Buenanueva nº 29

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año 5 - julio 2011- n.º 29 Precio España: 3,5 €

Revista

para

la

Nueva

Evangelización


[Director] Jorge L. Santana Dumas [Jefe de redacción] Raquel Fernández de Bobadilla [Consejo de redacción] Luciano García Matas Juan José Guerrero Victoria Serrano Blanes César Allende García Victoria Luque Manuel Ortuño Morente [Administración] Josué Santana Neira [Web] Israel Castro Llorente [Gestión] Francisco Esteve Jesús Castro Cortés Fernando Cerezo [Ilustraciones] José Manuel

HACIA ORIENTE 3 ¿Quién podrá contar su multitud? 4 ARCA DE NOÉ CANTEMOS AL SEÑOR 8 Los dos caminos - Salmo 1 Juan María Sánchez Carazo

TESTIGOS DE LA VERDAD 12 Testimonios de la JMJ 23 Entrevista a Yago de la Cierva Victoria Serrano Blanes

SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ 28 El justo crecerá Miguel Iborra Viciana

FAMILIA DE NAZARET 34 El matrimonio, un proyecto de Dios Ernesto Juliá Díaz

40 La frustación de una madre adolescente Esperanza Puente

72 Religión en las aulas Miguel Aranguren

74 Me apunto a religión José Ignacio Munilla

ESPADA DE DOS FILOS 80 La plenitud de la Ley Ramón Domínguez Balaguer

86 Quédate Antonio Pavía

ALDEA PLANETARIA 92 Cristianofobia Jesús Esteban Barranco

SED SANTOS 98 Historia de Edimar P. Fernando Pascual L.C.

NUEVA ESTÉTICA 102 La belleza que salva al mundo Javier Alba

MOSAICO

[Edita] Asociación Bendita María Avda. Pablo VI, 9 - Local 12 A 28224 Pozuelo de Alarcón Madrid Tel.: 91 759 79 68

44 Pánico y agorafobia

[Maquetación] Dayenu Grupo de Comunicación S. L.

SOFISMAS

FUERZA EN LA MIRADA

56 ¿Dónde está tu hermano?

120 Encuesta para adolescentes

[E-mail] info@revistabuenanueva.com [web] www.revistabuenanueva.com [Depósito legal] M-26182-2006

José Antonio Gris

RAZÓN CREADORA 50 Diseño Inteligente Alfonso V. Carrascosa

José Serrano Sánchez

108 La pureza de corazón y la belleza de Dios Juan Pedro Ortuño Morente

114 La libertad religiosa, en apuros Lourdes Ruano Espina

Victoria Luque

EDUCACIÓN PARA LA VIDA

BENDITA MARÍA

60 El resurgir del cine religioso

122 Madre de Dios y Madre nuestra

Juan Orellana

66 !Yo paso! Aquilino Polaino

Carmen Álvarez Alonso

129 ENTRETENIMIENTO 131 ORACIÓN

La Asociación Canónica Bendita María, Editora de la revista Buenanueva, es una asociación sin ánimo de lucro. No está vinculada a ningún grupo, ni movimiento de la Iglesia, ni a ninguna institución. Por tanto, no tiene más ingresos que los derivados de las suscripciones y las aportaciones que graciosamente nos hacen. Todas las personas que trabajan en ella lo hacen gratuitamente, con la única finalidad de anunciar el Evangelio y el Reino de Dios a través de este medio. Si quieres ayudarnos, puedes enviar tu aportación a Asociación Bendita María a través de la cuenta de Bankinter 0128 019 8 77 010 0 0 0 2814


hacia Oriente

¿Quién podrá contar su multitud? Ya se acerca el resplandor de la luciérnaga, que brilla en la lóbrega opulencia de los sentidos como un tesoro desconcertante y escondido, como una paradoja viviente entre la extravagancia y la desidia, como una zarza ardiente que no se extingue, o un lirio que nace fresco en el yermo desierto, como un venero que no se agota, que rezuma un rocío sobre el caos, que se vierte sobre nuestras sienes agotadas pero dispuestas, blancas por el rayo del espíritu. Porque cientos de miles de jóvenes ansían y esperan la llegada del Pastor Universal. Viene a nuestro encuentro, a guiarnos y a mostrarnos los verdes prados en la Jornada Mundial de la Juventud. Nos acompañará a los pastos frescos, nos conducirá al monte de las balsameras, donde mora el esposo que desde hace tanto tiempo nos buscaba, nos rondaba enloquecido brincando por los collados, saltando por los montes. “¡No ves, amada mía, que el invierno ha pasado, que amanecen las flores en los campos y se oye el canto de la tórtola…! ¡Oh, paloma mía!, sal de los escarpados escondrijos, levántate y déjame ver tu rostro, levántate, hermosa mía y vente a las tranquilas aguas, a los pastos verdes y lozanos, y hazme oír tu voz. Levántate, sal de tu esquirla, de tu hábito y de tu penuria, de tu cuarto recóndito y de tus antojos, sal de tus caprichos insatisfechos, de la tiranía de tus voluntades errantes, de tus ansias reprimidas…”. Porque mejores son que el vino sus amores. “Levántate, amada mía, y ven. Porque dulce es tu voz y suave tu lamento, tus lágrimas de soledad he recogido en un odre y las aprieto contra mi pecho. Ven, hermosa mía y salgamos a los campos, corramos por los prados hasta que apunte el día y huyan las sombras. Mira que te aguardo, que te ansío, que te reclamo solo para mí; mira, yo te he despertado mientras dormías bajo el manzano. Te llamé, te llamé, paloma mía…, metí la mano por el hueco de la ventana y te grité: ábreme, ábreme, hermana mía, pues mi cabeza está blanca de rocío y mis cabellos húmedos del relente de la noche…”. En agosto viene a nuestro encuentro el Amado, en la figura de Pedro, a desposarnos con Él. Ya el séquito anuncia la llegada; la brisa suave penetra en nuestra corona de espinas y nos infunde un crisma de bienaventuranza, un impulso misteriosamente noble, una intuición abrasadora que nos augura lo que siempre hemos intuido y experimentado: que el amor es más fuerte que la muerte. La palabra se hace carne entre nuestros anhelos; el sabor de vida eterna, factible y cotidiano para todos, para los que nos urge el aroma del esposo, que se adhiere y se funde con nuestro hedor de pecado, abriéndonos la urna de la sabiduría. Y los ángeles divisarán desde su cima, desde lo alto de la roca contemplarán: “Verdaderamente este es un pueblo distinto a todas las naciones. ¡Qué bellas son sus tiendas! Y ¿quién podrá contar su multitud?” Jorge L. Santana

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arca d e Noé

va l o r d el

El

cu l to a l a

D u r an t e la er ecció ron sus espejos n del Tabern ác sés no d quiso a e bronce para ulo, las muje res d co mitir es ces oyó os adm ntribuir a la c judías ofrecie la voz d onst inícu el Seño r que le los de vanid rucción. Moi— ¿No ad; per hablab sabes, o ento a así: ac as ciados nque tod o, que esos e as las d spejos d u ró m son pa emás d ip ra mí onac cerca d ueblo, que e n la es iones? Gracias más pree la des clavitud esperac a ellos, del trab perión. Al r egipcia ajo ago egresar e biador s taban a t u v o lo d m s homb e la ser su lado vidu res a su uy olvidar , bien ca arreglad mbre, las mu sus suf jeres se sa rimient as y at jos y cu os. Se r s a enidando c t ivas, h reu así la p erpetua nían en amor, aciéndoles «Funde ción de teniend de eso agua co mi pue o his espe n que jo b lo s . la se purif v a s ij a qu ican los sacerdo e contendrá el tes»

be

lleza

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a m ig o s sa, un a laborio id v u s n otros Durante mistad co a su a ó b a tr hombre a prueb ás poner m ja o, se in s , s tre ento dad m uerte, o m n u nuestra m nte o obse n d y , ía lealtad. En ia d c l ti a ñarán e nte la jus la n juicio mi- ¿Nos acompa arecer e a le acusó a cencia se vió en p s e m tr o c s u s s ino debamo . Pidió a tante su l primero cuando fenderse E e . d io e ic d ju d l os; los ne necesida andonarn añasen e segundo Dios? b p l a e m n ; o e a c z a ro le e ti de la gos que le el borde rá el prim do una fu l juzgado, pero e n s ta s ta a x ro h e te n in re a d p e tros añ El entrada d con noso s acomp se excusó ridad o n e la n v á ir e ta s s s s o a d la ra h a b r o o os eg añó orizado p s buenas as estem de- all , tr la lo acomp m o n te g ro ie a ti e s , m P a . te , a id o segu tumb r y prosirvio de estro lad huyó en estro favo solución. y quedarán a nu tercero le u b l n a e n u lo e s o o S o habland y obtuv del juez. no. : di- frente al juez, o inocencia d u n s u ó m llo benig tr fa s te s n e u mo n s e o s. s amigos curándon emos tre enas obra n u b te s y o s d a o T gad onas alle nero, pers

El avaro, al recibir un daño, se verá atrozmente entristecido, mientras que aquel que desprecia las riquezas estará siempre libre de la tristeza 4


arc a de Noé

La bendición

En sus agonía, el rabino se sintió agobiado por una grave preocupación. Su hijo tenía dos niños, uno de los cuales era muy devoto y estudiaba la Torá con gran aplicación, en tanto que el segundo era un haragán que solo encontraba placer en las riñas callejeras y nunca pisaba la casa de estudios. Bendecir al hijo, en la hora tan próxima a la muerte, pensaba el anciano, significaba bendecir al mismo tiempo sus dos descendientes, tanto el noble como el infiel. Adormecido por la fiebre, se le apareció en sueños la figura del patriarca Abraham, quien le habló así: —El dueño de un parque encomendó al jardinero que cuidase sus árboles y plantas. Pronto el encargado observó que uno de los árboles más abundantes de fruta se hallaba envuelto por una trepadora venenosa, y se preguntó si era conveniente regar ese árbol, ya que con el agua se beneficiaría también la enredadera. Reflexionó un tiempo y llegó a esta conclusión: «Se me ha confiado la atención de todo el parque. Solo su dueño me puede indicar si debo prestar más o menos cuidado a una de las plantas. ¿Sé yo acaso con qué objeto se plantó en el jardín la enredadera venenosa?» En ese momento despertó el rabino, quien entonces bendijo de todo corazón a su hijo y los descendientes.

lo el cie Pa n d

sh: a r d i M o a Is-

lviend ba devo de Mamta s e s cinar ielo, Dio or En el En l. vía del c É o ll n o á dados p c n n a o a h m m c l e s e h s ángele , les había reCuando Abraham había o los tre e b ra id u g q o c lo l a rae a la som alimento; desbía a e s h r ta m n a e s jor ah isma o su me bré, Abr ía hecho id b c a e h fr s De la m o e . L ía a b r. a m o h o ñ s imo od el Se , el Altís agua y le ñado hacia S s o n ñ o a c o ta frescad compa cuaren brió con había a . Les cu durante n s o á le h in s a s r , é b ía A d pu limentó hijos de un solo er, les a s b o e n lo , b n a a o r ube. c m pa for con la n e l desierto , les dio agua ía e d n e c e e r ó tuy p e actu ino les s lo resti e la nub m d io a c a ¡D r l , b s e y en la som e a Dio rna! del cielo el hombre hac n a p vida ete n la o , c to s n á a u m c todo a y ade Porque s por un e c e v n cie

La hiedra se adhiere al árbol y, cuando llega a lo más alto, seca la raíz, así la vanagloria se origina en las virtudes y no se aleja hasta que no les haya consumido su fuerza 5


arca d e Noé oisés partió de Madián, tomó el bastón en la mano y subió al asno. Aquel era el mismo asno que había llevado la leña para el sacrificio de Isaac, cuando Abrahán subió hacia el monte. Aquel asno es el mismo que un día llevaría al Mesías, rey de la paz.

M

M i d ra s h

El asno

M i dr a s h

Es aquel asno que pondría a salvo un Niño que huía de Belén y de la espada de Herodes. Sobre aquel asno pondría mantos entre aclamaciones y ramos al viento, cuando el rey de la paz entraba en Jerusalén. Sobre el asno paciente, Moisés andaba hacia la tierra de Egipto a liberar a su pueblo.

Fábula

del tonto Un grupo de personas se divertían siempre con el tonto del pueblo, un pobre infeliz, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas. Diariamente, llamaban al tonto en el bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor tamaño, pero de 1 euro. Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos. Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el tonto, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos, y éste le respondió: —Lo sé señor, vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no ganaré ninguna moneda. Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones: La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es. La segunda: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos. La tercera y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. 'Un hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente'


arc a de Noé

La

o ra c i ó n de

I s ra e l Jaime Mestre Para el hombre, el día es el tiempo de la independencia y de la acción, mientras que la noche es el tiempo de la sumisión, de la pasividad involuntaria. El camino del justo es como la aurora, ese momento en el que el día despunta más y más hasta que cobra su total esplendor. La oración de la mañana se sitúa bajo el signo de la gratitud por habernos liberado de la nocturnidad, porque rejuvenece nuestra alma y a su vez rejuvenece nuestro cuerpo. La gratuidad y la gratitud se hacen fundamentales en nuestra plegaria matutina y la fidelidad que pedimos a Dios es fundamental en la oración de la noche, pues son las horas de la sobriedad y de la tranquilidad. Para la Cábala, el día se divide en dos partes, el del sacrificio de la mañana y el de la tarde, que ahora se han convertido en los tiempos de la oración. Son las horas del reino, del amor de Dios, que llena la vida del hombre y lo colma de fortaleza y libertad para que a través de su conducta moral sea imagen perfecta de Dios. La oración del mediodía, llamada “Min´ha”, tiene también su carácter propio, y para su comprensión es bueno recordar a los Patriarcas. Según la tradición hebrea, Abrahán instituyó la oración de la mañana, Isaac la del mediodía y Jacob la de la tarde. La vocación de Abrahán fue como una luz que iba apareciendo, aumentando y disminuyendo, enriquecido con toda clase de bendiciones. Abrahán solo tiene que enfrentarse a un mundo egoísta, ya que él, como uno y único, no solo es objeto de la envidia y de la enemistad, sino que a su vez es venerado como “el príncipe de Dios”. La vocación de Isaac aparece ya menguada en el mundo, el sol que había brillado sobre la cabeza de su padre ha rebasado ya el cénit. Caminante solitario, aunque bendecido por Dios, Isaac no encuentra entre sus contemporáneos más que envidia. Y su único refugio lo encontrará en sí mismo y en su familia. Desde su nacimiento lo acompaña la profecía: “Tu descendencia será extranjera”. El destino de Jacob será el de las sombras de la noche; su vida no es más que una cadena de dolorosas pruebas y el gozo de la vida le sonreirá raramente y siempre por poco tiempo. Sin embargo, los tres patriarcas sabrán encontrar en la oración el camino hacia Dios, a pesar de todas sus vicisitudes. De esta manera, también nosotros podemos elevarnos hacia Dios; rezando al rayar el alba, al declinar el sol, y en la noche, que nos invita a refugiarnos en Dios. Un midrash nos cuenta que, cuando Dios hizo el mundo por amor, planeó que todo fuera justo y, por consiguiente, lo iba a gobernar con justicia. Pero cuando vio que la humanidad no podía mantenerse a este nivel, creó la misericordia, que asoció a la justicia. El amor, la justicia y la misericordia son las tres estrellas que iluminan la vida de los israelitas todos los días. Son ellas las que atraen nuestra mirada hacia el cielo: en una profunda y alegre gratitud por la mañana, en un austero examen de conciencia al mediodía y en una inquebrantable confianza en la tarde.

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ca ntemos a l Señ or

Los

dos

caminos Juan María Sánchez Carazo

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, mas se complace en la ley de Yahvé, su ley susurra día y noche. Es como árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo fruto, y jamás se amustia su follaje, todo lo que hace le sale bien. ¡No así los impíos, no así! Que son como paja que se lleva el viento. Por eso, no resistirán en el Juicio los impíos ni los pecadores en la comunidad de los justos. Por que Yahvé conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde. 8


c antem os a l Señ or

La traducción escogida del salmo 1 es de la Biblia de Jerusalén, que lo titula: “Los dos caminos”. Así pues, este salmo, que encabeza la colección de los 150, nos propone los dos caminos que se pueden seguir en la vida. El simbolismo del “camino” es muy importante en todas las culturas. Sirve muy bien para expresar lo que es la vida del hombre: su temporalidad, sus dificultades, errores, alegrías, atajos, descansos, tropiezos, desorientaciones, disyuntivas y decisiones… En el Antiguo Testamento hay dos itinerarios que hicieron del “camino” la forma espiritual de vivir del pueblo y del creyente judío: el camino de Abrahán y el del Éxodo. Abrahán que, obedeciendo a Dios, sale de su casa hacia la tierra que Dios le mostraría, y el Éxodo, camino de la esclavitud —Egipto— a la libertad —la Tierra Prometida, pasaron de ser itinerarios geográficos a caminos espirituales que el pueblo y todo creyente está llamado a recorrer.

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ca ntemos a l Señ or

si vivir es optar, opto por Dios EL CAMINO DE LA VIDA SE IDENTIFICA CON LA VOLUNTAD DE DIOS Y CON LA LEY. AQUELLO QUE EL HOMBRE ESTÁ LLAMADO A OBEDECER COMO CAMINO DE FELICIDAD

EL PEREGRINAJE A JERUSALÉN SE CONVIERTE TAMBIÉN EN UN CAMINO ESPIRITUAL Y PURIFICADOR HACIA EL ENCUENTRO CON DIOS 10

No es de extrañar que el símbolo “camino” o “senda” esté presente de forma tan abundante en el Antiguo Testamento. Uno de los libros en los que se ve más claro es precisamente el libro de los Salmos. En ellos se habla del camino de la vida que, en definitiva, se identifica con la voluntad de Dios. El que obedece a Dios sigue sus caminos, es instruido en sus sendas. De ahí se pasa a identificar ese camino con la Ley, lugar por excelencia en el que se manifiesta la voluntad de Dios, aquello que el hombre está llamado a obedecer, no como ley externa, sino como camino de felicidad (¡Dichoso el hombre…!). Los Diez Mandamientos son las Diez Palabras de Vida. Este es un camino que, en contra de las apariencias, acaba bien. El impío, por el contrario, es aquel que sigue su propia voluntad, y, siguiéndola, parece que le va bien, pero en realidad se pierde, termina por caminos que no van a ninguna parte, son viento, nada… El burlón, el malvado, en la Biblia, es el que hace de sí mismo la ley; es el ser autónomo al que en un primer instante parece que todo le va bien, que prospera gracias a la injusticia y la prepotencia, pero en el fondo, su vida se secará como la hierba, no tiene consistencia ni raíz.

En Israel la realidad “camino” no será algo solo simbólico. La conquista de Jerusalén por David y la construcción del Templo por Salomón produjo un centralismo religioso que, a su vez, trajo consigo peregrinaciones de muchos judíos al gran Santuario donde se encontraba el Arca de la Alianza, la Ley, Dios mismo. A la vez se convirtió en el lugar en el que se celebraban de forma muy especial determinadas fiestas. Esto hizo que el peregrinaje a Jerusalén se convirtiera en un acontecimiento en la vida de todo judío. Los salmos de subida a Jerusalén —a Jerusalén siempre se sube—, como el 122, del que se dice también que es un “cántico gradual” o “canción de las subidas”, son testigos de cómo el recorrido geográfico se convertía en un camino espiritual hacia el encuentro con Dios, un camino purificador, pues solo podía entrar en la presencia de Dios el de manos inocentes y puro corazón (ver el Sal 24). Sin duda la peregrinación más importante era la de la fiesta de la Pascua, pues los corderos solo se podían sacrificar en el Templo. En realidad solo se podía celebrar verdaderamente la fiesta en Jerusalén.


c antem os a l Señ or

Contigo me pongo en marcha Jesucristo vivió estos dos aspectos de la realidad de “camino”: el vital y la vivencia espiritual del camino geográfico. Así, por una parte, en su mensaje programático mandó entrar por el camino angosto, que lleva a la Vida, pues el ancho y espacioso lleva a la perdición (ver Mt 7,13-14). El mismo concepto de seguimiento, que fue central en su vida, implicaba un camino, como en el caso del ciego de Jericó, que “recobró la vista y lo seguía por el camino” (Mc 10,52). En este seguimiento, en este caminar tras Jesús, hay un elemento esencial, sin el cual es imposible el seguimiento: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mt 16,24), pues el que se busca a sí mismo, se pierde. Pero por otra, Jesús vivió el camino espiritual, la dualidad de caminos vitales, en un recorrido geográfico. La misión propia salvadora la encarnó en un camino físico, en una peregrinación, en una subida. Ya su misma vida fue una itinerancia, yendo de pueblo en pueblo, sin lugar donde reclinar la cabeza, y esto lo vivió como característica del estilo de vida del Hijo del hombre.

EL IMPÍO ES AQUEL QUE SIGUE SU PROPIA VOLUNTAD Y PARECE QUE LE VA BIEN, PERO EN REALIDAD SU VIDA, SIN CONSISTENCIA NI RAÍZ, SE SECARÁ COMO LA HIERBA

Pero su camino encarnado fue el de la subida a Jerusalén. Los sinópticos lo vieron tan claramente que en estos evangelios solo hay un viaje de Jesús a Jerusalén a la fiesta de Pascua, su Pascua, a su propia pasión, en la que él será el verdadero cordero degollado que quita el pecado del mundo.

angosto sendero, vía de salvación Esta subida a Jerusalén se convirtió en la subida a la realización de su misión, a la muerte en cruz, a su Hora, la manifestación misma del Amor de Dios. Y este camino de Cristo no es ajeno a todos nosotros. El Señor, al recorrer su camino hacia lo alto de la cruz, ha puesto en marcha en la historia humana un campo de gravedad que lo atrae hacia lo alto, pues cuando él es elevado a lo alto, atrae a todos a él. Esa fuerza de gravedad no es otra que el mismo amor de Dios, su misericordia, que es su esencia, el Santo de los Santos abierto en su costado, el nuevo Templo al que todo hombre está invitado a peregrinar, pues nuestro Señor no solo nos muestra el camino, sino que nos invita a seguirle y a recorrerlo.

Así, los dos caminos del salmo 1 se convierten en un doble campo de atracción: una atracción hacia lo alto, hacia la libertad verdadera, la dignificación, la divinización; y otra atracción que experimentamos diariamente hacia lo bajo, hacia el propio yo, regido por el esclavo y obsesivo amor a uno mismo, ese egoísmo que lleva al hombre a la inhumanidad, descrita y realizada en ese banco de impíos y burlones que nos encontramos en el Gólgota con Jesús, pero que se vuelve a realizar en todos los gólgotas de la vida humana. La ley que el nuevo peregrino está llamado a meditar día y noche es la ley del amor y de la gratuidad. Las corrientes de agua en las que se hace fecundo es el Espíritu Santo que se derrama del costado del Señor. Los frutos, las obras de vida eterna. En definitiva, es el camino hacia la participación en la misma naturaleza de Dios. Esta ascensión es tan ardua y el hombre es tan incapaz de andar este camino, que necesita que la fuerza de atracción de la Gracia le suba a esa nueva forma de ser que se resume en el amor al enemigo, pues eso, y no otra cosa, es la misma esencia de Dios manifestada en Cristo Jesús.

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tes ti gos d e la Verd ad

Raúl Berzosa Martínez 53 años Obispo de Ciudad Rodrigo JMJ: Santiago de Compostela 1989, París 1997, Roma 2000

“Las JMJ a las que he podido asistir fueron con el Papa Juan Pablo II. Mis impresiones se pueden resumir en tres sentimientos: por un lado, se palpaba la catolicidad, en su más estricto sentido. Por otro lado, nos encontrábamos ante un verdadero líder de la humanidad, no solo espiritual. Y, finalmente, te ayudaba el evento a replantearte tu vocación “existencial” y “específica” en la Iglesia. Sin duda, el Espíritu Santo fue el inspirador y gran protagonista de aquellos inolvidables encuentros. Bien se puede afirmar, con el clásico, que si no existirían habría que inventarlos. Todo mi apoyo al Papa Benedicto XVI para continuar con los encuentros de la JMJ. Con su estilo, con su personalidad y con la fuerza y atractivo de un hombre verdaderamente “tocado” por Dios, capaz de abrir el corazón y la mente de los jóvenes a la Verdad, la Belleza y el Amor”.

JMJ

Sara Solana 33 años Madrid Analista Financiero Encuentro Juvenil Loreto 1995, Israél 2000

"Peregrinar siguiendo al Papa supuso en las dos ocasiones abrir un paréntesis en la vida cotidiana y dar cada paso con los ojos en el cielo, de modo que todo lo que sucede en el camino se vive como una gracia, un regalo. Por eso el ambiente es siempre alegre, la convivencia buena y fácil, los preparativos sencillos. Experimentabas de una manera cierta que era Cristo quien guiaba al grupo, y la meta, el encuentro con Él. Daba igual el número de personas que asistieran, miles, millones....Las palabras del Santo Padre se dirigían en singular hacia mí. De vuelta a casa recuerdo el tesoro en el corazón: la certeza de que la vida puede vivirse así siempre, como un peregrino al que el amor de Dios guía y acompaña."

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testigos de l a Verda d

Sor María de Nazaret O.P. 41 años Dominica Contemplativa Monasterio Nuestra Señora de la Piedad (Palencia) JMJ: Santiago de Compostela 1989, Czestochowa 1991, Denver 1993

Soy una monja Dominica que lleva 17 años entregando cada día mi vocación al Señor, para que me la realice. Cada llamada de Dios es una historia preciosa que te va sellando el corazón. Siempre asocié mi búsqueda vocacional con las JMJ y a ellas estoy muy agradecida, por eso animo a participar en estos encuentros donde el Señor parece que habla con más cercanía y claridad.

la Vida Contemplativa no se había cerrado y como las Hermanitas de Belén hacían retiros vocacionales, me fui con ellas a Sigena (Huesca) y más tarde a Grenoble (Francia), donde pasé un mes con las Hijas de San Bruno.

La primera que asistí fue a la de santiago de Compostela, tenía 19 años y muy pocas ganas de ser monja. Yo quería casarme, tener muchos hijos y evangelizar en cualquier rincón del mundo.

En esta situación me encontraba cuando fui a Denver. Quería ser monja, pero no sabía el lugar; tanto en Francia como en Palencia había disfrutado de muchos encuentros con el Señor y la liturgia llenaba mi vida. Y fue allí, en las colinas del Colorado, cuando le dije a la Virgen que me llevase al sitio que el Padre me había preparado desde la eternidad y así fue. Ese mismo año, durante la vigilia de la Inmaculada, me lo mostró; y aunque la tentación de dar marcha atrás estuvo siempre muy presente, me fié de Ella y poco a poco todos los obstáculos se fueron allanando hasta que por fin llegó el día esperado: el 26 de Diciembre de 1.993, fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, crucé el umbral del monasterio de Dominicas de Palencia, para gloria de Dios y salvación de los hombres.

Dos años después fui a la de Czestochowa. Por entonces ya habían pasado unos cuantos cambios en mi vida: había dejado de estudiar la carrera, había hecho una experiencia en el monasterio donde ahora me encuentro y mi concepto sobre las monjas había cambiado. Deseaba entrar pronto en el monasterio, pero no había llegado todavía el momento.

Desde entonces cada Jornada Mundial de la Juventud la he vivido intensamente con el deseo de que muchos jóvenes encuentren el sentido correcto de su vida. Y cada vez que cantamos el salmo 121, que es muy alegre porque lo cantan los peregrinos cuando llegan a Jerusalén, me uno a cada joven que busca orientar su vida conforme a los planes de Dios.

Decidí estudiar Educación Especial mientras se aclaraban mis interrogantes. El contacto con los niños deficientes me impactó, pero el camino de

¡Qué el Señor nos bendiga en esta nueva Jornada Mundial de la Juventud y recojamos abundantes frutos; cimentados en la roca, firmes en la fe!

2011


tes ti gos d e la Verd ad David Hernández González 25 años Murcia Licenciado en Biotecnología JMJ: Roma 2000, Toronto 2002

“En Roma se me quedó marcado el famoso "No tengáis miedo" que tanto repetía Juan Pablo II. Me alegró mucho ver cómo, a pesar de las diferencias entre las personas, el Espíritu que nos movía a estar allí es el mismo, lo que hace que todos formemos una misma Iglesia. Dos años más tarde asistí al encuentro en Toronto. Cuando volví a casa sentía que flotaba, estaba increíblemente contento, servicial, no me enfadaba por nada… Tenía 16 años y no llegaba a entender por qué me sentía así. Ya han pasado muchos años desde aquellas dos peregrinaciones, pero siempre recuerdo esa sensación de gran alegría y tranquilidad. Es una experiencia increíble que si no la vives, no se puede comprender.”

Marina Abia 23 años Madrid Integradora social JMJ: Colonia 2005 Encuentro de jóvenes Madrid 2003

"Todavía era muy niña cuando en el 2003 el Papa Juan Pablo II vino a España. Por aquel entonces me sentía muy triste porque mi familia acababa de mudarse y en mi nuevo instituto yo no era aceptada. Eso me había vuelto introvertida y muy sensible. Aquel "No tengáis miedo" me llenó de esperanza y de alegría por sentirme tan acompañada en la fe... En Colonia se me quedó grabado a fuego la frase de Benedicto XVI: "Nuestra vocación principal es seguir a Cristo". Esta fue la semilla que dejó en mí, y es el camino que sigo desde entonces; ahora resbalando, ahora levantándome, con la ayuda del Señor siempre... Hoy sé que, aunque a veces me siento sola, el Señor me acompaña."

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testigos de l a Verda d María de Jesús O.P. 41 años Dominica Contemplativa Monasterio Nuestra Señora de la Piedad (Palencia) JMJ: Santiago de Compostela 1989, Czestochowa 1991

He tenido la gran bendición de participar por dos veces en la JMJ. La primera, en Santiago de Compostela, fue impresionante ver la cantidad de jóvenes con los que compartir mi fe, y sentirme amada en primera persona por Jesucristo. Tenía 19 años y mucha vida por delante, pero este paso del Señor marcó un antes y un después. En mi “corazón” comenzaba a escuchar algo así como: “Te afanas por muchas cosas, pero una sola es necesaria…”. Tuve una época que incluso no quería ni leer la Palabra, porque cualquier párrafo me hablaba de lo mismo y yo no estaba dispuesta a dejar que Dios gobernase mi vida. Dos años después, el Señor allanó todas las dificultades materiales y espirituales para ir a Czestokowa y allí habló a mi corazón con tal suavidad y ternura, que volví convencida de que Jesucristo me quería para Él…. Al cabo de un año, pasé una semana de experiencia en el Monasterio del que hoy formo parte, compartiendo con las hermanas su vida de oración, trabajo y comunidad. Esta última parte es la que más me atrajo: ¡vivir la fe en comunidad las 24 horas del día! A partir de entonces comenzó el combate, la lucha y rebeldía contra lo que sabía era voluntad de Dios. Terminé la carrera de Informática, empecé a salir con un chico, encontré un buen trabajo y me independicé de mis padres. Todo ello con el afán de acallar y olvidar la misión a la que el Señor me llamaba. La batalla en mi corazón era durísima; el Señor me estaba haciendo ver hasta dónde podía yo llegar con mis solas fuerzas. La rendición llegó, por fin: un día, al llegar a la oficina me sentí totalmente fuera de lugar, sabiendo que mi “sitio" era totalmente otro. En ese mismo momento di gracias a Dios por mi vocación, y entonces la paz y el gozo llegaron a mi corazón. Mi familia no entendía mi decisión de abandonar un brillante futuro y "encerrarme" en un convento a los 25 años, pero la alegría de cumplir la voluntad de Dios me fortalecía. Después de este tiempo en el Monasterio puedo comprender el porqué de aquellos deseos de tener muchos hijos: el entregar mi vida para la Evangelización, precisamente en la Orden de Predicadores, hace que me sienta madre espiritual de tantos como sufren en el mundo y necesitan de mi intercesión para que la salvación de Jesucristo llegue también a sus vidas. Mi oración durante estos últimos meses se dirige diariamente al Señor, uniéndome a todos los jóvenes que participarán en la próxima JMJ. Son días especiales en los que la gracia del Señor se derrama a raudales en aquellos que le abren su corazón. Y, si aún no te has decidido, te animo a participar. No te arrepentirás nunca. Será un momento inolvidable para toda tu vida. Y, para todos los que asistan, sabed que nuestra oración, la de las monjas contemplativas, os acompaña silenciosa, pero eficaz.

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tes ti gos d e la Verd ad Pablo Martínez 27 años Oviedo Informático JMJ: París 1997, Roma 2000, Toronto 2002, Colonia 2005, Sydney 2008

Mi primera JMJ fue la de París 97 con solo 14 años. Convivir con una gran cantidad de jóvenes de otros países (algunos de ellos muy pobres), caminando juntos al encuentro del Señor con el gran guía Juan Pablo II, tan cercano y cariñoso ante nuestros problemas, me hizo descubrir que no estaba solo. Es una gran sorpresa ver a los jóvenes contentos a pesar de los contratiempos de una peregrinación, sin necesidad de evadirse con el alcohol, las drogas ni el sexo. En las JMJ he encontrado respuestas a preguntas como: Si Dios me quiere, ¿por qué me pasa esto?, ¿para qué vivo?, ¿cómo es posible que Dios sea bueno si me ha hecho tartamudo? Las palabras del Santo Padre siempre me han animado y han dado consuelo a lo largo de los años. Juan Pablo II nos decía: “Abrid vuestras puertas a Cristo”. Y es verdad, si lo haces, Él te lo da todo, no te quita nada.

Ana Olivera 25 años Salamanca JMJ: Paris 1997, Roma 2000, Colonia 2005, Sidney 2008

"Con 12 años asistí a mi primera JMJ en París y después a todas cuanto he podido, animada sobre todo por mi madre, quien, como también ha ido a alguna, sabe que no son simples viajes, sino que te pueden cambiar la vida. Recuerdo todas con mucha alegría; siempre me ha encantado el juntarnos jóvenes cristianos de todo el mundo. Hablas con pakistaníes, japoneses, uruguayos... y ves que el Espíritu es el mismo en todas partes. Me impresiona sobre todo los que van de lugares donde los cristianos son perseguidos. ¡Son una gran lección de fe! En Sidney, la noche de la Vigilia fue alucinante. Después de confesarme fui a la capilla donde estaba el Santísimo expuesto. Había gente de todo el mundo rezando de rodillas e hice lo mismo. Estuve rezando un montón de horas, aunque se me pasaron volando. Nunca había tenido tanta intimidad con el Señor y ahí descubrí lo importante que es tenerla."

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testigos de l a Verda d Sor Saray de María O.P. 23 años Novicia Dominica Contemplativa Monasterio Nuestra Señora de la Piedad JMJ: Colonia 2005, Sydney 2008

He asistido a las JMJ de Colonia y Sydney, aunque también he estado en otros encuentros con el Santo Padre. En la primera sentí la llamada del Señor a la vida religiosa, pero en mi libertad yo le decía que no, porque lo de ser monja no entraba en los proyectos de vida que tenía. En un encuentro que hubo con el Papa en Loreto en el 2007 volví a sentir esa llamada. Estaba dispuesta a decirle que sí, pero le pedí a Dios que antes me concediese ir a Tierra Santa. El Señor es tan grande y generoso que ese viaje me lo regaló por completo, pues económicamente no tenía modo alguno de ir a Israel. Se me concedió el ciento por uno al poder estar como peregrina en la tierra en la que Jesús vivió. Estos encuentros con el Santo Padre Benedicto XVI me han ayudado a salir de mí misma y dejar de “mirarme al ombligo”; a buscar al Señor, a abandonarme en Él y estar dispuesta para lo que quiera de mí; me han ayudado a confirmar la vocación que Él mismo me ha regalado. Es cierto que estimula mucho ver a tantos jóvenes que piensan y viven igual que tú y que hacen lo imposible por ir a estas Jornadas que convoca el Santo Padre. El último encuentro de jóvenes con el Santo Padre en el que he estado fue el del 2010 en Fátima; allí ya tenía claro que el Señor me llamaba a la vida contemplativa. Desde hace dos meses soy novicia dominica y estoy muy contenta y agradecida a Dios por este regalo que me hace todos los días de vivir en su casa, alabándole siempre.

57 años Madrid Ama de casa JMJ: París 1997, Roma 2000

La primera vez que participé en las JMJ me quedé alucinada. El cielo bajaba a la tierra para hacernos sentir el gozo y la comunión de los santos. El cuerpo de Cristo, la Iglesia joven, me sedujo y me enamoró de la cabeza, Cristo, en la persona del Papa.

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testi gos de l a Verd ad

Gonzalo Ramírez 26 años Burgos Opositor para profesor JMJ: París 1997, Roma 2000, Toronto 2002, Colonia 2005

No sé cómo resumir en pocas líneas mi experiencia sobre las JMJ porque cada una se ha celebrado en una etapa diferente de mi vida, aunque todas engloban la misma esencia: la ilusion por conocer lugares nuevos, momentos que compartir, inquietudes personales que buscan ser sosegadas por el mensaje del Papa etc. Lo que sí puedo decir es que desde la primera, a la que acudí con 13 años, la de París, hasta la última que fui, la de Colonia, ninguna me ha dejado indiferente. De todas me he llevado un mensaje claro: un joven sin Dios no vive plenamente. El que sigue a Cristo es realmente feliz, aunque a primera vista parezca que renuncia a algo. Siempre me han animado tanto las palabras de Juan Pablo II como las de Benedicto XVI que allí se han pronunciado: “Seguid a Cristo y no tengáis miedo”.

Miguel Aranguren 40 años Madrid Escritor JMJ: Santiago de Compostela 1989, París 1997

“Recuerdo con emoción la noche que siguió a la vigilia del Monte del Gozo. Nos despertamos helados, pero salió el sol y el Papa, al subir al altar, antes de celebrar la Santa Misa, nos saludó haciendo una analogía entre el astro y Jesucristo: Jesús es la luz y el calor. Aquella noche anterior a la Misa (yo tenía 19 años) me plantee qué significaban aquellas palabras de Cristo: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" que había analizado durante su discurso de la vigilia. Dudé si yo, un cristiano corriente, podía aspirar a ofrecerle mi pobre vida para vivir una aventura apasionante de entrega y lucha por llevar Su mensaje a los demás. Y descubrí que sí, que era posible, que Dios me había amado desde la eternidad para convertirme en apóstol en el ejercicio de mi profesión literaria y en la familia que formé años después”

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JMJ


tes tigos d e la Verda d

Sor Sara Bermejo San Juan, O.P. 26 años Dominica Contemplativa Monasterio Nuestra Señora de la Piedad (Palencia) JMJ: Colonia 2005

La JMJ de Colonia, junto con otros encuentros con el Papa, han sido ocasiones clave de encuentro con Jesucristo; como “citas estratégicas” que fue preparando el Señor para que comenzara a descubrir su llamada. El ambiente joven, de fiesta, de libertad y alegría de esos días de peregrinación me ayudó a abrir mi corazón a Cristo. A los 18 años descubrí la misericordia de Dios en el perdón de mis pecados; que Jesucristo me amaba y me acogía tal y como era. De esta experiencia comenzó a surgir en mí la necesidad de que los demás también conocieran esto. Empecé a estudiar una Ingeniería Técnica, disfrutaba de viajes, convivencias, deportes, fiestas de fin de semana, flauta travesera, inglés… pero nada de esto daba respuesta a aquella llamada a “evangelizar”. Con la cabeza llena de dudas e interrogantes llegué a la JMJ de Colonia. Había visto la estrella, y el Señor me invitaba a seguirla, pero ¿a dónde? Algunas personas cercanas comenzaron a decirme: ¿y por qué monja no? Para que dejaran de hacerme esta pregunta que tan nerviosa me ponía pensé hacer una experiencia en el monasterio de las dominicas de Palencia y demostrarles que no era lo mío. Cuando me contaron que eran monjas de la Orden de Predicadores, ¡qué sorpresa! Como veis, la jugada no me salió como esperaba… Al año siguiente terminé la carrera y empecé a trabajar en Burgos. Continuaba de vez en cuando acercándome al monasterio…Pensaba en alquileres, proyectos, un coche… pero mi corazón me pedía otra cosa… ¡algo más grande! Cada vez oía con más fuerza: “¡confía en mí!”… pero me sentía atada por los miedos. En el 2007, en el encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes en Loreto (Italia), cansada de echar tantos balones fuera, me rendí, y en la Casita de Nazaret le dije al Señor: “Mira, aquí estoy, haz en mí lo que tú quieras”. A partir de entonces, comencé a experimentar una paz, una alegría, una libertad que nunca antes había tenido. En abril de este mismo año año entré en el monasterio y ¡cuántas gracias doy a Dios por ello! Con mis hermanas ya sí que puedo estar en todas las misiones a la vez, y con nuestra vida predicar a Jesucristo por el mundo entero. ¿Hay algo más grande y precioso?

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tes ti gos d e la Verd ad Almudena Ortuño Madero 17 años Madrid

Estudiante 1º Bachillerato

Esta va a ser mi primera JMJ y estoy deseosa de participar en ella. Ser cristiano hoy no es nada fácil socialmente, pero a mí me da la vida; implica ser testigo para el mundo del amor de Cristo, hablar de Cristo al que no lo conoce y hacer llegar su mensaje a todo el mundo. Seguramente sería más fácil si la sociedad no acuchillara a cada persona que es feliz viviendo del amor de Dios, pero el mismo Cristo ya nos lo advirtió: “Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre” (Mt. 10, 22). No se equivocaba. Tengo 17 años, y cada vez que voy andando por la calle con la cruz de Cristo colgada del cuello, cada vez que rezo delante de la gente o me santiguo antes de un examen, cada vez que me atrevo a confesar que Dios es la causa de mi felicidad, cada vez que canto a voz en grito que Cristo vive, cada vez que voy a misa los domingos, cada vez que demuestro, de la forma que sea, que amo con toda mi alma y todo mi ser a Cristo, me enfrento, como el resto de cristianos, a miradas de desprecio, adjetivos no precisamente agradables, insultos y, sobre todo, incomprensión. A veces esto es lo que más duele, sentir que los amigos no nos comprenden y se burlan de nosotros porque los domingos en vez de salir de botellón vamos a misa. Pero a pesar de la incomprensión de estas personas ajenas a la vida cristiana, tengo amigos que viven la fe de la misma forma que yo; amigos que también están muy ilusionados con la JMJ; que viven por y para Cristo; que me comprenden y ayudan a vivir mi fe sin miedo.

Samuel Fulleda 28 años Palma de Mallorca Informático JMJ: París 1997, Roma 2000, Toronto 2002, Colonia 2005

"La primera JMJ a la que asistí fue la de París, donde me alegró enormemente ver la cantidad de jóvenes de todos el mundo que compartían mis creencias. Tres años después, en Roma 2000, ya era más adulto y pude vivir el encuentro de una forma profunda. En esa JMJ mi vida cambió; fue la primera vez que seriamente pude decir, "Dios existe porque me ama". Me di cuenta que en los sufrimientos que yo tenía estaba Cristo, mi Salvación, y que yo podía ser feliz. Las siguientes peregrinaciones de Toronto, Colonia y Sidney me han ayudado a vivir de cara a Cristo, haciéndome ver que Dios me ha creado para hacer su voluntad, evangelizar. Si tal y como dice la Escritura: "donde se reúnan dos o más en mi nombre, allí estaré Yo", imaginaos cómo se siente su Espíritu donde hay dos millones de personas reunidas en su nombre."

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testigos de l a Verda d

Carlos Bolívar Quesada 33 años Costa Rica Párroco de Nuestra Señora del Tránsito en Madrid JMJ: Denver 1993, Roma 2000, Colonia 2005

Estoy muy agradecido a estas Jornadas pues, si hoy soy sacerdote, en parte se debe a mi asistencia a la JMJ de Denver en 1993. Por aquel entonces tenía 15 años y para mí fue un milagro estar allí. Soy de Costa Rica y pertenezco a una familia cristiana de ocho hijos, con lo que los recursos económicos eran escasos. A última hora, totalmente desconsolado por no poder asistir, Dios tocó el corazón de muchos benefactores y conseguí lo necesario para la peregrinación. Para mi fue una experiencia inolvidable; lo primero que me impresionó fue ver a tantos jóvenes de todo el mundo rezando, cantando y manifestando su fe; este hecho precisamente me ayudó a fortalecer la mía, ya que pude comprobar que no era un bicho raro en el mundo por ser cristiano y haber nacido en una familia “extraña”, abierta a la vida y con tantos hermanos. ¡No!, no era un joven distinto, sino parte de una gran familia que es la Iglesia; esto mismo también fue abono para la llamada vocacional que luego me confirmó el Señor. También me conmovió sobremanera Juan Pablo II. Su fuerza, su personalidad y entrega me ratificaron que en la Iglesia está la Verdad. Pocas horas después, en el encuentro con los jóvenes del Camino Neocatecumenal, la predicación que allí escuché me resultó tan impactante que, sin habérmelo planteado nunca antes, pensé que Dios podía estar llamándome a ser sacerdote. Seis meses después inicié el proceso de discernimiento al presbiterado en el preseminario y tras un tiempo de confirmación de la llamada, entré en el seminario Redemptoris Mater de Madrid. Al año siguiente se celebraba la JMJ de Roma en el 2000. En esta ocasión Dios también me regaló el viaje. Como seminarista que era, no disponía de dinero para pagármelo, pero entre los jóvenes de la parroquia se sorteaba un viaje y fui el afortunado. A la JMJ de Colonia, también fui sin esperarlo. Un año antes me encontraba en misión, como preparación a mi futura ordenación sacerdotal, en la “Domus Galilaeae” en Israel , la casa del Camino Neocatecumenal de acogida de peregrinos. Allí conocí a un grupo de hermanos que venían de Murcia a terminar el Itinerario Neocatecumenal y, sin esperarlo, me invitaron a asistir con su parroquia a Colonia. Fue una experiencia de comunión y encuentro con el nuevo Papa Benedicto XVI, no menos fuerte y fructuosa que con el Papa anterior, pues las JMJ son obra de Dios y Él está fuertemente presente en su vicario en la tierra. Con todas estas peripecias he visto cómo Dios actuó conmigo igual que con el pueblo de Israel al pasar el mar Rojo, es decir, con mano fuerte y brazo extendido. Mi vocación de sacerdote se debe indudablemente a las JMJ que Dios ha querido que viva; con lo cual estoy seguro que Dios tiene previstas muchas gracias para todos los jóvenes que van a participar en ella. ¡Ánimo!, si nos espera mucho trabajo, mayores son los frutos por recoger de esta JMJ Madrid 2011. ¡Que Dios os bendiga y manos a la obra!

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María Goday Madrid Profesora de Educación Infantil 32 años JMJ: París 1997 Encuentro de jóvenes de Israel 2000 y Loreto 2007

En todos los encuentros me ha llamado la atención ver a la Iglesia ponerse en marcha por los jóvenes, como una madre pendiente de sus hijos, y en concreto ver a Juan Pablo II a nuestro servicio. En Israel, el Papa estaba ya mayor pero su entusiasmo y alegría contagiaba a todos. Además, si a veces me he sentido diferente entre muchos que no se sienten parte de la Iglesia, descubrir que no estaba sola, que había miles y miles de jóvenes viviendo la misma fe que yo, me confirmaba que estaba en la Verdad. También me ha ayudado ver cómo, desde el momento que sales de tu casa y te pones en camino, la peregrinación, con todo lo que lleva consigo de horas de autobús, frío, calor, convivencia, oración etc. reproduce lo que sucede en la vida: que Dios prové, que es posible la alegría en medio de las incomodidades, que todo es para bien de uno, que la oración sostiene…

Esperanza Peña 52 años Ama de casa JMJ: Roma 1984, Roma 2000, Colonia 2005

Asistí al Jubileo Internacional de la Juventud en Roma en 1984, el primer encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes de todo el mundo. Fue tal su éxito y el del año siguiente, que el Papa decidió instituir la Jornada Mundial de la Juventud. Recuerdo que, estando miles de jóvenes en la vigilia del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano, de repente se puso a llover a cántaros. Ver cómo nadie se movió del sitio a pesar de la lluvia y que el Papa también siguió adelante, me conmovió. Allí estaban presentes muchos de los fundadores de los movimientos más destacados de la Iglesia como el Hermano Roger, Chiara Lubich, la Madre Teresa de Calcuta etc. Era la primera vez que se hacía un encuentro tan multitudinario y las familias romanas fueron muy hospitalarias, acogiéndonos en sus casas. Las siguientes JMJ en las que he estado también han sido muy especiales.

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tes tigos d e la Verd ad

Entrevista

a Yago de la Cierva Director Ejecutivo de la JMJ Vic t or ia S erra n

“La JMJ es una grandísima siembra de la que no sabemos ni cuándo ni dónde se recogerá”

o Bl anes

Dentro de poco más de un mes, del 16 al 21 de agosto de 2011, en la ciudad de Madrid se celebrará la cita juvenil festiva de mayor convocatoria en la Iglesia: la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud). Con el lema paulino de “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”, este encuentro internacional será, para miles de peregrinos de lo largo y ancho del mundo, la oportunidad de encontrarse seriamente con el amor sin límites del rostro salvador de Cristo, y manifestar su afección entrañable al Papa. Yago de la Cierva, director ejecutivo de la JMJ, anima de manera entusiasta a participar en ella. Solo Dios puede derribar los muros del miedo, el desengaño, la soledad o el desaliento ¡y te espera en Madrid! ¿Cómo conoció el amor de Dios en su vida? Conocía la fe en mi familia y en el colegio. Es usted el director ejecutivo y portavoz de JMJ. ¿Qué sintió al hacerse cargo de un evento tan multitudinario? -Yo no hago la JMJ; somos unos quinientos y yo intento poner mi grano de arena. No tengo un peso extraordinario sobre mis espaldas. Antes llevaba la Comunicación y ahora la Coordinación. Es un trabajo en equipo y no tengo más responsabilidad que los demás.

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tes ti gos d e la Verd ad nuestro objetivo es que todos los participantes tengan la oportunidad de tener un encuentro personal con Jesucristo

De todos modos, es una tarea compleja. ¿Qué recibe a cambio?

-Desde el punto de vista profesional es un desafío. He organizado eventos, pero al lado de este palidecen. Un congreso internacional de 1.500 personas no tiene ninguna relevancia comparado con la JMJ. Es una experiencia única de la que se aprende muchísimo y se conoce a gente muy variada. Tenemos trabajando con nosotros a 25 voluntarios internacionales que han decidido echarnos una mano, y aprendemos mucho de ellos. Espiritualmente, es una experiencia inolvidable. Es muy difícil ganar a Dios en generosidad y sé que de un modo u otro la recompensa llegará.

Contigo, al fin del mundo ¿Qué frutos se esperan de la JMJ Madrid 2011? -Esperamos conseguir lo que nos ha propuesto el Papa como objetivo: que todos los participantes tengan la oportunidad de tener un encuentro personal con Jesucristo. Y para eso estamos trabajando; el transporte, las pantallas, la megafonía, el alojamiento, etc., está en función de ello. Entonces, ¿en qué términos podemos hablar para medir su éxito? -Te puedo decir en cuáles no se mide la JMJ; ni en número de asistentes ni en cifras económicas en cuanto a que si se cubren todos los gastos o dejamos un déficit a la diócesis, tampoco en el eco que pueda tener en los medios de comunicación. Se mide por un índice que nosotros no podemos cuantificar, que es el número de personas que vuelven de una JMJ decididas a cambiar de vida, a participar de manera activa en la Iglesia, que reciben la llamada a una vocación concreta: sacerdocio, vida consagrada, matrimonio… En este sentido la JMJ es una grandísima siembra de la que nosotros no sabemos ni cuándo ni dónde se recogerá. ¿Cómo van los preparativos? -Está toda la planificación hecha, queda el pequeño detalle de esos planes; pero las cosas marchan muy bien. Todos los días llegan problemas, aunque también, gracias a Dios, todos los días se encuentran soluciones. Los jóvenes españoles siempre han respondido positivamente en otras jornadas. ¿Se nota a la hora de preparar esta JMJ, siendo ahora los anfitriones? -Los jóvenes españoles suelen apuntarse pero tarde; y nosotros queremos que se apunten cuanto antes. Contamos con muchos españoles, porque, si la JMJ es un don, lo será para la Iglesia española, y tienen que aprovecharlo. Desde siempre ha sido multitudinaria la presencia de los españoles en las JMJ y si nos hemos desplazado a otros lugares, ¡cómo no asistir a esta que es en suelo español! El otro día se presentó una señora que quería hacer un donativo porque siempre les había pagado a sus nietos las peregrinaciones y esta vez iban a ir en metro.

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testigos de l a Verda d El tesoro de la fe compartida y contagiada La discriminación de los cristianos está aumentando en todo el mundo. Exhibir un crucifijo se ha convertido en una osadía, incluso en países de la considerada Europa “tolerante”. ¿Qué puede demostrar un encuentro mundial como la JMJ? -Hay muchos lugares en el mundo donde ser cristiano tiene unas consecuencias negativas: están minusvalorados, pierden los derechos civiles, son perseguidos. Para los jóvenes de esos países que van a venir a la JMJ les supone sentirse arropados, miembros de una comunidad que supera sus fronteras. Todos sabemos que la Iglesia Católica es universal, pero a veces no lo hemos experimentado. Participar en un encuentro de estas características te permite vivirlo. Al mismo tiempo es muy bueno para todos el contacto personal con otros hermanos cristianos y poder ver cómo viven su fe. Precisamente crear esa conciencia universal de la catolicidad de la Iglesia es uno de los frutos de la JMJ. Hay gente que está perseguida por razón de su fe y gente que, simplemente, se siente sola. El otro día, uno de los participantes de Suecia nos dijo que allí una pequeña minoría es católica, por lo que tenía puesta su esperanza en venir a la JMJ de Madrid para llenar las alforjas. Si bien, no hay que salir fuera de nuestras fronteras para encontrarte con casos similares; en España también hay jóvenes que en su parroquia son cuatro gatos y en la JMJ pueden ver que no están solos. África es el continente de la esperanza dada la juventud de sus habitantes, pero está sumida en una espiral de pobreza, miseria y violencia. ¿Qué les puede ofrecer el anuncio del Evangelio? -La JMJ Madrid 2012 tiene una relación especial con África. Su primera presentación internacional la hicimos en Ghana y nuestro deseo es que puedan venir el mayor número de africanos posible. En este continente todavía no se ha organizado una JMJ, aunque ya les gustaría… En mi opinión, nosotros no tenemos que enseñar nada a los africanos. ¡Al contrario! la cultura de la vida en África está más arraigada, la alegría vital que tienen, no como Europa, que está triste, el sentido de familia, de celebración, etc.

Ayúdame a parecerme a ti, cuento con tu gracia Muchos jóvenes, también adultos, no quieren saber nada de las normas éticas ni de religión pues consideran que coartan su libertad y les encadenan a deberes pesados. ¿Cómo son los jóvenes y voluntarios que preparan esta JMJ? -No existe una sola juventud, sino que hay muchas; la que está deseando que llegue el jueves para beberse la primera litrona y la responsable; la que le da igual todo y la comprometida socialmente; la de vagos redomados y la de los muy sacrificados… No es bueno generalizar. También hay lugares donde los jóvenes están vinculados a la Iglesia y otros donde no lo están. En este caso la culpa es de la Iglesia, que no ha hecho su trabajo, y no de los jóvenes. Los frutos espirituales se recogen, no porque la gente sea buena, sino porque Dios está detrás, y la Iglesia está haciendo la misión que Dios le ha encomendado. Cuando hay un desierto espiritual, hay que preguntarse quién lo ha abonado. El joven acaba de despertar a la vida, como quien dice, y no le podemos echar la culpa si nadie le ha enseñado. Al mismo tiempo hay valores en la juventud de hoy que quizá no estaban presentes hace treinta años. Hoy la gente tiene menos formación pero es más auténtica. Quizá el enemigo más poderoso es la ignorancia, pero sí que hay una serie de sentimientos, como la generosidad, que antes no había. En cualquier caso, la misión de la Iglesia es predicar el Evangelio, tanto a los jóvenes de hoy como a los de dentro de veinte años, y siempre hay una receptividad si se hace bien.

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tes ti gos d e la Verd ad Más allá de prejuicios, en el corazón del joven late siempre el deseo de encontrarse con la auténtica belleza, bondad y justicia, que es Jesucristo. ¿Es este un evento solo para los cristianos comprometidos o está abierto a todos? -Está abierto a todo el mundo. Evidentemente, aunque habrá de otras confesiones, la mayoría serán católicos; pero no todos católicos vibrantes, también los habrá laxos, fríos… La Iglesia invita a pasar unos días de exploración interior y reflexión, a vivir con los católicos para experimentar en primera persona el “venid y lo veréis” de Jesucristo. Tengo una prima que fue a la JMJ de París creyendo que era un concierto de rock y ahora es una católica ferviente. Nunca se sabe. Es una convocatoria universal, que es realmente lo que significa “Iglesia católica”, pero, lejos de ser una Torre de Babel, todos se entienden. ¿Cuál es el lenguaje común? -Para nosotros no hay ningún extranjero, sino participantes nacionales e internacionales, pues todo el mundo forma parte de la JMJ de Madrid. Es verdad que las lenguas son diferentes, como también la cultura, la manera de rezar, las costumbres, etc. y hacer adaptaciones a 24 lenguas diferentes es una tarea colosal; pero todos hablamos el mismo lenguaje, el del amor y la esperanza.

Te seguiré a donde vayas Serán días intensos y agotadores en los que los jóvenes son capaces de renunciar a sus comodidades. ¿Cuál es la fuerza de la JMJ? -La JMJ tiene siempre un aspecto de esfuerzo y rudeza propio de toda peregrinación, y eso es importante. Caminar durante horas, pasar calor, sed, sacrificarse… es una buena imagen de lo que es la vida y concretamente la vida cristiana. Cristo fue pobre y es bueno que sintamos la falta de medios de vez en cuando. Es muy pedagógico. Las JMJ son de lo más sobrio que hay, por eso son coherentes con el mensaje. Desde la organización vamos a intentar que la gente no pase hambre, pero van a dormir en sacos, se expondrán horas al sol… No queremos que la gente sufra, pero Cristo no ha dicho: “el que no tome mi almohada y me siga”, sino “el que no tome mi Cruz…”. Además, una parte de la enseñanza de la JMJ es que con la cruz se puede ser feliz. Muchos jóvenes que no han experimentado jamás que con el estómago vacío uno puede estar contento, ahora lo van a vivir, y les ayudará a comprobar que la felicidad no la dan las cosas materiales. Siempre se acordarán de ello. El principal mal que azota al catolicismo viene de la incoherencia de vida, de la tibieza o indiferencia en la que muchos cristianos asumen su fe, que acaba muriendo. ¿Puede ser la JMJ una puerta que abra a una fe viva? -¡Por supuesto! Habrá quien no se fije en el Papa, ni en los obispos o sacerdotes, sino en otros jóvenes, y les van a preguntar: ¿Y tú por qué eres cristiano? ¿No te importa ir contracorriente? ¿Por qué no bebes, no te drogas, no te acuestas con chicas o chicos…? Claro que la JMJ será una puerta a la fe para mucha gente; a quienes la tengan se le consolidará, para quienes esté con polvo por no ser usada, les ayudará a sacudirlo, y para quienes simplemente no la tengan, también servirá para derribar prejuicios consolidados. Los cristianos tenemos un tesoro, que es el Evangelio, y muchas veces lo presentamos poco atractivo, aburrido, triste… Ponemos delante las dificultades antes que los frutos. Cuando uno empieza a entrenar para un deporte olímpico, no piensa en que va a tener que llevar un régimen estricto de alimentación en los próximos cuatro años, sino en que dispone de ese tiempo por delante para poder ganar la medalla.

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testigos de l a Verda d En ocasiones enseñamos más la dureza del camino que las satisfacciones, y no debe ser así. Nadie desea más que los hombres sean felices que el mismo Dios, pero los atajos no conducen a la felicidad. La única manera de que esto lo entiendan los jóvenes es con el testimonio de otros, por eso la fe se vive en compañía.

Entra al banquete de tu Señor Dicho lo cual, ¿será posible ver y palpar a Cristo resucitado? -Es que como no sea posible estamos perdiendo lastimosamente el tiempo. Esta es la vigésimo sexta JMJ; por tanto no hace falta fe para saber que aquí nos podemos encontrar con Jesucristo; en las primeras quizás sí, pero la experiencia de las precedentes indica que esto funciona. Si no funcionara, se haría otra cosa.

to dos la oración, apoyan en e s s o v rati i o n a rí a repa p s o n o f un c t s lo e , a l n el ue s i q Sabemos que, como dice el salmo, r o p

si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. ¿Está el Espíritu Santo soplando para que todo salga bien?

-Sí y se nota. Van solucionándose problemas que, si Dios no ayudara, sería muy difícil. De hecho la primera decisión del comité organizador, con el Cardenal Antonio María Rouco a la cabeza, para comenzar la preparación de la JMJ fue mandar una carta a las comunidades de religiosas contemplativas para que rezaran por ella. Todos los preparativos se apoyan en la oración, porque sin ella, esto no funcionaría. ¿Todavía se está a tiempo de apuntarse? -El último día para apuntarse es el 21 de agosto. ¿Por qué recomienda su asistencia? ¿Qué se perderá el que no acuda a la JMJ? -Primero, el que no venga se perderá una gran fiesta juvenil con gente de todo el mundo. Están inscritos peregrinos de 193 países y hay 197 en el índice general de países. Además, para todos aquellos que no estén satisfechos con su vida y sepan que para cambiar el mundo hay que empezar por uno mismo, es una gran oportunidad. El que se lo pierda lo tendrá más difícil en la próxima, que ya no será en este continente. ¡El momento es ahora!

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si h oy esc uc há is s u voz

“El justo crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano: plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios; en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, mi Roca, en quien no existe la maldad”

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si h oy esc uc há is s u voz

El

justo

crecerá Miguel Iborra Viciana

t

omo hoy el bolígrafo para que mis palabras, al estamparse en el blanco papel, sirvan de perpetua alabanza al Dios de la Vida y de homenaje a las personas decanas en años. “Señor, dame a conocer mi fin y cuál es la medida de mis años, para que comprenda lo caduco que soy” (Sal 39, 5). Echar a caminar por la senda de la edad avanzada, esa gran desconocida que todos llevamos dentro como un punto de llegada a una realidad humana inaplazable, es una dicha para vestir de largo el corazón. Escribir es ya una manera de ocuparse de ella.

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si h oy esc uc há is s u voz La vejez no debe ser interpretada como algo negativo, sino como un modo existencial, como lo es cualquier otra etapa de nuestra vida. Cada trecho del camino tiene su belleza y sus tareas. Saber envejecer es la obra maestra de la sabiduría. Tres regalos nos da de Dios: libertad, tiempo y silencio. La preparación para la vejez debe ser una manifestación de alegría, un florecitREcho miento de la vida, una apoteosis, y no un declive.

caDa DEL camino tiEnE Su bELLEza y SuS taREaS; SabER EnVEjEcER ES La obRa maEStRa DE La SabiDuRía

No hay que confundir los términos viejo y anciano, que en numerosas ocasiones utilizamos indistintamente. Viejo se refiere a la edad biológica; anciano a las atribuciones humanas (dignidad, sabiduría, sensatez). Hegel hablaba de las “cualidades del espíritu” y Rousseau decía que el anciano es quien porta el “espíritu de su tiempo”. El viejo tiene achaques y el anciano experiencias. El primero es raro, extravagante, gruñón y egoísta, el segundo es discreto, prudente, previsor, militante, luchador, voluntarioso y esperanzador. El viejo es censor de la juventud, el anciano es guía y maestro. La vejez se teme; la ancianidad se venera. Un viejo puede ser ruin; el anciano es siempre virtuoso, ejemplar.

Sin embargo, así como hay jóvenes viejos, también hay ancianos jóvenes. Bien señala Schopenhauer que “la vejez no solo es un proceso biológico, sino también, un estado mental, espiritual, una actitud ante la vida”.

en la juventud me instruyes, en la vejez y las canas me cuidas

La

Lamentablemente, la vejez es vista como algo muy lejano. Existe poca toma de conciencia y mucho desconocimiento sobre qué será de nuestra vida al con el paso de los años. En mis años acumulados junto a los más variados grupos de veteranos he aprendido a mirar sus rostros, a comprender sus modos y a sentir sus afectos y emociones. Sus VEjEz SE tEmE, voces esclarecen el presente. He gozado de su madurez y La ancianiDaD ciencia acumulada. Su experiencia es riqueza; y sentirse útil a los demás, su satisfacción plena.

SE VEnERa; EL ViEjo tiEnE achaquES y EL anciano ExpERiEnciaS; EL pRimERo ES cEnSoR DE La juVEntuD, EL anciano ES guía y maEStRo

La vida tiene su curso determinado; uno solo es el camino que la naturaleza sigue. A cada etapa de la vida se le ha asignado su tiempo propio y así la vejez posee su madurez actual, que a su debido tiempo fructifica. Tanto para el corazón como para la razón, no cabe duda de que esta etapa de la vida contribuye de una forma singular a la búsqueda de Dios y del prójimo.

Sobre las personas mayores hay un universo de ejemplos y miles de postales de la cotidianidad. Cito como ejemplo ese cambio en nuestro mundo renovado, donde los abuelos, ya sentados en el umbral del tiempo e instalados en el gozo del júbilo, tras su larga etapa laboral, brindan —–siempre dando razón de su acumulado cariño—- crecidos servicios a los hijos, levantando la fortaleza, rememorando las habilidades maternas y paternas del ayer y ensayando las nuevas consignas del hoy, en el cuido de los nietos. ¡Qué gratificante y primorosa tarea!.

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si h oy esc uc há is s u voz También debo escribir, y hacerlo dignamente, de los prejubilados y jubilados que no quieren vivir a la sombra de la gran demanda social del momento que nos pone frente a tantos interrogantes y despierta en ellos un ansia de colaboración, de mostrar experiencias y abrirse a cuestiones esenciales de voluntariado. Otros llevan a cabo una reflexión profundamente cristiana y descubren una nueva oportunidad para mejorar su relación con los demás. Para los liberados que no ocupan su tiempo, que abran las puertas; ellos son dignos acreedores del merecido descanso y júbilo

mejor es la sabiduría que la fuerza Mientras hablo de los ancianos que dedican todos sus esfuerzos para alcanzar la plenitud, la salvación, no puedo dejar de dirigirme a “mis hermanos del alma”, los Sacerdotes Operarios Diocesanos, particularmente los que residen en el Hogar Mosén Sol, que hacen de tan alto quehacer un segundo Ministerio, don divino reservado a los elegidos, viviendo siempre de cara al corazón, ignorando el tiempo y la prisa y hablando con Dios todos los días. Edad, sacerdocio y pesares de salud: sencilla y hermosa lección.

En miS añoS acumuLaDoS junto a LoS máS VEtERanoS hE gozaDo DE Su maDuREz y ciEncia acumuLaDa. Su ExpERiEncia ES RiquEza y SEntiRSE útiL a LoS DEmáS, Su SatiSfacción pLEna

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si h oy esc uc há is s u voz En la Iglesia primitiva, los ancianos jugaron desempeñaron un papel central, pues refirieron verbalmente lo que habían visto y oído de los apóstoles y discípulos de Jesús. Las formulas que los eclesiásticos emplearon para referirse a ellos fueron: “uno de nuestros sabios”, “instruidos por los discípulos de los apóstoles”,”mejor que nosotros”, “los presbíteros que han visto a Juan”, “los instruidos”, “el divino anciano y heraldo de la verdad y justicia”. (Debo aclarar que la palabra presbítero no es sinónimo de sacerdote, sino que hace referencia al sentido original de la voz griega “presbyúteros,“ que significa anciano, más antiguo). Recordamos algunas reflexiones que el Beato Juan Pablo II dirigió en el año 1.999 a los ancianos: “El don de la vida, a pesar de la fatiga y el dolor, es demasiado bello y precioso para que nos cansemos de él ”… “ La experiencia enseña que, con la gracia del Señor, los mismos sinsabores cotidianos contribuyen con frecuencia a la madurez de las personas, templando su carácter”... “Cristo vivo, ayer, hoy y siempre: Él es “principio y fin, alfa y omega. Suyo es el tiempo y la eternidad”. La existencia humana, aunque está sujeta al tiempo, es introducida por Cristo en el horizonte de la inmortalidad. Él “se ha hecho hombre entre los hombres, para unir el principio con el fin, esto es, el hombre con Dios”. Es bien conocida la oración del salmista: “Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato” (Sal 90, 12). ¡Hay tantos motivos que iluminan los años de nuestra vida por los que debemos dar gracias a Dios y valorar plenamente los años que nos quedan por vivir! Casi con místico sigilo y sin atreverme a meterme en honduras teológicas, no hago más que disfrutar con más cercanía de Dios y seguir el alto ejemplo de mis hermanos de edad avanzada. Este es mi gozo.

En La igLESia pRimitiVa, LoS ancianoS jugaRon un papEL cEntRaL puES REfiRiERon VERbaLmEntE Lo quE habían ViSto y oíDo DE LoS apóStoLES y DiScípuLoS DE jESúS

Tomo prestado de don Bernardo Velado, estos versos libres que se rezan en la Liturgia de las Horas:

Tarea y aventura: entregarme del todo, ofrecer lo que llevo, gozo y misericordia.

Soñar, amar, servir, y esperar que me llames, Tú, Señor, que me miras, Tú que sabes mi nombre.

El tiempo corre y yo salgo a Tu encuentro, Señor de la Vida, para implorarte: Ayúdame para que siga siendo útil a los demás.

El palo sostiene la rama cargada de frutos y el temor de Dios el alma virtuosa. Como el peso de los frutos parte la rama, así la soberbia abate al alma virtuosa 32


Estimados lectores y suscriptores de la Revista Buenanueva: Como sabéis, ahora se cumplen cinco años del comienzo de la publicación de nuestra revista —en junio de 2006 apareció el número cero—. A partir de entonces, Buenanueva ha ido creciendo, en páginas —de aquellas 64 páginas del principio, hemos pasado ahora a 128—, en colaboradores — más de 250 firmas—, en calidad, en diversidad y también en difusión; todo ello con el fin, como habéis ido comprobando, de hacerla más atractiva, más comprensible y más excelente a los ojos de nuestros lectores, pues en ella lo único que queremos mostrar es la belleza de Dios, y nos atrevemos a pensar que por la estética se llega a la ética. Además, creamos también una web —www.revistabuenanueva.com—, donde podéis acceder a todos los números publicados, noticias, colecciones de libros, otras publicaciones, artículos, etc. Desde el número 8, verano del año 2007, Buenanueva no ha subido la cuota de suscripción, a pesar de que todos los años los costes de impresión, de papel y de realización son más elevados; o sea, llevamos cuatro años sin subir la cuota. Por otra parte, no hemos tenido que hacerlo, pues la Asociación Canónica Bendita María, editora de la revista, es de carácter no lucrativo y nuestro fin no es ganar dinero sino anunciar el Evangelio; y hasta ahora, con dificultades, hemos podido editar la revista e incluso mejorarla. Ahora, sin embargo, sí nos vemos en la necesidad de elevar la cuota para poder seguir manteniendo la calidad, la tirada y la distribución de Buenanueva. Por ello, a partir del próximo mes de agosto la cuota anual pasará a 25 €. Por lo demás, si alguien quisiera aportar alguna cantidad a nuestra Asociación, para ayudarnos a su realización, tiene el número de cuenta en el interior de portada y aquí, en el pie de esta carta; y, siendo como es una colaboración destinada a la Evangelización, Dios le dará, como él mismo nos dijo, el ciento por uno, y tendrá un tesoro en el cielo. Agradeciendo de antemano vuestra ayuda y comprensión os deseamos un feliz verano. Que el Señor os bendiga y os conceda la Paz. La dirección. Cta. Cte.: Bankinter 0128-0198-77-0100002814 La Asociación Canónica Bendita María, editora de la revista Buenanueva, solicita voluntarios en las grandes ciudades como Directores de zona, para difundir la revista, buscar articulistas, colaboradores, suscriptores, relaciones con los medios, con la Iglesia, etc. Buscamos personas a las que les guste la lectura y que estén prejubilados o jubilados. Es un trabajo sencillo, tranquilo, para ocupar un tiempo muchas veces vacío y que podemos llenar ayudando a la Evangelización. Ya tenemos el proyecto funcionando en algunas ciudades y está siendo muy provechoso tanto para la Asociación como para la persona que ocupa un tiempo trabajando para el Reino de Dios. Con aquellos que, después del primer contacto telefónico o por correo electrónico, estén decididos a comenzar, se tendrá una reunión de un fin de semana en su ciudad para concretar las actuaciones y el método que podemos seguir. Comenzaremos a principio de curso, septiembre-octubre, con aquellos que estén interesados. Enviadnos vuestros datos a info@revistabuenanueva.com y nos pondremos en contacto con vosotros. ¡Ánimo! Urge manifestar al mundo el amor de Dios y este es un modo excelente para hacerlo. Paz a todos


fa mi li a de Na za ret on muy numerosas las ocasiones en las que benedicto XVi ha resaltado la importancia de la familia para los niños. así, en una audiencia con los miembros del consejo pontificio de la Familia pronunció palabras tan certeras como: “la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, es la ayuda más grande que se pueda ofrecer a los niños. estos quieren ser amados por una madre y por un padre que se aman, y necesitan habitar, crecer y vivir junto con ambos padres, porque la figura materna y paterna son complementarias en la educación de los hijos y en la construcción de su personalidad y de su identidad. es importante, por tanto, que se haga todo lo posible por hacerles crecer en una familia unida y estable. con este fin, es necesario exhortar a los cónyuges a no perder nunca de vista las razones profundas y la sacramentalidad de su pacto conyugal, y a reforzarlo con la escucha de la palabra de dios, la oración, el diálogo constante, la acogida recíproca y el perdón mutuo” (8-ii-2010).

Ernesto Juliá Díaz

s

el matrimonio es la institución humana y sobrenatural que hace presente el amor de dios en la tierra nte esta exhortación papal nos preguntamos, ¿qué es, pues, el matrimonio según los planes de dios en la creación, en la redención, en la santificación del ser humano? ¿qué es la sacramentalidad del matrimonio? ¿cuál es su verdadera realidad humana?

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fam il ia d e Nazaret

el

matrimonio, un

proyecto de

dios

el matrimonio cristiano comporta una decisi贸n de poner toda la persona al serVicio de un proyecto de Vida compartido 35


fa mi li a de Na za ret

expresión de la alianza divina revelada en cristo Juan pablo ii decía que el matrimonio es una “comunión de amor indisoluble”. esta frase se comprende bien si se considera el proyecto original de dios con el hombre. dios crea por amor para manifestar su amor y que el hombre participe del amor; y así vivir el amor del padre, del hijo y del espíritu santo.

hoy día el matrimonio se reduce a un mero acuerdo entre dos personas, que Varía según las circunstancias

en el primer relato de la creación, el génesis nos dice: “y creó dios al hombre a imagen suya: a imagen de dios le creó; varón y hembra los creó” (1, 27). e inmediatamente después, antes de la caída original, les da su bendición y les invita a multiplicarse: “y los bendijo dios y les dijo: ‘sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla’” (1, 28).

y la Voluntad de las partes

dios crea al hombre varón y mujer, y establece así la institución matrimonial originaria, que va a hacer posible que el amor que originó la creación del primer hombre siga vivo y latente en la primera cooperación que dios pide al hombre: dar vida a todos los demás seres humanos hasta el final de los tiempos, como fruto de ese amor. el matrimonio se presenta así como la institución humana y sobrenatural que origina la corriente de amor que sostiene toda la creación, que hace presente el amor de dios en la tierra. por ello el sentido sobrenatural del matrimonio está ya inscrito en el matrimonio natural desde el principio. cristo concreta ese sentido divino del estado originario constituyendo el matrimoniosacramento, en la nueva economía de la redención. el catecismo de la iglesia católica trata de recordar estas verdades: “la alianza de los esposos está integrada en la alianza de dios con los hombres: “el auténtico amor conyugal es asumido en el amor divino” (catecismo, n.º 1639). “por tanto, el vínculo matrimonial es establecido por dios mismo, de modo que el matrimonio celebrado y consumado entre bautizados no puede ser disuelto jamás. este vínculo que resulta del acto humano libre de los esposos y de la consumación del matrimonio es una realidad ya irrevocable y da origen a una alianza garantizada por la fidelidad de dios. la iglesia no tiene poder para pronunciarse contra esta disposición de la sabiduría divina”(catecismo, n.º 1640).

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fam il ia d e Nazaret

no es un contrato, es una comunidad de amor estas características naturales del matrimonio han estado bien marcadas en cualquier civilización, en cualquier tiempo. no obstante, las acomodaciones y variaciones que el hombre ha introducido en el cooperar libre y voluntariamente con los planes de dios pueden ser interpretadas en un sentido reductivo. y eso, por desgracia, ha sucedido en el ámbito de la sociedad civil, y en el ámbito del pensamiento religioso. quizá los católicos, y con nosotros, todos los cristianos, nos hayamos dejado influir demasiado por la afirmación de la constitución francesa de 1791: “la ley no considera

el matrimonio más que como un contrato civil”; y hemos reducido la perspectiva desde la que contemplamos el matrimonio, llegando a considerarlo, sin más, una simple relación entre el hombre y la mujer, como una más de las muchas existentes. en esta definición, la primera en europa de este tipo, el matrimonio es considerado apenas un acuerdo entre partes, como puede ser un contrato de compra y venta, de arrendamiento público o privado. el matrimonio queda así reducido a una simple cuestión legal entre dos personas, hombre y mujer. y, lógicamente, como en cualquier acuerdo de este tipo, los compromisos y las condiciones son variables, según las circunstancias y la voluntad de las partes. en efecto, si se considera —como hizo la constitución francesa de 1791—, que toda la naturaleza originaria del matrimonio se puede resumir diciendo que es “un contrato” entre las partes contrayentes, en realidad se prescinde de

lo que constituye la naturaleza del matrimonio, y se concede a la libertad y a la voluntad del hombre la capacidad de establecer todos los términos y las condiciones del contrato. no se tiene en cuenta que la acción libre y voluntaria por la cual el hombre y la mujer desean unir sus vidas en matrimonio, lleva consigo aceptar una estructura básica y establecida de su convivir, a la que se debe conformar su libertad. ciertamente, a nadie se le puede imponer casarse, porque sería contrario a la libertad; no es, sin embargo, contrario a la libertad el que, en plena libertad de consentimiento, el hombre y la mujer acepten lo establecido por dios, la “naturalidad”, la “naturaleza” del matrimonio; y deseen vincularse de esa manera.

sin Familia Jamás se origina cultura

escuela de vida creciente el matrimonio que está en la mente de dios al comenzar la creación: “varón y hembra los creó”; y les encomendó: “creced y multiplicaos”, y que no ha sido modificado por el pecado original, es muy distinto. para comprometerse en un acuerdo legal, en un contrato, el hombre no necesita poner en juego todas sus energías; le basta sencillamente ser libre, usar un poco de inteligencia y sopesar las consecuencias del compromiso que va a adquirir. en el matrimonio cristiano, por el contrario, el hombre y la mujer no se limitan a poner en juego una parte de sí mismos: su voluntad, sus gustos, su tiempo, sus proyectos,... no. el compromiso personal que

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fa mi li a de Na za ret el matrimonio, querido por dios desde el principio, comporta una decisión de poner toda la persona al servicio de un proyecto de vida compartido con otra persona, y con los hijos que nazcan de esa unión. el compromiso matrimonial se extiende y abarca a todos los niveles de la persona humana, a toda la persona humana. por eso en el matrimonio no tendría sentido, por ejemplo, establecer una carta de los derechos y de los deberes del marido y otra carta semejante para la esposa, para que cada uno de ellos “supiera a qué atenerse”, en sus relaciones con el otro, con la otra. el amor, que está en la base del matrimonio, ni necesita, ni exige, ni sabe de derechos y de deberes. sabe que todo lo que sea necesario para el bien del marido, de la esposa, de los hijos, puede convertirse en deber y en el derecho de llevarlo a cabo, aun a costa de la propia vida, si eso fuera necesario.

unidos por la fe, sellados por la gracia podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el matrimonio está en el origen mismo de la humanidad, y nace con ella, y desde el principio ha tenido unas características propias que lo configuran de manera definitiva. esta verdad está muy bien expresada en el siguiente párrafo de la gaudium et spes: “Fundada por el creador y en posesión de sus propias leyes, la íntima comunidad conyugal de vida y amor se establece sobre la alianza de los cónyuges, es decir, sobre su consentimiento personal e irrevocable. así, del acto humano por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente, nace, también ante la sociedad, una institución confirmada por la ley divina” (n.º 48, 1).

a lo largo de los siglos, de las civilizaciones y las culturas, el hombre ha ido añadiendo detalles aquí y allí, y ha ido configurando el matrimonio de una manera o de otra. el núcleo que lo constituye sigue siendo el mismo. no puede cambiar. con esas actuaciones, el hombre ha confirmado el plan de dios y ha confirmado también que el sentido familiar, basado en la unión estable de un hombre y de una mujer —“se dan y se reciben mutuamente”—, se encuentra en la base de todas las agrupaciones humanas, desde el primer momento de la aparición del hombre sobre la tierra, de todas las civilizaciones, de todas las culturas. sin familia no se origina jamás cultura. si así ha sido desde el principio, es preciso reconocer el interés de dios en la realidad de cada matrimonio. “la vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del creador. el matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales. estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanentes” (catecismo de la iglesia católica, n.º 1603). estos “rasgos comunes y permanentes” son también las características originarias que configuran la naturaleza del matrimonio: “por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor conyugal está ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole, con la que se ciñen como con su corona propia” (gaudium et sspes, n.º. 48). el matrimonio natural aparece ya desde el comienzo con las características que la iglesia subraya: unidad, indisolubilidad y apertura a la vida. así se presenta en el plan originario de dios.

La mansedumbre del hombre es recordada por Dios y el alma apacible se convierte en templo del Espíritu Santo

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fa mi li a de Na za ret

La

frustración de una madre adolescente

¿

Esperanza Puente Portavoz de la Fundación RedMadre

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Es la maternidad la responsable de la situación de las madres adolescentes? ¿Se puede acusar a los bebés de que su madre no haya terminado los estudios? ¿La culpa de todo esto la tiene el no haber utilizado anticonceptivos? A simple vista, y según el estudio y las conclusiones de la investigadora del CSIC Margarita Delgado, cabe responder afirmativamente a estas cuestiones, pero pensemos ¿la culpa es de un tercero por venir, o de dos que deberían haber pensado con madurez la situación del momento?


fam il ia d e Nazaret LoS poDErES púbLICoS EStán InCItAnDo A LoS ADoLESCEntES A InICIArSE Lo AntES poSIbLE En LAS rELACIonES SExuALES

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fa mi li a de Na za ret

elegir la vida siempre es acertar Un estudio elaborado conjuntamente por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid en mayo de 2010, llamado “Maternidad adolescente en España”, concluye de la siguiente manera: “La maternidad en la etapa adolescente conlleva una notable aceleración del curso vital respecto a sus coetáneas que han sido madres pasada la adolescencia (…)”. Lo que viene a decir en definitiva que ser madre adolescente hará que tu vida profesional sea precaria, tu vida sentimental frágil y además no quieras a todos tus hijos, pues tendrás más de los que era tu ideal. Actualmente los poderes públicos están incitando a los adolescentes a iniciarse lo antes posible en las relaciones sexuales pero con protección, por supuesto, sin parar a pensar si estos han alcanzado la madurez emocional adecuada para comprender lo que implica una relación sexual. Una relación sexual no es un simple juego de placer generado entre un hombre y una mujer. Una relación sexual, por su contacto y unión física con la otra persona, genera una dependencia del otro y unos profundos lazos de unión que, según pretenden enseñar los poderes públicos, deberían quedar reducidos al sexo o al placer del momento. Además, para que no se compliquen la vida con un hijo, les incitan a emplear preservativos, dando a entender que los bebés inesperados son los peores males de una relación sexual, sin analizar todas las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) que se pueden contraer en este tipo de relaciones: clamidia, gonorrea, sífilis, virus del papiloma humano (VPH), herpes genital, tricomoniasis, piojo púbico, sarna y el VIH que produce el SIDA. No importa que aumenten los contagios de SIDA, el VPH, la clamidia, la sífilis… ¡Lo importante es no quedarse embarazada! Pues, según la señora Delgado, una vida infeliz es consecuencia de tener un hijo siendo madre adolescente. Sin embargo, tener que vivir para siempre con alguna ETS —y no hablemos ya del SIDA que causa la muerte o el VPH la infertilidad— no provoca el rechazo de una futura pareja estable o el acceso a un buen trabajo profesional.

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Es el momento de dejar de pensar en prevenir los embarazos adolescentes con políticas anticonceptivas que llevan más de treinta años fracasando en España y que no frenan los embarazos inesperados (según un estudio de la Clínica Dator, el 49 % de los abortos que se realizan es consecuencia del fallo del preservativo). Actualmente los síntomas del drama del aborto son negativos para la mujer: depresión, autolesiones, aborrecimiento de los bebés, pesadillas, insomnio… En cambio, el embarazo potencia el esfuerzo por alcanzar metas familiares y profesionales. ¿Qué eliges: esforzarte más para obtener un trabajo y una pareja estable o padecer depresión, pesadillas insomnio, autolesiones, etc.? No es justo atribuir al bebé la culpa de no obtener el éxito laboral deseado, o una pareja estable. Es el momento de ser responsable, pensar en las consecuencias de una relación sexual y razonar si estamos dispuestos a afrontar todas las consecuencias de la misma, con madurez. Si crees que no estás preparada para tener un hijo, no te la juegues, espera. Un preservativo nunca garantizará una fiabilidad del 100 % para no quedarte embarazada, y el aborto tampoco solucionará tu vida. Solo con esfuerzo y responsabilidad es posible alcanzar los ideales que propone la señora Margarita Delgado, pero los anticonceptivos no solucionarán el problema. Es responsabilidad de todos frenar este desorden de vida generado por las mentiras de unos y la pasividad de otros. Políticos, juristas, médicos, profesores y, sobre todo, padres, tienen la responsabilidad de informarse de la realidad social en la que vivimos, porque las cifras actuales desmienten completamente las conclusiones antes mencionadas. Debemos actuar en consecuencia y con responsabilidad; de otro modo, dejaremos en mantillas a los genocidios anteriores de la historia, y nuestro futuro se verá abocado a la muerte no solo física sino moral. Lo más progresista que se puede defender, hoy en día, es la cultura de la vida, pues a todos nos va la vida en ello.



fa mi li a de Na za ret

P A n i c o ´

Y

Ag0rafobia José Antonio Gris Especialista en Psicología Clínica

L

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nte de pleja e incapacita m co ás m a bi fo los a agorafobia es la de la población de 6% el y 4 el e tr los cuantas existen. En astorno, uno de tr te es e fr su s do e países desarrolla o familiares. Suel os ig am s lo r po s do co menos comprendi o ataque de páni ia st gu an de is is a cr o, comenzar con un casa, en el trabaj n (e n ió ac tu si a ad ante una determin etc.), que general, ro et m el en e, coch en la calle, en el hospital. A partir un de s ia nc ge ur mente acaba en óbico deja de freaf or ag el , to en de ese mom ó la nde se desencaden cuentar el lugar do osos sarrollando numer primera crisis, de biliedad ante la posi síntomas de ansi de ataque. A lo largo dad de sufrir otro oa ofesional he tratad mi experiencia pr 12 ban 4, 9 e incluso va lle e qu as on rs pe arse sa ni poder qued ca de lir sa n si años solos en ella.


fam il ia d e Nazaret El pánico y la agorafobia son regulados por una zona del cerebro llamada “locus ceruleus”. Este trastorno con frecuencia va asociado a otro de personalidad. Estos enfermos, que habitualmente toman alcohol y barbitúricos, no pueden hacer una vida normal en cuanto se desarrolla el trastorno. El 92% de los agorafóbicos tienen un miedo atroz a que les suceda algo grave, estar solos, salir a la calle, y entre los síntomas más habituales se encuentran el mareo o vértigo constante, las taquicardias, náuseas, hipersudoración, dificultad para respirar, etc.

La persona que tiene pánico o agorafobia huye de los estímulos fóbicos, evitando actividades tan simples como salir a la calle, entrar en unos grandes almacenes, conducir, montar en metro o autobús, ir a un concierto, al cine, etc. Estas “conductas de evitación” son precisamente las que mantienen el trastorno. Con frecuencia desarrolla una hipocondría que le lleva a convencerse de que posee un tumor en el cerebro que le causa el vértigo, sin que se le haya detectado nada.

el agorafobico sabe que su miedo es irracional, pero es incapaz de realizar actividades tan simples como salir a la calle, entrar en unos grandes almacenes, conducir, montar en metro o autobus...

El miedo que paraliza En la segunda fase la persona comienza a generalizar su miedo a otras situaciones y su conducta se hace más limitada. Deja de hacer una vida normal. Sabe que su miedo es irracional, pero no se atreve a hacer muchas cosas, se aísla cada vez más y va perdiendo sus conductas de adaptación y autocontrol. Es incapaz de proseguir su vida cotidiana; cada vez se siente con más miedos e inseguridades. El miedo irracional incrementa los síntomas de ansiedad y los pensamientos negativos, tanto en intensidad como en frecuencia. Estos pensamientos a su vez, y por sí solos en la tercera fase, producen los mismos síntomas de ansiedad ya generalizados, aunque la persona se encuentre en casa y acompañada, con lo cual el miedo a tener miedo va aumentando constantemente. En la cuarta fase, la persona se vuelve hipersensible e hipervigilante a muchos estímulos. Las conductas de escape y evitación aumentan su cuadro clínico, porque actúan como reforzadores negativos. Este mecanismo hace que aumenten más los síntomas, por eso no es extraño que pueda desarrollar una crisis de ansiedad o un ataque de pánico en el sofá de su casa.


fa mi li a de Na za ret

manifestaciones deltrastornO Los sintomas mas frecuentes de panico son:

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Taquicardias frecuentes. Mareo o vértigo constante. Hipersudoración. Visión borrosa. Dificultad de respiración. Sensación de asfixia. Opresión o dolor en el pecho. Náuseas y dolores en el abdomen. Miedo a perder el control. Miedo a morir. Miedo a volverse loco o hacer alguna locura involuntariamente. Sensación de ahogo. Tensión muscular. Miedo a realizar cualquier tipo de ejercicio físico. Dificultad para comer por miedo a atragantarse. Desrealización (sensación de lo que está viviendo no es real). Despersonalización (sensación de estar separado de uno mismo). Miedo a tener un infarto o derrame cerebral. Sensación frecuente de tener escalofríos o sofocos. Sensación de hormigueo o entumecimiento en distintas partes del cuerpo. Numerosos pensamientos negativos de miedo.

A estos sintomas se le unen los de la agorafobia, que son:

• Ansiedad excesiva por estar en lugares donde no puede escapar: un banco, • • • • • • • • • 46

una fila, unos grandes almacenes, el cine, la playa, o cualquier lugar cuando se generaliza. Miedo a estar solo. Evita muchas situaciones por miedo a tener un ataque de pánico. Es incapaz de permanecer en el hogar por períodos prolongados. No puede estar separado o alejado de los demás. Desarrolla muchas conductas de dependencia hacia las personas más cercanas. Miedo a perder el control en cualquier situación. La persona se siente desesperada en todo. Muchas conductas de escape o evitación. Miedo a no volver a ser el mismo de antes de la enfermedad.


fam il ia d e Nazaret

Tratamiento Como cualquier otro trastorno psicológico, el trastorno de pánico y agorafobia, si no se trata a tiempo se puede cronificar. Una cosa que hay que tener claro es que un ataque de pánico está precedido por un pensamiento, sin el cual nunca se desencadenaría. Si la persona es capaz de producirse sus ataques de pánico, también es capaz de salir de ellos. Por supuesto ello no es tarea fácil; si así fuese nadie tendría que tratarse. La terapia cognitivo-conductual es la que ha dado mejores resultados hasta ahora. Normalmente se sigue una terapia de exposición progresiva a los lugares temidos por el agorafóbico, durante el tratamiento, que consiste en técnicas de relajación, respiración, afrontamiento, autocontrol emocional, terapias cognitivas y biofeedback. A lo largo de este proceso, la persona realiza ejercicios diarios de detención del pensamiento, reestructuración cognitiva, esto es, una reinterpretación de las sensaciones, así como una racionalización de las emociones.

cuando los pensam ientos negativos a floren conviene po nerse a ha cer alguna ac tividad agradable, como escuc har musica, pin tar, habla r por telefon o, tocar l a guitarra, e tc

El tratamiento psicológico va acompañado en muchos casos a un tratamiento farmacológico; lo más recomendable es seguir ambos tipos.

de panico un ataque ido por un d e c e r p a t s e in el cual s , o t n ie m a pens ria, esencadena d e s a c n u n nque por eso, au a facil, no es tare na si la perso e es capaz d producirlos, también es capaz de salir de ellos 47


fa mi li a de Na za ret

consejos

1. En la medida que pueda no le dé importancia a las sensaciones corporales.

2. Repita “basta” a los pensamientos

6. Vaya exponiéndose primero a lo que le resulte más fácil y repita continuamente pensamientos positivos (“no tengo miedo”, “puedo hacerlo”, “tengo que superar esto”, etc.)

negativos.

7. Intente no tener conductas o pensamientos

3. Piense que la crisis de pánico va a

de evitación.

pasar, aunque se sienta dominado por ella.

8. Practique en casa la relajación profunda antes de exponerse a una situación temida.

4. No haga ejercicios físicos de más de un minuto que le produzcan síntomas parecidos al trastorno (tensión muscular, taquicardia, respiración intensa y rápida, etc.)

9. Durante la situación temida, repita continuamente pensamientos positivos (“estoy muy relajado”, “me siento muy bien”, “me siento muy seguro”, etc.”).

5. Aunque los síntomas producen mucho 10. Cuando afloren en su mente los sufrimiento, lo peor son los pensamientos negativos que la persona sin querer asocia a esos síntomas, y que quedan relacionados en su cerebro.

pensamientos negativos, practique la distracción del pensamiento, que consiste en pensar en algo positivo, que no tenga relación con los síntomas.

aunque los sintomas producen mucho sufrimiento, lo peor son los pensamientos negativos que la persona sin querer asocia a esos sintomas, y que quedan relacionados en su cerebro

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La divertida serie emitida a todo el mundo a traves de EWTN:

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Diseño

Int eligente Alfonso V. Carrascosa Científico del CSIC

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o se trata de un nuevo estilo de muebles de cocina, ni de un sistema para que las puertas se cierren solas o no haga calor dentro de las casas en verano. Es una propuesta conciliadora para entender la diversidad biológica actual y la que presenta el registro fósil, pero sin enfrentar la razón y la fe, la religión y la ciencia. Tampoco es una teoría científica, sino una postura que admite que la evolución es la formalidad de un acto creador de Dios, y que por tanto cristianismo y darwinismo son conciliables.

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La Iglesia Católica siempre ha mantenido una tendencia conciliadora entre ciencia y fe, apuntando que evolución y creación de Dios son compatibles

Sus principales detractores son quienes, curiosamente, rechazan hechos incomprensibles pero históricos, constatados por testigos humanos, como la resurrección de entre los muertos de Lázaro o de Cristo, aunque no tienen reparo en aceptar hechos tal vez comprensibles pero indemostrables, como que las especies van cambiando unas en otras, o que el origen del Universo fue una explosión, algo que —salvo Dios— nadie ha visto jamás. Y es que razón y fe, o religión y ciencia, han sufrido una fuerte confrontación en relación con una de las teorías biológicas más impor-

tantes, la de la evolución. Mucho se ignora de la misma, particularmente en el mundo católico, en el que no pocos tienen un empanamiento mental importante, por desconocimiento de los argumentos que hacen compatible el catolicismo con el evolucionismo. Compatibilidad esta que presenta el denominado diseño inteligente, admitido por muchos científicos, entre los cuales me encuentro, y que aceptan incluso algunos agnósticos y ateos. Este empanamiento es utilizado hábilmente por laicistas de todo género que hacen vacilar la débil fe de muchos.

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Un creyente convertido en paradigma del ateísmo Charles Darwin (1809-1882), que enunció la Teoría de la Evolución, fue un naturalista de formación cristiana. El quinto de seis hermanos, estudió de niño en escuelas religiosas anglicanas, de acuerdo con las creencias de su familia. Más tarde lo intentaría con la medicina, obligado por su padre, carrera que no concluyó. Se sabe que en esta etapa era un fijista militante —seguidor del Fijismo— y creía firmemente que Dios había creado todas las especies de seres vivos tal como se conocían y las había distribuido por la Tierra de la forma más conveniente para ellas. Algo que todavía a día de hoy mantienen ciertas ramas del protestantismo, y que se deriva en parte de una interpretación literal de la Biblia, que se conoce con el nombre de Creacionismo.

hiciese pastor anglicano, cosa que Darwin aceptó: se puso a estudiar teología en Cambridge. ¡La única titulación que llegó a tener fue la de licenciado en teología!: bachiller en artes, en la época. Hizo amistad con un pastor anglicano y profesor de botánica, John Stevens Henslow (1796-1861), quien siempre pensó que la inteligencia, la racionalidad, el alma… vienen al hombre de Dios, lo que fue determinante para que sus aficiones se convirtieran en dedicación definitiva. Darwin publicó en 1859 “El origen de las Especies” y, en 1871, “El origen del hombre”. En ellas se proponía la teoría darwiniana de la evolución, en la que se admitía el paso de unas especies a otras en base a la mejora continua de la adaptabilidad al medio ambiente, debida a la lucha por la supervivencia, operando directamente sobre dichos cambios la denominada selección natural, auténtica fuerza motora de la evolución, sobre cuyo origen Darwin no hacía un pronunciamiento explícito e inequívoco.

Emma Wedgwood, con quien se casó en 1839, era una mujer muy piadosa que fue consciente de alguna que otra crisis de fe de su marido, de quien se dice que no hizo ostentación antirreligiosa en ningún Los ideólogos posteriores a su fallecimiento, particularmomento, entre otras cosas por no mente los ateos y materialistas inspirados en la filosofía herir los sentimientos de su esposa. naturalista —todo ha surgido por

Se ha utilizado la teoría del Evolucionismo como la prueba irrefutable de la inexistencia de Dios, algo que jamás afirmó Darwin Durante su época de estudiante de medicina, Darwin hizo amistad con importantes naturalistas, pero se distanció de ellos cuando abandonó la carrera. Su padre, que fue quien le había obligado a elegirlos, admitió su decisión a cambio de que se

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la acción de fuerzas ciegas naturales y es producto de la casualidad— y los entonces beligerantes marxistas, utilizaron la teoría como una herramienta más para atacar al cristianismo y a la Iglesia Católica, considerándola como la prueba irrefutable de la inexistencia de Dios, algo que jamás afirmó Darwin, que huía del uso no científico de su hipótesis. Más adelante, consecuencia de los avances de la biología molecular, nacería el neodarwinismo, que trasladaría al nivel genético de mutaciones el origen de los cambios morfológicos, en lo que Darwin se inspiró para enunciar su teoría.


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Ya en 1868, a los pocos años de hacerse pública la propuesta darwiniana, el sacerdote católico Raffaello Caverni postuló la compatibilidad entre evolucionismo y fe en su obra “Nuevos estudios de filosofía. Discursos a un joven estudiante”. Su tesis —tomada de Galileo— partía de la consideración de que la Biblia no contiene falsedades y tiene el cometido de llevarnos al cielo más que el de describir verdades científicas. Esta idea permitía un distanciamiento de la ya entonces también extendida postura literalista, siempre que se aceptara un evolucionismo teísta y finalista. Ante el riesgo de que en el fragor de la batalla se produjeran abusos interpretativos, y de que la gente menos erudita confundiese la aceptación de dicha tesis con la admisión del materialismo y ateísmo que entonces animaba a algunos darwinistas, amén de que Caverni atacaba injustificadamente a los jesuitas y a la exégesis de los Santos Padres, la Iglesia incluyó dicha obra en el Índice de libros prohibidos, pero sin condenar explícitamente al darwinismo en sí. Más tarde Pío XII, en 1950, en un intento de reducir la creciente confrontación, más ideológica que otra cosa, apuntaba en la “Humani generis” que el evolucionismo era una teoría que debía ser estudiada, y que en ningún caso el alma provenía de otro lugar que no fuera Dios mismo.

Esta tendencia conciliadora de la Iglesia Católica ha llegado a nuestros días: evolución y creación de Dios son compatibles siempre que no se atribuya a la evolución un alcance que no tiene. A este respecto decía el ya beato Juan Pablo II “...la evolución presupone la creación, y la creación se presenta a la luz de la evolución como un suceso que se extiende en el tiempo [...] no existen obstáculos entre la fe y la teoría de la evolución, si se las entiende correctamente...”, llegando a afirmar en 1996 frente a la Asamblea de la Pontificia Academia de Ciencias que “...el evolucionismo es algo más que una hipótesis.”

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Evolucionismo , una respuesta incompleta El darwinismo daba claves novedosas y atractivas para admitir las teorías evolucionistas precedentes, pero hubo importantes científicos que lo criticaron, y continúan haciéndolo. Entre ellos destacaría la opinión de Lynn Margulis, profesora de biología de la Universidad de Massachusetts, famosa por su propuesta bacteriana del origen de las mitocondrias, a la que recientemente un medio de comunicación del grupo Prisa le dedicaba un extenso reportaje, donde la presentaba como el paradigma de mujer progresista que, hablando del neodarwinismo al que considera equiparable a una secta religiosa menor del siglo XX, dentro de la creciente persuasión religiosa de la biología anglosajona, El diseño inteligente propuso a científicos asistentes a un admite que cristianismo congreso de biología molecular que y darwinismo son le nombrasen un solo caso conocido de la aparición de una nueva conciliables especie como consecuencia de mutaciones múltiples y progresivas, recibiendo el silencio por respuesta. En el mismo sentido abunda Michael Behe, profesor de bioquímica de la Universidad de Lehigh de Pensylvania y precisamente buen exponente de esta postura conocida como “diseño inteligente”, el cual en su obra “La caja negra de Darwin”, citando al propio Darwin, que en “El origen de las especies” afirmaba —dando a entender bien a las claras la conciencia de las limitaciones de su teoría evolutiva— que “...si se pudiera demostrar la existencia de cualquier órgano complejo que no se pudo haber originado mediante numerosas y leves modificaciones sucesivas, mi teoría se desmoronaría por completo...”, presentando así lo que define como sistemas irreductiblemente complejos, entre los que se encontraría, por ejemplo, el sistema inmune, el sistema de coagulación sanguínea, el sistema de visión, argumentando que, a nivel molecular, la probabilidad de que evolucionen y se ajusten como consecuencia de múltiples mutaciones es ínfima, y absolutamente irrealizable, incluso en la escala de tiempo geológico que estima el origen del universo hace unos quince mil millones de años, de no ser porque ocurran determinados cambios y no otros, evidentemente tanto para él como para nosotros, dirigidos por Dios Creador Todopoderoso.

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Ateos, materialistas y marxistas aprovechan la teoría de Darwin como una herramienta más para atacar al cristianismo y a la Iglesia católica


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El darwinismo ha logrado demostrar las mutaciones al interior de una especie, pero nunca el surgimiento de nuevas especies como consecuencia de mutaciones múltiples y progresivas

Solo Dios puede crear

Durante el 26 y 27 de octubre de 2002 se celebró en Roma, auspiciada por el "Centro Kolbe de estudios de la Creación", una conferencia extraordinaria para analizar los argumentos científicos en torno a la teoría de la evolución propuesta por Darwin. Genetistas, geólogos, astrofísicos y científicos de otras disciplinas, representando numerosos países, analizaron, a la luz de la ciencia actual, las afirmaciones sobre la evolución lanzadas por Darwin. El profesor Dominique Tassot, presidente del Centro francés de "Estudios y Perspectivas sobre la Ciencia", declaró con absoluta razón, refiriéndose a la supuesta capacidad de las especies de transformarse de unas en otras como postula Darwin: "El darwinismo ha logrado demostrar las mutaciones al interior de una especie, pero para el surgimiento de nuevas especies no ha aportado ni pruebas ni hechos. Frente a esto, nuestro objetivo es hacer comprender, sobre todo a los católicos, que aquello que la ciencia afirma no es la verdad absoluta".

Francisco J. Ayala, que fuera fraile dominico, es uno de los científicos españoles de mayor prestigio internacional. En la actualidad es profesor del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Irvine (USA), miembro de la Academia Nacional de las Ciencias de Norteamérica, y merecedor de numerosos premios y galardones por su búsqueda de conciliación entre ciencia y religión. Precisamente en su obra: “Darwin y el diseño inteligente. Creacionismo, cristianismo y evolucionismo” da cuenta de multitud de argumentos que permiten concordar evolución y creación, precisamente al amparo del denominado Diseño Inteligente. Así, Ayala afirma que “el descubrimiento fundamental de Darwin [es] que hay un proceso que es creativo aunque no sea consciente” (pág. 207) y “que la evolución y la fe religiosa no son incompatibles. Los creyentes pueden ver la presencia de Dios en el poder creativo del proceso de selección natural descubierto por Darwin”. A este respecto el presidente del Consejo Pontificio para la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, ya expuso en el congreso sobre «La evolución biológica: hechos y teorías», celebrado en Roma en el año 2009, que «no hay incompatibilidad a priori entre la evolución y el mensaje de la Biblia», que es lo que en el fondo asume la Iglesia Católica y el denominado Diseño Inteligente. Proponemos para una mayor ampliación del tema la lectura del libro “¿Puede un darwinista ser cristiano?” (Ed. Siglo XXI, Salamanca 2007, 293 págs..) del profesor de la Universidad de Florida, Michael Ruse, experto en historia y filosofía de la ciencia. En dicha obra el lector encontrará una recopilación de argumentos a favor de la conciliación entre razón y fe, incluyendo los desencuentros actuales e históricos que todavía se producen.

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sofis mas

¿dónde está tu hermano? “el señor dijo a caín: ¿dónde está tu hermano abel? ¿qué has hecho? se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo” (Gén 4,9-10) José Serrano Sánchez

la vida es un don que viene de lo alto y nadie puede apropiarse el derecho a definir su principio y fin

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Muchos gobiernos tienen a gala ocupar los primeros puestos en la clasificación de los Estados que han abolido la pena de muerte, mientras —¡qué paradoja!— al mismo tiempo se significan notoriamente a la cabeza de los países que han dado carta de naturaleza a leyes que aceptan el aborto. También nos presentan cada vez más estadísticas en donde se registran menos médicos leales al juramento hipocrático, menos científicos que aboguen por el inicio de la vida desde el momento de la concepción, más gente fiel a este proyecto de muerte…, apelando al sentido común, que en este caso evidentemente no es ni siquiera el común sentir, ya que la mayoría de las personas está a favor de la vida. Pretenden desalentar a quienes trabajan por el bien, ocultando el verdadero número de quienes acompañan a la Iglesia en su defensa por el ser humano. Son muchos realmente los que continúan levantando su voz, como luz en medio de las tinieblas, para gritar sin miedo que la vida es un sacrosanto don que viene de lo alto; confesando que solo Dios es Dador de la vida, que nadie puede apropiarse el derecho a definir su principio y su fin… En esta sociedad que se aparta de Dios y quiere suplantarlo (tentación de Adán y Eva), apoderándose del poder sobre la vida y la muerte, la Iglesia seguirá gritando en este mundo que “no hay peor sordo que el que no quiere oír”. La vida humana, desde su concepción hasta su término natural, debe ser salvaguardada con máximo cuidado (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, n.º 51) y la Congregación para la Doctrina de la Fe, en su declaración sobre el aborto, así lo confirma. El respeto a la vida humana se impone desde que comienza el proceso de la generación; desde el mismo momento de la fecundación del óvulo se inicia una nueva vida que no es propiedad del padre ni la madre, sino que es un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. Nunca llegaría a ser humano si no lo fuera ya en ese preciso momento.


s ofi sma s

derecho al aborto, un avance en retroceso La señora Bibiana Aído nos ha dicho que a las trece semanas de gestación todavía no es un ser humano. Somos tan necios que podemos gastar esfuerzo y dinero en el estudio de las lentejas, y olvidar las necesidades del propio hermano que está sufriendo. Podemos movilizarnos para salvar a las focas de la extinción (que me parece muy bien, Dios ha puesto en manos de los hombres la Creación) y callar ante la muerte de tantos inocentes, victimas de esta sociedad que ha invertido los valores. Nos presentan el aborto como una demanda social, ponen en marcha la maquinaria legislativa para aprobar el aborto libre, haciendo caso omiso de las manifestaciones y millones de firmas del pueblo en contra del aborto, y a favor de la vida. Nos lo presentan como si fuera un problema urgente, sobre todo cuando hay verdaderos problemas que sí acucian de veras a la sociedad, como son el paro, la situación de la juventud, la vivienda, la educación, la sanidad, el terrorismo, la seguridad ciudadana, o una mayor atención a todas esas mujeres que se ven en la situación de decidir entre la vida o la muerte de sus hijos, ofreciéndoles otras alternativas

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sofis mas Nos muestran como avance social prohibir solemnemente dar un cachete merecido a un menor, mientras liquidamos fríamente a los más pequeños e indefensos. Nos quieren vender el aborto en nombre del progreso y de la libertad. “Yo tengo derecho, yo mando en mi cuerpo, mi cuerpo es mío…”, son palabras que todos hemos oído más de una vez en esta sociedad donde pensamos siempre en nuestros derechos y pocas veces en los derechos de los demás. En nombre de mis supuestos derechos puedo abortar a los dieciséis años sin tener en cuenta la opinión de mis padres, y decidir sobre la vida de ese ser que viene a romperme los planes. Los políticos han dejado la vida humana a merced de las razones económicas, del utilitarismo, el oportunismo o simplemente al arbitrio de la voluntad del hombre que, queriendo ser Dios, se coloca en su lugar, decidiendo por sí mismo lo que le es bueno o malo según sus apetencias. Por otro lado está el poderoso caballero don dinero, que junto con el poder y el sexo, mueven esta sociedad que ha invertido los valores. Es impresionante el gran negocio de las clínicas abortistas, con millones y millones de beneficios, en las que se están lucrando personas sin el más mínimo remordimiento por la muerte de tantos inocentes, y con el visto bueno de los poderes públicos. Dinero que acalla las conciencias de esos “profesionales” y de esos “gobernantes” que, únicamente interesados en el poder, miran para otra parte ignorando a las mujeres que se encuentran ante esta difícil situación.

desde la fecundación se inicia una nueva vida que nunca llegaría a ser humana si no lo fuera ya en ese preciso momento

“encomienda tus obras a dios y tus proyectos se llevarán a cabo” Puesto que algunos psiquiatras advierten sin tapujos de los riesgos del “síndrome postaborto” padecido por las mujeres que abortan y por quienes lo inducen o apoyan, voy a exponer lo que a nosotros nos sucedió por si pudiera ayudar. Mi esposa y yo, un matrimonio normal con nuestros problemas propios de la vida diaria, con las necesidades de una familia numerosa de cuatro hijos, dos de ellos en la Universidad, estirando la peseta (en aquel entonces el euro ni se sospechaba), se nos presenta un nuevo embarazo en una edad avanzada de ambos. En el transcurso de la primera revisión, después de rellenar la ficha con todos los datos sobre los embarazos anteriores, nos propone el doctor, que, puesto que mi esposa había cumplido ya los 44 años, lo más conveniente era deshacerse de él. Nos quedamos atónitos y segundos después le pregunté al doctor qué derechos tenía el primero que no tuviera este. Por el tono y las malas maneras con que contestó pudimos deducir que la pregunta no fue de su agrado. Nos dijo que él tenía la obligación de preguntarnos si lo queríamos o no, porque, debido a la edad de mi esposa, aumentaba la posibilidad de tener un hijo deficiente, pero si queríamos correr con ese riesgo, allá nosotros. Cuando le contestamos que estábamos tranquilos porque lo dejábamos todo en manos de Dios, y que si venía con problemas, Él nos ayudaría, aún le sentó peor.

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el hombre se coloca en el lugar de dios, decidiendo por sí mismo lo que le es bueno o malo según sus apetencias


s ofi sma s

cuando no entendemos las situaciones que rompen nuestros proyectos, dios nos demuestra que Él quiere lo mejor para sus hijos

Pero la realidad fue distinta de la que se nos predijo: fue el mejor embarazo y parto de todos, el niño nació sano y se ha criado muy bien. Tener un hijo a esa edad te lleva a vivir la paternidad con otra sensibilidad y a disfrutar más del momento. Lo que el doctor nos animaba a matar tiene hoy veintitrés años y acaba de terminar la carrera de Farmacia. Yo no voy a juzgar ni a condenar a nadie (eso no me toca a mí), pero puedo decir por experiencia propia que, cuando no entendemos las situaciones que vienen a romper nuestros proyectos, Dios nos demuestra que Él, quien siempre está ahí, como Padre bondadoso y misericordioso que es, quiere lo mejor para sus hijos. ¡Ah, y siempre nos envía un ángel en ayuda nuestra!

La ira es una pasión furiosa que con frecuencia hacer perder el juicio a quienes tienen el conocimiento, embrutece el alma y degrada todo el conjunto humano 59


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El rEsurgir dEl cinE rEligioso Entre películas también anda dios Juan Orellana

¿Estamos viviendo una edad de oro del cine religioso? Esta pregunta se la hacen muchos espectadores a la vista de las ofertas de la cartelera de los últimos meses. En un mundo secularizado y beligerantemente anticlerical, encontramos sorprendidos una presencia cada vez más frecuente de películas religiosas en nuestros cines, o de otras que, sin ser explícitamente religiosas o confesionales, exaltan algún aspecto esencial de la antropología cristiana. Repasemos los casos más significativos

Si echamos la vista atrás, solo en la pasada década podremos recordar títulos como El gran silencio (Philip Gröning, 2005), Las manos (Alejandro Doria, 2006), El noveno día (V. Schlöndorff, 2004), Natividad (C. Hardwicke, 2006), El milagro de Henry Poole (M. Pellington, 2008), Teresa de Calcuta (Fabrizio Costa, 2006), o Cartas para Jenny (Diego Musiak, 2009), por poner algunos ejemplos significativos.


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espiritualidad en la gran pantalla El año 2010 conoció un fenómeno inédito en España: el caso de La última cima, de Juan Manuel Cotelo. Una película barata, sin medios para afrontar un marketing tradicional, pero que a través de Internet y de las redes sociales alcanzó un éxito de taquilla memorable. Ese año también tuvimos en nuestras pantallas Lourdes, de la austriaca Jessica Hausner, una directora agnóstica que reflexiona sobre los milagros atribuidos a la Virgen de Lourdes, una película que, paradójicamente, ha sido distribuida por una compañía no habituada a servir películas con inquietudes religiosas. También pudimos asistir a Visión, un film sobre santa Hildegarda de Bingen, dirigida por la alemana no católica Margarethe von Trotta. Volviendo a las producciones españolas, se estrenó The Way, un hermoso film de Emilio Estévez sobre el Camino de Santiago, producida por una Filmax, empresa española dedicada normalmente al cine de terror. Este año 2011 comenzó pisando fuerte con una película excepcional: el 14 de enero se estrenó De dioses y hombres, de Xavier Beauvois, cineasta francés cercano al partido socialista. El film, que representó sin éxito a Francia en los Oscars, se inspira en el martirio de siete monjes cistercienses acaecido en 1996 en el Monasterio de Nôtre-Dame del Atlas, en Argelia, a manos de unos fundamentalistas islámicos. La película es un canto a la vocación cristiana, a la caridad, y es un testimonio conmovedor de la misión del cristiano en el mundo. También presenta la verdadera religiosidad como única multiculturalidad posible. Una película extraordinaria en sus propuestas, y un título mayúsculo en la historia del cine religioso.

El gran silencio, Las manos, El noveno día, Natividad, El milagro de Henry Poole… son algunas de las numerosas películas de temática cristiana de los últimos años

En marzo pudimos disfrutar de Encontrarás dragones, la última realización de Roland Joffé (La misión, Los gritos del silencio, Vatel...), un director agnóstico e izquierdista. Se trata de una superproducción ambientada en la Guerra Civil española y con san Josemaría Escrivá de Balaguer como uno de sus personajes principales.

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No se trata de la habitual película hagiográfica sobre un santo, sino más bien una indagación en el hecho de la santidad y del testimonio de la excepcionalidad del cristianismo. Joffé presenta la santidad en el mundo contemporáneo de forma persuasiva y esencial. También es una película sobre el perdón cristiano y sobre el misterio del mal. Se trata de una producción hispano-argentina impecable en su realización, amena y conmovedora, y que presenta una visión del cristianismo limpia, desideologizada y sumamente atractiva.

llama la atención que las directoras de películas como Lourdes o Vision sean agnósticas o no católicas También en el primer trimestre de 2011 pudimos alegrarnos de ver La experiencia humana (Charles Kinnane), un documental sobre el sentido religioso universal del hombre; la conmovedora Cartas a Dios (Erich Emmanuel Schmitt, 2010), inspirada en hechos reales, y que nos cuenta la relación epistolar entre un niño enfermo de cáncer y Dios. Poco antes se había estrenado la deliciosa película finlandesa Cartas al padre Jacob (Klaus Härö, 2009), sobre el perdón y el cambio del corazón, cuya trama arranca cuando a Leila, una ex-convicta, se le ofrece ser la asistente de Jacob, un pastor protestante anciano y ciego, y atender su correspondencia.

la belleza de la fe, el mejor guión Actualmente la película sobre temática religiosa que podemos encontrar en las carteleras es Alexia, de Pedro Delgado, recién estrenada en mayo. Hasta hace tres años muy poca gente sabía quién era Alexia González-Barros, una niña de catorce años que murió en 1985 a causa de un espantoso cáncer en la columna vertebral. Pero en 2008, la malintencionada y multipremiada película de Javier Fesser, Camino, la dio a conocer mostrando de ella una imagen tergiversada y gravemente falseada. Manipulaba sus sentimientos, creencias e intenciones, dando como resultado una Alexia de ficción completamente diferente de la Alexia real. El director de cine Pedro Delgado, al ver aquel film de Fesser, decidió hacer una película documental que presentara a la verdadera Alexia, que se enfrentó a su enfermedad desde la fe y la esperanza cristianas, algo que Fesser no había querido mostrar.

Cartas a Dios, inspirada en hechos reales, nos cuenta la relación epistolar entre un niño enfermo de cáncer y Dios


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Alexia nació en Madrid en 1971 en el seno de una familia numerosa, estudió en el Colegio de las teresianas “Jesús Maestro”, y creció en un ambiente católico, con varios familiares pertenecientes al Opus Dei. Fue una niña alegre, buena compañera y estudiante, sensible y muy piadosa. En febrero de 1985 se le diagnostica un cáncer que le va a privar de su movilidad entre fuertes dolores. Se inicia un vía crucis para ella y para su familia en el que se va a poner a prueba su amor a Cristo y su confianza en Dios. A los diez meses falleció en la prestigiosa Clínica de la Universidad de Navarra. Su forma de afrontar el sufrimiento fue para todos un testimonio de fe tan conmovedor que en 1994 se inició su proceso de beatificación.

No era fácil afrontar un documental sobre una niña corriente desaparecida antes de la revolución digital. Los testimonios audiovisuales eran escasos y en super-8, y siempre domésticos. Sin embargo, Pedro Delgado, ayudado por el productor Andrés Barbé y el crítico de cine Jerónimo José Martín, ha conseguido levantar un buen producto cinematográfico: ágil, con buenas soluciones técnicas, con un uso inteligente de testimonios breves (familiares, profesores, la “tata”, médicos, capellanes...) y con explotación tenaz del material audiovisual de archivo. Además introduce elementos de animación muy buenos y divertidos, que dan un punto de humor a una historia que inevitablemente tiene tintes dramáticos. No se trata de un documental completamente convencional, ya que la narración en off es un diálogo de ficción entre Alexia y su ángel custodio, Hugo. Aunque pudiera parecer extravagante en un primer momento la idea, lo cierto es que funciona bien, y contribuye a introducir elementos cómicos.

Alexia, de Pedro Delgado, rescata la imagen real de la protagonista, que se enfrentó a su enfermedad desde la fe y confianza en Dios, algo que Fesser en Camino no quiso mostrar

Cabe destacar cómo la película resuelve con tiento y prudencia un tema tan delicado como son las supuestas apariciones demoníacas que Alexia padeció en el lecho de muerte. Lo que podía ser objeto de un truculento morbo, en el documental se trata con discreción y sin aspavientos, dejando claro que lo extraordinario de la niña no fue eso, sino su forma de ofrecer su dolor a Cristo.

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cine con valores, un género en auge En este momento el cine nos está ofreciendo muchas películas de ficción sobre el sufrimiento de los niños enfermos de cáncer. Basta citar Cartas a Dios, El vuelo del tren y Vivir para siempre..., para entender que Alexia ofrece una esperanzada perspectiva sobre un asunto tan dramático. Por otra parte, en una edad de oro y esplendor del cine documental, el film de Pedro Delgado no nos ofrece una historia espectacular ni desvela secretos de Estado. Nos cuenta más bien una vida sencilla y cotidiana en la que la enfermedad irrumpe de manera imprevista y brutal, y la protagonista responde también de forma sencilla desde la luminosidad de su fe y su confianza en Dios. Este es el acierto del film, pero también su paradójico límite, ya que no es fácil conseguir que el espectador de hoy vaya a ver una historia sin fuegos fatuos ni glamour impostado. Sin duda una interesante contribución al documental español. En lo queda de año todavía esperamos films importantes claramente católicos como Cristiada o Popielusko. En definitiva, creemos que se puede decir que en un mundo tan vacío de propuestas de significado para la vida, renace la pregunta por el sentido de la existencia con fuerza y urgencia, y el cine testimonia esa necesidad de custodiar la pregunta religiosa como una vía de salvaguardar lo humano. Es un motivo de esperanza, y una oportunidad de evangelización que muchos productores podrían aprovechar.

en un mundo tan vacío de propuestas de significado para la vida, el cine es una oportunidad de evangelización 64


SUMARIOS El gran silencio, Las manos, El noveno día, Natividad, El milagro de Henry Poole… son algunas de las numerosas películas de temática cristiana de los últimos años llama la atención que las directoras de películas como Lourdes o Vision sean agnósticas o no católicas Encontrarás dragones es una producción hispano-argentina amena y conmovedora, que presenta una visión del cristianismo limpia, desideologizada y sumamente atractiva Cartas a Dios, inspirada en hechos reales, nos cuenta la relación epistolar entre un niño enfermo de cáncer y Dios


!Yopaso!

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La ausencia de una cultura del esfuerzo

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A

prender supone exigirse, motivarse por algo, salir de sí, esforzarse, tratar de sacar adelante aquellas actividades que libremente se eligieron. La generalización de las actitudes anteriores configura un escenario socio-cultural que facilita el aprendizaje. La abolición de estas actitudes genera un empobrecimiento cultural colectivo: la aparición de un nuevo contexto en el que el mismo porvenir de esa cultura puede resultar amenazado. Aquilino Polaino Catedrático de Psicopatología. Facultad de Medicina. Universidad CEU-San Pablo

Son tan clamorosos y abundantes los datos disponibles en nuestro país sobre el lamentable hecho del fracaso escolar, que este tópico se ha incorporado al lenguaje coloquial como un término obvio. En una reciente investigación, realizada por el periódico semanal Magisterio (7.10.2009) acerca de los efectos de la LOGSE en el periodo 2002-2006, se llega a los siguientes resultados: el fracaso escolar (población que no obtiene el título de la ESO) es del 30,8% (37,6 % de los chicos y 23,6% de las chicas), lo que multiplica por tres la media europea, que es inferior al 10%. En apenas cuatro años se incrementó el fracaso escolar en dos puntos porcentuales: del 28,9% en el año 2002 al 30,8% en el 2006. Ceuta fue la población que obtuvo la incidencia más alta de fracaso escolar (más del 50% en ambos sexos), además del único ámbito de la población española en que fracasaron más las chicas que los chicos. De otra parte, la incidencia varió mucho de unas a otras ciudades, sin que dispongamos de una explicación satisfactoria. Así, por ejemplo, la probabilidad de fracasar de una chica en Soria es del 7%, frente a la probabilidad de fracasar de un chico en Alicante, que es del 52% (7,5 veces más).

el humus cultural del consumismo se ha extendido tanto en la juventud, que lo superfluo acaba por hacerse necesario 67


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Ni-Ni: un preocupante sedentarismo

Todavía más sombrío es el panorama de la educación, en el ámbito de los jóvenes universitarios. De acuerdo con el informe anual sobre educación (datos relativos al año 2008), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2010), España es el segundo país europeo con mayor número de jóvenes de 20-24 años (19.4%), que ni trabaja ni estudia (la generación “ni-ni”); esta tasa disminuye al 10,5 % entre los jóvenes de 15 a 19 años. El 44 % de los jóvenes universitarios españoles, de 25-29 años de edad, ocupan puestos de trabajo de inferior cualificación a los estudios que han realizado. En lo relativo a la FP (Formación Profesional), el volumen de titulados españoles que finaliza sus estudios de acuerdo con su edad (17-18 años) es del 38 %, frente al 52 % de media de la UE. Solo el 22 % de la población española ha completado la educación postobligatoria, frente al 47 % de media de la UE. El 49 % de los españoles únicamente tiene estudios básicos. El reciente informe PISA de la OCDE puede resultar aquí muy ilustrativo, puesto que permite seguir cada tres años la evolución de los resultados internacionales obtenidos por la población escolarizada. El último informe PISA (2010) se refiere a los datos del 2009 y ha estudiado una muestra de 25.887 estudiantes españoles de 15 años de edad, en comparación con los alumnos de otros países europeos, asiáticos y latinoamericanos, en lo relativo a la adquisición de ciertas competencias básicas. Los datos son desde luego desalentadores: durante la última década nuestros estudiantes están por debajo de la media de los países desarrollados.

Más en concreto, la puntuación obtenida en capacidad lectora por los alumnos españoles, al finalizar Secundaria, es de 481, cuando la media de la OCDE es de 492 (la puntuación obtenida en 2006 fue de 461; en 2003, de 481; y en 2000, de 493). La calificación española en matemáticas es de 483, frente a la media internacional de 496. Subimos tres puntos respecto a 2006 (480), pero seguimos por debajo de los 485 puntos que obtuvimos en 2003. En ciencias, los alumnos obtienen 488 puntos, la misma puntuación de 2006, aunque 13 puntos por debajo de la media internacional (501). En lectura y competencia comprensiva (capacidad para obtener información, interpretarla y relacionarla con la experiencia y el entorno), los resultados son muy bajos (473), lo que sitúa al 20% de ellos en un nivel de manifiesta insuficiencia. Las chicas siempre superan a los chicos en lectura, mientras sucede lo contrario en matemáticas.

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Por encima, aunque próximos a nosotros, se encuentran Portugal, Italia, Grecia y Eslovenia; por debajo, la República Checa, Eslovaquia, Luxemburgo y Austria, además de Chile y México. Es obvio el peso negativo del alumnado inmigrante en los datos obtenidos en comprensión lectora. Mientras los estudiantes nativos españoles obtienen una puntuación de 488 (más próxima a la media de la OCDE), los inmigrantes se quedan en 430. El informe constata que el alumnado inmigrante ha pasado de un 2 % en 2000 a un 9,5 % en 2009. En síntesis, que mientras en el conjunto de la Unión Europea el promedio ha caído casi dos puntos hasta el 14,9 %, en España sigue aumentando y llega al 31,9 %.

= en Espana las cifras de fracaso escolar son del 30.8 por ciento, tres veces superior a la media europea


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no me apetece!

Entre los muchos factores socio-políticos y educativos determinantes de esta relevante ausencia del esfuerzo me referiré aquí solo a los que parecen estar más directamente relacionados con ello.

!

Un dato que predice negativamente el crecimiento de nuestros alumnos es el relativo al abandono escolar. Mientras en el conjunto de Europa la tasa de abandono se ha reducido en casi un 2 %, hasta llegar al 14,9% (que sigue siendo muy alto), en España vamos más allá y llegamos a la increíble cifra del 31,9%, lo que significa que hemos más que doblado el promedio europeo.

En primer lugar, hay que mencionar el consumismo. El humus cultural del consumismo está hoy tan extendido, que ya forma parte —y parte importante— del imaginario colectivo. Lo superfluo acaba por hacerse necesario.

Esta tasa de abandonos es desde luego escandalosa, especialmente en un momento de crisis como el actual. Sin duda alguna, esto predice las numerosas dificultades sobrevenidas a esta población para encontrar trabajo en España, tal y como actualmente se confirma en más del 43 % de los jóvenes españoles que se encuentran en el desempleo.*

Esta nueva “necesidad” se vive como una exigencia natural por los más jóvenes y se ha extendido a contenidos muy diversos: desde la ropa de marca a la última generación del I-pad. Algunos hacen de esa necesidad virtud con la que adornarse, es decir, un modo de distinguirse de los demás y adquirir la categoría que no tienen.

el orden se ha invertido: primero actuar para sentir, y luego... si hay algo que valga la pena, pensar

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ed uc ac ión pa ra la v id a La educación familiar o la ausencia de ella están jugando aquí un papel decisivo. El error de los padres de no negarse y condescender a “subvencionar” los caprichos de los hijos, forzosamente ha de tener consecuencias. En esto ha consistido también el hecho de “vivir por encima de sus posibilidades”, del que tanto se quejan algunos. La búsqueda de la satisfacción inmediata se opone frontalmente a la existencia de cualquier proyecto personal que valga la pena. ¿De qué sirve el esfuerzo si todo lo que apetece puede obtenerse de inmediato? (Ver el artículo “Todo, ya, ahora” en Buenanueva, nov-dic. 2010).

el dominio de los sentidos: sin lucha no hay madurez Pero la persona no se define propiamente por lo que le apetece. Definirla en función de solo eso —lo que le transforma en un animal deseante, voraz, apetitivo e insaciable de todo consumo— es degradarla. ¿Podremos extrañarnos de que hayan desaparecido los ideales profesionales, si todo es consumible? Allí donde todo es un mero consenso entre traficantes y consumidores, los conceptos de esfuerzo, sacrificio, virtud, exigencia y compromiso acaban por desvanecerse. La racionalidad ha sido sustituida por los apetitos; el “me apetece”, “me gusta”, “me conviene” o “me interesa” la han tomado al asalto. Las “ganas” o “no ganas” se han alzado como criterio prioritario a la hora de decidir si se trabaja o no.

¿Cómo valorar la necesidad de esforzarse, si lo que le sucede al hijo es, precisamente, que no le apetece esforzarse? ¿Se puede ir contra lo apetitivo una vez se ha extinguido la racionalidad? Lo que sostiene al consumismo son los deseos; cuanto más rápidos y cambiantes tanto mejor. Es la satisfacción de los deseos lo que genera nuevas sensaciones. La búsqueda de nuevas sensaciones —una vez que la reflexión se ha sustituido por la sensación— es lo que genera el “tirón” del consumo. Todo lo nuevo hay que probarlo, degustarlo, tocarlo, ya, ahora. Nada de pensar y luego actuar. El orden se ha invertido: primero actuar para sentir, y luego… ¡ya veremos si hay algo en que valga la pena pensar! En un contexto así, ¿habrá alguien que sienta la necesidad de degustar la sensación que sigue al esfuerzo, a pesar de que no le apetezca?

* Cfr EXPANSION, 8. 12. 2010. http://www.expansion.com/2010/12/07/entorno/1291757102.html

Un espejo sucio no refleja claramente la forma que se le pone al frente y el intelecto, obtuso por la saciedad, no acoge el conocimiento de Dios. 70


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ed uc ac i贸n pa ra la v id a

Miguel Aranguren Escritor

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¿Qué hubiese sido de mi vida sin formación religiosa? ¿Qué hubiese sido si se me hubiera ofrecido como una asignatura voluntaria y no evaluable? ¿Qué, incluso, si en vez de profundizar sobre las verdades de la religión católica, con exámenes, aprobados y suspensos, hubieran sustituido aquellos buenos profesores por otros que me explicaran una teoría general sobre el fenómeno religioso, sin descender a las profundidades del cristianismo que profesaron mis padres? Pues que no sería lo que soy. Sin embargo, no dudo que a falta de matemáticas bien me las hubiese compuesto para manejar mis modestos caudales. Y sin inglés, tampoco esta vida de talante anglosajón hubiese podido conmigo. Mas sin conocer los artículos del Credo, la historia de la Redención, la existencia del bien y del pecado, los misterios insonldables de Dios y su misericordia, la moral natural, los mMandamientos, las virtudes, los sacramentos y las obras de misericordia.. , a mi vida le faltaría un resorte fundamental, mas allá de que viva comprometido con los postulados de la fe o los ignore.

del hombre que no puede alcanzarse a través de ninguna otra disciplina, ni siquiera la filosófica.

Desde tiempos de la Iilustración, los anticlericales manejan en España el ámbito de las ideas. Después de Mendizábal, de las sucesivas expulsiones de los jesuitas y de achacar a la Iglesia todos los desmanes del franquismo, l egada la era de la electrónica, siguen adivinando demonios bajo las sotanas. Alegan que no puede permitirse que el aula se convierta en una catequesis sin dañar gravemente los principios democráticos, aunque lo democrático debería ser aceptar que los padres soliciten para sus hijos educación en la religión que creen oportuna, sobre todo cuando se trata de un derecho fundamental. En su fariseísmo, también se l evan las manos a la cabeza porque la asignatura de Religión sea tan evaluable como las demás. A fin de cuentas, ¿qué es más importante para nuestros hijos: que aprendan a relacionarse con Dios o que identifiquen en una frase el complemento directo y el circunstancial? Prefiero que, a la vez que cacarean un temario que en Hay quien justifica la obligatoriedad de breve pasará al cajón del olvido, conla asignatura con el cumplimiento de sigan respuestas para los grandes los acuerdos Iglesia-Estado. Me pare- interrogantes de la vida. ce correcto, pero insuficiente. Otros dicen que sin conocimiento del hecho Me produce cierto desasosiego la religioso, ningún estudiante puede com- generación de escolares a la que han prender el legado artístico y cultural privado del derecho a aprender a de nuestros antepasados. Es cierto, interrogar su conciencia, a rezar. Esos aunque para solventarlo bastaría enri- muchachos criados en el laicismo —– quecer el temario de alguna asignatu- a quienes han utilizado como refriega ra civil con unas pinceladas sobre contra los años de nacional catolicisritos y manifestaciones cristianas. La mo—- tendrán menos agarraderos formación religiosa no tiene nada que para ser felices, lo único importante ver con esas cuitas más o menos que pueden enseñarte durante doce temporales, pues radica en una visión años de colegio. 73


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José Ignacio Munilla Obispo de San Sebastián

La laicidad del Estado y de las instituciones públicas supone neutralidad ante las diversas creencias religiosas, y al mismo tiempo, colaboración con todas ellas en la medida en que contribuyan al bien común de la sociedad. El Estado debe reconocer el derecho a la libertad religiosa de los ciudadanos como un bien positivo para el individuo y para la sociedad; derecho que ha de ser protegido por los poderes públicos. Asimismo, el Estado tiene el deber de discernir y colaborar, según el principio de subsidiariedad, con las iniciativas sociales impulsadas desde la sensibilidad religiosa o laica de los ciudadanos. En consecuencia, la laicidad rectamente entendida, es garantía de libertad, igualdad y convivencia. 74


ed uc ac ión p ara la v id a Sin embargo, el laicismo, a diferencia de la laicidad, parte de unos supuestos bien distintos: el Estado laicista no reconoce la vida religiosa de los ciudadanos como un bien positivo para el individuo y para la sociedad, que deba ser protegido por los poderes públicos. Por el contrario, lo considera como una sensibilidad privada, solo tolerable en la medida en que no tenga pretensiones de impregnar la vida social o de influir en ella. Se da por supuesto que las religiones no pueden proporcionar un conjunto de convicciones morales comunes capaces de fundamentar la convivencia en una sociedad plural. Más bien, se parte del falso prejuicio de que las religiones son fuente de intolerancia y de dificultades para la pacífica convivencia. En consecuencia, el laicismo entiende que la religiosidad debe ser recluida a la vida privada, y que ha de ser sustituida en el ámbito público por un conjunto de valores a modo de “señas de identidad” del estado democrático, sin referencia religiosa alguna. De esta forma, una vez descartadas las convicciones religiosas en la vida pública, le correspondería al poder político configurar una nueva conciencia moral pública de los ciudadanos en sustitución de su conciencia religiosa.

La est rat eg ia de l arr inc on am ien to Es claro que esos presupuestos laicistas están lle- jetivos por etapas: primero, despenalización del nos de falsos prejuicios y que son deudores de aborto en casos muy extremos y conmovedores; algunas de las leyendas negras que se han ver- pasados unos años, cuando ya haya “madurado tido contra el cristianismo; además de que des- la conciencia social”, el aborto libre pasa a ser reconocen la riqueza de la doctrina social católica. conocido como un “derecho democrático”…; fiEn realidad, la convivencia en una sociedad plu- nalmente se termina por no respetar ni siquiera ral, no debe “dejar en el banquillo” o “poner en- el derecho a la objeción de conciencia de quien tre paréntesis” los propios ideales y las propias no quiere ser copartícipe del aborto. He aquí un convicciones de sus ciudadanos, para acoger una caso práctico del fenómeno que Benedicto XVI ha “ética común de esdescrito con el tértado”, impuesta laicidad es garantía de libertad, igualdad mino de “dictadura desde la misma endel relativismo”. y convivencia mientras que el laicismo señanza. Por el conbusca eliminar las convicciones religiosas En el caso de la trario, los ciudadaclase de Religión, de la vida pública nos están llamados creo que está ocua encontrar en su rriendo algo por el estilo: se empieza por poner propia conciencia religiosa, o en su visión laica de todo tipo de “palitos” en las “ruedas” al estatus la vida, los fundamentos eficaces para el respeto de la asignatura (evaluable o no evaluable; trona la libertad de los demás, actitudes de colabocal o secundaria; con asignatura alternativa o sin ración en la búsqueda del bien común, etc. alternativa; en horario escolar o extraescolar; etc, Citando a Mons. Fernando Sebastián, el futuro no etc, etc); se sigue por reivindicar su exclusión del puede estar en un “laicismo obligatorio”, sino en sistema público de enseñanza, en nombre de una el diálogo honesto y sincero entre las religiones malentendido concepto de “escuela laica”; y se y con los sectores laicos. El cometido del Estado terminará -a medio plazo- por forzar su salida del no es el de ser el formador de las conciencias de curriculum de la misma enseñanza privada conlos ciudadanos, según un “mínimo común ético certada. Lo que está en juego no es ya su inserconstitucional”. El laicismo anticristiano es astuto, ción en el sistema público, sino su misma razón y suele tener la “estrategia” de plantear sus ob- de ser en la enseñanza reglada.

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Fe, cul tura y vid a, un diá log o arm óni co Quiero expresar en positivo una serie de razones pedagógicas que fundamentan la necesidad y la razón de ser de la asignatura de Religión en el sistema de enseñanza: 1ª.- La clase de Religión es un derecho, no un privilegio: A base de tanta polémica sobre esta asignatura, algunos católicos pueden estar arrastrando una especie de complejo, como si hubieran logrado hacerles creer que la presencia de la clase de Religión en la escuela, es una reminiscencia del antiguo régimen en esta sociedad democrática. Muy al contrario: se trata de un derecho, reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU (1948): “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza –repito por si a alguno se le ha escapado el matiz: “¡por la enseñanza!”-, la práctica, el culto y la observancia”. Nuestro marco constitucional reconoce también este derecho, como luego desarrollaré. Y no estaría de más, conocer en detalle cómo la asignatura de Religión tiene, en la actualidad, un tratamiento bastante más relevante en la mayoría de los países europeos que en España. En aproximadamente la mitad de los países europeos, la asignatura de Religión es obligatoria en el sistema educativo; y en la otra mitad, es de libre elección. Como podemos comprobar, insertar la religión en el ámbito escolar es, entre otras muchas cosas, una forma de “converger con Europa”. Tampoco estará de más recordar que el dinero con el que se paga a esos profesores de Religión, al contrario de lo que parece desprenderse de algunas críticas contra la Iglesia, no sale del bolsillo particular de ningún gobierno, sino del de los propios padres de los alumnos, quienes pagan “religiosamente” los impuestos al Estado laico. 2ª.- La clase de Religión no es equiparable ni sustituible por la Catequesis: La asignatura de Religión está destinada principalmente a una

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formación intelectual, aún con la peculiaridad de ser confesional; mientras que en la Catequesis se procura introducir al alumno en el seguimiento personal de Jesucristo. Ambas se diferencian y se asemejan, de forma similar a como lo hacen el “conocer” y el “amar”. 3ª.- La clase de Religión ayuda a entender la cultura que hemos heredado: Un joven no podrá entender sus propias raíces, así como una comprensión mínima de las demás religiones, si no conoce en profundidad los fundamentos de la religión católica.


ed uc ac ión p ara la v id a 4ª.- La Religión ofrece una cosmovisión frente a la fragmentación del saber: Hoy en día existe una gran “parcelación” del saber humano, que ha contribuido notablemente al auge de una cierta crisis de identidad cultural, de valores, de certezas…La exclusión del hecho religioso también nos está dificultando la integración de todos estos conocimientos en una sabiduría global de la existencia.

¿de qué me sirve conocer la evolución del Universo, si nadie me explica por qué y para qué estamos en esta vida?

6ª.- Diálogo interreligioso: Cada vez vemos con más claridad que la estabilidad internacional, e incluso nuestra convivencia con un buen número de inmigrantes, necesita estar sustentada en el diálogo interreligioso. Ahora bien, solo puede dialogar quien tiene conciencia y conocimiento de su punto de partida. De lo contrario, más que a una “alianza de civilizaciones”, estamos abocados a la desaparición de la nuestra. 7ª.- Educación moral: Está claro que una educación integral debe incluir la dimensión moral. De poco servirá la acumulación de conceptos en la enseñanza, si no se educa en la sinceridad, la solidaridad, la justicia, el respeto, la generosidad… He aquí otra dimensión esencial de la asignatura de Religión: la moral.

5ª.- La religión responde al sentido de la existencia:. ¿De qué me sirve conocer la evolución del Universo, si nadie me explica por qué y para qué estamos en esta vida? ¿Cómo podemos fundamentar los derechos del ser humano sin dar razón de la diferencia esencial entre el animal irracional y el hombre racional? ¿Cabe hablar con optimismo de los avances científicos y de la sociedad del futuro, si no tenemos fundamentada nuestra esperanza en el más allá de la muerte?...

El fundamento jurídico determinante de la presencia de la asignatura de Religión en la escuela, está en el artículo 27.3 de la Constitución Española: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Es decir, nuestra legislación reconoce que los padres tienen derecho a marcar la orientación moral y religiosa de la formación de sus hijos, y las autoridades tienen el deber de poner los medios para que esto se lleve a cabo. El desarrollo plasmado en el Concordato del Estado español con la Santa Sede, sobre esta materia concreta de la asignatura de Religión, no hace sino vehicular el derecho reconocido por la Constitución Española.

un joven no podrá entender sus propias raíces, identidad cultural, valores etc. si no conoce en profundidad los fundamentos de la religión católica 77


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El Eva nge lio com o esto rbo

Hasta que tuvieron lugar las reformas educativas de la LODE y la LOGSE, la asignatura de Religión era evaluable y tenía la asignatura de Ética como alternativa de libre elección. La gran mayoría de los sectores sociales, entendían que aquélla era una solución pacífica y justa. Existía la posibilidad de elegir entre una enseñanza moral confesional o una ética aconfesional. La gran pregunta es: ¿Por qué se derogó algo tan razonable que funcionaba bien? Aquellas reformas hicieron que la enseñanza religiosa, abocara, en la práctica, a una lenta y progresiva agonía… Cada posterior retoque, ha supuesto otra vuelta de tuerca más, en orden a un progresivo arrinconamiento de dicha asignatura. Me parece de rigor concluir haciendo una referencia a la toma de postura de la llamada Federación de Aso-

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ciaciones de Padres de Alumnos de Euskal Herria, contraria a que la asignatura de Religión pueda ofertarse en la escuela pública. La citada asociación ha realizado un sorprendente envío de cartas a los padres, pidiéndoles que no matriculen a sus hijos en la asignatura de Religión, de forma que esas horas puedan destinarse a otras materias obligatorias. Se trata de una presión para sacar la asignatura de Religión del horario escolar, y en definitiva, de la escuela pública. En Castilla León la gran mayoría de los padres – el 80 % en Palencia- matriculaban a sus hijos en la asignatura de Religión, en la escuela pública; y sin embargo, las asociaciones de padres, pedían públicamente la expulsión de la Religión de la escuela pública.


ed uc ac ión p ara la v id a ¿Cómo se explica esto? La tradicional pasividad de los católicos en el escenario de la vida pública, es corresponsable del avance del laicismo en nuestra sociedad. La participación de los católicos en la vida pública ha sido y es, notablemente inferior a la de los grupos laicistas… El derecho de una supuesta mayoría de los padres a que sus hijos no reciban clase de Religión, no puede impedir a la supuesta minoría católica la educación de sus hijos conforme a sus convicciones. Existe un adagio que dice: “Cuando no se respetan los derechos de las minorías; en realidad, es que no se respetan los “derechos humanos”, sin más”.

el dinero con el que se paga a los profesores de Religión no sale del bolsillo de ningún gobierno, sino del de los propios padres con sus impuestos

r e n lib e rt a d e c re c ra a p s te n zo En sa n c h a r lo s h o ri Como signo muy positivo y esperanzador, me llama la atención la confluencia de diagnósticos entre personajes tan experimentados y tan complementarios como son Benedicto XVI y el dirigente de la Unión Europea Jacques Delors. El primero ha denunciado proféticamente en diversos foros la “emergencia educativa” en la que se encuentra Occidente. El segundo, plenamente consciente de esta realidad, elevó un informe educativo a la ONU en 2008, bajo el título “La Educación encierra un tesoro”, en el que habla de la importancia de superar la tensión entre lo material y lo espiritual. En el citado informe, Delors establece cuatro finalidades de la educación: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. La síntesis de la educación, en la que se condensa todo lo demás es "aprender a ser"; esto es, que la persona se realice como tal, que

alcance su propia identidad, para lo cual obviamente, es necesaria una educación integral. “Aprender a ser” exige desarrollar todas las dimensiones y facetas constitutivas de la persona. Solo cuando sabemos que venimos del amor y que volvemos a él, venciendo el sufrimiento y la muerte, es cuando podemos dar lo mejor de nosotros mismos con desinterés y alegría. ¡¡Por esto, reivindicamos la enseñanza religiosa!!

La mansedumbre del hombre es recordada por Dios y el alma apacible se convierte en templo del Espíritu Santo. 79


Ram贸n Dom铆nguez Balaguer

es pa da d e dos fil os

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La plenitud Cristo no ha venido a abolir la Ley, porque la Ley es santa y proviene del mismo Dios; sino a llevarla a su plenitud, a fin de que se realice lo que la Ley persigue: la absoluta comuni贸n de Dios con el hombre, mediante su total abandono a la voluntad de Dios, que no es otra que el hombre viva, con may煤sculas y para siempre.


esp ad a de d os fi los

de la Ley El cumplimiento de la Ley exige que esta sea observada hasta en sus mínimos detalles, ya que, quien no es fiel en lo mínimo, tampoco lo será en lo mucho. Se trata, pues, de profundizar en los antiguos preceptos hasta que sean interiorizados por la persona y conformen sus deseos y proyectos. Esta profundización de la Ley va a desarrollarla el evangelista en una serie de sentencias antitéticas que muestran el alcance de esta transformación interior. Dice Jesús: “Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal” (Mt 5,21). Pero el “no matarás” y todos los demás preceptos tienen un fundamento único que los convierte en intangibles, por lo que nunca será lícito al hombre el quebrantarlos; está expresamente indicado en el Decálogo. Lo decisivo de los mandamientos no es que estén formulados, sino el fundamento que los sostiene; por eso empiezan con una fórmula solemne: “Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre” (Ex 20,2). La razón por la que hay adorarlo solo a Él y respetar al hombre como sujeto de derechos, se encuentra en esta afirmación: “Yo, soy”. Porque Dios es, el hombre es. Con lo cual, el ser humano ha de ser respetado, de modo que no se le puede matar, ni engañar, ni golpear, ni insultar, ni hacer ninguna clase de mal, ya que Dios es su garante. Creado por el amor y destinado a la comunión, como imagen de Dios que es, se convierte en sujeto de todos los derechos. Ahora bien, cuando Dios deja de ser en el corazón del hombre, este queda reducido a la condición de cualquier existente y puede ser sometido a todos los desmanes.

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el odio es el veneno; el perdón su remedio Según esto, Jesús lleva el precepto del “no matarás” hasta sus últimas implicaciones, puesto que también se puede matar al prójimo en el interior del corazón humano. En la técnica rabínica se van a especificar, de menos a más, los males que se pueden cometer contra la persona del otro:

mal que el otro te pueda hacer, sino de hacérselo tú a él. A nadie se le puede despreciar ni de obra ni de palabra ni de pensamiento, pues todo ello convierte al infractor en homicida, aunque solo sea en intención manifiesta o el interior de su corazón.

“Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt 5,22). El encolerizarse contra el otro, porque según tu apreciación, ha obrado injustamente contigo es el menor de los males; pero el cristiano, al que se dirigen estas observaciones, está llamado a vivir en paz con todos los hombres y a no tomar la justicia por su cuenta, dejándosela al Señor. (ver Rm 12,18-19); ha renunciado a todos sus bienes, por lo que no exige que le sea restituido algo; lejos de toda exigencia de justicia, carga, siguiendo a Cristo, con la injusticia del otro, por ello no se encoleriza contra su hermano.

Finalmente, “el que le llame ‘renegado’, será reo de la gehenna de fuego”. Esta ya es mucho más grave, porque llamar a uno renegado implica el rechazo total de su persona, negarle toda posibilidad de retorno y condenarlo en el interior; y, puesto que seremos medidos con la misma medida con que midamos, esta condena recae también sobre el condenador.

Si el otro obró mal, sabe exculparlo, porque conoce que también él es injusto; y, como pobre de espíritu no juzga, no condena ni se cree mejor que nadie; porque si se encoleriza, sea el otro culpable o no, le hace a su vez una injusticia y queda en deuda con él, porque el otro es siempre digno de toda consideración. Si uno, pues, se encoleriza contra su hermano, deberá responder ante el tribunal de primera instancia por tratarse de una falta de menor importancia, aunque falta de cualquier modo.

CREADO POR AMOR A IMAGEN DE DIOS, EL HOMBRE SE CONVIERTE EN SUJETO DE TODOS LOS DERECHOS Ahora bien, “si le llama ‘imbécil’, será reo ante el Sanedrín”. Llamar “imbécil” a una persona supone despreciarla en el corazón, arrebatarle su dignidad de persona; es una falta mucho más grave, por lo que deberá responder ante el Tribunal Supremo, que en aquel momento era el Sanedrín. Aquí ya no se trata de aceptar o no el

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Para evitar todo esto, se nos ofrecen dos recomendaciones: “Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Procura arreglarte con el que te pone pleito en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí”. (Mt 5,20-26). Dios no escucha a quien está en descomunión con el otro, porque, en este caso, estaría también con aquel que se hace garante del hombre, hasta el punto de identificarse con él. La segunda recomendación se aplica al que va con su adversario camino del tribunal. Cuando uno lleva a su enemigo ante el juez lo hace para que este le ajuste las cuentas, porque piensa que él tiene toda la razón; pero, cuando se presente ante el tribunal, va a escuchar de boca del juez aquella sentencia: “¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano!” (Lc 6,42b). Porque, ¿acaso es el “inocente” mejor que el “culpable”?, ¿no están hechos los dos del mismo barro?, porque “aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra” (Jn 8,7b). El cristiano no acusa ni condena a nadie, y, puesto que él ha sido objeto de misericordia, practica misericordia.


esp ad a de d os fi los

EL CRISTIANO NO ACUSA NI CONDENA A NADIE; PUESTO QUE ÉL HA SIDO OBJETO DE MISERICORDIA, PRACTICA MISERICORDIA

tras el pecado, siempre el sufrimiento Interiorizando los mandamientos, habla el Señor del adulterio en el corazón, pues no se comete adulterio solamente cuando alguien casado tiene relaciones con quien no es su cónyuge, sino que también se puede adulterar con la sola mirada, al mirar al otro no como don sino como objeto de la propia satisfacción. Y esto puede darse, incluso, con el propio cónyuge, cuando no se le solicita para donarse a él, sino para poseerlo utilizándolo como objeto. Es cierto que el resistir a la tentación puede ser objeto de fuerte lucha y sufrimiento, pero por grande que este sea, aunque se le pudiera comparar con que le arrancaran a uno el ojo o le cortaran la mano, es preferible sufrir hasta ese extremo y no pecar, antes que caer en la tentación para no sufrir ahora, pues el sufrimiento que vendrá después del pecado será mucho peor.

Las consecuencias de un adulterio, por ejemplo, pueden llegar a ser terribles para los hijos y para los cónyuges afectados. Lo mismo ocurre con la ruptura matrimonial. Moisés concedió el acta de divorcio: la otorgó por la dureza del corazón humano, contradiciendo el plan de Dios, ya que al principio no fue así; por eso Jesús condena todo divorcio: “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera” (Mt 19,9). La aparente excepción que pone Mateo no es tal, pues porneia, el término original empleado, no se refiere solo al adulterio sino a cualquier relación sexual ilícita, como pueden ser el incesto o la homosexualidad, en cuyo caso no estaríamos hablando de un verdadero matrimonio.

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la claridad y certidumbre del Evangelio Las palabras de Jesús pueden parecer duras, y como tales las tuvieron algunos de sus contemporáneos (ver Mt 19,10; Jn 6,60), y de los nuestros que también ahora quieren suavizar las exigencias del evangelio. La sociedad moderna parece más comprensiva y condescendiente con el hombre cuando acepta el divorcio, por ejemplo; mientras que la Iglesia parece dura e inmisericorde. Pero no es Cristo ni la Iglesia los que son duros porque el yugo del Señor es suave y su carga ligera, no es la Iglesia la que odia al hombre, es el mundo el que lo odia, pues el divorcio, aparentemente tan comprensivo con la debilidad humana, no ayuda ni hace más feliz al hombre, antes bien lo destruye.

CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, EL HOMBRE PUEDE PERDONAR Y HACER NUEVAS TODAS LAS COSAS, INCLUIDO EL MATRIMONIO El divorcio no beneficia ni hace más dichosos a los hijos del matrimonio roto, que quedarán marcados para siempre; no contribuye a la felicidad del cónyuge “inocente” que ha visto traicionada su confianza e injustamente tratado; no ayuda, tampoco, al promotor del divorcio, que alega la imposibilidad de amar a esta persona concreta e intenta rehacer su vida con otra, porque el problema no está en la persona del otro sino en su misma persona, pues si no pudo amar a esta en concreto, es que no puede amar a ninguna; no es el otro el culpable sino uno mismo que está incapacitado para donarse y para amar. El problema lo arrastrará siempre consigo.

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Es Cristo quien ama verdaderamente al hombre cuando, en las situaciones difíciles de convivencia, invita no a romper la relación sino a amar cargando con las injusticias del otro y a poder perdonarse. Pues con el poder del Espíritu Santo, el hombre puede perdonar y hacer nuevas todas las cosas, incluido el matrimonio. De este modo, se detiene el mal y todos salen beneficiados, incluida la sociedad. Porque ama al hombre, habla con la claridad de la verdad y no con la ambigüedad del relativismo. “Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, si’; ‘no, no’; que lo que pasa de aquí viene del Maligno”. El lenguaje de Cristo es claro y sencillo y cuando sus oyentes se escandalizan, no se echa atrás ni intenta arreglarlo. No da explicaciones en el sentido de: “no me he expresado bien”,“no hay que exagerar”, “”tal vez”, “según las circunstancias” y cosas por el estilo, sino que, sin desdecirse de sus palabras de vida, interpelará a sus discípulos: “¿También vosotros queréis marcharos?” (Jn 6,67b). La Iglesia no odia al hombre cuando declara que la homosexualidad, por citar un ejemplo, no construye sino que destruye a la persona; precisamente porque lo ama lo llama a la verdad y se arriesga a ser rechazada; es el mundo el que odia cuando condesciende para aparentar ser comprensivo y solidario y deja que el hombre se vaya destruyendo mientras consiga sus votos. El triste espectáculo de la iglesia anglicana, que estamos contemplando, es una muestra palpable de la sal que se vuelve insípida, ya para nada sirve, pues si la Iglesia, para ser aceptada, ha de condescender con el pecado y predicar lo mismo que el mundo, ¿para qué sirve? Deja de ser significativa y ya no se necesita, el mundo lo hace mejor que ella.


esp ad a de d os fi los

la Verdad que libera Por eso mismo, es necesario enfrentarse ideológicamente al proyecto de deconstrucción de la sociedad que se está llevando a cabo en el mundo occidental, conducido por ideologías contrarias a la dignidad humana.

Muchas de las leyes que emanan de gobiernos dominados por dichas ideologías son injustas y nadie, con sentido de la responsabilidad, y menos un cristiano, debe acatarlas ni obedecerlas, como ha hecho la Iglesia a lo largo de los siglos, enfrentada a los poderes disgregadores de lo humano; así sucedió en tiempos del Imperio Romano, o con el nazismo y el comunismo, en épocas más recientes. No se puede ir con cambalaches ante la injusticia y, precisamente en un mundo que niega la verdad, es necesario proclamar la Verdad que libera. Es Dios quien ha determinado mi ser, me ha pensado como soy y me ha llamado a la existencia; pero el hombre postmoderno no acepta que Dios regule su ser y quiere hacerse a sí mismo, acusando a Dios de antidemocrático por no haber consultado previamente conmigo si quería venir a la existencia y de qué modo concreto. Por eso el rechazo de Dios y la fobia a todo lo cristiano, por eso la ideología de género y la pretensión de que cada uno, prescindiendo de su naturaleza, se reconstruya como le apetezca. Es demoníaco, basado en la pretensión de los ángeles caídos de negar su condición de criaturas, postura absurda e irracional que quiere negar la realidad de lo que uno es: criatura amada por Dios y llamada a la plenitud de la Vida en la comunión con Él. Hoy, como siempre, es necesaria la profecía que llame las cosas por su nombre. Dios es, por eso Cristo habla con autoridad y la palabra es como es; el demonio no es, por eso es ambiguo; de manera que nuestro lenguaje ha de ser: “sí, sí; no, no”, pues todo lo demás como el “sí, pero”, viene del Maligno.

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es pa da d e dos fil os

Qu…daée!

Antonio Pavía Misionero Comboniano

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QU…date con nosotros! Parece que el universo entero recibiO la sUplica de los dos discIpulos de EmaUs y la proyectO como un impulso hacia lo alto, recogiendo los gemidos ininterrumpidos que hombres de toda raza, lengua y naciOn han y hemos elevado a Dios, ante lo que nos parecIa ser su ausencia. Por todo el cosmos viajan los gemidos arrancados por nuestras !

soledades. Qu…date con nosotros, qu…date conmigo, que no s… qui…n eres ni dOnde estas! Este es nuestro grito que atraviesa los cielos sin saber en no pocos casos si en esos cielos hay Alguien.

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esp ad a de d os fi los Quisiéramos, desearíamos, no gritar más; casi como aceptando que el Dios hacia quien tienden nuestras carencias no sea más que un espejismo. Sin embargo, al igual que los dos discípulos de Emaús, somos impulsados por las huellas —quizás ya solo cenizas¬ de su paso como fuego por nuestras vidas—. Aun con la tentación a veces de negar toda evidencia, los rescoldos de sus pasos persisten, y eso es lo que nos lleva a seguir buscándolo. Hecha esta pincelada del fluir, lo queramos o no, de nuestros vacíos, volvemos los ojos a nuestros amigos de Emaús, aquellos que dieron cuerpo y forma a sus anhelos más profundos al tener la audacia de forzar a Jesús frenando sus pasos, al tiempo que le suplicaron desvalidos: ¡Quédate con nosotros! "Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos lo forzaron diciéndole: Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos" (Lc 24, 28-29).

QU…DAtE cOn nOsOtrOs!, mAs QUE UnA PEtIcIOn Es Un gEmIDO DE DOlOr DE EstOs DOs hOmbrEs QUE hAn cOnOcIDO lA AngUstIA DE hAbEr DEjADO mOrIr lA VIDA

Entramos, pues, en el alma, cuerpo y corazón de nuestros amigos, a fin de apropiarnos de su bellísima experiencia de Jesús como Señor y Maestro. ¡Quédate con nosotros!, le disparan con firmeza; mira que atardece, declina el día, las sombras vienen a nuestro encuentro y... no podríamos soportar otra noche sin ti. Aún nos duele el alma al recordar el momento en el que fuiste elevado en la cruz. Allí estábamos, muy distantes, pero estábamos. Eso sí, huérfanos de ti y de todo, sin saber qué hacer con las palabras —tu Evangelio— que pacientemente habías sembrado en nuestros corazones. Por si fuera poco, nuestra tristeza se colmó de tragedia cuando todo se llenó de oscuridad y tinieblas. "Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona" (Lc 23,44).

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es pa da d e dos fil os he aquí que yo estoy con vosotros todos los días

el pan que nos hace hermanos

Pero has vuelto, como prometiste (ver Jn 14,18-19). Tú eres el Buen Pastor anunciado por los profetas (ver Ez 34,11-12), aquel que habría de recogernos por los distintos caminos y cañadas donde nos dispersamos en ese día de brumas tenebrosas; en esas tres de la tarde en las que hasta el sol se ocultó como asustándose, eludiendo ser testigo de los trágicos e inenarrables acontecimientos que se sucedieron en el Calvario; esas tres de la tarde, en las que las tinieblas, agazapadas, esperaban hambrientas su hora (ver Jn 12,27).

Quédate, pues sin ti es imposible la comunión entre nosotros. Ahora sí somos uno, pues uno solo es el fuego que moldea nuestros corazones, antaño tan individualistas y ambiciosos. Ahora sí somos uno en tu Fuego (ver Lc 24,32). También somos uno en tu Palabra, ya no conocemos más voces que la tuya: "Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños" (Jn 10,4-5). Deudores de la

sU sEñOr y mAEstrO sE hAbíA PArtIDO POr EllOs En lA crUz; cOmO bUEn PAstOr hAbíA IDO A sU EncUEntrO; y Al EncOntrArlOs, lOs cArgO sObrE lOs hOmbrOs Has salido a nuestro encuentro y has prendido tu fuego en nosotros. Ahora, con ese infinito respeto que tienes por nuestra libertad, haces el ademán de seguir tu camino dejándonos atravesados por la lanza de tu Amor; y, escudándote en el binomio libertad-amor, te quieres ir. Pues no, no va a ser así: justamente sirviéndonos de la libertad que tanto aprecias, alargamos nuestras manos y te retenemos, al tiempo que, totalmente desvalidos ante la noche que se acerca y que tan traumáticos recuerdos nos traen, te suplicamos y hasta te forzamos con nuestro grito: ¡Quédate, quédate porque no somos nada ni nadie sin ti! ¡Quédate! Más que una petición es un gemido de dolor de estos dos hombres que han conocido la inenarrable angustia de haber dejado morir la Vida, que, de una forma u otra, había sido huésped de sus manos y sus corazones. Quédate, le insisten estos dos hombres, rudos por fuera y niños por dentro. Quédate, le dicen a una sola voz los que, tal y como nos narra Lucas, se habían enzarzado en una discusión apenas dados los primeros pasos hacia Emaús (ver Lc 24,15-17).

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misma Palabra, la misma Voz y el mismo Fuego, a nadie ha de extrañar que tengamos un solo corazón y una sola alma (ver Hch 4,32)... Más aún, queremos tener con respecto al mundo entero incluso tus mismos sentimientos (ver Flp 2,5). Jesús se quedó con ellos; y, sentado a la mesa, "tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando". Unos dicen que Jesús celebró la Eucaristía con ellos. Otros que en realidad estaba partiendo la Palabra como signo de la predicación del Evangelio, que será siempre un partir el Pan Vivo. Pienso que nuestros amigos eran y estaban ajenos a cualquier tipo de interpretación. Estaban viviendo una experiencia trascendental: que Él, su Señor y Maestro, se había partido por ellos en la cruz; que, como buen Pastor, había ido a su encuentro; y que, al encontrarlos, los cargó sobre los hombros. Esto es lo que estos hombres entendieron, interpretaron y vivieron. Fue una experiencia tan fuerte como real, es decir, atravesada de parte a parte por la verdad. Digo esto porque fue tal


esp ad a de d os fi los la conmoción que sintieron, fueron tan aguijoneados por la Presencia, que imperiosamente necesitaron restaurar la comunión perdida: "Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once... “(Lc 24,33ss.). ¡Quédate con nosotros, quédate conmigo! ¿Quién se atreve hoy día a lanzar este grito de auxilio a la par que de esperanza a Dios, a ese Dios cuyo rostro ha sido tan desdibujado por una sociedad que se basta a sí misma para... vivir? No hay mayor mentira que llamar vida al auto inmolarse en brazos del absurdo, la nada y, sobre todo, la volatilidad de asideros existenciales.

amando, todo se entiende Volvemos con nuestros amigos, a los que acabamos de dejar reintegrándose a la comunidad. Recuperados en comunión gracias a la Palabra, tal y como Jesús se lo había pedido al Padre, tanto para ellos como para todos los hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, habían de creer en Él dejándose revestir de su condición de discípulos (ver Jn 17, 20-21). Henos aquí, pues, con la comunidad apostólica, con los primeros discípulos del Señor Jesús. Están ya todos, no falta ninguno. La comunión ha sido restablecida, y, para nuestra sorpresa, el Resucitado confirma y da forma a estos rudos hombres, reencontrados y recíprocamente perdonados. Jesús, que se había aparecido a los que permanecían en Jerusalén, por un lado; y también a los que de la ciudad habían salido, por otro, se manifiesta a todos juntos sellando el amor fraterno; creación suya que emerge del hecho de tener un solo corazón, una sola alma y, sobre todo, como ya hemos hecho notar enfáticamente: una sola voz-palabra. Como bien sabemos, no hay palabra del Hijo de Dios en el Evangelio que no nos alcance, que no sea espacio propio de nuestro camino y experiencia de fe. La Palabra de Dios es eterna, como bien sabemos; lo que quiere decir que se cumple siempre, de generación en generación, en cada buscador de Dios. Siendo así, podemos, con la Sabiduría de Dios, sondear e intentar comprender y, sobre todo, saber qué significa para nosotros esto que nos narra Lucas a lo largo de este encuentro: "Se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz con vosotros. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo" (Lc 24, 36-39).

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es pa da d e dos fil os

palpadme!

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Nos preguntamos cómo nos alcanza a nosotros esta invitación de Jesús a los suyos, dado que también nos gustaría "palparle" a fin de disipar tantas dudas que, con no poca insistencia, pone Satanás en nuestros corazones con el propósito de romper en mil pedazos la llamada al discipulado que hemos recibido. Más de uno podría hasta protestar por no tener las mismas oportunidades que los primeros discípulos, en orden a creer que verdadera y realmente es el Hijo de Dios, el enviado del Padre, Dios y hombre verdadero. La respuesta, así, de pronto, nos va a parecer brutal: Dios se deja palpar en su Palabra. Pasado el susto o, más bien, la extrañeza, como intentaré explicarme. Si los discípulos pudieron tocar a Jesús "cuerpo a cuerpo", pudiendo así comprobar que estaba vivo, a partir de su ascensión al Padre, todos tenemos la posibilidad de palpar su Espíritu.

¿QUIén sE AtrEVE hOy DíA A lAnzAr EstE grItO DE AUxIlIO y EsPErAnzA A DIOs, cUyO rOstrO hA sIDO DEsDIbUjADO POr UnA sOcIEDAD QUE sE bAstA A sí mIsmA PArA VIVIr? Tengamos en cuenta que es Jesús mismo quien nos dice que sus palabras —su Evangelio— son Espíritu y Vida (Jn 6,63b). Dicho esto, pasamos a ver lo que escriben a este respecto los santos Padres de la Iglesia primitiva, concretamente nos centramos en Orígenes, quien afirma que las Escrituras tienen un cuerpo y un alma. El cuerpo es la Palabra escrita en cuanto tal, y nada más: páginas escritas que de por sí no son suficientes para que el hombre contacte con Dios, lo encuentre. El alma de la Palabra, seguimos con Orígenes, sí nos permite contactar con Dios. En el interior de la Palabra vive Dios, por eso es Palabra viva y eficaz (ver Hb 4,12). San Pablo nos dirá que es operante (ver 1 Tes 2,13). Dicho esto, nos servimos de san Agustín, quien afirma enfáticamente, junto con tantos otros padres de la Iglesia, que lo mismo que nuestro cuerpo está dotado de sentidos —vista, oído, tacto, gusto y olfato—, también nuestro espíritu posee lo que podríamos llamar los sentidos inmateria-

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les, que nos permiten ver, oír, tocar, gustar... ¡al mismo Dios! El "palpadme" de Jesús a los suyos es un anuncio profético de algo inimaginable. Partiendo de una relación analógica, podemos decir que por medio de la Palabra puede nuestro espíritu palpar a Dios, que es Espíritu (ver Jn 4,24a).


esp ad a de d os fi los

Para que no nos quepa duda de lo que estamos diciendo, fijemos nuestra atención en lo que aconteció momentos después del "palpadme". Seguimos los acontecimientos de Lucas: "Y, entonces, abrió sus espíritus para que comprendieran las Escrituras" (Lc 24,45). Les abrió el espíritu, así es como traducen no pocos exegetas el término "noun" empleado por Lucas. Jesús abrió sus espíritus para que pudiesen asimilar, empaparse de su Palabra tal y como es: Espíritu y Vida. Es así como el discípulo, más allá de los estudios bíblicos —que no son descartables, pero tampoco necesarios— puede llegar a tocar y palpar a Dios. Su alma hambrienta puede empaparse de sus palabras (ver Sal 19,12), e incluso apretarse junto a Él, como confiesa el salmista: "Mi alma se aprieta contra ti, y tu diestra me sostiene" (Sal 63,9). Quédate conmigo, decimos al Señor Jesús en esos momentos sombríos de nuestra vida. Quédate con nosotros, pues nos llamaste al discipulado para estar junto a ti (Mc 3,14). Quédate, no nos dejes solos... Y nos parece escuchar lo mismo que dijo a los suyos, a los primeros: "Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos" (Jn 8,31). Manteneos en mi Palabra, y así os mantendréis en mí. Y recordad que yo estoy con vosotros cada vez que vivís, dais testimonio y predicáis mi Evangelio (ver Mt 28,18-20). Nota.- Para una mayor profundidad en el tema aconsejamos la lectura del libro "Los discípulos de Emaús", del mismo autor, el P. Antonio Pavía, y publicado por Editorial San Pablo.

La piedra preciosa luce en el brazalete de oro y la humildad resplandece entra las virtudes

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al dea pl an eta ri a

nco arra

EL

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Cris ianofobia

De cada 100 personas que mueren en el mundo por causa de persecución de su fe religiosa, 75 son cristianos. El dato, escandaloso e impactante de por sí, evoca los tiempos de persecución a muerte de los primeros siglos del Imperio Romano, donde la Iglesia primitiva era condenada a sucumbir ahogada en su propia sangre. Desde el loco y cruel Nerón (siglo I) hasta el terribilísimo Diocleciano, pasando, entre otros, por Trajano, Marco Aurelio y el sangriento Septimio Severo, la Iglesia vivió años de calma y años de feroz violencia, llenando el Imperio de víctimas cristianas y el elenco de los santos de una nómina gloriosa de mártires: "Nos hacemos más numerosos, cuando nos segáis: la sangre es semilla de cristianos" (Tertuliano). 92


a ld ea pl an etari a

350 millones de personas en el mundo, en su mayoría cristianos, son perseguidas o discriminadas hoy Lo cierto es que en la actualidad día por causa esta situación sigue viva. En la “Enciclopedia del Mundo Cristiano” se lee que de su fe

el siglo XX se ha caracterizado por la matanza de nada menos que 45 millones de cristianos asesinados en el mundo por motivos religiosos: solo en 2001 más de 160.000 cristianos murieron por causa de su fe (“El Mundo”, 11/2/2006). Y por poner un ejemplo de siglos pasados, una de las mayores persecuciones contra los cristianos tuvo lugar en Vietnam (entre 1625 y 1886), período en el que en esos años fueron asesinados unos 130.000 cristianos. Un ejemplo de finales del siglo pasado en este país es el cardenal François Xavier Nguyen Van Thuan, prisionero por su fidelidad al Evangelio hasta las últimas consecuencias.

¿Cómo está la situación hoy? El “Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo 2010” arroja cifras muy sorprendentes: 350 millones de personas en el mundo son perseguidas o discriminadas por causa de su fe, cuya mayoría son cristianos. Y la tendencia es a peor. Es lo que ocurre en países como Arabia Saudí, Bangladesh, China, Egipto, Irán, Irak, Pakistán, Somalia o Sudán.

Partamos, por ejemplo, de la reciente película “De dioses y hombres”, donde se relata el asesinato en 1995 de una comunidad de religiosos trapenses en Argelia por mano de fundamentalistas musulmanes. En efecto, de aquel 75 % que mueren perseguidos por sus creencias religiosas, la gran mayoría sucumbe en países islámicos. Esto no es un hecho aislado, sino que se viene repitiendo como sucesos “normales” en nuestros medios de comunicación.

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al dea pl an eta ri a

los cristianos coptos padecen un largo hostigamiento por parte de los salafistas, quienes ignoran que los primeros están en Egipto desde la evangelización de San Marcos, mucho antes de la llegada de los árabes

Así, por ejemplo, en Nigeria, en marzo del año pasado se cuentan entre doscientos y quinientos cristianos eliminados a golpes de machete por extremistas musulmanes. Oriente Medio no da tregua en su persecución a los cristianos empujándolos a huir de la bendita tierra donde vio la luz el cristianismo. La quema de iglesias en Irak durante la celebración de la Navidad mató a más de treinta personas; y a muchos nos ha alterado y escandalizado la condena a muerte de Asia Bibi por una supuesta blasfemia contra Alá, hasta el punto de asesinar al ministro cristiano pakistaní defensor de las minorías religiosas como la cristiana por denunciar esa persecución en su país. Últimamente la prensa se ha hecho eco de nuevos enfrentamientos de musulmanes contra los cristianos con una docena de muertos y más de doscientos heridos en Egipto, donde los coptos pa-

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decen un largo hostigamiento por parte de un grupo de musulmanes extremistas, conocidos como los salafistas, ignorantes de que los coptos están en Egipto desde la evangelización de San Marcos, mucho antes de la llegada de los árabes. De todos es conocido —o, mejor dicho, desconocido— cómo está la situación en China, donde se sabe que la Iglesia católica está recluida al silencio y al anonimato, so pena de persecución y cárcel, valiéndose de la presión sobre la Iglesia fiel a Roma, mediante la Iglesia patriótica china y la periódica amenaza de seguir ordenando sacerdotes y obispos de esta Iglesia, de espaldas a Roma. Y sobre la India, por Internet ha corrido la noticia de que extremistas budistas habían prendido fuego recientemente a unas veinte iglesias con la intención de multiplicar esa fechoría y matar a numerosos misioneros.


a ld ea pl an etari a

la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), que sanciona "la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión", es papel mojado en muchos países

La fe cristiana, al paredón la Iglesia conoce, desde los primeros tiempos de su existencia, los embates del mal; pero mucho más consciente es de que “el poder del infierno no la derrotará”

La cosa ya ha adquirido suficiente relieve como para despertar la conciencia de la sociedad. Precedido por una resolución del Parlamento Europeo que, hacia finales de enero de este año, pide protección para los cristianos en países musulmanes y, por un documento de la Unión Europea un mes más tarde (el 21/2/2011) que condena los ataques contra los cristianos, casi todos los partidos políticos del Congreso español de los diputados, aprueban, días después, un texto condenando "con la mayor firmeza posible" los "brutales" ataques terroristas y la persecución religiosa sistemática que están sufriendo las comunidades cristianas en diversos países de Asia y África, así como los que puedan sufrir ellas y cualquier otra confesión religiosa en otras partes del mundo. La realidad es que en muchos países se ha hecho papel mojado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), que sanciona "la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión". Recordemos cómo una plataforma antifeminista, en marzo de 2010, exigía a la ONU que expulsara al Vaticano de su seno.

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al dea pl an eta ri a Pero no hay que salir fuera de nuestras fronteras para acusar esos zarpazos de cristianofobia —término, por cierto, aceptado y pronunciado por primera vez por Benedicto XVI en su discurso a la curia en la víspera de la pasada Navidad—: ¿Acaso no recordamos todos el acoso y pretensión de derribo contra la Basílica y Santa Cruz del Valle de los Caídos? ¿No son recientes las afrentas, burlas y parodias contra la Iglesia Católica en los sucesos contra las capillas universitarias, por no mencionar la bazofia de algunas representaciones en los desfiles de los carnavales o del estólido Día del orgullo gay? ¿No se proscribe el crucifijo en las escuelas y se persiguen los belenes? ¿No se toma pie del nefando pecado de pederastia de algunos clérigos y religiosos para emborronar en bloque a todos los curas y monjas? Y ¿qué decir de las leyes legales que prohíben el derecho natural de la objeción de conciencia (véase, por ejemplo, el anteproyecto de Ley sobre Cuidados Paliativos y Muerte Digna, donde se abre una trampilla para hacer del médico no un fiel defensor del juramento hipocrático, sino un simple ejecutor de

“la sangre es semilla de cristianos" (Tertuliano) 96

una muerte adelantada, imponiendo así una “nueva” religión a la religión cristiana, que nunca se impone sino que se propone, impidiéndole además abstenerse por motivos de conciencia? Y lo mismo ha ocurrido con la Educación para la Ciudadanía (EpC), adoctrinando las mentes de nuestros niños y adolescentes en principios pseudoprogresistas, saltándose a la torera el derecho de los padres; ítem más con la PDD (la píldora del día después), permitiendo a las jovencitas de dieciséis años abortar sin comunicarlo siquiera a sus padres…, cosas que ya caen sobre terreno mojado al haberse cargado —sin miramientos y ningún escrúpulo contra la historia y la Real Academia— el concepto de matrimonio, dando carta de naturaleza a uniones homosexuales de hecho (de cohecho y de deshecho, como ya he dicho más de una vez); sin olvidarnos, por supuesto, de la aprobación omnímoda, en la práctica, de todo tipo de aborto, a espaldas de la ciencia, del sentido común y de los principios más elementales de la ley natural, saqueada y desposeída de su contenido. ¿No es todo ello un bofetón en pleno rostro a la cara de la Iglesia?


a ld ea pl an etari a

Derribados, mas no aniquilados Poco a poco se persigue torpedear la línea de flotación de la vieja barca de Pedro, denigrándola todo lo que se pueda, no soportando el Concordato español con la Santa Sede (1953) y los acuerdos posteriores, ignorando que la Iglesia conoce, desde los primeros tiempos de su existencia, los embates del mal, pero mucho más consciente es de que “el poder del infierno no la derrotará” (Mt 16,18). Hay indicios fundados de querer reducir todo lo religioso al ámbito privado con el pretexto democrático de una nueva ley de libertad religiosa, cuyo contenido no carece de sospechas ya contrastadas de profundas raíces laicistas y relativistas. No, no nos hemos saltado la persecución religiosa en España, de infeliz memoria, por más que una sesgada y partidista “memoria histórica” reivindique solo una parte de los muertos, ignorando la otra. Por lo que aquí nos interesa, el P. agustino Enrique Somavilla Rodríguez ha hecho un estudio muy documentado sobre “La persecución religiosa en España durante la II República y la Guerra Civil” (revista “Religión y Cultura”, abril-septiembre 2008, vol. LIV, n.º 245-246, págs. 491-526). Sin entrar en detalles, la magnitud de la tragedia acabó con la vida de unas diez mil personas, más de dos terceras partes obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, y el resto seglares, asesinados por motivos religiosos. A quien lea, por otra parte, el artículo 26 de aquella Constitución de la II República, no le costará gran esfuerzo constatar que está leyendo párrafos que fácilmente puede identificar con muchas cosas que ocurren hoy en nuestra sociedad actual.

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sed sa ntos

P. Fernando Pascual L.C.

Historia de edimar

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La conversi贸n siempre es posibLe


sed sa ntos

Edimar Alves de Madeiro es un chico de la calle, un “menino da rua”. Nace en Taguatinga (Brasil) pero a los doce años se traslada con su familia a Samambaia, una ciudad satélite de los alrededores de Brasilia. A la pobreza de la zona se suma el difícil ambiente familiar. Su padre, alcohólico, golpea a la esposa y a los hijos sin preocuparse para nada de sus deberes familiares. Edimar termina por dejar su casa para vivir, como tantos otros niños, en la calle.

Se reúne con una banda de amigos: Leandro, Sergio, Iván y Andreia. Con el tiempo contacta con Tiâo, un delincuente que se gana la confianza de Edimar hasta el punto de acogerlo en su casa. A Tiâo le toca robar para mantener a su “familia” adoptiva y a veces va a la cárcel. Por este tiempo, Edimar se introduce en la vida de la droga: diariamente consume una pasta de cocaína o de marihuana.. La vida de banda y de robos no le impide ir a la “escuela”, un lugar casi sin paredes pero con buenos profesores, como Gloria y Sêmea, quienes se van ganando poco a poco la confianza de los chicos. Esta última organiza actividades los sábados para tenerlos ocupados en juegos sanos y evitar así los peligros de las bandas.

Gloria fue la primera en intimar con Edimar; Sêmea tarda un poco más porque le había regañado por haber entrado en clase para pegar a otro compañero. Le avisan que Edimar era un delincuente peligroso, pero la profesora no tiene miedo y logra, como Gloria, conquistar el cariño del muchacho. Con el tiempo Sêmea consigue que Edimar, que ya ha cumplido 15 años, participe en una “Escuela de comunidad” donde aprende principios para vivir de modo correcto. Edimar trae al grupo a algunos de sus amigos de la banda y poco a poco empieza a cambiar. Incluso prohíbe a Leandro, un año menor que él, tomar drogas...

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sed sa ntos

Es un cambio lento; Edimar no deja su vida de robos y de droga, y sigue bajo la autoridad de Tiâo. Sêmea piensa, entonces, que sería bueno ofrecerle algo más serio y le invita a un campamento de vacaciones organizado por estudiantes de Comunión y Liberación. Así, Edimar se desplaza hasta Miguel Pereira, un estado de Rio de Janeiro, con su profesora. Al inicio mantiene una actitud de reserva y recelos, pero luego empieza a juntarse con los otros chicos, juega, ríe, baila. Su estabilidad interior parece crecer por el hecho de dejar de tomar durante esos días las drogas a las que está acostumbrado. Hay alguien en el campamento que le impresiona mucho: es el padre Marcos, un sacerdote que ríe y juega con los chicos. Edimar le busca e interroga: ¿Qué es eso de ser cura? ¿Y no hay mujeres? ¿Es posible vivir así, de un modo tan “extraño”? Edimar descubre que existe otra manera de vivir. A sus amigos les dice un día: “También yo quiero ser cura”. Le miran con asombro, se burlan de él, aunque lo ven tan decidido que saben que habla en serio. Cuando hay misa, Edimar quiere ponerse en la fila para la comunión, pero el padre Marcos le aconseja esperar. Un día, hablando con más calma, Edimar reonoce que ha cometido todo tipo de pecados imaginables. El padre Marcos le sugiere pedir perdón a Dios. El chico pregunta: “¿Dios me perdonará?”. El perdón llega a un Edimar sorprendido, admirado: está descubriendo que Dios es Amor y que perdona todo, absolutamente todo... El campamento ha terminado. Comienza un nuevo curso y mejora sus resultados en la escuela. Sigue en la banda, pero el cambio es cada vez más profundo. Deja la droga y comienza a leer la Biblia. Sin embargo sigue sintiendo la dependencia de la banda y sobre todo de Tiâo, su cabecilla. La vida de Edimar se mueve entre el deseo de cambiar y el delito. No es fácil romper con un pasado tan dramático.

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a todos aLcanza su gracia


sed sa ntos

“ Hoy

Ha LLegado La saLvación a esta casa ”

eL perdón LLega a un edimar sorprendido y admirado: dios es amor y perdona absoLutamente todo Los hechos se suceden con rapidez. En una ocasión, Edimar es encarcelado, pero gracias a las “gestiones” de Tiâo lo liberan en seguida. En otra, Edimar rompe una botella y amenaza a una chica de la clase. Sêmea tiene que intervenir para calmar la rabia del muchacho. Ante la sorpresa de sus compañeros, Edimar pide perdón varios días después. Poco después confiesa a Leandro, su mejor amigo, que ya no quiere volver a robar. Está decidido a romper del todo con su pasado; a dejar la banda y cambiar de vida. Sêmea le ha ofrecido la posibilidad de salir de la ciudad y ser adoptado por una familia, y lo acepta. Está todo preparado para que dentro de dos días pueda dejar Samambaia e iniciar una nueva etapa. Feliz y contento, al día siguiente es el cumpleaños de Leandro y los amigos celebran una fiesta. Aparece por unos momentos Tiâo y luego se retira. Pasan las horas y llega la noche. Los chicos encienden una hoguera en la calle y sigue el festejo. Tiâo regresa armado y algo alterado pues acaba de tomar droga. En ese momento pasa un coche con Regis, jefe de una banda rival. Tiâo le pasa la pistola a Edimar y le ordena matarlo. Edimar se niega. Tiâo, enfurecido, le replica: “O matas a Regis o entonces tendrás que matarme a mí”. Edimar vuelve a negarse y le devuelve el arma. Nuestro amigo hace un gesto de retirarse. Va en serio lo de dejar el grupo. Tiâo dispara y le al-

canza en el cuello; Edimar cae sobre el fuego. Mientras los demás chicos gritan e intentan detenerle, Tiâo vuelve a disparar varias veces al herido. Es la madrugada del 31 de julio y Edimar muere en el traslado al hospital. La historia podría haber terminado aquí, en su simple dramaticidad, como un absurdo sin sentido. Pero no ha acabado ni puede hacerlo. En el dramático mundo de Samambaia, algunos amigos de la banda , impresionados por el ejemplo de Edimar, cambian de vida. Poco tiempo después, en Brasil, Italia, Rumania, diferentes países de África…, el nombre de Edimar y su historia, materializados en una serie de iniciativas sociales y educativas, llegan a las vida de otros muchos “chicos de la calle” que necesitan un poco de compañía y de afecto para ser rescatados del mundo del delito. Edimar quedó profundamente impresionado cuando supo que Dios le amaba y perdonaba. Al descubrir el Evangelio de la mano de católicos convencidos, empezó a cambiar . Su deseo de romper con el mal, de vivir de un modo nuevo, de decir un sí convencido al amor, el distintivo del cristiano, le llevó al sacrificio. Habrá quedado mucho más sorprendido al encontrarse cara a cara con ese Dios que no puede olvidarse de ninguno de sus hijos; que acoge a todos con infinito amor; que repite hoy, como hace dos mil años: “No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores”.

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nu eva estétic a

La

belleza

que salva al

mundo

Javier Alba

Existe un misterio escondido en los entresijos de la historia que, si bien puede ser descubierto por la razón, solo puede ser entendido a la luz de la fe: el mal desplegado desde el principio ha triunfado a corto plazo, pero, al final, siempre es derrotado por el bien. Desde el principio de la humanidad, los hombres que practicaban la violencia, el asesinato, el robo y la mentira, se imponían sobre los que defendían el trabajo, el esfuerzo, la solidaridad y la verdad. Y aunque al principio dominaba la espada a la palabra, la rapiña al trabajo, y el asesinato del inocente al cuidado del débil, finalmente la mentira siempre es vencida por la verdad, y el mal por el bien. Y es que, si para un marxista la historia se mueve por la lucha de clases, de naciones, o de géneros, para un cristiano, el motor de la historia es el misterio oculto del amor, la ley de un amor sin límites, del amor al enemigo manifestado en Cristo Jesús. 102


nu eva estétic a Juan Pablo II, en su “Carta a los Artistas” cita las palabras de los Padres del Concilio en el Mensaje a los Artistas: “Este mundo en el que vivimos tiene necesidad de la belleza para no caer en la desesperanza. La belleza, como la verdad, pone alegría en el corazón de los hombres; es el fruto precioso que resiste a la usura del tiempo, que une a las generaciones y las hace comunicarse en la admiración”. Por eso también cita el beato Papa las palabras de Dostoyevski: “La belleza salvará al mundo”. Y la Belleza es Cristo, le he oído cientos de veces a Kiko Argüello en su predicación y como dijo Benedicto XVI, en su encuentro con los artistas en la Capilla Sixtina, “lo que necesitan los hombres contemporáneos es la belleza, camino para encontrar a Dios”. El arquitecto japonés Etsuro Sotoo se convirtió al catolicismo, cuestionado en lo más profundo de sí al estudiar la belleza de la Sagrada Familia de Gaudí. El mismo Gaudí decía que “la Belleza es resplandor de la Verdad, y como el arte es Belleza, sin Verdad no hay arte”, e hizo suyas las palabras de Fray Angélico: “Quien desee pintar a Cristo solo tiene un camino: vivir con Cristo”. Por eso el pintor de iconos ayuna y pinta de rodillas a Cristo, como Rublev.

decía Fray Angélico que quien desee pintar a Cristo solo tiene un camino: vivir con Cristo

el mundo en el que vivimos tiene necesidad de la belleza para no caer en la desesperanza. Y la Belleza es Cristo 103


nu eva estétic a

Bien, Verdad y Belleza El bien, la verdad y la belleza van unidos como la Trinidad, y nuestro corazón los busca desde que nacemos. La verdad es bella y nos proporciona el bien; la contemplación de la belleza nos produce placer, nos habla del amor, de lo bueno… Lo dijo el Papa Benedicto XVI en su viaje a Fátima del 13 de mayo de 2010: todo hombre “por su propia estructura cognitiva busca la verdad, tiende al bien en la esfera volitiva, y en la dimensión estética es atraído por la belleza”. Así pues no solo es imposible separar belleza, bondad y verdad sino que, como dice el gran pensador y teólogo Hans Urs von Balthasar, las tres “se compenetran”, ya que en la verdad hay belleza y bondad; la belleza es buena si es verdad, es decir, si no esconde la mentira y asimismo, la bondad es bella y verdadera. Decía el cineasta ruso Tarkovski que “lo bello queda oculto para aquellos que no buscan la verdad”. Y Dios, la Verdadera Belleza, quiso manifestarse a los hombres en Cristo, y en Cristo crucificado, de aspecto horrible, ante quien se retira el rostro. Una imagen de aparente ausencia de belleza pero que, en palabras de Von Balthasar, recibió “la reprobación de los hombres (cruz), y el reconocimiento de Dios (resurrección).

El feísmo es el arte de los bárbaros, de aquellos que no conocen la belleza y ni siquiera la ven; no porque sean salvajes, que en ese caso tendrían los ojos limpios y se maravillarían del amor de Dios manifestado en la belleza, sino porque son idólatras. Estamos ante las dos ciudades de San Agustín, la ciudad de Dios, bella y hermosa, y la ciudad de los idólatras, llena de mentiras y fealdad, que se manifiestan en el feísmo de su arte y en la maldad de sus obras.

“Dios existe, yo me lo encontré…” Ante este feísmo, la Iglesia ofrece la belleza de la liturgia. De ahí la importancia de que la liturgia conserve la belleza que ha manifestado al mundo durante dos mil años, y de que el secularismo no introduzca su feísmo. Porque la Belleza es Cristo.

la fealdad de la intrascendencia

Y existen muchos ejemplos de conversión gracias a la belleza de la liturgia. Como Rusia, que se convirtió al cristianismo por el príncipe Vladimir, para quien el modo de vida de los cristianos le cuestionaba y envió emisarios a Bizancio con objeto de que le informaran mejor. Cuando volvieron estos a Kiev maravillados ante la belleza de la liturgia bizantina en Santa Sofía, le contaron al príncipe haber creído estar en el cielo durante la celebración.

El mal llamado arte de vanguardia pone de manifiesto cómo el feísmo ha sustituido a la belleza en el arte del siglo XX. Es como si se tratara de una expresión exterior de la fealdad interior del hombre sin Dios; sin trascendencia, no hay belleza, hay fealdad. Para el filósofo Roger Scruton, esta renuncia a la belleza está acompañada del abandono de la búsqueda de la verdad y del bien. Este arte ya no busca la belleza, sino la subversión de la belleza. El artista no persigue que la contemplación de su obra produzca gozo ante la belleza, sino escándalo.

Otro ejemplo es el del poeta francés Paul Claudel, que se convirtió al quedar maravillado por la belleza del canto del Magnificat, en el rezo de vísperas de Navidad en Notre Dame. O el de André Frossard, hijo del primer secretario del Partido Comunista Francés, educado en el “ateismo perfecto” y por el cual jamás había pisado una iglesia. Pero ¡oh misterio sublime!, entró ateo en una capilla del Barrio Latino de París y salió “católico, apostólico y romano”, diciendo: “Dios existe, yo me lo encontré…Yo lo he visto alzarse más bello que la belleza, más luminoso que la luz”.

Dios, la Verdadera Belleza, quiso manifestarse a los hombres en Cristo crucificado, de aspecto horrible, ante quien se retira el rostro 104


nu eva estétic a La belleza nos lleva a la alegría. El poeta francés Leon Bloy decía: “solo hay una tristeza, la de no ser santos”. La belleza, como repite Kiko Argüello, es “la comunidad cristiana”, y la historia de salvación que Dios tiene diseñada para cada uno. No hay mayor belleza que Cristo crucificado por ti: el amor de Dios al enemigo manifestado en Cristo Jesús. Esta es la Belleza que salva al mundo. Esta es la belleza que están esperando los bárbaros, la que anhelan en lo más profundo, porque para ella han sido creados. Como dice San Agustín: Señor “nos has hecho para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”. San Gregorio de Nisa decía que solo los corazones limpios de herrumbre “ven la belleza de la imagen de la naturaleza divina”. La belleza de la madre que da a luz un hijo brilla sobre la inmensa oscuridad de la mujer que mata a su hijo antes de nacer. Cuanto más grande es la oscuridad de la muerte, más brilla la luz de la vida, por muy pequeña que sea. La belleza del amor de la familia cristiana, del amor sin límite en el matrimonio, es la belleza que brilla en medio de esta generación que asesina a sus hijos antes de nacer, que fomenta la promiscuidad sexual, la homosexualidad y el lesbianismo, y solo produce nausea, depresión, angustia y soledad.

en el arte del siglo XX, el feísmo ha sustituido a la belleza, como si se tratara de una expresión exterior de la fealdad interior del hombre sin Dios

En medio de este fondo negro luce la alegría y la belleza de la familia cristiana. En palabras de Benedicto XIV: “Que el Espíritu del Señor suscite también hoy la santidad de los esposos cristianos, para mostrar al mundo la belleza del matrimonio vivido según los valores del Evangelio”.

no hay mayor belleza que Cristo: el amor de Dios llevado hasta el extremo 105


nu eva estétic a Dice el historiador inglés Christopher Dawson que los bárbaros se convirtieron al cristianismo no solo por la doctrina de los monjes, sino sobre todo por su manera de vivir. Esta belleza de vida que tenía lugar en los monasterios convirtió a los bárbaros. Si el testimonio de los primeros mártires fue lo que convirtió a los romanos al cristianismo, y el nuevo modo de vida de los monjes de los monasterios convirtió a los bárbaros, lo que necesitan los nuevos bárbaros de hoy para conocer y volver su rostro a Dios es el testimonio de la belleza de vida de las familias cristianas.

en mi Salvador se alegra mi espíritu No hay mayor belleza que Cristo: el amor de Dios llevado hasta el extremo. Y la verdadera alegría que brota dentro del corazón del hombre solo se da ante la humilde contemplación de esta Belleza, que nos supera totalmente. Esta es la Belleza que salvará al mundo: Cristo.

Hemos sido creados para la Alegría, para el cielo, para la Casa del Padre, para las Bodas del Esposo. El Amor no se impone, se propone. No hay amor sin libertad. Porque no es válido el matrimonio sin la libertad de los esposos. Solo el que nos ama sin límites no limita nuestra libertad. Ni hay amor sin alegría. La alegría manifiesta que dos jóvenes están enamorados; la alegría de los cristianos demuestra que están enamorados de Cristo. La primera palabra que pronunció el ángel Gabriel a María fue: Alégrate... Y la primera palabra de Jesucristo Resucitado en su aparición a las santas mujeres fue: Alegraos…

El sacerdote Pablo Domínguez, decía que para ¡Cómo no alegrarse ante la Belleza Santo Tomás “la alegría es la consecuencia del Amor de Dios, manifestado en del amor, el brillo del amor, y la alegría es Cristo Resucitado! tanto mayor cuanto mayor es el amor.” La alegría más grande está en el “Dios existe, yo me amor más grande, que se lo encontré… encuentra en el amor que Dios nos tiene. La mayor alegría Yo lo he visto ocurre cuando alguien reco- alzarse más bello noce saberse amado por que la belleza, Dios. Por eso Cristo es la más luminoso alegría suprema.

que la luz”

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li bros

Luz de mediodía Jesús Esteban Barranco Asociación Bendita María 332 páginas PVP.: 20 €

Signos y prodigios de la Palabra César Allende García Asociación Bendita María 206 páginas PVP.: 18 €

El autor abrió la colección de Libros Buenanueva con el título “Hacia un nuevo amanecer”, en la idea de ofrecer una trilogía a sus hijos y nietos como herencia en lugar de otros bienes cuantificables y caducos. Con este libro pasa de la luz mañanera del amanecer a la luz del mediodía, en pleno sol. Es un buen pretexto para ofrecernos una cincuentena de diversos artículos, que, de un modo relativamente convencional, ha dividido en cinco secciones: crónicas, recensiones, argumentos teológicos, anuncios kerygmáticos y catequesis. En algunos se aprecian facciones de su rostro, en la medida que relata “cosas” personales; pero, en la mayoría, hay un hilo conductor del que él mismo confiesa gozosamente tirar de él y no separarse nunca de él: la Sagrada Escritura: “No sé moverme en otros ámbitos —nos dice en la presentación—; en cambio aquí me encuentro en mi propio hábitat”. Así lo confirma el prologuista del libro, Mons. José I. Munilla: “Él conoce muy bien la enseñanza que destilan los Padres de la Iglesia sobre cuál es la mejor hermenéutica de las Santas Escrituras: la misma Escritura Santa”. Puede decirse que, más que de una miscelánea, se trata de una excelente oferta catequética para el hombre de hoy.

Ya en el AT recurre una fórmula para hablar de los “mirabilia Dei” (las obras maravillosas de Dios en el Éxodo) con los términos “milagros, prodigios y signos”, que luego los Apóstoles usan en sus primeras predicaciones (ver, p. ej., Hch 2,22). El autor de este libro, en esa misma línea puramente evangélica, nos ofrece un precioso abanico de textos, en los que, valiéndose de la Palabra escrita y encarnada en Jesús de Nazaret, resuena potente y claramente el eco de aquella Palabra, produciendo hoy en quien la escucha aquellos mismos signos y prodigios que ocurrieron en el Éxodo —todo lo que sucedió allí es figura de lo que acaece en el peregrinar de todo hombre por este mundo— y en la Iglesia primitiva, de modo que se sigue reproduciendo en cada “Oyente de la Palabra” esa acción maravillosa del Espíritu Santo, auténticos “signos y prodigios”. Mención aparte merece el manípulo de los diez últimos artículos dedicados a la Bienaventuranzas, que forman un bello conjunto de catequesis actual en este mundo, en el que, cada día, priva más el dinero, el poder, la búsqueda insaciable del placer, la belleza, el pasarlo bien por encima de todo y de todos.

Pedidos: en el teléfono 91 759 79 68 o en la web: www.revistabuenanueva.com

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mosa ic o

La

Belleza de Dios

LO PRIMORDIAL ES CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRA VIDA

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Juan Pedro Ortu単o Morente


mosa ic o “Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y respeto, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios” (Tes 4,3-5). A los oídos de muchos de nuestros contemporáneos pueden resultar duras, o tal vez carentes de significado, estas palabras del apóstol san Pablo. Sin embargo, su actualidad es manifiesta. Algunos podrían pensar que se trata de una doctrina que permanece anquilosada en el contexto de una época ya caduca y trasnochada. Los tiempos actuales, se nos dirá, van por otros derroteros, y es necesario que la Iglesia “aligere” su moral ante las exigencias de una sociedad avanzada y progresista. Precisamente, respecto a este tipo de “relajaciones”, leía hace poco una biografía del recién beatificado cardenal J. H. Newman y, entre otras cosas, me llamó la atención su visión profética de la religión. El Cardenal afirmaba: “El cristianismo tiene un espíritu de fe, modestia, mansedumbre, subordinación; pero el espíritu contrario es de relativismo, indiferentismo, de secularismo y de cisma, un espíritu que tiende a derrocar la doctrina, como si fuera fruto de la intolerancia, y la disciplina fuera el instrumento del clero”. No hay que olvidar que estas palabras las dijo siendo aún anglicano. Pero su preocupación, como sincero cristiano, era toda esa corriente de “opinión pública” que se iba posicionando contra la Iglesia. Y continuaba: “No habrá seguridad en la sólida doctrina, que dependerá de un Decreto del Parlamento”.

CUANDO EL CUERPO ES TRATADO LEJOS DE LA SANTIFICACIÓN Y DEL RESPETO NOS APARTAMOS DEL QUERER DE DIOS

simiente del hombre nuevo ¿No es esta, acaso, la situación por la que ahora atravesamos, casi dos siglos después de las afirmaciones de Newman? ¿No ha hablado reiteradamente el actual Papa Benedicto XVI de los peligros del relativismo, que lleva a una indiferencia ante la realidad de Dios? ¿No somos testigos de los continuos ataques a la Iglesia, desde fuera y desde dentro, acusaciones de toda índole y contradicciones dispares, donde lo gubernamental se alza como único juez de la conducta humana? El mismo cardenal Newman apelaba a la sensatez, al estudio sosegado y a la formación necesaria para poder esgrimir argumentos convincentes, y no la precipitación o el consenso de fuerzas políticas ante temas que atañen a lo más esencial del ser humano. Así pues, ¿dónde encontrar una respuesta serena a la cuestión de la pureza de corazón a los ojos del hombre de hoy? San Pablo, en la carta a los Tesalonicenses, comienza recordándonos cuál es la voluntad de Dios, es decir, nuestra santificación. Esto es lo primordial. De hecho, la cuestión de la pureza de corazón, o la castidad, no es la virtud primera para el cristiano. Ni siquiera es una virtud teologal, y entre las virtudes cardinales la podríamos situar en la última, es decir, como un aspecto de la templanza. Tampoco entre los mandamientos de la Ley de Dios aparece como el primero de ellos, sino que se sitúa en el sexto y el noveno mandamientos. Lo que sí augura el Apóstol de los gentiles, es que cuando el cuerpo es tratado lejos de la santificación (sobrenaturalmente hablando) y del respeto (humanamente hablando), entonces nos apartamos del querer de Dios, de ese bien al que estamos llamados para participar de una felicidad plena, humana y sobrenatural. Lo demás, es quedarnos en un ámbito estrecho y dolorosamente limitado. No podemos olvidar que la encarnación del Verbo hace que todo lo humano esté entretejido de lo divino. La persona de Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, es el único referente válido del cristiano al que ha de seguir e identificarse, único modelo que nos presenta san Pablo, y que, cuando escribe a la iglesia de Tesalónica, por ejemplo, les recuerda que cualquier deseo de Dios, seguir su voluntad, pasa inexorablemente por Jesús.

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LA ENCARNACIÓN DEL VERBO HACE QUE TODO LO HUMANO ESTÉ ENTRETEJIDO DE LO DIVINO

la gloria de Dios en el cuerpo humano “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8). Estas palabras del Señor nos sitúan en la clave de nuestro propósito. Se dirige Jesús, no a los doctos y sabios de este mundo, que desprecian la sencillez del corazón, sino a todos los hombres de buena voluntad, es decir, los que buscan sinceramente a Dios. Y serán ellos, los limpios de corazón, los que, además de ver a Dios, en ellos también veremos a Dios. Ser limpio es signo de la presencia de Dios. Por eso, el Señor invitará constantemente a la oración, a ese

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diálogo personal e íntimo, ya que en ella se inicia la visión de Dios, reservada a los “transparentes” de corazón. De esta manera, pureza de corazón es sinceridad, simplicidad frente a la complejidad y la mentira. El limpio de corazón no vive fuera de realidad, sino que asume la coherencia entre el pensamiento y el sentimiento, sin caer en reduccionismos donde lo afectivo prima sobre la razón, viviendo una sinceridad radical que procede de ver lo más íntimo a nosotros, la conciencia, que es el espejo donde Dios se muestra en nuestro interior.


mosa ic o

LA BELLEZA ES UNA DE LAS MANERAS MÁS PERFECTAS DE MANIFESTARSE LA DIVINIDAD EN EL MUNDO Este es el “salto” que Cristo propone a cada uno de los que lo escuchan: la experiencia de la eternidad en nuestra alma palpando nuestra debilidad. Solo así seremos capaces de captar la belleza de un Dios que ama todo lo que nos hace sufrir, realidad misteriosa que asumió su propio Hijo, aunque no nos guste lo que somos y lo que tenemos. Porque hablar de pureza de corazón es constatar la belleza, no solo la invisible a nuestros ojos, sino la que está hecha a imagen y semejanza de Dios en cada ser humano, y que comienza con la propia aceptación personal del ser y del existir. Todo este misterio se significa de manera admirable en la propia vida de san Pablo: “Me alegro por los padecimientos que soporto, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1,24).

de este hermoso arte divino, que es la belleza, como necesario bien para el alma y su constante crecimiento en el conocimiento de la Verdad, que es lo que propiamente apasiona el corazón del hombre. El que es poseedor de la verdad, o más bien participa de ella, dirige constantemente el ejercicio de su libertad en la contemplación de la belleza. Es decir, cada acción, cada pensamiento y cada palabra es una afirmación de Dios en su vida. Así pues, más allá del utilitarismo fugaz, la belleza se destaca por su claridad y sencillez, notas necesarias que trascienden lo temporal, porque propiamente pertenecen a Dios, pura simplicidad, y que es participada en el alma del que experimenta la misericordia divina en su vida. Por eso, es tan difícil objetivarla. Lo que destaca de ella, sin embargo, es que está hecha para ser vivida y contemplada, y es contraria a cualquier resquicio de mediocridad, es decir, de una vida conformista que solo busca el acomodo en la indiferencia. Es en el ser humano, hecho a imagen de Dios, en donde, de manera especial, se manifiesta la belleza, ya que es una apelación al deseo de lo infinito y lo eterno, algo que solo se encuentra en el mundo dentro del corazón de cada persona, revelando que el amor es la belleza de Dios que se ha anticipado a cada uno de nosotros. De esta manera, descubrimos que en cada hombre y mujer hay mucho de sagrado y, por tanto, digno de ser respetado.

LA FEALDAD, SE IDENTIFICA CON LA AUSENCIA DEL ven a mi vida, VERDADERO BIEN EN EL no pases de largo HOMBRE, ES DECIR, CON EL Deteniéndonos en lo bello, en lo que percibimos PECADO Y CON LA MUERTE no solo como agradable o útil para nuestro bienestar, sino como gozne de una permanente felicidad, ya el Antiguo Testamento nos pone ante la realidad de esa sintonía con lo divino: “Yo la amé y la pretendí desde mi juventud; me esforcé por hacerla esposa mía y llegué a ser un apasionado de su belleza” (Sab 8,2). La belleza, por tanto, es una de las maneras más perfectas de manifestarse la divinidad en el mundo. Por eso, la belleza exige un respeto, al que aludía san Pablo a los tesalonicenses, y la moral (no la patética moralina ajada, manoseada y desgastada), ha de ser la fiel defensora

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amar con pureza “¡Qué hermoso parece tu camino en busca del amor!” (Jer 2,33). También en la belleza hay una fuerza que atrae. Y en la consideración de nuestros propios límites, existe el peligro de que el desorden interior del hombre, y, una vez más, la codicia por poseer y usar, pervierta la belleza, transformándola en un solipsismo egoísta. En este mirarse a uno mismo, lo carnal, en un sentido negativo y exclusivamente egoísta, acaba siendo algo ajeno a nosotros, haciendo que caigamos en un olvido: la belleza, en cuanto fuente originaria, es la que Dios ha depositado en nuestro interior, para que el hombre la descubra, día tras día, en Él. Por tanto, nadie puede atribuirse el derecho a “consumirla” como si de un objeto de mera posesión se tratara. Solo desde un verdadero espíritu contemplativo, como decíamos antes, incluso dentro de nuestros afanes más cotidianos, es posible alcanzar la hermosura de ese Dios que se nos da en cada detalle, a veces imperceptible, pero que atrae y alimenta esa hambre que ansía a Dios… “como tierra reseca, agostada, sin agua” (Sal 62,2). ¿Y el cuerpo, ese compañero tan íntimo que llevaremos con nosotros hasta la muerte? No hay que olvidar que nuestra “carnalidad” es un don de Dios. Si perdemos de vista que somos templo del Espíritu, tal y como san Pablo insistirá, intentaremos poner a prueba el alma en lo que exclusivamente hay de sensible en el amor. De esta manera, no solo perderá el sentido de lo trascendente (lo invisible y eterno que hay en el amor), sino que hará del cuerpo la única necesidad para alcanzar, inútilmente, la belleza. La perversión de lo bello, que es la fealdad, se identifica, por tanto, con la ausencia del verdadero bien en el hombre, es decir, con el pecado y con la muerte, no solo del cuerpo, sino del alma.

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la vida es Cristo, amarlo, la felicidad eterna “¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios” (1 Pe 2,20). La pureza de corazón va de la mano de la castidad, para enseñarnos que nada tiene que ver con la constricción o la mengua del amor, aunque ello conlleve renuncia, dolor y entrega, frutos del ejercicio más libre que hay en el ser humano. Se trata de la capacidad del hombre para mirar al amor cara a cara, sin miedo y sin vergüenza, necesitando para ello librarse de cualquier esclavitud que le impida realizarse en la amistad con Dios, que es el único que puede acaparar su vida llenándola de sentido y felicidad. De este modo, la castidad es la admiración por el “tú”, la consideración de la persona amada como un infinito que ha de ser depositado en el alma con esmero y gratitud. Porque la promesa de un amor eterno, la de dos jóvenes enamorados, por ejemplo, no puede quebrarse en el instinto de la necesidad, sino que es preciso preservarla del tiempo y el espacio para que nunca muera su juventud, aunque ambos lleguen a la ancianidad. Y es el misterio de la belleza que hay en la castidad, ganada con ese esfuerzo y esa entrega del que echa de sí el escollo innecesario para ser libre, lo que hace que esa ofrenda de amor nunca muera, porque ya es Dios mismo quien se compromete en esa alianza indestructible.

NO SE TRATA DE VIVIR EL DRAMA DE LA RESIGNACIÓN, SINO DE ACEPTAR LO QUE SOMOS: HIJOS DE DIOS EN EL HIJO. MARÍA, NUESTRA MADRE, NO HUYÓ DE LA CRUZ


mosa ic o ¿Célibe? ¿Virgen? ¿Matrimonio?… A todos se nos capacita con las alas del aliento divino para que podamos levantar el vuelo, y ver en los ojos de Dios el amor que fue depositado en nosotros. Y sin ser tampoco el principal de los frutos del Espíritu Santo, en la castidad alcanzaremos lo más grande que hay en el ser humano: desde el altar del cuerpo mortal, contemplar a Dios en el rostro divino de la carne…: lo único verdadero que hemos “prestado” a Dios, y que posibilitó su encarnación. Sin embargo, habrá quienes presuman de haber experimentado el amor en cuerpos rendidos y esclavos de deseos. Olvidan que son cuerpos marchitos, porque están gastados en la codicia y en la infecundidad. Y ante esta manera de mostrar un amor que no es únicamente deseo, sino entrega y don, quizás sonrían, encogiéndose de hombros y con muestras de indiferencia. No podemos olvidar que quien no respeta el amor, es decir, el “tú” con lealtad y verdad, no puede esperar que un amor auténtico venga a él a cualquier precio. Lo que fue tejido con hilos de eternidad, solo reconocerá en la sencillez de un corazón limpio lo que es verdaderamente suyo.

Por último, solo allí, en la Cruz del Calvario, encontrarás la gracia y la fuerza para vivir tu pureza de corazón si dejas que esa carne crucificada de Cristo se crucifique también en la tuya. No se trata de vivir el solipsismo del drama de la resignación, sino, como decíamos más arriba, de aceptar lo que somos: hijo de Dios en el Hijo. María, nuestra Madre, no huyó de la cruz. No hubiera podido. Ella creía firmemente en la divinidad que se escondía detrás de aquella carne desnuda de Cristo, precisamente porque tenía la prueba de su virginidad.

LOS LIMPIOS DE CORAZÓN, ADEMÁS DE VER A DIOS, EN ELLOS TAMBIÉN VEMOS A DIOS

“Contigo hablo: Levántate” ¿Fuiste protagonista de fangos y desperdicios del amor, y ahora quieres descubrir su verdadera fecundidad? Lo que al hombre resulta imposible reconstruir, después de haber arruinado su propio cuerpo, para Dios, en cambio, y siempre contando con nuestra libertad, es sencillo: se trata de restaurar el más hermoso de los templos, tu propio cuerpo, morada de Dios, con el firme deseo de abandonarte filialmente en sus manos… ¿No se trata de ese mismo Padre que espera anhelante al hijo pródigo, tú y yo, para fundirse con él en un abrazo de ternura y misericordia? Pidamos al Espíritu Santo que transforme nuestro corazón de piedra en verdadero corazón de carne —tal y como ansiaba el profeta Ezequiel—, a imagen del corazón de Cristo, con el que amar a Dios con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón y con todo nuestro ser, y veamos en el prójimo la belleza divina que hay en su alma… ¿No oyes la respuesta de Jesús?: “Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más” (Jn 8,11).

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La Liber ad religiosa,

en apuros

E

l pasado 16 de marzo de 2011 tuvo lugar en la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, el Seminario sobre Intolerancia y Discriminación contra los Cristianos en Europa, de la mano de expertos de diferentes países. Por su elevado interés transcribimos la ponencia “Supuestos de intolerancia y discriminación contra los cristianos en España” por parte de la representante de España, la catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado, Lourdes Ruano Espina. Debido a su extensión, la segunda parte será reproducida en el siguiente número de Buenanueva. Lourdes Ruano Espina Catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado Universidad de Salamanca

La Constitución española, al regular el factor religioso, ha diseñado un sistema de laicidad positiva, que está presidido por los principios de libertad religiosa, igualdad y no discriminación, “aconfesionalidad” del Estado y cooperación con las confesiones religiosas. Este sistema implica que el Estado y los poderes públicos contemplan el factor religioso como un fenómeno social positivo en sí mismo, que forma parte del bien común. De ahí que la propia Constitución, en su art. 16, 3, obligue a los poderes públicos a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y a mantener relaciones de cooperación con las confesiones religiosas, porque esta cooperación tenderá a favorecer las condiciones necesarias para que el derecho de libertad religiosa sea real y efectivo, no solo en su dimensión interna sino también en sus manifestaciones externas.

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Creo que no debe perderse de vista esta perspectiva, porque la obligada neutralidad del Estado en materia religiosa, que está implícita en el texto constitucional, lejos de identificarse con el separatismo estricto, constituye el principal instrumento previsto por la Constitución para hacer posible la protección de la libertad religiosa en condiciones de igualdad, para todos los ciudadanos y todos los grupos1: la libertad religiosa es el fin, la neutralidad es el medio.


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Sin embargo, creo que en España, en los últimos años, puede percibirse una tendencia a reinterpretar el derecho de libertad religiosa en un sentido restrictivo. Tanto las reformas legislativas promovidas por el Gobierno en los últimos años, como las declaraciones públicas de sus representantes, pueden conducirnos a pensar que probablemente estemos asistiendo a un profundo cambio en el sistema de relación del Estado con el hecho religioso, que tiende a la implantación solapada de un sistema de corte laicista, absolutamente relativista, que pretende relegar el fenómeno religioso al ámbito puramente privado, promovido desde el gobierno y otras instancias afines, sin previa reforma constitucional2.

Por otra parte, es evidente que la sociedad española está viviendo un proceso de secularización creciente, una grave crisis de fe y de valores morales, que ha dado paso a un imperante relativismo moral. No solamente se vive, se gobierna, se legisla, como si Dios no existiera, lo cual es ya grave, porque socava la verdad profunda del hombre, sino que cuando un católico expresa abierta y libremente su opinión, con frecuencia es acusado de permitir la injerencia del ámbito de las creencias privadas en la esfera pública, lo que se tacha de inaceptable por ser contrario a la laicidad.

Como ha afirmado J. MARTINEZ TORRÓN, neutralidad significa que el Estado –y su ordenamiento jurídico- no puede emitir juicios de valor sobre cuestiones meramente religiosas, respecto de las cuales se declara incompetente. No se trata de que el poder civil permanezca indiferente ante la dirección en que se ejercite la libertad religiosa o ideológica, ni que se desentienda del contenido de las opciones personales en ese ámbito de la racionalidad humana. «A lo que conduce la neutralidad es a que el Estado actúe en relación con las distintas religiones teniendo en cuenta sólo los efectos sociales que éstas producen, incluyendo los casos en que tales efectos puedan contrastar con valores que el ordenamiento considera necesarios»: “La Ley Orgánica de Libertad Religiosa veintiocho años después”, en La libertad religiosa y su regulación legal. La Ley Orgánica de Libertad Religiosa (Madrid 2009) p. 65.

1

Vid. L. RUANO ESPINA, “La protección de la libertad religiosa ante una posible reforma de la LOLR”, en Revista General de Derecho Canónico y Eclesiástico del Estado, no 25, enero 1011, pp. 1-33.

2

115


mosa ic o

La exclusión del hecho religioso del espacio público

Por una parte, con apoyo en una pretendida protección de la libertad religiosa negativa —el derecho a no verse expuesto a símbolos religiosos—, se procura la exclusión de lo religioso de los distintos ámbitos de la sociedad, con la pretensión de que quede confinado al ámbito privado de la conciencia individual. Se apela, para ello a la defensa de la aconfesionalidad del Estado y la obligada neutralidad de los poderes públicos. Podríamos poner numerosos ejemplos de los que se deduce la existencia errónea de una relación directa, aunque inversamente proporcional, entre la mayor protección de la libertad religiosa y la menor exposición pública de sus manifestaciones, como si cuanto más privado fuera el hecho religioso, mejor se garantizara la libertad

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religiosa. Desde este planteamiento, se insta a los organismos públicos a determinar si la presencia de objetos religiosos en los inmuebles de las instituciones públicas lesionan los principios de libertad religiosa y de laicidad, o se solicita la retirada de símbolos religiosos enclavados en espacios de uso público. A modo de ejemplo, el 14 de abril de 2010, el pleno del parlamento provincial de Guipúzcoa aprobó instar a la Diputación a realizar un informe en el que se detallen los objetos que puedan tener contenido religioso y que estén ubicados en edificios forales. En base a este documento, las Juntas Generales deberán valorar si la exhibición de estos objetos lesiona el principio de libertad religiosa y el de laicidad.


mosa ic o El debate fue suscitado por Alternatiba, grupo que instó a la Diputación a retirar cualquier símbolo religioso, aduciendo como ejemplo el cuadro de San Ignacio de Loyola, obra de Elías Salaberría, que se encuentra en un altar ubicado en la planta noble del Palacio foral, en la plaza Guipúzcoa de San Sebastián3. En esta misma línea, el letrado José Luis Mazón Costa, presidente de la Asociación Preeminencia del Derecho, ha iniciado algunas acciones judiciales para solicitar el desmonte del pedestal y la estatua del Sagrado Corazón de Jesús de la localidad murciana de Monteagudo, así como de la Cruz de la Muela, enclavada en la sierra de Orihuela, de titularidad pública. En los Tribunales españoles, es significativo el volumen de litigios que tienen por objeto alguna cuestión relativa a la libertad religiosa y de conciencia en los últimos años. Por poner algu-

nos ejemplos, en el verano de 2009 un letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla denunció ante el Tribunal Constitucional que el reconocimiento del Patronazgo de la Inmaculada Concepción de dicho Colegio profesional vulnera su libertad religiosa y el derecho de otras confesiones a la igualdad. La noticia se publicó en los medios de comunicación el 15 de agosto de 20094 y el recurso está aún pendiente de resolución. Recientemente, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Murcia ha desestimado la demanda interpuesta por dos letrados contra el Consejo General de la Abogacía y el Colegio de Abogados de Murcia, por considerar que la celebración de las fiestas en honor de San Raimundo de Peñafort y la Eucaristía en memoria de los abogados murcianos fallecidos no vulneran, como pretendían los demandantes, los derechos fundamentales invocados5.

En ESPaña EStamoS aSIStIEnDo, SIn PREvIa REfoRma ConStItuCIonaL, a La ImPLantaCIón SoLaPaDa DE un SIStEma DE CoRtE LaICISta y RELatIvISta, quE PREtEnDE RELEgaR EL fEnómEno RELIgIoSo aL ámBIto PuRamEntE PRIvaDo

3

Se hacen eco de la noticia diversos medios de comunicación: http://www.diariovasco.com/v/20100415/politica/juntas-decidirandebe-haber-20100415.html; http://www.adn.es/local/bilbao/20100414/NWS-1601-Juntas-religiosos-edificios-forales-informe.html; http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=345281. 4

http://www.adn.es/local/sevilla/20090815/NWS-0248-TC-constitucionalidad-patronazgo-virgen-debate.html.

5

Sentencia no 525/2010, Rec. no 101/2010. Los abogados Encarnación Martínez y José Luis Mazón, letrados que actúan como demandantes en la causa y en su propia defensa, alegaban vulneración de los derechos a la libertad religiosa, en su vertiente de derecho a la aconfesionalidad del Estado (art. 16, 3), así como en su vertiente subjetiva, en cuanto que se obliga a todos los colegiados a reconocer como patrono a San Raimundo de Peñafort, y el derecho al honor (art. 18, 1) al poner a un «tirano como patrono de la abogacía».

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mosa ic o

manifestaciones

crecientes de cristianofobia

aLgunoS EjEmPLoS RECIEntES Algunas de las expresiones de una pretendida salvaguardia del pluralismo y la laicidad del Estado, son manifestaciones de una solapada cristianofobia. Se tiende a considerar la religión, como un factor extraño a la sociedad moderna o incluso desestabilizador, y se pretende impedir su influencia en la vida social. Se llega así a exigir que los católicos eviten toda manifestación pública que pueda hacer referencia a sus convicciones religiosas o morales, e incluso que actúen en contra de dichas convicciones, cuando la ley les obliga a ello. En algunos casos, desde ciertos sectores se ha desarrollado un laicismo agresivo, intolerante y beligerante contra los católicos. Por citar algunos ejemplos más recientes, el 1 de diciembre de 2010 grupos antisistema boicotearon una conferencia que debía dar el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Cardenal Rouco Varela, en la Universidad Autónoma de Madrid6. La delegación del Gobierno comunicó que se cancelaba porque no puede garantizar su seguridad ni la de los asistentes al acto, ante las amenazas de estos grupos. El 9 enero 2011 tuvo que cerrarse la capilla existente para el culto católico en la Universidad Autónoma de Barcelona (fruto de un Convenio firmado entre Arzobispado y Universidad en 1988 para la pastoral universitaria), ante la persecución abierta desarrollada por ciertos grupos ligados a la Asociación de Estudiantes Progresistas, contra los católicos que asisten a ella —desde hacía más de un mes con protección policial y seguridad—, hasta que la Administración comunicó que no podía ya garantizar la seguridad de los asistentes.

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El pasado 10 de marzo de 2011, un grupo de unos cincuenta jóvenes entró irrespetuosamente en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, gritando eslóganes con un megáfono, rodearon el altar, dieron lectura a un manifiesto, con afirmaciones y juicios contra la Iglesia y sus enseñanzas. Ante varias personas que se encontraban allí rezando, y el propio capellán, varias jóvenes se desnudaron completamente de cintura para arriba, profirieron blasfemias y numerosas ofensas contra la Iglesia, el Papa y la fe cristiana, mientras ellos mismos grababan un video y fotografiaban el acto. Estos actos, constitutivos de tipos delictivos tipificados en los art. 524 y 525 del código penal, han llevado al Arzobispado de Madrid a emitir una nota de prensa, en la que recuerda que estos actos constituyen un atentado a la libertad de culto y una profanación de un lugar sagrado, lo que conlleva penas canónicas en el caso de que sus autores estén bautizados.

amPaRánDoSE En quE Son manIfEStaCIonES DE La LIBERtaD DE ExPRESIón, ContEmPLamoS Con fRECuEnCIa Cómo SE RIDICuLIza DE foRma PúBLICa a La IgLESIa CatóLICa y a LoS SímBoLoS CRIStIanoS


mosa ic o Pero también podríamos citar otros acontecimientos, que resultan significativos para ilustrar cuanto vengo afirmando. Así, en el mes de noviembre de 2010, un colegio concertado de ideario católico de Albacete fue denunciado ante la Consejería de Educación porque, en clase de religión —voluntaria— se había llevado a los niños al oratorio a rezar y se les educa en la castidad y la fidelidad7.

Con cierta frecuencia contemplamos cómo se ridiculiza de forma pública a la Iglesia Católica, y a los símbolos comunes a los cristianos8, en los medios de comunicación, en libros de texto9, en exposiciones artísticas, obras de teatro, periódicos, amparándose en que son manifestaciones de la libertad de expresión. Estas y otras situaciones similares vulneran el derecho a la libertad religiosa y a la libertad de expresión y contradicen el sistema diseñado por la Constitución, que obliga a los poderes públicos a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y a favorecer las condiciones necesarias para que los derechos humanos sean reales y efectivos. Nuestro sistema constitucional garantiza el derecho de toda persona a vivir su propia fe religiosa con auténtica libertad, incluso en el ámbito público.

Como señalaba el Papa Benedicto XVI, en su Mensaje en la Jornada Mundial de la paz, el 1 de enero de 2011, no solo el fundamentalismo religioso, sino también el laicismo, son enemigos de la libertad religiosa, son formas peculiares y extremas de rechazo del legítimo pluralismo y del principio de laicidad.

6

La conferencia prevista llevaba por título El Dios desconocido para los españoles del siglo XXI, y debía impartirse en la Facultad de Económicas del campus de Cantoblanco. 7

La noticia puede consultarse en http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=7825

8

Un ejemplo muy reciente lo encontramos en el tríptico difundido por el ayuntamiento de Tarrasa (provincia de Barcelona) para publicitar el programa de Carnaval, del 3 al 9 de marzo de 2011, con fondos públicos, que puede verse en la página web http://www.carnestoltes.org/pdf/carnestoltes_programa_2011.pdf 9

Un ejemplo claro lo tenemos en algunos libros de Educación para la Ciudadanía. En el libro de 4o de ESO de la Editorial Akal, se realiza un ataque frontal a la Iglesia, a su doctrina moral y a la figura del Papa. Se incluye una viñeta en la que parodia el sistema de elección del papa y otra en la que se parodia la creencia en Dios.

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fuerza en la m ira da

ntES E C S E L o D a a R a P EnCuESta ? ta is m ti p o a n o s r e p a n ¿Soy u ivo? it s o p o d la l e e d s e d ¿veo la vida Victoria Luque

han stituto n o s n I l e n E 1. en so r pre sa m a x e n u o pue st atu ra ra, la a sig n u t ra e it L e d m e da. que p eo r se a. lo que pue d ré a h o, n e u a) B igual eros están Mis compañ de es cuestión e u q sí a o, y que ra e poco de ca lo echarle un el examen r ce a h r ta n inte , me . Si no lo sé es mejor posible lo importante o; lg a ré ta n inve lio en blanco. no dejar el fo ue la recía a mí q b) Ya me pa n do e estaba da m se a n a ñ ma qué? n. ¿Y ahora demasiado bie del copiar algo o d e u p si ré Ve de ue tiene cara de al lado, q empollón. ntaor! Me he leva e rr o h é u ¡Q ) c om izquierdo. Est do con el pie n do ra e stán ent e m ; ra e p su fríos... m e s re o d su un os sin tal. Lo dejo fa o tr n e u c n es e a asignatura st e l, ta to r, hace ara mí. insuperable p

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2. Hoy he ten ido que ir a u rgencias porque, hacien do dep orte, me he hecho un esguince en el tobillo. Me h a dicho el m édico que tengo qu e estar en ca sa, sin mo ver me, tre s semanas; a sí que perderé los exámenes. Ta mpoco po dré salir co n mis amigos. a) Bueno, pues ¡qué le voy a hacer! Por lo menos no me he roto na da. Me que daré en casa tran quilo/a, apro ve charé para hace r otras cosas que no rmalmente no hago: lee ré, o rgan izaré los a pu nte s, intentaré esta r al día pidié n doles los deberes a mis amigos clase... Si no de pue do salir, ya vendrán mis amig os/as a verme. Hasta pue do organiz ar una que da da en mi casa, co n hamburgue sas y bebida, sin alc ohol, claro. b) ¡Vaya fastid io! Tres seman as sin pisar la calle. ¿Por qué to d o me pasa a mí? Po r lo menos el “tuenti” sigue ahí. c) Me ha mira do un tuerto. ¡Vaya mierda de vi da ! No po dré hace r los exámenes y me que darán p o r lo menos cinco. Menu do vera no me voy a tirar est u dian do. Y mis amigos seguro qu e ni vienen a verme: ten amigos pa ra esto.


/a cer al chico fu erza en l a mira da o n o c e d o b con 3. Aca o d la b a h e os. H fide mis sueñ bras, pero su la a p s o d ) a 4. Mi ma dre me ha él(ell e s mi dicho que saber que ra a p va te n ya a por mis herman ie c os pequel. ños a mi antiguo cole chico/a idea A gi . o a reco z gerlos. No me apet rlo(la) otra ve ve e u q o g n ece na da, a) Te e da da pero... amos una qu ver si organiz s que lo(la) invin dré a) Bueno, así de ca y le digo a A mino, quizás o/a. Yo creo m si jí a m e c vea a algún co mpañer o d te, pare ja fi a h se o de los que mbién han repetido y me que él/ella ta mos más veces, echo unas e da risas. n co en mí. Si qu o d n e li sa acabo seguro que b) Me parece que va a ir mi prima. él/ella. Si empre me toca a ente m ra u g se mí ro hacerlo e , p to do. Qué pasa, ¿que ara b) Me gusta P s. á m r ve no hay más lva a gente en la casa? Si qu e no lo(la) vue ro u g e S vo s. y, a seguro lt ue que me hacen estar qué darle v es perándoles . más de me dia hora en tiene no vio/a a h el e patio. m e ha mirado, m i n e u q s c) ir E c Pa c) so. Yo de aquí no me r de muevo. qué tal”, po o Ad d em a dicho “hola, ás, si voy, no me dará d a h se o n n na da que a cambio; son to dos un algo. Yo creo Además, . to is x os e de e sagrau q los decidos. Que no teng cuenta ni de n co s o s/ sa e an tantos r con cómo competi e yo en hijos si no pueden ir a buscarlos u q s re o ej m . que voy; son s, más atre- Los hermanos solo dan problemas. o s/ ca ti á p m si Ojalá fuera hijo/a ún to do, más ico. os complejos. n e m n co s, o vidas/

Soluciones:

as feliz. Y las person que- es el más pe s n co má e s rt la ra n, pe ié tamb entes su e tie- felices son do a más de int qu di s le on de e sp vi di ol re na s a no ha s; ue Si ños reto de atrayentes..., porq n la letra A: dignidad única, la a un tres preguntas co s n un muer mo. Así ne no te la gusta estar co a a bastante es on y rs , pe os Di a un de Eres hijo/a rmites el consejo, sacar el e. Así que, que, si me pe di de na as r igo at ita tr qu a, e ist pued optim reconcíliate cont cualquie r ¡ánimo, que Dios nos quiere primero, a r po o r iv ua sit ig po er la do mismo, intenta av esente. felices y contentos! pr te s, se má e de qu s lo situación é estás así con vi da, vista más de qu a tu amargudo di on ¡Enhorabuena! La sp re busca la causa de es Si has , iva ct C: pe rs ra pe let si es necesas con la desde esta ra; busca ayuda pro- tres pregunta os en m siy pe e tu bl acercarse al que a más agra da Lamento decirte rio. A veces basta on sc de e la reconciliación blemática. mismo puede unirs sacramento de la o. sm oí eg te cambie; do a más de fianza, e incluso el para que la cara Si has respon di ir s sa co B: ás, hay que eñas n la letra Intenta con pequ otras veces, adem tres preguntas co mco aperdonar de rma de de madur cambiando tu fo pe dir perdón, y Estás en perío do el a ira ist M manera de más. es optim razón. Es la única portarte con los de co ción interior. Er lo ue e rq qu ros, interior, de nto, po do bueno de los ot cuperar la paz la hasta cierto pu re y El es ? ido. cosa itacion n. ¿Sabes una er y sentirse quer co noces tu s lim ese quer portan - tiene o im im Es ój . pr en al ed pu da estas te e más se cómo eres, qu te que, sabien do

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bend ita Ma ría

Madre Carmen Álvarez Alonso

de

Dios y

Facultad de Teología san Dámaso • Pontificio Instituto Juan Pablo II

la oblación de María

participa de

la de Cristo a través

de la ofrenda de

122

su propio cuerpo virginal

“¿Qué relaciones y qué diferencias hay entre la maternidad de María (...) y el sacerdocio apostólico?”. pablo VI describía así el paralelismo entre la misión única y culminante de María en el plan salvífico de Dios y el sacerdocio ministerial. María da a Cristo a la humanidad, y lo mismo el sacerdocio, solo que en modo diverso; María mediante la Encarnación y mediante la efusión de la gracia, de la que Dios la ha “plenificado”; el sacerdocio mediante los poderes del orden sagrado. El primero, ministerio que genera a Cristo en la carne y después lo comunica por las misteriosas vías de la caridad a las almas llamadas a la salvación; el segundo, ministerio sacramental y externo, que dispensa dones de verdad y de gracia, y el Espíritu que comunica y forma al Cristo místico en las almas que aceptan el saludable servicio de la jerarquía sacerdotal.


b en di ta Marí a

Madre nuestra

Evidentemente, María está, después de Cristo, en el vértice de esta economía de salvación; precede y supera el sacerdocio. Ella está en un plano de excelencia superior y de eficacia diferente respecto al sacerdocio. Y si el sacerdocio en su grado sumo posee las llaves del reino de los cielos, Ella, la Virgen, es la reina de los cielos, y también respecto a la jerarquía, la reina de los apóstoles.

he venido para hacer tu voluntad En la Encarnación, Cristo asume nuestra naturaleza humana como condición y presupuesto indispensable para llegar a ser el único y sumo sacerdote de la humanidad. El texto de Hb 10,5-7 vincula ya esa “sacerdotalidad” de Cristo a su cuerpo, formado de la carne de María por la acción del Espíritu: “por eso al entrar en este mundo dice: sacrificio y oblación no quisiste: pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. Entonces dije: ¡He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad!”. Entrando en el mundo, Cristo da a su vida una orientación sacerdotal y eucarística que se concreta en la oblación de sí mismo en y desde su propio cuerpo. una oblación de sí que, precisamente por estar vinculada a su propio cuerpo, está íntimamente unida a María y realizada también en ella. oblación de Cristo realizada en María no solo por ser Ella la persona en la que, a modo de altar, se ofrece al padre desde el primer instante de la Encarnación, sino también porque la oblación de María participa de la de Cristo, precisamente porque ella está también ofreciéndose en Él al padre, también desde el primer instante de la Encarnación.

María es “mujer eucarística”

y sacerdotal por

su identificación con la obra

salvadora

de su Hijo

123


bend ita Ma ría De hecho, en María advertimos la misma e idéntica disposición interior que hay en Cristo: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38); palabras en las que la expresión en mí expresa profundamente esa donación y acogida que es propia del ser femenino y de la maternidad.

Reina de los cielos y

da a toda su vida

orientación sacerdotal y

María se ofrece a sí misma en Cristo al padre, expresando esa oblación a través de la ofrenda de su propio cuerpo virginal, de su carne y de su sangre, para acoger en ella al Verbo que se encarna. De esta forma, la Madre, por su unión con el Hijo, da a su ofrenda y a toda su vida, una misma e idéntica orientación sacerdotal y eucarística con el Hijo. una orientación que, en ambos, gravita precisamente sobre un cuerpo, pero que tiene como eje maestro la total aceptación e identificación con la voluntad del padre. La armonía entre la oblación sacerdotal y eucarística de Cristo y esa ofrenda en cierto modo también sacerdotal y eucarística de María —que deriva de su unión materna con el Hijo, de su unión “esponsal” con el Espíritu y de su unión filial con el padre—, es tan perfecta que en esta maternidad virginal dio comienzo la íntima relación entre el sacerdocio de Cristo y la feminidad de María. Así de natural y de humano fue, en su forma, el comienzo de ese nuevo principio de la historia de salvación que había de ser la Encarnación. En este nuevo principio, iniciaba la revelación plena de aquella complementariedad y mutua reciprocidad entre lo masculino y femenino que quedó ya anticipadamente apuntada en el varón y mujer del Génesis, en ese otro principio en el que se inició la primera creación.

esto es mi cuerpo, esta es mi sangre La Eucaristía es el corazón de toda existencia sacerdotal. también de la existencia de María. Es el centro y el culmen del sacerdocio ministerial y del sacerdocio bautismal y confirmatorio de toda la Iglesia. “El presbítero

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b en di ta Marí a Reina de los apóstoles,

una misma e idéntica

eucarística con el Hijo

alcanza en la Eucaristía el punto culminante de su ministerio cuando pronuncia las palabras de Jesús: ‘Esto es mi cuerpo... Este es el cáliz de mi sangre...’. En estas palabras se hace realidad el máximo ejercicio del poder que capacita al sacerdote para hacer presente la oblación de Cristo”. María también dio su carne a Cristo para posibilitar el sacerdocio del Hijo. En ella el Espíritu Santo comenzó a realizar, primeramente en su cuerpo, en su maternidad, ese ideal de vida que se realiza en la transubstanciación. En su cuerpo, porque lo primero que toda madre da al hijo que lleva en su seno es su propia carne y sangre. Ella, como mujer y como madre, entregó su carne y su sangre a la acción del Espíritu Santo, Señor y dador de vida, para que de ellas formase la carne y sangre de Cristo. por tanto, esa acción del Espíritu, fecundando de vida divina la maternidad virginal de María, tenía que tener un cierto carácter eucarístico y sacerdotal. Y este es el centro y núcleo de su maternidad, un centro eucarístico y sacerdotal, que marcó esencialmente toda su feminidad. por eso María es también “mujer eucarística” y sacerdotal: por esa actitud interior, que la mantuvo en toda su vida siempre identificada con la obra salvadora de su Hijo. Y porque la feminidad de María no podía no ser eucarística, esa identificación con la obra redentora del Hijo fue abriendo su existencia hacia una maternidad cada vez más universal y espiritual, tal como es la maternidad que ejercita la Iglesia a través de toda su actividad y, de manera singular, en la Eucaristía. María es mujer eucarística y sacerdotal primeramente por ser lo que es: mujer, es decir, en su propio cuerpo femenino; pero también por ser madre y por ser virgen. En virtud del sacramento del orden, los sacerdotes celebran litúrgicamente y como su ministerio específico la entrega “esponsal” del cuerpo y la sangre de Cristo, para comunicar la vida divina al mundo. Algo que la mujer, y María de manera muy singular, en virtud de su feminidad, también realiza en modo específico y peculiar por el ministerio de su feminidad, concretamente por su maternidad física y/o espiritual.

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bend ita Ma ría ¡Qué bello paralelismo entre el sacerdocio que se actualiza en la Eucaristía y el dinamismo propiamente femenino de la maternidad, por el hecho de gravitar ambos sobre el significado personal de un cuerpo y una sangre que se dan para comunicar una nueva vida al mundo! ¡Cuánta cercanía en el modo en que ambas realidades transmiten la vida! La Iglesia, por ser primeramente mariana, realiza también el ministerio de su feminidad a través de la maternidad espiritual, que mira a engendrar en los demás la vida divina. La Iglesia es también Madre de Dios en los hombres en la medida en que es fecundada por la vida divina del Espíritu. pero la maternidad es, además, una dimensión esencial en la vida cristiana de cada uno de los miembros que formamos este cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia.

déjame estar contigo Si el ejercicio del sacerdocio tiene su cumbre eucarística en las palabras: “Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre”, María es la única criatura humana que, a su modo, el modo de la maternidad, también puede decir de Cristo: “Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre”. Esas palabras, que son el gozo y el centro de la vida sacerdotal, María pudo decirlas cada vez que estrechaba y abrazaba al Hijo entre sus manos. Análogamente, cada vez que el sacerdote toma en sus manos el cuerpo y la sangre de Cristo, en cierto modo debe hacerse también materno, es decir, actualizar y celebrar eucarísticamente aquel misterio del Hijo que tantas veces fue abrazado y estrechado por las manos de su Madre a lo largo de toda su vida, y especialmente en la cruz. Y así, en la Eucaristía también se celebra y se hace memorial del stabat de la cruz, cuando, una vez más, María abrazó entre sus manos el cuerpo y la sangre de ese Hijo que descansaba en su regazo. un stabat que tiene, ciertamente, su propia dimensión eucarística, pues también en ese momento, como a lo largo de toda su vida, María podía decir en verdad, de forma análoga a como dice hoy el sacerdote: “Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre”. Es el stabat de María que actualizamos en cada Eucaristía.

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b en di ta Marí a En la última cena se anticipó, de forma ritual, lo que iba a suceder de forma histórica y real horas después en el Calvario. “En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo, su amor contra su justicia”. El mayor acto sacerdotal de Cristo, cumplido en la cruz, en el sepulcro y en la gloria de la resurrección, se realiza a través de la mayor donación de su cuerpo y de su sangre, hasta llegar al límite de la entrega en la total pasividad de la carne muerta. Esa donación del cuerpo descendido a los infiernos era signo externo de la total oblación sacerdotal de toda su persona al padre, algo que había ya anticipado ritualmente horas antes en la última cena.

la Iglesia

es también

Madre de Dios en los hombres en la medida

en que es fecundada por la vida divina

del Espíritu

junto a la Cruz pues bien, el mandato dado a sus apóstoles en la última cena, “Haced esto en memoria mía”, se refiere también a esa oblación interna al padre por la salvación de todos, que en Cristo, como en María, culminó en el momento de la cruz. El sentido del mandato de Cristo era: “repetid esto, entregaos del mismo modo como yo me he entregado, sed memorial de mi entrega con vuestra propia vida”, algo que ya veía cumplido en la total correspondencia de María, tanto en lo biológico como en lo espiritual, a su obra redentora. María fue la primera que, en el momento de la encarnación y a través de la virginidad de toda su vida, entregó en Cristo su cuerpo y su sangre al padre, como signo externo de esa otra oblación interior, también eucarística y sacerdotal, iniciada en su maternidad divina y prolongada a lo largo de toda su vida.

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Li bros

El

día a día con

Dios “Hasta no hace mucho tiempo, existía el oficio de los lañadores, dedicados a unir con lañas, o grapas, objetos de barro y loza, rotos y agrietados por el uso diario. Somos también nosotros frágiles vasijas de barro, que nos rompemos a menudo con el roce de las cosas, del activismo, de las prisas y agobios del día a día. Vivimos, a veces, con el alma tan rota por el pecado y el desorden, que se nos vierte en nada ese poco de Dios, que apenas cabe dentro. Se nos desparrama esa vida interior por muchas grietas, sólo porque no dejamos que este Lañador divino nos recomponga con las lañas de su gracia. No importa si la vasija está rota, si las lañas son toscas y duras. Importa que esas lañas te enseñan tu vocación. Has de ser laña y lañador para muchos hermanos tuyos, que buscan a Dios entre los trozos y la broza de un alma vacía de felicidad”. A ser Lañas de Dios nos invitan estas páginas escritas por Carmen Álvarez y Juan Pedro Ortuño, al ritmo del calendario litúrgico y de la propia vida. Pocas veces encontramos libros que nos ayuden a rezar con la sencillez y la transparencia de quien sabe encontrar a Dios en las cosas pequeñas y sabe elevarse hacia Él a partir de los “pucheros” de cada día, es decir, de esas cosas tan cotidianas y menudas que tejen nuestro día a día. Letanías a la Virgen Madre comentadas, que muy bien pueden acompañar la devoción de nuestro mes de mayo; Letanías a la humanidad de Cristo, también comentadas, para acompañar nuestra devoción al Sagrado Corazón durante el mes de junio; Invocaciones al Espíritu Santo, para rezar durante los días de la cincuentena pascual; Letanías para pedir la humildad, inspiradas en las que escribió y tantas veces rezó el Venerable Rafael Merry del Val; y otros temas variados, consideraciones breves y sencillas, comentarios al Evangelio llenos de finura y cercanía humana, se van sucediendo en estas páginas bajo forma de pequeñas Lañas espirituales, fáciles de leer.

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Lañas II El día a día con Dios. Carmen Álvarez Alonso Juan Pedro Ortuño Morente, Prólogo de Miguel Ángel Velasco (Madrid 2011) 220 pp. ISBN – 978-84-614-5154-8

Son reflexiones nacidas en la buena tierra de la fe de cada día, al calor de esa normalidad que habitualmente marca el camino espiritual de tantos cristianos. El libro interpela, y mucho, además de que resulta de gran ayuda tanto para la preparación de homilías como para la oración y meditación personal. Se vende en las principales librerías religiosas de España, o a través de la distribuidora GESEDI (tf. 91 447 35 66).


entreten imi ento

el puzzle

tarjeta de crédito

El marido llama desesperado a la mujer:

—¿Qué pasa, Paco, ¿cómo estás?

—Cariño, estoy desesperado, he comprado un puzzle, y no encuentro la manera de encajar ni una sola pieza. —Pero tienes la foto o el dibujo del puzzle en la caja? —Si, mi amor, es un gallo, pero no hay manera, estoy muy desanimado. —No te preocupes amor, que ahora voy. Llega la mujer, se sienta en la mesa. Lo mira a él. El la mira a ella. Ella lo vuelve a mirar a él. —Cariño, —Le dice ella— vamos a hacer una cosa: Volvemos a meter los Corn-Flakes en la caja, y no decimos nada a nadie, vale?

—Fatal, me han robado ayer la tarjeta de crédito y no sé si les habrá dado tiempo de sacarme el dinero de la cuenta. —¡Bah! no te preocupes. A mí la robaron hace dos años y todavía no he dado parte. —Pero ¡qué me dices! ¿Y no sacan dinero de tu cuenta? —Sí. Pero gasta mucho menos que mi mujer, así que he salido ganando.

la nieve Acabo de hablar con un viejo amigo mío que está viviendo en Connecticut (USA). 
Me ha dicho que desde esta mañana no para de nevar y que la nieve ya llega a la cintura. 
La temperatura ya bajó de los -20° C y hay viento norte con ráfagas de hasta 120 km/hora. 
Me contó que su mujer no ha hecho otra cosa que mirar por la ventana de la cocina todo el día… 
Me dijo también, que si el tiempo se pone peor, no le va a quedar otro remedio que dejarla entrar.

El gallego Un gallego está sentado junto a un catalán en un aeropuerto esperando un vuelo largo. El catalán observa al gallego y piensa en aprovecharse de él fácilmente. Así que le pregunta al gallego si le gustaría jugar a un divertido juego. El gallego, cansado, solo quería dormir una siestecita y diplomáticamente rehúsa y trata de darle la espalda. El catalán insiste en que el juego es muy divertido. —Yo te hago una pregunta y si no sabes la respuesta, me pagas 5 euros. Luego tú me haces una pregunta y, si no sé la respuesta, yo te pagaré 500 euros. El gallego, para callar al catalán que se pone tan pesado, acepta participar en el juego y el catalán hace la primera pregunta:

El turno del gallego, que pregunta al catalán: —¿Qué sube una montaña con tres pies, y baja con cuatro? El gallego se echa a dormir. El catalán enciende su portátil, busca todas las referencias. Entra en Internet y accede a todas las enciclopedias mundiales, revisa en Wikipedia, manda correos electrónicos a todos los amigos listos que conoce y… ¡nada!: sin resultados. Después de una hora de estar buscando, se da por vencido. Despierta al gallego y le da los 500 euros. El gallego con los 500 en el bolsillo, se da la vuelta y a dormir de nuevo. El catalán, cabreado como una mona por no haber encontrado la respuesta, despierta al gallego y le pregunta:

—¿Cuál es la distancia entre la Tierra y la Luna?

—Bueno, me vas a decir qué es lo que sube una montaña con tres pies y baja con cuatro.

El gallego no dice nada, saca de su bolsillo un billete de 5 euros y se lo entrega al catalán.

Y el gallego saca 5 euros, se los entrega y se vuelve a dormir...

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entreten im iento Fray Buenaventura por José Manuel

¡Hombre, Fray Alberto! ¡Cuánto tiempo!

Es que he estado en una clínica desintoxicándome del tabaco; me han puesto unos parches de nicotina por todo el cuerpo y un psicólogo me ha convencido de lo malo que es el tabaco.

Pero, ¿si estás fumando...?

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Sí, pero fumo sin ganas.


orac ión

Señor: En el atardecer de mi vida, cansado y desengañado tras dura lucha librada en el mundo, me postro ante tu presencia soberana y te presento unas pobres manos desnudas que únicamente piden poder ser acogidas por tu infinita misericordia.

Fui un joven soberbio, altanero, impetuoso que no entendía tu mansedumbre ni el poder de tu misericordia para vencer a la violencia, la crueldad y el odio del diabólico Príncipe de las tinieblas encarnado en tantos hombres.

Prostituí el amor que tan generosamente pusiste en mi corazón confundiéndolo con la pasión y la lascivia que anegaban mi espíritu.

En mi madurez, me esclavizó el deseo del dinero y el ansia de experimentar los placeres de la mesa sin tener en cuenta que en la generosidad y en la sobriedad era donde me podía encontrar contigo, verdadero manantial de goces inefables.

Ahora, en la recta final de mi existencia, comprendo lo vano de mis esfuerzos, lo equivocado de los caminos por los que anduve y tengo la sensación de que he tirado mi vida, de que he desperdiciado los talentos que me diste y que tan mal supe negociar.

Por todo ello, te pido perdón y me agarro fuertemente a tu misericordia, ya que lo único que me queda es la esperanza, en la seguridad de que Tú jamás abandonas al pecador.

Cuando me llames a tu presencia, espero aceptar tu veredicto con humildad y profundo arrepentimiento.

Señor, hágase en mí tu voluntad. Amén.

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Leccionario Bíblico-Patrístico para la liturgia de las horas * Ciclo bienal para el oficio de lectura * Evangelio del día * Ciclos A, B y C del Evangelio Dominical * Catequesis del Evangelio Dominical * Propio de los Santos * 8 tomos * PVP 17 €/ud.

Pedidos: en www.revistabuenanueva.com, rellenando el formulario que aparece. Llamando al teléfono: 91 759 79 68 o en la editorial: Avda. Pablo VI n.º 9, L-12A, 28224 Pozuelo de Alarcón. Madrid


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