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Toboganes en Homún! Splash Parque Acuático

En este especial que hemos preparado nos encontramos con grandes sorpresas que Homún aguarda más allá de las maravillas naturales que tanto lo caracterizan, y como ejemplo visitamos Splash, un parque acuático que ha tenido gran éxito entre locales y turistas.

Platicamos con don Demetrio Cabrera Pech, la mente creadora de este proyecto, el cual nació hace seis años como algo muy local, debido a que sentía que en Homún necesitaban una nueva opción para la diversión familiar, diferente a lo que ya estaban acostumbrados.

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¿Cómo ha visto los cambios en estos años?

Han sido impresionantes, ha llegado una gran cantidad de gente de otras partes de la república y hasta extranjeros. Es algo que nunca imaginamos tener, puesto que estaba pensado en un principio más para la gente del pueblo, empezamos nada más con las albercas y fuimos creciendo hasta lo que somos hoy. A las personas le gusta mucho porque es un lugar divertido, tranquilo, en el que se come bien; es una excelente opción para el fin de semana.

¿Cuál es la mayor satisfacción que usted siente al ver tanto turista disfrutar del parque?

La verdad me llena de orgullo ver que estamos dando diversión a la gente, que pasen momentos en familia, que vengan con sus hijos o sus nietos. Aparte de eso, estoy también orgulloso de ver a mi familia está trabajando para darle lo mejor a la gente, y eso es una alegría para mí.

Homún está a la alza

Por su parte Saúl Cabrera, administrador del parque, menciona que hoy por hoy Splash se ha posicionado como una alternativa de esparcimiento para Homún y Yucatán, no solo por la naturaleza misma del parque, sino también porque año con año se renuevan para que los visitantes siempre tengan ganas de regresar.

¿Cuántas personas laboran en Splash?

El número de empleados va variando dependiendo la temporada del año en el que estemos, puesto que hay días altos y días bajos. Por ejemplo, en vacaciones de semana santa o verano tenemos hasta cincuenta personas entre meseros, barra, cocineros, recepcionistas, administración, etcétera.

¿Qué servicios ofrecen?

Contamos con el restaurante, el bar, palapas, camastros. En lo que respecta a las albercas, tenemos el área para niños, chapoteaderos, toboganes, así como baños y regaderas. Es diversión para toda la familia, para niños, jóvenes, adultos y hasta los abuelitos, de hecho el acceso para personas de la tercera edad es gratuito presentando su credencial del INAPAM. Todos se van siempre muy contentos.

Y en tu caso, ¿cuál es la mayor satisfacción que te deja todo esto?

Yo que además me encargo de manejar las redes sociales, puedo decir que me entusiasma mucho leer todos los buenos comentarios que la gente hace, los likes, las fotos que suben, los fans destacados. Sin duda, la mejor mercadotecnia es la que se da de boca en boca, y mucha de la gente que llega por primera vez es por recomendación, y eso es muy gratificante.

Sabemos que los tiempos están difíciles, ¿cómo se preparan para el futuro?

Es muy fuerte cómo esto de la pandemia nos afecta a todos, sin embargo, estoy seguro que tiempos mejores están por venir y estamos preparados por estamos usando este periodo para hacer una autoevaluación y así, cuando todo esto pase, darle el mejor servicio a nuestros visitantes.

¿Qué es lo que auguras para Splash?

A pesar de todo considero que Homún está a la alza y que vienen tiempos muy buenos para el pueblo en general, nos hemos convertido en un destino turístico con gran variedad, las redes sociales nos han ayudado muchísimo a mostrar todo lo que ofrecemos: cenotes, grutas, historia, tours guiados, hoteles para todos los gustos, la calidez de nuestra gente, así que no duden en venir a Homún y visiten Splash Parque Acuático, se van a llevar la mejor experiencia.

Endúlzate

con Yucatán

Texto y fotografía: María Isabel Juárez

Escribiendo estas líneas aún recuerdo el aroma de los postres y su sabor. Con alegría les comparto esta visita que endulzó nuestro recorrido por el bello Homún.

Nos encontramos con unas simpáticas mujeres que aman la cocina tradicional y se pintan solas al momento de compartir sus recetas y elaborar con dedicación sus creaciones; cabe resaltar, queridos lectores, que el día que estaban listas para llevar a cabo la preparación, la lluvia no permitió que se prendiera la candela al aire libre como es costumbre y lo realizaron en estufa, idea que a ellas no les gustó mucho porque “deben saber a leña” pero obtuvimos unos deliciosos postres como cremita de coco, arroz con leche, bueñuelitos con miel, caballeros pobres revolcados en azúcar con canela con los cuales nos chupamos los dedos al probarlos calientitos.

Las hermanas Yolanda y María Xicum Kú conocidas como “las pozoleras” gracias al pozole de coco que preparan diariamente. También agasajan a sus comensales con guisos tradicionales como relleno negro, pibitos enterrados, poc chuc, chaya con queso y tomate, potaje de lentejas, salbutes, brazo de reina, tamales colados, vaporcitos, topijoloches, empanadas, panuchos y todo aquello que sea representativo de la comida de antaño sin cambios en su elaboración tradicional. No se pierdan conocerlas en su visita a este maravilloso municipio.

Con calma y con algunos dejos de seriedad, conversaban en lengua maya para ponerse de acuerdo en cómo compartirnos la receta que con mucho cariño y esmero nos regalaron esa tarde de lluvia.

¿Te gustaría conocer la preparación de uno de sus dulces? Busca el video en la galería de Facebook de Revista Yucatán y compártelo con tus amigos, ¡que esta receta nunca se pierda!

DELICIOSAS SOLUCIONES CONTRA EL CALOR HELADOS El León

Por Isabel Juárez

Continuando recorriendo las calles y rincones de Homún conocimos a Juan de Dios León Chan, un personaje muy querido en la comunidad por su singularidad, cuya labor ha reunido a familias y ha apagado el calor que suele agobiarnos en Yucatán. Nos adentramos al oficio que por años ha realizado recorriendo las calles vendiendo sus famosos helados de coco, los cuales son toda una tradición por su excelencia y sabor inconfundible.

“Las calles eran malas y mi abuelo me hizo una carretilla con ruedas de acero para salir a vender, en ese entonces tenía 10 años. Este oficio viene de mi abuelo, padre y tíos, representa una tradición familiar, ha habido más personas que se han dedicado a ello pero lo han abandonado, nosotros hemos perdurado por la preferencia de la gente”, nos comparte “Juan Bombín”, como popularmente es conocido

Cuando era más joven, Juan Bombín cuenta que él solo hacía hasta cinco barcadas, contaba con venteros y no había mucha competencia. Hoy ya se encuentra un poco cansado y se apoya de su hijo y nietos, quienes le están tomando más amor al oficio, además de que en estos tiempos que atravesamos es un trabajo seguro ya que la gente lo consume más.

“ Es un trabajo humilde pero muy honrado, más aún si mejoras tu producto y te esfuerzas. Yo puedo manejar cualquier sabor que me pidan: guanábana, mamey, elote, piña, fresa, chocolate, pero definitivamente el de coco se acaba primero, entonces, ¿para qué me caliento la cabeza? ¡El de coco es el rey!”, presume.

Honestamente esperaba encontrarme con una producción distinta y menos elaborada, ¡gran sorpresa me llevé al ver el proceso natural! Todo: desde pelar, moler, licuar, exprimir el coco para extraer la cremosa leche, preparar la mezcla y verter en la baldosa de acero para congelar a fuerza de vueltas en hielo con sal.

Les invito a salir de la ciudad para adentrarnos en la vida de las comunidades; agradecerles a todas estas familias con herencia histórica que sobreviven por amor al arte, con el corazón entregado a su oficio.