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POLISEMIA SOCIALISTAS EN EL POLO ¿Megaproyectos o aventuras neocoloniales ? Por: Carlos Alberto Duque*

En su Brevísima relación de la destrucción de las indias el cronista español Fray Bartolomé de las Casas (1552) llamaba la atención sobre los crímenes perpetrados por los invasores europeos en nombre de la Fe y la “civilización”, caracterizándolos como “insignes carniceros y derramadores de sangre humana” cuya única motivación era “henchirse de riquezas en breves días”. Aunque han trascurrido más de 500 años desde el inicio del saqueo y pillaje “institucional” de nuestra América, este aún no ha terminado. Cambiaron los ropajes, imperios, ideologías, relaciones de producción, tecnologías e idiomas pero la lógica es la misma: nuestras montañas, ríos, gentes y recursos siguen llenando bolsillos ajenos. En el actual carnaval de miseria y derroche propio del capitalismo tardío resaltan proyectos minero-energéticos que por su amplitud y codicia rememoran las crónicas de la conquista española. En Colombia sobresalen –entre muchos megaproyectoslas minas a cielo abierto proyectadas en Tolima (la Colosa) y Santander (Angostura) así como la hidroeléctrica “El Quimbo” concebida para el sur del Huila. En La Colosa se verían afectadas inicialmente más de 500 hectáreas del municipio de Cajamarca ubicadas en zona de reserva forestal central donde, además de especies amenazadas, existen cerca de 161 nacimientos de agua que nutren el rio Coello que abastece varios municipios del Tolima y el sistema de riego mas grande del país: USOCOELLO. Por su parte, Angostura amenaza cerca de 1.100 hectáreas del hermoso páramo de Santurban en los límites del departamento de Santander y Norte de Santander (municipios de California y Vetas), donde se abastecen de agua varios municipios. Por último El Quimbo promete dejar en la calle a más de 427 familias campesinas, inundar cerca de quinientas hectáreas de bosque de galería y generar un daño irreversible en el ecosistema del río Magdalena. ¿A quienes agradecer por tan nobles

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propósitos de “progreso” y “bienestar”? A las trasnacionales AngloGold Ashanti (la Colosa), EMGESA-ENDESA (El Quimbo) y Greystar Resources (Angostura), nacidas en Sudáfrica, España y Canadá respectivamente. En el caso de la Colosa esperan extraer 12.3 millones de onzas de oro y 8.9 millones en Angostura; El Quimbo, por su parte, produciría 400 megavatios de energía que podrían comercializarse fuera del territorio Colombiano: Henchirse de riquezas diría Bartolomé de las Casas. Sin embargo al señor de las Casas le resultaría difícil entender como es que nuestro gobierno “democrático” y “soberano” lejos de proteger a sus ciudadanos frente a la amenaza ambiental, socio-económica y política de estas inversiones foráneas, no hace mas que protegerlas y estimularlas por todos los medios a su disposición. Pero ¿Por qué os gobiernan una banda de aventureros como los que denuncié hace siglos? –Nos preguntaría Bartolomé de las casas-¿No es que vosotros os habíais independizado? ¿Por qué os seguís dejando engañar con los cuentos de “civilización” y “progreso”? ¿No sois acaso una nación, un pueblo unido? No Bartolomé –le responderíamos- no somos ni una nación, ni un pueblo unido, porque el abismo que existe entre las clases sociales que tienen y las que no tienen es tan grande que conforman dos naciones totalmente diferentes y opuestas. En Colombia gobierna la alta burguesía asociada con el capital trasnacional contra los intereses de las masas populares. De esta manera, en un mercado global que necesita oro, energía y campos de inversión no es de extrañar que el Estado Colombiano –con Juan Manuel Santos a la cabeza- permita que un alto porcentaje del territorio nacional esté en concesión minera y que los proyectos Colosa y Angostura sean solamente la cabeza de playa de una masiva afluencia de inversiones en el sector minero-energético que profundizaran la iniquidad en la Colombia del s. XXI.

Pero como sea, vale la pena recordar con Marx que “la historia no hace nada, no posee ninguna inmensa riqueza, no libra ninguna clase de lucha: quien hace todo esto, quien posee y lucha es el hombre mismo, el hombre real, vivo; no es la historia la que utiliza al hombre para alcanzar sus fines –como si se tratase de una persona aparte- porque la historia no es sino la actividad del hombre que persigue sus fines”, y no solamente los ricos persiguen sus fines, los campesinos, estudiantes, trabajadores, indígenas y demás capas populares también tienen sus propios fines. Así en Costa Rica –fruto de la presión popular- un tribunal obligó a la empresa canadiense Infinito Gold retirar la concesión de una mina a cielo abierto que tiene más de un millón de onzas de oro (proyecto crucitas); en el caso del Perú el movimiento ambiental encabezado por el sacerdote Marco Arana (inspirado en la teología de la liberación) ha alcanzado dimensiones políticas nacionales; de igual manera movimientos sociales en Centroamérica, Ecuador, Bolivia, Chile y Argentina hacen sentir su resistencia. Corren tiempos de inquietud, organización y movilización popular; los bandos están estableciéndose: es hora de impedir que nuestras montañas, ríos, gentes y recursos sigan llenando bolsillos ajenos. *Estudiante de X semestre, Administración de Empresas. Universidad del Tolima.

“Ayer éramos Tunecinos, hoy somos Egipcios, mañana todos seremos libres”


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Las incoherencias de Mockus Por: Ramiro Gálvez* Tomado de: EL NUEVO DÍA 29 de enero de 2010

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" o veo cómo Uribe puede ayudar a Bogotá", respondió el ex candidato presidencial por el Partido Verde en entrevista concedida al diario El Espectador el pasado 21 de enero, luego de que Álvaro Uribe anunciara un eventual apoyo al precandidato a la Alcaldía de Bogotá por el Partido Verde Enrique Peñalosa. En la misma entrevista Mockus revela su intención de postularse como uno más de los precandidatos verdes con la intención de convertirse, de nuevo, en Alcalde de los bogotanos. Cualquier observador desprevenido podría pensar que Mockus ha sido contagiado del virus del "travestismo" político que tanto aqueja a la mayoría de los políticos colombianos, pues no hace mucho, en su calidad de candidato de los verdes a la primera magistratura, visitó al mismísimo jefe de Estado en el palacio presidencial en momentos en que el escándalo de los "falsos positivos" ponía contra las cuerdas al Gobierno. Con propósitos evidentemente mediáticos declaraba, luego de su visita a la casa de

Gobierno, ser el defensor más confiable en la contienda presidencial para proteger los famosos "huevitos" de la seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social, quizá con la ingenua pretensión de que así podría heredar parte de la inmensa popularidad que registraban las encuestas en favor del gobierno Uribe. En el terreno del "pragmatismo" sin recato, en el que parece haber caído el ex alcalde Mockus, no resulta muy coherente haberse declarado recientemente defensor del "legado" uribista y al mismo tiempo rechazar un apoyo del ex gobernante a la precandidatura de Peñalosa. En una dinámica tal es de suponer cuál podría haber sido el comportamiento del ex Alcalde si el apoyo anunciado por Uribe hubiera sido en favor de Mockus. Al único que hay que reconocerle alguna coherencia en su comportamiento político reciente es al ex alcalde Peñalosa, pues aunque ha sido militante del Partido Liberal, y fue candidato por el uribismo a la Alcaldía de la capital en la que sufrió una estruendosa derrota a manos del actual burgomaestre Samuel Moreno, siempre se ha mostrado como un hombre leal al establecimiento. Por ello añora con razón el

apoyo de Álvaro Uribe.Fuertes nubarrones amenazan el panorama del llamado Partido Verde, salido del cubilete de otro ex alcalde bogotano Luis Eduardo Garzón, hoy llamado a declarar ante la Fiscalía por la adjudicación al consorcio de los uribistas hermanos Nule la fase III de TransMilenio pocos días antes de la culminación de su mandato. El veto de Mockus al apoyo del uribismo a la candidatura Peñalosa podría acelerar las tendencias centrífugas que acosan a la nueva agrupación política. El eventual ingreso de Petro en las filas verdes, luego de su lánguido desempeño en la campaña presidencial del PDA, podría constituir la gota que rebose el vaso de tales tendencias. * Profesor Universitario

“Prosperidad para todos”: Un Plan de subdesarrollo Por: Edwin Andrés Martínez* En el capitalismo del subdesarrollo, en la periferia, el desarrollo desigual y combinado adquiere formas más visibles y traumáticas. El ejercicio de la planeación debería pensarse como mecanismo para contrarrestar este fenómeno. Hacia finales de los años cincuenta del siglo pasado, se estableció el ejercicio de la planeación como una obligación de los gobiernos de turno. Sin embargo, sólo hasta 1970 aparece el primer Plan de Desarrollo, bajo el gobierno de Misael Pastrana. En el período de la Industrialización por Sustitución de Importaciones, se intentó promover políticas de industrialización, productividad e infraestructura por fuera de los intereses de la división internacional del trabajo y se privilegió el fortalecimiento del

mercado interno. Posteriormente, con el ascenso del neoliberalismo de la globalización el ejercicio planificador se ha ajustado plenamente a las necesidades de la división internacional del trabajo, con sus rasgos sobreexplotadores y neocolonizadores. El resurgimiento de la economía mineroextractiva y el fortalecimiento de las grandes plantaciones agroexportadoras son manifestaciones de este proceso. En este caso, la planificación traslada la competencia desigual y salvaje del mercado capitalista mundial hacia el interior del país, creando claramente regiones ganadoras y perdedoras. El Plan Nacional de Desarrollo Prosperidad Para Todos, 2010-2014, se enmarca en el propósito de profundizar el modelo mineroagroexportador que fue impulsado de manera entusiasta por el gobierno anterior de Álvaro Uribe. La Visión 2010-2014 del PND actual es

una reedición de la Visión Colombia 2019 en la cual el gobierno de Uribe plasmó los rasgos generales de lo que sería una economía c o m p le t a m e nt e e nt r e ga d a a la s multinacionales y el gran capital financiero nacional e internacional. En él, se presentan los elementos centrales de la estrategia del gobierno Santos para abordar la cuestión regional como uno de los pilares para alcanzar “prosperidad para todos”. El papel del Estado se circunscribe en el eufemismo de la “Tercera Vía”, que esconde la receta neoliberal: “El mercado hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario”. Y más adelante precisa: “el Estado es quien despeja el camino – fija las reglas de juego y dirime los conflictos-, pero el sector privado es quien lo construye y lo recorre”. Continua siguiente página >>>>>>>

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Cuando se analiza el comportamiento en los últimos años de estos sectores desnacionalizados, las conclusiones no parecen indicar que aporten de forma suficiente al desarrollo. En términos generales, aquellas regiones donde hacen presencia sectores como el petróleo, la minería o las grandes plantaciones agroexportadoras, poseen grandes brechas de productividad al interior de estas industrias. Lo anterior significa que estos sectores definidos como “locomotoras productivas no han contribuido al desarrollo ni siquiera en las regiones donde hacen presencia. Dado que están destinados al sector externo y su propiedad es principalmente extranjera, la elevada productividad que presentan no se traduce en el surgimiento o consolidación de nuevos sectores industriales que permitan elevar el nivel de desarrollo de estos departamentos. De modo que su papel como “locomotoras” queda en entredicho. La conclusión es obvia: en términos regionales, la prosperidad no será para todos. Será para las zonas menos atrasadas del país y para aquellos sectores industriales ligados al capital multinacional que no irrigan sus buenos resultados en materia de productividad y desarrollo tecnológico, sino que se comportan como enclaves que no generan encadenamientos productivos, que profundizan el intercambio desigual en el plano externo y a nivel interno, ahondan el rasgo más protuberante del capitalismo del subdesarrollo: el desarrollo desigual y combinado. *Economista. Profesor Universitario.

La revolución Magreví

Egipto en busca de su dignidad Por: Ramiro Gálvez *

Como en la cercana Túnez, el valeroso pueblo egipcio lucha por recuperar su dignidad como nación. Han sido 32 años de ignominia durante los cuales la pauta ha sido la supresión de las libertades civiles, la represión y las torturas, los crímenes de estado, la pobreza generalizada, el desempleo, la corrupción y la humillación. Las horas del tirano Mubarak están contadas, el pueblo ha dicho basta. Durante este largo periodo, la dictadura egipcia fue modelada, sostenida y financiada por el gobierno de EEUU. Por muchos años Egipto ha conservado el dudoso honor de haber sido el segundo país del mundo en recepción de ayuda militar norteamericana, luego de Israel. Nada de lo que ha ocurrido en este país ha sido ignorado por Washington. Ante el inminente colapso, el Gobierno de Obama maniobra a fin de escamotear el triunfo del pueblo egipcio. La estrategia habilidosa a implementar se reduce al socorrido gatopardismo: cambiar algo para que todo siga igual. “mubarakismo” sin Mubarak. El recién nombrado vicepresidente Omar Suleiman, exjefe de los servicios secretos, ha sido escogido por El Cairo y Washington para reemplazar a Mubarak. Sin embargo, los egipcios no están dispuestos a detenerse hasta barrer el último vestigio del régimen moribundo.

Las repercusiones de un triunfo popular no tutelado por EEUU tendrán consecuencias impredecibles sobre la estratégica zona de Medio Oriente. La extensión de la revuelta popular por los países del Magreb árabe dejará profundas secuelas en la región. El impacto sobre el conflicto palestino-israelí será determinante. Por vez primera en muchos años la posibilidad de detener el genocidio palestino se vuelve una realidad. Ni hablar de las repercusiones sobre la guerra injusta desatada por EEUU en Irak y Afganistán. La enseñanza es clara: cuando los de abajo no quieren seguir viviendo como siempre han vivido, y los de arriba no pueden seguir gobernando como de costumbre, se abre una era de revolución. Los dos grandes bandos en pugna están frente a frente. La iniciativa está en el bando popular. El resultado de la “marcha del millón”, convocada por la oposición para el 1 de febrero, y la huelga general en curso serán decisivas en el desenlace del conflicto. ¡Los tiranos del medio Oriente deben poner sus barbas en remojo¡ * Profesor Universitario

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Enero de 2011: la primavera del mundo Árabe Por: Oscar Andrés Espitia planetaria que permita transformar en situaciones revolucionarias el descontento económico y político de los trabajadores. Es así como, en los últimos días, la ausencia de consignas programáticas (con excepción de la declaración del “Frente 14 de Enero” de Túnez) y el vacío de dirección política han sido manifiestos en este levantisco movimiento popular.

Enero de 2011 será recordado como el tiempo en el que el pueblo trabajador de Túnez, Egipto, Yemen, Jordania y Albania, desafiando su destino, enfrentaron las autocracias de hierro que han detentado el poder en estos países por décadas, y que, hasta hace pocas semanas, parecían inexpugnables. Rompiendo con esa sumisión casi hipnótica que parecía gobernar su carácter, y con la indignación como motor de su altivez, la insurrección de los trabajadores del mundo árabe ya provocó la dimisión de Ben Ali, auto proclamado presidente vitalicio de Túnez, y tal parece que Hosni Mubarak, presidente de Egipto, compartirá esa misma suerte.

La insurrección debe lidiar, además, con la influencia norteamericana en la región y sus intereses imperiales, afectos al régimen sionista de Israel y hostiles con la resistencia del pueblo palestino. A pesar de su retórica democrática y mesiánica, para EE.UU. son intolerables y peligrosos estos focos de rebeldía que reclaman autonomía política y que, adicionalmente, fortalecen las expresiones de solidaridad con los palestinos. Es por ello que, con la hipocresía propia de su praxis, respaldarán y orientarán, de manera subrepticia pero decidida, los procesos de represión de los insurrectos y la estabilización de los gobiernos afines a sus propósitos.

El autoritarismo desbocado, la corrupción, las desigualdades sociales y la barbarie neoliberal, son los móviles de estos impetuosos y masivos levantamientos populares, los cuales comprometen, entre otros, los intereses estratégicos de EE.UU. en la región y los de su principal aliado en el medio oriente, Israel.

Pero no todo son taras y obstáculos para el porvenir del movimiento. Millones de trabajadores árabes, especialmente los tunecinos y los egipcios, continúan tomándose las calles en señal de gallardía y dignidad, persistiendo a pesar del chantaje de sus gobiernos. Conscientes que no basta con cambiar gabinetes, legalizar partidos o afanar reformas democráticas que tardaron décadas, más si vale la pena ser los demiurgos de su realidad, ver nacer un nuevo mundo.

No obstante, y a pesar del entusiasmo que ha suscitado esta sucesión de acontecimientos, de nuevo ha quedado al desnudo la debilidad patente del movimiento revolucionario mundial y la ausencia de una organización a escala

Tal parece que las transformaciones no serán radicales y que, a lo sumo, se alcanzaran algunas reformas de carácter democrático. Sin embargo, la victoria de los insurrectos no está garantizada. Pero, en caso de fracasar, venderán

cara su derrota. Esta rebeldía popular, embriagada de democracia y de autonomía, le ha enseñado al mundo que los trabajadores aprenden en pocos días lo que no comprendieron en muchos años: que ningún gobierno, por invulnerable que parezca, puede extinguir el anhelo de un pueblo que busca alcanzar la libertad para erigir su destino. La obstinación mostrada por los trabajadores del mundo árabe por trastocar su realidad, resistiendo a la represión y decididos a ofrendar su vida como tributo a la libertad, es propia de un pueblo que se reconoce como clase y que ha tomado consciencia de su potencial creador y revolucionario, principal ganancia del movimiento. Es por ello que, independientemente de los resultados concretos, enero de 2011 se recordará como el tiempo en que los trabajadores de Túnez, Egipto, Yemen, Jordania y Argelia se atrevieron y decretaron, desafiando toda lógica espacio - temporal, que en el mundo árabe se ha dado comienzo a la primavera.

Presentes en: polisemiasocialista@gmail.com www.polisemiasocialista.blogspot.com

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