Periódico 1

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La situación actual de la lucha del SME No cabe duda, la lucha que actualmente desarrollamos los 16, 599 trabajadores y los miles de jubilados en resistencia, es la batalla más importante de toda la historia de nuestra existencia y del propio movimiento obrero mexicano. Esto ha sido así, después de resistir heroicamente una bestial ofensiva patronal y gubernamental, como nunca ha conocido ninguna organización obrera de nuestro país. De este modo, hemos logrado sortear ya 26 meses, no sin ofrecer nuestra cuota de sacrificio, sin salario, y en condiciones de verdadero asedio de parte de los organismos patronales, de las secretarías de estado, de los medios de comunicación y de no pocas cúpulas sindicales, entre ellas la del mal llamado “Sindicato” Único de Trabajadores Electricistas de la Republica Mexicana (SUTERM). Varias han sido las “mesas de negociación” que se han establecido, sobre todo después de dos huelgas de hambre, de innumerables manifestaciones de protesta, de un plantón de más de seis meses en el Zócalo, etc. Ciertamente hemos podido arrancar algunas demandas (mantención del Seguro Social, otorgamiento de toma de nota en dos ocasiones, pago de prestaciones devengadas), sin embargo, la demanda principal que es nuestro retorno al trabajo con nuestro Contrato Colectivo de Trabajo y con nuestro Sindicato, es todavía una cuestión pendiente. El gobierno federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa, nunca habrá que olvidarlo, fue quien decretó la extinción de nuestra empresa Luz y Fuerza del Centro (LyFC) con dos propósito sumamente claros: liquidar a nuestra Organización Sindical y privatizar a la Industria Eléctrica Nacionalizada. Es evidente que no ha podido acabar con el SME, pues seguimos manteniendo una férrea resistencia a ese objetivo gubernamental y patronal. Pero en cuanto a la privatización, cabalga como caballo en hacienda, entregando cada vez mayores porciones de la generación, la transmisión, la distribución a diversas empresas, unas transnacionales y otras mexicanas, a plena luz del día y sin que nadie le ponga freno a esa entrega descarada de nuestro Patrimonio Energético, especialmente por parte de aquellos obligados a hacerlo, como lo son los poderes legislativo y judicial, quienes en los hechos, se han convertido en cómplices de Calderón en esa traición a la Patria. Desde nuestro modesto punto de vista, las negociaciones debemos entenderlas como parte del conflicto y no necesariamente como el espacio de su solución. Dicho lo cual no podemos confiar en absoluto, en quien ordenó expulsarnos de nuestros centros de trabajo y despedirnos ilegalmente de nuestra empresa. El decreto expedido por Calderón, no fue un exabrupto ni una medida adoptada por el enojo, o peor aún, en un arranque del


frecuente “delirium tremens” del ilegitimo titular del ejecutivo federal, fue eso sí, una determinación adoptada por las cúpulas de la oligarquía y del Estado mexicano, para entregar nuestra Industria Eléctrica Nacionalizada a las multinacionales. Todos nosotros debemos tener conciencia plena de ello, para poder actuar en consecuencia. La presión del gobierno federal para que desistamos de nuestra demanda La provocadora y perversa exigencia de la Secretaría de Gobernación al plantearle al SME que para ser “reinsertados laboralmente”, los trabajadores en resistencia nos desistamos de nuestra demanda, obedece no solamente a un intento de Calderón para violar la ley y de presionar para que nosotros también lo hagamos, sino tiene como objeto tratar de desarticular un eje en donde el Sindicato Mexicano de Electricistas tiene una gran fortaleza. Como podemos recordar, en la demanda que presentamos ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCyA) de fecha 6 de Noviembre de 2009, exigimos nuestra reinstalación bajo dos posibilidades; en primera instancia con LyFC, dado que teníamos la certeza de que el poder judicial revertiría el inconstitucional decreto de extinción de LyFC promulgado por Calderón. Asimismo, en caso de que no se revirtiera dicho decreto de extinción (como ocurrió debido a la postura abyecta de la Corte), demandamos nuestra reinstalación a través de la aplicación de la figura de patrón sustituto, establecido en los artículos 39 y 41 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), y del 290 de la Ley del IMSS. Los elementos planteados por los abogados del SME en nuestra demanda son irrefutables, y hemos demostrado hasta la saciedad, que desde el 11 de Octubre de 2009 al ser utilizadas las instalaciones, activos e infraestructura de LyFC por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ésta se convirtió en patrón sustituto de los trabajadores, y por lo tanto, nos deben reinstalar en nuestros puestos de trabajo, con nuestro Contrato Colectivo de Trabajo y representados por el SME. No lo han hecho, porque las autoridades laborales y el Gobierno Federal no respetan la Ley, violentan el Estado de Derecho que tanto pregonan. El gobierno sabe que durante el 2012, habrá de concluir el llamado “convenio de comodato”, figura usada para incumplir con las obligaciones gubernamentales en la aplicación del Patrón Sustituto, de la misma manera como concluirá también, el periodo de secrecía de los “documentos” en que se apoyó Calderón para dizque justificar el multicitado decreto de extinción de LyFC y que fueron colocados como “secreto de estado” por el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), porque “podrían ser usados por el SME para poder obtener ventajas en la lucha jurídica contra el gobierno” como cínicamente lo reconocieron.


Por esa razón es que Calderón ordenó al Secretario de Gobernación, hacer esa ilegal exigencia. Tenemos la razón jurídica y nuestros enemigos lo saben. Las negociaciones en Gobernación son un nivel del conflicto en el que se dirime la disputa por nuestros derechos, pero no el límite en el que se agotan nuestras posibilidades de triunfo. Por ello, nosotros pensamos que el SME debe reactivar este eje jurídico y demandar a las autoridades laborales para que dicten ya, resolución favorable al SME, para que seamos inmediatamente reinstalados en nuestros puestos de trabajo, tal y como lo establece la fracción XXII del Artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Todos a fortalecer la unidad obrera y popular Pero la aplicación de la ley solo será posible, a partir de una intensa actividad política de todos los trabajadores y jubilados del SME, entre los trabajadores de base de los sindicatos, de las organizaciones campesinas, sociales y populares, que haga posible que todos nos sumemos a la lucha por la restitución de la Legalidad Constitucional en materia energética y alimentaria, por los derechos de los trabajadores y los libertades democráticas, en suma, por el cambio del modelo económico neoliberal y la transformación del caduco régimen político autoritario y antidemocrático. Tenemos la obligación de acercarnos con todas las organizaciones pequeñas, medianas y grandes, desde nuestros lugares de residencia habitación y convencerlos de la urgencia de defender a nuestra patria y los derechos de todos. Requerimos recorrer la República para persuadir a otras organizaciones sindicales y sociales de la necesidad de caminar juntos en nuestra defensa colectiva y de articularnos en una organización única, clasista y democrática. Esto implica que el SME convoque al conjunto del movimiento obrero, social y popular, para la formación de una nueva Central Nacional de los Trabajadores de la ciudad y del campo, que sea capaz de unificar las luchas y demandas de los trabajadores y el pueblo, para expulsar del gobierno a los neoliberales y construir una Patria Nueva, al servicio de los mayoritarios de nuestro país. La concreción de esta nueva Central, debe y puede apoyarse en organizaciones tales como el Frente Sindical Mexicano, el Sindicato Minero, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la Republica Mexicana, de la Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica y de multitud de frentes estatales y regionales existentes a lo largo y ancho de la Republica Mexicana, solo ello hará posible un cambio favorable en la correlación de fuerzas, condición que no hemos podido lograr hasta ahora. La realización de estas tareas


fundamentales, representan el mejor homenaje que podemos hacer en este 97 aniversario de nuestro glorioso Sindicato Mexicano de Electricistas. Fraternalmente “Por el Derecho y la Justicia del Trabajador” México D.F. a 14 de diciembre de 2011 Jorge Solís Nava, Martín Orellán Galván, Alberto González Bárcenas, María del Pilar Garrido Lugo, Luis Mario González, Ricardo Arenas Rodríguez, Oscar Magariño Luévano, Juan Eduardo Núñez Carbonel, David Miranda Pérez, José Antonio Garcés González, Jorge Luis Vargas Carrasco, José Manuel Pérez Vázquez.


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