Revista Quid

Page 1

QUID-67A82

23/1/09

01:15

Página 72

por Florencia Goldsman

72

LA VOZ DESNUDA Sonia Budassi es la autora de Mujeres de Dios, una investigación acerca de la vida de las monjas en la actualidad, además de editora y escritora de ficción Es crítica literaria, creadora de la editorial Tamarisco y narradora. Gestora de los libros de otros, el año 2008 fue su momento de dar a luz a dos vástagos literarios que, con algunos puntos en común, evidencian las marcas personales de una escritora que se especializa en escenificar con sutileza sentimientos, percepciones y contradicciones internas. Mujeres de Dios (Sudamericana) es el producto de dos años de investigación acerca del presente de las religiosas. Como quien despliega un abanico, Budassi se aventuró en el intento de desnudar (desafío enorme si de religiosas se trata) aquello que está por detrás de diferentes decisiones que llevaron a elegir el amor a Dios como una opción de vida. En otro registro Los domingos son para dormir (Entropía), su primer libro de cuentos, despunta con una pluma que por momentos resuena a los pasajes de Manuel Puig en los que el murmullo interno del narrador alimenta de colores, texturas y olores a los relatos. En los dos libros, su voz narrativa indaga incansable sobre lo que aparece y se pone en conflicto tanto como investigadora que se cuenta a sí misma en primera persona, como narradora que escruta a los personajes que creó.


23/1/09

01:15

Página 73

— ¿Cuál era su imagen acerca de las monjas? Antes de escribir el libro pensaba que existía una gran monja unívoca, que estaba asociada por un lado con esa cosa santa tipo la Madre Teresa de Calcuta y, por otro lado, con ese costado perverso, oscuro, terrorífico y sufriente de las telenovelas al estilo de La extraña dama o del cine de terror clase B en las que hay miles de personajes nefastos que son monjas. Me dio mucha curiosidad y pensé que el tema era un poco más complejo, aparte de esta noción de monstruo, se trata de un estilo de vida que rompe totalmente con nuestro sentido común. En el pasado, en la época de nuestros abuelos, era una cuestión prestigiosa elegir la vida religiosa. Ahora sucede todo lo contrario, no da estatus para nada, está mal visto. Entonces me daba mucha curiosidad ver qué había detrás de eso. Me sorprendió conocer la variedad y notar que lo de “la monja unívoca” no es así. Hay muchas que trabajan ocupando los huecos que deja el Estado en cuanto a asistencia social, después están las que viven cómodamente en los colegios religiosos que ni siquiera tienen un rol activo o intenso como tenían antes cuando todas las monjas debían dictar materias o todas las profesoras eran monjas, están las que viven en una villa o las de clausura que llevan una vida rarísima. — ¿Cómo fue el proceso de investigación para el libro? Al principio empecé a estudiar teología, estuve muchos meses enroscándome y con una dificultad terrible, porque el discurso de la teología llega a un gran nivel filosófico de abstracción, yo no soy una especialista en religión, de repente el discurso va perdiendo el referente, aparecen conceptos como “la trinididad”, la “misericordia” y me vino bien como base, pero después me di cuenta de que el libro tenía que ser casi como de género. O sea: tratar de hacer un non-fiction e intentar que tuviera capítulos más emotivos, buscar el conflicto dentro de esas vidas respetando los testimonios o tratar de darle la impronta de la ficción, que sea entretenido y que habilite los interrogantes que cualquiera plantearía. — ¿Cómo se manejó con los preconceptos que existen sobre ellas? El estereotipo es el primer paso que lleva a la discriminación y genera los prejuicios. Entonces intenté, como primer paso, hacerme cargo de mis prejuicios y escuchar. Si bien en la crónica la primera persona está bastante relegada y aparece en momentos muy puntuales, ése era el recurso que tenía para mediar entre mi prejuicio, los que tenían ellas y, muchas veces, las incoherencias que no podía comprender. Por otro lado, lo que me parece más importante es que yo tampoco encontré respuestas ciertas ni determinantes ante un montón de problemas. Lo interesante es que con todos los prejuicios de ellas y los míos, se habilitaron más preguntas. Y me parece que eso está bien porque mi intención no era dar una respuesta ni definir si estas chicas están locas o son santas. Si no convertir a esas personas en personajes complejos que tienen muchísimos matices, tienen una carga muy fuerte y por otro lado ¡son personas! Cuando empecé a trabajar en el libro, me agarraba angustia y pensaba que no entendía nada, que muchas veces me perdía, se lo comentaba a mis amigos y me decían “!!¿¿de monjas estás escribiendo??!!” como si estuviera escribiendo sobre extraterrestres malvados (risas), entonces me ponía en el lugar de explicarles: “¡no, bueno che, pero son seres humanos también!”. — ¿Este trabajo tuvo efectos sobre usted? Sí, un montón. Sobre todo en relación con el prejuicio que tengo hacia el

periodismo o mejor podría decir: el juicio con respecto a la prensa diaria y esa cuestión de estigmatizar temas mucho más graves. Por ejemplo que te planteen un titular que diga “Fuerte Apache: donde la inseguridad es un deporte” y bajo ese título hay 50 mil personas viviendo que la luchan todos los días y que cuando van a buscar trabajo por culpa de ese titular tienen que cambiar la dirección del barrio en el que viven, porque después no les dan el trabajo. Entonces sí, en ese sentido me cambió un montón porque creo que con otro tema pude tener una suerte de revancha, de lograr complejizar sobre esta cuestión. Esto que veo que se maneja en la prensa diaria, que implica dejar al otro de lado y mostrarlo de una manera extremista y simplificada que no responde a la realidad termina generando consecuencias crueles. Por otro lado, nunca me dediqué a ese tipo de periodismo y fue raro también porque no soy una gran lectora de libros periodísticos. Entonces me di cuenta de que se podía hacer algo bueno desde ese lugar más testimonial, pude trabajar en términos narrativos de manera tal que, escribiendo ficción, me resultó muy interesante. — En ‘Los domingos…’ aparece como componente fuerte lo íntimo ¿cómo puede un escritor tomar de la propia vida pero no agotarse en eso? En realidad está lo que te pasa a vos o a los otros, lo que te pasa en recorridos que pueden ser lugares, familias, tipos de personas, círculos de amigos. Pienso que la literatura tiende a dar cuenta de una cierta verdad pero no de una verdad entendida como registro de algo que de hecho sucedió, sino plantear un problema con cierto conocimiento. Las biografías de los otros son herramientas para intentar comprender algún problema que hay en las relaciones, respecto de las regulaciones sociales, de las convenciones, del sufrimiento y a algunos narradores nos interesa trabajar sobre eso. Pero no creo en la escritura lineal de la experiencia, para nada. — En los cuentos siempre aparece una voz interior que agrega información, juzga o comenta ¿cómo maneja este recurso? En realidad aparece, pero también hay una intención de mostrar los discursos superpuestos, desde aquellos internos que por momentos pueden parecer absurdos hasta recuerdos de series de televisión, personajes de cuentos de hadas. Me interesaba reescribir eso y ver cómo va operando en los personajes. Como lo que a veces pasa con uno: hay varios planos en el pensamiento y la acción va en simultáneo. — Como editora de escritores jóvenes e inéditos, ¿de qué tipo de literatura se nutre? Hay una presentación mítica durante el auge de la poesía de los ‘90 en la que Martín Gambarotta dijo: “No puedo escribir si no leo a mis contemporáneos”. Creo que eso es fundamental sobre todo porque hay gente que está trabajando como uno y hace cosas súper interesantes, distintas y muy creativas Mis lecturas son muy caóticas, más porque también trabajo de leer y escribir crítica literaria, pero siempre trato de estar al tanto de las apuestas que hacen las otras editoriales.

E N T R E V I S TA I X

QUID-67A82

73


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.