Corazonando 2014 III

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Derribando muros, construyendo comunidad

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PRESENTACIÓN

Con el dedo en la llaga

PRESENTACIÓN

y en el corazón

El tema de los privados de libertad sigue clamando al cielo... No es un asunto nuevo, viene de muy atrás y parece más bien endémico. Demasiados problemas a un tiempo: el hacinamiento, las duras condiciones de vida, la violencia, la ausencia de un proyecto global de rehabilitación, los presos sin sentencia... Demasiados desafíos. Hace poco hablé con la Viceministra de Justicia para temas penitenciarios. Manifestaba una clara voluntad política de afrontar y solucionar, de construir un futuro diferente. Pero, en el punto en el que estamos no es suficiente la voluntad... Es preciso diseñar un proyecto de intervención que vaya más allá de la construcción de nuevas estructuras, del cambio de guías o del aumento de presupuesto. Se necesita llegar al corazón de las personas, a su conciencia, tantas veces herida y fragmentada. En este caso, como en otros (hospitales, cuarteles,...), prescindir de los capellanes ha sido un empobrecimiento cuyas consecuencias todavía están por verse. Trabajé cuatro años en el ex-Penal García Moreno. Fueron años duros y fecundos de mi vida ministerial. Aprendí a conocer mejor el corazón humano y constaté que en la prisión se reproducen todas las miserias de nuestra sociedad, sus abusos y contradicciones. Al final, la cárcel es el reflejo de la vida misma. En todas partes y en cualquier época toca luchar por la justicia y por la dignidad humana. Quizá por eso Jesús, hace ya dos mil años, expresaba el valor de la misericordia cuando bendecía a los que visitaban a los presos. Buena cosa es que Cáritas recoja en sus páginas esa preocupación y que luche, por medio de la Pastoral Penitenciaria, a favor de una mayor justicia y equidad. Algún día, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad... Les abraza y bendice, + Julio Parrilla Díaz Obispo de Riobamba Presidente de Pastoral Social Cáritas Ecuador

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Índice

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4 ‘Tomamos partido por la vida’. Entrevista a Orlando Rueda

8 Un año con Francisco

Créditos Presidente de la Pastoral Social Cáritas Ecuador: Monseñor Julio Parrilla

10 Manos que enrumban vidas 12 Amor que rehabilita a los privados de libertad 16 Desnutrición, una amenaza para la niñez

Secretario Ejecutivo de Cáritas: P. Giorgio Peroni Dirección y Edición: Valeria Salazar Redacción de Textos: Alfonso Echeverri, Myriam Carreño, Axel Míguez.

18 Un triste aniversario en el Yasuní 22 Cuaresma, tiempo para despojarse

Fotografías: Equipo Comunicación Cáritas Ecuador

23 ‘Junto al Pozo de Sicar’: luz y aliento para el alma

23 Arregui: 50 años sirviendo al Señor 24 Calidez salesiana para niños de la calle 26 Finanzas que dinamizan comunidades 28 Voluntariado:Testimonios de Amor 30 Mirar en el enfermo el rostro de Cristo 31 Diez clavez para aprender a vivir con el dolor y la enfermedad

32 150 mil dólares para Filipinas

Colaboración: Fundación Alejandro Labaka, UCADE y Fundación Salesiana Paces Diseño y Diagramación: GDiseño; xaviergalvezv@uio.satnet.net Agradecimiento: Patricio Guerrero, por inspirar el nombre “Corazonando” Impresión: Centro Gráfico Salesiano. Cuenca Ecuador; 6.000 ejemplares - Marzo del 2014 Una Publicación de Pastoral Social Cáritas Ecuador, organismo de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana: Ulloa N24-109 y Colón, Quito. Telfs: (593-2) 2223140

34 Espiritualidad de Cáritas

Envíe sus comentarios y sujerencias a: corazonando@caritasecuador.org

36 Info Cáritas

El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Se permite la reproducción citando la fuente.

38 Comunicación con “Corazón rompe fronteras”

www.caritasecuador.org

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ENTREVISTA

‘Tomamos partido

por la vida’

Orlando Rueda, agente de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Tulcán Por: Valeria Salazar

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iene 48 años y nació en Colombia. Está casado; tiene tres hijos varones y una nieta. Vive con su familia en la provincia de Imbabura pero trabaja en la provincia del Carchi. Su buen sentido del humor y su capacidad para ver la realidad, se plasman en las coplas que comparte cuando está reunido con amigos, familiares o compañeros de trabajo. ¿De quién aprendió a hacer coplas y a cantarlas? Esto es innato. En cada encuentro yo he querido crear algo de lo que vivo. En Colombia es muy típico lo de las trovas o coplas, entonces, vino empaquetado conmigo. ¿Cuál es su labor dentro de la Pastoral Penitenciaria? Mi labor es de pastoral. Soy parte de un equipo de trabajo conformado por dos hermanas misioneras, el capellán y diez voluntarias. Ayudo en los temas judiciales que puedo, sin ser abogado. Apoyo y doy capacitación en derechos humanos, autoestima y valores a personas privadas de libertad. Hago algo que me gusta mucho y a lo que, de pronto, no se le da importancia. En la cárcel de Tulcán la mayoría es de nacionalidad colombiana, no tiene su familia cerca. Necesitan cosas de aseo o a veces se les antoja algo. Les

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“Saben que los valoro como personas, independientemente de si han cometido un delito”

llevo los encargos que me piden. Utilizo una mañana haciendo compras, cargando bultos, pasando los registros en la guardia. Entrar siempre es una cosa tediosa pero yo me siento bien haciéndolo. Hay otra gente que les lleva, pero les cobra. Yo lo hago sin costo. ¿Cómo se vinculó a la Pastoral Social y sobre todo al trabajo con un grupo de personas privadas de libertad investigadas por delitos? Tengo una trayectoria de trabajo de Iglesia desde mi juventud en Colombia. En Ecuador tuve una experiencia en un colegio prestigioso de Ibarra, dirigía el departamento de Pastoral. Fui con los estudiantes a los centros de rehabilitación de adultos y a los centros de adolescentes. Al salir de este colegio estuve vacante un tiempo. Aprendí sastrería y sobreviví con este oficio. Después, me pidieron que asumiera este trabajo. Estoy en lo mío, en la Iglesia. Ya llevo tres años aquí. ¿Cómo fue su vinculación a la Iglesia en Colombia? A los 20 años era un muchacho de pueblo. En 1986, en medio del encuentro de obispos en Puebla y el Concilio Vaticano II, vino un sacerdote que me hizo la

propuesta de trabajar en la parroquia. Entusiasmados, empezamos con la reflexión bíblica, casi todos los días a las 5 de la mañana. Me fui comprometiendo rápidamente. Íbamos a los recintos y nos fuimos involucrando lentamente en la vida de la gente. En pocos años formamos entre 40 y 50 grupos. Pero era una relación muy conflictiva, porque había presencia de grupos armados. ¿Cómo impulsaron el trabajo de pastoral en medio del conflicto armado de su país? Al principio era solo la presencia de la guerrilla, pero después aparecieron los paramilitares. Hubo muchos muertos, inclusive animadores nuestros. Hacíamos un trabajo de Iglesia con tinte social y de denuncia. Los paramilitares nos declararon enemigos y nos vincularon con la guerrilla. El Padre nos decía: “Nosotros no podemos estar ni a la izquierda ni a la derecha, la Iglesia es el corazón”. Pretendíamos ser imparciales, pero tomábamos partido por la vida. Hacíamos denuncias por violación de los derechos humanos, vinieran de donde vinieran. Pero eso tiene sus consecuencias. Al Padre lo tildaron de rojo, atentaron contra su vida, le tocó irse. Yo me quedé un tiempo más, pero también me tocó salir.

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ENTREVISTA

Orlando Rueda junto al P. Santiago Yandún, responsable de Cáritas en Tulcán y YP, participante de los programas de la Pastoral.

“Están pagando una pena y yo estoy para ayudarles a superarla. Me he ganado la amistad, no porque soy un personaje sino por el cariño que les ofrezco”

¿Salió en busca de refugio? Primero me fui a la capital del departamento. Ahí me encontré con muchos desplazados de regiones vecinas. Comenzamos a releer la situación. Hacíamos lecturas del texto bíblico y, con base en ello, compartíamos vivencias y dolores. A muchos les habían matado uno, dos, tres hijos. Estábamos en contacto con Justicia y Paz de Bogotá, haciendo denuncias. Las autoridades de Bogotá escucharon mi testimonio. Yo no tuve víctimas en mi familia, pero hablaba a nombre de ellas. No inventaba nada, todo era real. Se abrió una investigación grande a nivel nacional, que generó órdenes de captura para muchas personas. Eso me puso en alto riesgo y tuve que salir del país.

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¿Cuál es el costo humano para una persona que sale en estas condiciones? Armar maletas y dejar todo: las amistades, las pertenencias, los vecinos, todo. Yo tomaba muy en serio el testimonio de Jesús, estando ahí hasta morir si era necesario. Yo lo arriesgué todo por causa de la justicia, lo hacía desde mi fe, creyendo que lo que hacía era por Jesús. ¿Se arrepiente de algo? Me arrepiento de no haber dado más. Le causé problemas a mi familia. Me queda cierto sentimiento de culpa, porque el compromiso era mío y fue mi familia la que pagó las consecuencias, les tocó desplazarse. Durante quince años estuve bajo el estatus de refugiado aquí, en Ecuador. Lejos de su casa ¿entiende la realidad de sus hermanos detenidos en Ecuador? Bueno, es otra forma de refugio ¿no? Están lejos de su tierra, de su familia. Cometieron un error y sufren. Cuando uno ha sufrido es más fácil comprender y ayudar a los otros; eso es lo que me motiva, y hacerlo no por lástima, sino por solidaridad y amor.

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Un año con

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Francisco

l 13 de marzo el Papa Francisco cumplió un año a la cabeza de nuestra Iglesia. No exageramos al decir que el regocijo y la complacencia por su labor es universal. El liderazgo mundial que ha alcanzado Su Santidad es el reconocimiento unánime de un nuevo estilo, de una nueva forma de relacionarse con la humanidad: es la austeridad. “El Papa amigo”, “el Papa de los pobres”, “el Papa nuestro”, “El Papa moderno”, como lo llaman en cantidad de portadas de revistas y diarios de todo el mundo, no hace más

que confirmar el amplio territorio ganado por su simpatía y modestia. Llega en el momento preciso, cuando la Iglesia sentía sobre sí algo de penumbra, de pesimismo y apatía. El Papa consideró a Cáritas como “la caricia de la Madre Iglesia a su pueblo”, desafiando el compromiso de trabajo por los más necesitados, los que menos tienen. “Recen por mí”, decía en su twiter del 13 de marzo. Unidos en oración pedimos a Dios ‘Por Ti, Francisco: que el Señor te dé larga vida, para bien del Pueblo de Dios’.

Impacta la “Humildad” del Papa Latinoamericano Vox Populi “Desde que fue electo papa, Francisco no ha dejado de marcar mi vida con su estilo único, sus mensajes tan claros y su actuar sencillo. Indiscutiblemente, es un líder a quien el carisma le sobra. En apenas un año está moldeando la vida de muchos católicos, incluso restaurando la confianza de aquellos que dejaron de serlo y acercándose a los que no lo son con humildad, tolerancia, respeto y mucha gracia. Sin duda, el papa Francisco es una razón más para sentirme feliz de ser católica.” Rosanna Mancino, directora Revista Caras

“El mensaje que yo percibo del Papa es su humildad, la manera de dirigirse y de estar muy cercano a la gente, al pueblo; eso es lo que más me ha impactado”. Sylvia Jurado, Directora de Programación de Radio Católica

“La lección y la misión que nos deja el Papa es la humildad, la tranquilidad y la paz en el mundo”. Miguel Ángel Méndez, conserje

“Creo oportuno cómo el Papa intenta orientar la Iglesia Católica en la actualidad; propone una Iglesia con brazos maternales y que se abra a todo el mundo. Esto significa dar un rostro de misericordia y de caridad del Dios Padre. Nos invita a vivir, manifestar, amar, sanar y abrir corazones para experimentar la presencia de Dios. Simplemente, un Papa muy humano”. Hermana Verónica Rivera, sierva de la Caridad

“Para mí, su vida refleja: la cercanía, la apertura, la humildad y la valentía. Una humildad que le invita a reconocer los errores en la Iglesia, y la valentía para afrontar temas complejos y difíciles como el tema administrativo del Vaticano y temas morales en los sacerdotes, que para muchos desconcierta”. Monseñor Luis Cabrera, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana

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El mensaje de Francisco ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!

Sus frases más destacadas Fuente: http://www.vatican.va/

Sus pronunciamientos guían a los cristianos a la acción, a dejar de “balconear la vida”. He aquí las frases más representativas, en respuesta al desafío que nos presenta: ¿Queremos ser santos? ¿Sí o No?

“No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo”.

“No hablar tanto, sino hablar con toda la vida: la coherencia de vida”.

“Los jóvenes deben decir al mundo: Es bueno seguir a Jesús; es bueno ir con Jesús; es bueno salir de uno mismo, a las periferias del mundo y de la existencia, para llevar a Jesús”.

“…vivir el Evangelio es la principal contribución que podemos dar. La Iglesia no es un movimiento político, ni una estructura bien organizada: no es esto. No somos una ONG”.

“…seremos juzgados por Dios según la caridad, según como hayamos amado a nuestros hermanos, especialmente a los más débiles y necesitados”. “Lo estáis oyendo, jóvenes: caminar contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hay que ser valientes y Él nos da esta fuerza”. “Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes. Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Jóvenes: poned en juego vuestra vida por grandes ideales”.

“…Nuestro Dios no es un Dios “spray”, es concreto, no es un abstracto, sino que tiene un nombre: Dios es amor”. “…pidamos al Señor la gracia de llorar por nuestra indiferencia, de llorar por la crueldad que hay en el mundo, en nosotros, también en aquellos que en el anonimato toman decisiones socio-económicas, que hacen posible dramas como éste”. “Atrévanse a “ir contracorriente”. Y atrévanse también a ser felices”. “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia”.

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Manos que enrumban vidas

En el Centro Virgilio Guerrero, los adolescentes infractores son acompañados por los Terciarios Capuchinos. Aunque hay un déficit de maestros, ellos aprenden oficios en talleres.

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l ambiente en el Centro de Orientación Juvenil Virgilio Guerrero es de esperanza y trabajo. Se encuentran internos 90 jóvenes que han cometido alguna infracción a la ley. Está dirigido por los Religiosos Terciarios Capuchinos, que creen ciegamente que con un trato basado en ‘el amor con exigencia’ es posible enrumbar el camino de los jóvenes. Fray Gustavo Beltrán, coordinador del Centro ubicado en el norte de Quito, asegura que los chicos no siempre tuvieron actitudes negativas; por tanto, la ayuda consiste en descongestionar su corazón, que ha sido maltratado”.

“Voy un año y dos meses retenido pero me siento bien. Nos dan talleres, se aprende mucho y los frailes nos tratan bien. Ya casi soy maestro panadero. Aquí terminé mis estudios, afuera no sé qué hubiera pasado conmigo. Cuando salga quiero estudiar gastronomía o ser policía. Mi familia me visita, pero los extraño mucho”. (Samuel, 18 años)

Las familias de los jóvenes internos en su mayoría son disfuncionales, comenta. “No tienen padres, son abandonados, hijos de migrantes, maltratantes, etc., en definitiva, son personas que han sufrido mucho”. La institución, que cuenta con el financiamiento del Estado, tiene varios programas de orientación y formación espiritual y técnico-laboral. Los chicos tienen varios talleres de carpintería, cerámica, metal-mecánica y panadería. Con el trabajo y esfuerzo que ponen en cada taller, los jóvenes van haciendo sus obras y reconstruyendo su corazón. Fotos: Francisco Beltrán - Tatiana Campuzano

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“Cometimos un delito y estamos pagando por lo que hicimos. Dios quiso que estemos aquí para reflexionar y cambiar. Ahora me llevo mucho mejor con mi familia, y los valoro”. (David 18 años)

“Estoy aquí hace año y medio. Cuando salga, voy a terminar mis estudios. Les digo a los jóvenes que no sigan la vida que yo seguí”. (Pedro, 17 años)

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ESPECIAL

Amor que rehabilita a los privados de libertad

“El Señor no se queda fuera de las cárceles, sino que está dentro de sus celdas” Papa Francisco

Fotos: P. Joseba Segura - Archivo Cáritas.

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l sastre lleva tres años sin salir de un edificio enrejado de Tulcán, pero se siente libre, lejos de los días en los cuales fue perseguido para escapar de la vorágine del narcotráfico. “La cárcel me ha ayudado a corregir muchas cosas, a valorar a mi familia y a mí mismo”, dice. YP nació en Colombia y cumple una condena de ocho años en un centro de rehabilitación social de la frontera, en Ecuador. “Estar aquí me ubica como ‘lo peor’ para la gente de afuera, pero sé que valgo mucho y también mis compañeros”, enfatiza el hombre, quien distrae sus horas en la sastrería, uno de los cuatro talleres del lugar (carpintería, metal-mecánica, sastrería y artesanía en madera). “Es posible la rehabilitación”. Esa certeza tiene Lilian Rosero, quien dirige la Pastoral Penitenciaria en Cáritas Ecuador. “El amor rehabilita y esa es la fuerza que alimenta

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el trabajo de los agentes de pastoral, que van a las cárceles a brindar el afecto que necesitan y que, en este espacio, carecen. La Pastoral Penitenciara trabaja en 14 establecimientos de detención. Busca garantizar los derechos humanos de quienes están privados de libertad, con una filosofía de acción: el respeto a la dignidad humana. En ese sentido, no le es ajena la inquietud manifestada por los familiares de las personas privadas de libertad que fueron trasladadas desde la antigua Penitenciaría del Litoral hasta el nuevo Centro de Rehabilitación Regional Guayas (CRG). Desde mediados del año pasado, 3656 personas que estaban en la ‘Peni’ de Guayaquil fueron llevadas al CRG. Este traslado se aprovechó para implantar un control riguroso del ingreso de sustancias estupefacientes. Como resultado, más de 2 000 internos

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El 90,2% de las personas privadas de libertad es de nacionalidad ecuatoriana, el 5,7% es colombiana, el 0,8 es del Perú y el 0,6% es española.

Testimonios: “Aunque esté preso, me siento espiritualmente libre” (CM, colombiano recluido en Tulcán dese hace ocho años).

“Estoy listo para volver a la libertad. Saldré renovado, creo en Dios y espero su voluntad, no la mía”. (YP, condenado a 8 años de prisión y lleva 4 recluido).

“Llevo 8 años detenido. Hemos sido olvidados por las autoridades, pero aquí tenemos una hermandad entre ecuatorianos, colombianos, chilenos. Cuando salga de aquí, quiero recuperar mi familia y trabajar honestamente. He pensado en seguir el camino de Dios y no volver a lo del narco”. (JH, ecuatoriano, condenado a 16 años en prisión).

sufrieron el síndrome de abstinencia de alcohol y otras drogas, como la base de coca. Se suman las medidas restrictivas para el régimen de visitas. “En la Penitenciaria hay mucha violencia”, dice Rosero, con 10 años de experiencia en su tarea. “Existen personas que han participado en tráfico de drogas, trata de personas, secuestro, sicariato y otros delitos. “Solo cuando se cree en el ser humano, como hijo de Dios, y su don de amor, es posible el cambio”. Con esta visión coincide el P. Alberto Gómez, sacerdote del Centro de Rehabilitación Social Femenino de Quito, que visita dos veces por semana la cárcel. “Dios rechaza el pecado pero no al pecador. Solamente por medio del amor podemos cambiar”, dice el sacerdote, con seguridad, y plantea que “siempre hay una segunda oportunidad para todos”.

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ESPECIAL

¿Cómo llevar a cabo una reforma penitenciaria a fondo, que supere la actual situación? El cambio sustancial debe tener los siguientes componentes: • Independencia del sistema judicial frente a los intereses políticos de cualquier sistema dominante; • Las garantías procesales y la agilidad de la justicia; • La necesidad de evitar la impunidad frente al delito; • La formación de un auténtico cuerpo de funcionarios capacitados en derechos humanos; • El diseño de un proyecto de rehabilitación que reinserte socialmente a los privados de libertad; • La presencia de las iglesias y de los colectivos sociales que trabajan a favor de esta población; • La promoción de un diálogo social que comprometa a todos en un verdadero proceso de rehabilitación, más allá del dinero público invertido.

En su mayoría, los agentes de pastoral que atienden a las personas privadas de su libertad son personas con un compromiso y corazón grandes. Ellos visitan semanalmente los centros de rehabilitación. Su labor consiste principalmente en la formación y evangelización a internos, capellanes y voluntarios; la promoción humana a través de proyectos artesanales diversos; asistencia jurídica, a través de la cual se han atendido a más de 3 000 privados de libertad, entre el 2000 y el 2010 (el Estado ha asumido esta labor, pero Cáritas continúa cuando no alcanza a cubrirla); y, la atención a familias con ayuda psicológica y formación.

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Los pequeños y grandes resultados del amor y la atención que brinda la pastoral penitenciaria es la respuesta a la gran pregunta que, desde fuera de las cárceles, la sociedad se hace: ¿es posible la rehabilitación? A través de sus programas, Cáritas intenta elevar la autoestima de las personas detenidas y hacer esto posible. “Me siento un hombre nuevo”, asevera YP, en la prisión de Tulcán, que alberga a más de 430 personas, de los cerca de 24000 detenidos en Ecuador. “La libertad es todo para mí. Mi cuerpo está aquí, pero mi mente y mi espíritu están libres”.

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Desnutrición, una amenaza para la niñez

El Centro de Recuperación Nutricional ofrece atención y formación integral para proteger a los infantes en Santo Domingo de los Tsáchilas. El año pasado realizó cerca de 20 000 consultas. Por: P. Euclides Carrillo

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a imagen era reiterativa, perturbadora. Cada vez que Finbarr caminaba por el centro de Santo Domingo, veía cómo ataúdes para bebés eran vendidos en muchos lugares. “Padrecito, aquí mueren muchos niños”. Monseñor Finbarr O’Leary recordaba esas escenas, así como aquella explicación que recibió en la sala de velación. Entonces, investigó; descubrió que la principal causa de esas muertes era la desnutrición y emprendió en un proyecto: crear un centro para atender a niños. Junto con el obispo Emilio Lorenzo Stehle adaptó un edificio en Santo Domingo para recibir a las madres con sus hijos desnutridos y enfermos. En Santo Domingo de los Tsáchilas las necesidades no son escasas. La cabecera cantonal tiene un poco más de cuatro décadas, pero la provincia cuenta con apenas cinco años, con instituciones recientes. La creación de la prelatura -hoy Diócesis de Santo Domingo en Ecuadorfue un paso determinante para cubrir los requerimientos de la población, no solo en materia de fe, sino en lo social. Con Mons. Emilio Lorenzo Stehle (alemán) arribaron misioneros, especialmente de Europa (el padre Finbarr era irlandés), que evangelizaron y edificaron programas sociales en favor de los más pobres, tras detectar las necesidades más urgentes. Hace casi tres lustros, los dos sacerdotes consiguieron benefactores para la construcción de un albergue: el

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El CRN ha salvado muchas vidas de niñas y niños víctimas de la desnutrición, a causa de la pobreza, los embarazos en madres adolescentes o la mala alimentación por desconocimiento y razones culturales.


Fotos: Archivo Fundación Acción Social Cáritas (FASCA).

Centro de Recuperación Nutricional (CRN), que actualmente ofrece servicios de pediatría, nutrición, medicina general, odontología, ginecología y laboratorio. El objetivo del Centro es mejorar el estado nutricional y la salud integral de niños y niñas menores de 5 años con desnutrición. En ese proceso, los especialistas del CRN involucran a las familias. Veinte profesionales laboran en el Centro. El año pasado, 1 363 niños menores de 5 años que presentaban cuadros de desnutrición fueron atendidos y registraron mejoría. Según el CRN, la mayoría de la población infantil tratada registra desnutrición, aunque en diferentes niveles: aguda, leve, moderada, severa y secundaria sin complicaciones. Los casos más graves que llegan al Centro requieren un tratamiento y recuperación por alrededor de tres meses. El CRN ofrece atención integral, brinda capacitación a promotores de salud de distintas localidades, especialmente

en temas de prevención. En ese sentido, Santo Domingo es un punto de encuentro entre las provincias de Manabí, Esmeraldas, Los Ríos y Pichincha, por lo que el Centro cuenta con hospedaje, salas de capacitación y oficinas para proyectos afines a la niñez y adolescencia. El año pasado, el CRN ofreció 18 437 atenciones, adicionales a los casos de desnutrición infantil. El proyecto requiere de una inversión anual de USD 270 000 y se ha sostenido con la cooperación alemana de Kindermissionswerk y Grünenthal. El Centro es también un espacio de capacitación para las madres. Allí, ellas reciben información sobre cómo alimentar a sus hijos. Ese es un factor importante para que cada día se combata ese mal endémico que es la desnutrición. Ese mensaje es un legado de los monseñores Stehle y Finbarr y muchos otros misioneros, quienes al caminar por las calles tsáchilas no dejan de cuestionarse por las carencias de los más necesitados y buscan la forma de aplacarlas.

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Un triste aniversario en el

Yasuní

Por: Milagros Aguirre

De izquierda a derecha: Vemos a Ompure en Yadentaro, a Buganey siendo atendida por Manuel, y la casa de pueblos taromenani en medio de la selva de Orellana. Fotos: Fundación Alejandro Labaka

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os aniversarios se celebran. En ellos se suele celebrar la vida y el recuerdo de las personas que han dejado huella, que han servido de ejemplo. Este aniversario es inusual. Y no se celebra. O se celebra con más que un minuto de silencio. No se celebra porque es el aniversario de la tragedia. El aniversario de la muerte de las personas del Yasuní que tan pomposamente decimos defender y proteger. Mentira. No hemos sabido proteger a los más débiles ni defender la vida. Como país, como sociedad, no hemos podido defender lo más preciado: el patrimonio de la selva y de sus pueblos más antiguos. Sí. Este triste marzo nos recuerda una guerra infame e inútil. Una guerra desigual de lanzas contra escopetas. Este marzo nos recuerda que hay gente que ha muerto a lanza. Y gente que ha ido con las armas que da el mundo de hoy a defenderse y a matar porque nadie les ha dicho lo contrario.

Mataron a Ompure y Buganey. Y su grupo familiar fue a la venganza. Mucha sangre derramada. Y dos niñas pertenecientes a la familia de “los ocultos” que son el vivo retrato de la tragedia. Impotencia. Dolor. Dolor por el desangre de la selva. No son los primeros muertos ni serán los últimos. La lista engorda: los muertos por los caucheros en el siglo XIX y XX, los misioneros muertos (5 evangélicos en el 56, 2 católicos en el 87, Toña, el primer misionero waorani), los trabajadores ilegales de la madera que murieron con lanzas en el 2005, 2006, 2008, la familia Duche-Zavala muerta en una carretera recién abierta en el 2009, Ompure y Buganey en el 2013, la familia de Conta y Daboka, 25 días después. Y los muertos que no sabemos, los que no tienen nombre, los que no hemos podido contar, los que quedan ocultos en la selva. ¿Cuántos muertos más por la indiferencia del Estado, por el fallo de sus políticas de

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protección, por la falta de protocolos de actuación, por el desconocimiento de la realidad amazónica? Este aniversario, este triste marzo, pone más sal a la herida del Yasuní. Nos lo muestra de frente, lejos de las utopías de dejar de sacar la sangre negra de la tierra: el petróleo, que la selva se achica más y que sus gentes están desprotegidas. Nos anuncia que hay que frenar de una vez esa colonización atropellada, esa apertura de vías, esa educación paupérrima en la que los indígenas, en este caso los waorani, a los que no hemos sabido dar la tutela necesaria para integrarlos dignamente a la sociedad nacional, ahora, están, a más de desprotegidos, tras las rejas, acusados de un crimen de lesa humanidad que no pueden entender. Se han integrado a patadas, siendo los últimos de la fila, sin herramientas para ese paso de la vida libre selvática a la mal llamada civilización. Con ellos el Estado tiene una deuda pendiente. Y quiere saldarla de la peor manera: metiéndolos presos, capturándolos como los antiguos hacendados, poniéndoles cadenas, sin ninguna posibilidad de reflexión sobre las propias omisiones del Estado. Sus familias están desoladas. Sus mujeres, sin proveedores. Los dirigentes de sus comunidades yendo de un Ministerio a otro, de una institución pública a otra, sin entender siquiera el proceso judicial que se les sigue a sus varones, guerreros de la selva. Y lo que más duele: una sociedad indiferente, que sigue consiguiendo firmas para supuestamente guardar el territorio selvático, pero sin conciencia siquiera de la dramática realidad que están viviendo sus gentes.

Arriba, Mons. Alejandro Labaka, mártir capuchino, en comunión con el pueblo Waorani

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Marzo es triste. Tristes han sido estos 365 días transcurridos desde la muerte de Ompure y Buganey y la consiguiente venganza. Triste porque nos pone en evidencia, desnuda la indiferencia y la poca importancia que el país le está dando a la vida y a la libertad y la poca importancia que se le sigue dando al mundo indígena. Apresar a unos, dejar en calidad de prófugos a otros, no es solución al problema de fondo: un modelo económico en el que las minorías son atropelladas por el mayoritario afán de la riqueza.

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Foto: Archivo Cáritas

Cuaresma,

tiempo para despojarse

Decálogo del mensaje del Papa 1. “Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: ‘Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…’. Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre”. 2. “Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo, con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto!”. 3. “Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria”. 4. “Cuando Jesús nos invita a tomar su ‘yugo llevadero’, nos invita a enriquecernos con esta ‘rica pobreza’ y ‘pobre riqueza’ suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29)”. 5. “La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo”. 6. “Los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza”. 7. “La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no

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es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad (…) Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir”. 8. “No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! (…) Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud”. 9. “Esta forma de miseria [moral], que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso”. 10. “La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele”.

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LO RECOMENDADO

‘Junto al Pozo de Sicar’:

luz y aliento para el alma

“C

ada día he querido reflexionar y llevar una palabra de luz y aliento a aquellas personas que me escuchan, pensando en la gente común que cada día trabaja, lucha, piensa, sueña, sufre, se encuentra y se desencuentra”, dijo Monseñor Julio Parrilla, en el lanzamiento de su libro “Reflexiones junto al Pozo de Sicar”, realizado el 25 de febrero pasado. La obra de Parrilla, obispo de Riobamba y presidente de la Pastoral Social Cáritas, es una selección de mensajes emitidos diariamente por Radio Sucesos, desde hace 10 años. Ahora las ondas radiales se han convertido en letra, en papel. ¿Por qué Junto al Pozo de Sicar? El conocido como ‘Padre Julio’ lo explica en su libro: “Si leen el evangelio de Juan 4, estarán frente a una escena llena de encanto… Jesús en su peregrinación constante por caseríos, aldeas y sinagogas, pasa por el pueblo de Sicar. Cansado del camino se sienta junto al manantial de Jacob. Al poco tiempo, una mujer samaritana desconocida y sin nombre se acerca al pozo y Jesús entabla con ella un diálogo que, a la postre, será un encuentro liberador. Sicar es, sin duda, un lugar de escucha y de encuentro”. ‘Amor al prójimo’, ‘la familia’, ‘enseñar a amar’, ‘ser nosotros mismos’, ‘vivir y morir’, ‘la crisis como oportunidad’, ‘la libertad’, entre otros, son temas que alimentan el alma y el corazón del oyente y ahora del lector.

Arregui,

50 años sirviendo al Señor

L

a Conferencia Episcopal Ecuatoriana, con motivo de celebrar las bodas de oro sacerdotales de su presidente, Monseñor Antonio Arregui, ofreció una eucaristía de Acción de Gracias, en el Centro de Formación Social Bethania, el pasado 20 de marzo de 2014. Antonio Arregui nació en Oñate, provincia de Guipúzcoa, un bello condado de 10 000 habitantes en el País Vasco. Terminó sus estudios de bachillerato en San Sebastián, España. En 1957, se incorporó a la prelatura personal del Opus Dei y se ordenó como sacerdote en 1964. Se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino, de Roma. La docencia ha sido para él una vocación paralela al sacerdocio, ejerciendo la cátedra en la Universidad de Navarra, en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en el Seminario Mayor “Nuestra Señora de la Esperanza”, en Ibarra. Coordinó la visita de Juan Pablo II al Ecuador. En Quito, dirigió Radio Católica Nacional. Actualmente es el Arzobispo de Guayaquil y está al frente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana

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Calidez salesiana para niños de la calle

Desde hace un año Cuenca tiene un espacio fraterno para acompañar a los niños trabajadores de la Feria Libre Por: Édgar Gordillo

U

n colorido mural irrumpe en el paisaje de El Arenal, una plataforma que cada semana convoca a vendedores de verduras, utensilios, ropa, etc. en la Feria Libre más grande de Cuenca. El mural recoge huellas de la labor de los hermanos salesianos con los “chicos de la calle”, entre imágenes alegres de niños junto a Jesús y Don Bosco; y da la bienvenida al nuevo Oratorio Salesiano, enclavado en una zona considerada roja, para servir a niños, niñas y adolescentes trabajadores en situación de riesgo. El Oratorio es el Centro Organizativo Salesiano Feria Libre, un proyecto de la Fundación Salesiana Paces en Cuenca, y atiende a 350 personas de lunes a domingo. El espacio tiene un ambiente familiar, que propicia el encuentro, la alegría, el estudio, la privacidad de una terapia, etc. Todos estos elementos, expresados en un lenguaje eminentemente salesiano.

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El sentido de fidelidad al carisma salesiano marca la esencia de la existencia de un ‘oratorio’, que se construye a diario en las calles de nuestro país, con los niños y niñas trabajadoras.

La meta pastoral es clara: intervenir sin eludir la realidad. Educadores acompañan a los menores en una participación preventiva en la calle, educan en la fe, promueven la participación infantil, brindan apoyo nutricional, incentivan el arte, contribuyen a la recreación, trabajan con las familias, realizan un refuerzo escolar y psicopedagógico. Niños, familias y educadores se sienten más cómodos en esta nueva casa,

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Fotos: Fundación Salesiana Paces

disfrutan de los espacios y mobiliarios; sin embargo, no se olvidan de la identidad primera, del Oratorio ambulante, en la calle, la esquina, el mercado… Fue así como nació este Centro, como muchas de las obras salesianas, sin espacio propio. Entonces, los juegos y la catequesis se compartían en las gradas del mercado, no faltaban piedras para ubicar los arcos de fútbol en plena plaza. Los primeros campeonatos deportivos no se premiaron con trofeos, pero siempre se compartió el hornado, donado por las vecinas.

Ahora, los niños, niñas y adolescentes trabajadores tienen un lugar cálido, que no ha perdido la riqueza solidaria y fraterna de la calle. Un espacio que tiene como aliados estratégicos al Municipio de Cuenca, a la Universidad Politécnica Salesiana, a la Universidad del Azuay y a Don Bosco Jugendhilfe Weltweit. Un espacio que imprime los colores de la alegría, la esperanza y la fe en la Feria Libre de El Arenal.

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Finanzas

que dinamizan comunidades Por: Carlos Pauta

En Ucade, el 74% del total de participantes son mujeres, jefas de hogar y del área rural, grupos generalmente desprotegidos y sin acceso a servicios financieros y capacitación.

E

n nuestro país se han desarrollado diversos programas de microcrédito, con el propósito de desarrollar servicios que favorezcan los procesos de inclusión financiera y aporten al mejoramiento de la economía familiar. Una de estas experiencias es la desarrollada por la Unión Católica de Desarrollo – Ucade, cuya propuesta está basada en un enfoque de derechos económicos, la participación social y el acceso seguro a fuentes de financiamiento sostenibles. Sus programas, al igual que otros, financian actividades productivas, que generan empleo familiar y comunitario. Ucade impulsa la conformación de bancos comunales, grupos solidarios y sociedades populares de inversión (BC, GS y SPI), que se establecen como organizaciones comunitarias autogestionarias. Como lo reconoce la Red Financiera Rural, en su

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Las provincias de atención de Ucade (Chimborazo, Bolívar; Cotopaxi, El Oro, Los Ríos, Carchi, Santo Domingo y Tungurahua) registran un nivel de pobreza por necesidades básicas insatisfechas del 68%. Cerca de 360 000 mujeres son pobres, con un nivel de ingreso mensual por familia entre USD 160 y 200, en el quintil 1, y entre USD 440 a 480, en el quintil 2. (Fuente: SNI INFOPLAN 2011)

Boletín Anual de septiembre del 2013, “la Red de Ucade es la primera organización miembro con el 85% de su cartera bajo metodología asociativa”. El 80% de personas están organizadas en BC, el 4% en GS y el 1% en SPI. Los miembros, o socios, acceden de manera equitativa y participativa a los servicios financieros, principalmente de ahorro y crédito. La metodología utilizada permite que las socias y socios tomen las decisiones de la dirección del grupo, el acceso y democratización de los servicios financieros y la construcción colectiva de su organización financiera. En su mayoría, el crédito está destinado a desarrollar actividades productivas, básicamente de subsistencia; iniciar o fortalecer un emprendimiento familiar o individual; y, en algunos casos, a la educación de los miembros de la familia o mejoras en sus viviendas. Las organizaciones fomentadas a través de la inclusión financiera de los sectores más empobrecidos, han fortalecido, reproducido y mejorado su capacidad crediticia, pero sobre todo, han dinamizado los procesos sociales y económicos comunitarios. Fotos: Ucade

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VOLUNTARIADO

Testimonios

de amor Experiencias de Voluntariado en las Cáritas parroquiales del Ecuador Por: Rafael Viteri

S

i echamos una mirada a los diferentes espacios de participación de la Iglesia, nos damos cuenta fácilmente de una presencia importante de mujeres y hombres que han decidido compartir generosamente su vida con los más necesitados de la sociedad, como una forma de vivir el Evangelio de Jesús en medio del mundo. Esa presencia voluntaria se da con mucha fuerza en las Cáritas parroquiales, y nos revela el sentido de la relación con los otros. Esta es una decisión personal que se toma por los más diversos caminos. “Siempre me gustó realizar actividades por los más necesitados, por eso me hice voluntaria”, dice Nachita, quien apoya actividades con grupos de mujeres en Latacunga. En cambio a Pablo, de la Pastoral Social de Cuenca, prácticamente le hicieron voluntario: “Mi mamá me envió a colaborar con las personas de la parroquia, me gustó y desde entonces me quedé en la Iglesia. Mi primera tarea fue cuidar animales”. Lo importante de estas historias es que siempre, en un momento determinado, se impone la voluntad al servicio de los demás. La experiencia del voluntariado es la experiencia “del que quiere y del que ama”. Para la Iglesia, el voluntariado es un don, es un regalo que es entregado a través del ejemplo de vida de Jesús. Es Él quien elige, quien inspira la acción, el que enseña la justicia y la fraternidad, el que da esperanza y ayuda a que el voluntario pueda llevar esperanza a los más pobres.

Fotos: Tatiana Campuzano

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Kelly, voluntaria en Sucumbíos desde hace más de 20 años, narra: “Cuando uno sirve, tiene que pedir mucho a Dios. Orar, esa ha sido una de mis armas más poderosas para continuar y fortalecerme, porque la realidad de la pobreza y el dolor conmueven, lastiman”. Si bien el voluntariado sirve y ayuda a los más necesitados, también se convierte en una fuente de felicidad y la oportunidad para encontrar en el corazón la capacidad

de amar. Es una experiencia de amor que se manifiesta en obras concretas, pues una fe sin obras, es una fe muerta. Para Nachita, la decisión está en uno mismo y la recompensa es grande. “Es maravilloso sentir que puedes dar tu tiempo, tu vida y tus pocos recursos, con la certeza de que has aportado con un granito de arena en la construcción de un mundo más fraterno, en la construcción del Reino de Dios”.

Testimonios: Pablo Cumbe, voluntario en la Pastoral Social de Cuenca “En una ocasión fuimos a visitar a una adulta mayor enferma. Su alegría fue grande, al despedirme ella besó mi mano. Mi corazón dio un salto. Fue muy especial, porque sentí que a Jesús le gustó mi visita, como si Él mismo me hubiera acariciado. Fue como mirar a Dios pequeño, débil, indefenso y, aún así, poderoso en amor. Son esas cosas que no puedes comprender, que te arrancan lágrimas y que te hacen ser humano”.

Ana Belén León, voluntaria de la Pastoral Juvenil de Loja “Mi vinculación con la Pastoral fue hace unos seis años, motivada por ese amor a Cristo. Quería darle un sentido nuevo a mi vida, que valga la pena y lo encontré en ‘la donación’, que para mí no es más que entregar la vida y pensar que estoy lista para ponerme a las órdenes de otras personas que me necesitan, y así llegar con el mensaje de Dios.”

Las cosas importantes se hacen con corazón Tú puedes hacer voluntariado Hacer voluntariado no es cuestión de hacer algo en el tiempo libre, es hacer algo que nos guste y nos llene espiritualmente en el tiempo que podríamos utilizar para otra actividad recreativa. La sociedad valora mucho el tiempo. Se suele decir “el tiempo es oro”. Y sí, tiene un valor incalculable, pero entregarlo a una causa social lo hace invaluable. El Papa Francisco ha dicho que “no cree en la limosna que no duele o no cuesta”. El voluntariado tiene que ser una ocupación que realmente nos haga replantear nuestro tiempo. Eso le da valor y sentido al esfuerzo.

¿Cómo hacer voluntariado? Existen varias opciones. Únete a una obra social organizada. Separa unas horas al día o a la semana, suficiente para ser alivio para muchas personas que lo necesitan. El trabajo no es muy exigente, pero necesita de tu amor, conciencia y compromiso. Para más información:

voluntariado@caritasecuador.org Derribando muros, construyendo comunidad

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Mirar en el enfermo

el rostro de Cristo

En 1985 el Papa Juan Pablo II instituyó el 11 de febrero como la Jornada Mundial del Enfermo

C

on ocasión de la XXII Jornada Mundial del Enfermo, que este 2014 tuvo como lema “Fe y caridad: También nosotros debemos dar la vida por los hermanos”, el Papa Francisco hizo un llamado a poner a las personas enfermas en el centro de la comunidad. “Recen por ellas y con ellas; la Iglesia reconoce en los enfermos una presencia especial de Cristo que sufre… Cuando el Hijo de Dios fue crucificado, destruyó la soledad del sufrimiento e iluminó su oscuridad”, dijo en su mensaje del día. En Quito, Mons. René Coba, Obispo auxiliar y Vicario general de la Arquidiócesis, exaltó y animó a las familias para que tuvieran paciencia y no se olvidaran de sus enfermos. Por su parte, la Hna. Ruth Segarra, responsable de la Pastoral de la Salud, invitó a revisar el comportamiento y la actitud de quienes viven en las diversas comunidades, e invitó a que se involucren con el dolor y el sufrimiento del enfermo. Once jurisdicciones eclesiásticas del Ecuador se unieron a la celebración, viviendo momentos especiales de

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Foto: francisco Beltrán

“Cuando nos acercamos con ternura a los que necesitan atención, llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en medio de las contradicciones del mundo” Papa Francisco

recogimiento, reflexión y oración por las personas que padecen de alguna enfermedad. Durante estos encuentros, la presencia de rostros curtidos por el pasar de los años y la enfermedad animó a los concurrentes a orar y valorar la presencia ‘del enfermo’ en la vida de la familia y la sociedad.

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Diez claves para aprender a vivir con

el dolor y la enfermedad El dolor de una enfermedad siempre es difícil de abordar, pero también es una fuente de aprendizaje. Ofrecemos unos pasos para mirar desde una óptica positiva y espiritual estos momentos de sufrimiento.

Fotos: Tatiana Campuzano - Archivo

1. Alimentar una actitud de realismo: no somos los únicos en sufrir. 2. Aceptar que somos contingentes: limitados y precarios. 3. Retener el ejemplo de los otros y recordar la historia de los mejores cristianos para no dejarnos abatir. 4. Seguir las recomendaciones sobre: medicamentos, consejo de los profesionales, ratos de descanso, de paz, de sereno estar... 5. Fijar y restringir la atención vital al momento presente: hacer ahora lo que tengo que hacer, superando las dificultades. «No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos» (Mt 6,34).

6. Orar. La oración vivida como encuentro vivo y vital con alguien que nos ama en profundidad, el Dios que es Padre, que es Amor. 7. Compartir con Cristo el dolor. La memoria de la Pasión nos señala un camino ya andado y nos aporta un nuevo valor: el dolor sirve, no sé cómo, y aprovecha, no sé cuándo, a la obra constructora del Reino de Dios entre los hombres. 8. Descubrir la misteriosa presencia del Señor que, a lo largo del camino y hasta el final, es un Acompañante excepcional y fiel. 9. Aceptar la realidad, esta realidad: la del dolor, la de su valor, la de la presencia del Señor. 10. Confiarse en Dios, abandonarse en sus manos.

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150 mil dólares

para Filipinas

Por: Agustín Cruz

S

on cada vez más frecuentes los desastres naturales en el mundo. Sismos, huracanes, terremotos, ciclones, tormentas, erupciones, tsunamis, etc., son realidades que enlutan a varios países y revelan la gran vulnerabilidad de los más pobres. Zonas de riesgo, son habitadas por los que menos tienen, y son estos lugares los primeros en desvanecerse, causando dolor y muerte. Asia es el continente más grande y más poblado del planeta, también es donde se registra el 85 % de las emergencias por eventos naturales, en el mundo. A inicios de noviembre del año pasado, la furia de la naturaleza se ensañó contra el archipiélago filipino, conformado por 107 islas y con una población aproximada de 96 millones de habitantes. Localizado en el sudeste asiático, Filipinas sufrió el azote del tifón Haiyan. El resultado fue aterrador, más de 6 000 personas fallecidas. La destrucción de los

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medios de subsistencia e infraestructura se estima en aproximadamente 812 000 millones de dólares. Apoyo de la Caritas Internationalis Inmediatamente ocurrido el desastre, la Iglesia Católica movilizó recursos internos y activó su llamado de emergencia al mundo, a través de la Red Cáritas Internationalis. Cáritas Filipinas, con su sede en Manila, preparó un diagnóstico de la situación que le permitió conocer, identificar y cuantificar la magnitud del desastre y las necesidades de la población. El apoyo solicitado fue de ayuda alimentaria inmediata, construcción de albergues y refugios de emergencia, distribución de paquetes de subsistencia, programas de recuperación económica para más de 275 000 personas. El costo de la ayuda solicitada ascendía los 9’500 000 de dólares. A este llamado respondieron inmediatamente las Cáritas fraternas del mundo, entre ellas la de Ecuador, logrando

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Cifras del desastre El paso del tifón Haiyan provocó: 6 201 vidas humanas perdidas, 1 779 personas desaparecidas, 550 239 hogares devastados; 2’309 243 familias afectadas, 1’910 000 casas destruidas, 11 924 aldeas abatidas. (Fuente: Consejo Nacional de Reducción de Desastres de Filipinas)

DETALLE DE FONDOS RECAUDADOS

Fuente: Dpto. Gestión de Riesgos y Emergencias, Cáritas Ecuador

un aporte de aproximadamente millones de dólares.

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La ayuda inmediata fue dirigida hacia las áreas de más difícil acceso y a la población más vulnerable: mujeres jefes de familias, personas discapacitadas, adultos mayores, población infantil e indígena. En los dos primeros meses, luego de ocurrido el desastre, 39 000 familias (195 000 personas, aproximadamente) en 9 regiones recibieron ayuda de Cáritas. La ayuda llega desde Ecuador La solidaridad ecuatoriana se manifestó apenas Cáritas emprendió la campaña nacional de apoyo al pueblo filipino. El valor recaudado superó los 150 000 dólares. Esta fue una oportunidad para demostrar que la solidaridad cristiana es un signo creíble del encuentro con Jesucristo vivo, en nuestro país.

Impacto del tifón Haiyan en la isla de Leyte. Fotos: Kent Truog

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Espiritualidad de Cáritas “No podemos decir que pertenecemos a Cáritas si no topamos la carne de nuestro hermano herido” Papa Francisco Por: P. Santiago Vaca

La pobreza estructural es fruto de los sistemas sociológicos o políticos que ponen a Dios entre paréntesis, porque no reconocen su misterio y su amor en la vida del hombre. El agente deCáritas suscita esperanza en medio de situaciones difíciles, porque influye en los responsables de cambiar las estructuras injustas.

Foto: Axel Míguez

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a Espiritualidad de Cáritas se configura desde la mirada del creyente, “Discípulo de Jesucristo”, que observa la realidad y hace posible la fuerza transformadora de Jesús. El servicio de la caridad, el anuncio de la Palabra y la celebración de los sacramentos son expresión irrenunciable de la esencia de la Iglesia. Cáritas cumple la tarea de dignificar a cada persona y está al servicio especialmente de los más empobrecidos. El testimonio del servicio a los más pobres es la propuesta del misterio de Dios entre los hombres, es su espacio de encuentro con los hombres. No se

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puede pertenecer a Cáritas si no es con el testimonio. No se puede conocer a Dios si no es con el testimonio. En esta relación brota la cercanía, la solidaridad y la projimidad. Una cercanía que nos hace amigos y nos permite apreciar profundamente los valores de la pobreza, sus legítimos anhelos y su modo de vivir la fe. Al que trabaja en la caridad se le pide la renuncia de toda mundanidad, del espíritu que odia a Jesús y a nosotros, para dejar espacio a la grandeza de un Jesucristo que se nos revela en los rostros sucios y maltratados de hombres y mujeres de nuestra tierra.

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INFO CÁRITAS

Cáritas propone ley de derecho alimentario a los países del mundo Avanza la campaña mundial “Una sola familia humana, alimentos para todos” que Cáritas Internationalis lanzó el 10 de diciembre del año pasado. Junto a Manos Unidas, ONG de la Iglesia Católica española, Cáritas elabora un anteproyecto de ley para promover el derecho a la alimentación en todos los países, especialmente en aquellos donde no está garantizado. El anteproyecto de Ley será remitido a los gobiernos nacionales de cada país. Como siguiente paso se solicitará a la Organización de Naciones Unidas la realización de una sesión sobre el derecho a la alimentación, durante la Asamblea General del 2015. La Campaña es liderada por el Santo Padre y tiene como propósito acabar con el hambre en el mundo para el 2025.

Un legado para el Ecuador: La historia de la Iglesia en la Amazonía En febrero de este año se firmó un Convenio interinstitucional para rescatar y difundir la presencia de la iglesia católica en la Amazonía del Ecuador. El acuerdo fue suscrito por la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), la Asociación de Comunicación Católica Mundial (SIGNIS ALC), Catholic Relieve Service (CRS) y Cáritas. Los seis Vicariatos de la Amazonía llevarán adelante el trabajo de campo junto a un equipo de investigación especializado, que contará con los aportes del P. Juan Bottasso, misionero salesiano antropólogo, y Sor Gisella Dellagiacoma, responsable de las misiones de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. La investigación se trasladará a productos comunicativos que darán a conocer a la población una historia, a veces olvidada.

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MIES y Cáritas votan por la confianza “Confiamos en Cáritas”, dijo uno de los dos representantes de Ministerio de Inclusión Económica y Social, que visitaron este 11 de marzo las instalaciones de Cáritas nacional en Quito. Mario Tapia, director de Gestión de Riesgos, y su compañera Carmen Bucheli, fueron los delegados de entregar una donación a la obra social de Cáritas y anunciar la recomendación que hizo la ministra Doris Solís de trabajar con la Iglesia, “ya que su trabajo es muy bueno y transparente”. El MIES entregó un lote de telas, que será destinado al trabajo de mujeres emprendedoras, que participan en la Pastoral de la Mujer. La mercadería fue incautada por la Aduana Nacional y entregada al MIES, que a su vez tiene que destinarla a acciones de desarrollo social. “No podemos entregar una donación a una institución si no comprobamos que llega directamente a la población más vulnerable”, aseguró Tapia. “Confiamos plenamente en la forma honesta y valiosa como trabaja la Iglesia en las bases, con los menos favorecidos”, expresó. El P. Giorgio Peroni, secretario Ejecutivo de Cáritas, recibió con alegría este aporte del sector público a la obra de social de la Iglesia. “Es bienvenido este acercamiento con el MIES y esperamos que los lazos continúen y den frutos, para bien de las personas más necesitadas”, dijo.

Múnera lanza una cruzada por la solidaridad “Familias solidarias, con amor por los más pobres”, es el mensaje con el cual Múnera lanza su campaña 2014. Este año los obispos han decidido convocar a las familias porque reconocen que es en ella donde se descubre la primera y fundamental escuela de solidaridad. Para Mons. Julio Parrilla, presidente de Cáritas, “No es suficiente con dolerse y lamentarse, hay que educar la conciencia y el corazón; ubicar a las personas, desde el hogar, en la dirección de la solidaridad”. Múnera es la campaña que la Iglesia ecuatoriana realiza en tiempo de Cuaresma desde hace 40 años, aproximadamente. Gracias a las contribuciones voluntarias de los fieles, estos recursos se destinan a miles de personas empobrecidas, en programas de educación, alimentación, salud y vivienda. Los recursos recaudados son administrados por cada diócesis y, de acuerdo con las necesidades de la comunidad, se distribuyen en beneficio de los más necesitados. Para la Iglesia Católica, la solidaridad es compromiso y actitud de vida, es la práctica de la caridad y el amor fraterno. Solidaridad significa sentir al pobre. Las contribuciones se receptan en las parroquias o curias diocesana más cercanas.

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Comunicación

con corazón rompe fronteras

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na experiencia inolvidable vivieron los 59 jóvenes de tres países que participaron del Encuentro de Comunicación y Movilidad Humana: Comunicación con Corazón, organizado por Cáritas del 5 al 9 de febrero en Quito. Los diferentes grupos que llegaron desde las Islas Canarias, en España; Cochabamba, Tarija y Oruro, en Bolivia; y, Loja, Catamayo, Zamora, y El Oro, en la frontera sur ecuatoriana, compartieron sus experiencias de comunicación y desarrollaron estrategias para ir tejiendo una red de jóvenes comunicadores, que trabajen temas sociales relacionados con la migración, el refugio, la trata de personas, el retorno, etc. Durante el Encuentro, los participantes visitaron los estudios de Teleamazonas y las instalaciones de El Comercio, donde conocieron el proceso de elaboración y difusión de los productos comunicativos. Asimismo, tuvieron la oportunidad de entrevistarse con los periodistas Bernardo Abad, del canal televisivo, y Dimitri Barreto, del diario quiteño. “Esta ha sido una experiencia única”, dijo con entusiasmo el joven periodista de Zamora, Jonathan Samaniego.

Fotos: Francisco Beltrán

En la clausura del Encuentro, los participantes coincidieron en que las jornadas vividas en Quito les han fortalecido como personas y como equipos. Además, les ha motivado a continuar con sus acciones de solidaridad y amor en beneficio de los grupos más vulnerables de la sociedad. “Nos vamos con una misión”, dijeron las delegaciones, “de hacer un llamado a que más jóvenes se integren a la red de comunicadores con corazón”. El Encuentro concluyó con una Eucaristía campal acompañada de canciones, una hoguera y una reluciente luna creciente. Para los asistentes, la Eucaristía fue “una inolvidable mezcla de recogimiento y alegría”, tan común en la juventud voluntaria.

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