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Lo que el álamo dejó Cenote Santa Rosa

Las costumbres familiares se van transformando de generación en generación, prueba de esto es la plática que sostuvimos con Gabriel José Cabrera Pech, quien está al frente del Parador Ecoturístico Cenote Santa Rosa y el cual lleva su nombre debido a una costumbre de los abuelos, ya que venera- ban a Santa Rosa de Lima y le encomendaban sus siem- bras y sus cosechas.

Con nostalgia Gabriel detalla: “El cenote lo descubrie- ron mis padres ya que había un álamo en el patio (hoy aún de pie junto a la boca). Estos terrenos eran de nues- tros abuelos, hace unos años todo esto era una granja, lo fueron trabajando y se lo heredaron a nuestros padres, y ellos a su vez, a nosotros. Posterior a la caída del hene- quén, la familia apostó por el ecoturismo y el cuidado del cenote; fue así como formamos la cooperativa de Santa Rosa en el corazón de agua dulce del estado”.

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Han pasado siete años trabajando en ello y al momen- to de llegar uno puede respirar la herencia familiar y la riqueza cultural; le han brindado a los artesanos locales un espacio para ofrecer sus productos a los visitantes, así como empleo temporal durante vacaciones y los fines de semana a jóvenes estudiantes para un ingreso extra, con- viviendo así con la comunidad del pueblo.

El servicio de hospedaje y la comida son de primer ni- vel, en su restaurante ofrecen una receta muy especial: el pollo relleno de chaya, acompañado de su salsa de chile xcatic, es un platillo que se ha vuelto el favorito de sus vi- sitantes. Para que la gente pueda estar en contacto con la naturaleza se han esforzado mucho en ser un parador que brinde al máximo la experiencia del ecoturismo, como las cabañas de hospedaje y los senderos.

¡Sin duda te maravillarás con el azul del agua! Hay que descender 13 metros por una escalera de madera, una vez ahí encontrarán una caverna cerrada con un acceso de luz justo en la parte de en medio. Cenote Santa Rosa vive gracias a la cooperativa comprometida con el medio ambiente, donde se vislumbra el respeto que le tienen a la flora y fauna de la región.

Han sido acreedores a los distintivos de “Paraíso In- dígena”, “Programa de Calidad Moderniza”, ganadores del premio “Jaguar del Turismo 2020” en la categoría de Proyecto Comunitario, y actualmente el sello de calidad “Punto Limpio”, cumpliendo así con las normativas de sa- lud, por lo que se encuentran listos para recibir al turismo con todas las medidas de seguridad e higiene hacia la nueva normalidad.

¡Conoce esta maravilla!