importante punto de encuenrro de todos los movimientos antisistémicos del mundo. Y si los propios zapatisras no han nunca participado en ninguno de los encuentros del FSM,

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damental que hay que cambiar es precisamente éste, ésta naturaleza capitalista del mundo actual, algo que, insisten ellos, requerirá de una lucha real. Es claro que los zapatistas no

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son, seguramente, los primeros en haber argumentado esto. Enronces ¿qué es lo que ellos han agregado en rorno de este punto? Ellos son parte de un punto de vista postl 968, que afirma que los análisis rradicionales de Ia vieja izquierda eran demasiado superficiales, en la medida en que ellos se concentraban, solamente, en los problemas y en las luchas del proletariado urbano industrial. A diferencia de esto, Marcos dedicó una conferencia entera al problema de las luchas de las mujeres por sus derechos. Támbién, dedicó orra conferencia a la importancia crucial del proble-

ma del control de la tierra, por parte de los trabajadores rurales de todo el mundo. Y también, llamativamente, Marcos subtituló a todas sus conferencias con la rúbrica 'Jni centro ni periferia", rechazando con esto la idea de darle prioridad a un rema o a una lucha sobre las otras, sea en rérminos de poder, o también de la relevancia de su análisis intelectual. Los zapatisras han estado proclamando que la lucha por los derechos de todos

los grupos oprimidos es igualmente importante, y que la lucha debe se¡ llevada a cabo en todos los frentes al mismo tiempo. Ellos están diciendo, también, que los movimientos deben ser siempre internamen-

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te democráticos. Su consigna es "Mandar Obedeciendo", que podría ser traducido como "mandar obedeciendo la voz y los deseos de todos aquellos sobre los cuales uno está mandando". Esto es fácil de decir y dificil de hacer, pero es un reclamo en contra del histórico verticalismo de todos los movimientos de izquierda. Esto es un llamado hacia el "horizontalismo", en las relaciones entre los diferentes movimientos. Incluso algunos de sus seguidores, han dicho que ellos s€ opo-

nen a tomar el poder del Estado, bajo cual-

quier circunstancia. Aunque hay que decir que, si en general ellos son profundamente escépticos respecto de la posibilidad de tomar el poder del Estado, en la lógica de "la vía menos mald', también están dispuestos a hacer a veces algunas excepciones, como es en el caso de Cuba. ¿Fue la insurrección zapatista un éxito? Por ahora, la única respuesta que puede darse a esta pregunta, se encuentra en la historia apócrifa respecto de la respuesta que Chou En Lai dio, supuestamente, a la siguiente pregunta "¿Qué es lo que usted piensa respecto de la Revolución Francesa?", a lo que él supuestamente respondió: "Quizá es todavía demasiado pronto para responderlo".

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I Subcomandante Marcos afirmó, el mes pasado, que México se encuentra "en la víspera de una gran insurrección o de una guerra civil". Esto, mientras Marcos continúa trabajando en "La Otra Campaña", iniciativa lanzada por los neozaparistas. Mientras tanto,

And¡és Manuel López Obrador, candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la elección del 2 de julio de 2006, ha estado afirmando estruendosamenre, y con un gran apoyo público, que esa elección fue un gran fraude. Así, López Obrador ha rechazado reconocer a Felipe Calderón, que tomó posesión el pasado 1 de diciembre, y ha establecido su propia estructura alterna de gobierno, la que él llama el "Gobierno Legítimo", con sus oficinas, su gabinete y con representantes en cada región de México.

Al mismo tiempo, lo que había comenzado tempranamente este mismo aíro de 2006, como una simple huelga de maestros que luchaban por el aumento de sus salarios en Oaxaca, se transformó en un levantamiento general anticapitalista que se apoderó de la

ciudad entera de Oaxaca, a partir de una estructura que se autonombra a sí misma la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y que pide, como demanda inicial, la renuncia del gobernador estaral del PRI, Ulises Ruiz. Frente a esro, la policía estatal

* Este texto fue escrito por Immanuel \lallerstein en diciembre del año 2006, y fue publicado en la sección de'comentarios' del Fernand Braudel center, como comenrario número 199, de fecha 15 de diciembre de 2006. A pesar de los quince meses transcurridos desde su redacción, pensamos que 1os análisis aquí contenidos conservan hoy, en marzo de 2008, toda su vigencia. Por eso, Connahistorias lo rescata ahora para sus lectores. La traducción del inglés al español es obra de Carlos Antonio Aguirre Rojas.

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l^ontrahistoriaC. v______G_J y federal decidió en un cierro momenro una

tual Estado mexicano. Ella busca, más bien, empoderar a las comunidades locales y a los grupos oprimidos de todo tipo (mujeres, campesinos, trabajadores, homosexuales) en una lucha en contra del capitalismo y del imperialismo, tanto en México como a través de todo el mundo. Existe un segundo frente, el de la arena política formal establecida como resultado de la Revolución Mexicana de 1910. Después de unos comienzos vacilantes, México se estabilizóbajo el gobierno de un régimen de partido único, que era el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PRI alcanzó el punto más alto de su vocación revolucionaria durante los años treinta, bajo la presidencia de Lazaro Cárdenas, que nacionalizó el petróleo y llevó a cabo una reforma agraria que estableció el proyecto de tierras comunales apoyadas por el gobierno, tierras conocidas como los ejirl.os. Pero desde 1940, el PRI se fue moviendo cadavez más lejos del patrón de Cárdenas, convirtiéndose cada día más en una estructura crecientemente más burocrática, más conservadora y más corrupta. Inicialmente, la única oposición efectiva ai PRI fue un partido de derecha, proempresarial y de base católica, conocido como el Partido Ac-

solución violenta, reprimiendo el levantamiento popular y arrestando a los líderes de la APPO. ¿Cómo es posible que el vecino contiguo de Estados Unidos haya llegado hasta el pun-

to en que su gobierno

es activa y vigorosamente impugnado como ilegítimo, y en donde la gente en general está discutiendo si es que acaso el presidente legal actual podrá terminar su periodo de seis años, terminando

así con un periodo de aproximadamente ochenta años de relativa esrabilidad política? Para poder explicar esta enorme tempestad, uno tiene que considerar tres elementos: en primer lugar, quinientos años de opresión de los pueblos indígenas de México; en segundo, el deterioro de las institucignes políticas de México a lo largo de todo el siglo )O(; y en tercero y finalmente, el impacto del Thatado

de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sobre los niveles del bienestar básico de la población en México. México es un país de colonización blanca, donde, sin embargo, la mayoúa de la población está compuesra por los pueblos indígenas, junto a los pueblos llamados mesdzos. Y aquí las cantidades sí representan una diferencia, especialmente cuando la estratificación

ción Nacional (PAN). En 1989, hubo una mptura haciala izquierda al interior del PRI, que desembocó en la fundación del PRD. El candidato en

racial-étnica ha permanecido claramente constante por tanto tiempo, y cuando la diferencia en los estándares de vida es algo tan escandaloso. La más reciente consecuencia política de esta tensión subrerránea, ha sido la emergencia de los neozapatistas (el EjércitoZapatistade Liberación Nacional) en Chiapas, en 1994. Y los neozaparisras han demostrado ser una fuerza política significativa y perdurable, y ahora "La Otra Campaña", que ellos comenzaron en este último año, ha comenzado a tener un impacto importante a través de todo el país. La "Otra Campaña" no es una campaña en busca del poder elec-

toral, ni intenta tampoco apoderarse del ac-

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1988 para la presidencia de la República, apoyado por una coalición de fuerzas de izquierda que después se transformarían en el PRD, fue el hijo deLázaro C¿írdenas, Cuauhrémoc C¿írdenas. Hoy se acepra, generalmente, que la elección de 1988 fue un gran fraude cometido por el PRI, pero la izquierda no peleó en contra de este acto indigno. En el año 2000, el candidato del PAN, Vicenre Fox, ganó finalmente, alejando al PRI del poder presidencial, y enviando a este último parddo hacia un proceso de precipitado declive político. Y

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$HlL@¡-RF-n cuando, en el año de2006, el candidato del PRD, López Obrador, fue declarado como oficialmente derrotado, él no respondió tan pasivamente como lo había hecho Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Por el contrario, él se ha dedicado activamente a tratar de deslegitimizar la supuesta victoria de su oponente. Los zapatistas y los lópezobradoristas, representan dos alas de la oposición popular en México. Ellos plantean estrategias políticas diferentes, y por el momento, no están trabajando unidos el uno con el otro. Pero la APPO en Oaxaca indica el tipo de fuerzas que, quizá, podrían eventualmente llevarlos hacia un acercamiento. Ambos apoyan a la A?PO, aunque la APPO es completamente autónoma también de ambos. Y es probable que pueda haber muchas más APPOS en el

que nunca antes. una de las muchas consecuencias, naturalmente, ha sido un incremen-

to espectacular de la migración transfronterizahacia los Estados Unidos, lo que ha terminado provocando un torbellino interno dentro de los propios Estados lJnidos, entre el nuevo movimiento antiinmigrante "nativo" y un despierto electorado político latino. Así que si la economía-mundo sufre un giro todavía más amplio de descenso en el próximo año, o en los próximos dos años, entonces el gobierno legal de México tendría que enfrentar un drástico descenso en sus ingresos, y quizá, encontraría

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y

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problemas,

fuego arde,

y el Caldrrón hierue. Así entonan las brujas en la obra de Macbeth.

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la

Duplica, duplica, las penas

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sus efectos.

futuro cercano de Méxic<.r. El último elemento que debemos introducir, en este cuadro general, es el del TLCAN. Los grupos dominantes se han acomodado bastante bien bajo esta situación del TLCAN. Pero los estratos oprimidos, están hoy peor

diftcil sobrevivir

tormenta. Y entonces las dos tempestades, de un lado la de México y del otro la de Estados Unidos, podrían quizá unir sus fuerzas y mul-

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NEGOCIACIÓN Y

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REPRESIÓN

I primero de enero de 1994, México no amaneció con un pie en el primer mundo, como pretendió hacer creer a la población el entonpresidente de la república, carlos Salinas de Gortari, sino con una declaratoria de guerra en el estado de chiapas, justo cuando entraba en vigor el inequitativo Tlatado de Libre comercio con Estados unidos y canadá. A lo que siguieron días de combate entre las fuerzas federales y el nuevo actor, el Ejército zapatista de Liberación Nacional. Después vino el cese al fuego, y en febrero, el sentarse a las primeras pláticas enrre el gobierno federJy el EZLN, que de una u orra forma, se manruvieron hasta 1995, a6o en que el recién esrrenado presidente, Ernesro zedrllo, encubrió tras la negoci".ió., l" represión, y lanzó en febrero una amplia ofensiva militar conrra Ia dirección del EZLN. Pero en vista de su fracaso, y orillado por las presiones de otro actor incómodo, la llamada sociedad civil, retomó el camino del diálogo. ces

Frente a Ia amenaza militar de febrero, muchas comunidades zapatistas se replegaron

a las monrañas, donde permanecieron

un

amplio periodo, en un declarado exilio, de-

bido

a que las tropas llegaron para quedarse e instalaron múlriples campamenros o guarniciones. En adelante, y así como había sucedido hasta entonces, hechos de violencia abra-

*

Diez años después del crimen de Estado de Acteal, sus principales responsables continúan todavía libres. Y los intelectuales a sueldo de la revista -A/r"rr, ot.os, intentan todavía, vendiendo sus plumas al mejor postor, borrar ras huellas y".r^tr. confundir los hechos de esta terrible masacre de Estado de áici.-bre d.e 1997. peroia memoria popular es terca y sabia, y no se deja engañar tan fácilmente. por eso, contrahistorias publica ahora esre ensayo de Martín Avarez Fabela, amigo de nuestra revista desde antes de su aparición pública, y autor del hbro Acteal de los Mártires. Infamia para no oluidar, prólogo de Elena Poniatowska, Ed. plaza y Valdés, México, 20ó0.

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$H[L@n-?ñ¡ zaron coincidentemente los acercamientos con el gobierno. También en ese lapso, el número de los efectivos militares en Chiapas aumentó considerablemsn¡s por -¿¡¡i$¿ron miles-. La delicada situación llevó al Congreso de la Unión a decretar la Ley para el Diálogo, la Conciliación y Ia Paz Digna en Chiapas, y a la formación de la Comisión de Concordia y Pacificación, Cocopa, integrada por senadores y diputados. Vuelta la calma y sentados a la mesa de la negociación, de abril de 1995 en adelante hubo un diálogo entre las partes involucradas EZLN, más sociedad civil-, -gobierno, fructificó en el documento Acuerdos soque bre derechos y cuhura indígenas, firmados el 16 de febrero de 1996, en San Andrés Sacamch'en de los Pobres. Los Acuerdos im-

plantaban las bases de una nueva relación entre el Estado y los pueblos indígenas, a par-

tir principalmente de establecer: el derecho a la libre determinación y autonomía de los pueblos indígenas es, decidir sobre sus -esto propias formas de gobierno y de organización política, social, económica y cultural-, el reconocimiento de las comunidades como entidades de derecho público, el derecho al uso y d.isfrute de los recursos naturales de sus te¡¡i¡e¡i65 por territorio la to-s¡tendiéndose talidad del hábitat que ocupan o utilizan-, y el derecho de asociarse en municipios. En sí, todos estos, aspectos que obligaban a reformas constitucionales. Sin embargo, la falta de empeño del go-

bierno para generar condiciones propicias para llevar los acuerdos firmados al ámbito constitucional, sumado a varios factores, como la condena, en mayo de 1996, de los presos relacionados con el zapatismo en 1995,

bajo los cargos de terrorismo, conspiración y rebelión, propiciaron que el dos de septiembre de 1996, el EZLN suspendiera su participación en los diálogos de San Andrés. En tanto, la Cocopa, en un intento por volver a

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las partes a la mesa del diálogo, elaboró en noviembre una propuesta de reforma constitucional, que condicionó a un sí o a un no de parte del EZLN y del gobierno. Los zapatistas aceptaron y también, en representación del gobierno, aceptó el secretario de Gober-

nación Emilio Chuayffet. Pero pese a la palabra empeñada, en diciembre el presidente Zedlllo planteó una iniciativa muy diferente y controversial, que fue rechazadapor el EZLN, y que dio la pauta a la renuencia del gobierno para reconocer tanto los Acuerdos de San Andrés, como el

documento de reforma constitucional de la Cocopa. Y en lugar de intentos de negociación habría mano dura, mediante otros actores, pues a la sombra del diálogo se gestó otra opción desde las esferas del poder, ya que entre 1995 y 1996 se consolidan y empiezan a operat en la zona de conflicto en Chiapas, diversos grupos armados conocidos como'paramilitares', que coinciden con los planteamientos del Manual de Guerra Irregular elaborado por el Ejercito Mexicano en 1994.

tOS PARAMILITAR.T,S,

tA OIRA CARA

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GUERRA

Los grupos paramilitares son un pilar de la

denominada "guerra de baja intensidad", puesta en práctica en muchos puntos del orbe, y que plantea la formación de grupos contrainsurgentes para debilitar al adversario, sembrar el terror y la división de las poblaciones el traen resistencia desde adentro -realizan bajo sucio, y evitan que los ejércitos se manchen las manos-, fomentando un ambiente de intolerancia política, religiosa, económica y cultural. En el sureste mexicano, dichos grupos han sido impulsados por quienes detentan el poder económico y político, lo mismo por autoridades locales que por presidentes municipales, diputados, o funcionarios del

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ContrahistoriaC. ------G-J

gobierno esratal y federal, y

reciben adiestramiento de los cuerpos de seguridad y del propio ejército.

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Estos grupos paramilita-

res están integrados por

vechándose de su miseria para convencerlos de unirse a sus filas, mediante la entrega de dinero y de armas.

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vimientos de población, la que huyó de sus espacios y abandonó sus hogares para iniciar una vida lejos de casa, en calidad de desplazados, y con todas las carencias que implicaba salir apenas con lo

poco que se podía cargar, y ello cuando hubo oportuni-

dad de hacerlo. Bajo ese contexto, los sepaiet?,rilicuestfos, robos, asesinatos, la Así gozan de una serie de violación de mujeres, la queprivilegios e impunidad, y Bar+& adadla-para ma de casas, la imposición de ,po&tittib.*ts escalan avn status social dit#da trabajos forzados, el cobro de ''wpa..#it*,,, ferenciado. En su mayoría impuesros de guerra. la imson jóvenes sin futuro, explantación de retenes, los cluidos de la posibilidad de disparos al aire para ameinsertarse con éxito en Ia dinámica de los esdrentar, y otras formas de hostigamiento papacios comunitarios, lo que en el caso de las ramilitar, se convirtieron en el pan de cada comunidades indígenas, como un rasgo muy día para todas aquellas poblaciones de adspeculiar, los llevó no sólo a no escuchar los cripción zapatista, o simplemente, contra tollamados de atención de las autoridades tra- dos aquellos que no tenían la filiación de los dicionales por su comporramiento, sino has- agresores, generalmente priísta, o contra los ta a encararlos o golpearlos, cuando en esos que se negaban a cooperar económicamente lugares los hombres de mayor edad son acreepara la compra de armas, o bien a realizar las dores de más respeto, porque representan la acciones que planeaban. Su febril actividad suma de la experiencia y la vida. fue registrada, en un alud de denuncias a En Chiapas, su aparición esruvo encami- múltiples instancias, bajo los siguientes nomnada a frenar el creciente impacto del zapatisbres: Paz y Justicia, Chinchulines, Los Aguimo en las comunidades, y su debut coincidió lares, Organización Clandestina Revoluciotambién con la implantación de los Munici- naria, Los Tomates, Mascara Roja, Los Chenpios Autónomos, los que han sido su princi- tes, Frente Civil, Los Puñales, Los Carrancis'

pal presa. Pues esos Municipios Autónomos suman ya más de cuarenra, ubicados dentro de un muy amplio especrro de la geografta chiapaneca, siendo los espacios en donde la esencia de los Acuerdos de San Andrés es llevadaala realidad. Así, durante I99Gy 1997, los grupos paramilitares desencadenaron una ola de violencia sin precedentes en Chiapas, primero en la zona Norte, luego en Los Ahos,

así como también en las zonas Fronteriza, Centro y Selva, lo que produjo grandes mo-

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tas, Alianza San Bartolomé de los Llanos, Movimiento Indígena Revolucionario Antizaparisra, Los Quintos, y orros que operaban sin una denominación concrera.

La presencia de estos grupos también ha quedado documentada en videos y fotografias, donde puede apreciarse su relación con las fuerzas de seguridad o con miembros del ejército, o con el uso de su ropa distintiva de color oscuro. Pese a todo ello, las autoridades nunca reconocieron su existencia, situación

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nHlL@¡-?F-¡ que perdura hasta hoy en día, y han frenado siempre toda posibilidad de dar curso a las averiguaciones previas en su contra: para el Estado mexicano, sólo llegan a existi¡ circunstancialmente, "grupos de autodefensa", mismos que justifican, irónicamente, como producto del vacío de su propia inacción gubernamental, y que luego darán sustento a la versión oficial, cuando se presentan hechos que lamentar, como la masacre de Acteal.

PARAMITITARIS EN CHENATHÓ En el municipio constitucional de San Pedro

tica, cuyos embates no sólo se dirigieron contra los zapatistas, sino también contra los miembros de la Sociedad Civil Las Abejas, por su cercanía con Ia diócesis de San Cristóbal a través de sus carequistas. La organización de Las Abejas tiene su origen en un problema de tierras, suscitado en la comunidad de Tzanembolom en 1992, en el que se produce un asesinato y dos personas resultan heridas. Los responsables gozan de Iibertad y son inculpados varios inocentes, que ayrrdaron a trasladar a los heridos, siendo la defensa de esos inculpados lo que sienta las bases de la futura organización, permeada en su quehacer de un fuerte pensamiento reli-

y que comparte las demandas

Chenalhó, de población mayoritariamente tzotzll y ubicado en la zona de Los Altos, las bases de apoyo zapatista formaron, en 1996,

gioso,

un Municipio Autónomo con cabecera en

paz que custodian los diálogos entre el gobier-

Polhó, Municipio que comprende a más de treinta y cinco comunidades, y al menos veinte barrios, mismo que en sepdembre de 1996 rompió relaciones con el gobierno estatal. Desde su formación, se produjeron roces con

no y el EZLN, y tres de sus representantes

las autoridades municipales oficiales de Che-

volvió un punto de posibles ataques por parte de los paramilitares, al desatarse la ola de violencia paramilitar en 1997, ola que en principio estaba dirigida sólo contra las bases zapatistas, y que tendría su clímax en diciembre de ese año, habiendo sido documentada por múltiples voces a todos los niveles. Durante esos meses, Ios pocos acercamientos efectivos entre los Municipios autónomo y constitucional, mediante pláticas de negociación, fueron acompañados de hechos violen-

nalhó, en poder de militantes del Partido Re-

volucionario Insdtucional, y con cierta influencia del Partido del Frente Cardenista Nacional, ba.io la preArias Cruz, quien llegó al sidencia de Jacinto poder con un abstencionismo del 75%. Durante un tiempo, ambos Municipios dirimieron sus diferencias a través del di:ílogo. Sin embargo, la situación cambió a partir de diversos hechos de violencia, circunscritos a la aparición de un grupo paramilitar organizado y financiado por las propias autoridades priístas municipales, y bajo la complacencia del gobierno estatal, en las comunidades de Los Chorros y del Ejido Puebla, para luego extenderse a otras. En adelante, las fricciones se agudizaron, y la fracción armada comenzó a romper el tejido social, hasta quebrantar la anterior tolerancia religiosa y políPara la Reconstrucción

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EZLN, pero no el empleo de

del

las armas. En

1994y 1995, participan en los cinturones

de

toman parte en las pláticas de San Andrés, es decir, siempre han optado por la opción de una paz construida con justicia y dignidad. Esa actuación y vocación de Las Abejas los

asetos que enrarecían el ambiente -como sinatos, robos, secuestros, quema de casas-,

y de acuerdos que luego eran incumplidos por

parte del municipio constitr¡cional. Esto, mostrando a nivel local una profunda semeianza con lo que siempre ha sucedido con los di:ílogos entre el gobierno federal y el EZLN. En otra similitud, así como fue negada la existencia de comunidades desplazadas en 1995,

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l.ontrahistoriaQ v--g cuando la ofensiva gubernamental de febrero en conrra del EZLN, en Los Altos, todavía en los días previos a la masacre de Acteal, la presencia de las comunidades desplazadas era sistemáticamenre obj etada. La extensa cadena de asesinatos y hechos de violencia acaecidos en Chenalhó, comenzó en 1996, y se reprodujo con mayor intensidad de mayo a diciembre de 1997. Du¡ante ese amplio periodo, los integrantes del grupo paramilitar cenrraron su dinámica, en una

primera fase, en los siguientes procesos: l) presionar a los habitantes de las comunidades, para definir claramente su adscripción; 2) recabar dinero para la compra de arma-

mento mediante impuestos de guerra; 3) amenazar públicamente con la expulsión de sus comunidades a quienes no estuvieran de acuerdo con su modo de actuar; 4) promover

la división interna de acuerdo al perfil religioso, lo que se tradujo en hostigamiento hacia los católicos de parte de los presbiteria-

nos o evangélicos, adscripciones religiosas mayoritarias de las comunidades que controlaban los paramilitares; 5) hacer incursiones en la periferia de las comunidades, lanzando disparos aI aire; 6) salir de entre los caminos para atemorizar a los transeúntes; 7) usar una violencia sicológica contra las mujeres bases

de apoyo; 8) confrontar al bando opuesro, para generar enfrentamientos valiéndose de problemas de antaño, como es el caso de los diferendos sobre la posesión de la tierra, y 9) lnrcrar secuesüos o en su caso asesinatos. En una segunda fase, los paramilitares recrudecieron su ofensiva mediante las siguientes acciones: 1) realizan incursiones a comunidades con alta presencia de bases de apoyo, o de miembros de Las Abejas, lo que genera la salida temporal de la población. A su paso, queman casas y roban enseres y pertenencias, para que al volver, sus moradores encuentren los rastros del despojo. Thmbién, en ocasiones, dejan un sudl mensaje, pues las muñecas

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aparecen con la cabeza cortada; 2) aumento de los asesinaros, incluso de sus propios disi-

dentes, que luego son atribuidos a las bases de apoyo zaparisras; 3) secuestro de familias enteras, en las comunidades donde ios paramilitares asienran sus fuerzas; 4) expulsión definitiva de los "contrarios", sin posibilidad de retorno y bajo amenaza de pena de muerte; 5) robo de la producción de cafe, para lo que también se echó mano de pobladores forzados a realizar Ia cosecha y la carga de costales; 6) secuestros de poblaciones enteras, que son obligadas a trasladarse a orros lugares ya bajo control paramilitar, en comunidades cercadas donde nadie puede salir; 7) imposición de castigos Íisicos a los que se negaban a co-

opera!

-como

amarrar a los hombres en

postes en el centro de las comunidades, o arras-

trarlos también amarrados de vehículos-, y en el caso de las mujeres, eran obligadas a rrabajar en la elaboración de alimentos para los

paramilitares. Todo esto en complicidad con Seguridad Pública y con el ejército. Y es a partir de los meses de septiembre y

octubre cuando la actividad paramilitar

se

desencadenó aún más en Los Altos, con réplicas en Iazona norte, y sin que nada consi-

guiera frenarla, lo que puede interpretarse como una clara respuesta a la Marcha que los 1,1 I I zapatistas hicieron en septiembre de ese mismo año de 1997 a la ciudad de México.

Movilización esta última, que rraró de romper el cerco tendido de nueva cuenta por el gobierno federal a través del ejército, de las fuerzas de seguridad pública

y de la acción

paramilita¡ en conrra de las comunidades indígenas bases de apoyo. El saldo para entonces, en Chenalhó, ena ya de decenas de miles de desplazados y varias comunidades secuesrradas. Y aquí es indispensable recordar que, en esos días, el edil de Chenalhó, Jacinto Arias Cruz, tuvo un acerasesii'ratos,

camiento con el presidente Zedillo durante su visita a San Cristóbal de las Casas, el 2 de

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EUHIL@¡-?F-n octubre de 1997, con el propósito de refrendar su respaldo. Y tampoco puede omitirse que la dimensión de la acción paramilitar aIcanzó aJ, propio Samuel Ruiz, y a su pa¡ el obispo Raúl Vera, quienes sufrieron un atentado en Tila el cuatro de noviembre.

sucedía, al grado de haber tomado parte, mediante comisiones, en los diálogos entre los Municipios constitucional de Chenalhó y el Autónomo de Polhó. Sin dejar fuera a los mandos militares, como el general Mario Renán Castillo, nombre asociado a la creación de los cuerpos paramilitares en el Estado de Chiapas, y qu€ deja su cargo apenas un

DICIEMBRE 22DE 1997, Y LAS SEÑAIES DE ATERTA QUE SÍ EXTSTTERON

mes antes de la masacre, y su sucesor, el gene-

Muchas fueron las voces que se alzaron para denunciar Ia grave situación que se vivía

en Chenalhó, antes de la masacre de Acteal: los constantes Informes que emitió el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (CDHFBC); las denuncias de la Co-

misión Nacional de Intermediación; la visita de la Misión Nacional e Internacional de Observación para la Paz en Chiapas, gue visitó la zona de Los Altos en los últimos días de noviembre y en los primeros días de diciembre, y cuyos resultados presentó al procurador de la entidad, Marco Antonio Besares Escobar y al gobernador, Julio César Ruiz Ferro, quien se comprometió a garantizar la vida y seguridad de las personas, así como a deslindar responsabilidades; la visita que Danielle Miterrand hizo a Chiapas en diciembre, y cuyas observaciones comunicó al presidente ZediIlo, quien por respuesta le recomendó no confundirse; los comunicados del EZLN sobre los desplazados de Xcumumal y la alarmante actividad paramilitar; los estremecedores programas de Ricardo Rocha,

transmitidos por televisión abierta en di-

ral José Gómez Salazar; además de la pléyade de funcionarios estatales, igualmente infor-

mados de esta situación, como el director de la Secretaría de Atención a los Pueblos Indígenas, Antonio Pérez Hernández, y de funcionarios federales, principalmente, el Secretario de Gobernación, Emilio Chuafett. Sin embargo, desde el gobierno, nada se hizo por evitar que la violencia tan denunciada tuviera una expresión sangrienta el 22 de diciembre en Acteal. En Acteal, lugar de refugio al que muchos desplazados de otros lugares acudieron para salvarse de la violencia, cuando un grupo cercano a un centenar de paramilitares, fuertemente armados yvestidos con ropa oscura, rodearon la comunidad y masacraron a 45 personas de Las Abejas -9 hombres, 21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, y 15 niños-, mientras se encontraban reunidos en oración en la ermita, lo que suce-

dió

desde su arribo al lugar, después de las

10:30 de la mañana, y hasta las 17:30 de Ia tarde. Fue un alto costo para Las Abejas, que decidieron permanecer pese a que las bases de apoyo zapatistas, que sí evacuaron la zona, les

comunicaron sobre un inminente ataque. Su decisión la tomaron confiados en que ellos no

ciembre, en donde se constataban las condiciones de vida de los desplazados; y también las reiteradas notas en los medios de

debían nada, que no tenían nada que temer,

comunicación impresos.

lazona, y muchos no

No debe ocultarse tampoco, que tanto la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como la Comisión Estatal de Derechos Humanos, esn¡vieron siempre al tanto de lo que

¡¿:

{}tiÉ Hiratl¿i Or

r,rr, üü?

y

también, porque en esos días el aviso de ataques para amedrentar ya era una constante en se efectuaban.

De los criminales actos perpetrados

en

Acteal, quedaban todavía muchas huellas hasta tres días después, eI25 de diciembre, cuando fueron sepultados los cuerpos en la gran

i,t or;t¡ *ti¡trid

ie í)líe


ContrahistoriaC. v----tr J tumba comuniraria llamada Mubinal: bastaba con recorrer el sitio para encontrar manchas de sangre por doquier, a lo largo y ancho de la hondonada, I en el piso, o en Ia

vegetación, como evidentes rastros de los perseguidos en sus intentos por asirse durante su huída, lo mismo que ropa desgarrada. Tam-

bién era factible observar utensilios de cocina desperdigados, y otros enseres destruidos, y de igual forma, todavía podían hallarse casquillos de diversos calibres en el área. Y por supuesto, saltaban a la vista los impactos por arma de fuego en los rroncos de los árboles, y en las consrrucciones, impactos de balas pro-

vreron y permanecieron sin intervenir hasta que anocheció. Entrada la noche, hasta Acteal acudieron Jorge Enrique Hernández Aguilar, Secretario

ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública y ex Procurador, junto con Uriel Jarquín Gálvez, Subsecretario General de Gobierno, y David Gómez Hernández, Subprocurador de Justicia Indígena, quienes coordinaron el rescare de cadáveres que trasladaron elementos de Seguridad Pública, en las camillas proporcionadas por integranres de la Cruz

sucedía en la ermita, en donde todo estaba tirado, y en sus tablas, que fungían de pare-

Roja, los que también acudieron al sitio y testificaron que muchos de los cuerpos presentaban he¡idas de armas punzocortanres. Pero todo sin las medidas protocolarias necesarias, siempre con el reloj en conrra, porque su ob-

des, se apreciaba aún la marca

jetivo era terminar antes del amanecet para

venientes de diferentes direcciones, tal y como

imborrable de

los disparos.

evitar a los periodistas, por lo que muchas de las evidencias se perdieron o fueron alteradas.

Thnto se evitó una investigación sistemáESCENARIO DE COMPTICIDADES

tica, que el Subprocurador de Averiguaciones Previas, Ramiro Sánchez Vega, brilló por

Después del mediodía, una llamada desde la caseta telefonica de Acteal advirtió al CD-

su ausencia en Acteal, cuando era el funcio-

HFBC sobre disparos en el lugar. Enterado Gonzalo Iruarte, secrerario de la CONAI,

ligencias indispensables para un caso de ral magnitud. Y todo quedó tan limitado, que el

comunicó a su vez la situación al Secretario de Gobierno, HomeroTovilla Cristiani, quien se comprometió a indagar. Los partes de los destacamenros de seguridad pública en la zona, fueron "sin novedad". Sin embargo, en el área un disparo puede escucharse a gran distancia, lo suficiente como para haber aler-

reconocimiento de los cuerpos fue realizado hasta el 25 de diciembre, anres de enterrarlos, de nuevo en el lugar de los hechos, y des-

tado al retén militar más cercano del lugar, y por supuesto, a un grupo de más de treinta elementos de Seguridad Pública, quienes se hallaban a no menos de doscientos metros de donde sucedía todo, bajo las ordenes del comandante Roberto García Rivas, y del general de brigada retirado Julio César Santiago Díaz, quienes sólo mantuvieron sus posiciones, y por el contrario, cuando llegaron hasta ellos sobrevivientes a pedir ayuda, los reru-

nario indicado para coordinar las precisas di-

pués de haber sido llevados hastaTuxda, cuan-

do muchos ya eran casi irreconocibles, porque, hasta ese entonces, únicamente poseían una cinta que decía 'adulto femenino', 'niño

masculino', etc.

SEGUNDA PARIT, DE

tA

MASACRE

El 25 de diciembre, o la "navidad más triste de nuestras vidas", como expresó el obispo Samuel Ruiz, fue también escenario de orras dos situaciones ilustrativas del conflictivo entorno. La primera, sucedió mientras la proce-


ru HilL@n-D^F'n sión del duelo avanzaba de Polhó hacia Acteal: poco antes de llegar y en una inminente provocación, una unidad de transporte escoltada por otra con elementos de Seguridad Pública, llevaba a paramilitares que participaron en la masacre. Al reconocerlos, la gente indignada detuvo a esas unidades, y un momento de fuerte tensión se produjo, pero gracias a la intervención del obispo Samuel Ruiz, los ánimos no se desbordaron y los inculpados fueron puestos en manos del Ministerio Público. La otra situación que ayrrda a dimensionar lo convulso de la zona, se produjo poco antes de terminar el entierro, cuando algunos de los allí presentes vimos llegar a un hombre, originario de Quextic, con un semblante de marcada angustia, dado que había escapado del lugar en donde se le tenía secuestrado, junto con otras 48 personas, hombre que fue canalizado a las instancias perrinenres.

neblina y en lluvia intermitente, que a veces se detenía un poco, acompañada de un viento helado, que hacla llegar a todos empapados y tiritando de frío. Las escenas que podían verse correspondían a familias enreras (con sus pocas perrenencias a cuesras), primero, unas cuantas, yluego, un río de genre que no paraba de entrar: hombres, mujeres, niños y ancianos, la mayoría enfermos y en condi ciones inhumanas, lo que contrastaba con la amplia presencia milita¡ y con sus unidades, que rodeaban la entrada de la cabecera municipal. Esas imágenes consriruían la más clara evidencia de aquello que el gobierno ha negado una y otra vez, de la guerra de baja inrensidad. Imágenes lamentables para la memoria histórica nacional, de un día en que alrededor de 6,000 personas huyeron de la violencia.

Así, al finalizar el año, la población desplazada en Polhó y en la comunidad de

comunida-

X'oyep, de Las Abejas, sumaba más de 10,000

des donde existía gente retenida, o que alber,

personas. Vinculado a ese arribo, y a esa for-

gaban a desplazados. La de mayor número

mación de improvisados campamentos de

era Xcumumal, donde la población desplazadail,canzaba las 3,500 personas. Por lo tan-

sos campamentos del

Para esos días, eran muchas las

rc, eI27 de diciembre tuvo efecto un operarivo, para a¡rdar a salir a la población que estaba secuestrada, o bien que permanecía desplazadaen condiciones alarmanres, en Pechi-

quil, Chimix, Los Chorros yXcumumal. Participaron laCruz Roja, La Procuraduría General de la República, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, representantes del CDHFBC, de organismos no gubernamentales, prensa, y también el ejército; rodos con rumbo a Polhó, la cabecera del Municipio Autónomo. En el trayecto, pese a la presencia de tantas instancias, no faltó el humo de las casas quemadas después o anres de la par-

tida, ni las amenazas de muerte. El ¿rribo de los desplazados a Polhó dio inicio alrededor de las once de la mañana, y terminó hasta que la escasa luz del día desaparecia en el horizonte. Horas enlrreltas en

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¡;:i;t¿.i¡* a¡t-

desplazados, también se instalaron numero-

ejército, como medida "preventiva", aunque eso de igual forma sucedió en todo el Estado de Chiapas, Io que se tradujo en un empleó sistemático de la ma, sacre para militarizar, aún más, toda la entidad, hasta alcanzar aproximadamente los 70,000 efectivos. Y de la mano del gobierno estatal, en vez de frenar este modo de actuar de los paramilitares y desarmarlos, en los meses siguientes desataron una inrensa campaña contra los Municipios Autónomos, en busca de su desmantelamiento, y de xenofobia y expulsión hacia los observadores internacionales, los ojos incómodos. En contraparte, para los paramilitares se impulsó una Ley para el Desarme de los Grupos Civiles. Esa ocupación militar quedó magistralmente captada, en una famosa serie de fotograÍias de mujeres rechazando al ejército, fotografías que llenaron las páginas de la pren-

"'i?il%

!¡: r;¡r;; ;ri:¿i:¿,:!¡. í)it¡.


ContrahistoriaC v_G_J sa

nacional e internacional. Principalmente,

la foto de Pedro Valtierra tomada en la comunidad de X'oyep, poblada por dos mil abejas desplazadas.

Y si bien desde enronces,

la estrategia oficial pretendió desgastar

al

Municipio Autónomo de Polhó, con sus miles de desplazados y sus altas carencias y ne-

da antisistémico y anticapitalista, para toda familia de nuevos movimienros, bajo la síntesis de que "otro mundo es posible". Y ese empuje de protestas y movilizaciones en las principales ciudades de al menos esa

una muy intensa organización al interior, creando así la primera gran urbe zapatista

veinte países, desató una fuerte presión hacia el gobierno mexicano, la que aunada a la olla de presión inrerna, lo orilló a recular como no había sucedido en muchos años. Y entonces, el Estado mexicano debió asumir los cos-

nacida de la resistencia, que hoy se alza frente a nuestra vista desde las montañas, como una

tos políticos de una masacre que el mismo prohijó: el 3 de enero renunció el Secretario

larga espiral que serpenrea en el horizonte. No obstanre, la situación de los miles de desplazados es compleja, pues ellos son la otra cara de una guerra que avanza silenciosa, y

de Gobernación, Emilio Chuafett, el 7 de

cesidades, las bases de apoyo conresraron con

que para ellos suma ya diez años de vivir despojados de sus bienes. y en una tierra que,

aunque amiga, no es la suya, y siempre bajo la constante amenaza paramilitar.

tOS ECOS DE

tA

MASACRE

enero pfesentó su renuncia el gobernador de Chiapas, Julio César Ruiz Ferro, quien emu-

lando a DíazOrdaz, dijo irse con la conciencia tranquila y con las manos limpias, y 17 funcionarios de Chiapas fueron cesados de

acuerdo con una recomendación de la

CNDH. Ese mismo día, en una acción de mero cambio de maquillaje, Rosario Green sustituyó en la Secreraría de Relaciones Exteriores a José Ángel Gurría Tieviño, quien fue trasladado a Ia Secretaría de Hacienda.

Si la masacre trató de ser ocultada en un principio, esto se volvió imposible rápidamente,

pronto la noticia abarcó los espacios centrales de todos los medios de comunicación nacionales, dando además velozmenre la vuelpues

ta al mundo. AI interior, las expresiones de rechazo y los reclamos inundaron al gobierno mexicano: la masacre estaba convertida en un pesado fardo, imposible de revertir, pues las imágenes transmiridas resultaron aplastantes frente a la postura oficial, que definía la masacre como producto de conflictos intercomunitarios. En el exterior, una impactante

movilización internacional por Acteal, fue la primera que logró hacer coincidir a toda una nueva generación de movimientos antisisrémicos, los que después asaltarían Seattle y Génova, efecto logrado por la importancia que tienen a nivel global los planteamientos del neozapatismo, como modelo de avanza-

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D|EZ AÑOS DESPUÉS

Por la masacre de Acteal han sido procesados, como aurores materiales, 8Z indígenas. I murió duranre el proceso, 6 fueron absueltos, aunque eran señalados por los sobrevivientes como parte de los ejecutores, 2 condenados fueron liberados por razones de humanidad, 2 están en proceso, y al resto les han dictado senrencia, han sido condenados, o ya compurgan pena. Existen 27 órdenes de aprehensión pendientes, y sólo l5 funcionarios menores han sido procesados. En cambio, poco o nada se ha avanzado hacia la ruta de los autores intelectua.les. Las bases de tal actuación las sentó, en 1998, la Procuraduría General de la República en su Libro Blanco, que explica la masacre como producto de

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EtH[L@¡-P^F'a conflictos intercomunitarios e interfamiliares; destaca como un elemento central la disputa por un banco de arena,y como factor último desencadenante presenta el asesi-

bro Camino aActeal, quien sostiene y justifica la existencia de "grupos de autodefensa", y no de paramilitares, además de negar la guerra de baja intensidad. Así,

nato del priísta

de Hirales a Ca-

Agustín Yázqvez Secúm,

mín no h"y

quien muere

salvo

gran diferencia

lo de la "batalla", antes

a

manos de paramilitares por di-

bien, sus textos

sentir de su accionar; además de salvaguardar a los funcionarios estatales y al gobierno federal, deslindándolos de responsabilidades. Pero es justo diez años después, cuando un montaje jurídico e intelectual prerende volver a la versión oficial, mejorada y aumentada. En el ámbito jurídico, corre a cargo del abogadoJavier CruzAngulo, adscrito al Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) no debe olvidarse que es una

-que institución pública, y que en consecuencia, opera con fondos públicos-, quien funge

como el actual defensor de los culpables materiales de la masacre, bajo la premisa de que muchos de ellos son inocentes. Para esto, apoya su defensa en punros de vista de una investigación sobre Acteal, aún sin publicar, elaborada por Hugo Eric Flores, también profesor del CIDE. Y con elementos de ambos, Héctor Aguilar Camín desarrolló una absurda versión, en donde la masacre de Acteal no fue un ataque de paramilitares, sino una "batalla' entre paramilitares y zaparisras, la que presentó en los últimos ües números de la re,¡ista Nexos del

2007.

coinciden hasta en frases del tipo de supuestas verdades con-

tundentes'. Juzgue por sí mismo el lector: Hirales, en su parte introductoria escribe, "En el área de Chenalhó, la violencia ha estado siempre a flor de piel, como a la espera del

pretexto que le permita desencadenarse", mientras Camín, también en su pafie introductoria, asienta "No había fakado nunca esa violencia hormiga, entre los habitantes de San Pedro Chenalhó". Fiel a ese lenguaje, conducido por intereses conocidos, Aguilar Camín, aparte de inferir el carácfer intrínsecamente violento del indígena, lo remite a vivir en "aldeas" y ahabitar en "chozas", para apunralar su primiti-

vismo. E incluso, llega a sostener de acuerdo con sus testimonios, que Las Abejas asesinaron a Agustín Yázqtez Secúm en Quextic, crimen antes adjudicado, en la versión oficial, a los zaparisras, quienes ya ni siquiera estaban en el lugar. Y esto, cuando Las Abejas han manifestado públicamente, en infinidad de ocasiones, su rechazo a la violencia, y cuando ellas gozan de un amplio reconoci-

Esta versión, que solamente tardaron diez años en presenrat y que va de la mano con el

miento internacional por su labor a favor de la paz. Asimismo pretende, basado en las palabras de asesinos confesos de mujeres inde-

Libro Blanco, recupera

fsns¿5

a su vez

planteamien-

tos de Gustavo Hirales guerrillero de los -ex setentas, en 1994 asesor de Jorge Carpizo, y

en 1995 asesor gubernamenral en San A¡drés-, publicados nueve años atrás en su li-

'.:

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,,t.,i,,1.,

¿t,

!

que reconoce¡ haber realizado,-6¡i¡¡enes guiados nada más por coraje-, que únicamente fueron nueve los atacantes, Con base en lo anterior, queda claro que la finalidad de esta versión es disminuir la

;: .i?t'i,

,.

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. . ¡ ,4.,

n¿

,

,,.


l.v___U_J ontrahistoriaC. cantidad de responsables, y con ello, promover la liberación de muchos de los culpables materiales. AI mismo tiempo, coadyuva a sos-

tener los eslabones de impunidad, al salva-

aparatos jurídicos de instituciones como el CIDE, ni los intelectuales a sueldo que hoy intentan vendernos sus mentiras sobre el crimen de Estado de Acteal.

gúardar a los otros autores intelectuales de la masacre, ya que presenta como único autor

intelectual aAntonio Santiz López. Juego tendencioso, que se comprueba luego de su detención, justo el 22 de diciembre del2007.Y aunque esta singular Hipocresia Absurda Cómplice de Héctor Aguilar Camín, trate de sostener nuevas y mejoradas versiones, Ia masacre de Acteal, conforme a las voces de los sobrevivientes y a los miles de desplazados que

todavía hoyviven sus consecuencias, no deja de ser un clarc Crimen de Estado, en espera de una verdadera aplicación de la justicia. Crimen atroz que ocupa un lugar especial en las páginas de la historia reciente de Méxi-

co, y que guardado en la memoria y en el corazón de sus muchos pueblos, no deja de alimentar la rabia y el corale que nutren a la rebelión y a la lucha cotidiana, pero también al anhelo de justicia y a la esperanza puesta en la construcción de un futuro mejor, construcción que ya han iniciado los pueblos indígenas, y que qrizá pronto pueda acelerar su proceso de desarrollo, en estas claras vísperas del año de 2010. Mientras tanto, la sociedad civil debe estar alerta y atenta, pues ahora mismo, en este año de 2008, una nueva ofensiva avanza sobre las comunidades zapatistas, como lo prueba la amenaza paramilitar que se cierne en torno del poblado Bolon Ajaw de las Cascadas de Agua Azul. Y bien sabemos que de estas injusticias, no se ocupan los flamantes

*@* Nota del autor: Dada la reciente y súbita construcción de nuevas versiones sobre Acteal, recomiendo al lector algunos de los materiales elaborados por el CDHFBC, como Camino a la masacre, 1997, Acteal: entre el duelo y la lucha, 1998, Los grupos paramilitares en Chiapas, 1999, y su más reciente informe, Acteal a l0 años, que se pueden consultar y descargar en el sitio en Internet: www.frayba. org.mx; así como ambién Acteal, Nauidad en el Inferno, de Marta Durán y Massimo Bol-

drini, publicado porTimes Editores, 1998,y Acteal d.e los Mártires: Infamia para no oluidar, de Martín Alvarez Fabela, de la editorial Plazay Valdés, 2000. Asimismo, también es un referente muy completo el reciente reportaje especial de Hermann Bellinghausen, ,4 diez años d.e Aueal, publicado en el diario La Jornada del 5 al 25 de noviembre de 2007, y los de Jesús Ramírez Cuevas, en el mismo diario, del 22 al 26 diciembre, así como la seríe Recordar Acteal, de Carlos Montema-

yor, que apareció también en La Jornada del 17 al 20 de diciembre de 2007. Estos últimos, y algunas otras notas de la polémica generada en torno a Acteal, pueden ser

solicitados también

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su consulta.

a la

dirección de copara facilitar

-99@yahoo.com

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rlflfl,rrÉTffiR4: Lot movimielter antisis!émicos ho.¡.

omienzo agradeciendo a los coorganizadores de este Coloquio. y en especial a la Comisión Sexta del EZLN, todo el trabajo y todo el apoyo para lograr llevar a

cabo este Primer Coloquio en homenaje a A¡drés Aubry. Debo decirles, antes de pasar a fratan los temas que voy a desarrolla¡ que para mí es un honor muy especial estar compartiendo esta Mesa con Immanuel \7allerstein y con el Subcomandante Marcos, además de con Carlos Alberto Ríos. Y les voy a decir por qué. Creo realmenre que no es un acontecimiento menor. Creo que no es algo usual, pues ésta es una Mesa en la cual estamos, en primer lugar, junto al más importante sociólogo uítico que hoy existe en todo el planeta, y que es además, uno de los pen-

todo el mundo, es decir, un representante excepcional del pensamiento social crltico. También estamos junto al vocero de uno de los movimientos sociales más relevantes de todo el mundo, es decir, precisamente junto al representante, o uno de los representantes de uno de los movimientos antisistémisadores sociales cr/ticos más relevantes de

cos más avanzados de

todo el globo terráqueo.

Y haber logrado reunidos en esta Mesa

es

para

mí un gran honor, como lo es también poder compartir con ellos esta misma Mesa. Es una experiencia realmente excepcional, así que no dudo en calificar este acontecimíento de histórico, y eso no es sólo porque hablaremos de historia todos los ponentes, sino porque creo

que este es efectivamente un acontecimientl

* El siguiente texto es la versión, ligeramente corregida, de la exposición de Carlos Antonio Aguirre Rojas en el Coloquio Internacional 'Planeta Tierra: Movimientos Antisistémicos', celebrado en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, entre el 13 y el 17 de diciembre de 2007. Esta conferencia fue parte de la Sesión Inaugural de dicho Coloquio, desarrollada el 13 de diciembre de2007, y en la que también participaron Immanuel Vallerstein y el Subcomandanre Insurgente Ma¡cos. Contrabistorias la recupera aquí para todos sus lectores.

'¡Úntt'% 'l6el


ContrahistoriaC, v------r J

histórico en muchos senridos. Estoy intentando bromear un poco, aunque quizá sin mucho éxito.

Cuando hablamos entonces de la historia de los movimientos antisistémicos, creo que podemos deci¡ siguiendo aquí la perspectiva de Immanuel \lallerstein, que estos movimientos antisistémicos comienzan con la Revolución Francesa. Y les diría que estos movimientos mantuvieron toda una serie de trazos característicos, de rasgos fundamentales, desde 1789 hasta 1968. Después, 1968 representará una ru?tura d.e larga duración en muchos sentidos, y entre otros, también en la historia de la estructura y configuración de estos movimientos antisistémicos. Los movimientos antisistémicos post68, tienen un carácter radicalmente distinto de los movimientos antisistémicos pre68, y la pregunta sería ¿en qué consiste entonces su novedad? Esto daría naturalmente para escribir todo un libro, o un tratado, así que voy a insistir aquí sólo en algunos pocos rasgos fundamentales de esta diferencia, y por lo tanto, de esta novedad de los movimientos antisistémicos actuales, frente a los movimientos pre68. Antes de 1968 había dos familias de mo-

Pasando a los temas que quiero desarro-

llar aquí, les diré que lo que voy a tratar de hacer, es de un lad,r, recuperar por mi propia vía algunas de las lecciones fundamentales de

la perspectiva del 'análisis de los

sistemas-

mundo', cuyo creador es Immanuel \Tallerstein, y del otro, algunas de las lecciones esenciales de este importanr. mouimrento neozapatista mexicano, para hablar de tres puntos fundamentales. Primero, en qué consiste la novedad de los nuevos movimien-

tos antisistémicos: cuando hablamos

de nueuos movimientos antisistémicos, habla-

mos de los movimientos que comenzaron a gestarse lentamente en México, en América Latina y en todo el mundo, después de esa gran fractura planetaria que es la revolución cultural mundial de 1968, y esre es

mi primer tema. En segundo lugar, quiero hablar de

los

movimientos antisistémicos de América Latina, los que hoy consriruyen, en mi opinión, elfrente de uanguardia mundial delos movimientos antisistémicos de todo el planeta. Naturalmente esroy planreando tesis provocadoras, en el mejor sentido, para estimular los debates ukeriores, y la discusión que espero se dé. Entonces, el rol de

vimientos antisistémicos: los movimientos socialistas, que se desarrollaron sobre todo en

el centro y en la semiperiferia del sistemamundo, y de otra parte, los movimientos de liberación nacional, que se desarrollaron sobre todo y fundamentalmente en la periferia del sistema-mundo. Estas eran las dos ñmilias de movimientos. Los primeros impugnaban, centralmente, la relación capital-trabajo, la relación de explotación económica entre el capital y el trabajo asalariado, mientras los segundos impugnaban, fundamentalmente, la relación entre centro y periferia, es decir, entre naciones centrales y naciones periféricas. Esto es interesante, porque lo que yo quiero subrayar es que, durante esa larga etapa que va de 1789 hasta 1968, los movimientos de liberación nacional tendieron a imitar el modelo de los movimientos socialistas del centro.

frente de vanguardia de América Latina dentro de esta familia de los movimientos antisistémicos de todo el mundo. Y por último, y apoyado en esros dos primeros puntos, quisiera concluir brevemenre hablando de algunos de los impactos mundiales y lecciones uniuersales del digno movimiento indígena neozaparisra mexicano, que ahora se está transformando, felizmenre, en el movimiento nacional de La Otra Campaña. Es sobre estos tres punros que quisiera abundar un poco, y paso entonces al

primero.

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$ HIL@n-?F'¡ Los movimientos socialistas del centro, como impugnaban fundamentalmente la relación capital-trabajo, decían que el actor central de los movimientos antisistémicos y de la lucha antisistémica era la clase obrera. Después, había una reducción, y se decía que sólo Ia clase obrera industrial. No se hablaba de

proletariado sino de clase obrera, y luego la

que a estos movimientos antisistémicos les correspondía una izquierda que, de manera abrumadoramente dominante, era wa izquierda dogmática, manualesca, también jerárquica, y fundamentalmente reformista y prosistémica. Y llamo la atención sobre un hecho curioso: todas las revoluciones del siglo )O( no se hicieron gracias a esas organi-

clase obrera

se pensaba que sólo eran los obreros de cuello azul, pero no entraré a analizar

zaciones de izquierda dominantes, sino a pesar de ellas. La revolución rusa se hace a pesar

punto. Era la clase obrera el pivote central del movimienro antisistémico, y cualquier otro grupo que desarrollara la lucha anrisistémica era, en el mejor de los casos, un aliado secundario subordinado de este actor central, que era la clase obrera. Y en los movimientos de liberación nacional se tendía a copiar este esquema, porque estos movimientos eran los

de Ia opinión en conrra de todos los partidos

este

movimientos de la'nación oprimida o del 'pueblo de la nación oprimida', pero siempre también, y esta es una tendencia muy interesante que vemos desplegarse a lo largo del siglo XIX y

)O( nucleados en torno

de la clase

obrera. Es decir, la clase obrera tenía que ser también la uanguardia en los movimientos de liberación nacional, de esta lucha de los pueblos oprimidos en conrra de los países del centro. Me parece que otro rasgo importante, era que estos movimientos antisistémicos estaban

estructurados siempre a partir de organizaciones piramidales, jerárquicas, organizaciones que introyectaron, como se decía antes, una estructura y una lógica cuasimilitar. Y las metáforas que se utilizaban, de hablar del 'ejército del proletariado', de decir que el partido era el 'Estado Mayor' de la clase obrera, todo este tipo de meráforas reflejaban estas organizaciones jerárquicas, piramidales, y reflejaban también un ripo de concepción de la relación entre los líderes y las bases, que fue característico de estos movimientos pre68. Finalmente les diré, y sólo insisto en algunos pocos rasgos, para marcar estas diferencias,

comunistas de la socialdemocracia europea,

y de todo el marxismo reformista europeo, que decía que en un país atrasado como Rusia era imposible una revolución socialista. Sucede lo mismo en Cuba, en donde el movimiento cubano triunfa, no gracias a, sino a pesar de, la oposición del Partido Comunista Cubano, ycon un método absolutamente heterodoxo, que es precisamente el de la

guerrilla popular, que después desciende a las ciudades. La Revolución en China se hace a pesar de la oposición de la Internacional Comunista, y del apoyo de Rusia no a los maoístas sino al Kuomingtan, siendo también totalmente heterodoxa, y planteando que la revolución viene no de la ciudad hacia el campo, sino del campo a la ciudad, y planteando toda una serie de novedades que ustedes conocen, pero que no voy a desarollar aquí. Podría continuar, pero me detengo aquí. Ysolamente quiero decirles quevean, en comparación de estos pocos rasgos que acabo de plantear, cuáles son en cambio los rasgos que caracterizan a los movimientos antisistémicos posteriores a 1968. Esto es muy interesante, porque la primera diferencia es una lección fundamental, y es que la relación entre centro y periferia va a inuertirse, y ahora son los centros los que copian el modelo de los movimientos antisistémicos de las periferias. Voy a volver a este punto, pero no me parece una casualidad que los movimientos antisistémicos más avanzados ho¡ se esrén desarro-


l^ontrahistoriaC. v J llando dentro de América Latina, es decir, en Ia periferia del sistema. Así que si antes la periferia copiaba el modelo de la lucha anti-

sistémica del centro, ahora el centro comienza a copiar el modelo de la lucha antisistémi-

ca de las propias periferias.

Uno

se

preguntaría: ¿por qué

se da

un cam-

bio tan brutal? Y la respuesta es, porque después de 1968, el mundo entró en la etapa de la crisis terminal del capitalismo.P:ues creo que

diciendo que la etapa actual

decir que, de pronto, el sujeto social o actor social de los movimientos antisistémicos se ha pluralizado, y ahora nadie es aliado subordinado de nadie, y todos son igualmente im-

portantes, igualmente fundamentales. Y con esto, también las demandas se han multiplicado: ahora no se lucha solamente en el frente económico y en el frente político. Después de 1968, y también por causa de este caos sistémico,

por

esta

situación de crisis ter-

la

minal del capitalismo, aparece la lucha en el

de Ia 'globalización' o de la'mundialización',

plano cultural, o la reivindicación de una cierta identidad, o el combate contra el racismo, o la lucha en contra de la relación patriarcal, y la lucha en contra del machismo, junto a la lucha por la diferencia sexual. Aparecen todas estas luchas diversas, que pienso que son fi;ndamentales. Y a tono con esto, los nuevos movimientos antisistémicos han perdido naturalmente ese carácter piramidal, jerárquico y cuasimilitar. Las nuevas formas de organización de los movimientos antisistémicos son mucho más horizontales, y en general, son formas mucho más descentradas, Por eso, proliferan las figuras del Frente Amplio, de las Confederaciones, de las Coordinadoras, o también la figura de la'red de redes' o del 'movimiento de movimientos', como es precisamente el de La Otra Campaña. Todo esto rompe radicalmente con la forma anterior, y plantea una nueva relación entre los líderes y las bases. Los líderes han dejado de ser los depositarios del destino de los movimientos, y ahora se convierten más bien en los voceros, o se vuelven liderazgos czlectiuos, y además son liderazgos rotativos, y liderazgos que realmente son parte de la base misma, y que no están en una cúpula extraña, creyéndose detentores de

si seguimos

es

o del 'Imperio', quiere decir que no hemos entendido nada, y entonces no entendemos tampoco el carácter de los nuevos movimientos antisistémicos. Los nuevos movimientos antisistémicos sólo se explican porque vivimos esa etapa del caos sistémico, es decir, la etapa final del sistema histórico capitalista. Por eso todo está de cabeza, y por eso, como los zapatistas dijeron desde 1994 y 1995,lo que hoy vivimos es un caos absoluto. Y resulta diffcil buscar la

lógica que determina el funcionamiento de los gobiernos de México, de América Latina, o de Estados Unidos, porque lo que gobierna es el caos sistémico, es decir, una confusión en donde todas las estructuras estables colap-

san, en donde todas las jerarquías se invierten, en donde todos los procesos se ponen de cabeza. Y una de las tantas expresiones de esto, es que ahora la lucha antisistémica fundamental se genera en las periferias, y es copiada por los centros. Volveré después a este punto. Otra diferencia esencial, es que ahora los nuevos movimientos antisistémicos ya no tie-

nen un actor central. La clase obrera sigue siendo fundamental,

y 'va aI paraíso', como

dice aquel filme italiano maravilloso, pero ahora el actor social de los nuevos movimientos antisistémicos incluye a la clase obrera, igual que a los campesinos, igual que a los

todo el saber, y crefndose iluminados que crean el Programa Nacional de Lucha por sí mismos. Ahora los Programas Nacionales de Lucha se crean desde abajo y a la izquierda, y por parte de todos nosotros.

indígenas, a los jóvenes, a las mujeres, a los homosexuales, a los 'cada quien su modo'. Es

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F{[L@n-BF'n

han desarrollado las nuevas izquierdas, las que han dejado de ser solemnes (y por eso, yo no podía

A tono con esto, también

se

ta' de los Piqueteros Argentinos, no a los que pactan y negocian con Kirchner, sino a los

que luchan dentro de una perspectiva realdeclarar 'solemnemente' inaugurada esta re- mente antonomista, y no me reftero al Movimiento al Sociaunión, hace un lismo de Evo derato), y han ,.,Na téttgo dsl* en dbúr qw erc Arnlrita Morales, sino a jado también de hry elfunre de'vany.ardiA de Latina,.tttá la Comuna de la serjerárquicas, y . h.¡tha antisisférnfu*'rnr*ndial,:puts nq es Par Ciudad de El

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parsimoniosas, por lo que ahora las nuevas iz-

quierdas,

easu*lidail qae a,#41, en Atvtérica L¿fiM,. 'ttnganltt cir*a rr:*ttirn'ier¡tos',, -

Alto en Bolivia, y a los movimientos más de

en

izquierda boli-

todo el mundo,

y me refiero también a los

sectores

son festivas, son gozosas, son tolerantes, absolutamente plurales, abiertas aI otro, y absolutamente dialógicas. Esto me Parece que es importante, y con ello cierro el primer punto. Y me parece que es importante. Porque rodos estos rasgos de los nuevos movimientos antisistémicos, creo que se van a reproducir también en América Latina, y naturalmente en México. ¿Por qué le ha tocado ahora a América Latina ser el espacio en donde se han

vianos,

desarrollado los movimientos antisistémicos más avanzados de todo el planeta? No tengo

América Latina no sólo tenemos estos cinco movimientos, sino que ellos son

duda en decir que en América Ladna, está

tan potentes y desarrollados que han sido capaces de derrocar varios Presidentes' y estos movimientos gestaron los siete Foros Sociales Mundiales, el movimiento general del Foro Social Mundial, y ellos dominan países y Estados nacionales comple-

hoy elfente dz uanguardia de Ia lucha tntisis' témica mundial, pues no es por casualidad que

aquí, en América Latina, tengamos cinco movimientos que ya Europa, o Asia, o Africa, querrían tener también dentro de sus propios países. La inmensa variedad, y lo digo con toda conciencia y un poco provocadoramente, también en el mejor sentido, junto a la riqueza, Ia complejidad, pero incluso la gran

cantidad de movimientos antisistémicos que hoy existen en América Latina, es algo que tenemos que explicar. Y cuando hablo de movimientos antisistémicos en América Latina, me refiero a cin-

CONAIE en el Ecuador' además naturalmente de al neozaPatismo más radicales de la

mexicano. Porque no debemos creer que todo movimiento social, por serlo, es automáticamente un movimiento antisistémico-

Sólo son movimientos antisistémicos, aquellos que se plantean de manera consciente y explícita transformar de manera radical el propio capitalismo. Ahora, en

tos, y se apoderan de ciudades enteras' y se hacen presentes, y presionan, y determinan, por ejemplo, la caída de regímenes de partido único de setenta años. Pues déjenme decirles que es gracias al movimiento fleozapatista y a sus impactos generales que el PRI perdió el poder en el año 2000. Eso no fue gracias a Fox, ni fue gracias al PRD, no fue gracias más que al movimiento neozaPatista

México. movimientos, que por eso son el jiente de uanguardia anthisté' a los impactos que él creó aqul en

co fundamentalmente: al Movimiento de los Sin Tierra en Brasil (y aquí pienso mucho más en las bases del movimiento, que en muchos

y

de sus líderes actuales), al sector'Autonomis-

mico mundial,ylagranpregunta es ¿por qué?

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Es tal la fuerza de estos

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ContrahistoriaQ v

Y les ofrezco una disculpa, porque aquí no

mos nada, en ese momento comienza a aflo-

-J tengo condiciones para explicar todas las razones de ese por qué. Puesto que esas razones son razones inmediatas, pero también razo_ nes coyunturales, y razones de larga duración, cuya explicación me llevaría demasiado tiem-

jarse esta condición secular de la larga situa_

ción de dependencia de América Latina. Esta es sólo una hipótesis resumida, que ustedes pueden enconrrar más desarrollada en las páginas de mi libro Arnérica Latina en la encrucijada. Una segunda hipótesis importante: Amé_ rica Latina lleva cien años de estar padeciendo el dominio norreamericano. Estados Unidos nos consideró desde hace cien años, en términos reales, aunque la idea remonra a los

po. Ya di mis hipótesis al respecto en el li_ bro que se rirula América Latina en la encrucijada. Pero les voy a mencionar solamente dos razones, de larga duración, y que

tienen que ver con lo que planteó antes Immanuel \Tallerstein. Les diría que América Latina es el semi-

tiempos de la Doctrina Monroe, nos consideró su verdadero traspatio. Entonces hemos sido su mercado privilegiado, su almacén de materias primas, su proveedor de fuerza de

continenre o la civilización que ha sido más explotada, más oprimida, más acosada y más saqueada de todo el planeta. No en vano, es lazona donde la desigualdad social es mayor que en ninguna orra parre. Y ¿por qué ella ha sido más saqueada, más acosada, más explotada, más reprimida? Porque la historia universal del capitalismo comienza aquí,

con el mal llamado 'Descubrimiento

trabajo barata, y hasta su lugar de turismo y su lugar de lo que ellos han querido. Es decir, que hemos estado oprimidos durante cien años, por parte de los Estados Unidos. pero felizmente, hace también aproximadamente cuarenta años, después de 1968, que los Es-

de

América'. Y América Latina es construida

tados Unidos han comenzado a declinar como

como espacio periferico, dependiente delos centros, desde hace cinco siglos. Después

potencia hegemónica. La decadencia de la hegemonía norteamericana es algo funda-

vendrá el fallido o parcial dominio del Asia,

mental, porque después de que Estados Unidos es derrotado en Vietnam, comienza claramenre la liberación lenta, pero sostenida,

y vendrá el descuartizamiento del África hasta el siglo

XIX, y vendrán todos los pro-

cesos de conquista del mundo, como en el

de América Latina.

siglo XVIII la conquista de la India, etcétera, pero es claro que es el sometimiento

Una liberación que en los últimos tiempos se expresa, como decía Immanuel \7a_

de América Latina el que inaugura la his-

llerstein, en esos tibios gobiernos socialdemócratas de izquierda, como el de Hugo Chávez,

toria universal. Así que renemos cinco siglos de opresión, de explotación, de vejación, de humillación, de discriminación. Pero también renemos cinco siglos de resistencia, de rebeldía, de lucha, de intentar romper, efectivamente, esta estructura de dependencia. Yo creo que esra es una razón fundamenral, puesro que cuando el sis-

tema capiralista como un todo empieza a des_ estructurarse, y vuelvo a insistir en la idea de que si no asumimos la tesis de que vivimos la crisis esrrucural del capitalismo no entende_

como el de Evo Morales, como el de Lula, como el que hubiera sido el gobierno de López Obrado¡ y que solamenre son un paso de tránsito hacia verdaderos gobiernos populares que el día de mañana mandarán J.¿.ciendo, a parrir de estos movimientos antisistémicos que anres mencioné.

Ahora, para cerrar este segundo punto, quiero preguntar una cosa fundamental: ¿qué cosa tienen en común estos cinco movimien_ tos antisisrémicos? Y les diría que algo que

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ELl}{[L@n-?F'¡ tienen en común es que todos ellos habrían sido imposibles de existir antes de 1968. Recuerden una cosa, y es que toda la izquierda mundial condenó a los movimientos estudiantiles de 1968. Porque estos movimientos fueron condenados por todos los partidos comunistas de aquella época, sin excepción. El Pa¡tido Comunista Mexicano hizo lo mismo, ar¡nque después üató de montarse en el movimiento, y el Partido Comunista Francés, y todos los partidos comunistas condenaron los movimientos del 68. ¿Por qué? Porque decían que eran hechos por estudiantes, pero como los estudiantes no atacan el corazón del sistema, no afectan la producción de plusvalía, entonces no tienen relevancia alguna.

¿Se

sinos, eran entonces aliados secundarios de

obrera,y nada más. Ahora, ¿qué comparten todos estos movimientos? Que todos son los de los sin tierra, sin vabayo, sin derecho, sin ciudadanía, ¿qué quiere decir eso? Y vuelvo otravez a la tesis de la situala clase

ción de crisis terminal del capitalismo. Quiere decir que ahora la Protesta antisistémica ya no viene solamente de los cenrros, ahora viene también de los márgenes del propio sistema, ¿se dan cuenta? Es decir que los directamente excluidos por la lógica del sistema, los que se quedan sin trabajo, o los que se quedan sin tierra, o

dan cuenta?

Entonces vean a los cinco movimientos que mencioné, y que son el movimiento de unos campesinos brasileños que son los 'Sin Tierra', pues ellos no tieneÍ tierra, y así ¿cómo pueden afectar el mecanismo productivo? O los piqueteros argentinos, que es el movimiento de los desocupados, es decir de los sin trab^lo, y ¿cómo pueden afectar el mecanismo

productivo personas que no tienen trabajo? O los movimientos que se desarrollan en Bolivia, en Ecuador y en México. En México en el origen, pues ahora cambian las cosas con La Otra Campaña. Pero todos estos eran movimientos de los indígenas, es decir, como lo han dicho los propios compañeros neozapatistas, de los que no tienen ni ciudadanía, ni derecho, ni reconocimiento a su cultura, ni a su identidad. Son los sin cultura, sin identidad, sin reconocimiento ciudadano, y a veces hasta los los niños mueren sin haber sido registrados, así que no existen ni siquiera para las estadísticas de los países de América Latina. Y antes los indígenas valían solamente en su condición de campesinol pero nunca en su condición de indígenas. Y si eran campe-

sin existencia, ya que

a veces

los excluidos por el sistema Porque no puede integrarlos en el proyecto de la modernidad dominante, es decir las dignas comunidades indígenas de Chiapas, y las dignas comunidades indígenas de Bolivia y de

Ecuador, son los que están protagonizando las nuevas revueltas en contra del sistema, los nuevos movimientos antisistémicos, y esto me parece que es fundamental. mo¿Qué es lo que defienden todos estos

vimientos? Defienden una modernidad postcapitalista, una modernidad anticaPitalista, sea porque al ser excluidos de la modernidad capitalista no pueden afirmar su ser más que afirmando una modernidad que sigue estando fuera del sistema, o porque, como en el caso de los indígenas, lograron de manera exitosa y durante quinientos años, desarrollar su propio Proyecto de modernidad, una modernidad de r¿sistencia, que en los últimos treinta años se vuelve una modernidad que ya no es sólo de resistencia, sino una modernidad ahernatiua al capitalismo. Los indígenas mexicanos, y bolivianos, y ecuatorianos, no son premodernos, no son arcaicos, no son resabios del pasado precapitalista, sino que son modernos

bajo su propia vía, qu€ es una modernidad de resistencia a la modernidad dominante barroca, que se ha desarrollado en América ¡o%

'lzs1 orlsHrr


ContrahistoriaC. v--ñ-J Latina, y que Bolívar Echeverría ha estudiado de una manera magistral. Esa modernidad de resistencia, después de 1968, se vuelve una modernidad alternatiua al propio capitalismo. Y sólo llamo la atención sobre el hecho de que esta condición de exclusión es la misma que empieza a darse en los países centrales, y vean cómo esos países centrales ahora imitan a los países perifericos. ¿Quiénes esrán protagonizando la protesta central en Estados Unidos? Los migran_ tes. El movimiento de los migrantes, no sólo mexicanos sino de toda América Latina, ha desarrollado las protestas más importantes

dentro de Estados Unidos en el último dempo. ¿Y quién desarrolla ahora la proresra antisistémica en Francia? Los habitantes de los

suburbios, los excluidos por razones y crirerios puramente raciales y racistas, la gente que

vive en los suburbios parisinos, y que no es integrada en el trabajo sólo por su condición de ser de origen árabe, o de origen turco, o de origen argelino o senegalés, etcétera. paso ahora al tercer punto. Si ahora acercamos un poco la lente, aparece una pregunta que debemos seguirnos planteando, y que creo que nos acosa rodavía a todos: ¿por qué el impacto mundial del neozapatismo mexicano? qué el valor uni¿Por

uersal de muchas de sus lecciones tales? Y creo que si vemos

fundamen-

con más cuidado la

etapa que va desde 1968 hasta ho¡ podría_ mos decir que ella, a su vez, se subdivide en dos etapas. Pues se trata aquí de un proceso

complejo, ya que no debemos creer que los movimientos antisistémicos se acostaron el 3l de diciembre de 1967 siendo uiejos movimientos antisistémicos, y el primero de enero de 1968 se levantaron siendo los nueuos movimientos antisistémicos. procesos así, son procesos que se van dando lentamente, du_ rante años y lustros.

Así que diría que hay una clara etapa de transición de los movimientos antisistémicos,

en México, en América Latina y en rodo el mundo, que va de 1968 hasta 1994. y aquí naturalmente se mezclan los rasgos, en donde decaen esos viejos movimientos antisisrémicos, y en donde empiezan a colapsar las viejas organizaciones de la izquierd a pre6g, y al mismo tiempo, empiezan a emerger lentamente los nuevos movimientos antisisrémi cos y las nuevas izquierdas posr68. En México lo vivimos muy claramente: el viejo movimiento obrero empieza a colapsar después del 68, a la par de que se relanza el movimiento campesino, y que empiezan a aparecer movi-

mientos feministas, urbano-populares, estudiantiles, indígenas, a todo lo largo de nuestro propio país, y que se da esta mezcla en la que una vieja izquierda y un viejo movimiento obrero decae, mientras una nueva izquierda y un nuevo conjunto de movimientos esrán surgiendo lentamente. Y creo que esta erapa se acaba, a nivel planetario, el primero de enero de 1994. y naturalmenre hablo de esta última fecha otna vez como una fecha simbólica, y no

literal o cronológica. A partir del primero de enero de 1994, comienza el ciclo de la protesta antisistémica que estamos uiuiendo ahora mismo, y con ello sólo repito lo que acaba de decir Immanuel

\Tallerstein: el ciclo de la protesta anrisistémica planetaria que hoy vivimos comenzó el primero de enero de 1994, pues son los neozapatistas los que le devolvieron la esperanza a la izquierda mundial, y a los movimientos anrisisrémicos de todo el planeta, después de la cruda que provocó la caída del Muro de Berlín. Se dice fácil, pero no es poca cosa. Thmbién, es gracias a los zapatistas que los

movimientos indígenas, que sin duda ya existían en Ecuador, en Bolivia, en perú, en Colombia, en Guatemala, desde hace igualmente quinientos años, de pronto pasan de una actitud defensiva y de una condición de invisi-

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ilH[L@n-RF-¡ bilización, a una posición ofensiua y de mucha mayor visibilización, y esto gracias al

Y creo que también en México, fue gracias al neozapatismo que todos los movimientos

movimiento neozapatista del primero de enero

sociales en nuestro país comenzaron a reactivarse. No sólo el

de 1994.

Pues

todos esos movimientos indí- ,"Erytgwel Íes pregantarí* ¿Psr qaé Prcd$á.nten* . genas latinoate el.ncazAp*tistxo'l¡A tetcido,este irn4a*a mericanos se hi&nt¿náial? ¿Por qué r*.s l,e*í*aes.tienerl rlg¿chas

cieron presentes, y se volvieron mucho

cional Indígena, y no sólo todo el

movimiento in-

co' slno tam' bién el movi-

más

protagonicos,y emp€zaron a actuar de una manera más ofensiva y hacia adelante, a partir de esa fecha de comienzos de 1994: Y esto abar-

ca a los indígenas ecuatorianos, a los indígenas bolivianos, los indígenas Pemanos, colombianos, guatemaltecos, los que naturalmente tienen como movimientos, gra-

dos distintos de desarrollo, porque tienen experiencias muy diversas.

En Guatemala, por ejemplo, se padecieron décadas de una dictadura milita¡ que arrasó literalmente al movimiento indígena, mientras en Colombia se padece un gobier-

no que es casi peor al de Felipe Calderón. Sobre este punto es difícil polemiza¡ pues tengo una polémica con mis amigos colombianos, si es peor el gobierno de Álvaro Uribe o el gobierno de Felipe Calderón. Yo voto por el de Felipe Calderón, pero ellos siempre votan por el de Uribe, y creo que es una de polémicas difíciles, porque es claro que los compañeros norteamericanos dirán que sin duda alguna George Bush Jr. es Peor, y luego los españoles dirán que Aznar fue diez esas

veces peor,

Congreso Na-

y los peruanos dirán que lo

es

Fujimori, y por ahí nunca vamos a terminar. Así que es claro que hay condiciones diversas, pero sin embargo, creo que esta nueva visibilidad de los movimientos indígenas, y en general el nuevo protagonismo de los movimientos antisistémicos de Amé-

rica Latina, se deben también en parte al n€ozaPatismo.

¿i:i;: :t¡in¿!,¡ ,Jt

{|il, ü;;?

miento estudiantil, el movimiento obrero, el movimiento campesino, todos estos movimientos sociales fundamentales emp€zaron a reanimarse después del primero de enero de 1994.Y no es casual que todos ellos, constituyan hoy el cuerpo fundamental de 1o que precisamente La Ona CamPaña. Entonces les preguntaría ¿por qué precisamente el neozapatismo ha tenido este impacto mundial ¿Por qué sus lecciones tienen muchas veces un valor uniuersaf Y les respondería que tenemos que seguir investigán-

es

dolo, naturalmente, pues les acabo de dar dos o tres ideas al respecto, pero nos faltan muchas más. Y les diré que lo poco que yo sé al respecto, también está en estos libros míos que se titulan Chiapas, Pl¿netaTierra,y Man' dar Obedrciendo, y me disculpo por la autopropaganda, pero es porque allí están mis puntos de vista sobre estos problemas, que no puedo resumir o repetir completamente aquí. Así que concluyo con una idea sencilla, aunque creo muy importante.

En una entrevista, el Subcomandante Marcos dijo, cuando le preguntaron y é1 respondió, él afirmó lo siguiente (ahora, naturalmente, tal vez me va a contradecir y a desdecir, pero entonces él lo afirmó): Manuel Yáaquez Montalb¿ín le pregunta, y entonces él dice: "Vamos a ganar, de eso no hay duda".

Entonces Yázquez Montalbán le comenta 'Pero a ver, explícame un poco, porque entre el perder y el ganar, entre los dos extremos

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t¡z¡z ¡t¡it¿¡i' ¿i¡

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lontrahistoriaC. v---ü J que es el perder y el ganar, hay un territorio muy vasto intermedio. Entonces, cuando dices que van a ganar, ¿a qué te refieres?'Y entonces Marcos responde: "Cuando digo que vamos a ganar, quiere decir que vamos a ganar, porque aunque perdamos, ganamos". Este es un maravilloso ejemplo de lógica dialéctica y oxymorónica, a la que son tan afectos los compañeros neozapatistas. Pues razonaf por medio del oxymorón, es Ia única manera de hacerle frente al caos lógico de

la racionalidad burguesa moderna, entre paréntesis. Pero enronces dice, "aunque perdamos, ganamos". Déjenme enronces rerminar diciendo, mi reinterpretación personal de por qué aunque

mundo enrero, y a los movimientos antisistémicos de todo el planeta, y que el neozapatismo haya hecho visibles y haya impulsado el protagonismo fundamental de todos za al

los nuevos movimientos antisistémicos en América Latina, que es el frente de vanguardia de la lucha antisistémica mundial, y que también el neozapatismo haya permitido volver a retomar la ofensiva a todos los movimientos sociales de este bello país que se llama México, todo esto es algo tan fundamental, que aunque en el futuro inmediato, e incluso en el futuro mediato, pueda pasar lo que pase, en este sentido y sin duda alguna, ya hemos ganado. ¡Gracias!

perdamos, ganamos. Porque el hecho de que el neozapatismo le haya devuelto la esperan-

Tou¡¡o

DE LA REVtsrA

San Cristóbal de Las Casas, 13 de diciembre de 2007.

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www. revistarebeldia.org

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Los hechos dignos de ser recordados y atesorados en la contramemoria de los que no estamos sitisfechos con el mundo actual en el que uiuimos, los docurnentos que a pesar del poder y de la ideología dominante han traspasado la prueba del

olaido, las

y

acontecimientos mernorables en tantt que merecedores de ser incorporados en la única tradición que cosas

reiuindicamos: la tradición de la lucha, de la rebeldía, de la resistencia permanente en contra de toda forma de explztación, de opresión y de dominio. Por eso, esta sección tratará de guardar esos textos y noticias que reclamAmos como dignos de sobreuiuir a las modas y a los eflmeros brillos del momento, al falso protagonismo y a los fuegos fatuos de la gloria fácit y de ta

fo*o

artificialmente creada.

Porque en estL guerra ?errnanente entre el oluido siempre interesado y selectiuo de las clases dominantes, y las clntramernorias populares de las clases subahernat Contrahistorias apuesta sin dudar en esta suerte de Apomnemoneúmata periédica, por el rescAte y la conseruación de dichas contramemorias de la inagotable y siempre uiua cubura popular.

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.D 'W¡roo Leo FurNr¡s

ENTREVISTA

#.

A GII-NNRN MNUNO

Situación 1 perspectivas [e[ movimiento de fos Sin lÍierra le cBrasif

ffiarB$|f,''.irlt

Estu enneuista fue realizada por Wald.o Lao Fuentes a Gilmar Mauro, Miembro dz la Coordinación Nacional d¿l Mouimiento de los Sin Tierra en Brasil, en septiembre de 2007. El tema que se aborda en ella es el de un baknce general de los resuhados del Quinto Congreso del MST celebrad.o en Brasilia d¿l I I al 15 de junio de 2007. En este balance, llaman Ia atención alguna.s tesis a las que ha llegado ahora el MST y que se Acercan muclto a uarios planteamientos importantes que La Offa Campaña ha estado planteando también para el caso de Ia situación mexicana. Lo que d.emuestra cómo los mouimientos genuinamente antisistémicos d.e América Latina uan caminando por uías similares, aunque siempre espectficas y singulares, según sus respectiuos contextos nacionales particulares. Rescatamos entonces esta interesante enneuista para los lectores de Contrahistorias. La traducción del porngués al español, es obra de Carlos Antonio Aguirre Rojas.

\W¡roo Leo Fu¡NrEs:

mil trabajadores

Agraria, con Gilmar Mauro, de k Coordinación Nacional del Mouimiento de los Sin Tierra de Brasil. Gilmar ¿podría usted hacer para noso-

vo era organizar un debate político,

Estamos en el Seminario sobre /a Reforma

tros un diagnóstico de lo que significó el

Quin-

to Congreso del Mouimiento de los Sin Tierra (MST)?

Gnv¡n M¡uno: El Quinto Congreso fue uno de los mayores Congresos desarrollados en la historia del Brasil, porque logró reunir más de diecisiete

!,2

¡¡:,:

¡t:irc¿*¿*

de todo el país. Y el objetiacerca

de varios temas que tienen que ver con la cuestión de la reforma agraria, pero que no se reducen simple y exclusivamente a este tema de la reforma agraria. fuí que intentamos también hacer un diagnóstico interna-

cional del capitalismo, de la actualidad, y también un diagnóstico sobre el Brasil actual. Discutimos igualmente la cuestión de las alianzas, y lo que serla un prográma de reforma agraría para la actualidad; discutimos sobre los desaÍíos del Movimiento de

l-* '1T;";%

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ni::t¿ir¿ ¡:!t t,iro


fontrahistoriaC. V +J

los Sin Tierra (MST) en el próximo periodo, desde el punto de vista interno, desde el punto de vista organizativo, pero tarnbién los desafíos frente a la sociedad brasileña. Y

al mismo tiempo, definimos las orientaciones políticas para el MST en el préximo periodo. Además de todos estos contenidos planteados, es obvio que el Congreso es también un momento de confraternización, un momento en que toda la militancia del MST se reúne, festeja, en fin, intercambia experiencias, y al mismo tiempo, participa de

ria en el contexto político que es el de una cierta lucha de clases, y de una lucha contra el latifundio, pero también, en contra del poder político brasileño, en contra de su estructura política, y por lo tanto, plantea la cugstión del cambio de esta estructura de poder, como una forma, inclusive, de ser capaces de llevar a cabo esta reforma agraria.

En mi opinión, esto es un salto político cualitativo bastante importante. Y el tercer elemento de diferenciación más

importante, es el reconocimiento explícito

ciertas actividades de lucha, como fue el caso

de que nosotros solos no vamos a poder en-

de la Marcha que ocurrió durante el transcurso de nuestro fropio Congreso. En resumen. fue uno de los mayores y más importantes Congresos de toda la historia del MST.

frentar estos problemas. Para poder confrontar al gran capital, para enfrentar al poder político de la clase dominante, es necesario cónstruir alianzas con otros sectores de la clase trabajadora, es necesario dialogar con

\l¡r-oo L¡o

la sociedad, principalmente, para que esa sociedad pueda también entender por qué

¿Cuál

es

tre este

FuBNr¡s:

la diferencia que usted encuentra, en-

Quinto

Congreso

y

los

cuatro Congresos

anteriores?

Gnv¡n Mauno: Creo que la primera diferencia es el número, que es la expresión de ún crecimiento de su capacidad organizativa, aunque debemos

decir, de paso, que a pesar de todo es todavía pequeña. Reconocemos nuestros límites

frente a las demandas y a los desafios de la cuestión agraria en Brasil, es decir, que somos todavía un movimiento social pequeño, que necesita crecer mucho más. Pero el Congreso es ya el reflejo de este crecimiento, en relación a los Congresos anteriores. Encuentro también una cierta maduración política, en el sentido de entender y

preciso cambiar la lógica del sistema, por qué hace lalta cambiar a ese sistema entero, y dentro de esos cambios, llevar a cabo los es

cambios en la agricultura, y también otro tipo de reforma agraria, otro modelo de producción agrícola. Entonces, creo que esos tres aspectos definen la importancia de nuestro Quinto Congreso.

'$l¡roo

I-,qo FuEur¡,s:

En rel¿ción con la coluntura internacional, que usted mencionó, hay una cosa que me llama

k

! que en este Quinto Congreso, el Subcomandante Insurgente Marcos enuió una atención,

es

carta de apoyo al MST ¿Cómo ue usted k integración del MST con otros mpuimientos de América Latina?

superar una visión de la reforma agraria, que

no era hegemónica dentro del MST, aunque estaba presente en su seno, )¡ que iba en el sentido de creer que era posible llevar a cabo una reforma agraria al estilo clásico. Enron-

el MST supera definitivamente esa visión, y ubica a la reforma agraces, encuentro que

!::

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n;!ti¿: i!.

í:i!a "'iüTt

Gt¡¡¡n M¡uno: Una de las cosas que el MST priorizó siempre, y que siempre tuvo como uno de sus principios, fue la de buscar formas de cons-

truir modos

de articulación política con otras

organizaciones,sociales, no sólo de América

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.'-.

metuhrrtili^.":

Latina, sino de todo el mundo. Acabo de volver de un viaje a Corea, en donde hace poco más de un mes estuvimos con varios movimientos sociales, movimientos no solamente del campo, y en donde intentamos ayaÍzar en el fortalecimiento del grupo Vía Campesina a nivel internacional. Ahí observamos que los problemas de los campesinos,

en todo el mundo, son muy parecidos, son

muy similares. Los enemigos son comunes, y por lo tanto, el enfrentamiento con esos enemigos comunes exige el desarrollo de acciones comunes, también en escala interna-

cional. Y en América Latina, hemos visto también el fortalecimiento de ciertas organizaciones campesinas, como la de los zapatistas, ya que dos meses atrás se llevó a cabo una reunión, allá en San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, en la que compañeros del MST, y también del grupo Vía Campesina internacional, tuvieron una reunión con varios comandantes del movi-

miento zapatista, Estas son aproximaciones muy grandes con los zapatistas, y con el grupo de Vía Campesina. Pienso que hay un gran desafio en las próximas etapas, que es el de construir cada vez más puentes comunes, el de fortalecer los espacios de articulación internacional, porque nunca estuvo tan en la orden del día aquella frase con la que termina e\ Manifesto del Partido Comunista, de que los trabajadores del mundo deberían de unirse ¿no es así? Pienso que para enfrentar al capital y a su lógica, en la actualidad, hace falta que la gente se unifique en los movimientos, y que lleve a cabo luchas comunes, porque si no, vamos a tener cada vez menos posibilidades de éxito. Esto vale tanto para el movimiento campesino, como para el movimiento pro-

letario er, general. Solamente para da¡ un ejemplo, en el caso de las grandes fábricas, cuando acontece una

huelga en un país, lo que hacen las grandes

!;i ci;z i,itadi¿rf ,.1%

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empresas trasnacionales es deslocalizar Ia producción hacia otro país, y esa es la idea del banco de horas, en el cual obligan a los trabajadores de un cierto luga¡ a que produzcan más en otros países, lo que implica que Ia huelgava a tener dificultades para afec-

tar de una manera efectiva al sistema productivo. Porque los trabajadores en orras partes del mundo están produciendo aquello que no se está produciendo, en un momento dado, en la industria local de los trabajadores que están en huelga. Entonces, cuando la huelga es derrotada, el trabajo va a redoblarse, y los trabajadores huelguistas van a tener que compensar todo el tiempo que mantuvieron parada la fábrica. Por lo tanto, la carga del trabajo va a aumentar, incluso con el riesgo de Ia pérdida del empleo. Situaciones como ésta, colocan al movimiento sindical, al movimiento de la clase trabajadora, frente al desafto de la articula-

ción política y del desarrollo de luchas en escala internacional, inclusive, para poder ayanzar desde el punto de vista económico,

y mucho más, para

avanzar también desde

el punto de vista político.

tülaroo L,qo FupNr¡s: Uted habló d.e nueuos desaflol ¿Cómo se da ahora Ia relación del MST con el Estado?

GIlv¡n M¡uno: El Estado brasileño, y el Estado en rérminos generales, en la mayoría de los países es un Estado capitalista, y por lo tanto, es enemigo de la clase trabajadora. No existe ninguna perspecdva de que la gente pueda avanzar demasiado, bajo la lógica y bajo el comando de este Estado burgués. Enronces, nosotros no tenemos ninguna duda de que el combate frente a ese Estado es un combate político, y es un combate permanente, que depende no solamente de nosotros, sino también de las articulaciones y alianzas políticas

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!j!!¡. #:;r;i¿io i,e {:iir}


ContrahistoriaC ---ü--s

con otros secrores de la clase trabajadora. En nuestra relación con el gobierno, noso-

ción y mediante la lucha, que nosotros hemos podido conquistar lo que renemos. pero es también a trayés de éstas, que nosotros formamos a muchos de los militanres, para que se eneu€ntren preparados frente a los

tros tenemos el principio siguiente: vamos a a seguir haciendo ocupaciones de derra, vamos a continuar organizando a los trabajadores y haciendo marchas, y llevando a cabo luchas, y reivin-

continuar luchando, vamos

desafíos, y para que sean capaces de llevar a MSI y de la lu-

cabo el fonalecimiento del cha de clases en Brasil,

dicando la reforma agraría, y avanzando en aquello que nosotros podamos, en las conquistas económicas, en la mejoría de las condiciones de los créditos, en la mejoría de las

S7¡roo Lao FuEur¡s: ¿Cuántos militantes son hoy parte det MST?

condiciones de la infraestructura de los Asentamientos. Todos estos elemenros, han sido

Gnu¿¡. M¡uRo: muy dificil precisar esro, porque renemos militantes de tiempo integral, y militantes de tiempo parcial. Tenemos también mili-

los elementos de nuestro patrón de compor-

Es

tamiento económico, y por lo tanro, vamos a seguirles dando continuidad.

Al mismo tiempo, vamos a desarrollar acciones políticas, gue hemos estado articulando en conjunto con otros sectores, en contra del modelo económico y en contra de la actual política económica. Pero fundamentalmente, junto con otros sectores, vamos a desarrollar una esüategia común. Pienso que es extremadamente urgente, y que es una cuestión que se plantea en la actualidad: el debate acerca de la construcción de esa es-

trategia común, para la confrontación en contra del Esrado. inclusive, como una condición para la propia realizaciónde la reforma agraria. Desde nuestro punto de vista, nosotros no vamos a poder llevar a cabo la reforma agraria solos. Hace falta alterar la actual esrructura de poder, es necesario modificar el actual esquema de la correlación de fuerzas políticas de la sociedad brasileña. Y esa modificación,

sólo sucederá como fruto de una reiterada lucha, y de muchos enfrentamientos. Entonces, no tenemos ninguna duda de que cual_ quier conquista, incluso de tipo económico, tendrá que estar mediada por un fuerte con-

flicto social. Conflicto social, no porque nos guste a nosotros por sí mismo el conflicto, sino porque es sólo mediante la confronta-

a;i ri :.?

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tantes que ya están asentados, ubicados en los Asenramientos del MST qn. están pro-

duciendo, y gue además de cuidar su producción donan parte de su trabajo para la militancia. Podrlamos decir que los diecisiete mil militanres que estaban en ese Quinto Congreso, son parte del MST. Algunos de ellos de tiempo integral, aunque la gran mayoríasólo una parte del tiempo. Como el MST no tiene afiliados, no renemos nosotros un padrón o catdlogo de nuestros militantes, Aunque pienso que existen mucho más que estos diecisiete mil, si nosorros consideramos a todos aquellos y aquellas que, dentro de los Asentamientos, desarrollan actividades en el campo de la educación, de

la salud, de la producción, en fin, en todas las áreas del MSI lo cual haría que \legáramos a una cantidad mucho mayor que esa cifra de los diecisiete mil.

\l¡roo L¡o Fu¡Nr¡s: ¿Cómo se da ese proceso de ocupación de los Asentamientos?

Gu¡¿en MauRo:

ElAcampamento

es una forma de lucha, una forma de presión. Pero es ahí que esrá el pro-

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l::;-j :._ n t * m qt

*¡ili+ ji

tro de los Asentamientos, los Cursos

blema, incluso una de nuesras conrradieciones. Es una forme de presión frente al Estado, para que el Estado lleve a cabo la expropiación. Porque el Estado tiene que cumplir con la legislación, y la legislación establece

se desarrollan normalmente en áreas de los Asentamientos, y es algo que

no se contabiliza, porque en verdad, los Cursos de Formación implican la alimentación, la estadla, que no es contabilizada, y el propio transporte regional, que se hace viable de distintas maneras. Entonces, si tomamos el conjunto de las actividades del MST, calculamos que el ochenta por ciento de esas actividades es financiada por la propia base, es decir, es autosustentada, mientras un quince por ciento de los recursos son de aliados, como los Sindicatos, la Iglesia, o incluso algunos Convenios con el gobierno, y otro cinco por ciento proviene de la ayuda internacional, de los amigos del MST en Europa, en Estados Unidos, de algunas Agencias y de algunas Organizaciones No Gubernamentales que financian actividades específicas del MST. Entonces, en general, nosotros pensamos que podemos contabilizar el financiamiento de esta forma.

eso

no sucede si no es mediante la presién. En la medida en que el Estado lleva a cabo la visi-

ta, y comprueba la improductividad de la tierra, entonces se instala un proceso expfopiatorio, y ese proceso expropiatorio puede llevar entre nueve meses y muchos años, depende de cada caso, y depende también de la presión política que se ejerza, de las complicaciones jurídicas, en fin, lo que puede llevar hasta cinco o seis años para ser expropiada un área. Y en la medida en que el Estado expropia, el poder judicial tiene que emitir un cerdficado de posesión, lo que normalmente acontece después de ese enfrentamiento jurídico, y de una gran presión política. En la

medida en que eso se logra, el Estado toma posesión del área y puede proceder al asentamiento de las familias, lo que nosorros llamamos el Asentamiento, diferente del Acam, pamento, y que es ya un asentamiento definitiuo de las familias, después de que se lleva

todo

\f¡r,oo L¡,o FurNrss: Esas contribuciones

dez. ¿Podría usted hablarnos un poco respecto de esta Escuek?

ese

Grr-rr¡¡¡. M¡ur.o:

de los créditos iniciales, y la liberación de los créditos para la producción.

La Escuela es un gran sueño, un proyecto que no es solamente nuestro, sino que es de toda la clase trabajadora. Entonces, es una construcción que el MST hizo, y en la que cada militante dio una cuota de trabajo voluntario para la construcción de esta Escuela. Algunos amigos, como Sebastiao Salgado, Chico Buarque, o José Saramago, donaron una colección de fotos de un libro, que era el libro Terra, que fue un modo de agenciarse recursos, para la adquisición de los materiales necesarios para la construcción de

W¡roo Lao Fu¡Nr¡s: ¿Cómo

se

financia un moaimiento

como el d.el

MST? Grur¿¡n M¡uRo: La mayoría de nuestro financiamienro proviene de los recursos de la propia base del MST. Son actividades aurosusrenradas. Las Reuniones Regionales, las reuniones den-

;

.

ayudaron también para la

construcción de la Escuela Florestan Fernán-

uía crucis jurídico político, y que acontece la certificación de posesión de las familias, y el proceso parala liberación a cabo

de

Formación

que toda la tierra que no cumple una fun,

ción social puede ser expropiada. Pero

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ÉH rjra

'[85]".

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l^ontrahistoria( v___tr_J toda esta Escuela. Pero toda la infraestructura, o más bien dicho, todo el proceso de la mano de obra de la construcción de esta Escuela Florestan Fernández, fue un proceso en el que toda la militancia del MST participó, y que ellos ayudaron a construir. Entonces, la Escuela está dentro de las prioridades del MST, puesto que cumple el papel de un espacio de formación política de nuestra militancia, un espacio de formación política, así que nosotros queremos que

pasado. Cuba cumplió un papel importante, porque es claro que al mismo tiempo que usted hace el Curso de Formación, tiene también oportunidad de relacionarse con varios militantes de diferentes organizaciones de toda América Latina, lo que posibilita el intercambio de experiencias, el conocimiento mutuo, la aproximación, la disolución de las diferentes barreras. Y creo que eso puede ayudar a fortalecer, mucho más, ese proceso

otros sectores de la clase trabajadora brasileña, formen parte también de este mismo es-

otros movimientos sociales, principalmente de nuestro continente. Por eso es que nosotros estamos estimulando y desarrollando este proyecto de Ia Escuela Florestan Fernández. Ahora, en Angola, va a ser creado un Centro de Formación del grupo Vía Campesina para toda el África, una especie de Escuela de Formación, que tendrá la función de formar a la militancia de todos los países africanos. Espero que eso tienda a crecer, y quién sabe si en el futuro puedan fundarse centros similares también en Asia, en Europa, y también en otros dife-

organizativo de articulación política con

fuerzo. El movimiento sindical, el movimiento popular, etcétera, pero también que sea un espacio en el que, dentro de América

Latina, nosotros podamos desarrollar Cursos de Formación, inclusive para fortalecer

aquello de lo que hablábamos antes, las organizaciones sociales, el grupo de Vía Campesina en América Latina. Y con todo esto, dar nuestra contribución también, para formar militantes de otros

movimientos sociales de todo el continente. Ese papel lo cumplieron otros países en el

rentes lugares del mundo.

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.,!) C¡ru-os Ars¡Rro RÍos

Gonprro €.

EI- cRI-TNDARIo DE LA GUERRA EN CHIAPAS lEntrevista a (Ernesto Le[esma

memot*t¡lli*

La siguiente

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una enteuista que Carlos Alberto Ríos Gordillo realizó a

Ernesto Ledesma Anonte, Director del Centro de Análisis Político e Inuestigaciones Sociales y Económicas A. C. (CAPISD, el 28 de enero de 2008. En uista del alarmante escalarniento d¿ Ia uiolencia gabernnmental en contra de las comunidades neozapatistas en Chiapa.s, que presagia tiempos diflciles para el futuro inmediato, Contrahistorias publica esta entreuista, coml un enérgico lkmado de alerta a todos nuestros lectores, para aüuar ! manifestarnos de todas las formas posibles, e impedir y detener esta injusta y brutal agresión cotidiana gubernamental.

PRESENTACIÓN a situación en Chiapas está mostrando signos alarmantes. A casi 15 años de distancia de aquel 1o de enero de 1994, parece que hay cosas que no han cambiado. A diferencia del profundo olvido en el que, para ciertos sectores de la

patistas. Y hace poco, el Subcomandante Insurgente Marcos advirtió que si la embestida prosegula, a pesar de que durante todos estos años el EZLN había mantenido su palabra de paz, los zapatistas se verían obligados a defenderse. Y es por eso

sociedad mexicana, ha caído el proceso de

que, frente al cerco informativo de los

paz (así como el cumplimiento de los

medios de comunicación oficiales y comerciales, que impide conocer Io que cotidia-

Acuerdos de San Andrés), la contrainsurgencia en el territorio zapatista se ha reac-

tivado con tal virulencia, que ésta solo puede ser comparable con la impunidad con la que es ejercida. Cotidianamente, las Junras de Buen Gobierno de los cinco Caracoles han venido denunciando el acoso y las agresiones que sufren las bases de apoyo neoza-

!¡ ú¡t,- t;¡i*t¿!s"'r ,-tir"

namente se está viviendo en territorio zapatista, destaca la labor del grupo de observadores y analistas del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas, A. C. (CAPISE), Centro que a través de los Informes que publica regu-

larmente, ha ido documentando y analizando, día a dla, las modalidades de esta

ulTij''

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fontrahistoriaC. v ___h_J reciente e injusta ofensiva del ejército federal en contra del EZLN. Esta enrrevist a, realizada

aJ,

compañero Er-

nesto Ledesma Arronre, Director del CAPI-

SE, muestra lo que ahora mismo esrá sucediendo en Chiapas, dándonos a la vez elementos para pensar en los enormes riesgos de un posible y dramático escenario futuro, que todavía hoy podemos impedir.

Al¡¡nro

camente están legalizando el despojo de las tierras que pertenecen a las bases de apoyo zapatistas. Este despojo, que es de miles y miles de hectáreas, se concentra par-

ticularmente en Ia zona Selva, (con más de 500 mil hectáreas), también conocida como la zona lacandona. En parte de la zona Norte y en la zona Akos, la embestida está más enfocada a la función de los grupos paramilitares y a su articulación con el ejército mexicano.

*@* Canlos

paramilitares. Estas instituciones, prácti-

RÍos Golpl-r-o:

El l6

de diciembre del año pasado, el Subcomandante Insurgente Marcos aduirtió que

la situación actual en Cbiapas es, en cierto sentido, como la de los primeros días de enero de 1994. De acuerdo con los informes que

el CAPISE ha

estado dando a conocer respecto de las agresiones que día a día sujien

las comunida¿es zapathtas, ¿cuáles son los principales problemas que se registran en las comunidades bases de apolo / en los cinco Caracoles zapat^tas?

EnNesro L¡o¡srr¿a AtRoNrr: En principio, nosotros estamos haciendo un monitoreo y una revisión constante en las zonas Norte, Altos y Selva, del territo-

rio indígena de Chiapas. Dentro de las embestidas que nosorros estamos identificando, una tiene que ver con un reposicionamiento de las fuerzas armadas, parricularmente del ejército mexicano, y con la reactivación de grupos paramilitares. Offa, con la legalización del despojo de tierras a través de las instituciones agrarias, particularmente la Procuraduúa Agraria y la Secretaría de la Reform a Agraria, que han estado titulando y escriturando la tierra recuperada por el EZLN en 1994, en favor de otras organizaciones indígenas, conrrarias al EZLN o pertenecienres a grupos

Cenr-os AlgERro RÍos GoRoruo: La segunda pregunta es sobre el reposicionamiento de las fuerzas especiales en Chiapas. ¿Cómo se explica Ia redefinición de la lógica de operación del ejérciro federal, en términos de medidas contrainsurgentes? ¿Cuál su objetiuo? En

Npsro Llo¡srr,rR

es

Amoxr¡:

En lo que corresponde a la investigación de campo, nosotros vemos que se retiró cantidad de fuerzas del ejército federal, y lo que entró fue calidad de tropas. Prácticamente, todo el territorio indígena de Chiapas fue ocupado por unidades militares de elite. Y aunque nosorros contabilizamos el retiro de rreinta campamentos militares, que estaban apostados de manera permanente, lo que en verdad sucedió es que en un campamento militar, en donde antes había una unidad militar de combate, ahora hay dos, y ambas son de fuerzas especiales (esto no es en todos los casos, pero sí en la mayoría de ellos). Por eso, la distribución de las fuerzas armadas en el territorio indígena corresponde a un posicionamiento bajo lógicas de guerra regular e irregular. El Manual de Operaciones en Campaña de la Secretaría de la Defensa Nacional, dice que hay una división territorial en tiem-

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pos de guerra, y otra división territorial en tiempos de paz. Entonces, cuando hay una división territorial en tiempos de guerra, el Manua/ dice que se tienen que conformar "teatros de operación", en los que

haya una "zona del frente", una "zona de retaguardia", y una"zota del interior". La "zona del frente" es donde van las unidades de combate, y lo que le llaman la"zona de retaguardia" es donde van las unidades

que dan apoyo de tipo administrativo a esas unidades de combate. En otro Manual, se especifica que hay que ganar la retaguardia del enemigo. Y cuando tú miras cómo están colocadas las unidades militares en territorio indígena, entonces puedes identificar cuál es la"zona de combate"

corresponde a una lógica de guerra irregular, es decir, de contrainsurgencia. En términos estrictamente militares, de combate, el ejército está listo, pero además desarrolla una estrategia de contrainsurgencia, de guerra irregular, dentro del territorio indígena. Es entonces cuando se reactivan los paramilitares, y éstos, además, se van articulando con instituciones agrarias. Cuanto tú vas tejiendo los vínculos entre las instituciones que ahí s€ están involucrando, te queda muchísimo más claro que es lrna estrategia de Estado. Por eso decimos: "la embestida del Estado mexicano", porque en el desarrollo de la investigación van apareciendo, prácticamente, todas las instituciones que lo componen.

para las fuerzas armadas, cuál es la "zona del

interior", o cual la "zona de retaguardia",

C¡nlos ALs¡RTo RÍos GoRott-t-o:

e identificar, además, la otra retaguardia: la del enemigo. Entonces ahí van aplicando ese principio militar, que existe prácticamente en todos los países, al que llaman "el yunque y el martillo", y que consiste en ganar la retaguardia del enemigo. Por eso, en términos estrictamente militares, el ejército está listo para

Ernesto, ¿cuáles son los grupos paramilitares que ahora esttín zperando con toda impuni' dad en el territorio zaPatista?

actuar cuando quiera. Y aunque no estamos diciendo que ya tenemos los suficientes elementos para decir: "Yava a pasar", lo que si señalamos es que está listo para actuar en

cuanto

sea necesario.

Esta lógica militar, este reposicionamiento del ejército, estuvo acompañado con la reactivación de los grupos paramilitares. En el terreno de las organizaciones de derechos humanos, hemos hablado por largo tiempo de la estrategia de contrainsurgencia, de la guerra de baja intensidad y de la guerra irregular. Lo que estamos diciendo es que el ejército tiene ahora, en posicionamiento táctico militar, una distribución que corresponde a una lógica de gr¡erra regular, mientras que su activación

o"'sH

EnNnsro LBor,slte Anto¡tt¡: Hay un grupo predominante, que por sus siglas es llamado OPDDIC, cuyo nombre completo es "Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos". Esta organización nació al igual que"Pazy Justicia'. Tiene un registro de Asociación Civil, y de hecho, se presenta como Organización No Gubernamental, como ONG, aunque en realidad es una organización social y no una organización civil, como es una ONG. Tiene una base política, y ésta ha estado firmemente respaldada por el Partido Revolucionario Institucional. Cuando nació "Paz y Justicia', su fundador era un diputado local priísta, llamado Samuel Sánchez Sánchez, y fue respaldada y cobijada por el entonces gobernador (aunque pareciera que todavía lo es) Roberto Albores Guillén. O sea, nació en 1998, cuando fue el desmantelamiento de los MuniI'/ oe

"[Bel'

:


ContrahistoriaQ v____ü_J cipios Autónomos, y nueve o diez años después ya se había expandido como un tumor, haciendo merástasis en el rerritorio indígena. ¿Cómo se fue expandiendo?

volver a aparecer. Esos también están ahí, pero es muchísimo más dificil lograr identificarlos. Son clandestinos, pues. Y los que son públicos como "OPDDIC" y "paz y Justicia" son semiclandestinos, y dan otra

Pues porque las instituciones agrarias, Ia procuraduría Agr aria y IaSecretaría de la Refor-

cara, muestran oüo rostfo. Básicamente esros gnrpos son los que no-

maAgraria, le fueron titulando las derras recuperadas por las bases de apoyo zaparisras,

sotros vemos que están operando. Pero,

o de otras organizaciones indígenas, y así fue

cobrando peso. Si a la OPDDIC le quitas el respaldo de las insdtuciones agrarias, del ejército, y de la seguridad pública en los tres niveles de gobierno, el federal, el estatal y el municipal, simplemente se desvanece, pierde toda su fuerza.Ahora, no roda la OpDDIC es paramilitar, pero sí sabemos que algunos de sus dirigentes, de quienes conocemos sus nombres completos y direcciones, son paramilitares. Tambi én hay comunidades o poblaciones que ni siquiera saben qué carajos es la OPDDIC, sino que sólo saben qué es lo que ella les ofreció. porque, por ejemplo, les ofreció tierras, o despensas, u otras cosas. Pero ese grupo para_ militar es uno de los más activos que existen hoy en el en el ¡erritorio indígena del estado de Chiapas. "Paz y Justicia" aparece, desaparece y sigue en la oscuridad, en la penumbra. De ahí que nosorros identifiquemos grupos paramilitares clandestinos y grupos paramilitares semiclandestinos (como "paz y Justicia", y como Ia "OPDDIC"). Incluso tienen registro de Asociación Civil. El gobierno públicamente les da ,...rrror, y.rro

no es ningún secrero. El perfil que manejan es el de presenrarse como civiles y pacíficos. Éstos, insisto, no todos, lo, id.rrtificamos como grupos paramilitares semi-

clandestinos. Hay otio, grupos, como "Máscara Roja" y "Los puñales" que de

pronto aparecen, y pueden desaparecer unos cinco o seis años, para dempo después,

mientras "Paz y Justicia" sigue teniendo cierra presencia, la de la "OPDDIC" se disparó. Sin embargo, aunque ahora parece que ésta última tiene pugnas con el gobierno deJuan Sabines, no sabemos si se va a converrir en otra cosa, o si va a seguir operando bajo el

mismo nombre. Es por eso que estamos comenzando a ver algunas señales extrañas y contradicrorias de esros grupos paramilitares, en su relación y vinculación con el gobierno del Estado de Chiapas. Con el gobierno federal Ia relación es estrecha y clara, mientras que con el estatal hay conflictos internos.

Cenlos ALs¡Rro RÍos

Gon¡uo:

¿Cuáles son esos conflictos?

ERN¡sro Lel¡sMe AnnoNrE,: Por ejemplo, la dirigencia anrerior fue perdiendo fuerza, y otros quisieron tomar el poder. La dirigencia de la OPDDIC cambió hace cuatro o cinco meses, y los tres principales dirigenres son ahora de regiones en donde esrán agrediendo mucho a los zapatistas. Por ejemplo, de San Jacinto o poblado de Brasil, en la Cañada de las Tacitas, es

uno. De San Jerónimo Tirlijá, donde estuvo destacamentado desde 1995 un campamento milita¡ que se reriró el año pasado, es orro. Y el otro dirigente es de Peña Limonar, también de la zona Selva, ahí donde fueron las negociaciones de la Secreta¡ía de la Reforma Agrariay de la Procuraduría Agraria con los

lacandones, para la distribución y "regularización" de las tierras.

o$*"u'o¿',' .¡',¡..'.;.t i. " 'tlOl'

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...


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casualmente dicen: "Sí, es cierto". Ahí hay

que el gobierno del Estado de Chiapas ordenó la captura de Pe-

Otro ejemplo

es

varias comunidades indígenas, incluso muchas que ya estaban antes de la llegada de los lacandones (otra discusión es saber si son lacandones o no, aunque este es otro punto). Lo importante aquí es lo que dice

dro Chulín Jiménez, fundador de la OP-

DDIC, aunque el poder que tenía cuando lo agarraron, no era el mismo que llegó a tener antes. Quien todavía tiene un vínculo estrecho con esta organización es Roberto Albores Guillén. Si tú ves a los funcionarios del gobierno de Juan Sabi-

el gobierno. Por ejemplo, en el poblado de Sitalapa, qu€ tiene 2500hecráreas, a los pobladores les dicen: "Les vamos a regula-

rizar las tierras. Total, ustedes nunca han vivido ahí, pues siempre han estado habitadas por los tzeltales". Lo que entonces

nes, puedes observar que prácticamente todos son gente de Albores Guillén. Es ahí donde ves las contradicciones, Porque vemos cómo el gobierno de Juan Sabines, mientras libera a algunos presos zapatistas, apresa a otros. Ahí, en el gobierno de Chiapas, se está moviendo todo. Lo que tenemos

hace el gobierno es que las "regularizan"; expropian las tierras a los lacandones y los indemnizan, pagándoles más de 4 mil pesos por hectárea.

Ars¡R.ro fuos Gonolllo: Otra de las preguntas que quiero hacerte, y

que significa otra de las rnodalidades de la ofensiua en contra de los pueblos za?atista:, es la que se da en el terreno de las "le1u" 1, no la por la uía arrnada. Es decir, ¿cómo se

ha uenido dando el despojo de los territorios zapatistd.s, que el gobierno federal ha estado

forma

de

detetos expro-

?iatorios? En

Npsro Leonslr,t¡. Anr.oNr¡:

Están sobrecalentando el territorio y a los pueblos. La ofensiva se basa en todo el respaldo y el impulso que el gobierno le está dando a toda organización qtte no sea zapatista. El gobierno le está dando respal-

do a casi cualquier organización que

se

deje, o que se preste para el despojo de tierras. En Ia zona lacandona son poco más de 500 mil hectáreas. Los lacandones dicen: "Esta tierra es nuestra", y la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de la Re-

forma Agraria y la Procuradurfa Agraria,

candones, o con alguna otra comunidad que estén afectando, entonces mientras estén afectando alguna comunidad zaPatista, todo se vale. De esta manera, lo que pasa es que si el poblado tenía realmente 2500 hectáreas, inflan la suma a 4500, y ahí metieron ya 2000 hectáreas más, que son tierra recuperada por el EZLN, y que el gobierno está asignando a otros. La consecuencia de esto es que estos pueblos le dicen a los zapatistas que ahora ellos son invasores: "lJstedes son invasores, Porque acá está nuestro tírulo agrario. El gobierno ya hizo de nuestras tierras ejido, y ya entramos al PROCEDE". Y entonces se abre la opción:

js$6¡o

i¡ rtt,:

:¡¿i;ati,t

es

Ias sumatorias, hasta el

CRzu-os

la

que cuando uno ve momento y durante el año y medio que hemos venido documentando esta situación, son dieciocho mil hectáreas las que han "regularizado". Y entonces, se "regularizan" estas tierras en una Mesa de negociación donde no estárr los zapatistas. Sí van con los pobladores de Sitalapa y dicen, "¿cuántas familias son, cuánta tierra es?". Entonces, como son organizaciones que no son zapatistas no hay límites, y como con los únicos que se pueden encontrar son con los propios la-

Lo que sobresale

claro es que en el gobierno del estado el que no manda es Juan Sabines... lo que queremos saber es quién manda.

disjiazando bajo

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ContrahistoriaQ --_ñ-J

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se pasan de este lado, con nuesrra organización, o pasan a ser invasor.r',. E.t" ., una modalidad del despojo. Otra modalidad del despofo es la de los

siguiente paso es la solicitud ante el Tiibu_ nal Agrario, para que se ordene el desalojo forzoso. Mientras, paralelamenta,,n"r,

diendo a las comunidades bases d. "gr.,

fideicomisos. En I995 el gobierno agrupó casi toda la tierra recuperada por el

zapatista, y algunas que no son bases de"poyo apo-

yo, pero que tampoco quisieron ent¡ar a la

EZLN, unas 3 mil hectáreas, en fiáeico_ misos. Y enronces dividió la tierra recuperada en dos paquetes fideicomis"rior, v enlistó el nombre de las familia, ql.r. .."r, los beneficiarios de esto. Los zaparisras dijeron que a ellos no les interer"b" qu.

OPDDIC. Esas son algunas de las modalidades donde nosotros vemos una afectación di_ recra a los pueblos indígenas, aunque ram_ bién hay proyecros carrereros. La construc-

ción de supercarreteras se está haciendo,

los anotaran, pero por ejemplo, organi)^ciones como el CEMPI, que riene una buena relación con los zaparisras, merie¡on los nombres de las familias zaparistas. Pero después el gobierno quiso regulari_ zar estas tierras, para transformarlas en ejido e incorporarlas al PROCEDE. Así que estas I 500 hectáreas fueron convertidas en ejido, y ahí vino el rasuramiento. Si antes eran 547 o 550 familias, ahora son 365 o 200, depende de donde sea el caso. Es un

rasuramiento de cientos de familias que han quedado fuera. Son enronces los de la OpDDIC o los de la'ARIC Unión de Uniones', los que han sido favorecidos con la tierra. y en_ tonces los de la OPDDIC muestran los

títulos, y dicen que todo aquél que esté dentro de estas 1500 hectáre"r, ,i .o ,. pasa a sus filas, se convierte en invasor. Entonces vienen las agresiones, los hostigamlenros, amenazas, disparos, heridos, privaciones ilegales de la libertad hacia los compañeros. Y además, a las comunidades bases de apoyo les meten denuncias penales, acusándolos de robo, de daños en propie_

dad ajena, erc., mientras que por.l otro l"do meten la denuncia al tribunal agrario, para solicitar el desalojo forzoso. E.rto.r..., .r,"rrdo la tierra recuperada por el EZLN se con_ vierte en ejido, en ese momento se concreti_ za el despojo legal de rierras,

i

y

después, el

+i::; ::;ir::i¡¡ tj:: i.'jl;¡

supuesramente, para poder desarrollar los proyecros ecoturísticos en la reserva de la Biósfera de Montes Azules. para esros proyecros, por ejemplo, piensan desalojar a las bases de apoyo que se encuenrran en las Cascadas de Agua Azul. A esto obedece el encuentro que hace unos días tuvo Felipe

Calderón con Juan Sabines,

.., doná.

abordaron el megaproyecto de desarrollo turístico de Palenque, Agua Azul, la auto_ pista de San Cristóbal a palenque, cuyos trazos pasan por cientos de comunidades sin que existan indemnizaciones. Lo esta_ mos viendo con los tres tramos carreteros que están haciendo en la zona Selva. Las constructoras pasan encima de lo que sea, sin pedir permiso y amenazani.,¡Vamos a pasar!" Esto lo hacen porque van cusro_ diadas por integrantes de la OpDDIC, o de la 'ARIC Unión de Uniones,', que es_ tán armados con machetes. Este es un daño concreto al territorio, que viola el marco de los derechos colecrivos de los pueblos indígenas, y que forma parte de "rrorode las modalidades del despojo q,l."lg.rrr". tros hemos visto. CaRros Are¡Rro Rios Gonollro: Otra de las señales de alarma es este rencomodo de piezas en el gabinete de Juan Sabines, en donde ahora aparecen como funcio_ narios enemigos acérrimos del EZLN. qué

'" 1921"

¿A

.l

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i:

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r:, .t- t l:,:


se debe este reacomodo de piezas? ¿Crees que

prepara una embestida aún malor hacia el EZLN?

se

EnN¡sro L¡p¡sl¡¡ Annowl¡: Sí, sin duda. No podemos dejar de vincular estos movimientos en el gabinete, que consideramos señales importantes, con la inter-

vención de las instituciones agrarias para la "legalización' o "regularización" de tierras. Y no podemos dejar de mirar estos cambios, conectados con la reactivación de grupos paramilitares. Thmbién, no podemos dejar de mirar lo que se va moviendo en el escenario nacional, como el arribo de Mouriño a la Secretaría de Gobernación, con lo que se va articulando con el gobierno estatal, por ejemplo, las articulaciones de las bancadas del PRI, PAN o PRD en laCámara de Diputados. Lo que estamos observando es la

y a todos los niveles, como en el caso de la Reforma penal. Por eso, nosotros prevemos un escenario muy oscuro para los movimientos sociales y para los movimientos indígenas en México, escenario que en

Chiapas podemos visualizar de manera muy compleja y particular. Rfos Gonorlro: Juntas de Buen Gobierno de los Caracoles zapdtistas informan de abuCRRr-os ALe¡R.ro

Diariamente,

las

sos, agresiones

y hostigamientos hacia las co-

munidades bases de apo1o. Estas acciones guardan estrecha relación con el clima de represión

y degradación de la justicia, que el

Estado Mexicano ha estado empleando frente a todos los mouimientos sociales. En tu

opinión ¿cuál es el escenario que se auecina? posible pensal n0 lrt en un nueuo Acteal, sino en una nueua guerra en Chiapas?

¿Es

excelente relación que tiene el gobierno de

Juan Sabines con Felipe Calderón. Y esto es porque el gobierno de Sabines no se va a confrontar, de ninguna manera, con el gobierno de Calderón; porque le va la vida en ello: le va el gobierno. Por eso va a obedecer las órdenes que le llegan desde arriba, y no se

confrontará.

EnN¡,sro L¡,o¡svl ARroNr¡: Yo creo que esto dependerá de la respuesta de la sociedad civil nacional e Interna-

cional. En el CAPISE nos parece que el gobierno está dispuesto a asumir el costo, dependiendo del costo. O sea, el costo solamente lo puede determinar la sociedad

Estamos atentos y observando. En este es muy fácil dispersarse y alucinarse, o caer en la paranoia. Lo que intentamos es visualizar hechos concretos, hechos que vamos poniendo en un tablero, / cu?rido ves que todo tiene un sentido lógico, avasallador y sorprendente, observamos que se está gestando una activación muy fuerte en contra de los pueblos zapatistas,

civil nacional e internacional, y en esa

y que el gobierno va a intentar imponer

la". ¿Qué señales más fuertes y más claras

un modelo económico a cualquier costo y a cualquier precio. Una señal de eso es, por ejemplo, el caso de Carmen Aristegui. No

queremos?

trabajo

importa sacrificar el raiting, porque

las

ganancias económicas y políticas van a ser mayores. Y eso llévalo a todos los terrenos

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medida es que podemos prever otro Acteal, o mirar algo peor que esto. Porque hay que recordar que 1994 fue brutal, y no sólo lo fue 1997. Creo que podemos concluir esta pregunta, retomando nuevamente el Sentir el rojo que leyó el Subcomandante Marcos, en donde decía: "quienes hemos hecho la guerra, sabemos oler-

Que se haya visto obstaculizada una iniciativa tan importante como la Sexta Declaración de la Selva Lacandona; que el recorrido que la Comisión Sexta del EZLN planeaba hacer por el país se haya visto in-

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(^ontrahistoriaC. v-----r--J

terrumpido, debido a la embestida que sufren los pueblos zapatistas; que el Subcomandante Marcos y el EZLN hayan anunciado una despedida a la sociedad civil nacional e internacional, son síntomas de alarma. Hay que ver que los pueblos zapatistas encendieron otra vez la 'alerta roja', solo que con otra modalidad, pues ahora no cerraron los Caracoles, aunque ellos se guarden y tengan que cuidar a su pueblo. Por eso quedó abierto el "ya vere-

la

tra

miraáz de

Clio 'ü?

mos si nos podemos mirar otra vez". Pero como ya he dicho, el escenario depende de la sociedad civil nacional e internacio-

nal. Eso creemos, eso pensamos... C¡-nros ArspRTo fuos GoR¡ru-o: Ernesto, gracias por esta entreuista trahistorias.

EnNrsro L¡n¡sve ARnour¡,: De nada, compa.

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R¡eu¡r GurrÉnn¡z Acurun f;r

LOS RITNNOS DEL PRCHRTUTI fufte4íones so6re fos caminos de fa resistencia a fa emancipación

tzr*tntire:liti*

É6L

Los ritmos del Pachakuti es el título de un trabajo mds amplio, a ser publicado en febr'ero de 2008, sobre las tansforrnaciones sociales y políticas en Boliuia entre 2000 y 2005, trabajo escrito como Tésis Doctoral por Raqu.el Gutiénez en el Programa de Posgrado en Sociología drt |SCH de la BUAP (2004-2007). Este texto ?resenta, sintéticamente, algunas de las reflexiones incluidas en ese

nterrogarse acerca de las posibilidades de transformación social, desde las luchas que los pueblos indígenas han desplegado en nuestro continente, es un ejercicio necesario y urgente. Sobre todo, porque'en algunos de ellos, especialmente en Bolivia y Ecuador, la contundencia de las luchas de resistencia indígenas y urbano-populares ha impedido, primero, el desarrollo de una parre importante de los proyectos de saqueo, despoio, y privatización de los bienes comunes y de los recursos públicos; quebrando, después y en segundo lugar, por trayectos dis-

trabajo. -

tintos, el formato liberal de la política de la democracia procedimental, anclada en el reconocimiento formal de unos derechos imposibles de eiercer. En ambos países, el movimiento indígena, desde los caminos y las comunidades, cercando las ciudades y bloqueando las carreteras, articuló una poderosísima capacidad social de uetot que ha puesto en jaque, uria y otra vez, Ia implementación de los más escandalosos y de-

predatorios proyectos transnaciónales de expropiación de la riqueza pública y de los bienes comunes.

1

La idea de que los objetivos a través de los cuales se anuda la acción colectiva, en un movimiento social de insubordinación es, arte todo, el despliegue de una capacidad social de ueto, de establecer límites a los planes y proyectos de los gobernantes y firncionarios de corporaciones transnacionales, resulta lértil para comprender el contenido inicial de una acción de confrontación que, ocurriendo de manéra contradictoria, presenta límites. Aunque en ocasiones, como en Bolivia en años recientes, alberga y está preñada de múltiples posibilidades emancipativas. En diversos trabajos, he abordado la discusión en detalle de esta idea, en particular: Gutiérrez, Raquel, "¿Cómo entender el alzamiento social en Bolivia?", en Rebeldia, núm. 13, noviembre de 2003 y "Bolivia: un camino difícil", Bajo el uohán, Puebla, núm. 8.

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f^ontrahistoriaC. v_--r-J En Bolivia, adem:ís, durante las recurrentes oleadas de movilización y levantamiento indígena popular que ocurrieron entre 2000 2005, colapsó bruscamenre el orden del mando político, su sisrema de partidos tradicionales, y una parre del entramado normativo, que ciñen la política a un estrecho espacio de negocios mercantiles y arreglos copulares. Con ello, se abrió la puerta a un extenso y profundo proceso de politización

y

desde abajo, en el que los hombres y mujeres

de los más recónditos rincones del país, organizados de muy variadas maneras, cons-

truyeron espacios de deliberación, participa, ción y decisión sobre los asunros públicos m:ís importantes, desde los cuales se ejercieron y se vislumbraron formas posibles de emancipación social y sustancial transformación política.

Por su parte, en Ecuador, Ias modalidades de participación política, pese a la gran fuerza social desplegada por el movimiento

indlgena entre 2000

y

2002, progresaron

más bien por la vía de la ocupación tendencial de espacios menores de la institucionalidad estatal, lo que a la larga se ha convertido en una fuente inagotable de desgaste y

formación política y social que han brotado desde lo más antiguo, y al mismo tiempo más vital, de nuestro continente: las comunidades y pueblos indígenas. fhl reflexión es urgenre, sobre todo porque en algunas de estas experiencias, como en la actual Bolivia gobernada por Evo Mose va paulatinamente acrecentando una tensión entre las múliples aspiraciones eman-

rales,

cipatiuas, gestadas desde abajo por los pue-

blos indígenas, )¡ el contradictorio formato de una gobernabilidad progresista, qre intenta gestionar desde arriba los complejos antagonismos sociales, económicos y étnicos que quedaron expuestos, al modo de un herida,

durante los años de los levantamientos y movilizaciones más contundentes. Esto ocurre, por lo demás, en un contexto de brutal acoso y rapaz agresión hacia el pueblo boliviano en su conjunto, hacia sus pueblos indígenas, y por supuesro, hacia el gobierno del

MAS, por parte de lo más cínico del poder corporarivo petrolero transnacional, de lo más oscuro del poder estadounidense, y en alianza con las más reaccionarias, racistas, machistas y violentas elites de Santa Cruz, la

hoy

conflicto interno.2

tristemenre célebre región oriental de Bolivia.

Ahora bien, a comienzos de 2008, 14 años después del levanta-miento inicial de las co-

A fin de contribuir a dicha reflexión,

en

las siguientes páginas haré dos ejercicios.

En

munidades zaparisras de Chiapas, y tras el despliegue de un sinnúmero de experiencias de resistencia, movilización, levantamiento e impugnación política, emprendido por diversos pueblos indígenas, en varios países de América Latina, vale la pena volver a reflexionar sobre las perspecrivas de la trans-

primer lugar, presentaré y discutiré lo más interesante del programa de lucha aymma, elaborado en múlriples reuniones y asambleas, comunales y sindicales, anres y

expresa, a

mi juicio, lo más profundo de una

2 I'l curso y las dificultades de las luchas indígenas ecuarorianas, en particular las organizadas en torno a la coNAIE y el Movimiento Pachakuti, puede seguirse en voz de algurios de los protagonistas, en los capítulos sobre Ecuador que recogen los testimonios de Miguel Lluco, Leonidas Iza y Miguel Guatemal, entre otros, conrenidos en Escárzaga, Fabiola y-Gutiérrez,

Raqrel, Mouimiento indígena

en América

I y II, UAM-UACM-BUAP-GDF-Juan

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Latina:

resistencia y

Pablos, 2005

"ü?

duran-

te los Lrloqueos de caminos de 2001. En los documentos elaborados en esa temporada se

y

proyeai alnrn¿tiuo, volimenes

2006, respectivamente.

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t;-:1.. me*<¡tal¿.llla lj

perspectiva de transformación política, económica y social del país, que configura un horizonte d.e emancipación comunitario-popula6 rcnsamente enlazado y claramente distinto, al horizonte nacional-popular3 que hoy marca los pasos del gobierno progresista de Evo Morales. Esto es, ambas miradas no son ajenas ni en sí mismas contradictorias, pero sí son claramente distintas, y se proponen objetivos y avaÍzan por caminos diferentes. Y el contraste entre ellas, se puede paulatinamente conveftir en una confusa maraña de tensiones y conflictos, que contribuya a la debilidad de ambas. En segundo lugar, presentaré una reflexión un poco más general, sobre ciertas dificultades de la perspectiua eman-

cipatoria construida en torno a la noción de autonomía, implícita o explícitamente, por los pueblos indígenas de nuestro continente.

Tnrusronm¡crón porincn DrsDE LA AuroNo-

mh y

LA "otspEn$óN" DEL pctDr,R EsrATAt-:

EL NUDO DE ¡-A PROPUTSTA AYMARA

IX Z(X)I

F;:1

de la reciente ola de luchas, protagonizado principalmente por los hombres y mujeres de las comunidades aymaras asentadas en el departamento de La Paz. Durante ese bloqueo, además, ocurrió el segundo esfuerzo contemporáneo por establecer un cerco a la ciudad deLaPaz, y se consolidó el Cuartel Militar Indígena de Q-alachaqa, en las afueras de Achacachi, capital del mundo aymara, como lugar para la coordinación democrática del enorme esfuerzo colectivo

-en términos de logística, de organización, de movilización humana y de recursos, etc.-, que supone ocupar un amplio territorio cercano a la ciudad deLaPaz, en intermitente enfrentamiento contra las fuerzas armadas bolivianas, y durante más de un mes. Antecedentes inmediatos de este vasto le-

vantamiento son los bloqueos de caminos de abril y septiembre de 2000, con los cuales se consiguieron, básicamente, dos victorias importantes. Primera, detener inicialmente la aplicación, y echar para atrás después, lo establecido en una nueva Ley de Aguas, que en los hechos, abría la puerta a la

Entre junio y julio de 2001, en Bolivia se produjo el tercer gran bloqueo de caminos

privatización y mercantilización del agua en toda Bolivia.a Segunda, detener, en el occi-

.

Lo "nacional-popular" fue estudiado por el sociólogo boliviano René Zavaleta, como el más a la Revolución de 1952. En relación a elio, Zavaleta señala lo siguiente: "El problema que interesa estudiar (...) es el que propone la formación de lo nacional-popular en Bolivia, es decir, la conexión entre lo que \7eber llamó la democratización social y la forma estatal. Con esto, entendemos las pautas de socialización tal como existieron, y sus índices de poder, así como los llamados proyectos de masa. En otros. términos, la relación entre el programa y la factualidad", Zavaleta, René, Lo nacional-popular en Boliuia, Ed. Siglo )C(I, México, 1986, pág.9. Por mi parte, propongo comprender las transformaciones sociales en la Bolivia contemporánea, contrastando la todavía vigente herencia "nacional-popula¡" de las luchas, con otros horizontes "comunitario-populares", visibilizados durante los últimos levantamientos. En la conclusión de este trabaio, abordaré este contraste con cierto detalle. a El bloqueo aymara de abril de 2000, ocurrió simultáneamente en el tiempo -aunquc de una manera separada-, a la mucho más conocida "Guerra del Agua" en Cochabamba, cuando el levantamiento generalizado de la población urbana y rural de ese departamento, obligó al gobierno boliviano a expulsar a la rransnacional Bechrel, que al amparo de la nueva "Ley de Aguas", se disponia a privatizar esre recurso, a lo largo y ancho del valle cochabambino, incluyendo la ciudad. 3

nítido contenido posible de las luchas, principalmente obreras, posteriores


ContrahistoriaQ v J dente del país, el proceso de "contrarrefor-ma" agraria, que imponía un proceso de "saneamiento" de las tierras y territorios comnnitarios, mediante el cual se imponían criterios y racionalidades esratales y tecnocráticas, desplazando el conjunto de acuerdos y

entendidos como el restablecimiento de instancias políticas más abarcativas del pueblo aymara, erigidas en conrra y por encima de la división territorial y política impuesta desde la Colonia, conrinuada durante la República, y aftanzada en los últimos años, tras la

saberes ancestrales que, para la posesión, ges-

reforma municipal de 1995. Ejemplos de constirución, discursiva y prácrica, de los terrirorios del Jach'a Omasuyos y del Jach'a Karanqas,5 como pro-

tión y usufructo de la tierra, existen en

el

tejido comunitario aymara. Así, desde abril de 2000, por todo el altiplano paceño se había visibilizado y reforzado una vigorosa autonomía de facto en comunidades y cantones, bajo la formulación del "saneamienro inrerno" de las ¡is¡¡¿s

es,

Ilmites

a

la ingerencia es-

-s5¡s tatal en asuntos internos de las comunidades-, y libre y ancestral acceso al agua.

Este proceso de lucha, y en parricular, las necesarias coordinaciones supra-comunales para emprender acciones de gran envergadura, como los bloqueos de caminos, por un lado reforzaron Ia esrructura sindical de agre-

gación comunitaria en sus niveles intermedios, y por el otro, habilitaron la tendencial reconstrucción de tejidos y vínculos anti guos, igualmente supracomunales. Con ello, dieron paso a novedosas formas

de unificación y coordinación territorial,

estos esfuerzos, son la

cesos

profundos y aurónomos de reconstitu-

ción de los pueblos indígenas en lucha. En este contexro de insurgencia comunitaria, durante 2001 y en diversas reuniones y encuentros, se fue asentando un "Pacto Intersindical",6 que presentó a consideración públicaydel gobierno, desde el mes de mayo,

un importante "Pliego Petitorio", donde queda claramente expuesra una de |as aer-

y carácter de las reivindicaciones de la movilización campesinatientes del contenido

aymara-popular, que empujaba hacia la apertura de un borizonte de emancipación comunitario-popukx más allá del Estado nacionalpopular. En las siguientes páginas, presenraré brevemente las propuestas y demandas más importantes del pliego, para desarrollar después una reflexión sobre ellas.

5 Para una reflexión sobre el significado de la reconsrrucción del Jach'a Karanqas, conviene revisar la obra de Pablo Mamani, Rugir de las mubitudes. La fuerza de los leuantamientos

indígenas en Boliuia/Qullasuyu, Atrwiyiri-Yachaywasi, La Paz, Bolivia, 2004. 6 El nPacto Intersindical, fue firmado por diversas organizaciones sindicales bolivianas,

y cn el centro de la alianza, la confederación Sindical única de Tiabajadores campesinos de Bolivia (cSUTCB), en aquél entonces encabezada por Felipe Quispe. En torno a ella, los maestros rurales deLaPaz, organizados en la Federación de Maestros de Educación Rural de La Paz, asl como en la confederación de Maest¡os de Educación Rural de Bolivia. Igualmente, se sumaron al pacto los transportistas de la Federación de Tiansportistas Interprovinciales de La Pu, y los trabajadores gremiales de los mercados, comercianres, artesanos, -vendedores trabajadores por cuenta propia, etc.-, organizados en la Federación Departamental de Tlabajadores Gremiales de La Paz. Vale la pena hacer notar que en 2001, en rorno a las iniciativas de las zonas rurales, se plegaron tanto trabajadores urbanos de origen aymara, como maesüos rurales y sectores populares dedicados al transporte, esto es, prácticamenre roda la población trabajadora del área rural, y la que realiza los intercambios entre el campo y la ciuáad. JÉHIJ¡

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ff,ij!¡. *rnrom*irin

El pliego petitorio del nPacto Intersindical) consiste en una lista de 45 puntos, donde pueden distinguirse tanto reivindicaciones al Estado, como propuestas de radical reforma estatal, agrupadas sin ningún orden clasificatorio. Para efectos de exposición, en el presente análisis, voy a reordenar tales puntos en cuatro grandes rubros, dependiendo del contenido de cada uno de ellos. Los cuatro rubros son: a) nmodificacióno de leyes, b) medidas de protección y bienestar social, c) tierras, títulos y deudas, d) varios. En la lista siguiente, incluyo referencias a 28 de los 45 puntos, por ser el resto, o reiteraciones de lo ya contenido, o aspectos de enorme generalidad.

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gestiznar dichos recursos se objetan, buscando que sean subordinadas a otra lógica, a la potestad de las autoridades originarias locales. Estas dos ideas, la de la reapropiación de los recursos comunes, que buscan ser puestos bajo control de los pueblos y de sus autoridades tradicionales, son los dos pilares esgrimidos desde lo más profundo de la lucha autonómica, entendida como forma de ejercicio de la libre determinación por los pueblos indígenas, más allá de la figura del Estado-nación. De ahí, el carácter profundamente emancipativo, no sólo de la rebelión y levantamiento aymaras, sino de la manera de formular sus propuestas políticas.

2. Modificación del Código de Minería. Exactamente la misma lógica anterior en re-

Moornceclót

lación a los yacimientos mineros. En

DE LEyEs

este

caso, además, se establece que el Estado, de

l. Modificación

del texto de la Ley Forestal,

en particular de dos artículos, el 4o y e|32".

En relación a las modificaciones exigidas, en el Art. 4", el reclamo consiste en que se esrablezca explícitamente que nlos bosques y tierras forestales son del dominio originario de las naciones originarias, conforme a su territorio, y del pueblo trabajador, no del Estado boliüano neoliberal actual,. Respecto al Art. 32, lo que se propone es que nlas autorizaciones de aprovechamienro en rierras de propiedad privada, y en tierras comunitarias de origen) deben cumplir con la autorización de las autoridades originarias del lugar, y no sólo con el permiso de alguna comisión estatal establecida para tal fin en la misma Ley. Es d¿cir, lo que se pone a discusión por Ia uía del cuestionamiento de k Ley Forestal, es la impugnación de dos pilares de k propiedad, a saber, primero, las prenogatiuas sobre el dominio y el usufruao de unos bienes que quedan establecidos exPlícitamente como patrimonio común de los pueblos originarios. Y segun-

do, que

las

forrnas instituidas

y

legales

!¡¡ ,;;¡¡¡ t¡iituti¡¡r./"

para

ninguna manera podrá establecer la expropiación de las aguas o la imposición de servidumbres sobre ellas, para abastecer a las actividades mineras, sino que, en el hipotético caso de existir una concesión, el derecho al uso de agua se deberá tramitar con las autoridades originarias. 3. Ley General de Hidrocarburos. Igual con-

tenido que la anterior. 4. Ley de Electricidad, Telecomunicaciones

y otras. Igual que Io anterior, en todo lo relativo

a las

actividades que se realicen en zo-

nas rurales (establecimiento de plantas,

con-

cesión de caídas de agua, etc.). 5. Modificación de la Ley del Servicio

Mili-

militar-,

tar

estableciendo que los -ley conscriptos realizarán el servicio militar en las unidades de sus cantones y secciones, y

que el Ejército no podrá moverlos a orras zonas militares, si no es con aurorización de las autoridades originarias.

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l-ontrahistoriaQ v___tr_s 6. Modificación de Ia Ley de Organizaeién Judicial, para establecer la legalidad de la

justicia comunitaria en comunidades, p¿¡tones, secciones y provincias, "debiendo retirarse, en consecuencia, las autoridades

judiciales estatales".

7. Abrogación de Ia Ley 1008, que controla la "producción" y "comercio" de sustancias controladas, entre las que se incluye ala hoja de coca.

10. Creación de universidades agrarias, y decreto de autonomía para Ia UPEA.7 Expulsión de las universidades privadas y católicas de las áreas rurales, y utilización de esa infraestruetur a para la construcción de centros de enseñanza públicos y laicos. 11, Creaeión del Banco Campesino Originario, para gafantizan créditos de fomento a las actividades rurales. 12. Control campesino y cogesrión de rodos los proyectos estatales para el área rural.

Mrop¡s Y

DE pRortcctóN

13. Seguro de riesgo de cosecha.

SEGUR,IDAI' SOCUII-

8. Implementación del seguro social cam-

14. Creación del Instituto de Urbanismo de

pesino y de otros secrores desprotegidos, que garar'tizaría una jubilación de 850 bolívares

Vivienda Rural

(alrededor de 120 dólares). Además, indican que este seguro "de ninguna manera podrá funcionar en el sisrema de las administradoras de fondos de pensiones, las AFP's". Aluden, para argumentar el punto, a normas vigentes (CPE, Código de Seguridad Social de 1956, e incluso a un Decrero Supremo de 1971, emitido durante el gobieno dz facto del Gral. Pereda Asbún) 9. Implementación inmediata de derechos de maternidad en el campo, entendidos como "subsidios de lactancia" y beneficios colaterales.

T¡¿nnrs, TÍrulos y D¡uons

15, Entrega de casi 4 millones de hectáreas de derras fiscales a la Confederación Sindical Única de Tiabajadores Campesinos de Bolivia y a la Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia "Bartolina Sisa", panla dotaeión gratuita a todos los jóvenes camPesinos, mayores de 18 años, hombres y mujeres. (En el pliego, la redacción de este punto 26- es ambigua. A la letra dice

-el

"Entrega inmediata a la CSUTCB y FNMCB 'BS' de las 3,800,000 has. de tierras

7

En ¡elación con la demanda de autonomla de la universidad pública de El AIto (upEA), en ella se exhibe de manera muy clara la tensión entre la capacidad de auto-organización y autonomla desde abajo, en medio de relaciones estatales marcadas por el colonialismo interno. Son notables los esfirerzos colectivos realizados por ios vecinos y trabajadorss de la ciudad de El pa-ra la construcción de la UPEA, como para asegurar su funcionamiento, acciones que nos hablan de la enorme capacidad colectiva de organización y ejecución, para el logro de propósitos propios. Sin embargo, un punro de conflicto prolundo en El Alto, por aquél enton-

Alto, tanto

ces, era la "Declaratoria de Autonomía" de la propia universidad, esto es, el reconocimienro por parte del sistema universitario boliviano de la potestad de la UPEA de conducir sus propios asuntos. Sobre esto, cfr. Reynaldo Medina, Historia d¿ l¿ UPEA, s/e, El AIto, 2007.

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Y por Decreto Supremo, dotaeión

de tierras gratuita y obligatoria de tierras fts' cales, planificadas y saneadas, a todos los

jóvenes campesinos indígenas originarios, mayores de l8 años, hombres y mujeres".)

16. "Entrega de títulos ejecutoriales a la CSUTCB, de los pequeños prestatarios que fueron condenados en sus deudas hasta 5000 dólares".

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22.Reúro de efectivos policiales de las provineias, secciones, cantones y comunidades, y ofgenizaeiín, en su reemplazo, de guardias municipales y comunitarias Para

la vigilancia. 23. Aprobación de la Ley de las Tiabajadoras del Hogar.

24. Derogaroria del Art. 55 del Decreto Supremo 21060. 25. Rechazo alaLey detansPortes.

Vnnlos 17. Dotación inmediata de sedes sindicales departamentales y regionales a las Federa' ciones afiliadas a la CSUTCB.

mediante le¡

que en 18. Que se disponga lugar de Bolívar y Sucre, en forma obligatoria en los lugares públicos, deben estar nuestros héroes, como Tupak Katari, Bartolina Sisa, Zárate'\7illka, Apiaguayki Tirmpa y otros, según las regiones del país.8

26.Pliego petitorio especlfico del Magiste-

rio, centrado en el aumento salarial. 27.Pliego petitorio específico de los Tiansportistas' centrado en la rebaja de impuestos, mantenimiento de carreteras, control de cobros indebidos, y disminución de las multas "legales", entrega de la gestión de las gasolineras a los transportistas y otros.

de fósiles entregada a una lJniversidad de Florida, EE.UU.

28. Pliego petitorio de los gremialistas, centrado en el rechazo a lo que se conoce como "doble tributación", y rechazo a la intervención municip al, para la ubicación espacial del comercio informal.

20. Elección directa por parte de los comunarios, de los subprefectos y otras autoridades administrativas, sin injerencia

Sin temor a equivocarme, considero que este "Pliego Petitorio" expresa una interesante, variada y compleja, ProPuesta de trans-

19. Devolución de Fósiles: exigencia de que sea recuperada para el Estado, una colección

21. Designación por parte de la CSUTCB, de dos vocales en la Corte Nacional Electoral, y

formación política de Bolivia, una "inversión del orden de las cosas", un Pachabuti' El significado del Pachakuti se abre Paso, de forma tortuosa, en medio de la madeja de

dos vocales en las Cortes Departamentales.

exigencias indígenas y populares que se Pro-

del Poder Ejecutivo.

Nótese que en esra exigencia, de lo que se trata no es sólo de reiündicar la presencia de los héroes propios, sino de conseguir que "todos", esto es, que "los otros", también reconozcan a 8

las figuras que encaÍnan el significado heroico de la lucha indlgena, como figuras legítimas.

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ContrahistoriaC. -___G_J

i) afianzar y consolidar la autonomía local; ii) conseguir mejores condiciones ponen:

de inclusión colectiva en el Estado, por la vía del aseguramienro de ciertos derechos sociales,

y iii) trastocar el orden de mando,

limitando las prerrogativas de decisión del Estado, al sujetarlo a la voluntad directa de las comunidades.

En el Pliego Petitorio

se busca,

básicamen-

te, gue lo de adentro I abajo, es deci¡ los modos comunirarios de deliberación, roma de acuerdos y autorregulación de la convivencia, se coloquen por encima, "arriba y afuera', de lo que tradicionalmente es el orden político: la arquitectura esratal, organizada con base en comisiones de expertos, consultores, funcionarios y ministerios. La reconstirución en marcha de un pueblo indígena, distinguible y auroenrendido como una "nación", a través de los Manifiestos de Achacachi y de otros documentos, no necesita leerse en clave estatal, ni de acuerdo con la argumentación de Ia "soberanla nacional,'. Son las claves de la autonomíay dela emancipación, las que nos permiten entender lo que se pretendía con este cúmulo de demandas

y exigencias.

Lamentablemenre, rales propuestas políticas de fondo fueron presentadas en medio de un "Pliego Petitorio" sindical de Ia CSUTCB y aliados, con lo cual se concedió a los gobernantes, de entrada, el privilegio o la ventaja de negociar en ciertos términos. Es

aquí donde la superposición de niveles de se convirtió en una traba: lo que

enunciación

e

era ante todo una propuesta política de trans_

formación social, pergeñada de manera colectiva y desde abajo, asumía la forma de 'pliego sindical de demandas", por más que Felipe Quispe insistiera, por aquél ..rtorr..r, en que se dialogaba "de Presidente a presidente".e Conviene, por ahora, reflexionar un poco más sobre las propuesras del pliego. En primer lugar, en todo lo relacionado con los llamados (recursos estratégicos), den-

tro de una tradición de pensamiento, o nbienes comunes) dentro de otra tradición diferente. Es decir, respecto de los bosques, yacimientos y zonas mineras, hidrocarburos, in-

dust¡ia eléctrica y de telecomunicaciones, la estrategia de la propuesta es similar, y consiste en: a) rechazar el supuesto udominio> estatalliberal de tales recursos, b) asentar que

el ndominiou es de nlas naciones originarias asentadas en sus territorios, y ndel pueblo trabajadorr, lo que es una inreresanre manera de reconsrruir y dotar de significado al

tradicional concepro de unacióno, que explícitamente deja de ser encarnado por la estructura estatal, y es reemplazado por un enunciado que abarca al conjunto de la sociedad, conformada de manera preponderante por sus habitantes noriginarios) y sus ntrabaladoresu, c) establecer que la decisión sobre el

nusufructoo de los bienes 69¡¡1s¡ss importar si son entregados en concesión-si¡ privada, explotados por el Estado, o por alguna s¡¡¿ yi¿-, debe pasar por la decisión de la

autoridad originaria local, la autoridad del sitio donde estén asentados tales bienes, y que

Resulta muy ilustrativo conrrasrar esta experiencia con, por ejemplo, la rebelión y levanta-

miento zaparista de 1910, cuando la proclamación del ;plan de^Ayala'

,. prod,r;o .o-o manifiesto de las comunidades de Morelos en rebelión, y no como expiicitacián de ieivindicaciones "al interior" de un estrucrura de agregación ya instituida, y coiocada de anremano en una posición subordinada al gobierno. Igualmente, los planes, iopu..,", y discursos, que han sido proferidos por el zapatismo -oá.r.ro, en todo -o-.na han b,r..ado consrruir su propio lugar de enunciación, por fi,rera del orden estatal.

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última instancia, la potestad de autorizar o no las actividades es quien conserva, en

productivas, de acuerdo a sus valoraciones y criterios, adjudicándose facultades políticas por encima de las del Estado central, a üavés de sus distintas oficinas especializadas en cuestiones técnicas y jurídicas.

Esto es, las demandas contenidas en los puntos I a 4 deI pliego petitorio, de junio de 2001, contienen una radical propuesta de

reorganización polltica del Estado boliviano, que invierte el sentido del mando tradicional, sujetando cualquier acción económiaa o proyecto político a la decisión de las autoridades originarias de cada localidad, es decir, a las autoridades más cercanas y conmolables por el conjunto de la población. Sin embargo, el proyecto político contenido en

do de cabo a rabo la vida cotidiana en las ciudades, el horizonte interior de las movilizaciones no alcanzó a explicitarse con suficiente claridad, pese alafuerzay radicalidad de la impugnación ciülizatoria ejercida en los hechos, mediante los bloqueos de caminos, y de productos agropecuarios a las ciudades. Por su parte, la derogación de la Ley 1008,

la modificación de la Ley de Organización Judicial, y la reforma sugerida a la ky del Servicio Militar, tal como fueron formula-

esta manera de formular las propuestas so-

mismo sentido. En relación a esta última, resulta sumamente interesante cómo se aborda, en momentos de fuerza social, la cuestión de la conscripción y del servicio militar obligatorio, no por la vía de su desconocimiento o rechazo, sino igualmente, por la vía de buscar controlar desde los niveles comunales lo-

ciales, aymaras y populares, lamentablemen-

cales, el ingreso de los jóvenes dentro del Ejér-

te no fue colocado en el centro del debate, y

cito. Eugenio Rojas menciona que

quedó inmerso en un marco de "negociación' con el Estado y con el gobierno. Así, los rasgos que establecían la voluntad colectiva de llevar adelante un auténtico Pachahuti, esto es, una inversión radical del orden de las cosas, y en particular, de la cadena de mando y de la relación gobernan-

mente en nel cuarteln, en donde los aymaras aprenden masivamente a manejar armas, lo cual resulta importante para las comunidades en momentos de confrontaciónl0. En el pliego entonces, lo que queda claro es que los comunarios no buscan excluirse de una institución Ejército-, en la cual apren-el den cosas que consideran útiles, sino que, de acuerdo a la propia lógica comunitaria, se proponen conquistar que sus miembros jóvenes no queden a merced de la decisión de los mandos militares, al menos en lo relativo a la ubicación, sino que permanezcan cercanos a sus lugares de origen. En relación al segundo gran bloque de reivindicaciones sociales, es decir, las relativas a la ampliación de derechos sociales para la población agrafia, es muy claro que estas no pasan necesariamente por el planteamiento de reconstrucción de un nEstado de bien-

tes-gobernados en la sociedad boliviana, quedaron entrampados en las coordenadas de la "negociación' sindical. Se hizo evidente, durante los siguientes meses, que desde una estnrctura y un discurso sindical, no se pueden "negociar" los tér-

minos de la transformación radical del orden de las cosas. Considero pues, que pese al cataclismo social que significaron los recurrentes levantamientos aymaras entre 2000 y2O0I, esto es, a su contundente abance prtíc-

tico, a partir de la capacidad colectiva de irrumpir y bloquear el rerritorio, trasrornan-

10

das en el pliego, apuntan en el

Conversación con Eugenio Rojas, en Achacachi, Omasuyos, en marzo d,e 2006.

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l^ontrahistoriaQ v--il J estar>, aunque pueden quedar atrapadas en el imaginario político heredado de la Revo-

rior del movimiento, desde la clásica y legítima aspiración indianista de ver consagra-

lución de 1952. Desde mi punro de vista, tales demandas expresan, más bien, un de-

dos a sus héroes como personajes nacionales, con derecho a esrar en todas las oficinas

seo profundo de ampliación de la protección y seguridad social, sin compromererse explí-

y espacios públicos, hasta la posrura de integrar y participar en los organismos electorales oficiales de manera corporariva, etc. El bloque de .puntos variosu, a mi parecer, ex-

citamente con el anhelo de una forma estatal. Esto es, señalan el interés y ambición coleciivos de bienestar y disfrute de derechos sociales, que pueden leerse como afán de

mejora enlos términos de inclusión en el Estado, sin demasiados cambios en su forma, dando pie a una lectura estatalista de este tipo de reivindicaciones. Pero no sólo expresan eso. Apuntan, también, a la posibilidad de un profundo trastocamiento de la relación estatal. El problema en 2001, se centró en cómo entender, comunicar y produci¡ nuevos acuerdos y consensos en torno a estas aspiraciones.

En el tercer bloque de reivindicaciones, los puntos sobre la propiedad de la tierra, la titulación de la propiedad, y las deudas, la

posición recogida en el Pliego Petitorio es mu;t floja, e incluso ambigua. Esto puede deberse, quizá, a que la postura de al menos una parre de la CSUTCB sobre esros remas, consistía en la elaboración y presentación de INDIO,Tl como cuerpo legal sustitu-

la Ley

to a la Ley INRA. Por último, en lo relativo a los puntos varios, he recogido los más representativos, y que expresan la multiplicidad de rendencias y ambiciones políticas existentes al inte-

hibe con claridad la pluralidad de las voces movilizadas, y la posibilidad de la dirigencia de la CSUTCB en momentos ascendentes de la lucha social, de admitir y manrener en torno a sí a esta gran gama de posturas. Asimismo, es importante mencionar que una enorme debilidad para €sra forma de enlace y deliberación en movimiento, es Ia dificultad que se confronta a Ia hora de intentar bosquejar y comunicar de manera general, tanto lo que la población movilizada está haciendo, como las aspiraciones profundas de la acción colectiva. Por ejemplo, al endurecerse el bloqueo de junio-julio de 2001, en el Boletín de Prensa número 3 del Comité Urbano de la CSUTCB, a la pregunta de n¿Cuántos indios más renemos que morir, para que seamos oídos y respetados por los gobernantes?r, se argumenta nConuencidos dr que luchar por reconocimiento, por igualdad y democracia no es un delito, reafirmamos que la rebelión contra el mal gobierno se justifica...r. Es decir, el conjunto de demandas explorado anteriormente, se conceptualiza como nlucha por el reconocimiento, por igualdad y democracian, lo que es

11

LaLey INDIO es una propuesra de reorganización de la tenencia de la tierra, elaborada por los dirigentes de la csuTCB, como alternativa alaLey INRA. Hay en Bolivia, antecedentes de la elaboración de propuestas de ley por parte de la organización sindical campesina, y de la posterior presión, casi sin ningún éxito, para su aprotación. En palabras de Felipe Quispe, "la Ley Indio se opone tanto al latifundio como al minifundio, y p.oporr. formas de reorganizar la propiedad agrarii'. Declaraciones de Quispe en el Congreso Tierra Territorio, celeb¡ado en sucre, para El coneo del sur,26 de enerc de 2002. La Le¡Indio fue discutida en comisiones parlamenta¡ias durante todo el úto 2002, y finalmente, fire presentada al Congreso boliviano en octub¡e de ese año, pero no consiguió ser aprobada.

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muy útil para explicar lo que sucede a la población urbana, pero que al mismo tiempo constituye la consagración de una autolimitación para la expresión de los múltiples contenidos propios.

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IND¡GENAS: RIGRISAR

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ANTIGUO DEBAII,

Con las ideas contenidas en el "Pliego de 45 puntos de 2001" en mente, pasemos a reflexionar, de manera más general, sobre algunas dificultad.es para entender y plantear

las aspiraciones de transformación política del Estado boliviano, desde Ia perspectiva de

los comunarios aymaras en lucha. La radicalidad de los bloqueos de 2001, así como la fuerza social adquirida en2003, cuando tras

derrocar a un presidente "masacrador", se instaló en el debate público la cuestión de la recuperación de los hidrocarburos para el pueblo boliviano, nos sitúa en la cuestión sobre los posibles caminos para avanzar de la resistencia a k emancipación. Una posible vía para esre rránsito, consiste en proponer qúe necesaliamente hay que ir "de la resistencia al pode¡".t2 Ya sea por la vía electoral, o por caminos extra-institucionales, algunas posturas políticas sugieren y emprenden los pasos necesarios para hacerse del aparato gubernamental, para ocupar los principales cargos políticos públicos, sugiriendo que hacia ahl conduce el ímpetu transformador de las luchas sostenidas des-

de abajo. A mi juicio, el problema de la emancipación de los pueblos indígenas, rebasa con mucho Ia cuestión de la ocupación, temporal o no, de los cargos públicos, por algunos representantes indígenas. Entremos con cuidado en la discusión. Durante casi todo el siglo )O(, las cuestiones relativas a los pueblos indígenas estu-

vieron ausentes del debate político delaizquierda. Ya no digamos lo relativo a las perspectivas políticas de sus luchas. Más bien, fueron los distintos Estados-nacionales los que abordaron Ia "cuestión indígena', mediante etnocidas proyectos de inclusión subordinada de los pueblos indígenas en la nación dominante, a través de una oscilante combinación entre indigenismo proteccionista y represión. Por su parte, en el pensamiento de izquierda clásico, predominó la temática de la conformación y consolidación

de los incipientes "Estados socialistas", confrontando el asunto de los diferentes pueblos que habitaban en determinados territorios, bajo el paraguas genérico denorninado "cuestión de las naciones oprimidas". El tema volvió a merecer atención después del levantamiento zapatista de 1994, y la

noción fundamental que se inscribió en el debate político fue la de la autonomía.

Por otra parte, la pesada herencia de un siglo plenamente estatalizante, donde la mis-

ma idea de revolución quedó anclada a la "toma del poder del Estado"

-s¡i5¡s¡¡s-,

para desde ahí acometer su supuesta destruc-

ción ylo desplazamiento para la construc-

12 En el caso boliviano, ésta lue la postura sostenida por el Movimiento al Socialismo (MAS), al menos desde comienzos de2002, cuando el partido cocalero se preparaba para participar en las elecciones generales de ese año. Posteriormente, tras su exitosa llegada electoral al

y algunas otras corrienres de la izquierda tradicional levantan la consigna "de la resistencia al poder", como idea central de la perspectiva polltica de las luchas sociales emprendidas desde los pueblos indígenas. El zapatismo, por orra parte, persevera en el empeño de abrir perspectivas políticas distintas, que no pasen por la ocupación de los cargos públicos y gubernamentales del viejo aparato de Estado. gobierno a finales d,e 2005, el MAS

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{^ontrahistoria(. v___I_s ción de "oüo" Estado, ahora sociaLista, sbscureció profundamente la noción de ernancipación, relegando, adem'ás, a la periferia del debate teórico, la idea de autonomía. En ese contexto, la polémica contemporánea sobre las perspectivas políticas de transformación estatal, desde los pueblos indlgenas de nuestro continente" se vio atrapa.da, desde sus comienzos, en una dicotomía aparen-

temente insalvable y excluyente: la diagramada entre autodeterminación en el Estadoclave nacional-, o indusión en-lelda nación ya existente.13 En relación a la primera posibilidad la cuesdón de la autodeterminación --{e los pueblos y/o naciones indígenas-, al ser leída en clave estatal-nacional, compromete a quienes la sustentan a buscar la conformación de nuevas naciones, escindiéndose del Estado al que anteriormente pertenecían, pues bajo el conjunto de premisas admitidas implícitamente, sólo las naciones tienen el derecho a la autodeterminación, ylo ejercen a través de "Estados", que son los titulares únicos de la "soberanía nacional".ra Por su parte, la segunda posibilidad, que versa sobre los términos d¿ inclusión de los pueblos indígenas en el Estado existente, ésta se ha conducido a lo largo de la última década

por dos cauces distintos: o bi€n se promueve una vacía política de reconodmiento sagración

formal

d¿ derechos en los

cuerpos normativos del Estado, sin prestar atención alguna a la posibilidad real de ejercicio de tales prerrogativas, supuestamente consagradas legalmente, o bien se avanza por el carnino de la autonomta de hecho, madiante la cual, los pueblos indígenas recupeÉn parte de sus prerrogativas políticas sobre los asuntos locaües más importantes, en dura confroruación con el Estado. La mayor dificultad para esta segunda opcró¡u €s que el ejercicio de la autonomía de hech'o, por lo general y a la corta o a Ia larga, oloca a los pueblos indígenas ante la nocesidad de ransformar el conjunto de la estrucfujra e$tatal, de ampliar sus propios esfuerzos a.uroemancipadores. Y es ahí, justamente, donde una lecturadela aspirarión dz a.utonomídy eutodcterminacién d.e hs paeblns indígenas, por fuera y má¡ allá de los marcos de comprensi.ón nacional-estatales, permite volver a pensar lo relativo tanto a la emanci' pación, como a los caminos de transformación política de la relación estatal. Según lópez Bárcenas,r5 la autodeterrninación políticay material de los pueblos indígenas no necesariamente requiere ser leí-

rr En Bolivia, desde finales del siglo XIX, cuando ocurrió el levantamiento de Zá¡are \X4llka .en.d contexto de la llamada Guerra Federal, y a 1o largo de todo el siglo )O(, o bien se han implementado políticas parciales de etnocidio inclulente, como las tímidx políticas indigenir as de los años treinta, o los esfirerz os de inclusión subordinada posreriores a la Revolución de 1952, o bien se produjeron rebeliones indianistas contra la inclusión subordinada en el Estado naiional-colonial, tendienres, justamente, a romper el colonialismo inrerno. Dejando, sin ernbargo en el centro del problema, la cuestión de la creación de un Estado propio para las nadones y pueblos indlgenas originarios. ra En el:erso de las luchas aymaras, a lo largo de 2001, se implementó un contradictorio proy€cto, q-re al mismo tiempo, empujaba la construcción de un partido polltico legal para participar sn elecciones -----el MIP-, y alavez producía un discurso radical, reivindicando a h "nación almrara", y defendiendo su derecho a fundar su propio Estado, el Qullasuyu. 'lÁcrz Bárcenas, F¡ancisco, Autonomías indígenas en América Ldtina, COAPI-MC Edito'5 reo, México, 2007.

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da en clave estatal-nacional. Es decir, hablar

de autodeterminación no remire, obligadamente, a algún tipo de autodeterminación nacional encarnada en un Estado. Según é1, es posible que los sujetos de la autodeterminación sean los pueblos indígenas, que ejercen, de facto y tendencialm enre también de jure, su autonomía. Esta postura tiene una vigorosa potencialidad para la transformación de los Estados, por ejemplo, en mareria agraria o de recuperación de los recursos naturales, tal como se hizo evidente en las primeras páginas de este trabajo, aJ, analizar el "Pliego de los 45 punros". Esto es, que si para pensar la autodeterminación de los pueblos indígenas, se abandona la perspectiva nacional-estatal, y se asume la postura del derecho a la autonomía de los pueblos indígenas, por ejemplo, en materia de propiedad, gestión y usufructo de la tierra, del agua o de los dernás recursos naturales de propiedad y uso común, entonces el principal camino para emprender la recuperación colectiaa delo anteriormenre expropiado, saqueado, estatalizado o privatizado, no consiste; ni única ni principalmente, en

promover la promulgación de una nueva reforma agraria

nivel nacional, esratalmenre m¿ís bien, el asunto de fondo se traslada hacia el nuevo titular real de Ia autodeterminación, los pueblos indígenas, que en ejercicio de su autonomla, definen sus variados modos de acceso, uso y disfrute de todo aquello ofrecido gratuitamente por a

dirigida, sino que

la Pachamama. En este senrido, la autonomía no consiste ni única ni principalmente en no tener

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relación con el Estado, sino en impugnar de manera sistemática las decisiones tomadas desde ahí que vayan en conrra del interés colectivo, y en escapar, inclaudicablemente, de sus cauces normativos y de sus formatos institucionales. Sólo así se puede, por lo demás, vislumbrar maneras que permican redefinir los posibles términos de inclusión de Ios pueblos indígenas y de otros grupos, seg-

mentos y clases sociales en el Estado. Sólo equilibrando los derechos individuales con los derechos colectivos de los pueblos, esto es, defendiendo los derechos de las personas, y regulando/limitando los derechos surgidos de la propiedad de las cosas, la postura de la autonomía puede abandonar las varia-

y crecientes trampas de la economía del reconocimiento formal de derechos, que he-

das

mos conocido en el último periodo liberal. Y esto, para centrar la arención en el ejercicio concreto ! particular de tales derechos y atri-

buciones económicas, sociales y políticas de los propios pueblos, los cuales, sólo posteriormerrte, van encontrando maneras de co-

dificación legal. La cuestión central de todo el razonamiento anterior, está en la subversión de los marcos conceptuales modernos, estatalizantes, liberales, en los que por lo general han sido planteadas las cuestiones políticas: el titular, el sujeto de la autodeterminación no necesariamente ha de ser algún tipo de Esta-

do-nación, y el reconocimiento de derechos ciudadanos no puede compromet€rnos con la defensa de los "derechos propietarios". O más bien, con la "propiedad sin obligación",te tal como se expresa esta crítica en la

16 La vida productiva de las comunidades andinas más vigorosas, se organiza en torno al conjunto de obligaciones con y anre la comunidad que cada unidad doméstica riene, y cuyo cumplimiento garantiza la permanencia del derecho a cultivar la tierra y a usufructuar los bienes colectivos. La "propiedad", o más bien, el derecho a poseer y usufrucrua! es derivado del cumplimiento de cierras obligaciones ante los demás. No al revés. En este sentido, una formulación que los comunarios utilizan para criticar el sistema económico y político moder-

la

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ContrahistoriaQ v-E_J región andina. Si el Estado ha de transfor_ marse, sólo los pueblos indígenas, en ejercicio de su autonomía política y material, pue-

genas, se convierte en una especie de bisagra entre el mando político y la sociedad llana, codifica los términos de una relación no su-

den ser los legítimos sujetos de la autodeter_

bordinada, para realizar, paulatina y caurelosamente, el desmantelamiento del orden

minación, y sólo esos mismos pueblos, de manera colectiva, pueden regular las obliga_ ciones que emergen de la propiedad de las

normativo e institucional heredado, y el predominio económico y político de los pro-

cosas. A partir de esta inversión, que enüa_ ña una profunda ambición de transforma-

pietarios, el capital y las corporaciones üansnacionales.

ción estatal, que bien podemos llamar emancipativa, las perspectivas políticas cambian de lugar, y se abren nuevas posibilidades, en medio de la tensión creciente entre anhelos emancipativos desde los pueblos indígenas

y formatos de gobernabilidad, progresista

A

Durante las luchas bolivianas entre 2000 y 2005, tres fueron los torrentes más vigorosos de movilización y levantamiento indígena y popular, que hicieron colapsar el orden del mando político, y abrieron la discusión sobre las vías para la recuperación social de los bienes comunes: la insurgencia aymara, desde el entramado comunitario andino de

o

reaccionaria, en marcha. Si dejamos de ver al Estado como un con-

junto de instituciones, en y con las

cuales

gestionar nuevos términos de inclusión in_ dividual, para poner atención a la relación entre el gobierno y la sociedad, esro es, enrre el_conjunto de personas que ejercen remporalmenre el mando político en un pals, y el

conjunto de los habitanres que viven, pro_ ducen y luchan en

é1,

la perspectiva de la au-

tonomía política y material de los pueblos indígenas abre nuevas venranas, y señala múltiples vías emanciparivasrT. La aurono_ mía política y material de los pueblos indí-

¡r¡¡ruEne DE coNclustóN

la región occidental del país; la insurrección

urbana y rural de Cochabamba, conocida

como Guerra del Agua, que produjo una novedosa forma organizativa denominada "Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida"; y la perseverante lucha de resistencia cocalera, sostenida por un denso tejido sindical, en defensa del derecho a sembrar y

no.y liberal,

es que se basa en la "propiedad sin obligación". una reflexión más detallada sobre todo esto, la he realizado en mi texro, Gutiérrez, Ráquer, "Forma comunar y f..;; riu.ra ¿. política' en Pluriuerso. Teoría política Boluiana, Ed. bomuna, Lapaz,200l. 17

Leyendo el contenido de las luchas aymaras de esta manera, encuentro similitudes importana las profundas diferencias de cada experiencia-, con la manera.n q.r. .r, ir4éri.o -pese las comunidades insu¡re*as de chiapas, er EZLñ, y el conjunto de pueblos indígenas articurados en el congreso Nacional Indígena, plantearon t'".r.o lo. debares áe san A¡drés como la Ley Indrg.ena. El nudo jurídico de dicha fropuesta consistía en instituir, en el cuerpo legar del Estado mexicano, el reconocimiento de los pueblos ..como indlgenas instituciones de derecho público". En conrrasre con ello, en la contra¡refo.-" Iidlg..r" de 200r, a los pueblos se les consideró "como entidades de interés público", expropiándolas, por le¡ de la caliáad de sujetos legales titulares de autodeterminació'y autonomía. éob.. .rto puede revisarse, Gómez, Magda, "La autonomía en la a¡tesala: la paz inconclusa (el caso mexicano, 1995_2003)" en Escá¡_ tes

zaga, Fabiola y abernatiu o,

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indígena en Arnhica Latino, ,rri,trnria prol,rrto 7

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pablos, México, 2005.

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comerciar la hoja de coca, derecho agredido por sistemáticos araques policiales y militares, en el marco de la llamada "Guerra contra las drogas". A lo largo de todos esos años de lucha fue notoria la tensión, permanente y creciente, entre una perspectiva'(comunitaria-popular", y otra más bien ceñida a un horizonte "na-

cional-popular". Desdoblar y distinguir los contenidos pollticos generados, precisados y expuestos en las recurrentes oleadas de luchas, puede resultar útil, en general, para pensar las posibilidades de transformación polític¿ desde la lucha social, indígena, comunitaria y popular, en contra y más allá del Estado. Para reflexionar sobre la perspectiva "co-

munitaria-popular" de la lucha social boliviana, contrasto lo postulado desde los levantamientos, cabildos y bloqueos aymaras, con

algunos de los hilos con los que René Zavaletars caracterizó lo "nacional-popular" en Bolivia, como horizonte de las luchas sociales hasta principios de los años ochenta. El eje de Ia idea de ZavaLeta, según la lectura de Luis Thpia,te consiste en poner arención a la forma y calidad del vínculo entre el Estado y la sociedad, y a los múltiples modos en que cada uno se presenta frente y contra el/la otro. En contraste con ello, considero que lo más importante de la propuesra comunitaria-popular, es la reformulación de la relación entre el gobierno y la sociedad, reconfigurando y renegociando los ámbitos de autonomía y la desconcentración del poder, como estrategia fundamental para reorganizar la rekción estatal, entendida como pacto

de convivencia admisible. Con esta idea general como noción básica, considero que en los tres torrentes de las luchas bolivi¿nas recientes, es posible enconrrar elementos nítidos los objetivos explícitos de las ac-en ciones colectivas en ciertas ocasiones, en las formas de lucha empleadas para conseguirlos, en las prácticas asociativas ensayadas en y m:ís allá de las luchas, en las modalidades organizativas y deliberativas inauguradas-, que desbordan ampliamente la perspectiva "nacional-popular", como horizonte político de los esfuerzos de movilización comunes. Entonces, si en cierta medida el horizonte nacional-popular consiste en la re-definición del vínculo entre el Estado y la sociedad civil toda la heterogeneidad conexa al

-con boliviano-,

caso

instaurando una serie de

mediaciones, a fin de establecer modos mínimamente satisfactorios de inclusión económica y política de la heterogeneidad social, en una toralización política abarcativa y tendencialmente igualitaria, esto es, si el horizonte nacional-popular puede entenderse como la aspiración social generalizada de dotarse dr

y representarse colectiuamente

un

saron dicho horizonte, y ambicionaron y ensayaron la conformación de enlaces y sintonías políticas distintas, autorregulativas, novedosas, no exentas de dificultades, I sobre todo, carentes de formas de expresión y comunicación comprensibles y claras, más allá de consignas negativas de gran radicalidad ("guerra civil", "refundación del Qulla-

18

Zavaleta, René, Za nacional-popahr en Boliuia, Ed. Siglo XXI, México, 1986. el "programa de investigación ' de zavaleta, señalando que "la esrrategia de explicación (. ..) consiste en estudiar las relaciones de articulación entre el Estado y la sociedad civil, no de manera estática, sino en términos de proceso", Thpia, Luis, La producción d¿l conocimiento local. Historia I política en la obra de René Zaualeta, Ed. Muela del Diablo Editores , La Paz, 2002, pág. 336. te Luis Thpia presenra

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Estado nacional incluyente y democrático, las luchas bolivianas del 2000 al 2005 reba-

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ContIi istoria$ suyu", "reapropiación social de los bienes comun€s", "Asamblea constituyente sin intermediación partidaria", etc.). En este sentido, la expresión más pulida de la perspectiva comunitaria-popular de transformación de la relación estaral, enrendida como paüo de conuiuencia a ser renegociado, en medio de una era de pachakuti, se expresó en el Pliego Petitorio del pacto Intersindical durante los bloqueos de 200 I . En se presentaron formulaciones que impugnaban y 'volteaban desde adentro y abajo, hacia afuera' el orden político dominanre, pues lo que se pretendla, era sujetar las decisiones de los de arriba, en re-

dicho documento,

lación

a los recursos comunes, a las consideraciones y aprobación de las autoridades co-

munitarias locales. Este ambicioso programa, de por un lado impugnación del carácter privado y/o esratal de la propiedad, como únicas opciones posibles, colocando en el centro de la discusión política lo relativo a la 'propiedad colectiva", y por orro, de radical inversión de los términos del ejercicio del mando polltico, vaciando al llamado .poder central" de toda posibilidad de imposición, consdruye la formulación rrís lograda del horizonte utópico comunirario-popula¡ cimentado en la exhibición orgullosa de la propia fuerza, y en la defensa intransigente de la autonomía local.

Además, estas formulaciones se sintonizaron, enrre 2000 y 2002, de manera bastante fluida, con la perspectiva más moder-

y urbana, popular-comunitaria, de la Coordinadora del Agua y sus esfuerzos por na

inverti¡ de manera variada y polifónica, la relación de obediencia entre gobernados y gobernantes. Poniendo en el centro de la discusión y disputa política la cuestión sobre quién finalmente decide sobre las cuestiones que a todos incumben, la Coordinadora abrié una vía de entendimienro -no exenro de dificultades-, con las perspectivas comunirarias de las luchas altiplánicas. Sin embargo, las posibilidades expresivas y transformadoras de la perspecriva comu-

nitaria-popular, en virrud también de sus propias dificultades e inconsistencias internas, van quedando tendencialmente captu_ radas, al menos por ahora, dentro del horizonte nacional-popular, sobre todo tras

la llegada de Evo Morales a la presidencia de la República. El dilema boliviano en la actualidad, con todo su dramatismo, vuelve más exigente que antes, la reflexión sobre las posibilidades de emancipación y

transformación política de la relación estatal, desde los saberes y prácticas de los pueblos indígenas. Ciudad de México, diciembre de 2007.

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EI siguimte artículo fue pubtricedo m español, por el diario Le Monde Diplomatique. Edición Colorr¡hia, en su número defebrcro ¿e 2006, en Ias páginas 32 y j3, en ñ4 *aducchín realizada por LucíaVaa. Ahora Contrahistorias Ie racata ?ara sus bctores, en el ánimo d¿ colaborar en k más anptria dWó" de aquellos trabajos d¿ k conimte hindú d¿ los historiadores suhalternos, qüe no han sucunbida a h tenible y kmentabÍe drfu¿ posmoderna que una parte de esta imltortante corriente bistariográfca ha suf,ido desde hace ya uarios lastros. Pues pensalltos qae aab k pena acercarse con rnás cuidado al estud.io d¿ esta corriente, pero estando siempre alertas para sE)arar sus obras y sus tesis nítieas e innoaadoras, dz aqrclks otras limimd¿mente posmodernas, y por enác inacionalistas y banalrs. Lat notas rettantes, son fu k edieión original m español recim mmcionada.

n junio de 2005, durante la visita de Shri Lal a Paquistán, Krishna

Advani, presidente del partido hindú

de

derecha Bharatiya Janata (BJP)- y lí-el der de la oposición en el Parlamento indio, pretendió que el padre fundador de Paquis-

tán, Muhammad Ali Jinnah (1876-1948), habría manifestado algunos días antes de ese país, en agosto de 1947, a favor de la igualdad de derechos cí-

se

la independencia de

vicos y religiosos para todos los paquistaníes, musulmanes, hindúes o cristianos. Para Advani, ese discurso probaría que Jinnah era partidario del laicismo. Esta observación suscitó un verdadero terremoto dentro del BJB que siempre le imputó a Jinnah la responsabilidad principal por la división del subcontinente según fronteras re ligiosas. Por su audacia, Advani acaba de perder la dirección de su partido.r

*

Profeso¡ del cente¡ for Studies in Social sciences, de calcuta. Autor de communi4r Genda andwolence,subalternstudiesXl,columbiauniversitypress,200l;yde witting2onsotottt Asian History and Society, Subaltern Studies VII, Oxford Universiry press, Delhi, 1994. tA fin de diciembre de2o05, Adva¡i renunció a sus funciones como presidente del BJp por

la presión del sector de los ultraconservadores.

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Algunos días más tarde, al recibir el títu-

lo de Doctor Honoris Causa en Oxford, el primer ministro Manmohan Sing declaró que aunque el reinado colonial británico en India había dado lugar a una explotación intensa, también había aportado algunos beneficios: las instituciones del Estado de de-

recho, un cuerpo profesional de funcionarios, una prensa libre, universidades y laboratorios de investigación modernos.2 Este discurso desencadenó a su vez un fuerte debate. Para unos, el Primer Ministro ensució la memoria de los mártires de la independencia, mientras otros veían en sus afirmaciones un signo de la nueva confianza en sí misma de la nación india, capaz de examinar, sin falsa vergüenza, el verdádero balance de su pasado

colonial.

Pero esto no es todo. La reivindicación que hace el Consejo de administración de los lugares de culto sunitas, de un derecho de propiedad sobre el célebre Táj Mahal de Agra, monumento del paffimonio confiado a la Autoridad Arqueológica de India, susci-

tado sobre los lugares de culto de importancia histórica dure bastante tiempo. Pero el debate más incendiario de estos últimos años se produjo acerca de los antecedentes históricos de la mezquita de Ayodhya, una pequeña ciudad del norte de India,3 donde han estallado muchos incidentes violentos entre hindúes y musulmanes qug causaron miles de muertos, y en donde una sucesión ininterrumpida de batallas políticas y jurídicas ha provocado la caída de varios gobiernos. A todo ello se agregan innumerables debates, de alcance regional o na-

cional, relativos a los manuales escolares, los monumentos, las películas y novelas históricas, los festivales, los ritos, la bandera y el himno nacional... En resumen, la vida pública india está inmersa en controversias históricas. El trabajo de los historiadores está ahora inevitablemente influenciado por esta presencia de tales problemas en los medios de comunicación, y por ello no hay nada de sorprendente en que las diferentes corrientes políticas se apropien de estos debates.

tó una tercera polémica. La organizacíón sunita afirma que en su origen, bajo el Imperio Mongol, la tumba revestía un carácrer oficialmente religioso y que, desde su construcción en el siglo XWII, allí se rezan plegarias todos los viernes. No se tratarla, entonces, de un monumento histórico, sino de una mezquita. Esta reivindicación ha sido cuestionada por varios historiadores que estudian los archivos del Imperio Mongol. fuí, es posible que la controversia en torno a la legitimidad del derecho de propiedad del Es-

tA HISIORIA'SUBALIERNA" Hace treinta años existían en India dos grandes escuelas de historiografia moderna. Una, principalmente integrada por investigadores con base en Cambridge, veían en el nacionalismo indio el esfuerzo de un puñado de hombres provenientes de las elites autóconas para adueñarse del poder, apoyados en los vínculos tradicionales de casta y de co-

2

Sobre la revisión de la historia colonial en el Reino Unido, véase Seumas Milne, "Rehabilitation du colonialisme", Le Monde diplomatique, París, mayo de 2005. 3 Véase Christophe Jaffrelot , "Llnde enrre les mains du nationalisme hindouo, y Teesta Setalvad, ol-es nationalistes hindous, menace pour la démocratie,, Le Monde diplomatique, París, junio de 1998 y julio de 1997, respectivamente.

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munidad, con el fin de sublevar a las masas contra el colonizador británico. Opuestos a

tro del movimiento nacionalista. Para los historiadores de los estudios subalternos, las

esta tesis, los historiadores nacionalistas in-

clases

dios sostenían que las condiciones materiales de la explotación colonial habían preparado el terreno para una alianzaentre las diferentes clases. El papel de los líderes habría sido entonces el de organizar la lucha común por la Independencia. En los años ochenta del siglo veinte, apareció una tercera corriente de pensamiento, con la creación del grupo denominado de los 'estudios subalternos', de inspiración "poscolonial".a Basándose en los trabajos del marxista italiano Antonio Gramsci, estos historiadores criticaron tanto a la escuela de Cambridge, como también a la escuela nacionalista, acusando a la primera de elitismo colonial, y a la segunda de elitismo nacionalista.s Ello a partir de afirmar que ambas corrientes habrían reducido el movimiento anticolonial a las acciones de una elite, sin dar luga¡ ni una ni otra, a las acciones políticas autónomas iniciadas por las clases "subalternas". Desde entonces, las interpretaciones de la historia moderna de India han estado inscritas en el marco de esos tres enfoques contradictorios. ljn tema de debate esencial ha sido el papel de las masas campesinas den-

dominadas, como los campesinos y los obreros, se incorporaron en muchos casos dentro de los ámbitos del espacio polltico nacionalista. Sin embargo, también es verdad que, en muchos otros casos, se negaron a participar dentro de estos espacios o se retiraron después de haber aportado un apoyo inicial, a pesar de todos los esfuerzos de los dirigentes nacionalistas. En resumen, los objetivos, las estrategias y los métodos políticos de las capas sociales "subalternas" eran diferentes de las que tenían las elites. Y el nacionalismo de las elites no era igual al de las capas "subalternas".

La primera fase del trabajo de los estudios subalternos estuvo dominada por el tema de las revueltas campesinas, estudiadas en diferentes regiones del sur de Asia y en diferentes periodos, a partir de las propias

fuentes campesinas.G Pero éstas eran muy escasas. De todas maneras, al releer desde el

punto de vista de los campesinos rebelados los documentos oficiales infbrmes re-los dactados por los funcionarios-, los historiadores "subalternistas" revelaron que estos documentos podían arrojar una nueva luz sobre la conciencia de los rebeldes.

a Los estudios "poscoloniales" están dirigidos a una reevaluación de la historia de los países que fireron alguna vez colonizados, rewaluación realizada fuera de los ma¡cos conceptuales que han sido heredados de las respectivas naciones colonizadoras. Los 'estudios subalternos' indios se inscribieron en esta tendencia, privilegiando el estudio de lo vivido por la llamada "gente sin importancia" (Nota de la Redacción de Le Mond¿ Diphmatique. Edición Colombia) 5 Ent¡e las doce recopilaciones de ensayos publicados hasta ahora, puede rnencionarse: Rana.jit Guha (ed.), Subabern Studies I-VI (Oxford Universiry Press, Delhi, t982-89); David A¡nold y David Ha¡diman (eds.), Subabern Sndies WII, (Oxford University Press, Delhi, 1992); Shahid Amin y Dipesh Chakrabarty (eds.), Subaltern Studies IX (Oxford Universiry Press, Delhi, 1996); Shail Mayaram, M. S. S. Pandian yAjay Skaria (eds.), Subahern Stadies XII (Permanent Black, Delhi, 2005). 6

La obra emblemática de estos estudios es Ranajit Guha, Elementary Aspecx of Peasant Insurin Colonial India, Oxford Universiry Press, Delhi, 1983.

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También, mosrraron que loj historia_ dores elitistas, aun cuando tuviesen simpatía por la causa de la Independencia o de esas luchas campesinas, ignoraron los elementos más poderosos y significativos de la conciencia "subalterna',, iehusándose a tomar en cuenra lo que había, desde su punro de vista, de mítico, de ilusorio, de milenarista o de utópico dentro de las mismas acciones de los rebeldes, o en orro caso, intentando buscar en ellas una ex_

plicación "racional" y finalmente reducto_ ra de todos estos elementos. La consecuen_ cia, a veces involunraria, fue la integración

forzada de los rasgos heterodoxol de la lucha de las clases subalternas dentro del marco de análisis racionalista correspon_ diente a la conciencia de la elite. La hlsto_

ria autónoma, o más bien los rasgos dis_ tintivos de la acción subalterna sobre la historia, fue de este modo compleramente ocultada por esra historiografia. Los análisis realizados por los estud.ios subalternos, sobre la resistencia campesi_ na en la India colonizada, consrit,lrr..o.,

Hobsbawm, o también otros investigadores del grupo de los History \T/orbshops.TPero los historiadores .,subalternistas,'

se

negaban a adherir a la ortodoxia histori_ cista, según la cual, todo lo que había pa_

sado en Occidente se reproduci.í" n...sariamente en India. Rechazaban el mar_

co de la "modernización" como argumen_ to explicativo obligatorio de la hisioria de los países que habían sido colonizados. Las

doxa

establecidas, incluidas también la de las historiografías liberales-nacionalistas y

la de ciertas visiones marxistas, les inspi_ raban el mayor escepricismo. Sus trabajos acusaban de falsedad a aquella ,..r,".íór, de escribir por lo tanto también de 6s¡5¡¡ui¡- -y la historia de la India moder_ na como una simple concreción de la mo_ dernidad, tal y como la habían imaginado los grandes teóricos del mundo oc-.id.n_ tal. Esta resisrencia, visible desde los comienzos de los estudios subalternos, roma_

rá más tarde la forma de una defensa de

las "modernidades diferenres,'.

así un reclamo amargo .., .ortr" da l" política nacionalista burguesa. El Estado-

TEIOS DE [A MODERNTDAD OCCIDENTAT

Nación poscolonial, había incorporado efectivamente a las capas subalrernas den_

tro del espacio imaginario de la nación,

pero las había mantenido separadas del espacio político real del poder del Estado. En su primer periodo, este trabajo crítico fue comparado con frecuencia con el de los his_ toriadores marxistas británicos, que propug-

naban una "historia desde abajo,l com"o Christopher Hill, E. p. Thompson o Eric

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colección titulada Subaltern Studies, Estu_ dio^s_Subalternos, publicados en 19g7 y

1989, nació una nueva orientación.

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"subalrernidad" eran fragmenrarias. dis-

persas e incompletas,

y que la conciencia

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Spivak' "can rhe subairern Speak?". .n crry ñiron y Lawrence crossberg (eds.), Marxism and the Intetpretation of cutnre (u";u.rrif 'orltti.,oi, p."rr, urbana, Illinois, 19Bg).

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Se

comenzaba a admitir, de manera mucho más seria que anres, que las historias de la

Spivak, "subaltern Studies: Deconstructing Historiography',, en Ra-

najit Guha (ed'), Subahern studies IV (oxford

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A partir del quinto y sexro volumen de la

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"subalterna" estaba dividida, compuesta de elementos extraídos tanto de las vivencias de las clases dominantes como de las dominadas. De la misma manera que los sig-

nos de autonomía manifestados por las personas comunes en los momentos de rebelión, las formas de la conciencia "subalterna", sometidas al régimen cotidiano de la subordinación, se volvieron un objeto de estudio. Pero una vez inscritas estas cuestiones en el orden del día, la historia "subalternista" ya no podía limitarse al es-

tudio de las revueltas campesinas. La cuestiónya no era "¿cuál es la forma auténtica de la 'subalternidad'?", sino "¿cómo está representada?", tanto en el sentido de "representada" como de "figurada'. A consecuencia de lo cual, se produjo una modificación de los objetos y de los métodos de investigación. (Jna vez señalada la cuestión de la "re-

presentación de lo 'subalterno"', se abrió todo el campo de la difusión de los conocimientos modernos en la India colonial. Problemáticas como la gobernabilidad colonial, el sistema de educación inglés, los movimientos de reforma religiosa y social, y el auge del nacionalismo fueron sometidos a nuevos cuestionamientos. Las investigaciones se centraron en el Estado moderno y en las instituciones públicas, gracias a las cuales las ideas de racionalidad y de ciencia, así como el régimen moderno del poder, fueron difundidos en la India colonial y poscolonial. Dicho de otra ma-

los estudios subalternos, es la de las modernidades alternativas o híbridas. Esta tesis parte de la difusión de las ideas, de las prácticas y de las instituciones de la modernidad occidental durante la colonización. En el marco de la teoría clásica de la modernización, la historia de la modernidad en los países colonizados es invariablemente percibida en términos de retraso o de recuperación. Según la célebre frase del historiador Dipesh Chakrabart¡ estas sociedades parecen haber sido asignadas, de una vez para todas, "a Ia sala de espera de la historia'. Ahora bien, la pretensión universalizadora de la modernidad occidental oculta el hecho de que, como toda historia, es el fruto de condiciones locales. taspuesta a otras épocas y lugares, será necesariamente modificada por las diferentes condiciones locales. ¿Qué ocurre cuando los ele-

mentos de la modernidad occidental

se

adoptan en otros lugares? ¿Toman formas diferentes y nuevas, que ya no pertenecen

al original? Y en caso afirmativo,

¿debe-

mos ver en esos cambios otras tantas alteraciones? ¿Otras tantas brechas con relación a un tipo ideal? ¿O bien serán, por el contrario, ejemplos legítimos de una modernidad diferente? Defender esta última posición equivale

al mismo tiempo a "provincializar Europi', y a afirmar Ia identidad de otras culturas, en el mismo momento en que éstas participan en la supuesta universalidad de

nera, instituciones como la escuela y la universidad, los diarios y las editoriales,

la modernidad. Dipesh Chakrabarry Gyan

los hospitales, los médicos, los sistemas de salud, el censo, los procesos de producción industrial, las instituciones científicas y los museos se convirtieron en objetos de estudio de la escuela crítica. lJna tesis importante, que apareció durante el último periodo en y alrededor de

ejemplo, han explorado diversos aspectos de este proceso de "traducción" de los conocimientos, de las tecnologías y de las instituciones, esforzándose por mostrar

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Prakash y Gayatri Chakravorty Spivak, por

que el encuentro entre formas occidentales de la modernidad y culturas no occidentales colonizadas, no ha sido la simple

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ContrahistoriaC. v__6_J superposición de una sobre las orras, y no

alternos de India preparan, cada uno a su manera, estrategias independientes. Esto también es cierto en lo que hace a las casras. La política referida a ellas se ha

ha terminado en formas corrompidas o defectuosas de la modernidad.s podría, más bien, haber dado nacimiento a for_ mas de modernidad en las cuales la marca de su diferencia sigue siendo todavía hoy objeto de luchas de poder. Las intervenciones de los historiadores poscoloniales han aportado nuevas pers-

modificado desde los años noventa del siglo pasado. El fundamento "religioso,' de divisiones en casras ha desaparecido totalmente del debate público. En la actuaIas

lidad, los conflictos esrán cenrrados

pectivas sobre las controversias contemporáneas en India, por ejemplo sobre el sis_

tema de castas, la posición social de las mujeres, o la cuestión de los lugares de culto. En este último ámbito, el debate ha estado tradicionalmente polarizado entre los hinduistas chauvinistas, por un lado, y los sosrenedores del laicismo por el otro. Pero las investigaciones poscoloniales demostraron que la oposición entre laicidad y comunalismo no equivalía a una oposi_

ción entre modernidad y rerraso, ya que ambas posiciones políticas están firmemente enraizadas en el campo estatal y político moderno.

ESTADO Y AUTONOMÍA

Con estrategias diferentes, ambos grupos persiguen en realidad el mismo objetivo, que es la consolidación del Estado-Nación moderno. Las dos estrategias siguen sien_

do elitistas, pero recurren a dos modos diferentes de representación y de apropia_ ción de la "subalternidad". Frente ".rro, objetivos elitistas rivales, los grupos sub_

8

de represenración y de apropiación de lo subalterno: una que privilegia la igualdad de oportunidades y la meritoc racia, y orra que preconiza un periodo de discriminación positiva para compensar los siglos de privación sufridos por las castas inferiores. Los propios grupos subalternos, en sus luchas por la justicia social y el reconocimienro, elaboran diversas estrategias dirigidas al mismo tiempo a garantizar su autonomía, mientras aprovechan las posibilidades ofrecidas por el Estado.e Alianzas estrarégicas entre las castas medias e infe_ riores y otros grupos oprimidos, como por ejemplo las minorías religiosas o tribales, han dado lugar a victorias electorales significativas. Pero con la emergenci" d. nulvas elites políticas entre las capas ,,subal_ ternas", la cuestión de saber "quién repre_ senta a quién" y "con qué propósito" se plantea con nueva agudeza.

Gyan Prakash, Another Reason, princeton universiry press, princeton, A critique of postcolonial Reason,

1 999; Gayatri chakraHaríard, Universiry ir..rr, ér_ú.iag ,- rggS, Dipesh chakrabarry, prouinciahzing Europe: postcoroni¿r rhough; nn¿ n¡rror¡ii-Bl¡frrrorr, Princeton Universiry press, 2000. e Shail Mayaram, M. S.S. pandian y Ajay Skaria (eds.), Subabern Studies XII, op. cit.

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casi

exclusivamente en las posiciones ¡elativas ocupadas por cada una de ellas frente al Estado. El debate para saber si la pertenencia de casra debe ser reconocida como criterio de discriminación positiva reflep, también en esre caso, dos estrategias elitistas

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La tercera cuestión gira en rorno a la posición social de las mujeres. En un sentido, todas las mujeres que viven en una sociedad patriarcal ocupan una posición "subalterna". Y sin embargo, la mujer posee también una identidad de clase, de

"razi', de

casta

y de comunidad. Por lo

tanto, de la misma manera que es legítimo analizar la subordinación de las mujeres en una sociedad regida por los hombres, también es necesario detectar la manera en que la construcción de las relaciones sociales de género se hace más com-

pleja por la interacción entre las identidades de clase, de "taza", de casta y de comunidad. Los debates recientes se han centrado en los movimienros de reforma social del siglo XIX, y sobre todo, en los destinados a garanrizar mejor los derechos de las mujeres en un contexto regido por la política del Estado colonialista y por las fuerzas nacionalistas. Los escritos feministas que vienen de la esfera de influencia "subalternista", han cuesrionado la perti-

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nencia de un programa de reformas jurídicas decididas en la cumbre, sin tomar en cuenta la necesidad de reformar las estructuras efectivas del poder patriarcal, que siguen prosperando dentro de las comunidades locales, despreciando las leyes.r0 A causa de sus ramificaciones, los escritos recientes de los historiadores indios "subalternistas" han alimentado la historiografta de la modernidad en otras regiones del mundo, también colonizadas en su momento, con debates sobre el nacionalismo y las relaciones sociales de género

en Medio Oriente, por ejemplo, o sobre las luchas políticas de los campesinos y de

las poblaciones indígenas de América La-

tina. Habiendo emigrado de Italia a India, la idea de una historia de lo "subalterno" produjo un enfoque crítico de la historiografía moderna, que puede llegar a ser un instrumento fértil para volver a conceptualizar, en todas partes, viejas ideas modernistas como "nación", "ciudadanía' o "democracia".

10

Nivedita Menon (ed.) Gend¿r and Politics in India, oxford university press, Delhi, 1999; Flavia Agnes, Law and Gender Inequality: The Politics of Vomen! Righx in India, Oxford

university Press, Delhi, 2001; Nivedita Menon, Reeouering subuersion: Feminist politics Beyond the Law,Petmanent Black, Delhi, 2004.

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Ha sido publlcada recientemente la traclucción al español del libro cle lmmanuel Wallerstein, Universalismo Europeo. EI discurso del poder, por la Ecl¡torial Siglo XXI cle México. Invitamos a nuestros lectores a buscar y leer esta interesante obra del creador cle la perspectiva del 'análisis de los sistemas-mundo'.

El libro de Carlos Antonlo Aguirre Roias, Chiapas, Planeta Tierra, ha sido reeditaclo en Argentina, por parte de la Eclitorial Prohistoria, cle la ciuclacl de Rosario. También fue reeditaclo en Colombia, por parte cle las Ecliciones Desde Abajo, cle la ciudad cle Bogotá, e igualmente en Venezuela, por la Funclación Eclitorial El Perro y la Rana, de la ciuclacl de Caracas. Con estas tres ediciones, este Iibro llega ya a su quinta edición en español. Invitamos

entonces a nuestros amigos argentinos, colombianos y venezolanos, a adentrarse también en la lectura cle esta interesante obra.

las Edlclones Desde Abaio, de Colombia, han publicaclo el libro de lmmanuel Wallerstein, La crisis estructural del capitalisrno, inicialmente eclitaclo por nuestra Eclitorial Contrahistorias, y que ahora se encuentra completamente agotado en México. Nos congratulamos cle esta reeclición, que permitirá una más amplia ctifusión de este libro también en Colombia. J$Hls¡

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A finales de cliciembre cle 2OO7 y principios de enero cle 20O8, se celebró en Chiapas el Tercer Encuentro cle los pueblos Zapatistas con los Pueblos clel Mundo, ahora declicaclo a la experiencia cle las mujeres neozapatistas. Allí fue posible clescubrir las propuestas cle un Femi-

nismo realmente inteligente y anticapitalista. Las ponencias ya están clisponibles en el sitio cle 'Enlace Zapatista'.

Nuestra Eclitorlal Contrahistorlas publicó el libro de Carlos Antonio Aguirre Rojas, Mancfar Obedeciendo. Las lecciones políticas del neozapatismo mexica-

no. La primera eclición, cle 1OOO ejemplares, se agotó en sólo dos meses, y ahora está circulando Ia primera reimpresión, la que nuestros lectores pueclen encontrar en las librerías habituales,

o con la cacla clÍa más extensa red amigos de Confrahistorias.

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La red de amigos de Contrahistorlas sigue creciendo, tanto en la ciuclacl de México y en la provincia mexicana, como en el extranjero. A los amigos ya mencionados en números anteriores, se han sumaclo, recientemente, en la ciu, clad cle México, Erika, Nelcty y José Raúl, los compañeros de Jóvenes en Resistencia Alternativa, Roberto, Cuauhtémoc, Césary Lorena. En los estaclos, nos ayuclan a clifunclir la revista y los libros cle ContrahÍstodas, Nashely cle puebla, Ernesto e Hilcla cle Zacatecas, Elizabeth cle Ciuctacl Juárez, Martha fuctith y Betzavecl

cle Queretáro, los compañeros cle la 'Casa Lenin'cle Morelia, Misael, Anclrea y Fernancla de Ia misma Morelia, y Homero de La Paz. Aclemás, en el extranjero, han colaborado en esta clifusión cle

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nuestras publicaciones, Vivianne y Laura en Francia, Fabio Venancio en Brasil, Eugenia en EI Salvador, José Antonio en Costa Rica, Maciej y Joanna en Polonia y Davicl en Austria. A toclos ellos, y a todos los más antiguos miembros cle la recl cle amigos cle Conf¡ahÍstorlas, nuestro

más protunclo agraclecimiento. lgualmente, expresamos nuestro agradeci, miento especial a Tomás por el apoyo que nos ha daclo en la construcción y mantenimiento del sitio en lnternet cle ContrahistorÍas, asÍ como en Ia elaboración cle distintos posters de los eventos que hemos organizaclo o coorganizado en los últimos clos años.

La situación que se vive hoy clÍa en Chiapas, es cada vez más preocupante. Está

en marcha una clara ofensiva gubernamental, de los gobiernos Fecleral, estatal y municipales, en contra cle las clignas comuniclacles indígenas neozapatistas. La total ausencia cle declaraciones cle Felipe Calclerón respecto clel problema chiapaneco, junto al trabajo sucio cle los icleólogos de Nexos, para clesresponsabilizar al gobierno mexicano por el crimen de Estaclo cle Acteal, y los reposicionamientos clel Ejército Federal en tierras chiapanecas, acompañaclos clel in, cremento de acciones de hostigamiento de todo tipo por los grupos paramilita, res como la OPDDIC, configuran un panorama muy ditrcil para este digno mo-

vimiento inclígena chiapaneco. Contrahístorias denuncia enérgicamente este grave escalamiento cle la guerra en-

cubierta del gobierno mexicano contra Ios neozapatistas, y llama a toclos a movilizarse y a protestar cle toclas las formas posibles, en contra de esta innoble acción clel Estaclo mexicano.

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