Liahona Noviembre 2004

Page 79

dan a través de la abundante misericordia y amor de Jesucristo. “Asimismo, por medio de la gracia del Señor, las personas, mediante la fe en la Expiación de Jesucristo y el arrepentimiento de sus pecados, obtienen fortaleza y ayuda para hacer buenas obras que no lograrían llevar a cabo si quedasen sólo con sus propios medios” (Bible Dictionary, pág. 697). Es así que el aspecto de la Expiación que nos habilita y fortalece nos ayuda a ver y a hacer el bien y a convertirnos en personas buenas de formas que jamás reconoceríamos o lograríamos con nuestra limitada capacidad mortal. Doy testimonio de que el poder habilitador de la Expiación del Salvador es real. Sin el poder fortalecedor de la Expiación, yo no podría estar de pie ante ustedes en esta mañana. ¿Captamos el sentido de gracia y del poder fortalecedor de Cristo

expresados en el testimonio de Ammón? “Sí, yo sé que nada soy; en cuanto a mi fuerza, soy débil; por tanto, no me jactaré de mí mismo, sino que me gloriaré en mi Dios, porque con su fuerza puedo hacer todas las cosas; sí, he aquí que hemos obrado muchos grandes milagros en esta tierra, por los cuales alabaremos su nombre para siempre jamás” (Alma 26:12). De cierto, hermanos y hermanas, en la fuerza del Señor podemos hacer, soportar y vencer todas las cosas. Al salir del Edificio de la Administración de la Iglesia después de mi entrevista con el presidente Hinckley el viernes por la tarde, recordé las palabras de Enoc: “Y cuando Enoc oyó estas palabras, se humilló a tierra ante el Señor, y habló ante él, diciendo: ¿Por qué he hallado gracia ante tu vista, si no soy más que un jovenzuelo, y toda la gente me desprecia, por cuanto

soy tarde en el habla; por qué soy tu siervo? “Y el Señor dijo a Enoc: Ve y haz lo que te he mandado, y ningún hombre te herirá. Abre tu boca y se llenará, y yo te daré poder para expresarte, porque toda carne está en mis manos, y haré conforme bien me parezca” (Moisés 6:31–32). Para todos los que no nos sintamos preparados, nos sintamos abrumados y no a la altura de un nuevo llamamiento o responsabilidad, la promesa del Señor a Enoc se aplica de igual manera. La promesa fue verdadera en el día de Enoc y lo sigue siendo en la actualidad. La noche del 20 de junio del año 2000, me encontraba trabajando hasta tarde junto a algunos colegas en las oficinas ejecutivas de lo que en ese entonces era el Colegio Universitario Ricks, en Rexburg, Idaho. Hacíamos los últimos preparativos para una L I A H O N A NOVIEMBRE DE 2004

77


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.