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LA FILMOTECA

Bardo… un ensayo personal muy onírico

Milka IBÁÑEZ*

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Bardo, Falsa Crónica de unas Cuantas Verdades, del director mexicano y miembro de los tres compadres, Alejandro G. Iñárritu, la estrenó en el reciente Festival de Cine de Venecia, como función inaugural en el Festival de Cine de Morelia, por lo que desde entonces se vino una ola de comentarios y críticas hacia la película. Para variar, la gente que se encontraba en el centro del país y ciudades más grandes nos daba su opinión en redes, con lo que en lo personal entré en desesperación que en Oaxaca no tuvo o tuvo poquísimas funciones y me negaba a esperar a verla en Netflix, porque hubo tanto chisme y revuelo desde su rodaje hasta su estreno que no me pude permitir no verla en pantalla grande. Así que en contra de mis principios y mi neura me fui a CDMX a una sala vip en domingo, sí, esas salas caras que hacen creer que tenemos un mesero en la sala, por lo que la mayoría de las veces la gente termina viendo tiktok mientras corre la película, pero bueno fuera de mis tics nerviosos y a pesar de los meseros que pasaban, pasaban y pasaban me acomodé a disfrutarla.

Vamos al grano, esta película nos habla de un repudiado y a la vez admirado periodista/ documentalista mexicano, el cual ha triunfado en el extranjero y tiene que regresar a México a recibir un premio por su trayectoria, por lo que se enfrenta con tres cosas, la gente que lo admira, lo alaba, se le pone de tapete o la gente que le reclama, lo envidia, así como el choque cultural de una familia mexicana que ha vivido y crecido en los Estados Unidos, más el encuentro con su pasado. Esto nos los cuenta desde un mundo fantástico, sarcástico que proviene del protagonista.

Ya que tocamos el tema de las actuaciones, son maravillosas, pero Daniel Giménez Cacho está brutal, maneja distintos tonos de manera natural, la farsa le queda genial y la explota al máximo, siempre ha sido un gran actor, pero en esta ocasión se voló la barda. Asimismo, el diseño de producción de Eugenio Caballero, nuevamente es sorprendente, inserta en la realidad el sueño de forma tan sutil que le hace honor a sus Óscares y esperemos otro más en camino.

Sin duda, una película que hay que ver en pantalla grande, no estoy diciendo que si no la vieron en cine no lo hagan en Netflix, pero uno de sus valores es lo visual, la fotografía, los escenarios, los efectos son para darse un deleite en pantallota. Ahora bien, mientras iban pasando las situaciones en la película, iba reflexionando sobre cada una, sin duda, es una crítica ruda a nuestra cultura y hacia la cultura de Estados Unidos, hacía el malichismo que nos tenemos a veces y que tenemos hacia otros, si bien de pronto estas historias no terminan de cerrar del todo, no fue algo que me molestará, la disfruté, caché dos tres bromas que van por el mundo del cine, eso sí a veces mi pensamiento iba en que el ganador por el mejor argumento de esta película es el psicoanalista de Iñárritu, ya que sin duda es un ensayo sobre su propia vida y su éxito, a veces parece una crítica a sí mismo, pero otras me parecía un reclamo a los otros. ¿Me gusto, no me gusto? La verdad eso no tiene ninguna importancia, el cine para juzgarlo personalmente hay que verlo, el arte hay que sentirlo y cada quién sacará su propia conclusión, en lo personal les invito a que corran a ver Bardo, Falsa Crónica de unas Cuántas Verdades en cine y luego hacer el ejercicio de verla en Netflix, donde estrenará el 16 de diciembre, de esta forma podremos tener distintas visiones de una misma película en distintas pantallas.

Por cierto, muchas felicidades a todo el gremio cinematográfico mexicano que fue parte de esta película con grandes retos de producción, ustedes son los que la hicieron posible y se deben llevar los mayores aplausos.

*Comunicación y Relaciones Públicas. Directora General 24 Risas por Segundo, Festival de Cine y Comedia.