Revista Nunca es Tarde #4

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Taller de escritura

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Taller de fotografìa estenopeica

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Otras voces

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Taller de dibujo y pintura

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Varieté (humor)

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Gracias

EDITORIAL

Taller de periodismo

Por Fabio Menotti

Compañeros, amigos y vecinos: No soy hombre de andar dando gracias a troche y moche, sin embargo en este 4to número, no sólo les doy las gracias, me enorgullezco ante soberana muestra de apoyo. Quiero comunicarles que la 2da peña del Centro de Integración Monteagudo y su revista “Nunca es Tarde” fue tan o más exitosa que la primera. Gracias a su presencia, apoyo y consumición, logramos publicar este, el numero cuatro. Algo cambia en nuestro centro, algo cambia en nuestra revista… sentimos crecer. Así como se publica en tapa, tuvimos la visita al taller literario, nada más y nada menos que de la escritora Liliana Heker (monstrua total), que vino invitada por Nora, nuestra profesora del taller de literatura.

Además, como habrán visto en la peña, se incorporaron nuevos talleres: periodismo, radio, fotografía estenopeica, dibujo, etc. Estos talleres desembarcan con sus trabajos en este número. Son dados por profesores, maestros o idóneos que al ver que el cambio es posible, se sumaron a la ardua pero grata tarea, no solo de enseñar, sino también de contener. Demuestran así su calidad y calidez humana. A todos ustedes, profesores, les pido que no claudiquen, que aunque a veces solo haya un compañero en sus clases, el resto, los 110 del hogar, los necesitamos. Estamos presentes, apoyándolos desde lo espiritual, agradeciendo en silencio, ya que de una forma u otra nos apuntalan a todos. Gracias profes.

Escribinos a: Impreso en: Soluciones Impresas. Av. Mitre 2037 – Munro. ah@solucionesimpresas.com.ar www.solucionesimpresas.com.ar

revistanuncaestarde@gmail.com

Manejo Forestal Responsable

Leé el número anterior en digital: http://issuu.com/revistanuncaestarde/docs/nuncaestarde3

Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación.

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TALLER DE PERIODISMO

El taller de Periodismo intenta acercar algunas herramientas del oficio para facilitar los relatos del barrio y de la vida que los integrantes del Monteagudo tienen para compartir con el resto de la sociedad. El tratamiento de las fuentes, la oportunidad de la pregunta y la presentación de la información son los ejes que nos convocan a la aventura de conocernos y darnos a conocer cada martes.

Crónica de la Peña Por El Oriental

A la segunda peña del Monteagudo y de su revista, que se realizó nuevamente en el local de la Asamblea de Villa Urquiza, concurrió este cronista. Vio cosas, miró cosas, escuchó cosas. Vio a un Horacio que organizaba espacios en el local, mientras sacaba pizzas del horno, que ponía atención en el mantenimiento del baño y el frio de las bebidas. Un Walter que se apresuraba a pegar trabajos de los distintos talleres en los improvisados murales. Murales, que casi terminan avasallando sus propios trabajos. Este cronista vio cómo compañeros del Monteagudo atendían distintas tareas, en el “estaño”, en la parrilla de las hamburguesas. Otros, que estaban pendientes de otros. Esos otros, que se sentían protegidos, apoyados, y porqué no decirlo, controlados por sus compañeros de todos los días. Este cronista también escuchó cosas. Cosas que hacen al crecimiento a pasos agigantados de ese Centro, el Monteagudo: “¿Estás tomando algo?” “¿Comiste?” “Tomá un cigarro” “Che, aquél está medio pasadito, ayudame a sentarlo”. O, “Loco hasta acá llegó tu amor”. Muestra total de compañerismo. Todo esto transcurría entre la música de grupos que una vez más apostaron por el Monteagudo. Transcurría con la dulce y melodiosa voz de Noelia. Transcurría mientras “algún” bate-

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rista, a micrófono abierto, se “baboseaba” con Celeste, que atendía la barra. Este cronista escuchó también la “radio abierta”, sus reportajes, sus lecturas (de esa radio, y al terminar esta nota, hará una crítica). Compartió tiempo con uno de los emblemas de la revista, Nora. Como vampiro se agazapó sobre ella, para chupar conocimientos. Ella, como lo viene haciendo durante más de un año, volvió a ofrecer su cuello. El idóneo del nuevo taller de periodismo, tampoco se salvó de este cronista. A Roly, gran periodista de larga data, no era cosa de andar preguntándole, él es el dueño de las preguntas; así que quien se le acercó sólo se dedicó a escucharlo (te vampirié igual). Felicita este cronista a la radio abierta pero critica por ejemplo que no se haya invitado a los presentes a decir lo que “pindonga” quisieran decir. Está, quien lo escribe, seguro de que la experiencia y el tiempo los seguirá “rumbeando” a buen puerto. ¡Igual magnífico lo de ustedes! Este cronista se retiró, la peña continuó. Se fue con la convicción de que algo está cambiando. Mientras esperaba el colectivo pensaba: Casi todos los presentes que alguna vez estuvieron en “situación de calle” subieron un escalón, y esa noche, sean las 5, 6 o 7 de la mañana, volvieron a su hogar, “el Monteagudo”. Su hogar los estaba esperando.


TALLER DE PERIODISMO Fotos: Walter Sangroni - Coop. En la Vuelta

1.000 gracias a:

Asamblea de Villa Urquiza, a FM Sur, al operador Marco, a las bandas que tocaron, a todos los que ayudaron y a todos los que fueron a la pe単a. Y como siempre, gracias al Hospital Penna, a las empresas y personas que colaboran con el Centro Monteagudo y a los vecinos de Parque Patricios.

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TALLER DE PERIODISMO

Crónica negra: El petiso orejudo Cayetano Santos Godino (1896-1944) Fotos: archivo

El 31 de octubre de 1896 nace, en Buenos Aires, Cayetano Santos Godino, hijo de los calabreses Fiore Godino y Lucía Ruffo.

Fiore es el responsable de la formación de quien será el primer asesino en serie de la historia de la policía argentina. Alcohólico y golpeador, contrae sífilis antes de nacer su hijo. El niño viene al mundo con graves problemas de salud. De hecho, una afección intestinal lo tiene varias veces al borde de la muerte. Victima de fuertes golpes y maltratos por parte de su padre, se cree que llegara a exhibir unas veintisiete cicatrices en la cabeza, a raíz de semejantes palizas. La niñez de Cayetano Godino transcurre en la calle, de vago. A partir de los cinco años concurre a varias escuelas de donde es expulsado por su falta de interés y mal comportamiento. El escenario de su carrera criminal son los terrenos baldíos y conventillos de los barrios de Almagro y Parque de los Patricios, por ese entonces limítrofes con la llanura pampeana; es una zona de quintas de descanso, pero también un arrabal poblado de paisanos y extranjeros. De todos sus delitos, el último es el mejor documentado. El año 1912 es el apogeo del Petiso Orejudo.

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Por Alfredo Díaz

El maldito deja su reguero de agonía infantil por diferentes barrios: Almagro, Constitución, Balvanera, Monserrat, pero es Parque de los Patricios donde lleva a cabo su obra mas espantosa. Día 3 de diciembre. Calle Progreso 2105. Un niño de apenas tres años de edad, de nombre Gesualdo Gordano, sale de su casa como todas las mañanas para reunirse a jugar con sus amiguitos. A su vez, pese a todos los acostumbrados gritos de su padre, Cayetano Godino sale de la suya, de General Urquiza 1664. Después de vagabundear un rato encuentra al grupo de chicos jugando. Se les suma, su aspecto idiota le permite no levantar sospechas, gana la confianza de sus posteriores víctimas. Poco después consigue convencer a Gesualdo para que lo acompañe a comprar caramelos. Un rato antes, y sin éxito, invita a una niña de dos años de edad llamada Marta Pelossi, pero la menor se asusta y se esconde en su domicilio. Así, víctima y homicida, caminan sin apuro hacia el almacén donde compran dos centavos de caramelos de chocolate. Enseguida el menor los reclama, pero Godino, imperturbable, resuelve dosificarlos, le permite algunos y le promete el resto si acepta acompañarlo hasta los terrenos de la llamada Quinta Moreno (actual Instituto Bernasconi), baldíos llenos de chatarra y basura. En la entrada, el niño llora y se resiste a entrar. El asesino lleva hecho demasiado, ni siquiera vacila: lo agarra con violencia de los brazos, lo introduce en la quinta y lo arrincona cerca de un horno de ladrillos. Lo derriba con fuerza


Godino conoce el mecanismo: con apuro, pero sereno, se quita el piolín que lleva por cinturón: se trata de un lazo de algodón de lo que se utiliza en albañistería para sostener la plomada y empieza a enrollarlo en el cuello de Gesualdo, le da vueltas (un total de trece) y procede a estrangularlo. El chico intenta levantarse: Cayetano corta el cordel con un fósforo encendido y le ata los pies y las manos. Quiere asfixiarlo, pero se resiste a morir. El Orejudo busca otra forma de matarlo, necesita una herramienta adecuada. La búsqueda lo lleva hacia afuera, donde se encuentra con el padre de Gesualdo, quien pregunta por su hijo. Godino le responde no saber nada y le sugiere ir a hacer la denuncia en la comisaria. Después, encuentra el objeto perfecto: un clavo de cuatro pulgadas (10 cm) de largo. Mas tarde regresa junto a su víctima y usando un martillo lo hunde en la sien izquierda del niño moribundo. Después de cubrirlo con una chapa de zinc, huye. Esa misma noche Godino comete un error costoso: Durante el velatorio de Giordano hace acto de presencia. Observa durante algún tiempo el cadáver y huye llorando. Según sus declaraciones posteriores, deseaba ver si el niño muerto aun tenía el clavo en la cabeza. Para desgracia de Santos Godino, en el velatorio están presentes dos policías: El subcomisario Peire y el principal Ricardo Bossetti, que vienen atando cabos con casos anteriores. La actitud del muchacho levanta sospechas. La madrugada del 4 de diciembre de 1912 alla-

nan el lugar de los Godino y arrestan a Cayetano. En sus bolsillos encuentran un artículo del periódico que relata los pormenores del asesinato y en sus pantalones los restos del piolín con el que había matado al niño.

Se le atribuyen once víctimas oficiales; aunque se estima que son muchas más. Cuatro de ellas fatales, ocho por estrangulación, una quemada y otra enterrada viva. Todas sus víctimas fueron niños o animales mutilados, incendios y robos figuran en su extenso prontuario.

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y lo inmoviliza con la rodilla derecha sobre el pecho.

En una primera instancia es declarado irresponsable y se le recluye en el Hospicio de las Mercedes, en el pabellón de alienados mentales. Allí comete algunas atrocidades: ataca a un inválido en la cama y a otro en una silla de ruedas, trata de envenenar a un tercero arrojando algún tóxico en la taza de leche y por último, trata de huir. La sentencia final llega el 12 de noviembre de 1915. Cayetano Santos Godino, de 19 años, es condenado por homicidios reiterados a la pena penitenciaría por tiempo indeterminado. Entonces pasa siete años y medio en la Penitenciaria Nacional de la calle Las Heras. Se cree que su conducta allí es ejemplar. Diez años después, el 28 de marzo de 1923, ingresa al Penal de Ushuaia, en Tierra del Fuego. Inaugurado en 1920, es tristemente conocida como la cárcel del Fin del Mundo. En 1927, los médicos del penal, basándose en los estudios pseudocientíficos de C. Lombroso, Garofalo y Ferri, creen en una relación entre la maldad de 5


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Godino y el tamaño de sus orejas, por lo que le practican una cirugía estética para achicarlas. Desde que este radical tratamiento no tiene resultado su conducta vuelve a ser ejemplar, aunque los registros penitenciarios no lo indican así. Según algunos informes, Cayetano recibe 13 castigos en la cárcel. En 1936 Godino pide la libertad y se la negaron. Los informes médicos elaborado por los doctores Negri y Lucero, primero y después por los doctores Estévez y Cabred, concluyeron que es “un imbécil o un degenerado hereditario, perverso instintivo, extremadamente peligroso para quien lo rodea”. 1 De su vida de recluso se sabe muy poco. Apenas alguna anécdota como la siguiente: En 1933 consigue enfurecer a los presos porque mata al gato mascota del penal, quienes se vengaron con una tremenda paliza, en la que le arruinan los testículos y varios huesos. Le pegaron tanto que tarda más o menos veinte días en salir del hospital. Cayetano nunca recibe visitas en su prisión. Mantiene correspondencia con sus padres, su hermana y una sobrina, pero eso se termina por perder. Su familia regresa a Italia y lo abandona para siempre.

lo maltratan y con frecuencia violan sexualmente. Pero también los policías del penal comentan que Godino muere a manos de los reclusos, quienes lo golpearon hasta matarlo, después de que este matara a otro gato. Sobrellevó largos días en la cárcel, sin amigos, sin visitas, sin cartas. El penal de Ushuaia es finalmente clausurado en 1937. Cuando el cementerio de dicho lugar se remueve, no se encuentran sus huesos. 2 --

Bibliografía: Guillermo Barrantes – Víctor Coviello: “Buenos Aires es leyenda” 2 – Capitulo “El Petiso Orejudo, el peor de los Santos”. Mario Rojas – “Medicina Legal” – Capitulo “Locura moral” (Pág. 407/08) Informes Médicos Negri-Lucero-31 de enero de 1913 Archivo general de Tribunales. Buenos Aires, Rep. Argentina. Sección Penal Legajo Nº 2255 Criminal, 2º cuerpo folios 213–260.

Las circunstancias de su muerte, ocurrida en Ushuaia, el 15 de noviembre de 1944, siguen desconocidas. Se cree que muere a causa de una hemorragia interna causada por un proceso ulceroso gastroduodenal, pero se sabe que

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Es de destacar que en las acepciones legales el procesado Cayetano Santos Godino es un insano, demente o alienado mental. 2

Habitantes de la ciudad de Ushuaia aseguraron que el Petiso Orejudo no había muerto en la cárcel, sino que se hace el muerto para escapar de su tumba. Hasta algunos fanáticos creen que Santos Godino se convierte en un ente eterno gracias a la “energía” o “esencia” que le otorgan las almas de las criaturas que mató.

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Por el Oriental

El último gran mercado, sucumbió en los 90; con salida a tres calles, Inclán, V. Liniers y Salcedo, la gran mole de hierro con techos de chapa, el Mercado Inclán, fue uno de los clásicos de Buenos Aires. Todos los rubros alimenticios decían presente en sus más de doscientos puestos. Más de veinticinco carnicerías, treinta fruterías y verdulerías, formaban, junto a las pescaderías, vinerías, panaderías y puestos de servicios varios, una melange similar a un mercado persa.

Pedrito, muchacho de treinta y pico fue quien supo conquistar el corazón de la hija del único dueño del mercado. Pedro lo administro hasta su cierre. Su amor imposible fueron las arenas de Palermo, ya que no las pudo conquistar nunca. Invertía para ganárselas, la mayor parte de los alquileres diarios que cobraba. ¡Vos si que tenias la vaca atada, Pedrito! … El último gran mercado, hoy es sólo un estacionamiento.

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Mercado Inclán

A la una de la tarde, sus cortinas tipo tijera, del siglo diecinueve, se cerraban. Adentro, sigilosos, quedaban los integrantes de la más rancia jerga escolástica. Sobre el mostrador de mármol de alguna carnicería, comenzaban a rodar los dados, en otro, las cartas. Las copas amenizaban el pase ingles o el monte, en los que se apostaban pequeñas fortunas. Eran épocas de bolsillos llenos, donde lo que se perdía hoy, se recuperaba mañana. Un habitué de esas tertulias solía ser el gordo Pichuco, quien pasadas las copas de vino blanco con soda, entonaba algún tango que por las noches aun flotaba en el ambiente. Recuerdo que por las vigas de hierro que sostenían el gran mercado se dejaron de ver las ratas. Es que a algún “genio” se le ocurrió que para combatirlas había que traer hurones. Y fue así nomas, estos hurones se comieron a las ratas, pero también a los gatos, así que terminaron siendo no solo amos y señores del mercado, también el terror de alguna viejecita desprevenida.

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TALLER DE PERIODISMO

Hoy necesito un canto piquetero ... uppella, r Fabio Man

Po

Hace diez años Darío y Maxi salieron a las calles a exigir un trabajo digno, para ellos y para todos los desocupados, que en ese momento eran más del 20% de la población argentina, y más de la mitad se encontraba por debajo del índice de pobreza. Mientras ellos marchaban al puente Pueyrredón el gobierno de Eduardo Duhalde bajaba a la policía la orden de reprimir ferozmente sin importar que se perdiesen vidas. Fue entonces ese 26 de junio del 2002 cuando estos dos jóvenes fueron asesinados y muchas personas resultaron heridas.

El 25 de junio, algunos compañeros del Monteagudo fuimos a la conmemoración de los diez años de las muertes de Darío y Maxi, para apoyar las actividades y distribuir nuestra revista “Nunca es tarde.” Al acercarnos al lugar de convocatoria vimos a las personas, entre ellos muchos jóvenes participar en diversos espacios de la jornada, algunos en la radio abierta trasmitiendo en vivo, otros haciendo un mural o en el escenario tocando unos temas, Otros simplemente bailando, charlando y tomando unos mates. Todo se desarrollaba con tranquilidad. Recorriendo la estación de Avellaneda nos encontramos con Jony militante del Frente Popular Darío Santillán y decidimos hacerle una entrevista para sumar su voz a nuestra nota. - ¿Qué sentís a diez años del asesinato de Darío y maxi? - Bronca, por lo que pasó, porque la justicia 8

ne drea Canno

cherry y An

Carlos Etve

es solo para los poderosos y por qué durante estos años también asesinaron al maestro Carlos Fuentealba y a Mariano Ferreyra, no sabemos dónde está Luciano Arruga y sigue habiendo muchos caídos en la lucha, asesinados por las fuerzas represivas del estado. - ¿Qué significa el 26 de junio para vos? - Así como se mantuvieron unidas las madres de plaza de mayo todos los jueves, nosotros el 26 de cada mes nos damos fuerzas para seguir luchando. Además es muy importante este día para reflejar la alegría y la militancia de Darío Para no olvidarnos y que esto no se repita. - ¿Cómo es hoy tu militancia? - Estamos tratando de transformar este dolor en alegría y lucha, siguiendo el ejemplo de solidaridad de Darío que dio su vida tratando de salvar la de Maxi. Nosotros seguimos organizados en asambleas, formando cooperativas de trabajo, lo que antes era un terreno baldío al lado de la estación nosotros lo convertimos en un polo textil para que las compañeras y compañeros puedan tener un sueldo, aunque sea mínimo, pero dignamente. También estamos creando bachilleres populares organizados por estudiantes y profesores. Son cosas que parecen pequeñas pero que sumadas son un paso mas hacia una sociedad más igualitaria. Cuando volvimos a nuestra casa, el Monteagudo, pudimos compartir lo que habíamos


vivido con los demás compañeros y les contamos que repartiendo la revista en Avellaneda muchas personas nos decían - ya la tengo, gracias!-. Eso nos puso muy contentos porque quiere decir que desde el Monteagudo y Proyecto 7 (gente en situación de calle) nos estamos moviendo, y que no somos los únicos que tenemos estos objetivos sino que hay mucha gente que está luchando para transformar esta realidad en una más justa, y por más que nosotros no la veamos, vamos a poner lo mejor para conseguirlo, porque nunca es tarde.

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que me devuelva la voz silenciada

Fotos: Walter Sangroni - Coop. En la Vuelta

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MOR

IR E N LA CAL LE Por Fabio Menotti

Dentro de parámetros relativamente normales, morir en la calle sería un hecho fortuito, accidental. No prestamos atención al cruzar leyendo un mensaje del celu, se nos cae una maceta en la cabeza, o un balcón, etc. Pero cuando una persona muere porque “vive” en la calle, eso no es un accidente, es un crimen. Un crimen que viene de la mano del desamparo institucional y social. Días atrás, exactamente el jueves 5 de julio a la madrugada (aquí el lector puede soltar sus lágrimas si gusta) murió una beba de 4 meses, se llamaba Nahiara, “vivía” con sus padres (Micaela y Matías) en una ranchada de Congreso. Muerte natural seguramente dirán los forenses, como si vivir en la PUTA calle fuera algo natural. Esta nena tendría que haber tenido un hogar, seguramente lo tuvo, hasta que la precariedad laboral, política y social en la que vivimos dejo a sus padres sin trabajo. “LA CALLE NO ES UN LUGAR PARA VIVIR” de seguro pensaron sus padres, pero ¿donde ir? Quienes desde los distintos gobiernos (nacional, provincial y municipal) tienen la obligación constitucional de contener en forma rápida y per-

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durable estas “situaciones de calle”, hacen caso omiso de sus deberes como gobernantes, y siguen con su alquimia política, tal vez creyendo que esto se soluciona mágicamente. Ya llega ese asesino silencioso, el frio, y seguro leeremos crónicas anunciadas como: INDIGENTE MUERE DE HIPOTERMIA. Y una vez más, año a año, la sociedad toda, se inmuniza, se aletarga frente a tamaña noticia. Si, es normal que una persona muera de frio si vive en la calle, si no tiene el suficiente abrigo interno y externo. Lo que no es normal es que viva en la calle. Mientras no tengamos políticas de estado serias que afronten esta problemática, mientras la sociedad siga pasando al lado de un “bulto” envuelto en una frazada sin inmutarse o mirando de soslayo, mientras esa sociedad no asuma que la precariedad laboral y económica en que vive puede llevarlos en cualquier momento a “vivir” en la calle, mientras no se exijan soluciones inmediatas, el riesgo y las muertes en la calle estarán latentes, agazapadas como león hambriento. El derecho a un trabajo y a una vivienda digna, no es solo un derecho hu-


Mientras tanto, vemos atรณnitos cรณmo fondos millonarios que se destinaron a la construcciรณn de viviendas, son malversados por inescrupulosos. Y al que le quepa el sayo, que se lo ponga. Pero volvamos a โ aquellaโ bebรฉ, su nombre era Nahiara, esa beba que bien pudo ser nuestra hija o nuestra nieta, ya no esta, sus padres, (y no por decisiรณn propia) seguramente seguirรกn โ viviendoโ en LA PUTA CALLE.

AL ร N NACION I C U T I T S N CO is Art. 14 b

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mano, es un derecho constitucional (art. 14 bis) que debemos exigir.

ARGENTINA

ULGDG VRH OD VHJX G V R L F ยบ H OH (Q EHQ UHQXQFLDE UJDUi ORV U R L W R H R O G D D U W V WRULR QWHJ ยฎ (O ( DO REOLJD FWHU GH L L i F U R D V F R i U U X G HV FRQ VHJ WHQ URYLQFLDO HFHUi HO FLDO TXH S O E R D W V V H H O D \ Q HLR OD OH U ORV LQW GDGHV QDF HVSHFLDO WUDGDV SR R GH HQWL V J L U Q D L F U P L G D W D V i L H[ LFD TXH HVWDU TXH SXHGD \ HFRQyP D Q U L H V L F Q R D V G Q H ยบ YLO (VWD DXWRQRPtD VLRQHV Py FLyQ GHO Q D H S S L F \ L W V U H D Q RQ S DFLR OLD OD L P UHVDGRV F D HV MXELO W I U R S D D O H G GH PL FLyQ QyPLFD ID VXSHUSRVL LQWHJUD OF Q y DFLyQ HFR V L Q F H S F P H R W OD SUR O ELHQ GH IDPLOLD OD GD GLJQD โ H GHIHQVD G YLYLHQ HVR D XQD F F D O H \ OLDU

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TALLER DE ESCRITURA

El Taller de Escritura funciona desde los comienzos del Centro de Integración Monteagudo. En esta sección mostramos los textos que se trabajan clase tras clase. Además, en este mes recibimos en el Monteagudo a la escritora Liliana Heker.

n e r e k e H a n a i l Li ¿Quién es? Liliana Heker es una cuentista y novelista argentina. Junto a Abelardo Castillo, fue fundadora de dos revistas literarias de mucha trascendencia: El Escarahajo de Oro y El Ornitorrinco. En ellas sostuvo polémicas, publicó ensayos y críticas y participó de los encendidos debates ideológicos y culturales de la época. Empezó a escribir desde muy joven. La publicación de Los que vieron la zarza (1966) la consagraría como una de las grandes narradoras argentinas contemporáneas. Sus cuentos completos han sido traducidos al inglés y muchos de sus relatos se han publicado también en Alemania, Rusia, Turquía, Holanda, Canadá y Polonia. La novela El fin de la historia (1996), ambientada en los años `70, acaba de salir nuevamente pero traducida al inglés; y su último libro de cuentos, La muerte de Dios, ha sido publicado por Alfaguara a mediados del año pasado.

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Cuando Nora (la coordinadora de nuestro taller de escritura) dijo que iba a venir a visitarnos OD HVFULWRUD GH OD TXH OHtPRV XQR GH VXV FXHQWRV /D ÀHVWD DMHQD PH SXVH FRQWHQWR QR VRQ FRVDV que pasen todos los días. Enseguida me preguntÊ cómo serå ella, porque a algunos escritores se ORV SXHGH FRQRFHU SRU VXV REUDV 3HUR SRU HVH FXHQWR FRQ OD WUDPD \ XQ ÀQDO WDQ DEUXSWR YLROHQWR LQHVSHUDGR PH OD LPDJLQp XQD SHUVRQD VHQVLEOH VLQ HGDG SHUR D~Q DVt QR SXGH GHÀQLU XQD personalidad, era un misterio para mí.

TALLER DE ESCRITURA

o d u g a e t n o M l e LleguĂŠ a la conclusiĂłn de que los escritores sean del gĂŠnero que sean no tienen edad: Liliana es jovial y arrolladora, llena de vida, experiencia y conocimiento. Simple. A lo largo de su charla nos fue develando algunos misterios, escribir no es simple ni complicado, es laborioso, se trata del “laburoâ€? de escribir. Ese trabajo incluye el “tachĂĄ, tachĂĄâ€?. Su charla fue un relato lleno de historias, anĂŠcdotas, conocimientos y ella misma es toda aventura.AprendĂ­ cosas importantes: mucha imaginaciĂłn, mucho trabajo, y perseverancia. En un momento me quedĂŠ pensando en lo TXH /LOLDQD GLMR WRGR UHODWR GHEH WHQHU XQ FRPLHQ]R \ XQ Ă€QDO \D SUHYLVWR (V FRPR FRQVWUXLU XQ largo camino que aunque parezca interminable, el que lo transita ya sabe dĂłnde terminarlo. Unas semanas antes de que ella viniera, yo habĂ­a comenzado a escribir algo, sabĂ­a todo el deVDUUROOR SHUR QR HO Ă€QDO \ DVt VH OR KLFH VDEHU /LOLDQD FRQWy HVR DFHUFD GH ORV Ă€QDOHV \ PLHQWUDV OD HVFXFKDED GDU ODV H[SOLFDFLRQHV GHO FDVR FRPR SRU DUWH GH PDJLD PH VXUJLy HVH Ă€QDO SDUD PL cuento, que yo desconocĂ­a. Liliana me tocĂł con su varita mĂĄgica. Que venga mĂĄs seguido, es un placer escucharla. Por Daniel Mancilla

Si no me equivoco, creo haber leĂ­do alguna vez esta frase: “cuando se escribe no hay que tener miedo a expresar los sentimientos, pero tampoco a la lucidezâ€?. Y ahora que estoy frente a su autora, la oigo y pienso que estĂĄ en su sangre. Extrovertida, loca y divertida. LĂşcida hasta los huesos. Brillante. Gracias por el recuerdo de Las peras del mal, de Mi credo, del boxeador maltrecho de Los que vieron la zarza, de las revistas literarias. Liliana Heker‌ Âżde quĂŠ manera podrĂ­a hacerte enojar, sacarte de ese estado de alegrĂ­a? De atrevido, tengo ganas de regalarle un libro que se llame Cuentos para leer en la playa. Por Alfredo DĂ­az 13


TALLER DE ESCRITURA

“La escritura te da la ventaja que no te da la vida, la escritura uno puede corregirlaâ€? Esta entrevista fue realizada por Fabio Menotti, Andrea Cannone, Alfredo DĂ­az, RubĂŠn Oundjian, Carlos Etcheverry, Fabio Manuppella, Daniel Mancilla y JosĂŠ MarĂ­a Pujato.

ÂżCĂłmo fueron tus inicios en la literatura? &XDQGR HPSHFp WHQtD DxRV \ HUD OD ~QLFD PXMHU GH HVD JHQHUDFLyQ HQ ODV PHVDV GHO &DIp GH ORV $QJHOLWRV 1RV UHXQtDPRV ORV YLHUQHV D OD QRFKH /D FRPSRVLFLyQ GH OD PHVD HUD DVt ORV MyYHQHV HVFULWRUHV VXV QRYLDV \ \R <R LED SRU ODV PtDV QR HUD QRYLD LED SRUTXH PH JXVWDED (UD XQD pSRFD SUREOHPiWLFD \R YROYtD D FXDOTXLHU KRUD D PL FDVD \ WHQtD GLVFXVLRQHV FRQ PLV padres. En tus comienzos estuviste en una revista, Âżno? 6t (O (VFDUDEDMR GH 2UR 1RV UHXQtDPRV HQ HO 7RUWRQL HUDQ JUXSRV DELHUWRV HV GHFLU TXH FXDOTXLHU MRYHQ HVFULWRU YHQtD FRQ XQ FXHQWR R XQ SRHPD \ OR OHtD 6H DUPDEDQ XQDV GLVFXVLRQHV WUHPHQGDV SRUTXH pUDPRV MyYHQHV VHQWtDPRV TXH QRV FRPtDPRV HO PXQGR \ QRV GiEDPRV VLQ DVFR (VWR\ PX\ DJUDGHFLGD D HVDV GLVFXVLRQHV SRUTXH FUHR TXH WRGRV FUHFLPRV (O FRPSDUWLU XQD PHVD FRQ $EHODUGR &DVWLOOR FRQ $OEHUWR &RQVWDQWLQR UHFLELU HVDV FUtWLFDV PH IRUPy FRPR HVFULWRUD 8QR QR VH IRUPD HQ OD XQLYHUVLGDG HV OD H[SHULHQFLD GH YLGD TXH FDGD XQR WLHQH ÂżEs cierto que uno escribe para uno, o uno siempre escribe para otros? /D OLWHUDWXUD OD HVFULWXUD HV XQD IRUPD GH FRPXQLFDFLyQ 8QR QR HVFULEH SDUD JXDUGDUVH ODV FRVDV $ YHFHV YLHQH JHQWH \ PH GLFH \R HVFULER SHUR OR KDJR SDUD Pt (QWRQFHV \R OH FRQWHVWR VL HVFULELHUDV SDUD YRV QR WH LQWHUHVDUtD FRPR TXHGD FXDQGR YHQtV D XQ WDOOHU D WUDEDMDU XQ WH[WR HV SRUTXH WHQpV OD HVSHUDQ]D GH TXH RWUR OR OHD /R TXH XQR HVFULEH HV SDUWH GH XQR VDOH GH XQR (V GHFLU KD\ XQD QHFHVLGDG GH FRQWDU HVWD KLVWRULD \ QR RWUD 8QR HVWi HQ OD UHDOLGDG \ YH FRVDV TXH QR OH JXVWDQ R FRVDV TXH OR FRQPXHYHQ FRVDV GH ODV TXH XQR TXLHUH KDEODU 1R HV GHFLU ÂŽ\R OR YLÂŻ \ \D HVWi XQR TXLHUH GHFLU DOJR D HVH UHVSHFWR OR TXH PRYLOL]D OR TXH LQGLJQD 3RU HVR XQR LQYHQWD KLV-

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ยฟCuรกnto se tarda en terminar un cuento? 3RGpV WDUGDU XQ GtD XQ PHV 3HUR QR VH EDVD HQ WLHPSR VLQR HQ WUDEDMR +D\ XQ SUHMXLFLR TXH KDFH FUHHU TXH FUHDU HV HVD SULPHUD YHUVLyQ TXH XQR KL]R +D\ XQD HVSHFLH GH VXSHUVWLFLyQ TXH KDFH FUHHU TXH FUHDU HV ODUJDU HVR TXH XQR WLHQH \ DKt VH WHUPLQy 1R FUHDU HV LU EXVFDQGR HV LU SXOLHQGR 3RU HMHPSOR (O 0RLVpV GH 0LJXHO $QJHO HVWi GHQWUR GH XQ EORTXH GH PiUPRO (VWi DKt SHUR KD\ TXH HQFRQWUDUOR 3RU HVR HVR GH LU WUDEDMDQGR HQ OD HVFULWXUD HV OR PLVPR XQR WLHQH XQD KLVWRULD \ OD ODUJD 3HUR GHVSXpV XQR VH HPSLH]D D GDU FXHQWD \ GLFH ยฎQR HVWR VREUDยฏ ยฎHVWR QR GLFH H[DFWDPHQWH OR TXH TXLHUR GHFLUยฏ ยฎHVWH SHUVRQDMH QR HV GH DFiยฏ ยฎHV XQ FKLFR SHUR KDEOD FRPR XQ DGXOWRยฏ HQWRQFHV XQR OR YD WUDEDMDQGR WDFKDQGR SXOLHQGR +DFLHQGR HO WUDEDMR GH 0LJXHO $QJHO KDVWD HQFRQWUDU VX 0RLVpV

TALLER DE ESCRITURA

WRULDV FXHQWD KLVWRULDV SDUD TXH RWURV VHSDQ OR TXH XQR TXLHUH GHFLU 0H SDUHFH PDUDYLOORVR TXH XVWHGHV HVFULEDQ TXH VDTXHQ XQD UHYLVWD FRPR HVWD SRU HVR OHV GLJR TXH WUDWHQ GH KDFHU XQD SRHVtD XQ FXHQWR SRUTXH FDGD XQR GH QRVRWURV WHQHPRV H[SHULHQFLDV TXH YDOHQ OD SHQD FRQWDU

(O WUDEDMR HV IXQGDPHQWDO D OD KRUD GH HVFULELU WUDEDMDU HO WH[WR XQD \ RWUD YH] 3RU HMHPSOR VL XQR QR FRQRFH HO ยบQDO QR KD\ FXHQWR 7RGR VH YD D OD PLHUGD (O SULQFLSLR XQR OR EXVFD HO ยบQDO OR VDEH (O WtWXOR GH XQ FXHQWR HV XQ DJUHJDGR HO FXHQWR QR WLHQH TXH WHQHU OD H[SOLFDFLyQ HQ HO WtWXOR <R FRPR PDQtD SHUVRQDO QR SXHGR VHQWDUPH D HVFULELU VL QR WHQJR HO WtWXOR (VWH WUDEDMR PLQXFLRVR HV WHUULEOHPHQWH SODFHQWHUR KD\ TXH VDEHU HQFRQWUDU HVH SODFHU $Vt XQR WHUPLQD FRQWDQGR OR TXH TXHUtD FRQWDU \ HQFXHQWUD OD IRUPD GH TXH RWURV GLVIUXWHQ FXDQGR OR lean. ยฟSe puede explicar quรฉ es la escritura? /D HVFULWXUD HV FRPR XQ WHUUHQR UHVEDODGL]R QDGLH WH JDUDQWL]D TXH QR WURSLHFHV DOJXQD YH] <R FUHR TXH PL YLGD OD FRQVDJUp D OD HVFULWXUD SHUR SRU PiV PHWLGD TXH HVWp XQD WHQJR WDQWDV SRVLELOLGDGHV GH HTXLYRFDUPH FRPR XVWHGHV 1DGLH HV LQIDOLEOH HQ HVWR \ HVR HV OR KHUPRVR QR KD\ VHJXULGDGHV 15


TALLER DE ESCRITURA

Fabio Menotti

Yo soy Yo soy el de aquí abajo. Quien quiera conocerme mejor, lea mis textos.

Temor E

l carruaje del Conde Petain –conducido por su sirviente- llegaba raudo a la comarca Charlot, ubicada en un valle a los pies de los Alpes Franceses. El Conde era el heredero del castillo de esa comarca, abandonado desde hacía una década. El Conde no le prestó importancia al pequeño poblado y su carro, tirado por seis corceles negros, se perdió en la oscuridad. En los días siguientes a su llegada, aparecieron cabras muertas. Todas degolladas por mordeduras. Los pobladores de la comarca hicieron miles de conjeturas y en todas, relacionaron al misterioso Conde con esas muertes. Una tarde, el sirviente del Conde Petain llegó al almacén de ramos generales de la comarca. Era un hombre cabizbajo a causa de su joroba, algunos dientes de menos, mirada esquiva. Compró unas pocas cosas, gran cantidad de velas, y se marchó. El viernes de esa misma semana, por la noche, el carruaje del

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Conde estacionó frente a una posada. El Conde empujó la puerta de entrada y quedó unos segundos en el umbral. Miró a los presentes y memorizó sus caras. Se acercó al mostrador y con una seña dio a entender que quería un jarro de ponche. Cuando bebía el ponche, la vió: frente a él, en un lienzo, estaba la mujer más bella que había visto en toda su vida. El conde palideció y sus ojos algo inyectados en sangre se clavaron en la pintura fechada hacía cien años. Los labios de la mujer parecían hablarle, y su mirada transmitía dulzura y mucha tristeza. Petain pidió otro ponche y lo bebió de un solo trago. Después, dejó tres vintenes sobre el mostrador y se marchó sin decir palabra. A la mañana siguiente, aparecieron dos cabras muertas. De nuevo, los pobladores vincularon al Conde con esas muertes. Al viernes siguiente, el Conde Petain volvió a la posada. Hizo señas para que le sirvieran lo mismo de la vez anterior y luego se concentró en la hermosa dama. Nadie se atrevió a dirigirle la palabra: un poco por la diferencia de clase, otro poco por el temor que causaban las historias que sobre él habían inventado ellos mismos. Cuando terminó su ponche, dejó tres vintenes y se fue. Por la mañana, se encontraron dos cabras despedazadas. Decididos a deshacerse de quien diezmara sus rebaños, los campesinos planearon matarlo. Cuando a la semana el carruaje del Conde llegó de nuevo a la posada, los campesinos desmayaron de un golpe al sirviente. Petain, con agilidad, saltó del coche y a golpes de bastón separó a la muchedumbre. Perseguido por los campesinos que llevaban antorchas,


De regreso a la comarca, los campesinos se encontraron con el ermita de la zona. TraĂ­a en su carro un gran lobo alpino, lo habĂ­a cazado mientras el lobo mataba a una de sus cabras.

Ya en el pueblo, los campesinos decidieron guardar en secreto el crimen cometido. El sirviente del Conde, que ya se habĂ­a despertado del golpe, preguntĂł por su seĂąor y nadie se atreviĂł a contestarle. ImplorĂł y explicĂł que debĂ­a estar con ĂŠl porque el Conde era sordomudo y se desorientaba con facilidad. AdemĂĄs, explicĂł a los campesinos que ya estaba por salir el sol y que por una extraĂąa enfermedad en la piel, el Conde no podĂ­a estar mucho tiempo expuesto a los rayos. Tanto insistiĂł el sirviente, que para resguardar el secreto del primer asesinato, la muchedumbre tambiĂŠn tuvo que matarlo a ĂŠl. Soltaron los corceles e incendiaron el carruaje junto con el castillo.

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corrió por las callejuelas oscuras. Los campesinos estaban tambiÊn, armados con lanzas, picos y azadas. El Conde, sin conocer bien el poblado, entró al cementerio. Una lanza se clavó en su pierna y Êl cayó sobre una vieja OiSLGD $O PLVPR WLHPSR HO ÀOR GH RWUD ODQ]D se clavó en sus pulmones. Intentó levantarse agarrado a la låpida, pero su mano resbaló y entonces quitó el polvo que cubría el mårmol. A la vista quedó la imagen de su amada, y mås abajo un nombre gravado: Charlot. Charlot, pensó el Conde, y sonrió, un segundo antes de que otra lanza terminara con su vida. Allí murió y allí mismo quedó su cuerpo.

Fabio Menotti – abril 2012

Foto: archivo

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La muerte blanca

Yo soy

Soy un estu d todos mis ioso aventurero de via largo lo es jes. El tiempo mĂĄs to Argentina, y pasando en en que me hac situaciĂłn de calle, e entender muchĂ­simas cosas. Aho ra Centro de , con la ayuda del In Monteagud tegraciĂłn o salir de esta , estoy tratando de volver a en experiencia para seĂąar y a es tudiar.

Era el primero de septiembre de 1978, el principio del otoùo, y el frío ya se hacía sentir. Yo subía el sendero para llegar a la aldea de Trisul, a cuatro mil doscientos metros de altura, en Himalaya. El camino era arduo y uno se cansaba en pocas horas. Pero yo estaba acostumbrado: había hecho diferentes caminatas en el Himalaya, y tambiÊn la de Triful el DxR DQWHULRU SDUD DSUHQGHU ÀORVRItD \ UHOLJLyQ oriental. Por eso, al aùo siguiente, volvía a subir al pueblo, para retomar esos estudios. El 6 de septiembre lleguÊ al pueblo sin GHPDVLDGDV GLÀFXOWDGHV D SHVDU GH TXH FRPR ORV QDWLYRV \R QR OOHYDED QLQJ~Q HTXLSR GH HVFDODGD 'LVSRQtD VyOR GH OR PtQLPR SDUD WDO caminata: una hornallita, una manta tÊrmica, tabletas de chocolate y leche condensada. Los aldeanos me recibieron cordialmente, reconociÊndome, y me hospedaron en una casa GH IDPLOLD GHO MHIH GH OD SREODFLyQ 0H TXHGp XQDV GRV VHPDQDV 'HVSXpV GH XQD ÀHVWD GH GHVSHGLGD TXH PH RUJDQL]y OD SHTXHxD WULEX un día a las seis de la maùana estuve listo para partir y bajar a Katmandú. Antes de lo espeUDGR HPSH]y XQD OLJHUD QHYDGD TXH QR PH SUHRFXSy GHPDVLDGR SRUTXH \R FRQRFtD ORV UiSLGRV FDPELRV GH FOLPD GH DTXHOODV ]RQDV La bajada, debido a las tormentas de nieve, fue mås lenta de lo previsto. Normalmente GHEtD OOHJDU D GHVWLQR HQ TXLQFH GtDV SHUR

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Andrea Cannone

habían ya pasado diez –era el 31 de septiembre- y no estaba ni a la mitad del camino. Llegaba a los lugares de descanso por las noches, haciendo muy peligrosa mi caminata porque el sendero era de apenas un metro de ancho, y serpenteaba al costado de montaùas de siete mil metros, al borde de precipicios de mil. El 2 de octubre, la tormenta se hizo tan intensa que no se distinguían las cosas a diez pasos. Tuve que aceptar que el invierno se había adelantado. El sendero estaba cubierto de unos treinta o cuarenta centímetros de nieve, y entonces a menudo no podía distinguirlo. Y así fue como sin darme cuenta me alejÊ del camino y me perdí. Caminar se hizo cada vez mås duro, mis pies se hundían en la nieve y el esfuerzo me hacía transpirar. Cuando me detenía para descansar un rato el sudor se congelaba, haciÊndome tiritar los dientes. Necesitaba urgente de un refugio, estaba en el medio de la nada rodeado de imponentes montaùas. Y llegó el terrible momento en que me di cuenta de que no podía continuar hacia delante, ni volver atrås. Desesperado, continuÊ con mucho esfuerzo y como por milagro, en un momento en que menguó la nevada, vi una gran construcción:


sol, ya era 5 de octubre y el frĂ­o aumentaba. No creĂ­a que los monjes me dejaran morir allĂ­, pero el portĂłn no se abrĂ­a. Cada tanto, perseverante, yo golpeaba fuerte el portĂłn, sin obtener respuesta. En un momento, abrĂ­ una lata de leche condensada y me la tomĂŠ toda con una tableta de chocolate. El sol se morĂ­a rĂĄpido y yo, atĂłnito, no notaba el pasar del tiempo. SĂłlo el penoso levantarme a golpear el llamador, rompĂ­a la inmobilidad y el silencio.

De pronto, escuchĂŠ una mĂşsica estridente, sonidos de grandes tambores, trombones, platillos y voces asombrosamente graves. Me UHDQLPp KDEtD JHQWH GHWUiV GHO SRUWyQ &XDQdo la mĂşsica terminĂł, golpeĂŠ de nuevo con DKtQFR \ SRFR GHVSXpV VH DEULy XQD YHQWDQLWD FRQ UHMDV TXH KDFtD GH PLULOOD 'RV RMRV PH PLUDURQ WUDQVPLWtDQ SD] $Vt FRPR VH DEULy la ventanita se cerrĂł. Puse la manta tĂŠrmica HQ OD QLHYH PH PHWt HQ OD EROVD GH GRUPLU \ me sentĂŠ con la espalda apoyada en el portĂłn. 1R WHQtD RSFLyQ VHJXtD QHYDQGR \ QR KDEtD manera de ir a ningĂşn lado. La Ăşnica esperanza era que el portĂłn se abriese.

Tuve sed y con el Ăşltimo gas que habĂ­a ahorrado en la hornallita, calentĂŠ un poco de nieve en la lata de la leche condensada. TomĂŠ el agua caliente. Otra vez volvĂ­ a tocar el portĂłn y de vuelta se abriĂł la ventanilla. Como la primera vez, dos ojos me miraron y luego la ventanilla se volviĂł a cerrar. CayĂł de nuevo la noche y el frĂ­o se hizo mĂĄs intenso que la noche anterior. Se levantĂł un viento helado que me cortaba la cara, empecĂŠ a toser y el vapor de mi respiraciĂłn se transformĂł en agua en mis pulmones. El cuerpo me parĂł de temblar y empecĂŠ a dormitar. No sentĂ­ mĂĄs frĂ­o, no me dolĂ­an las extremidades, me sentĂ­ muy bien por un momento, y me dormĂ­. Entonces, allĂ­ la nada. La muerte blanca, la hipotermia me habĂ­a ganado.

6HJXt DKt VHQWDGR \ OOHJy OD QRFKH 0H GROtDQ ORV GHGRV GH ODV PDQRV \ ORV SLHV HUDQ GRV EORTXHV GH KLHOR 3RU HO IUtR SXQ]DQWH QR SRGtD GRUPLU 6HJXtD QHYDQGR OD RVFXULGDG era absoluta, el silencio era total, la atmĂłsfera, irreal. De golpe, se manifestĂł todo el cansancio de la caminata y quedĂŠ en un estado de VHPL GRUPLU PH GRUPtD \ HO WHPEORU GHO FXHUSR YROYtD D GHVSHUWDUPH $Vt SDVy OD QRFKH

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se trataba de un monasterio budista tibetano. Feliz de haber encontrado presencia humana y un refugio, me acerquĂŠ corriendo torpemente en la nieve. Me asomĂŠ por sobre el portĂłn del PXUR DOWR TXH URGHDED D ORV HGLĂ€FLRV $Vt pude ver el techo del monasterio y la pagoda del templo de diferentes pisos y que superaban en altura al muro. GolpeĂŠ con fuerza el llamador de bronce. EsperĂŠ y esperĂŠ. Nadie FRQWHVWDED QDGLH DWHQGtD &RQWLQXp JROSHDQGR sin resultado.

El 5 de octubre me despertÊ en una cama con muchas frazadas. Era una habitación pequeùa donde había una gran salamandra ardiendo. Tashi Delek – dijo una vos detrås de mí. El monje que me cuidaba me dijo hola. Andrea Cannone – mayo 2012

(O FLHOR VH KDEtD GHVSHMDGR \ OD SULPHUD OX] del alba alumbrĂł un solo color: blanco. Todo era blanco. Solo las formas de las montaĂąas les daban una orientaciĂłn a mis ojos. SubiĂł el 19


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RubĂŠn Oundjian

Yo soy Yo, RubĂŠn, nacĂ­ en cuna de oro y diamantes. VivĂ­ una niĂąez estupenda: hasta ser adolescente no existĂ­a ni el no ni el sĂ­, todo era maravilla en mi santa apariencia. Mi hermano y MartĂ­nez de Oz cerraron mi fĂĄbrica, y por mi hermano me remataron las propiedades. Desde allĂ­, hace veinte aĂąos, en situaciĂłn de calle.

En la misma calle La familia A es de muy buen poder adquisitivo. Posee una casa muy amplia y muy confortable, ademås, varios vehículos caros. Por fuera de esa casa se ven las cien variedades GH à RUHV SDOPDV \ SDOPHUDV ÀQRV PXpUGDgos y plantas carnívoras. Por el costado, una cascada con piedras de distintos colores. En cambio, los vecinos de enfrente, los Z, son muy humildes. Su casa es de chapa, y algunas partes estån oxidadas y cuando llueve tambiÊn cae agua adentro. Pero ellos tambiÊn tienen una virtud: suenan sus guitarras de la maùana a la noche. El seùor A le comenta a su esposa: ¿te parece regalarles algo de dinero a la familia Z? La esposa le dice: es lo mejor para ellos. A camina por la vereda y cruza la calle en dirección a la familia Z. Aplaude en la puerta para anunciarse, el seùor Z lo hace pasar y se saludan debajo de un frondoso ombú. Allí, A le dice a

Z: mi esposa y yo queremos obsequiarle diez mil pesos, para que tengan un buen pasar. Al día siguiente, no suenan las guitarras. Ni siquiera en los meses siguientes. Preocupados, los A cruzan la calle y piden una explicación a los Z. Antes no tenían y las guitarras sonaban todos los días- dicen- y hoy que tienen ¿quÊ sucede? Es por eso mismo -les responden los Z- antes no nos preocupåbamos por tener dinero, y hoy que lo tenemos nos preocupamos en no tirarlo y en juntar mås. RubÊn Oundjian – junio 2012

n Oundjian

Foto: RubĂŠ

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Ezequiel es un agradecido de la vida ya que a él la vida siempre le da una nueva oportunidad, como lo que está haciendo ahora en su vida.

El Hombre que quiso hacer el servicio militar

E

zequiel fue a la escuela hasta los doce años. Después se puso a trabajar o vender cosas en la calle y así ayudar en la casa y también salía a pedir en los negocios. Cuando le preguntaban por qué no trabajaba él decía: si usted me da trabajo yo lo hago. Así fue pasando toda la infancia. Un día consiguió en una barraca para embolsar carbón y él salía con todo el cuerpo sucio del hollín que volaba por el viento que era todo negro.

A los catorce años se puso a vender cosas en la calle, vendía fruta por el barrio. Lo más lindo de todo era ese olor a fruta fresca. A los quince, se puso a limpiar una vereda de una panaderia para ganarse el pan y la factura una vez por semana. También cortaba el pasto de otra vereda y pedía que le den algo. A los dieciséis se puso a trabajar en un taller mecánico para limpiar los repuestos de autos con gasoil. Ese olor le quedaba penetrado en las manos y en toda la ropa. Así fue pasando toda su adolescencia. A los diecisiete años se puso a trabajar de peón de albañil y lo sortearon para hacer el servicio militar. Como el número que le tocó era bajo, se salvó, pero él quería entrar y estar un año afuera de su casa. Pero no tuvo esa suerte, él pensó que ni para eso servía. Carlos Ezequiel Etcheverry – mayo 2012

Foto: Coop. Sub

Yo soy

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Carlos Etcheverry

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Alfredo Díaz

Yo soy Tomo una decisión. En este caso, como verán más adelante, pego un giro en mi escritura. A partir de esta edición, la revista contará con notas sobre hechos y personajes vinculados con la historia del barrio. Desfilarán el Petiso Orejudo, el comandante Espora, el Perito Moreno, el club Huracán, los duelos a cuchillos, los orígenes del parque, entre otras cosas más. Para eso, leo, pregunto, investigo, recopilo material. En estos momentos trabajo sobre el Perito Moreno, para publicar más adelante. Desde ya, todo está hecho con placer. Hay una inmensa alegría al saber que sin duda va a ser agradable para todos. Muchas gracias.

22 Foto: Walter Sangroni - Coop. En la Vuelta


V

oy caminando por las calles del barrio, queriĂŠndole robar a la noche un poco de nostalgia.

Un borracho sentado en la vereda, cuenta ante el asombro de su auditorio una aventura en la que aparece como hĂŠroe; a otro borracho lo acompaĂąa un perro, amigo inseparable; algunas sombras hurgan entre los tachos. Sigo mi destino, con la cabeza gacha, con el paso lento, deslucido, inseguro, encervezado. Quien me viera podrĂ­a pensar que soy indiferente a todo, pero no es asĂ­. En la noche, el barrio tiene un puĂąado de cosas que van hacia lo alto. Interrumpo mi andar y levanto la cabeza para mirar el cielo. Siento que descienden aires oscuros que me arrastran hacia travesĂ­as de las que no se si voy a regresar. Un rocĂ­o estelar llega a mi corazĂłn y en un vuelo Chagall voy pisando nubes y no asfalto.

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El cielo y yo

Vuelo‌ y mientras vuelo, detrĂĄs de esa gran masa azul oscura, se produce el milagro: LQĂ€QLWRV DVWURV HVWiQ UHJLGRV SRU OH\HV LQH[SXJQDEOHV \ OR TXH HUD VROHGDG SDUD PL SDVD D VHU una compaùía de luces y fuegos (planetas, satĂŠlites, estrellas, cometas, meteoros, con nombres propios que me son imposibles recordar) Este cielo es el cielo de mi barrio. TambiĂŠn es el cielo del mundo. Y tan grande es la emociĂłn que me transmite que lo siento mĂ­o. Entonces sigo en vuelo, arrebatando cosas -por decir cosas- que la noche se empeĂąa en poner lejos de mi alcance. Este cielo tiene esas cosas que me hacen falta, pero que no son precisamente personas. Cuando las personas mueren se dice que KDQ LGR DO FLHOR 1R HVWR\ VHJXUR QR HV IiFLO DĂ€UPDU TXH FXDQGR PRULPRV QRV YDPRV D DOJ~Q lado‌ es una a cuestiĂłn de creer. Hablo de cosas. Hablo desde la ignorancia que me lleva a estar inseguro, encervezado, sĂ­, bien dicho, encervezado, volando por los aires tratando de alcanzarlas. Por eso le quiero robar a la noche tan solo un poco de nostalgia. Ella cabalga por el cielo montada en la inspiraciĂłn que alguna vez fue mĂ­a. Por eso vuelo tras ella. Y no pienso volver, no quiero volver. Quiero dejar de ser ese hombre oscuro, desangelado, parado en la calle mirando el cielo. Volando soy hombre de luz, fuego vivo en la inmensidad de la noche. Volando por el cielo. El cielo de mi barrio, del cual descenderĂŠ con la esperanza en los bolsillos.

Alfredo Díaz – agosto 2011

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Daniel Mancilla

Yo soy Soy Daniel Mancilla, de Rosario, Santa Fé. El narcotráfico, los narcoadictos, la sociedad permisiva y gobiernos incapaces y cómplices, me mataron. En el Centro de Integración Monteagudo he resucitado un poco, que ya es demasiado. Gracias por esto.

El sueño de Alberto A

lberto se acostó luego de ver la tele y se durmió profundamente. Se sobresaltó: una claridad lo enceguecía. Pensó que hacía diez minutos que se había dormido. Trató de despabilarse y mientras tanto no podía creer lo que estaba viendo. - ¿Qué es esto?- se preguntó Alberto, que HVWDED ÁRWDQGR HQ XQ W~QHO LOXPLQDGR - Bienvenido, hijo mío- le dijo una voz, y Alberto preguntó al aire si le hablaban a él. - ¡Sí, Alberto, es a vos a quien te hablo! Bienvenido a mi Reino. - Pero, ¿dónde estoy? - Soy tu Dios, ese en el que siempre creíste - ¿Dios… Dios? Pero no puede ser, si yo no estoy muerto, sólo estaba durmiendo. - Hijo mío, debes sentirte feliz de haber sido elegido para compartir mi morada. Además, no están muertos todos aquellos a quienes llamo. - ¡Pero…Dios! ¡vos no me podés hacer esto! Apenas tengo cincuenta años…estoy en lo mejor de mi vida… claro, a no ser

por la Gorda…pero bueno, eso es pasable… - Hijo mío, ¿me estás diciendo que no quieres estar con tu señor? - Bueno… no, no…bueno, sí… ¡sí, quiero! Pero lo que quiero decir es que no estoy preparado para esto - ¡Desagradecido!, me hacés saltar lágrimas de la tristeza que me provocás. Alberto sintió como las lágrimas de Dios saltaron y golpearon su cara violentamente. Alberto estaba todo mojado. Pasó sus manos por la cara que chorreaba agua…del vaso que su mujer –la Gorda- le había tirado. - ¡Despertate, tarado, que tenés que ir a laburar! ¿Cuántas veces te dije que no te quedés hasta tarde mirando la tele?! - Pero…. ¿Y Dios…? - balbució Alberto - Pero que Dios ni Dios, levantate y andá a laburar que si no te van a hechar a la mierda. ¡Y no estás para estar buscando trabajo a tu edad! ¿Qué tendrá que ver Dios con todo esto? - dijo la Gorda para sí. Alberto no entendía nada. Metió los pies en las chancletas y se quedó pensativo… ¿para qué me habrá llamado Dios? Daniel Mancilla – mayo 212

Foto: Nazareno Ausa - Coop. En la Vuelta

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IpĂ­as

Yo soy J osĂŠ Mar Ă­a, procu padre de rador en un derecho, esposa m hijo (AgustĂ­n). Tengo u uy bonit na a.

Yo soy el comandante intergalåctico Ipías, de la nave espacial Kalubión. Estoy en una misión espacial en Monteagudo 435. A mis compaùeros los estoy estudiando para el bien de la humaQLGDG (Q PL QDYH ODV QLxDV ODV HVWXGLR HVSHFLDOPHQWH 8QD QLxD HQ HVSHFLDO OD &LHQWtÀFD PH ayuda para no volcar. Estoy en la Tierra desde hace tres meses, vengo de Ipilandia. Mi nave reposa en la terraza del Monteagudo.

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Yo soy

JosĂŠ Ma rĂ­a Pujato

/D &LHQWtÀFD HV PX\ KHUPRVD QRV HVWXGLDPRV PXWXDPHQWH /D YR\ D KLSQRWL]DU \ OXHJR OD &LHQWtÀFD PH YD D HVWXGLDU /D SULPHUD PLVLyQ HV FRQRFHUQRV H LU D FHQDU (CONTINUARà ...) JosÊ María Pujato - mayo 2012

ESTUDIO JURIDICO PREVISIONAL DI FRANCO & ASOCIADOS Lavalle 1768 3Âş 34, C.A.B.A. - Tel 4373-7598 Lunes 15 a 18 hs. Entre RĂ­os 694, Quilmes - Tel 4254-2928 Martes y Jueves 15 a 18 hs. E-mail: estudiodifranco@gmail.com

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TALLER DE FOTOGRAFÍA ESTENOPEICA

Bienvenidos al nuevo taller de Fotografía Estenopeica. En esta nueva, Mario, el profe, cuenta cómo es este tipo de fotografía, muestra las fotos realizadas por los compañeros que asisten al taller y nos enseña cómo construir una cámara.

En el mes de mayo del corriente año empezaron las clases en el Centro de Integración Monteagudo, de un día para el otro comenzaron a aparecer cartonés, latas, herramientas, químicos, pero fundamentalmente entusiasmo y ganas de aprender esta técnica, por parte de los integrantes del taller. Para estas primeras tomas que aquí presentamos, quienes Integramos el taller, Claudio Alejandro Sitges, Rubén Oundjian, Daniel Mancilla, José Caro, Gerardo, Mario Lazo Toledo y Tuqui, (hasta poder fabricar nuestras propias cámaras fotográficas), utilizamos la “Luka 155” cámara diseñada y construida por los alumnos de la Escuela Hospitalaria Nº 2 “Juan P. Garrahan”, con el único fin de demostrar cómo funciona una cámara estenopeica y las mismas fueron expuestas en la última Peña de “La Asamblea de Villa Urquiza”. Los invitamos a participar del taller y en el caso de tener y no utilizar más , donar cualquier material fotográfico , en el estado en que se encuentre, el cual será muy bienvenido.

Foto: Un Esprinter de Mercedes Benz, modelo 2009 con chasis y duales en la parte trasera. Color roja. Autor: Ruben Oundjian. Descripción: Apoyé la cámara estenopeica sobre una silla de madera y la sostuve con mi mano derecha, consiguiendo la mejor toma que pude apreciar.

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Foto: Sin titulo Autor: Daniel Mancilla DescripciĂłn: Sin datos Hora de la toma y tiempo de exposiciĂłn: A las 11:30, con un dĂ­a soleado y un minuto de exposiciĂłn.

Foto: JosĂŠ Autor: Tuqui DescripciĂłn: Sin datos Hora de la toma y tiempo de exposiciĂłn: Sin datos

TALLER DE FOTOGRAFĂ?A ESTENOPEICA

Ă­genes de la e remite a los or qu ia ar en nt ce oscuras cnica Ă­as con cĂĄmaras peica es una tĂŠ af no gr te to es fo Ă­a de af n gr tenciĂł PLQDGR “La foto R RULĂ€FLR GHQR incipios en la ob Hx pr s TX su SH Q sa X ba RQ y F fotografĂ­a HVWRV VXVWLWXLGRV . OHQWHV VLHQGR GH Q a, estenopeicaâ€? FH ic UH cn FD tĂŠ H la TX de e br m no al deriva el estenopo del cu

Foto: Parque Ameghino. Autor: Claudio Alejandro Sitges DescripciĂłn: Tome la fotografĂ­a con la lata “que es la cĂĄmaraâ€? y la apoye sobre la columna del mĂĄstil de una bandera. Hora de la toma y tiempo de exposiciĂłn: A las 14:00, con un dĂ­a soleado y un minuto y treinta de exposiciĂłn.

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OTRAS VOCES

Otras voces es un espacio de expresión para todos los hombres que viven en el Centro de Integraciòn Monteagudo. No hay control, no hay selección. Sólo pura expresión.

Yo soy

Andrea Cannone

Soy italiano, m i no y tengo 55 aĂąos mbre es Andrea . A los 9 perdĂ­ a padre, me criĂł mi madre. Y yo mi despuĂŠs cuidĂŠ de nos cuando mi mis dos hermam EmpecĂŠ a trabaj adre trabajaba. ar a los 14 para pagarme los es tudios. Y ahora soy profesor de filo so Vine a la argent fĂ­a y letras. in nes de la vida pe a y por situaciordĂ­ todo, y me encontrĂŠ en la calle con una depresiĂłn trem en encontrĂŠ conten da. En el hogar ci dignidad. Desap Ăłn, y recobrĂŠ la areciĂł la depresiĂłn y ahora te ngo proyectos para salir de esta situ aciĂłn.

Manual de ejercicios y meditaciones Por Andrea Cannone

IntroducciĂłn. Este manual contiene toda la informaciĂłn necesaria para poder recordar y practicar correctamente los ejercicios del Seminario de Potenciamiento y LiberaciĂłn Mental, a travĂŠs del MĂŠtodo Cannone. El mĂŠtodo Cannone ha sido concebido despuĂŠs de treinta y cinco aĂąos de estudio, y experimentaciĂłn vivenciada en la India, Tibet, Alemania, Italia, y Estados Unidos. La informaciĂłn y las prĂĄcticas provienen de tĂŠcnicas descubiertas hace dos mil seiscientos aĂąos. La elecciĂłn de los ejercicios fue dictada por el concepto de comprobaciĂłn, es decir, que solo fueron considerados aquellos ejercicios y mĂŠtodos que demostraron su real HIHFWLYLGDG )XHURQ UHYLVDGRV VLPSOLĂ€FDGRV \ DGDSWDGRV para todo tipo de cultura y nivel de educaciĂłn. Se eligiĂł solo lo que es en verdad demostrable, sin espacio para la duda.

Foto: Walter Sangroni

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/D Ă€QDOLGDG GH HVWH VHPLQDULR HV OD GH UHRUJDQL]DU la mente, liberarla del inconsciente y subconsciente, y asĂ­ obtener una capacidad mental superior (que serĂ­a lo natural si la mente no fuese tan desordenada y mĂĄs aĂşn, condicionada). Conseguir claridad y orden mental permitirĂĄ alcanzar logros hasta ahora solo soĂąados. La claridad de la verdad reencontrada, y el descubrimiento de “El Que Sabeâ€? (la energĂ­a vital pura que todo lo comprende), proporcionarĂĄ la capacidad de no cometer mĂĄs errores. La PHQWH SXULĂ€FDGD SHUPLWLUi KDFHU PLODJURV


Ejercicio de meditaciĂłn Nro. 2

publ

i-

“Conectar mente y corazĂłnâ€? mos a raciĂłn por unos minutos y asĂ­ nos preparare Se comenzarĂĄ concentrĂĄndose en la respi HQWUD RV \ KDODP XH LQ VFR T V D Ă€MDUQRV HQ HO DLUH IUH YLVXDOL]DU 6H FHUUDUiQ ORV RMRV (PSH]DUHPR que exhalamos. en las narices, y el aire mĂĄs tibio y hĂşmedo que que se inhala como si fuera una neblina azul El segundo paso es el de visualizar el aire y rido recor su en dolo tocĂĄn Ăłn, y que rodea al coraz entra en la nariz, que baja por la garganta, inspi que bir perci a s vamo rosa. Conseguido esto, volviendo a salir transformado en neblina ciĂłn se aremos asĂ­ unos instantes para que la sensa qued Nos . ramos paz y que exhalamos amor Ă XLU OD GHMD XQR RU VL GLItFLO H[SHULPHQWDU SD] \ DP FRQFUHWH \ SDUD TXH OD PHQWH QRV VLJD 1R HV UPLVR HQHUJtD TXH VH PDQLĂ€HVWD ÂŁ+D\ TXH GDUVH SH expande a y sentiremos cĂłmo se calienta y cĂłmo se Luego, nos concentraremos en el corazĂłn cada respiraciĂłn. siempre ra en ese mismo corazĂłn y que se amplia Visualizaremos un aura dorada que se gene nuarĂĄ en un abrazo de amor. El aura dorada conti mĂĄs hasta tocar lo presente y envolvernos todo el amor de ir cubr a ndo paredes de la sala, llega aumentando de tamaĂąo y transpasarĂĄ las erso. univ o enter el ar abraz a r ta entera, hasta llega barrio, toda la ciudad, el continente, el plane HQ D YHUi LDQRV FULVW /RV QWDFLyQ GHO DPRU LQĂ€QLWR $OOt HQ HO LQĂ€QLWR VH HQFRQWUDUi OD UHSUHVH Ă­a energ pura , ateos Los h. , los musulmanes a Halla sĂşs, los budistas a Cherzin o Avalokitesvare de amor y misericordia universal. en noso-sin pena o lĂĄstima-, y amor permanecerĂĄ Esta energĂ­a de misericordia, compasiĂłn taciones. tros para ayudarnos en las siguientes medi al eremos a apartarnos de ella y regresaremos DespuĂŠs de experimentar esta energĂ­a, volv suios camb los do rvan obse os la sala. Y respirarem universo, al planeta, al continente... hasta en iĂłn atenc la s remo entra conc , nuevo y por un ratito cedidos en nosotros mismos. DespuĂŠs, de ojos. nuestras narices y lentamente abriremos los Por Ăşltimo, nos estrecharemos en un gran

OTRAS VOCES

Cont in cado uaciĂłn d e anter iorm l ejercici o Nr ente o. 1

abrazo.

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OTRAS VOCES

Ejercicio de meditación Nro. 3

“La concentración en partes del cuerpo

(agilidad mental)”

mos ración por unos minutos y así nos preparare Se comenzará concentrándose en la respi de ado para que la mente adquiera la capacidad para visualizar. El siguiente trabajo fue diseñ HV HO GH R (VWRV SXQWRV YDULDUiQ UiSLGDPHQWH (O ÀQ FRQFHQWUDUVH HQ GLIHUHQWHV SXQWRV GHO FXHUS idad. pensamientos que se mueven a gran veloc conseguir una rápida atención en cosas y ués, nos concentraremos en la respiración. Desp Como siempre, primero nos relajaremos y vos área del tamaño de una moneda de diez centa nos concentraremos en la fontanela. En un frío, o allí: puede ser presión, cosquilleo, calor, investigaremos la sensación que se generá cualquier otra sensación, o ninguna. palmas ción, y pasaremos a concentrarnos en las Observaremos y recordaremos a esta sensa tigación y la memorización. de las manos. Y entonces repetiremos la inves os a la ndonos en las plantas de los pies. Volverem Después haremos lo mismo pero concentrá igual. ó qued o ió observaremos si la sensación camb fontanela con la máxima concentración y siempre diferente, es decir: pies, fontanela, El orden de los puntos de concentración será rápido, s, fontanela. De esta forma y siempre más manos – manos, fontanela, pies - pies, mano y emos celar desa sarse. A los 15 o 20 minutos hasta las posibilidades de cada uno, sin estre inar el ejercicio. volveremos a la respiración para así term

Pensamientos

Por Claudio Sitjes

Tratá de hacer lo mejor que puedas y/o te salga... ...más con una primera condición: no trates nunca de esperar un reconocimiento; ni pensar que todos necesitamos un agradecimiento; que todos necesitamos una recompensa (llámese monetaria, intelectual o espiritual) Eso llega solo y a su debido tiempo; jamás lo olvides.

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L

o importante es el cielo.

Estoy tan convencido que lo repito una y otra vez. A decir verdad, lo que vale es lo que me conduce hacia Êl. Lo demås no interesa. En el cielo, no hay reuniones solemnes, SRPSRVDV FRPR HVDV ÀHVWDV GRQGH WRGR HV etiqueta, protocolo, aristocracia, donde los convidados deben hacer lo posible para no bostezar y dormirse. 0L FLHOR HV XQ OXJDU GRQGH KD\ XQD ÀHVWD eterna, donde todos se conocen, se ayudan y se aman sin decepciones y aburrimientos. (Q ÀQ HQ HO FLHOR VLHPSUH HV QDYLGDG Quienes pueblan el cielo, vendrån a mi encuentro. No son como lo representa aquí en la tierra.

Por Alfredo DĂ­az

No estoy para nada interesado en convivir FRQ HVDV Ă€JXUDV HVWiWLFDV \ JLJDQWHV GH SHUcepciĂłn que nos sugieren las monumentales estatuas que hay en Roma. Tampoco estoy interesado de vivir en la eterna compaùía -ÂĄLeĂŠ bien! ÂĄEterna!- de los personajes melosos y derretidos que pululan desgraciadamente, gracias a la decadencia y comercializaciĂłn del arte sacro en la mayorĂ­a de nuestras iglesias.

OTRAS VOCES

El verdadero cielo

Menos me seduce la idea de vivir en compaùía de los monstruos del arte moderno, robots angulosos y agresivos, ausentes de todo calor humano. En el cielo, estoy seguro, voy a vivir con la buena gente del mundo, gente de carne y sangre. Gente como la gente. Mi cielo es este, mi cielo es asĂ­. Y es en el que yo pienso cuando repito como ahora: “Lo importante es el cieloâ€?.

Foto: Cecilia Anton - Coop. En la Vuelta

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OTRAS VOCES

Sobre el sentimiento

Por Alfredo DĂ­az

E

O DPRU QR HV SRU FLHUWR XQD HPRFLyQ FRQĂ LFWLYD VLQR XQD FDOLGDG GH HQHUJtD 3DUD VHU PiV SUHFLVR VH WUDWD GH XQD FDOLGDG GH LQWHUDFFLyQ (VD LQWHUDFFLyQ VH PDQLĂ€HVWD HQ WRGRV los planos, y es la ultima instancia la que posibilita la vida, lo que permite tanto que una cĂŠlula H[LVWD \ FRRSHUH FRQ RWUDÂŤ FRPR HQ OD GLPHQVLyQ PiV PDFURVFySLFD DTXHOOR D OR TXH VH UHĂ€HUH Goethe cuando expresa “He visto el amor que mueve el sol y las demĂĄs estrellasâ€? por mas lejana y opacada que parezca tambiĂŠn es posible reconocer esa esencia amorosa aun en las emociones mas profundas y percibir ademĂĄs las vicisitudes que dicha energĂ­a recorre para convertirse en la respuesta destructiva actual. Vicisitudes, frustraciones, desorganizaciĂłn, conclusiones equivocadas, confusiones equivocadas, hasta el aparente extravĂ­o de sĂ­ mismo. Cuando se encuentra el Amor donde parece no estar, es cuando se vuelve a cada emociĂłn en su sentido mĂĄs profundo.

Cuando duerme la ciudad

Por Diego Vivanco

Foto: Walter Sangroni

La ciudad dormida y ĂŠl anda aĂşn buscando un amigo que no se abra de piernas. Las patrullas no lo dejarĂĄn en paz, porque para eso allĂ­ estĂĄn. Reformatorios policiales son el sitio donde condenan al menor no reclamado. La sociedad lo adopta como hijo de puta, por eso escapa de la yuta cuando duerme la ciudad.

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OTRAS VOCES

UQR ies QÀH as L is p O H z m i G e n UHVR as d s ce UHJ on la s llag o H ' d a c en la bun aví tod antes ausea d e n as da hum l olor a sole ntasm e l fa con acío y ios y n v ir. o to viv del em rbana. regun a d o . e r ent vida u o me p amino ndiend n la re lc de ños sigo e oy ap a e t s c , e y a dos ás, o H e v sé que cansa d n s er m do sólo ojo ron v , s . y i Ho do m quisie s ojos fuego n e u a t o d Cu on or n elo í. dol aron c l, tu p e m d en razón. red ánge r n i t e a l co se de ara pezó a , es el c dí. tu per em e dijo o o l g de Al nm . don nto uie í. g é l ivir s e A av no pregu no. er o o m d Yo ? Si y o me mi ien é l ca prend n u e s Q o o a ¿ e añ , sig toy Hac de voy hoy es n e adó sé qu o l s. Só obo lL

Foto: Walter Sangroni

ge Án l e u Mig iejo l E V

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OTRAS VOCES

Un viaje increíble en globo Por Rubén Oundjian

E

l día 1 de diciembre del 2008, yo, Rubén, cumplía años.

Me trasladé de la ciudad de Tigre, en el colectivo Nº 721, hacia el golf Benavidez, porque allí se realizaban los viajes en globo. Recuerdo que el viaje costaba $ 280 y solo duraba cuarenta y cinco minutos. Al subir, lo hice con un poco de temor. Sólo subían al globo de a cuatro personas. Comenzó a elevarse. El piloto nos comentó que nos elevaríamos unos cien metros de altura. Se veía todo desde lo alto, se transformaba en miniatura. Pasamos por el NorDelta, que se veía semi pelado, porque no tenían arboles. Nos dirigimos al Rio Guazunambi, donde esta la pista de remo, que se inauguró en los años 1968, fuimos a Villa la Ñata y de paso apreciamos los tres lagartos que están cerca del Recreo Laura, que está en el margen derecho del Rio Lujan. Que hermoso ver todo eso. Vimos pasar el ferrocarril que se encaminaba para Escobar, parecía de juguete, para niños. Al descender pude ver al policía. A él lo conocía desde que era así de chiquitito.

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Foto: archivo


V

Por Leonardo Rojas

uelvo después de 25 años a Santiago del Estero.

Foto: Walter Sangroni

Me trae muchos recuerdos, de cuando los trenes trabajaban de vez en cuando. Esta vez viajé cómodo en tren de primera, con baños, mingitorios y hasta hay un bar adentro, donde te brindan ricas comidas. Por el mismo pasaje, un desayuno especial, un refrigerio buenísimo y una atención espectacular; en el bar te sentís en televisión, mozos que te sirven en la mesa, tenes una buena semi-cama, camarotes para poder descansar. El tiempo que lleva el tren, andando por las vías, ahora da ganas de viajar más seguido, pero eso no es lo mas importante para mi, sino la experiencia de la vida; que me tocó vivirla esta vez. Llegué muy contento a mi pago, fui recibido por mi tío, mis primos y un hermano que tengo allá. Mi compañero de colegio que ahora son músicos y viven de la música. Mi hermano vive de las cosechas del campo, la caza y la pesca. Estuve 20 días y me fue poco, porque está muy cambiado mi pueblo y doy gracias al Director Horacio Avila y sus colaboradores por haberme dado esa oportunidad, nunca me voy a olvidar de este 2012 y de Proyecto 7, que es una organización donde no se discrimina a la gente sino que lo dejan vivir tranquilo. A esa gente les tengo mucho respeto y cariño y agradezco mucho más porque pude ver mi casa cuando pueda daré otra vuelta a Santiago con mas ganas de vivir, porque pienso poner mi propio negocio, que es la gastronomía. Yo sé que mi sueño se va a hacer realidad, porque lo principal ya lo tengo, que es mi casa y doy gracias y mil gracias a Proyecto 7, al director Horacio Avila y sus colaboradores.

OTRAS VOCES

Mi sueño (carta)

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TALLER DE DIBUJO Y PINTURA

Bienvenidos al Taller de Dibujo y Pintura, un nuevo espacio de trabajo en el Monteagudo. Aquí mostramos los trabajos de los alumnos que asisten al taller de Vicente, pintor, que además de enseñar técnicas de dibujo y pintura, los acompaña a los muchachos a muestras y museos.

El dibujo es una de las formas más antiguas y directas de expresión de las personas, es a través de él que uno puede completar la realización de lo no conocido ni por nosotros mismos y suplir en alguna medida nuestras falencias aquellas que el sistema se encarga tan eficazmente de proporcionarnos... A través de él se abren espacios y situaciones placenteras y no tanto cuando tocamos aristas de vivencias traumáticas o dolorosas, pero así todo nos acercan siempre a nosotros mismos, nos da la oportunidad de vernos contemplarnos y reflexionar... nos enfrenta con el misterio de la hoja en blanco que no es más que nuestra necesidad oculta, nuestro deseo no realizado, por eso es importante darnos la oportunidad. La propuesta de este taller es comenzar a deconstruir la información bancaria que nos deposita el sistema introyectando tal vez necesidades no queridas y comenzar a construir nuestra propia realidad, nuestro propio deseo. Por eso tratamos de comenzar por el esqueleto, soporte de nuestro cuerpo, de nuestra realidad material, para luego en forma constructiva y contundente poder expresarnos y tener la capacidad de elegir lo que se quiere decir y cómo elegimos decirlo; poder trascender el deseo de inmortalidad a través de la obra. Vicente Stupia

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TALLER DE DIBUJO Y PINTURA


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TALLER DE DIBUJO Y PINTURA


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TALLER DE DIBUJO Y PINTURA


VARIETÉ

Vale todo . Todos ca en.

HUMOR Por “El Divino” y “Califa”

A Macri lo llaman sirulaxia, porque el que lo toma seguro que caga. tre

mino en

un ca gallego

para un ¿qué es rtas? dos pue . berinto -‐ un la

escrito sobre un pupitre: a la luz de un fósforo apagado el ciego leía, el sordo escuchaba lo que el mudo decía el paralítico corría porque el manco le pegaba y el muerto se quejaba de los ruidos que no había.

samuel sube a la terraza de un edificio para arreglar la antena. se tropieza y se cae al vacío. rebeca sale a socorrerlo, lo abraza al moribundo que responde: -‐ ¡rebeca, rebeca! -‐ si samuel -‐ ¡esta noche poné un plato menos!

-‐ samuel ¿te mudaste? -‐ si, me fui a la avenida juan B. justo 1520, pero para vos 1515. 42

en el a b m o ab ocó un rio local. l o c e s te chos cemen ue hay mu q sume se pre muertos.


n niño a para u n u c e d canción la teta que pide de la mañana: s a las tre mi niño arrorró sol mi arrorró ertés sp d no me e favor or te pido p mi nene arrorró sol mi arrorró s a llorar ce no empie és que sos? cre ¿qué te mi nene arrorró sol mi arrorró rebién e m escucha . or diós.. te juro p r s a llora la gana a v i s e u e q o se te d vanto m o c o t n ta e le e esas m tana. d a n u en en por la v o ir t e t y

VARIETÉ

¿cual es el día del gallego? -‐ el día meno s pensado.

e: da y dic n ie t a a a un lón go entr oncillo de tef e peguen e l l a g un os alz a que n ito un c -‐ neces teflón es par el -‐ pero vo uiero! los hue so es lo que q ¡e -‐ ¡eso!

¿qué es para un gallego un cálculo infinito? -‐ lo que hace cuando le preguntan la hora.

CUÁNTOS ARGENTINOS SE NECESITAN PARA CAMBIAR UNA LAMPARITA? -‐ 101. UNO SUBE A CAMBIAR LA LAMPARITA Y LOS OTROS 100 HACEN EL ASADO.

-‐se produjo un atentado contra el centro gallego -‐ ¿una bomba? -‐ no, una biblioteca.

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COCINA

Henry

HIDROCOS

S.R.L.

Hidrolavadoras

Hombres

España 108 CP 1648 Tigre, Buenos Aires

A. Jonte 4958

Tel.: 4749-8398 / 4731-1855

4566-1518

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Esta cuarta edición es de mil ejemplares y apostamos a un futuro cada vez más numeroso. Si usted o su comercio desean publicitar en Nunca es Tarde, no tiene más que enviarnos un email con sus datos a: revistanuncaestarde@gmail.com y nos comunicaremos con uted. 44




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