Revista Gente Colombia

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Fotos: Cortesía Revista Cromos

intensos debates en los que cuestionaban lo divino y lo humano. Nina, la menor y única mujer, le recordaba al padre que él era el único responsable de que Carlos hubiera sido uno de los fundadores del Eme, por haber nacido un 19 de abril. Todos estudiaron, en alguna época, en el San Juan Berthman de Cali y en la Javeriana de Bogotá. Carlos pasó una temporada en el Seminario de La Ceja en Antioquia. Ninguno de los hermanos Pizarro Leongómez tomó hábitos religiosos ni escamparon militancia en la Juventud Comunista. Juan Antonio creó, con otros “camaradas”, la confederación de servidores del Estado “Fenaltrase-Site”. Él y Eduardo, después de “experiencias traumáticas”, al regresar de la RDA (Alemania Socialista) y de Moscú a donde fueron invitados, renunciaron al comunismo, decepcionados con lo que se encontraron y convencidos de que ese no era el modelo de sociedad en el que querían vivir. Juan Antonio se convirtió en empresario exitoso, Eduardo en académico reconocido, Carlos en el “Comandante Papito” del M-19, que lideró la entrega de armas y reinserción a la vida civil en 1990, Nina se fue a estudiar a París y Hernando, el menor, comandó una violenta escisión de las

Farc, el Frente Ricardo Franco, grupo que ejecutó a más de un centenar de militantes, bajo sospecha de ser infiltrados del Ejército, en uno de los episodios más bárbaros de que se tenga memoria: la masacre de Tacueyó. Años después, Hernando abandonó ese movimiento y se fue a vivir a Bogotá, en donde fue sacado de un apartamento en el que residía y cuando comenzó a gritar que dieran aviso a las autoridades y a los medios, sus captores le propinaron cuatro disparos. El crimen sigue en la impunidad, pero trascendió que miembros de la Brigada XX de Inteligencia Militar, estuvieron comprometidos.

Generación sesentera “Pertenecimos a la generación de los 60 y 70, la que peleó contra la guerra del Vietnam, adoró al ‘Ché’ Guevara, a Camilo Torres Restrepo y a la revolución cubana. La generación de mayo del 68”, recuerda Eduardo. “En toda América Latina hubo grupos guerrilleros, salvo en Costa Rica. Solo se era consecuente con el compromiso revolucionario si se “enmontaba”. Hoy uno mira con horror la persistencia de la lucha armada, pero en esos años era muestra de coherencia y orgullo”.

El poder de los fierros Hernando Pizarro Leongómez, arriba a la izquierda, comandante del Frente Ricardo Franco, disidente de las Farc. A la derecha, el otro hermano, Carlos Pizarro Leongómez, uno de los fundadores y líderes del M-19. Ambos fueron asesinados.

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