La Voz De Dios, Cindy Jacobs

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37 Iglesia, y se relaciona con la afirmación de dar honra a padre y madre, como muestra Efesios 6.1-3. Es interesante cómo podemos estar informados de algunos aspectos, y sin embargo no entender otros principios divinos. Crecí en un hogar basado fuertemente en el evangelio. No obstante, se entrelazaron ciertas raíces en mi herencia que me afectaron y que tenían también un gran potencial para corromper el mensaje profético que más tarde entregaría. Como mencioné antes, parecía que «sabía» cosas en la edad temprana. Muchos de esos mensajes proféticos me fueron enviados por el Señor. A medida que maduraba me llegaban, provenientes de mis antepasados, otros aspectos oscuros que empezaron a involucrarme más en los poderes síquicos. Vinieron mayormente por el lado paterno de la familia. En efecto, acostumbrábamos bromear acerca de la percepción extrasensorial y de cómo a veces podemos decir lo que otros piensan. Leía mi horóscopo en el periódico y no pensaba nada de él. Más tarde leí Deuteronomio 4.15-19, que establece claramente que eso es prohibido, porque la raíz de la astrología es la adoración a las estrellas. Esto es brujería (véase 2 Reyes 17.16, 17). Durante el tiempo en que estaba en la universidad comencé a jugar con el control mental, intentando leer las mentes de los demás. ¡Imagínese que esto sucedía en una universidad cristiana en la que iba regularmente a la capilla y tomaba clases bíblicas! Sin embargo, ninguno de nuestros profesores hablaba sobre la brujería o sobre las iniquidades generacionales de lo oculto. Las cosas avanzaron hasta tal punto que un amigo de mi padre me dijo que en realidad llegaría a ser una gran médium. ¡Claro, yo difícilmente sabía lo que esa palabra significaba! John y Paula Sandford declaran en The Elijah Task: «Alguien cuya familia tenga una historia de participación en el ocultismo puede tener grandes dificultades, aun cuando dicha participación haya terminado en las dos o tres generaciones anteriores». Continúan citando a Hobart Freeman, en la página 28 de su libro ¿Angels of light? (¿Ángeles de luz?): En muchas ocasiones la clarividencia y otros poderes síquicos aparecen como consecuencia de la participación oculta, generalmente en la segunda y tercera generaciones. Por ejemplo, Edgar Cayce, cuyo abuelo fue buscador de agua con vara de zahorí, mostró evidencia de sujeción oculta a temprana edad, relacionando varias experiencias síquicas y de clarividencia. A menudo se desarrollan de esta manera poderosos médiums, dando como resultado lo que se podría denominar «herencia síquica». Como consecuencia de los pecados de ocultismo de padres o abuelos, con frecuencia se ven en los descendientes defectos de personalidad y de carácter en forma de depresiones mórbidas, temperamento violento, irresponsabilidad, inmoralidad, temores crónicos, histeria, gnosticismo y ateísmo, odio, enfermedad persistente, conducta imprevisible y muchas otras anormalidades.

EL PECADO GENERACIONAL El temor y la preocupación eran otras fortalezas generacionales en mi propia vida. Tuve que ocuparme de ellas antes de que siquiera pudiera servir totalmente a Dios. Hablo de estas fortalezas y de cómo Dios me liberó de ellas en el capítulo titulado «El destronamiento de las fortalezas reinantes», el cual escribí para el libro Women of Prayer: Released to the Nations | Mujeres de oración: Liberadas para las naciones] (Aglow Publications).


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