Bocetos de realidad

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BOCETOS DE REALIDAD AURELIO NINANDII


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© Aurelio Ninandii 2011 ©

Literuptura Ediciones. 2011

Esta obra está bajo una licencia Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5. Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.


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BOCETOS DE REALIDAD AURELIO NINANDII


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Un libro demasiado sincero

No hay, en esta poesía, ningún afán de buscar una forma trascendental del verso, ni siquiera una mancha de las formas experimentales que Aurelio Ninandii acostumbra esbozar. Pero hay una sinceridad apabullante, una sensibilidad que filtra la realidad que percibimos bajo la lente del boceto, la apenas sistematización de lo que se percibe del mundo tras el velo de la construcción poética. El poeta escapa a la tradición del pueblo zapoteco del que alguna vez formó parte: Juchitán, (Oaxaca, México) y de las raíces mixtecas que le heredó su madre, el poeta se convierte en un caso aparte en un pueblo con miras hacia lo folklórico, su mundo no es el mundo que lo rodea, su mundo es el que ve personalísimamente. Jugando con un lenguaje que en ocasiones se revela ligero al grado de volverse metafísico y que en ocasiones cae con fuerza para recordarnos el peso de la existencia, hasta valiéndose de algunos recursos de naturaleza fonética como cuando dice “tu cuerpo/ de suspiros está dividido./ No se distribuyen los tornillos de la vida que quería (yo ver-llover)/ para verte (beberte)”, Ninandii logra hacernos sentir el peso de una existencia no mutilada, no maldita, simplemente reveladora y por ende cruel, mezclando imágenes que rozan las esferas de lo ritualístico, lo ceremonial y lo mitológico: “La fortuna: esa puta azarosa se desencarna. /Los ángeles vuelan como cuervos, devorando la sigilosa vida”. Hay en este libro, la sensación de recibir por medio de las letras la visión de un sueño colectivo. Cada sueño es un mitema diría Levi-Strauss, cada mitema es un poema. Así encontramos en cada composición la condición del ser desgarrado por la ignorancia de su posición universal, no por su tiempo, no por su sociedad, sino por su condición humana: “el café se lava el sueño/y este pedazo de carne, /este pedazo de vulva,/ este pedazo de verga,/esta parte tan hipócrita/Se grita y revuelca por volverse una esperanza”. La naturaleza como una entidad que por parecer fija se nos revela atractiva pero infame, el mar como el gran cementerio de los recuerdos, un mar que el poeta se empeña en creer que puede, sin embargo, manejar a su antojo mediante el dominio metafísico de las olas, “Una tras otra acomodo las olas”, nos dice el poeta, que en su extravío se ve capaz de controlar


9 al mundo, de hacer de la realidad un boceto “La realidad se dobla y se guarda/en un papel arrugado con olor narcótico”. Estos poemas tienen, quizás, un único mérito, ser verdaderos, auténticos, sin más pretensiones estéticas que la creación como medio para alcanzar lo sublime y con una fina habilidad para la recreación de imágenes mentales. Bocetos de realidad es, como su nombre lo indica, un trabajo que coloca al poeta bajo la luz de una consciencia que le permite ver que todo poema, no es más que un esbozo, no es más que un estruendoso suspiro exhalado a la mitad de lo tangible y lo intangible: “Temblando de sudor frente al espejo/sólo

pinturas

estancadas/repletas de fantasmas/Porque desaparecen cuando todos despertamos”. Lite-ruptura 2011


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エスケープ(escape)

En la penumbra del dolor la obsesiva tristeza congela el pánico de esta soledad aguda y enfermiza. No... no, no me permitas avanzar al amanecer, cuando el insomnio llega a tus pies de sueño ligero. Los deseos fracturados, agrietados, que llevan a ese despertar agobiado por tu ausencia se ocultan..... “se baja el talón”.

-El paso caótico de la destrucción es tan sensual-

Te seguiré por este boceto de realidad (a veces bosque, a veces ciudad, a veces nada), seguiré la luz que dispersa la penumbra Buscando el vientre de los sueños, olvidando los desvíos y encontrando los recuerdos llenos de separaciones.


11 II

Nos extrañamos a través de las palmeras, vemos el mundo seco de llorarnos tanto. Sudamos de par en par para extinguirnos y ser contenedores de otras sangres, cubos, cajas, sólo estampas de cuerpos ligeros. Nos damos a la vida como momentos sarcásticos, formando el imprudente cielo color de madrugada alcohólica.


12 III

¡Todos sobramos en este mundo! Calma, calma… Poseído

bebido

siempre omiso e irreal -el cristal destruye otros ojosUn final sin fantasía desconectando todo bruscamente.


13 IV

Que si tú Que si yo Que si yo – no puedo negarloSon las únicas siluetas que llueven, y levantan las cortinas de esta casa. Temblando de sudor frente al espejo. sólo

pinturas estancadas

repletas de fantasmas. Porque desaparecen cuando todos despertamos.


14 V

El agua sucia sigue corriendo por el bebedero, levantando cenizas, persiguiendo al sol, recorriendo el fijismo de la naturaleza. El torrencial brote del amor, carnoso y siempre dispuesto.

Vulgaridades obscenas que se desvisten en tu pie, se resbalan sin cuerpo libres para mezclarse eternamente.


15 Viaje preludio

Teléfonos que vagan, cambian de posición, lejos, cerca, en todos lados, bendiciones inalcanzables y ruidos atronadores. Ven devuelve el mundo entre suspiros, crea el torrente, baña la distancia, márcame cuando llegues ha "dios".


16 VII

El tiempo nos mata y no hacemos nada, morimos al atardecer cada día, la dolorosa ira se impregna de sueños y numerosos viajes, desde el fondo de una vida extraviada puedo contemplarte. Soy la imagen detrás del espejo, sólo una vida sin sentido. Las ceremonias pasan, son inevitables... son títeres del tiempo.


17 VIII

Sentada como una flor de puntas planas en medio del vaso. Sobre él se atraviesa la luz cristalina de unos párpados resecos. Alrededor y adentro estructuras plásticas, sólo FIGURAS MUTABLES que buscan la perfección.

Mujeres.

Los pies descalzos no son suficientes para atravesar el océano, la flor se encierra muchas veces en un cristal marchito despidiéndose de los brillantes nudos despejadores de la realidad.


18 IX

Un cielo azul, tan azul, sin vida. Sin una promesa en el horizonte, encerrando el significado de la desolación. La profunda inmensidad llena el vacío,

partículas de soledad se desvanecen en el aire. El silencio habla Aprovechando el cielo azul -CantaMarionetas mareadas con lágrimas en los ojos se cuelgan y se marchitan, como una lúgubre flor.


19 X

Así se nombran los sollozos. Con ojos hundidos en un lugar fijo, como una gota que trastorna la desesperación. La cortesía sólo son palabras, frases creadas que disfrazan nuestra naturaleza, ¿será que tenemos alma? ¿o nos empeñamos en tener una para alcanzar el cielo y temerle al infierno? Tal vez,

sólo

buscamos una,

-Las mejillas se enfríanLa vista esquizofrénica sigue paralítica. Una exhalación y después… La realidad se dobla y se guarda en un papel arrugado con olor narcótico.

para estar

completos.


20 XI

Enramada seca (Destino) Alambres torcidos. imposibles de podar. Con el alma negra, hiriente y el rojo del olvido atraviesas las fronteras y sigues un camino desahogado. La muerte Lindos ojos Hermosos labios Mi sue単o.


21 XII

La luna muerta sonríe sobre mis párpados, una escalofriante gota que cae frenéticamente de mi rostro. La cordura de mis pensamientos, la pócima que asimila mi cuerpo, esa solución sin nombre que me alucina totalmente, la siempre saciable saliva de tu acongojante boca que me devora noche tras noche Inyectando con esos dientes un tiempo más, cada vez más alargado de vida. ¿Cómo temerle ahora a la muerte? ¿Por qué hacerlo? Si su jugoso elixir caniválico que corre entre sus dientes, me ha vuelto a la vida para mantenerme fresco. Mi diosa sojuzgadora, mi dictadora de muerte. Soy un simple mortal a su antojo, el esclavo, el doloso ser de la penumbra.


22 XIII

Dadora del infierno que posa desnuda en sueños de astros fanáticamente tortuosos La visión: El teatro del bosque que amablemente espera porque la muerte aguarda y celebra, fantásticamente extasiada por el cuello-collar. Con el punto travieso ( el momento sarcástico) La vida se expira a convulsiones


23 XIV

Despavoridos pesares reclinan tumbas al infinito.

¡Un espanto eterno!

Religiosamente sarcástico, herejías de la vida,

sin paso, sin una espera valiosa. Naipes y criptas en coloridas de sorpresa. La fortuna: esa puta azarosa se desencarna. Los ángeles vuelan como cuervos, devorando la sigilosa vida. (Sacrilegio tuberculoso vital en la esperanza)

El espanto se aparece como devoto al silencio, destrozando las columnas, bebiendo el dolor serrando las fronteras, devorando vulvas cómodas en sangre y mezcal.

Un suspiro se agota nombrando la Arcadia de los sueños y pide pesos en los párpados para morir fuera del infierno.


24 XV

El amor se pierde entre palabras y mentiras. Algunas bebidas, sólo algunas, juegan con nuestras ilusiones, tentaciones desagradecidas que no pagan sueños de antaño nos aquejan en triunfos de placer. Con riquezas de mujeres desolando al corazón sin consejo y sin ayuda se termina confundido, perdido y sin sentido. Moviendo la calle se levanta el cielo.

El exilio a los espejos de hielo calcinado por la sobriedad pide un adiós con esos ojos turbios y malabareados por la fatiga de llevar siempre el presente.


25 XVI

Coges la tormenta para dormirte, la mรกs grande, la mรกs fuerte, la que no aplica reglas sobre ti. Buscas esos brazos para apagar el fuego Y devolver las rodillas. Refrescando la cortina de un abanico humeante, te mantienes inmรณvil hasta que termina.

Te duermes

se va

Despiertas presurosa en busca de otra

otra como ella donde se confundan sus lรกgrimas con tu lluvia.


26 XVII

Matices sociales. Se Menean Sensuales. Movimientos‌ Mentales sencillos Sin-la-bora-les Son de‌ Mentes Sexuales.


27 XVIII

Onomatopeyas insanas. Sables que rebanan mi frontera coherente, literalmente obscenos. (óigolos) Dedos de mantequilla que se funden en las pulcritudes del placer ante aquella que poseemos. Desterrándose del tiempo, velándose en el olvido nos violamos los labios. Anegando la logística llena de confusiones con inserciones de serenidad.


28 XIX

El calor desciende. El humo sale de todos los seres vivos atosigándose de pecados intracendibles. Finalmente pecados. Ponen el dedo una y otra vez sobre fantasmas, sombras bordes de conciencia. Aquí como en tantos lugares cierran las puertas de su contemplación. Enajenados los seres están. Están conformes con un mundo que los deshumaniza. Materializándolos, bloqueándoles las llaves del espíritu ¡Tajando los caminos! Aquellas fronteras de los mundos que no queremos comprender, tú ,tú, siempre el mismo de todas las ideas en este seno. De esta forma desaparecen todos sin dejar rastro, sólo chatarra que consideran historia.


29 XX

Apagose la luz, cerrose el ojo en los cielos, volcada la copa de vino se bebe. Distancias devorando al tiempo encierran monosĂ­labos y algunas despedidas.


30 XXI

Aprieta la altura nuevamente, la huella de la voz eterna en el eco. Sin percibir más allá de las montañas, te ves, vuelves al estado tremebundo amarga y desolada inspiración, contracción de luna, fina estirpe esclava ¡Véndeme! desbalija gota a gota cada una de estas palabras, encuentra el momento adecuado, oye el afuera , entiende que es cierto, que se siente el sufrimiento de este tiempo, tempestades padeciendo , pereciendo, viviendo en el coro de himnos despiadados.


31 XXII

AtaĂşdes rodean mi cabeza, colmillos mercenarios me enloquecen, me enferman, me embriagan. Fundamental es el misticismo olvidado de una idea, que destrozan en arranque de furia perpetuos futuros distantes, inalcanzables. El calor se desplaza, en el aire que percibo y hablo y conjuro. Exploto, me esparzo para formar parte de tu mundo. Que por un momento me capten tus sentidos.


32 XXIII

No tengo cuerpo, no puedo revelarme a mi naturaleza. No sé que soy. Me nombran sin conocerme, desconocen mi identidad, anómalo, aura de un problema, obstáculo. Sencillamente soy un síntoma de la historia. No se ha podido neutralizar la idea perversión intelectual, descomposición del espiritum.

Somos tan frágiles, la incertidumbre del alma nos carcome, el futuro, nos mata y el humo nos devora desde adentro hasta la nada.


33 XXIV

Mil y una historias conté por las noches, hablé de mí hasta asquearme. Manejé mis movimientos cuidadoso, desnudo, sincero. Mas, retumbas en mi memoria. Pregunto ¿Peso en ti, como tú en esta historia?


34 XXV

¿Y….? me pregunto. No hay manera de escapar, aquellos ojos que poseen, ese cuerpo de felina. Turbios recuerdos, inmensa, única transmutando movimientos en gloria.


35 XXVI

Una tras otra acomodo las olas. El sublime movimiento de la mar, el viento salpicando sal y brisa, la arena que se extendĂ­a recostada en la playa. Los distintos seres que componen este ambiente se mecen con las olas. que una tras otra llegan a la orilla, dejan su huella y se marean nuevamente. En la mar se pierden tantos sentimientos e ilusiones, son cementerios profundos y eternos destierros.


36 XXVII

El transcurrir del tiempo tan sublime, tardado y fugaz la forma en que estamos compuestos: pelusas salpicadas de sonidos. Seres extraños que componen este mundo. Toda la complejidad del paso del tiempo nos sumerge-en despertares constantes, despertares a abismos. ¡Ha! La muerte, el gran final, el gran momento de redención. Qué caballero más sutil, qué dama más precisa llegas y el presente desaparece.


37 XXVII

Intermedio. El Tiempo Que Interrumpió las enseñanzas, atreves del espejo en los surcos del simbolismo me encierro. Cabezas que se asoman, curiosas degolladas al abismo. Ensamble de partituras nuevamente al danzar el viento. Sigo las instrucciones y me deslizo, la misma historia alucinada reflejándose, este cruel cristal me aleja. Finalmente interrumpido el tiempo aprendí a desdoblarme a salir de esta ilusión.


38 XXIX

El mar Toqué, toqué Toque Toque ¿Toque? Sss.. to-que-e El mar pesadumbre El desierto tranquilidad en noches de luna El fuego se ajusta a tus medidas


39 XXX

Me ahogo, ahora te esconde en la luz. Te apagas, despiertas gestando desidia, trasladas el perfume de aldanza etĂŠrea. Al caer te extiendes y desplazas el tiempo, tonada a tonada, paso a paso, te hayas. Enfureces Solemne

a mi mayor

melodĂ­a EXQUISITA.


40 XXXI

Odio las mayúsculas y esa luz que proyectan al final de la oscuridad tocadas por el sonido descifrable, incontemplables y necesarias, son la palabra la

el

eso.

Aquello que me permite nombrarte. Sin

la

el

o cual

jamás te conocería.

La articulación del pensamiento y el deseo esa fusión(función) imperdonable de la materia y del ideal, de la encapsulación abrumadora del destino en un nombre con mayúsculas.


41 XXXII

Pensando en el deseo busco explicaciones para el odio, pensando en la hoguera exijo culpables en la razón y buscando encuentras. mas jamás satisfecha queda la imprudencia, atrás la razón se entierra, la titilante penumbra del error acecha con melodías -------funestas, silba la calle de orilla a orilla, las sombras mudas se revuelcan de placer y arden a la luz mientras odias. La inquisición ha llegado, un último suspiro dejó tras su paso, un deseo, un pensamiento y una sombra que antes se movía.


42 XXXIII

Ssssed por sed ser que bebe Ssssed por pensar en vino o en líquido Ssssed por no sesearse No sed de aquel que siempre sediento esta ¡Sed sólo por sed!


43 XXXIV

+ o queda la vida. Ajustada va -con tallas extras nunca regresavendedora de grandes ceros. Ajustada va.


44 XXXV

Una imagen: la figura de la perfección [R E I N A] Una melodía de fantasmas Uno, Dos,

Tres.

Sin vida, pasado, voluntad, sólo líneas que te conocen en el fondo de las manchas, solo una sonrisa. Me salve, me despierte llamando y lamentando el recuerdo de los fantasmas. La misión entre objeto y objetivo, el metal es frio, pesado, doloso y sólo un arma para desarmarme en ti.


45 XXVI

Se abrió en una nube, con la última gota de sonido se oscureció como una cicatriz desde tus labios hasta la punta de aquellos pies repletos de desiertos sin oasis. Pesados para volar, muy hábiles para estar hundidos, demasiados ciegos para distinguir los caminos, muy callados para saber amar muy fríos, muy tuyos, tan tuyos. TANTUYOS Cúmulos de agua pasada sobre la tierra.


46 XXXVII

Un basurero remolino de sonidos desechos insolubles en una garganta, mudesa helada, pordiosero insonable que pelea con el tiempo por las llagas de las horas ‌‌.. meses. Tiempo repleto de unidades, tiempo muerto, tiempo vivo. Supersticioso de sí mismo oxidante natural, inmaterial, impreciso, inmemorable. Sonido colapsado que rueda sobre una avenida desgarrada por basura sin tilde


47 XXXVIII

Esperando un minuto en particular las ondas de la arena juegan con mis pies que esperan siempre, gritando otros pies. Un punto, una estrella, una bala rueda por la tarde. Mis ojos aĂŠreos babean de rabia la carpa celeste tendida en tus piernas. Puerto de tantas penas.


48 XXXIX

La fatalidad despelleja la noche, siempre involucrando los mismos actores. La fantasía persigna los sueños y pesadillas a veces muy hondas.

Esperantes eternos del gran despertar.

Diseccionando los cuerpos en lustros de respiración, acomodando siempre igual las mismas cosas en el estante de tu amado cadáver así llegando los regresos mutilables de tu mirada.

Atardecida tu piel. Tu piel atardecida, tu cuerpo de suspiros está dividido. No se distribuyen los tornillos de la vida que quería (yo ver-llover) para verte (beberte).


49 XL

Los asfixiados ecos nos presentan ¨¨viejos traumas¨¨ Que se abren y se encostran a gran velocidad. Todo un mundo Incrustado en magnetismo tras una mujer… …que espiritisa el deseo. Mientras olvidamos para qué sirven las palabras, a lo lejos el recuerdo sólo es un papel ahumado.


50 XLI

El tiempo cansado de sĂ­ reposa sobre su edad que no le permite pervertirse. Aun impermeable a la muerte somnoliento yace en cada acera. Cuando anda se viste con la piel de todas las tierras. Escupiendo a los mĂĄs desafortunados, su paso eterno.


51 XLII

Segundo acto: el clímax (estruendo) encuentro desgarrador que no ignora el dormido instante aproximándose… Primal de espadas destripan las vísceras celosas de la vida, en brazos fallecen los grandes sueños. El cigarro caído forma parte de la escenografía aquella burdelería de terror intromisora de mi vida.


52 XLIII

Sexos inciertos rodean la serenidad, intercalando notas bajas de dolor prudente. Agradecer al infierno del pensamiento por entender el presente del dolor. Agnosiable presente de la esencia ausente. -si Y a la re encarnecida realidad que sufre tu ausencia permitidme soportar la enorme embriaguez de su infinito olvido.


53 XLIV

El filo sube con todas las imágenes provistas a mi condena. En este manicomio de sueños con la sutileza del abismo, aparece una realidad irresistible. síntoma de una inspiración desolada, los sueños se liberan de confusiones, elevación inverosímil sonante de la maquinación estratégica, fluir tangible de la locura extendiendo la euforia del lamento.


54 XLV

Cuando el fuego jugó a fugarse Explotó El agua ahogada murió El aire vivió eternamente Para asfixiarse Sólo la tierra adoleció con ellos Y en un terreno vacio Enterráronse los cuerpos juntos.


55 XLVI

Nuevas eras de sacrilegio se acercan los navegantes condenados son conquistadores(inquisidores locales) dirigentes del coro agregando s铆mbolos atrofiados:

El cielo El purgatorio El infierno.

El estribillo se repite imitando males enfermedades Defunci贸n LEY ABSOLUTA


56 XLVII

De un género al otro la tristeza no se aleja. De un género al otro el sexo es sexo y delicioso, la vida es cada vez más muerte, las palabras desnudas olvidan su fuerza y su presencia. Con un sexo o con el otro el café se lava el sueño y este pedazo de carne, este pedazo de vulva, este pedazo de verga, esta parte tan hipócrita Se grita y revuelca por volverse una esperanza.


57 XLVIII

Ya no hay palabras para nadie las últimas se las tragó la soledad. Sólo dejó bocetos y sonrisas sueltas en el patio trasero, psicofonías de una vida vagabunda. Las orillas de la luna entumecieron las palabras: Muerte aquella santa deidad culminadora de los desastres a veces inesperada, a veces dictada ya desde hace tiempo, pero siempre puntual, es la tinta que se acaba inoportuna, es la luz interrumpida en medio de los ojos, es la amante perfecta de un desesperado que lanza su cabeza a las manos de una escopeta: una mancha se apaga en medio del faro. El suspiro infinito…


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No hay, en esta poesía, ningún afán de buscar una forma trascendental del verso, ni siquiera una mancha de las formas experimentales que Aurelio Ninandii acostumbra esbozar. Pero hay una sinceridad apabullante, una sensibilidad que filtra la realidad que percibimos bajo la lente del boceto, la apenas sistematización de lo que se percibe del mundo tras el velo de la construcción poética.

Aurelio Ninandii. nació hace ya más de 20 años en Juchitán mientras el gobierno encabezaba la famosa matanza de Huamelula, cuestión que probablemente le dio su gran inspiración revolucionaria. Estudió letras juchitecas en Paris, Francia. Ha publicado en revistas especializadas de alto renombre como: La invisible, El número indiscreto, Somos chafas no corrientes, y Entre otros. En el 2006 obtuvo el Premio a la Mejor Pasta Editorial Casera, el Premio Nacional de la Juventud en Rehabilitación por Adicciones, mención honorifica en el Certamen de Escritores Desconocidos, y segundo lugar en la bienal literaria El mundo y sus defectos, realizada en Berlín, Roma. Sus anárquicos escritos transmiten el imperioso deseo de dejar de leerlos, como ningún artista de su tiempo. Juan Pérez lo ha catalogado como uno de los poetas más poscorrientes de nuestra era.


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